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UNIVERSIDAD BOLIVARIANA

FACULTAD DE DERECHO
PROGRAMA INVESTIGACIONES DE GRADO
Para optar al Grado de Licenciado en Ciencias
Jurídicas

2017
Índice

Introducción
El Conflicto
INTRODUCCIÓN

La discapacidad no constituye una realidad de carácter reciente sino que esta


aparejada con el surgimiento mismo de la humanidad, y por lo mismo, desde sus
inicios se dispenso a las personas discapacitadas un trato especial, disímil al
resto, ya sea de mejor trato, conductas asistencialistas o simplemente de caridad,
sin embargo, siempre de una u otra manera fue el reflejo de discriminación y
exclusión social, laboral, y en general de la vida cotidiana, repercutiendo en falta
de oportunidades en el desarrollo humano, y por lo mismo reflejando las falencias
del sistema político, social, familiar y de las organizaciones en torno a las cuales
pesa la respuesta que otorga el país a los proceso de inclusión de todos sus
ciudadanos, sobre todo en la materia a tratar en este trabajo concerniente a las
barreras que dificultan la accesibilidad de personas en situación de discapacidad
al Centro de Atención de asuntos de la Familia de Santiago.

La Discapacidad es un término general abarca las deficiencias, las


limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Las
deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal;
las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o
tareas, y las restricciones de la participación son problemas para participar
en situaciones vitales.

Por consiguiente, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una


interacción entre las características del organismo humano y las
características de la sociedad en la que vive.
(http://www.who.int/topics/disabilities/es/)
La discapacidad se puede presentar como,

Física, es aquella que cuenta con alteraciones más frecuentes, las cuales son
secuelas de poliomielitis, lesión medular (parapléjico o cuadripléjico) y
amputaciones.

Intelectual, se caracteriza por una disminución de las funciones mentales


superiores (inteligencia, lenguaje, aprendizaje, entre otros), así también las
funciones motoras. Esta discapacidad abarca toda una serie de enfermedades y
trastornos, dentro de los cuales se encuentra el retraso mental, Síndrome Dow y la
parálisis cerebral.

Psíquica, las personas sufren alteraciones neurologicas y trastornos cerebrales.

Sensorial, comprende a las personas con deficiencias visuales, a los sordos y a


quienes presentan problemas en la comunicación y el lenguaje.
(https://es.wikipedia.org/wiki/Discapacidad)

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada


por la Asamblea General de Naciones Unidas el 13 de diciembre de 2006, la cual
entra en vigor el 3 de mayo de 2008, reconoce que la Discapacidad es un
concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas con
deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su
participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los
demás.
Respecto a las estadísticas en torno a las de discapacidad, el 10% de la
población mundial presenta una u otra forma de discapacidad. Más de las dos
terceras partes de esas personas vive en países en desarrollo
(https://es.wikipedia.org/wiki/Discapacidad,
www.who.int/disabilities/world_report/2011/es/).

El último censo realizado en Chile, sostiene que la población total de nuestro país
es de 16.634.603 millones de habitantes, de los cuales el número de personas a
nivel país que presenta discapacidad es de 890.569 habitantes.
(http://www.ine.cl/canales/chile_estadistico/encuestas_discapacidad/discapacidad.
php).

La realidad estructural de nuestro país, fundado sobre la base del Estado


Subsidiario, y la mercantilización de todo tipo de derechos, fruto de la imposición a
fuerza de fusil y sangre durante la dictadura y consolidada por los gobiernos
posteriores una vez retornada la “democracia”, provoco que las personas en
general, y sobre todo aquellas con discapacidad no tengan un acceso adecuado a
la salud, educación, rehabilitación, trabajo, transporte, etc., elementos que son
esenciales para un óptimo desarrollo de todo ser humano y pilares fundamentales
de los derechos humanos.

En términos generales, según la Fundación Nacional de Discapacidad, en nuestro


país el acceso por parte de los discapacitados a los distintos ámbitos como lo son
salud, educación, rehabilitación, seguridad social, Trabajo y Promoción de
Derechos y Acceso a la Justicia se revelan de la siguiente forma,

Salud: el 56% de las personas con discapacidad es indigente.


Rehabilitación: el 94% no ha recibido Rehabilitación Integral.
Seguridad Social: el 81% vive con Pensión Básica Solidaria de Invalidez de
$75.000 mensuales. El 19% no califica para obtener la pensión y no tiene trabajo.
Educación: un 42% no culmina la etapa básica.
(http://www.fnd.cl/)
Cabe destacar que en el año 2008 Chile ratifica la Convención Internacional sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, la cual
obliga al Estado de Chile en su artículo primero a “promover, proteger y asegurar
el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y
libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el
respeto de su dignidad inherente”
(http://www.un.org/esa/socdev/enable/documents/tccconvs.pdf)

Además exige adecuar todo el ordenamiento jurídico para que las personas en
situación de discapacidad puedan hacer valer sus derechos dentro de una
perspectiva normativa que avale y suministre un normal funcionamiento de la
existencia social. En esta Convención se incluyen ámbitos fundamentales como la
accesibilidad universal, la autonomía e independencia, el empleo, la salud, la
participación, la habilitación y rehabilitación, la igualdad y la no discriminación,
entre otros. En este contexto el Estado de Chile debe adoptar medidas destinadas
a promover y resguardar estos derechos, así como a generar un proceso de
mayor inclusión social, oportunidades y autonomía para las personas en situación
de discapacidad (http://www.leychile.cl/Navegar?idLey=20422). En febrero de
2010 se publica la Ley Nº 20.422 la cual señala que el Estado debe impulsar
medidas y acciones positivas para abordar la inclusión social de las personas en
situación de discapacidad, en los ámbitos vinculados a la accesibilidad al entorno
y comunicaciones, educación, capacitación e inclusión laboral, entre otros. Al
mismo tiempo, conforma una nueva institucionalidad pública destinada a relevar la
discapacidad, estableciendo la creación del Servicio Nacional de la Discapacidad
(SENADIS), en cuanto a su ámbito de competencias, debe realizar estudios sobre
discapacidad de tal forma de contar con instrumentos que permitan la
identificación y caracterización actualizada, de la población en situación de
discapacidad. (http://www.ciudadaccesible.cl/wp-content/uploads/2011/08/Politica-
Nacional-para-la-Inclusion-Social-de-las-Personas-con-Discapacidad.pdf.).

La Accesibilidad representa un hito cardinal en las personas en situación de


discapacidad, en un primer momento como circunstancia de carácter meramente
físico relativo a las edificaciones o construcciones llevadas a cabo por el hombre,
hoy por hoy constituye un derecho que cubre con su manto todos recursos
presentes en una sociedad, verbi gratia, Información, cultura, tecnología,
comunicación, transporte, educación, salud, infraestructuras públicas y privadas,
en definitiva todo aquello que se encuentre entrañablemente atado a la noción de
derechos humanos o derechos fundamentales.

La Accesibilidad, como derecho fundamental se encuentra consagrado en la


Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, el su artículo
9, nos indica la preponderancia para que los Estados identifiquen y excluyan “los
obstáculos, las barreras y aseguren que las personas con discapacidad puedan
tener acceso a su entorno, al transporte, las instalaciones y los Servicios Públicos,
y tecnologías de la información y las comunicaciones”. El fin principal de éste
derecho es que las personas con discapacidad puedan alcanzar la independencia
y participación plena en todos los aspectos de su vida, con igualdad de
condiciones. (http://www.senadis.gob.cl/pag/167/1236/descripcion), y así lo
entendió nuestro legislador al consagrar en el artículo 3 de la Ley N°20.422, “La
condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios,
así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser
comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas, en condiciones de
seguridad y comodidad, de la forma más autónoma y natural posible”.

El Poder Judicial, es el órgano encargado de la Administración de Justicia en


nuestro País está conformado por tribunales de diversa competencia: Civil, Penal,
Laboral, Familia; más las respectivas Cortes de Apelaciones y Suprema. Forma
parte de uno de los tres pilares que sostiene el llamado Estado Democrático de
Derecho, junto con el Poder Ejecutivo y Legislativo. Su enfoque es generar
confianza entre los ciudadanos, fortaleciendo la democracia y contribuyendo a la
paz social, para ello en su labor de administrar justicia debe ser honesta, confiable
y eficiente, bajo el concepto del servicio de calidad a las personas, donde priman
el respeto, la no discriminación y el más amplio acceso a la
justicia.(http://www.pjud.cl/que-es-el-poder-judicial)
El Centro de Atención de asuntos de la Familia de Santiago, en adelante
(C.A.A.F.), principia sus labores desde el 19 de marzo del año 2009, ve la luz con
el objetivo de brindar apoyo en la gestión de los Juzgados de Familia de Santiago,
mas el Centro de Medidas Cautelares ( desde el año 2010 en adelante), en lo
relativo a proporcionar información de causas y orientación en materias de familia
como: Violencia Intrafamiliar, Medidas de Protección, Pensiones Alimenticias,
Relación Directa y Regular (visitas), Cuidado Personal, Divorcios o Autorización de
Salidas del País de niñas, niños o adolecentes. El objetivo principal del
(C.A.A.F.),es la atención de público en general, sin distinción. Debiendo otorgar
una atención de calidad, adecuada y oportuna a todas aquellas personas que
buscan el apoyo en la información o tramitación de sus causas, especialmente en
la etapa de Cumplimiento a fin de satisfacer necesidades en el ámbito de los
derechos de Familia.

El artículo 2, numeral 2 de la ley 19968, que crea los tribunales de Familia, define
la labor que debe cumplir dicha Unidad: “Atención de público y mediación,
destinada a otorgar una adecuada atención, orientación e información al público
que concurra al juzgado, especialmente a los niños, niñas y adolecentes, a
manejar la correspondencia del tribunal y a desarrollar las gestiones necesarias
para la adecuada y cabal ejecución de las acciones de información y derivación a
mediación...”(ley 19.968, crea los tribunales de Familia).

En torno a la estructura del Centro podemos indicar que se encuentra organizado


en 6 puntos de atención, qué están relacionados con la rapidez de la diligencia,
adecuando la distribución al público en General de acuerdo al espacio físico en
que se encuentra. Cabe mencionar que son atendidos anualmente 230.000
usuarios promedio de lo cual el 0,1 % corresponde a personas en situación de
discapacidad.
Estos datos corresponden al informe Anual, de cuenta de la gestión Administrativa
de las Unidades de Apoyo de los Juzgados de Familia de Santiago, según al Acta
135-2010, articulo 27 de la Corte Suprema.

El C.A.A.F, constituye, una Unidad de apoyo en la gestión de los tribunales de


familia, formando parte del Poder Judicial, de acuerdo al Acta 240-2008 de la
Corte Suprema, donde establece entre otras cosas: la creación de Centros de
Atención e información Pública, con personal especializado en atención de
Publico, capacitado para constituir la primera línea de recepción y contención de
los problemas en esta área, buscando el logro de altos estándares de eficiencia,
eficacia y calidad en la atención a usuarios, entendiéndose por tal que el
(C.A.A.F) se encuentra habilitado, con personal idóneo para la atención de
cualquier persona, razón por la cual entendemos que cabe en esta descripción la
atención a personas en situación de discapacidad, fundándonos en los principios
de Igualdad y no discriminación.

Lo cierto es que el Centro de Atención de Asuntos de la Familia de Santiago, no


cuenta con las herramientas necesarias; infraestructura; instrumentales
tecnológicos o personal capacitado para brindar una atención de calidad a los
usuarios en situación de discapacidad, pensando que unos de los objetivos
principales por lo cual fue instituida esta Unidad era precisamente, otorgar un
servicio de calidad, generado un acceso a la justicia más igualitario y menos
discriminatorio.

Las personas en situación de discapacidad al momento de acudir al (C.A.A.F), se


ven enfrentadas a un sin número de barreras que obstaculizan su movilidad o
comunicación. Las medidas de seguridad y/o preparación del espacio físico en
que se encuentra situado este centro no cuenta, con la debida Accesibilidad
Universal, con el fin de proporcionar la mayor autonomía e independencia a estas
personas.

Los funcionarios del Centro de Atención de Asuntos de la Familia de Santiago, no


están capacitados para proporcionar la debida asistencia a personas en situación
de discapacidad, especialmente aquellos con alguna discapacidad sensorial.
Tampoco existe una línea de trabajo directa con Senadis, institución encargada de
promover el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas en situación
de discapacidad, con el fin de obtener su inclusión social, realidad opuesta, en
relación a la Corporación de Asistencia Judicial, donde existe un acuerdo de
trabajo regulado, el cual versa a grosso modo, que profesionales de Senadis
puedan apoyar en la gestión de la atención de usuarios con algún grado de
discapacidad que concurran a la CAJ en busca de asesoría.

Nuestra Constitución Política consagra en su artículo 1° la plena igualdad de las


personas en dignidad y derechos, y en su Capítulo Tercero, de los Derechos y
Deberes Constitucionales en su artículo 19 números 2°y 3° asegura a todas las
personas la igualdad ante la ley, de forma que ni la ley ni autoridad alguna podrán
establecer diferencias arbitrarias (artículo 19 numeral 2°), a la vez que reconoce la
igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos (artículo 19 numeral 3°).

La ley 20.422, instituye normas sobre la igualdad de oportunidades e inclusión


social de personas en situación de discapacidad, establece y delimita lo que a
entenderse por vida Independiente, en su artículo 3° letra a): “ Vida Independiente:
El estado que permite a una persona tomar decisiones, ejercer actos de manera
autónoma y participar activamente en la comunidad, en el ejercicio del derecho al
libre desarrollo de la personalidad.”, así como también el Derecho a la Igualdad de
oportunidades, en su artículo 7° nos señala, “… se entiende por igualdad de
oportunidades para las personas con discapacidad, la ausencia de discriminación
por razón de discapacidad, así como la adopción de medidas de acción positiva
orientada a evitar o compensar las desventajas de una persona con discapacidad
para la participar plenamente en la vida política, educacional, laboral, económica,
cultural y social…”

Son urgentes medidas de prevención, que tenga por finalidad impedir o evitar que
una persona experimente una deficiencia que restrinja su participación o limite su
capacidad de ejercer una o más actividades esenciales en la vida diaria, así como
impedir que ésta llegue a ser permanente.

Sobre la base de la Accesibilidad, y en el marco de la política nacional de inclusión


de las personas con discapacidad, el Estado debe proporcionar todas las
herramientas necesarias para el óptimo desarrollo de éstas, en razón de lo
expuesto es evidente el conflicto, el cual se trasunta a una grave vulneración a los
derechos humanos, que se exterioriza no solo en la infraestructura sino también
en la función que entrega el C.A.A.F. considerando que su trabajo es suministrar
información, orientación y asesoría a personas, que no cuentan con la asistencia
de un abogado en materias tan sensibles como las relaciones de familia,
situaciones en torno a las cuales las personas en situación de discapacidad no
son ajenas.
CAPITULO I

EL CONFLICTO

El conflicto en terminos amplios es connatural con la vida misma, y esta en


relacion directa con el esfuerzo por vivir. El conflicto forma parte inherente a la
vida en sociedad, es un proceso dinamico, a medida que se desarrolla su devenir
cambian las percepciones y las actitudes de los actores que, en consecuencia
modifican sus conductas, toman nuevas decisiones estrategias, a menudo llegan
ampliar, reducir,separar o fusionar sus objetivos.
A pesar de su dinamismo y evolución, el conflicto encuentra sus raices en
situaciones cotidianas del diario vivir, tales como: valores, interese opuestos,
comunicación ,necesidad de poder, de lo cual desprendemos que la escencia de
todo conflicto siempre será la oposición, en terminos generales, el conflicto nace
con la diferencia de intereses percibida por los seres humanos de distinta indole,
con objetivos divergentes, cuyas relaciones se ven oprimidas en la busqueda de
potenciales alternativas para satisfacer sus necesidades.( redorta josep, Como
analalizar los conflictos pardas, barcelona, 2004)
El conflicto significa diferencia de intereses percibida, o una creencia que las
partes en sus aspiraciones normales no pueden alcanzar simultaneamente(Rubin,
Pruitt y Hee, 1986 pag 5).
Fisher en 1994, afirma que los siete elementos de una situación de conflicto son:
Los intereses, las opiniones para satisfacerlos, la legitimidad, la relación entre las
partes, la comunicación, los compromisos potenciales y las alternativas a la
solucion negociada.( redorta josep, Como analalizar los conflictos pardas,
barcelona, 2004 pag. 35).
La visión en torno al conflicto y su correspondencia dentro del mundo del derecho,
es imaginado esencialmente como un trance de intereses entre posiciones
sustentadas al amparo de alguna norma, un problema que es tratado y procesado
en forma individual, aislado del contexto estructural en el que se origina y
desarrolla. Se trata siempre de un conflicto de resultado de suma cero (una parte
gana y la otra pierde), mediante una resolución que se toma a la luz de lo que las
leyes prescriben, es decir, para el paradigma tradicional el conflicto jurídico es en
realidad un conflicto legal. (http://rodrigocalderonastete.blogspot.cl/2012/08/notas-
sobre-conflicto-juridico-y.html).

Esta visión reduccionista fundada sobre la base del paradigma moderno de la


ciencia y la sociedad, el denominado "paradigma cartesiano", una perspectiva del
mundo en el que el hombre es totalmente independiente de su entorno, donde su
razón y su sentimiento están totalmente separados, y el cuerpo y el alma no tienen
nada en común. (El paradigma cartesiano, Adara Vonn Schütz, febrero 2008).

Este paradigma es el enfoque de la ciencia como lo exacto, es aquel que


pretende determinar en forma exclusiva la verdad, estableciendo las certezas de lo
existente y de lo posible y que fragmenta el conocimiento en parcelas específicas
de saber, descartando la cotidianidad, la fuerza de las emociones y el poder a los
saberes populares. (http://www.ubiobio.cl/cps/ponencia/doc/p10.2.htm).

Esta restricción de la reflexión determina no solo una forma de conocer el conflicto


y sus actores, sino además de enfocarlo reduciéndolo solo al desajuste de la
conducta a la norma y la contravención a la reciprocidad contractual, excluyendo
así el inmenso campo de la conflictividad social que requiere y demanda también
tratamiento jurídico, es decir, los conflictos sociales no son conflictos jurídicos
toda vez, que ellos no se reconoce un antagonismo entre derechos de acuerdo a
lo que establece la ley. . (http://rodrigocalderonastete.blogspot.cl/2012/08/notas-
sobre-conflicto-juridico-y.html).

El conflicto jurídico no dice relación exclusivamente con la norma, lo jurídico no


solo se reduce a lo legal formal, su noción es más amplia que la construcción
jurídica en el reino del "deber ser", sino que se orienta a la satisfacción de las
necesidades humanas fundamentales. Así, este conflicto puede extenderse por
sobre la norma formal vigente, conculcando necesidades humanas fundamentales
que no se encuentran consagradas en el ordenamiento legal o que son violadas
por el sistema. (Derecho y necesidades humanas fundamentales: Un nuevo
enfoque de lo jurídico Manuel Jacques Parraguez Ps. Jurídica 24/04/2012)

Por lo tanto siempre existirá conflicto jurídico cuando una contraposición de


intereses involucre un choque de necesidades entre actores, sin que
necesariamente deba solucionarse conforme a lo que prescribe una disposición
legal. Pero sabemos que buena parte de los conflictos existentes en la sociedad
no son individuales sino colectivos, involucran a más de dos actores aislados y a
su entorno. Dada la sinergia de lo colectivo la solución debe involucrar más de un
punto de vista. (http://rodrigocalderonastete.blogspot.cl/2012/08/notas-sobre-
conflicto-juridico-y.html).

La noción de necesidades humanas fundamentales florece en el marco del


desarrollo a escala humana conceptualizado por Max-Neef, con la colaboración de
Elizalde y Hopenhayn, las abordan desde una representación de carácter
ontológico (inherente a la condición del ser humano), aseveran que el hombre
debe ser tratado como un ser cualitativo y no cuantitativo, lo que incide
directamente en su existencia. Las necesidades humanas fundamentales son por
tanto, pocas, delimitadas y se clasifican en, subsistencia, protección, afecto,
entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. Los autores
entienden que las necesidades son y seguirán siendo las mismas en todas
las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia son los
medios utilizados para satisfacerlas.

Cada sistema económico, social y político adopta diferentes estilos para la


satisfacción de las mismas necesidades humanas fundamentales. En cada
sistema éstas se satisfacen (o no) a través de la generación (o no generación) de
diferentes tipos de satisfactores. Uno de los aspectos que define una cultura es su
elección de satisfactores. (DESARROLLO A ESCALA HUMANA, Conceptos,
aplicaciones y algunas reflexiones, lcaria Editorial, S.A, 1994, Manfred A. Max-
Neef, pag.40, 41 y 42).
Las personas en general, se ven enfrentadas a algún trance o dificultad durante su
vida. Sin embargo, para las personas en situación de discapacidad, estas barreras
son más habituales y tienen mayor impacto en sus vidas. La Organización Mundial
de la Salud, define estas barreras como “Factores en el entorno de una persona
que, cuando están ausentes o presentes, limitan el funcionamiento y crean
discapacidad”.

Estos incluyen aspectos como los siguientes:

-Un entorno físico que no es accesible

-falta de tecnología de asistencia relevante

-actitudes negativas de las personas hacia la discapacidad

-servicios, sistemas y políticas que no existen o perjudican la participación de


todas las personas con una afección en todos los aspectos de la vida.
(https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/disabilityandhealth/disability-barriers.html)

Las personas en situación de discapacidad, al momento de concurrir al Centro de


Atención de Asuntos de la Familia de Santiago, se ven enfrentadas a un sin
número de barreras que entorpecen de manera significativa su accesibilidad tanto
desde un plano físico debido a la estructura arquitectónica del edificio así como
sensorial relativa al acceso de información relativa a sus causa en materia de
Familia. Generando un evidente menoscabo que repercute directamente en la
vulneración de la dignidad del ser humano provocando insatisfacción de sus
necesidades.

Cabe destacar que por un lado, encontramos, a personas en situación de


discapacidad, la cual se puede presentar como Física o Sensorial, y por otro,
personas en situación de discapacidad Intelectual o Psíquica, en relación a la
plena Capacidad, toda vez que son las personas en situación de discapacidad
física o sensorial quienes pueden realizar gestiones o cometidos de manera
autónoma e independiente según lo consagra nuestra legislación.
La Capacidad se define como la aptitud para adquirir derechos y ejercitarlos. De
aquí se deduce que la capacidad es de dos clases: de Goce o capacidad de
jurídica y de ejercicio o de obrar. (Cristian Boetsch Gillet, Teoría del Acto Jurídico)

En principio la capacidad de gozar y adquirir derechos pertenece a todos los


individuos de la especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo, estado,
condición o nacionalidad. Todas las personas por el hecho de ser tal gozan de
dicha capacidad. Nuestro Código Civil en su art. 1146 establece, “Toda persona es
legalmente capaz, excepto aquellas que la ley declara incapaces”.

La capacidad de Ejercicio o de obrar, es el poder de una persona de obligarse por


sí misma, sin el ministerio o la autorización de otra (Código Civil, art. 1145 inc.
Final), es la regla general. La excepción son las incapacidades, cuando así lo
declara expresamente la Ley.

El art. 1447 del Código Civil, diferencia y clasifica la Incapacidad en absoluta y


relativa, de ahí, que se define en su inciso primero “como absolutamente
incapaces los dementes, los impúberes y los sordos o sordomudos que no puedan
darse a entender claramente.

Demente, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, lo define


como: Loco, falto de Juicio, que padece demencia, que sufre un deterioro
progresivo de las facultades mentales que causa graves trastornos de conducta.
(http://dle.rae.es/?id=C90AErB)

Las personas en situación de discapacidad Intelectual y Psíquica, de acuerdo a las


definiciones anteriores son absolutamente incapaces, razón por la cual no pueden
actuar en la vida del derecho sin autorización o ministerio de otro. En definitiva,
todo aquel que tenga perturbadas sus facultades mentales y acuda al Centro de
Atención de Asuntos de la Familia, no podrá realizar gestiones sin ser
representados.

Ahora bien, en relación a las personas sordos o sordos mudos (discapacidad


sensorial), el Código Civil establece que solo son considerados absolutamente
incapaces cuando no puedan darse a entender claramente, a contrario sensu, no
son considerados incapaces el que puede darse a entender por escrito, o a través
de lenguaje de señas.

Iniciamos este trabajo considerando la ubicación e infraestructura del Centro de


Atención de Asuntos de la Familia de Santiago: el cual se emplaza en el edificio
Samuel Guajardo, Ex Hotel Tupahue, ubicado en San Antonio número 477, primer
Piso.

Con la creación de los nuevos Juzgados de Familia en Chile, cuyo comienzo


parte en el año 2005, el Poder Judicial se vio en la necesidad de arrendar
establecimientos de distinta índole y refaccionarlos para la implementación de
estos nuevos tribunales, no es la excepción en el caso de los Juzgados de
Familia de Santiago y el C.A.A.F. El edificio donde se sitúan estas Instituciones
públicas, fue remodelado de forma provisoria, y sus instalaciones nunca fueron
pensadas para poder “albergar” la cantidad de usuarios que acuden a diario a éste
lugar, mucho menos, para poder atender a personas en situación de discapacidad.

Una persona en situación de discapacidad física, que intente ingresar al centro,


inmediatamente se ve imposibilitada, toda vez, que la infraestructura y acceso al
edificio, se presentan bastante hostiles ya que no cuenta con rampas que permita
el desplazamiento normal para este tipo de usuarios. Así como tampoco con las
señaléticas adecuadas que mejore un libre desplazamiento dentro del recinto. Los
espacios donde se encuentra la sala de espera para usuarios y módulos de
atención de funcionarios son muy reducidos; existe un hacinamiento en los
horarios pick de atención; pasillos estrechos que imposibilitan un desplazamiento
holgado, por ejemplo, en silla de ruedas; o bien de una persona que desplace con
muletas. Diariamente el C.A.A.F atiende cerca de 700 usuarios promedio.

El C.A.A.F distribuye la atención de usuarios, fijando su atención en la “rapidez” de


la gestión que la persona necesita realizar, de la siguiente manera:
-Botonera, para poder acceder a la atención; se debe realizar una fila al ingreso
del recinto, con la finalidad de que un funcionario entregue un numero de atención
de acuerdo a la consulta o gestión que se quiera realizar.

-Módulos de Atención, el CAAF cuenta con 25 módulos de atención, de los cuales


5 son destinados a la atención preferencial, para embarazadas, tercera edad y
personas en situación de discapacidad. El resto para público en general.

En torno, a personas en situación de discapacidad sensorial, con carencias de


orden visual o de escucha. Hoy por hoy, existen un sin fin de herramientas
tecnológicas que permiten la ejecución de sistemas que optimizan la comunicación
e información para personas con éste tipo de discapacidad. El sistema Braille,
inventado en el siglo XIX por Louis Braille(http://www.fbu.edu.uy), el que consiste
en lectura y escritura por medio del tacto, ideado para personas con déficit visual,
es el medio de comunicación, que les permite interactuar con el resto del mundo,
le otorga independencia y los excluye de ser considerados como personas
“ incapaces “.

Distintos estamentos ya sean públicos y privados, con el designio de mejorar su


calidad de servicio, buscando la igualdad y la no discriminación han implementado
el sistema Braille, como un medio de identificación en los accesos a sus
dependencias, buscando que personas en situación de discapacidad sensorial
puedan movilizarse con mayor facilidad y no se vean afectados de manera
negativa por su entorno. Lamentablemente el C.A.A.F no cuenta con este
sistema, es decir, no existe este tipo de señaléticas dentro de sus dependencias, o
al ingreso de estas, sino que además, tampoco su folletería o cualquier otro medio
escrito, a través de cual, provee información respecto de las gestiones o
procedimientos que pueden realizarse en la Unidad.

Ahora bien, respecto de la atención al público y la labor de sus funcionarios. El


Centro de Atención de asuntos de la Familia de Santiago, cuenta con 36
funcionarios, de los cuales 34 se agrupan en torno a la Atención de Publico,
siendo los dos restantes, Encargado y Supervisor de la Unidad respectivamente.
Ninguno de los funcionarios del C.A.A.F se encuentra capacitado para atender a
personas en situación de discapacidad sensorial, así como tampoco cuentan con
las herramientas tecnológicas, que les permita poder brindar una atención
adecuada, igualitaria e inclusiva. Al presentarse una persona en situación de
discapacidad auditiva o visual, los funcionarios se ven en el difícil escenario de
tener que buscar vías de comunicación arcaicas, tales como en el caso de la
persona sordomuda, escribiendo en un papel, a través de puño y letra las
preguntas para descifrar y poder entender lo que el usuario necesita, y a su vez el
receptor debe responder por la misma vía, esta situación disminuye poder brindar
una atención de calidad, imposibilita que pueda interpretarse o satisfacer las
inquietudes que realmente tiene esa persona en situación de discapacidad,
atentando contra sus necesidades humanas fundamentales. Los funcionarios del
Centro de Atención de Asuntos de la Familia, como ya lo señalamos en nuestra
Introducción otorgan información de causas, orientan a las personas que
concurren en materias tan sensibles, como el Derecho de familia.

Una persona en situación de discapacidad sensorial se ve limitada de poder


comunicarse satisfactoriamente, quedando en un estado de indefensión al no
poder manifestar lo que realmente necesita, y no porque carezca de capacidad
para exteriorizar sus inquietudes, muy por el contrario, el servicio que entrega el
C.A.A.F termina vulnerando la dignidad de las personas en situación de
discapacidad, generando la insatisfacción de necesidades humanos
fundamentales tales como, la protección, afecto, entendimiento, participación,
creación, libertad, subsistencia. El CAAF, en este sentido se reduce a ser un
mecanismo facilitador de acceso a la administración de justicia existente y por lo
tanto solo termina cumpliendo la función de descongestionar a los tribunales de
familia. En su descripción y la forma de criterio que utiliza para la distribución de
los puntos de atención denota que su objetivo es “la rapidez de la atención”, no la
calidad de ella.
En toda situación de conflictividad existen actores concretos involucrados, los
que participan directamente del conflicto con intereses contrapuestos, a quienes
denominaremos: actores generadores y actores vivenciadores o afectados,
quienes en razón de la función que cumplan experimentaran la satisfacción o
insatisfacción de necesidades humanas básicas fundamentales. Y además de
igual manera participaran los actores reguladores, quienes cumplen la función de
normar y reglar dicha conflictividad.

En nuestro conflicto jurídico, identificaremos a los actores participes, quienes de


acuerdo a la estructura del conflicto Jurídico, tiene una relación intersubjetiva con
objetivos distintos pero con puntos de fricción destinados a mantener la situación
de conflictividad que los ha favorecido o desfavorecido.

Actores Afectados: en nuestro conflicto Jurídico, los actores vivenciadores son las
personas en situación de discapacidad física y sensorial, quienes al concurrir al
Centro de Atención de Asuntos de la Familia de Santiago, ven vulneradas e
insatisfechas necesidades humanas básicas fundamentales, tales como :
Protección, Entendimiento, Participación, Identidad y Libertad. Se ven enfrentados
a una serie de barreras que imposibilita el acceso a la información y al servicio que
entrega el CA.A.F. Ven obstaculizada su participación ciudadana en un ámbito de
libertad, igualdad, autonomía e independencia.

Actores Generadores: son aquellos que dificultan e imposibilitan la plena


realización de Necesidades Humanas Básicas Fundamentales, en nuestro
contexto de relación Intersubjetiva el actor generador del conflicto Jurídico, sin
lugar a dudas es el Centro de Atención de Asuntos de la Familia de Santiago,
Institución de Carácter Público, pues cumple un rol de Unidad de apoyo en la
Gestión de los Juzgados de Familia de Santiago, encargados de interactuar de
manera directa con el Público en General que acude a los Juzgados de Familia de
Santiago, debiendo otorgar una atención de calidad en igualdad de condiciones
para todas las personas que concurran en busca de información de causa y/o
procedimientos en materia de familia.

Actores Reguladores: en nuestra situación de conflictividad, la Institución


encargada de normar y regular es el Poder Judicial, a través de la Corte Suprema,
toda vez que, es el máximo tribunal de la República, encabeza la estructura
orgánica del Poder Judicial, dentro de sus atribuciones posee la superintendencia
correctiva, direccional y económica sobre todos los demás tribunales del país,
excepto ( el Tribunal Constitucional, y los Tribunales Electorales Regionales).
Ejerce las facultades administrativas, diciplinarias y económicas según los
establecido en el art 96 nro 4 del C.O.T. en el uso de dichas facultades determina
el funcionamiento de los tribunales y demás servicios Judiciales, en atención a las
necesidades del servicio. Es la Corte Suprema a través de los Ministros que la
integran el órgano encargado de regular la función que cumple el C.A.A.F
verificando que se cumplan los objetivos que rigen al poder Judicial, con una
visión de otorgar a las personas Justicia oportuna y de calidad, generando
confianza entre los ciudadanos, bajo el concepto de servicio de calidad, donde
prima el respeto, la no discriminación y el más amplio acceso a la
justicia.(www.pjud.cl)

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