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Producción y Diseño
Ciclo 2008
Tesis de graduación
Tesista
Gustavo Andrés Gibert
Directora
María del Rosario Bernatene
Una gran parte de este trabajo se desprende de un intento por reflexionar, sistematizar
y compartir una mirada sobre un proceso –o varios procesos- colectivos de los que
tuve la fortuna de formar parte gracias a la apertura de la Asociación Argentina de
Luthiers (AAL) y la Escuela de Luthería El Virutero. A ambas instituciones y a todos los
miembros con los que compartí largas horas de trabajo, reflexión y distensión quiero
agradecerles especialmente. En particular, agradezco que me hayan permitido formar
parte del mundo de la luthería y que hayan abierto las puertas de su taller.
Quiero agradecer también a las escuelas de Cosquín y Lago Puelo, con quienes
también compartí experiencias y proyectos en el marco de la AAL, y que son parte
fundamental de este trabajo. A la Escuela de Luthería de la Universidad Nacional de
Tucumán y a la Escuela de Luthería de Cafayate, por su generosidad y hospitalidad
para enseñarme una parte ineludible de la historia, actualidad y la geografía de la
luthería argentina.
A Barbara Vetturini, con quien compartí largos diálogos y fue quien me acompañó
durante la preparación y todo el proceso de trabajo en Italia. Gracias a Sergio
Justianovich, con quién compartí excelentes momentos y debates en los primeros
pasos de este trabajo.
A Adriano Bruneri –de CNA Cremona- y a Barbara Gialloreto y Luigi Grandi –de CNA
Bologna-, por haberme facilitado la entrada en contacto con el sector de la luthería en
sus ciudades.
A mi familia y amigos.
2
INDICE DE LA TESIS
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO I
APROXIMACIÓN AL SECTOR DE LA LUTHERÍA ARGENTINA:
DINÁMICAS PRODUCTIVAS, INSTITUCIONALES Y DE FORMACIÓN
CAPÍTULO II
HACIA LA DEFINICIÓN DEL OBJETO Y OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN.
ARTICULACIÓN DE ASPECTOS CONCEPTUALES Y METODOLÓGICOS
II.I. Problema
II.III. Hipótesis
II.IV. Objetivos
3
II.VI.II. Aspectos Metodológicos
CAPÍTULO III
EL SECTOR DE LA LUTHERÍA DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS ACTORES, EN
LA ANTESALA DE LOS PROYECTOS: EL OFICIO, SUS INSTITUCIONES Y
ENTORNOS.
CAPÍTULO IV
EL PROCESO DE ACOMPAÑAMIENTO A LA AAL. ENCADENAMIENTO DE
CICLOS DE PRÁCTICA Y APRENDIZAJE
CAPITULO V
CONCLUSIONES METODOLÓGICAS A LA LUZ DE LA EXPERIENCIA Y
PROSPECTIVA A FUTURO
4
V.I.IV. La construcción de confianza en la relación de acompañamiento, entre
las organizaciones y el tesista, y con otros actores del entorno
V.I.V. Mutación en la relación acompañante-institución: de la proposición de
proyectos a la proposición de asignación de sentido a los
acontecimientos
V.I.VI. Reflexiones en torno a la hipótesis planteada
EPÍLOGO
BIBLIOGRAFÍA
ANEXO I
EL ACOMPAÑAMIENTO A LA ESCUELA DE LUTHERÍA “EL VIRUTERO”
ANEXO II
CARACTERIZACIÓN DEL SECTOR DE LA LUTHERÍA EN LOS TERRITORIOS
ITALIANOS RELEVADOS: CREMONA Y BOLOGNA
5
RESUMEN
6
INTRODUCCIÓN
1 La primera etapa se desarrolló en el marco de la cursada de la Maestría en Internacionalización del Desarrollo Local: Producción y
Diseño, de la Universidad de Bologna y la Universidad Nacional de La Plata. Los relevamientos efectuados en Cremona y Bologna, se
dieron en el marco de una práctica profesional en la Confederazione Nazionale dell'Artigianato e della Piccola e Media Impresa (CNA),
cuyos referentes en cada localidad realizaron una gran contribución facilitando el abordaje de los territorios y la entrada en contacto con
productores y referentes institucionales.
7
misma. Esta situación se cristalizó en la firma de acuerdos formales multi-actorales
para la promoción del sector, mediados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social (MTEySS) y la Secretaría de Cultura de la Nación –a través de
convenios y subsidios para el desarrollo de proyectos específicos-. En ese sentido, la
escritura de la tesis se realiza en un momento propicio, en el que se están pudiendo
ver y recoger los frutos de los acompañamientos y del proceso de cambio emprendido
por las organizaciones.
8
de que pueda ser discutida. Esto supone sacar a la luz –en una operación que no está
exenta de cierto sinceramiento ante las personas con las que el tesista compartió la
experiencia de la co-gestión de proyectos- cuestiones valorativas, éticas y políticas
que atravesaron los acompañamientos.
Recorrido de la tesis
9
hipótesis planteadas a lo largo de la investigación se cumplieron para las dos
instituciones. En ese sentido, se ha decidido exponer en el cuerpo central del trabajo
un solo caso, el de la AAL, que es la institución de mayor alcance en el sector. No
obstante, en la presentación de cada caso se consideran explícitamente instancias en
las que se produjeron entrecruzamientos entre ambos acompañamientos.
Las conclusiones de la tesis se orientan, por una parte, a explicitar –ex post- la
metodología desarrollada en los acompañamientos. Por otra parte, se ofrecen
prospectivas a futuro, en un intento de contribuir al refuerzo del camino de
fortalecimiento iniciado por las instituciones, divisar las posibilidades de construcción
de una “estructura de sostén” (Lane & Maxfield, 1997; 2005) para la promoción del
sector y, por último, efectuar propuestas para la proyección de “redes largas” (Ligabue,
2005) entre actores argentinos e italianos.
10
CAPÍTULO I
Como sus nombres lo sugieren, la AAL y la Escuela de Luthería “El Virutero”, que
llevan a cabo los proyectos de los que nos ocuparemos en este trabajo, se constituyen
dentro de un campo específico de producción y conocimiento, el de la construcción,
reparación y restauración artesanal de instrumentos musicales: la luthería2.
Consideramos pertinente en la presentación del tema de estudio de esta investigación
dar cuenta de la inscripción de nuestro objeto en el escenario local e internacional,
considerando dos campos en los que operan las organizaciones que llevan a cabo los
proyectos: el mercado de los instrumentos musicales y la trama institucional ligada
directa o indirectamente al sector. Como producto del proceso de globalización, en
ambos campos se están produciendo mutaciones que, signadas por procesos de
deslocalización productiva y desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y
la comunicación, proyectan un escenario de profunda incertidumbre para los actores
del sector, entre los cuales encontraremos a nuestro objeto de análisis.
2 Aunque entendemos a la producción artesanal de instrumentos musicales como un subsector de la producción de instrumentos
musicales en general –donde se incluyen modalidades constructivas industriales- hablaremos de sector para referirnos a la luthería. En
tanto, sólo hablaremos de subsector cuando sea necesario diferenciar a la luthería de la producción de instrumentos musicales en
general.
3 Si bien en distintas partes del mundo la palabra luthier (o liutaio, en italiano) adquiere acepciones diferentes, en Argentina refiere a los
trabajadores dedicados a la producción, reparación y restauración de instrumentos musicales de distintas “familias” (de viento,
percusión, cuerda, etc.), que desarrollan su actividad en forma artesanal. En este sentido utilizaremos el término.
11
trabajadores, utilizando –en distinto grado- procedimientos mecanizados y lográndose
escalar la producción.
4 Si bien incluimos dentro de la producción seriada situaciones muy distintas respecto al grado de implementación de tecnologías
mecanizadas, el corte que nos interesa señalar entre este tipo de producción y la luthería es la diferencia en la cantidad de personas
presentes en la unidad productiva que intervienen las piezas, lo cual tiene implicancias sobre el producto y, como veremos, sobre la
configuración subjetiva de quienes producen.
5 Para 2004 las ventas en el mercado norteamericano ascienden a 6.812 millones de dólares. Iñigo Palencia, “El mercado de instrumentos
musicales en Estados Unidos”, estudio realizado bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en
Los Ángeles, Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), septiembre de 2004. (Descargado de www.icex.es, a la fecha no disponible
on line).
12
musicales fueron superiores a los 7 millones de dólares, lo que arrojaba un saldo
notoriamente deficitario de la balanza comercial del sector.6
Gráfico 1
30.000.000
Valores en U$S
25.000.000
20.000.000 Exportaciones
15.000.000
10.000.000 Importaciones
5.000.000
0
2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Año
Fuente: Elaboración propia, según información procesada por el Sistema de Información Cultural de
la Argentina de la Secretaría de Cultura de la Nación, en base a datos del Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INDEC).
Gráfico 2
Evolución de la balanza comercial de instrumentos musicales
en U$S (período 2002-2008)
5.000.000
Valores en U$S 0
-5.000.000 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
-10.000.000
-15.000.000
-20.000.000
-25.000.000
-30.000.000
Año
Fuente: Elaboración propia, según información procesada por el Sistema de Información Cultural de
la Argentina de la Secretaría de Cultura de la Nación, en base a datos del Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INDEC).
6 Las exportaciones para 2004 fueron de 1.125.339 dólares, mientras que las importaciones fueron de 7.189.553 dólares. Datos del
Sistema de Información Cultural de la Argentina (Secretaría de Cultura de la Nación), en base a datos del Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INDEC).
13
Parte de la explicación de esta tendencia podemos encontrarla en ciertos cambios que
se están produciendo a nivel mundial en el mercado de instrumentos. Actualmente, el
mismo estaría caracterizado en por un escenario incierto, definido por variables que
exceden a la crisis económica desencadenada a mediados de 2008. Uno de los
principales cambios está dado por rol de China en el mercado, lo que habría producido
a nivel global una tendencia a la baja de los precios7. El gráfico 3 da cuenta del
impacto en Argentina de la situación descripta a nivel mundial, mostrando la gran
participación asiática, y de China en particular, en la tendencia sostenida al incremento
de las importaciones de productos del sector.
Gráfico 3
30.000.000
25.000.000
Valores en U$S
Fuente: Elaboración propia, según información procesada por el Sistema de Información Cultural de
la Argentina de la Secretaría de Cultura de la Nación, en base a datos del Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INDEC).
14
Gráfico 4
84%
Importaciones de origen asiático
Fuente: Elaboración propia, según información procesada por el Sistema de Información Cultural de
la Argentina de la Secretaría de Cultura de la Nación, en base a datos del Instituto Nacional de
Estadísticas y Censos (INDEC).
Sin embargo, cabe destacar que la penetración de productos importados de bajo costo
no parecería impactar de la misma manera sobre el sector de la luthería, como sí lo
hace sobre las empresas nacionales que producen instrumentos en forma seriada9.
8 “Buscamos preservar el empleo”, reportaje al subsecretario de Política y Gestión Comercial del Ministerio de la Producción, Eduardo
Bianchi, publicado por el diario Página/12, 17 de abril de 2009 (http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-123383-2009-04-17.html).
Información también publicada en sitio web de la Cámara de Empresarios Madereros y Afines
(http://www.cema.com.ar/ins_congresomaderero.htm) y en el de la Federación Argentina Industria de la Madera y Afines
(http://www.faima.org.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=907&Itemid=66).
9 Información relevada en campo en entrevistas cualitativas a productores del sector, julio-agosto de 2008.
15
I.III. El sector de la luthería argentina frente al nuevo escenario del mercado
mundial de instrumentos musicales
16
una densa y variada actividad musical. En este sentido, observando solo la actividad
musical presente en la Ciudad de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense,
encontramos una concentración significativa de orquestas, donde se registrarían al
menos unas 6010/11. Por otra parte, mientras en todo el país existirían unos 90.000
músicos profesionales, en la ciudad de Buenos Aires y alrededores existirían unos
31.000 músicos registrados en la Sociedad Argentina de Músicos (SADEM)12.
11 En Capital Federal existen 3 grandes orquestas, de alrededor de 100 músicos cada una: dos en el Teatro Colón (la Filarmónica de
Buenos Aires y la Orquesta Estable del Teatro Colón) y la Sinfónica Nacional Argentina. Además, podemos mencionar a la Orquesta de
la Policía Federal, la Banda Sinfónica Municipal, la Orquesta Nacional “Juan de Dios Filiberto”. En tanto, en el Gran Buenos Aires,
podemos mencionar a la Orquesta de Tres de Febrero y a la de San Martín, entre otras. (Estos datos fueron relevados en las entrevistas
cualitativas en campo, por lo que deben considerarse aproximados).
12 Datos estimativos obtenidos en entrevistas en campo, julio de 2008. También hay que mencionar como entidad de representación a
la Federación Argentina de Músicos Independientes, que agrupa a miles de músicos autogestionados nucleados en distintas
organizaciones del país, entre ellas la Unión de Músicos Independientes. La cantidad de músicos en el país no se puede precisar, ya
que en la actualidad no existe un registro unificado al respecto.
13 Abordando solo la ciudad de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense encontramos que cuentan con una amplia gama de institutos
educativos de arte y, en particular, de música. Entre estos últimos se contabilizan 7 conservatorios estatales de música (3 en Capital
Federal y 4 en los partidos del Gran Buenos Aires), una escuela estatal de música popular, 2 institutos de educación superior privados,
10 escuelas de música destinadas a alumnos de educación inicial y primaria, y 1 escuela media que otorga el título de maestro de
música. (Datos relevados en agosto de 2008 de la página del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (www.buenosaires.gov.ar) y de la
Dirección General de Cultura y Educación del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires (www.abc.gov.ar, acceso: 10 de julio de 2008)).
14 Entre estos proyectos podemos mencionar el desarrollo de “orquestas-escuela” por parte del Gobierno de la Provincia de Buenos
Aires como del Gobierno de la Ciudad. En tanto, se destaca el programa impulsado por la Secretaría de Cultura de la Nación orientado a
la formación de orquestas juveniles de instrumentos clásicos y latinoamericanos, implementado en distintas localidades del país.
17
En sintonía con dicha demanda diversa, el sector de la luthería argentina se conforma
por un amplio abanico de profesionales dedicados a la construcción, reparación y/o
restauración de instrumentos musicales, pertenecientes a distintas “familias” y
orígenes culturales. En este sentido, encontramos luthiers dedicados a instrumentos
de viento, de cuerdas (frotada y pulsada), de percusión, etc.; autóctonos u originarios
de otros continentes. Dentro de este abanico, los productores de guitarras clásicas y
eléctricas son los que tienen mayor presencia cuantitativa.
15 Considerar la presencia cuantitativa de microempresas como las del sector de la luthería presenta la dificultad de que, en muchos
casos, éstas se desarrollan dentro de lo que podríamos denominar –siguiendo la conceptualización de Bagnasco (1988)- la “economía
informal”, donde la actividad económica no contabilizada deviene en un “objeto indefinido”. Los informantes relevados en campo
manifiestan la dificultad de estimar una cifra al respecto. Al momento de realizar las entrevistas en Argentina (2008) se relevaron
testimonios que referían a una cifra superior a 400 productores en todo el país, ligado a consideraciones de que este número iría in
crescendo. A fines de 2011, algunos productores, miembros de la AAL, estimaban que habría actualmente una cifra cercana a 1000. Sin
embargo, la variación del dato –además del crecimiento fáctico del sector- puede estar ligada a cambios de perspectiva en los mismos
interlocutores. En ese sentido, no puede considerarse como dato confiable.
18
Respecto a la comercialización, uno de los principales problemas está representado
por el aislamiento y falta de visibilidad de los espacios productivos. Pero, además, hay
que añadir una gran dificultad por parte de muchos productores para desenvolverse en
el terreno comercial. Los principales mecanismos de difusión de los productores y sus
productos son el “de boca en boca” y el contacto con clientes a través de páginas web.
En este sentido, la formación de redes asociativas, constituye un elemento clave para
romper el aislamiento y poder atender a las problemáticas señaladas.
16 Los antecedentes de la AAL datan de 1999, cuando en torno la conformación del grupo Luthiers Argentinos, se realizó una
exposición de instrumentos musicales artesanales en la Ciudad de Buenos Aires. (www.luthiersargentinos.com.ar, acceso: 10 de julio de
19
musicales de diversas “familias”, residentes en distintos puntos del país y, un pequeño
número, en el exterior.
20
símbolo para el sector en la Argentina, a 60 años de su fundación, para el 2008 se
habían graduado allí poco más de 30 profesionales17. Actualmente la casa de estudios
cuenta con cerca de 160 alumnos, pero referentes locales del sector manifiestan que
gran parte de los estudiantes abandonan la carrera luego de los primeros años, debido
a dificultades económicas. Sin embargo, esta situación pareciera estar cambiando,
siendo que la cantidad de egresados se habría incrementado en los años recientes.
Por otra parte, en la localidad de Lago Puelo, provincia de Chubut, existe un trayecto
formativo en el Instituto Superior de Formación Docente Nº 814, que otorga el título de
Técnico Profesional en Luthería. También, en la localidad de Cafayate, provincia de
Salta, desde el año 2002 se dicta una tecnicatura en Luthería –carrera de nivel
terciario-, la cual a fines de 2009 contaba unos 15 alumnos. La misma funciona en el
marco de la Escuela Provincial de Música y Danzas Tradicionales.
Sin embargo, hay que mencionar que en esta región es notoria la tendencia a la
constitución de espacios educativos privados, en los que el aprendizaje se desarrolla
en cursos grupales bajo la modalidad de taller-escuela. Entre Capital Federal y
Conurbano Bonaerense, si bien no contamos con datos de relevamiento precisos,
podemos afirmar que existen al menos 10 espacios de este tipo18, dedicadas a la
enseñanza de construcción de instrumentos de cuerda pulsada. La Escuela de
Luthería “El Virutero”, que ocupará un lugar destacado en nuestro estudio, se inscribe
en este segmento de espacios formativos.
21
En este marco, es notable la escasez de diseños curriculares formales, la falta de
materiales didácticos y el poco intercambio entre los espacios de formación existentes.
Por ello, interesa destacar que los saberes y métodos constructivos desarrollados son,
en gran medida, transmitidos mediante procedimientos imitativos, siendo que el
conocimiento es principalmente tácito. La ausencia de espacios de formación que
integren el desarrollo de competencias manuales con otros saberes ligados a la
disciplina –como la física acústica o botánica- lentifica y complejiza el proceso de
aprendizaje. En tanto, no podemos afirmar que estas problemáticas sean ajenas a las
escuelas enmarcadas en instituciones formales en otros puntos del país.
En lo que hace a las relaciones entre las instituciones del sector, un rasgo
característico parecería ser lo que podríamos llamar una “vinculación fragmentada”
entre las mismas. Por ejemplo, mientras que la AAL mantiene una relación fluida con
las escuelas de Cosquín, Lago Puelo y “El Virutero” (cuyos referentes son socios de la
misma); la Escuela de Tucumán cuenta una activa vinculación con la Escuela de
Cafayate. Sin embargo, el acercamiento entre la AAL y la Escuela de Tucumán –
máximos referentes nacionales del sector- históricamente fue prácticamente nulo19.
19 Durante el transcurso de esta investigación, se promovió un acercamiento entre la AAL, la Escuela de Tucumán y El Virutero, a partir
de la participación de las tres instituciones en eventos de las escuelas de ambas localidades, durante el año 2009. Ampliaremos más
adelante sobre el vínculo activado en el marco de los acompañamientos.
22
En este sentido, resulta significativo mencionar que a partir del año 2009, en
simultáneo con el desarrollo de las actividades en campo de este proyecto de
investigación, la AAL fue convocada por la Secretaría de Cultura de la Nación y el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación para iniciar acciones de
formación profesional en el sector. Como producto de tal acercamiento, a fines del año
2010 la AAL –junto a 8 organizaciones del sector de las industrias culturales- participó
de la firma de un convenio con dichas instituciones nacionales para propiciar acciones
de promoción del sector.
I.VIII. Síntesis del escenario del sector de la luthería en Argentina – Matriz FODA
23
Análisis FODA del sector de la luthería en Argentina
Fortalezas Oportunidades
Aspectos Productivos
Existencia de una masa crítica de luthiers Mercados interno y externo demandantes
con capacidad productiva ociosa de instrumentos musicales artesanales
Relativa diversificación de la producción
(existencia de un “abanico” de luthiers Tipo de cambio favorable
productores de instrumentos de distintas
familias). Posibilidad de incrementar las
exportaciones, aprovechando el
posicionamiento internacional de
Argentina en materia de ejecución musical
24
Debilidades Amenazas
Aspectos Productivos
Invisibilidad de la producción, debido a la Desaprovechamiento del potencial del
escasa o nula existencia de espacios de sector ante un incremento de las
comercialización de instrumentos de importaciones
luthier en la vía pública Incertidumbre en la toma decisiones en la
Poco conocimiento por parte de la materia por falta de información
población de la existencia del oficio, su sistematizada, tanto para actores del
vinculación con el turismo y la cultura, así sector como para instituciones de gobierno
como sus posibilidades de generar
empleo Desaprovechamiento del potencial turístico
Prácticamente nula información del sector
sistematizada sobre el sector
Perdurabilidad de la informalidad en el
Falta de un espacio de formación en el sector
país que esté legitimado por todo el sector
y por músicos
25
CAPÍTULO II
II.I. Problema
Como describimos, el sector de la luthería en Argentina cuenta con una larga tradición.
A principios de 2009 se observaban indicios favorables para potenciar su desarrollo,
signados por una creciente y diversa demanda de instrumentos musicales (y de
reparación de éstos), así como por una tendencia a un mayor desarrollo de
instituciones ligadas directamente a la actividad. Sin embargo, en ese entonces
observamos que el potencial de crecimiento del sector se enfrentaba a escollos, dado
que la debilidad del tejido inter-actoral –signado por la fragmentación y la dificultad
para desarrollar consensos duraderos- constituía un elemento clave en los desafíos
que se presentan para el desarrollo de proyectos de promoción sectorial.
20 En el escenario descripto de la luthería local, creemos pertinente recuperar la tensión respecto a los procesos de desarrollo y difusión
de innovación planteada por Chiapponi. Este autor afirma que mientras que, generalmente, “La sucesión temporal y lógica más común
es aquella que ve primero el desarrollo y la afirmación de innovaciones […] y sólo a continuación su asunción y aplicación a cada
producto”, en los hechos el recorrido no es tan lineal y unidireccional. “Al contrario, son muy frecuentes los retrocesos y los cambios de
rumbo debidos precisamente a los resultados de las verificaciones esmeradas. […] A menudo, procesos de difusión de las innovaciones
que podríamos definir como bottom-up interfieren con los top-down” (Chiapponi, 1999, p. 87). Entendemos que dadas las características
de nuestro sector, signado por la debilidad de los eslabonamientos institucionales y productivos, dicha tensión cobra particular
relevancia a la hora de pensar políticas de promoción sectorial y las maneras de preparar el terreno para su implementación.
26
de promoción sectorial se ligaba con el interrogante de cómo realizar una contribución
para fortalecer internamente a las instituciones del sector y para propiciar marcos de
mayor interrelación entre éstas, así como con otros actores ligados indirectamente a la
actividad (instituciones estatales de promoción cultural, conservatorios, etc.). Es decir,
se presentaba el problema de cómo contribuir al desarrollo de estructuras que den
sostén a los proyectos de promoción sectorial.
Objeto de estudio:
El objeto de estudio de esta investigación son los proyectos para la promoción del
sector de la luthería en Argentina, considerando las dinámicas intra-institucionales e
inter-instucionales, desplegadas a partir del desarrollo de los mismos.
Objeto empírico:
El objeto empírico para llevar a cabo el análisis son los proyectos de fortalecimiento
institucional desarrollados por la Asociación Argentina de Luthiers y por la Escuela de
Luthería “El Virutero”, durante un período de acompañamiento técnico a cada una de
estas organizaciones llevado a cabo por el tesista, entre los meses de mayo de 2009 y
diciembre de 2011.
27
Interrogantes en relación al objeto
21 “Un Proyecto conlleva no sólo metas sino también recursos, métodos y proceso racionalizado de pasos con distribución de
responsabilidades para alcanzarlas.” (Kerzner, 1984, p. 2). A lo que nosotros agregamos "sentido", que es aquella consideración de
ciertos valores que impliquen que el proyecto tenga alta significación para la vida de una persona, una comunidad, o una empresa.
(componente ética). (Bernatene y otros, 2009).
La noción de proyecto es Moderna por excelencia y como la entendemos ahora aparece en el s. XVII, de la mano de un cambio social
en la vivencia de la temporalidad, por la cual aparece la noción de futuro como Proyecto. Esta idea no estaba en la Edad Media que en
el futuro sólo veía el fin del mundo, ni en el Renacimiento que aspiraba a “re-nacer” las culturas clásicas de la antigüedad. Aparece de la
mano del crecimiento de los Estados, la expansión de la burguesía, la mercantilización, la necesidad de pronósticos políticos y sociales.
Con ella aparece la posibilidad de controlar y construir el futuro que antes se declinaba en el destino y en la escatología del fin del
mundo. Asumir la identidad de Proyecto, significa asumir la dimensión de futuro que le es propia : "pro": adelante, "yecto": arrojado
(Koselleck, 1993, Cap I y III.).
22 En un estudio donde se proponen dar cuenta de la compleja interdependencia entre acción y conocimiento tomando como ejemplo la
actividad de la herrería, Keller y Dixon Keller (1996) sugieren considerar a dicho oficio como un “sistema de actividad”. Siguiendo a
Wertsch (1981), explican que un “sistema de actividad” integra fenómenos sociales, acciones y operaciones, siendo que la actividad
está regida por parámetros sociales y colectivos. Así, explican que los fenómenos sociales refieren a la distribución del conocimiento y el
trabajo dentro de una comunidad y los incentivos para la producción; las acciones a la acción individual orientada hacia un objetivo
determinado y las operaciones a los aspectos rutinarios de la producción. Siendo que una de nuestras principales inquietudes teóricas
es la repercusión del proceso de desarrollo de proyectos (entendidos como acciones) sobre las instituciones, y considerando su
significación en términos de aprendizaje, entendemos que ubicar a las mismas en el marco del “sistema de actividad” en el que se sitúan
es un aspecto clave. Es decir, es necesario identificar en un determinado punto del tiempo y el espacio las condiciones materiales e
inmateriales en las que se desarrollan el oficio y la actividad institucional, así como las perspectivas de los actores al respecto.
28
¿Cuáles eran los discursos de los miembros de las organizaciones estudiadas
acerca de sus propias instituciones y sobre el posicionamiento de éstas en sus
respectivos entornos de actuación al momento de iniciar el acompañamiento
para el desarrollo de proyectos de fortalecimiento institucional?
¿En qué medida las prácticas desarrolladas durante la gestión de los proyectos
contrastan con los discursos de los sujetos previos al inicio de los
acompañamientos? ¿En qué medida el desarrollo de proyectos hizo entrar en
tensión las prácticas y los discursos que forman parte de los repertorios de
cada organización?
¿Se crearon nuevos vínculos con actores del entorno? De ser así, ¿cuál fue la
relación entre dichas vinculaciones y el desarrollo de los proyectos?
¿En qué consistió la relación entre la AAL y “El Virutero” durante el desarrollo
de los proyectos emprendidos en el acompañamiento?
Por otra parte, creemos pertinente interrogarnos acerca del modo en que fue
construido el acompañamiento técnico, entre el tesista y las organizaciones
estudiadas:
29
asumió en la promoción de las relaciones entre las organizaciones estudiadas?
¿Y entre éstas y otros actores del entorno?
¿Cómo afianzar los vínculos entre los miembros de cada organización? ¿Cómo
integrar el desarrollo de proyectos puntuales en procesos más amplios de
aprendizaje institucional, acordes a las características de cada organización
estudiada?
23 Lane & Maxfiel (1997, según Russo, 2005) conceptualizan el contexto y las condiciones en las que se producen las innovaciones,
análisis que otorga un rol central al proceso social y la esfera cognitiva de las cuales éstas emergen. En esta línea, los autores
desarrollan la noción de “relaciones generativas”. Las mismas serían aquellas relaciones que pueden inducir cambios en la manera en la
cual aquellos que participan de la relación ven al propio mundo y actúan en él, dando también origen a innovaciones. En ese sentido,
plantean cinco precondiciones que se observan en los procesos de innovación y que deben tenerse en cuenta en las acciones de
promoción que buscan alimentar relaciones generativas e innovaciones. 1. Convergencia de visión (aligned directedness): aquellos que
participan de las relaciones tienen que orientar su actividad en una dirección común en el espacio de los agentes y los artefactos. 2.
Heterogeneidad de los agentes: la combinación de diferencias en términos de competencias y atribuciones puede contribuir a la
generación de nuevas competencias como resultado de las relaciones entre los agentes. 3. Reciprocidad en la visión (mutual
directedness). Los agentes deben buscar un patrn recurrente de interacciones de las cuales pueden emerger relaciones. La voluntad de
hacer esto depende de las atribuciones que cada uno le asigne a la identidad del otro. En ese sentido, la confianza recíproca ayuda,
pero no es una precondición, por el contrario, ésta puede ser un resultado de la misma interacción. 4. Libertad de establecer relaciones
discursivas (permissions), en el sentido de que aquellos que participan de la relación puedan conversar por fuera de los esquemas
convencionales. 5. Oportunidad de realizar acciones comunes: la discusión sobre los problemas y las entidades de interés común puede
resultar más profunda si los agentes tienen la posibilidad de interactuar en una acción que los haga trabajar conjuntamente.
24 Según López Yáñez (2002), “‘aprendizaje institucional’ es cualquier respuesta de una institución a los cambios que suceden tanto en
su entorno como en su interior. Ese proceso de aprendizaje queda plasmado en estructuras sociales (vínculos y poder) y en estructuras
de significado (normas, valores, conocimiento, etc.)”. Siguiendo Louis (2000), López Yáñez sostiene que el aprendizaje organizativo
requiere el procesamiento social de la información, hasta llegar a interpretaciones sobre los hechos y conocimientos socialmente
construidos. En ese sentido, para este autor el “aprendizaje institucional” se trata de un proceso cognitivo del sistema, no de un proceso
de acumulación de aprendizajes individuales.
30
¿Cómo afianzar los vínculos entre ambas organizaciones para la participación
conjunta en proyectos de promoción institucional y del sector en general?
II.III. Hipótesis
II.V. Objetivos
Objetivo general:
Objetivos específicos:
31
entre ambas organizaciones, partiendo de los discursos de los directivos de
cada organización.
Dar cuenta de la relación entablada entre la AAL y “El Virutero” en el marco del
desarrollo de proyectos de promoción del sector de la luthería argentina en
general y de sus organizaciones en particular.
32
construcción de una “estructura de sostén” que favorezca el desarrollo de
“relaciones generativas” en y entre organizaciones del sector de la luthería
argentina, a fin de propiciar procesos de innovación organizacional y sectorial25.
Consideraciones preliminares
25 Lane y Maxfield (2005, según Russo, 2005) señalan que en el proceso de interacción entre los agentes –clave para el desarrollo de
innovaciones- existirían distintos tipos de incertidumbre de los actores, entre los cuales tendría especial relevancia el que denominan
“incertidumbre ontológica”. Este tipo de incertidumbre es aquel que atraviesa las propias creencias del actor sobre: qué tipos de
entidades habitan el propio mundo, cuáles tipos de interacciones pueden tener estas entidades entre sí, en qué modo las entidades y
sus modos de interacción cambian como resultado de estas interacciones. En ocasiones –como en el caso de los procesos en los que
emergerían las innovaciones- la estructura de las entidades de los mundos de los actores cambia tan rápidamente que los actores no
alcanzan a generar categorías ontológicas estables. En estos casos, los actores enfrentarían una “incertidumbre ontológica”, estando
impedidos para la formación de proposiciones relevantes sobre las consecuencias futuras.
Partiendo de esta base, pero en una escala temporal amplia y un nivel más alto de agregación social, los autores refieren al rol que
desarrollan lo que denominan “estructuras de sostén”, a través de las cuales emergerían los sistemas de mercado en el espacio de los
agentes. Éstos, que operan dentro del sistema de mercado, confrontarían en las “estructuras de sostén” su “incertidumbre ontológica”.
Estas estructuras proveerían un punto de referencia para controlar los nuevos tipos de entidades –sean agentes o artefactos- que entran
en el sistema de mercado, y para alinear las atribuciones que los agentes asocian a los otros agentes en el sistema de mercado. A
través de las estructuras de sostén, los agentes llegarían a consolidar, por un cierto período de tiempo, una zona del espacio de los
agentes y de los artefactos, haciéndolo suficientemente estable como para sostener tanto a los mercados como a la producción de
nuevos artefactos a vender en aquellos mercados.
26 “Es investigación en tanto emplea métodos sistematizados para arribar a un diagnóstico. Es acción porque proyecta con las
comunidades de acuerdo a un criterio de cercanía vital y sobre todo es participativa porque considera a las comunidades como sujetos y
no objetos de la investigación” (Galán, B. Newman, M. Senar, P. Maidana A. Diseño estratégico y autogestión asistida en Buenos Aires.
Casos y cuestiones teóricas. FADU-UBA 2007)
33
acompañamiento, las opciones de acción y decisiones, fueran debatidas en conjunto y
tomadas por los miembros de las organizaciones.
27 Si bien Kosacoff y Ramos (2005) centran su mirada en la dinámica del sector industrial, entendemos que el escenario descripto
afecta significativamente a nuestro sector, microempresario y artesanal.
34
De frente a este escenario, recuperamos la reflexión de Rullani (2005) sobre la
creación de redes asociativas de microempresas como estrategia de reducción de los
altos niveles de incertidumbre existentes en ambientes metropolitanos. Este análisis es
convergente con los aportes de Lane y Maxfield (1997) comentados por Russo (2005),
sobre la funcionalidad de las ya referidas “estructuras de sostén”. También en esta
dirección, nos parecen relevantes los aportes de Lundvall (1992), cuando señala que
las instituciones ocupan un lugar central en la organización de las interacciones entre
los actores económicos, ya que “brindan a los agentes y los colectivos pautas para la
acción: en un mundo caracterizado por las actividades de innovación, la incertidumbre
constituye un aspecto importante de la vida económica y las instituciones permiten que
los sistemas económicos sobrevivan y actúen en un mundo incierto” (p. 21). En ese
sentido, “la configuración institucional […] influye sobre el ritmo y la dirección del
proceso de innovación” (p. 21). Tales apreciaciones son fundamentales para
considerar la supervivencia de una actividad productiva como la artesanal, que
pareciera ir a contramano del cambio técnico-productivo.
Siguiendo a Wertsch (1991), podemos decir que, al darle prioridad analítica a las
acciones –en nuestro caso mediante el análisis de proyectos desarrollados por
miembros de organizaciones- puede concebirse a los seres humanos “en contacto con
su ambiente, creando su ambiente y a sí mismos por las acciones en las que se
involucran. Por lo tanto, es la acción, más que los seres humanos o el ambiente
considerados independientemente, la que proporciona el punto de entrada al análisis”
(p. 25).
35
mediadores’, tales como las herramientas o el lenguaje, y que estos instrumentos dan
forma a la acción de manera esencial” (Wertsch, 1991; p. 29). De esta manera, es
posible “hacer una distinción analítica entre acción e instrumentos mediadores” (p. 29),
de manera tal que, al identificar a los individuos que llevan a cabo los proyectos, los
consideremos en una situación concreta, indisociable de sus instrumentos
mediadores. Esta distinción estará presente en todo el trabajo, donde el desarrollo de
proyectos será un vector para dar cuenta de las características del “sistema de
actividad” y, a la vez, observaremos cómo las acciones implicadas en los proyectos
están relativamente condicionadas por características del sistema.
36
Estos grupos, que mantienen relaciones entre sí estables y duraderas, desarrollan
modos de vida que les son propios. Becker toma el ejemplo de los músicos
profesionales, con los que se puede establecer un fuerte paralelismo con el “mundo de
los luthiers”. Para comprender las conductas de los miembros de tales grupos, el autor
señala que “es necesario comprender este modo de vida”, ya que en ocasiones se
enfrentan con el problema de que su punto de vista sobre sus propias actividades no
es compartido por el sentido común del resto de la sociedad. En torno a estos
problemas, es donde surgiría la posibilidad de interaccionar entre sí y construir una
cultura –obviamente en forma no intencionada- alrededor de esos problemas de
perspectiva.
En esta línea, el autor señala que es habitual que los miembros de estos grupos
adopten actitudes de aislamiento y autosegregación ante su público. En tanto, el autor
señala que al interior de las subculturas de grupos de profesionales, existen marcadas
diferenciaciones en sub-grupos.
¿Por qué nos detuvimos en esta caracterización? Porque entendemos que el sistema
de actividad de la luthería está fuertemente atravesado por este tipo de tensiones.
Veremos que el problema del aislamiento no tiene que ver solamente con la dimensión
de las unidades productivas y su dispersión geográfica –sobre todo en ambientes
metropolitanos-. Por el contrario, está fuertemente signado por cuestiones culturales
que refuerzan dicha invisibilidad de facto y que hacen a la situación en la que se
desarrollan los proyectos.
37
En ese sentido, los procesos de acompañamiento deben inscribirse en el contexto
socio-histórico-cultural en el que se desarrollan, así como debe considerarse lo que
acontece en su devenir, en relación con dicho marco. Por ello, fue necesario contar
distintos tipos de registro documental, a partir de los cuales se dispuso de material
para reconstruirlos, interpretarlos y darles sentido. Esto permitió desarrollar una
descripción de los proyectos desde una perspectiva procesual, la cual es indisociable
del proceso de acompañamiento desarrollado por el tesista. La mirada de proceso es
fundamental para poder identificar las tensiones emergentes entre el desarrollo de los
proyectos y las estructuras narrativas heredadas (visiones de los miembros de la
organización anteriores al desarrollo de los proyectos de cambio).
II.V.I.II. Caracterización de los actores que llevan a cabo los proyectos y de los
ambientes organizativos en el que estos se desarrollan:
38
escenario institucional. (March y Simon, 1961; Lundvall, 1992; Crozier, 1990; Rullani,
2003; Lane & Maxfield, 1997, 2005)28
28 Esta perspectiva coincide con la revisión efectuada por Katz y Kosacoff (1998) acerca de cómo el estructuralismo concibe a la
racionalidad de las firmas e individuos. En el marco de dicha tradición, se considera a los agentes como “imperfectamente informados” y
portadores de una “racionalidad acotada”. En tanto, su accionar es descripto en función del ensayo-error, el cual va configurando a lo
largo del tiempo un “proceso madurativo”.
39
II.V.I.III. Efectos del desarrollo de proyectos sobre las organizaciones y sus
entornos de actuación:
29 Lave (1996) invita a reformular la tradicional pregunta acerca del la relación problemática entre “las personas que actúan y los
contextos con los cuales actúan”. En ese sentido, sugiere “preguntarnos cuáles son las relaciones entre las prácticas locales que
contextualizan las maneras en que las personas actúan juntas, tanto en los contextos como a través de ellos” (p. 34). Es a través de
este abordaje desde donde pretendemos indagar acerca de cómo los proyectos desarrollados por organizaciones de luthiers abonan a
la construcción del mismo contexto en el que se desenvuelven.
40
vincula fuertemente al conocimiento con la experiencia práctica, que permite dar
cuenta de cómo el conocimiento puede ser modificado por el aprendizaje así como por
el olvido (op. cit.).
Para enriquecer este análisis, pondremos en diálogo diferentes marcos teóricos que
abordan la tensión entre acción y aprendizaje en el marco de las organizaciones
(Rullani, 2004, 2008a, 2008b; Senge, 2000; Lave, 1996; Keller y Dixon Keller, 1996;
Etkin y Schvarstein, 1998; Lundvall, 1992).
41
capacidad de los agentes que habitan en él para resolver los problemas que se les
presentan.
Pretendemos observar, no solo los distintos grados de apertura o resistencia por parte
de las instituciones para el desarrollo de los proyectos propuestos, sino también los
niveles de acumulación o distensión de confianza en la relación entre el investigador y
las organizaciones, así como entre los mismos miembros de las organizaciones.
30 Siguiendo a Fals Borda (1998), podemos decir que “Hacer investigación participativa es aceptar que toda investigación sea
interacción comunicante, en la que ocurre un proceso de diálogo de aprendizaje mutuo y de mutua confianza entre el investigador y el
investigado. En este proceso se invalida la división tradicional entre conocimiento objetivo y subjetivo; se afinan o complementan pautas
normales de medición y análisis de la realidad; se equilibran los intereses teóricos del observador externo y de los actores locales que
quieren transformar la práctica diaria”. En este Marco, “el investigador, como parte de la realidad investigada, se convierte en actor
comprometido que debe a su vez analizarse y ser analizado” (p. 303).
31 Según este autor, un ciclo es “un conjunto de acciones sucesivas en el tiempo que guardan algún tipo de relación entre sí. Para que
un número dado de acciones y de sucesos adquieran ese carácter de conjunto relacionado y articulado, esto es, tengan sentido como
ciclo, necesitamos que alguien le atribuya ese sentido. El carácter cíclico de ese conjunto no será algo que podamos determinar
objetivamente, sino que será una construcción mental de alguien que observa esas acciones y que encuentra que mantienen una
relación significativa entre sí”. (López Yáñez,2000; p. 10)
42
Considerando que “La problemática del cambio en las organizaciones no es una
cuestión estratégica sino táctica [y que] no son las metas que se persiguen las que son
difíciles de acordar sino que la dificultad reside en cómo lograrlas” (Schvarstein, 1998;
p. 263), buscaremos reconstruir la secuencia de dichas tácticas desarrolladas para la
concreción de proyectos de cambio, contextualizadas en la relación tesista-
instituciones. En este sentido, intentaremos identificar cuáles fueron las “acciones
eficaces”32 realizadas por parte del tesista, que permitieron abrir el camino de la
concreción de proyectos y el establecimiento de nuevas relaciones entre las
organizaciones estudiadas y otros actores. Para tal cosa, proponemos deconstruir el
acompañamiento identificando la introducción de acciones con carácter de “propuestas
de cambio” por parte del tesista y sus efectos –directos o indirectos- mediante una
descripción cronológica en la que se superponen temporalmente tres dimensiones: las
proposiciones del tesista, los efectos sobre las instituciones y sobre las relaciones con
otros actores del entorno.
En tanto, nos remitiremos a los aportes de Senge (2000) para efectuar propuestas
orientadas a propiciar nuevos marcos para el aprendizaje colectivo en las instituciones
estudiadas y para el sostenimiento de procesos de cambio organizacional, orientados
al fortalecimiento institucional. Entre ellas, buscaremos desarrollar propuestas para la
32 Para el desarrollo del concepto de “acciones eficaces”, nos inspiramos en el concepto de Schvarsetein de “perturbaciones eficaces”
(Schvarstein, 1998). Decidimos utilizar la palabra “acción” en vez de “perturbación” en un intento de quitar peso a la intervención
“exterior” y entender a la relación institución-tesista como activadora de procesos endógenos en sí misma.
43
generación de condiciones que permitan atender distintas problemáticas específicas
de las instituciones –identificadas por éstas como tales- mediante vinculaciones inter-
institucionales. En ese sentido, se explorará la posibilidad de encontrar alternativas de
respuesta a dichas necesidades a través de posibles partenariados y la construcción
de “redes largas” (Ligabue, 2005) con instituciones italianas del sector de la luthería,
muchas de las cuales tienen sede en la ciudad de Cremona.
Al respecto, Senge (2000) señala que hay dos alternativas en el inicio de procesos de
este tipo. De una parte, cuando la activación es impulsada por una autoridad. De otra,
cuando la propuesta y acciones de cambio están inspiradas en el compromiso y
aspiraciones de muchas personas de la organización en la que se desarrolla el
proceso. Esta segunda alternativa, según el autor, caracteriza a las iniciativas de
“cambio profundo”. Si bien la propuesta inicial de desarrollar proyectos de cambio fue
traccionada por el tesista, las propuestas de cambio estuvieron siempre orientadas al
fortalecimiento de la segunda vía.
44
Nuestro estudio es de carácter exploratorio y está signado por diferentes modos de
interlocución entre el tesista y actores del sector, como ser entrevistas y acción
participativa en procesos organizacionales. En ese sentido, optamos para el desarrollo
del proceso de investigación por un enfoque “flexible”, anticipándonos “a la posibilidad
de advertir […] situaciones nuevas e inesperadas vinculadas con el tema de estudio,
que pueden implicar cambios en las preguntas de investigación y los propósitos”
(Mendizabal, en Vasilachis de Gildano, 2006; p. 67).
45
Los relatos de los entrevistados sirvieron para identificar grandes temas y
preocupaciones, horizontes de sentido y sentidos comunes presentes en el sector,
considerando éste último como contexto. Es así como de éstos textos y su referencia
al contexto pudieron extraerse “áreas problemáticas” y “temas emergentes” (Ferrarotti,
2007), es decir, aspectos representacionales que son fundamentales en la
configuración de un sistema de actividad.
Uno de los temas centrales abordados en dichas entrevistas fue la percepción de los
entrevistados sobre el fenómeno organizativo en el sector, puntualmente acerca de la
AAL.
Como punto de partida del análisis, se busca poder reconstruir la situación de las
organizaciones estudiadas con anterioridad al inicio de los acompañamientos en la
gestión de proyectos. De modo tal que, en el análisis de entrevistas a miembros de las
instituciones se enfatizará en sus perspectivas sobre: el desarrollo histórico de la
institución, las capacidades y limitantes para el desarrollo de proyectos, el
posicionamiento de las instituciones en el entorno y las relaciones con otros actores,
las perspectivas futuras de desarrollar nuevos proyectos.
46
medida debido a que el tesista ya contaba con algunas hipótesis preliminares
construidas a partir del desarrollo de las entrevistas realizadas en 2008-.
33 Sennett (2009) señala que “La asimilación –conversión de información y práctica en conocimiento tácito- constituye un proceso
esencial para todas las habilidades. […] A menudo, cuando hablamos de hacer algo ‘instintivamente’ nos referimos a un comportamiento
a tal punto convertido en rutina que no pensamos en él. Al aprender una habilidad, desarrollamos un complicado repertorio de
procedimientos. En las fases superiores, hay una constante interrelación entre conocimiento tácito y reflexivo, el primero de los cuales
sirve como ancla, mientras que el otro cumple una función crítica y correctiva”. A continuación, añade que “La calidad artesanal es el
resultado de esta fase superior en juicios a partir de hábitos tácitos y suposiciones” (p. 68-69). La cita no es un dato menor, si pensamos
en la correspondencia –no buscada intencionalmente por el tesista- entre el método desarrollado y la actividad
productiva/creativa/reflexiva que implica el trabajo cotidiano de los sujetos acompañados.
47
CAPÍTULO III
Jean Lave
34 Durante el trabajo de campo en Argentina Aires se realizaron 15 entrevistas cualitativas a distintas personas ligadas directa o
indirectamente al sector y/o sus instituciones. Todas ellas se realizaron en Buenos Aires y Área Metropolitana, exceptuando una, que se
realizó telefónicamente a autoridades de la Escuela de Luthería de la UNT.
35 Al hablar de representaciones sociales remitimos a la noción de Durkheim (1968) de “representaciones colectivas”, las cuales
pueden considerarse en tanto formas de percibir el mundo, establecer juicios y sistemas de clasificación extendidos en una sociedad o
grupo, que trascienden la experiencia y pensamiento de cada individuo, ejerciendo sobre éste último cierto condicionamiento sobre sus
modos de actuar, pensar y sentir. En esta línea, también recuperamos el aporte de Chartier (1992), cuando señala que recuperar “la
noción de ‘representación colectiva’ “autoriza a articular […] tres modalidades de la relación con el mundo social: en primer lugar, el
trabajo de clasificación y desglose que se produce en las configuraciones intelectuales múltiples por las cuales la realidad está
contradictoriamente construida por los distintos grupos que la componen; en segundo, las prácticas tienden a hacer reconocer una
identidad social, a exhibir una manera propia de ser en el mundo, significar en forma simbólica un status y un rango; tercero, las formas
institucionalizadas y objetivadas gracias a los cuales los “representantes” (instancias colectivas o individuos singulares) marcan en
forma visible y perpetuada la existencia del grupo, la comunidad o de la clase” (p. 56-57). Estos tres desprendimientos de la noción
estarán presentes en el análisis: en tanto: relevaremos modos de clasificación acerca del “mundo de la luthería” minadas de
contradicciones; intentaremos reconocer aspectos identititarios de las instituciones a través del análisis de las prácticas, así como
48
acerca del mundo circundante, en nuestro caso: ideas formadas acerca del mercado,
las formas de aprendizaje y desarrollo del oficio, las instituciones del sector, así como
el lugar que ocupan éstos en la sociedad.
El fundamento de detenerse en este análisis tiene al menos dos sentidos. Por una
parte, para contar con un punto de referencia espacio-temporal previo al desarrollo de
proyectos sobre las expectativas de los actores para el sector y sus instituciones,
referencia con la que luego podremos confrontar los proyectos posteriores, su devenir
y efectos.
Por otra parte, cabe poner a disposición los “temas emergentes” y “áreas
problemáticas” (Ferrarotti, 2007) identificadas en las entrevistas como un acervo de
relatos y definiciones arquetípicas, que permitieron configurar hipótesis embrionarias
sobre las características del sector, sus instituciones y entornos. Dichos temas
identificados constituyeron el telón de fondo para la formulación de proyectos de
promoción institucional que luego fueron presentados en la institución y puestos en
marcha en el acompañamiento desarrollado.
Cabe destacar que, para dar cuenta de los discursos que circulan en el sector,
analizaremos testimonios tanto de luthiers miembros de la AAL, así como de
personalidades ligadas directa o indirectamente al sector (como ser músicos y luthiers
que no integraban la AAL al momento de realizar las entrevistas). De esta manera,
intentaremos dar cuenta de cierta polifonía en los relatos, donde observaremos
apreciaciones convergentes y disonantes.
distintas formas de objetivación (evidencias) a través de la cual podremos visibilizar el peso de “lo grupal” a través de la puesta en
práctica de los proyectos.
49
Somos concientes de que los actores entrevistados ocupan diferentes posiciones en el
espacio social e institucional. En ese sentido, somos prudentes en el hecho de
considerar o no sus apreciaciones como representativas de lo que sería el imaginario
social del sector. Lejos de buscar la convergencia entre los mismos, las
contradicciones entre los relatos de los diferentes entrevistados, y dentro de cada uno
de ellos, sirvieron como herramienta a poner en juego a la hora de proponer y
acompañar el desarrollo de proyectos en la organización (incluyendo aquellos
proyectos que implicaron la interacción entre la AAL y otras instituciones).
Para echar luz sobre esos relatos, de manera más o menos sistematizada, serán
presentados de acuerdo a los siguientes temas:
Para facilitar la lectura del análisis, los testimonios de los que se desprende el mismo,
serán presentados en referencias al pie de página.
50
a. El proceso de formación
Al indagar sobre las características del oficio del luthier en Argentina, se registra un
énfasis muy marcado en la experiencia personal. En los diferentes relatos la
trayectoria individual del proceso de formación aparece con una centralidad notoria. El
ser luthier, aparece como la resultante de un largo camino recorrido, marcado por un
vaivén entre la soledad y la búsqueda de referentes que otorguen algún sostén o guía
para el aprendizaje del oficio.
36 “Yo tocaba la guitarra como hobbie. En un momento di con un luthier que me hizo unos trabajos que me gustaron, que me acercó
realmente al mundo de la luthería. Empecé a ver un poco de qué se trataba, me entusiasmé y empecé a buscar. Pero ya la búsqueda
no era para buscar un luthier para mí, sino para buscar un luthier de quién aprender. Y, bueno, ahí dí con [quien] me enseñó. Hice un
pequeño curso de dos días con él y después le propuse ser aprendiz en su taller; y eso hice. Estuve trabajando con él… más de dos
años. […] Conseguir un luthier no es complicado, más ahora con acceso a Internet. Lo que encontré en él es una altísima calidad de
construcción… y una persona que aceptó tener un aprendiz, que creo que es lo más difícil. Bah, en realidad el nivel también es difícil,
pero por ahí en ese nivel hay diez personas. Ahora, que de las diez personas te abran el taller, es realmente difícil”. (Luthier de
guitarras, miembro de la AAL, 07/08/2008).
37 “Yo, siendo docente, 17 años, quería aprender luthería, y un día me acerco a un lugar donde daban clases. Y me dicen [reproduce
diálogo]: ‘No, necesitás dos años de carpintería antes de…’, ’Pero yo hice el colegio industrial, tengo un año…’, ‘No, son dos años acá’.
Onda que te lo hacían imposible. […] Y bueno, medio que fui por otro rumbo al principio y terminé en lo que me gustaba. El luthier tiene
esa fama desde ahí, de imponer la distancia, de no dar sus secretos, de cascarrabias, ¿no?” (Luthier de guitarras e instrumentos de
viento, miembro de la AAL, 19/08/2008).
38 “Hay un punto muy interesante: la luthería es históricamente un oficio de guardar información, muy canuto… Digamos, la gente
resguarda mucho lo que tiene; y yo lo veo como algo absolutamente negativo. Me refiero a que yo he escuchado a gente decir ’¡¿Y
cómo le voy a enseñar lo que a mí me costó 10 años descubrir?!’, ¿sí? Y gente a la que apreció, que no me cae mal. ‘¡¿Y cómo pensás
así?!’ Está lleno. Es más, históricamente nadie enseñaba, nadie abría la puerta de un taller. Eso pasaba de generación en generación
51
aparecen tanto en entrevistados de la AAL como en aquellos que no estaban ligados
a la institución al momento de efectuar las entrevistas. El aprendizaje resuena como
algo marcadamente individual, donde la relación maestro-aprendiz es caracterizada
recurrentemente como “medieval”. La caracterización se apoya en referencias a la
carencia de institucionalidad formal en materia educativa en Buenos Aires.39
porque exclusivamente le enseñaba al hijo. Y hay situaciones donde exclusivamente se enseñaba al hijo mayor y los otros hijos no. Una
cosa bastante terrible”. (Luthier de guitarras, miembro de la AAL, 19/08/2008).
39 “Para un pibe que se plantea ‘Quiero aprender esto’, bueno, no hay una cosa muy pautada, como puede ser la escuela que yo hice
allá en Europa. […] Y sino, más bien la formación es así, con el sistema tipo renacimiento, medieval, si querés, de ir al maestro y
bueno, ir aprendiendo, haciendo la experiencia; primero ayudando, por ahí más que nada mirando, y después metiendo mano”. (Luthier
de instrumentos de cuerda frotada, 06/08/2008).
40 Para una caracterización sistemática sobre los procesos de aprendizaje de los oficios en el medioevo puede consultarse el libro de
Richard Sennett (2009) El artesano. Como podrá verse en los anexos a este estudio, esta caracterización contrasta con la fluidez con la
que circulan los conocimientos del oficio en Cremona, lo que se explica por factores productivos (alta densidad de empresas en un
territorio acotado) como institucionales (presencia de Escuela de Luthería y diversidad de instituciones de apoyo articuladas para la
promoción del sector), característico de los distritos productivos italianos.
41 “Está muy anclado en la tradición, y eso viene no solo de la tradición de los luthiers sino también de los artesanos en general. Si te
ponés a mirar un poquito la historia en cualquier país, por ejemplo en Italia (muchos artesanos vinieron de Italia) el capo del taller
enseñaba a aprendices, que empezaban, no haciendo su trabajo; empezaban barriendo, cocinando, limpiando, llevando el material,
después desbastando el material, qué sé yo, la madera en este caso; preparando para que el maestro trabajara. Y así, acercándose,
desde chicos, así hasta que pasaban dos o tres años, recién empezaban a moldar, a usar sus manos para tratar de hacer algo. No
empezaban como una escuela, no... Era como una escuela de aprendizaje desde muy abajo. Por eso eran muy herméticos, nadie sabía
cómo trabajaba tal maestro realmente, a menos que hubieras pasado bastante tiempo adentro del taller ....”. (Músico e investigador
sobre el sector de la luthería, 18/08/2008).
52
pregunta clave es por qué tales apreciaciones sobre la dificultad formativa aparecen
en un país que cuenta con una escuela de luthería, la de la Universidad Nacional de
Tucumán, única –hasta hace pocos años- dependiente del sistema universitario en
América del Sur, con más de 60 años de historia.
Este interrogante, parecería tener más de una respuesta. En primer lugar, debemos
mencionar factores constitutivos de la historia de la escuela. Habiendo sido fundada
en 1949 por el prestigioso luthier florentino Alfredo Del Lungo y especializada en la
rama de los instrumentos de cuerda frotada, la experiencia formativa en el sistema
educativo formal no habría roto durante un largo período con la tradición “ocultista”
heredada del oficio. Algunos relatos de los entrevistados indican que ciertos
conocimientos fundamentales del oficio –como la aplicación de barnices en el caso de
los instrumentos de la familia del violín- no eran transferidos dentro del espacio
institucional. Por el contrario, el acceso a tales saberes solo era posible para unos
pocos estudiantes, a selección del maestro, en el espacio privado de su taller42.
42 “La Escuela de Tucumán fue una cuestión fenomenal como idea, de alguna manera como idea, y pionera no solamente en Argentina
sino en toda América del Sur. Eso fue un emprendimiento de la época dorada de las universidades donde se puso mucho dinero en
tratar de mejorar el nivel el nivel educacional y cultural; y se trajo a los mejores profesores que se podían conseguir en todas las
especialidades. […] En la Universidad de Tucumán, se formó la escuela de luthería, llamando a un luthier que se llamaba Alfredo del
Lungo. Era posiblemente uno de los mejores luthiers en Italia no sólo en cuanto a construcción, sino también a restauración. Pero
también tenía, porque era herencia personal, el tema de la enseñanza muy personalizada. Y todavía, en realidad, existe eso. ‘Para que
yo te dé mi conocimiento, vos te lo tenés que ganar, lo tenés que merecer, y lo tenés que demostrar’. O sea: ‘Yo no te puedo dar a vos
un montón de conocimientos, ni por escrito ni verbales, hasta que vos no me demuestres que lo has buscado’.
Entonces Del Lungo tenía, por ejemplo, en los bancos de trabajo, una forma de trabajar, que les enseñaba. […] Pero después, si uno
quería acceder a un poquito más, tenía que tener un talento fuera de serie. […] Y había un último estrato que él no enseñaba
personalmente, salvo a contadísimas personas, que era lo más difícil para un luthier… que es el tema del barniz... El tema de los
barnices, en luthería clásica, es uno de los temas más difíciles. […] Y Del Lungo no lo daba como una como una materia más. Él daba
un barniz muy específico, más bien comercial; y él nunca enseñó su barniz. Lo dejaba como una cosa a futuro, siempre a futuro , y
fueron muy pocos los que lograron conocer un poco su trabajo con los barnices. (Músico e investigador sobre el sector de la luthería,
18/08/2008).
53
la escuela provienen de otros puntos del país o, incluso, del exterior). A esto hay que
sumarle problemas referidos a falta de apoyo económico e institucional.43
43 En una entrevista telefónica a autoridades de la escuela, se mencionó una carencia en cuanto al apoyo institucional y la falta de
contacto con otras escuelas del mundo. (Entrevista realizada el 25/08/2008).
Es importante destacar que en 2009, cuando el tesista visitó la escuela en el marco de los acompañamientos institucionales y junto con
representantes de la AAL y El Virutero, miembros de la escuela señalaron un incremento muy significativo en la matrícula así como en la
cantidad de estudiantes que estaban alcanzando la graduación.
44 Otro factor a destacar para explicar la falta de reconocimiento de la escuela por parte del sector en general, es el hecho de que la
institución esté fuertemente identificada con construcción de instrumentos de arco (si bien también se enseña construcción de guitarras
clásicas). En tanto, al momento de realizar las entrevistas, la composición de la AAL contaba con una escasa cantidad de luthiers de la
familia del violín, ninguno egresado de la Escuela de Tucumán. Esto puede haber sido un factor de incidencia en el distanciamiento
entre ambas instituciones.
54
Virtuero”, donde éste es mencionado como alternativa recomendada para aprender el
oficio en Buenos Aires.
Las apreciaciones sobre la formación por parte de los entrevistados dan cuenta de la
inexistencia de un lugar de referencia común en el sector para el aprendizaje del oficio,
predominando, por el contrario, las trayectorias formativas individuales, autodidactas
en carácter de aprendiz de luthiers con mayor experiencia. Sin embargo, pareciera
reconocerse dicho déficit como un aspecto crítico de suma relevancia para el
desarrollo del sector.
Como se señaló previamente, uno de los principales aspectos problemáticos del ser
luthier es el de la comercialización. Dos son las vías fundamentales que mencionan los
productores como estrategia para darse a conocer: el “boca en boca” y la visibilidad
que se logra a través de páginas de Internet.
55
Sin embargo, los relatos hacen referencia a que los problemas relativos a la
producción y a la comercialización no son homogéneos en todo el sector. Por el
contrario, difieren según la familia de instrumentos de que se trate, la calidad
constructiva y renombre del constructor.
Las apreciaciones sobre las posibilidades de exportación del sector refieren a una
significativa cantidad de luthiers argentinos que estaría en condiciones de competir
internacionalmente. Estas consideraciones se observan recurrentemente entre los
miembros de la AAL46.
46 “Las guitarras que hacen [varios socios] son de primerísima calidad. Esa guitarra podría competir perfectamente con cualquier luthier
europeo o americano… Pero hay que mostrarlas, la tienen que tocar los músicos. ¡Esa es la problemática!: la llegada que podamos
tener a otros mercados”. (Luthier de charangos, miembro de la AAL, 12/08/2008).
47 En esta línea, productor dedicado a los instrumentos de viento enfatizó durante una entrevista la dificultad de acceder al mercado
externo. “No tenemos apoyo para construir un mercado externo”. En ese sentido, confronta con lo que –según su apreciación- ocurriría
en otros países, donde los productores podrían vender en el mercado internacional productos de calidad similares a los argentinos a un
56
El interés en acceder al mercado externo y las dificultades de hacerlo en forma
individual, de manera controlada, se enlazan con la mención a desarrollar acciones en
ese sentido de manera organizada, aunque esto es señalado como difícilmente
concretable, con particular recurrencia entre los entrevistados que integran la AAL.
También pareciera no contarse con información fehaciente sobre los mercados
externos, ni sobre la posición real o potencial de la luthería argentina en el plano
internacional. Así todo, se considera que la producción local está en condiciones de
competir en calidad y precio con los estándares internacionales. Vale la pena resaltar
esta recurrencia, donde aparece fuertemente el deseo de exportar asociado a
dificultades de coordinación hacia el interior de la institución, así como entre ésta y
actores del entorno. Ambos escollos parecerían difíciles de saldar48.
En síntesis, los relatos sobre la caracterización del oficio dan cuenta de las dificultades
que presenta el sector para su reproducción, tanto en materia formativa, como de
producción y comercialización. En este sentido, cabe enfatizar que el sector de la
luthería en Argentina, cuenta con escasa visibilidad en el espacio público y,
particularmente en Buenos Aires, existe una gran atomización territorial de los
productores. Las implicancias de esta situación repercuten tanto en las posibilidades
de comercialización, en el intercambio de saberes, las posibilidades de organizarse
para desarrollar acciones colectivas y para construir lazos de confianza mediante
relaciones cara a cara. En este marco, la problemática institucional aparece
entrelazada en cada uno de los temas abordados.
precio mayor, gracias a que podrían hacerlo sostenidamente. Afirma que los funcionarios estatales no ven la potencialidad del sector
como una producción exportable que agrega mucho valor, que se podría exportar a muy buenos precios sin afectar el mercado interno.
(Entrevista realizada el 08/07/2008).
48 “Yo creo que algo interesantísimo, y que no está desarrollado, es el tema de vender afuera, especialmente en Europa, aprovechando
la diferencia de cambio, de modo organizado. Las experiencias de todos los que conozco, miembros o no de la Asociación, son hechos
puntuales. Es muy difícil... En realidad es muy difícil para nosotros... Yo todo lo que vendí afuera lo vendí así: alguien me mandó un
mail, “cuánto valen tus instrumentos”, “valen tanto”; listo, qué se yo… “Mandame”. Sin probarlo, sin nada. Cosa que me sorprendía
muchísimo . (Luthier de guitarras, miembro de la AAL, 19/08/2008).
”
El testimonio de otro miembro de la AAL se orienta en el mismo sentido: “Es muy difícil. Es muy difícil por los costos que tiene enviar
algo para afuera. Yo creo que hay como pasos previos, digamos. O sea, qué la Asociación exporte, significa que la conozcan en el
exterior y que conozcan lo que hacemos. Si no conocen lo que hacemos, entonces qué vamos a exportar. Esto lo hablamos con la gente
del Banco [arrastra la voz en expresión de cansancio] y los tipos se re interesaron… entre comillas…” (Luthier de charangos, miembro
de la AAL, 12/08/2008).
57
III.II. Las dinámicas asociativas y sus efectos: temas emergentes en torno a la
AAL
Esta acción macaría un hito, tanto en la conformación del grupo, así como para la
visibilización del sector. La realización de una muestra anual, va a consolidarse como
el rasgo más fuerte de identidad de la organización. Además, va a constituirse como el
elemento que marcará el “tiempo interno” (Etkin y Schvarstein, 1989) de la institución.
Las memorias sobre cómo se gestó la realización de la primera muestra, hablan de la
conformación de un grupo con fuertes lazos de cohesión y solidaridad. En relación a
las modalidades de gestión y dinámicas organizativas, hay que destacar las
referencias a un marcado voluntarismo50.
49 “Nosotros nos formamos hace unos 10 años, una cosa así. Y comenzó con la necesidad de conectarse con otros colegas, porque es
un trabajo bastante enigmático… era bastante enigmático en cierto momento. Quiero decir, que se transmitía de un maestro a un
aprendiz, o a veces se trabajaba a taller cerrado con mucho… esta cuestión de secretos, que no existen; pero bueno, se trabajaba de
esa manera, un poco esa era la costumbre… medio medieval la cuestión, ¿no? Bueno, lo que tratábamos era de romper un poco con
esto y juntarnos como para pasarnos experiencias de laburo entre nosotros y hacer… Eso sobre todo, pasarse experiencias de laburo; y
una exposición anual, que la estamos llevando a cabo todos los años”. (Luthier de charangos, miembro de la AAL, 12/08/2008).
50 “La muestra del Centro Cultural Borges –yo aún no era parte de la Asociación, pero estoy enterado- tuvo éxito en cuanto a que se
dieron a conocer. Pero, por ejemplo, en el Borges era todo tan a pulmón que no había seguridad, ¿no? Entonces se turnaban y por
noche se quedaban dos de guardia, encerrados en el centro cultural, para cuidar los instrumentos. Un ejemplo de cómo empezó la
historia. Y yo creo que esas situaciones generaron vínculos muy fuertes. […] De esa muestra no tengo muchas referencias más de lo
que me han contado, pero evidentemente fue suficiente como para continuar. […] Ahí es como que se forma realmente la Asociación, y
con la intención de hacer muestras”. (Luthier de guitarras, miembro de la AAL, 07/08/2008).
58
central de asociarse para la realización de muestras y la mención al alto nivel de
calidad de los instrumentos producidos por los socios.
Por otra parte, en las entrevistas también se registra como rasgo de identidad
institucional, referencias que se orientan a diferenciar a la AAL de otras organizaciones
de artesanos en el país, por su alcance nacional y la promoción de actividades. Esto
se menciona como valoración positiva, en contraste con otras organizaciones de
artesanos que se nuclearían sólo en torno a la realización de fiscalizaciones o para
regular el acceso a ferias en la vía pública.
Por otra parte, a los ojos de luthiers que no integran la asociación y personalidades
ligadas al sector las apreciaciones al respecto son contradictorias, en tanto dicha
“pluralidad” no permitiría otorgar visibilidad a familias de instrumentos con
representación minoritaria en la AAL.
Finalmente, cabe destacar una tensión en los relatos de los miembros de la AAL en
relación al carácter nacional de la misma. Si bien se reivindica el alcance nacional, se
registran referencias a que la dinámica organizativa y decisional se desarrolla
principalmente en la Ciudad de Buenos Aires.
Otro aspecto central sobre el que se indagó en las entrevistas fue acerca de la
funcionalidad de la institución: para qué sirve y para qué debería servir. Para ello, es
pertinente recuperar la percepción de los entrevistados presentada sobre el propio
oficio, su caracterización y problemáticas productivas y sociales.
59
destacamos. Pero también se identifica a la AAL como una respuesta al aislamiento
personal, en un ambiente signado por la volatilidad económica y altísima complejidad
del espacio metropolitano. Esta ruptura del aislamiento, se interpreta como un
elemento de contención para los productores, pero sobre todo como un hecho que
permitió una transformación en la forma de distribución del conocimiento y, en
consecuencia, en las relaciones de poder en el sector. En ese sentido, entre los
asociados se reconoce a la AAL como una herramienta de democratización del acceso
al conocimiento, que iría a contramano de la tradición artesanal.
Los miembros de la AAL reivindican entonces, haber podido romper con el ocultismo,
con el trabajo a taller cerrado; haber logrado desterrar mitos del oficio mediante el
intercambio de información. Ese es uno de los núcleos duros del relato. En ese
sentido, se hacen referencias a la necesidad de recuperar cómo fue la historia de
cada uno, la historia formativa, lo que remite al altísimo componente de conocimiento
tácito que caracteriza a un oficio51.
51 “En principio la Asociación, ¿cómo surge?, por la necesidad de comunicarse, de conectarse con otros luthiers, donde el oficio es
siempre muy cerrado, muy enigmático y medieval. Algún aprendiz que barre el piso y te ve hacer alguna cosa, pero que no le dejás ver
el resto… En realidad, miedo a que te saquen el laburo, a no entregar información. ¿Para qué se hace eso? ¿Para qué no entregás
información? Para tener vos el poder. Es sencilla la cosa, no hay mucha vuelta. […] Era romper con eso, poder comunicarnos entre
nosotros y abrir la luthería, abrir un panorama… como una salida laboral para otra gente... qué sea una cosa normal, qué se yo, como
hacer un pan, una pizza; no hay mucho secreto… Después está la mano de cada uno; que te salga mejor o peor, bueno ya queda en
cada uno… Esto surge por esta necesidad nuestra, individual de abrir un poco el panorama, de acordarse de cómo fue la historia de
cada uno, digamos: cómo empecé yo. Yo empecé haciendo un instrumento sin tener idea de nada; me lo hacía para mí porque tenía
ganas y me gustaba, y yo tocaba y quería hacerme uno… Y nadie me dijo nada. Y yo todo lo que fui aprendiendo lo fui aprendiendo solo
y al pasar… Es decir, empírico absoluto: prueba-error, prueba-error, prueba-error…” (Luthier de charangos, miembro de la AAL,
12/08/2008)
60
crítica de luthiers, concentrados en un mismo espacio de visibilización, agrupados en
listados de artesanos según especies de instrumentos.
Para integrar dichos listados, los artesanos deben cumplir con dos condiciones: estar
asociados a la institución y ser lo que denominan internamente socio activo. Para
contar con la condición de socio activo, los asociados deben atravesar positivamente
una fiscalización, a cargo de comisiones evaluadoras, según la familia de instrumentos
de la que se trate. De esta manera, se configuran dos categorías principales: socio
activo y socio adherente, a las que hay que agregar una tercera categoría, la de socio
honorario52.
En tanto, solo los socios activos tienen derecho a formar parte del sitio web. El mismo
es reconocido como un logro organizacional, cómo instrumento de difusión y respaldo
institucional a los productores. Es definido como algo que funciona, al igual que las
muestras, y es valorado por la generalidad de los asociados53.
52 “Hay tres categorías: está el socio adherente, que es cualquier persona que quiera acercarse y adherir a la causa; está el socio
honorario, que son elegidos a dedo por algún motivo muy particular; y está el socio activo, que es la gran masa de luthiers en actividad.
Para ser socio activo, o sea miembro activo de la Asociación, tenés que pasar una fiscalización, de calidad. Si el instrumento no tiene la
calidad, no pasas la fiscalización, es decir sos rechazado como socio activo; seguís siendo socio adherente, te marcamos todos los
errores y métodos para solucionarlos, y podés presentarte a las fiscalizaciones siguientes”. (Luthier de guitarras, miembro de la AAL,
07/08/2008).
53 “La web fue un gran logro. A través de la web nos contacta un montón de gente. Y eso funciona… En la web aparecen
exclusivamente los socios activos, o sea… El socio activo es el socio que la Asociación recomienda. Si vos no laburás bien o no
sabemos cómo laburás, no te recomendamos; esa es la idea. Una vez que laburás bien, te recomendamos. Y te recomendamos implica
que cuando alguien manda un mail diciendo… ‘Quisiera me recomienden un constructor de violines’, la respuesta es ‘Bueno, el listado
de constructores de violines, de socios activos que construyen violines, es este’. Y se le manda el listado o se lo invita a que lo revise en
la web. Nunca hacemos una recomendación puntual. Por ahí sí si es alguien muy particular que dice ‘Vivo en el Chaco. ¿Conocen algún
constructor de, lo que sea, en el Chaco’. Y sí, si hay alguno en el Chaco, sí, se lo mandamos. Pero digamos no hacemos
recomendaciones; no diferenciamos calidad de constructores. Una vez que son socios activos, son todos iguales”. (Luthier de guitarras,
miembro de la AAL, 07/08/2008)
61
Espacios regulares de intercambio y organización colectiva. Foro y reuniones.
Si bien podría decirse que la muestra anual marca el ciclo organizacional más
significativo de la institución –sobre lo que nos extenderemos más adelante-, a lo largo
del año, entre muestra y muestra, existen mecanismos regulares de intercambio y
coordinación entre los miembros de la AAL. Estos son la participación en el un foro
digital y la realización de reuniones de Comisión Directiva (CD) ampliadas –abiertas a
todos los asociados- donde se tratan problemáticas institucionales, se circula
información y se coordinan algunas acciones colectivas.
El sector no solo cuenta con poca visibilidad para los productores y sus instrumentos,
sino que también se desarrolla en un contexto de dificultad en lo que hace al
aprovisionamiento de insumos, siendo que muchos son importados. En este sentido, el
foro aparece como una herramienta fundamental para resolver colectivamente esta
problemática, en un contexto en el que los productores adoptan una actitud de
exploración permanente. Se menciona que a través del foro se intercambian distintos
tipos de información –como materiales sobre técnicas constructivas, información sobre
proveedores, etc.- y también se coordinan algunas compras de insumos en el mercado
interno y externo. Por otra parte, el foro también es espacio de debate institucional54.
54 “Tenemos un foro, en el cual nos comunicamos continuamente; una reunión mensual de Comisión Directiva. Pero en general es una
cuestión ampliada, donde van todos los socios y exponemos nuestras inquietudes y problemáticas, y se trata de resolver esos temas.
En cuanto a compras de maderas, nos sirve mucho esto de estar juntos; se han hecho compras compartidas”. (Luthier de charangos,
miembro de la AAL, 12/08/2008)
55 La caracterización se inspira en la tipología de las redes cooperativas presentada en MENZANI, T. y ZAMAGNI, V. (2008).
62
En ese sentido, como veremos más adelante, la intensidad de las interacciones entre
los asociados parecería crecer en torno a la organización de la muestra. La misma se
financia con recursos aportados por los expositores, quienes deben pagar un canon de
exposición.
56 Un testimonio sobre el origen de la institución da cuenta del lugar central de la muestra anual como motor de la fundación de la AAL,
siendo su rasgo más fuerte de identidad hasta la actualidad. “Mirá, la Asociación… hace 10 años, aproximadamente, se juntó un grupo
de 20 luthiers que decidieron tirar todos para el mismo lado, con la única intensión de hacer una muestra. Eso terminó armando una
63
Cabe destacar dos abordajes para el tratamiento de dichos proyectos. Por una parte,
debemos considerar como dato la mera mención a los mismos, en muchos casos con
apariciones repetidas entre distintos entrevistados. Por otra parte, es importante
considerar las apreciaciones sobre las posibilidades de concretar esos proyectos, en
términos de expectativas.
La identificación de los proyectos será clave, entonces por distintas razones. Por una
parte, habiendo identificado las necesidades del sector, para poder considerar
alternativas posibles para atenderlas. Posteriormente, durante el proceso de
acompañamiento en la co-gestión de proyectos, será fundamental recuperar dichos
proyectos como dispositivo de movilización (recuperarlos para resignificarlos; poner en
duda lo posible).
57 “Creo que lo más interesante sería, en ese término, hacer contacto con algún revendedor que tenga algún local… Lo que pasa es
que no conozco el mercado allá”. (Luthier de guitarras, miembro de la AAL, 07/08/2008).
64
- Se manifiesta el deseo de que la institución cuente con un local propio, pero se
encuentran referencias a la dificultad de lograr compromiso para desarrollar el
proyecto por parte de los asociados. En tanto, se aprecia como un obstáculo la
informalidad presente en el sector58.
- Recurrentemente se manifiesta el deseo de participar en ferias internacionales,
pero se mencionan dificultades organizativas, económicas y de falta de apoyo
institucional, lo cual es considerado como un requisito indispensable para un
proyecto de este tipo59.
- Ante los altos costos para asistir a ferias en el exterior, se menciona la
posibilidad de enviar un representante de la AAL.
- Se manifiesta el deseo de contar con un catálogo de instrumentos y sus
autores, pero se consideran altos los costos y muy dificultosa la logística de
producción.60
58 “Siempre está como deseo tener el local de la Asociación, pero es una cuestión de deseo nada más: no se trabaja para eso, nadie
asumiría la responsabilidad de ir a atenderlo. Obviamente es algo muy solucionable, con un empleado, ¿no? Pero… tiene que ser un
empleado bien capacitado, que tampoco sería problema. Pero… debería estar todo dentro de un marco jurídico-contable correcto, y en
general estamos todos fuera de ese sistema. Hay pocos, realmente pocos, que estamos inscriptos y podemos facturar. En mi caso yo
estoy inscripto, puedo facturar, todo bien… No hago una factura nunca. Pero, me olvido; no es una cuestión de recomendación del
contador para evitar impuestos. Ningún cliente me lo exige… No sé, si tuviera que hacer una factura hoy tengo que buscar dónde está el
talonario.” (Luthier de guitarras, miembro de la AAL, 07/08/2008).
59 “La NAM es una feria internacional de música en Los Ángeles. Hay otra importante que se hace en Europa, en Alemania… creo que
en Stuttgart. Se hacen una vez por año. Pasa que los costos son impresionantes. […] Es mucha plata para un puesto en un lugar. Y ahí
no hay tutía… […] Habría que subvencionar… Ahí va gente de todo el mundo a comprar instrumentos, a ver; sobre todo negocios van,
dueños de negocios. Entonces son lugares que favorecerían a la Asociación… eso, mostrarse como Asociación con lo que nosotros
hacemos. Yo creo que ese sería un paso previo a poder exportar”. (Luthier de charangos, miembro de la AAL, 12/08/2008).
60 “Un buen catálogo… Esa es otra cosa que queríamos hacer, un catálogo de los miembros de la Asociación, un libro, que también
tiene costos altísimos y muchas dificultades técnicas… no sé, de fotografía, nada más… Tendría que ser el mismo fotógrafo, ir por todos
los talleres o los socios, sacar fotos a sus instrumentos, el mismo fotógrafo. Hay mucha gente del interior; habría que mandar el
fotógrafo a Lago Puelo, a Misiones, a Córdoba… […] Y después la impresión. Y bueno, y todo eso… y es un costo la verdad […]
Hemos averiguado y la verdad es que es muy alto. Pero eso está en el tintero, eso habría que hacerlo en algún momento“. (Luthier de
charangos, miembro de la AAL, 12/08/2008).
65
perspectiva de los entrevistados, difícilmente puedan desarrollarse acciones concretas
con el Estado61.
61 Un socio fundador relata la experiencia de un proyecto suyo que contó con el aval de la AAL y que fue presentado ante el Gobierno
de la Ciudad en 2004. Cuenta que había formulado un proyecto para que se cree un Centro Metropolitano de Luthería. Explica que el
proyecto había sido aprobado, para la construcción del centro en un edificio de un antiguo mercado de Palermo Viejo. Allí habría
vidrieras, talleres para producir, un auditorio y un bar temático. El proyecto debería ejecutarse desde el 2005, pero la aprobación de la
ejecución presupuestaria nunca llegó a concretarse. En su relato el entrevistado se describe como “una mojarrita entre tiburones”, en
referencia a la dificultad de desenvolverse en el espació burocrático y político. Señala que “estuve muy mal asesorado”. Dice que ahora
quiere trabajar con privados. Que es como el dicho de que “el que se quema con leche ve la vaca y llora”. Explica emocionado que
dedicó sudor al armado del proyecto, que le dedicó 9 años de trabajo. Dice estar cansado de la gestión; se refiere al trabajo con el
Estado y con la AAL. (Entrevista realizada el 08/07/2008).
62 “Muchas veces nos planteamos por qué la gente se va y no tenemos más socios; no está tan difundido. Si es algo que nos conviene
a todos, por qué la gente del interior no se acerca a asociarse; y creo que es el tema de darle algo más al socio, puntualmente lo que es
formación, material de estudio e intercambio. Y lo que hemos hablado es el tema de beneficio. O sea, no te digo un sindicato, pero una
especie de convenio con ciertos lugares, ciertas casas que venden madera, ciertas casa de música, donde el socio tenga un descuento
considerable; o cierta cosa a parte de la exposición anual, aparte de la invitación a exponer en lugares del interior; como que la
biblioteca y esas cosas”. (Luthier de guitarras e instrumentos de viento, miembro de la AAL, 19/08/2008).
66
Pareciera haber cierto deseo en el desarrollo de nuevas acciones. Las inquietudes
sobre nuevos proyectos se orientan también a resolver problemáticas de la órbita de la
seguridad social. Ante ello, se plantean interrogantes sobre la dinámica, organizativa y
figura jurídica que la asociación debiera adoptar.
67
elementos de diferenciación aparecen la calidad constructiva y el grado de
participación64.
64 “En realidad el número de socios no corresponde con la cantidad de gente que trabaja activamente para la Asociación. De los ciento
cincuenta socios, hay veinte tipos que laburamos en beneficio de la Asociación y hay ciento treinta que rescatan lo que pueden rescatar
y cuando hay que laburar se hacen los distraídos. Esa es la realidad. Supongo que es la realidad de cualquier Asociación. Pero también
comprendo que para sea útil y visible el laburo de estos veinte tipos, hacen falta los ciento treinta. De nada serviría tener una Asociación
de veinte luthiers; que todos laburemos y que esté bárbaro… No. Lo que ocurre es que también coincide que los que más nivel tenemos
somos los que laburamos; más nivel en cuanto a calidad de construcción. Es muy raro eso. De alguna forma, somos los que menos
necesitamos de esa historia. Sin embargo, creo que lo que necesitamos es el vínculo entre nosotros para poder intercambiar
información. Y eso creo que es el motivo que la mantiene… Digamos, la excusa es la Asociación y armar una exposición y… no sé, y
armar jornadas de charlas o lo que fuese. Pero… es la realidad de la Asociación, es todo muy casero… no hay una historia tampoco”.
(Luthier de guitarras, miembro de la AAL, 07/08/2008).
68
aparición de una caracterización similar al momento de hablar de la gestión de la
institución65.
b. En relación con el entorno
Como experiencia exitosa se destaca una relación entablada con el Fondo Nacional de
las Artes. Sin embargo, la posibilidad de avanzar en dicha relación se topa
nuevamente con la falta de regularización de la situación legal y contable de la
institución.
65 “Antes era un grupo de gente… teníamos nombre de Asociación pero no lo éramos realmente. Y, por ejemplo, hace más o menos
siete años, que hay un número de personería jurídica, que estamos constituidos legalmente como Asociación. Pero por irregularidades
nuestras, desprolijidades me refiero, nunca hicimos ‘memoria y balance’ en todos esos años. En realidad tampoco había dinero para
hacer eso. No es que las irregularidades fueron que alguien se afanó la guita; no había guita. Pero, digamos, lo poco que se manejaba,
no quedaba asentado. Nosotros pagábamos una cuota de $60 al año. La mitad de los socios no la pagaba. Para esos socios no había
ningún tipo de castigo, por ejemplo. Es más, hay gente que llegó a deber 5 años. Y en realidad no es mucha guita. Entonces, de repente
el tipo “che, loco, te vamos a dar de baja, porque, nada, porque no pagás”, “uy, no” y te lo paga, y listo. Situaciones así. Y eso no
quedaba asentado en ningún lado; simplemente quedaba asentado que el tipo ya no debía más. Ahora por lo menos hacemos las actas.
No teníamos contador. El tesorero anotaba en un cuadernito, qué se yo, pero nunca hizo ‘memoria y balance’. Ahora tenemos un
contador que hace y está haciendo…” (Luthier de guitarras, miembro de la AAL, 07/08/2008).
69
CAPÍTULO IV
Jean Lave
Así, en forma preliminar, concluimos que al realizar las entrevistas a actores del sector
en Argentina en 2008 nos encontrábamos frente a un sector caracterizado por el
aislamiento de sus instituciones y la debilidad de sus estructuras de gestión para
avocarse al desarrollo de los proyectos planteados durante las entrevistas como
deseos o expectativas a futuro para fortalecer la institución. Situación ésta que
adquiere mayor complejidad si echamos luz sobre las perspectivas y expectativas de
los integrantes de la institución para actuar de manera organizada en el desarrollo de
nuevos proyectos, al interior de la propia organización o en relación con otros actores
institucionales. En dichos discursos, observamos indicadores de una debilidad
significativa en términos de capital social e historias institucionales donde se combinan
relatos sobre algunas acciones exitosas y vínculos afectivos intensos, con
frustraciones marcadas para el desarrollo de nuevos proyectos por sobre los niveles
de institucionalidad creada.
70
en la dinámica de los procesos institucionales de dichos actores, orientándose a la
movilización de vínculos y representaciones sociales de los actores.
La apuesta inicial del tesista fue la de proponer a organizaciones del sector –la AAL y
El Virutero- el acompañamiento para el desarrollo de proyectos puntuales esperando
que éstos movilizaran la realidad interna de dichas instituciones. La resultante fue la
activación de un proceso en el que se encadenaron distintos proyectos, los cuales no
solo movilizaron internamente a las organizaciones, sino que generaron nuevas modos
de relación entre éstas y con otros actores del entorno. Todo ello no estuvo exento de
obstáculos y contradicciones; por el contrario, en el transcurso del proceso se
observan marcadas tensiones y resistencias ante las proposiciones efectuadas así
como entre visiones encontradas entre los participantes. Así también, se registraron
momentos de aceleración de los acontecimientos, donde se quebraron dinámicas
típicas de funcionamiento institucional, con correlatos en la emergencia de nuevos
sentidos de interpretación de los hechos, el entorno institucional y el futuro por venir.
66 Vale la pena enfatizar aquí la perspectiva de análisis propuesta por a Wertsch (1991), a la cual hicimos referencia anteriormente. Es
dándole prioridad analítica a las acciones que intentaremos dar cuenta de los seres humanos en contacto con su ambiente, creándolo y
recreándose a sí mismos a través de su involucramiento con las proposiciones efectuadas.
71
- Diferentes ciclos de las iniciativas de cambio llevadas a cabo, con momentos
de estancamiento y aceleración, donde se registra la ramificación de efectos no
planeados (Etkin y Schvarstein, 1989) vinculados a las proyectos
desarrollados.
- El desarrollo de “acciones de refuerzo” (Senge, 2000) del cambio activado,
promovidas por el tesista, donde los modos de recursividad entrópica mutaron
hacia una retroalimentación positiva que permitió volver a acumular
organizacionalmente y desplegar nuevos procesos de refuerzo del cambio y
fortalecimiento institucional.
- La aparición de señales de aprendizaje institucional y “cambio profundo”,
donde se registran nuevas formas de significar el curso de los acontecimientos
por parte de los actores, así como un alargamiento de sus horizontes de
previsión.
- La cristalización de tendencias en hechos concretos de articulación
interinstitucional (partenariados), lo que permite avizorar posibilidades
concretas de construir una “estructura de sostén” para el sector de la luthería,
con perspectivas de internacionalización, sobre la base del cambio y refuerzo
de vínculos intra e inter-institucionales.
Para dar cuenta del macro-ciclo, proponemos una subdivisión del mismo en tres micro-
ciclos, de acuerdo a las distintas coyunturas que se presentaron en la evolución del
proceso de cambio. Las mismas estuvieron signadas por distintas crisis (en las cuales
entraron en juego aspectos relativos a la identidad institucional), la acumulación de
distintas “capacidades de aprendizaje organizacional” (Senge, 2000) y por mutaciones
67 Etkin y Schvarstein (1989) consideran que puede conceptualizarse la temporalidad de una institución usando la noción de macro-
ciclo. Es llamado así, no por su duración, sino por su relevancia para la institución. Es un rasgo fuerte de identidad, condicionante de los
demás ciclos, sobre los cuales prevalece. Aplicaremos la noción, para describir las dinámicas internas de la AAL, pero también para
considerar el proceso de acompañamiento como conjunto, aunque ambas descripciones se distinguirán como dos temporalidades
diferentes, yuxtapuestas cronológicamente.
72
(reacomodamientos) en la relación entre el tesista y la AAL. En el salto de un micro-
ciclo a otro, observamos acontecimientos que marcan rupturas, novedades en los
vínculos y la aparición de nuevos significados entre los miembros de la organización.
El primer micro-ciclo estuvo signado por la proposición de distintas acciones por parte
del tesista ante un “grupo piloto” conformado mayormente por líderes históricos de la
AAL, integrantes de la Comisión Directiva (CD). Este período estuvo caracterizado por
fuertes resistencias por parte de dicho “grupo piloto”, la predominancia de la oferta por
parte del acompañante (proposiciones de realización de proyectos de distinto tipo) y el
intento sostenido por “construir la demanda” (Schvarstein, 1998) entre los miembros
de la organización. La finalización de este micro-ciclo coincide temporalmente con la
publicación de una revista institucional, producida en el marco del acompañamiento y
presentada en la muestra anual de la organización, en octubre de 2009.
73
demanda explícita de acompañamiento por parte de la organización. En este marco,
se desplegaron estrategias orientadas a reforzar el proceso de cambio iniciado, en un
intento por dar algún “cauce” a las nuevas voluntades que se sumaban a la gestión de
proyectos, así como por sostener las vinculaciones con otros actores.
En este marco, se evidenció lo que podríamos llamar una crisis funcional y de sentido
en la institución, ante lo cual el tesita convocó a una actividad en modalidad de taller
abierta a todos los asociados, con la finalidad de definir objetivos de corto, mediano y
largo plazo, de manera tal de orientar y priorizar las acciones que se venían
desarrollando.
Luego de las actividades de taller se abre la segunda fase del micro-ciclo. Así, el
acompañamiento pasa a focalizarse en la conformación de un nuevo “grupo piloto”,
con la misión de desarrollar acciones concretas de corto plazo, alineadas con los
objetivos planteados en las actividades de taller. La apuesta aquí fue la de lograr
acciones visibles en relación a los objetivos planteados.
El producto de esta fase se vio reflejado en la muestra anual de 2010, en ocasión del
décimo aniversario de la AAL, para la cual se fortaleció la rama de instrumentos de
cuerda frotada, se concretó un segundo proyecto editorial (un catálogo digital de
instrumentos y autores, esta vez producido integralmente por la AAL, sin intervención
del tesista) y se planificó la comunicación institucional de la muestra (diseño de isotipo
en referencia a al décimo aniversario de la AAL).
68 Se crearon cuatro áreas que funcionarían como “grupos piloto”: Administración y Finanzas. Secretaría, Exposiciones, Comunicación.
74
significativos en la puesta en orden de la documentación legal y contable de la AAL y
la completa renovación de autoridades en la institución.
Para saldar estos obstáculos, la proposición del tesista fue la de iniciar reuniones
periódicas vía skype, con la representación de todas las partes de la AAL
involucradas, hasta que la redacción del proyecto estuviera finalizada y fuera
presentada ante el MTEySS (organismo receptor). En este período, se observan las
siguientes novedades institucionales: la articulación sostenida entre la AAL y escuelas,
la asimilación del uso de metodologías desarrolladas durante el acompañamiento por
parte de la nueva CD (reuniones periódicas vía skype) y la total regularización de la
documentación legal y contable de la AAL (iniciada en la transición entre una gestión a
otra).
Las acciones coordinadas por el tesista (coordinación entre instituciones vía skype
para el desarrollo del proyecto de formación) y las desarrolladas en forma autónoma
por la AAL (regularización de documentación legal), permitieron presentar el proyecto
de formación ante el MTEySS y la Secretaría de Cultura, luego de dos años de gestión
y debate intra-organizacional al respecto.
75
La relevancia del acontecimiento, rebasa la firma del documento, ya que es
presenciado por cinco escuelas de luthería de distintos puntos del país, que participan
de la muestra. Además de “El Virutero” y las escuelas de Cosquín y Lago Puelo –
fuertemente ligadas a la AAL- participan de la muestra la Escuela de Tucumán y la de
Cafayate. De manera conjunta, las cinco instituciones educativas acuerdan con la
nueva CD su vinculación formal a la AAL, cambia la naturaleza de los vínculos que se
articulan en torno a la entidad, dando paso a relaciones de “segundo grado” (entre
instituciones).
69 “En el análisis diacrónico, un estado (como el clima interno, la cohesividad, el control) se explica por sus valores anteriores.
Invervienen en lo diacrónico factores históricos tales como las condiciones fijadas en la creación de un hospital” (Schvarstein, pág. 104).
Lo mismo sucede con la AAL: los tiempos internos, valores y alcances de los objetivos, están signados por relatos que hacen al mito
fundacional y a su contexto.
70 Siguiendo a Etkin y Schvarstein (1989) podemos decir que las instituciones cuentan con una temporalidad que les es propia, que
ellas mismas elaboran y con la cual desarrollan en el espacio sus actividades.
76
2. El “tiempo del acompañamiento”, ordenado en un macro-ciclo, que
contiene los segmentos encadenados de micro-ciclos. La metáfora que
representa este tiempo es la de la “espiral”, en representación de la
acumulación, los procesos de refuerzo y la ampliación de las relaciones
con agentes externos, así como la ampliación de los horizontes de
posibilidades de actuar. Las primeras fases del “macro-ciclo” del
acompañamiento pueden caracterizarse como “tiempo externo” (Etkin y
Schvarstein, 1989), en tanto el ritmo de las acciones es inducido desde
afuera, por el tesita. En la medida que avanza la relación tesista-
organización, podemos decir que ambas dimensiones del tiempo
tenderán a converger, aunque alterándose la dinámica de ambas.
3. El “tiempo cronológico”, lineal, que permite el ordenamiento de los
sucesos de manera expositiva.
Estas tres dimensiones del tiempo estarán presentes en la descripción del proceso de
acompañamiento.
71 El Régimen de Mecenazgo es un sistema de promoción cultural establecido por ley por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,
mediante el cual personas físicas y organizaciones sin fines de lucro pueden presentar proyectos culturales para recibir aportes a través
de un mecanismo consistente en que a las empresas que tributan en la Ciudad pueden destinar parte de lo que pagan en concepto del
Impuesto sobre los Ingresos Brutos, directamente a proyectos culturales declarados de interés por el Consejo de Promoción Cultural y
aprobados por el Ministerio de Cultura. Ver: http://www.buenosaires.gov.ar/areas/cultura/mecenazgo (última consulta efectuada: el
11/12/2011))
77
El listado de ideas-proyecto había sido elaborado por el tesista en base a la
recuperación de “temas emergentes” identificados en las entrevistas cualitativas: viejos
proyectos, así como nuevas proposiciones, tomando como insumo preocupaciones de
los actores detectadas en cuanto a la promoción institucional y sectorial en general.
78
proponer la participación formal de ambas entidades en los proyectos conjuntos a
desarrollar
- Fuertes desconfianzas en la posibilidad de articular con entidades estatales, en
particular con la gestión del Gobierno de la Ciudad.
Con posterioridad a estas reuniones iniciales se comenzaron las gestiones para poner
la documentación contable al día. Esto movilizó una demanda interna en la
organización, en un intento de centralizar y ordenar la documentación existente.
Instancia ésta que, lejos de desarrollarse sin dificultad, suscitó intensos debates,
evidenció un desorden administrativo significativo y puso a la organización frente al
desconocimiento del encuadre fiscal que debía tener. Un aspecto a señalar es que el
intento de resolución de estas problemáticas no contemplaba la realización de
consultas formales a especialistas en el tema.
72 La citación tenía como antecedente reuniones previas al inicio del acompañamiento entre el tesista y un referente del MTEySS con
motivo de evaluar posibilidades de desarrollo de proyectos con la AAL y/o El Virutero. La convocatoria no es difundida inicialmente al
tesista por parte de los miembros de la AAL convocados.
73 Senge (2000) describe dinámicas típicas que se desarrollan en los procesos de cambio organizacional, donde siempre aparecen
obstáculos. El autor realiza una tipificación de lo procesos, que será de suma relevancia para describir las problemáticas emergentes en
la evolución del proceso desarrollado.
79
“¡No tenemos tiempo para esto, nosotros somos luthiers!”74. La evolución del
proceso de acompañamiento empezó a demandar cada vez mayor tiempo para la
gestión e implementación de proyectos. Comenzó a aparecer fuertemente este
argumento, enlazado con un señalamiento de “falta de ayuda”75 en relación al resto de
los socios.
Así, frente a la presión por dar pasos adelante –en esta instancia por las fechas de
cierre de la convocatoria a Mecenazgo- la CD comenzaba a desarrollar argumentos
explicativos sobre porqué no se concretaban las acciones. La “falta de ayuda”76 por
parte de los socios –quienes desde la perspectiva de la CD mantenían una actitud
pasiva- se anteponía como argumento a un relato que enaltecía una historia de
“esfuerzos” de la CD desde el nacimiento de la asociación. De esta manera, el grupo
piloto se colocaba en una condición de “víctima”, donde la “falta de ayuda” provenía
internamente de parte de los socios y, externamente, de parte de entidades estatales,
frente a las cuales se manifestaba una gran desconfianza. Los argumentos al respecto
se apoyaban en las experiencias previas –ya citadas- y en la sospecha de que las
convocatorias por parte de las entidades estatales tenían como motivación la
capitalización política a costa del oficio.
74 Adaptación de situación típica descripta por Senge (2000) para los inicios de procesos de aprendizaje organizacional.
75 Idem.
76 Este es otro de los “retos” típicos de los procesos de cambio señalados por Senge (2000).
80
Sin embargo, las gestiones realizadas conjuntamente con los socios entre el tesista y
socios “no históricos” no se hacían el suficiente eco en las reuniones de los integrantes
de la CD. Tal situación introdujo el interrogante al tesista sobre la existencia tácita de
dos categorías de asociados: quienes tenían voz al interior de la CD y quienes no.
Paradójicamente, mientras el grupo líder reclamaba mayor participación, atravesaba
una suerte de encapsulamiento, sin lograr delegar tareas o sin legitimar aquellas que
eran delegadas77.
En este marco, se realizó una reunión que fue presenciada por una significativa
cantidad de miembros históricos de la AAL, donde se propuso votar si se continuaba o
no con el proyecto de “Mecenazgo”. Fue una oportunidad para el tesista para volver a
explicar, ante una cantidad significativa de referentes de la AAL, los objetivos del
acompañamiento y la integralidad de las iniciativas que se estaban barajando para el
fortalecimiento de la AAL. Luego de un intenso debate, se decidió por votación seguir
adelante con el proyecto de presentación ante “Mecenazgo”.
77 Una estrategia para la ruptura de este encapsulamiento, se encarará en el segundo micro-ciclo, mediante el desarrollo de comisiones
de socios para la gestión y la realización de un taller para la definición de objetivos de la organización, donde los miembros históricos
fueron separados unos de otros en diferentes grupos de trabajo, para que no monopolizaran la palabra.
81
La situación dio un giro cuando, previo a la siguiente reunión entre la CD y la
Secretaría de Cultura, se manifestó una situación crítica al interior de la CD que
requirió de la participación del tesista: la falta de decisión sobre cómo afrontar la
reunión por venir con la entidad estatal, en el marco de los debates internos suscitados
acerca de la pertinencia o no de que la AAL encabezara un proyecto formativo. Así,
finalmente, el tesista fue convocado a la reunión para prestar apoyo.
A mediados del mes de agosto de 2009, emergió una tensión entre los tiempos
demandados por el acompañamiento –y la falta de resultados visibles- con el “tiempo
interno” de la AAL, ante la proximidad de la muestra anual, que debía desarrollarse
entre octubre y noviembre. Empezó a ponerse en cuestión la “pertinencia del
acompañamiento” (Senge, 2000) y el desarrollo de reuniones periódicas. El tiempo
demandado empezó a interferir con el macro-ciclo de la AAL, en el cual la realización
de la muestra anual constituye el rasgo de identidad principal de la institución (Etkin y
Schvarstein, 1989).
Hasta este punto, podemos decir que fue un período del acompañamiento en donde
primaron las “inversiones en iniciativas de cambio” (Senge, 2000) promovidas por el
tesista. Fue fundamentalmente un período de “proposición y espera”, donde la
respuesta por parte del grupo piloto se concretó a través de la participación en
reuniones en las que era posible generar consensos, pero donde aparecían
resistencias al momento de realizar acciones concretas, con cuestionamientos a los
agentes externos a la CD: tesista, entidades estatales, socios “no históricos”.
En este marco, dos hechos produjeron una ruptura y permitieron dar un giro en el
vínculo que se venía desarrollando entre el tesista y la CD, así como entre ésta y el
conjunto de los asociados. Fueron hechos que permitieron insertar proposiciones
dentro de la lógica del macro-ciclo de la AAL. Estos fueron:
82
La Secretaría de Cultura como aliado estratégico en la muestra anual. A dos
meses de la realización de la muestra anual, la AAL aún no contaba con
espacio físico para su realización, lo que generaba una situación de gran
incertidumbre en la CD. Fue a través de la Secretaría de Cultura que logró
gestionarse un lugar sumamente apropiado para la realización de la muestra: el
Centro Nacional de la Música78.
La propuesta fue aceptada por unanimidad por parte de la CD y abrió una fase de
fuerte movilización al interior de la organización. La producción de la revista era
posible de ser concretada sin alterar la modalidad fuertemente autogestiva de la AAL,
sería un producto para la muestra y era un viejo “sueño” no concretado –así
catalogado por lo miembros de la CD-.
83
Propuesta de edición de una publicación institucional de la AAL
Objetivo general:
Objetivos específicos:
Contar con un soporte gráfico a través del cual difundir el discurso institucional
Generar una nueva prestación institucional concreta, dando a los asociados una señal de
cambio organizacional
Entrar en contacto con instituciones internacionales del sector, a través del pedido de
artículos
Estructura de la publicación:
Contenidos:
Nota editorial
Catálogo de expositores
Sección “historias de la luthería nacional”: reportaje a personaje célebre
de la luthería nacional
Sección “Internacional”: artículo pedido a una institución extranjera
(escuela o asociación)
Sección “Consejos para el luthier”: Nota sobre consejos técnicos
redactados por un miembro de la AAL
Sección “Agenda”: Calendario de próximas actividades vinculadas al
sector de la luthería a nivel nacional e internacional.
Volumen de la publicación:
1 página por sección (aprox.)
+ páginas de catálogo
+ páginas de espacio publicitario
Modalidad de financiamiento:
Aporte de la AAL
Venta de pauta publicitaria
84
Adentrémonos en las acciones desarrolladas en el proceso de producción y sus
efectos al interior de la organización, en la relación con actores del entorno y en sobre
construcción del proceso de acompañamiento.
Este proceso contó con una intensa y amplia participación de una gran cantidad de
asociados, lo cual fue la “punta de lanza” para deconstruir el reto de la “falta de
ayuda”.
79 Senge (2000) destaca la importancia de dar lugar en los procesos de cambio organizacional a la producción de resultados
personales en el transcurso del mismo proceso.
85
- Se entabló contacto con la Escuela de Luthería de la UNT y se realizó un
intercambio de difusión de eventos80. Esto permitió generar un vínculo que
luego desencadenaría en visitas de una entidad a otra. Cabe destacar que “El
Virutero”, en tanto entidad educativa, jugó un rol fundamental para que pudiera
darse dicha articulación, lo cual es indisociable del proceso de
acompañamiento que se venía desarrollando simultáneamente con la escuela.
En ese sentido, este es uno de los puntos centrales de producción de sinergias
entre ambos acompañamientos81.
- Se comercializó pauta publicitaria.
- Se consiguieron auspicios de la Secretaría de Cultura y el Fondo Nacional de
las Artes.
Lo que interesa señalar con este hecho es una dificultad que apareció en forma
recurrente para establecer nuevas relaciones en un marco de confianza con actores
externos. La dinámica de la AAL daba muestras de cierto funcionamiento endogámico,
con fuertes limitaciones para trascender el ámbito de “lo familiar”. Sin embargo, cabe
destacar el desarrollo de intercambios por medio de mecanismos de reciprocidad,
aunque la exclusividad de este tipo de intercambios parecía por momentos convertirse
en una traba para establecer nuevas relaciones.
80 En el mes de noviembre de 2009 la Escuela de Tucumán realizaría unas jornadas en ocasión de su 60° aniversario.
86
dificultad de entablar relaciones con terceros para atender asuntos institucionales. En
ese sentido, este paralelismo fue usado para repensar la dinámica de funcionamiento
institucional.
87
La presentación de la revista en el marco de la muestra: credibilidad y
extrañamiento
88
IV.V. Segundo micro-ciclo: de noviembre de 2009 a febrero de 2011
Acciones de refuerzo del proceso de cambio sobre la emergencia de la
demanda por parte de la AAL.
89
En este marco, el tesista realizó una nueva propuesta trabajo y, una vez aprobada
por la CD, fue presentada a los socios en una reunión-taller, desarrollada en un
Bar de Chacarita, el 28 de diciembre de 2009.
Requisito para hacer viable la coordinación: tiene que haber una persona
encargada de centralizar toda la información: un referente a quien todas
las áreas puedan enviarle informes y que de esa persona salgan las
comunicaciones sintéticas y Newsletter. Sugiero que sea una persona
ordenada y con más o menos buena redacción. Además, tiene que ser
permeable a trabajar en equipo. Con esta persona trabajaría yo para ayudar
a ordenar la información.
Aclaración:
Los tres objetivos no se desarrollarían simultáneamente, sino en el orden
indicado.
Honorarios:
90
Circuito de gestión propuesto
Planificar Accionar
Evaluar Concentrar la
información y
comunicar a
los asociados
Luego de dicha reunión, entre los meses de enero y abril de 2010, las comisiones
empezaron a desarrollar distintas tareas. La mecánica era la siguiente: cada uno
de los cuatro grupos de trabajo contaba un referente, que era el encargado de
organizar la demanda de trabajo en cada grupo, realizar un informe –con un
modelo estándar- y luego enviarlo al coordinador (tesista). Éste último, enviaba la
información sistematizada, para que un socio realizara un informe –newsletter- a
ser enviado al foro de la institución
91
- El desarrollo de la comunicación institucional planificada, que recuperaba la
producción de los socios. En este sentido, la producción de newsletters
cumplía una doble función de visibilización de lo que acontecía en la AAL: por
un lado, daba a conocer ante todos los asociados los trabajos de gestión que
se venían desarrollando; por otro lado, mostraba ante la CD misma, el trabajo
realizado por los socios y la voluntad de comprometerse.
- El presidente empezó a delegar tareas concretas a socios concretos y a hacer
uso de la comunicación institucional planificada, fortaleciendo su liderazgo.
- Un gran desorden y dificultad de organizar el volumen de participación que se
había sumado a la gestión institucional.
92
- El pedido por parte de la CD de que el vicepresidente y director de “El Virutero”
encabezara las reuniones sobre los proyectos de formación. Esto planteaba
una situación indefinida en el marco del debate presentado en el punto anterior.
- Un fuerte debate sobre si la AAL debía ocuparse de temas educativos o no.
En este sentido, debemos marcar una tensión fuerte entre los objetivos o
propósitos enunciados en la historia y discurso oficial de la institución (contribuir a
la promoción de la luthería) y la evidencia de una puja de apreciaciones
(racionalidades acotadas) en el seno del “sistema de acción concreto” (Crozier,
1990). Por eso, decimos que ante esta situación, era posible comprender las
causas de la crisis que se había desencadenado, pero no cuál sería su evolución.
Era un momento de fuerte indeterminación donde la resultante tendría que ver con
la esfera política.
93
Resignificar las prácticas en el tiempo y el espacio: convocar a la participación
para confrontar apreciaciones cara a cara y definir objetivos colectivos de
trabajo
El objetivo propuesto para la actividad fue: revisar la visión y los objetivos de la AAL a
fin de lograr una mirada compartida de la organización ante el nuevo escenario y el
inminente aniversario de los 10 años de su fundación.
82 El taller se desarrolló en dos fechas, la primera en el Centro Nacional de la Música, con una asistencia de unos 20 luthiers; la
segunda, con menor participación, en la Mutual Sentimiento.
94
Asociación Argentina de Luthiers
Discusión en plenario:
¿Para qué estamos haciendo esto?
¿Qué resultados queremos producir?
Taller de revisión de objetivos de la AAL abierto a todos los asociados, abril de 2009
95
En la fase final del taller, el tesista convocó a la conformación de un nuevo “grupo
piloto”, esta vez denominado formalmente como tal y presentado de esta manera
ante la AAL. El mismo tenía como objetivo principal, la recuperación de algunos
objetivos de corto plazo planteados durante el taller y la concreción en acciones en
esa dirección.
Al cabo de 4 reuniones del grupo piloto, se presentó un informe ante la CD, donde
se plasmaba el siguiente balance:
Durante el año, 2010 se realizaron dos talleres para la definición de objetivos a corto,
mediano y largo plazo. Posteriormente, se inició el trabajo con un “grupo piloto” para
iniciar acciones vinculadas a los objetivos planteados en dichas actividades.
El grupo piloto funcionó durante 4 reuniones desarrolladas entre mayo y junio. Durante
esas reuniones se trabajaron las siguientes temáticas, que podríamos dividir en tres ejes
principales.
96
donde –como nueva experiencia piloto- se trabajó fuertemente sobre la “familia de los
instrumentos de arco”. Además, se editó un catálogo digital de productores e
instrumentos (mutación de la revista hacia un producto de difusión comercial) y se
diseñó en forma planificada la imagen institucional de la muestra (diseño de isotipo en
evocación a los 10 años de la AAL). También se contrató a un profesional para que
realizara acciones de prensa83.
97
estuvo a cargo de un socio (quien preside actualmente la entidad). Podemos hablar en
esta instancia, no solo de la aparición de la “demanda institucional”, sino de la
consolidación de un diálogo fluido, con efectos concretos, en la relación acompañante-
institución.
Otro dato a destacar es que tres de los cuatro socios que integraron el “grupo piloto”
conformado luego del taller de definición de objetivos pasaron a formar parte de la
nueva CD. Es decir, que el grupo piloto resultó ser –aunque de manera no planeada-
un terreno de preparación para la gestión, la reflexión grupal y el desarrollo de nuevas
e intensas adhesiones al proyecto institucional.
En este sentido, a esta altura del proceso, podemos decir que al interior de la AAL se
observan signos de maduración del proceso de aprendizaje organizacional.
98
IV.VI. Tercer micro-ciclo: de febrero a diciembre de 201184.
Sin embargo, el proyecto había traccionado para que la AAL comenzara el proceso de
puesta en orden de su documentación institucional y había operado como medio de
sostén para el mantenimiento del vínculo con la Secretaría de Cultura y el MTEySS. Al
iniciarse esta tercera fase de acompañamiento, la AAL ya contaba con avances
significativos en relación a su regularización legal y contable, pudiendo avanzar sobre
la presentación del proyecto formal.
84 Si bien la renovación de autoridades de la CD se produjo en el mes de abril de 2011, situamos el inicio de este micro-ciclo en febrero,
cuando el acompañamiento dio un giro para la asistencia de un proyecto puntual y el tesista comenzó a facilitar la articulación inter-
85 Nuevamente recuperamos la noción de autoorganización explicada por Etkin y Schvarstein (1989) para da cuenta de que, al
momento de analizar los modos de respuesta de una organización ante una coyuntura determinada, debemos considerarla dentro de los
marcos de su identidad y autonomía, es decir, sus particularidades de hacer y pensar, por parte de la organización en cuestión.
99
de la CD, localizada en Buenos Aires. Debía finalizarse un proyecto de formación –
previamente iniciado- del que participasen la Escuela de Lago Puelo, Chubut, y la
Escuela de Cosquín, Córdoba. Situación esta, que planteaba una dificultad de una
naturaleza nueva: la articulación de la AAL, ya no con luthiers “a secas”, sino con
luthiers que representaban a instituciones.
Usando la tecnología para acortar las distancias, crear sentidos colectivos sobre
un proyecto, mediante la “rutinización” del diálogo sobre las prácticas.
Ante esta coyuntura, el tesista planteó como condición para el inicio de esta fase del
acompañamiento –consistente en la formulación del proyecto, búsqueda de
presupuestos y presentación ante el MTEySS- que se realizaran reuniones periódicas
en teleconferencia vía skype, en las que participara un representante de cada parte
implicada en el proyecto: de la CD y de cada escuela, además del tesista. Una
segunda condición planteada fue que las reuniones se desarrollaran siguiendo un
conjunto de reglas de participación, que ordenaran el diálogo86. La propuesta, en
definitiva, consistía en generar un espacio de “rutina” para atender a las necesidades
del proyecto.
86 Es importante señalar cómo una limitación tecnológica, la de de no poder hacer uso de la imagen en el diálogo, permitió mejorar
notablemente la comunicación grupal. Para evitar la superposición de voces, se creó una regla que otorgaba la potestad a quien
oficiase de moderador de llamar al silencio y reordenar el diálogo, asignando la palabra. La ausencia de imagen creaba –obligadamente-
un clima particular de concentración y escucha entre los participantes.
87 Es muy significativo destacar que la metodología de utilización del skype para el desarrollo de reuniones rápidamente fue
incorporada por parte de la nueva Comisión Directiva, lo que permitió a esta desarrollar sostenidamente reuniones semanales.
100
Capitalización de los vínculos creados con el entorno
Hacia finales del mes de octubre, el MTEySS comunicó a la AAL que el proyecto para
el desarrollo de acciones de formación en Lago Puelo y Cosquín había sido aprobado,
y que el convenio para su ejecución ya estaba en condiciones de ser firmado. Ante
esta situación, el tesista solicitó que se efectúe una reunión virtual entre miembros de
la CD y las escuelas, previo a dar el visto bueno para que se proceda a la firma. En
esta ocasión se realizaron dos reuniones virtuales, con la participación de 9 personas
en línea, donde se puso en conocimiento del contenido del convenio, identificando
responsabilidades y desafíos que deberán asumir la AAL y las escuelas. La reunión
finalizó con el consenso de que el convenio debía ser firmado.
101
Podrá notarse que la descripción del tercer micro-ciclo de acompañamiento es más
acotada que las anteriores. Además de decisiones de “recorte” por parte del tesista
para describir el macro-ciclo, entendemos que tal cosa se debe a un cambio en el
acompañamiento, el cual ha disminuido su intensidad en actividades de gestión, lo
cual fue, entre otras cosas, una decisión estratégica.
Como anticipamos previamente, la firma del convenio en el marco de la muestra, contó con la
presencia “fortuita” del vicepresidente de la Nación, quien por motivos de militancia política se
encontraba en la Biblioteca Nacional en el mismo momento de la firma del acuerdo.
Acompañados por las autoridades del MTEySS y la Secretaría de Cultura, socios de la AAL
invitaron al vicepresidente Amado Boudou a recorrer la muestra y participar de la firma del
acuerdo. Durante el mismo, el vicepresidente –que es además músico hobbista- probó distintos
instrumentos y recibió una guitarra construida por un alumno de la escuela de Cosquín. Luego
88 Fue el segundo encuentro de escuelas, pero el primero articulado claramente en torno a la AAL.
102
de tomar la palabra durante la firma del acuerdo –con un discurso centrado en la sustitución de
importaciones materiales y culturales, y la promoción de exportaciones- recorrió durante una
hora la exposición.
103
CAPITULO V
V.I.I. La construcción de una mirada sobre el sector por parte del acompañante
104
En tanto, pudieron extraerse de las entrevistas, proyectos y expectativas sobre la
posibilidad de desarrollarlos por parte de los actores institucionales. Estos elementos
fueron recuperados al momento de desarrollar los acompañamientos.
En ese sentido, a simple vista, los proyectos propuestos no deberían haber generado
contradicción alguna a la hora de llevarlos a la práctica. Sin embargo, lejos de ser
inmediata, la puesta en práctica de los proyectos –en todos los casos- estuvo
atravesada por un sinfín de debates y contradicciones, que incluso pusieron en jaque
los discursos oficiales de las instituciones mismas.
105
Cada uno de los proyectos planteados durante el acompañamiento, fue puesto en
diálogo con una mirada global sobre las instituciones y sobre el sector. Sin embargo,
no bastó con las enunciaciones por parte del acompañante para que fueran
identificadas tales relaciones entre acción localizada y estrategia global. Por el
contrario, fue necesaria la puesta en práctica de distintos dispositivos (talleres y
grupos piloto) para que los actores mismos pudieran resignificar a las acciones en
desarrollo.
En distintas instancias los proyectos hicieron entrar en crisis modos típicos de actuar y
explicar los acontecimientos en desarrollo. Esto llevó a una tensión por tratar de
reducir situaciones novedosas planteadas por el acompañamiento con modos típicos
de regulación de las instituciones, los cuales –llegado cierto punto- aparecieron como
disfuncionales. Tal como señalamos anteriormente de acuerdo a Lane & Maxfield
(2005), a medida que empezaron a ponerse en práctica los proyectos y fue cobrando
ritmo el proceso de cambio, las estructuras narrativas heredadas de los actores
dejaron de funcionar.
106
previsión, así como el ensanchamiento de la mirada en relación a la composición del
entorno y sus actores.
Un punto a prestar particular atención fue el lugar que ocupó la confianza en los
procesos de acompañamiento. En este sentido, visualizamos distintos focos de tensión
donde la confianza se constituyó en un aspecto crítico, fundamentalmente en el
proceso desarrollado con la AAL. Entre ellos podemos mencionar distintas relaciones
entre actores que estuvieron afectadas por crisis de confianza:
107
acompañante pueda convocar a la reflexión sobre las conexiones de sentido posibles
a establecer entre los distintos hechos, así como para proponer interpretaciones sobre
los mismos de manera explícita.
La relevancia del ejercicio de este rol por parte del acompañante adquiere un doble
carácter. Por una parte, la necesidad de vincular acontecimientos para dar cuenta de
que el acompañamiento está produciendo efectos, es decir, que es pertinente. Por eso
sostenemos que la asignación de sentido a los hechos y la incidencia que pueda tener
el acompañante en esa disputa es esencial para legitimar el acompañamiento mismo.
Por todo esto, podemos afirmar que, una vez echado a andar el proceso de cambio, se
produjo una mutación en el rol del acompañante, donde éste pasó de efectuar
“proposiciones de acciones” a realizar “proposiciones de reflexión sobre la acción” y
“proposiciones explícitas de asignación de sentido a los acontecimientos”. Por eso,
decimos que el acompañamiento debe considerarse como una participación técnico-
política con y entre los actores del sector.
En tanto, cabe añadir que tal mutación no se dio por meras decisiones del tesista, sino
que estuvo fuertemente enlazada –incluso temporalmente- con las interrupciones
acontecidas en la institución y sus modos de relación con otros actores. Esto nos
habla de que la aceleración de los acontecimientos en el devenir institucional llegó a
envolver la propia relación de acompañamiento. Entendemos que la identificación –o,
más bien, la percepción- de estas instancias por parte del acompañante son claves
para poder incidir en el curso de los acontecimientos. Creemos que el investigador
debe ser capaz de registrar los momentos de profunda incertidumbre, de los que
difícilmente esté a exenta la relación de acompañamiento. Pero también, ante ello,
debe esforzarse por tomar distancia y apelar a su bagaje conceptual, para ofrecer
interpretaciones posibles de los hechos a los sujetos acompañados. A su vez, éstas
108
también pueden ser instancias de resignificación de la relación de acompañamiento
para todos los actores implicados en ella.
109
nacionales, parecieran avizorar la posibilidad de un cambio en la configuración
del territorio –en tanto, construcción de sentido-. Pareciera que el significante
de lo nacional en el nivel del sector, se ha cargado de un sentido de largo
alcance, operando una mutación en los horizontes de previsión de los actores.
Sostenemos que el impacto de la mutación, alcanza –también a nivel local- a
cada una de las instituciones del sector allí presentes.
Nos interesa ahondar en tres cuestiones derivadas en sintonía con nuestra hipótesis:
110
da cuenta del carácter acumulativo del proceso de fortalecimiento, no solo de
las instituciones, sino, además, de la trama sectorial.
Sin embargo, entendemos que esto no es algo que pueda darse de manera natural o
por el devenir de los acontecimientos mismos. Por el contrario, consideramos que, la
apuesta explícita por parte del acompañante de contribuir a la convergencia de
múltiples miradas emergentes, resulta fundamental para la ampliación de los
horizontes de sentido y la construcción de nuevas narrativas de alcance transversal en
todo el sector.
Ahora bien, que el acompañante pueda trabajar sobre el nivel de los relatos y la
construcción del sentido, sólo fue posible luego de un largo proceso donde reiteradas
veces se puso a prueba la confianza en la relación institución-acompañante, se
concretaron acciones y, finalmente, emergió la demanda de parte de las instituciones.
89 Notas de clases dictadas por la Profesora y Diseñadora Industrial Rosario Bernatene, en el marco de la maestría en
Internacionalización del Desarrollo Local, ciclo 2008.
111
La pregunta que se nos presenta es acerca de qué estrategia darse para poder
construir las expectativas que requieren los actores para actuar ante una coyuntura
adversa –de debilidad de la trama institucional e interinstitucional- como fue nuestro
caso.
Así como hubo que atravesar procesos críticos hasta que emergió la demanda de
acompañamiento por parte de las organizaciones y pudo darse paso a la puesta en
marcha del desarrollo de proyectos, se presenta como núcleo problemático la
transferencia y asimilación por parte de las instituciones de aquellos roles y funciones
específicas de gestión que debieron ser asumidos por el tesista, particularmente en la
interlocución con actores externos. Cabe destacar que la práctica en dichas funciones
90 Al final del desarrollo de este trabajo, incluimos a manera de epílogo, tres documentos que creemos que sintetizan
la riqueza del estado de cosas sobre el final del proceso descripto. En ese sentido, se reproduce una carta de un
asociado, enviada cuando la escritura de esta tesis ya había finalizado, y dos actas de reuniones –adjuntas a dicha
correspondencia-. Una, remite a una reunión entre las cinco escuelas de luthería; otra, a una reunión entre estas y la
nueva CD de la AAL, ambas desarrolladas durante la muestra de diciembre de 2012.
112
–así como los stages desarrollados en Italia- resultaron para el tesista un gran
aprendizaje.
En ese sentido y a la luz de los logros desarrollados por las instituciones, planteamos
la hipótesis de que –de continuar en el futuro- el acompañamiento requerirá redefinir
los modos de interlocución con las instituciones, posicionando en primer lugar las
instancias de reflexión y definición estratégica por sobre las de co-gestión. Dicha
definición esta aún pendiente.
113
misma se desarrolle en torno a acciones concretas, como por ejemplo,
instancias de intercambio por períodos acotados de estudiantes entre uno y
otro espacio de formación (stages), intercambio de materiales didácticos,
etc. En ese sentido, para fortalecer la difusión de los establecimientos
podría desarrollarse una página web de la Red donde, entre otras cosas,
puedan concentrarse las alternativas de oferta educativa en el país.
Tomar registro, escrito y audiovisual, de los proyectos de fortalecimiento de
espacios educativos y los cursos de iniciación en el oficio, que se
desarrollarán en el marco del convenio firmado con el MTEySS y la
Secretaría de Cultura. Es una oportunidad para: visibilizar el sector ante
otros actores, reforzar el encuadre institucional de los proyectos al interior
de la AAL, documentar procedimientos de transferencia de conocimiento y
procesos constructivos (codificación de conocimientos para facilitar su
circulación y evitar que se pierdan en el tiempo).
En tal sentido, pueden explorase posibilidades de articulación con
instituciones del sector de las industrias culturales que participan del
convenio multi-actoral firmado con el MTEySS y la Secretaría de Cultura.
En relación a posibilidades de cooperación para atender a los aspectos
planeados en el punto anterior, debe destacarse la participación en el
acuerdo de entidades de los sectores audiovisual y editorial. El MTEySS y
la Secretaría de Cultura podrían oficiar de mediadores para facilitar
vinculaciones concretas en ese sentido.
114
música, como el Sindicato Argentino de Músicos (SADEM) o la Unión de
Músicos Independientes (UMI).
Formar una cooperativa de comercialización a través de la AAL. Tal cosa
podría contribuir a generar escalas –aunque sean mínimas- de producto,
así como apuntalar el problema de la “informalidad” del sector.
Consideramos que una estructura de este tipo debería construirse con la participación
de actores de distinto tipo, como:
Del sector de la luthería: AAL, las escuelas “El Virutero”, de Cosquín, Lago
Puelo, Tucumán y Cafayate
MTEySS y Secretaría de Cultura
Instituciones de apoyo con experiencia en el acompañamiento a la
promoción de entramados productivos e institucionales. Cabe destacar la
posibilidad de vincular una experiencia de este tipo con el espacio
universitario, pudiéndose activar una relación con la Universidad Nacional
de Tucumán, a través de su escuela. También podría explorarse la
posibilidad de vinculación con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial
(INTI), donde el MTEySS y la Secretaría de Cultura podrían oficiar de
mediadores.
115
Instituciones del sector de la música, como la UMI o el SADEM.
116
EPÍLOGO
Queridos compañeros:
117
Espero que la respuesta de Ustedes sea el signo que reanime el entusiasmo después
de las fatigosas fiestas de fin de año y las merecidas vacaciones para poder
abocarnos a ellas.
Les mando un fraternal abrazo con el deseo de que las hayan pasado bien y que
comiencen el 2012 con toda la polenta.
Rodolfo Lombardelli
(Rolo) ISFDA Nº 814 / Lago Puelo / Chubut
1) Solicitar una reunión con la CD de la AAL a fin de solicitar la admisión de las Escuelas
de Luthería en el seno de la misma.
2) Comenzar un intercambio provechoso entre escuelas aprovechando las fortalezas de
cada una que puedan aportar los aspectos menos desarrollados en otras.
1) Programar rotaciones de alumnos por el TAP de Luthería del ISFDA Nº 814 de Lago
Puelo a fin de obtener información y formación en Educación Ambiental y Manejo
Sustentable del Recurso Forestal.
2) Programar espacios para el desarrollo de esta misma temática en futuros encuentros de
luthería, con asistencia de expositores de Lago Puelo. (Ej. Encuentro de setiembre en
Tucumán).
3) Completar los envíos de catálogos de bibliografía disponible en cada escuela
(Biblioteca Virtual).
4) Realizar un listado de bibliografía básica para las escuelas de luthería, utilizando
teleconferencias por Internet.
5) Solicitar a la AAL gestionar subsidios para compra de libros de bibliografía básica y
planos para las escuelas.
6) Confeccionar una Xiloteca en cada escuela, realizando intercambios de maderas
disponibles en cada región.
7) Gestionar la validación nacional de títulos habilitantes, estableciendo mecanismos de
revalidación para alumnos de escuelas sin habilitación para el expendio de los mismos.
En el encuentro cada escuela definió el área en que puede aportar a las demás:
118
Acta precaria de la Reunión de las Escuelas de Luthería con la CD de
la AAL
16/12/2011
119
BIBLIOGRAFÍA
Libros
120
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Estudios sectoriales
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“El oficio del luthier”, El territorio, 07/12/2000.
Páginas web:
124
Películas:
Otros
Macarena Fernández, diseño de tapa de Luhier Sapiens. Una especie de Artesanos (en
portada y cuerpo de la tesis).
125
ANEXO I
EL ACOMPAÑAMIENTO A LA ESCUELA DE LUTHERÍA “EL VIRUTERO”
Dado que los objetivos de la escuela, que proyectaba iniciar un proceso de cambio,
eran aún algo difusos, como contrapropuesta, el tesista ofreció iniciar un
acompañamiento específico para colaborar en la definición y clarificación de los
objetivos del proyecto en desarrollo. Así, el acompañamiento a “El Virutero” se inició
como camino paralelo al de la AAL, aunque ambos tuvieron fuertes entrecruzamientos.
126
La metodología de trabajo consistió inicialmente en reuniones periódicas donde el
tesista proponía diferentes ejercicios de evaluación, que incluían escritura conjunta y
síntesis de reuniones, elaboradas por el tesista.
91 En este contexto, si bien –como mencionamos- los objetivos y metodología del acompañamiento eran diferentes al efectuado con la
AAL, podemos encontrar similitudes entre ambos proceso. En los dos casos, hubo momentos donde la sensación de “reunionismo” y la
dificultad para visualizar resultados concretos, planteó una tensión en el acompañamiento. Por otra parte, en el segundo “micro-ciclo” del
acompañamiento a la AAL también se originó una crisis una vez que se intentó hacer una sistematización de objetivos, donde la
ramificación de los mismos parecía inabordable para la organización.
127
destacar que el director de “El Virutero” cumplió un rol clave en el desarrollo de la
misma, realizando la edición de manera conjunta con el tesista.
Por otra parte, eran momentos en los que, en el marco de la relación entre la
Secretaría de Cultura, el MTEySS y la AAL, al interior de ésta se discutía activamente
si “El Virutero” podría o no formar parte del proyecto de fortalecimiento de instituciones
de formación a presentar ante la cartera estatal.
128
Cabe destacar que en ambas ocasiones se contó con el apoyo estatal –de la
Secretaría de Cultura de la Nación y de la UNT- para la realización de los
viajes.
Sobre el final del año 2009, se realiza un balance anual de las actividades de la
institución y se produce un newsletter institucional destinado a alumnos, ex
alumnos y allegados a la escuela. El mismo es recuperado por la AAL y subido a
su página institucional.
92 El proyecto había sido trabajado en el marco del acompañamiento a “El Virutero”. También en el primer listado de proposiciones de
proyectos presentado a la AAL se consignaba la propuesta de conformar una Red de Espacios de Formación en Luthería , con el
“ ”
objetivos de otorgar mayor “visibilidad” a las escuelas-taller, fomentar los vínculos entre dichos espacios y reunir esfuerzos para crear
formalmente una escuela de luthería en Buenos Aires.
129
Apertura y distanciamiento en el grupo piloto
El grupo piloto había logrado durante 2009 realizar una evaluación en profundidad de
los problemas, pero se encontraba en una situación de cierto “encapsulamiento” y
“parálisis”93 en relación a los demás miembros de la escuela.
Ante esta situación, se evaluó la necesidad de compartir el trabajo realizado con los
docentes de la escuela y un grupo de alumnos y ex alumnos, que el director
consideraba fuertemente comprometidos con la institución.
130
Para ello, a principios de 2010 se desarrolló conjuntamente una presentación en la que
se visibilizaba el trabajo realizado y se comunicaba la “visión sobre el espacio
institucional” que se había podido construir. El documento presentado fue denominado
“Proyecto de cambio” y, además de poner en discusión los resultados del la
evaluación, proponía cuatro líneas de acción concretas para desarrollar proyectos en
el corto plazo.
ACTIVIDADES DE 2009
Construimos una visión de largo plazo sobre el lugar a dónde “El Virutero”
quisiera llegar como espacio educativo especializado en luthería y de promoción
del oficio. Esta tarea supuso recuperar propuestas que surgieron a lo largo de los
años dentro de la escuela y plantear proyectos nuevos.
Realizamos una evaluación de la situación actual de la escuela respecto a ese
lugar donde quisiera llegar
Es nuestra prioridad que cada alumno transite su desarrollo individual participando de una
experiencia colectiva, en la cual la transmisión del saber docente se enriquezca en el
intercambio con los estudiantes, basándonos en la búsqueda del continuo
perfeccionamiento. Esta es la fórmula que hemos encontrado para desarrollar la
formación del luthier y difundir el saber artesano, esperando que ello se refleje en la
calidad funcional y estética de los instrumentos musicales por venir.
131
EN QUÉ SOMOS FUERTES PARA TENER LA ESCUELA QUE DESEAMOS
Tras esta reunión se conformó un nuevo grupo piloto, integrado por el director de la
escuela, el tesista y dos ex alumnos que pasaron a incorporarse a la gestión de la
institución con los siguientes roles: un nuevo coordinador operativo, y un encargado de
mantenimiento y ayudante-docente. Las reuniones del nuevo grupo piloto pasaron a
orientarse al cumplimiento de los objetivos presentados en proyecto de cambio.
132
- El director de la escuela pasó a distribuir su tiempo en el establecimiento entre
la función de dirección y la función docente (previamente no se destinaba un
tiempo específico para las actividades de dirección).
- Con apoyo de ex alumnos de la escuela, se reordenó el espacio físico, se pintó
y se realizó una inversión en equipamiento para las aulas.
- Se creó una oficina de administración, con la que no se contaba previamente.
Ésta fue equipada con una computadora, que permitió llevar el registro de las
finanzas y que la comunicación institucional empiece a desarrollarse desde la
escuela.
- Se creó un pañol y el rol del “pañolero”, que pasó a administrar la disposición
de las herramientas durante las clases.
- Se pasó a tener control y a realizar informes sobre la situación financiera,
lográndose una situación de equilibrio, aunque sin utilidades significativas.
- Se iniciaron reuniones con los docentes y se empezó a trabajar los contenidos
de los programas de estudios (esta iniciativa quedó inconclusa al finalizar el
acompañamiento).
- Se desarrolló un reglamento interno
- El director comenzó a realizar “entrevistas de admisión” con las personas que
se integraban como alumnos a los cursos de la escuela.
133
parte de integrantes del grupo piloto (taller cooperativo)94. Si bien este no alcanzó a
ponerse en práctica durante el acompañamiento, sí logró hacerse una vez finalizado
éste. Por otra parte, se desarrollaron reuniones con docentes para trabajar en
profundidad los programas de estudio, proyecto que quedó inconcluso.
Por último, interesa resaltar lo que entendemos como un efecto indirecto no planeado:
ciertas innovaciones en los procesos y perspectivas de trabajo del director de la
escuela en su actividad particular como luthier. Por una parte, el director comenzó a
sistematizar la comunicación comercial de su producción personal y a desarrollar
eventos de promoción en el espacio de la escuela (organización de ciclos de clínicas
de músicos, conciertos y prueba de guitarras).
Por otra parte, cabe destacar el director proyecta participar próximamente en una feria
internacional de música en Frankfurt, para lo que se encuentra desarrollando
gestiones con la Cancillería Argentina.
94 Este era un viejo proyecto de la escuela que no se había logrado poner en marcha.
134
Entendemos que esto último marca algún impacto de los procesos de
acompañamiento sobre la experiencia personal, en términos de aprendizaje y
alargamiento de los horizontes de previsión.
Conclusión
Por otra parte, cabe señalar que, al igual que en el proceso inicial del
acompañamiento con la AAL, el primer grupo de “El Virutero” piloto sufrió cierto
“encapsulamiento” en sus inicios, debilitándose el contacto por un período con el resto
de los miembros de la institución. Esto pudo quebrarse abriendo el juego a la
participación de distintos miembros de la escuela y generando nuevos espacios de
reflexión y participación en la gestión.
Sin dudas, no fue un proceso lineal, sino por el contrario, tuvo fuertes marchas y
contramarchas. De todos modos, de parte de los miembros integrantes de los grupos
pilotos conformados hubo la capacidad de adoptar la mirada retrospectiva de proceso
y de proyecto, las cuales se prolongaron de manera acumulativa. Esto se vio reflejado
en el desarrollo y puesta en práctica de nuevos proyectos, que parecían lejanos al
comenzar el acompañamiento, una vez finalizado el mismo.
135
ANEXO II
El presente apartado ofrece una breve caracterización de dos territorios italianos en los
cuales el tesista efectuó relevamientos en campo entre noviembre y diciembre de 2008:
las ciudades de Cremona y Bologna. En este sentido, cabe poner a disposición de los
actores argentinos del sector de luthería una descripción que permita dar cuenta de:
95 Si bien en Italia se utiliza el término liuteria para referirse a la construcción artesanal de instrumentos musicales (principalmente
aquella especializada en la construcción de instrumentos de cuerda), utilizamos el término derivado del francés, luthería, a los únicos
96 Las condiciones socioeconómicas de Cremona permiten caracterizarlo como “distrito productivo”. En una publicación compilada junto
a Becattini, Pyke y Sengenberger (1992) señalan que dicha formación socioeconómica, característica de gran parte de las ciudades
pequeñas y medianas del centro y noreste de Italia, consiste en que “son sistemas productivos definidos geográficamente,
caracterizados por un gran número de empresas que se ocupan de diversas fases y formas en la elaboración de un producto
homogéneo. Un aspecto importante es que gran proporción de esas empresas son pequeñas o muy pequeñas. […] Una de sus
características es que ha sido concebido como un todo social y económico. Esto quiere decir que existe una estrecha relación entre las
esferas social, política y económica, y que el funcionamiento de una de ellas, por ejemplo, la económica, está determinado por el
funcionamiento y organización de las otras. Por tanto, el éxito de los distritos no depende sólo del campo de lo ‘económico’. Son
igualmente importantes los aspectos más amplios sociales e institucionales” (p.14-15). Esta caracterización se efectúa para los distritos
industriales, en los cuales es común que las diversas fases del proceso productivo de un mismo producto esté subdividido entre distintas
pequeñas y medianas empresas. Cremona se diferencia por el hecho de que su producto de especialización (instrumentos de cuerda
frotada) se realizan integralmente en cada unidad productiva, bajo los principios del artesanado artístico. Sin embargo, haciendo esta
aclaración –sobre “las distintas fases y formas de elaboración de un producto”, como describen los autores- la ciudad puede ser
caracterizada como distrito, si consideramos la implicación mutua entre los aspectos productivos e institucionales, que permiten concebir
136
más breve del sector en Bologna, donde la presencia de productores de la actividad es
mucho menor y no se observan actualmente experiencias institucionales activas de
organizaciones de luthiers.
Tras largos años en los que la presencia de luthiers en la localidad fue prácticamente
nula, el desarrollo del sector se vio estimulado fuertemente por un proyecto económico-
político –que fue madurando a través de los años- orientado a posicionar a la ciudad
como referencia internacional en la materia, recuperando la historia de la localidad y la
excelencia de sus constructores. El disparador de dicho proyecto fue la fundación en
1938 de la Scuola Internazionale di Liuteria “Antonio Stradivari”, siendo la fuente que
aporta una enorme masa crítica de luthiers a la localidad, fuertemente centrados en la
producción para exportación de instrumentos de la familia del violín.
ellos, se destaca el análisis desarrollado por Ana Maria Scarciglia, “La liuteria artística di Cremona”, para el Centro di Economia
Regionale, dei Transporti e Turismo, Cuaderno Núm. 23., Milán, OPES Unionecamere Lombardia – Università Bocconi, 2001. Así
también, hay que destacar el estudio del Polo Formativo per la Liuteria, la Cultura e l’Artigianato Artistico, “La liuteria in Provincia di
Cremona e la specializzazione barocca”, Polo formativo per la liuteria, la cultura e l’artigianato artistico, Cremona, 2008. En este último,
entre otras cosas, se actualiza el análisis de la Universidad Bocconi, mencionado en primer lugar.
98 De acuerdo a las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística Italiano (INSTAT), para el año 2010 la ciudad de Cremona
contaba con una población con 72.147 habitantes.
137
considerado un recurso estratégico para el desarrollo local, tanto por su rol lugar en el
tejido socio-productivo como por presentar fuertes sinergias con el desarrollo del turismo
cultural.
Factor Productivo
99 Un accordo per il futuro. Il patto per lo sviluppo in provincia di Cremona, 2007. El proyecto puede consultarse en
www.pattoperlosviluppo.cr.it
138
Más de 200 operadores en el sector de la producción de instrumentos
musicales y anexos (157 inscriptos en la Cámara de Comercio, de los
cuales 139 son luthiers en sentido estricto). La gran mayoría de las
empresas del sector son individuales100.
Tipo de producto: principalmente violines, pero en general se producen
distintos instrumentos de la familia de los arcos (violín, viola, violoncello,
contrabajo).
Una pequeña parte de los luthiers del territorio produce guitarras,
instrumentos barrocos y arcos.
Existen en el territorio actividades económicas conexas al sector (por
ejemplo, editoriales especializadas y souvenirs) y una fuerte conexión
con el desarrollo turístico.
Distrito principalmente productivo (más que reparación o restauración).
La mayor parte de la producción de instrumentos se exporta.
Faltan datos exactos que permitan cuantificar la producción de
instrumentos en Cremona, en términos de precios y unidades de
producto.
Sin embargo, puede estimarse que la media de unidades producidas por
un luthier en Cremona es de entre ocho y diez violines de unidades por
año.
3%1%
8%
Luthiers
Accesorios, Fundas y
Comercios
Arqueteros
Suvenirs y Gadgets
88%
139
Empresas del sector de la luthería
de Cremona y provincia, registradas
en la Cámara de Comercio - Año
2008
Luthiers 139
Accesorios, Fundas y Comercios 12
Arqueteros 5
Suvenirs y Gadgets 1
Total 157
Factor Institucional
101 Un accordo per il futuro. Il patto per lo sviluppo in provincia di Cremona, 2007. El proyecto puede consultarse en
www.pattoperlosviluppo.cr.it
102 Ibídem
140
Consorcio Luitai “Antonio Stradivari” – Cremona
141
Escuela Internacional de Luthería “Antonio Stradivari” – Istituto
Professionale Internazionale del Artigianato Liutario e del Legno
(IPIALL)103
• Fundada en 1938 (con una fuerte expansión a partir de los años 60). Es
la única escuela de luthería que depende del estado italiano nacional.
• Principal fuente de formación de luthiers y generador de masa crítica de
profesionales en la ciudad.
• Hacia fines de 2007, se habían diplomado en la escuela 788 luthiers, de
los cuales solo el 38% son italianos.
• Durante los años 2006-2007 había 150 inscriptos.
• Condiciona el perfil productivo del territorio, analizando la oferta y
demanda de mercado
• Otorga los títulos de “Operador de luthería” (3 años); “Técnico de
Luthería (3 de ciclo inicial más 2 años); otorga certificado de
competencias luego de prácticas en bodegas de luthiers profesionales;
ofrece cursos de posgrado.
• Contribuye a ligar a los alumnos con la red de relaciones existente el
territorio (pasantías en talleres de luthiers profesionales).
• Recibe el apoyo de la Fundación “Walter Stauffer” (becas de estudio,
libros, premios por mérito, etc.).
103 Caracterización construida en base a información provista por autoridades del IPIALL
142
Fundación Antonio Stradivari – “La triennale”
Cremona Fiere
143
• Instituciones de música
• Festival (charlas, conciertos, etc.) y concursos
• Se realizan conciertos y seminarios
• Se está promoviendo la participación de la guitarra (clásica y barroca) y
los instrumentos de cuerda frotada barrocos
144
Considera a la actividad musical como un medio para crear contactos
comerciales en otros sectores.
Tiene una sala donde se realizan las audiciones de los instrumentos
expuestos en el Consorcio.
Edita una guía de las empresas del sector.
145
Es un territorio poco explorado para los actores cremoneses (el foco
actualmente, está puesto en los países de Europa, Estados Unidos,
Japón, China y los países del Este de Europa).
146
Listado de entrevistas realizadas en Cremona
Entrevistado ROL
Luigi Baldani Vice alcalde de la comuna
Mirelva Mondini (1) e Giorgio Scolari (2) (1) Directora de la Escuela Internacional de Liuteria
“Antonio Stradivari”; (2) Liutaio y vicepresidente de
la Escuela Internacional de Liuteria “Antonio
Stradivari”
147
BOLOGNA: FUERTE PRESENCIA MUSICAL, DÉBIL TRAMA DE LUTHIERS
104 Datos obtenidos del relevamiento realizado en el 2007 por Promobologna. http://www.promobologna.it. La información cuantitativa
presentada respecto al sector de la música toma como base dicho estudio.
105 http://www.comune.bologna.it/cittadellamusica/
148
La presencia del sector de la luthería en Bologna
Por último, cabe destacar que en la ciudad de Bologna en el año 1998 fue
fundado el Gruppo Liuteria Bolognese (GLB), con el objetivo de recuperar y
poner en valor la historia y el patrimonio de la luthería en la localidad. El grupo
se formó con un fuerte apoyo de la sede local de la Confederazione Nazionale
dell'Artigianato e della Piccola e Media Impresa (CNA). La iniciativa estuvo
fuertemente ligada a la realización de una muestra histórica, con el objeto de
recuperar la tradición en el oficio de la “escuela” de Bologna. Sin embargo,
luego de algunas acciones colectivas para la exposición de instrumentos
antiguos y contemporáneos, el GLB se disolvió, sin volver a formarse hasta el
día de hoy otra experiencia asociativa significativa en el sector dentro de la
ciudad, de acuerdo a nuestros registros.
106 Si bien el estudio de Promobologna ya citado, de donde son tomados los datos, no lo aclara, entendemos que la producción es
artesanal. El dato de presencia de 15 productores coincide con la cantidad de luthiers registrados en el catálogo del Gruppo Liuteria
Bolognese (Gruppo Liuteria Bolognese: Il suono di Bologna Oggi, impreso por Poligrafico Mucchi, Modena, 2003). Sin embargo, si bien
existen leves diferencias respecto a la composición del sector respecto al tipo de instrumentos que se producen, esto no altera la
caracterización general.
149
Listado de entrevistas realizadas en Bologna y alrededores
ENTREVISTADO ROL
Roberto Regazzi Liutaio, ex-miembro del Gruppo Liuteria
Bolognese, autor de libros sobre luthería
Anna Radice Liutaio, ex-miembro del Gruppo Liuteria
Bolognese
Pietro Trimboli Liutaio, ex-miembro del Gruppo Liuteria
Bolognese
Gianluca Poli Liutaio, ex-miembro del Gruppo Liuteria
Bolognese
Lorenzo Frignani Liutaio, ex-miembro del Gruppo Liuteria
Bolognese. Socio y vicepresidente de la
Associazione Liutaria Italiana y socio del la
Associazione Liutai ed Archetti Francesi,
autor de libros sobre luthería
Giancarlo e Luca Stanzani Liutai, ex-miembro del Gruppo Liuteria
Bolognese
Massimo Mutti Director artístico del Bologna Jazz Festival
(1) Roberto Calari e (2) Matteo Lepore (1) Responsable del Área de Cultura
Formación y Relaciones Insdustriales de
Legacoop Bologna; (2) Área de relaciones
internacionales de Legacoop Bologna
Barbara Gialloreto Referente de Internacionalización y
Proyectos Integrados de CNA Bologna
Luigi Grandi Responsable del Sector de Artesanado
Artístico y Tradicional de CNA Bologna
Emilio Varrà Miembro de Associazione HAMELIN –
Director del Festival de Historieta Bibolbul
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