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ORIGEN.
La yuca es originaria del trópico americano y su área de distribución se extiende desde Arizona,
Estados Unidos, hasta la cuenca del Plata en Argentina. Sin embargo, en la parte norte de Brasil es
donde se han encontrado especies taxonómicamente más afines a M. esculenta. Las áreas donde
se da la mayor diversidad de especies son las partes central, norte y oeste (Mato Grosso) de Brasil,
la zona sur de México y Bolivia.
CLASIFICACIÓN BOTÁNICA
La yuca pertenece a la familia Euforbiaceae, subfamilia Crotonoideae y tribu Manihotae. El género
Manihot tiene más de 100 especies y muchas de ellas producen látex y ácido cianhídrico.
Solamente Manihot esculenta tiene importancia económica (Suárez y Mederos 2011). La división
entre las yucas amargas y dulces está dada por el contenido de ácido cianhídrico (HCN). Las yucas
amargas son las que tienen el mayor contenido de HCN (>50 mg/L), poseen un mayor rendimiento
y una mejor calidad de almidón. Las dulces poseen bajas concentraciones de HCN y son las
preferidas para el consumo humano
DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA.
La planta es un arbusto que puede medir de 1,5 a 4,0 metros de altura, se caracteriza por la
presencia de tallos semileñosos y ramas en su parte media y superior. Las hojas están compuestas
por 4 a 10 lóbulos, con pecíolos largos de 0,2 a 0,4 m, de color rojo, verde o púrpura uniforme o
manchado. La yuca es una especie monoica, por lo que la planta produce flores masculinas y
femeninas (figura 1). Las raíces son fibrosas, unas son utilizadas por la planta para la absorción de
nutrientes y las otras se engrosan para almacenamiento de carbohidratos(almidón). Este último
tipo de raíces, a las que se les denomina raíces tuberosas, son la parte aprovechable y pueden
tener un tamaño aproximado de 1 m, con un peso de 1-8 kg cada una, de forma cilíndrica, cónicas,
fusiformes e irregulares. El color de la pulpa puede ser blanco o amarillo.
ENFERMEDADES
Mancha parda de la hoja.
Causada por Cercospora henninsgsii. Es una de las enfermedades más importantes de la
yuca. Los síntomas que provoca son manchas marrones, más definidas en el haz y
menos en el envés. Las venas cercanas a las lesiones circulares pueden aparecer de
color negro. Las hojas situadas en la parte baja de la planta son más susceptibles de ser
atacadas. Para controlar la enfermedad, lo mejor es utilizar variedades resistentes al
hongo. Como control químico se recomiendan funguicidas a base de óxido de cobre y
oxicloruro de cobre suspendidos en aceite mineral.
Añublo pardo fungoso. Causada por Cercospora vicosae. Suele presentarse donde
aparece la mancha parda. Los síntomas son manchas grandes de color marrón, siendo
marrón grisáceo en el envés. Puede ocasionar defoliaciones severas en variedades
susceptibles. No obstante, no es una enfermedad que ocasione grandes pérdidas. Para
controlar la enfermedad se recomienda excesiva humedad en el suelo y el empleo de
variedades resistentes.
Pudrición seca del tallo y la raíz. Causada por Diplodia manihotis. Aparece una
pudrición radical que conllevará a la muerte de la planta. También ataca el material de
propagación almacenado, sobre todo en condiciones de alta humedad relativa, y a los
restos de tallos que se han dejado en el terreno. Para controlar la enfermedad se
recomienda la rotación con cultivos como maíz o sorgo. Se deben utilizar estacas sanas
en la plantación desinfectando adecuadamente las herramientas.
PLAGAS.
Acaro verde de la yuca (Mononychellus tanajoa, M. caribeaneae, Acariformes
Tetranychidae)
Esta plaga es considerada una de las más importantes en la región. Sus adultos presentan una
coloración verde o amarillo verdoso y se encuentran formando colonias en el envés de las hojas.
Su ciclo de vida dura entre 7 y 11 días en condiciones de laboratorio de 27-30 oC y 60-70% HR. Los
huevos son colocados individualmente sobre el envés de las hojas a lo largo de la nervadura
principal o secundaria donde se desarrollan hasta su estado adulto.
Medidas de control
Resistencia varietal
Control biológico
Control cultural
Inspecciones periódicas del cultivo para detectar focos de la plaga. Parte fundamental de
un buen manejo de plagas son las evaluaciones periódicas ya que estas pueden
ayudarnos a detectar los primeros focos de aparición de la plaga y permitir un control
localizado.
Riego. El uso de riego (principalmente por aspersión), permite por una parte un mejor
desarrollo de la planta y por tanto una mayor tolerancia a la plaga. Por otra parte, reduce
la incidencia de esta, ya que su máxima reproducción se produce en periodos de sequía.
Control químico
En cultivos establecidos sin riego, el estrés hídrico que atraviesa el cultivo durante el
periodo seco, produce una defoliación natural de la planta, lo cual revierte su efecto a la
entrada de las lluvias. Este comportamiento coincide con el ataque de la plaga y cuestiona
la aplicación de acaricidas, por considerarla una práctica innecesaria.
La hembra adulta de este insecto es de color ceniza y de hábito nocturno. Las larvas
pueden variar mucho en su coloración (verde, negro, amarillo etc) llegando a medir de 10
a 12 cm antes de pupar en el suelo. El ciclo biológico de la plaga puede variar entre 30 y
45 días según las condiciones ambientales. Sus larvas son muy voraces y se alimentan
de las hojas de la planta llegando a causar su defoliación. Algunos estudios revelan que
una larva puede consumir hasta 1.100 cm2 de superficie foliar 75% de los cuales son
ingeridos durante el último instar. Sin embargo hay reportes de que la planta en etapas
tardías del cultivo puede soportar hasta 80 % de defoliación sin afectar su producción.
La intensidad del ataque puede ser importante en cualquier etapa del cultivo pero el
efecto en la producción varia según la edad de la planta y el estado de desarrollo de la
plaga. Plantas jóvenes (menores de 6 meses) con ataque de larvas desarrolladas (4to y
5to instar) pueden causar daños severos en el cultivo.
Control cultural
Control biológico
El gusano cachudo es una plaga que posee una gran variedad de enemigos naturales,
por lo que haciendo uso de esta característica podemos describir algunas técnicas para
su control:
Liberaciones de entomófagos
Época de liberación: Las avispas deben ser liberadas en el cultivo una vez que sean
detectados los huevos de la plaga. Es importante tener en cuenta que los huevos
emergen a los tres días de ovipositados y que el parásito debe tener la presencia del
hospedero para poder sobrevivir en el campo. Es recomendable hacer las liberaciones en
las primeras horas de la mañana o en las últimas horas de la tarde.
Liberaciones de crisopa (Chrysoperla externa. Neuroptera: Chrysopidae)
Es uno de los depredadores mas comunes de E. Ello, las larvas de este insecto se
alimentan de huevos y larvas recién emergidas de la plaga. El insecto introduce el aparato
bucal a través del corion del huevo y se alimenta de su contenido. En estudios realizados
en el CIAT se observó que ninfas desarrolladas (último instar) de crisopa consumieron un
promedio de 17 huevos en 24 horas. Algunos laboratorios de cría venezolanos producen
este parásito en forma comercial. Es recomendable hacer liberaciones (10.000
individuos/ha) conjuntamente con Trichogramma para garantizar el control de larvas
recién emergidas.
Aplicaciones de entomopatógenos
Bacillus thuringiensis (Bt), es una bacteria que afecta y produce la muerte de larvas de
Lepidopteros (mariposas) especialmente aquellas que ingieren el follaje. El Bt asperjado
es consumido con la hoja e introducido dentro del intestino de la larva donde se adhiere a
la pared intestinal liberando toxinas que enferman a la larva la cual deja de comer y muere
de septicemia al cabo de 2 a 3 días. Las larvas afectadas aparecen suspendidas de sus
pseudopatas traseras presentando una coloración cremosa y consistencia blanda que al
ser presionada emana un líquido amarillento. La dosis recomendada es 3 g/l de agua
siendo mas efectivo en los tres primeros instares de la larva. En el mercado venezolano,
se dispone de presentaciones comerciales con los nombres: Dipel ®, Thuricide®,
Bactospeine ® o Biotrol ®, entre otros. Aplicaciones realizadas en Anzoátegui han
permitido verificar su efectividad y notar que esta puede disminuir cuando el producto es
almacenado inadecuadamente o por tiempo prolongado.
Las larvas que se observan afectadas por el virus deben ser recogidas y almacenadas a
temperaturas de alrededor de 5oC, pudiendo conservarse el virus activo por varios años.
Para la preparación del Baculovirus se licua o maceran las larvas y se pasa este
macerado por un colador o tamiz, garantizándose que el tamaño de las partículas no tape
las boquillas de la asperjadora. Una vez obtenido el macerado se debe aplicar unos 70
cc/ha preferiblemente a primeras horas de la mañana o finales de la tarde, para evitar la
inactivación del virus. Estas aplicaciones son mas efectivas en los primeros 3 instares del
gusano, y solo se recomienda su uso en los últimos instares cuando su finalidad es
garantizar material para aplicaciones futuras.
Uso de trampas de luz para atrapar adultos. Los adultos de E. ello son altamente atraídos
por la luz. Este método es ampliamente usado por los investigadores para medir
poblaciones de la plaga, sin embargo, su uso puede contribuir a la eficacia de un buen
programa de manejo ya que ayuda a monitorear adultos y a reducir sus poblaciones.
Control químico
Los bachacos u hormigas cortadoras son insectos sociales que viven en nidos
subterráneos en los alrededores del cultivo. Los adultos se caracterizan por poseen un
par de mandíbulas desarrolladas, un tórax bien separado del abdomen y las antenas de
forma geniculada. Las especies del género Atta están divididas en castas que se
alimentan de un hongo conocido como Rozites gongylophora.
Los individuos que conforman la casta recolectora son polimórficos (varían en tamaño) y
se especializan por cortar las partes aéreas de la planta y cargarlas al nido donde son
maceradas para ser incorporadas como sustrato del hongo. Generalmente el daño puede
ser identificado por la presencia de cortes semicirculares en las hojas.
Los nidos de estas especies se caracterizan por estar constituidos por una gran cantidad
de montículos de tierra en forma de pequeños cráteres o bocas de abertura variable,
estableciendo un conglomerado que puede medir de 50 a 300 m2.
Control cultural
Uso de cultivos trampas. Esto consiste en colocar una especie de planta más apetecible
por el bachaco en los alrededores de la plantación comercial de yuca. El rubro mas usado
en la región es el frijol el cual es sembrado en forma lateral a las hileras principales del
cultivo.
Pase de rastra para divisar nidos. Es recomendable cada cierto tiempo dar un pase de
rastra en los alrededores de la siembra para divisar nidos y trochas.
Control químico
Uso de cebos envenenados. Los cebos envenenados pueden ser colocados en las
trochas o cerca de las bocas del nido. Para obtener una mayor eficiencia del producto es
importante no tocarlo con la mano, evitar que este se moje y no colocarlo en el interior del
nido.
Taladrador del tallo. (Chilomima clarkei. Lepidoptera: Pyralidae
Los adultos de esta plaga son de color marrón con una franja diagonal de color oscuro en
las alas que va del borde medio inferior al borde superior. El borde exterior de las alas
anteriores es flecoso y las alas posteriores son blancas. Las larvas son de color amarillo
con la cápsula cefálica de color marrón. El daño es principalmente causado por la larva
que vive en el tallo formando galerías de 3 a 10 cm de largo. Su ataque es fácilmente
reconocible por la presencia de aserrín en las perforaciones de entrada de la plaga. En
casos severos ocurre el acame y muerte de la planta. Desde 1.992, el INIA han venido
haciendo monitoreos de la plaga en los Municipios Freites, Miranda e Independencia, no
observándose hasta el presente ataque de importancia económica. En el Banco de
Germoplasma del INIA Anzoátegui, durante el periodo 2000-2001, la plaga se presentó
con altos niveles de incidencia en las variedades: 98102spc, Bonifacia-N y Vara Sola. De
igual manera en evaluaciones de 8 cultivares realizados en el periodo 2001-2004, en las
localidades Múcura, Atapirire, Pariaguán, Tasca baña, Cashama, Las Bombitas, Santa
Cruz de Cachipo, Melones y El Tigre, se observó la incidencia de esta plaga, asociados
en mayor grado al cultivar que a la localidad o al año. El ambiente o las condiciones
climáticas fueron factores condicionantes de la severidad de su ataque.
Control cultural
Selección de semillas sanas. Es importante hacer una adecuada selección de las estacas,
para evitar la contaminación del cultivo con esta plaga.
Control biológico
Colocación de trampas de luz ultravioleta para la captura de adultos. Este método permite
hacer conteos de poblaciones de la plaga y determinar su posible efecto en el cultivo.
Los adultos de este pequeño insecto se encuentran en la superficie foliar donde depositan
sus huevos. La larva genera un crecimiento celular anormal formando agallas de color
amarillo verdoso a rojo que son angostas en la base y de forma generalmente curva. Una
vez completado su ciclo de vida el adulto emerge de al agalla y vuela a reproducirse. En
la región, esta plaga es considerada de poca importancia económica.
Diptera: Tepthritidae
Las larvas de esta plaga son reniformes y de color blanco o crema. El adulto es de color
amarillo o canela con alas transparentes dibujadas. Las hembras insertan sus huevos en
el tallo el cual es perforado por las larvas hasta la región medular. En asociación con la
larva se encuentra una bacteria patógena, la cual puede causar una pudrición severa del
tejido del tallo. Su daño hasta ahora no tiene importancia económica.
Control Químico
El adulto es de color azul oscuro metálico y mide de 4 a 5 mm de largo. Las larvas son de
color blanco amarillento y viven en el tejido tierno de la planta. Las larvas atacan los
cogollos donde aparece un exudado amarillento o marrón. La muerte del cogollo retarda
el crecimiento normal de plantas jóvenes e induce la emisión de retoños.
Control químico
Aplicar 1 lt/ha de Thionil® o cualquier otro de similar efecto, solo en casos que se
presenten umbrales económicos que ameriten esta práctica.
TEMPERATURA.
La yuca es un cultivo que tolera un amplio rango de temperatura; sin embargo, esta puede
afectar la brotación, el tamaño y la producción de hojas, el llenado de las raíces de
almacenamiento y el rendimiento. El rango óptimo de temperatura es de 25-29 °C.
Sin embargo, el rango de tolerancia de este cultivo va de los 16 °C a los 38 °C; las
temperaturas inferiores a los 16 °C afectan el crecimiento, debido a una menor producción
de hojas, la poca formación de raíces tuberosas y un menor engrosamiento de estas.
SUELO.
La producción de yuca se puede realizar casi en cualquier tipo de suelo. Sin embargo,
suelos muy pesados o arcillosos o suelos con muchas piedras u otro tipo de obstáculos
no son recomendados para las siembras comerciales, pues no permiten un adecuado
desarrollo de las raíces tuberosas. 14 Los suelos óptimos para la producción de este
cultivo son los de textura franca, con una profundidad mayor a los 60 cm, bien drenados,
que permitan un adecuado desarrollo de las raíces tuberosas, con una pedregosidad
inferior al 5 % y sin encharcamiento. En zonas donde existe este problema, la yuca se
debe sembrar en lomillos o montículos para evitar la pudrición de las raíces. Además,
estos suelos deben ser muy fértiles, ricos en materia orgánica y con un pH de entre 5,5 y
6,5.
TIPOS DE SEMILLAS
Micro propagación
Consiste en la multiplicación de plantas a partir de micro estacas de 1 cm de longitud en
condiciones controladas de laboratorio. Esta técnica denominada “cultivo de tejidos
vegetales” requiere equipo y personal especializado para la multiplicación clonar del
material in vitro e instalaciones de invernadero para el endurecimiento de las plantas.
PREPARACION DE SUELO.
La preparación del suelo es una de las labores más importantes del cultivo de yuca, que
requiere suelos sueltos, profundos, bien drenados y libres de obstáculos para permitir un
adecuado desarrollo de las raíces tuberosas y facilitar la cosecha. Se puede realizar por
medio mecánico (tractores) o por medio de la tracción animal. Se recomienda utilizar un
arado de cincel o un subsolador que permita romper las capas del suelo, posteriormente
pasar la rastra (incluso hasta dos veces) y por último el alomillador. En pequeñas
plantaciones se utiliza mínima labranza: se realiza una chapea, se aplica algún herbicida y
finalmente se siembra. Este sistema es utilizado por pequeños productores para consumo
familiar y venta de producto para mercado local.
MALEZAS.
Sistemas de Control En el cultivo de la yuca, como en otros cultivos, existen diferente
opciones para controlar las malezas. Se distingue entre control cultural, mecánico y
químico, y se conoce una serie de combinaciones de estos métodos. Desde que el
hombre comenzó a cultivar las plantas, ha buscado métodos culturales como Son la
selección de geno-tipos vigorosos con alta capacidad competitiva, la siembra de
poblaciones densas, el uso de coberturas orgánicas muertas o vivas, y cultivos
intercalados para controlar las malezas. También ha empleado sistemas mecánicos
herramientas manuales o tirados por animales y hasta sus propias manos para el control
de malezas. Por otro lado el control químico solo se ha desarrollado en los últimos
cincuenta años, pero está ganando más y más importancia debido a la creciente escasez
de mano de obra, en el campo. Todos los sistemas aún se practican solos o en
combinaciones. La adopción dé una determinada práctica dependiendo sobre todo de la
situación de mano de obra y de capital del agricultor. A continuación se tratara primero del
tema de control mecánico, químico, y la integración de estos dos métodos, para en un
segundo artículo exponer el tema del control cultural.
FENOLOGÍA DEL CULTIVO DE YUCA
Etapa de senescencia.
Esta fase va desde los 150 dds a la cosecha, que en el caso de la variedad Valencia se
da 240-300 dds (8-10 meses después de la siembra). Esta fase se caracteriza por una
disminución en la biomasa aérea, debido a un menor crecimiento de la producción de
tallos y hojas. Disminuye el tamaño de las hojas, pero no su cantidad. Sin embargo,
después de los 210 dds se reduce la producción de hojas, lo que acelera el proceso de
senescencia de la planta e incrementa la translocación de foto asimilados a las
estructuras de reserva o raíces de almacenamiento.
COSECHA
El rango óptimo para cosechar varía según el uso final del producto. Es recomendable
realizar la cosecha cuando la raíz presenta la edad óptima según la variedad, que para
Valencia se estima en 10 meses y para Señorita en 8. Si se cosecha posteriormente a
estos periodos, se obtienen raíces más duras, que afectan la calidad culinaria y requieren
un mayor tiempo de cocción. En el caso de la yuca parafinada, se recomienda realizar un
descope (corte de hojas) al menos ocho días antes de la cosecha. Este consiste en
eliminar el follaje de la planta, dejando solamente el tallo, con el propósito de favorecer la
suberización (engrosamiento de las cáscaras) de la yuca y evitar rajaduras en el momento
de la cosecha (figura 46). La raíz se debe arrancar pegada al tallo y al hacerlo se debe
observar si hay presencia de cuero de sapo; en caso positivo, se debe descartar este tallo
para semilla y seguir las recomendaciones anotadas para esta enfermedad.
La cosecha se realiza halando manualmente las varillas. Luego se separa la raíz del tallo
con la ayuda de una tijera o cuchillo bien afilado para evitar rasgaduras de la yuca.
Posteriormente se seleccionan las raíces de acuerdo con los parámetros del mercado de
destino. Se depositan en una caja plástica, se protegen del sol para evitar daños o
quemas y se trasladan a la planta empacadora para ser procesadas. Cuando el destino
de mercado es yuca congelada, la mayor parte de la yuca cosechada en campo se
traslada a la planta. Se recomienda llevar el producto a la planta exportadora el mismo día
de la cosecha para su inmediato procesamiento. La planificación de la cosecha para yuca
fresca parafinada para exportación e incluso para consumo en el mercado local debe
coordinarse con el comprador, para proceder con la cosecha en el momento adecuado.
Operación de arranque.
La cosecha de la yuca se puede realizar en forma mecánica o manual. En Costa Rica solo
se realiza de manera manual, tirando fuertemente del trozo de tallo o con ayuda de una
palanca. Esta labor tiene que ser cuidadosa, ya que se pueden producir daños mecánicos
como despuntes o destronques Una vez separado el tallo de las raíces, se procede al
corte o la separación de cada unidad.
POSCOSECHA.
Transporte a la empacadora Se hace una selección inicial en el campo, para lo cual se
eliminan las raíces adventicias delgadas y se hace un corte adecuado del pedúnculo.
Luego se colocan en cajas plásticas para transportarlas a la planta empacadora. Las
raíces se categorizan en yuca de primera y segunda calidad, con base a los parámetros
definidos por el mercado de destino. Las cajas plásticas, alargadas y poco profundas son
las más adecuadas, pues evitan los despuntes (ruptura del extremo distal de las raíces) o
el descascara miento. También hay que tener el cuidado de no sobrellenar las cajas, ya
que al estibarlas una sobre otra, se producen daños a las raíces, por el peso de las cajas
superiores, que producen compactación y compresión en el nivel inferior. Los daños y los
golpes pueden dar inicio al deterioro vascular; además, pueden propiciar la entrada de
hongos y bacterias que producen pudriciones.
La yuca se selecciona en el campo considerando los siguientes criterios: destronque,
deformidad, acinturamiento, despunte, tamaño, daños mecánicos, daños de insectos,
daños de roedores, pudriciones o enfermedades, reventaduras, descacaramiento, colores
externos anormales y presencia de cuero de sapo.
Recepción
Las operaciones en la planta empacadora deben realizarse de forma oportuna y
coordinada, de manera que el proceso de lavado de la yuca se realice como máximo seis
horas después de la cosecha, pues en caso contrario, se inicia el deterioro fisiológico.
Lavado
Para remover la suciedad de las raíces se recomienda lavarlas en húmedo (dentro de
piletas con agua limpia y potable), ya que solo de esta manera se garantiza que el
producto sea desprovisto completamente de la tierra que contiene. En el caso de yuca
para exportación, debe tomarse en cuenta que la mayoría de países importadores de este
producto considera a la tierra como un elemento de restricción cuarentenaria. Se pueden
utilizar cepillos o alguna fibra que desprenda la tierra, pero debe tenerse mucho cuidado
para que no causen escoriaciones o daños en la superficie de la yuca.
Secado
El secado de la yuca consiste en la remoción del agua superficial de la raíz, que limita la
proliferación de hongos. Cualquiera que sea la fuente de calor para el secado de las
raíces (leña, gas, electricidad), se debe garantizar que los hornos o el equipo de secado
no acumulen la humedad extraída. Si la raíz no se seca adecuadamente, la yuca puede
sufrir un deterioro patológico y/o fisiológico en el proceso de parafinado. Por otra parte,
diversos hongos y bacterias pueden provocar el deterioro microbiológico. Conviene evitar
que el producto llegue deteriorado a los mercados internacionales, pues esto afecta
grandemente la imagen del producto
Parafinado
El parafinado de la yuca se realiza con el propósito de establecer una barrera física entre
la raíz y el medio ambiente, para controlar o reducir la absorción de oxígeno y de esta
manera evitar la oxidación interna vascular, que se presenta con coloraciones oscuras en
la pulpa de la raíz. Si la yuca ha permanecido más de diez horas después de ser
cosechada sin haber sido parafinada, debe ser muestreada para verificar la condición de
su calidad y que no presente deterioro fisiológico vascular prematuro. Esto adquiere
relevancia si la cosecha se ha realizado en periodos de alta pluviosidad, en los cuales la
humedad interna y externa del producto es muy alta. El muestreo consiste en cortar las
puntas (parte distal) de la raíz y ver si hay coloraciones oscuras o puntos de color negro.
Según estudios realizados por el INTA y la UCR, la temperatura de la parafina debe estar
alrededor de 150 ºC, la cual brinda un acabado trasparente adecuado. Temperaturas
inferiores, por ejemplo de 120 ºC a 130 ºC, consumen cerca de 20 % más de parafina.
Temperaturas inferiores a 120 ºC dan una apariencia blancuzca no adecuada para una
calidad de exportación. Por otro lado, las temperaturas mayores a 150 ºC favorecen la
sublimación (paso a estado A B 57 gaseoso) de ciertos componentes de la parafina, los
cuales al ser respirados se solidifican en el organismo y pueden afectar la salud de los
operarios, y requieren el uso de una mayor cantidad de parafina.
El parafinado debe cubrir completamente la superficie de la raíz, ya que en los espacios
que no sean cubiertos puede infiltrarse oxígeno que activa la enzima polifenoloxidasa y
produce el deterioro vascular. Igualmente, las raíces que presentan heridas, rajaduras o
golpes y que son parafinadas se deterioran posteriormente, por efecto de patógenos que
han entrado en su interior. Se han realizado investigaciones sobre el uso de productos
que sustituyan la parafina, pero a la fecha no se han logrado buenos resultados con
productos alternativos.
Al parecer la yuca es uno de esos cultivos que se consideran bastante fuertes ante
condiciones desfavorables para su crecimiento, se ha determinado que se adapta bástate
bien a su plantación en suelos ácidos e inherentemente infértiles y es capaz de tolerar
periodos temporales extensos sin la contribución de agua por precipitación, en
condiciones tan limitantes como las descritas se la ha definido como un cultivo de
supervivencia y no es casual que se invierta tiempo y r recursos en optimizar su
plantación ya que luego de haber germinado la semilla puede sobrevivir sin muchos
cuidados, si se maneja de manera adecuada es uno de los rubros más eficientes en
cuanto a la producción de calorías y por esta razón su desarrollo agroindustrial es
completamente viable inclusive para la obtención de algunos productos requeridos en la
industria petrolera que es millonaria por cierto.
Lo que se hace fundamental para tener este producto durante todo el año es tener un
sistema de riego adecuado, tener un plan regular de siembra ya que se extrae el producto
de raíz y ser capaces de mitigar el efecto de enfermedades que afectarían a la calidad
alimentaria del producto.
Se han hecho experimentos en las sabanas de áfrica para verificar el impacto del riego
comentario en la producción de yuca en esa condición climática, los resultados fueron
altamente favorables incrementando la producción en más del 50 por ciento y reduciendo
el tiempo de cosecha en forma bastante significativa dando lugar a la posibilidad de
realizar más plantaciones y cosechas durante el año.
El estudio anterior fue determinante para definir la importancia del riego en las
producciones de yuca ya que al ser un cultivo resistente no se le daba prioridad en
términos de contribuir con recursos hídricos artificiales en su producción pero los
resultados son contundentes, el agua ayuda bástate a mejorar el rendimiento de los
cultivos y por lo tanto es viable invertir en sistemas de riego destinados a la producción
de yuca aunque esta sea capaz de subsistir en las condiciones más hostiles, porque esta
medida mejora tanto al calidad como la eficiencia del proceso de producción.
La información relativa al riego de la Yuca aunque un tanto escasa sugiere lo siguiente, la
yuca requiere un mínimo de humedad para poder brotar y la calidad de la misma depende
de ser capaces de abastecer de buena cantidad de agua a los cultivos en el cuarto y el
quinto mes posterior a la plantación