Está en la página 1de 4

Sea notorio como yo Don Juan Castillo Alcalde

Municipal, el Síndico Procurador Don Tiburcio


Collantes, Vicente Ramirez; Regidor Favian
Palma, Atanacio de la Cruz, Santos Collantes y
demás individuos que suscribimos, todos
naturales y vecinos, originarios del pueblo de
San Juan de Végueta, Distrito de la Provincia
de Chancay; juntos y congregados en la casa
Municipal de este dicho pueblo, siendo ciertos
y sabedores de nuestro derechos, y del que en
semejantes casos nos compete hacer, otrogamos
de mancomún insolidum y decimos: Que por cuanto
el Reverendo Padre Fray Melchor Aponte, de la
orden de los cautivos de nuestra Señora de las
Mercedes, nos ha hecho el incomparable bien y
servicio de trasladar nuestro antiguo pueblo de
végueta, pantanoso, por consiguiente enfermiso,
como es notorio, juntamente con nuestra Iglesia
como así misma nuestras casas, en el mejor
orden, elegancia, comodidad, adorno y simetría
en un lugar sano, seo y de mejor temperamento,
con mayor extensión y mejores comodidades para
vivir con nuestras familias y todas nuestras
descendencias: Por tanto siendo preciso
conservar nuestro trabajo, pueblo y culto de su
Iglesia, con algunos fondos que sean capaces,
aunque no de bastante utilidad, pero al menos
de una porción regular, que unida a la piedad
de los fieles contribuya con el tiempo a
sostener el culto y adelantamiento de nuestras
religiosas y buenas intenciones.
Hemos venido en hacer como desde luego hacemos
Donación, pura, mera e irrevocable de la que el
derecho llama intervivos de todos los sitios que
ocupábamos para nuestros hogares en el pueblo
antiguo a beneficio y culto del santísimo
Sacramento que se ha de venerar en la expresada
Iglesia y pueblo nuevo de San Juan de Végueta
renunciando como desde luego renunciamos el
derecho, acción, propiedad y señorio, que en
dichos sitios y propiedades teníamos, todo lo
cual cedemos, renunciamos y transferimos en el
referido beneficio atento a que quedamos
bastantemente compensados con haber tomado mejor
terreno m{as grande, mejor localidad, para
nosotros y nuestro hijos; todo debido a la
industria, fatigas pecuniarias, y personales de
dicho Reverendo Padre Melchor Aponte, cuya
cesión y donación la hacemos y establecemos en
la forma siguiente:
1°Que dichos sitios de cada uno de los otorgantes
lo damos y lo cedemos como va dicho a beneficio
del culto del Santísimo.
2° Que cultivado sea y arreglado según nos lo ha
prometido dicho Reverendo Padre Maestro, y el
mayordomo que después le citaremos, se canten
cada mes, en su primer domingo una misa de
renovación por el insiduo Reverendo Padre
Maestro Fray Melchor Aponte, durante sus días
dándole a los señores curas diciocho reales por
sus derechos y todo el producto total de las
tierras, se le entregara a dicho Reverendo Padre
Maestro por los mayordomos como una limosna
gratuita de nuestro agradecimiento al
Beneficio que nos ha hecho; por lo que le
nombramos Capellán Perpetuo de esta obra pía,
situada, o impuesta en dichos terrenos a
beneficio del Culto de nuestro amo.
3°Que siendo necesario una persona de notoria
honradez y probidad que emprenda el laboreo, y
adelantamiento de esta fundación, nombramos
desde ahora y para siempre de mayordomo
perpetuo a Don Trinidad Collantes, oriundo de
este mismo pueblo de San Juan de Végueta y a
falta de él á sus hijos, nietos y descendientes
que le sucedan, respecto a que su dedicación
para la fábrica de la Iglesia nueva y pueblo ha
sido notoria, concurriendo personalmente. Y
siempre que el nombrado Mayordomo no llegase a
tener sucesores legítimos como ha dicho, se
nombrara por el pro-comunal de este pueblo,
´persona de toda probidad para q sirva dicho
beneficio en el mismo orden que va prevenido.
4°Como esta donación es voluntaria, le ponemos
la condición, de que en manera alguna, los
señores curas, tengan que intervenir ni
apersonarse a cosa alguna, ni ir ni contravenir
contra su tenor y forma, más que a percibir los
derechos de su Iglesia; y en caso que insistan
en tener parte, a querer disponer el terreno
que cedamos y donamos, declaramos sin valor,
fuerza ni efecto ésta dicha donación, quedando
cada uno de los otorgantes o nuestros sucesores
en perfecta libertad para disponer de nuestros
sitios, venderlos o enajenarlos, o donarlos en
la forma y manera que nos convenga. Y siendo
esta donación de los que los derechos exceptúa,
para que hagan sin necesidad de permiso o
Decreto Judicial de autoridad competente, la
hacemos de nuestra libre y espontánea voluntad,
sin que para ello hayamos sido apremiados, ni
forzados. Y para la perpetuidad de tan laudable
establecimiento del capellán nombrado Fray
Melchor, serán Capellanes los Eclesiásticos que
el Mayordomo que al presente va nombrado, y los
que en adelántelo fueren tuvieren a bien de
nombrar; para cuyo efecto los damos poder como
en derecho se requiere y facultad amplia para
que hagan dicho nombramiento; Por Manera que
faltando el referido Fray Melchor Aponte,
puedan elegir el sacerdote que les paresca,
para q asista y cumpla con esta nuestra
voluntad en dicha iglesia, haciendo el
nombramiento verbal, y no en forma de
beneficio, procurando siempre el mayor aumento
al culto.
A cuya firmeza y cumplimiento obligamos
nuestras personas y bienes habido y por haber,
para ello nos compelan, o presencien y ejecuten
como por ser sentencia definitiva, pasada en
autoridad de cosa juzgada, consentida y no
apelada renunciación de nuestros domicilios y
vecindad leyes de nuestro favor, y la general
renunciación que lo prohíbe en forma: Que es
feha en el pueblo de San Juan de Végueta a los
dieioho días del mes de julio de Mil
Ochocientos treinta y tres; y a los otorgantes
, a quienes yo el Escribano doy fe de que
conozco, asi lo dijeron, otorgaron y firmaron,
haciéndole por el que dijo no saber saber
firmar los testigos que lo fueron Don Manuel
Rivas, Don Hipólito Gamarra, y Don Mariano
Aviles.-Juan Bautista Castillo Alcalde.-
Tiburcio de la Trinidad Collantes

También podría gustarte