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Representa un exceso del empleador señalar que al ser propietario de las cuentas del
correo electrónico de su personal, se encuentra facultado a revisar dicho contenido, pues
admitírsele colisionaría con el derecho a la intimidad e inviolabilidad de las
comunicaciones de los trabajadores.
Así lo señaló la Corte Suprema mediante la CAS Nº 14614-2016-LIMA, la cual fijó que
el reglamento interno de trabajo no puede facultar al empleador revisar este medio.
Argumentación
Respecto al poder de control del empleador, descarta que sea irrestricto. “Dicho control
empresarial encuentra sus límites en que su ejercicio sea funcional y racional. Es
funcional porque debe estar relacionado con el contexto empresarial, no pudiendo
controlar la esfera privada del dependiente; por otro lado, es racional porque la idea es
que el control debe ser el resultado de un proceso intelectual que lo justifique y que dé
razón al proceso de toma de decisión”.
Reacciones
Ante los fallos del Tribunal Constitucional y de la Corte Suprema, el laboralista César
Puntriano recomendó la suscripción de un acuerdo individual previo, para que el
empleador pueda acceder al correo que proporcione al trabajador como herramienta de
trabajo.
Sugirió, además, una tarea de ponderación de derechos en juego o competencia, la que
se materializará en diversas operaciones de “balanceo o sopeso” entre el secreto de las
comunicaciones y la intimidad y los derechos económicos del empleador.
CAS Nº 14614-2016-LIMA EMPLEADORES YA NO PODRÁN ACCEDER AL
CORREO CORPORATIVO DE SUS TRABAJADORES
Los correos electrónicos que facilita la empresa como medio de trabajo (o correos
corporativos) deben ser usados para fines laborales, por lo que existe un uso extendido
de que el empleador puede acceder a su contenido (no así a los correos personales de los
trabajadores).
Sin embargo, un fallo de la Corte Suprema corrigió este criterio y anulo las
disposiciones del reglamento interno de trabajo que dispone (una norma común en
muchas empresas) que "el correo corporativo es de propiedad de la empresa y en
cualquier momento puede ser intervenido para verificar su uso adecuado, así como su
contenido como prueba judicial".
Representa un exceso del empleador señalar que, al ser propietario de las cuentas del
correo electrónico de su personal, se encuentra facultado a revisar dicho contenido, ya
que se estaría colisionando con el derecho a la intimidad e inviolabilidad de las
comunicaciones de los trabajadores.
Es decir, ahora, incluso sí se advierte que el trabajador realiza un mal uso del correo
electrónico (acceso a pornografía, filtración de información comercial, uso de cadenas y
otros), no podrá ser utilizada esta situación por la empresa como causal de despido, ya
que no tendrá acceso a su contenido.
Argumentación
Respecto al poder de control del empleador, descarta que sea irrestricto y que dicho
control empresarial encuentra sus límites en que su ejercicio sea funcional y
racional.
“Es funcional porque debe estar relacionado con el contexto empresarial, no pudiendo
controlar la esfera privada del dependiente; por otro lado, es racional porque la idea
es que el control debe ser el resultado de un proceso intelectual que lo justifique y que
dé razón al proceso de toma de decisión”.
Reacciones
Ahora, dijo Núñez, las políticas de uso de correos corporativos de las empresas tendrán
que modificarse porque no podrán afectar derechos fundamentales.
El laboralista Jorge Toyama opinó que se tendría que pedir permiso al trabajador para
acceder al correo; o a los que participaron en la conversación, para que compartan sus
comunicaciones; ya que de lo contrario siempre se tendrá que acudir a un juez penal que
autorice la apertura de una email antes de despedir al trabajador. (Ver Análisis)
O que dentro de un juicio laboral se ofrezca una prueba anticipada para que proceda el
despido del trabajador, pero esto se complica, ya que el contenido del correo solo sería
una prueba adicional del despido que se debió realizar con otros indicios, dijo Toyama.
Ante los fallos del Tribunal Constitucional y de la Corte Suprema, el laboralista César
Puntriano recomendó la suscripción de un acuerdo individual previo, para que el
empleador pueda acceder al correo que proporcione al trabajador como herramienta de
trabajo.
Derechos de la Empresa
Otra arista del problema es que el fallo no analiza los derechos constitucionales del
empleador, que también están en colisión; como son el derecho de propiedad, la libre
contratación y la libertad económica, resaltó el laboralista César Puntriano.
Para recordar
El laboralista César Puntriano comentó que el Tribunal Constitucional sostuvo que solo
por orden judicial el empleador podía acceder al correo otorgado a su personal. La
sentencia no comprendió a los correos personales, pero se entendía extensiva la
restricción (Exp.N°1058-2004-AA/TC).