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03.11.2009
25 minutos de lectura
Cuba
gestión empresariallogística
Introducción
En los últimos años se ha observado a nivel mundial, y en Cuba específicamente una
creciente atención intelectual, académica y empresarial en torno a los procesos o
actividades logísticas, donde las condiciones de la economía cubana exigen de las
empresas la puesta en práctica de estas tendencias empresariales, esto trae consigo
adoptar en cada momento los métodos y técnicas que mejor satisfagan los requerimientos
y exigencias del entorno, a lo que se debe aspirar con la implantación de programas de
mejora, constituyendo en Cuba en estos momentos el Sistema de Dirección y Gestión
Empresarial (Perfeccionamiento Empresarial) la vía para lograrlo.
En un primer intento por mejorar el desempeño organizacional se emite el Decreto Ley 187
del Consejo de Estado (1998), Bases para la implantación del Perfeccionamiento
Empresarial, en las cuales se establecían los principios, las etapas, y los subsistemas a
implementar por la empresa estatal socialista. Sin embargo, debido a la globalización de
las TIC, la innovación de productos, el auge del enfoque por procesos, y en general al
entorno cada vez más cambiante en que se desarrolla la economía cubana, se hace
necesario una reevaluación del sistema empresarial cubano, y en agosto del 2007, se
emite el Decreto Ley 252 del Consejo de Estado sobre la continuidad del proceso de
Perfeccionamiento Empresarial, y a su vez el Decreto 281 estableciendo el Reglamento
para la implantación y consolidación del Perfeccionamiento Empresarial (Nuevas Bases
Generales). Las nuevas Bases hacen referencia al diseño e implantación de 18 Sistemas a
implantar por la empresa estatal socialista “como un traje a la medida”, o sea, se plantea
que cada entidad debe ser lo suficientemente flexible como para adaptar estas bases
según su objeto social, características particulares y según su nivel de desempeño.
Resulta necesario señalar que en dichas bases se atribuye especial atención a los
Sistemas de Mercadotecnia y Relaciones Financieras, y por su peso e importancia en el
éxito empresarial específicamente al de Organización de la Producción de Bienes y
Servicios por ser la razón de ser de toda empresa.
A juicio del autor, desde el punto vista estructural, conceptual y funcional este último
Decreto resulta mucho mas perfeccionado que su predecesor pues contempla a la
empresa con un enfoque por procesos, con carácter sistémico e integrador y a diferencia
del Decreto 187/97 plantea la necesidad del diseño e implantación de un Sistema
Logístico. En el Reglamento para la implantación del Perfeccionamiento Empresarial se
plantea “… las empresas que aplican el Sistema de Dirección y Gestión deberán diseñar e
implantar un sistema logístico que permita obtener el producto, en el tiempo oportuno, en
el sitio apropiado, y al menor costo posible…y más adelante se expone “…el sistema
logístico a implantar en la empresa deberá garantizar la adquisición, el movimiento, el
almacenamiento de productos y el control de inventarios, así como todo el flujo de
información asociado a estas actividades, de forma tal que la rentabilidad presente y futura
de la empresa sea maximizada en términos de costos y efectividad…”.
Desarrollo
Después de realizado el análisis de las concepciones, criterios y evolución que sobre los
sistemas logísticos deben ser considerados y que conforman el estado deseado, se hace
necesario contar con un procedimiento que permita su diseño e implementación en las
organizaciones y que constituye la razón de ser de este trabajo.
Para llegar a la definición de las etapas y actividades que debe contener el procedimiento
es conveniente hacer algunas reflexiones acerca de sus antecedentes y el estado de estos
en Cuba y el mundo, ya que partiendo de ellos fueron concebidas sus etapas, actividades
y los objetivos de las mismas.
Por otra parte se toman muy en cuenta los criterios y experiencias de las diversas
filosofías y enfoques contemporáneos entre los cuales pueden destacarse la Logística
Empresarial, el programa para la mejora del rendimiento en las empresas, el Programa
Permanente para el Mejoramiento de la Productividad (PPMP) Pacheco (1991), y los
enfoques planteados por el Centro Español de Logística (1993).
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a. Listas de Chequeo.
b. Sistema de Indicadores de Desempeño.
c. Perfeccionar el Sistema Logístico teniendo en cuenta las actividades claves de la
Logística previamente definidas con énfasis en:
o Servicio al Cliente.
o Gestión de Inventarios.
o Gestión del Transporte.
Es conveniente destacar que un proceso de esta naturaleza (diseño del sistema) puede
llevarse a cabo dirigido por personal propio de la organización, a los que usualmente se
denominan consultores internos, pero también es usual hacerlo con la utilización de
personal externo, o sea, consultores externos, o la combinación de ambos.
La formación del equipo de trabajo interdisciplinario estará compuesto por no más de siete
personas (Amozarrain, 1999) o entre 6 y 8 (Trischler, 1998), en su mayoría miembros del
consejo de dirección de la empresa. Asimismo, deben poseer conocimientos de los
métodos y herramientas de gestión, y se pudiera contar con la presencia de algún experto
externo, así mismo se nombrará a un miembro del consejo de dirección como coordinador
del equipo.
Cualquiera sea el caso debe iniciarse el trabajo realizando contactos iniciales, entrevistas
con el líder de la organización, reuniones de trabajo con el equipo y la alta dirección con la
finalidad de:
1. Definir los objetivos, alcance del estudio a realizar, así como los plazos de
ejecución.
2. Definir el procedimiento a utilizar y los roles a desempeñar por los participantes y
comprometerlos.
Estos aspectos son parte del denominado contrato psicológico que se utiliza para iniciar
los trabajos de consultoría (Rodríguez 1990).
Los trabajadores desde la alta dirección hasta los empleados son la clave del éxito; por
ello deben integrarse en un proyecto motivante, que los ilusione y les haga sentir como
parte de la organización. Una formación específica a todos los niveles, que parta de evitar
la resistencia al cambio y que proporcione una sólida formación de la conciencia de grupo,
es la clave para apropiarse del comportamiento de los empleados. La estrategia consiste
en que los directivos decidan personalmente liderar el cambio y poner en marcha un
sistema basado en la fuerza de las personas, sus actitudes, formas de proceder e
integración en un objetivo: “la mejora continua”. Por esto todas y cada una de las personas
de la organización deben comprender su papel personal dentro del esfuerzo global para
lograr que la mejora se convierta en realidad. En este paso se inicia todo un proceso de
información/formación que garantice el compromiso a todos los niveles y la preparación de
los implicados.
En primer lugar es conveniente lograr que a todos los niveles se conozca del trabajo que
se realizará y sus objetivos a fin de que las personas tengan bien claras las expectativas e
interpreten el papel que les toca desempeñar para alcanzarlas.
Es bueno destacar que en las restantes fases del procedimiento deben tenerse muy
presente todas las oportunidades para involucrar y comprometer a las personas y la forma
más beneficiosa de hacerlo es darle una activa participación en el proceso.
El no conocer la esencia del Know How, el no hablar un lenguaje común, el no saber
participar eficazmente, es una de las causas claves que hacen fracasar o al menos limitan
los resultados de estos procesos.
Cuando se realiza el trabajo utilizando consultores externos, esta será además para ellos
una experiencia muy útil ya que deben tener toda la información necesaria que permita ir
caracterizando la organización, sus unidades operacionales, de apoyo y funcionales,
entender la misión, los objetivos y tener una idea esencial de los principales factores
internos y externos a tomar en cuenta.
Un aspecto importante en este paso es la delimitación del alcance del estudio de la cadena
de suministro y la representación de la misma (Cespón Castro & Auxiliadora, 2003).
El diagnóstico del Sistema Logístico como “medio blando”, centrará su atención en las
diferentes actividades o procesos que tienen lugar a lo largo de la cadena de suministro
interna (Transporte, Gestión de Inventario, Servicio al Cliente).
Es importante que el equipo tenga una idea clara de la existencia o no de los atributos en
los procesos logísticos seleccionados y pueda valorar su repercusión en el sistema
logístico. En lo referente al sistema informativo se obtendrá un juicio acerca de sí es o no
el requerido, de su disponibilidad y las deficiencias fundamentales que presenta.
En tanto para medir y evaluar el Funcionamiento del sistema logístico, en este diagnóstico
se incorpora también el análisis de indicadores cuantitativos, su proceder se describe a
continuación.
Los indicadores son necesarios para poder mejorar. Lo que no se mide no se puede
controlar, y lo que no se controla no se puede gestionar ), por lo tanto los indicadores son
fundamentales para:
Una vez definidos y seleccionados los indicadores se debe concretar sus objetivos, de
modo que estos sean coherentes con los objetivos básicos del proceso y garanticen su
cumplimiento, considerando lo planteado por diferentes autores como Lorino (1993) y
Goldratt (1995) sobre la necesidad de condicionar la definición de los indicadores a la
precisión clara de los objetivos de la compañía, priorizando primero la importancia de lo
que se mide y luego su indicador, así como que los indicadores seleccionados deben
permitir juzgar el impacto de las decisiones locales sobre la meta global. El sistema de
indicadores propuesto debe precisar, de una parte, el “encadenamiento vertical” para, en
caso necesario, buscar y actuar sobre las “causas raíces o primarias” de los problemas y
de otra, la influencia en el desempeño de los principales procesos existentes en la
organización. Para la definición y selección del sistema de indicadores a emplear para
medir el desempeño del sistema logístico se realizó un análisis de lo planteado al respecto
por diferentes autores como Luis Castro, (2002), Ploos van Amstel, Rien y G. D´ Hert
(1996), Mora (2001), Rivadeneira (2001) y Kaplan & Norton (2002), haciendo énfasis en lo
planteado por estos últimos que sintetizan y mejoran los anteriores agrupando a los
indicadores de gestión por perspectivas (Financiera, Cliente, Procesos y de Formación y
Crecimiento ) facilitando así el proceso de toma de decisiones para la alta dirección pues
focaliza las no conformidades existentes en los diferentes procesos. Unido a esto se tuvo
en cuenta las características del objeto de estudio y el enfoque por procesos a aplicar en la
organización y el cual constituye uno de los pilares fundamentales y un denominador
común en lo planteado por estos autores. Siguiendo este enfoque, se prestará especial
atención a los procesos logísticos (Transporte, Gestión de Inventario y Servicio al Cliente)
que inciden directamente en el éxito empresarial donde se considerarán los indicadores
financieros como expresión de los resultados logrados en el desempeño del flujo financiero
que se traducen en la salud financiera de la organización y el análisis del flujo material en
el sentido inverso en que ocurre tomando como punto de partida los clientes, luego
entrando a procesos: aprovisionamiento; producción y distribución con la perspectiva de
formación y crecimiento que constituyen el soporte al flujo material.
1) Perspectiva Financiera
El análisis económico-financiero pone a disposición del equipo directivo los instrumentos
necesarios para comprobar continuamente el pulso de la empresa y poder así,
implementar programas correctivos tan pronto se presenten síntomas de problemas
futuros.
Con el empleo del Cuadro de Mando Integral, se logra que las demandas de la actuación
del proceso interno se deriven de las expectativas de los clientes externos y concretos.
Una vez recogida la información de los indicadores se procede al monitoreo de los mismos
para su posterior análisis. El monitoreo se realiza mediante cuadros de mando (CMI) o
cuadros de información que según Heras (1996): “…son herramientas que muestran toda
la información relevante de un indicador en un espacio reducido”. Luego, a partir del
estudio de los cuadros de mando de la información se analiza cada uno de los procesos
clave y se plantean acciones de mejora para su perfeccionamiento.
Sobre este aspecto solo resta puntualizar que, si bien el cálculo de estos indicadores es
importante, estos son efectos, realidades, que no pueden cambiarse, por tanto el equipo
debe centrarse en las cadenas de causa/efecto que se generan a partir del análisis de las
dimensiones esenciales, y que son las que conducirán a las causas raíces sobre las que
es necesario ejercer la influencia correctiva.
El nivel de referencia se asocia al estado deseado del indicador, lo cual servirá para
compararlo con el estado actual; se podrán considerar como estado deseado o patrón de
referencia:
Una vez que se han vencido estas 2 direcciones de diagnóstico (Existencia, a través de
listas de chequeo y Funcionamiento mediante indicadores de gestión), el equipo debe
tener claridad en el listado de los problemas existentes en cada actividad del sistema así
como las causas. Puede utilizarse para presentar esta información matrices de
diagnóstico, tablas y gráficos, igualmente resulta conveniente clasificarlos en externos e
internos tomando como base la autoridad existente para resolverlos en el momento en que
se realiza el estudio.
Es importante que se reflexione acerca de todo esto y al final con las consideraciones que
se han ido integrando precisar un resultado, un diagnóstico lo más completo posible.
El equipo de diseño debe elaborar las estrategias que adoptará la organización para
accionar sobre las causas (dimensiones esenciales) que inciden de una u otra manera en
los problemas detectados, priorizando desde luego estas acorde al estado en que las
mismas se diagnosticaron, dándole preferencia a las críticas, a aquellas que tengan mayor
impacto y que tengan mayores posibilidades de éxito en las condiciones objetivas y
subjetivas existentes en el entorno, las soluciones o acciones que se proyecten en sentido
general pueden ser clasificadas de manera general en dos grupos (Álvarez López, 2001):
1. Acciones indirectas.
2. Acciones directas.
1. Servicio al Cliente
2. Gestión de Inventario
3. Gestión del Transporte
Tareas:
Sistema de Distribución.
Objetivo: Garantizar el traslado eficiente de materiales y mercancías (producto final) hasta
los puntos de consumo.
Tareas:
1. Definición de itinerarios.
2. Necesidad de medios de transporte.
3. Balance de transporte
El mejoramiento del sistema puede estar condicionado por varios elementos y estos
pueden ser: deficiencias en el funcionamiento, cambios ocurridos en la organización,
exigencias de los clientes y los cambios en el entorno (cambios provocados por la
tecnología, la política, el mercado, etc.)
Será preciso estandarizar las mejoras conseguidas para evitar posibles retrocesos; esto es
fundamental para garantizar el avance y la mejora continua sostenida. En caso que la
actuación no se comportase como inicialmente se había previsto, puede ser necesario
revisar las estrategias e incluso modificarlos.
Conclusiones
Teniendo en cuenta todo lo analizado hasta aquí se pudo llegar a las siguientes
conclusiones: