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El rol de la Historia como carrera universitaria

Jasmin Urbina Rios


Estudiante de Historia
Universidad Nacional de Trujillo

Resumen

El articulo académico tiene como objetivo convertir a la carrera de Historia en


una profesión trascendental, destacando su utilidad en la sociedad e inspirando
a conseguir más ingresantes en este campo; por ello se ha desarrollado un
estudio bibliográfico del tema. La relevancia obtenida es conforme a la otorgada
por el lector así mismo se le informara también sobre el oficio de un historiador.

Palabras clave: Historia, carrera universitaria, historiador.

Abstract

The academic article aims to turn the career of history into a transcendental
profession, highlighting its usefulness in society and inspiring to get more entrants
in this field; This is why a bibliographical study of the topic has been developed.
The relevance obtained is in accordance with that granted by the reader, and he
will also be informed about the job of a historian.

Keywords: History, college career, historian.

Introducción

El conocimiento sobre la historia en sí es superficial, la sociedad considera que


es un relato estético de tiempos pasados. La simpleza del pensamiento popular
genera como consecuencia un desinterés sobre su especialidad universitaria.

La historia examina la veracidad de los casos, desarrolla el criterio en el


historiador. El análisis de esta es compleja e interminable; la historia no es la
ciencia del pasado, es la ciencia que interpreta el pasado por un mejor desarrollo
social, personal y cultural a futuro.

La historia ha sido de gran utilidad en épocas anteriores, pero actualmente se


descuida el uso de aquella disciplina, por ello en el año 2010 la Lic. Lidia Ordaz
publica su artículo Algunas reflexiones sobre la historia como ciencia y el
conocimiento histórico, el cual defiende los estudios históricos y su relevancia en
todos los tiempos.

Desarrollo temático

"El profesionalismo es la torre desde la que se divisan mejor los latifundios de


Clío. También es comparable a un telescopio que nos permite vislumbrar las
lejanías, así como la especialización cabe compararla con un microscopio que
nos da acceso a lo invisible a simple vista" (González, 1988).

El aprendizaje de una institución superior tiene el objetivo de un estudio


especializado de la carrera electa, esta es la causa que consigue abrir un camino
más sencillo en el ámbito técnico y conseguir con mayor facilidad logros que para
otros llegan a ser inalcanzables debido al mínimo reconocimiento otorgado en
instituciones, asimismo, abre las posibilidades a un mejor desarrollo en el campo.
La obtención de un título y realización a un trabajo beneficioso son factores
decisivos en esta elección, también la demanda de trabajo, la ganancia y la
idealización de una escuela que se adapte a la vocación.

La elección de Historia como carrera, en comparación con ingenierías o carreras


médicas, es mínimo debido a su poca demanda y difusión o el descuido sobre el
patrimonio cultural de la comunidad, en especial en países tercermundistas,
pero, aun así tiene como propósito la formación de historiadores reflexivos, sin
esquemas que limiten su pensamiento, insaciables de saber, personas con
predisposición a la investigación y análisis permanente, que aumenten su
sentido crítico y objetividad en el momento de desarrollar su estudio histórico.

“La historia, como disciplina científica, es un tipo de conocimiento de un gran


poder formativo y también educativo. Y lo tiene por ser un método valido para
aprender a realizar análisis sociales. Permite estructurar todas las demás
disciplinas sociales” (Prats, 2007). El Historiador estará en constante
aprendizaje, de nuevos conocimientos, investigaciones, planteamientos y
descubrimientos, se califica como una persona que gusta de aprender el origen
de las cosas, analizar y plantear nuevas utilidades con los saberes o desarrollar
otras utilidades con el conocimiento previo. Medita y cuestiona lo que está a su
alrededor, sin prejuicios que impidan el desarrollo en el estudio o que
descalifique o glorifique a un bando que demuestre una crítica objetiva en sus
publicaciones sin tomar bandos o partidos y relate lo sucedido sin favorecer.

“Los historiadores tradicionales piensan fundamentalmente la historia como una


narración de acontecimientos, mientras que la nueva historia se dedica más al
análisis de estructuras” (Burke, 1993). Hace menos de un siglo el objetivo del
estudio histórico se modifica, y transforma el método en el cual se presentan los
sucesos, dejan de glorificar al muerto e insultar al vivo, convierten la historia
heroica en una realista, con situaciones verídicas admirando a una persona con
fallas antes que a un héroe impecable; se concentran en lo más cercano a la
verdad. La historiografía ha sido modificada en la que expresa las injusticias de
la historia antigua un claro ejemplo de ello es el libro El robo de la historia de
Jack Goody, en el que expresa el centralismo europeo, donde la historia se
concentraba en occidente y su desarrollo; así también Heródoto, considerado
padre de la historia, fue cuestionado por su tendencia a narrar lo estético antes
de lo real.

La relevancia de su uso en un estudio superior se basa en las consecuencias.


Todo país lleva su historia izada en la propia cultura, por ende, se representa
como un símbolo de patriotismo donde los actos de sus antepasados formaron
el presente y así las acciones de hoy será la historia del futuro. El sentimiento
patriótico en los integrantes del país, ayuda a determinar una conexión entre la
sociedad, creando confianza en personas con las que comparte estos sucesos
históricos. También contribuye a encontrar puntos en común en los ciudadanos,
compartiendo y forjando una cultura popular; sin embargo, esto además es causa
de intensas rivalidades o rencores entre países, comunidades o personas.

“Tras los rasgos sensibles del paisaje, tras los escritos en apariencia más fríos y
las instituciones en apariencia más distanciadas de quienes las establecieron, la
historia quiere captar a los hombres” (Bloch, 1996). Su objeto de estudio es el
hombre, más específicamente los hechos del hombre en la sociedad; son un
conjunto de sucesos comprobables en el cual se investigan razones, acciones y
sus respectivas consecuencias; un historiador busca la solución más cercana a
la verdad, ya que debe aceptar que no existirá una verdad absoluta y las
diferentes fuentes orales o escritas lo confirmaran, para extraer la información se
debe tomar de diversas fuentes, las cuales están escritas de diferentes formas
que varían en expresión o perspectiva, esto es debido a las personas de las
cuales se obtiene la información, el historiador está en constante comunicación
intercultural.

El hombre es un ser culto que ha desarrollado diversas ideas debido a sus


necesidades, de las cuales no se sabría la utilidad si no fuera por los
cuestionamientos de la historia en el que se revisan los antecedentes del objeto,
el cómo, donde, porqué y paraqué fue creado, de ello se puede mejorar
fusionando con los conocimientos actuales.

“Del carácter de la historia como conocimiento de los hombres se desprende su


posición particular frente al problema de la expresión. ¿Es ciencia o arte?”
(Bloch,1996). La diferencia entre estos aspectos es la utilidad del método
científico. ¿Acaso la historia no observa, analiza y plantea hipótesis sobre los
hechos pasados del hombre o la comunidad? Después de arduos debates del
siglo XIX, se llega al consenso que la historia es una ciencia complementada con
el arte, se encuentra en la unión de lo que nombran fondo y forma
respectivamente.

La inclusión de la historia en las ciencias sociales deriva del estudio


antropológico en sus diferentes tiempos, asimismo busca un desarrollo en el
hombre y la sociedad, por ello se fomenta la identidad nacional y el desarrollo de
la investigación humanística.

Se debe aclarar que la historia abarca una extensa diversidad de materias. Es


una ciencia elemental, al ser creada desde la capacidad del hombre de registrar
los hechos dentro de un contexto y sociedad; por ende, este campo contiene
información de múltiple temática. También la historia se refiere a la vida y hechos
de cada persona donde es exhibido en la biografía.
“De todos los campos de investigación, la historia quizá sea la más difícil de
definir con precisión, puesto que, al intentar develar los hechos y formular un
relato inteligible de estos, implica el uso y la influencia de muchas disciplinas
auxiliares” (Rodríguez en Ordaz, 2010).

En el desarrollo de la historia se necesita la investigación de otros temas


relacionados en el estudio, ya que por sí sola no se puede realizar, es una
disciplina que se une con otras asignaturas para encontrar los hechos y poder
comprenderlos de acuerdo con su temática.

La creación de referencias o saberes previos provienen del conocimiento pasado


de generaciones o adquirido mediante el estudio; la capacidad de no repetir
hechos desfavorables en la vida actual es la utilización de la experiencia
histórica, el aprender de los errores ajenos o propios. En la actualidad, el saber
de la historia es muy útil, teniendo en cuenta que todas nuestras acciones,
ocupaciones o trabajos están basados en actividades más antiguas de diferentes
procesos, pero con un fin similar, perfeccionados con el motivo de simplificar la
vida del hombre.

Explica los sucesos de nuestro alrededor podemos conocer los antecedentes de


los conflictos, crea personas más informadas, y forma una guía de referencias
históricas en las actividades diarias.

"Así ha de ser el historiador exento de temor, incorruptible, independiente, amigo


de la franqueza y de la verdad, llamando, como dice el cómico, al higo, higo, y al
esquife, esquife; sin conceder nada a la amistad ni al odio; sin perdonar nada por
compasión, vergüenza o respeto; juez imparcial, benévolo con todos, sin
excederse para nadie de lo justo; extraño a sus libros, sin rey, sin ley y sin patria,
y sin preocuparse de lo que éste o aquél pensará, refiriendo veraz mente los
hechos". -Luciano de Samósata.

Como investigador tiene que poner en tela de juicio todo lo dicho en la historia,
no se puede asegurar qué es lo verídico o ficticio en una narración histórica por
ello, el historiador tiene que mantener la incertidumbre de todo lo que no ha sido
comprobado.
Un historiador es de igual modo un detective, un investigador especializado del
tema que reconstruye los hechos basándose en la sociedad, estado económico,
creencias y otros factores de la época y el lugar; también necesita de fuentes
que confirmen el estudio e información obtenida, completa los vacíos históricos
mediante suposiciones referentes al contexto, así como estudia la psicología del
hombre en sus acciones y reacciones frente a las circunstancias establecidas.

"El historiador decide si debe enjuiciar y en qué momento hacerlo, y la selección


crítica puede variar si no se refleja en el discurso la complejidad para pensar la
dinámica de la historia" (Sánchez, 2005). La objetividad es una de las cualidades
de la historia, su estudio termina con la presentación del trabajo investigado y no
en la opinión partidaria del historiador, la función es difundir la historia tal como
se presentó y no crear un ideal apoyando el pensamiento del redactor; debe
tener cuidado al expresar su opinión o critica referente al hecho histórico.

La índole del historiador será desarrollarse como investigador histórico, pero


aquello no es impedimento para que abarque otras áreas laborales referentes a
la profesión.

Según Moradiellos (1994), conjuntamente con el inicio de la historia en la


universidad se agregó otro desempeño, la enseñanza de los saberes adquiridos
por la disciplina, además de su función investigadora. El aprendizaje de las
investigaciones históricas beneficia al alumno como al docente, el fin de un
estudio es la divulgación del resultado y la difusión de un nuevo conocimiento;
asimismo el alumno se va enriqueciendo de la información otorgada lo que
genera una reestructuración de nuevos cuestionamientos, posturas e ideales y
el anhelo de indagar más sobre el estudio y comprobación de la autenticidad de
la información de igual modo capacitar en actividades de conservación,
información, orientación y divulgación.

La archivística es una de las labores del historiador, el mantenimiento y orden de


documentos es importante para futuras fuentes escritas además de ser un
trabajo servicial, también se convierte en utilidad para generaciones que deseen
estudiar el año o época presente.
También la protección y conservación del patrimonio cultural en un lugar forma
parte de los deberes del historiador el cual preserva y cuida la herencia otorgada
de civilizaciones pasadas.

La obligación del historiador es difundir nuevas investigaciones e implementar


nuevos saberes al pensamiento actual, expone las raíces de los problemas
actuales y sus probables soluciones, por eso el término de un estudio histórico
es la publicación del conocimiento encontrado, los profesionales en historia son
los principales promotores de la gestión cultural.

Conclusión
Finalmente, el artículo resalta el desarrollo de un historiador en el entorno
universitario y laboral, donde requiere de ciertos criterios para construirse como
profesional. Los argumentos explicados con anterioridad suman el perfil que un
estudiante de historia debe poseer para realizar con éxito su investigación o
estudio.
Bibliografía

Bloch, M (1996). Apología para la historia o el oficio del historiador.2daed. México D.F.:
Fondo de cultura económica.

Burke, P. (1993). Formas de hacer historia. Madrid: Alianza editorial.

González, L. (1988). El oficio de historiar. Michoacán: El Colegio de Michoacán.

Moradiellos, E. (1994). El oficio del historiador. Madrid: Siglo veintiuno editores.

Ordaz, L. (2010). Algunas reflexiones sobre la Historia como ciencia y el conocimiento


histórico. Contribuciones a las Ciencias Sociales, vol.8. Recuperado desde:
http://www.eumed.net/rev/cccss/08/lros.pdf

Prats, J. (21 de junio de 2007). La historia es cada vez más necesaria para formar
personas con criterio. Escuela. (3,753), pp. 914-915.

Sánchez, L. (2005). La historia como ciencia. Revista Latinoamericana de Estudios


Educativos, vol. 1(1), pp.54-82.

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