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Junto con saludarlo, nos dirigimos a usted por segunda vez y de forma pública para manifestar
nuestra preocupación y opinión fundada respecto al curso que ha tomado la dirección y gestión
de recursos asociada al proyecto Orquesta CIFAN.
Sin embargo y dado el carácter público de esta comunicación, resulta necesaria una
recapitulación de los hechos concretos acontecidos desde marzo de este año hasta ahora.
1. En marzo de este año, la dirección y coordinación ejecutiva del proyecto orquesta de
CIFAN, encabezada por el Sr. Antoine Leuridan, decidió y comunicó la suspensión del Sr.
Nicolás Matamala, profesor de violonchelo, luego de reiteradas situaciones de maltrato
hacia estudiantes del proyecto. Esta suspensión responde a la negativa de dicho profesor
a cambiar y mejorar su comportamiento y resulta a la vez necesaria e inevitable desde la
dirección y coordinación del proyecto.
2. Posterior a esta reunión, el Sr. Pablo Matamala, padre de Nicolás y entonces profesor
director de la orquesta del proyecto, se comunicó con miembros del directorio para
interceder en favor de su hijo, alegando un trato injusto y el no haber sido informado
(situación que él mismo explicitó en reunión del directorio con apoderados). Esta situación
de por sí resulta irregular y condenable tanto desde el profesor Matamala padre como
desde los miembros del directorio que decidieron dar acogida al reclamo, puesto que las
relaciones filiales debieran quedar al margen cuando se tratan situaciones tan graves
como el maltrato profesor-estudiante.
3. En este contexto el directorio de CIFAN, encabezado por el Sr. Iñaki Larraza, tomó la
decisión de desvincular al Sr. Antoine Leuridan, sin entregar argumentos claros para
respaldar esta medida. Considerando la impecable gestión del Sr. Leuridan, esta decisión
resulta inexplicable salvo como una respuesta directa al tráfico de influencias ejercido por
el prof. Matamala.
4. Al enterarse de esta situación y de forma separada, tanto la asamblea de profesores
como la asamblea de apoderados decidieron parar las actividades del proyecto orquesta
de CIFAN, hasta no tener una explicación clara de por qué el directorio decide castigar
una decisión que busca proteger a niñas y niños de situaciones de maltrato. La
explicación detallada de este proceder se la hicimos llegar a Ud. en carta anterior, la que
hasta ahora no tiene respuesta de su parte.
5. En este contexto se realizó una reunión de la asamblea de apoderados con algunos
miembros del directorio, en la cual el Sr. Larraza no quiso explicar las razones del despido
del Sr. Leuridan, si bien el directorio se comprometió a revisar la medida ante nuestro
manifiesto rechazo.
6. En reunión de apoderados, el día 13 de junio, el directorio informa de la crisis financiera
en la que se encuentra el proyecto y también nos llega la carta de uno de los principales
sostenedores financieros del proyecto orquesta de CIFAN, en la que se explica su
decepción con el proceder del directorio y el retiro de los fondos permanentes otorgados
desde 2014.
Con enorme pesar nos enteramos que la actual situación pone en riesgo la continuidad de las
actividades para este año, al punto que dos miembros del equipo docente han sido despedidos
por falta de recursos. Cabe hacer notar en este punto que el directorio no tomó ni ha tomado
acciones para asegurar la continuidad del proyecto, tanto desde el punto de vista financiero como
desde el punto de vista de la sana convivencia. Más bien, su actuar impositivo ha roto la
confianza de benefactores, beneficiarios y la comunidad CIFAN en general.
A las madres, padres y apoderados/as de CIFAN nos parece que el manejo de esta crisis por
parte del directorio ha sido ineficiente y cuestionable, pero nos preocupa aún más su aparente
desconcierto frente a la comunidad que ha crecido en torno al proyecto, y todavía más lo que
parece ser su plan de acción de aquí en adelante. Se nos ha hecho notar que, desde el punto de
vista del directorio, la forma actual del proyecto no se condice con la visión original del mismo. De
forma poco explícita, pero a la vez profundamente clara, se nos ha dado a entender que la
comunidad que hoy conformamos no es la población a la cual el proyecto está destinado. Nos
parece que esto es un error. Durante los últimos años hemos crecido como una comunidad que
abarca a estudiantes, apoderados, profesores y otros miembros del equipo que comparten
dentro de las actividades cotidianas del proyecto. Las familias que la integramos somos diversas,
y ciertamente no todas calzan con la concepción más burda de v ulnerabilidad, restringida
principalmente a lo económico y al nivel de educación. Por el contrario, nos parece que la
integración social propiciada por el proyecto orquesta sitúa a las y los estudiantes en un contexto
de enriquecimiento sociocultural. Se trata de una instancia de formación de personas integrales y
no de un escenario de aislamiento socioeconómico. Nos enorgullece y alegra participar de este
espacio en donde este grupo diverso comparte de igual a igual, donde podemos aprender los
unos de los otros porque compartimos y valoramos la entrega y el cariño que cada uno aporta. El
proyecto Orquesta, en su forma actual, brinda un espacio libre de prejuicios, en donde las familias
integrantes tienen la posibilidad traspasar las barreras sociales que tradicionalmente conlleva el
origen socio-económico. Son justamente estas barreras las que sustentan la marginalización y la
injusticia que tristemente caracteriza a nuestra sociedad.
El desconcierto por parte del directorio respecto a esta comunidad pone en evidencia su falta de
vinculación con el proyecto durante los últimos años. Todos/as quienes formamos parte del
proyecto Orquesta hicimos la inscripción como es debido, y los datos asociados han estado al
alcance del directorio durante el proceso. ¿Por qué les tomó años darse cuenta de esto? Nos
parece evidente que la respuesta se encuentra en que no han mirado ni han sido parte activa del
proyecto durante estos años. La crisis que vivimos en marzo podría haberse evitado si el
directorio no hubiese reaccionado de forma impulsiva y autoritaria. Estas decisiones unilaterales,
que han mostrado en lo material ser una gestión ineficiente, parecen estar dirigidas a impedir la
continuidad de este importante proyecto y como consecuencia vulnerar a niñas, niños y jóvenes
de CIFAN. Del mismo modo, la crisis actual impide que más estudiantes puedan sumarse a un
proyecto orquesta con tradición y experiencia, y enriquecerse del trabajo ya avanzado y logrado.
En este contexto queremos dejar en claro y no sujeto a interpretaciones ambiguas los siguientes
puntos:
1. El directorio actual de CIFAN no posee las cualidades necesarias para la dirección del
proyecto Orquesta.
2. El directorio no cumple con las cualidades éticas que permitan la dirección adecuada de
un proyecto social que involucra a niñas, niños y sus familias, puesto que en la práctica y
en una situación de crisis ha decidido resguardar los privilegios de sus amigos por sobre
los derechos de niñas y niños que por mandato fundacional están comprometidos a
proteger.
Por todo lo anterior, solicitamos a usted gestionar un cambio de directorio, en atención al daño
que el actuar y la falta de vinculación de los actuales miembros han causado al interior de un
proyecto icónico. Asimismo, nos parece necesario que el gobierno del proyecto Orquesta
involucre a representantes de las y los profesores, administrativos, apoderadas/os y estudiantes,
de modo representativo. Sólo de éste modo, con una comunidad con participación activa en la
toma de decisiones para el proyecto orquesta, podremos asegurar que esta iniciativa continúe
enriqueciendo a niñas, niños y jóvenes de Valdivia.
Atte
Asamblea de familias y apoderados del proyecto Orquesta CIFAN