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Nombre:

Juan Carlos Santana Díaz


Matrícula

201901107
Asignatura
Español ll
Tema: Trabajo final
Facilitador/a
Germán Mendoza Reducindo
Guía elemental para el análisis de un texto narrativo

1- Bibliografía de autor:

Juan Bosch

(La Vega, 1909 - Santo Domingo, 2001) Político y escritor dominicano que
alcanzó la presidencia de la República en 1963, tras padecer más de dos
décadas de exilio por su oposición a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo
(1930-1961). En su faceta literaria destacó como ensayista y cultivador del relato
breve.

Nacido en la provincia dominicana de La Vega, Juan Bosch cursó estudios


superiores en la Universidad de Santo Domingo. Cuando en 1930 Rafael
Leónidas Trujillo se hizo con el poder mediante un golpe de Estado, Bosch fue
acusado de conspiración contra el nuevo régimen y pasó algún tiempo
encarcelado. Recuperada la libertad, ingresó como empleado en la Oficina
Nacional de Estadística, pero en 1937 renunció a su puesto y abandonó la
República Dominicana para instalarse en Puerto Rico.

Allí se unió a la lucha antitrujillista y junto a otros exiliados fundó el Partido


Revolucionario Dominicano (PRD) en 1939. Viajó a Cuba y en la isla desarrolló
una actividad política de gran relevancia que le llevó a ocupar el cargo de
secretario particular del presidente Carlos Prío Socarrás. Cuando en 1959 la
revolución castrista llegó a La Habana, Bosch abandonó Cuba y se instaló en
Costa Rica.

Confirmado el asesinato del dictador Trujillo en una emboscada, Bosch regresó a


su país en octubre de 1961 y dedicó sus esfuerzos a impulsar el desarrollo del
Partido Revolucionario Dominicano, con el que acudió a la cita electoral de 1962
y consiguió proclamarse presidente de la República. Tomó posesión de la más
alta magistratura del país el 27 de febrero de 1963 y, con el apoyo del Partido
Comunista, abrazó un ambicioso programa de reformas. La Iglesia y la embajada
de Estados Unidos encabezaron entonces una dura campaña de oposición a su
programa que, siete meses después, provocó la caída de Bosch y la asunción del
poder por parte de un triunvirato militar.

Deportado a Puerto Rico, mantuvo contacto permanente con las fuerzas políticas
de su partido y buscó apoyo militar en los sectores jóvenes del ejército para
orquestar un movimiento armado contra el gobierno golpista dirigido por Reid
Cabral. El levantamiento en los cuarteles se transformó el 24 de abril de 1965 en
una revuelta popular que provocó la inmediata intervención militar de los Estados
Unidos. La contienda, en la que perdieron la vida más de cinco mil dominicanos,
terminó con un acuerdo negociado que instauró en el Palacio Nacional al
gobierno provisional de Héctor García Godoy en septiembre de aquel mismo año.
En 1966, Juan Bosch volvió a presentarse a las elecciones presidenciales, pero
cayó derrotado ante Joaquín Balaguer. Al iniciarse la década de 1970, retomó la
iniciativa política con la fundación del Partido de la Liberación Dominicana (PLD),
formación de inspiración marxista con la que acudió a las citas electorales de
1978, en las que apenas consiguió respaldo popular, y de 1982, año en el que
obtuvo seis diputados en el parlamento dominicano y el control municipal en más
de veinte ayuntamientos del país. Los comicios de 1986 significaron un nuevo
espaldarazo para Bosch; su partido contabilizó dieciséis escaños, aunque la
victoria cayó nuevamente del lado de su viejo enemigo político y líder del Partido
Reformista, Joaquín Balaguer.

Cuatro años más tarde, ambos adversarios volvieron a competir en las urnas
para ocupar el Palacio Nacional y, una vez más, Bosch quedó apartado de la
presidencia en un proceso marcado por las irregularidades. Su último intento de
tomar el poder llegó en 1994 y fracasó de nuevo en unos comicios que los
observadores internacionales denunciaron como fraudulentos. La crisis política
desatada tras las elecciones provocó una reforma constitucional que limitaba a
dos años el nuevo mandato de Balaguer y prohibía expresamente la reelección
presidencial.

Obras de Juan Bosch

Juan Bosch fue un apasionado de las letras desde su juventud y cultivó la


disciplina literaria en forma de cuentos y relatos breves para introducirse,
después, en el género de la novela. Su abundante obra, escrita dentro y fuera del
país, recoge entre otros asuntos la realidad sociocultural de los campos
dominicanos, sus conflictos y sus luchas.

Bosch es autor de la novela criolla La mañosa (1936), de ambientación rural,


pero se destaca especialmente como autor de los relatos breves Camino real
(1933), Indios (1935), Dos pesos de agua (1941), Ocho cuentos (1947), La
muchacha de la Guaira (1955), Cuentos escritos en el exilio y apuntes sobre el
arte de escribir cuentos (1962) y Más cuentos escritos en exilio (1966). Entre sus
obras históricas y políticas destacan títulos como Trujillo: causas de una tiranía
sin ejemplo (1961), Composición social dominicana (1978) y La guerra de la
Restauración (1982), entre otros.

2-Titulo de la obra:

3-Tema o tesis del autor:

El tema:
Esta obra se centraliza en las necesidades y problemas creados a través de una
fuerza política mayoritaria que quiere absorber toda la inteligencia de una clase
humilde y necesitada.

Mensaje:
El extravío de las cabezas de Bosch, hablan de una época capaz de reproducirse
por sí mismas, corresponden a la realidad material de lo pensado. Los partidos
políticos son absorbentes de la moral y principios del pueblo, a través del tiempo,
dejándonos problemas que jamás se borrarán de nuestras conciencias.

Argumento:
Todo se desarrolla en un lujoso salón, donde varias personas habían atravezado
una enorme puerta para entregar sus cabezas y luego colocarlas en largas
vitrinas pegadas a la pared, como muestra de fidelidad a ciertos Partidos.

El narrador penetra por la puerta y se aterroriza, al pensar la vida que había


dejado atrás y la que le tocaría vivir de ahora en adelante.

De pronto una voz suave que llenaba todo el salón le gritaba que entregue su
cabeza, éste le preguntaba que si la de él, la voz vuelve a gritarle que claro, que
cuál va a ser. Al observar éste las innumerables cabezas sin vidas colocadas en
las vitrinas, como forma de ganar tiempo, pregunta que cómo se quitaba la
cabeza. Al oír las instrucciones de como quitarse la cabeza de parte de aquella
voz, sintió un frio mortal, ganas de sentarse y agarrarse de algo, apoyó las manos
sobre la mesa.

Logró hablar, pero negándose a despojarse de su cabeza, por ser lo único que
tiene para pensar, la voz sugiere que no tiene que pensar y que en cambio
empesará una nueva vida. Al preguntar éste que clase de vida llevaría, miró
hacia la puerta por donde había entrado y al ver que estaban cerradas, volvió los
ojos al gran salón completamente cerrado y solitario.

La voz no era humana y miles de ojos malignos la miraban, sin vida y le decían
que por favor no le haga perder más tiempo que otros esperaban. Al sentir que
alguien iba a entrar al gran salón, éste se lanzó sobre la puerta y saltó a la calle,
corriendo como loco.

Después de una semana oculto, salió a la calle de nuevo, aterrorizado, se sentó


en una pequeña cafetería, a tomar un café, mientras dos hombres, sentados a su
lado murmuraban: ese fue el que huyó después que estaba... Después que
estaba inscrito... Al oir estas palabras se llenó de violencia, sudó de frío, y se le
derramó el café por la camisa, luego sentado en su casa trató de lavar la camisa
con jabón, cepillo y un producto químico especial, pero la mancha no se
desvanece, al contrario cada esfuerzo que hace por borrarla, se destaca cada día
más.

4-¿Cuál es la persona gramatical que asume el narrador?


Punto de Vista del Narrador: El punto de vista del narrador es primera persona

Está el narrador como persona principal.

Personajes:
El narrador

Nivel de lenguaje empleado:


El nivel de lengua empleado por el autor es político social

5- Ponderar el ambiente y época en que se desarrolla la trama,


Un lujoso salón, la casa del narrador donde trata de quitarle la mancha a la
camisa y un viejo café de mala muerte. El extravío de las cabezas de Bosch,
hablan de una época capaz de reproducirse por sí mismas, corresponden a la
realidad material de lo pensado.

Vio como los grupos que medraron bajo el trujillismo y que entronizaron a Trujillo,
cuando vieron los aires cambiar, se le voltearon. Cómo mostraron un descarado
interés en heredar al Jefe. Y fue víctima de estos grupos, que lo sentían un
advenedizo: se sentían despojados de un poder por el que habían conspirado,
por el que se habían arriesgado y derramado sangre, y que se les escapó de la
mano en las elecciones de 1962.

Los partidos políticos son absorbentes de la moral y principios del pueblo, a


través del tiempo, dejándonos problemas que jamás se borrarán de nuestras
conciencias.
Los políticos buscan que las personas les dejen sus cabezas en los despachos
de los partidos, para ir renunciando a sus principios, entregarles el cuerpo vacío y
simbólicamente descabezado a los procesos políticos de la época.

6- Describir los personajes principales.

 El Narrador:

El personaje principal se sentía cuestionado por todos los que estaban en su


entorno, por el hecho de tener un pensamiento e ideas diferentes a las de ellos,
lo que le causaba inquietud y temor.

“Me hallaba bajo la impresión de que miles de ojos malignos, también sin vida,
estaban mirándome desde las paredes….”

 La Voz:

La acción de la voz es de carácter firme, adoctrinadora, de línea recta que no


acoge pensamiento ni ideas diferentes a sus creencias, no da elección.

“Aquí no tiene que pensar. Pensaremos por usted. En cuanto a sus recuerdos, no
va a necesitarlos más…”

 Dos Hombres del Café:

La acción desarrollada por los hombres del café era de juicio, juzgaban al
personaje principal por no haber seguido el lineamiento sugerido.

“Me miro con intensidad y luego dijo al otro…Ese fue el que huyo después que
estaba…”

7- Descubrir cambios de conducta en los personajes motivados por las


circunstancias de la trama.
Su contacto posterior con sociedades de mayor avance económico, político y
cultural, como las sociedades cubana y chilena en las que vivió, le permitieron
contrastar las condiciones imperantes y desarrollar un pensamiento político de
transformación y cambio.

Todos los que habían cruzado la puerta antes que yo habían entregado sus
cabezas”, como una forma de expresar la gran influencia que ejercen los partidos
políticos en la sociedad dominicana, y en especial en la masa más necesitada, en
espera de que algún partido político asuma el poder para poder saciar sus
necesidades. Pero la gran crisis surgió cuando el personaje pidió el método para
poder quitarse su cabeza, terminando el cuento con la huida tempestiva del
personaje sin nombre, que si aceptaba la sugerencia, no tendría identidad propia
jamás, porque su cabeza pasaría a ser un objeto de estantería, cuyo valor tendría
el que dieran sus aquellos personajes inhumanos que se encontraban en aquel
gran salón. Los políticos buscan que las personas les dejen sus cabezas en los
despachos de los partidos, para ir renunciando a sus principios, entregarles el
cuerpo vacío y simbólicamente descabezado a los procesos políticos de la
época.
8- Establece como es manejado el tiempo: de manera lineal o
discontinua.
Ilustrar con frases escogidas la respuesta

Es la época o momento en que se sitúa la narración. Puede ser explícito o


deducirse del ambiente, personajes, costumbres. El tiempo interno: Es
el tiempo que duran los acontecimientos narrados en la historia.
.

9- Aspectos estilísticos:
Más allá de la estética hay una ética; más allá del discurso literario un discurso
político: la obra de Juan Bosch es una denuncia implícita de las condiciones
semisalvajes, atrasadas a niveles escandalosos, en que se desenvolvía la vida
de los dominicanos a comienzos del siglo XX.

POLISÍNDETON: No es fácil explicar lo que esas palabras significaron para mí.


Sentí que alguien iba a entrar, que ya no estaría más tiempo solo, y volví la cara
hacia la puerta. No me había equivocado; una mano sujetaba el borde de la gran
hoja de madera brillante y la empujaba hacia adentro, y un pie se posaba en el
umbral. Por la abertura de la puerta se advertía que afuera había poca luz. Sin
duda era la hora indecisa entre el día que muere y la que todavía no ha cerrado.

DESCRIPCIÓN: Todos los que habían cruzado la puerta antes que yo habían
entregado sus cabezas, y yo las veía colocadas en una larga hilera de vitrinas
que estaban adosadas a la pared de enfrente

HIPÉRBOLES: La voz llenaba todo el salón y resonaba entre las paredes nadie
podría evitarme esa macabra experiencia

Me lancé impetuosamente hacia la puerta, empujé al que entraba y salté a la


calle.
SIMIL: El espacio era largo y de techo alto, lo cual me hizo sentirme tan
desamparado como un niño perdido en una gran ciudad.

METÁFORAS: Mi necesidad de huir era imperiosa, y huía como loco. Pues en


verdad ignoro si los dos hombres eran miembros o eran enemigos del Partido. La
mancha no se va. Está ahí, indeleble. Al contrario, me parece que a cada
esfuerzo por borrarla se destaca más. Debo confesar que el espectáculo me
produjo un miedo súbito e intenso

Pero era el caso que aún incapacitado para pensar y para actuar

PARADOJA: Ya dije que la voz no era autoritaria sino suave

PERSONIFICACION: Callé, y me pareció que la voz emitía un ligero gruñido, como


de risa burlona

Punto de Vista del Narrador: El punto de vista del narrador es primera persona

Personajes: El narrador

Nivel de lenguaje empleado: El nivel de lengua empleado por el autor es político


social

Palabras desconocidas buscadas en el diccionario:

Indeleble: Que no se puede borrar o quitar. Mancha: Señal que hace algo en un
cuerpo ensuciándolo. Imperiosa: Que no denota dureza o despotismo o que
emplea tono de mando. Desorbitar: Hacer que una cosa se salga de su órbita
habitual. Desorbitados: Autómata: Que se mueve por sí mismo. Máquina que
imita el movimiento de un ser animado. Umbral: Pieza o escalón que forma la
parte inferior de una puerta. Indecisa: Dícese de lo que está pendiente de
resolución: asunto indeciso. Parrafada: Párrafo largo en discurso, conversación,
impresos, etc.

10- Hacer un comentario de la obra en base a las consideraciones


anteriores.
En este cuento resaltan los temas políticos cuando Bosch dice: “Todos los que
habían cruzado la puerta antes que yo habían entregado sus cabezas”, como una
forma de expresar la gran influencia que ejercen los partidos políticos en la
sociedad dominicana, y en especial en la masa más necesitada, en espera de
que algún partido político asuma el poder para poder saciar sus necesidades.
Pero la gran crisis surgió cuando el personaje pidió el método para poder quitarse
su cabeza, terminando el cuento con la huida tempestiva del personaje sin
nombre, que si aceptaba la sugerencia, no tendría identidad propia jamás, porque
su cabeza pasaría a ser un objeto de estantería, cuyo valor tendría el que dieran
sus aquellos personajes inhumanos que se encontraban en aquel gran salón. Los
políticos buscan que las personas les dejen sus cabezas en los despachos de los
partidos, para ir renunciando a sus principios, entregarles el cuerpo vacío y
simbólicamente descabezado a los procesos políticos de la época. El tema de
Además se centraliza en las necesidades y problemas creados a través de una
fuerza política mayoritaria que quiere absorber toda la inteligencia de una clase
humilde y necesitada.

Análisis heurístico

¿QUE ES LA MANCHA INDELEBLE?

Anexo le dejo el cuento

Todos los que habían cruzado la puerta antes que yo habían entregado sus
cabezas, y yo las veía colocadas en una larga hilera de vitrinas que estaban
adosadas a la pared de enfrente. Seguramente en esas vitrinas no entraba aire
contaminado, pues las cabezas se conservaban en forma admirable, casi como si
estuvieran vivas, aunque les faltaba el flujo de la sangre bajo la piel. Debo
confesar que el espectáculo me produjo un miedo súbito e intenso. Durante cierto
tiempo me sentí paralizado por el terror.

Pero era el caso que aún incapacitado para pensar y para actuar, yo estaba allí:
había pasado el umbral y tenía que entregar mi cabeza. Nadie podría evitarme
esa macabra experiencia. La situación era en verdad aterradora. Parecía que no
había distancia entre la vida que había dejado atrás, del otro lado de la puerta, y
la que iba a iniciar en ese momento. Físicamente, la distancia sería de tres
metros, tal vez de cuatro. Sin embargo lo que veía indicaba que la separación
entre lo que fui y lo que sería no podía medirse en términos humanos.

-Entregue su cabeza
-dijo una voz suave.
-¿La mía? -pregunté, con tanto miedo que a duras penas me oía a mí mismo. -
Claro
-¿Cuál va a ser? A pesar de que no era autoritaria, la voz llenaba todo el salón y
resonaba entre las paredes, que se cubrían con lujosos tapices. Yo no podía
saber de dónde salía.
Tenía la impresión de que todo lo que veía estaba hablando a un tiempo: el piso
de mármol negro y blanco, la alfombra roja que iba de la escalinata a la gran
mesa del recibidor, y la alfombra similar que cruzaba a todo lo largo por el centro;
las grandes columnas de mayólica, las cornisas de cubos dorados, las dos
enormes lámparas colgantes de cristal de Bohemia. Sólo sabía a ciencia cierta
que ninguna de las innumerables cabezas de las vitrinas había emitido el menor
sonido.
Tal vez con el deseo inconsciente de ganar tiempo, pregunté. -¿Y cómo me la
quito?
-Sujétela fuertemente con las dos manos, apoyando los pulgares en las curvas
de la quijada; tire hacia arriba y verá con qué facilidad sale. Colóquela después
sobre la mesa. Si se hubiera tratado de una pesadilla me habría explicado la
orden y mi situación. Pero no era una pesadilla.

Eso estaba sucediéndome en pleno estado de lucidez, mientras me hallaba de


pie y solitario en medio de un lujoso salón. No se veía una silla, y como temblaba
de arriba abajo debido al frío mortal que se había desatado en mis venas,
necesitaba sentarme o agarrarme de algo.

Al fin apoyé las dos manos en la mesa.


-¿No ha oído o no ha comprendido?
-dijo la voz.
Ya dije que la voz no era autoritaria sino suave.
Tal vez por eso me parecía tan terrible.
Resulta aterrador oír la orden de quitarse la cabeza dicha con tono normal, más
bien tranquilo.
Estaba seguro de que el dueño de esa voz había repetido la orden tantas veces
que ya no le daba la menor importancia a lo que decía. Al fin logré hablar.
-Sí, he oído y he comprendido
-dije-.
Pero no puedo despojarme de mi cabeza así como así. Deme algún tiempo para
pensarlo. Comprenda que ella está llena de mis ideas, de mis recuerdos. Es el
resumen de mi propia vida. Además, si me quedo sin ella, ¿con qué voy a
pensar? La parrafada no me salió de golpe. Me ahogaba. Dos veces tuve que
parar para tomar aire. Callé, y me pareció que la voz emitía un ligero gruñido,
como de risa burlona. -Aquí no tiene que pensar. Pensaremos por usted. En
cuanto a sus recuerdos, no va a necesitarlos más: va a empezar una nueva vida.
-¿Vida sin relación conmigo mismo, si mis ideas, sin emociones propias? -
pregunté. Instintivamente miré hacia la puerta por donde había entrado. Estaba
cerrada. Volví los ojos a los dos extremos del gran salón. Había también puertas
en esos extremos, pero ninguna estaba abierta.
El espacio era largo y de techo alto, lo cual me hizo sentirme tan desamparado
como un niño perdido en una gran ciudad. No había la menor señal de vida. Sólo
yo me hallaba en ese salón imponente.

Peor aún: estábamos la voz y yo. Pero la voz no era humana, no podía
relacionarse con un ser de carne y hueso. Me hallaba bajo la impresión de que
miles de ojos malignos, también sin vida, estaban mirándome desde las paredes,
y de que millones de seres minúsculos e invisibles acechaban mi pensamiento.

-Por favor, no nos haga perder tiempo, que hay otros en turno -dijo la voz. No es
fácil explicar lo que esas palabras significaron para mí. Sentí que alguien iba a
entrar, que ya no estaría más tiempo solo, y volví la cara hacia la puerta. No me
había equivocado; una mano sujetaba el borde de la gran hoja de madera
brillante y la empujaba hacia adentro, y un pie se posaba en el umbral. Por la
abertura de la puerta se advertía que afuera había poca luz. Sin duda era la hora
indecisa entre el día que muere y la que todavía no ha cerrado. En medio de mi
terror actué como un autómata. Me lancé impetuosamente hacia la puerta,
empujé al que entraba y salté a la calle. Me di cuenta de que alguna gente se
alarmó al verme correr; tal vez pensaron que había robado o había sido
sorprendido en el momento de robar. Comprendía que llevaba el rostro pálido y
los ojos desorbitados, y de haber habido por allí un policía, me hubiera
perseguido.

De todas maneras, no me importaba. Mi necesidad de huir era imperiosa, y huía


como loco. Durante una semana no me atreví a salir de casa. Oía día y noche la
voz y veía en todas partes los millares de ojos sin vida y los centenares de
cabezas sin cuerpo. Pero en la octava noche, aliviado de mi miedo, me arriesgué
a ir a la esquina, a un cafetucho de mala muerte, visitado siempre por gente
extraña.
Al lado de la mesa que ocupé había otra vacía. A poco, dos hombres se sentaron
en ella. Uno tenía los ojos sombríos; me miró con intensidad y luego dijo al otro:
-Ese fue el que huyó después que estaba... Yo tomaba en ese momento una taza
de café. Me temblaron las manos con tanta violencia que un poco de la bebida se
me derramó en la camisa. Mi mal es que no tengo otra camisa ni manera de
adquirir una nueva. Mientras me esfuerzo en hacer desaparecer la mancha oigo
sin cesar las últimas palabras del hombre de los ojos sombríos:

-Después que ya estaba inscrito.

El miedo me hace sudar frío. Y yo sé que no podré librarme de este miedo; que lo
sentiré ante cualquier desconocido. Pues en verdad ignoro si los dos hombres
eran miembros o eran enemigos del Partido. Ahora estoy en casa, tratando de
lavar la camisa. Para el caso, he usado jabón, cepillo y un producto químico
especial que hallé en el baño.
La mancha no se va. Está ahí, indeleble. Al contrario, me parece que a cada
esfuerzo por borrarla se destaca más.

FIN

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