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INMACULADO DE MARÍA
Abreviaturas utilizadas
Dulce y amado corazón de María lleno de fuego y puro amor, traspasado por un
gladio de dolor. Hermoso refugio para los hombres en estos tiempos difíciles,
bálsamo seguro para aliviar los dolores que vive la humanidad. Tan silencioso y
delicado. Será la nueva arca de Noé que protegerá a sus hijos del diluvio terrible
en estos tiempos difíciles… Este corazón, delicia del Padre en la creación brillará,
más que sol, como la aurora que disipa las tinieblas de la noche, así será su
triunfo; lo expresó la Reina en Fátima: “Por fin mi inmaculado corazón triunfará”
Introducción
Finalizando la década del 20, Lucía la vidente fue instruida por nuestra señora
para comunicar al santo padre y a todos los obispos del mundo que se unieran
para consagrar a Rusia al Inmaculado corazón de María y la promesa de salvar a
esta nación por este medio.
¿Qué es la consagración?
Consagrar viene del latín “consecrāre” que significa hacer sagrado a alguien o a
algo; es uno de los verbos vocacionales; Jeremías 1, 4-5 “Antes de haberte
formado yo en el vientre te conocía antes que nacieses te había consagrado yo
profeta te tenía destinado a las naciones”. El verbo hebreo que se utiliza en este
pasaje significa separar de lo profano y además de eso una segregación a una
misión apostólica. Por lo tanto consagrarse es separarse del mundo y del mal,
ofrecerse a Dios por culto o por voto y como resultado la santificación interior
constante y progresiva.
La consagración a Jesús por María consiste en ofrecerse con absoluta
disponibilidad a María para realizar la entrega de sí mismo a Jesucristo. Por esa
entrega y consagración nos comprometemos a hacerlo todo con María, por María,
para María y en María, y que ella nos sustrae del mundo y nos destina al uso
sagrado, nos toma para Dios a una entrega más completa y consciente, quien nos
enseñará admirablemente cómo vivir en total entrega a su hijo. Todo se resume en
esta extraordinaria frase “TotusTuus” expresión latina que significa “todo tuyo”
todo tuyo María, Es el lema elegido por Su Santidad Juan Pablo II para su
pontificado; El mismo nos dirá: " esta fórmula no tiene solamente un carácter
piadoso, no es una simple expresión de devoción; es algo más. Gracias a San
Luis María Grignón de Montfort comprendí que la verdadera devoción a la Madre
de Dios es sin embargo, cristocéntrica, que está profundamente radica en los
misterios de la Trinidad de la Encarnación y la Redención. Así pues, redescubrí la
nueva piedad mariana, y esta forma madura de devoción a la Madre de Dios me
ha seguido a través de los años. Respecto a la devoción mariana, cada uno de
nosotros debe tener claro que no se trata solo de una necesidad del corazón, de
una inclinación sentimental, sino que corresponde también a la verdad sobre la
Madre de Dios. María es la Nueva Eva, que Dios pone ante el nuevo Adán –
Cristo, comenzando por la Anunciación, a través de la noche del Nacimiento de
Belén, el banquete de la Bodas en Cana de Galilea, la Cruz sobre el Gólgota,
hasta el Cenáculo del Pentecostés: la Madre de Cristo Redentor es la Madre de la
Iglesia".
San Luis María Grignon de Montfort presenta esta devoción como una Esclavitud
de amor; esclavitud, palabra fuerte que discrepa en estos tiempos. Pero si somos
esclavos de Cristo seremos realmente libres, por lo tanto ¡María es la mujer más
libre de la historia! en defensa de esto el santo nos dice en su libro T.D.V:”
Podemos pues hacernos esclavos de amor de la Santísima Virgen, a fin de serlo
más perfectamente de Jesucristo. La Virgen es el medio del cual se sirvió el Señor
para venir a nosotros; es el medio del cual debemos servirnos nosotros para ir a
Él. María no es como las demás criaturas, que si nos apegamos a ellas pueden
apartarnos de Dios en vez de acercarnos a Él. La inclinación más fuerte de María
es la de unirnos a Jesucristo, su Hijo; y la más fuerte inclinación del Hijo es que
vayamos a El por medio de su Santísima Madre. Hacerlo así es agradar a
Jesucristo..."
El Método.
En total son 33 días que representan el número años de la vida de nuestro Señor
Jesucristo.
Conversión de la mente.
Conversión del corazón.
Conversión continua.
Finalmente María Santísima convocará a sus hijos en esta cruzada para el triunfo
de su inmaculado corazón. Nos invita a un plan divino, al llamado a su corte. Y el
santo Rosario será la gran cadena que sujete a Satanás y lo encadene porque La
Reina del cielo le aplastará su muy orgullosa cabeza por virtud de su humildad.
DÍA 1
15. No améis al mundo ni lo que hay en él. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en
él.
16. Porque todo lo que hay en el mundo, las pasiones carnales, el ansia de las cosas y la
arrogancia, no provienen del Padre, sino del mundo.
17. El mundo pasa, y con él sus deseos insaciables; pero el que hace la voluntad de Dios vive
para siempre.
El mundo.
Y del mismo modo, es todo aquello que gime con dolores de parto esperando su
liberación (Romanos 8, 18-23.)
Falsas Máximas.
El mundo también tiene sus falsas bienaventuranzas y son todo lo contrario a las
del evangelio; además utiliza muchas maneras para difundir su doctrina, desde las
más menudas hasta las más descaradas; la mayoría para satisfacer el propio
egoísmo, exalta el apego a las riquezas, los placeres exagerados, el fraude, etc.
Todo esto es el entrar por la puerta ancha que lleva al camino de la perdición.
Veamos algunas de las tantas expresiones que el mundo nos enseña.
El mundo nos dice que la felicidad está en todas estas cosas, y eso es mentira
porque esta felicidad es falsa y pasajera y nos esclaviza, en cambio la felicidad
verdadera es la que nos propone Jesús, que es una vida virtuosa como la de la
Virgen María.
Las Bienaventuranzas
Nos hemos dado cuenta que el mundo propone una felicidad falsa y pasajera
contrarias a las de Cristo. Observemos la carta magna del Reino de Dios, las
bienaventuranzas que es la varadera felicidad, que solamente nos la puede dar
Cristo:
Bienaventurados los que lloran: El mundo nos propone una vida fácil, y son
aquellos que se glorían de sus actos malos. Los motivos del llanto no
derivan de las miserias de una vida de pobreza, abatimiento y
sometimiento, sino más bien los de las miserias que el hombre piadoso
sufre en sí mismo y en otros, y en mayor medida el tremendo poder del mal
por todo el mundo. Ellos serán consolados por Dios.
DÍA 2
31.
Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi
Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos,
32.
y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.»
33.
Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos
sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?»
34.
Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un
esclavo.
La verdad
Los judíos pensaban que no eran esclavos de nadie porque se creían hijos de
Abraham, pero Jesús descubre nuestras más oscuras intenciones: “El que comete
pecado es esclavo de él”. Con esto, nos deja en evidencia lo esclavos que somos
de muchas cosas y no nos damos cuenta. Ser esclavo no es la imagen que
tenemos de los negros de la colonia, o lo que padecieron los judíos con el imperio
Egipcio, etc. La esclavitud del hombre es más profunda y espiritual. Jesucristo nos
vino a liberar de lo que verdaderamente nos hace esclavos y nos condena. Él
quiso que fuéramos libres y señores de nosotros mismos. Como dice San Pablo:
“Nuestra vocación, hermanos, es la libertad. No hablo de esa libertad que encubre
los deseos de la carne, sino del amor por el que nos hacemos esclavos unos de
otros” (Gálatas 5, 13)
El mundo propone una idea de libertad arraigada en la filosofía. Nos dice que no
nos dejemos esclavizar de nada ni de nadie. Actualmente se tergiversa este
concepto, llamándole libertad al libertinaje. Por consiguiente, el hombre le da
rienda suelta a sus pasiones argumentando frases como estas: “tengo ganas y
como soy libre voy a satisfacer mis placeres” A causa de esto, el hombre termina
siendo esclavo de sus malas inclinaciones naturales.
¡Hay que abrir los ojos! porque sin darnos cuenta podemos ser esclavos del
dinero, de nuestros propios deseos y pasiones, del odio , de resentimientos, de la
vanidad, de nuestros sueños terrenales, de los aplausos, del reconocimiento, del
éxito, de la moda, pornografía, alcohol, televisión, del celular, del internet, de las
redes sociales, de la lujuria, de las personas, de las drogas, del sexo, del
egoísmo, de la belleza del cuerpo, de las apariencias, del futbol, de las revistas de
farándula, de las apuestas, horóscopos. Etc. Son tantas las cosas que nos
esclavizan, que nuestro Divino Salvador nos muestra la verdad para hacernos
libres. Tal cual lo declara San Agustín “La verdadera libertad consiste en el
sometimiento a la verdad” (De lib.arb 2, 13,37).
El mundo engaña y te dice que no te dejes esclavizar pero sigilosamente sin que
te des cuenta te esclaviza con sus propuestas.
Como dice San Pablo: “Todo lo que para mí era ganancia, lo tengo por estiércol,
con tal de ganar a Cristo” (Filipenses 3,7).Ahora bien; un hombre como él, que se
atreve a hablar así es porque es ralamente libre. ¡Esto sí es libertad!
Sin embargo, existe un ser más libre que todos aquellos que declararon como San
Pablo. ¡María la esclava del Señor es la mujer más libre de la historia! porque ella
no se dejó esclavizar por nada de lo que ofrece el mundo.
En los tiempos modernos, a los nuevos empleados no se les puede amarrar una
bola de hierro para que no escapen, en cambio, se les da un “BlackBerry” y
quedan inalámbricamente atados con ese grillete, que al igual que los esclavos,
no pueden dejar de lado y que los tiene atados al trabajo todo el tiempo. Es el
símbolo moderno de la esclavitud.
Hermanos, basta ver cómo muchos están pegados a la dichosa maquinita todo el
tiempo, como adicción; en el baño, en el auto, en el cine, en la cena, al dormirse,
hasta en la iglesia y no hay forma de escapar cuando llama el jefe, o cuando te
mandan correos. No hay manera de decir que no te llegó o que no escuchaste
porque este teléfono chismoso te avisa si llamaron y no contestaste, si tienes
mensajes por leer, si los leíste y si los demás abrieron tus correos, te marca citas,
horarios, te despierta, se apaga solo, se prende solo, y te permite estar idiotizado
horas en la internet, mientras tu esposa, esposo, novia o novio y tus hijos y familia
te reclaman porque no les prestas atención. Y ahí los ves, modernos ejecutivos
que se sienten muy importantes porque “el jefe” les dio su “BlackBerry” para que
no escapen de los campos de trabajo. No habrían podido pensar un nombre
mejor, ¿no es cierto?”
Que esta tecnología de punta nos sea muy útil, pero que no nos esclavice”
Un ejemplo claro son los cantantes famosos que tienen muchas fans. Los
fanáticos a estos cantantes admiran a la imagen que éste proyecta más no a la
persona como tal. Un consagrado a María debe admirar el talento, no arrebatarse
por algún artista porque no se está admirando lo que es sino a la imagen que
proyecta. Pierdes el tiempo en admirar o encantarte de un espejismo que solo
muestra lo que el mercado vende, cuan mejor sería que te deleitaras con la
imagen de Jesucristo, que es el verdadero hombre y verdadero Dios por siempre.
El disfraz del Mesías: El que lo sabe todo, el indispensable, el que aparenta
de mucha sabiduría y conocimiento. Este disfraz nos hace orgullosos,
creemos que somos necesarios y que si no se está, no sale bien las cosas,
nos creemos los salvadores; esta realidad lastimosamente se encuentra
mucho en los grupos religiosos.
Disfraz del Poseer: Quieren aparentar lo que no tienen, se basa en obtener
muchas cosas (dinero, ropa, lujos, etc.) mucha gente se endeuda por
aparentar, aunque no sean necesarias. Muchas veces queremos tener
para estar a la moda, o porque nos da prestigio y podemos presumir ante
los demás. Pensamos que tal marca o tal cosa nos hacen mejores.
Nota: El hombre es valioso por lo que es y no por lo que tiene, no se es más que
nadie porque tiene tal carro o tal ropa. Ejemplo: voy a comprarme esta ropa de
una marca reconocida; sin embargo, me la compro porque es de calidad y me
dura mucho tiempo, y no por la vanidad de llevarla puesta y adquirir dignidad ante
los demás por lo que llevo puesto.
El disfraz del fuerte: Es la propia autosuficiencia. Nos lleva a mostrarnos
agresivos, rebeldes, autoritarios, ambiciosos; pero en realidad solo estamos
ocultando nuestros miedos, fragilidades e inseguridades, que siguen
haciéndonos daño interiormente.
Nota: El hombre no es fuerte por el carácter familiar o porque es muy inteligente,
lo es cuando reconoce que es débil y que Dios lo fortalece.
Disfraz de las influencias: Nos figuramos de nuestros contactos, amistades
importantes. Decimos: “tengo inmediación con tal senador”, se presume por
todas las influencias, hasta presumimos de la amistad con el jefe, con el
gerente de la tal entidad y hasta con el obispo.
Nota: Qué bueno sería tener influencias pero para ayudar a mucha gente, y no
para presumir que soy importante porque conozco gente “importante”.
Humildad
En el camino espiritual una de las cosas más difíciles de conseguir es la
humildad; por tal motivo, éste disfraz sí que es peligroso porque la
aparentamos cuando en realidad no la tenemos; ya el mismo acto de
intentar mostrarnos humildes ante los demás es algo evidente que nos falta.
¡No nos pongamos este disfraz delante de Dios y delante los demás! Esto
nos hace ser hipócritas.
Autoridad
Este disfraz oculta nuestras inseguridades. Precisamente por esta razón,
las personas imponen su cierta “autoridad”, dada por el cargo de la cual
están asignados,- o peor aún- en muchas ocasiones sin ningún cargo dado.
Anteponen en sus afirmaciones el dicho “yo soy” como resguardo de su
estatus social o superioridad: “yo soy el coordinador”, “yo soy el
responsable del grupo”, “yo soy el gerente” “yo soy el padre”, “yo soy la
superiora”, etc. Cabe aclarar que aunque en algunos casos halla autoridad,
no se debe abusar de ella para imponerse ante los demás; al contrario, se
debe aprovechar para guiar mejor y corregir lo negativo.
El Disfraz del Santo. Este es el disfraz propio de los fariseos y muy visto en
las comunidades. Se trata de aparentar ser santo, una hipocresía de
virtudes, y por dentro se está lleno de pecados horribles y escandalosos.
Este muestra una santidad fingida para aparentar a los demás, para que
todo el mundo los admire y les consulte.
Ahora veamos que el mundo está completamente loco. Miremos lo que dice el
libro: “la verdad os hará libres:”
“Les he hablado de estas cosas para que tengan paz en mí. Ustedes encontrarán
la persecución en el mundo. Pero, ánimo, yo he vencido al mundo.” (Juan 16, 33)
Jesús nace en un pesebre, con esto se despoja de toda pompa y afán de riqueza,
se muestra como el eterno indigente que todo lo necesita de Dios, Jesús es un
pobre como su madre. Mostro su humildad y contradijo todo acto de soberbia y
vanidad, el niño en el pesebre deja en ridículo los afanes de riqueza, de codicia y
de búsqueda de comodidad.
Sus milagros fueron signos de la llegada del reino de Dios. Varios de esos
milagros se dieron por la fe de algunas personas y de sus entrañas de
misericordia, jamás accedió a milagros pedidos a retos y a tentaciones. Con esto
dejó en ridículo toda acto de vanagloria y de publicidad de la fe y manipulación del
poder de Dios.
La carta magna del reino de Dios fueron las bienaventuranzas, con éstas deja en
ridículo toda la felicidad que propone este mundo, declara felices a los que
sufren, a los virtuosos y a todo el que se vaya en contra de esta locura.
Lavarle los pies a sus discípulos deja en ridículo nuestras ostentaciones, muestra
que el servicio es lo mejor, nos invita a seguirle porque Él es el maestro con esto
deja en mal visto las actitudes de creernos reyes, y demuestra que los tronos no
los construye el diablo para que nos sentemos y nos creamos soberanos y que
Dios tiene que hacer lo que yo le pido. Con esto deja en ridículo en el creer que
Dios tiene que ayudarme en vez de yo seguirle a él, ¿Quién es el rey, el o yo? En
el bautismo nos declararon además de profetas y sacerdotes reyes, pero esto
significa señores de nosotros mismos, es decir resistencia con ayuda de la gracia
al pecado.
Con su paz dejo en ridículo los conceptos que tenemos de paz, se cree que la paz
se logra con firmar tratados, y el hombre sigue sin cambiar con los mismos
rencores y resentimientos, eso no es paz, por eso la paz es la que da el
resucitado es la paz interior que realiza al hombre y lo lleva su plenitud.
Con su obediencia hasta la muerte de cruz dejó en ridículo todas las diferente
denominaciones de liberación, dejo como payasos a todas la filosofías
nacionalistas y de izquierda, a la autosuficiencia de querer liberar al hombre de
opresiones externas. Con esto demostró que la liberación del hombre es de
dentro, que su verdadero opresor no son los imperios de todos los tiempos sino el
diablo a quien induce al hombre a hacer esclavo del pecado, con esto demuestra
que nos viene a liberar de nosotros mismos. Si el hombre cambia de dentro ya no
mata, no oprime, no explota al trabajador, etc.
Con su abandono absoluto a los brazos del padre y con la entrega de su espíritu,
deja en ridículo la confianza que le tenemos a las falsas seguridades de los
hombres.
DÍA 3
LA PUREZA
CONCUPISCENCIA DE LA CARNE.
16. Por eso les digo: caminen según el espíritu y así no realizarán los deseos de la carne.
17. Pues los deseos de la carne se oponen al espíritu, y los deseos del espíritu se oponen
a la carne. Los dos se contraponen, de suerte que ustedes no pueden obrar como
quisieran.
20. culto de los ídolos y magia; odios, ira y violencias; celos, furores, ambiciones,
divisiones, sectarismo
21. y envidias; borracheras, orgías y cosas semejantes. Les he dicho, y se lo repito: los
que hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.
22. En cambio, el fruto del Espíritu es caridad, alegría, paz, comprensión de los demás,
generosidad, bondad, fidelidad,
23. mansedumbre y dominio de sí mismo. Estas son cosas que no condena ninguna Ley.
24. Los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus impulsos y
deseos;
La Importancia de la Pureza.
Es la Santa virtud los héroes, nos conduce a respetar el orden establecido por
Dios en el uso de la capacidad sexual de pensamiento y de las palabras, con el fin
de vivir el amor de manera más perfecta. Junto con la humildad es la virtud que
mejor predispone al hombre a su diálogo con Dios. La soberbia, las impurezas y
los pecados nos impiden la atracción de Dios.
Decía San Juan Bosco: “Que la pureza es el mejor adorno para una persona
joven. Esta virtud es muy querida por Dios y premiada en el cielo y en la tierra, y
es muy perseguida y atacada por los enemigos del alma.
Debemos vivir la santa pureza, la virtud de la castidad. Porque el Señor dijo:
"Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios"(Mateo 5,8).
El Cuerpo de un cristiano, desde que recibió el Bautismo, es Templo del espíritu
Santo, y no debemos profanarlo cometiendo pecados de impureza, que causan el
alejamiento de Dios y llevan al alma merecedora del infierno.
Hay que defender la pureza y la castidad como fieras, es un regalo, es una
bienaventuranza, porque ella nos hace más libres y nobles, esta virtud transforma
al hombre de tal manera que se vuelve más sincero y trasparente.
La pureza es amiga de la humildad, andan juntas, así también la soberbia anda
junto con la impureza. San Juan Bosco decía: “Que los soberbios caen muy rápido
en pecados de impureza” y más cuando se tiene soberbia espiritual. “Viven
creyendo más de lo que son o más de lo que pueden. Dios le dio permiso a los
enemigos del alma y al vicio de la impureza para lo humillaran porque habían
olvidado su debilidad” (Pureza o Castidad. P. Eliecer Sálesman)
Un consagrado debe de imitar la pureza de la Virgen, y revisarse porque es
posible que tenga los perros de las malas inclinaciones amarrados, pero en
cualquier momento se pueden soltar. Y causar grandes decepciones.
Decía San Agustín: “Veo que vas a caer muy duro y vas a sufrir muchas
humillaciones, porque tienes mucho orgullo” Nuestras malas inclinaciones y
deseo de impureza, son como unos perros rabioso, hay que encadenarlos y vigilar
constantemente.
Tristeza de muerte se siente cuando se comete impureza. Como cuando se muere
un pariente. Aunque la muerte de un pariente es un dolor pero de amor, mientras
que el dolor que causa la impureza es de remordimiento y de angustia; es el alma
que se lamenta por semejante mancha.
¡Qué hermosa es la pureza!, ¡que riqueza es la castidad!, “Quien sabe dominarse
vale más que quien domina una ciudad.” Proverbios 16.
El libro de Pureza y castidad de Sálesman nos habla de tres consecuencias
pavorosas que trae el pecado de impureza, mencionadas en la carta a los Efesios
4, 18-19: “endurece el corazón, produce desvergüenza y aumenta los deseos de
pecar”
Endurece el Corazón: Pablo utiliza una palabra griega llamada “Porosis” que
significa “Endurecimiento” esto consiste en tiesura de algunas partes del cuerpo.
Sobre todo en las coyunturas (Hombros, codo, tobillos) Al decir San Pablo que la
impureza produce “porosis” en el alma, eso quiere decir que el pecado de
impureza produce insensibilidad, petrifica y no deja sentir dolor verdadero de
ofender a Dios.
Produce Desvergüenza: San Pablo utiliza la palabra griega “Lacivia” que significa
“Desvergüenza para cometer lo malo, una disponibilidad para cualquier placer,
aunque sea prohibido” Esto es peligroso porque pierde el sentido de la vergüenza,
no le interesa la opinión pública, con tal de lograr su instinto impuro no la importa
la mala fama que se gane, no respete ni su dignidad ni la dignidad de sus
víctimas. Cuantas personas piadosas que andan en grupos y comunidades
religiosas, se han vuelto locos y no les importa el testimonio, sino satisfacer sus
desfases impuros y lujuriosos.
Aumenta los deseos de pecar: San Pablo Utiliza la palabra griega “pleonexia” que
significa: “Un deseo desordenado e incontrolado, de obtener lo que se quiere,
aunque ello vaya contra los derechos de los otros”
La persona impura no le interesa a quien lastima con tal de satisfacer sus malos
deseos. Lo más grave es que desata unas ganas enormes de pecar y pronto va
cayendo más hondo.
Un Monje sabio decía: “cuando se está cometiendo pecado de impureza, puede
ver las mismas llamas del infierno y no reacciona, porque está muy enceguecido”
Bien parece afirmar por todo lo anterior, que la pureza para el cristiano es la
verdadera libertad de todo aquello que lo esclaviza. Es ante todo, el arma crucial
para vencer todo lo que vaya en contra de la santidad. Es por ello que: “la pureza
de corazón, como toda virtud, exige un entrenamiento diario de la voluntad y una
disciplina constante interior. Exige, ante todo, el asiduo recurso a Dios en la
oración”. (Juan Pablo II, 6-VII-03)
Para el catecismo de la iglesia católica, el corazón es la sede de la personalidad
moral; por lo tanto, en ella se configuran toda clase de intenciones que generan en
el hombre la dualidad de lo bueno y lo malo del interior mismo: “de dentro del
corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones”
(Mateo 15, 19). Por tal motivo, el combate que se genera en contra de la
concupiscencia de la carne debe ser conducido por medio de la purificación del
corazón. Aquí vale la pena reiterar el esfuerzo arduo y la disposición plena que
debemos tener los cristiano de purificarlo, porque es allí donde se enraízan todos
nuestros males. Para tener más claridad de la importancia de todo esto, es
necesario comprender la corrupción natural del corazón humano y así tener
vergüenza de todos los deseos y apetitos desarreglados de comodidades, de
placeres y honores que laten en lo más oscuro del interior.
La pureza en el matrimonio
El acto sexual, para aquellos que han consumado su matrimonio, significa no solo
un medio extraordinario por la que a través del cual se transmite la vida, sino
también un magnífico regalo de Dios, por la cual podemos experimentar la alegría,
la compenetración y la santidad intima entre una pareja donde florezca el amor.
Esto se convertiría en la finalidad unitiva de la sexualidad. Por lo tanto, el
catecismo de la iglesia católica supone que: “El lecho nupcial es por eso, en cierto
modo, un altar donde la pareja consuma y celebra, en el lenguaje o liturgia
poderosa de los gestos, la decisión sagrada de dar todo, por el bien del otro. De
ahí que el sexo, en este contexto de entrega no sólo exprese sino que produzca
unión íntima que aumenta y sostiene el amor entre esposos.” (Véase, Vaticano
II, Gaudium Et Spes, 49).
La pureza conyugal, no consiste en romper los parámetros naturales en las
relaciones de las parejas, no es algo meramente negativo: “no mirar”, “no tocar”,
“no desear”, “no hacer”. Esto nos conllevaría a un despliegue emocional equívoco
a lo que Dios quiere en la unión de los esposos; esto consiste en una entrega de
dos corazones unidos a DIOS, que sean capaces en deleitarse en la delicadeza y
ternura con el señor. En el matrimonio la pureza enseña a los casados a
respetarse y a quererse mutuamente con un amor cimentado con el amor celestial.
El verdadero amor permite que las relaciones conyugales, sin dejar de ser
naturalmente carnales, se envuelvan de la nobleza del espíritu santo y logren estar
a la altura de la verdadera dignidad del hombre.
Al respecto conviene decir, que los matrimonios que no vivan su unión con DIOS,
(alejado de la eucaristía, de los sacramentos), la posibilidad de convivir en pureza
le es más difícil, ya que es claro lo involucrado que esta ésta virtud con la persona
(mente, corazón, voluntad, sentimientos, etc.). Al mismo tiempo conviene advertir,
lo frágil que es mantener la pureza en todos los campos de la vida, ya que siempre
está expuesta al mundo contaminante, lleno de programas de tv que inducen a lo
sexual, la prensa, las amistades dañinas, las continuas conversaciones vacías,
etc.; de manera que se convierten en obstáculos para la santidad de nuestra
alma.
Ahora bien, existen medios sobrenaturales que la iglesia y la fe proporcionan para
aquellos que quieran vivir en pureza y castidad:
la confesión constante.
La comunión diaria. (o frecuentemente).
La oración.
La devoción a la virgen María y a San José. (el rezo del rosario,
consagración).
El sacrificio o mortificación de los sentidos.
Dirección espiritual.
Fornicación: Es la unión sexual entre solteros, por lo tanto aquí caben las
relaciones prematrimoniales.
La pereza fortalece todos los vicios, la pureza cristaliza todas las virtudes.
LA CONCUPISCENCIA DE LA CARNE.
Al respecto conviene decir, que el espíritu nos impulsa a una vida superior
mientras que la carne nos arrastra a las más bajas pasiones. Si nos dejamos
llevar por los apetitos de la carne entonces no seremos seres espirituales y nos
comportaremos como esclavos de los placeres. Por tal motivo, debemos de
preguntarnos ¿Soy espiritual o soy carnal?
Conviene, sin embargo advertir cuales son los principales pecados y causales de
la condenación eterna por la fuente de la inclinación perversa de la carne. Estas
son:
Con todo y lo anterior se puede concluir con lo que nos menciona san Pablo a los
Romanos:
“Los que viven según la carne van a lo que es de la carne, y los que viven según
el espíritu van a las cosas del espíritu, pero no hay sino muerte en lo que ansía la
carne, mientras que el espíritu anhela vida y paz. Por eso los que viven según la
carne no pueden agradar a Dios” (Romanos 8,5-6; 8).
“Si han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde Cristo
está sentado a la derecha de Dios. Preocúpense por las cosas de arriba, no por
las de la tierra. Por tanto, hagan morir en ustedes lo que es «terrenal», es decir,
libertinaje, impureza, pasión desordenada, malos deseos y el amor al dinero, que
es una manera de servir a los ídolos. Tales cosas atraen los castigos de Dios.”
(Colosenses 3, 1-5)
De acuerdo con esto, hay que ser consientes que la carne tratará de llevarnos al
deleite de los sentidos, en cambio el espíritu nos conducirá al gozo divino.
Nota: No se trata del desprecio del cuerpo humano porque es templo del Espíritu
Santo, más bien consiste en la lucha contra la herencia del pecado.
Le dijo Dios a Caín: “¿Por qué estás resentido y tienes la cabeza baja? Si obras
bien podrás levantar tu vista; si obras mal, el pecado está agazapado a la puerta y
te acecha, pero tú debes dominarlo"(Génesis 4, 6-7.)
El Señor nos dará la fuerza para dominar el pecado, pero si no tomamos la fuerza
del Señor, entonces nos dominarán nuestras pasiones y podríamos cometer
cualquier clase de crímenes; como Caín que se dejó dominar por la carne y no por
el espíritu y termino matando a su propio hermano por envidia.
“La mortificación de los sentidos. Los que son de Cristo, tienen crucificada su
propia carne con los vicios y pasiones (Gálatas 5, 24). Debemos atar y dominar
interiormente todos los deseos impuros y desordenados que sentimos en
nosotros. Cuidar nuestros sentidos externos que nos ponen en relación con las
cosas de fuera y pueden en un momento incitarnos al mal. El sacramento del
bautismo nos hace morir al pecado y nos incorpora a Cristo, con lo cual quedamos
obligados a practicar la mortificación. Cfr. Filipenses 1, 18” P Antonio Rivero LC|
Fuente: Catholic.net.
Otro remedio el ayuno, para someter a la carne. La santa eucaristía y una buena
confesión. Pero hay que perseverar toda la vida.
Los apetitos desordenados de la carne nos fueron transmitidos por Eva. María la
nueva Eva nos trasmite los apetitos muy santos del espíritu.
La gracia domina las malas inclinaciones. María la llena de gracia, nos enseña a
dominar la tendencia pecaminosa de nuestra carne y someternos al espíritu como
ella se sometió.
Práctica día 3. PUREZA: Evita a toda costa, cualquier acto que pueda manchar
esta hermosa virtud fuente de todo bien. Has un ayuno de miradas.
4 DÍA
19. «No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y
ladrones que socavan y roban.
20. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni
ladrones que socaven y roben.
23. pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en ti es
oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!
24. Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se
entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.
25. «Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro
cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el
vestido?
26. Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre
celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?
27. Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la
medida de su vida?
28. Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se
fatigan, ni hilan.
29. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos.
30. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo
hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?
31. No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con
qué vamos a vestirnos?
32. Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que
tenéis necesidad de todo eso.
33. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
34. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene
bastante con su propio mal.
Dios creó al hombre para que fuera cabeza de la creación visible, pero desde el
momento de la caída, se perdió este equilibrio. Entonces el hombre se rebaja y
persigue los bienes de esta tierra con pasión desordenada. Los bienes materiales
dejan ya de ser un medio y se convierten en un fin, y a veces el fin absoluto de
muchas vidas. He ahí las grandes desgracias de la humanidad. Por consiguiente,
el hombre ya no es señor de la creación sino un esclavo de los bienes que Dios le
mando a dominar. ¡Qué ironía! ¿Cierto?
El Señor dice: “Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y
amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No
se puede servir a Dios y al Mammón (Dinero)”. Mammón según la mitología es el
dios del dinero, pero para la cultura semita es un demonio de alta jerarquía,
subordinado por Satanás, quien se encarga, junto con sus legiones, a producir la
codicia en el mundo.
Casi todos los hombres le rinden culto sin saberlo. ¡Hermanos!, cuando el dinero
es lo más importante en nuestra existencia, le estamos rindiendo culto, nos
postramos ante el demonio. ¿Es que el Dios celoso de Israel no se va ofender por
esta idolatría? ¿Acaso no se ofendió con su pueblo cuando corría detrás de los
dioses del paganismo? Los protestantes están equivocados en asegurar que los
dioses actuales son las imágenes religiosas que tenemos en los templos, acaso el
dios al que el mundo le rinde culto ¿No es el dinero?
Veamos ahora lo que dice José María Hupperts: “En el mundo un hombre es
considerado por la medida de su riqueza y de su fortuna. La pobreza es la peor
vergüenza, y los pobres no son tenidos en cuenta. El mundo tendrá todo tipo de
consideraciones con un estafador que ha hecho fortuna, mientras que para el
pobre más virtuoso no tendrá más que desprecio, palabras duras y tratamientos
humillantes. Y nuestra época alcanzó, sin duda alguna, un apogeo en este punto.
El reino de Mammón está organizado con una habilidad y una perspicacia
increíbles. Nuestra época es la de la gran industria, del capitalismo a ultranza, de
la organización financiera refinada, de los trusts, de los consorcios, etc. El mundo
está rodeado, como de una telaraña inmensa, de un número incalculable de
bancos, de bolsas, de instituciones financieras de toda clase, en las que almas sin
número se dejan perder para su desgracia temporal y eterna. Se quiere ser rico y
parecerlo. Se quiere ser rico fácil y rápidamente, no como fruto legítimo del trabajo
corporal o espiritual, sino a modo de juego e incluso durmiendo, por medio de
papeles de banco, que automáticamente pueden aumentar de valor. Nuestra
época es la de la idolatría del dinero por el dinero. Ya no se lo busca solamente
como un medio de satisfacer las propias necesidades, pasiones o caprichos, sino
como un fin, por el placer de poseerlo. Vivimos en un mundo al revés. La
economía actual, en definitiva, tiende sobre todo a satisfacer a algunos grandes
financieros, a los pontífices del templo de Mammón, que con sus inmensos
capitales no pueden sacar más que la satisfacción de saber que son
inmensamente ricos: ¡la voluntad despreciable del viejo avaro clásico, que con sus
enflaquecidas manos palpa las piezas de su tesoro! “(Fundamentos y práctica de
la vida Mariana).
La mayoría de las personas le dan culto a esta tendencia peligrosa. Mucha gente
deja su familia, sacrifica valores, hasta pierde la salud para conseguir dinero.
Basta tener un pequeño capital y ya se quiere aumentar; el pobre quiere ser
millonario, el millonario desea ser multimillonario, y el multimillonario siempre
quiere más y más… cada vez más se desea lujo, en el vestido, en la casa, en los
viajes, etc. Lo peor es que su tenencia desmesurada, proporciona estatus en la
sociedad, como dice el libro del eclesiástico: “Por amor al dinero muchos han
pecado” Eclesiástico 27,1. Y también dice: “El oro bota al suelo a los que lo hacen
su dios; los que no piensan en eso se dejan conquistar por él” Eclesiástico 31, 7.
Para Jesús las riquezas representan un gran peligro. Observemos el texto del
joven rico que se acercó a Jesús. Él le pregunta qué debe hacer para obtener la
vida eterna, el maestro le menciona los mandamientos, el joven le contesta que ya
los cumple. El señor entonces le dice:” Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús: ve,
vende todo lo que tienes y dalo a los pobres: así tendrás un tesoro en el cielo.
Después, ven y sígueme». Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido,
porque poseía muchos bienes. Jesús dijo entonces a sus discípulos: “Les aseguro
que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más
fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de
los Cielos””. (Marcos 10, 17)
Otro episodio en las sagradas escrituras dejan bien claro lo duro que fue el señor
con los ricos. El caso de las bienaventuranzas demuestra con precisión, en qué
consiste la verdadera felicidad. “Felices los pobres, porque de ellos es el reino de
los cielos” Lucas 6,20. Y las quejas: “Ay de ustedes los ricos porque ya tienen su
consuelo” ejemplo indudable de rechazo a la actitud de apego a la riqueza.
En la parábola del sembrador vemos claramente, que una de las formas para no
dejar que la palabra de Dios germine en nosotros son las riquezas. Observemos lo
que pregona el maestro: “El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas,
algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en
terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la
tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz,
se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras
cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. ¡El
que tenga oídos, que oiga!»” (Lucas 8,4-15) el Señor compara las riquezas con las
zarzas que están en medio de la siembra, la zarza es una planta que impide
crecer, en este caso significa maleza, es como una espesura que forma multitud
de arbustos, mejor dicho ¡mala hierba! Así compara Jesús el afán por el dinero,
como una mala hierba que ahoga la buena semilla, es decir, la palabra de Dios en
nosotros.
Por otra parte, han existido muchos santos que poseían riquezas; algunos lo
dejaban todo y se lo repartían a los pobres, otros aprovechaban sus bienes y
hacían obras de caridad. Pero lo común entre ellos es que eran muy
desprendidos. Tal caso era el Arzobispo de Valencia: Santo Tomás de Villanueva,
quien era muy generoso; algunos files como San Luis rey de Francia, Santa Isabel
de Hungría, Santa Elena la madre del emperador Constantino, etc. Eran personas
muy ricas, pero no volvían al dinero su Dios. Les ocurrió como dice el libro del
eclesiástico: “¡Feliz el rico que fue hallado sin falta que no corrió tras el oro!
¿Quién es él? De él diremos: “Feliz ese hombre ha dado al pueblo un ejemplo
admirable” ¿Quién pasó por esta prueba y demostró ser perfecto? Tiene un buen
motivo para gloriarse. ¿Quién pudo transgredir y no transgredió, hacer el mal y no
lo hizo? Sus bienes estarán asegurados y la asamblea publicará sus beneficios”
(Eclesiástico 31, 8-11.)
En el semitismo judío, a los pobres se le conoce como los “anawim”, son las
personas humildes y abiertas a Dios, “los que cumplen sus preceptos” (Sofonías
2,3) y esperan en él.
Con esto, Jesús nos enseña que la felicidad de la vida no está en las riquezas ni
en lo bueno que seamos para algo, sino en la humildad, la esperanza y la
confianza en Dios. Como dice la escritura: “Ellos darán a luz una nueva
humanidad, “un pueblo sencillo y humilde que buscará refugio en el Señor”
(Sofonías 3,12)
Tu Madre, humilde y pobre, pero la más rica en el Reino de Dios, la madre del
Eterno indigente, que todo lo recibe de su Padre.
LA HUMILDAD
9. En aquel tiempo le dijo Jesús a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás,
esta parábola:
10. «Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano.
11. El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: "¡Oh Dios! Te doy gracias porque no
soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano.
12. Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias."
13. En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo,
sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy
pecador!"
14. Os digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. Porque todo el que se ensalce, será
humillado; y el que se humille, será ensalzado.»
LA HUMILDAD.
Es la virtud moral por la que el hombre reconoce que de sí mismo solo tiene la
nada y el pecado. Todo es un don de Dios de quien todos dependemos y a quien
se debe toda la gloria. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el
mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy
superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al
prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio sin
desviarse en juicios que no le pertenecen.
Jesús repara el daño de Adán que es rebeldía ante Dios y de todo el orgullo
posterior. Otros modos de llamar a este veneno: amor propio, egoísmo y soberbia.
Nadie tuvo jamás dignidad comparable a la de Él, nadie sirvió con tanta solicitud a
los hombres: “yo estoy en medio de vosotros como quien sirve”. Sigue siendo ésa
su actitud hacia cada uno de nosotros. Dispuesto a servirnos, a ayudarnos, a
levantarnos de las caídas. ¿Servimos nosotros a los demás, en la familia, en el
trabajo, en esos favores anónimos que quizá jamás van a ser agradecidos?
“Ejemplo os he dado -dice el Señor después de lavarles los pies a sus discípulos -
para que como yo he hecho con vosotros, así hagáis vosotros.”(Juan 13, 15.) Nos
deja una suprema lección para que entendamos que si no somos humildes, si no
estamos dispuestos a servir, no podemos seguir al Maestro.
El Señor nos invita a seguirle y a imitarle, y nos deja una regla sencilla, pero
exacta para vivir la caridad con humildad y espíritu de servicio: “Todo lo que
queráis que hagan los hombres con vosotros, hacedlo también vosotros con
ellos.”(Mateo 7, 12.) La experiencia de lo que me agrada o me molesta, de lo que
me ayuda o me hace daño, es una buena norma de aquello que debo hacer o
evitar en el trato con los demás.
Todos deseamos una palabra de aliento cuando las cosas no han salido bien;
y comprensión de los demás, cuando a pesar de la buena voluntad, nos hemos
vuelto a equivocar. Deseamos que se fijen en lo positivo de nosotros mismos que
en nuestros propios defectos. Que haya un tono de cordialidad para nosotros en el
lugar de trabajo, que nadie hable mal de nuestras acciones, que siempre haya
quien nos defienda en la crítica, que recen por nosotros, que nos visite en la
enfermedad, etc. Cuánto bien le haríamos a nuestra alma, si en vez de esperar de
los demás diéramos más nosotros al prójimo. Estas son las cosas que, con
humildad y espíritu de servicio, hemos de hacer por los demás. Si nos
comportamos así, entonces: “Aunque vuestros pecados fueran como la grana,
quedarán blancos como la nieve. Aunque fueren rojos como la púrpura quedarán
como la blanca lana.” (Isaías 1,18.)
El Señor hizo ver a santa Brígida dos señoras. La una era todo fausto y vanidad:
Esta, le dijo, es la soberbia; y ésta otra que ves con la cabeza inclinada,
obsequiosa con todos y sólo pensando en Dios y estimándose en nada, ésta es la
humildad, y se llama María. Con esto quiso Dios manifestar que su santa Madre
es tan humilde que la cataloga como la misma humildad.
"El primero entre vosotros sea vuestro servidor" (Mateo 23, 11). Para eso hemos
de dejar nuestro egoísmo a un lado y descubrir esas manifestaciones de la caridad
que hacen felices a los demás. Si no lucháramos por olvidarnos cada vez más de
nosotros mismos, pasaríamos una y otra vez al lado de quienes nos rodean y no
nos daríamos cuenta de que necesitan una palabra de aliento, valorar lo que
hacen, animarles a ser mejores y servirles.
Dice el catecismo: “Uno de los siete pecados capitales. Consiste en una estima de
sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor e inserta a su
ser un en antagonismo con Dios” 1866.
Soberbia viene del latín “superbia” y orgullo del francés “orgueil”, son
conformemente sinónimos aunque corrientemente se les atribuye connotaciones
particulares, cuyos matices las diferencian. Otros sinónimos son: altivez,
arrogancia, vanidad, etc.
También se define como la elevación del “Yo” respecto de otros por superar,
alcanzar o superponerse a un obstáculo, situación, o bien, en alcanzar un estatus
elevado y subvalorar al contexto. Igualmente la soberbia inyecta a los hombres la
creencia de que todo lo que se hace o dice es superior, y que se es capaz de
superar todo lo que digan o hagan los demás.
Ahora bien, para saber en profundidad lo que es este pecado, hay que remontarse
al principio, tomando como primera medida al mismísimo Satanás. Comenta San
Agustín: “La Soberbia es tan peligrosa que convirtió al ángel más hermoso y
poderoso en demonio” Este ángel es el ejemplo más claro de ella.
El Santo Cura de Ars pregona que el pecado de la soberbia ha causado más daño
que los otros, no quiere decir que los otros no le ofendan a Dios, pero éste es el
más peligroso y el que más almas lleva al infierno. La razón fundamental por la
que éste pecado es más peligroso, es que si Satanás y los demás demonios no
hubieran caído en él, no hubieran sido tentados nuestros primeros padres. Todos
los pecados ofenden a Dios y llevan al infierno, pero este pecado de orgullo no
solo hace esto, sino que ocasiona que el hombre trate de quitar del trono a Dios
para sentarse él. Este es el alto grado de soberbia: creerse dios.
Tan grave es este pecado que desagrada mucho a Dios. Y por ello, el Señor
quiso expiarlo. Por tal motivo, nació en un pesebre, entro en burrito a Jerusalén,
anduvo con gente de la más baja categoría, etc. Todo esto, en contraposición de
la gloria del mundo. Tan horrible es, que la muerte ignominiosa de la cruz es la
mayor vergüenza; y de esa manera, nos reparó de ese pecado. Es tan dañosa la
soberbia de los mortales, que la misma humildad de Dios la tuvo que expiar. Debió
de venir Dios mismo a repararla, ¡así de exagerada es esta mala inclinación!
Ahora bien, esta es la expresión más oscura que puede decir un cristiano: “Yo no
soy como los demás” (en el sentido social); por lo general, los ricos se expresan
así de los pobres, pero no obstante esta es la manera de hablar de casi todo el
mundo. Este pecado nos toca a todos. ¡Cuidado! , Quien diga que no lo tiene se
evidencia a tenerlo en gran medida.
Sigue afirmando el Santo Cura de Ars, que este pecado es la raíz de todos los
vicios y el comienzo de todas las desgracias que le han pasado y que le pasarán a
toda la humanidad. Es el pecado que más desagrada a Dios, con él nos hacemos
odiosos al Señor, lo más terrible de este pecado es que cuando más domina al
hombre menos culpable se cree del mismo. Un orgulloso jamás reconocerá que
no anda bien. Todo cuando habla y hace está bien dicho y bien hecho.
Está comprobado que Dios detesta a los soberbios: (El temor de YAHVEH es
odiar el mal.) “La soberbia y la arrogancia y el camino malo y la boca torcida yo
aborrezco”. (Proverbios 8,13.) En innumerables pasajes de las sagradas
escrituras, Dios se complace en destruir a los orgullosos. En muchos fragmentos,
vemos a lo orgullosos caídos en deshonra y humillado en vergüenza.
Tal es el caso de Herodes, que se enorgulleció por creerse un dios, cuando habló
al pueblo y con prepotencia encarceló a San Pedro y asesinó a Santiago el mayor.
Luego llegó un ángel y lo hirió de tal manera que los gusanos le comían todo el
cuerpo, este orgulloso murió como un miserable.
Ni hablar del caso de Datán y Abiram, que por su soberbia se rebelaron contra
Moisés. Por tal motivo, se los tragó la tierra y se fueron al infierno en cuerpo y
alma. (Números 16).
Está comprobado hermanos, que Dios aborrece de una manera inexplicable a los
soberbios. Como lo dice el magnificad: “Él hizo proezas con su brazo: dispersó a
los soberbios de corazón, derribó del trono a los poderosos y enalteció a los
humildes, a los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió vacíos."
(Lucas 1, 51-53.)
La soberbia, no solo nos hace desagradables ante Dios, sino que también
resultamos insoportables ante nuestros hermanos; por la razón, que no podemos
compaginar con nadie, porque nos elevamos por encima de los demás y nunca se
puede estar es paz con ninguna persona. Y en otras instancias, le damos gracias
a Dios por lo que hace en nosotros y en el fondo lo que verdaderamente sentimos
es vanidad. ¡Cuánta humildad se necesita para ser sinceramente honestos con
uno mismo y con DIOS sin dejarnos llevar por la hipocresía oscura del corazón!
¡Es que no hay pecado que produzca tan negativos cambios considerables como
éste! Porque quien lo comete no conoce ni los bienes que pierde y los males que
atrae sobre sí.
El Señor nos exhorta a tratar de corregir este pecado y pedirle al Espíritu Santo
que nos transforme el corazón como el de nuestro señor Jesucristo, Manso y
humilde.
El deseo de ser aplaudido: Los aplausos son producto de que se hizo algo que
agradó a los demás. Son muy peligrosos, los aplausos eleva la grandeza y se
pierde el desprecio santo que hay que tener sobre uno mismo. Desear los
aplausos es una evidencia de vanidad.
El deseo de ser preferido a otros: el ser preferidos nos gloría de ser mejores que
los demás, se dice expresiones como estas: “yo soy el que debe dirigir esto, yo
soy el mejor, los demás no me igualan, a quién más iban a escoger sino a mi”
esto es un evidente pecado de orgullo.
La humildad de María.
Sin duda alguna lo que más se nota de la enemistad que existe entre la Mujer y la
serpiente, es la extrema soberbia del maligno y la exagerada humildad de María.
Qué humilde es la Madre de Dios, todas las cosas las guardaba en su corazón.
Cuanto más se veía enriquecida, más se humillaba recordando que todo era don
de Dios. Dice san Bernardino: “que no hubo criatura en el mundo más exaltada
que María porque no hubo criatura que más se humillase que María.”
6 DÍA
LA CONVERSIÓN
Lectura del día Marcos 1, 15.
15. « En aquel tiempo dijo Jesús: El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca;
convertíos y creed en la Buena Nueva.»
«Saulo, que todavía respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del
Señor, se presentó al Sumo Sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de
Damasco, a fin de traer encadenados a Jerusalén a los seguidores del Camino del
Señor que encontrara, hombres o mujeres. Y mientras iba caminando, al
acercarse a Damasco, una luz que venía del cielo lo envolvió de improviso con su
resplandor. Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por
qué me persigues?». El preguntó: « ¿Quién eres tú Señor?». «Yo soy Jesús, a
quien tú persigues, le respondió la voz. Ahora levántate, y entra en la ciudad: allí
te dirán qué debes hacer». Los que lo acompañaban quedaron sin palabra, porque
oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los
ojos abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí
estuvo tres días sin ver, y sin comer ni beber. » (Hechos 9,1-9.)
«Un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús entró en la casa y se sentó a la
mesa. Entonces una mujer pecadora que vivía en la ciudad, al enterarse de que
Jesús estaba comiendo en casa del fariseo, se presentó con un frasco de
perfume. Y colocándose detrás de él, se puso a llorar a sus pies y comenzó a
bañarlos con sus lágrimas; los secaba con sus cabellos, los cubría de besos y los
ungía con perfume. Al ver esto, el fariseo que lo había invitado pensó: «Si este
hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca y lo que ella es: ¡una
pecadora!» Pero Jesús le dijo: «Simón, tengo algo que decirte». «Di, Maestro!,
respondió él. «Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos
denarios, el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, perdonó a ambos la
deuda. ¿Cuál de los dos amará más?». Simón contestó: «Pienso que aquel a
quien perdonó más». Jesús le dijo: «Has juzgado bien». Y volviéndose hacia la
mujer, dijo de Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no derramaste
agua sobre mis pies; en cambio, ella los bañó con sus lágrimas y los secó con sus
cabellos. Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entré, no cesó de besar
mis pies. Tú no ungiste mi cabeza; ella derramó perfume sobre mis pies. Por eso
te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le han sido perdonados porque
ha demostrado mucho amor. Pero aquel a quien se le perdona poco, demuestra
poco amor». Después dijo a la mujer: «Tus pecados te son perdonados». Los
invitados pensaron: « ¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los
pecados?». Pero Jesús dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz».
»(Lucas 7, 36-50)
Una mujer que llega a Jesús- dicen algunos que era María Magdalena- se acercó
muy arrepentida de sus pecados, con el corazón desgarrado y con aquella fe en la
promesa que dice el salmo 51: “Un corazón arrepentido y humillado, Señor, tú no
lo desprecias” Este gesto semita es muy grande, demuestra un amor inmenso,
una confianza exagerada en la misericordia divina. Esta mujer no quiere volver
jamás a esa vida de pecado, quiere ser una nueva criatura en Cristo. ¡Y así fue!
Así es la conversión del corazón, No querer volver aquella vida de pecado, porque
se ofende al buen Dios. Dice la bienaventuranza: “Dichosos los limpios de
corazón, porque ellos verán a Dios”
c) Conversión Continua.
Ustedes dirán: «El proceder del Señor no es correcto». Escucha, casa de Israel:
¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es correcto? Cuando
el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por el mal que ha
cometido. Y cuando el malvado se aparta del mal que ha cometido, para practicar
el derecho y la justicia, él mismo preserva su vida. El ha abierto los ojos y se ha
convertido de todas las ofensas que había cometido: por eso, seguramente vivirá,
y no morirá. Y sin embargo, la casa de Israel dice: «El proceder del Señor no es
correcto». ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es
correcto? Por eso, casa de Israel, yo los juzgaré a cada uno de ustedes según su
conducta –oráculo del Señor–. Conviértanse y apártense de todas sus rebeldías,
de manera que nada los haga caer en el pecado. Arrojen lejos de ustedes todas
las rebeldías que han cometido contra mí y háganse un corazón nuevo y un
espíritu nuevo. ¿Por qué quieres morir, casa de Israel? Yo no deseo la muerte de
nadie –oráculo del Señor–. Conviértanse, entonces, y vivirán.”(Ezequiel 18, 21-
32.)
María y la conversión.
DÍA 7
LA ORACIÓN.
1. Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Al terminar su oración, uno de sus discípulos le
dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.»
2. Les dijo: «Cuando recen, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino.
4. Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe.
Y no nos dejes caer en la tentación.»
5. Les dijo también: «Supongan que uno de ustedes tiene un amigo y va a medianoche a su casa
a decirle: «Amigo, préstame tres panes,
7. Y el otro le responde a usted desde adentro: «No me molestes; la puerta está cerrada y mis
hijos y yo estamos ya acostados; no puedo levantarme a dártelos».
8. Yo les digo: aunque el hombre no se levante para dárselo porque usted es amigo suyo, si
usted se pone pesado, al final le dará todo lo que necesita.
9. Pues bien, yo les digo: Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen a la puerta y les
abrirán.
10. Porque todo el que pide recibe, el que busca halla y al que llame a la puerta, se le abrirá.
11. ¿Habrá un padre entre todos ustedes, que dé a su hijo una serpiente cuando le pide pan?
13. Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del Cielo
dará espíritu santo a los que se lo pidan!»
¿Qué es la oración?
Dice Santa Teresita del Niño Jesús “Para mí, la oración es un impulso del corazón,
una sencilla mirada lanzada hacia el cielo, un grito de reconocimiento y de amor
tanto desde dentro de la prueba como en la alegría” (Manuscrit
C, 25r: Manuscrists autohiographiques [Paris 1992] p. 389-390).
Oración vocal
Oración de meditación
Oración contemplativa.
Santo Tomás de Aquino nos enseña que toda oración debe ser: confiada (fe),
recta, ordenada, devota y humilde.
Así oró el ladrón en la cruz, y obtuvo el perdón; porque Jesús le dijo: "Hoy estarás
conmigo en el paraíso" (Lucas 23, 43). Así oró el publicano, y volvió a su casa
justificado. (Lucas 18,14).
Nos libra también del temor de los pecados que pueden sobrevenir, de las
tribulaciones y de la tristeza:"¿Hay alguno triste entre vosotros? Que ore (con el
alma tranquila)" (Santiago 5, 13). También nos libra de persecuciones y de
enemigos:"En lugar de amarme me denigraban; mas yo oraba". (Salmo 108, 4)
Es muy importante saber que el Espíritu Santo es el gran maestro que nos
enseña a orar, dice San Pablo: “El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad,
porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos inefables "(Romanos 8, 26).
Crisis en la Oración.
Este pasaje llama mucho la atención, pareciera que nuestra lucha no solo es
contra la tentación, el combate espiritual no es lo único que nos desafía. Se ve
claramente que el cristiano afronta más disputas, entre ellas, la fe y la oración. En
estas tres esferas nos introducimos en los más encarnizados combates.
Los padres de la iglesia coinciden en que este pasaje nos enseña a mantener la
perseverancia en la oración.
Es la lucha contra Dios en sentido figurado, porque nadie le va a ganar a Dios, ¡es
absurdo! Pero Dios se vale de esto para que el hombre se eleve a su máxima
virtud. La oración es lo que más le conviene al ser humano, por eso en muchos
casos, Dios se resiste para que lo venza; el hombre abraza a Dios, lucha con él,
es una unión de palabras, de interioridades y de silencios.
Hay que dejarse herir el nervio ciático que representa el orgullo y la autosuficiencia
de las cuales debemos despojarnos; así mismo, esta herida significa la humildad
y la confianza con que se debe acudir a Dios en la oración. De esta manera
abandonarse es sus manos. Dejarse seducir por Él, aceptar la batalla para que
nos transforme, nos moldé y nos purifique.
¡No hay que cansarse! debes de ser como Jacob, luchar toda la noche,
entrelazarte con aquel que es misterio, con el diferente, con el que nada lo puede
definir, dejarte atacar por Él hasta rayar el alba, y así le arrebatarle tu bendición.
Con esto se demuestra que orar no es fácil, quizás oraciones rutinarias y vocales
se nos haga más llevadero, pero muy complicado se nos presenta llegar a el
encuentro profundo, a la oración transformante y a elevadas cúspides de la
contemplación.
Santa Faustina, una de las Santas más admiradas de la modernidad, nos dice en
su diario de la Divina Misericordia: “El silencio es una espada en la lucha
espiritual; un alma que habla demasiado no alcanzará la santidad. Esta espada del
silencio cortará todo lo que quiera pegarse al alma. Somos sensibles a las
palabras y queremos responder de inmediato, sensibles, sin reparar si es la
voluntad de Dios que hablemos. El alma silenciosa es fuerte; ninguna contrariedad
le hará daño si persevera en el silencio. El alma silenciosa es capaz de la más
profunda unión con Dios; vive casi siempre bajo la inspiración del Espíritu Santo.
En el alma silenciosa Dios obra sin obstáculos”.( Diario DM, pag 477). “Muchos
han entendido las palabras de Jesús, pero muy pocos han entendido su silencio”
(Jean Lafrance).
El silencio prepara al hombre para los grandes combates, ¿acaso nuestro Señor
antes de empezar su vida pública no se retiró al desierto? Varios pasajes de la
escritura nos dicen que se retiraba a las montañas a orar. ¿Juan el Bautista, no
vivió en el desierto antes de comenzar a preparar el camino? por eso sus
palabras eran fuego en la conciencia. Ni hablar de San Pablo que en el desierto
de Damasco fue confrontado y derrumbado completamente por Dios, y en un
silencio profundo de una habitación, duró tres días, ciego y sin comer. Y qué decir
de Moisés y Elías, que se retiraban a la montaña, y en ellos se manifestaba el
poder de Dios, liberando pueblos de opresores muy poderosos.
Muchas veces calló María, para que sus obras hablaran, y para que Dios hablara
en Ella y en los demás.
¡Hermano! Al final, en el día del juicio vamos a rendir cuentas por nuestras
palabras. ¡Anímate a ser silencio como María.
La «lectio divina» es una manera de entrar en diálogo con el Dios que nos habla a
través de su Palabra.
¿Cómo se hace?
1. LECTURA
2. MEDITACIÓN
3. ORACIÓN
4. CONTEMPLACIÓN
Práctica día 7. ORACIÒN INTENSA: Ora todo el tiempo, ora sin cesar. Si no
puedes durante tus ocupaciones lanza pequeñas jaculatorias todo el día, pero
mantén la sintonía con Dios. Has tus días oración constante como María
Santísima.
8 DÍA
POSTRIMERÍAS 1.
36. Por lo que se refiere a ese Día y cuándo vendrá, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles de
Dios, ni aun el Hijo, sino solamente el Padre.
37. La venida del Hijo del Hombre recordará los tiempos de Noé.
38. Unos pocos días antes del diluvio, la gente seguía comiendo y bebiendo, y se casaban
hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca.
39. No se dieron cuenta de nada hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos. Lo mismo
sucederá con la venida del Hijo del Hombre:
40. de dos hombres que estén juntos en el campo, uno será tomado, y el otro no;
41. de dos mujeres que estén juntas moliendo trigo, una será tomada, y la otra no.
42. Por eso estén despiertos, porque no saben en qué día vendrá su Señor.
43. Fíjense en esto: si un dueño de casa supiera a qué hora de la noche lo va a asaltar un ladrón,
seguramente permanecería despierto para impedir el asalto a su casa.
44. Por eso, estén también ustedes preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que
menos esperan.
46. Afortunado será este servidor si, al venir su señor, lo encuentra cumpliendo su deber.
47. En verdad les digo: su señor lo pondrá al cuidado de todo lo que tiene.
48. No será así con el servidor malo que piensa: «Mi señor se ha retrasado»,
50. El patrón de ese servidor vendrá en el día que no lo espera y a la hora que menos piensa.
51. Le quitará el puesto y lo mandará donde los hipócritas: allí será el llorar y el rechinar de
dientes.
Esto dice el libro del eclesiástico: “En todas tus acciones ten presente tu fin, así
jamás cometerás pecado” (Eclesiástico 7, 36.)
Haciendo un breve estudio, el griego en este pasaje precisa nuestro fin, evoca
claramente las postrimerías. Esta palabra de Dios, exhorta a pensar en nuestras
postrimerías; de esta manera, se ofendería menos al buen Dios. Ciertamente, la
reflexión de estas realidades ayuda mucho a vaciarse de este espíritu del mundo,
el cual nos engaña y nos deja como necios, pensando solamente en esta vida
terrena que es muy corta comparada con la eternidad.
El mundo te ofrece gozo pero vacío; además, la vida en la tierra es muy corta. Es
tanta la mentira que se llega al colmo, muchos hombres pactan con el diablo para
adquirir riquezas en esta vida, sabiendo que no hay comparación con la eternidad.
El mundo te ciega para que no veas tus fines, te adormece para que no
reacciones, para que luches solo por ser feliz en esta vida, el diablo te miente para
que no practiques penitencia, para que no acumules tesoros en la eternidad, lo
hace para llevarte al infierno.
El mejor negocio
Los hombres de hoy en día se enorgullecen porque son exitosos en sus negocios,
otros se ensanchan porque consiguen un buen empleo y aseguran su futuro.
¿Cuál futuro? Analicemos y veamos qué tan buenos o malos negociantes somos:
A los que dicen que la vida se acaba cuando el hombre o la mujer se mueren, ¡qué
pena! respetando posturas, diremos lo siguiente: si la vida se acaba el día de la
muerte y después ya no hay más nada, entonces somos los más grandes
desgraciados. Nada valdría la pena, no tiene sentido vivir, es una completa
decepción, ¿para qué estar aquí?
A razón de esto nos atrevemos a decir, que cambiar la felicidad que nos promete
Dios en la eternidad, por un bienestar pasajero que se acaba y que nos da el
mundo, realmente es un mal negocio; si en verdad usted se engríe por sus
capacidades para forjar su futuro y si es creyente y está cambiando toda una
eternidad bienaventurada por un ratico de felicidad, ¡es usted un mal negociante!
Lo más grave es que son raros las almas que se preparan para ese momento,
seguimos pecando y como dice Jesús. “En cualquier momento llega el ladrón”
Por eso debemos de mejorar las relaciones con los seres queridos, darles todo
nuestro amor porque ya después de muerto ¿para qué? El amor a la familia
debemos manifestarlo en vida, no después, cuando ya estén en el ataúd, ahí si
nos rompemos a llorar y a lamentar todo el amor que pudimos dar a nuestros
familiares; existen muchos casos de personas que nunca le habían dicho “te amo”
a la mamá y el día de funeral se lo gritaban con lamentación. No se le regala
flores en vida, en cambio el día de la muerte una corona de rosas, ¡hermanos!
¿Ya para qué? Solo le sirven las oraciones, misas y rosarios, etc. Quizás esto
consuele a los que han pasado por esa situación.
En cambio, para los que viven en santidad y siguen realmente a Jesús, la muerte
es una ganancia como dice San Pablo: “Para mí la vida es Cristo, y la muerte una
ganancia” (Filipenses 1, 21); además afirma que Cristo al resucitar venció la
muerte y todo el que crea en él aunque muera vivirá: “¿dónde está muerte tu
aguijón? ¿Dónde está muerte tu veneno?” (1 Corintios 15, 55); sin duda la muerte
para el cristiano es otra cosa.
Juicio
Purgatorio
“Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, despues del juicio,
existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquel que es la Verdad, al decir
que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le
será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mateo 12, 31). En esta frase
podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero
otras en el siglo futuro.” (San Gregorio Magno, Dialogi 4, 41, 3).
Lo que dice el Papa San Gregorio magno, nos da entender, que el Señor dijo que
hay faltas que se perdonaran en el otro siglo. Según algunos exegetas, esto se
refiere también al otro mundo; esto les tapa la boca a los protestantes que dicen
que el purgatorio no existe.
Las penas del purgatorio son terribles similares a las del infierno, solo que aquí se
mantiene la esperanza de que algún día se verá el rostro de Dios. Cuenta una
mística que un alma del purgatorio le dijo que prefería estar durante treinta años
en una silla de ruedas en esta vida, que un minuto en las llamas del purgatorio.
Esta cita muestra claramente que existe una purificación después de la muerte.r
Nota: Le recomendamos ver el testimonio de una fiel católica, llamada Gloria Polo.
Búsquelo en internet y edifíquese.
Práctica día 8 y 9. Vigilar: Actitud de vigilia, observar si estoy preparado para la
muerte y lo que viene después. Ver videos de católicos que Dios les ha permitido
experimentar las realidades últimas del hombre.
9 DÍA
POSTRIMERÍAS 2
31. Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en el
trono de Gloria, que es suyo.
32. Todas las naciones serán llevadas a su presencia, y separará a unos de otros, al igual que el
pastor separa las ovejas de los chivos.
34. Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, y tomen
posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo.
35. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber.
Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa.
36. Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y
me fueron a ver.»
37. Entonces los justos dirán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o
sediento y te dimos de beber?
40. El Rey responderá: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más
pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.»
41. Dirá después a los que estén a la izquierda: « ¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego
eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles!
42. Porque tuve hambre y ustedes no me dieron de comer; tuve sed y no me dieron de beber;
43. era forastero y no me recibieron en su casa; estaba sin ropa y no me vistieron; estuve
enfermo y encarcelado y no me visitaron.»
44. Estos preguntarán también: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, desnudo o
forastero, enfermo o encarcelado, y no te ayudamos?»
45. El Rey les responderá: «En verdad les digo: siempre que no lo hicieron con alguno de estos
más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mí. »
Infierno
Ahora veamos la visión del infierno que el Señor le regaló a Santa Faustina:
Amigos, la primera privación es la más horrible, cierto que muchos dicen que
creen en Dios porque no lo ven, pero después de la muerte se darán cuenta de la
verdad, se abren los ojos, se manifiesta la tristeza de no haber creído y saber que
Dios si existe; en el caso de los creyentes será igual de tormentoso porque el
Señor al que algún día creyeron no se siguió. La visión de Dios en esencia es la
mayor felicidad del hombre. La felicidad del hombre no es tanto por lo que Dios da,
sino Dios mismo. No verlo es la mayor desgracia. Como dijo San Agustín:” ¿Hay
mayor desventura que la de estar lejos de aquel que está en todas partes?”
(Inps.99,5)
Existen cavernas y fosas de tortura donde cada forma de agonía difiere de la otra.
Yo hubiera fallecido a cada vista de las torturas si la Omnipotencia de Dios no me
hubiera sostenido. Estoy escribiendo esto por orden de Dios, para que ninguna
alma encuentre una excusa diciendo que no existe el infierno, o que nadie ha
estado ahí y por lo tanto, nadie puede describirlo."
Cielo y Gloria
Estado del alma donde habita Dios. Es el reino preparado para nosotros desde la
creación del mundo. Es el hogar de la especie humana y Cristo nos conduce a él.
Cristo ascendió al cielo y con eso nos invita a aspirar a los bienes de arriba. No es
fácil de lograr sin esfuerzo.
Veamos lo que dice el catecismo: “1023 Los que mueren en la gracia y la amistad
de Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. Son
para siempre semejantes a Dios, porque lo ven "tal cual es" (1 Juan 3, 2), cara a
cara (cf. 1 Co 13, 12; Apocalipsis 22, 4)”
A causa de su transcendencia, Dios no puede ser visto tal cual, es más, Él mismo
abre su Misterio a la contemplación inmediata del hombre, y le da la capacidad
para ello. Esta contemplación de Dios en su gloria celestial es llamada por la
Iglesia "la visión beatífica":
« ¡Cuál no será tu gloria y tu dicha!: Ser admitido a ver a Dios, tener el honor de
participar en las alegrías de la salvación y de la luz eterna en compañía de Cristo,
el Señor tu Dios [...], gozar en el Reino de los cielos en compañía de los justos y
de los amigos de Dios, las alegrías de la inmortalidad alcanzada» (San Cipriano
de Cartago, Epístola 58, 10). 1028.
Hablar del cielo es hablar de lo que no se sabe, más bien, hay que ganárselo!.
Hermanos! el cielo no tiene comparación con ningún gozo, así sea el más grande
gozo aquí en la tierra, por que el gozo que sentiremos en el cielo será eterno en
comparación con lo que nos ofrece el mundo, un gozo efímero.
Meditemos lo que nos dice San Agustín.”El premio de Dios es Dios mismo. No
tiene otro”. (In ps. 72,32)
DÍA 10
ÁNGELES Y DEMONIOS.
7. Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron con el Dragón.
También el Dragón y sus Ángeles combatieron,
9. Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor
del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Ángeles fueron arrojados con él.
El primer mundo creado por Dios, está constituido por seres incorpóreos y con
habilidades extraordinarias, naturaleza puramente espiritual que no está regida
por las leyes que nos rigen a nosotros.
El Catecismo de la Iglesia Católica nos habla de los ángeles en los incisos 328-
336:“La existencia de los ángeles, una verdad de fe.”
La existencia de seres espirituales, no corporales, que la Sagrada Escritura llama
habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan
claro como la unanimidad de la Tradición.
San Agustín dice respecto a ellos: "El nombre de ángel indica su oficio, no su
naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas
por lo que hace, te diré que es un ángel" Con todo su ser, los ángeles son
servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan "constantemente el rostro de
mi Padre que está en los cielos" (Mateo 18, 10), son "agentes de sus órdenes,
atentos a la voz de su palabra" (Salmo 103, 20).
Aun así que son criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad,
son también criaturas personales e inmortales. Superan en perfección a todas las
criaturas visibles. El resplandor de su gloria da testimonio de ello. Cristo "con
todos sus ángeles"
Cristo es el centro del mundo de los ángeles. Los ángeles le pertenecen: "Cuando
el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles... (Mateo
25, 31). Le pertenecen porque fueron creados por y para El: "Porque en él fueron
creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los
Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él
y para él" (Colosenses 1, 16).
Desde Dionisio el Areopagita, se enumeran tres jerarquías con tres coros cada
una, sumando un total de nueve Coros u Órdenes Angélicas.
Segunda Jerarquía:
Dominaciones, Virtudes y Potestades (gobiernan el espacio y las estrellas. Son los
responsables del universo entero).
Tercera Jerarquía
Nota: Aclaramos que esta jerarquía esta ordenada por naturaleza y no por gracia.
La iglesia venera solo los tres arcángeles que habla la escritura, con el ángel
custodio. Es suficiente para los cristianos, se recomienda no buscar más para
evitar alguna confusión.
San Miguel es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres
aparecen en la Biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael.
La Iglesia le da a San Miguel el lugar más alto entre los arcángeles y le llama
"Príncipe de los espíritus celestiales”, “jefe de la milicia celestial". En el Antiguo
Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el diablo y
continua su defensa poderos en el Nuevo Testamento.
Los cristianos aun desde la Iglesia primitiva, veneran a San Miguel como el ángel
que derrotó a Satanás y sus seguidores y los expulsó del cielo con su espada de
fuego.
San Gabriel.
San Rafael.
Se dice que ayuda en las enfermedades y que trae la sanación de Dios, también
se invoca para proteger a los viajeros, y guardián de los matrimonios.
En la sagrada escritura se fundamenta está doctrina: El libro del Éxodo 23, 20-
23a: “Así habla el Señor: «Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te
proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado. Respétalo
y escucha su voz. No te rebeles contra él, porque no les perdonará las
transgresiones, ya que mi Nombre está en él. Si tú escuchas realmente su voz y
haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus
adversarios. Entonces mi ángel irá delante de ti.»”
San Basilio: "Todo fiel tiene junto a sí un ángel como tutor y pastor, para llevarlo a
la vida" (San Basilio, Adv, Eunomium, III, 1.)
La Iglesia celebra la fiesta de los ángeles custodios desde el Siglo XVII. Fue
instituida por el Papa Clemente X.
Diablo viene del griego “Diabolos” que significa acusador, Satanás del hebrero
“Shatan” que significa adversario opositor. También es conocido como Lucifer o
Luzbel, que quiere decir ángel portador de luz.
Hay que ser sinceros, aunque en la iglesia haya muchos teólogos y expertos en
demonología, la inteligencia humana jamás podrá comprender cuáles fueron los
motivos exactos de la caída, pero el espíritu santo ha revelado a algunas
cuestiones sobre esto. Tal es el caso de Santo Tomás de Aquino, San Agustín,
Dionisio el areopagita, Sor María Agreda, etc. También contamos con los
estimados sacerdotes exorcistas expertos: el Padre Gabriel Amor, el Padre
Fortea, entre otros; que han aportado información considerable sobre este tema.
San Agustín sostiene que los ángeles son incorpóreos creaturas intelectuales,
naturaleza angélica hermosa, y que la mala voluntad de algunos corrompió lo
angelical y se convirtieron en demonios. (Ciudad de Dios)
Santo Tomás de Aquino asegura en la suma teológica que los ángeles al igual
que nosotros fueron probados y de esta prueba obtendrían la bienaventuranza
final. (Suma Teológica)
La venerable Sor María Agreda, expresa que Fueron los ángeles criados en el
cielo empíreo y en gracia, para que con ella precediera el merecimiento al premio
de la gloria; que aunque estaban en el lugar de ella, no se les había mostrado la
divinidad cara a cara y con clara noticia, hasta que con la gracia lo merecieron los
que fueron obedientes a la voluntad divina. Y así estos Ángeles Santos, como los
demás apóstatas, duraron muy poco en el primer estado de viadores;
porque la creación, estado y término, fueron en tres estancias o mórulas
divididas con algún intervalo en tres instantes. En el primero fueron todos criados y
adornados con gracia y dones, quedando hermosísimas y perfectas criaturas. A
este instante se siguió una mórula, en que a todos les fue propuesta e intimada la
voluntad de su Criador, y se les puso ley y precepto de obrar, reconociéndole por
supremo Señor, y para que cumpliesen con el fin, del para qué los había criado.
En esta mórula, estancia o intervalo, sucedió entre san Miguel y sus ángeles, con
el dragón y los suyos, aquella gran batalla que dice San Juan en el cap. 12 del
Apocalipsis (Verso 7); y los buenos ángeles, perseverando en gracia, merecieron
la felicidad eterna y los desobedientes, levantándose contra Dios, merecieron el
castigo que tienen.
Y aunque en esta segunda mórula pudo suceder todo muy brevemente, según la
naturaleza angélica y el poder divino, pero entendí que la piedad del Altísimo se
detuvo algo y con algún intervalo les propuso el bien y el mal, la verdad y falsedad,
lo justo y lo injusto, su gracia y amistad y la malicia del pecado y enemistad de
Dios, el premio y el castigo eterno y la perdición para Lucifer y los que le
siguiesen; y les mostró Su Majestad, el infierno y sus penas, y ellos lo vieron todo,
que en su naturaleza tan superior y excelente todas las cosas se pueden ver,
como ellas son en sí mismas, siendo criadas y limitadas; de suerte que, antes de
caer de la gracia, vieron claramente el lugar del castigo. Y aunque no conocieron
por este modo el premio de la gloria, pero tuvieron de ella otra noticia y la promesa
manifiesta y expresa del Señor, con que el Altísimo justificó su causa y obró con
suma equidad y rectitud. Porque toda esta bondad y justificación no bastó para
detener a Lucifer y a sus secuaces, fueron, como pertinaces, castigados y
lanzados en el profundo de las cavernas infernales, y los buenos confirmados
en gracia y gloria eterna. Y esto fue todo en el tercer instante, en que se conoció
de hecho que ninguna criatura, fuera de Dios, es impecable por naturaleza; pues
el ángel, que la tiene tan excelente y la recibió adornada con tantos dones de
ciencia y gracia, al fin pecó y se perdió. ¿Qué hará la fragilidad humana, si el
poder divino no la defiende y si ella obliga a que la desampare?
En segundo lugar, les manifestó Dios que había él de criar una naturaleza humana
y criaturas racionales inferiores, para que amasen, temiesen y reverenciasen a
Dios, como a su autor y bien eterno, y que a esta naturaleza había de favorecer
mucho; además, la segunda persona de la misma Trinidad Santísima, se había de
humanar y hacerse hombre, levantando a la naturaleza humana a la unión
hipostática y Persona Divina, y que a aquel supuesto hombre y Dios habían de
reconocer por Cabeza, no sólo en cuanto Dios, pero juntamente en cuanto
hombre, y le habían de reverenciar y adorar; y que los mismos Ángeles habían de
ser sus inferiores en dignidad y gracias y sus siervos. Y les dio inteligencia de la
conveniencia y equidad, justicia y razón, que en esto había; porque la aceptación
de los merecimientos previstos de aquel hombre y Dios les había merecido la
gracia que poseían y la gloria que poseerían; y que para gloria de él mismo habían
sido criados ellos y todas las otras criaturas lo serían, porque a todas había de ser
superior; y todas las que fuesen capaces de conocer y gozar de Dios, habían de
ser pueblo y miembros de aquella cabeza, para reconocerle y reverenciarle. Y de
todo esto se les dio luego mandato a los ángeles.
A este precepto todos los obedientes y santos ángeles se rindieron y prestaron
asenso y obsequio con humilde y amoroso afecto de toda su voluntad; pero Lucifer
con soberbia y envidia resistió y provocó a los ángeles, sus secuaces, a que
hicieran lo mismo, como de hecho lo hicieron, siguiéndole a él y desobedeciendo
al divino mandato. Persuadidles el mal Príncipe que sería su cabeza y que
tendrían principado independiente y separado de Cristo. Tanta ceguera pudo
causar en un ángel la envidia y soberbia y un afecto tan desordenado, que fuese
causa y contagio para comunicar a tantos el pecado.
El padre Fortea dirá en su libro que esta lucha es de virtudes y de sustancias
intelectuales.
Después de esto Satanás juró vengarse de Dios intentando acabar con sus
próximas creaturas. Como dice el libro de la sabiduría: “el pecado entro al mundo
por envidia del diablo” (Sabiduría 1,13; 2,24.)
Esto es muy serio, la biblia no nos habla de temerle al diablo, pero si nos habla de
tener cuidado “el Diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar” (1
Pedro 5,8). Es de cuidado nuestra lucha, no es contra la carne ni la sangre;
(Efesios 6,10-17). Es un ser superior y poderoso, no alcanzamos a imaginar su
poder, su inteligencia supera a la nuestra considerablemente. San Agustín dice:”Si
Dios no tuviera controlados a los demonios, no quedarían justos sobre la tierra”
Satanás tiene un poder extraordinario contra las facultades del hombre. En la
caída perdió la gracia y la caridad pero no perdió el poder.
Pero aun así, por grande que sea su poder, está sometido al permiso de Dios. El
padre Fortea asegura que Dios permite todas estas tentaciones para probar el
amor y la fidelidad de los hombres. En la raíz de las tentaciones del diablo se
presentan dos movimientos: el amor de Dios por los hombres y la odiosa envidia
de Satanás. Dios permite la tentación por amor, para dar a la criatura humana la
ocasión de elevarse hacia Él por actos de virtud; el demonio realiza la tentación
por odio, para hacer caer al hombre. Dios ofrece al hombre una ocasión de subir, y
Satanás utiliza esta misma ocasión para hacerle caer. Así, por una misteriosa
orden de Dios, sin saberlo, sin quererlo, a pesar suyo, contra las inclinaciones de
todo su ser, Satanás contribuye indirectamente pero realmente a la extensión del
Reino de Dios sobre la tierra. ¿No es ésta, por otra parte, la razón de su presencia
entre los hombres hasta el último juicio, antes de ser precipitado en las
profundidades del infiero.
Connotaciones a Satanás.
Padre de la mentira
Homicida
Son los pájaros que se roban la semilla que es la palabra de Dios. Por tal razón,
son los causantes de las herejías, y de las practicas ocultas, son los causantes del
ateísmo en todas sus formas.
Se dice que influye en líderes mundiales que manejan Masas, esto causa guerras,
dictaduras y opresiones y las mayores injusticias en la humanidad.
La armadura de Dios.
Es una armadura espiritual que nos da el Señor para defendernos de todos los
ataques del maligno. Es el aumento considerable de virtudes.
Práctica día 10. AMABILIDAD: Acoge con una sonrisa a la persona que
interrumpe tu trabajo y lo dificulta.
DÍA 11
LA NUEVA ERA.
14. Pero no lo escucharon y se abstuvieron igual que sus padres, los cuales no habían creído en
YAHVEH, su Dios.
15. Despreciaron sus decretos, la alianza que había pactado con sus padres y las advertencias
que les había hecho. Fueron tras dioses vanos y se hicieron vanos ellos mismos, como las
naciones que los rodeaban, a pesar de que YAHVEH había dicho: «No harán como ellos.»
16. Abandonaron todos los mandamientos de YAHVEH y se hicieron dos becerros de bronce.
Se hicieron troncos sagrados y se arrodillaron ante todos los astros del cielo, y rindieron
culto a Baal.
17. Sacrificaron a sus hijos e hijas por el fuego, practicaron la adivinanza y la magia, y se
prestaron a hacer lo malo a los ojos de YAHVEH, provocando su ira.
18. Entonces YAHVEH se enojó muchísimo contra Israel y los arrojó lejos de su presencia,
quedando solamente la tribu de Judá.
19. Tampoco Judá guardó los mandamientos de YAHVEH, su Dios, sino que imitaron las
costumbres que se practicaban en Israel. Por eso rechazó YAHVEH a toda la raza de Israel.
20. Los humilló y dejó que los invasores los arruinaran hasta que llegó el día en que los arrojó
lejos de su presencia
La New Age tiene sus raíces en la "Sociedad Teosófica" fundada en 1875 en New
York por la rusa, Helena Blavatsky, básicamente espiritista, quien dice haber
recibido sus enseñanzas de unos "seres espirituales especiales" o "maestros
ascendidos".
Estos escritos forman una especie de "Plan" al cual se le dio carácter secreto
entre los seguidores. Este "plan", que es el "Plan del New Age", incluye el famoso
“orden mundial” lo que aparece en el billete de dólar “Novus ordo Seclorum” el
plan de los Ilumináis y la Masonería. Su idea es implantar una sola religión
mundial, una misma espiritualidad, un solo banco, un solo gobierno, un solo
idioma, una misma moneda. Es el propósito perverso y malévolo de Satanás
príncipe de las tinieblas. El Plan del New Age debía permanecer oculto hasta
1975, año en que sería sacado a la luz pública.
"La Teosofía comenzó con los masones y en medio de ellos", dice una publicación
"Sectas en América Latina", en el capítulo titulado "Movimientos Pseudo-
espirituales", escrito por el Franciscano Fray Buenaventura Kloppenburg.
La Nueva Era habla de muchas cosas que tocan nuestra fe: Dios, la creación, la
vida, la muerte, la meditación, el sentido de nuestra existencia, etc. Pero no es una
religión. Toma diversos aspectos de muchas religiones y también de las ciencias y
de la literatura y los mezcla con cierta originalidad para dar respuestas fantásticas
a las preguntas más importantes de la vida humana. A veces inclusive usa un
lenguaje cristiano para expresar ideas muy contrarias al cristianismo.
La Nueva Era no tiene ningún jefe y no sigue reglas de ningún tipo. Son muchas
personas y organizaciones (sectas, también) que piensan de la misma forma y que
tienen las mismas creencias sobre Dios, sobre el hombre, sobre la vida y la
muerte y sobre el mundo. Estas personas y organizaciones trabajan de mil
maneras para convencer a los demás de sus ideas. Se creen unos 'iluminados' o
'sabios' que tienen conocimientos nuevos que van a cambiar el mundo. Prometen
un futuro sin guerras, sin enfermedades, sin pobreza, sin contaminación y sin
ninguna insatisfacción personal.
¿Te das cuenta de la cantidad de librerías que venden solo libros de magia, de
hipnosis, de cómo interpretar los sueños, de cómo ser médium y comunicarse con
los espíritus? Estas librerías promueven la Nueva Era.
¿Te diste cuenta de todas esas ferias que venden amuletos de suerte, cristales o
piedras energéticas, polvitos y menjunjes para curaciones, pirámides para
aprovechar las fuerzas del cosmos, pequeñas estatuas de buda, de los diositos
orientales y miles de pavaditas mágicas? Esas a su manera también participan de
la Nueva Era.
¿Oíste alguna conferencia sobre los ovnis, sobre el sentido 'secreto' de la Biblia,
sobre los poderes paranormales, sobre los maestros espirituales que
supuestamente nos guían, sobre la era del acuario o la importancia de la
astrología para nuestras vidas? Esas pláticas suelen expresar ideas muy típicas
de la Nueva Era.
Como podemos ver, estamos hablando de algo bastante complicado que tiene
muchas formas de manifestarse. Desde luego, no todo lo que promueve la Nueva
Era es malo y hasta alguna cosa buena puedes sacar de ahí. Pero muchas de sus
ideas son falsas, engañosas y contradictorias de tu fe. Por eso hay que entenderla
y estar muy prevenido.
En 1871, Albert Pike, gran maestro de una de las ramas de la Masonería, el Rito
Escocés, escribe un libro básico de la filosofía masónica: " Morales y Dogmas de
la Masonería". Pike, aunque no pertenece formalmente a la directiva de la
"Sociedad Teosófica", está en contacto con ésta.
Quizá por esto el Papa León XIII en 1884 en su Encíclica "Humanum Genus" (#7)
dice lo siguiente: "Varias son las sectas que, aunque diferentes en nombres, ritos,
forma y origen, al estar, sin embargo, asociadas entre sí por la unidad de
intenciones y la identidad en sus principios fundamentales, concuerdan de hecho
con la Masonería, que viene a ser como el punto de partida y el centro de
referencia de todas ellas."
Al tener en cuenta esta base de sustentación del New Age podremos descifrarlo y
analizarlo mejor.
Dice Pablo: "Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos
apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de los
demonios" (1 Timoteo 4,1).
Los propulsores del New Age no van directamente contra las creencias cristianas;
"aparentemente" las aceptan. Se muestran muy abiertos, al principio. Proponen
estos errores heréticos como algo compatible con el Cristianismo. Todas las
religiones son aceptadas. ¡Claro! Si la Teosofía se basa en la igualdad de las
religiones para luego tratar de establecer la religión única.
Los que están promoviendo el New Age usan terminología de la Biblia, del
cristianismo y hasta mencionan actividades de la Iglesia, para confundir, engañar y
atraer a los creyentes.
Penetración literaria
Penetración audiovisual
Penetración en la música
La música 'nueva era' se llama así porque se inspira en algunos temas de gran
interés para la Nueva Era: la naturaleza, las religiones de los pueblos antiguos, las
culturas orientales, etc... Suele ser música instrumental, mezclada con sonidos
naturales, a veces muy repetitiva, otras veces sin melodía ninguna
La música 'nueva era' es como cualquier otra música: una combinación de sonidos
más o menos agradable al oído. Lo que podría hacerla 'mala' sería algún
contenido dañoso (la letra) o algún uso irresponsable de la música (v.g. para
ayudar inducir un estado alterado de conciencia; para provocar sentimientos
negativos, etc.).
Lo que sucede es que los dictados de los espíritus malignos aparentan ser
enseñanzas iluminadas, porque los ángeles caídos y sus secuaces son
engañadores igual que el jefe de los demonios: la antigua serpiente.
Usan principios psicológicos y lenguaje espiritual para poder engañar mejor: "Si
toman del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal serán como Dios", fue el
engaño de la Serpiente a Adán y Eva. Y hoy Satanás sigue engañándonos con el
"árbol de la ciencia del bien y del mal": sabrán como dios - serán como dios -
conocerán como dios... sanarán como dios - harán milagros como dios...
· Si la persona acepta su propia bondad, todo lo que haga es bueno, aunque sea
malo.
La McLaine, que trató con su canto ("yo soy dios, yo soy dios, yo soy dios") de
aplicar el Panteísmo (todo es dios... yo soy dios), en éste trata de aplicar el
Monismo (todo es uno, todo es la misma cosa), a través del subjetivismo.
Además, este tipo de prácticas tan insanas pueden llevar a situaciones depresivas
graves. Así es la táctica del Demonio: subirlo a uno, darle una serie de poderes o
hacerle creer a uno que los tiene, para después hundirlo irremisiblemente en el
abismo.
Jesucristo Salvador y Redentor: Sólo Dios puede salvar (Isaías 43,3 y 12,2). Sólo
el Hijo de Dios hecho Hombre nos salva y redime (Lucas.19,12 - Juan.10,19 -
Romanos 5,12-19).en la teoría de la New Age, el hombre que cree que va a
reencarnar pretende auto-redimirse, negándose así la única salvación posible: la
que nos vino a traer Jesucristo, Salvador y Redentor de todos los seres humanos
y de cada ser humano en particular (Lucas.1,31 - Mateo.1, 21).
“Cuando hayas entrado en la tierra que YAHVEH, tu Dios, te da, no imites las
costumbres perversas de aquellos pueblos. Que no haya en medio de ti nadie que
haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego; que nadie practique encantamientos
o consulte a los astros; que no haya brujos ni hechiceros; que no se halle a nadie
que se dedique a supersticiones o consulte los espíritus; que no se halle ningún
adivino o quien pregunte a los muertos. Porque YAHVEH aborrece a los que se
dedican a todo esto, y los expulsa delante de ti a causa de estas abominaciones.
Tú, en cambio, te portarás bien en todo con YAHVEH, tu Dios.” (Deuteronomio 18,
9-13).
En esta manifestación del New Age existe un rango bastante amplio que va desde
el Control Mental y la Sofrología, hasta el desarrollo de "poderes mentales",
pasando por la "Metafísica" de la venezolana Conny Méndez, que nada tiene que
ver con esa rama de la Filosofía llamada Metafísica, que estudia la ciencia o
naturaleza de las cosas.
Aparte de todas estas consideraciones, se corre otro grave riesgo con el uso de
ese supuesto "poder mental": sucumbir a la tentación de pretender dominar la
libertad de acción de los demás. ¡Y esto se trata de hacer!
Es bueno agregar que en realidad todos los ejercicios Yoga están basados en el
tratar de despertar a Kundalini, que se dice es la serpiente enroscada o
adormecida en la base de la columna y es la Serpiente la que va despertando los
"chakras" y el poder que está en cada uno de esos "centros de energía", logrando
así la iluminación del sujeto en el último "chakra". Kundalini, según el Hinduismo,
es la "Shakti", el Poder Universal.
¿No fue esto lo que la "Serpiente" vendió a Adán y Eva? Es también peligrosa la
práctica de esta técnica pagana: "Cuando ese fuego sube demasiado rápido a lo
largo de la columna vertebral, el sujeto puede enloquecer..."
"¡Cuando este fuego sube con demasiada facilidad se corre el riesgo de ser
poseído por otro espíritu!"
La Brujería es maligna aunque con ella se busque lograr un supuesto bien, y hace
daño a las personas que hacen uso de ella y a aquellas contra quienes se dirige."
La santería pretende fingir un culto católico, pero es una forma oculta de idolatría.
La santería incluye rituales paganos como sacrificios de animales, sesiones
adivinatorias, trances por posesión de espíritus malignos, etc. "La Santería, muy
extendida en toda Latinoamérica, en USA y hasta en Europa, tiene equivalentes
con ligeras variantes: el Voodoo, el Macumba, el Shangó, todas las cuales se
derivan de ritos tribales africanos.
En realidad los santeros siguen haciendo lo mismo que sus antecesores yorubas:
fingiendo un culto católico, pero en realidad están rindiendo cultos a ídolos.
Comunicación con "ángeles": Los ángeles buenos, los que permanecieron fieles a
Dios, son criaturas puramente espirituales, seres inmortales, que acatan
solamente la Voluntad Divina y su misión de ser emisarios de Dios y cumplir sólo
Sus órdenes la vemos en abundantes ejemplos en la Biblia. (vers. Lc.1,26-37 -
Mt.1,l8-24 - Mt.2,13-15).
El concepto cristiano de lo que son los Ángeles de Dios y sus funciones es muy
distinto a lo que trata de fomentarse con los cursos de comunicación con
"ángeles", que es la manifestación de un movimiento "angeológico" mundial
claramente enmarcado dentro del New Age.
Según este movimiento, los "ángeles" son "esferas de luz" "energía pura"
dispuestos a tomar contacto con nosotros a través de técnicas especiales, tales
como meditaciones paganas, repetición de "mantras" (dados por dichos
"ángeles"), apertura de "chakras", entre otras, para poder entrar en la "rata de
vibración angélica", etc., etc.
Los cristianos sabemos que Satanás y sus demonios siguen siendo "ángeles":
ángeles caídos, superiores en inteligencia y poderes a nosotros los seres
humanos, con una capacidad de engaño digna de su astucia con la que buscan
engañar sin descansar (vers. Juan.8, 44), disfrazándose de "ángel de luz" (2
Corintios 11,14).
Teorías y técnicas psicológicas como las de C.G. JUNG y otras que promueven el
desarrollo ilimitado de las potencialidades del ser humano.
La Dianética está llegando a muchos países bajo ese mismo nombre y pretende
establecerse como una religión entre empresarios. Utiliza cruceros en barco para
promover sus metas.
Práctica día 11. CELO: Reflexiona durante este tiempo, lo mucho que debes
hacer para que no se pierdan las almas de tus hermanos. Piensa que ya no haces
parte del problema, ahora eres parte de la solución.
DÍA 12
21.
Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en
nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
22. Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno:
23. yo en ellos y tú en mí. Así alcanzarán la perfección en la unidad, y el mundo conocerá que tú
me has enviado y que yo los he amado a ellos como tú me amas a mí.
Una: La Iglesia es "una" debido a su origen, Dios mismo. Dios es uno según la
doctrina católica. Es una debido a su Fundador, Cristo. El apóstol San Pablo, en
su carta a los Romanos 12, hace referencia a la Iglesia como "Cuerpo de Cristo":
Las partes del cuerpo son muchas, pero el cuerpo es uno; por muchas que sean
las partes, todas forman un solo cuerpo. En otra carta, también Pablo enseña
sobre este atributo: Mantengan entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos
en el mismo espíritu. Un solo cuerpo y un mismo espíritu, pues ustedes han sido
llamados a una misma vocación y una misma esperanza. Un solo Señor, una sola
fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está por encima de
todos, que actúa por todos y está en todos.
Santa: La Iglesia católica, a pesar de los pecados y faltas de cada uno de sus
miembros que aún peregrinan en la Tierra, es en sí misma "santa" pues "Santo" es
su fundador y "santos" son sus fines y objetivos. Así mismo, es santa mediante
sus fieles, ya que ellos realizan una acción santificadora, especialmente aquellos
que han alcanzado un alto grado de virtud y han sido canonizados por la misma
Iglesia. La Iglesia católica contiene la plenitud de los medios de santificación y
salvación. Es Santa porque sus miembros están llamados a ser santos.
“Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi
Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del
Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que
desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.” (Mateo 16, 13-20)
Los exegetas católica afirman que este verbo atar posee connotaciones no solo de
atar o unir sino también de creer, en el ambiente semita este verbo también
denota autoridad de doctrina. Por lo tanto, Jesús también le quiso decir a Pedro
que le daba autoridad para que él decidiera en qué se debía creer y en qué no.
San Pablo dice en 1 Timoteo 3, 15: “pero si tardo, para que sepas cómo hay que
portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento
de la verdad”
¿Por qué las sectas no profundizan en esta cita? A pesar de muchas cosas, la
iglesia católica, la única fundada por Cristo, posee el fundamento de la verdad.
Es muy cierto que Satanás imita todo lo sagrado para sus fines maléficos. Se
inventó su propia trinidad, en la cual es el gran emperador del infierno:
Los 46 libros del antiguo testamento la mayoría fueron escritos en idioma hebreo.
En el libro del Éxodo, capítulo 3, versículos 9 al 15, y en el mismo libro, capítulo 6,
2-3, aparece que Dios revela su nombre, da el nombre de YHWH (Yahvéh).
Yahveh, significa: "Yo soy el que Soy", por eso no es nada extraño que en los
textos que hemos indicado del libro del Éxodo, aparezca la siguiente traducción:
" Moisés le dijo a Dios:
En ningún sitio de la Biblia original hebrea aparece ese nombre. Ya hemos visto
que el único nombre que aparece es "Yahwéh". Entonces ¿por qué hay personas
que dicen que el nombre de Dios no es "Yahwéh" sino "Jehováh". Veamos el por
qué apareció este nombre de "Jehováh".
El nombre de Dios estaba prohibido pronunciarlo bajo pena de muerte, tal era el
respeto que sentían por Dios. ¿Qué hacían entonces los judíos cuando en la
sinagoga iban leyendo la Biblia y llegaban a un pasaje que contenía la palabra
YHWH?
Cuando veían escrita esta palabra, ellos pronunciaban la palabra hebrea “adonay”,
que significa "el Señor".
Este proceso de cada vez que ellos veían este nombre de Yahwéh, lo cambiaban
por “ádonay”= "el Señor" este ejercicio se dio unos 500 años antes de Cristo.
Durante muchos siglos los judíos pronunciaban “Adonay” en lugar de Yahwéh, ya
que ellos consideraban que el nombre de Dios (Yahwéh) era demasiado sagrado
para ser pronunciado por una boca humana.
Con el paso de los años algunos de los estudiosos hicieron algo curioso. Como es
de notar la palabra YHWH no tiene letras vocales, esto sería tremendamente
difícil de pronunciar para nosotros. Pues bien, lo que hicieron fue una cosa muy
simple: utilizaron las consonates del nombre bíblico de Dios y las vocales de
ádonay, YHWH + AdOnAy = YAHOWAH (Jehováh). Este es el resultado, el
nombre de "Jehováh" es una combinación de letras de YHWH+AdOnAy. Es por
tanto un nombre artificial, hecho por los hombres, pero nunca el nombre que Dios
se da en la Biblia.
Según los últimos estudios, se sabe que los judíos empezaron a utilizar el nombre
de YHWH hacia el año 1500 antes de Cristo, se empezó a utilizar en tiempos de
Moisés. Luego empiezan a dejarlo de pronunciar por respeto y se sustituye tanto
al hablarlo como al escribirlo hacia el año 500 antes de Cristo, en la época del
Exilio, y comienzan a utilizar la palabra de la lengua hebrea "Adona", que significa
"el Señor".
Como puedes ver los cristianos le dan a Jesús el mismo título que le daban a
Dios, reconociendo así que Jesús es también Dios.
Salvación y Obras
Somos salvados por la fe manifestada en las obras. Meditemos las siguientes citas
en las que reafirman esta realidad:
En este pasaje el señor nos muestra que seremos juzgados por las obras de
misericordia.
27 Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces
recompensará a cada uno según su conducta.
Romanos 2, 5-6:
5 Si tu corazón se endurece y te niegas a cambiar, te estás preparando para ti mismo un gran castigo
para el día del juicio, cuando Dios se presente como justo Juez.
6 El pagará a cada uno de acuerdo con sus obras.
Pagará cada uno conforme a sus obras. Las obras de la fe no las de la ley. Las
sectas dicen que solo por la fe y claro está que no.
Seremos juzgados según las obras de cada uno. De qué me sirve tener fe si mis
obras son malas. Entonces eso no es fe.
Santiago 2, 14-25:
14 Hermanos, si uno dice que tiene fe, pero no viene con obras, ¿de qué le sirve? ¿Acaso lo salvará
esa fe?
15 Si un hermano o una hermana no tienen con qué vestirse ni qué comer, 16 y ustedes les dicen:
«Que les vaya bien, caliéntense y aliméntense», sin darles lo necesario para el cuerpo, ¿de qué les sirve
eso?
17 Lo mismo ocurre con la fe: si no produce obras, es que está muerta. 18 Y sería fácil decirle a uno:
«Tú tienes fe, pero yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras, y yo te mostraré mi fe a través de las
obras.
19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? Pues muy bien, pero eso lo creen también los demonios y
tiemblan».
20 ¿Será necesario demostrarte, si no lo sabes todavía, que la fe sin obras no tiene sentido? 21
Abrahán, nuestro padre, ¿no fue reconocido justo por sus obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el
altar? 22 Ya ves que la fe acompañaba a sus obras, y por las obras su fe llegó a la madurez.
23 Esto es lo que recuerda la Escritura: Abrahán creyó en Dios, y por eso fue reconocido justo, y fue
llamado amigo de Dios.
24 Entiendan, pues, que uno llega a ser justo a través de las obras y no sólo por la fe.
25 Lo mismo pasó con Rajab, la prostituta: fue admitida entre los justos por sus obras, por haber
dado hospedaje a los espías y porque los hizo partir por otro camino.
26 Porque así como un cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe que no produce obras está
muerta.
Gálatas 5, 1:
Si creemos en Cristo, da lo mismo estar o no estar circuncidados; lo que importa es la fe y que esta fe se
exprese en obras de amor.
Biblia o Tradición.
14 Por eso se dice en el Libro de las Guerras de YAHVEH: «... Vaheb cerca de Sufá y el torrente de Arnón
El pueblo Judío también tenía tradición. (Libro de las guerras) según los
estudiosos esto no es apócrifo, claramente se ve que es tradición.
Juan 21,25:
25Jesús hizo también otras muchas cosas. Si se escribieran una por una, creo que no habría lugar en el
mundo para tantos libros.
1 Corintios 11, 2:
Les alabo porque me son fieles en todo y conservan las tradiciones tal como yo se las he transmitido.
2 Tesalonicenses 2, 15:
15Por lo tanto, hermanos, manténganse firmes y guarden fielmente las tradiciones que les enseñamos de
palabra o por carta.
Exhortación para que mantengan las tradiciones que Pablo les dio. Ya sea oral o
por carta.
1 Corintios 15, 5:
En primer lugar les he transmitido esto, tal como yo mismo lo recibí: que Cristo murió por nuestros
pecados, como dicen las Escrituras;
4 que fue sepultado; que resucitó al tercer día, también según las Escrituras; 5 que se apareció a
Pedro y luego a los Doce.
6 Después se dejó ver por más de quinientos hermanos juntos, algunos de los cuales ya han entrado
en el descanso, pero la mayoría vive todavía.
Pablo narra un hecho que no está en los evangelios, pero lo sabía por tradición.
Esto nos hace pensar que en ese concilio NO ESTABA EL ESPIRITU SANTO;
PORQUE ÉL NO PUEDE HABLAR MAL DE JESUS. Y fue de este concilio en que
Martin Lutero se basó para conformar el canon que hoy en día tienen los
protestantes. ¡Qué metida de patas la de Lutero! Y los protestantes le están
declarando inspiración del Espíritu Santo a un concilio anti-cristiano.
San Pablo declara que el antiguo testamento inspirado por Dios era el Código
alejandrino que contiene los siete libros deutero-canónicos.
Dejémonos de ignorancia, todo el mundo sabía que si había imágenes pero que
no eran objeto de adoración.
No te harás imágenes de ídolos. Este es un texto muy citado por las sectas, es
una interpretación fuera de contexto. Sí se esculpe una imagen pero no se le
rinde culto.
18 Asimismo, harás dos querubines de oro macizo, y los pondrás en las extremidades de la cubierta.
31Para el velo necesitarás lino fino retorcido color jacinto, púrpura, y de grana dos veces teñida, decorada en
hermosa tapicería de querubines.
1 Reyes 6, 23-28:
23 En el Santo de los Santos puso dos Querubines de madera de olivo silvestre de cinco metros de alto. 24
Cada una de las alas del querubín tenía dos metros y medio de largo, de manera que había cinco metros de
una punta a la otra de las alas. 25 El segundo querubín medía también cinco metros; ambos querubines tenían
el mismo porte y la misma forma. 26 La altura del primero y del segundo era de cinco metros. 27 Salomón
puso los querubines en el centro de la Casa, con las alas desplegadas; el ala del primero rozaba uno de los
muros y el ala del segundo tocaba el otro muro, y sus alas se tocaban una con otra en el medio de la Casa. 28
Salomón revistió de oro a los querubines.
1 Reyes 7, 29:
29 En los paneles encajados en los marcos había leones, toros y querubines; en los marcos, por arriba y abajo,
se veían en relieve leones y bueyes.
1 Reyes 9, 1-3:
1Cuando Salomón hubo terminado la Casa de YAHVEH, el palacio real y todo cuanto quiso construir, 2 se le
apareció YAHVEH por segunda vez, tal como se le había aparecido en Gabaón.
3YAHVEH le dijo: «He escuchado la oración y la súplica que tú has elevado hasta mí, y consagré esta
Casa que tú construiste para que en ella habitara mi Nombre para siempre.
Dios consagra al templo con imágenes. Los artistas le ofrecen a Dios los frutos de
el talento recibido, un músico compone alabanzas es igual a un pintor o escultor
que pinta y esculpe imágenes para el uso sagrado. Si eso es así ¿Entonces van a
quemar todos los CDs y discos de música religiosa?
18Estaba formada por querubines y palmas, había una palma entre dos querubines; los querubines tenían dos
caras: 19 una cara de hombre se enfrentaba a una palma de un lado, y otra cara de león enfrentaba a otra palma
del otro lado. Así se había hecho en todo el derredor de la Casa. 20 En el muro se habían representado
querubines y palmas desde el suelo hasta encima de la entrada.
2 Samuel 6, 12-16:
12 Le comunicaron a David que YAHVEH había bendecido a la familia de Obed-Edom y todo lo
que le pertenecía debido al Arca de Dios. David entonces fue para allá y con gran alegría hizo
transportar el Arca de Dios desde la casa de Obed-Edom hasta la ciudad de David.
13 Cuando los hombres que llevaban el Arca de YAHVEH dieron los seis primeros pasos, se ofreció
como sacrificio un buey y un ternero gordo.
14 David bailaba y hacía piruetas con todas sus fuerzas delante de YAHVEH, vestido sólo con un
efod de lino. 15 David y todos los israelitas fueron llevando el Arca de YAHVEH al son de la fanfarria y
del cuerno. 16 Cuando el Arca entró en la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, estaba mirando desde su
ventana. Vio al rey que saltaba y se contorneaba delante de YAHVEH, y lo despreció en su corazón.
Números 21, 5-9: Dios manda a hacer una serpiente de bronce para que al mirarla
se sanen.
Josué 7, 6:
Entonces Josué rasgó su ropa y estuvo postrado con el rostro en tierra ante el Arca de
6
YAHVEH hasta la tarde. El y los ancianos de Israel se echaron polvo en sus cabezas.
Jueces 7, 6:
6Los que lamieron el agua con su mano llevándosela a la boca, fueron trescientos, porque todo el resto
del pueblo se arrodilló para beber.
Génesis 19, 1:
1Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer. Lot estaba sentado a la entrada del pueblo. Apenas los
vio, salió a su encuentro, se arrodilló inclinándose profundamente
Deuteronomio 4,28
La Cruz de Cristo.
Gálatas 6, 14:
14 En cuanto a mí, no quiero sentirme orgulloso más que de la cruz de Cristo Jesús, nuestro Señor. Por él
el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo.
1 Corintios 1, 18-24:
18 Bien es cierto que el lenguaje de la cruz resulta una locura para los que se pierden; pero para los
que se salvan, para nosotros, es poder de Dios. 19 Ya lo dijo la Escritura: Destruiré la sabiduría de los
sabios y haré fracasar la pericia de los instruidos.20 Sabios, entendidos, teóricos de este mundo: ¡cómo
quedan puestos! ¿Y la sabiduría de este mundo? Dios la dejó como loca. 21 Pues el mundo, con su
sabiduría, no reconoció a Dios cuando ponía por obra su sabiduría; entonces a Dios le pareció bien
salvar a los creyentes con esta locura que predicamos.
22 Mientras los judíos piden milagros y los griegos buscan el saber,
23 nosotros proclamamos a un Mesías crucificado: para los judíos ¡qué escándalo! Y para los
griegos ¡qué locura! 24 Pero para los que Dios ha llamado, judíos o griegos, este Mesías es fuerza de
Dios y sabiduría de Dios. 25 Pues las locuras de Dios tienen más sabiduría que los hombres, y la
debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.
Filipenses 3, 18:
18 Porque muchos viven como enemigos de la cruz de Cristo; se lo he dicho a menudo y ahora se lo
repito llorando.
Práctica día 12. ORACIÓN POR LA IGLESIA: Proponte una visita al Santísimo y
ora por toda la iglesia, por el Papa, los obispos, los sacerdotes, los diáconos,
religiosas y files laicos.
----------------------------------------PARTE 2-----------------------------------------------------
DÍA 13.
CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO.
1. Los fariseos se juntaron en torno a Jesús, y con ellos había algunos maestros de la Ley
llegados de Jerusalén.
2. Esta gente se fijó en que algunos de los discípulos de Jesús tomaban su comida con
manos impuras, es decir, sin habérselas lavado antes.
3. Porque los fariseos, al igual que el resto de los judíos, están aferrados a la tradición de
sus mayores, y no comen nunca sin haberse lavado cuidadosamente las manos.
4. Tampoco comen nada al volver del mercado sin antes cumplir con estas
purificaciones. Y son muchas las tradiciones que deben observar, como la
purificación de vasos, jarras y bandejas.
5. Por eso los fariseos y maestros de la Ley le preguntaron: «¿Por qué tus discípulos no
respetan la tradición de los ancianos, sino que comen con manos impuras?»
6. Jesús les contestó: «¡Qué bien salvan ustedes las apariencias! Con justa razón
profetizó de ustedes Isaías cuando escribía: Este pueblo me honra con los labios, pero
su corazón está lejos de mí.
7. El culto que me rinden de nada sirve; las doctrinas que enseñan no son más que
mandatos de hombres.
14. Jesús volvió a llamar a la gente y empezó a decirles: «Escúchenme todos y traten de
entender.
15. Ninguna cosa que de fuera entra en la persona puede hacerla impura; lo que hace impura a
una persona es lo que sale de ella.
17. Cuando Jesús se apartó de la gente y entró en casa, sus discípulos le preguntaron sobre lo
que había dicho.
18. El les respondió: «¿También ustedes están cerrados? ¿No comprenden que nada de lo que
entra de fuera en una persona puede hacerla impura?
19. Pues no entra en el corazón, sino que va al estómago primero y después al basural.»
20. Así Jesús declaraba que todos los alimentos son puros. Y luego continuó: «Lo que hace
impura a la persona es lo que ha salido de su propio corazón.
21. Los pensamientos malos salen de dentro, del corazón: de ahí proceden la inmoralidad sexual,
robos, asesinatos,
22. Infidelidad matrimonial, codicia, maldad, vida viciosa, envidia, injuria, orgullo y falta de
sentido moral.
Es necesario aprender a conocerse. Esto implica una tarea de la que nadie debe
excluirse. No hacerlo es correr el riesgo de causarse mucho daño, y de
ocasionarlo a otros.
La persona que se conoce así misma tiende a ser más misericordiosas. Ante sus
propios errores le es más fácil entender a los que se equivocan. La persona que
se conoce es menos afectada por el miedo, y en consecuencia de esto, es mucho
más libre. El miedo lo alimenta la ignorancia. La persona que se conoce no vive al
azar de las circunstancias, se domina a sí misma y controla mejor sus emociones.
Una vez que hemos podido valorar todo lo que hemos recibido de Dios, el paso
que sigue es contemplar cómo hemos retribuido en actos de amor y desamor a
este Dios que tanto nos ama. Ver si hemos sido capaces de explotar nuestras
capacidades y conocimientos en beneficio de nuestros seres queridos y nuestros
hermanos.
Sabremos qué vamos a entregar en esta consagración. Las cosas buenas y las
malas. Pues nadie es enteramente bueno o malo. En esta entrega pediremos a
María Santísima que nos ayude a modificar nuestros grandes o pequeños
pecados, y a perseverar e intensificar nuestras buenas acciones, virtudes y
talentos.
Así seremos sinceros con nosotros mismos y con Dios. Y la Consagración será
plena y consiente, con amor, gratitud y pedido de misericordia.”
Pero antes debemos analizar lo que la iglesia considera del el hombre y la mujer.
Y considerar lo especial y miserable que somos a la vez.
¿Qué es el hombre?
Concilio Vaticano II presenta al hombre como: “Un ser grandioso, La Biblia nos
enseña que el hombre ha sido creado "a imagen de Dios", con capacidad para
conocer y amar a su Creador, y que por Dios ha sido constituido señor de la
entera creación visible para gobernarla y usarla glorificando a Dios. ¿Qué es el
hombre para que tú te acuerdes de él? ¿O el hijo del hombre para que te cuides
de él? Apenas lo has hecho inferior a los ángeles al coronarlo de gloria y
esplendor. Tú lo pusiste sobre la obra de tus manos. Todo fue puesto por ti debajo
de sus pies (Salmo 8, 5-7).” (GS 12). “El hombre lleva en sus profundidades la
imagen de Dios, portador de fuentes ilimitadas de superación y, sobre todo, «con
capacidad para conocer y amar a su Creador”.
El hombre se distingue particularmente de los demás seres en que lleva una zona
interior de soledad, que es el «lugar» del encuentro con el Absoluto y
Trascendente: «Por su interioridad es superior al universo entero. A estas
profundidades [de sí mismo] retorna cuando entra dentro de su corazón, donde
Dios le aguarda, escrutador de los corazones y donde él, personalmente, bajo la
mirada de Dios, decide su propio destino» (GS 14).”(Muéstranos tu rostro. P.
Ignacio Larrañaga.)
El Catecismo considera esta realidad de la siguiente manera: “La unidad del alma
y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la "forma" del
cuerpo (cf. Concilio de Vienne, año 1312, DS 902); es decir, gracias al alma
espiritual, la materia que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el
hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino que su unión
constituye una única naturaleza.” 365
Aquí aparece la famosa y difícil pregunta: ¿Quién soy yo? Este interrogante se
mantendrá hasta el final de nuestras vidas, no se responde el oficio o la profesión,
no cabe decir soy el médico, el ingeniero, etc. Es un cuestionamiento con nuestra
persona.
Solo esta respuesta podría alejar la incertidumbre: “Soy Hijo de Dios”. Y te darás
cuenta que eres único e irrepetible, no hay otro igual a ti, aunque haya muchos
con bastante parecido no hay otro igual, somos un misterio creados por el gran
misterio que es Dios.
Cuando el hombre entra dentro de sí, encuentra a Dios, y qué mejor manera de
conocerse encontrado al que de verdad nos conoce, hasta más de lo que nosotros
nos conocemos. Con razón decía San Agustín: “los hombres salen, hacer turismo
para admirar las crestas de los montes, el oleaje proceloso del mar, el fácil y
copioso curso de los ríos, las revoluciones y los giros de los astros, y sin embargo
se pasan de largos a sí mismos. No hacen turismo interior.” (Confesiones 10, 8,5)
Por tal motivo, sin menospreciar la psicología y la psiquiatría que han hecho
mucho bien, existen zonas oscuras dentro de nosotros que solo el espíritu santo
puede llegar hasta allá: “Pero a nosotros nos lo reveló Dios por medio de su
Espíritu, pues el Espíritu escudriña todo, hasta las profundidades de Dios.” Como
dice el Padre Ignacio Larrañaga: “Jesús nos vine a liberar también de nuestro
subconsciente” esas profundidades del hombre donde ningún experto puede
llegar, solo Dios puede.
Qué lástima que muchos quieran ver la santidad como un proceso intelectual o
como el enriquecimiento de dones y carismas sin ser capaces de dominarnos; por
tal motivo se ven las grandes decepciones de las comunidades. La mayoría de
conflictos en las comunidades provienen de la falta de templanza y de tolerancia.
De ahí la división y la murmuración o el querer aparecer. Prueba contundente de
la falta de conocimiento.
Veamos a Jesús y nos daremos cuenta que estos detalles que parecen
insignificantes, fueron la base solida de todos los santos de la iglesia: El dominio
de las emociones.
El primero, cuando Judas lo entrega con un beso. Fue uno de los doce, uno de
sus íntimos, digamos que esto fue uno de los momentos más duros de la pasión,
la traición de un amigo. Muchos piensan que judas colaboró con la salvación y no
se dan cuenta que su traición era una prueba para que Jesús desistiera de la cruz.
En ese acto está representado todas las ingratitudes de los consagrados. Es el
rechazo a la causa, uno de mis íntimos no está de acuerdo con mi proyecto pero
no se acerca a tratar de solucionar sino que a mis espaldas me da la puñalada.
(Lucas 22, 47-48.)
Todos sabemos lo doloroso que es una traición, más a Jesús que era muy
sensible, sin embargo, éste le dio una oportunidad a su amigo el traidor en el
bocado de la cena. Después de una agonía espantosa donde hasta el cuerpo
sudaba sangre, y en la cual se dice que Jesús contempló todas nuestras
ingratitudes, llega el traidor y con un beso que significa señal de afecto lo entrega.
Cada vez que pases por una situación difícil pregúntate ¿Qué haría Jesús en este
momento? ¿Cómo reaccionaría o respondería? ¿Qué tan lejos estoy de la
imitación y la semejanza a Jesús?
Ejecuta el siguiente ejercicio y date cuenta que tan lejos estas de ser como Jesús,
nuestro modelo de vida.
Amoroso y misericordioso como Jesús: Su sensibilidad mostraba su
eterna caridad y sus entrañas de misericordia. Amar como Jesús amó y
perdonar como Jesús perdonó
Humilde como Jesús: Su humildad en mostrar la gloria de Dios y en
rebajarse de su condición divina.
Mansos y amables como Jesús: su mansedumbre y su ternura
cautivaron a muchos en Israel.
Sabios como Jesús: saber responder y callar en el momento indicado.
Opción de Jesús por los pobres: preocupación por los más necesitados,
les daba de comer y sentía compasión porque andaban como ovejas sin
pastor.
Orantes como Jesús: Jesús se retiraba mucho a hablar con el Padre
celestial. Su oración mostraba su intimidad con Dios.
Pacientes como Jesús: Supo esperar, para que se llevará a cabo la
obra de Dios, y con paciencia guió a sus discípulos.
Dominio propio: no cayó en tentación y dominaba sus emociones, se
enojaba y exhortaba con fuerza cuando era necesario. Manejo su
pasión dolorosa con una elegancia sorprendente.
Práctica día 13. VENCIMIENTO: Durante este tiempo por cada acto que hagas,
analiza y pregúntate ¿Qué haría Jesús en estos momentos? No actúes
apresuradamente, no contestes enseguida las preguntas que te hagan. Trata de
irte a lugares retirados y deja que el silencio y la soledad te cuestionen. Deja que
el desierto desnude tu alma.
DÍA 14
EL PECADO
5. Este es el mensaje que hemos recibido de él y que les anunciamos a ustedes: que Dios es luz y
que en él no hay tinieblas.
6. Si decimos que estamos en comunión con él mientras caminamos en tinieblas, somos unos
mentirosos y no estamos haciendo la verdad.
7. En cambio, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, estamos en comunión unos
con otros, y la sangre de Jesús, el Hijo de Dios, nos purifica de todo pecado.
8. Si decimos que no tenemos pecado, nos estamos engañando a nosotros mismos, y la verdad
no está en nosotros.
9. Pero si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará nuestros pecados y
nos limpiará de toda maldad.
10. Si dijéramos que no hemos pecado, sería como decir que él miente, y su palabra no estaría en
nosotros.
Por obvias razones, meditaremos gran parte de lo que dice el catecismo, razones
con respecto al pecado:
“El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al
amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego
perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la
solidaridad humana. Ha sido definido como “una palabra, un acto o un deseo
contrarios a la ley eterna” (San Agustín, Contra Faustum manichaeum, 22, 27; San
Tomás de Aquino, Suma teológica, 1-2, q. 71, a. 6)).1849.
El pecado es una ofensa a Dios: “Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad
que aborreces” (Salmos 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos
tiene y aparta de Él nuestros corazones. Como el primer pecado, es una
desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse “como dioses”,
pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Génesis 3, 5). El pecado es
así “amor de sí hasta el desprecio de Dios” (San Agustín, De civitate Dei, 14, 28).
Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la
obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf Filipenses 2, 6-9). 1850”.
Clases de Pecado
Lo hemos colocado en este libro para mayor provecho de los servidores y de los
próximos consagrados:
«Cuando la voluntad se dirige a una cosa de suyo contraria a la caridad por la que
estamos ordenados al fin último, el pecado, por su objeto mismo, tiene causa para
ser mortal [...] sea contra el amor de Dios, como la blasfemia, el perjurio, etc., o
contra el amor del prójimo, como el homicidio, el adulterio, etc. En cambio, cuando
la voluntad del pecador se dirige a veces a una cosa que contiene en sí un
desorden, pero que sin embargo no es contraria al amor de Dios y del prójimo,
como una palabra ociosa, una risa superflua, etc., tales pecados son veniales»
(Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, 1-2, q. 88, a. 2, c) 1856.
Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones: “Es pecado mortal
lo que tiene como objeto una materia grave y que, además, es cometido con pleno
conocimiento y deliberado consentimiento” (RP 17) 1857.
“Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres pero la blasfemia contra
el Espíritu Santo no será perdonada” (Marcos 3, 29; cf Mateo 12, 32; Lucas 12,
10). No hay límites a la misericordia de Dios, pero quien se niega deliberadamente
a acoger la misericordia de Dios mediante el arrepentimiento rechaza el perdón de
sus pecados y la salvación ofrecida por el Espíritu Santo (cf De V 46). Semejante
endurecimiento puede conducir a la condenación final y a la perdición eterna. 1864
El pecado crea una facilidad para el acto de cometerlo, engendra el vicio por la
repetición de actos. De ahí resultan inclinaciones desviadas que oscurecen la
conciencia y corrompen la valoración concreta del bien y del mal. Así, el pecado
tiende a reproducirse y a reforzarse, pero no puede destruir el sentido moral hasta
su raíz. 1865.
Los vicios pueden ser catalogados según las virtudes a que se oponen, o también
pueden ser referidos a los pecados capitales que la experiencia cristiana ha
distinguido siguiendo a san Juan Casiano (Conlatio, 5, 2) y a san Gregorio Magno
(Moralia in Job, 31, 45, 87). Son llamados capitales porque generan otros
pecados, otros vicios. Son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la
gula, la pereza. 1866.
La tradición catequética recuerda también que existen “pecados que claman al
cielo”. Claman al cielo: la sangre de Abel (Génesis 4, 10); el pecado de los
sodomitas (Génesis 18, 20; 19, 13); el clamor del pueblo oprimido en Egipto
(Éxodo 3, 7-10); el lamento del extranjero, de la viuda y el huérfano ( Éxodo 22,
20-22); la injusticia para con el asalariado ( Deuteronomio 24, 14-15; Jueces 5, 4).
1867.
Así el pecado convierte a los hombres en cómplices unos de otros, hace reinar
entre ellos la concupiscencia, la violencia y la injusticia. Los pecados provocan
situaciones sociales e instituciones contrarias a la bondad divina. Las “estructuras
de pecado” son expresión y efecto de los pecados personales. Inducen a sus
víctimas a cometer a su vez el mal. En un sentido analógico constituyen un
“pecado social” (cf RP16). 1869.
El pecado en el hombre.
En el principio Dios creó al hombre y a la mujer, ellos se paseaban por el jardín del
Edén y Vivian en amistad con Dios. Él dijo “Puedes comer de cualquier árbol del
jardín, pero no comerás del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque el día
que comieres de él morirás sin remedio” (Génesis 2,17).He aquí su palabra, el
hombre debía obedecer y creer en ella, pero desafortunadamente no fue así, el
hombre le creyó mas a la serpiente que a Dios; por eso la fe es algo muy difícil de
conseguir.
Y dijo la serpiente: “De ninguna manera moriréis. Es que Dios sabe muy bien que
el día que de comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como dioses,
conocedores del bien y del mal” Estamos ante un acontecimiento crucial de
nuestra existencia, el diablo por envidia vino a traernos la perdición. Esta cruda
realidad la vemos en esta figura literaria del génesis, al comer del árbol prohibido,
de inmediato hizo efecto lo pronunciado por Dios; todo lo que él diga se cumple.
Por la desobediencia entró el pecado y en efecto un desequilibrio nefasto. Esta
narración explica toda la condición humana y lo que somos en verdad.
¿Todavía nos vamos a creer los magnos y engreídos? es fácil caer en pecado de
orgullo cuando se ignora y se desprecia con venencia esta realidad del hombre.
Ahora bien, veamos ahora lo que significa esto del árbol de la ciencia: La ciencia
que está en el árbol solo “es un privilegio de Dios, y que el hombre usurpa con el
pecado” (Comentario: Biblia de Jerusalén). Es un rechazo del hombre al
conformarse ser creatura, es un delito al señorío de Dios, la soberbia mas
exagerada, y lo más grave la falta de caridad y de fe por no haber creído a su
palabra.
El hombre era amigo de Dios y al sentir los pasos del señor por el jardín se
escondió porque tuvo miedo. Ya el hombre no es amigo de Dios, se perdió la
intimidad.
En la desnudez el hombre y la mujer experimentan el desencaje en todo su
ser, producto del pecado.
¿De quién fue la culpa? Se rompió la armonía entre los seres humanos, “la
mujer que me diste como compañera me dio de comer” las relaciones
humanas entran en conflicto de ahí todas las tragedias que han ocurrido a la
humanidad.
La expulsión del paraíso y el trabajo duro del hombre “comerás el pan con el
sudor de tu frente” significa que la felicidad no está en este mundo sino en el
cielo, de ahí que Cristo asciende para que el tesoro esté arriba.
El Pecado de Escándalo
1. Cómo Dios creó al alma a su imagen de modo especial. –En primer lugar,
la creó a imagen del mismo Dios. Hagamos un hombre a imagen nuestra.
Dios hizo salir de la nada, con un “fiat”, al resto de las criaturas, como con
un guiño de su voluntad; pero al alma la creó con su mismo soplo; por eso
se lee: insuflando en sus narices aliento vital.
2. Desde toda la eternidad la creó para el cielo. Además, esta alma, el alma
de tu prójimo, fue amada por Dios desde toda la eternidad: Te he amado
con amor eterno; por eso te atraigo con bondad. Finalmente, la creó para
llamarla un día al cielo y hacerla partícipe de su gloria y de su reino, como
nos dice San Pedro: Para que por estos (bienes) os hagáis participantes de
la divina naturaleza. En el cielo la hará partícipe de su mismo gozo: Entra
en el gozo de tu Señor. Entonces es cuando Dios se dará a sí mismo en
recompensa: Soy para ti tu escudo; tu salario será sobre manera grande
(Génesis. 15.1).
3. Sobre todo, la rescató con la sangre de Jesucristo. –Lo que sobre todo nos
manifiesta cuán grande aprecio tiene Dios del alma es la obra de la
redención que Jesucristo llevó a cabo para rescatarla del abismo del
pecado. “¿Quieres saber tu valor”, pregunta San Euquerio, y responde: “Si
no crees a tu Creador, pregunta a tu Redentor. Y San Ambrosio, para
darnos a comprender precisamente cuán a pecho debemos tomar la
salvación de nuestros hermanos, nos dice: “Considera la muerte de Cristo y
deduce lo que vale la salvación de tu hermano”. Por tanto, si Cristo dio su
sangre para rescatar el alma, tenemos derecho para decir que ésta vale la
sangre de Dios, ya que apreciamos el valor de una cosa según el precio en
que la tasa un prudente comprador. Comprados fuisteis a costa de precio
(1 Pedro. 1, 19).Por esto San Hilario decía: “Al considerar el precio en que
fue tasada la redención humana, parece que el hombre vale tanto como
Dios”. Por todo ello comprendemos cómo nuestro Salvador nos inculca: En
verdad os digo, cuanto hicisteis con uno de estos mis hermanos más
pequeñuelos, conmigo lo hicisteis (Mateo. 25, 40).
-Siendo esto así, ¡qué pena tan amarga causa a Dios el escandaloso que le hace
perder un alma! Baste decir que le roba y le mata una hija por quien para salvarla
había derramado la sangre y dado la vida. Por eso San León llama homicida al
escandaloso. “Quién escandaliza, son sus palabras, asesina el alma de su
prójimo.”
…Y PRIVA A JESUCRISTO DEL FRUTO DE SUS LÁGRIMAS, DOLORES, etc. –
El escandaloso comete un homicidio tanto más atroz cuando que arrebata a su
hermano no ya la vida corporal sino la vida del alma, y priva a Jesucristo del fruto
de todas sus lágrimas, dolores y, en una palabra, de cuanto el Salvador padeció
para ganar aquella alma. Por esto escribió el Apóstol a los fieles de Corinto: Y
pecando así contra los hermanos y sacudiendo a golpes su conciencia, que es
débil, contra Cristo pecáis (1 Corintios. 8, 12). Quien escandaliza al prójimo se dirá
que peca propiamente contra Cristo, porque, al decir de San Ambrosio, quien es
causa de que se pierda un alma es causa de que Jesucristo pierda una obra en
que empleó tantos años de fatigas y de sufrimientos. Cuéntese que el
bienaventurado Alberto Magno empleó treinta años de trabajos en confección de
una cabeza parecida a la de un hombre, consiguiendo que articulase ciertas
palabras, y que Santo Tomás, receloso de que hubiera allí algo diabólico, cogió la
citada cabeza y la rompió. Alberto Magno se le quejó diciéndole: “Me rompiste
treinta años de trabajo”. No entro ni salgo en la veracidad del hecho; pero lo cierto
es que, cuando Jesucristo ve perdida el alma por obra y desgracia del
escandaloso, puede muy bien echarle en rostro este reproche: “Malvado, ¿qué
hiciste? Me perdiste esta alma, por la que empleé treinta y tres años de vida”.
Comparación sacada de las Sagradas Escrituras. –Léese en las Sagradas
Escrituras que los hijos de Jacob, después de vender a su hermano a los
mercaderes, fueron a decir al padre: ¡Una bestia feroz lo ha devorado! Y para dar
a entender mejor a Jacob que José había sido presa de la tal bestia feroz, mojaron
el vestido de José en la sangre de un cabrito, preguntándole: Comprueba, por
favor, si es la túnica de tu hijo o no, a lo que el padre hubo de responder entre
gemidos de dolor: ¡La túnica de mi hijo es! ¡Una bestia feroz lo ha devorado! De
igual modo también, cuando un alma, a consecuencia del escándalo, acaba de
caer en pecado, los demonios le toman la estola bautismal teñida en la sangre del
Cordero inmaculado, es decir, la gracia de que le ha despojado el escandaloso,
gracia que Jesucristo le había adquirido con el precio de su sangre, y preguntan a
Dios: “¿Es éste el vestido de tu hijo?” Si Dios pudiera estallar en sollozos, a no
dudarlo que a la vista de esta alma así sacrificada, de su hijo asesinado, sus
lágrimas correrían más amargas que las de Jacob, exclamando: Si, es el vestido
de mi hijo amadísimo; una bestia feroz lo ha devorado. Y luego buscando a esta
bestia feroz, exclamaría: “¿Dónde está el monstruo feroz que acaba de devorar a
mi hijo?”
La amenaza de un castigo
1º. Grande.- ¡Ay del hombre por quien viene el escándalo! Si grande es la pena
que el escandaloso causa a Dios, grande ha de ser también el castigo que le
espera. He aquí cómo habla Jesucristo de tal castigo: Quien escandalizare a uno
de estos pequeñuelos que creen en mí, mejor fuera que le colgasen alrededor del
cuello una muela de tahona y le sumergiesen en alta mar. El escandaloso merece
que se le arroje al mar con una piedra de molino al cuello, y no con una piedra
cualquiera, sino con una piedra asnaria, es decir, piedra enorme a la que en
Palestina daban vuelta los asnos en los molinos. Cuando algún malhechor muere
ajusticiado en la plaza, los espectadores se mueven a compasión, y si no lo
pueden librar de la muerte, al menos lo encomiendan a Dios; pero si el
desgraciado es arrojado a altar mar, nadie lo compadecerá. Por esto dice un autor
que Jesucristo habló de esta suerte de castigo en relación con el escandaloso,
para declararlo tan odioso a los mismos ángeles y santos que ni siquiera tienen
ánimo de encomendar a Dios a quien se ha hecho reo de la perdición de una sola
alma: “Es indigno de que se le vea y de que se le ayude.”
1.º De los que predican el mal, sobre todo a los niños. –Comprendan el estado
deplorable en que se encuentran quienes escandalizan con su mal ejemplo y
quienes hablan deshonestamente ante sus compañeros, ante muchachas y ante
niños inocentes, que al oír aquellas palabras se detienen a pensarlas, por lo que
cometen miles de pecados. Pensad pues, el dolor con que se lamentarán los
ángeles de la guarda de aquellos desgraciados niños viéndolos caer en pecado y
cómo pedirán a Dios venganza contra semejantes bocas sacrílegas que los
escandalizaron.
2.º Castigos de quienes se burlan de las gentes de bien. -¡Cuán terrible será
también el castigo de quienes con sus continuadas burlas ridiculizan a las gentes
de bien! No faltan quienes para hurtar la burla abandonan el bien y se dan a mala
vida.
4.º Castigo de quienes incitan al mal. -¿Qué decir también de quienes incitan al
mal, de quienes incitan a cometerlo, de quienes hasta enseñan el mismo mal,
crimen de que los mismos demonios no son capaces?
5.º Crimen de los padres que lo permiten. -¿Qué decir, finalmente, de los padres
que, lejos de impedir, pudiéndolo, los pecados de sus hijos, consienten que
frecuenten malas compañías, que vayan a casas peligrosas y que conversen con
jóvenes de diverso sexo? ¡Qué castigos tan terribles se preparan todos estos
escandalosos para el día del juicio final!
DÍA 15
EL PERDÓN
21. Entonces Pedro se acercó con esta pregunta: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las
ofensas de mi hermano? ¿Hasta siete veces?»
22. Jesús le contestó: «No te digo siete, sino setenta veces siete.»
23. «Aprendan algo sobre el Reino de los Cielos. Un rey había decidido arreglar cuentas con sus
empleados,
24. y para empezar, le trajeron a uno que le debía diez mil monedas de oro.
25. Como el hombre no tenía con qué pagar, el rey ordenó que fuera vendido como esclavo,
junto con su mujer, sus hijos y todo cuanto poseía, para así recobrar algo.
26. El empleado, pues, se arrojó a los pies del rey, suplicándole: «Dame un poco de tiempo, y yo
te lo pagaré todo.»
28. Pero apenas salió el empleado de la presencia del rey, se encontró con uno de sus
compañeros que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y casi lo ahogaba, gritándole:
«Págame lo que me debes.»
29. El compañero se echó a sus pies y le rogaba: «Dame un poco de tiempo, y yo te lo pagaré
todo.»
30. Pero el otro no aceptó, sino que lo mandó a la cárcel hasta que le pagara toda la deuda.
31. Los compañeros, testigos de esta escena, quedaron muy molestos y fueron a contárselo todo
a su señor.
32. Entonces el señor lo hizo llamar y le dijo: «Siervo miserable, yo te perdoné toda la deuda
cuando me lo suplicaste.
33. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero como yo tuve compasión de ti?»
34. Y hasta tal punto se enojó el señor, que lo puso en manos de los verdugos, hasta que pagara
toda la deuda.
35. Y Jesús añadió: «Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, a no ser que cada uno
perdone de corazón a su hermano.»
El padre nuestro en latín dice: “débita” que significa deuda, es decir la ofensa es
una deuda que acumulamos. Entonces si se ofende al hermano se le debe. ¿Qué
se debe? ¿Acaso somos Dios para que nos deban por las ofensas? no nos deben
nada! El dolor del ofendido se convierte en deuda pero no tiene sentido, más bien
es una carga y algo que me alimenta el orgullo. No nos compete juzgar y tampoco
tenemos poder para condenar. Por lo tanto, la deuda que acumula mi hermano se
convierte en una carga porque no somos Dios.
Comprendiendo estos casos, aun así, el odio es una carga muy pesada pero si se
perdona el alma se sentirá es paz. Como lo hizo María Fida Moro cuando se
dirigió a la cárcel y abrazó a los asesinos de su padre, el político italiano Aldo
Moro. También el caso de Juan Pablo II que dio al mundo uno de los más grandes
ejemplos de perdón cuando, en 1982, después de que atentaran contra su vida el
13 de mayo en la plaza de San Pedro, visitó al turco Ali Agca para ofrecerle su
perdón. Perdonar a quien intentó asesinarle es todo un testimonio del seguimiento
a Jesucristo.
La necesidad de perdonar.
Es muy necesario perdonar o sino Dios no nos perdonará a nosotros.
En la oración del Padre nuestro, la petición del perdón de las ofensas tiene una
condición: “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden” (Mateo 6, 12.) Miremos ahora lo que dice San Agustín: “Dios ha
establecido una alianza, ha firmado un pacto con nosotros. Si queremos que él
perdone nuestras ofensas, tenemos que decirle de corazón: como nosotros
perdonamos a los que nos ofenden. Si falla esta condición, queda anulado el
contrato.”(Sermón 58,6)
El perdón es muy necesario, es una actitud muy cristiana, sobre todo en los
ambientes donde reina el odio y la venganza. Dicen que las guerras no se vencen
con la fuerza de las armas, sino con el poder del perdón.
El perdón es sanación.
El perdón libera.
El perdón nos saca de la cárcel del odio y rompe las cadenas del rencor. Nos da
control sobre nuestra vida. El perdón es una expresión de amor. Perdonar no
significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien
que nos lastimó. Significa sacar aquellos pensamientos negativos sobre esa/s
personas que nos causo dolor.
“1 A este punto José no pudo ya contenerse más delante de toda aquella gente que estaba
con él, y gritó: «¡Salgan todos de aquí!» No quedaba ninguno cuando José se dio a conocer a
sus hermanos, 2 pero rompió a llorar tan fuerte que lo oyeron los egipcios y los servidores de
Faraón. 3 José dijo a sus hermanos: «Yo soy José. ¿Vive aún mi padre?» Ellos quedaban tan
aterrados de verlo que no podían responderle. 4 El les dijo: «Acérquense», y se acercaron.
«Yo soy José, su hermano, el que ustedes vendieron a los egipcios. 5 Pero no se apenen ni
les pese por haberme vendido, porque Dios me ha enviado aquí delante de ustedes para
salvarles la vida. 6 Ya van dos años de hambre en la tierra, y aún quedan cinco en que no se
podrá arar ni cosechar. 7 Dios, pues, me ha enviado por delante de ustedes, para que nuestra
raza sobreviva en este país: ustedes vivirán aquí hasta que suceda una gran liberación. 8 No
han sido ustedes, sino Dios quien me envió aquí; El me ha hecho familiar de Faraón,
administrador de su palacio, y gobernador de todo el país de Egipto.
9 Vuelvan pronto donde mi padre y díganle: «Esto te manda a decir tu hijo José: Dios me
ha hecho dueño de todo Egipto. 10 Ven a mí sin demora. Vivirás en la región de Gosén y
estarás cerca de mí, tú, tus hijos y tus nietos, con tus rebaños, tus animales y todo cuanto
posees. 11 Aquí yo cuidaré de ti, y nada te faltará a ti, a tu familia, ni a cuantos dependen de ti,
durante estos cinco años de hambre que aún quedan. 12 Ahora ustedes ven, y su hermano
Benjamín lo ve, que soy yo quien les está hablando. 13 Cuenten a mi padre la gloria que tengo
en Egipto, y todo lo que han visto, y luego dense prisa de traer aquí a mi padre.»
14 Dicho esto, José abrazó llorando a Benjamín, quien también lloró. 15 Después, entre
lágrimas, abrazó y besó a cada unos de sus hermanos, que se pusieron a conversar con él.
16 La noticia de que habían llegado los hermanos de José llegó hasta la casa de Faraón. Se
decía: «Han venido los hermanos de José.» Esta noticia agradó a Faraón y también a sus oficiales.
17 Faraón dijo a José: «Diles esto a tus hermanos: «Carguen sus burros y regresen a Canaán. 18
Tomen a su padre y a sus familias y vengan aquí. Yo les daré lo mejor del país de Egipto y
comerán lo mejor de esta tierra. 19 Lleven del país de Egipto carretas para sus niños y mujeres, y
traigan a su padre. 20 No se preocupen por las cosas que dejan allá, pues lo mejor de Egipto será
para ustedes.»
21 Así lo hicieron los hijos de Israel. José les consiguió carretas según la orden de Faraón, y los
proveyó de víveres para el camino. 22 A cada uno le regaló un vestido, pero a Benjamín le regaló
trescientas monedas de plata y cinco vestidos. 23 Y puso además diez burros cargados con los
mejores productos de Egipto, y diez burras cargadas de trigo, pan y víveres para el viaje de su
padre. 24 Después despidió a sus hermanos, que se fueron, pero antes les recomendó que no
pelearan por el camino.” (Génesis 45).
José gobernó muy bien y la casa de Jacob se salvó gracias al perdón de este
hombre extraordinario. Este es un ejemplo de cómo el perdón libera y hace que la
gente progrese en todas las esferas de la vida.
El texto de la Palabra de Dios escogida para ilustrar este punto es Éxodo 23, 4-5:
“Si encuentras perdido el buey o el asno de tu enemigo, se lo llevarás
inmediatamente. Si ves al asno del que te aborrece, caído bajo el peso de su
carga, no lo dejarás abandonado; más aún acudirás a auxiliarlo junto con su
dueño.”
No tiene la culpa el buey o el asno de tu enemigo. En sentido más moderno, si te
peleaste con tu vecino ¡no le patees el perro! En resumen: No pelear con quienes
no tenemos que pelear.
Era la Ley del Talión. Tenía como objetivo evitar la venganza más allá de la ofensa
recibida. Porque si no hay un límite (en este caso, impuesto por la ley), la violencia
crece en espiral. ¡Ojalá en nuestra época se cumpliera al menos la Ley del Talión!
Sí, porque lo que ocurre hoy en día es que si uno le hace un daño a otro, el otro le
hace un daño mayor, entonces éste responde con otro daño más grande aún...
Vemos los ejemplos de las guerras del siglo pasado y también de las de este
nuevo milenio, pero también lo observamos en las familias:¡muchas en plena
guerra! (violencia doméstica...).
Práctica día 15. MANSEDUMBRE: Soporta con dulzura los defectos del prójimo,
dispón siempre tu corazón a la benevolencia y no dejes exteriorizar tus
impaciencias. Durante este tiempo recorre todos los años de tu vida, perdona a
los que te han ofendido y sana recuerdos dolorosos.
DÍA 16
EL COMBATE ESPIRITUAL.
13. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse
en la fila valiéndose de todas sus armas.
15. tengan buen calzado, estando listos para propagar el Evangelio de la paz.
16. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del
demonio.
17. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios.
18. Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en
común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en favor de todos
los santos, sus hermanos.
Las cuatro armas para vencer en el combate espiritual
“Para obtener la victorial contra los enemigos del alma, se debe estar resuelto a
una perpetua guerra contra sí mismo, comenzando por armarse de las cuatro
armas sin las cuales es imposible obtener la victoria en ese combate espiritual.
Esas cuatro armas son: desconfianza de sí mismo, confianza en Dios, apropiado
uso de las facultades del cuerpo y del alma, y el deber de la oración". (El combate
espiritual Lorenzo Scupoli.)
Desconfianza en sí mismo
Esto es tan primordial, que si no se tiene no podremos triunfar contra los enemigos
de nuestra santidad, ni mucho menos contra las más pequeñas pasiones. Es una
derrota segura “No triunfa el ser humano por su propia fuerza” (1 Samuel 2,9.)
La tentación.
Es la tentación una seducción, una instigación o estímulo, interior y exterior, para
cometer algún pecado. Decimos interior o exterior, porque las tentaciones pueden
provenir bien de nuestra propia concupiscencia, de las falsas del mundo o del
demonio.
Se debe tener en cuenta que si nuestro divino salvador no se libró de ellas menos
nosotros. De hecho las tentaciones son necesarias para fortalecernos en la virtud.
El poder que tiene el Demonio sobre los seres humanos a través de la tentación
es limitado. Con Cristo no tenemos nada que temer. Nada ni nadie puede
hacernos mal, si nosotros mismos no lo deseamos.
Las tentaciones sirven para que los seres humanos tengamos la posibilidad de
optar libremente por Dios o por el Diablo. También sirven para no
ensoberbecernos creyéndonos autosuficientes y sin necesidad de Cristo Salvador.
“No nos dejes caer en la tentación”, nos enseñó Jesús a orar en el Padre Nuestro.
La oración impide que el demonio tome más fuerza y termina por despacharlo.
Sabemos que tenemos todas las gracias para ganar la batalla. Porque... “si Dios
está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (Romanos. 8, 31).
Pereza Espiritual.
La tibieza es una aridez culpable, como quien estando en un cuarto donde hace
mucho frío y teniendo un fuego en la chimenea, no se acerca a él. Siente el frío,
pero no tiene el ánimo ni el coraje para acercarse al calentador. Cuántas veces
nos pasa de encontrarnos en alguna situación parecida ¿no?
El Papa León XIII dijo en su momento: “Si por pereza dejas de poner los medios
necesarios para alcanzar la humildad, te sentirás pesaroso, inquieto, descontento,
y harás la vida imposible para tí mismo y quizá también a los demás y, lo que más
importa, correrás gran peligro de perderte eternamente”
(proverbios 21,25) el deseo del perezoso le mata, porque sus manos no
quieren trabajar.
Aridez Espiritual
Algunos síntomas para identificar este estado: Tibieza, frialdad, falta de fervor;
aburrimiento, rutina, no se siente gusto en la oración; desgana; sentirse que se
está perdiendo el tiempo al orar; sentir que “no hay nada”, mucho sueño al orar;
como si se le estuviera “hablando a las paredes”… si esto está pasando en tu
vida comienza a orar sin ganas para que vengan las ganas de orar.
Fortalezas espirituales.
¿Para qué nos dio Dios la memoria? R: Para acordarnos de Él y de sus beneficios.
Dios le recordaba al pueblo de Israel los portentos que hizo al sacarlos de Egipto
para que no perdieran la fe.
¿Para qué nos dio Dios el entendimiento? R: Para conocer a Dios nuestro Señor y
pensar en Él. Nos permite comprender verdades de fe y sus santas leyes. Los dos
vicios que atacan el entendimiento son la ignorancia y la vana curiosidad.
¿Para qué nos dio la voluntad? R: Para que le amemos como a suma Bondad y al
prójimo por Él. Es el querer, amar y ejecutar lo que Dios quiere y hacerlo para
agradarle. Santo Tomás de Aquino le da un nombre interesante “El Imperio de la
voluntad” ”creer es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por
imperio de la voluntad movida por Dios mediante la gracia”
La prudencia.
Hay que huir siempre de hablar con excesivo hinchazón y alta voz, porque ambas
cosas son odiosas, y muestran mucha presunción y vanidad, y nos hacemos
desagradables. No hables jamás de ti mismo, de tus cosas, de tus padres o de tus
parientes, de tus logros, sino solo cuando te obligue la necesidad, y entonces lo
harás muy brevemente y con toda la moderación y modestia posible; y si te
pareciere que alguno habla sobradamente de sí y de sus cosas, no por eso lo
menosprecies; pero trata de no imitarlo.
Las personas por lo general no nos escuchan con el mismo gusto con que nos
escuchamos nosotros mismos. La falta de dominio de la lengua y el hablar mucho
es señal de falta de conocimiento de nosotros mismos.
Orando en todo tiempo. El creyente está llamado a orar sin cesar. Cuando Pablo
comienza a hablar acerca de la lucha espiritual, no ordena a buscar la fortaleza en
el Señor y en el poder de su fuerza. La oración constante es la única manera en la
cual el creyente puede fortalecerse espiritualmente. La oración debe de estar
presente antes, durante y después de la batalla.
DÍA 17
41. Después se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, y doblando las rodillas
oraba
42. con estas palabras: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad,
sino la tuya.»
44. Entró en agonía y oraba con mayor insistencia. Su sudor se convirtió en gotas de sangre que
caían hasta el suelo.)
45. Después de orar, se levantó y fue hacia donde estaban los discípulos. Pero los halló
dormidos, abatidos por la tristeza.
46. Les dijo: «¿Ustedes duermen? Levántense y oren para que no caigan en tentación.»
Durante su vida pública Jesús nos habló de lo importante que es hacer la voluntad
de Dios; y no solo lo dijo sino que lo demostró con su propio ejemplo.
“Descendí del cielo a la tierra, no para hacer mi voluntad, sino la de mi Padre que
me envió.”
Dice el catecismo: “He aquí por qué Jesús “se entregó a sí mismo por nuestros
pecados según la voluntad de Dios” (Gálatas 1, 4). “Y en virtud de esta voluntad
somos santificados, merced a la oblación de una vez para siempre del cuerpo de
Jesucristo”” (Hebreos 10, 10). La obediencia” “¡Con cuánta más razón la
deberemos experimentar nosotros, criaturas y pecadores, que hemos llegado a
ser hijos de adopción en Él! Pedimos a nuestro Padre que una nuestra voluntad a
la de su Hijo para cumplir su voluntad, su designio de salvación para la vida del
mundo. Nosotros somos radicalmente impotentes para ello, pero unidos a Jesús y
con el poder de su Espíritu Santo, podemos poner en sus manos nuestra voluntad
y decidir escoger lo que su Hijo siempre ha escogido: hacer lo que agrada al
Padre (cf Juan 8, 29)” 2825
La Obediencia
“La obediencia es una virtud moral sobrenatural que nos inclina a someter nuestra
voluntad a la de los superiores legítimos en cuanto son representantes de Dios.
Estas últimas palabras han de explicarse antes que otra cosa, porque son la base
de la obediencia cristiana.”(Compendio de teología ascética y mística. 1057).
La virgen María fue muy santa, porque fue muy obediente, esta virtud es un
tormento continuo para el diablo y sus demonios que son los rebeldes
empedernidos. El que obedece es humilde y con esto comienza a menguar la
soberbia que tanto nos aleja de Dios.
El gran ejemplo nos lo da nuestro Señor Jesucristo: “se rebajó a sí mismo
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte en una cruz. Por eso Dios lo
engrandeció y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al Nombre
de Jesús se doble toda rodilla en los cielos, en la tierra y entre los muertos”
La obediencia fortalece las fuerzas y con la ayuda del Santo Espíritu podremos
dominar más nuestras pasiones. Como dice la 1 carta de San Pedro 1, 14-15:
“Como hijos obedientes, no procedan de acuerdo con los malos deseos que tenían
antes, mientras vivían en la ignorancia. Así como aquel que los llamó es santo,
también ustedes sean santos en toda su conducta, de acuerdo con lo que está
escrito: Sean santos, porque yo soy santo.”
En otra ocasión le dijo: “Hija mía, has de saber que con un acto de obediencia me
das mayor gloria que con largas plegarias y mortificaciones.” (Jesús a Santa
Faustina – Diario 894) Éste mensaje es muy consolador para todos porque
obtenemos gracias para alcanzar la santidad: “Sí, cuando eres obediente, te quito
tu debilidad y te doy Mi fortaleza. Me sorprende mucho que las almas no quieran
hacer este cambio Conmigo.” (Jesús a Faustina – Diario 381).
Nuestro Señor Jesucristo nos da otro gran ejemplo de obediencia, que siendo Dios
se hizo niño y obedeció a la Santísima Virgen y a San José. Le dio Jesús más
gloria a Dios obedeciendo a sus padres durante muchos años, que si hubiera
hecho muchos milagros y curaciones.
Práctica día 17. OBEDIENCIA: No esperes a que te den órdenes; adelántate a
los deseos de las personas que tienen autoridad sobre ti. Obedece así te cueste y
no te justifiques.
DÍA 18
8. El capitán contestó: «Señor, ¿quién soy yo para que entres en mi casa? Di no más una
palabra y mi sirviente sanará.
9. Pues yo, que no soy más que un capitán, tengo soldados a mis órdenes, y cuando le digo a
uno: Vete, él se va; y si le digo a otro: Ven, él viene; y si ordeno a mi sirviente: Haz tal cosa,
él la hace.»
10. Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: «Les aseguro que no he
encontrado a nadie en Israel con tanta fe.
Abraham
Para hablar de confianza en Dios hay que mencionar a Abraham el padre de la fe.
En la Carta a los hebreos se alude a su confianza: «Por la fe, Abraham, obediente
a la llamada divina, salió hacia una tierra que iba a recibir en posesión, y salió sin
saber adónde iba. Por la fe, vino a vivir en la tierra que se le había prometido
como en una tierra extranjera” (Hebreos 11, 8) tan fuerte debió ser esa palabra
que este personaje -muy prospero entre otras cosas- se fue a una tierra
desconocida a vivir como extranjero, Abraham creyó en la palabra de Dios.
He aquí la Palabra, ahora veamos lo que dice la serpiente: “La serpiente era el más
astuto de todos los animales del campo que YAHVEH Dios había hecho. Dijo a la mujer: «
¿Es cierto que Dios les ha dicho: No coman de ninguno de los árboles del jardín?» La
mujer respondió a la serpiente: «Podemos comer de los frutos de los árboles del jardín,
pero no de ese árbol que está en medio del jardín, pues Dios nos ha dicho: No coman de
él ni lo prueban siquiera, porque si lo hacen morirán.» La serpiente dijo a la mujer: «No es
cierto que morirán. Es que Dios sabe muy bien que el día en que coman de él, se les
abrirán a ustedes los ojos; entonces ustedes serán como dioses y conocerán lo que es
bueno y lo que no lo es.» A la mujer le gustó ese árbol que atraía la vista y que era tan
excelente para alcanzar el conocimiento. Tomó de su fruto y se lo comió y le dio también
a su marido que andaba con ella, quien también lo comió. (Génesis 3)
En esta parte del conocimiento de sí mismo, nos damos cuenta que el ser humano
escucha más a las dudas que a la palabra de Dios. Para superar este problema
tan complicado es indispensable escuchar la palabra de Dios, como dice San
Pablo: “La fe viene de la predicación, y la predicación por la palabra de Dios”
(Romanos 10, 17) la fe proviene de la escucha a la palabra de Dios.
El combate de la fe.
Las fuerzas del mal van a impedir a toda costa que el cristiano confíe en Dios,
será una lucha encarnizada y un ataque continuo sembrando dudas para que el
hombre vacile y pierda la bendición. Al enemigo no le conviene que obtengamos la
fe y menos si se consolida, “la fe cuando es fuerte obra maravillas, lo consigue
todo, especialmente la remisión de los pecados y la salvación para la cual, es
condición indispensable” (Biblia de Jerusalén, Comentario Mat 8, 10).
Después Jesús da la calma, Soy Yo, no teman, palabra poderosa que encierra un
misterio y un consuelo inimaginable. Pedro representa la iglesia que se atreve a
caminar sobre las aguas con la fuerza de Dios, aunque vacila logra caminar
porque mantiene la mirada en Jesús. Esta palabra de Jesús “ven”, es la invitación
a ser como Abraham y como María Santísima, posee un denso significado, es
confiar contra el sentido común y las leyes de la naturaleza, entregarse
ciegamente y sin cálculos, romper con toda una realidad establecida.
En esto consiste el combate, en que las fuerzas del mal con mucha fuerza
difunden las dudas y por eso muchas veces no se alcanza la gloria de Dios. Como
dice el apóstol Santiago en su carta: “Pero que pida con fe, sin vacilar, porque el
que vacila se parece a las olas del mar levantadas y agitadas por el viento. El que
es así no espere recibir nada del Señor, ya que es un hombre interiormente
dividido e inconstante en su manera de proceder.” Es muy claro el Apóstol; a
veces somos muy inconstantes en nuestras oraciones por eso no se ven
resultados.
María es nuestra madre celestial, nosotros somos unos niños, unos bebes como
dice Montfort en el tratado, necesitamos de su cuidado, de su protección. Es
necesario abandonarse en las manos inmaculadas de la Santísima Virgen, al
hacernos esclavos de amor, le dejamos todo el derecho de disponer de nosotros
según su agrado, este hermoso acto de fe es muy agradable a Dios, ya que su
Hijo, la segunda persona de la Santísima Trinidad, se encarnó y se hizo un bebé
indefenso sometido a su Madre. Ese niño indefenso que era Dios en los brazos de
su madre, nos enseña a entregarnos en abandono absoluto a ella como él mismo
lo hizo.
Así como en Caná de Galilea se dio cuenta que se acabó el vino, así ella se da
cuenta de lo que nos hace falta en el camino del Señor.
DÍA 19
LA MORTIFICACIÓN
2. y después de estar sin comer cuarenta días y cuarenta noches, al final sintió hambre.
3. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se
conviertan en pan.»
4. Pero Jesús le respondió: «Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan, sino de
toda palabra que sale de la boca de Dios.»
5. Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del
Templo.
6. Y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, pues la Escritura dice: Dios dará
órdenes a sus ángeles y te llevarán en sus manos para que tus pies no tropiecen en piedra
alguna.»
8. A continuación lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todas las naciones del
mundo con todas sus grandezas y maravillas.
10. Jesús le dijo: «Aléjate, Satanás, porque dice la Escritura: Adorarás al Señor tu Dios, y a El
solo servirás.»
“Nos mortificamos para vivir una vida más excelsa; nos despojamos de nuestros
bienes materiales para mejor poseer los espirituales; renunciamos a nosotros
mismos para poseer a Dios; no luchamos, sino para gozar de la paz; no morirnos
a nosotros, sino para vivir con la vida de Cristo, con la vida de Dios: o sea, la unión
con Dios, que es el fin de la mortificación. De aquí se deduce su necesidad.”
(Compendio de Teología Ascética y mística tomo II)
“Mortificar no es matar, sino amortiguar: por lo tanto cuando se dice que hemos de
mortificamos, no se entiende, claro está, que hayamos de aniquilar nuestra
naturaleza, sino sólo que hemos de amortiguar sus instintos rebeldes, sofocar los
estímulos de la sensualidad y del amor propio reprimir las inclinaciones y
movimientos desordenados de nuestro corazón, moderarlos y gobernarlos según
la voluntad divina, reducir, en fin, cuanto sea dable, nuestra condición actual a
aquel dichoso estado de integridad en que se hallaban nuestros primeros padres
antes de su caída.” (Perfección cristiana)
Antes del pecado de nuestros primeros padres, los apetitos estaban sometidos al
alma, esta era libre de obrar el bien. Después del pecado los apetitos sensitivos se
desordenaron tanto que ahora el alma encuentra limitada a hacer el bien que
quiere, como dice San Pablo: “Sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy hombre
de carne y vendido al pecado. No entiendo mis propios actos: no hago lo que quiero y
hago las cosas que detesto. Ahora bien, si hago lo que no quiero, reconozco que la Ley
es buena. No soy yo quien obra el mal, sino el pecado que habita en mí. Bien sé que el
bien no habita en mí, quiero decir, en mi carne. El querer está a mi alcance, el hacer el
bien, no. De hecho no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Por lo tanto, si
hago lo que no quiero, eso ya no es obra mía sino del pecado que habita en mí. Ahí me
encuentro con una ley: cuando quiero hacer el bien, el mal se me adelanta. En mí el
hombre interior se siente muy de acuerdo con la Ley de Dios, pero advierto en mis
miembros otra ley que lucha contra la ley de mi espíritu, y paso a ser esclavo de esa ley
del pecado que está en mis miembros. ¡Infeliz de mí! ¡Quién me librará de este cuerpo de
muerte! ¡Gracias sean dadas a Dios por Jesucristo, nuestro Señor! En resumen: por mi
conciencia me someto a la Ley de Dios, mientras que por la carne sirvo a la ley del
pecado.” (Romanos 7, 14- 25).
El ayuno
Dice San Juan Crisóstomo: “El valor del ayuno consiste no solo en evitar ciertas
comidas, pero en renunciar a todas las actitudes, pensamientos y deseos
pecaminosos. Quien limita el ayuno simplemente a la comida, esta minimizando el
gran valor que el ayuno posee. Si tu ayunas, que lo prueben tus obras! Si ves a un
hermano en necesidad, ten compasión de él. Si ves a un hermano siendo
reconocido, no tengas envidia. Para que el ayuno sea verdadero no puede serlo
solo de la boca, sino que se debe ayunar de los ojos, los oídos, los pies, las
manos, y de todo el cuerpo, de todo lo interior y exterior.”
Para evitar la agresión. Ester 4,16 -Ester dice a Mardoqueo: "vete a reunir
a todos los judíos que hay en Susa y ayunad por mí. No comáis ni bebáis
durante tres días y tres noches. También yo y mis siervas ayunaremos. Y
así, a pesar de la ley, me presentare ante el rey; y si tengo que morir,
moriré". (Ester va a ir ante el rey a defender a su pueblo que estaba
condenado a morir. Va a desenmascarar al enemigo. Pareciera la petición
de la Virgen en Fátima, se aparece con una estrella en su vestido. Ester:
estrella)
El ejemplo de Jesús
Para vencer el demonio. Marcos 9,29 -"esta clase de demonio solo puede ser
expulsado por la oración y el ayuno"
El ayuno permite llevar más fácilmente una vida interior unida a Dios y al mundo
celestial; el ayuno libera de la pesantez de la materia. Los santos recomiendan el
ayuno a todo aquel que quiere llegar a una mayor interioridad. El ayuno apaga
poco a poco la concupiscencia.
— En Medjugorie:
-"Practicad el ayuno, porque con el ayuno obtendréis que se realice
completamente el plan que Dios tiene. Con esto me daréis una gran alegría"
"les invito a la oración y al ayuno. Con vuestra ayuda puedo hacerlo todo y obligar
a Satanás a dejar de instigar a las almas."
"Orad y ayunad, sólo así podréis conocer todo el mal que hay en vosotros y
ofrecerlo al Señor, a fin de que pueda purificar vuestros corazones de todo".
S.S. Juan Pablo II habla sobre la necesidad de ayunar para aplacar el "espíritu de
muerte y la cultura de la muerte".
En caso de peligro:
Éxodo 34,28 --Moisés está cuarenta días y cuarenta noches, si comer pan,
ni beber agua. Y escribió las nuevas tablas de la ley.
Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu
Santo: «Separadme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he
llamado.» Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las
manos y les enviaron. (Hechos 13, 2-3)
"Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de hacer oración con
ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído". (Hechos
14,23)
En caso de duelo:
Después de un desastre:
El padre Dr. Eduardo María Volpacchio cuestiona acerca del rechazo del mundo
sobre la mortificación, como un acto de hipocresía:
Y los que se escandalizan por el celibato (que haya quienes no se casen por el
Reino de los Cielos les parece una afrenta a la humanidad), son los mismos que
no quieren casarse para no atarse a nadie (¿para qué casarse, se preguntan, si se
puede gozar de una mujer/hombre sin compromisos y sin hijos, y cambiarlo/a
cuando se quiera, sin más trámite?)”
Esta inhabilidad para comprender la mortificación es una artimaña del espíritu del
mundo. Los cristianos entendemos que quienes tienen una idea materialista de la
vida no puedan entender la mortificación y muchas otras cosas. El apóstol San
Pablo apunta: “el hombre animal no puede entender las cosas que son del espíritu
de Dios, son necedad para él” (1 Corintios 2, 14).
Grados de mortificación:
1. Hambre.
2. Lengua.
3. Bebida (sed)
4. Sueño
5. Ojos.
Día 20
39. Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los
cerros de Judá.
41. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo
42. y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
44. Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas.
45. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!»
Como lo dijo San Luis María Grignión de Montfort: “Esta devoción es el camino
fácil, corto, perfecto y seguro para llegar a la unión con Dios, en la cual consiste la
perfección Cristiana”.
1) Es camino fácil
Es el camino abierto por Jesucristo al venir a nosotros y en el que no hay
obstáculos para llegar a Él. Ciertamente que se puede llegar a Jesucristo por otros
caminos. Pero en ellos se encuentran cruces más numerosas, muertes extrañas y
dificultades apenas superables; será necesario pasar por noches oscuras, terribles
combates y agonías, escarpadas montañas, punzantes espinas y espantosos
desiertos. Pero, por el camino de María se avanza más suave y tranquilamente.
Cierto que también encontramos rudos combates y grandes dificultades por
superar. Pero esta bondadosa Madre y Señora se hace tan cercana y presente a
sus fieles servidores para iluminarlos en sus tinieblas, esclarecerlos en sus
combates y dificultades, que, en verdad, este camino virginal para encontrar a
Jesús resulta de rosas y mieles, comparado con los demás.
Ha habido santos, por recordar sólo algunos, como san Efrén, san Juan
Damasceno, san Bernardo, san Bernardino, san Buenaventura, san Francisco de
Sales, etc., que han transitado por este camino suave para ir a Jesucristo, porque
el Espíritu Santo, Esposo fiel de María, se lo ha enseñado por gracia singular.
Pero los otros santos, que son la mayoría, aunque hayan tenido todos devoción a
la Santísima Virgen, no han entrado o sólo muy poco en este camino. Es por ello
que tuvieron que pasar por las pruebas más rudas y peligrosas.
¿De dónde procederá entonces, me preguntará algún fiel servidor de María, que
los fieles servidores de esta bondadosa Madre encuentren tantas ocasiones de
padecer, y aún más, que aquellos que no le son tan devotos? Los contradicen,
persiguen, calumnian y no los pueden tolerar... o caminan entre tinieblas interiores
o por desiertos donde no se da la menor gota de rocío del cielo. Si esta devoción a
la Santísima Virgen facilita el camino para llegar a Jesucristo, ¿por qué son sus
devotos los más crucificados?
Le respondo que ciertamente, siendo los más fieles servidores de la Santísima
Virgen sus preferidos, reciben de Ella los más grandes favores y gracias del cielo,
que son las cruces. Pero sostengo que los servidores de María llevan estas cruces
con mayor facilidad, mérito y gloria, y lo que mil veces haría caer a otros, a
ellos(sus devotos) no los detiene nunca, sino que los hace avanzar, porque esta
bondadosa Madre, plenamente llena de gracia y unión del Espíritu Santo, endulza
todas las cruces que les prepara con el azúcar de su dulzura maternal y con la
unción del amor puro, de modo que ellos las comen alegremente como nueces
confitadas aunque de por sí sean muy amargas.
2) Es camino corto
Esta devoción a la Santísima Virgen es camino corto para encontrar a Jesucristo.
Sea porque en él nadie se extravía, sea porque, como acabo de decir, se avanza
por él con mayor gusto y facilidad y, por consiguiente, con mayor rapidez.
Se adelanta más en poco tiempo de sumisión y obediencia a María que en años
enteros de hacer nuestra propia voluntad y apoyarnos en nosotros mismos.
Porque el hombre obediente y sumiso a María cantará victorias señaladas sobre
todos sus enemigos (cfr. Proverbios. 21, 28). Éstos, ciertamente, querrán impedirle
que avance, hacerle retroceder o caer; pero con el apoyo, auxilio y dirección de
María, sin caer, retroceder ni detenerse, avanzará a pasos agigantados hacia
Jesucristo por el mismo camino por el que está escrito que Jesús vino a nosotros
a pasos de gigante y en corto tiempo (cfr. Salmo. 19, 6).
¿Cuál crees sea el motivo de que Jesucristo haya vivido tan poco tiempo sobre la
tierra y que haya pasado casi todos esos años en sumisión y obediencia a su
Madre? Es ésta la respuesta: Que no obstante la brevedad de su carrera mortal
(cfr. Sap. 4, 13), vivió largos años, inclusive muchos más que Adán, cuyas
pérdidas vino a reparar, aunque éste haya vivido más de novecientos años. Largo
tiempo vivió Jesucristo porque vivió en sumisión y unión a su Santísima Madre por
obediencia al Padre. Porque:
El que honra a su madre, dice el Espíritu Santo, es como el que atesora
(Eclesiástico. 3, 3-5), es decir, el que honra a María hasta someterse a Ella
y obedecerla en todo, pronto se hará muy rico, pues cada día acumula
riquezas por el secreto de esta piedra filosofal.
Según una interpretación espiritual de las siguientes palabras del Espíritu
Santo: Mi vejez se encuentra en la misericordia del seno (cfr. Salmo. 92,
11), en el seno de María, la que rodeó y engendró a un varón perfecto (cfr.
Jeremías. 31, 22) y pudo contener a Aquel a quien no puede abrazar ni
contener todo el universo, los jóvenes se convierten en ancianos por la
experiencia, luz, santidad y sabiduría y llegan en pocos años a la plenitud
de la edad en Jesucristo (cfr. Efesios. 4, 13).
3) Es camino perfecto
Esta devoción a la Santísima Virgen es camino perfecto para ir a Jesucristo y
unirse con Él. Porque María es la más perfecta y santa de las puras criaturas y
Jesucristo que ha venido a nosotros de la manera más perfecta, no tomó otro
camino para viaje tan grande y admirable que María.
El Altísimo, el Incomprensible, el Inaccesible, el que se ha querido venir a
nosotros, gusanillos de la tierra, que no somos nada. ¿Cómo sucedió esto?
El Altísimo descendió de manera perfecta y divina hasta nosotros por medio de la
humilde María, sin perder nada de su divinidad ni santidad. Del mismo modo,
deben subir los pequeñuelos hasta el Altísimo perfecta y divinamente y sin temor
alguno, a través de María.
El Incomprensible se dejó abarcar y contener perfectamente por la humilde María,
sin perder nada de su inmensidad. Del mismo modo, debemos dejarnos contener
y conducir perfectamente y sin reservas por María.
El Inaccesible se acercó y unió estrecha, perfecta y aun personalmente a nuestra
humanidad por María, sin perder nada de su majestad. Del mismo modo, por
María, debemos acercarnos a Dios y unirnos a su majestad, perfecta e
íntimamente, sin temor de ser rechazados.
Finalmente, el que Es, quiso venir a lo que no es y hacer que lo que no es llegue a
Dios. Esto lo realizó perfectamente, entregándose y sometiéndose
incondicionalmente a la joven Virgen María, sin dejar de ser en el tiempo El que Es
en la eternidad. Del mismo modo, nosotros, aunque no seamos nada, podemos
por María llegar a ser semejantes a Dios por la gracia y la gloria, entregándonos
perfecta y totalmente a Ella, de suerte que no siendo nada por nosotros mismos, lo
seamos todo en Ella, sin temor de engañarnos.
Ábranme un camino para ir a Jesucristo, embaldosado con todos los méritos de
los bienaventurados, adornado con todas sus virtudes heroicas, iluminado y
embellecido con todo el esplendor y belleza de los ángeles, se presentaran todos
los ángeles y santos para guiar, defender y sostener a quienes quieran andar por
él..., afirmo abiertamente con toda verdad, que antes que tomar camino tan
perfecto, prefiero seguir el camino inmaculado (Salmo. 18, 33) de María..., vía o
camino sin mancha ni fealdad, sin pecado original ni actual, sin sombras ni
tinieblas. Y si mi amable Jesús viene otra vez al mundo para reinar en él, como
sucederá ciertamente, no escogerá para su viaje otro camino que el de María, por
quien vino la primera vez con tanta seguridad y perfección. La diferencia entre una
y otra venida es que la primera fue secreta y escondida, mientras que la segunda
será gloriosa y fulgurante. Pero ambas son perfectas, porque ambas se realizan
por María. ¡Ay! ¡Éste es un misterio que aún no se comprende!
¡Enmudezca aquí toda lengua!
4) Es camino seguro
Esta devoción a la Santísima Virgen es camino seguro para ir a Jesucristo y
alcanzar la perfección uniéndonos a Él.
Porque esta práctica que estamos enseñando no es nueva. Es tan antigua que no
se pueden señalar con precisión sus comienzos, como dice en un libro que
escribió sobre esta devoción M. Boudon, muerto hace poco en olor de santidad.
Es cierto, sin embargo, que se hallan vestigios de ella en la Iglesia hace más de
setecientos años.
San Odilón, abad de Cluny, que vivió hacia el año 1040, fue uno de los primeros
en practicarla en Francia, como se consigna en su biografía.
El cardenal san Pedro Damiano relata que en el año 1076 su hermano, el beato
Marín, se hizo esclavo de la Santísima Virgen, en presencia de su director
espiritual.
DÍA 21
FALSAS Y VERDADERAS DEVOCIONES
Lectura del día: Juan 19, 25-27.
25. Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de
Cleofás, y María de Magdala.
26. Jesús, al ver a la Madre y junto a ella al discípulo que más quería, dijo a la Madre: «Mujer,
ahí tienes a tu hijo.»
27. Después dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquel momento el discípulo se la
llevó a su casa.
El humilde tratado dice: “Hoy más que nunca, nos encontramos con falsas
devociones que fácilmente podrían tomarse por verdaderas. El demonio, como
falso acuñador de moneda y ladrón astuto y experimentado, ha engañado y hecho
caer ya a muchas almas por medio de falsas devociones a la Santísima Virgen y
cada día utiliza su experiencia diabólica para engañar a muchas otras,
entreteniéndolas y adormeciéndolas en el pecado, son pretexto de algunas
oraciones mal recitadas y de algunas prácticas exteriores inspiradas por él.
Como un falsificador de moneda no falsifica ordinariamente, sino el oro y la plata,
muy rara vez los otros metales, porque no valen la pena, así el espíritu maligno no
falsifica las otras devociones tanto como las de Jesús y María, la devoción a la
Santísima Comunión y la devoción a la Virgen, porque son entre las devociones, lo
que el oro y la plata entre los metales.
Es, por ello, importante tener en cuenta lo siguiente:
1º) Conocer las falsas devociones para evitarlas y las verdaderas para
abrazarlas.
2º) Conocer cuál es, entre las diferentes formas de devoción verdadera a la
Santísima Virgen, la más perfecta, la más agradable a María, la más gloriosa para
el Señor y la más perfecta, la más agradable a María, la más gloriosa para el
Señor y la más eficaz para nuestra santificación, a fin de optar por ella.
Hay, a nuestro parecer, siete clases de falsos devotos y falsas devociones a
la Santísima Virgen, a saber:
1º) Los devotos críticos.
2º) Los devotos escrupulosos.
3º) Los devotos exteriores.
4º) Los devotos presuntuosos.
5º) Los devotos inconstantes.
6º) Los devotos hipócritas.
7º) Los devotos interesados.
1º) la Interior.
2º) La Tierna.
3º) La Santa.
4º La Constante.
5º) La Desinteresada.
Devoción interior
La verdadera devoción a la Santísima Virgen es interior. Es decir, procede del
espíritu y del corazón, de la estima que se tiene de Ella, de la alta idea que nos
hemos formado de sus grandezas y del amor que le tenemos.
Devoción tierna
Es tierna, vale decir, llena de confianza en la Santísima Virgen, como la confianza
del niño en su querida madre. Esta devoción hace que recurras a la Santísima
Virgen en todas tus necesidades materiales y espirituales con gran sencillez,
confianza y ternura e implores la ayuda de tu bondadosa Madre en todo tiempo,
lugar y circunstancia:
Devoción santa
La verdadera devoción a la Santísima Virgen es santa. Es decir, te lleva a evitar el
pecado e imitar las virtudes de la Santísima Virgen y, en particular, su humildad
profunda, su fe viva, su obediencia ciega, su oración continua, su mortificación
universal, su pureza divina, su caridad ardiente, su paciencia heroica, su dulzura
angelical y su sabiduría divina. Éstas son las diez principales virtudes de la
Santísima Virgen.
Devoción constante
La verdadera devoción a la Santísima Virgen es constante. Te consolida en el bien
y hace que no abandones fácilmente las prácticas de devoción. Te anima para que
puedas oponerte a lo mundano y sus costumbres y máximas; a lo carnal y sus
molestias y pasiones, al diablo y sus tentaciones. De suerte que si eres
verdaderamente devoto de María, huirán de ti la veleidad, la melancolía, los
escrúpulos y la cobardía. Esto no quiere decir que no caerás algunas veces ni
experimentaras algunos cambios en tu devoción sensible. Pero, si caes, te
levantarás, tendiendo la mano a tu bondadosa Madre; si pierdes el gusto y la
devoción sensible, no te acongojarás por ello. Porque, el justo y fiel devoto de
María vive de la fe de Jesús y de María y no de los sentimientos corporales.
Devoción desinteresada
Por último, la verdadera devoción a la Santísima Virgen es desinteresada. Es
decir, te inspirará no buscarte a ti mismo, sino sólo a Dios es su Santísima Madre.
El verdadero devoto de María no sirve a esta augusta Reina por espíritu de lucro o
interés, ni por su propio bien temporal o eterno, sino únicamente porque Ella
merece ser servida y sólo Dios en Ella. Ama a María, pero no por los favores que
recibe o espera recibir de Ella, sino porque Ella es amable. Por esto se le ama y
sirve con la misma fidelidad, en los sinsabores y sequedades como en las
dulzuras y fervores sensibles. Se le ama lo mismo en el Calvario como en las
bodas de Caná.
¡Cuán agradable y precioso es delante de Dios y de su Santísima Madre el devoto
que no se busca a sí mismo en los servicios que le presta! Pero, ¡qué pocos hay
así! Para que no sea tan reducido ese número, estoy escribiendo lo que durante
tantos años he enseñado en mis misiones pública y privadamente con no escaso
fruto.
Muchas cosas he dicho ya de la Santísima Virgen. Muchas más tengo que decir. E
infinitamente más serán las que omita, ya por ignorancia, ya por falta de talento o
de tiempo. Cuanto digo responde al propósito que tengo de hacer de ti un
verdadero devoto de María y un auténtico discípulo de Jesucristo.
¡Oh! ¡Qué bien pagado quedaría mi esfuerzo, si este humilde escrito cae en
manos de una persona bien dispuesta, nacida de Dios y de María y no de la
sangre ni de la carne ni de la voluntad de varón (Juan. 1, 13), le descubre e
inspira, por gracia del Espíritu Santo, la excelencia y precio de la verdadera y
sólida devoción a la Santísima Virgen, que ahora voy a exponerte! Si supiera que
mi sangre pecadora serviría para hacer penetrar en tu corazón, lector amigo, las
verdades que escribo en honor de mi amada Madre y soberana señora, de quien
soy el último de los hijos y esclavos, con mi sangre en vez de tinta trazaría estas
líneas. Pues ¡abrigo la esperanza de hallar personas generosas, que por su
fidelidad a la práctica que voy a enseñarte, resarcirán a mí amada Madre y Señora
por los daños que ha sufrido a causa de mi ingratitud e infidelidad!
Hoy me siento más que nunca animado a creer y esperar aquello que tengo
profundamente grabado en el corazón y que vengo pidiendo a Dios desde hace
muchos años, a saber, que tarde o temprano, la Santísima Virgen tenga más hijos,
servidores y esclavos de amor que nunca y que, por este medio, Jesucristo, reine
como nunca en los corazones.
Preveo claramente que muchas bestias rugientes llegan furiosas a destrozar con
sus diabólicos dientes este humilde escrito y a aquel de quien el Espíritu Santo se
ha servido para redactarlo o sepultar, al menos, estas líneas en las tinieblas o en
el silencio de un cofre a fin de que no sea publicado.
Atacarán, incluso, a quienes lo lean y pongan en práctica.
Pero, ¡qué importa! ¡Tanto mejor! Esta perspectiva me anima y hace esperar un
gran éxito, es decir, la formación de un escuadrón de aguerridos y valientes
soldados de Jesús y de María, de uno y otro sexo, que combatirán al mundo, al
demonio y a la naturaleza corrompida, en los tiempos peligrosos, que van a llegar.
¡Que el lector comprenda! (cfr. Mateo. 24, 15).
¡Entiéndalo el que pueda! (cfr. Mateo. 19,12).” (Tratado de la verdadera devoción
a la Virgen María)
Práctica día 21. PACIENCIA: Ejercita durante este tiempo esta virtud no
quejándote de nada ni de nadie. Unificando tu voluntad con la de Dios en todo.
DÍA 22
ENTREGA Y ESCLAVITUD MARIANA.
26. Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret,
27. a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de
la familia de David. La virgen se llamaba María.
28. Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
29. María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal
saludo.
30. Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios.
31. Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús.
32. Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de
su antepasado David;
34. María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?»
35. Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios.
36. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener
familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo.
38. Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la
dejó el ángel.
Dice San Luis María Grignón de Monfort en su tratado: “Para el cristiano existen
diversas actitudes auténticas para con la Santísima Virgen María:
La primera consiste en honrar a María como Madre de Dios e implorar de tiempo
en tiempo su protección mientras nos esforzamos por cumplir nuestros deberes
cristianos, evitando el pecado y obrando por amor más que por temor.
La segunda consiste en alimentar un profundo amor, estima, confianza y
veneración hacia la Santísima Virgen. Esto se expresa conociendo su intervención
en el plan salvífico de Dios. Promoviendo sus alabanzas, venerando sus
representaciones, rezando el santo rosario, y apoyando e integrándose a las
asociaciones marianas.
Siempre que nos comprometamos a vivir como buenos cristianos, esta actitud es
buena, santa y saludable. Pero no logra liberarnos de todo egoísmo, para unirnos
perfectamente a Jesucristo.
La tercera es conocida y vivida por muy pocas personas. Es una consagración
total (Esclavitud Mariana). Consiste en ofrecerse con absoluta disponibilidad a
María para realizar la entrega de sí mismo a Jesucristo. Por esa entrega y
consagración nos comprometemos a hacerlo todo con María, por María, para
María y en María.
En esta Consagración Total, es preciso, entregar a María: Nuestro cuerpo, con
todos sus sentidos (internos y externos) y con todos sus miembros" considerados
como principio de toda operación vital.
Este desprendimiento será tanto más meritorio, cuanto más costoso le fuere; y
tanto más admirable, cuanto mayor fuere su valor objetivo o cantidad.
Vale la pena en este punto, dar una explicación concerniente a las buenas obras:
En toda obra buena que hagamos, hay que distinguir tres valores, a saber: el
valor satisfactorio, impetratorio y meritorio. Es una distinción muy importante, para
saber qué podemos dar a María y con qué fin.
a)El valor satisfactorio de una buena obra, es esta buena acción, en cuanto
satisface la pena debida por el pecado, en todo o en parte, tanto para los que aún
viven en la Tierra, como para las almas del Purgatorio; a los unos, por modo de
remisión ya los otros a manera de sufragio. Este valor se le da a María en
propiedad.
b)El valor impetratorio de una buena obra, es esta misma acción, en cuanto
alcanza alguna gracia especial. Este valor se le da a María en propiedad.
c)El valor meritorio o el mérito, es una buena acción, en cuanto nos merece la
gracia y la vida eterna. Este valor se da a María sólo en depósito, "porque tesoro
tan precioso como los méritos, fácilmente lo podemos perder por el pecado
mortal, mientras María no solamente tiene el poder de conservarlo y protegerlo,
sino también como depositaria, se obliga a ello." (Catecismo de la consagración.
Pág. 15)
Es imposible ganar méritos por otra persona, por esto, este último valor, es
personal e intransferible, diferente a los otros que se pueden aplicar a otras
personas.
Esta última entrega, es otra consecuencia de la condición de un esclavo: trabajar
únicamente para su amo. El fruto de sus labores no le pertenece y constituye un
sacrificio tan crecido que ninguna Orden o Congregación religiosa la impone a sus
miembros.
Por el servicio común, entre los cristianos, uno se compromete a servir a otro
durante cierto tiempo y por determinado salario o retribución.
Por la esclavitud, en cambio, uno depende de otro enteramente, por toda la vida y
debe servir al amo, sin pretender salario ni recompensa alguna.
Todas las creaturas son esclavas de Dios del primer modo: «Del Señores la tierra
y cuanto la llena».
1. El criado no entrega a su patrón todo lo que es, todo lo que posee ni todo lo
que puede adquirir por sí mismo o por otros; el esclavo se entrega totalmente a su
amo, con todo lo que posee y puede adquirir, sin excepción alguna.
2. El criado exige retribución por los servicios que presta a su patrón; el esclavo,
por el contrario, no puede exigir nada, por más asiduidad, habilidad y energía que
ponga en el trabajo.
3. El criado puede abandonar a su patrón cuando quiera o al menos, cuando
expire el plazo del contrato; mientras que el esclavo no tiene derecho a
abandonar a su amo cuando quiera.
5. Por último, el criado está al servicio del patrón sólo temporalmente; el esclavo,
lo está para siempre.
Nada hay entre los hombres que te haga pertenecer más a otro que la esclavitud.
Nada hay tampoco entre los cristianos que nos haga pertenecer más
completamente a Jesucristo y a su Santísima Madre, que la esclavitud aceptada
voluntariamente, a ejemplo de Jesucristo, que por nuestro amor tomó forma de
esclavo, y de la Santísima Virgen que se proclamó servidora y esclava del Señor.
El apóstol se honra en llamarse servidor de Jesucristo. Los cristianos son
llamados repetidas veces en la Sagrada Escritura servidores de Cristo. Palabra
que, como hace notar acertadamente un escritor insigne, equivalía antes a
esclavo, porque entonces no se conocían servidores como los criados de ahora,
dado que los señores sólo eran servidos por esclavos o libertas.
Para afirmar abiertamente que somos esclavos de Jesucristo, el Catecismo del
Concilio de Trento se sirve de un término que no deja lugar a dudas, llamándolos
mancipia Christi: esclavos de Cristo.
Afirmo que debemos pertenecer a Jesucristo y servirle, no sólo como soldados,
sino como esclavos de amor, que por efecto de un intenso amor se entregan y
consagran a su servicio en calidad de esclavos, por el único honor de
pertenecerle.
Antes del Bautismo éramos esclavos del diablo. El Bautismo nos transformó en
esclavos de Jesucristo.
Más aún, si como he dicho, la Santísima Virgen es la Reina y Soberana del Cielo
y de la Tierra, ¿por qué no ha de tener tantos súbditos y esclavos como creaturas
hay? Y, ¿no será razonable que, entre tantos esclavos por fuerza, los haya
también por amor, que escojan libremente a María como a su Soberana? Pues
¡qué! Han de tener los hombres y los demonios sus esclavos voluntarios y ¿no los
ha de tener María? Acaso, un rey se siente honrado de que la reina, su
compañera, tenga esclavos sobre los cuales pueda ejercer derechos de vida y
muerte en efecto, el honor y poder del uno son el honor y poder de la otra, y el
Señor, como el mejor de los hijos, ¿no se sentirá feliz de que María, su Madre
Santísima -con quien ha compartido todo su poder, tenga también sus esclavos?
¿Tendrá Él menos respeto y amor para con su Madre, que Asuero para con
Esther y Salomón para con Betsabé? ¿Quién osará decirlo o siquiera pensarlo?"
(TVD 69-76).
Práctica día 22. SENCILLEZ: No quieras aparentar ni dar que sentir a nadie.
Pídele hoy un pequeño servicio a alguna a alguna de las personas que te rodean.
DÍA 23
18. Este fue el principio de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José; pero
antes de que vivieran juntos, quedó embarazada por obra del Espíritu Santo.
19. Su esposo, José, pensó despedirla, pero como era un hombre bueno, quiso actuar
discretamente para no difamarla.
20. Mientras lo estaba pensando, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José,
descendiente de David, no tengas miedo de llevarte a María, tu esposa, a tu casa; si bien está
esperando por obra del Espíritu Santo,
21. tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás Jesús, porque él salvará
a su pueblo de sus pecados».
22. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta:
23. La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa:
Dios-con-nosotros.
24. Cuando José se despertó, hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado y tomó consigo a
su esposa.
25. Y sin que hubieran tenido relaciones, dio a luz un hijo, al que puso por nombre Jesús.
En estas bellas páginas, sin duda alguna, nos uniremos en gran medida a nuestra
muy amada Madre María Santísima. En esta parte se sintetiza toda la esclavitud
que propone Montfort: “Coordinan en nuestro interior su fuerza y su suavidad para
nuestra santificación. El esclavo de Amor, es esencialmente un alma obediente,
filialmente sumiso en todas sus obligaciones: alma que no se resiste, que nunca
se opone a la gracia, que no obstaculiza la dirección de su Soberana. El Santo
Espíritu de María, viene a ser progresivamente, el propio Espíritu del Esclavo de
Amor”
Montfort argumenta que el Espíritu Santo obró sin obstáculos en María Santísima,
él se valió de ella para que se hiciera efecto el plan de salvación.
Ella es portadora del Santo Espíritu y en consecuencia nuestra unión con ella nos
garantiza semejante dicha.
Por consiguiente, obrar por María quiere decir que ella será el medio con que
ejecutemos todo, y al tiempo el modo con que se ejecuten todas nuestras
acciones. Obrar por María significa que ella será mi razón de ser y en esclavitud
de amor todo lo hago por amor ella, no tengo voluntad, todo le pertenece por eso
actúo a su favor y a su defensa. Es el esclavo fiel obediente el que mantiene la
docilidad en todo.
Continúa renuncia.
La renuncia es el punto de partida que nos propone nuestro Señor para avanzar
en el camino espiritual, Debido al obstinado apego a nuestra personalidad. Por
eso, debemos recurrir a la renuncia, porque esta va en contra del deseo
desordenado que tenemos dentro. Esto potencia las virtudes.
Actuar “Por María” desde el comienzo de cada acción, exige la renuncia a todo
movimiento natural que se opone a la gracia.
Montfort responde de esta manera «Porque las tinieblas de nuestro propio espíritu
y la malicia de nuestra voluntad, si los seguimos, se opondrían al Santo Espíritu
de María». Humildemente aceptemos este argumento de un maestro en la
santidad; diariamente podemos comprobar interiormente ¡Cuántas cosas, que nos
Avergüenzan y humillan, vamos secretamente de los bajos abismos de nuestra
naturaleza, aún en nuestras mejores acciones!
Renuncio a todo por mi Señor, por mi Dios, y en efecto de eso por mi Reina de la
cual soy esclavo y lo hago por amor.
Entrega y abandono
Hacerlo por amor y sin interés nos lanzaría al corazón inmaculado de María, es
preciso entregarse y abandonarse en sus manos virginales, como un instrumento
en manos de un obrero; hay que perderse y abandonarse en Ella, como un bebé
en manos de su madre, el cual depende por completo de ella.
Qué comparaciones tan hermosas y consoladoras, con razón dice el Padre Jorge
Gonzales en su libro: “Nuestra unión, nuestro confiado abandono en Ella, nos
hace sus instrumentos vivos, inteligentes, amorosamente dóciles. Ya no estamos
solos en nuestra acción, la Virgen obra sobre nosotros como Dueña y Señora; le
ofrecemos nuestra perfecta obediencia de esclavos y por ella nos mueve y nos
conduce el Espíritu Santo, el amo interior siempre presente. Su acción y nuestro
consentimiento se fusionan.
Este acto de abandono se hace en un instante y de manera sencilla: por una sola
mirada del espíritu, o un pequeño esfuerzo de voluntad, o aún verbalmente
diciendo por ejemplo: «Renuncio a mí y me entrego a ti Madre querida»”
(Esclavitud Mariana Cap. 6)
Obrar por María quiere decir: obedecerla en todo sin vacilaciones dejarse guiar
en todo por ella, según su agrado confiando absolutamente.
2.Don de la santa Sabiduría: Esta buena Madre presta a los esclavos las
disposiciones de su alma para glorificar a Dios y su espíritu, para
regocijarse en Él. (Esclavitud Mariana Cap. VI).
1. La imitación de María.
Aquellos que miran a María como modelo en la práctica de todas las virtudes,
están seguros de:
Alcanzar la perfección cristiana y Cumplir la voluntad divina. En efecto, María que
es nuestra Madre es capaz de avivar en nosotros, ese efecto de admiración que
nos lleva a imitarla en todo, ya que por el bautismo fuimos llamados a la vida
sobrenatural y confirmados en la gracia; María obra mejor en nosotros que las
madres naturales.
En síntesis, se deben imitar todas las virtudes de María, especialmente las que
propone Montfort:
Oración continua: María es toda una maestra de oración, los relatos que
aluden a que todo meditaba y lo guardaba en su corazón, es una prueba
contundente de la oración profunda de esta mujer. El estar con Jesús
contemplarlo y dialogar es la oración más perfecta que jamás se haya
visto.
Mortificación Universal: María Santísima no tuvo una vida fácil, sus siete
dolores superan el martirio de los primeros cristianos. La virgen es un
modelo de mortificación que nos da ejemplo para ayudar a salvar las
almas.
Pureza Divina: No ha habido creatura más pura que María. Ser preservada
del pecado original y adornada de las más excelentes virtudes es la
evidencia perfecta de su corazón purísimo.
— Jesús es él tres veces Santo, los Serafines que son los espíritus
más puros se cubren su rostro con un par de alas (Isaías 6) porque
la santidad de Dios es irresistible. En cambio, aquí el tres veces
Santo se encarna en ella. Con esto podríamos pensar que en María
su pureza excede a los mismos serafines, porque en su vientre está
el “Kadosh” el Santo de Israel que no se puede definir y en el cual se
tiembla ante su santidad.
Toda la vida de María fue un ejercicio continuo de paciencia. María creció en este
mundo en medio de muchas tribulaciones. La sola compasión ante las penas del
Redentor bastó para hacerla mártir de la paciencia. Lo que sufrió en el viaje a
Egipto además de todo el periodo que duró, como todo el tiempo que vivió en el
humilde hogar de Nazaret, sin contar sus dolores de los que ya se ha hablado
abundantemente. Lo más extraordinario es la presencia de María ante Jesús
muriendo en el Calvario justamente para darnos a conocer cuán excelsa y
constante fue su paciencia. "Estaba junto a la cruz de Jesús su Madre" (Juan 19).
Con el mérito de esta paciencia, dice san Alberto Magno: “se convirtió en nuestra
Madre y nos dio a luz a la vida de la gracia”
Pensar en ella endulza el alma, sentirla, estudiar su vida, cualquier acto que
hagamos en ella, con ella, por ella y para ella, endulza la vida.
La Iglesia venera a María como “Trono de la Sabiduría” por eso lo pregona en una
antífona de la Liturgia: “Dichosa eres, santa María, Virgen sabia, que mereciste
llevar en tu seno la Palabra de la verdad; dichosa eres, Virgen prudente, que has
elegido la parte mejor”, “Todos los que lo oían se admiraban de lo que les decían
los pastores. Y María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”
(Lucas 2,19).
Es sabio aquel que juzga rectamente sobre las cosas divinas. La sabiduría
humana se logra por el estudio. Pero también existe la sabiduría como don del
Espíritu Santo; un saber sobre Dios que brota. Este favor emana del amor, el cual
nos une a Dios. En la Santísima Virgen María notamos manifestada esta sabiduría
que brota de la experiencia de Dios y de la intimidad en el amor con Él.
"Mirad como procede una madre con su hijo cuando le enseña a dar los primeros
pasos o a orar. No sólo ella lo anima con su gesto y con su voz, sino que obra con
él dándole ejemplo y ayudándole en su debilidad e inexperiencia. Por su parte, el
niño obra con su madre, pues él la mira, se muestra dócil a su dirección y no se
separa de ella.
Para obrar con María debo, después de obedecer a su impulso, permanecer bajo
su acción e influencia, fijarme en ella para imitarle y en caso de necesidad, para
levantarme; en fin, debo seguirla sin anticiparme ni retardarme". (Esclavitud
Mariana)
Esto quiere decir al Servicio "Para” es una preposición que denota el fin o término
a que se encamina una acción. Es decir nuestras acciones deben ser
encaminadas a los fines de María.
“Todos los bienes de fortuna que poseía antes de caer en la esclavitud Y todos
los que pueda obtener, pasan a ser propiedad de su soberano y asimismo, todo el
futuro de sus labores, se da en beneficio de su propietario” (Esclavitud Mariana
Cap. 8)
Para afianzarnos en esta práctica debemos renunciar a nuestro amor propio, que
tan a menudo vicia nuestra mejor acción. Al efecto, debemos repetir en el fondo
del corazón frecuentemente: "Por ti María mi dulce y buena Madre, vengo aquí o
voy allá; hago esto o aquello, sufro tal pena o tal injuria".
María acepta este imperio, sin falsa humildad. Lo ejerce sin desfallecimiento,
consciente de cumplir, en esta forma, la misión que Dios le confió de santificar a
las almas que se abandonan o se entregan a Ella. Nada se apropia para sí; no
busca sino el llevar esas almas a su divino Hijo yeso con un amor y un desinterés
admirables. (Esclavitud Mariana Cap. 8)
El obrar para María, implica dos cosas: 1. Gran pureza de intención. 2. Espíritu de
celo.
"No hay que permanecer ociosos, recomienda Montfort, sino que apoyados en la
protección de María, es preciso emprender y realizar grandes cosas para esta
augusta Soberana". (Esclavitud Mariana Cap. 8).
OBRAR EN MARIA.
Quiere decir: Íntima Unión, y de esta manera el Santo Espíritu obrará mejor en
nosotros y reproducirá la imagen de Jesús. Para explicar esta práctica interior, es
oportuno considerar una frase que tiene el Tratado de la Verdadera Devoción a la
Santísima Virgen (No. 20) y que puede darnos mucha luz; dice así:
Puesto que la Virgen es el medio, por el cual, el Espíritu Santo quiere valerse, -
aunque hablando absolutamente, no tiene necesidad de Ella, es lógico que María
deba encontrarse en el alma, para que el divino Paráclito pueda obrar en Ella.
En resumidas cuentas, para hablar del obrar en María o íntima unión con Ella, es
preciso recordar:
1. Que la Santísima Virgen es el verdadero paraíso terrenal del nuevo Adán. El
antiguo paraíso era solamente una figura de éste.
Este lugar santísimo fue construido solamente con una tierra virginal e
inmaculada, de la cual fue formado y alimentado el nuevo Adán, sin ninguna
mancha de inmundicia, por obra del Espíritu Santo que en él habita.
Hay en este divino lugar, árboles plantados por la mano de Dios, regados por su
unción celestial y que han dado y siguen dando frutos de exquisito sabor.
Hay allí jardines esmaltados de bellas y diferentes flores de virtud, que exaltan un
perfume que embalsama a los mismos ángeles.
Sólo el Espíritu Santo puede dar a conocer la verdad que se oculta bajo estas
figuras de cosas materiales. Se respira el aire incontaminado de pureza sin
imperfección; brilla el día hermoso y sin noche, de la santa humanidad; irradia el
sol hermoso y sin sombras, de la divinidad; arde el horno encendido e
inextinguible de la caridad en el que el hierro se inflama y transforma en oro; corre
tranquilo el río de la humildad, que brota de la tierra y, dividiéndose en cuatro
brazos, riega todo este delicioso lugar: son las cuatro virtudes cardinales.
2. El Espíritu Santo, por boca de los Santos Padres, llama también a MARIA:
'' La Puerta Oriental, por donde entra al mundo y sale de él el Sumo Sacerdote,
Jesucristo: por ella entró la primera vez y por ella volverá la segunda.
' El Santuario de la Divinidad, la mansión de la Santísima Trinidad, el trono de
Dios, el altar y el templo de Dios, el mundo de Dios.
¡Qué riqueza! ¡Qué gloria! ¡Qué placer! ¡Qué dicha! Poder entrar y permanecer en
MARIA, en quien el Altísimo colocó el trono de su gloria suprema.
Pero, qué difícil es, a pecadores como nosotros, obtener el permiso, capacidad y
luz suficientes para entrar en lugar tan excelso y santo, custodiado ya no por un
querubín como el antiguo paraíso terrenal, sino por el mismo Espíritu Santo, que
ha tomado posesión de él y dice: «Un jardín cercado es mi hermana, mi esposa;
huerto cerrado, manantial bien guardado».
Las ventajas que se desprenden para el primero son de certeza física; pero el
esclavo de amor, sólo goza de certeza moral, y eso, en el supuesto que persevere
en esta dependencia, a la cual es fácil sustraerse por infidelidad a la gracia.
Cuatro efectos:
3.El alma gozará de completa seguridad contra todos sus enemigos: el mundo, el
demonio y el pecado, que jamás tendrán cabida en MARIA.
4.El alma, ahí, en MARIA, es formada en Jesucristo y Él en ella. (EM Cap. IX.
Lit.B).
Práctica día 23. HACIA EL CIELO: A imitación de San Luis Gonzaga, santifica tu
tiempo preguntándote en las ocupaciones y descansos. ¿De qué me sirve esto
para la eternidad? Aviva la rectitud de intención en todo, haz todo por María, para
María en María y con María. Que cada respiración sea por ella.
DÍA 24
MARÍA EN LAS ESCRITURAS
Génesis 3, 15
"Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje; Ella te pisará la
cabeza, mientras tú acechas su calcañar"
Isaías 7,14 :
"Pues bien, el SEÑOR mismo va a daros una señal:
He aquí que la Virgen está encinta y va a dar a luz a un hijo y le pondrá por
nombre ENMANUEL".
El único signo dado a Israel para reconocer al MESIAS, es que nacería de una
madre virgen.
Miqueas 5, 3
«Por eso si YAVEH los abandona, es sólo por un tiempo, hasta que aquella que
debe dar a luz tenga a su hijo, entonces volverán a Israel los desterrados"
A una joven virgen. San Lucas relaciona e identifica a esta joven con la profecía
de Isaías 7, 14
Y el nombre de la Virgen era MARIA. Dos veces utiliza Lucas el título de Virgen,
para que no quede duda de la situación de MARIA y de su relación con la profecía
de Isaías.
MARIA, hermoso nombre que llevaron muchas mujeres hebreas y quiere decir
«Señora».
¿Cómo podré ser madre, si no tengo relación con ningún hombre? MARIA estaba
comprometida en matrimonio y este debería efectuarse en menos de seis meses;
lo más común sería que ella relacionara esto con su futuro enlace, mas, al
contrario, reacciona con Sorpresa, como si esto fuera lo último en su
pensamiento.
“He aquí la esclava del SEÑOR, hágase en mí según su Palabra”. Con estas
palabras entra la salvación al. Mundo; Si por la desobediencia de Eva entró la
perdición al mundo, con la obediencia de María entró la salvación. No se puede
hablar de la «Caída» sin hablar de Eva, ni se puede hablar de la salvación sin
hablar de María. En María se arregla lo deshecho por Eva.
— En el versículo 48, María hace una profecía «En adelante todas las
generaciones me llamarán Bienaventurada», esto es lo que hace la
Iglesia: llamar Bienaventurada a María por todas las generaciones.
Este pequeño fragmento del Evangelio de San Lucas, nos habla, más que
ninguno, de la personalidad de María y de su relación con su Hijo. "Guardaba
CUIDADOSAMENTE todas las cosas en su corazón". ¡Hermoso corazón de
María!, María una mujer de fina espiritualidad, una mujer de contemplación, una
mujer de detalles, una mujer enamorada de DIOS y de su Hijo, una mujer de gran
profundidad y de gran silencio, que es donde habla DIOS. Jesús le estaba
sometido. Jesús estaba bajo la Ley del cuarto mandamiento «Honrar Padre y
Madre» (GáIatas 4,4) no podía transgredir la ley, pues no podía pecar. Por lo
tanto, el señor honraba a su Padre DIOS, ya su madre María.
Si quieres imitar a Jesús, haz lo mismo: adora a DIOS y honra a María, te aseguro
que así le complaces.
San Juan 2, 1 - 5
En este fragmento del Evangelio de San Juan, se muestra de nuevo a María en
una nueva fase. María es la Mujer, que a pesar de la magnitud de su misión y de
la honra de ser la «Escogida de DIOS», está atenta a las necesidades de los
hombres. Jesús le contesta a su Madre, que no ha llegado la hora de dar vino a
los hombres. El vino era signo de paz y alegría en el pueblo de Israel, también se
vertía al suelo como signo de arrepentimiento de los pecados (Ex 29, 40 núm.
15,5); también el vino era signo de ser agradable a DIOS al volver a Él (Oseas
14,8). La hora de señor se aclara en San Marcos 14,41, era la Pasión, donde iba
a dar el Vino Nuevo de su Sangre a los hombres que se arrepintieran. Pero
volvamos a Caná: en esta conversación espiritual entre María y el maestro -pues
solamente en el ESPIRITU se puede leer este pasaje-, JESÚS le dice que aún no
llega la hora definitiva, pero por petición de su Madre, va a dar el primer signo de
lo que sería definitivo en el Calvario. Por lo tanto, el primer milagro ocurre a
petición de la Madre, ¿es una mujer como las demás?
También se nos dice que al no poder hacer nada a la mujer, se lanzará contra los
hijos de la mujer (Recordar Juan 19),
O sea, el demonio está en lucha contra los hijos de la mujer (de María), pues sabe
que ellos tienen poder para derrotarlo.
Poder que emana del nombre y de la Cruz de JESÚS y que son identificados
como hijos de María en la Fe (tal como los judíos son hijos de la Fe de Abraham,
nosotros somos: hijos de María en la Fe) y que según este versículo, somos los
que guardamos la Palabra de Dios. Aquí vemos la importancia de esta mujer,
orgullo de la raza humana en el plan de la Salvación, desde el Génesis hasta el
Apocalipsis... y yo me pregunto hermano o hermana que lees esta corta reflexión:
¿Es María una mujer como cualquier otra?.. Deja que el Espíritu te hable al
corazón.
El PADRE la escogió (San Lucas 1, 30), el HIJO tomo carne en sus entrañas (San
Juan 1, 14) Y el ESPÍRITU SANTO encarnó al Hijo de DIOS en su vientre y la
cubrió con su sombra (San Lucas 1, 35).
Práctica día 23. HACIA EL CIELO: A imitación de San Luis Gonzaga, santifica tu
tiempo preguntándote en las ocupaciones y descansos. ¿De qué me sirve esto
para la eternidad? Aviva la rectitud de intención en todo, haz todo por María, para
María en María y con María. Que cada respiración sea por ella.
DÍA 25
DOGMAS MARIANOS
Lectura del día: Lucas 1, 46-56.
48. porque se fijó en su humilde esclava, y desde ahora todas las generaciones me dirán feliz.
50. Muestra su misericordia siglo tras siglo a todos aquellos que viven en su presencia.
51. Dio un golpe con todo su poder: deshizo a los soberbios y sus planes.
53. Colmó de bienes a los hambrientos, y despidió a los ricos con las manos vacías.
55. como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a sus descendientes para siempre.
56. María se quedó unos tres meses con Isabel, y después volvió a su casa.
Antes vamos a definir lo que es un dogma:
LA MATERNIDAD DIVINA
El Concilio de Éfeso, del año 431, siendo Papa San Clementino I (422-432)
definió:
En palabras del papa Pablo VI, "el tiempo de navidad es una conmemoración
prolongada de la maternidad divina, virginal y salvífica de aquella cuya virginidad
inviolada dio el Salvador al mundo". La fiesta de la maternidad Divina es un
resumen y una exaltación de este misterio. Tiene por finalidad "exaltar la
singular dignidad que este misterio reporta a la santa Madre a través de la cual
recibimos al Autor de la vida (Marialis cultus, 5).
Además de su función como "Portadora de Dios", está su maternidad espiritual
respecto de la humanidad. Como Eva fue la "madre de todos los hombres" en el
orden natural, María es madre de todos los hombres en el orden de la gracia. Al
dar a luz a su primogénito, parió también espiritualmente a aquellos que
pertenecerían a él, a los que serían incorporados a él y se convertirían así en
miembros suyos. El es el "primogénito entre muchos hermanos", la Cabeza de
la humanidad redimida, el representante de la humanidad que une todas las
cosas en él.
"María sabe que el que lleva por nombre Jesús ha sido llamado por el Ángel Hijo
del Altísimo (Lucas 1:32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor
Dios le dará el trono de David, su padre; ) María sabe que lo ha concebido y dado
a luz "sin conocer varón", por obra del Espíritu Santo, con el poder del Altísimo,
que ha extendido su sombra sobre Ella. (Lucas 1,35) María sabe que el Hijo dado
a luz virginalmente, es precisamente aquel "Santo", "El Hijo de Dios", del que le ha
hablado el Ángel (Juan Pablo II, Enc. Redemptoris Mater, n 17)
Jesús no necesitaba a una madre para venir a salvar a los hombres, y aun así la
tuvo.
Este sin duda es el mayor y principal dogma mariano, al aceptarlo se acepta que:
María es verdadera Madre.
María es verdadera Madre de Dios.
“En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era
Dios” (Juan 1,1.)
El Verbo, persona Divina y Eterna, es mandado por Dios Padre a ser concebido en
el vientre de María y esto se logra por obra del Espíritu Santo.
El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo
de Dios.(Lucas 1,35.)
Al momento de tomar carne de María, El Verbo Eterno, persona Divina es igual
que nosotros los hombres, excepto en el pecado.
Por tanto, el Verbo Eterno, Dios por siempre, segunda persona de la Trinidad
siempre tuvo la naturaleza Divina, y al momento de tomar carne sigue siendo la
misma persona tomando una nueva naturaleza, la humana.
Siendo que las madres paren a personas no a naturalezas, María dio a luz a
Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Por tanto es válido decir que María es
Madre de Dios.
Pero, como dirán algunos ¿En dónde dice en la Biblia que María es Madre de
Dios”?
“En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a
una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que,
en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel
quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre
las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi
Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de
gozo el niño en mi seno.”
Leemos que Isabel habiendo quedado llena del Espíritu Santo le saluda. Esto es
relevante, ya que no fue una obra humana, fue Dios mismo quien la guio para
decir lo que dijo, Isabel bendice a María y después al bebe en su vientre, a
continuación nos dice quien es aquel bebe:
Lucas 1,38.Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra.» Y el ángel dejándola se fue.
Ahí que cuando nos llaman blasfemos por llamar a María Madre de Dios, les
podemos recordar que es Bíblico su titulo, salvo que Isabel hubiera sido blasfema
también.
Se usan equivalentes como Madre de Cristo, Madre de Jesús, Madre del Señor
(Mateo 1,18; Juan 19, 25, Lucas 1,43)
Llegada "la plenitud de los tiempos" (Gal 4,4) tiene lugar el cumplimiento de las
profecías y por lo tanto se afirma su propia maternidad
“vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre
Jesús”. (Lucas 1,31)
“El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo
de Dios.” (Lucas 1,35)
“Envió Dios a su hijo, nacido de mujer…” (Gálatas 4,4) “y Cristo es uno de ellos
según La carne, el que como Dios está también por encima de todo”(Romanos
9,5)
Dionisio de Alejandría utiliza Madre de Dios en alrededor del 250, en una epístola
a Pablo de Samosata.
Teodoreto escribió en 436 que llamar a la Virgen María, Madre de Dios es una
tradición apostólica.
San Irineo: “Este Cristo, que como Logos del Padre estaba con el Padre fue dado
a luz por una Virgen”.
San Hipólito: “El Verbo descendió del cielo a la Santísima Virgen para que,
encarnado en Ella y hecho hombre en todo menos en el pecado, salvara a
Adán, que había perecido”
San Gregorio de Nacianceno: “Si alguno no reconoce a Santa María como María
Madre de Dios, es que se halla separado de Dios”
Usualmente no cito a Lutero, sin embargo en esta ocasión hare una excepción, ya
que aun en su herejía, Martin Lutero el padre de la doctrina protestante compuso
un de los más bellos tratados sobre la virgen María.
La inmaculada concepción
María es la primera criatura redimida por los méritos de Cristo y esto hasido de un
modo eminente en atención a su hijo Jesucristo, quien ya la había elegido desde
antes de su concepción, Cristo le da toda su Santidad.
Este pasaje nos muestra cómo no hay consonancia entre el bien y el mal, la mujer
y su descendencia luchan, contra la serpiente; entendemos esto como la mujer
que nunca puede estar con la serpiente (demonio) el maligno nunca la va a
poseer.
Se trata de una hostilidad expresamente establecida por Dios, que cobra un
relieve singular si consideramos la cuestión de la santidad personal de la Virgen.
Para ser la enemiga irreconciliable de la serpiente y de su linaje, María debía estar
exenta de todo dominio del pecado. Y esto desde el primer momento de su
existencia.
La absoluta enemistad puesta por Dios entre la mujer y el demonio exige, por
tanto, en María la Inmaculada Concepción, es decir, una ausencia total de pecado,
ya desde el inicio de su vida. El Hijo de María obtuvo la victoria definitiva sobre
Satanás e hizo beneficiaria anticipadamente a su Madre, preservándola del
pecado. Como consecuencia, el Hijo le concedió el poder de resistir al demonio,
realizando así en el misterio de la Inmaculada Concepción el más notable efecto
de su obra redentora.
El otro pasaje Lucas. 1, 28 “llena de gracia”. Dios se ha desbordado con ella en
darle sus gracias y solo alguien puro puede estar lleno de la gracia de Dios, y de
sus infinitos dones. La llena de gracia no es gratuito, en pos de una misión, la de
ser la Madre del redentor y Madre nuestra. Claro todo esto, María lo acepta
libremente y por amor a Dios. De esta manera tenemos que venerar con amor,
este increíble misterio.
"Ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo cuyo nombre será Emanuel"
(Cf. Isaías., 7, 14; Miqueas. 5, 2-3; Mateo., 1, 22-23) (Const. Dogmática Lumen
Gentium, 55 - Concilio Vaticano II).
La Virginidad de María.
Virginidad del cuerpo, esto es, la integridad física jamás violada por ningún
contacto de varón.
El magisterio de la iglesia
La sagrada tradición.
San Efrén: "Entró y habitó secretamente en el seno; saliendo después del seno, no
rompe el sello virginal".
Esto significa que María antes de concebir a Jesús no tuvo ningún comercio carnal
humano y, además, que concibió al Señor milagrosamente, esto es, sin concurso
de varón. La acción del germen viril fue suplida milagrosamente por Dios, "por
obra del Espíritu Santo".
La Sagrada Escritura:
— Isaías 7,14: "La virgen concebirá y dará a luz un hijo".
— Lucas 1,26: "el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una virgen, y el
nombre de la virgen era María".
Razones de conveniencia:
— Conviene que el que es Hijo natural de Dios no tenga padre en la tierra, que
tenga un único Padre en el cielo para que la dignidad de Dios no se
comunique a otro.
— Para que la naturaleza humana del Salvador estuviese exenta del pecado
original, convenía que no fuese concebido por vía seminal, sino por
concepción virginal. Lo contrario sería un absurdo, esto es, que Cristo
tuviese necesidad de ser redimido. Se hizo igual en todo a nosotros, menos
en el pecado (Hebreos 4,15).
— Al nacer según la carne de una Virgen, Cristo nos indicaba que los
miembros de su Cuerpo Místico debían nacer, según el espíritu, de la
Iglesia virginal.
La virginidad en el parto
Esto significa que María dio a luz a su Hijo primogénito sin menoscabo de su
integridad corporal y, además, que su parto fue sin dolor alguno. A Ella no le
alcanzó el castigo que Eva recibió: "parirás a tus hijos con dolor" (Génesis 3,16).
El parto, en consecuencia, fue milagroso y de carácter extraordinario.
La Sagrada Escritura dice: "Y dio a luz a su Hijo primogénito, y lo envolvió en
pañales, y lo reclinó en un pesebre, porque en el mesón no había lugar para
ellos"(Lucas 2,7). Este pasaje lo explica San Pío X, en su Catecismo, de ésta
manera: el alumbramiento del Señor fue semejante a "como un rayo de sol
atraviesa el cristal sin romperlo ni mancharlo".
Razones de conveniencia:
— El Verbo, que fue ciertamente concebido y que procede del Padre sin
ninguna corrupción, debía al hacerse carne nacer de una Madre Virgen
conservándole su virginidad.
— El que vino para evitar toda aquella corrupción, al nacer no debía destruir
la virginidad de Aquella que le dio la vida.
La Sagrada Escritura:
— Mateo 1,25: "Y no la conoció hasta que dio a luz un hijo, al cual le puso por
nombre Jesús". Las palabras de este versículo: "Y no la conoció hasta que
dio a luz..." han inducido a algunos a interpretarlas en el sentido que
después del nacimiento de Jesús, entre la Virgen María y San José, hubo
relaciones maritales. Al respecto debe tenerse en cuenta que en un sentido
bíblico la partícula "hasta que" (donec), pretende resaltar lo que ya ha
ocurrido hasta ese momento: la concepción virginal de Jesús. Esta misma
partícula se encuentra en Juan 9,18 donde dice que los fariseos no
creyeron en el milagro de la curación del ciego de nacimiento-hasta que-
(donec) llamaron a los padres de éste; sin embargo, tampoco creyeron
después. Por tanto, la partícula (hasta que) prescinde de la situación
posterior.
En Génesis 28, 15; Dios dice a Jacob: no te abandonaré hasta haber cumplido lo
que te he dicho. Entonces, por lo que se dijo anteriormente, Dios lo abandonó
después de haber cumplido su palabra. ¡Por supuesto que no!.
En el segundo libro de Samuel 6, 23; dice claramente que Mical hija de Saúl no
tuvo hijos hasta el día de su muerte, debo suponer entonces que luego de su
muerte si los tuvo; ¡obviamente no! Es lógico una mujer difunta pariendo?.
Otro muy importante es Mateo 28, 20; dice que Jesús estará con nosotros todos
los días hasta la consumación de los tiempos. ¿Esto significa que luego de eso no
va estar más con nosotros? No, al contrario, es ahí cuando estaremos más cerca
de él.
Por lo tanto, el hecho de que la palabra <<hasta>> aparezca en ese versículo del
nacimiento de Cristo, no implica que luego de eso maría tuviese relaciones con
José.
Razones de conveniencia:
— El que desde toda la eternidad es Hijo único del Padre, conviene que sea
en el tiempo el Hijo único de María.
— Sería una ofensa al Espíritu Santo, el cual santificó para siempre el seno
virginal de María.
Por razón de la perpetua virginidad de María, esto es, por su deseo de evitar todo
contacto con varón, cabe preguntarse si a pesar de ello puede existir un verdadero
matrimonio con José. Santo Tomás de Aquino responde diciendo que
efectivamente hubo verdadero matrimonio, distinguiendo la forma y el fin del
mismo.
Dice Santo Tomás: "No puede negarse que María y José hayan contraído
verdadero matrimonio por cuanto que María concibió y dio a luz a Cristo
virginalmente y no de la unión con José. Con esto se quiere insinuar a los fieles
casados que, aún guardada de común consentimiento la continencia, permanece
el vínculo conyugal sin la unión de los cuerpos".
San Ambrosio, San Jerónimo y San Agustín asumen la tarea, entre otros, de
purificar la verdad de la Perpetua Virginidad de toda falsa motivación.
Si vemos el pasaje:
Y lo comparamos con:
Se pueden ver también los siguientes textos, donde se testimonia que esos
supuestos hermanos son, en realidad, parientes: Marcos 15,40; 16,1; Juan 2,12;
Gálatas 1,19.
La Asunción
Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en
la Constitución Munificentisimus Deus:
Es un dogma que se formula así: "La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen
María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la
gloria del cielo." (Constitución Munificentisimus Deus)
Las personas pueden ser asuntas a los cielos como María. Fue antes el caso de
Enoc (Génesis 5, 24) o de Elías (2 Reyes 2, 11-12).
Alguien dirá que con Jesús se abren las puertas del cielo, porque todos debieron
esperar su llegada, pero olvida que los designios de Dios no están al alcance de
los hombres (Sabiduría 17, 1; Romanos 11, 33). Ya lo dice la Biblia:
Por la fe y por haber agradado a Dios toda la vida ("Enoc anduvo con Dios...." dice
Génesis 5, 22). Dice San Pablo para que entendamos el caso de Enoc:
"Por su fe también Enoc fue trasladado al cielo en vez de morir, y los hombres no
volvieron a verlo, porque Dios se lo había llevado. Antes de que fuera arrebatado
al cielo, se nos dice que había agradado a Dios; pero sin la fe es imposible
agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que
recompensa a los que lo buscan." (Hebreos 11, 5-6) ¿Fue ese el caso de María?
Lo fue y en mayor grado.
Tenemos claro entonces que María agrada a Dios y es modelo de Fe, en tan
esplendoroso sentido que ya es salva desde antes de la pasión de Nuestro Señor.
“Pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre: todo viene de él y nosotros vamos
hacia él." (1 Colosenses 8, 6) Y en otra parte:
A los apóstoles, Jesús les recuerda que les prepara una morada en la casa del
Padre:
"No se turben; crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay
muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un
lugar. Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para
que donde yo esté, estén también ustedes. Para ir a donde yo voy, ustedes ya
conocen el camino." (Juan 14, 1-4). Tenemos entonces frente a nosotros la
promesa de la Resurrección. Ya Dios había salvado a María, no quedaba sino que
al final de su vida resucitara inmediatamente. "La Asunción de la Santísima Virgen
constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una
anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (Catecismo, n. 966).
María nos precedió en el cielo y nos precederá siempre, como madre del rey que
se sienta al lado del trono (Sal 45(44), 7-10).
"Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna
bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. " (Apocalipsis 12, 1)
Juan ve a María en el cielo. ¿Cómo nos dice la Biblia que ella es la nueva arca de
la alianza? Fíjate en lo que dice David cuando supo que el Arca iba camino de su
casa:
"Ese día sintió David un verdadero temor por YAHVEH y se dijo: "¿Y el Arca de
YAHVEH va a entrar en mi casa?"" (2 Samuel 6, 9) Cuando María va a visitar a
Isabel, esta -llena del Espíritu Santo- pregunta en voz alta:
Por la tradición de la Iglesia desde los principios del cristianismo. Las tradiciones
de la Iglesia se verifican contra la Sagrada Escritura, y en este caso de la
Asunción ya sabemos que es consecuencia necesaria de la Biblia.
DÍA 26
Apocalipsis 12.
1. Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies
y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
3. Apareció también otra señal: un enorme dragón rojo con siete cabezas y diez cuernos, y en las
cabezas siete coronas;
4. con su cola barre la tercera parte de las estrellas del cielo, precipitándolas sobre la tierra. El
dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto
naciera.
5. Y la mujer dio a luz un hijo varón, el que ha de gobernar a todas las naciones con vara de
hierro; pero su hijo fue arrebatado y llevado ante Dios y su trono,
6. mientras la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar que Dios le ha preparado. Allí la
alimentarán durante mil doscientos sesenta días.
7. Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón.
Lucharon el dragón y sus ángeles,
9. El dragón grande, la antigua serpiente, conocida como el Demonio o Satanás, fue expulsado;
el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él.
En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre
Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el
Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que
mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo
mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento
cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había
aceptado a su Hijo como Salvador.
Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente
comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos
hábitos.
Santo Domingo murió en 1221, después de una vida en la que se dedicó a
predicar y hacer popular la devoción del Rosario entre las gentes de todas las
clases sociales para el sufragio de las almas del Purgatorio, para el triunfo sobre el
mal y prosperidad de la Santa Madre de la Iglesia.
El rezo del Rosario mantuvo su fervor por cien años después de la muerte de
Santo Domingo y empezó a ser olvidado.
En 1349, hubo en Europa una terrible epidemia de peste a la que se le llamó ¨la
muerte negra” en la que murieron muchísimas personas.
Fue entonces cuando el fraile Alano de la Roche, superior de los dominicos en la
misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario, tuvo
una aparición, en la cual Jesús, la Virgen y Santo Domingo le pidieron que
reviviera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario. El Padre Alan comenzó
esta labor de propagación junto con todos los frailes dominicos en 1460. Ellos le
dieron la forma que tiene actualmente, con la aprobación eclesiástica. A partir de
entonces, esta devoción se extendió en toda la Iglesia.
La virgen le decía a Alano de Roche, que muchas almas se estaban perdiendo por
no rezar el santo rosario, que la predicación que más le gustaba a ella era la
enseñanza del santo rosario.
¿Cuándo se instituyó formalmente esta fiesta?
El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los
cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla,
su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través
de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos
rezar el rosario por la flota. En Roma estaba el Papa despachando asuntos
cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa.
Ordena el toque de campanas y una procesión. Días más tarde llegaron los
mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la
fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.
Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra
Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre
(día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del
Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer
domingo del mes. (Catholicnet)
El Santo Rosario es tan poderoso que desarma a Satanás. Cambia los corazones
tibios en corazones ardientes por el Amor de Jesucristo.
El poder del Santo Rosario es la oración más poderosa después del Santa
Eucaristía “La Santa Misa”. En todas las apariciones, La Santísima Virgen María
pide el rezo del Santo Rosario porque a través de esta oración la Santísima Virgen
nos acompaña a rezar a Dios Padre, y estamos reviviendo la vida de Jesucristo
Nuestro Señor. La Santísima Virgen dice: “El Santo Rosario es tan poderoso como
una bomba nuclear; pero en construcción”.
La Santísima Virgen Revelo a una devota, que cuando se reza el Santo Rosario
con devoción, el cielo se abre y se derraman las gracias sobre las personas que lo
están rezando. Esta le pregunto: ¿qué pasa si durante el rezo hay una o más
personas que no rezan con devoción, no se derraman las gracias igual? La
Santísima Virgen le contesto:
1.- El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me
pida.
3.- El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los
vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.
4.- El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la
misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor
por Dios y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este
medio se santificarán!.
6.- El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido
por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador;
perseverará en la gracias, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.
8.- Quiero que todos los devotos de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la
plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.
9.- Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.
10.- Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.
11.- Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
14.- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi
Unigénito Jesús.
Las apariciones en Fátima son quizás las que gozan mayor reconocimiento por
parte de la iglesia católica. Basta señalas que Benedicto XV, con motivo de la
aparición, restauro la Diócesis de Leiría, Pio XI, el 6 de diciembre de 1928,
bendecía una imagen de Fátima para el colegio de portugués. Así mismo, en
nuestros tiempos, Juan Pablo II , el 13 de mayo de 1982( justo al año del atentado
que sufrió en Roma), en Fátima , en la homilía de la misa ante un millón de fieles,
confirma la autenticidad del “mensaje extraordinario” que empezó a resonar en
todo el mundo desde Fátima el 13 de mayo de 1917.
Historia de la aparición :
Durante la tarde del domingo 13 de mayo de 1917, mientras los niños pastaban a
su rebaño, vieron un relámpago en un día de pleno sol. Mientras llevaban a sus
ovejas a un lugar protegido observaron a muy corta distancia, sobre una encina
de poco más de un metro de altura, una nube sobre la que estaba parada una
hermosa Mujer, con un vestido de luz, y un resplandor que parecía provenir del
mismo sol. Tenía sus manos en posición de oración, mientras pendía de las
mismas un Rosario de cuentas brillantes como perlas, y una Cruz pequeña
plateada. Lucía y Jacinta podían verla y oírla, mientras Francisco solo podía verla.
La Virgen en un momento abrió sus manos, saliendo de las mismas una Luz más
fuerte que el sol, que los niños entendieron era la Luz del Mismo Dios.
En la primera aparición María les pidió que vuelvan los días trece de cada mes,
por seis meses consecutivos, a la misma hora y al mismo lugar. Los niños,
culminada la aparición, veían a María elevarse hasta el Cielo, el cual se abría
dando cabida a una imagen celestial que se elevaba entre los astros. Luego, todo
retornaba a la normalidad en la Cova de Iría.
Las señales de la virgen María en Portugal:
1917 es un momento muy especial para la humanidad. Gran parte del mundo
civilizado sufre la primera guerra mundial, mientras el comunismo realiza su primer
gran conquista práctica: alcanza el poder en Rusia a partir del éxito de la
revolución bolchevique. Si se analiza una vez más Apocalipsis 12, allí también
veremos el anuncio de otra señal en la tierra: la llegada de un “gran dragón rojo,
que tratará de devorar a su Hijo en cuanto la Mujer diera a luz”.
En varias apariciones María ha aclarado que el dragón rojo es una representación
Bíblica del comunismo ateo, que arrastra a millones de almas a la negación de
Dios, e intenta poner a la humanidad de espaldas a Jesús, en los momentos
previos a su retorno en Gloria.
1917 marca entonces un año muy especial por el doble acontecimiento: la venida
de la Mujer vestida del Sol, en Fátima, y la llegada del dragón rojo al mundo, con
el comunismo tomando el control de una de las mayores naciones de la tierra.
El mensaje de la virgen de Fátima :
En la última instancia, es Dios quien es ofendido por cada pecado. Por esta razón,
es Dios también quien es el objeto último de cada acto de reparación de los
cristianos. Nosotros no podemos comprender propiamente el mensaje celestial
dado en Fátima en este punto esencial de reparación si no lo hacemos reparando
directamente al Inmaculado Corazón de María.
Es nuestro Señor mismo quien nos dice: "Ten compasión del Corazón de tu
Santísima Madre. Esta cercado de las espinas que los hombres ingratos le clavan
a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para
sacárselas".
En los Pirineos Franceses se presenta en el año 1858 la Madre de Dios a una niña
de catorce años, ignorante y carente de formación religiosa. Francia, de este
modo, recibió en pocos años tres visitas de la Inmaculada Concepción: La Medalla
Milagrosa en París en 1830, La Salette en 1846 y Lourdes en 1858.
Como suele ocurrir en muchas oportunidades, María elige a una niña campesina
como testigo, demostrando una vez más que Dios no se interesa por las
grandezas del mundo, cuando de enviar a Su Madre se trata. Nunca eligió Ella a
príncipes o reyes o grandes dignatarios para dar sus mensajes. Gente sencilla y
con el corazón abierto es lo que Dios quiere de este mundo, y es a ellos a quienes
dirige a Su Madre.
Bernardita Soubirous, la testigo de la Presencia Celestial en la Gruta de
Massabieille en el pueblo de Lourdes, encontró a una María esplendorosa, que dio
vida a un lugar de sanaciones y espiritualidad que llegará a millones de personas
con el paso de las décadas. Vestida de blanco, refulgente como el sol, se presentó
para confirmar el tercer Dogma Mariano que había sido promulgado por el Papa
Pío IX pocos años antes: La Inmaculada Concepción de María. Este hecho nos
llena el alma de alegría y da sentido por si solo a la Presencia de la Madre de Dios
en Lourdes. Pero María hizo también otros prodigios, como el de hacer surgir una
fuente de agua de la roca: esta agua no ha cesado de producir milagros de
sanación física hasta hoy en día. Sin embargo, es la sanación espiritual el milagro
más grande de Lourdes: millones de personas concurren cada año a la Gruta en
peregrinación, a manifestar su amor por la Madre del Salvador.
La testigo de la aparición siguió su vida luego de las dieciocho apariciones que
pudo presenciar en la Gruta de Massabieille: Bernardita Soubirous dio curso a su
naciente vocación religiosa, y se ordenó como la Hermana María Bernarda. Sin
embargo, triste fue su vida de convento ante la incomprensión de su madre
superiora y sus compañeras. Burlada, menospreciada y dejada de lado, supo con
humildad entregar todo a la Voluntad del Creador. Enferma desde niña, tuvo un
fuerte recrudecimiento de sus enfermedades con el paso del tiempo, hasta morir a
los treinta y cinco años en una entrega total a Jesús y María.
La Hermana María Bernarda fue canonizada como Santa Bernardita, ante las
evidencias de santidad que tuvo después de las apariciones, y hasta su serena
muerte. Su cuerpo fue descubierto incorrupto después de muchos años, fresco
como si hubiera muerto ayer. Y así se lo puede admirar en el convento de Nevers
donde Bernardita pasó los últimos años de su vida terrenal. ¡Admiremos este
prodigio del poder de Dios frente a nosotros, miren el rostro de Bernardita vivo
como si hubiera muerto ayer!.
Lourdes es una joya muy importante en el alhajero de Dios: Jesús se lo regala a
Su Madre, María Santísima. Es una manifestación Celestial llena de amor, de
pureza, de humildad y de entrega a la Voluntad del Creador. ¡Es María en su
máxima expresión!.
María, Madre mía, que te presentas a los más humildes envuelta en la Gracia de
Tu Hijo. Envuélvenos en Tu Manto, cobíjanos de las impurezas del mundo y danos
el calor de tu sonrisa. Haz que ahora, y por siempre, nos entreguemos a tu
sencillez, tu silencio, tu humildad y tu confianza infinita en la Mano del Padre. Que
el Espíritu Divino que tú recibiste para Gloria de los tiempos pasados, presentes y
futuros, descienda sobre nosotros por Tu Sagrada Intercesión.
¡María, Madre mía, en tus brazos nos entregamos!
La segunda iglesia ocupó el mismo lugar donde se encuentra hoy la Basílica. Esta
duró hasta 1695. Unos pocos años antes fue construida la llamada Iglesia de los
Indios junto a la primera ermita, la cual sirvió entonces de sacristía para el nuevo
templo. En 1695, cuando fue demolido el segundo templo, la milagrosa imagen fue
llevada a la Iglesia de los Indios donde se quedó hasta 1709 fecha en que se
dedicó el nuevo hermoso templo que todavía despierta la admiración de
mexicanos y extranjeros.
Los mensajes
Primer mensaje para el mundo, (18 de octubre de 1961.)
«Hay que visitar al Santísimo. Hay que hacer muchos sacrificios y mucha
penitencia. Pero antes tenemos que ser buenos. Si no lo hacemos vendrá un
castigo. Ya se está llenando la Copa. Y si no cambiamos nos vendrá un castigo
muy grande.»
Segundo mensaje para el mundo, (18 de Junio de 1965.)
El Aviso
El 1 de enero, del año 1965, Conchita tuvo una nueva aparición de la Señora
quién habló del "aviso" para que el mundo se enmiende.
Conchita nos dice: "No puedo decir en qué va a consistir, pues Ella no me ha
ordenado decirlo. Y ¿cuándo será?, no me lo ha dicho, así que no lo sé. Si sé que
será visible para todo el mundo; será obra directa de Dios y tendrá lugar antes del
milagro. Yo no sé si morirán personas. Únicamente pueden morir, al verlo, de
impresión."
"Ese aviso es como un castigo, para los buenos y los malos: para los buenos, para
acercarlos más a Dios y para los malos, para anunciarles que viene el fin de los
tiempos y que estos son los últimos avisos."
El Milagro
Las niñas han pedido insistentemente un milagro y la Virgen, como en Fátima, les
ha dicho: "haré un milagro para que todos crean".
Conchita conoce su fecha exacta, que lo comunicó a Pablo VI, así como al
confesor de éste y al Cardenal Ottaviani, Pro-Prefecto del Santo Oficio, hoy
Congregación para la Doctrina de la Fe
Conchita lo anunciará al mundo ocho días antes de su fecha
Transcurrirá menos de un año entre el Aviso y el Milagro
Durará entre 10 minutos y un cuarto de hora
Tendrá lugar un jueves, a las 8:30 de la tarde
Entre los días 6 y 16 de uno de estos tres meses: marzo, abril o mayo
Ese día no será fiesta de la Virgen.
Coincidirá con el día de la fiesta de una santo mártir en relación con la
Eucaristía
Coincidirá también con un acontecimiento muy importante, raro, singular,
tanto para la Iglesia como para toda la cristiandad, un acontecimiento feliz y
venturoso.
Será el milagro mayor que Jesús haya hecho para el mundo.
Será visible en Garabandal y en las montañas de los alrededores; no podrá
palparse pero si podrá ser filmado, fotografiado y televisado.
No será necesario que los videntes estén presentes en el momento de la
realización de este milagro.
Los enfermos que asistan se sanarán y los incrédulos creerán.
El Papa verá el milagro "desde donde quiera que esté".
El ciego Joey Lomangino recobrará la vista.
El cuerpo difunto del Padre Luis María será desenterrado y se encontrará
incorrupto.
El Castigo.
"El castigo está condicionado a que la humanidad haga caso o no de los mensajes
de la Virgen y al milagro. En caso de que suceda, yo sé en qué va a consistir,
porque yo he visto el castigo; si puedo asegurar que si viene es peor que si
estuviéramos envueltos en fuego; peor que si tuviéramos lumbre por arriba y
lumbre por abajo. No sé el tiempo que pasará para que Dios lo envíe, después de
hecho el milagro".
El Milagro de la Comunión
Practica día 26. Recen con amor el Santo Rosario de preferencia en familia y
verán cómo se cumplen las quince promesas que la Virgen hizo a Santo Domingo
de Guzmán.
------------------------------------------ Parte 4 ----------------------------------------------------
CONOCIMIENTO DE JESUCRISTO
Día 27
LA ENCARNACIÓN.
Lectura del día: Juan 1, 1-14.
1. En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios.
3. Por Ella se hizo todo, y nada llegó a ser sin Ella. Lo que fue hecho
7. Vino para dar testimonio, como testigo de la luz, para que todos creyeran por él.
9. Ella era la luz verdadera, la luz que ilumina a todo hombre, y llegaba al mundo.
10. Ya estaba en el mundo, este mundo que se hizo por Ella, o por El, este mundo que no lo
recibió.
12. pero a todos los que lo recibieron les dio capacidad para ser hijos de Dios. Al creer en su
Nombre
13. han nacido, no de sangre alguna ni por ley de la carne, ni por voluntad de hombre, sino que
han nacido de Dios.
14. Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria
que recibe del Padre el Hijo único, en él todo era don amoroso y verdad.
La unión hipostática
En Jesucristo hay dos naturalezas: una divina, porque es Dios; y otra humana,
porque es hombre.
a) Su naturaleza divina.
Jesucristo es Dios desde toda la eternidad, puesto que es la Segunda Persona de
la Santísima Trinidad. Y es hombre desde la Encarnación, es decir, desde que
unió a su Persona la naturaleza humana, en el seno virginal de María Santísima.
En el primer capítulo del evangelio de san Juan nos enseña esta verdad: "En el
principio era el Verbo, y el Verbo era Dios"; y que "El Verbo se hizo carne y habito
entre nosotros.” (Juan 1,1; 1,8)
Puesto que en Jesucristo hay dos naturalezas, habrá que decir que todo aquello
que pertenece a la naturaleza en Jesucristo será doble: hay en Él, dos
entendimientos, uno que corresponde a la Naturaleza divina y otro a la humana.
Por la misma razón hay también en Él dos voluntades.
Respecto a su Naturaleza divina basta decir que tenía todas las perfecciones de la
divinidad.
b) Su Naturaleza humana
Las dos naturalezas de Cristo se mantienen unidas, pero sin confundirse; como el
cuerpo y el alma en el hombre están en íntima unión, pero sin confundirse el uno
con la otra.
La unión de las dos naturalezas en Cristo es perpetua. El Verbo tomó la
naturaleza humana. Por eso en la tierra (Eucaristía) y en el cielo, su divinidad
permanece unida a su cuerpo y a su alma.
"En efecto, amó Dios tanto al mundo, que le dio a su unigénito Hijo. Así como en el
hombre-Adán este vínculo quedó roto, así en el hombre-Cristo ha quedado unido
de nuevo" (Juan Pablo II).
b) Su humanidad merece adoración
La Humanidad de Cristo merece ser adorada a causa de su unión personal con el
Verbo divino. De modo que el culto que se rinde a su Humanidad se rinde al Hijo
de Dios.
Por eso la Iglesia permite que al Corazón de Jesús y a sus sagradas llagas se dé
culto directo de latría o adoración.
c) comunicación de propiedades.
La comunicación de propiedades consiste en que puede atribuirse a Cristo- Dios,
lo que es propio de la naturaleza humana; y a Cristo - hombre lo que es propio de
la naturaleza divina. Así se puede decir que Dios murió y resucitó; o que un
hombre es inmortal y omnipotente.
El tratado de la verdadera devoción nos muestra una de las más bellas páginas de
la encarnación del Verbo en el vientre virginal de María: “Se anonada la razón
humana, si reflexiona seriamente en la conducta de la Sabiduría encardada, que
no quiso aunque hubiera podido hacerlo- entregarse directamente a los hombres,
sino que prefirió comunicárseles por medio de la Santísima Virgen; ni quiso venir
al mundo a la edad del varón perfecto, independiente de los demás, sino como
niño pequeño y débil, necesitado de los cuidados y asistencia de una Madre.
Teniendo pues, ante los ojos, lo que Montfort nos exclama en su tratado, ¿qué
medios podemos esperar hallar más eficaz y rápido para glorificar a Dios, que no
sea el someternos a María a imitación de su Hijo?” (TVD139).
DÍA 28
EL REINO DE DIOS.
33. Pilato volvió a entrar en el palacio, llamó a Jesús y le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los
judíos?»
34. Jesús le contestó: «¿Viene de ti esta pregunta o repites lo que te han dicho otros de mí?»
35. Pilato respondió: «¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los jefes de los sacerdotes te han
entregado a mí; ¿qué has hecho?»
36. Jesús contestó: «Mi realeza no procede de este mundo. Si fuera rey como los de este mundo,
mis guardias habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reinado no
es de acá.»
37. Pilato le preguntó: «Entonces, ¿tú eres rey?» Jesús respondió: «Tú lo has dicho: yo soy Rey.
Yo doy testimonio de la verdad, y para esto he nacido y he venido al mundo. Todo el que
está del lado de la verdad escucha mi voz.»
38. Pilato dijo: «¿Y qué es la verdad?» Dicho esto, salió de nuevo donde estaban los judíos y les
dijo: «Yo no encuentro ningún motivo para condenar a este hombre.
Los diversos matices de significado que la expresión misma contiene, deben ser
estudiados profundamente. En la palabra de Cristo, el "reino" significa no solo la
meta a la que se debe tender, o el lugar del reinado; es también, un estado de
ánimo (Lucas, 18, 20-21). Significa una influencia que dentro de nosotros penetra
si quisiéramos ser uno con Dios; (cf. Lucas 9, 55). Sólo podremos darnos cuenta
de esos matices de significado si captamos las parábolas del reino en su rica
variedad. A veces el "reino" significa el dominio de la gracia en los corazones de
los hombres: en la palabra de la semilla que crece secretamente (Marcos 4, 26.;
Mateo 21, 43); el reino se opone y se desarrolla con la oposición del diablo (Mateo
4, 8; 12, 25-26). Otras veces es la meta a la cual debemos tender:(Mateo 3, 3).
Otras veces es descrito como el lugar donde Dios reina: (Marcos14, 25).
Pero hay un responsable de ese reino y es un individuo, el hijo del Hombre, quien
dominará para siempre y su reino no tendrá fin. (Daniel 7.)
1. El sembrador y La semilla (Mateo 13, 3-9): El Señor deja caer la semilla que
es su palabra que indica la buena nueva del reino, unas se perdieron otras
dieron fruto. Dios no será rey en nuestra vida si dejamos que el demonio se
lleve la palabra de nuestra vida, Pareciera una perderá de tiempo o un mal
negocio, pero no es así. El Señor espera el fruto, y este es el triunfo final
del reino.
4. El reino es un poco de levadura (Mateo 13, 33): Una gran cantidad de masa
puede ser fermentada por lo minúsculo y oculto de la levadura. El termino
esconder indica que Dios obra activamente aunque secreta y
misteriosamente, sin embargo es magníficamente efectivo.
7. El Reino es la misericordia del Rey que perdona (Mateo 18, 23-35): Dios es
infinitamente misericordioso, por eso perdona deudas enormes que el
hombre jamás podría pagarle. Pues bien si tal es el proceder de Dios, el
hombre también debe tener misericordia con su hermano.
10. Los talentos (Mateo 25, 14-30): El Reino de los cielos exige trabajo y
dedicación, el rey ha confiado sus tesoros a los hombres para que los
trabajen, cada quien da cuantas según sus capacidades. Es la participación
al gran festín. El castigo al siervo perezoso es quedarse sin talento y ser
excluido del Reino.
11. El juicio de las naciones (Mateo 25,31-46): El Hijo del Hombre aparecerá
con toda majestad y poder, a él están sujetas todas las cosas, es el
soberano absoluto. El gozo o el castigo eterno dependen de la caridad con
los hermanos pobres en el cual está presente el Rey universal.
Hacer la voluntad del Padre (Mateo 7,21): “No bastará con decirme:
¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el
que hace la voluntad de mi Padre del Cielo.”
Cambiar y hacerse como niños (Mateo 18, 1-4): “En aquel momento los
discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: « ¿Quién es el más
grande en el Reino de los Cielos?»(Mateo 19,14)Jesús llamó a un niñito, lo
colocó en medio de los discípulos (Marcos 10; Lucas 18,17; Juan 3,5) y
declaró: «En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños,
nunca entrarán en el Reino de los Cielos. El que se haga pequeño como
este niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos. Y el que recibe
en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe.”
Práctica día 28. JUSTICIA: Trata constantemente y con firme voluntad de dar a
Dios y al prójimo lo que les es debido.
DÍA 29
14. Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser
levantado el Hijo del Hombre,
16. ¡Tanto amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda,
sino que tenga vida eterna.
17. Dios no envió al Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que se salve el mundo
gracias a él.
Cristo extiende sus brazos en la cruz y atrae en el amor a todos hacia el “y yo,
cuando haya sido levantado de la tierra, atraeré a todos a mí” (Juan 12,32)
Con razón decía el Papa Benedicto en su visita a Lourdes: “Qué dicha es tener la
cruz. Quien tiene la cruz posee un tesoro”
“En esto consiste el amor de Dios: no en que nosotros hayamos amado a Dios,
sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros
pecados" (1 Juan 4,8). La Cruz es el símbolo supremo del amor
Muchos no se explican, cómo un Dios tan omnipotente, con todo su poder no nos
pudo haber salvado de otra manera que no fuera con tanto sufrimiento. Pero aun
así, eligió la cruz para conmover y estremecer los corazones de los pecadores;
haciendo un modelo de cristiandad basado en la entrega total a la voluntad de
Dios, sin límite alguno, sobrepasando hasta el sufrimiento más grande y aterrador.
Hay sin embargo, quien se quiere llamar cristiano, sin probar nada del sufrimiento.
¡El que no carga su cruz con amor, no es digno de llamarse cristiano! ¿Cómo
hubiéramos creído en ese amor de Dios, sin la cruz?
Ahora bien, partiendo desde la escena de la última cena, el señor quiso que su
muerte fuera la verdadera interpretación de la plena obediencia y amor al
padre:«es necesario que el mundo conozca que yo amo al Padre y que obro [que
le obedezco] como él me ha mandado» (Juan 14,31). Amor y obediencia, dos
factores que recaen en la dinámica de la santidad, como respuesta a la entrega
sincera de todos los cristianos. Jesús en la cruz nos enseña que Él obedece al
Padre infinitamente, «hasta la muerte, y muerte de cruz» (Filipenses 2,8), porque
le ama infinitamente.
En efecto, el amor que Dios padre nos tiene, se expresa en el misterio de la
pasión de Cristo, pues «Dios demostró su amor hacia nosotros en que, siendo
todavía pecadores, Cristo murió por nosotros» (Romanos 5,8; cf. Efesios 2,4-5).
«Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único» (Juan 3,16); y el amor
que Cristo le tiene a los hombres, se deja ver con toda plenitud en la entrega
absoluta a una muerte de cruz por la salvación de nuestras almas.
Ciertamente, los hombres son capaces de dar su vida por el ser amado. ¿Qué
madre no se entrega por salvar a un hijo de sus entrañas?, pero el amor de Dios
supera hasta el amor de las madres, él se entrega por todos, y en ese todo
estaban aquellos que lo escupían, lo ultrajaban, lo calumniaban. Ese es su amor
supremo. Al llegar a este punto, la cruz de Cristo nos enseña el cómo ha de
amarse a Dios y a los hombres. El amor que nosotros hemos de tener a Dios ha
de ser, según él mismo nos enseña: «con todo tu corazón, con toda tu alma, con
todas tus fuerzas y con toda tu mente» (Lucas 10,27; Deuteronomio 6,5). Sin la
cruz de Cristo jamás se hubiera podido entender a plenitud, hasta donde se puede
llegar a dicha exigencia de este primer mandamiento.
El amor que nosotros hemos de tener a los hombres, tampoco hubiera podido ser
conocido del todo por nosotros, sin el misterio de la cruz. Nos dice Cristo: «habéis
de amaros los unos a los otros como yo os he amado» (Juan 13,34). ¿Y cómo nos
ha amado Cristo? Muriendo en la cruz para salvarnos. «No hay un amor mayor
que dar uno la vida por sus amigos» (15,14). Por tanto, el sentido profundo del
mandamiento segundo es muy claro: Cristo «dio su vida por nosotros, y nosotros
debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos» (1Juan 3,16).
San Buenaventura decía: "¡iOh Dios mío! Me has amado tanto que parece que
por mi amor has llegado a odiarte". Estas son las cosas que hace escribir al
Apóstol: "el amor de Cristo nos apremia" (2 Corintios 5, 14). .
Jesús se nos muestra colgado en una cruz, atravesado por tres clavos, coronado
por una corona de espinas, flagelado, casi desnudo, derramando su Sangre y
agonizando entre enormes dolores. ¿Por qué será que Cristo se nos presenta en
un estado tan conmovedor? ¿Busca nuestra compasión? ¡Ciertamente que no! Él
lo que busca es que lo ames como él te amo. Él quiere que entiendas que venció
al infierno con su dolor por que te ama, y no le importó nada, solo por verte salvo
de las cadenas del pecado. Dice el profeta Isaías: 'Y con todo eran nuestras
dolencias las que Él llevaba y nuestros dolores los que soportaba"(Isaías53,4). Y
en el versículo siguiente añade: "Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido
por nuestras culpas" (Isaías 53, 5).
¿Cuántas cosas somos capaces de hacer los hombres, por aquello en que
hemos puesto nuestro afecto? Y sin embargo, ¿qué poco estamos dispuestos a
hacer por un Dios de bondad infinita que nos amó hasta la muerte en el patíbulo
de la cruz?
El sentido de la Cruz.
Envueltos en tanta mentira y demagogia del mundo ¡solo la verdad nos hará libres!
La cruz de Cristo vendrá a ser fuerza para los creyentes y escándalo para el
mundo. El apóstol san Pablo le llama la locura de la cruz: “Dios me libre de
gloriarme sino en la cruz de Cristo. En la que estoy crucificado para el mundo, y el
mundo está crucificado para mi” Gálatas 6,14.
Si vemos los criterios del mundo entonces Jesús es el hombre más fracasado de
la historia, la cruz implica sacrificio, dolor, obediencia. Si en verdad deseas
consagrarte a María empieza con vaciarte de este espíritu del mundo, sino nos
vaciamos de esta intoxicación desgraciada nos vamos a perder. Y qué mejor que
encontrarle sentido a la cruz que es la locura de Dios.
El que acepte la lógica de la cruz debe estar completamente “loco”, pero loco de
amor por Cristo, ya que hoy en día este amor es motivo de vergüenza y
escándalo para el mundo. Por consiguiente, la cruz de Cristo es locura para los
criterios del mundo. Tal cual como dice san pablo en su carta: “Porque la locura
de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es
más fuerte que la fortaleza de los hombres.” 1 Corintios 1, 25.
Nos decidimos a todo y contra todo por esta locura de amor que nos salva y nos
libera: la cruz de Cristo.
DÍA 30
15. y les dijo: «Yo tenía gran deseo de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer.
16. Porque, se lo digo, ya no la volveré a comer hasta que sea la nueva y perfecta Pascua en el
Reino de Dios.»
17. Jesús recibió una copa, dio gracias y les dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes,
18. porque les aseguro que ya no volveré a beber del jugo de la uva hasta que llegue el Reino de
Dios.»
19. Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Esto es mi cuerpo, que es
entregado por ustedes. (Hagan esto en memoria mía.»
20. Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: «Esta copa es la alianza nueva
sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes»).
"La mayor prueba del amor de Jesús, no fue solamente su muerte en la cruz, Él
podía darnos más que su vida…
La mayor locura del amor de Dios fue la incomprensible e inexplicable locura del
don eucarístico…Este ideal de los dones llevados hasta los límites del Poder del
Todopoderoso, fue la prueba soberana del Amor divino… ¡la última palabra del
Todopoderoso Amor! ¡Los amó hasta el fin!” (Mª. Teresa Dupouy).
La eucaristía es el mismo Jesucristo vivo y presente entre nosotros, su cuerpo,
sangre y divinidad se hace eminente en el momento cuando el sacerdote consagra
el pan y el vino en la santa cena. Estos elementos sagrados se convierten en el
cuerpo y sangre del señor, la cual se le denomina como “transubstanciación”, que
significa “cambio de sustancia” donde el pan y el vino se convierten realmente en
la sustancia del cuerpo y sangre de Jesucristo. Recibir la comunión es recibir al
mismo JESUS. ¡Esto es verdaderamente el más grande milagro! La eucaristía,
como lo asegura el papa León XIII, contiene “en una variedad de milagros, todas
las realidades sobrenaturales”(Encíclica caritatis)
La Eucaristía nos alimenta maravillosamente con el pan de la inmortalidad. Es el
mismo señor quien se entrega como alimento de vida para todos nosotros.
En este "sacramento admirable" nuestro señor Jesucristo, quiso dejarnos el
"memorial de su Pasión". El sacramento de la eucaristía es una muestra sublime
de los "beneficios del amor de Dios para con nosotros". Dios-hijo, quiso dejarnos
esta prueba de su amor, quiso quedarse con nosotros, realmente presente bajo
las especies del pan y del vino, para hacernos partícipes de su Pascua.
Cabe aludir que la santa misa y el misterio de la cruz son un mismo sacrificio, ya
que es ofrecido un solo cuerpo y una sola sangre: Jesucristo.
Claro está, la manera de ofrecimiento es diferente: “cristo se ofreció a sí mismo
de manera cruenta (con derramamiento de sangre), mientras que en la eucaristía
se ofrece por el misterio de los sacerdotes de modo incruento (sin derramamiento
de sangre).” Pero además de dicha diferencia, hay un factor común en cada uno
de los sacrificios: el excesivo amor de Dios hacia los hombres.
Analicemos estas hermosas páginas del Beato papa Juan Pablo II en la Homilía
de la misa en la Cena del Señor del Jueves Santo - 2001:
¡Es el prodigio que los sacerdotes, tocan todos los días con las manos el milagro
en la santa Misa! La Iglesia sigue repitiendo las palabras de Jesús y sabe que está
comprometida a hacerlo hasta el fin del mundo. En virtud de esas palabras se
realiza un admirable cambio: permanecen las especies eucarísticas, pero el pan y
el vino se convierten, según la feliz expresión del Concilio de Trento «verdadera,
real y substancialmente» en el Cuerpo y la Sangre del Señor.
El lavatorio de los pies: Al llegar a este punto, nuestra mirada se dirige al tercer
elemento del tríptico que compone la escritura Se lo debemos a la narración del
evangelista Juan, quien nos presenta la imagen desconcertante del lavatorio de
los pies. Con este gesto, Jesús recuerda a sus discípulos de todos los tiempos
que la Eucaristía exige que sea testimoniada en el servicio de amor a los
hermanos. Hemos escuchado las palabras del Maestro divino: «Pues si yo, el
Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los
pies unos a otros» (Juan 13, 14). Es un nuevo estilo de vida que deriva del gesto
de Jesús: «Os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he
hecho con vosotros» (Juan 13, 15).
«Los amó hasta el extremo» (Juan 13, 1). La Eucaristía constituye el signo
perenne del amor de Dios, amor que sostiene nuestro camino hacia la plena
comunión con el Padre, a través del Hijo, en el Espíritu. Es un amor que supera la
capacidad del corazón del hombre. Al detenernos esta noche a adorar el
Santísimo Sacramento y al meditar en el misterio de la Última Cena, nos sentimos
sumergidos en el océano de amor que mana del corazón de Dios. Hagamos
nuestro con espíritu agradecido el himno de acción de gracias del pueblo de los
redimidos: «Al Padre y al Hijo, alabanza y júbilo, salud, potencia, bendición y al
que procede de los dos que se dé igual gloria y honor!».
El mismo Jesús -escribe San Alfonso María Ligorio nos dice: "Éste es mi cuerpo
que se da por vosotros" (1 Corintios 11,24). Y en otro lugar de la Escritura leemos:
"El que come mi Carne y bebe mi Sangre, permanece en Mí y Yo en él" (Juan 6,
56).Sin lugar a dudas, cuando algún creyente lee estas palabras, no puede dejar
de sentirse impulsado a amar a Nuestro Redentor. Él, no sólo ha sacrificado su
vida y su sangre por nuestro amor, sino que nos ha dejado su Cuerpo en la
Eucaristía, para que podamos unirnos con Él en comunión. (AD capítulo 3)
"Qué feliz es ese Ángel de la Guarda que acompaña al alma cuando va a Misa".
San Anselmo: “Una sola misa ofrecida y oída en vida con devoción, por el
bien propio, puede valer más que mil misas celebradas por la misma
intención, después de la muerte.”
Santo Tomás de Aquino: "La celebración de la Santa Misa tiene tanto valor
como la muerte de Jesús en la Cruz".
Santa Teresa de Jesús: "Sin la Santa Misa, ¿qué sería de nosotros? Todos
aquí abajo pereceríamos ya que únicamente eso puede detener el brazo de
Dios. Sin ella, ciertamente que la Iglesia no duraría y el mundo estaría
perdido sin remedio".
San Alfonso de Ligorio: "El mismo Dios no puede hacer una acción más
sagrada y más grande que la celebración de una Santa Misa".
Padre Pío de Pietrecina: "Sería más fácil que el mundo sobreviviera sin el
sol, que sin la Santa misa "La Misa es infinita como Jesús... pregúntenle a
un Ángel lo que es la misa, y El les contestará, en verdad yo entiendo lo
que es y por qué se ofrece, mas sin embargo, no puedo entender cuánto
valor tiene. Un Ángel, mil Ángeles, todo el Cielo, saben esto y piensan así".
San Lorenzo Justino: "Nunca lengua humana puede enumerar los favores
que se correlacionan al Sacrificio de la Misa. El pecador se reconcilia con
Dios; el hombre justo se hace aún más recto; los pecados son borrados; los
vicios eliminados; la virtud y el mérito crecen, y las estratagemas del
demonio son frustradas.
San Felipe Neri: "Con oraciones pedimos gracia a Dios; en la Santa Misa
comprometemos a Dios a que nos las conceda”.
San Bernardo: "Uno obtiene más mérito asistiendo a una Santa Misa con
devoción, que repartiendo todo lo suyo a los pobres y viajando por todo el
mundo en peregrinación”.
San Buenaventura: "La Santa Misa es una obra de Dios en la que presenta
a nuestra vista todo el amor que nos tiene; en cierto modo es la síntesis, la
suma de todos los beneficios con que nos ha favorecido".
"Hay en la Santa Misa tantos misterios como gotas de agua en el mar, como
átomos de polvo en el aire y como ángeles en el cielo; no sé si jamás ha salido de
la mano del Altísimo misterio más profundo."
San Gregorio el Grande: "El sacrificio del altar será a nuestro favor
verdaderamente aceptable como nuestro sacrificio a Dios, cuando nos
presentamos como víctimas".
Cuando Santa Margarita María Alacoque asistía a la Santa Misa, al voltear
hacia el altar, nunca dejaba de mirar al Crucifijo y las velas encendidas. Por
qué? Lo hacía para imprimir en su mente y su corazón, dos cosas: El
Crucifijo le recordaba lo que Jesús había hecho por ella; las velas
encendidas le recordaban lo que ella debía hacer por Jesús, es decir,
sacrificarse consumirse por El y por las almas.
Práctica día 30. PAZ: En este tiempo no permitas que nada te turbe ni arrebate
la paz interior. Confía en la gracia divina proporcionada a cada circunstancia de tu
vida. Practica el santo abandono recordando que lo único que no se pasa es Dios.
Por consiguiente quien a Él se une conserva una tranquilidad inalterable.
DÍA 31
El ESPÍRITU SANTO
Paráclito.
El Espíritu de la verdad
Señor y dador de vida
Santificador.
La obra más maravillosa que el Espíritu Santo realiza es: La santificación de las
almas. Podemos decir: Padre Creador, Hijo redentor y Espíritu Santo Santificador.
Vemos que desde el principio el Santo Espíritu se movía sobre las aguas, esto es
un claro signo que en estos tiempos se moverá en nuestros corazones.
Para decir «espíritu» se usa aquí la palabra hebrea “Ruah” que significa «soplo» y
puede designar tanto el viento como la respiración. Por eso vemos en Génesis 2,7
Entonces «Yavé Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus
narices un aliento de vida, y existió el hombre con aliento y vida. »
Dios nos dio su Espíritu sopló sobre nosotros el aliento, nos dio la vida por lo tanto
estamos llamados a una vida sobrenatural. Estar en el mundo pero ser del mundo,
hay que ser más espirituales.
Con la llegada de la monarquía davídica, esta fuerza divina, que hasta entonces
se había manifestado de modo imprevisible e intermitente, alcanza cierta
estabilidad. Se puede comprobar en la consagración real de David, a propósito de
la cual dice la Escritura: «A partir de entonces, vino sobre David el espíritu de
Yahveh» (1 Samuel 16, 13).
Dice el Catecismo:” La vida moral de los cristianos está sostenida por los dones
del Espíritu Santo”. 1830. Estas son disposiciones permanentes que hacen al
hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo.
1831. Los siete dones del Espíritu Santo son: Sabiduría, Entendimiento, consejo,
fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Pertenecen en plenitud a Cristo.
Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen que
los fieles sean dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.
Ahora bien, a continuación daremos una definición específica de cada uno de los
dones del espíritu santo y lo que estos efectúan en los hombres:
Temor de Dios: Espíritu contrito ante Dios. Nos hace ser conscientes de las
culpas y del castigo divino, pero dentro de la fe en la misericordia divina.
Temor a ofender a Dios, humildemente reconociendo nuestra debilidad.
Sobre todo: temor filial, que es el amor de Dios: el alma se preocupa de no
disgustar a Dios, amado como Padre, de no ofenderlo en nada, de
"permanecer" y de crecer en la caridad (Juan 15, 4-7).
Después aparece otro pasaje Ezequiel 37: “La mano de Yahveh fue sobre mí y,
por su espíritu, Yahveh me sacó y me puso en medio de la vega, la cual estaba
llena de huesos. Me hizo pasar por entre ellos en todas las direcciones. Los
huesos eran muy numerosos por el suelo de la vega, y estaban completamente
secos. Me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán vivir estos huesos?» Yo dije: «Señor
Yahveh, tú lo sabes.» Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos. Les dirás:
Huesos secos, escuchad la palabra de Yahveh. Así dice el Señor Yahveh a estos
huesos: He aquí que yo voy a hacer entrar el espíritu en vosotros, y viviréis. Os
cubriré de nervios, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré de piel, os
infundiré espíritu y viviréis; y sabréis que yo soy Yahveh.» Yo profeticé como se
me había ordenado, y mientras yo profetizaba se produjo un ruido. Hubo un
estremecimiento, y los huesos se juntaron unos con otros. Miré y vi que estaban
recubiertos de nervios, la carne salía y la piel se extendía por encima, pero no
había espíritu en ellos. El me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre.
Dirás al espíritu: Así dice el Señor Yahveh: Ven, espíritu, de los cuatro vientos, y
sopla sobre estos muertos para que vivan.» Yo profeticé como se me había
ordenado, y el espíritu entró en ellos; revivieron y se incorporaron sobre sus pies:
era un enorme, inmenso ejército. Entonces me dijo: «Hijo de hombre, estos
huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo: Se han secado nuestros
huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, todo ha acabado para nosotros.
Por eso, profetiza. Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo abro
vuestras tumbas; os haré salir de vuestras tumbas, pueblo mío, y os llevaré de
nuevo al suelo de Israel. Sabréis que yo soy Yahveh cuando abra vuestras tumbas
y os haga salir de vuestras tumbas, pueblo mío. Infundiré mi espíritu en vosotros y
viviréis; os estableceré en vuestro suelo, y sabréis que yo, Yahveh, lo digo y lo
haga, oráculo de Yahveh.»
Es muy significativo este pasaje, nos damos cuenta cómo Dios compara a los
huesos secos con el pueblo de Israel. A razón de eso el nuevo pueblo de Dios es
la iglesia, por consiguiente el Espíritu Santo va a levantar nuestras flaquezas y
debilidades, nuestra falta de virtud. Cuantas veces no estamos como muertos,
cuantas veces nuestros pecados no nos dejan como unos huesos secos, sin vida
y esperanza.
Necesitamos de la ayuda de Dios, la fuerza que viene de lo alto, el Espíritu Santo
para que sople de los cuatro vientos, con toda su fuerza sobre nuestra vida y la
levante.
El Espíritu Santo preparó a María con su gracia. Convenía que fuese "llena
de gracia" la Madre de Aquel en quien "reside toda la plenitud de la
divinidad corporalmente" Ella fue concebida sin pecado, por pura gracia,
como la más humilde de todas las criaturas, la más capaz de acoger el don
inefable del Omnipotente.
Nuestra madre está llena de gracia, desbordante del Espíritu que hasta con un
saludo lo transmite. El Espíritu Santo obró en María sin obstáculos.
El Bautismo.
Una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los
Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba
sobre él. Al mismo tiempo se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi
Hijo, el Amado; éste es mi Elegido.»
Es interesante, al respecto, un texto de San Ireneo de Lión († 203) que,
comentando el bautismo en el Jordán, afirma: "El Espíritu Santo había prometido
por medio de los profetas que en los últimos días se derramaría sobre sus siervos
y sus siervas, para que profetizaran. Por esto él descendió sobre el Hijo de Dios,
que se hizo hijo del hombre, acostumbrándose juntamente con él a permanecer
con el género humano, a ‘descansar’ en medio de los hombres y a morar entre
aquellos que han sido creados por Dios, poniendo por obra en ellos la voluntad del
Padre y renovándolos de forma que se transformen de ‘hombre viejo’ en la
‘novedad’ de Cristo" (Adversus haer., III, 17, 1). El texto confirma que, desde los
primeros siglos, la Iglesia era consciente de la asociación entre Cristo y el Espíritu
Santo en la realización de la "nueva creación".
El mismo evangelista Juan lo dirá en su Primera carta: «Si alguno peca, tenemos
a uno que abogue (Parakletos) ante el Padre: a Jesucristo, el Justo » (1 Juan 2, l).
Pentecostés
Estos símbolos, el viento y las lenguas de fuego nos revelan los poderes que el
Espíritu Santo nos da: El viento es una fuerza invisible pero real. Así es el Espíritu
Santo. El fuego es un elemento que limpia. Por ejemplo, se prende fuego al
terreno para quitarle las malas hierbas y poder sembrar buenas semillas. En los
laboratorios médicos para purificar a los instrumentos se les prende fuego.
El Espíritu Santo con su fuerza invisible y poderosa habita en nosotros y nos
purifica de nuestro egoísmo para dejar paso al amor.
Nos da fuerza para anunciar con valentía a Cristo, nos damos cuenta cómo los
apóstoles estaban llenos de miedo durante la pascua, pero cuando llegó el
Espíritu el temor se le transformó en valentía.
Es interesante ver como San Pablo enfatiza la dimensión renovadora del Espíritu
Santo, el cual se presenta como la fuente de la vida nueva y eterna comunicada
por Jesús a su Iglesia.
En la primera carta a los Corintios observamos que Cristo, el nuevo Adán, por el
poder y virtud de su resurrección, se convirtió en «Espíritu que da vida» (1
Corintios 15, 45), es decir: su resurrección es fuerza que transforma y a su vez, es
principio de nueva vida para los creyentes. Cristo comunica esta vida
precisamente a través de la efusión del Espíritu Santo.
La vida de los creyentes ya no es una vida de esclavos bajo la Ley y la carne, sino
una vida de hijos, pues han recibido en su corazón al Espíritu del Hijo y pueden
exclamar: ¡Abbá, Padre! (cf. Gálatas 4, 5-7; Romanos 8, 14-16). Es una vida «en
Cristo Jesús» es decir, de pertenencia exclusiva a él y de incorporación a la
Iglesia. «En un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más
que un cuerpo» (1 Corintios 12, 13). El Espíritu Santo suscita la fe ( 1 Corintios 12,
3), en los corazones derrama la caridad ( Romanos 5, 5) y es el gran maestro que
nos enseña a orar, guía la oración de los cristianos (cf. Romanos 8, 26).
El Espíritu Santo, principio de nueva vida y de nuevo ser, nos lleva a operar
dinámicamente en la gracia: «Si vivimos según el Espíritu, obremos también
según el Espíritu» (Gálatas 5, 25). Esta nueva vida se contrapone a la de la
«carne», cuyos apetitos desordenados no agradan a Dios y encierran a la
persona a vivir esclavos de sus pasiones y de su ego (Romanos 8, 5-9). En
cambio, el cristiano, al abrirse al amor del Padre y el Hijo que es el Espíritu Santo,
puede gustar los frutos del Espíritu: amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad,
bondad, fidelidad... (Gálatas 5, 16-24).
A razón de esto, san Pablo asegura que ahora sólo poseemos una «prenda» o las
primicias del Espíritu (Romanos 8, 23; 2 Corintios 5, 5). En la resurrección final, el
Espíritu completará su obra de arte, realizando en los creyentes la plena
espiritualización de su cuerpo (1 Co 15, 43-44) e incluyendo, de alguna manera,
en la salvación al universo entero (cf. Romanos 8, 20-22).
Del Catecismo:
Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo
como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce:
‘caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre,
fidelidad, modestia, continencia, castidad’ (Gálatas 5,22-23). 1832
“
A. El Amor:
B. El Gozo:
C. La Paz:
D. La Paciencia:
E. La Benignidad:
F. La Bondad:
G. La Fe:
I. La Templanza:
(http://www.sitiodeesperanza.com/2010/06/los-frutos-del-espiritu-santo.html)
DÍA 32
HISTORIA DE LA SALVACIÓN.
16. Pablo, pues, se levantó, hizo señal con la mano pidiendo silencio y dijo: «Hijos de Israel y
todos ustedes que temen a Dios, escuchen:
17. El Dios de Israel, nuestro pueblo, eligió a nuestros padres. Hizo que el pueblo se multiplicara
durante su permanencia en Egipto, los sacó de allí con hechos poderosos,
19. Luego destruyó siete naciones en la tierra de Canaán y les dio su territorio en herencia.
20. Durante unos cuatrocientos cincuenta años les dio jueces, hasta el profeta Samuel.
21. Entonces pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, que
reinó cuarenta años.
22. Pero después Dios lo rechazó y les dio a David, de quien dio este testimonio: Encontré a
David, hijo de Jesé, un hombre a mi gusto, que llevará a cabo mis planes.
23. Ahora bien, Dios ha cumplido su promesa: ha hecho surgir de la familia de David un salvador
para Israel, ese es Jesús.
24. Antes de que se manifestara, Juan había predicado a todo el pueblo de Israel un bautismo de
conversión.
25. Y cuando estaba para terminar su carrera, Juan declaró: «Yo no soy el que ustedes piensan,
pero detrás de mí viene otro al que yo no soy digno de desatarle la sandalia.»
26. Hermanos israelitas, hijos y descendientes de Abrahán, y también ustedes los que temen a
Dios, a todos nosotros se nos ha dirigido este mensaje de salvación.
27. Es un hecho que los habitantes de Jerusalén y sus jefes no lo reconocieron, sino que lo
procesaron, cumpliendo con esto las palabras de los profetas que se leen todos los sábados.
28. Aunque no encontraron en él ningún motivo para condenarlo a muerte, pidieron a Pilato que
fuera ejecutado.
29. Y cuando cumplieron todo lo que sobre él estaba escrito, lo bajaron de la cruz y lo pusieron
en un sepulcro.
31. Durante muchos días se apareció a los que habían subido con él desde Galilea a Jerusalén, y
que habían de ser sus testigos ante el pueblo.
32. Nosotros mismos les traemos ahora la promesa que Dios hizo a nuestros padres,
33. y que cumplió para nosotros, sus hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en el Salmo: Tú
eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.
34. Dios lo resucitó de entre los muertos, y no volverá a conocer muerte ni corrupción. Pues así
lo dijo: Les daré las cosas santas, las realidades verdaderas que reservaba para David.
35. Asimismo está dicho en otro lugar: No permitirás que tu santo experimente la corrupción.
36. Bien saben que David, después de haber servido durante su vida a los designios de Dios,
murió, se reunió con sus padres y experimentó la corrupción.
37. Otro, pues, es el que no sufre la corrupción, y ese es Jesús, al que Dios resucitó.
38. Sepan, pues, hermanos, cuál es la promesa: por su intermedio ustedes recibirán el perdón de
los pecados y de todas esas cosas de las cuales buscaron en vano ser liberados por la Ley de
Moisés.
40. Tengan, pues, cuidado de que no les ocurra lo que dijeron los profetas:
41. Atiendan ustedes, gente engreída, asómbrense y desaparezcan. Porque voy a realizar en sus
días una obra tal, que si se la contaran, no la creerían.»
42. Al salir Pablo y Bernabé de la sinagoga, les rogaban que de nuevo les volvieran a hablar de
este tema el sábado siguiente.
Muchas veces nos preguntamos: ¿Por qué y para qué nos creó Dios? ¿Cuál ha
sido la historia del hombre? ¿Cómo ha actuado Dios con los hombres a lo largo de
esta historia? ¿Qué es lo que creemos los católicos? El Catecismo de la Iglesia
Católica nos da la respuesta a todas estas preguntas. La respuesta es, la Historia
de la salvación.
La Historia de la Salvación, se entiende como la entrada de Dios en nuestra
historia humana y en nuestra vida. Es Dios que viene para conducir a todo hombre
a su fin último, a darle sentido y plenitud, y llevarlo definitivamente a su objetivo
salvífico, que es el Reino de Dios.
La enseñanza más importante que da el Señor en cada página, es que Dios viene
a reinar y que interviene con su poder en la historia del hombre, siguiendo un plan
un proyecto determinado, desde la creación hasta el final de los tiempos.
La historia de la salvación es la historia más hermosa y consoladora que jamás
hemos escuchado. Muchas veces nos divierten historias, algunas son ficticias;
perdemos el tiempo viendo novelas e historias absurdas, y hasta se llora con el
final de novelas y películas que nunca han ocurrido en la vida real. Existen
personas “maduras” que todavía se creen cenicienta o blanca nieves. Suena
patético que nos interesen más estas historias que la historia de la salvación, en la
que estábamos perdidos y fuimos rescatados por el Mesías salvador Jesucristo.
En definitiva la historia que más nos debe interesar y por la cual deberíamos de
emocionarnos al extremo es por la historia de la salvación. Porque no es la historia
de algunos, es tu historia.
Jacob Y Esaú
Ellos son los hijos de Isaac. A Esaú le correspondía el derecho de la
primogenitura: pero se la vendió a su hermano Jacob, despreciándola por un plato
de lentejas.
Esto quiere decir que Dios nos ofrece un plan de salvación y muchas veces se
desprecia por los placeres del mundo.
Jacob hijo de Isaac, representa la figura del nuevo pueblo de Dios, su nombre fue
cambiado por Israel, él es el padre de las doce tribus, y de ellas se conformará el
pueblo elegido.
Jueces
El pueblo elegido ingresa a la tierra prometida, pero no todo es alentador, tienen
que luchar contra muchos pueblos allí establecidos, Dios bendice pero también
hay que poner de nuestro parte.
Ningún juez llegó a ser jefe supremo porque su función no es lograr la unidad sino
solventar un problema puntual: la unificación definitiva habrá de esperar a los
Reyes.
Los Reyes
La historia de la monarquía es una constante fidelidad al pacto de Dios con Israel,
los ciclos de Saúl; David y Salomón marcan una época fuerte y dorada para la
memoria del pueblo elegido.
El pueblo de Dios quiere un rey, así como los demás pueblos, esto en cierta
medida significa el rechazo de Dios como su rey. En definitiva Dios accede
respetando la libertad de los hombres y les concede un rey, Saúl. Esto traerá sus
consecuencias.
Esta actitud en muchas circunstancias se refleja en nosotros, le queremos quitar el
trono a Dios, muchas veces se rechaza a Dios y se deja como a un “don nadie”.
Siguiendo con el relato, el rey Saúl desobedeció a Dios y fue rechazado. Después
Dios mandó a Samuel a ungir a David, el cual ingreso a la corte del rey como
músico.
A la muerte de Saúl, David fue proclamado rey, y aquí comienza la época dorada
de Israel. Se consolida el Reino, todos los enemigos fueron derrotados, se
traslada el Arca de la Alianza y Jerusalén se convierte en la capital y centro del
culto. Jerusalén la ciudad sagrada, símbolo de la patria celestial.
¿Tu fe está tan fuerte como las murallas de Jerusalén? ¿Será que fortalecemos
día a día nuestras murallas que son las virtudes? O no tenemos murallas y
dejamos que nuestros enemigos del alma nos invadan y se lleven nuestras
bendiciones.
A razón de esto, Dios le hace una promesa a David: consolidar su trono para
siempre: “Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo
de todos sus enemigos de alrededor, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo habito
en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña».
Natán respondió al rey: «Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor
está contigo». Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en
estos términos: «Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el
que me va a edificar una casa para que yo la habite? Desde el día en que hice
subir de Egipto a los israelitas hasta el día de hoy, nunca habité en una casa, sino
que iba de un lado a otro, en una carpa que me servía de morada. Y mientras
caminaba entre los israelitas, ¿acaso le dije a uno solo de los jefes de Israel, a los
que mandé apacentar a mi Pueblo: «¿Por qué no me han edificado una casa de
cedro?». Y ahora, esto es lo que le dirás a mi servidor David: Así habla el Señor
de los ejércitos: Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para
que fueras el jefe de mi pueblo Israel. Estuve contigo dondequiera que fuiste y
exterminé a todos tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan
grande como el de los grandes de la tierra. Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y
lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, ni los
malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, desde el día en que
establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz, librándote de todos
tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él mismo te hará una casa. Sí,
cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres,
yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus
entrañas, y afianzaré su realeza. El edificará una casa para mi Nombre, y yo
afianzaré para siempre su trono real. Seré un padre para él, y él será para mí un
hijo. Si comete una falta, lo corregiré con varas y golpes, como lo hacen los
hombres. Pero mi fidelidad no se retirará de él, como se la retiré a Saúl, al que
aparté de tu presencia. Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y su
trono será estable para siempre». (2 Samuel 7, 1-16)
DÍA 33
LA RESURRECCIÓN.
1. Pasado el sábado, al aclarar el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra
María a visitar el sepulcro.
2. De repente se produjo un violento temblor: el Ángel del Señor bajó del cielo, se dirigió al
sepulcro, hizo rodar la piedra de la entrada y se sentó sobre ella.
5. El Ángel dijo a las mujeres: «Ustedes no tienen por qué temer. Yo sé que buscan a Jesús,
que fue crucificado.
6. No está aquí, pues ha resucitado, tal como lo había anunciado. Vengan a ver el lugar donde
lo habían puesto,
7. pero vuelvan en seguida y digan a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos y ya se
les adelanta camino a Galilea. Allí lo verán ustedes. Con esto ya se lo dije todo.»
8. Ellas se fueron al instante del sepulcro, con temor, pero con una alegría inmensa a la vez, y
corrieron a llevar la noticia a los discípulos.
9. En eso Jesús les salió al encuentro en el camino y les dijo: «Paz a ustedes.» Las mujeres se
acercaron, se abrazaron a sus pies y lo adoraron.
10. Jesús les dijo en seguida: «No tengan miedo. Vayan ahora y digan a mis hermanos que se
dirijan a Galilea. Allí me verán.»
11. Mientras las mujeres iban, unos guardias corrieron a la ciudad y contaron a los jefes de los
sacerdotes todo lo que había pasado.
12. Estos se reunieron con las autoridades judías y acordaron dar a los soldados una buena
cantidad de dinero
13. para que dijeran: «Los discípulos de Jesús vinieron de noche y, como estábamos dormidos,
se robaron el cuerpo.
14. Si esto llega a oídos de Pilatos, nosotros lo arreglaremos para que no tengan problemas.» Los
soldados recibieron el dinero e hicieron como les habían dicho.
15. De ahí salió la mentira que ha corrido entre los judíos hasta el día de hoy.
16. Por su parte, los Once discípulos partieron para Galilea, al monte que Jesús les había
indicado.
17. Cuando vieron a Jesús, se postraron ante él, aunque algunos todavía dudaban.
18. Jesús se acercó y les habló así: «Me ha sido dada toda autoridad en el Cielo y en la tierra.
19. Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el Nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
20. y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estaré con ustedes
todos los días hasta el fin del mundo.»
“Si Cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe” (1
Corintios 15, 17) Así escribía Pablo de Tarso hacia el año 55 a un grupo de
cristianos de Corinto. Si Cristo realmente no ha resucitado, la Iglesia se debe
callar porque no puede anunciar ninguna Buena Noticia de salvación para
nadie. Toda nuestra fe queda vacía de sentido. No tenemos ninguna esperanza
verdaderamente definitiva para aportar a ningún hombre. Solo la resurrección
de Jesús fundamenta y da sentido a nuestra fe cristiana.
La expresión que emplean con más insistencia indica que Jesús, el cual se
ocultaba tras el misterio su muerte, se deja ver, se hace visible, se vuelve a
encontrar con los suyos. Es un encuentro cuya iniciativa no está en los
discípulos sino en Jesús. Es el mismo Jesús vivo el que interviene en sus vidas,
se les hace presente y se les muestra lleno de vida, obligándoles a salir de su
desconcierto e incredulidad.
San Pablo llama a su experiencia “gracia”, regalo de Dios (1 Corintios 15, 10) y
cuando la describe, dice “ha sido alcanzado por Cristo Jesús” (Filipenses 3,12) y
que “ha descubierto el poder de su resurrección” (Filipenses 3, 10). Por
consiguiente, cuando los creyentes tratan de presentar esta experiencia de
manera narrativa, la describen con una gran variedad: Jesús resucitado les
saluda, les da la paz, los bendice, los llama, les enseña, los consuela, los envía a
una gran misión, Es decir, el encuentro con el Resucitado los ha escogido, los ha
transformado y ha puesto en marcha la fe de la pequeña comunidad.
La experiencia del resucitado nos lleva a una vida comunitaria, en el que se vive
la unidad en el Espíritu Santo, que es el Espíritu del resucitado.
El texto dice que todos los días se reunían en el templo, eso quiere decir
que una comunidad debe ser eucarística, esto garantiza la solidez y el
crecimiento en santidad.
“La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie
consideraba como propios sus bienes, sino que todo lo tenían en común.”
También dice que tenían un mismo espíritu, eso indica que la unidad con
la iglesia es fundamental para ser mejores. El mismo espíritu identifica el
carisma, el cual debe ser cuidado y mantenido. La unidad es importante,
las divisiones son producto de la soberbia.
El Señor no solo vive ahora para los hombres, sino entre los hombres. Los
discípulos viven animados por la presencia viva del Resucitado (Lucas 24, 13-35).
Cuando hablan del Resucitado no están hablando de un personaje del pasado,
sino de alguien vivo que anima, vivifica y llena con su espíritu y su fuerza a la
comunidad creyente. “Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin
del mundo” (Mateo 28, 20).
“Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá. Y todo
el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees tú esto?” (Juan 11, 25).
ÍNDICE.
Introducción
Motivación
1. El Mundo
2. La Verdad os hará libres
3. La Concupiscencia de la carne.
4. El peligro de las Riquezas.
5. Soberbia Orgullo y Vanidad
6. La Conversión.
7. La Oración.
8. Postrimerías 1.
9. Postrimerías 2.
10. Ángeles y demonios.
11. La Nueva Era.
12. Apologética.
2 Capítulo. Conocimiento de sí mismo.
Bibliografía.