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A tan solo 4.

5km de la vía principal por la entrada Santiamen y subiendo por el lado del
condominio Sikasue, se encuentran Las Moyas, piedras gigantes rodeadas de grandes frailejones
y vegetación nativa de páramo.

Como vigilantes, estas colosas miran desde la cúspide su territorio: La Calera y Bogotá. Observan
celosas cómo los hermanos menores afectan el terrotorio, ya sea por desconocimiento o por
ambición. Para conocer este terrotorio, La Corporación Bagüe realizó una visita en compañía de
un Mamo (sabio, anciano) Wiwa y algunos de su comunidad, dando a conocer la importancia de
este territorio para los Muiscas, y por tanto, para la comunidad actual.

Hay un gran tesoro bajo estas piedras, tierra que mana agua y fluye creando una única conexión
entre siete lagunas, entre las cuales están las cinco lagunas sagradas de los Muiscas. Es decir, la
laguna de Tota, Iguaque, Siecha, Guatavita, Teusacá (El Verjón), Guasca y Ubaque son parte de una
sola agua, un todo.

El territorio de las Moyas tiene forma cónica, explicación que da el Mamo y se asocia a un chupo,
un pezón de teta, donde nace y fluye el agua y alimenta a todos quienes habitan el territorio. Es
agua fluye debajo de la cordillera, lagunas mayores (las que no se ven) conectando las lagunas
menores (las que se ven).

La importancia de este territorio radica es en que es una matriz de territorio, que desde la
concepción Wiwa significa madre de lagunas, donde se vuelve al origen. Este lugar tiene
equivalencia energética a Fatativa la plaza de gobierno de Bogotá, y con Farfacá en Boyacá. Son
tres lugares que están conectados, como fuente de vida.

A manera de metáfora, los wiwas consideran que nosotros somos ahuyama, los hijos son el frijol y
el maiz es la semilla que todos tenemos dentro. Y justamente el territorio se alimenta de semillas,
así que hay una conexión muy fuerte entre el territorio y el cuerpo.

Las mujeres son como una laguna menor, sus vientres son lagunas, pues son creadoras de vida.
Por tanto, si la mujer y el hombre cuidan la laguna, está cuidando la tierra, pero si lo dañan, estará
dañando el territorio. El equilibrio del territorio es la energía seminal, tanto de hombre como de
mujer; mientras el ser humano haga un correcto uso de su energia sexual, el territorio estará
equilibrado.

Por eso, se requiere un principio del buen vivir, que es comer bien, alimentarse bien; ya que la
mala comida y el trago sobrecarga al ser humano de energia sexual y no es capaz de procesarla,
alli es de donde surge el desenfreno sexual y como consecuencia, el desequilibrio del territorio.

Es así que dada la importancia del territorio de las Moyas, se hace necesario cuidarlo, protegerlo,
hacerlo parte vital de nuestra existencia. De un lado, como habitantes de este territorio, procurar
su cuidado físico; y de otro como habitantes del planeta, que convivimos con la naturaleza y por
medio de un buen vivir, garantizamos la coexistecia de todos.

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