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antropología urbana
María Cátedra
Paisajes de antropología urbana
Colección
Ciencias Sociales y
Humanidades, 6
Para Amparo Pesquera Tomás
Paisajes de antropología urbana
María Cátedra
2012
CÁTEDRA, María
Paisajes de antropología urbana / María Cátedra. – [Cuenca, etc] : Genueve Edi-
ciones, 2012.
296 p.; 24 cm. – (Ciencias Sociales y Humanidades ; 6)
ISBN 978-84-940186-2-6
1. Antropología cultural y social. 2. Usos y costumbres. 3. Historia. 4. Ávila. I. Tí-
tulo. II. Serie.
39 (460.189 A.)
94 (460.189 A.)
JHMC – IBIC 1.1
1DSEH – IBIC 1.1
Consejo científico
Antonio Aparicio Pérez Isidoro Reguera
Mª Begoña Arrúe Ugarte Juan Ignacio Palacio Morena
Jaume Roselló Manuel Suárez Cortina
Leonardo Romero Tobar
I.S.B.N.: 978-84-940186-2-6
Composición e impresión: Compobell, S.L.
Introducción ....................................................................................................... 09
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Introducción
1 Comencé mi trabajo de campo de forma irregular una fría mañana de enero de 1987 y
viví permanentemente en la ciudad desde junio de 1987 hasta septiembre de 1988. Sin
embargo, intermitentemente he seguido yendo a la ciudad y obteniendo datos concretos
hasta muy recientemente.
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2 Donde permanecí algo menos de año y medio entre 2000-2002 (del 8 de octubre de 2000
a 30 de agosto de 2001, de 1 de marzo de 2002 a 10 de julio de 2002). En la actualidad
realizo trabajo de campo en Évora desde octubre de 2011.
3 Sobre la comparación de ambas mitologías véase Cátedra 1999, 2000, 2004b, Cátedra
(ed.) 2001. Sobre la de Évora 2003a y 2003b.
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Introducción
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nada por José Luis Jiménez y Jesús María Sanchidrián con sus magní-
ficas fotografías enriquecen el texto. Agradezco a Javier Moreno Luzón
su constancia e interés para publicar este texto y los comentarios de dos
anónimos evaluadores. Un texto que dedico a mi prima Amparo por su
cariño y solidaridad en los buenos y los malos momentos.
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1. Clío y la antropología
4 Este ensayo ha sido cuidadosamente leído y revisado por mi colega y amigo el histo-
riador Serafín de Tapia quien ha mejorado este texto y matizado algunas de mis más
osadas afirmaciones (aunque otras, me temo, aún persisten). Nuestra relación intelec-
tual es, para mí, el mejor ejemplo de colaboración e interdisciplinariedad entre ambas
disciplinas. Una primera versión de este apartado ha sido publicado en un trabajo más
extenso (Cátedra 2004a). Agradezco a Juan Villarías su amable invitación a presentar
estos datos en su día en el CSIC.
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Clío y la antropología
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5 Todavía de vez en cuando aparecen algunos de esos estereotipos por ambas partes. Un
ejemplo reciente desde la historia es el de Jon Mitchell (1997). Según él la antropología
y la historia representan proyectos distintos, con diferentes metodologías e identidades
opuestas. Hay tres falacias en la antropología: el presentismo (se asume el valor del
estudio sincrónico), centrismo (exploración de lo local solo en términos de lo nacional
e internacional) y abstracción (tendencia a explicar procesos socio-culturales solo en
términos de asunciones teóricas). Según este autor, hay que hacer más investigación
orientada a la práctica, no solo a la teoría. Este caso contrasta con historiadores sensibles
a la antropología, como por ejemplo Tapia (1991) y James Amelang (1986) y antropólogos
con sensibilidad por la historia como Susan Tax Freeman (1979) y William Christian
(1997), quienes han trabajado sobre temas ibéricos.
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Clío y la antropología
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Clío y la antropología
6 Según Peter Burke (2006), a quien sigo especialmente en estas líneas para dar una pa-
norámica de la historia cultural. Algunas de esta deudas intelectuales son Franz Boas,
Marcel Mauss y Mary Douglas en A. Gurevich, Antthony Blok, M. Biagioli y Natalie
Davis; Evans-Pritchard en Keith Thomas; Claude Lèvi-Strauss en E. Le Goff, E. Le Roy
Ladurie, y J. Lotman; Cliford Geertz, Victor Turner y Erving Goffman en G. Dening,
R. Darnton y R. Isaac. Geertz especialmente ha influenciado a muy diversos historiado-
res como Carlo Ginzburg, D. Roche, E. Le Roy Ladurie, Davis y Hunt y Medick. La
obra de Caroline Bynum también se ha inspirado en Mary Douglas, Jack Goody y Victor
Turner. Por supuesto hay otros pensadores desde otras disciplinas (filósofos, sociólogos,
politólogos…) que marcan la historia de esos años.
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Clío y la antropología
7 Ello no supone una recepción acrítica de la teoría antropológica por parte de los historia-
dores. Hay controversias y reservas, y no solo de empiristas tradicionales, sobre el propio
concepto de cultura, tradición o cultura popular. Una de ellas la de E. Thompson («The
poverty of theory») en 1978. Se critica la concepción tradicional de la cultura como «un
mundo concreto y acotado de creencias y prácticas» puesto que las culturas son escenarios
de conflictos y se hallan solo «débilmente integradas» (Sewell 1990 citado en Burke 2006:
96). También se cuestiona la diferencia de la cultura como texto entre ambas disciplinas,
o los distintos usos del concepto de ritual. Véase Bonnel y Hunt 1999.
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9 Estoy segura de que estas líneas son polémicas. El desenfado con que algunos antropólo-
gos nos referimos a la historia denota poca familiaridad con las nuevas ideas y corrientes
de la historiografía actual. En el otro lado sucede algo similar, como el propio Schorske
y sus comentarios en relación a la a-historicidad de la antropología, algo que, como he
tratado de indicar, pertenece al pasado. Concuerdo con Tapia en que hoy día los historia-
dores no solo describen sino que además explican, duplican análisis de estudios históricos
(como por ejemplo, la ingente producción en torno a la revolución francesa o la guerra
civil española) y no solo estudian el cambio sino la continuidad. Véanse sus interesantes
propuestas metodológicas en relación a la investigación de los moriscos que son básicas
para cualquier investigación social (superación del positivismo, el estudio de un grupo de
manera aislada fuera de su contexto, el planteamiento del status de las fuentes utilizadas y
la necesidad de utilizar métodos desarrollados por disciplinas cercanas como la antropo-
logía social). El autor indica concretamente «…las fuentes en realidad son una construcción
epistemológica del historiador (…) somos nosotros, los historiadores, quienes diseñando los obje-
tivos y referencias metodológicas recreamos… inventamos las fuentes de nuestro propio trabajo»
(Tapia 1999: 203-4)
10 Según el Padrón de habitantes del Ayuntamiento (2011). Al iniciar mi investigación tenía
alrededor de 50 000.
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Clío y la antropología
11 En el año 2001 recuperó la clásica denominación de Mercado Chico. Ese mismo año
cambiaron también otras calles. (José Antonio pasó a llamarse Paseo de la Estación;
Onésimo Redondo que cambió por la Calle del Ferrocarril y Generalísimo que fue sus-
tituido por Don Gerónimo).
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2. La procesión va por dentro:
Semana Santa y ciudad
Los actos exteriores, ejecutados con dignidad y compostura, aumentan los ac-
tos interiores, despiertan sentimientos piadosos y santos afectos, ayudan al alma
a elevarse al Creador y las cosas celestiales, y a hacer buenas obras.
Liturgia
Los días más sagrados, Jueves, Viernes y Sábado Santo, tiene lugar
en el Casino una de las actividades aparentemente menos sagradas, «los
borregos», es decir, el juego de azar, naipes y dados. Los abulenses han per-
dido en muchas ocasiones, y ganado en otras menos numerosas, algunas
fortunas. Parece que en algún caso un «penitente» se ha llegado a jugar
a su propia esposa.
Diario de campo 1987
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Las procesiones son «Plegarias solemnes que hace el pueblo fiel guiado por
el clero, yendo en orden de un lugar sagrado a otro para excitar la piedad de
los fieles, para recordar los beneficios de Dios y darle gracias por ellos; y para
implorar la ayuda divina».
Canon 1290
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La procesión va por dentro: Semana Santa y ciudad
12 Este ensayo fue preparado originalmente para una conferencia del Curso dirigido por
Luis Díaz Viana Visión antropológica de la Semana Santa organizado por la UIMP y la
Universidad de Castilla-La Mancha que tuvo lugar en Cuenca del 27 al 29 de marzo de
1989. Preparé la conferencia durante una tranquila Semana Santa en un cortijo de Ronda
donde fui invitada por Julian Pitt-Rivers, quien preparaba a su vez su propia conferencia
al mismo curso. Agradezco esta invitación de Luis y dedico este recuerdo a Julian, que
ya no está entre nosotros. He vuelto a retomar el tema quince años después para impartir
una charla en el ciclo organizado por la Universidad de Castilla-La Mancha dentro de
la licenciatura de Antropología Social. Agradezco a M. Cornejo y a J. García Bressó su
amable invitación. Tras este tiempo he tratado de poner al día los datos de la Semana
Santa que obviamente han cambiado en este largo período, pero he preferido conservar
el análisis original de 1989. Aunque incorporo algunos datos en el texto, la mayor parte
de los cambios vienen en notas a pie de página.
13 Y no solo en 1952. Una idea similar se aprecia en 1994, en el texto del padre F. de las
Heras quien se refiere a los visitantes «que pudieran sentirse atraídos por compartir con
los abulenses el sentido cristiano de estas fechas dentro de un marco acogedor y recoleto a
la vez, pero con una visión digna de los misterios tradicionales, celebrados con el carácter
significativo y severo, propio de la tierra castellana» (1994: 79).
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Voy a intentar llegar al «goce del espíritu» como indica don Ferreol
Hernández, el autor de estas líneas, a través del goce de los sentidos,
puesto que esta es la manera en que trabaja el antropólogo, aunque este
goce sea, para algunos, modesto y humilde. Y empezaré además hablan-
do del contexto específico, el espacio y el tiempo de esta pequeña ciudad
castellana en la que tiene lugar la Semana Santa con la que, (y vuelvo otra
vez a citar):
14 De un año a otro las procesiones cambian de día, itinerario o composición. Me ciño a es-
tos dos años que seguí con cierta intensidad y donde se produjo un nuevo «renacimiento»
de estos rituales.
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–«es muy maja» dicen– y les gusta, aunque el obispo ha comentado que
«desmerece»15.
TRAYECTO: El sábado y sin procesión sale de su sede en San An-
tonio para dormir en la Catedral (suele hacer el trayecto en automóvil) de
donde saldrá al día siguiente a las 11.30 de la mañana tras la bendición
de ramos y misa presidida por el señor obispo. El domingo en procesión:
sale de la catedral, recorre el centro clásico y se dirige directamente a la
barriada de San Antonio16. (Véase mapa B)
Lunes Santo
2. Procesión de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli organizada por la
archicofradía del mismo nombre con sede en San Antonio. La talla es de
1947, copia de la de Madrid.
La archicofradía se fundó al mismo tiempo en que empieza a crearse
la propia barriada, La Cacharra, nacida del ensanche en torno a la calle
Valladolid y estación de Ferrocarriles. En 1956 colaboraron en la pro
cesión la Orden Tercera Franciscana, la Juventud Antoniana y la cofradía
de ferroviarios de San Antonio (el convento es el más cercano a la esta-
ción). En ese mismo año de 1956 salió, además de la talla de Medinaceli,
el paso del Calvario (1946), la Virgen del Mayor Dolor (1947) y la Virgen
de las Lágrimas (1950). Sin embargo después la cofradía dejará de salir
durante muchos años.
En 1988 la formaban empleados y funcionarios de clase media cobran-
do nueva vida, y creciendo como el propio barrio. Ese año salieron 95 en-
capuchados y en 1989, unos 30 más, de los 150 cofrades de cuota que tenía
este último año. Muchos de estos eran mujeres trabajadoras y amas de
15 Quizá por ello en el 2010 se ha restaurado tras una cuestación en la parroquia de San
Antonio. Se incorporó hace unos años a la procesión una pequeña talla de la Virgen de
los Infantes. Desde la declaración de Interés Turístico Nacional en 2005 crece la asisten-
cia. En total en 2010 en las 14 procesiones de la Semana Santa se indica salieron 6000
nazarenos frente a los 1300 de 2004 (Jiménez 2010).
16 Catedral, San Segundo, Mercado Grande, Duque de Alba, Plaza de Santa Ana, Paseo
de la Estación (antes José Antonio), Calle del Ferrocarril (antes Onésimo Redondo),
Convento de San Antonio.
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La procesión va por dentro: Semana Santa y ciudad
Lunes Santo. Procesión de la Ilusión. Ilustre Patronato de la Santísima Trinidad de Ntra. Sra.
de las Vacas. Año 2010. (Foto J. M. J. Sanchidrián).
17 En 2004 salen 1300 nazarenos, lo que indica el crecimiento de la barriada. Cambia el día
(martes) y el trayecto adentrándose en la parte norte de la muralla e incorpora las tallas
de San Pedro Llorando (siglo xv), Nazareno del Perdón (1991) y Cristo Yaciente (1942).
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Martes Santo
3. Procesión de Nuestra Señora de la Esperanza, de la hermandad de
Nuestra Señora de la Esperanza (Agentes Comerciales o representantes).
La imagen, de 1954, está en la parroquia de San Juan (la zona comercial
tradicional intramuros).
Martes Santo. Procesión de Medinaceli. Archicofradía de la Real Esclavitud del Nuestro Pa-
dre Jesús Nazareno. «Medianceli». Paso por la Ronda de la Muralla. Año 2010. (Foto J. M. J.
Sanchidrián).
18 Catedral, San Segundo, Avenida de Portugal, Paseo del Dos de Mayo, Arévalo, Isaac
Peral, Duque de Alba, Comandante Albarrán, Plaza de Santa Teresa, Don Gerónimo
(antes Generalísimo), Alemania, Plaza de la Catedral.
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Miércoles Santo
4. Procesión del Silencio. Pasos: Nuestra Señora de las Angustias y
Cristo de la Agonía. Organizada por la cofradía de Nuestra Señora de las
Angustias con sede en San Nicolás.
Miércoles Santo. Procesión del Silencio. Cofradía de Ntra. Srta. de las Angustias. Año 2011.
(Foto J. M. J. Sanchidrián).
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20 Plaza de San Nicolás, carretera de Burgohondo, Rollo, Damas, bajada de Sonsoles, Fran-
cisco Gallego, Plaza de Santa Teresa, Don Gerónimo (antes Generalísimo) y Plaza del
teniente Arévalo. En 1988 recorrieron también Caballeros, Reyes Católicos, Catedral y
San Segundo. En 2004 desfilan 460 nazarenos.
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La procesión va por dentro: Semana Santa y ciudad
Miércoles Santo. Procesión del Santísimo Cristo de las Batallas. Hermandad del Santísimo
Cristo de las Batallas. Año 2011. (Foto J. M. J. Sanchidrián).
21 En 2004 salen 350 nazarenos de los 470 hermanos en la procesión de las 23 h. Se adentra
por la catedral.
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Jueves Santo
6. Procesión de los Pasos. Santa Cruz (siglo xvi), Cena (1919), Ora-
ción del Huerto (1612, 1952), Prendimiento (1910), Caída (1910), Santa
Faz, Tercera Palabra y Santísimo Cristo de los Ajusticiados (siglo xvi).
Organizada por el ilustre patronato de la Santa Vera Cruz.
El patronato es uno de los más antiguos, fundado en 1536 y en su ori-
gen compuesto por muchos artesanos (cardadores, molineros, mercaderes,
carpinteros, curtidores, zapateros) que entraban en la hermandad previo
reconocimiento físico, ya que los enfermos no eran admitidos (J. Mayoral
1935), aunque más tarde tuvo otra composición más elitista. Entre sus
fines estaba el de asistir a los presos de la cárcel y especialmente a los ajus-
ticiados. El reglamento de 1958 recogía como objeto preferente el «asistir a
los condenados a la última pena» mientras estaban en capilla. Hasta 1957
al menos salían encapuchados el «Jueves de la Cena», recorriendo diferen-
tes iglesias con subasta de pasos entre personas que se encargaban de los
gastos del mismo y su traslado. La Vera Cruz es una cruz de madera con
reliquias, alguna de las cuales se supone es un lignum crucis autentificado.
En 1988 la cruz estaba muy deteriorada y semi-abandonada en la ermita
del Humilladero, su sede, que amenazaba ruina, pero antes debió tener
su importancia ya que salía solemnemente el día 3 de mayo en la fiesta
de la Cruz. La ermita en los años ochenta era una pequeña construcción
cuya fachada estaba decorada con cráneos y con una talla muy realista e
impresionante del Cristo de los Ajusticiados, visible desde la carretera de
Madrid; en los noventa sufrió una remodelación considerable. La ermita
pertenece a San Vicente, pero recibe de los fieles limosnas en un cepillo;
22 Plaza de Santa Teresa, Arco del Alcázar, Don Gerónimo (antes Generalísimo), Alema-
nia, Plaza de la Catedral, Arco del Peso de la Harina, San Segundo, Avda. de Portugal,
Dos de Mayo, Duque de Alba, Comandante Albarrán, Plaza de Santa Teresa.
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23 En las cofradías siempre hay una «señora rica» que regala tallas o cubre otras necesidades,
si bien parece que en este caso fue un señor, Eugenio Alonso Cuesta, quien en 1931 dona
a la catedral tres tronos replicas de Salzillo, procedentes de la iglesia de San Millán. En
1944 se incorpora la Dolorosa y en 1947 el Calvario, que sufraga la Juventud Católica
Antoniana.
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Viernes santo
7. Viacrucis. Paso: Cristo de los Ajusticiados. Organizado por el ilustre
patronato de la Vera Cruz y delegación diocesana de la Juventud.
Se dice también que antes el Viacrucis se realizaba por dentro de la
ciudad pero se prohibió porque la gente no dormía debido a que los cantos
despertaban a todo el mundo. Salen desde 1935 y fue creado por los jóve-
nes de Acción Católica. Antes se guardaba una estricta separación entre
hombres y mujeres –ahora «están todos liados», se me indica–. En 1953
solicitaron un acto de perdón por el que se liberaba a un preso de la cárcel
que acompañaba a la procesión. A partir de este año la procesión recorre
todo el perímetro de las murallas.
Inicia su recorrido a las 5:30 de la madrugada desde la catedral. Se
indica en los programas «Ayuno y abstinencia», algo quizá difícil para
ciertos colectivos, especialmente los jóvenes, su mayor contingente (pro-
bablemente un ochenta por ciento de los asistentes), quienes o beben o
desayunan el clásico chocolate con churros y en algunos casos no terminan
la procesión, perdiéndose por el camino.
Trayecto atípico como la hora en que tiene lugar, recorrido alrededor
de las murallas desde la catedral.
Sermón de las Siete Palabras, poco concurrido, lo realiza un invitado
que propone el obispo, se le paga «a regañadientes» una cantidad entre
40 000 y 60 000 pesetas de 1988. Tiene lugar a las 8 de la tarde frente a
Santo Tomé, iglesia al lado del obispado y expresión de la tutela de esta
institución.
24 Catedral, San Segundo, Av. de Portugal, Dos de Mayo, Arévalo, Isaac Peral, Duque de
Alba, Plaza de Santa Teresa, San Segundo y Catedral.
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La procesión va por dentro: Semana Santa y ciudad
25 Probablemente representa un rasgo de la estructura social abulense en que los hijos de los
ricos se marchan de la ciudad, dejando solas a sus madres; y también la numerosa prole
de los proletarios.
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26 Plaza del Teniente Arévalo (Santo Tomé), Plá y Deniel, Pedro Dávila, Caballeros, Mer-
cado Chico, Zurraquín, Tomás Luis de Victoria, Catedral, Arco del Peso de la Harina,
San Segundo, Don Gerónimo (antes Generalísimo), Teniente Arévalo. En 2004 salen
los siguientes pasos: Santa Cruz, Virgen de la Esperanza (1954), Prendimiento (1910),
Medinaceli (1947), La Caída (1910), Santa Faz (siglo xviii), Angustias (1551), Santo
Sepulcro (siglo xvii, y Dolorosa (1947).
27 En 2004 salen 225 de las 372 inscritas.
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Sábado Santo. Procesión de la Soledad. Asociación de Damas de la Soledad. Año 2010. (Foto
J. M. J. Sanchidrián).
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Domingo de Resurrección
10. Procesión del Resucitado. Pasos: Santísimo Cristo del Resucitado
(mediados del siglo xx) y Nuestra Señora del Buen Suceso (siglo xvii),
organizada por la cofradía del mismo nombre con sede en la ermita del
Pradillo perteneciente antes a San Andrés y en la actualidad a la parro-
quia de la Sagrada Familia, una nueva parroquia y barriada. La cofradía
resulta de la unión de dos antiguas organizaciones en 1944 (al menos el
Resucitado desde 1669 y el Buen Suceso desde 1698).
Ambas imágenes salen de la Sagrada Familia, la Virgen tapada por un
velo, y al encontrarse con su Hijo se le quita el velo y tocan las campanas,
esto se denomina «el encuentro». La cofradía es «de toda la vida», y hay
unos 500 cofrades, sin hábito. La costumbre tradicional ha sido comer el
hornazo en la explanada de la ermita del Pradillo y echarse novio en la ro-
mería. Se dice que quienes comen juntos el «hornazo del amor» al año que
viene se casan. Esta es la primera romería del año y, quizá por su fecha,
después de la Semana Santa, una de las más populares. En 1904 se alude
28 Plaza de Santa Teresa, Duque de Alba, Dos de Mayo, Portugal, San Vicente, San Se-
gundo y Plaza de Santa Teresa.
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Domingo de Resurrección. Procesión del Resucitado. Cofradía del Stmo. Cristo Resucitado.
Año 2010. (Foto J. M. J. Sanchidrián).
Domingo de Resurrección. Procesión del Resucitado. «El Encuentro». Año 2004. (Foto María
Cátedra).
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29 Virgen de la Soterraña, Santa Cruz de Tenerife, Paseo de San Antonio, Calle del Fe-
rrocarril (antes Onésimo Redondo), Paseo de la Estación (antes José Antonio), Plaza de
Santa Ana, Arévalo, Duque de Alba, Comandante Albarrán, Plaza de Santa Teresa, Don
Gerónimo (antes Generalísimo), José Tomé, Alemania, Reyes Católicos, Mercado Chico,
Comuneros de Castilla, Enrique Larreta, Tomás Luis de Victoria, Esteban Domingo,
Lope Núñez, San Vicente, Valladolid, Ermita del Resucitado. En 2004 hay 590 herma-
nos.
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general gente seria y circunspecta)30. Casi podría decirse que es una forma
de disfraz, muy cercano en algunos momentos a los disfraces de carnavales
pero de distinto signo; el disfraz en el contexto de carnavales –la carne y la
alegría– como en el de la Semana Santa –el espíritu y la tristeza–. Quizá
por este sentido de disfraz a los niños les atraiga este suceso doliente. Pero
además la Semana Santa es también un escenario social siguiendo con la
metáfora teatral. Veamos los participantes y sus recorridos.
Los niños son el ingrediente esencial de la procesión de las Palmas
(procesión nº 1), procesión por cierto que se asocia con un animal, la
borriquilla, que llega a dar el nombre popular a la procesión. Los niños
representan la incipiente socialización –como los animales– y el futuro de
Ávila; no es extraño por tanto que la procesión provenga de una nueva y
populosa barriada, San Antonio, al NO y lindando con los límites de la
ciudad, cerca de las huertas que la rodean. La procesión pone en comuni-
cación simbólica el centro monumental y la nueva vida de la periferia. Y
de los niños a sus madres, las nuevas mujeres abulenses trabajadoras tan
numerosas en la procesión de Medinaceli (nº 2). Estas mujeres encapucha-
das están representando un rol hasta hace poco exclusivamente masculino
y muy distinto de la clásica presencia femenina, la cofradía de las Damas
de la Soledad (nº 9). En algunos reglamentos de las cofradías consta la
prohibición expresa de admitir mujeres en las procesiones31. Las Damas
de la Soledad evidentemente representan el rol tradicional de la mujer, a
través de su traje y atuendo (con mantilla, tacones, luto, etcétera); no es
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pues extraño que se asocie a la de las Batallas (nº 5), que representan el
rol tradicional del hombre, los militares. Durante muchos años las Da-
mas han ejercido el único papel permitido a la mujer. En el programa de
Semana Santa de 1951 se anunciaba un Gran Concurso de la Mantilla
Española-Abulense organizada por una compañía publicitaria, pero ade-
más aparecía un comentario titulado «La mantilla española es una ofrenda
espiritual». Una buena muestra de este aspecto aparece en una fotografía
del programa de 1946 donde aparecen cinco mujeres de mantilla y entre
los comentarios a pie de fotografía se dice:
32 Hay una cierta tendencia a que el negro (o el morado) sea el color preferido de las cofra-
días de gente pudiente, y por el contrario las humildes vistan con otros colores, como el
azul, el verde o el blanco.
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33 Una excepción es la del Cristo de las Batallas, probablemente porque la guerra se consi-
dera un territorio exclusivamente masculino.
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34 Esta escasa presencia de procesiones es parte de una tendencia más general y antigua, la
crisis de la cofradía de mediados del siglo xviii a la que se han referido diversos autores
(Sánchez Herrero 1987, Suárez Fernández 1987).
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La semana santa se vivía sin embargo de esta sobria manera. Hablo con
un hombre (H) y su mujer (M) que tienen en 1989 más de 70 años, muy
activos en una modesta cofradía35:
[La Semana Santa debió ser distinta cuando usted era moza]
M: era tan distinta… porque voy a decirla, entonces Dios se moría a
las nueve de la mañana el jueves, ya no trabajaba nadie, nada más que el
medio día, cuando daban la noticia a todos que se había muerto Dios,
dejaba todo el mundo de trabajar, ya se iba a los Monumentos, a las tres de
la tarde, después de comer, a recorrer las estaciones, y ahora sin embargo
hasta las 6 de la tarde que hacen los oficios no se va a la iglesia, a las 7 en
otra, a las 8 en otra, el mismo jueves.
H: Y otra cosa, si trabajaban el jueves por la tarde entonces a partir de
las 10 de la mañana todos tenían carros de vacas y todo el mundo ponía
hierba al cencerro para no tocar las campanas de las vacas [?] Las vacas
llevan un collar, un cencerro, y en cuanto se moría Dios a las diez de la
mañana todos los carros tapaban el cencerro para que no sonara y las
mulas que llevaban un cascabel, nada, se tapaba, a partir de las 10 de la
mañana todas en silencio. Y nosotros mismos que estábamos de guardia,
íbamos con la corporación a recorrer los monumentos, ahora ni corpora-
ción, ni leche, ni nada, ahora no va ninguno, [antes] iba la corporación,
todos los guardias de gala, con el alcalde, los concejales, íbamos a recorrer
la estación, las siete estaciones, y ahora ya no...
M: en Ávila era así la Semana Santa…
[debía ser muy impresionante]
H: lo que pasa es que entonces no iba la gente encapuchada, iba la gen-
te enlutada, las viudas en silencio... y ahora van mucho más de romería…
M: pasa igual que las cofradías
H: si ahora mismo en vez de ir la gente encapuchada tuvieran que ir
con la cara descubierta, en vez de ir en las cofradías 300 irían 100, porque
ahora mismo se viste la gente joven porque les gusta ir en las filas, noso-
tros somos 200 capuchones, me parece que somos».
35 Mis comentarios y preguntas aparecen entre corchetes. Las citas son literales con un
mínimo trabajo editorial para evitar repeticiones.
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36 Santo Tomé el Viejo, la Magdalena, la Catedral, San Juan, Santo Domingo, El Carmen,
San Vicente, San Andrés, La Concepción y San Francisco según indica Mayoral (1935).
37 Así lo observa Ferreol Hernández en el Programa de 1957, quien tras una pequeña in-
vestigación sobre la época indica: «era todo muy pobre».
59
María Cátedra
la mayoría, más de una docena, son de finales de los cuarenta y los años
cincuenta38.
También en 1935 aparecen los primeros ecos turísticos de la Semana
Santa. En la revista Ávila Turista, en un número dedicado a la Semana
Santa, se recomienda ver la procesión de los Pasos, y apreciar el especial
marco de la ciudad, con la siguiente recomendación «¡No debe perderse
el turismo esta procesión!». Un turismo que en el mes de marzo de ese
año había informado a 122 turistas, de ellos 19 extranjeros. Sin embargo
en 1936 no habrá procesiones. Con el tiempo, el aspecto turístico de la
Semana Santa cada vez tendrá mayor importancia, por encima de su na-
turaleza religiosa incluso, tal como aparece en muchos comentarios de los
más píos cofrades, por ejemplo este que sigue:
38 Últimamente se han adquirido bastantes Cristos (Cristo de la Agonía 1984, Ilusión 1990,
Nazareno del Perdón 1991, Cristo Arrodillado 1993, Santa Cruz 1993, Cristo de las
Murallas 2000) que acompañan a viejas tallas de la Virgen.
39 El Domingo de Ramos además de procesión por la mañana hubo un Viacrucis a la tarde
por los jardines de San Antonio. El miércoles la procesión del Silencio estuvo acompa-
ñada por los encapuchados de la Juventud Obrera de San Juan Bosco y a ella se unió el
Cristo atado a la Columna de la iglesia de la Santa; todos se dirigieron a la catedral. El
jueves junto a oficios y lavatorios salieron la de los Pasos y la Virgen de los Dolores y el
Señor cargado con la Cruz. El trayecto era muy reducido y abarcaba el centro clásico. A
las 6 de la madrugada del viernes salió el Viacrucis que hizo un recorrido dentro de las
murallas.
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La procesión va por dentro: Semana Santa y ciudad
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María Cátedra
Encuentro con la Virgen del Buen Suceso de San Pedro hay cohetes y todas
las orquestas tocan el himno nacional. Los niños vestidos de nazarenos
llevaban atributos de la pasión y desfilaban en la procesión.
En el año 1960 se editaron 6 000 carteles de turismo, un tercio de los
cuales fueron murales. Sin embargo parece que la actividad procesionaria
empezaba a decaer; un editorial del 16 de abril 1960 indicaba cómo, mien-
tras florecían hermandades nuevas, «decaen otras entidades piadosas de
venerable tradición como el Real Patronato de las Angustias y Santo Se-
pulcro y el de la Vera Cruz». El editorialista, Pedro de Ulaca, se lamentaba
del cambio de las viejas costumbres indicando «qué lejos de la procesión
de antes» en que tras la cruz seguían los judíos negros con banderas negras,
trompetas y tambores destemplados, al menos 30 niños nazarenos con el
gallo, columna, monedas, clavos, flagelos, soldados de escolta y después
los estandartes negros de todas las cofradías en luto. En ese momento,
según el comentarista, ya no aparecen los estandartes negros, porque no
los quiere llevar nadie, ni hay niños nazarenos, asistencia que hasta hace
poco era motivo de orgullo para sus familias.
En 1980 la procesión de Ramos se organiza de un modo local en las
inmediaciones del convento de San Antonio y en 1981, por el entorno de
la catedral. No salen procesiones ni lunes ni martes. En 1987 tampoco
hay procesiones el lunes, martes ni sábado (la Soledad sale el viernes),
pero un nuevo equipo de la Junta de Semana Santa intentará volver a sacar
procesiones y pasos tradicionales. El equipo lo componen, entre otros, dos
jubilados muy activos que reactivan de una forma considerable la Semana
Santa. 1988 es una fecha definitiva que marca el comienzo de este rena-
cimiento; este año hay procesiones todos los días excepto el lunes y al año
siguiente toda la semana. El 12 de febrero de 1989 en El Norte de Castilla
aparece un artículo con el título «Ávila. Buena voluntad y pocos fondos:
componentes de la Semana Santa 89». En dicho artículo se informaba
sobre la falta de medios económicos que impedía por ejemplo la presencia
de bandas de música y también indicaba desacuerdos entre los miem-
bros de algunas cofradías como la de Medinaceli, bastante numerosa, que
se negaba a desfilar junto a los agentes comerciales de la Esperanza, un
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La procesión va por dentro: Semana Santa y ciudad
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María Cátedra
Pues que eran pobres, había que pasar muchas calamidades, pobre por-
que no había dinero como se mueve hoy día, porque hoy día vas a un banco,
pides un préstamo y te dan dinero para una cofradía, avalas tres o cuatro
personas, pero antiguamente había que ir a llorar y llorar a la gente [¿a
las autoridades?] y a los industriales. Date cuenta que nosotros sacábamos
doce pasos o diez pasos, la batería con la que se iluminan las procesiones
cuesta dinero, te las alquilaban, hoy día te las van dejando los medios co-
merciales, pero antiguamente no había tantos medios comerciales como...
porque ya sabes que no había coches, hoy día sí, hay muchos vehículos, pero
antiguamente no había eso, flores no había florería como hoy día, iban los
pasos un poco pobres de flores, todo a base de cariño y de empuje. [¿Había
industriales implicados en la cofradía?] sí, eran hermanos a la vez, pero
intentábamos que cooperaran, que nos dieran telas más baratas, porque oye
tú lo que no puedes hacer es ir a un hermano y a la vez pedirle 6000 ptas
por un capuchón, porque lo vale, es que lo vale, calcula lo que cuesta un
corte, la confección y te dicen «para una vez al año yo no pago 6000 pesetas».
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La procesión va por dentro: Semana Santa y ciudad
Desde 1990 se han sucedido los cambios. Uno de ellos ha sido la parti-
cipación en la Semana Santa de una de las cofradías más vitales de Ávila,
la de Nuestra Señora de las Vacas, de un barrio modesto y tradicional
del SO de la ciudad pero también el más famoso por la alegría y empeño
en sus festividades. Los de las Vacas, como se denominan en Ávila, han
aportado al lunes santo no solo una concurrida participación sino también
su Cristo de la Ilusión y una banda de música propia, uniéndose a la pe-
queña cofradía de la Esperanza. Esta procesión se denomina El Encuentro
porque ambas figuras, que salen de sus respectivas sedes, se encuentran al
comienzo continuando juntos el trayecto. Así mismo se han recuperado
viejas cofradías y procesiones, como la del patronato de la Purísima Con-
cepción, Santa María Magdalena y Ánimas del Purgatorio que desfilan en
la procesión del Miserere el martes santo con la imagen de la Magdalena
a partir de 1993. O la que inaugura en 2004 la Semana Santa el viernes
anterior (Viernes de Dolores) con una reciente procesión y cofradía (Pro-
cesión Vía Matris, cofradía del Santísimo Cristo de los Afligidos) que sale
de la iglesia de la Santa. Las nuevas procesiones ocupan los primeros días
de la semana, un tiempo periférico en relación a los días centrales –Jueves
y Viernes–. Es más, casi todos los días hay dos procesiones41 a distintas
horas. En muy pocos años no solo se ha cubierto la semana sino que se
han triplicado las procesiones.
Un dato interesante ha sido la tendencia cada vez mayor a procesionar
en la ciudad intramuros. Si comparamos los mapas A y C podremos com-
probar que los cambios de itinerarios o las rutas de las nuevas procesiones
van tomando posiciones en los diversos espacios de la ciudad amurallada,
si bien solo se ocupa la mitad oriental, la más elevada y noble. Este dato
refleja el intento de los abulenses en lo que se ha llamado la «recuperación
y puesta en valor de la muralla» y su apertura42 al turismo. No es de extrañar
41 Cuentan con dos el martes (Medinaceli y Miserere), miércoles (Procesión del Silencio y
Cristo de las Batallas nuevo), jueves (La Madrugada y los Pasos) y viernes (Viacrucis y
Pasión y Santo Entierro).
42 Apertura en más de un sentido. Sobre ello he escrito unas líneas (Cátedra, 2004b).
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María Cátedra
Referencias:
2004 - 5 Batallas
2004 - 12 Miserere
que en el año 2000 la Junta de Semana Santa adquiera una talla al escultor
Nicomedes García Piquero denominada Santísimo Cristo de las Murallas.
La Semana Santa ha obtenido algunos premios y ha sido declarada de
Interés Turístico Regional. La lista de colaboradores de la Semana Santa
de 1991 incluyó muy diferentes entidades43. En 1993 se organizó en el
Museo Municipal de Madrid una exposición titulada «Arte de la Semana
Santa de Ávila» que recogía pasos y figuras de varios museos e iglesias
abulenses. En 2004 se celebró el cincuentenario de la Junta de Semana
Santa al mismo tiempo que se preparaba en la ciudad el XVII Encuentro
Nacional de Cofradías Penitenciales de Semana Santa.
V. De la muerte a la vida
Voy a referirme con más atención a dos de las cofradías abulenses, la
Vera Cruz y el Resucitado. Las cofradías, hermandades y patronatos tie-
nen una reglamentación estricta a través de estatutos en que se informa
de fines, composición, forma de afiliarse, etcétera. Los de la Vera Cruz,
aprobados en 1958, pueden ser un ejemplo que nos permite asomarnos a
una cofradía desde dentro. El objeto de este patronato ha sido tanto el
culto a la Cruz como la asistencia a los condenados a la última pena. Para
cumplir la primera se hacía la fiesta profana en mayo y para la segunda
la procesión de Jueves Santo. Los requisitos para ser hermano eran ser
católico, oír misa los festivos, cumplir todos los años con el precepto de
confesión y comunión, observar buena conducta y gozar de buena fama;
la mujeres por su parte debían vestir honestamente. Para entrar en el pa-
tronato, a excepción del hijo de hermano o la beneficiaria viuda, se exigía
una «cuota de entrada» de 10 ptas en dinero de 1958, y si era mayor de 35
años una peseta más por cada año que hubiera cumplido el solicitante. Las
hermanas «de reconocida piedad» se admitían con iguales derechos que
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María Cátedra
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María Cátedra
ellos, y mantenían ellos los pasos y a su vez, para que se fomentaran las
procesiones y no se decayeran, entonces cada uno se comprometía a bus-
car como mínimo 25 capuchones. Era un conjunto para que el presidente
del patronato no recayera sobre él todo el tema, toda la carga, entonces
cada paso tenía la obligación de cada uno buscar 20 capuchones como
mínimo, y entonces esos veinte capuchones cubrían ese paso, 20 por 10
pasos, tenías ya 100 capuchones seguros en la procesión. Hoy día no, no
puedes porque la gente que lleva un paso no puede económicamente, anda
mal, no anda mal, que cuesta hoy día, porque antiguamente un tío por
llevar a hombros un paso eran cuatro y les dabas 20 duros y ... [¿antes
también se les pagaba?] se les invitaba a merendar, o se les invitaba a una
limonada ... hoy se paga 2000 pesetas por empujar, gente que vaya a la
catedral o gente que saca todos los años los pasos [¿gente de la cofradía?]
no, son gente que no pertenecen a la cofradía, gente de todas las edades,
gente de economía débil, les das dos mil pesetas y dicen «ya tengo para
sacar a los chavales de paseo» y discutes con ellos. [¿Y los cofrades?] pero
contrarrestamos gente también en la procesión ¿eh?, y no hemos pensao
tampoco decirle a un señor, a un capuchón, «oyes, te toca empujar este año»
no sabemos si le gustaría o no le gustaría, porque nosotros el año pasao
mismo hicimos cuarenta capuchones con coste del patronato, nos costó
doscientas y pico mil pesetas y esos están aquí, porque hemos pedido a
la gente cuánto, y de los cuarenta te dicen dos que sí, que los compran,
pero 38 o 35 capuchones te dicen: «yo no los quiero pa na, señora, qué me da
usted encima» pa sacar más capuchones entonces sería que coges el nombre
y que te lo devuelvan el día siguiente, pa sacar más gente. [¿Hay gastos?]
flores, velas –ya sabes que está cara la cera–, nosotros llevamos hachones,
no llevamos luz, llevamos velas.
Esto no sería posible en otras cofradías, como por ejemplo la más mo-
desta de las Angustias de San Nicolás. En la Semana Santa se produce
una división entre las cofradías pobres con voluntarios porteadores y los
patronatos elitistas que les pagan a los suyos. Habla una pareja, mujer (M)
y hombre (H):
[Los pasos ¿los llevan los cofrades en las Angustias?] Sí, sí, los dos
días, ¿eh?, nosotros no nos cobra una perra nadie.
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Uno de los programas abulenses recoge esta dicotomía con estas palabras:
«hay dos semanas importantes, una la de la creación, otra la de la Semana
Santa». Veamos más de cerca la explosión de vida que, en definitiva, es la
fiesta del Resucitado.
La Cofradía perteneció en su día a la parroquia de San Andrés (hoy
filial de San Vicente) y tuvo su sede en la ermita del Pradillo, en los
límites al norte de la ciudad. Un grupo de fieles agrandan un antiguo
humilladero y fundan la ermita en 1686 y hacia 1690 se crea la cofradía,
pero muy pronto desaparece, aunque se vuelve a recuperar más tarde en
la iglesia de la Santa Cruz. El trayecto por la ciudad se inicia en 1753;
hasta entonces solo hace un pequeño recorrido alrededor de la ermita. En
1944 se fusiona con la cofradía de Nuestra Señora del Buen Suceso, pese
a que entre ambas cofradías había habido algunos problemas en el pasado.
La gente todavía recuerda cuando la Virgen y el Resucitado se llevaban a
San Vicente y de allí salía la procesión. La ermita, pues, ha pertenecido
a varias parroquias, primero a San Andrés, luego a San Vicente, y hoy a
la Sagrada Familia.
El éxito de esta cofradía aun con tan diferentes sedes no es gratuito.
En primer lugar llama la atención el elevado número de cofrades –571– de
esta cofradía profana frente a los 200 que, como mucho, tienen las peni-
tenciales. De su importancia y salud además da cuenta el saldo bastante
positivo que arroja y que le permite en 1988 comprar la más cara de las
coronas elegidas para la Virgen44. Probablemente su popularidad tiene
que ver con su posición dentro de la Semana Santa –es la más alegre de
las celebraciones– y está compuesta por gente modesta de la periferia. La
ermita en el pasado estaba aislada en medio de huertas y probablemente
44 Son datos de 1989 en que asistí a la asamblea del Resucitado. Se reúnen un domingo en
la iglesia. Asisten 23 personas, la mitad gente mayor. Al empezar, como es usual, se reza
un padrenuestro. Hay 677 158 pesetas de saldo. Se hace un recuento del dinero, gastos
e ingresos. Entre los gastos, los de fallecimiento a 5000 pesetas por difunto, y también
lo donado en la Casa de Ancianos, 13 docenas de cohetes, 12 paquetes de cigarrillos
Celtas y caramelos para los ancianos, y el costo de tamboril y gaitilla. Se produce el
nombramiento de los hermanos más antiguos, 2 hermanas viudas y 6 hermanos. Hay 571
cofrades. El secretario se queja de que lleva 9 años en el puesto y tiene poca colaboración.
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y algún otro distintivo, y hacen mucho ruido para que se note, algo que
consiguen pues la gente, al oír la gaitilla, sale al balcón. Me explican que
van a visitar («a cumplir con») todos los bares que les han dado algún
donativo o regalo para la Virgen, y aunque la consumición la pagan de
su bolsillo o lo paga la peña, probablemente se gastan mucho más que
el posible donativo. Insisten varias veces que no tocan un céntimo de la
cofradía, que eso lo paga la peña.
La peña es una especie de cofradía dentro de la cofradía. Se crea en el
año 70 y la inician una treintena de cofrades. Los cofrades son de ambos
sexos: 20 matrimonios forman una peña, las mujeres del Buen Suceso, los
hombres del Resucitado. A la peña se entra por votación y tras el escruti-
nio riguroso de costumbres del candidato: que no sea borracho ni penden-
ciero, que lo pueda pagar –los hombres 8000 y las mujeres la mitad– y por
afinidad y amistad. A la cofradía entra todo el mundo que lo desea, pero
en la peña hay bastante control y números clausus. Parece que hay cierta
división de sexos en las actividades que realizan: los hombres desayunan
en el Mercado Grande el lunes, las mujeres cenan el martes en los Cuatro
Postes; los hombres las van a buscar después y se van a bailar a un baile
céntrico, una discoteca. También tienen las mujeres desayunos con churros
y porras. Se invitan mutuamente, los del Resucitado a las mujeres y vice-
versa. Antecedente de las peñas son las agrupaciones de mozos y de niños
que se dan en otras Hermandades y Cofradías. Los ancianos reciben por
último también la atención de los cofrades mediante una visita al asilo. A
las mujeres les dan caramelos y tabaco a los hombres, y unas pastas a to-
dos. Los ancianos del barrio son especialmente saludados; algunos bailan
y otros tocan el tambor.
Un capítulo especial es el de las protectoras de cofradías, normalmen-
te mujeres. El Resucitado ha tenido un singular personaje como tal que
llamaré la duquesa. Todos me indican que, aunque no era creyente, era
la protectora del Resucitado, o más bien una especie de presidenta ho-
norífica, ignoro si por vecindad –el palacio de esta persona estaba cerca
de la parroquia de otro tiempo– o por patronazgo frente a sus vecinos
«pobres». Como en otras cofradías se repite el tema de la capilla que se
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María Cátedra
46 La de Sevilla, ver por ejemplo Moreno 1985, Tate trabajó sobre el bizarro San Genarín
en León. Para Ávila hay buenos catálogos históricos de cofradías, como por ejemplo, Sabe
2000, y píos comentarios del tipo de De las Heras 1994.
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Las procesiones pueden ser vistas como peregrinajes por la propia ciu-
dad. En las distintas teorías sobre el peregrinaje49 se ha intentado suprimir
la intensa heterogeneidad de este fenómeno, su diversidad y discrepancia
en aras de un modelo estructural fuera del tiempo. Nada más ajeno a lo
que la terca realidad ofrece: se trata de una categoría construida histórica y
culturalmente. Las teorías, a pesar de sus diferencias, comparten una base
común: la idea de que afirman o subvierten el orden social establecido. La
peregrinación no es solo un campo de relaciones sociales sino un universo
de discursos en competición, discursos con múltiples significados y formas
de comprender que portan los peregrinos, los residentes y especialistas
religiosos. También puede ser objeto de diferentes comprensiones e in-
comprensiones como cuando un grupo interpreta al otro de acuerdo a su
discurso específico. Así pues hay un cambio de descripción positivista de
las características y funciones del peregrinaje a la investigación de cómo
se construye la práctica del peregrinaje a través de representaciones con-
flictivas de diferentes sectores.
La noción más importante del peregrinaje es la de lugar sagrado, un
centro aparte del mundo profano donde interseccionan cielo y tierra,
donde se manifiesta lo divino a los humanos, o donde los humanos se
acercan a lo divino. Pero hay muchos centros y profundas diferencias en
49 Uno de los primeros análisis de este ritual proviene del texto clásico de Durkheim Las
formas elementales de la vida religiosa (1912) en su análisis de los grandes festivales re-
ligiosos periódicos como unificadores sociales y regeneraciones morales. La actividad
ritual ha sido crucial a la hora de unir comunidades locales diversas y estratos sociales en
colectividades mayores, proporcionando a los participantes una identidad más inclusiva
(a nivel regional, tribal, nacional). A esta teoría funcionalista y positivista se ha opuesto
una visión marxista del problema indicando cómo los peregrinajes legitiman desigualda-
des o sacralizan relaciones patrón-cliente. Un planteamiento alternativo es el propuesto
por V. Turner & E. Turner (1978) y E. Turner 1987 quienes plantean que el peregrinaje
es un fenómeno liminal anti-estructural que trata de minar la estructura y tiende hacia
la communitas, un estado de asociación igualitaria. Por supuesto no siempre se logra
este ideal y la estructura vuelve a surgir en la práctica. Este modelo ha tenido bastantes
críticas que sostienen que entre los peregrinos frecuentemente se produce el manteni-
miento y refuerzo de las fronteras sociales y distinciones, y no su disolución. Aunque
se aprecian elementos de communitas, no se puede hacer una asociación de peregrinaje y
anti-estructura, ni considerar que es un fenómeno homogéneo. Véase a José Luis García
(et al.) 1991 para una discusión de las teorías sobre ritual.
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3. La ciudad y su tierra:
la Virgen de Sonsoles
Es tan antigua esta Santa Imagen, y la mucha devoción que con ella se tiene,
que no ay memoria de su principio… es de largo de vara y quarta, rostro alegre,
y morena, con el niño Iesús en una mano, de gradissima veneración, y devoción,
por cuya intercessión obra el Señor grandes milagros, y assí es frecuentada de
muchas gentes de la Ciudad de Ávila, y de toda su tierra, particularmente el día
de San Marcos, que con grandes limosnas acuden a pedir remedio en sus neces-
sidades. Y en las más urgentes como son pestilencias, faltas de agua, se han visto
encomendándose traer a esta Santísima Imagen, traerla con prucisión general a
la Ciudad, y ponerla en una Perrochia, teniéndola sus novenas, socorriéndoles
en las necessidades. Por lo qual se le hazen ricas ofrendas. Y assí está adornada
de muchos vestidos, joyas, y preseas, de mucho valor, muy bien hornamentada,
con vassos para el culto divino. Su templo de tres nabes, la capilla mayor cerrada
con una hermosa reja, dorada. Y siete lámparas de plata, de a quinientos y a
ochocientos ducados… una muy hermosa casa… para peregrinos… y sus santeros
en otra casa… Su sitio es muy ameno, con arboledas, y fuentes.
ARIZ 1978 [1607] 85-86
50 Una primera versión de este ensayo fue presentado en la AMA de Madrid en 1989 en
el coloquio internacional Aniversarios y Conmemoraciones. Una versión más elaborada (y
algo más breve) fue publicada en 2001. Una nueva y aún más reducida versión ha sido
publicada en inglés (2008).
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María Cátedra
I. Un poco de historia
En el librito Historia de Nª Sª de Sonsoles que en 1930 edita el patro-
nato y firma su presidente, el presbítero Vicente López González 51 hay
noticias sobre su origen –o, como dice el texto– «portentosa invención
de la santa imagen». La imagen se asocia con los momentos importantes
de la historia de la ciudad según distintos autores. En primer lugar se
la supone traída por un discípulo de los apóstoles, san Segundo, primer
obispo de Ávila en el siglo I, aunque también se la relaciona con la re-
conquista de la ciudad a los moros. El pequeño promontorio en el que
51 El libro es una edición de 1930 que recoge diversa información histórica y los milagros
que se empiezan a relatar en el siglo xvii. Está prácticamente copiado del manuscrito
de Fernández Valencia que se conserva en el Santuario y que he consultado. Aunque el
librito tiene varias ediciones que afirman estar «corregidas y aumentadas» siguen bási-
camente el modelo de los años 30. La última edición que conozco, de 1990, incluye un
apéndice fotográfico y una nueva introducción pero conserva el texto original. Este tipo
de publicaciones, muy frecuentes en torno a la guerra civil, que los santuarios siguen
vendiendo en la actualidad, ha sido poco apreciado por algunos estudiosos del tema que
consideran que la «historia» que reflejan es una mera apología de devotos, sin ningún
sentido crítico. Sin embargo en ocasiones éstas son pequeñas monografías que recogen
aspectos significativos de las tradiciones locales y donde hoy el antropólogo, aplicando la
lupa antropológica, puede realizar una lectura del pasado.
84
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Vamos a Sonsoles: esa (imagen) pequeña que hay ahí, que vemos ahí,
hablamos de la (imagen) de la sacristía, esa fue la que se apareció a los
pastores y por eso se llama Sonsoles; sabes que se apareció en forma de
soles, entonces los pastores: «¡son soles, son soles!», y por eso viene el
nombre de Sonsoles, de sol. Eso cuando se apareció a los pastores, que
dicen que primitivamente eso se llamaba san Zoilo, que era un ermitaño
pequeño… entonces es por eso, es porque se apareció en forma de soles
a los pastores, ¿eh? y entonces junto al ermitaño, se apareció y por eso en
la misma ermita de san Zoilo, ya fue la primera vez que la mandaron a la
ermita, la primera vez.
85
María Cátedra
52 El tema se complica porque en el santuario hay una segunda imagen que sí está sentada
pero es mucho más pequeña –la llamada Virgen Chica–. Un autor recientemente ha in-
dicado que pudo haber una imagen anterior a la Virgen Grande, que ésta aparece en la
ermita escondida para protegerla de profanaciones de los árabes y que la imagen pequeña
pudo ser la Virgen de las Aguas (de una ermita propiedad del santuario) o incluso la
primitiva imagen a la que alude Fernández Valencia. Este dato sin embargo se contradice
con lo indicado antes sobre el tamaño (Heras 1998: 18 y 56). Obviamente esta inter-
pretación de la historia es pura especulación y alude a un tema comodín en la aparición
de imágenes de la península del que se hace eco el autor, quien se basa en gran medida
en la Historia publicada en 1930. Félix de las Heras, es rector del santuario y ha escrito
un pequeño y pío volumen, editado por el santuario, para la edificación de hermanos y
peregrinos. Para una más amplia información de apariciones véase la obra de William
Christian y especialmente sus libros de 1990 y 1991.
53 Concretamente en el Becerro de Visitaciones de Casas y Heredades de la catedral
(A.H.N. Sec. Clero. Códice 484 b. Tomo estos datos de Belmonte (1986: 122).
54 Libro de la Administración de la hermandad con la historia de la invención y desarrollo
de la ermita desde sus comienzos 1578-1622 Fol. 1 v. según aparece en Heras (1998: 20 y
24). Nótese que la historia del herrero aparece escrita casi un siglo después de producirse.
Véase también el folleto del patronato, Decretos para una sentencia, p. 26.
86
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
55 Aunque no siempre pudieron colaborar, como indica Sabe Andreu (2000: 121) para 1668
en que por la «calamidad de los tiempos» no pueden reunir la limosna que suelen dar los
labradores y piden se le rebaje la cantidad.
56 Sabe Andreu (2000: 109) indica que significativamente muchos autores han exagerado la
aportación de una noble abulense, María Dávila, en la construcción de la ermita, cuando
en realidad su ayuda fue muy escasa.
87
María Cátedra
las primeras, ya que se alude en varios títulos a otras anteriores (un «anti-
guo libro de las hordenanças») pero son interesantes porque llevan la misma
fecha que la Bula concedida por el papa Clemente VII a la hermandad.
El refrendo exterior duplica pues la reelaboración interior.
Las ordenanzas comienzan indicando los propósitos de la hermandad:
«Algunos omes de la noble çibdat de Ávila, aviendo voluntad de servir a
Dios e a la gloriosa señora Santa María, su madre, e acatando que cada uno
dellos no los podría servir por si tan conplidamente en alegría como en ayun-
tándose en alguna hermandat» (p. 10, Introd.). Pero sus reglas van más allá
del servicio religioso; es un modo de vida: «conviene que los que en ella son
o fueren, fagan entre si hordenanças e pongan regla por do se rijan, porque se-
pan cómo an de bevir» (p. 11). Estas asociaciones surgen por iniciativa de
los cofrades y hermanos y especifican derechos y deberes. Básicamente
las ordenanzas contienen una serie de prescripciones y prohibiciones, con
penas de multas muy específicas para el que las incumpla57. Tanto para la
entrada en la hermandad como para la salida se precisa de una cuota o pe-
nalización en metálico y cera. Entre los derechos está el poder trasmitir a
los hijos la pertenencia a la hermandad. Las ordenanzas se publican y leen
en alguno de los tres cabildos anuales. Allí se eligen los cargos directivos
(patronos y tomados) durante dos años. Las ordenanzas son redactadas por
los propios hermanos y patronos, gente del pueblo con escasa preparación
formal, que recogen sus inquietudes y necesidades58. Es un tribunal para
dirimir las disputas de los hermanos, propone reglas de comportamiento
57 He manejado una copia de las ordenanzas que lleva fecha de 1526. El texto se corres-
ponde con la transcrita y publicada por Sobrino (1988: 177-228) quien la considera de
fecha posterior a 1516, probablemente por faltar la primera página del manuscrito del
santuario, ya que en la copia que he manejado aparece claramente título y fecha (Libro
de las Ordenanças de la cofradía de Nuestra Señora de S. Soles llamada de la Buena muerte,
hechas y confirmadas con Bula Apostólica, Año del Señor MDXXVI). Sabe Andreu (2000:
111) considera que llevan fecha de «hacia 1530». Debo la gentileza del envío de esta copia
de las ordenanzas a José Belmonte.
58 Sobre el funcionamiento y características de algunas cofradías de Ávila y su tierra, véase
la introducción de Sobrino (1988) y también su trascripción de documentos sobre anti-
guas hermandades y cofradías. Varias de las prescripciones de Sonsoles aparecen en otras
ordenanzas, como los estatutos del cabildo de San Benito –una agrupación de clérigos–
de c. 1298.
88
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
todos los cofrades e cofradas seamos tenudos e obligados de venir a las vísperas
de Santa María de agosto e estar todos dentro de la yglesia fasta que se acaben
las vísperas, e después váyanse todos los cofrades a la casa donde acostunbran a
comer e fazer su fiesta e asiéntanse en sus lugares acostunbrados e después denles
fructa e vino e luego echen el almoneda de la ternera o terneras; e otro día si-
89
María Cátedra
Ofrenda Grande de la Virgen de Sonsoles. Salida de la Virgen en procesión Año 2010. (Foto J.
M. J. Sanchidrián).
Ofrenda Grande de la Virgen de Sonsoles. Procesión alrededor del santuario amenizada con
música de dulzaina y tamboril. Año 2010. (Foto J. M. J. Sanchidrián).
90
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Ofrenda Grande de la Virgen de Sonsoles. Procesión alrededor del santuario encabezada por el
escuadra con la bandera. Año 2010. (Foto J. M. J. Sanchidrián).
Ofrenda Grande de la Virgen de Sonsoles. Baile de la bandera que hace el escuadra delante de
la Virgen. Año 2010. (Foto J. M. J. Sanchidrián).
91
María Cátedra
Ofrenda Grande de la Virgen de Sonsoles. Subasta de banzos y regalos a la Virgen entre los
peregrinos. Año 2010. (Foto J. M. J. Sanchidrián).
92
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
guiente, día de Sancta María de Sançoles, los mayordomos guisen una ayantar
muy honrrada de ternera asada en adobo e ternera cocha con tiçino e fruta e
buen vino, e eso mesmo den raciones a todas las cofradas de carne e vino, e den
a las dueñas entera raçión entera, e a las otras por medieras según la quantía
de los dineros que pagan; e acabada la yantar, todos vayan a la yglesia de Santa
María de Sançoles al responso; e acabado el responso denles a bever e fructa…
(12 v).
93
María Cátedra
mandad y se les ruega asistan alguna vez a sus fiestas y actos. En el título
86 se les considera así:
94
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
entre los cofrades caballeros y los del común, tal como aparece en un plei-
to60 de 1584. A la muerte del hidalgo Hernando Daza, los pecheros, sin
consultar a los caballeros, eligieron a uno de los suyos –un tal Suárez– para
sustituirle en la dirección de la cofradía. Esto produce una gran «discor-
dia» y el pleito se refiere a un «escándalo y alboroto» de consideración que
se espera en la procesión que trae la Virgen a la ciudad. Los caballeros
aluden al antiguo derecho que tienen los de su estado «desde la fundación
de la cofradía» a copar dos de los cargos directores de la cofradía. Los del
común aportan documentación en contra de este supuesto derecho, pero
no les servirá de mucho.
Finalmente, las ordenanzas son un tanto misóginas. El título 56 señala
«Cómo ninguna muger de cofrade non debe ser osada de estar entre ello(s)
nin el día de Santa María nin otra fiesta» si no es en la «cozina»:
Por cuanto non es honesto nin honrroso las mugeres estar en los ajun-
tamientos con los ombres, por quanto a servicio de Dios pro e honrra desta
nuestra hermandat entendemos fablar algunas cosas secreptas a las quales non
conviene estar mugeres, por cuanto el su juyzio e poridad es defícill e non mucho
durable… hordenamos e mandamos que ninguna muger de cofrade non esté en
nuestros ajuntamientos nin a ninguna cosa de las que ovieren de fazer en la
dicha hermandat, salvo la muger del mayordomo, que esté en la cozina donde
guisaren de comer adereçando e ajudando a lo que fuere menester para la honrra
de los dichos señores...
95
María Cátedra
a mediados del siglo xviii que solo se cuentan 76 ingresos. La composición de los her-
manos muestra al principio un fuerte ingrediente del estado llano que irá poco a poco
cambiando; en 1579 no hay ningún noble mientras que en el siglo xviii lo son un 47%
de los hermanos (Sabe 2000: 115).
62 La hermandad muestra desde temprano un espíritu combativo que ha continuado hasta
la actualidad. Uno de los patrones de la hermandad en 1512 será el, por un tiempo, co-
munero Francisco Pajares, regidor y protector de la familia de santa Teresa.
63 La cita es de Sabe (p. 110) y proviene del Libro de Cuentas de Sonsoles 1578-1623,
fol. 6.
96
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
64 La noticia del pleito aparece en Heras 1998: 53-4. Sin embargo debe haber confusión
de fechas. El requerimiento, aunque está fechado en 29 de marzo de 1763, en la firma
aparece 1753. Esta misma fecha da Heras para la reclamación del prior.
65 Sabe Andreu 2000: 126 y ss.
97
María Cátedra
66 Sobre el expolio de la plata de las iglesias abulenses véase Blázquez Chamorro 1988.
67 23 milagros que aparecen el en librito de López, 1930.
98
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
68 Una cifra a todas luces imposible. Véase el artículo de Serafín de Tapia (1988) y las cifras
que da para 1580.
99
María Cátedra
Virgen de Sonsoles
tú que tienes el poder
quita el candado a las nubes
para que empiece a llover.
69 Las nubes vienen de Segovia y más frecuentemente de Villatoro, lo que hace decir a los
de Ávila «Cuando Villatoro abre la bragueta, hay tormenta».
100
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
medades o con accidentes de los que los devotos se libran tras una invoca-
ción; incluso hay varias resurrecciones. Unos y otros son tanto ciudadanos
como campesinos y en algunos casos (milagro 17º) provienen de otras pro-
vincias –la vecina Segovia concretamente–. Ávila no exporta paños pero
exporta milagros. En la actualidad existe un cuarto enteramente lleno de
ofrendas que cada cierto tiempo se van cambiando, especialmente trajes
de novia (eso de casarse parece ser un grave accidente), de la mili, y foto-
grafías de personas que se han curado o han salido ilesas de un accidente.
Pero de la mayoría de las ocasiones por las que se la invoca hoy no hay
pruebas; esta es la Virgen a la que acuden ante los exámenes los escolares
y los opositores. Sin embargo estos milagros deben ser antiguos, ya que los
estudiantes hacen una gran fiesta en Sonsoles en el mes de mayo de 1612
y ofrecen a la Virgen 104 velas de medía libra, aunque no se sabe si con la
misma intención70. Un pequeño aeroplano –cuyo conductor se salva en un
peligroso aterrizaje– cuelga de la iglesia, al igual que el lagarto, sugiriendo
que milagros y exvotos se ponen al día.
Los traslados de la imagen a la ciudad fueron objeto muy temprana-
mente de litigio entre quiénes debían portarla, que no eran los patronos
ciertamente: o bien los oficiales de la carda o los labradores de la ciudad;
gana la «industria» según sentencia en 1671. Hoy este traslado se realiza
a petición de los hombres del campo en épocas de sequía, en este siglo
en varias ocasiones, pero especialmente sonados en 1908 y 1929 en que
siguen aguaceros. El ceremonial para esta ocasional celebración muestra,
de una manera ritualizada, la interacción del campo y la ciudad y el papel
de intermediaria que tiene la ciudad en los asuntos campesinos –nótese
que son estos últimos los que solicitan que se traiga a la ciudad una imagen
campesina–. Me voy a referir a un traslado de 1930, fecha que aparece en
la Historia antes aludida. Esta solicitud formalmente la hacen los labrado-
res a los cuatro patronos mayores; una vez concedida el secretario la pasa al
ayuntamiento de la ciudad quien lo comunica a su vez al obispo y cabildo
de la catedral que determinan día y hora del traslado. Asistirán los cuatro
101
María Cátedra
patronos mayores, otros cuatro con sus respectivas enseñas y dos más que
recogen las limosnas de los fieles; los labradores pagan la misa de rogativa
y la procesión del día del traslado. A las 12 de la mañana repican todas
las campanas de la ciudad, pero todo el traslado se realiza acompañado
de algún sonido de campanas: al salir la imagen del santuario suenan dos
de la catedral, al llegar a la Cruz de los Llanos, otras dos, y cuando pasa
por el puente de Sancti-Spiritu repican todas las de la ciudad. En la Tole-
dana, al comienzo de las edificaciones, se incorporan la curia eclesiástica,
los pendones y hermanos de todas las cofradías y patronatos de la ciudad.
Junto a la puerta del Rastro de la muralla está esperando el cabildo de
la catedral y el ayuntamiento con sus autoridades respectivas. Desde ahí
hasta la catedral se cantan las letanías y otros cantos. En los nueve días de
rogativa se celebra misa, novena y salve. Cada uno de los días corresponde
a una de estas corporaciones presidir las funciones (y sigo datos de 1930):
Cabildo catedral
Clero parroquial
Padres dominicos
Padres carmelitas y patronato de santa Teresa de Jesús
Padres franciscanos
Padres paules
Gremio de labradores de san Isidro
Excelentísimo ayuntamiento
Patronato de Nuestra Señora de Sonsoles
102
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Sí, yo creo que sí, fíjate que santa Teresa es la patrona (de la ciudad)
pero a pedirle cosas se va a la Virgen de Sonsoles, bueno, a Sonsoles hay
una devoción tremenda, tremenda, y no se conoce fuera…
La Santa aparece como una figura universal frente a Sonsoles que re-
presenta un culto local:
Sí, claro, porque la de Sonsoles eso, es una Virgen especial. Está santa
Teresa y Sonsoles que no sabemos cuál ... ¡hombre! como mundialmente
es santa Teresa, por supuesto, como mundialmente, en el mundo, a Son-
soles no la conoce nadie, pero provincialmente en Ávila, Sonsoles.
71 Para distinguirla de otras santas, en adelante santa Teresa aparecerá en el texto como «la
Santa».
103
María Cátedra
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
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María Cátedra
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
107
María Cátedra
Así pues hay una estricta jerarquía pero también una división del trabajo
entre Santa y Sonsoles. La madre cuida de sus hijos en el hogar, la Santa an-
dariega los cuida en los caminos. A la Virgen se le suele aplicar con mucha
frecuencia la etiqueta de milagrosa mientras que la Santa es una intercesora,
una especie de embajadora. Por ello cuando el abulense se tiene que marchar
definitivamente echa mano de su paisana. Hablan dos educados abulenses:
108
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Yo creo que no, yo creo que lo de la Santa ha sido más un mito que una
realidad, o una constatación de una persona con amplia personalidad, con
grandes conocimientos y tal, fuera de Ávila... Ávila ha recogido la fama…
pues porque nació aquí, pero convencidísimo de que... como que nadie ha
movido un dedo en Ávila por el tema.
Pero todos los días hay caravana a Sonsoles, va gente a diario, por la
cosa de los exámenes. En san Segundo también… entonces no se estu-
diaba tanto como ahora, cada uno pediría lo que creyera conveniente; yo,
para mí, me parecía una juerga y en sí no creo que me haya concedido
lo que le haya pedido nunca (ríe) porque... las chicas jóvenes salíamos de
coser… A Sonsoles no, a Sonsoles yo siempre le pedía muchísimas cosas
y se lo sigo pidiendo, sí, con mucha devoción. En cambio en san Segundo
se iba más en plan de juerga, que tener que meter ahí el pañuelito, que se
sentía sonar el agua de la alcantarilla… La Santa es patrona de Ávila y
Sonsoles tiene mucha gente, mucha, mucha. Tu vas, por ejemplo, todos
los días hay una novena a Sonsoles… ¿cuántas ves que hagan una novena
a la Santa? para una novena a la Santa, hacen treinta a la otra.
109
María Cátedra
110
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Sí, por regla general es por promesas que hacen. Porque oyes a las
señoras que traen tiestos: «Ay, mi tiesto, que me lo saquen pronto, que
me lo coloquen bien, que lo he estado cuidando todo el tiempo porque se
lo prometí a la Virgen…».
Pero en Sonsoles ves gente, hay un manto que le han regalao, un señor
que a mí me ha llegao al alma; lo tenía ofrecido, y este no tenía dinero,
lo quitaron donde trabajaba, de la tienda donde trabajaba le quitaron, se
fue al paro y entonces como le dieron bastante dinero... no sabía si iba a
encontrar trabajo o no iba a encontrar, entonces al recoger el dinero que le
dieron, compró un manto a la Virgen de Sonsoles. Luego ha encontrado
trabajo… Las adoratrices son las que más los hacen, de aquí o en Ma-
drid… Bueno, hay otro señor que vive en Barcelona, que ese lo ha hecho
ella, ella, que son dos hermanas, y entre las dos hermanas. El manto lo
suelen regalar por promesa.
111
María Cátedra
milagros, pero además los fieles aluden con mucha frecuencia al conocido
librito Historia de Nuestra Señora de Sonsoles que se expende en el santua-
rio. De ahí, y del famoso cuarto de los exvotos, proviene la relación de
milagros que así interpretan:
¡Ah! ¿no sabes la historia del lagarto?, ¿no sabes?… Sí, mira esto es
muy fácil: esto era un caballero abulense, andaba allá por las Indias, sería
un señor ricachón que tendría sus campos, digo yo vamos, eso ya es ima-
ginario, entonces andaba por sus campos y se le apareció un cocodrilo,
iba con su caballo, y entonces él veía la muerte encima y dice la historia
que la fusta del caballo se convirtió en una espada, ¿eh? y le mató con
la espada, y ofreció traérselo aquí, a la Virgen de Sonsoles, porque él se
encomendó a la Virgen de Sonsoles, ¿eh? pero no fue en Ávila, fue en las
Indias, allá en las Indias… Bueno, pero eso es así, ese cocodrilo está ahí,
es un misterio, es un milagro de la Virgen, eso está ahí como milagro.
Hay también un barco, otro milagro, y una avioneta también ahí, sí, la
avioneta la han quitado ya porque eso era de cuando la guerra, esa la he
quitado yo, la he quitado yo y la he puesto en otro sitio, está puesta donde
los recuerdos, atrás, donde están las piernas de palo y todo eso.
112
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Cuando los exámenes a Sonsoles, ah sí, del todo, y dejaban libros allí
después cuando habían aprobao, donde estaban los exvotos, pues estaba
lleno de libros de los que suspendían y luego aprobaban.
113
María Cátedra
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Y andando mucha gente, por las mañanas... claro voy muchas veces, y
pasan y... yo suelo llegar a mi trabajo alrededor de las nueve, ves un cordón de
gente que va y vienen a Sonsoles, tienen que andar y esas cosas, pues llegan
hasta el santuario, rezan a la Virgen y vuelven, eso igual que las hormigas.
Para la gente del campo en cambio Sonsoles tiene una utilidad muy
básica y práctica para sus necesidades agrícolas. La Virgen trae el agua si
se la lleva a la ciudad y se le hace una novena:
115
María Cátedra
además normalmente antes de los nueve días, llueve ¿eh?, eso yo creo que
es casi seguro ¿eh?, acaba la novena y acaba lloviendo–.
Resulta una paradoja que cuando los labradores necesitan agua para sus
campos traigan a una imagen campesina a la ciudad. Un agricultor (A) y
su mujer (B) me explicaban la razón de esta práctica (yo soy M). Aparte
del sacrificio que supone, a la Virgen se la traslada para que «vea» lo secos
que están los campos:
72 «La Virgen cuando viene a Ávila sube por la Toledana para arriba, entra por el arco del
Rastro… claro, entonces pasa por el Rastro sigue por el Mercado Chico a entrar por ahí
por las puertas de la catedral. Y luego cuando sale, sale por la puerta del norte, da vuelta
116
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Y también por la cosa del agua, sí, a través del ayuntamiento se pide a
la junta de Sonsoles, el ayuntamiento y cabildo hace la petición al patro-
nato y el patronato lo concede o no lo concede. Y entonces se hace cargo
de la entrada en el Rastro bajo notario, que el notario es el cabildo, y se
hace cargo y se entrega la Virgen de Sonsoles y el patronato firma.
por este otro arco de aquí, de la calle San Segundo, de la calle San Segundo abajo a la
plaza de Santa Teresa, el Mercado Grande, allí se hace una parada, se despide la Virgen
de Ávila y sigue para abajo, a coger otra vez la Toledana, a coger la carretera para irse a
la ermita. En un camión se la lleva las andas que tiene para... una especie de ruedas que
tiene, un carruaje que tiene ...».
117
María Cátedra
Virgen está dieciocho días, está allí con ella, siempre, vamos, por la noche
se cierra y se acabó, sí, pero si no, está allí siempre… Entonces está allí,
si alguno quiere, lleva también las velas, si alguno quiere poner velas por
la Virgen, él las pone.
Este año mariano la han traído ahora, el año pasado, sí, sí, la bajan
a hombros. La llevamos nosotros, todos. Mira el caso este, la última vez
que la bajamos, casi la bajamos solos, porque siempre va todo el pueblo
en masa, pero esta vez… cuando se va con la Virgen de Sonsoles, ella
tiene preferencia en la catedral y tiene su trono en el altar mayor, ahí la
ponemos... Bajamos hasta el puente de Santi Espíritu, el primer relevo me
lo hicieron en el puente Santi Espíritu a mí…
118
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
terciopelo, es el más bonito que tiene, todo bordao en oro. Y alguna vez
que alguien le ha regalao un traje y se ha cambiao, la gente no le gusta,
siempre dicen que está más fea la Virgen, la verdad es que el mejor traje
es el otro. Luego tiene otro verde de terciopelo, también muy antiguo, que
ese se le suele poner para una fiesta, en octubre; se la cambia el sábado y
se la tiene esa semana y luego el sábado siguiente se la vuelve a cambiar,
pues eso últimamente la han regalado varios y ya se la va poniendo lo que
la van regalando... Y la pequeñita también se la cambia, también… hay
algunos trajes que los tiene iguales; el rojo lo tiene igual, el verde igual,
el morao ahora también se la pone de morao; sí, a las dos, las vestimos
a las dos. Somos cinco, cinco somos las que las vestimos ahora, tenemos
dos que están medio cojas las pobres. Por ejemplo, si hay que vestir a la
pequeña, dos visten a la pequeña y dos a la grande, y otra va alcanzando
las cosas y luego ese señor (su marido) va poniendo las faltas, porque la
vestía con su madre toda la vida y su abuela la vistió, la vistió su abuela,
luego su madre, y luego tenía que haber pasado a esta señora, pero como
vive en Madrid, creo que se lo perdió (todos ríen). Yo, al día siguiente de
casarme empecé a vestir a la Virgen de Sonsoles, allí donde me llevaron.
B. Yo lo hubiera hecho con mucho gusto, pero como estaba en Madrid
ya no podía, que cuando era pequeña también...
A. Es una Virgen muy vestida, la verdad es que la vestimos mucho,
el l5 de agosto también, el día de la Virgen, es la coronación, que se la
coronó. Pues el martes la vamos a poner de mora [¿de mora?] no, de
morao (reímos).
C. aunque es un poco moreneta también…
119
María Cátedra
coincidía el día –tía María ayudaba muchísimo, era del patronato– So-
terraña era una Virgen muy de las señoras antiguas, pero ahora... bueno,
ahora ya no se la puede vestir porque l’han pintao, l’han puesto como si
fuera antigua... una talla; era talla, pero a pesar de que era talla, la vestían,
estaba estropeada y ahora l’han restaurao… se le hace una novena todos
los años, ahora, devoción como la de Sonsoles, yo creo que no, ahora que
a la novena también iba mucha gente.
120
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
izquierda para adelante, antes de dar la vuelta; pues hay una cruz ahí, ahí
está la cruz, la entrada hacia Ávila… y decían que se hacía pesada la Vir-
gen y que no pasaba, y que no pasaba y no pasaba; nosotros no lo hemos
visto, ni en leyenda ni nada, pero eso siempre lo han dicho… he oído que
había roto un carro… que la Virgen no quería pasar, se hacia pesada y no
quería pasar [¿y por qué no quería pasar?] porque no quería venir a Ávila,
se quería quedar en el santuario.
Esta Virgen no es la que vemos en el altar, sino la que hay ahí, peque-
ñita, en la sacristía, esa es la auténtica Virgen, que data del siglo XII, esa
imagen es la auténtica Virgen, pequeñita y milagrosa, esa es la que se ha
aparecido. [Y sin embargo la tienen medio escondida…] no, pero sí que
está muy arregladita. Dicen, –que yo esto no...– que nunca la han podido
sacar de allí… que siempre pasa algo cuando la sacan de allí, creo que
siempre pasa alguna cosa que no se puede… que no quiere, como si no
quisiera salir. Vamos, yo eso no doy fe porque no lo he visto nunca, pero
sí... porque ésta que hay aquí, la que hay aquí en el altar, esa imagen más
mayor, esa principal estaba en... ¿sabes en la ermita que hay ahí derruida,
aquí por la carretera vieja, por donde la deportiva?, ahí hay una casita, al
lado del río, muy pequeñita… la casa de las aguas, y es la Virgen de las
Aguas… La pequeña, que es la que se apareció…
121
María Cátedra
73 Una noticia curiosa que probablemente no tiene ninguna relación con esta creencia es que
en octubre de 1666, al bajar la imagen a la ciudad, se decide no volver a portar el trono
de plata que se le ha hecho debido al enorme peso del mismo (Heras, 1998: 46). Hoy no
existe ese trono.
122
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
es una especie de misterio o milagro para unos, y para otros algo que les
gustaría comprobar:
Es santa Teresa patrona y sin embargo yo, por mí, tengo más devoción
a la Virgen de Sonsoles. Es que mi padre tenía mucha fe en la Virgen y
todos los años ofrecía dos misas, porque entonces no había que pedir por
recomendación las misas como ahora, entonces tu ibas, la encargabas y te
la decían el día que tu quisieras, y ahora hay que ir por recomendación
123
María Cátedra
como todas las cosas. Había menos gente que encargaba la misa y ahora
hay gente que te dice «A Sonsoles, a misa» –y a la Santa son contaos– y
allí todos los días, todos los días. Antiguamente siendo yo niña y más
mayor, tal día como hoy, que estamos en Semana Santa, íbamos el miér-
coles del Rastro para abajo a Sonsoles, al entierro de la sardina, los mozos
y las mozas, y no se decía misa, era cantar una salve y volver caminando a
tu casa, antes andando, andando. Me parecía que era una judíada, que era
perder la devoción el ir en coche, y ahora claro, ya no voy si no es en coche.
Todos los años íbamos a Sonsoles. Mi padre vendía leche y tenía los
serones de las aguaderas, dejaba los cántaros en casa y en cada serón nos
metía a los hijos, de pequeños que éramos, cuando íbamos a Sonsoles.
Hemos ido muchísimo.
124
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
74 Parece ser que Escrivá de Balaguer (fundador del Opus Dei) realizó varias veces el tra-
yecto a Sonsoles a pie, la primera vez en 1935 y la última en 1969, según indica Ecos del
Santuario de N. S. de Sonsoles 1996 nº 5: 2.
125
María Cátedra
de mayo. En este mes «se hace un día a la Virgen», es decir, los colegios
organizan una excursión con los niños. También hay peregrinaciones de
distintas organizaciones (cursillos de Cristiandad, Amas de Casa, enfer-
meras del Hospital Provincial, el Ejército Azul, Casa Social Católica,
etcétera). El 15 de agosto se celebra el aniversario de la coronación de la
Virgen. El patronato y su componente ciudadano tiene su fiesta principal
en el mes de julio, pero en cambio las cofradías campesinas las tienen al
acabar las cosechas, en octubre. Estas son las mayores celebraciones:
126
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
o una semana después se celebra una misa por los hermanos difuntos. En
la celebración de estas fiestas colaboran distintas entidades significativas
de la ciudad (la Junta de Castilla y León, la Diputación y el Ayuntamiento
de Ávila, las Cajas de Ahorros, el Casino abulense y el propio restaurante
del santuario, Peña Taurina, Junta de Semana Santa, etcétera) aparte de
algunos comerciantes y propietarios de bares.
Las ofrendas tienen lugar en los tres primeros domingos de octubre.
Estas fiestas están organizadas a través de los escuadras, que se encargan
de las celebraciones y son fijos u ocasionales, al mando de los cuales hay
un Escuadra Mayor, cargo anual por turno entre los distintos pueblos. En
los tres casos hay una misa del Peregrino, misa Mayor, procesión, y en las
dos primeras, subasta de ofrendas y de banzos. La cofradía de la Sierrecilla
está compuesta por catorce pueblos, la del Valle Amblés por otros catorce
y la de La Colilla, por un solo pueblo75. Hay también una agrupación en
una parroquia de Madrid llamada Sonsoles que acude a Ávila todos los
años. La cofradía más importante por la vitalidad de sus pueblos y parti-
cipación es la del Valle Amblés, que se encarga de la Ofrenda Grande. Si
la fiesta del patronato es, como se dice repetidamente, la «más señorial»,
oficial y ciudadana, la de la Ofrenda Grande es la más grande, popular y
campesina. He aquí como se comparan:
Sí, en las tres fiestas, en la fiesta del patronato es la que va más gente
de Ávila, la que más baja, y luego la última, la del tercer domingo de
octubre, esa es la que va menos gente, es la de un pueblo de aquí de al
lao, que se llama la Colilla; esa se venían con los carros, las caballerías y
127
María Cátedra
La Ofrenda Chica es la primera que viene, esa tiene poca gente… pero
ellos no hacen cuentas ni nada… ellos va uno de cada pueblo y entregan a
la Virgen equis pesetas o lo que sea pero nada más, ahí no hacen cuentas
de nada: «¿vas a ir este año a Sonsoles?», «pues mira, sí», «pues toma lleva
a la Virgen mil pesetas» y ese se encarga, y si van diez pueblos, pues de
76 En Tornadizos, uno de los pequeños pueblos del Valle de Amblés, había 125 cofrades de
Sonsoles en 1991. También muy numerosos eran los de Martiherrero.
128
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
cada pueblo lleva quinientas o mil o dos mil o tres mil, eso lo entregan
ahí en la mesa… pero nada más.
129
María Cátedra
Sí, también hubo épocas en que le llevaban grano. ¡Hombre! allí (san-
tuario) sí que hay una romana de esas que hay antiguas de las pesas, con
los pomos. Sí, mandaban, incluso mandaban ovejas, algún cordero o bo-
rrego y mandaban también, eso también me lo han contado en estos pue-
blos, si le mandaban una fanega de cebada o eso, pero bueno, luego eso se
subastaba siempre y para la Virgen… eso era de la gente de los pueblos…
En Ávila, ahora mismo el día del patronato pues la entregan tiestos, cosas,
eso es ahora igual en Ávila que en los pueblos, eso es igual. Pero que te
diga yo, eso luego llega la ofrenda, esto es más de las ofrendas…
77 Un señor de unos 65 años me indicó que de pequeño le trajeron con una mortaja porque
lo sanó la Virgen.
130
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
131
María Cátedra
En Sonsoles suele ser por familias, están todos los de una familia…
pero a la misa esta de Peregrinos, por regla general casi todos son hom-
bres… cuando disteis las medallas esas que les impusisteis a los peregrinos
yo creo que no había más que una mujer… yo no me acuerdo el tiempo
que hacía que acudían habitualmente todos los domingos, yo me paece
que eran tres años, tres años seguidos, todos los domingos, haga bueno,
haga calor o haga frío.
132
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
133
María Cátedra
Los motivos son distintos, según se me indica aquí. Hablo yo (M) con
un devoto de Sonsoles (A):
Esta fama de elitista le viene dada por sus supuestas riquezas, como
indica esta conversación entre dos hombres:
134
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
135
María Cátedra
había esas mesas, que entonces no había esas mesas, tiraban una manta,
el mantel y todo el mundo del pueblo comiendo, y se lo pasaba uno muy
bien. Yo he ido muchísimos años, desde muy chiquitita porque mi padre
tenía esta costumbre: un día decía una misa, que entonces había sacerdotes
pa decir misa, porque ahora tiene que ser una misa pa diez y allí a mi
padre le decían la misa el día que él decía, y se le decía una por devoción
de todos los años y otra por algo que ofrecía él; todos los años íbamos dos
veces al patronato.
La relación entre los dos colectivos y sus respectivas fiestas –los ciuda-
danos y la fiesta del patronato, los campesinos y sus ofrendas– no confor-
man exactamente una relación de iguales. Los de las cofradías rurales se
quejan veladamente del control ciudadano y de su asociación con los más
ricos, pese a sus humildes orígenes:
Allí los que tienen más protagonismo son los de la ciudad de Ávila…
encájalo como quieras, tú ya... siempre estuvo mandada por la ciudad…
nosotros siempre hemos ido, pero los que mantienen la Virgen, siempre ha
sido mandada por la ciudad y los que lo llevan todo son los de la ciudad…
Pero esto siempre ha pertenecido a san Pedro, a la parroquia de san Pedro,
¿sabes cuál es?, esa del Mercado Grande... la mejor parroquia de Ávila, la
más rica… siempre estuvo mandado desde Ávila y luego las tradiciones
de unos pasan a otros, los mandos, los mandatos... Este patronato nació
porque un maestro herrador, siendo un señor avistó a la Virgen, siendo de
oficio herrador, dice: «¡hombre! ¡cómo está esto de mal y tal!» y hablaría
con el cura o con quien fuera de ellos: «¡oye mira, mira, pues si queríais
haceros cargo de ello... avisa a Fulano y a Mengano, y oye lo ponemos a
vuestro nombre» y así nació el patronato, así nació el patronato.
Que Sonsoles es más grande porque abarca todos los pueblos de la pro-
vincia de Ávila. Sí, porque Sonsoles tiene tres ofrendas; vienen del Valle
del Tiétar, de los pueblos de la Moraña y del Valle Amblés. Sonsoles es
tan grande por eso, porque coge todo el contorno ese.
136
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
137
María Cátedra
mira yo también soy cofrade de la Virgen del Rosario, sí, pero se va más
a la Virgen de Sonsoles, yo creo.
Es como un árbol con las ramas, es igual. Las cofradías son las ramas
del árbol, el árbol es el patronato… –bueno, es que en realidad yo también
soy un poco poeta–… Ahí puedes poner que son tres ramas que nacieron a
la vez: las cofradías han nacido desde que se inventó el patronato… nació
entonces, más o menos, porque las cofradías han nacido de la influencia
de la Virgen, empezó ahí uno a hacer una visita a la Virgen, como yo iba
con mi abuela cuando iba montado en el burro o con la yegua atrás…
Las cofradías al igual que las ramas del patronato, son las raíces de
todo alrededor. Es que es así… bueno, la Virgen de Sonsoles, por supuesto
está puesta en la sierrecilla, también le llamaban la Virgen de la Sierreci-
lla en tiempos o la ermita de la sierrecilla porque está en una sierrecilla,
pero la Virgen nació campera porque la descubrieron pastores, así que es
campera, es así. La Virgen nació, la descubrieron dos pastores, fueron dos
138
La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Somos padre, hijo y espíritu santo, para que lo entiendas, padre, hijo
y espíritu santo. El padre es el patronato, ese tiene montado su cabildo,
sus jefes, son siete. Dentro de los cofrades del patronato luego tienes estas
cofradías, ese es el hijo, eso es aparte del patronato. Las cofradías no tie-
nen que ver nada con el patronato… todos pertenecemos a la Virgen pero
cada cofradía es distinta al patronato… y soy de la cofradía de Sonsoles
de Z, pero no soy del patronato, vamos soy de la Virgen, pero no soy de
la cofradía del patronato. Y el espíritu santo es La Colilla (reímos).
139
María Cátedra
Jugar la bandera… tiene que pasar por los pies, por el cinturón, de ro-
dillas, tumbado, sentado... etcétera, sin dar en el suelo, eso se hace delante
de la Virgen, una vez que sacan a la Virgen afuera. Primeramente vamos a
la Cruz de Algaín… y allí antes de misa vamos y ya dan a la bandera [?]
darla o recibirla, es una tradición, en aquella cruz. Es como si fuese una
especie de entrada a Sonsoles, ¿entiendes? Entonces luego ya hasta que no
venimos con la bandera no se empieza la misa Mayor, entonces nosotros
pasamos a preferencia aquel día… Luego ya se da la bandera y vamos a
la misa Mayor, después de misa se da la procesión, se acaba la misa, nos
invita el patronato a tomar ahí unas... una copita de vino y alguna pasta,
nos invitan ahí en la sacristía, y después viene la procesión y luego en la
procesión tienen que dar otras dos veces la bandera: una dentro del re-
cinto, una frente de la fuente que hay arriba, enfrentito de la fuente ahí
se da la primera vez, y sigue otra vez para adelante, delante de la Virgen,
y luego otra vez en la plaza de toros, ahí otra vez, entonces ahí termina.
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
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María Cátedra
cada año. Yo, por ejemplo voy a ir ahora. La bandera pasa, este mes está
encerrada, luego allá ellos (en los pueblos), allá se entiendan si la quieren
sortear o la llevan por familias, o ven que este muchacho joven no la puede
dar o la puede dar, porque la bandera no todo el mundo la puede dar…
[?] es lo de jugar la bandera.
Mira en cada pueblo hay tres bandas, que llaman,[?] eso que llevamos
de bandolera ¿no lo has visto? hay dos bandas y si hay estandarte hay tres,
–hay pueblos que no tienen estandarte–. Ahora llevo ya cinco años o seis
años que llevo esto, que antes lo llevaba otro señor que se hizo mayor, ya
con ochenta años para arriba y me dijo el patronato: «Mira X, si lo deja
Z, lo tienes que hacer tú». Llevo ya muchos años ligado a eso, muy ligado
con todo, además con mucho cariño lo hago todo. Luego es que lo vivo,
si no lo viviera no lo haría. Bueno pues entonces, mientras ellos subastan
los banzos yo me subo arriba, a una sala que hay arriba para las sesiones…
Nos saludamos, rezamos un padrenuestro por el difunto cofrade, eso lo
primero, con todos los pueblos y entonces: «la bandera estaba en tal sitio,
pasa a tal pueblo», ¿eh?, «el bastón estaba en tal sitio pasa a tal sitio», se
cambia de pueblo, y siempre lo lleva pues el que lleva la bandera o el que
lleva las bandas, se encarga de pagar la cuota que ponemos cada año…
una cuota pequeñita, mira aquí la tienes, es muy pequeñita y si hay una
defunción, yo reintegro el dinero para que digan una misa al difunto, al
cofrade… esto se hace muy deprisa. Ves, por ejemplo: «Bueno ¿cuántos
cofrades tiene?, ochenta, a cincuenta pesetas la cuota, total cuatro mil
pesetas. ¿Quiere usted alguna misa?». «Pues no señor, pues ninguna,
hasta otro año», ¡ala! reintegro. Cabañas: cuarenta, misas, cuota, total,
digo cofrades, cuota cincuenta pesetas, total, misas tenía una, se le abo-
nó quinientas pesetas para la misa, y así todo y esto es la marcha; si se
ha muerto algún difunto, pues quinientas pesetas, si cuesta más, más.
Entonces, después de misa, mientras se rematan las bandos, hacemos las
cuentas, como te he dicho antes, acabamos, nos damos la mano y hasta
otro año, y cambiamos la bandera a otro pueblo, se cambia el bastón y se
cambia la alabarda, con todos los pueblos del Valle Amblés…
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Los recuerdos de los más mayores sobre las romerías de Sonsoles son
muy nostálgicos. Muy frecuentes fueron las tradicionales ofrendas en cera
tan necesarias en los tiempos en que no había electricidad:
Y llevaba una vela porque allí no había vela ni había nada, aquello
era como una cueva de Luis Candelas… una vela de año en año para
ponérsela a la Virgen, ahí ni vendían velas ni nada, le ponían una vela a
la Virgen… mi abuela compraba las velas en Ávila o igual venían por ahí
vendiendo también los cereros con burro o mulas, y les compraban las
velas: «estas que son más bonitas para el Santísimo, estas para la Virgen»,
y se las ofrecían en acción de gracias, «vamos a llevar una vela a la Virgen
dando gracias por esto o por lo otro, vamos a hacer una visita a la Virgen»,
al igual que cuando la guerra que unos también... tenía yo unos primos
que también estuvieron en la guerra, pues fuimos allí un día también a
comer, llevamos velas a la Virgen y allí comimos, pero allí en medio del
campo no había tabernas ni había nada.
143
María Cátedra
Pues mira hay una cosa, hay otra cosa típica. La comida típica de
ofrenda, siempre llevábamos mantas de campo que llamamos, se exten-
dían por allí por el circuito y allí sentados como reyes… pero hay dos
comidas que esas no fallaban nunca, que son típicas para... que era pollo
con tomate, el mejor pollo o el mejor gallo del corral se mataba para ir a
la ofrenda, eso por supuesto… aquí en los pueblos, te hablo de mi pueblo.
Se echaba la gallina, se criaban los pollitos con trigo y el mejor pollo o un
gallo, ese se hacía con tomate, este y la ensalada de pimientos morrones
asados, eso no fallaba nunca, y las tortillas de patatas hechas a la lumbre,
esos tres platos, luego habría más cosas, pero la comida típica era esa…
Era por familias y si uno tenía la bandera, el que tenía la bandera invitaba
a toda la familia y todos llevaban, pues para hacer la merienda, unos hue-
vos... uno daba un pollo: «toma este pollo para la merienda, o toma estos
huevos para que hagas la tortilla», o sea que todo el mundo cooperaba,
¿eh? y luego aparte de eso también llevábamos vino por la cofradía, se
llevaba una cántara para... para los de nuestro pueblo. Se lleva vino por
las cofradías, o sea yo y el presidente –siempre son dos–, el presidente y el
tesorero íbamos a la taberna y a ver: «dos arrobas de vino», y las tenía que
llevar el que llevaba la escuadra, tenía que llevar el vino, era una costum-
bre, y luego, a la hora de comer pues llevaba una jarra, que la llevaba un
chaval y se repartía, pasaban las jarras, pasaba a nosotros, al que llevaba la
cofradía, venga una jarra en cada mesa: «¿tú eres cofrade?», «sí»; «¿cuántos
cofrades vais?», «tantos», «pues venga toma tanto»… un cuartillo y así se
iba dando por todas las mesas. ¿Sobraba vino?, pues luego en el camino,
tu verás, para allá todo el mundo iba de pie, pero para acá, que entonces la
gente no bebía vino, muchos venían atravesados en los burros, atravesados
venían (reímos).
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
en casi todas estas reuniones. Entre otras cuestiones ese día se trató de la
construcción de un bar restaurante en Sonsoles y se adjudicaron las obras
a un constructor y hermano cofrade. En la reunión también se pidió au-
torización para que un antiguo monaguillo citara sus vivencias en forma
de versos a la Virgen. Se hicieron varios comentarios y se dieron algunas
informaciones (que en la misa de Peregrinos casi siempre iban los mismos,
que antiguamente había existido un hospital de peregrinos que daban por
dos días de comer y vestir a un transeúnte…). Por último se dio cuenta
de gastos e ingresos78. Lo más llamativo de esta reunión giró en torno al
pleito que el patronato tenía con el obispo de la ciudad. El presidente en
ese momento era un sacerdote y se refirió con calor y admiración a las
hermandades y cofradías, organizaciones de laicos que habían logrado
valientemente resistir cinco siglos en algunos casos79. Hubo también, por
parte de todos, bastantes críticas al obispo, con el que mantenían un so-
noro pleito. Ni qué decir tiene que quedé bastante sorprendida de estos
comentarios en la católica Ávila.
Voy a referirme a este conflicto reciente que se gesta en los años 80. El
patronato editará un folleto (Patronato 1989) en que se narra el proceso
seguido entre el obispo de la ciudad y el patronato de Sonsoles. El 14 de
septiembre de 1981 el obispo de Ávila emite un decreto estableciendo
la separación de los bienes y de las administraciones del santuario y del
patronato, y nombrando por su cuenta un nuevo rector del santuario. El
patronato impugna el decreto, aludiendo a la bula pontificia de Clemente
VII del 22 de mayo de 1526, acude a los tribunales civiles y eclesiásticos
españoles que se declaran incompetentes por lo que recurre a la Congre-
gación Romana del Clero. El 18 de julio de 1984 un decreto de esta Con-
gregación da la razón al obispo. Muy significativamente firma el decreto el
obispo de Ávila. Un mes después el presidente del patronato (el sacerdote
antes aludido) recurre contra este decreto pidiendo su nulidad a la Signa-
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María Cátedra
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
ra, por las causas que fueren, están convertidos en nidos de aguiluchos,
abandonados con sus piedras de sillería esfacelándose y derrumbándose
en lluvia de arenilla. Este, no solo no está desintegrándose, sino que sus
titulares lo han convertido en un santuario mariano, de peregrinación, de
adoración, durante siglos… Pensamos que es una institución modélica…»
(Patronato 1989: 9). La clave de este proceso aparece en las posibilidades
económicas del patronato que colabora «en el orden de ayudas vocaciona-
les, de peregrinos, de ayuda a iglesias pobres, restauración de santuarios,
edición y propagación de catecismos, etcétera».
No obstante hay que decir que no es exactamente un enfrentamiento
entre obispo y patronato cuanto una oposición entre dos líneas eclesiásti-
cas. Poco después del fallo a favor del patronato murió su presidente, un
sacerdote al que se le dedica la frase «artífice del gran triunfador del pleito
que (en) el siglo xx mantuvo el patronato»80. Por su parte el obispo fue
trasladado de sede poco después del fallo definitivo. Hay quien asegura que
Sonsoles le costó su puesto al obispo (aunque hay otros temas relacionados
con el Carmelo que se suponen fueron más decisivos en este traslado81).
El pleito ha sido muy comentado en Ávila y las noticias del mismo y
las distintas etapas del proceso han ocupado páginas de la prensa local,
conversaciones privadas y públicas e incluso parte de los sermones de
algunos púlpitos. En su mayor parte la gente de Ávila tomó partido por
el patronato y se hizo en buena medida experta en historia, derecho ecle-
siástico y bulas:
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María Cátedra
Al poco de llegar a Ávila hablé un día con un devoto (A) que ocupaba
un cargo en el patronato. Estaba presente su mujer (B) y otros miembros
de su familia, entre ellos una hermana (H). Normalmente no se habla de
estos temas de conflictos con gente ajena a las cofradías, pero en este caso
insinué tímidamente que había oído había «un poco de enfrentamiento
con el obispo» y obtuve esta contundente, extensa e interesante respuesta:
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Y por eso le siguen llevando el patronato, está legalizado y todo, está pa-
sado por Hacienda y por todo, está todo legalizado, que decía luego el señor
obispo que si esto era una taberna, es mentira es un patronato legalizado.
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María Cátedra
Aquí hay una cosa que se ve en la historia, aunque sea una ciudad muy
religiosa en la que predomina mucho la iglesia, por lo que sea, siempre
que la iglesia ha intentado salir del tiesto, ha habido problemas, porque
no sé si tiene documentación de la última que ha habido con Sonsoles,
que no ha llegado al público... yo tengo fotocopia de la sentencia, una
batalla campal...
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
Hay quien considera que el exvoto del avión pudo tener otro origen:
153
María Cátedra
licita que Ávila no cayera en el abismo. Oíste, sin duda, la súplica ferviente
que te dirigió desde el cielo tu hija predilecta, Santa Teresa de Jesús».
Parece ser que la propia imagen de la Virgen de Sonsoles tuvo algo que
ver en este «milagro» y no solo con la protección de los bombardeos o la
salvación de un piloto. La Virgen se aparece en forma de viejecita82 a las
tropas rojas y les comunica que la ciudad está perfectamente defendida y
que marchar sobre ella supondría una segura derrota. Las «hordas mar-
xistas» huyen ante tales informaciones. He aquí el suceso y un testimonio
de la posterior represión contada por dos personas de muy diferentes
filiaciones políticas:
82 En otras versiones hay dudas sobre la identidad de la viejecita –o bien la Virgen de Son-
soles o santa Teresa–.
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María Cátedra
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La ciudad y su tierra: la Virgen de Sonsoles
83 El término común en Ávila designa la élite de la ciudad y es el título del libro de Eduardo
Cabezas sobre los grupos de poder durante la Restauración (2000).
84 Por ejemplo la cofradía de san Segundo en la barriada de la Puente. Sobre ello véase
Cátedra (1997).
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4. El barrio y la ciudad:
la Virgen de las Vacas
85 Un acompañamiento típico de las fiestas abulenses. Una vecina contaba divertida que su
nieta de dos años cada vez que le decían «¿Cómo es Ávila?», exclamaba «¡Pum, Pum!».
Mi cuaderno de campo repetidamente recoge observaciones como estas: Hoy he ido a las
Vacas. Escribo a las 12 de la noche y no paran los cohetes, probablemente de los mozos de las
Vacas (4 de mayo de 1988). Los de las Vacas siguen armando ruido como siempre, todos los mayo
son para ellos, hoy es víspera de la Trinidad. El ruido que hace esta gente en la ciudad. (28 de
mayo 1988). Los datos que aquí empleo se refieren fundamentalmente a los años 1987,
1988 y 1989, aunque también utilizo datos posteriores. Este texto fue presentado en el III
Encuentro de Antropólogos Ibéricos titulado En-clave Ibérica. Agradezco a José María
Uribe su amable invitación a participar en el mismo. Fue publicado en 2007. También
formó parte de una conferencia de CIOFF en 2005 y publicado posteriormente en 2006.
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María Cátedra
I. La historia
Quien podrá dezir algo de lo mucho que hay que dezir de la gran devoción
que el pueblo Christiano ha tenido, en siglos passados, con la madre de Dios de
las Vacas (…) Por ser tan antigua esta Imagen, no podemos hallar papeles, que
nos manifiesten que principio tuvo… (Ariz 1978 [1607], 1ª p.: 42V)
Un labrador devoto, siempre que oya tañer a Missa, donde quiera que
estuviesse trabajando, dexaba la labor y acudia a la Yglesia. Y assi fue, que
harando con unas vacas, junto a la dicha hermita, se las dejo, y acudio a oyr
Missa, y quando torno a la pieça, hallo las vacas harando, y acabada su labor.
Visto este milagro, le pusieron el nombre, de nuestra Señora de las Vacas(…)
(Ariz, 1978 [1607])
86 Si no la más popular, al decir de algunos. Nicolás González (El Diario de Ávila 25-6-
1988) indica: «esta ermita y cofradía de las Vacas es la expresión más característica de la
religiosidad popular en Ávila (…) un dato sociológico excepcional».
87 Según Sabe (2000) la imagen actual es de 1854 y no se conserva la talla antigua.
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Moreno Guijarro, un caballero noble del siglo xix, también une ambas
leyendas pero además añade un detalle significativo. El protagonismo del
agricultor o carbonero está compartido con su «amo», un intermediario
entre el rústico humilde y la sagrada imagen, quien lleva a cabo la cons-
trucción del templo. En esta versión las propias vacas son más «devotas»
y conscientes que el «humilde criado y carbonero»:
163
María Cátedra
De todas las versiones, la más popular parece ser la del carbonero que
deja su huella en el cuello de la imagen. Unos versos, los Gozos de Nuestra
Señora de las Vacas (Moreno 1875: 44-5), recogen así este origen:
A un humilde Carbonero
Señora te apareciste
Y pruebas así nos diste
De tu celestial poder:
De una muñeca en figura
Guardas tu ser verdadero
Y con ansia el carbonero
La muñeca va a coger.
Y tu burlando su afán
Y su deseo liviano,
Huyes de su tosca mano
Saltando luego veloz:
Mas al fin logra él asirte
Sobre su Divino cuello;
Y aún se conserva aquel sello
Que el carbonero estampó.
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Y esa ermita, en el año 1810 estaba en ruinas, como entraron los fran-
ceses y robaron al patronato nuestro aquí, pues nos dejaron desmantelaos,
porque las ideas que tenían, según los libros, la perspectiva que tenía el
Patronato era arreglar la Santísima Trinidad. Entonces al robarlos y de-
jarlos sin nada, pues la ermita de la Santísima Trinidad se abandonó y se
vino abajo.
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María Cátedra
88 Ariz indica que en 1258 era una encomienda puesto que en 1296 muere Sebastián Díaz,
«comendador de las Vacas».
89 Sobre las circunstancias de esta unión de las cofradías y oposición entre cofradía y orden,
véase Sabe (2000: 67).
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
90 Según Sabe, las ordenanzas son muy parecidas a las de Sonsoles en las que probablemente
se basaron (2000: 70).
91 Fernández Valencia indica que existía un hospital de «pobres, peregrinos y pasageros»
que consta en las ordenanzas de 1443, arruinado ya en 1676 cuando él escribe.
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María Cátedra
92 Sabe indica que, entre 1685 y 1699, ingresan en la cofradía 9 eclesíasticos, 20 nobles y
5 hombres; en la lista de nobles de 1713 aparecen 3 marqueses, 16 nobles y 1 licenciado.
La autora señala «Es muy curiosa la acumulación de gentes de posición elevada en esta
cofradía, que a buen seguro en sus orígenes estaría formada por personas de barrio de
condición humilde» (Sabe, 2000: 72).
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
las casas del patronato, porque aquí ha habido un presidente moro –cuan-
do ha estado aquí M., ella estuvo recopilando la historia del patronato y
entonces ella sacó que en aquella época hubo un presidente moro en el
patronato– sí, en aquella época había aquí mucho moro por lo visto, por
los apellidos…
Según los libros que hay ahí quizás fueran los más ricos... de Ávila, esas
riquezas han desaparecido, porque tenían fincas e incluso tenían barrios, el
barrio la Toledana yo creo que era casi del patronato, tenía muchísimas pro-
piedades, pero muchísimas. Donaciones que hacían devotos de la Virgen,
uno donaba una casa, otro donaba una finca...[¿ahora?] no, ahora no, ya hay
más egoísmo, más egoísmo, y ya no hay donaciones de esa clase.
Según los libros que había aquí, cuando venían a ofrecer, uno ofrecía
una finca, otro una casa, una vaca, otro ofrecía trigo, muchísimas cosas,
hacían ofrendas grandísimas, por eso según los libros, en aquella época,
tenía el patronato unas riquezas grandísimas, incluso ahí ha aparecido que
la dehesa de Bermeja, con su correspondiente ganadería, era del patrona-
to, está el barrio de la Toledana, que ahí tenían no sé cuántas casas, el
Salobrar, las Berlanas, tenían muchísimas propiedades, lo que pasa es que
no sabemos, no sabemos que es lo que ha pasao aquí…
– (Otro apunta): eso es que el obispao se ha querido quedar con todo…
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Procesión de la Virgen de las Vacas. Paso por la Ronda de la Muralla. Año 2010. (Foto J. M. J.
Sanchidrián).
Procesión de la Virgen de las Vacas. Paso por la Ronda de la Muralla. Año 2009. (Foto J. M. J.
Sanchidrián).
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María Cátedra
Procesión de la Virgen de las Vacas. Paso hacia el Monasterio de la Encarnación. Año 2010.
(Foto J. M. J. Sanchidrián).
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
94 Según la noticia que reproduce El Diario de Ávila (14-15-1987) una comisión de her-
manos se entrevistó con el gobernador insistiendo en sacar la imagen en procesión. El
gobernador no se quiso responsabilizar y recomendó hacer el trayecto por la barriada,
pero los cofrades deciden hacer el recorrido completo. La noticia sale en el diario ABC
(14-5-1936) no en YA como indica el informante. Belmonte cita un relato de Sánchez-
Albornoz sobre este tema. El gobernador en este relato informa a los de las Vacas que no
les puede autorizar porque la ermita está enfrente de la Casa del Pueblo y pueden chocar
con los socialistas. Los de las Vacas le tranquilizan: «Nosotros todos somos socialistas»
(Belmonte 2001: 286).
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María Cátedra
El barrio de las Vacas ocupa la zona del sur de Ávila, la zona más
soleada de la ciudad, un lugar de antiguas huertas y de pequeños agricul-
tores. A toda la zona se la denomina la Toledana, y se compone de varios
barrios –Las Vacas, Santiago y San Nicolás–. Hoy es la zona de expansión
de las clases populares y está en plena remodelación, pero los de las Vacas
tienen su barrio «muy controlao»:
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Hay varios barrios pero quizá las Vacas sería uno de los que tienen una
gran personalidad, porque lleva muchos años constituido como barrio, se
creó ya hace muchos años extramuros de la ciudad, quizá ese fuera uno
de los primeros, pero quizá también el barrio de San Nicolás, hay ahí una
zona muy arraigada en la ciudad. Las Vacas se va conservando un poco la
zona que está al lado de la ermita, es un barrio muy unido, eso sí que es
verdad, la gente lo viven mucho, eso une mucho, yo pienso que si no llega
a ser por la ermita posiblemente el barrio sería completamente diferente.
Hay expansión hacia el sur, pero es un barrio que está muy controlao las
Vacas, controlao en el sentido que ellos lo tienen muy delimitao, éste es
el barrio de las Vacas y de aquí p’allá ya no es el barrio de las Vacas, y...
nada más hay que darse una vuelta por allí, el ochenta o el noventa por
ciento ya son casas renovadas.
Hasta hace poco tiempo contaba también con ciertas zonas de dudosa
reputación, al decir respectivamente de un guardia urbano y un escritor
local:
(Las Vacas) era lo mejor, era donde estaban todos los tugurios de tías y
todo, en aquellos tiempos, barrio chino. Había... los Berrocales, la Calleja,
el Huerto, el 13, casas de furcias… yo era guardia ya, no se me olvida,
hará unos diez y ocho o veinte años, esas pobres mujeres que no saben
leer ni escribir, y entonces yo hacía los padrones, que estuve cinco años
en ese distrito de guardia…
Es que Ávila es un caso. Yo tengo alguna... ahí cito una cosa… no digo
a quién va dirigido porque no quiero… una especie de petición que iba
dirigida a un eclesiástico, yo no sé si era al vicario de la diócesis de en-
tonces o era el prior de la Santa, o algo así, de un grupo de fieles de Ávila
para que quiten unas casas de prostitución de... las Covachuelas, como lo
de las Vacas, es una delicia. Es una delicia, ¿no? Porque dicen que si están
sentadas en el cantón... y luego, que si estás sentado en el cantón a medio
día, es una cosa intolerable (risas) ...
177
María Cátedra
con cierta frecuencia a las fiestas de un barrio tan jaranero, aunque no las
«señoritas»:
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Las Vacas ha sido el barrio más alegre donde nunca ha faltado la mú-
sica. Los de las Vacas son famosos por sus ganas de fiesta, el ruido y al-
boroto con que se hacen notar, su entusiasmo y por la organización de sus
celebraciones. A ello no debe ser ajeno la cofradía del barrio, la más viva
y numerosa de la ciudad; hacia 1987 contaba con cerca de 800 cofrades
hombres y algunas viudas.
179
María Cátedra
...ahí lo tienes en los Carnavales, para cuarenta mil habitantes montan tres
carnavales paralelos: Ayuntamiento, Las Vacas y San Esteban.
…el hijo del Picardías que quiere ser cofrade…[¿es un mote?] (ríen) bue-
no, ahora hay pocos, pero antes (se conocían) más por el mote que por el
nombre; en aquella época ponían nombre a cualquiera, ahora no, ahora yo
creo que la gente es más educada, no es como antes. Bueno, aquí había un
personaje, cuando yo era pequeño, que era famoso en toda Ávila, el famo-
so Merejo, fue muy famoso aquí en el barrio las Vacas, era el limpiabotas.
180
El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Naturalmente, sin duda alguna, eso, las peñas, las cofradías, todas
estas cosas ayudan a que la gente de los barrios se unan, les cojan más
cariño a su pueblo, a su barrio, y la consecuencia directa es que cuidan
más sus barrios, son más sensibles a las agresiones que puedan padecer
sus barrios, agresiones urbanísticas, agresiones visuales [pero también hay
más problemas] eso son cuestiones menores, que en un momento venga el
presidente de las Vacas y diga «no, que queremos que pasen los coches»,
y en el ayuntamiento, «no, que no pasen», al final se llegue a un acuerdo, y
en última instancia, salvo en cuestiones fundamentales para el desarrollo
de la ciudad, aquí tampoco estás para imponer nada, si los ciudadanos
quieren que mejor su casco estuviera todo pintao de verde, es un ejemplo
exagerao, dirías ¡coño!, pues a lo mejor es que hay que pintar las aceras
de verde, hombre como esto no va a ocurrir, porque los ciudadanos no
son personas tontas, pero si dicen pues esta plaza, que se pongan árboles,
pues que se pongan árboles, por qué me voy a empeñar yo en no poner
árboles, o al revés, que se quiten, pues chico si quieren que se quiten,
pues que se quiten, si dentro de 10 años a lo mejor vienen y quieren que
se pongan, una vez que se han puesto ya no se quitan, quiero decir que
por eso son cuestiones menores, que viene una sociedad que se pavimente
esto y la acera tal que se haga más alta o más baja, pues que se haga más
alta o más baja.
181
María Cátedra
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
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María Cátedra
Una buena prueba de esa solidaridad y mimo con las cosas de la cofra-
día es esta respuesta ante mi pregunta de si sienten temor de que les roben
en la iglesia, algo común en otros casos:
Pese a ser una cofradía de barrio, se considera que los cofrades vie-
nen de toda la ciudad. Pero hay una cierta tensión entre barrio y ciudad.
Una carta dirigida a El Diario de Ávila (15-4-1987) con el título «Sobre
la devoción a la Virgen de las Vacas» manifestaba la protesta frente a
una información aparecida dos días antes en que se indicaba que los
vecinos del barrio de las Vacas habían sentido anhelo de ver a su Virgen
de vuelta a casa. En la carta el autor afirmaba que, pese a no ser vecino
del barrio, había sentido el mismo anhelo e indicaba que la devoción a la
imagen rebasa los límites del barrio y de la propia capital. Ambigüedad
que aparece aquí veladamente:
[¿Los cofrades viven en las Vacas?] no, no, no, normalmente es gente
de toda Ávila [¿gente nacida en las Vacas?] bueno, gente nacida... cuan-
do llega la fiesta suelen darse muchas altas, gente que viene a la fiesta,
que esta fiesta tiene un auge grandísimo, y entonces le gusta y... pero no
es que sean exclusivamente que hayan nacido aquí, no, no [¿pero hay aquí
más devoción?] bueno... normalmente, devoción la sienten los del barrio,
pero yo creo que la sienten todo el mundo hoy día a la Virgen...
184
El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
185
María Cátedra
la ermita, porque la ermita, desde hace diez años para acá es cuando se
ha ido reformando.
95 El énfasis se debe a que muchas de las mayores tensiones en todas las cofradías provie-
nen de la mala administración e incluso pequeños hurtos de tesoreros o contadores en
épocas de penuria económica.
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Nadie quería ser tesorero [¿hay que contar mucho?] no, aquí se lleva
todo contao al día. Yo me voy porque quiero descansar un poco, a lo mejor
un poquito más tarde vuelvo, con otro cargo [¿presidente?] no, no, tiene
muchos inconvenientes ser presidente, muchas obligaciones, asiste a todas
las procesiones de todas las cofradías de la ciudad, la procesión de la Santa
y la procesión del Corpus, tiene por obligación que asistir, salvo causa de
fuerza mayor. El presidente es el jefe, tiene que asistir a las juntas, asam-
bleas generales. El vicepresidente actúa muy poco, solo en caso de enfer-
medad del presidente, si no nada, de por sí normalmente, sin desmerecer
a los presidentes, el trabajo más fuerte lo llevan el secretario y el tesorero.
El secretario lleva todo el tema de papeles y actas y de organización tam-
bién, él es el que tiene que ordenar, informar al presidente de lo que se va
a hacer, el presidente es el que da el visto bueno y luego el secretario es el
que avisa a todos los demás miembros de la junta para realizar cualquier
junta o cualquier acto, el tesorero tiene que llevar su contabilidad, que no
le falte un duro, eso es lo principal (ríen), que es lo importante.
La cofradía exige mucho esfuerzo y trabajo, tal como indica este hom-
bre:
Sí, sí, yo nada más que trabajo en esta (cofradía) y es bastante, porque
aquí hay que ser muy consciente para estar en ella, porque aquí este pa-
tronato requiere muchísimo tiempo para llevarlo bien. Sí, aquí nosotros,
nueve que estamos... solemos reunirnos una vez cada mes, la última sema-
na de mes, y se hace un balance de los veleros (velas) y de las misas –lo de
las misas va todo pa los curas, nosotros no sacamos nada– y entonces nos
reunimos una vez al mes, si hace falta más, si hace falta hacer limpieza,
hacemos limpieza, lo que haga falta.
187
María Cátedra
[hermanos honoríficos] eso lo hacen ellos por las razones que sean, el año
pasao hicieron al presidente de la diputación, a Jesús Terciado, porque
colaboró en una situación, bueno es lógico, como colaboró la diputación
con la restauración del retablo, y no sé si algo más y bueno, la verdad es
que (en) el ayuntamiento nos portamos bien con ellos pero tampoco tuvo
un mérito... por eso me gustó más que me hicieran, porque al fin y al cabo
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
96 Es mayor el patronato de Sonsoles, pero abarca una zona mayor que la ciudad, como bien
se encargan de señalar los cofrades: «Cofrades somos en la actualidad 750. Sonsoles es
más grande porque abarca todos los pueblos de la provincia de Ávila. Sí, porque Sonsoles
tiene tres ofrendas: una que hace el Valle del Tiétar, otra ofrenda que hacen los pueblos
de la Moraña y luego otra que hace el Valle de Amblés. Sonsoles es tan grande por eso,
porque coge todo el contorno ese». En 1994 ya eran 1150 cofrades.
189
María Cátedra
97 No hay tal candidez porque sufrí en carne propia la discriminación al intentar asistir
a una de sus asambleas generales. Parece que no hubo otro motivo que ser mujer; tres
de los asistentes a la asamblea se negaron, y las decisiones tienen que ser tomadas por
unanimidad. Agradezco al padre Aranda, nacido en el barrio, su posterior ayuda con la
gente de la cofradía que me facilitó todo tipo de datos.
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Las camaristas, me paece que son siete o ocho, pero que vengan, vienen
cuatro. Normalmente la Virgen la vienen cambiando... pues muy poco, va-
mos, una vez cada dos meses. Durante la novena, los nueve días de la nove-
na, cada día tiene un manto, esos nueve días siempre se la cambia de manto,
tiene ropa distinta y ropa nueva. Precisamente el manto que tiene ahora se
lo han regalao, pues son devotos de aquí de la Virgen [¿por promesas?] sí,
esto ha sido por una promesa de un accidente que tuvo un hermano de un
chiquito –el que la ha regalao–, tuvo un accidente con un coche y salió del
accidente, y salió bien, y él prometió regalar un manto a la Virgen.
191
María Cátedra
Sí, yo pienso que las cofradías, sobre todo en estas ciudades, tienen
un poco de folclore también, porque pasa igual con la Virgen de las
Vacas, las camaristas, las hay y cada vez menos casi, casi del abulense
de toda la vida, un poco por arriba, en ese sentido, sin entrar en otras
valoraciones, se la utilizaba como acto social o como forma de expresar...
pues a lo mejor socialmente yo creo que en Ávila era importante decir
que eras camarista de las Vacas, la gente un poco de élite de Ávila, e
incluso se sucedían por las mismas, moría la madre y la hija era la que
seguía siendo camarista.
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
a 100 ptas cada uno compraron un elegante ramo de flores para la Virgen.
Me pidieron que les hiciera una fotografía, pero insistieron en que fuera
«delante de la Virgen». Los pequemozos ayudan a hacer las cadenetas, los
adornos para la calle, por encargo de los mozos; el patronato pone el papel
y la imprenta corta las cadenetas.
A partir de los 16 años hay una peña de mozos y mozas, pero el prota-
gonismo recae en los llamados «mozos de Virgen» o «mozos de la Virgen».
Los mozos son los encargados de llevar la Virgen en la fiesta principal y de
«bailar la Virgen»98. Los que «bailan la Virgen», a ritmo de pasodoble (la
parte más importante de la procesión a tenor de las lágrimas y la emoción
que provoca) son cuatro mozos que normalmente son o los más antiguos
o los que se van a casar próximamente. Aunque también alguna de las
calles más cuestas de la ciudad se sube por alguna promesa. De los cuatro
que bailaron la Virgen había al menos uno que estaba algo borracho, pero
aguantó el tipo en el baile y al final lloraba. Muy significativamente los
únicos que pueden llevar la imagen son los solteros, como aquí se explica:
98 Aparte de otros cometidos como adornar la plaza y calles en las fiestas y tocar las cam-
panas: «Yo nací en Santo Tomás y de ahí, pues como pilla todo eso, siempre, toda la vida
aquí, desde que tengo uso de razón siempre metido en la plaza, yo siempre a las doce
menos cinco bajaba de la Academia de Intendencia aquí, a tocar las campanas, se tocan
las campanas siempre a las vísperas a las 12 de la mañana y luego por la tarde a la hora de
la novena, todos los días de la novena y ahí vienen a tocarla los mozos de Virgen, antes
eran los mozos de la Virgen, ahora han hecho una peña, pues vale».
193
María Cátedra
instancia –era uno que hizo una promesa de llevar la Virgen siendo casao–
pero es muy difícil, es casi imposible que se lo den, un caso límite... [¿por
qué solteros?] porque los casaos somos cofrades. Eso es una tradición de
muchos años y entonces esa tradición no se puede saltar.
Ahora están reunidos todo el año y tienen ahí una casa que no sabemos
de quién será, si será nuestra o de quién será, están allí reunidos. Los mo-
zos tienen su casa allí, es su local, que es la casa de... donde vivió el cura,
don Alonso Díaz, que es donde vivía el sacristán [¿vienen por aquí?] esos
sí estuvieron el otro día (en la asamblea general)... suelen elegir a un par
de ellos y vienen a informarse, si hay algo en contra de ellos, a ver cómo se
realiza la asamblea, si hay alguna cosa en contra de ellos... porque ese local
se lo tiene cedido el patronato para sus actos culturales durante un año,
cada año se les va renovando, y ellos se tienen que hacer cargo de todos los
desperfectos, si hay alguna cosa que no sea del agrado de los demás pues...
194
El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
se los llama la atención, pero vamos ellos son independientes, los mozos
son independientes, ellos nada más que vienen la víspera... ellos tienen su
presidente y su secretario y su tesorero, esos le eligen cuando pasa la Tri-
nidad, es cuando eligen su presidente nuevo, cada año van cambiando de
presidente... lo mismo serán 20... [¿son cofrades?] no, algunos sí, ahora ya
se van haciendo cofrades, antes no podían serlo, antes cuando se casaban
es cuando pasaban a ser cofrades, por ejemplo si se casan aquí –hay mu-
chos que no se casan aquí– el mismo día de la ceremonia de la boda, se le
hace cofrade, porque se le impone la medalla y se le da la vela y entonces
desde ese mismo momento ya pasa a ser cofrade, pero ahora ya pasa a ser
cofrade antes, puede ser cofrade ahora niños, incluso recién nacidos, antes
no lo podían ser hasta que no tomaran la primera comunión... es por lo
que le he dicho que los estatutos están muy desfasaos…
Son chicos muy abiertos, lo que pasa es que claro, son jóvenes, ahí
hacen sus bailes, sus juergas, han hecho sus carnavales, que no se or-
ganiza nada en Ávila si no lo organizan ellos. Ayer fue precioso, todos
los que iban eran de aquí. Y luego a partir del 2 de enero es cuando
empiezan ellos a preparar lo de los Reyes Magos, se ponen aquí en el
portalillo [¿van por el barrio?] no, no, van a colegios, van a la residencia
de ancianos, son unos chicos muy activos [¿hasta que edad?] hasta que
se casan, luego ya... [¿solo son chicos?] sí, aquí somos muy machistas
(reímos); en la peña sí (hay chicas), pagan su cuota, pa sus gastos, para
ellos. Aquí el patronato normalmente les suele ayudar, cuando se estuvo
arreglando el tejao se les echó una mano, ahora normalmente son 18 o
20, aunque en la fiesta aparecen como hormigas, luego viene la fiesta y
hay 50, antes eran mozos del barrio, ahora no, son amigos o hijos de
cofrades.
195
María Cátedra
Quizá para salir al paso del machismo al que alude este informante
se ha organizado por parte de un grupo de jóvenes matrimonios una
asociación cultural denominada Jarana Vaquera que formaba un grupo
de 25 personas a finales de la década de los 80. Jarana tienen un local
al lado de la ermita adornado por ellas y ellos, y han adoptado un uni-
forme igual para hombre que para mujer: blusa blanca, pantalón blanco,
chaqueta roja, pañuelo verde y fajín verde. Se crea este grupo porque hay
un espacio entre los cofrades –exclusivamente hombres– y los mozos –a
los que ya no pueden pertenecer al casarse– hueco que ocupan ellos; son
pues intermediarios en más de un sentido. Me dicen las mujeres que no
estaban dispuestas a quedarse en casa mientras sus maridos se iban a andar
por ahí. En 1988 organizaban en las fiestas diferentes juegos, concursos,
exposiciones y cine forum. En el local hay una fotografía de todo el grupo
vestidos de moros en carnavales, disfraz que se hicieron ellos mismos. Tie-
nen un cuarteto de viento, bombo, flautilla y recorren la ciudad en grupo.
Algunos de los pequemozos son sus propios hijos a quienes, por ejemplo,
les prestan su bombo.
Aunque esta asociación sugiere un nuevo protagonismo de la mujer
en las Vacas hay cierto eco del pasado. Una de las mujeres me cuenta los
recuerdos de una vieja familiar suya: el lunes después de la fiesta las mu-
jeres del barrio iban a lavar al río y sus maridos y novios las iban a buscar
allí con la gaitilla, organizándose un baile y terminando al parecer en el
agua. En la actualidad hay también reuniones mixtas el mismo lunes, para
comer y cenar. El presidente además invita un día a todas las esposas de
los miembros de la junta directiva a tomar un chocolate.
La distinción de los grupos estaba clara el lunes siguiente a la fiesta, que
hubo una misa de difuntos a las 8 de la mañana, con bastante asistencia,
y después un desayuno a las 10 de la mañana en la plazuela. El día de la
fiesta es una celebración de todos, incluidos los forasteros, pero el lunes
pertenece a los de las Vacas, que se reúnen a rezar a sus propios difuntos.
Tras la misa, delante de la iglesia, en el mismo atrio se colocaron las mesas
de los cofrades, unos 30 hombres en total, con toda la junta directiva. Me
habían invitado a desayunar con ellos, cosa que hacen en algunas ocasiones
196
El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
con ciertas personas –un muy querido cura del barrio, algunos políticos y
autoridades–, como aquí se indica:
197
María Cátedra
Y cuando la tarde ya
Al ocaso se declina
La Mariposa (divina)99 camina
Volar fugaz se la ve:
En raudo vuelo se lanza
Del espacio al azul cielo;
Ella se lleva un consuelo,
…
Gozos de la Virgen, (Moreno 1875)
99 En el texto aparece «divina» si bien entre las erratas se señala «camina». Es probable que
la corrección envuelva algún tipo de censura que tenga que ver con la supuesta «divini-
dad» de la mariposa, puesto que éstas no «caminan» sino que «vuelan» como indica la
siguiente estrofa.
198
El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
sucede en esta fiesta una cosa digna de admiración, y es que todos los años
viene la víspera una mariposa hermosísima y de varios colores, y entrando
en este templo se asienta en las vasquiñas de la imagen y asiste en aquella
parte toda la tarde hasta el siguiente día, que la procesión vuelve a su casa
y la mariposa se ausenta (p. 99)100. La extensión de la creencia «milagrosa»
de la mariposa debió ser considerable en otros tiempos, tal como indica
Martín Carramolino, quien así afirma:
100 Esto debió durar hasta 1704 en que se sustituye la parada del monasterio del Carmen por
la de la Encarnación, trasladándose también, al parecer, la propia mariposa.
199
María Cátedra
La historia de las mariposas es que del año mil ochocientos y algo, por
lo visto, pues los mozos cogían cada uno su mariposa –porque la mariposa
era de muchísimo tiempo– [¿la cogían de dónde?] se postraban aquí en el
manto, venían las mariposas al manto [¿por qué?] eso no se sabe, eso no
se ha llegao por lo visto a descubrir porque, porque prueba de ello es que
la historia de la mariposa debe ser de muchísimo tiempo porque todos es-
tos mantos tienen su mariposa (señala algunos cuadros antiguos). Suelen
venir todos los años. Entraban antes por el campanario y la reja que había
en la puerta, y entraban y se posaban en el manto de la Virgen. Y entonces
hubo una época en que los mozos cogían cada uno una mariposa, de las
mariposas que se posaban en el manto, cogían cada uno una mariposa y
le ponían una anilla en el ala, y entonces se iban a un pueblo que se llama
El Fresno, aquí cerca, y a lo mejor cogían cincuenta o sesenta mariposas,
que venían muchísimas –si tenemos ahí mantos hechos una mierda de la
cagada de la mariposa, estropeaos, sí, sí, sí– y entonces cogía cada uno una
mariposa, le ponía una anilla, cada uno de su color, y la soltaba allí, en el
Fresno, y entonces la primera mariposa que se posara en el manto, ese era
presidente. Volvían las mariposas y la primera mariposa que se posaba, ese
era el presidente del año.
200
El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Porque antes venían muchas mariposas, hay mantos por ahí que esta-
ban todos estropeaos; ahora ya no hay tanta mariposa, por tanto DDT, la
están exterminando todas, pero yo me acuerdo de pequeño… este año han
venido tres. Luego ya no se vuelven a ver, ¿verdad?, pero en estas fechas
es que no falla, ¿eh?, no falla, y ya le he dicho, esos cuadros son antiguos
y ya están las mariposas…
201
María Cátedra
V. La fiesta
«Despuéblase la ciudad para acudir a venerarla y reverenciarla en este
Santuario, no viéndose este desocupado en toda la tarde de fieles devotos,
de multitud de personas de todas las clases sociales. Fuera de la iglesia y
en sus alrededores se ve la animación y el contento más indecible y encan-
tador: por un lado las campanas alegrando con sus ecos sonoros al barrio
entero, y por otro en la plazuela de la Ermita o en otra inmediata, el baile
al toque del tamboril y la gaitilla, instrumentos festivos que tanto albo-
rozo producen en la gente del pueblo. Vense en la plazuela de la Ermita
tiendas o puestos de vendedores de dulces y otras cosillas, como naranjas,
avellanas, etcétera (…) una verdadera fiesta popular (…) que suele prolon-
garse en los tres días consecutivos, puesto que no deja de sentirse en ese
barrio, por esos días, el ruido del baile al sonido del tambor y gaita como
continuación de la fiesta…» (Moreno 1875: 23-24)
202
El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
102 En estas líneas solo me voy a referir a la novena y procesión, aunque hay muchos más
actos de todo tipo. Por ejemplo, en 1990 se celebraba la procesión el día 13 de mayo pero
desde el día 5 había un apretado programa: ese día un partido de fútbol entre el equipo
de la guardia civil y los mozos de las Vacas, aparte de un concierto de música popular
castellana; el 7 actuación de coros y danzas, un torneo de futbito y una sesión de obras
de teatro; el 10 actúa un mago y una tonadillera; el 11 un humorista y una vocalista; la
fiesta continúa el 13, 14 y 15. Todas las noches hay baile.
203
María Cátedra
rebosar103. Los cofrades portan una vela que encienden y apagan en distin-
tos momentos de la celebración. Cuando se acaba la misa el cura entra en
la sacristía con el presidente de la cofradía, secretario y tesorero; vuelven
con la custodia, se hace la adoración, la novena y finalmente, todos en pie
cantan una salve, importante momento ritual. Es interesante que mien-
tras se canta la salve los miembros de la junta están enfrente de la Virgen
ocupando la mitad del espacio del altar, mientras que en la otra mitad
permanecen el cura y los monaguillos, en una simbolización espacial de
los dos estamentos y su papel. Al terminar, los cofrades ofrecen unos vasos
de vino y pastas a los asistentes.
Uno de los días, el viernes anterior a la fiesta, hay una ofrenda de flores,
organizándose una cola muy numerosa de niños, jóvenes y mujeres con
ramilletes de claveles que se van colocando en una gran estructura con
forma de mariposa situada frente a la Virgen. Por último ofrecen ramos
la esposa del comandante de la guardia civil, representantes del ayunta-
miento, gobierno civil, los pequemozos (chico y chica), Jarana Vaquera (un
hombre y un niño) y la mujer del presidente del patronato.
En época de fiestas el barrio se engalana y se llena de adornos festivos.
Frente a la iglesia se erige un florido arco. Los bares de la plaza se llenan
de gente. Los vaqueros se ufanan de recibir visitas el día de la fiesta no
solo de los naturales que están fuera, sino también del extranjero:
Aquí viene mucha gente pa las fiestas, Pepe ese viene de Valencia
todos los años, ese no falla, y ha habido gente de la época en que se
iban a trabajar a Alemania que cogían 8 o 10 días. Yo mismo, yo era
uno de los que procuraba coger siempre las vacaciones pa las fiestas,
pa estar libre. Hay gente que está fuera y viene aquí a pasar su fiesta.
Hay uno inglés que el año pasao ya dijo que no podía venir, pero ese
viene todos los años; ese un año vino aquí de turista, se hizo cofrade
y hasta la fecha. Y hay también otra que es hermana de Manolo A.
103 En1988 la iglesia estaba abarrotada. Las mujeres ocupaban los bancos a ambos lados de
la iglesia; los hombres los del pasillo. Cuento unos 120 en los bancos, 60 cofrades en el
medio y otras 60 personas en el coro, con mucho chiquillo pero casi ningún joven, como
señalará uno de los curas.
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
205
María Cátedra
Cuando yo era pequeño pues venía a por un regalito, que nos daban
diez céntimos o cinco céntimos por estar todo el día a lo mejor con el
regalo que nos daban. Es que antiguamente los regalos que se hacían a la
Virgen se paseaban en la procesión, en medio de la procesión había una
fila de muchachos y cada uno llevaba un regalo, una gallina, un conejo,
ahora hacen tantos regalos que a lo mejor no había chicos suficientes para
llevarlos, que a lo mejor vienen aquí trescientos regalos, a lo mejor se em-
piezan a recoger un mes antes, se van guardando ahí, ahí no se toca nada
y luego el día de la fiesta o la víspera mucha de la gente suele traer sus re-
galos, sus tiestos –porque normalmente los tiestos no se pueden tener aquí
muchos días, o los corderos. No hace tanto que eso terminó, dieciocho o
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
veinte años, los niños iban justo en medio de la procesión en fila india con
un tiesto, lo que fuera, y les daban una limosna luego aquí, el patronato,
a los niños que llevaban los regalos, el que había estado toda la mañana
diez, el que menos, cinco céntimos. Ahora también se sigue llevando si
no esa tradición, se nombra cuatro niños, se escoge cuatro niños para que
ayuden a los cuatro comisionados de regalos a traer los regalos aquí, en-
tonces se les prepara un sobrecito con dinero y cuando se termina, se les
da su sobre. Durante el recorrido que hace aquí la Virgen –la Virgen sale
aquí a las nueve de la mañana– y durante todo el recorrido van cogiendo
regalos y los van bajando a la ermita o los llevan a la Encarnación o los
dejan en un sitio de confianza. Las señoritas de la plaza de la iglesia deja-
ban una peseta de papel –un dineral en aquellos tiempos– cuando pasaba
la procesión por su casa.
104 Pareceser que antes se llevaba el desayuno en un carro y las mujeres solo se unían a la
procesión en la Ronda, al iniciarse el pasodoble. Es un dato que aparece en la portada de
El Diario de Ávila (9 de mayo de 1988), «La Virgen de las Vacas recorrió los barrios
de Ávila».
105 El antiguo patronato de Nuestra Señora de la Misericordia y San Martín tiene su sede
en la iglesia de San Martín, también llamada de la Ascensión puesto que celebra su fiesta
el día de la Ascensión (Sabe 2000: 156).
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
[¿Algún otro barrio?] sí, la cogen también los que vienen el domingo,
el día de la Trinidad, lo cogen los de Pentecostés, los de la parroquia de
Santiago, estos na más que dan un ramo de flores, y estos se la dejan ahí
abajo en el barrio de la Toledana, y ahí se la dejan llevar un poco, hasta
la parte de abajo, muy poquito, unos doscientos metros. Estos llevan muy
poco tiempo. La tradición es de la Misericordia, que eso es de muchísimo
tiempo. El día de la fiesta hizo los 300 años, pues trescientos años seguro
que hará; trescientos años bajando a la Virgen a la Encarnación, hizo el
10 de mayo. Es la imagen que más recorrido tiene y la que entra en todas
las ermitas y la mayoría de las iglesias.
Lo que pasa es que realizan las visitas por todas las ermitas que van
pasando, abren las iglesias y se saludan las dos, por iglesias, conventos, por
otros patronatos [¿y por las casas?] bueno, es que aquí hay tradición que
la Virgen la piden los enfermos, hay gente que lo pide que se la vuelva, la
procesión de la tarde que dura una media hora... dura dos horas y media
a consecuencia de las paradas que hace. Se lo pide al presidente que es la
máxima autoridad, va diciéndolo el secretario, que va por delante; es el
que tiene que ir al tanto de estos temas. Mire, aquí la Virgen sale a las 7
de la mañana y no vuelve a entrar hasta las 7 de la tarde.
Y una vez que en esas dos ermitas ha terminao de entrar se sube arriba
y en la Ronda ahí ya se coloca la gente y ahí ya la cogen los mozos más
antiguos, pa bailar el pasodoble y ahí se la baja [¿el presidente la coge?]
no, el presidente no la baila, el presidente es el que dirige, claro es el que
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María Cátedra
tiene que ir dirigiendo los cuatro que la van a llevar, la puede coger en el
trayecto sí, pero ahí no, ese es el que tiene que decirlos cómo se tiene que
bailar el pasodoble…
Hay algunos que indican que el baile de la Virgen comienza hacia 1936
para atajar, con la procesión, en el trayecto desde la Encarnación al río
Adaja y para ir más rápido, tocan un pasodoble. Pero para la mayoría esta
es «una tradición de toda la vida», esa categoría tan usada en cualquier
manifestación ritual:
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El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
Aquí hace tres años pues pasó también una cosa muy curiosa, la vís-
pera, cuando empezaba la fiesta, pues se tiró un cohete para arriba y pegó
en la cuerda de la cadeneta y el chaval que llevaba los cohetes llevaba 28
docenas de cohetes, y el cohete se metió en la bolsa y explotaron todos
los cohetes y no pasó nada, y estaba de gente... hasta el bar de la Jovita
entraron los cohetes, no pasó nada, salieron cohetes para todos los sitios,
no pasó absolutamente nada, nada.
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María Cátedra
Uno de los motivos del poco entusiasmo de los curas por las procesio-
nes es probablemente el para ellos excesivo amor a la Madre en detrimento
del Hijo. En una de las novenas de las Vacas que asistí, en 1988, el cura en
la homilía aprovechó que se había comprado un nuevo crucifijo de tamaño
natural (El Cristo de la Ilusión) para felicitarse por ello porque, según dijo
«la Virgen es solo un instrumento, una mediadora, una criatura, en cam-
bio Cristo es Dios». Con ello estaba protestando por el énfasis excesivo
en la Virgen, apuntando «que no sea un culto desviado», «que ninguna
imagen, por muy hermosa que sea, nos haga distraer de la Eucaristía». La
gente reconoce esta preferencia («Pues sí, las devociones a las vírgenes de
los barrios, las Vacas es la que más… devoción fuerte a Cristos, no hay,
no»). La mayor popularidad de las vírgenes (y su mayor ligereza) se aprecia
en estos comentarios:
Sí, aquí el cura este X. nos dijo un día: «No sé si os habéis fijado, que
coronas, qué mantos y qué alhajas a la Virgen y ahí tenéis un Cristo que le
tenéis desnudo» y es más, dice: «yo estoy por apostarme que si aquí vienen
y roban la Virgen de las Vacas, se la llevan de aquí, y estáis todos revo-
lucionaos, y estoy por apostarme que, si se llevan el Cristo, os quedáis...»
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(ríen), que nos volcamos con la Virgen, y él dice, claro, «la Virgen fue su
madre...»
106 El recorrido de la Trinidad es: Caravaca, Cruz, Cuesta antigua, Jesús del Gran Poder,
Nª Sª de Sonsoles, Rufino Martín, Fray Gil, Zaragoza, Cruz de Santiago, Berrocales,
Travesía de la Paz, Patio vecinos San José Obrero, Jesus Galán. Lo más interesante es el
cambio de la Virgen, en la Calle de las Damas, con los de la cofradía del Socorro, peña
de la Cruz, que llevan a la misma a cambio de un ramo de flores en que se lee «Socorro»;
en la bajada de Nª Sª de Sonsoles se dan la mano los dos presidentes y se intercambian
los banzos.
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celebración del lunes. Los de las Vacas se organizan incluyendo todos los
tipos de edad y colectivos. A través de los niños y las jóvenes parejas se
asoma la nueva Ávila, los nuevos valores sobre la mujer y su participación
en la sociedad actual. Los niños, pero especialmente los mozos de virgen,
son el futuro, una forma de reproducción social. El protagonismo de los
jóvenes se aprecia al ser los únicos que pueden portar el símbolo más pre-
ciado de la cofradía, de la colectividad, y permitirles al mismo tiempo su
independencia y libertad.
La estrecha relación de la imagen con los mozos de virgen es muy sig-
nificativa. En el pasado la propia imagen «elegía» a su presidente de mozos
del año a través de su particular mariposa, mientras que en la elección del
presidente de la cofradía se destacan valores sociales como la responsabi-
lidad y la consciencia. Pero además el hecho de que solo puedan llevar –y
bailar– a la Virgen los mozos solteros dentro de la ciudad sugiere que el
mozo es «la pareja de la Virgen», el que puede «bailar» con ella. Por otra
parte, al poderla llevar los casados solo fuera de los límites de la ciudad
sugiere que ésta, la ciudad, pertenece simbólicamente a los jóvenes. La
cofradía por su parte refrenda la mayoría de edad, al miembro pleno de
la comunidad, sanciona la edad adulta, el matrimonio y sus compromisos,
pero con ello se deja algo detrás. El baile de la Virgen con los jóvenes hace
a la imagen casi humana, aparte de las connotaciones psicoanalíticas inhe-
rentes. Quizá por ello crea cierta incomodidad a los curas, quienes tratan
de dirigir la atención hacia Cristo y sus imágenes, y quizá ello explique la
substitución de la Trinidad, un concepto un tanto lejano, por la «guapa»
imagen de las Vacas, más tangible y accesible.
La procesión recorre una buena parte de Ávila, el norte, el sur y la
zona intramuros, si bien queda fuera el ensanche de Ávila al este, la zona
del ferrocarril. Se trata de un recorrido que incluía en el siglo xix toda
la ciudad y hoy día los barrios tradicionales. Sus hitos son los conventos,
iglesias y capillas de la ciudad, tan abundantes en Ávila, donde las vírge-
nes se visitan mutuamente y se saludan con cortesía. Sin embargo, hay un
especial intercambio ritual con algunos barrios tradicionales, como el de la
Encarnación. Este barrio ocupa el lugar opuesto al de las Vacas, en el as-
218
El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
cético norte de la ciudad. La gente se expresa así al respecto: «el barrio ese
de la Encarnación es un barrio triste, la gente es de pocas palabras, muy
serios, muy introspectivos. En cambio llegas a toda esta parte, el barrio de
las Vacas, Santo Tomás, son gente distinta, es el sol». Y sin embargo es la
parada principal, la referencia importante en el trayecto de la procesión de
las Vacas. Al llegar a este barrio los mozos ceden la imagen a los mozos
de la Ascensión, quienes la portan por su territorio a cambio de vino (para
los mozos), un ramo de flores (para la Virgen) y docenas de cohetes (para
hacerse notar en la ciudad). De un modo similar hay reciprocidad cuando
los de la Encarnación ceden su imagen de la Ascensión a los de las Vacas.
En los dos casos hay una asociación de las vírgenes con animales: la Vir-
gen de las Vacas con la mariposa en una asociación clásica, y palomas en
la Misericordia, en ambos casos mensajeras divinas, señales del cielo. El
intercambio ritual, pese a la distinta vitalidad de ambos barrios, sugiere
una similaridad de estructura: son barrios idénticos en cuanto a su compo-
sición social en el norte y sur respectivamente, barrios obreros, de huertas
que rodean la ciudad, «dos barrios humildes». No es el único caso con el
que los de las Vacas se intercambian: otras barriadas similares son San Es-
teban, Santiago, o San José Obrero en la fiesta de la Trinidad. El vínculo
ritual no se encuentra en otros barrios modestos relativamente modernos,
como los de la Cacharra y la Estación, o la zona de la Toledana donde, por
cierto, han surgido las primeras asociaciones vecinales en contraste con la
cofradía que, en el caso de las Vacas, cumple parecida función.
En este ensayo he tratado de mostrar que el culto y el ritual no se pue-
den encuadrar, como suele suceder, en materias estrictamente religiosas:
por el contrario muestran una dimensión urbana y también eminentemen-
te política. El ritual bajo este punto de vista es un elemento crucial en la
construcción de las relaciones de poder en la sociedad.
No siempre ha sido considerado así. Según Émile Benveniste la eti-
mología de rito viene de ritus, que significa orden establecido, el orden
del cosmos, de las relaciones de dioses y hombres, de los hombres entre
sí (Segalen 2005: 13). Esta consideración del rito, paralela a la visión
durkheniana, ha influido en gran medida en los antropólogos, quienes lo
219
María Cátedra
220
El barrio y la ciudad: la Virgen de las Vacas
los rituales son maleables, conducen al cambio tanto como evocan tradi-
ción y continuidad. El ritual es un ordenamiento formal y estructurado
de comunicación, información y experiencia, está en relación dialéctica
con el caos espontáneo, mundano e indeterminado de la vida cotidiana.
Es una declaración de forma contra lo informe e indeterminado: reafirma
conexiones, significado, explicación y comprensibilidad.
El ritual es productivo, crea nuevas asociaciones, afirma el derecho
de significar el mundo, incluso impugnando sus establecidas definiciones
o apariencias (Comaroff 1985). Su productividad está en su capacidad
de crear experiencia cargada de moral, hablar con y sin palabras, en
diversos registros sensoriales y a través de canales múltiples (Tambiah
1985). Los ritos nunca trabajan con signos vacíos, siempre replantean
significados hechos en otros dominios de práctica, su poesía intensifica
percepciones, invocando nuevos sujetos que presuponen nuevos objetos.
En este sentido el ritual es intensamente pragmático. No solo hace y
rehace a sus actores, sino que les fuerza a hacer y rehacer mundos.
Aparte del ritual, otros ángulos y perspectivas de la ciudad son claves
para entenderla. Por ejemplo, la polémica sobre un edificio en ruinas, de
lo que trata el siguiente capítulo.
221
5. Las desventuras de un edificio singular:
la Fábrica de Harinas de Ávila
«Si Ávila quiere estar en el futuro ha de saber mirar todo su pasado, no solo
una parte del mismo»
Manqueospese
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María Cátedra
224
Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
225
María Cátedra
108 Una primera versión de este capítulo fue publicada en 1998a y también 1998b.
109 He tratado aquí de ser concisa y exponer la problemática, evitando en lo posible juicios
de valor, dado que el tema ha suscitado posicionamientos radicales. Agradezco mucho las
opiniones que, a favor y en contra, me han ofrecido mis informantes que, en esta ocasión,
mantengo en el anonimato.
226
Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
110 Sobre el edificio y su entorno he escrito unas páginas en M. Cátedra (1997). Ávila fue
muy laboriosa en otro tiempo, con una alta proporción de población activa en el siglo xv
y una boyante industria textil en el siglo xvi, época que marca su clímax de poder y el
comienzo de su decadencia. Una decadencia de la que no se ha recuperado del todo ya que
los planes industriales han fallado uno tras otro en el siglo xx. A pesar de su bien ganada
reputación de ser la ciudad más fría de España, su población es la más vieja también y
proviene en buena parte del éxodo rural. La proximidad de Madrid tampoco ha ayudado
demasiado. Ávila es una ciudad de servicios, funcionarios y pensionistas. Alguien dijo
una vez con tristeza: Ávila es «tierra de santos y de cantos pero no de empresarios, tierra
de ideales antes que de acciones, de oraciones antes que de contabilidades, de pobreza en
fin y de éxodo rural» («Ávila de Espaldas» en Diario de Ávila 20-6-84).
111 En adelante emplearé Fábrica, Real Fábrica o Fábrica de Harinas con mayúscula para
designar este edificio y distinguirlo de otras fábricas.
227
María Cátedra
112 Informede Carvajal de 4 de junio de 1798. AGS, Secretaría de Hacienda, 758. Citado
en Martín García 1989: 213.
113 Detendencia católica y paternalista, opuesto a las «alucinadoras promesas de un socialismo
materialista» esta asociación tiene como presidente al arzobispo de Valladolid y como
campo de estudio los Gremios de Castilla. (Herrera Oria 1922).
114 García Martín (1950), y se titulaba Artesanía textil abulense 1787-1806. Este folleto fue
gratuito, impulsado por la Falange abulense, la organización sindical, y dedicado a Fran-
cisco Franco.
115 Son
respectivamente las tesis de licenciatura y doctorado del autor. Martín García (1983
y 1989). Me temo que al resumir estos trabajos simplificaré en exceso estas excelentes
monografías.
228
Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
1783) al declarar que no solo el oficio de curtidor sino todos los demás
artes y oficios eran «honestos y honrados». No debe ser ajeno a esta de-
claración el ambiente de industria y progreso de las fábricas de Inglaterra,
Francia y Holanda. Obviamente el marco más general es el de la indus-
trialización o Revolución Industrial y en particular la industria algodo-
nera inglesa. Las Sociedades Económicas de Amigos del País abrazan
con entusiasmo el impulso para el «adelantamiento» de la Agricultura, la
Industria y los Oficios116.
La industria textil española sufre a lo largo del siglo xviii una si-
tuación precaria y regresiva y su escasa producción, de poca calidad, se
consume en el ámbito local, rural y comarcal117. Son necesarias, pues, las
importaciones de tejidos extranjeros para cubrir el mercado nacional y las
colonias de ultramar. Existen grandes esperanzas en las posibilidades de
esta industria, dada la abundancia de materias primas –lana, seda y lino
en España y algodón en las colonias americanas– si bien también existen
intereses gremiales y particulares entre los ganaderos y revendedores de
lana en torno a la exportación de materias primas; se trata de una vieja
pugna entre exportadores y fabricantes. Los problemas de esta industria
son serios y difíciles de superar; entre otros, una tecnología obsoleta,
trabajadores poco especializados y métodos rutinarios de trabajo, difíciles
comunicaciones, poca productividad, ausencia de capitales y de organiza-
ción mercantil, falta de atractivos para la actividad industrial y descrédito
del trabajo (Martín García, 1989: 37). Sin embargo el siglo xviii se carac-
teriza por la política reformista de los gobiernos y sus intentos de sanear
la economía, mejorar la administración e impulsar las obras públicas y el
comercio. Para ello fue muy importante la intervención del Estado en la
economía y concretamente en el sector textil. Se establecen una serie de
medidas de protección (fomento de producción nacional, exenciones fis-
cales, mejora de la calidad técnica) junto a leyes y prohibiciones de apoyo
116 Aunque
la modesta Ávila no tuvo apenas actividad en el ámbito industrial. Véase George
Demerson (1968).
117 La industria en general había sufrido una involución. Según el catastro de Ensenada
(1993 [1751]) la industria representaba el 10,9% del total de la renta generada en Castilla.
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María Cátedra
230
Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
119 En 1751, según el Catastro de Ensenada, había en Ávila 400 pobres de solemnidad y 640
individuos del clero de los 1944 individuos que componían la población activa abulense.
Había 344 dedicados a las artes mecánicas y 290 labradores y jornaleros. Véase Ávila 1751
Según las respuestas Generales del Catastro de Ensenada (1993). Nicolás Sánchez-Albornoz,
que escribe la Introducción, indica que Ávila tendría unos 5500 habitantes.
231
María Cátedra
120 LaDehesa o Villa de la Serna, a cuatro kilómetros de la ciudad, próxima a la aldea del
Rey Niño es conocida desde el siglo xvi ya que la compra Lorenzo de Cepeda, hermano
de santa Teresa, al volver de Lima (García Martín 1950: 23).
232
Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
121 Otroautor, el barón de Bourgoing, un diplomático francés, acusa a los abulenses de ame-
nazas de apaleamiento, insultos y menosprecio hacia los fabricantes ingleses por no ser
católicos. Martín García considera esta información parcial y exagerada (Martín García,
1989: 227). Probablemente lo era, ya que uno de los ingleses, John Berry, antes de morir
en Ávila el 29 de agosto de 1793, abjuró de su credo calvinista y se convirtió al catolicismo
ordenando que su cuerpo fuera enterrado en la iglesia de Santa Teresa. Martín García
apostilla que esta conversión fue hecha «parece que sinceramente» ... «convencido de los
errores en que se hallaba por su educación» (1989: 233 y nota 110).
233
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Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
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María Cátedra
122 Lamateria prima llegaba desde América hasta Cádiz y desde ahí era transportada por
mulos hasta Ávila.
123 J.Martín Carramolino en 1873 trata de la iniciación de la Real Fábrica y sus avatares
pero no se refiere al edificio. E. Ballesteros en su historia de la ciudad (1896) ni cita esta
empresa.
236
Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
124 JoséLuis Gutiérrez Robledo se ha referido a este edificio en su tesis doctoral de donde
provienen los datos que siguen (Informe de 26 de octubre de 1993 al alcalde de Ávila).
El molino harinero de 5 ruedas y la presa eran propiedad de los frailes de la Antigua.
El proyecto de construcción lo redactan los arquitectos Ceferino de la Serna y Juan de
Medina. El edificio tenía una planta semienterrada de sillería para las máquinas del
molino y sobre ella otras tres plantas de 11 pies de alto (poco más de tres metros). La
construcción se planeó en mampostería, con sillería en esquinales, cornisas e impostas,
y en dinteles y batientes de los huecos. Las dimensiones de la planta eran 81 por 21,4
pies. En el transcurso de la obra se amplía la longitud de la planta en 16 pies y la altura
de cada piso un pie más. Fue un edificio estrictamente funcional, adornado únicamente
por una sillería apiconada en las zonas que era preciso reforzar y con una organización
en la que la simetría regularizaba todo. Dos únicas preocupaciones parecen haber guiado
a Serna y Medina: lograr un edificio fuerte y bien iluminado. Con ello lograron la mejor
muestra arquitectónica que la ilustración y el neoclasicismo tienen en la ciudad.
237
María Cátedra
Figura 4. Planta y alzado de Emilio González en 1924 para la reforma y ampliación de la Fábrica
de Harinas.
125 IEAL, (1951: 25-29). Del total de la población obrera, apenas 700 operarios, la industria
más importante es la Fábrica de Harinas, que cuenta con el mayor contingente de obreros
(41 de un total de 63 operarios dedicados a esta actividad). Está catalogada en la categoría
D (industria media y grande) frente a la característica industria artesana y de pequeños
talleres de la ciudad.
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Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
239
María Cátedra
higiénica tiene que ver con el mal estado del entorno del edificio, lleno
de suciedad y abandono; y por último se necesitan parques en la ciudad,
por los que claman continuamente asociaciones de vecinos y ecologistas.
Según este profesor esta postura «enmascara un determinado estilo de
vida cuyo fundamento es la glorificación del presente y el desprecio más
absoluto del pasado». En contra de estas supuestas razones opone que la
oferta turística es mayor con la Fábrica que sin ella, que no es costosa la
rehabilitación del edificio y la limpieza del área, y que no es necesario
derribar el edificio para construir un parque. «La Fábrica –afirma– es
uno de los elementos simbólicos de la ciudad», hay razones conservadoras
y desprecio por «cualquier cosa que pueda significar cambio o transfor-
mación, como en su época lo supuso la fábrica... una actitud de verdadero
progreso pasa por la defensa a ultranza de este edificio».
Se suceden los artículos de opinión sobre el tema127. El Diario de Ávila
de fecha 10-4-1992 recoge un escrito acompañado de 81 firmas con el
siguiente título: Por la Protección y Rehabilitación de la Fábrica de Harinas
en el que se solicita al ayuntamiento que inicie el expediente de declara-
ción de Bien de Interés Cultural y se realice un proyecto de rehabilitación
integral. En el escrito se alude a su valor histórico y urbano, se cita la
Constitución española en materia de Patrimonio Histórico y se señala que
existen diversos informes municipales y territoriales favorables a su con-
servación. La mayoría de los firmantes son profesionales de la enseñanza
y abundan entre ellos las posiciones de izquierda128.
En junio de 1993 se organizan unas Jornadas sobre la Fábrica de Ha-
rinas y su entorno por parte de la Asociación Cultural Manqueospese la
127 Uno de los más firmes defensores de la opción de rehabilitación es el historiador Sera-
fín de Tapia, que es el autor de varios de los escritos editados por la Asociación Cultural
Manqueospese la Veré.
128 Casi todas las firmas incluyen las profesiones de los que apoyan tal documento: la mayo-
ría, aproximadamente la mitad, son profesores y maestros. No sobresalen otras profesio-
nes, aunque se cuentan una veintena entre arqueólogos, arquitectos, pintores, abogados
y otros. El resto de los firmantes son funcionarios, auxiliares, autónomos, industriales y
diversos trabajadores.
240
Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
129 Parasufragar los exiguos gastos de las Jornadas se edita un Bono de Ayuda en defensa
de la Fábrica de Harinas por valor de 1000 ptas. Se editan carpetas, carteles y folletos
sobre la Fábrica.
130 Intervienen Rafael Sánchez, Julio García, Ovidio Pérez Martín, Gonzalo García Martín
y Serafín de Tapia. En la Mesa están invitados grupos políticos, diversas asociaciones,
instituciones y miembros de la administración. También interviene el alcalde de la ciu-
dad. Tienen lugar entre el 29 de junio y el 3 de julio en la Escuela Universitaria de Magis-
terio. Un buen grupo de los profesores de esta Escuela son partidarios de la rehabilitación
del edificio.
131 1.Ser foro de opinión para debatir sobre el patrimonio histórico, artístico, cultural y natural de
Ávila.
2. Promover el conocimiento y la recuperación de ese otro patrimonio urbano y rural carente de
reconocimiento y suficiente protección por parte de las administraciones correspondientes.
3. Hacer posible la creación y difusión de una conciencia que valore y proteja de manera integral
ese patrimonio.
4. Denunciar las agresiones que contra el patrimonio se produzcan desde los diferentes ámbitos
particulares, administrativos e institucionales.
5. Proponer medidas de protección, mejoramiento y uso del patrimonio.
6. Facilitar el disfrute del patrimonio. En Boletín nº 1 de Manqueospese la veré, pág. 8. No
tiene fecha pero se publica probablemente entre septiembre y octubre de 1995.
241
María Cátedra
132 Se refiere a una antigua leyenda abulense sobre un padre que no permite que el preten-
diente de su hija vea a ésta, encerrándola en una torre. «Manque os pese la veré» es la res-
puesta del joven ante tal imposición, y para ello construye un castillo desde donde divisa
a su enamorada. Parece ser que el dar ese nombre a la asociación y el sentido de oposición
al poder no fue algo premeditado. En el origen de la misma está un grupo de personas
reunidas casualmente donde se comentó el mal estado en que se encontraba el castillo de
Manqueospese, de propiedad privada y en trance de una dudosa rehabilitación. De ahí
se habló de la necesidad de organizarse para proteger el patrimonio. Rafael Sánchez será
su presidente desde su constitución y Serafín de Tapia uno de los miembros más activos,
siendo elegido más adelante concejal por IU (Izquierda Unida).
133 Laconclusión es de Gutiérrez Robledo, quien expone su opinión por escrito el 26 de
octubre de 1993 al alcalde.
242
Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
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María Cátedra
«no hay que dar la imagen de que se actúa bajo presiones» refiriéndose a
las pintadas. En el solar resultante se construirá una zona verde, un parque
público y a la vez un retranqueo hacia el río de la carretera de circunvala-
ción, y pavimentanción del puente romano haciéndolo peatonal.
El día 8 de abril un comunicado de Manqueospese muestra su desacuerdo
ante el derribo. «Ávila necesita la consolidación de su patrimonio, no su
destrucción» –indican– «derribar las edificaciones y dejar tan solo una
zona verde y de tránsito de vehículos, podrá beneficiar a unos pocos
pero no al conjunto de la población». Entre los usos que se proponen
al edificio rehabilitado se citan: centro social, eco-museo, escuela taller,
albergue juvenil, etcétera. Se afirma que un buen número de asociaciones,
incluidas las ecologistas, y muchos otros ciudadanos son favorables a la
rehabilitación. Muy al contrario, El Diario de Ávila ese mismo día señala
en un pequeño texto, «Posturas valientes», que la mayor parte de los
abulenses (y de los informes históricos) están a favor del derribo137.
El 10 de abril el periódico local recoge una opinión en contra del
derribo y otra a favor. Esta última es la del presidente de la asociación
de vecinos de San Esteban, la agrupación más cercana a la Fábrica. El
Presidente se muestra de acuerdo en el derribo de las «ruinas» de la Fá-
brica y de los demás edificios de la barriada, y en la construcción de un
nuevo puente y demás proyectos. En contra del derribo se manifiesta el
concejal de Izquierda Unida en el ayuntamiento138, quien además rechaza
el proyecto del nuevo puente ya que perjudicaría el entorno histórico de la
Fábrica, y propone un proyecto global sobre la zona, con recuperación de
137 El título refleja la acusación de tibieza en la votación que dedican al PSOE «por temor a
las críticas que puedan recibir de una asociación» en clara referencia a Manqueospese. Se
refieren a sus concejales como «los pilatos políticos de turno». Viene acompañado el texto
con 6 fotografías de la Fábrica.
138 Elconcejal señala que la protección del patrimonio histórico-artístico de la ciudad, tanto
el catalogado como el no catalogado, ya fue recogido en su programa electoral en julio
de 1991. En ese mismo año IU (y posteriormente en diciembre de 1993) propuso un
concurso de ideas para aprovechar los edificios de la Fábrica. También se refiere a otro
edificio industrial –la Fábrica de la Luz– pidiendo sea cedido al municipio para darle un
uso comunitario.
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Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
139 Noobstante el titular de la columna (La Cámara de Comercio de Ávila se pronunció a favor
de derruir la fábrica), el texto aparece ambiguo ya que se indica que el acuerdo adoptado
por la asamblea es «Apoyar el derribo de la fábrica de harinas. Que se restauren (?) o tiren
todos los edificios que se encuentran en los aledaños, lo mismo que los que se encuentran
en ruinas en el Puente Adaja, que se restauren o se tiren». Se pide la instalación de un
puente nuevo y la peatonalización del puente romano.
140 El autor es Antonio de la Cruz Vaquero.
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Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
143 Se
repiten algunas noticias aparecidas en el Diario de Ávila y en el artículo de Gonzalo
Martín publicado en El Mundo.
144 Dice así: «Totalmente marginada queda una gran cuestión a la que debería haberse pres-
tado atención en las instancias pertinentes; la del incendio de la Fábrica de Harinas la
noche antes a que fuera sometida a la aprobación de la Junta su declaración como bien
de interés cultural, por la calidad de su maquinaria, un bien que, con el fuego quedó
sustraído a los abulenses y al resto de la Humanidad. ¿Se ha preguntado o investigado
por los órganos competentes si pudo haber responsabilidades? ...» (p. 5).
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María Cátedra
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Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
Figura 5.
147 Seconvoca la obra por 8 427 878 pesetas en un plazo de ejecución de tres meses. El 26
de julio aparece en el B.O. de Castilla y León (pág. 4013-4).
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María Cátedra
148 Con dos prescripciones: que durante el derribo se realice un seguimiento arqueológico y
que antes de intervenir en el edificio original había que hacer una propuesta de mante-
nimiento, algo que no se ha hecho. Véase R. Sánchez en Crónica de un derribo anunciado
(en memoria de la Real Fábrica de Algodón) Boletín de Manqueospese la Veré nº 2, noviembre
1996.
149 El Diario de Ávila (4-9-1994, Portada).
150 Que no se publica pero de la que se hace eco El Diario de Ávila al día siguiente. En el
comunicado se vierten, entre otras opiniones, estas frases «El ayuntamiento ha demolido
en el día de hoy uno de los conjuntos simbólicos de nuestra ciudad»... «apenas unas horas
después de una más que sospechosa adjudicación de obras y casi con nocturnidad y ale-
vosía...» El alcalde «haciendo uso de una gran prepotencia e incumpliendo sus promesas
de transparencia...» y sin «el más elemental respeto hacia el poder judicial ya que las aso-
ciaciones que suscriben habíamos presentado en el mes de julio un recurso contencioso-
administrativo...». También se pide su dimisión como presidente del grupo de ciudades
españolas Patrimonio de la Humanidad. El alcalde se defiende el día siguiente en El
Diario indicando que el acuerdo es de abril y que se ha hecho de noche para cortar el
tráfico en el puente Adaja durante 5 horas. Se pregunta «¿por qué algunos querían saber
cuándo íbamos a tirar la fábrica? a toda costa, tal vez para tomar medidas que impidiesen
un derribo que tiene todos los permisos».
250
Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
151 Alno haber unanimidad en la Comisión de Patrimonio el acuerdo municipal fue tomado
por el PP y el CDS que contaban con 16 concejales frente a 4 del PSOE y 1 de IU.
152 Los firma Alonso de Ávila, un pseudónimo. El propio nombre de la sección –El Zum-
bo– tiene el significado de toque de atención y reorientación tal como se indica: «Una
campana de la torre de la parroquia de San Juan Bautista de Ávila tocaba durante toda
la noche para que, por su sonido, los extraviados pudieran orientarse. Es EL ZUMBO».
251
María Cátedra
y que «El pequeño grupo que hizo de estas ruinas su estandarte (aludiendo
a Manqueospese) fue cogido fuera de juego... Bien hizo el alcalde... en orde-
nar el derribo… sin avisar a prácticamente a nadie. De esta forma se han
evitado problemas... encadenamientos, medidas de presión, incluyendo la
fuerza física y la violencia... se ha evitado el numerito». El cronista de la
ciudad, partidario del derribo, con 87 años y dificultad para andar, es lle-
vado en coche a la zona para contemplar la «hermosa vista» de la muralla
que se aprecia tras el derribo153.
El lunes 5 aparece este titular: «Satisfacción entre los abulenses por el
derribo de la vieja Fábrica de Harinas», que indica el tono del artículo. El
autor califica a lo derribado de «edificios sin mérito ninguno» y al edificio
principal de «viejo edificio con mérito de piqueta». Informa que cientos de
abulenses acudieron a la zona el fin de semana mostrando su «satisfacción»
por los consabidos motivos estéticos y de circulación y también hace una
crítica a los que considera autores de la polémica, los miembros de Man-
queospese, apoyados por algunos grupos políticos de izquierda154. Al día
siguiente, y en el mismo diario, se lee en un nuevo texto: «Las Asociacio-
nes de Vecinos de Ávila, a favor del derribo de la Fábrica de Harinas»155.
153 Uno de los apartados de este artículo «Un arquitecto hecho una fiera» se ensaña con un
técnico, responsable del patrimonio abulense, que trató de parar el derribo y solicitar
los permisos correspondientes. Se pone en duda incluso su poder de decisión: «¿Qué
hace un funcionario votando en una comisión como la del Patrimonio, junto con los
representantes del pueblo? Vamos, que esas comisiones precisan una reforma total... Los
técnicos están para informar y para cumplir lo que ordenan, conforme a ley, los superiores
políticos...». Y se sugieren medidas: «Un funcionario que actúa de esta forma precisa ser
llamado al orden y relevado de sus funciones». Al parecer se iniciaron posteriormente los
trámites previos al expediente de este técnico.
154 Lo firma Juan Ruiz-Ayúcar, pág. 3. Dice concretamente: «satisfacción por la demolición
de un edificio que tapaba la visión de la muralla en su lienzo occidental y añadía
un problema de tráfico al impedir que la calzada permitiera la circulación cómoda
de vehículos»... «Eliminada la polémica que provocó casi exclusivamente la asociación
‘Manque os pese la veré’, apoyada por ediles socialistas y el único de IU...».
155 Diario de Ávila, 6-9-1994. Esta firmado por F. J. Rodríguez. De la lectura del texto se
deduce que quienes se manifiestan son los Presidentes de las Asociaciones y que lo hacen
a título personal.
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Las desventuras de un edificio singular: la Fábrica de Harinas de Ávila
156 Firmado por Fernando Alda. En el mismo número y día este autor escribe otra columna
titulada «Los pirómanos andan sueltos» donde protesta por la amenaza de quemar las
máquinas que derriban la Fábrica de Harinas. Otro periodista, Javier Rodríguez, señala
el revuelo provocado en la ciudad.
157 Un artículo anónimo en el apartado «Rosas y espinas» del Diario de Ávila de ese mismo
día es especialmente duro con el funcionario antes aludido: «Espinas arquitectónicas y
contundentes para el arquitecto territorial de la Junta de Castilla y León en Ávila... por
la deplorable e impresentable actitud demostrada el pasado sábado, tratando de impedir,
con malos modos y menos educación, el derribo de las ruinas de la Fábrica de Harinas
de Ávila Capital. Este técnico intentó paralizar la obra, atribuyéndose unas competencias
que él no tiene, intentando presionar al responsable de la empresa y al propio alcalde de
la Ciudad. ¿Desde cuándo puede ser él único guardián del Patrimonio Histórico abu-
lense o desde cuándo puede él paralizar una obra? Otras personas son las que toman las
decisiones, y en este caso su director general ya la había tomado: demoler la fábrica»
158 Firmada por Maximiliano Fernández.
253
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159 Diariode Ávila, 14-9-1994. La noticia aparece en la portada y continúa en la pág. 4. Fir-
ma Fernando Alda quien al día siguiente (15-9-1994) escribe una columna –«Más claro
todavía»– en la que trata a Manqueospese de grupo de presión y le acusa de demagogia,
manipular la verdad y no entender la democracia.
160 Del mismo autor, Alonso de Ávila, en el nº 30 312.
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161 Entre otras, esta frase como muestra: «Intereses, lo que se dice intereses y ‘bastardos’
los que defienden unos pocos... los de aquellos que hacen de la mentira, el chantaje y la
presión psicológica sus instrumentos para acobardar a quien ha de decidir».
162 Manqueospese responde el 25 de noviembre remitiendo a varios académicos de Bellas
Artes una carta en que se da cuenta de la «sorprendente y sospechosa premura con que
se estaba actuando en este asunto durante las últimas semanas...». Denuncian el derribo
del conjunto sin dirección técnica y sin la preceptiva recuperación de materiales. También
se alude a la noticia publicada en la prensa local que recoge la felicitación del Presidente
de la Real Academia de Bellas Artes por estos derribos. Se solicita a los académicos que
intenten averiguar si esta felicitación es a título particular o de la Institución. El arquitec-
to Chueca Goitia responde el 30 de noviembre indicando que la Sección de Arquitectura
de la Real Academia solo había acordado que se derribara la parte más moderna de la
fábrica. Indican que seguirán estudiando el tema. El 26 de junio de 1995 el Director de
la Academia envía a la nueva alcaldesa (al tiempo que la felicita por su elección) un nuevo
informe que básicamente resume así: «solo puede tener interés conservar ese edificio, del
que prácticamente solo quedan las cuatro paredes, si se puede dar una finalidad útil que
compense los cuantiosos gastos de una restauración que vendrá a tener el coste de un
edificio nuevo».
163 Según indica Alonso de Ávila en la sección El Zumbo de El Diario de Ávila, nº 30 332.
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164 Con un coste de 86 millones, el proyecto se aprueba con los 14 votos del PP y el del
AIAV (antiguo CDS) y el rechazo del PSOE e IU, con 3 concejales cada uno de ellos. El
siguiente paso es que el tema sea tratado en la Comisión Provincial de Patrimonio (donde
hay mayoría de miembros de la administración). A mediados de diciembre se espera que
el Director General de Patrimonio de la Junta sancione el derribo.
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Figura 7.
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165 Entre los primeros un arquitecto, dos historiadores y una arqueóloga, algunos de ellos
militantes del PP como el portavoz del PP en el Senado o familiares de los militantes,
como el padre de la entonces alcaldesa. Entre los segundos hay tres académicos de las
Reales Academias de Bellas Artes y de Historia, un catedrático de geografía y el director
de una Escuela Técnica Superior de Arquitectura.
166 Al parecer no está visado por la oficina técnica del ayuntamiento sino por la de infraestructu-
ras, es muy breve –tiene 5 páginas– y no hace mención a la arquitectura e historia del edificio.
167 Sánchez, Rafael 1996. En la página siguiente hay un texto titulado «El otro patrimonio»
una reflexión sobre aquellos lugares «con sabor» no catalogados en las guías de viajes.
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168 Porejemplo en El País (3 de abril de 1996) firmado por C.M./F.S. «El Ayuntamiento de
Ávila derriba una fábrica del siglo xviii». Los autores aluden a los informes de la Real
Academia de San Fernando y de la Historia a favor de su rehabilitación y a la opinión de
un especialista en el tema. También recogen la opinión de la alcaldesa, considerándolo
un «pegote». La polémica seguirá durante un tiempo. El 2 de abril de 1996 un vecino
publica en una Carta al director una irónica nota titulada «¿Protestar por el derribo del
«Real Pegotengendro Fábrica de Harinas?».
169 Aparece en septiembre de 1994 en el artículo «Decisiones judiciales acertadas» que es-
cribe Alonso de Ávila en El Zumbo (El Diario de Ávila).
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170 El País (9-8-1993) publica un amplio artículo «El entorno de las murallas de Ávila,
amenazado por la construcción de un nuevo puente. La directora del patrimonio de
Castilla y León dimite en protesta por el proyecto». En él se vierte la opinión del con-
sejero de Cultura que indica: «Había que establecer un equilibrio entre la protección de
las murallas y una obra absolutamente necesaria para solventar los problemas de tráfico
de la ciudad. No se puede condenar a Ávila a ser una ciudad medieval». Y también la del
concejal de urbanismo quien opina que «hay que ser un poco funcional»; el nuevo puente
es necesario porque los fines de semana hay grandes colas de vehículos. En una columna
titulada Manqueospese La Veré esta asociación opina que este «no es un buen modelo de
desarrollo urbano» y más concretamente que es una «barbaridad».
171 Titulado «Sobre el proyectado nuevo puente» Año 1, nº 0, Septiembre 1993. También se
edita una hoja manifiesto breve. Suscriben este escrito asociaciones juveniles, de músicos,
de Acción Católica, objetores de conciencia, objetores fiscales, consumidores, sindicatos,
ecologistas e IU.
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174 R. Sánchez y S. de Tapia, «Más sobre el puente... desde la otra orilla». Ávila Semanal nº
82, 18-24 febrero de 1994. El Diario de Ávila recoge la noticia (1-2-1994).
175 Por ejemplo, 3-4-1994 que firma F. J. Rodríguez / F. A. «Ninguna asociación de vecinos
de Ávila se ha mostrado en contra del nuevo puente. Aunque hay dos que mantienen
reservas al respecto y otra no se ha pronunciado». Entre las asociaciones opuestas al
proyecto, se encuentra Hispania Nostra.
176 En al menos dos lugares: en la calle Marqués de Santo Domingo (23-12-1994) y finca
del Palacio de los Velada (9-1-1995).
177 Se informa el 23-6-1994, planteado junto a dos asociaciones ecologistas (ADECAB y
Colectivo Cantueso), se llega a un acuerdo con la Confederación Hidrográfica del Duero.
178 Se concede licencia de obra el 20-4-1990, pero se construye muy posteriormente, en 1995.
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179 Firmadopor M.F/I.P. (pág. 11), Ávila Semanal 23-28 abril, su subtítulo es «El represen-
tante de la sociedad es hermano de José María Monforte» –un procurador del CDS–.
Manqueospese hará un vehemente comunicado protestando por el mismo tema el 21 de
octubre de 1994 (después del derribo parcial) en el que, por ejemplo afirma: «En el caso
de que este ‘obstáculo para la vista de la muralla’ al final se levante, exigimos del ayun-
tamiento que ejecute su derribo y limpie la zona con la misma efectividad y rapidez que
empleó recientemente con los edificios de la Fábrica de Harinas».
180 Pedro Ogalla es el autor de este pequeño relato de ficción de un viajero inglés del siglo
xix. Ob. cit. Jornadas La Fábrica de Harinas y su entorno editado por Manqueospese (Ávila,
29 de junio a 2 de julio de 1993) pp. 9-12.
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183 VéaseM. Cátedra y S. de Tapia, 1997. «Imágenes mitológicas e históricas del tiempo y el
espacio: las murallas de Ávila» en Política y Sociedad nº 25, mayo-agosto 1997, pp. 151-184.
184 J.
Helguera Quijano, «La economía» (en Historia de Castilla y León nº 8, Valladolid,
Ámbito) pp. 80 y ss.
185 ElNorte de Castilla (2-7-1996) firmada por R. Manteca. La noticia indica que el ayun-
tamiento invertirá 454 millones en el mismo, y el proyecto ha sido redactado por Rafael
Moneo, Enrique de Teresa y Juan José de Echevarría. Según mis noticias el proyecto
contaba además con fondos FEDER.
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186 Lavaguedad es la norma entre los comentarios del suceso, como por ejemplo: «Cuando se
quemó, no sé, ya estaba despedido el personal y lo habían comprado o estaba en tratos, para
haber hecho un museo, porque la maquinaria era típica, no era metálica, era de madera,
correas anchas, las poleas de madera, era una obra de arte, eso no tenía precio. Estaba
vendido y de la noche a la mañana se quemó, no se sabe si mala intención... hay rumores;
que si un atentado, que si pudo ser por cobrar el seguro, ahí nadie sabe la verdad».
187 Serafín
de Tapia, un reconocido historiador y en su momento concejal de IU en el ayun-
tamiento.
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188 Laalcaldesa, en ese momento, era hija del cronista de la villa (un conocido historiador
conservador), y hermana de otra historiadora de temas de la ciudad.
189 Citadoen J. M. Serrano Álvarez, 1997, Un periódico al servicio de una provincia: El Diario
de Ávila Ávila DPDA, IGDDA, pp. 296. Indica también que Veredas sería nombrado
posteriormente delegado regio de Bellas Artes en Ávila. También se derriba la casa nº
21 de la Plaza del Mercado Grande con el mismo argumento «la satisfacción de ver des-
cubierto ese lienzo de muralla».
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Precisamente son estas mismas razones estéticas las que aducen los
habitantes del otro lado del río. Un conocido restaurante, situado en un
antiguo almacén de la zona, ha construido una amplia cristalera en el co-
medor para apreciar el panorama, lo que considera un atractivo importante
de su oferta. También enfrente de la Fábrica, al otro lado del río, hay una
colonia de chalets adosados que, por el color en que están pintados, se les
denomina popularmente «las casas rosas». Algunos propietarios de estas
casas se quejaban de que la Fábrica y sus anejos impedía la vista de la tota-
lidad de las murallas en toda su espectacularidad. Hay quien rumorea que
la iniciativa de las pintadas provino de algunos vecinos de este colectivo,
tras una reunión, aunque obviamente ellos lo niegan. Lo que sí parece
cierto es que algún concejal que vivía en las casas era uno de los más in-
teresados en el derribo de los restos, abanderando las quejas de los vecinos.
Pero, con toda su importancia, los motivos estéticos no son más rele-
vantes que otras consideraciones ideológicas. Los rehabilitadores acusan a
sus oponentes de ensañarse con la Fábrica por las características intrín-
secas de tal edificio –concretamente por ser un edificio industrial– y no
un palacio o una iglesia. Esto se debe a un doble motivo. Por una parte
hay razones conservadoras no solo porque la Fábrica significó en su día
«cambio y transformación» sino porque la rehabilitación del edificio su-
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191 Probablemente para evitar el retraso que había motivado que el puente no se hiciera fi-
nalmente. Serafín de Tapia en 20 de enero de 1994 escribe al presidente del Parlamento
Europeo en Luxemburgo para denunciar el caso del puente. Un párrafo indica lo siguien-
te: «Como resultado de la resistencia ciudadana los trabajos aún no han comenzado, a
pesar de que los plazos de licitación de obras hace meses que concluyeron y de que ya está
seleccionada la empresa adjudicataria. En estos momentos el MOPTMA, la Consejería
de Cultura y el propio Ayuntamiento de Ávila dudan respecto a qué decisión adoptar.
Pero esta situación puede cambiar de un momento a otro».
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del propio periódico por prestar sus páginas a «gente tan poco represen-
tativa». En un determinado momento, una locutora de radio y el director
del Círculo de Bellas Artes tienen que hacer frente a una demanda del
Diario por las opiniones vertidas en una entrevista radiofónica. Especial-
mente duras son las opiniones vertidas en una sección del periódico –El
Zumbo– utilizando argumentos ad hominem para sugerir con cierta insidia
confabulaciones y oscuros intereses, y también pidiendo explícitamente
represalias contra algunos funcionarios señalados. Bien distinto es el tra-
tamiento dado al problema por la prensa regional y nacional mucho más
moderada, informativa y neutral. En cierta forma la Fábrica se «tambalea»
a través de la prensa local, pese a los esfuerzos divulgativos de Manqueos-
pese que trata de contrarrestar –a través de folletos, hojas informativas,
manifiestos y boletines– la hegemonía informativa –el cuarto poder– del
periódico local. Por supuesto, también se vierten opiniones duras por parte
de Manqueospese192, pero la disparidad de medios es evidente.
La polémica sin embargo hace mella en el edificio desnudo que no solo
sufre agresión de la piqueta y que tiene sus días contados. La Fábrica se
ha convertido en un asunto candente que hay que suprimir cuanto antes
porque mina también la moral de sus detractores, plantea contradicciones
y acusaciones de ignorancia, suscita críticas a la gestión municipal y se ha
convertido en bandera y «totem» de otros grupos que quieren intervenir
–otra Ávila en definitiva–193. La Fábrica es realmente un complejo símbolo
que sigue funcionando aún reducida a sus cimientos; estos, según parece,
y la obra hidráulica aneja, van a respetarse e integrarse en el parque pro-
yectado. Según distintas personas me han indicado, hay «un antes y un
después» de la Fábrica de Harinas.
192 Porejemplo: «ante la próxima aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de
Ávila y del Plan Especial, se están dando prisa el ayuntamiento y algunos constructores
en destruir algunos elementos muy interesantes del patrimonio arquitectónico abulense,
quizás previniendo que algunos de estos edificios pudieran ser objeto de protección».
193 Me dejaron tres fotografías cuando se estaba derribando la Fábrica en las que aparecían
escritas en su parte posterior estos comentarios irónicos sobre el movimiento de camiones
y grúas: «Un alacrán aniquila los restos del totem», «Desfile del pelotón de ejecución ante
el clan de Rodrigo Rato», «Cautiva y desarmada las fuerzas nacionales han conseguido
sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. Manque os pese también».
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6. A modo de conclusión.
Ciudad, paisajes y gentes
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A modo de conclusión. Ciudad, paisajes y gentes
defienden en las más altas instancias. Hoy todavía Sonsoles se asocia al ho-
gar y a la familia, a la clase alta y «señorial», y a una ideología conservadora
(relacionada por ejemplo con la guerra civil o con el Opus Dei). La imagen
se considera la «más rica», con mayores rentas y limosnas de la ciudad. Se
podría decir que el patronato representa a los «caballeros» como las cofradías
rurales representan a los agricultores, y ambas asociaciones a la compleja
interacción entre ambos. Pese a ser una organización acogida dentro de
la Iglesia, la historia de Sonsoles muestra, tanto en el pasado como en los
últimos años, multitud de pleitos y enfrentamientos con distintas instancias
eclesiásticas que intentan controlar estas asociaciones laicas, «depurar» li-
cencias y supuestos desmanes, acaparar sus rentas y limosnas.
En ello se parece mucho a la Virgen de las Vacas, que comparte con
la de Sonsoles el humilde origen del fundador (un labrador, carbonero o
criado), los problemas con diversos estamentos religiosos, las críticas a
sus abundantes comidas y libaciones («un exceso y un dispendio») y un
similar cambio de composición del siglo xvi al xviii desde una cofradía
popular a un patronato elitista. Sin embargo, a diferencia de la anterior,
la de las Vacas consigue ser en la actualidad una cofradía verdaderamente
popular, asociada a la clase obrera y a la gente humilde. Las dos Vírge-
nes pues representan polos opuestos en cuanto a estratificación social se
refiere, pero también ofrecen cierto contraste ideológico. A diferencia de
la de Sonsoles, aliada al bando ganador de la guerra civil y su defensora, la
de las Vacas se la asocia a la Casa del Pueblo y la república, ya que es la
única imagen en salir en procesión en ese tiempo.
La Virgen de las Vacas ilumina un aspecto esencial en antropología
urbana: la relación entre el barrio y la ciudad, la barriada y el conjunto
urbano. A través del trayecto de su procesión, de su intercambio ritual con
otros barrios e imágenes podemos entender el poder de este símbolo que
implica las barriadas más populares, especialmente el barrio homónimo
de la Encarnación, en dirección opuesta a las Vacas, pero también otros de
similar clase y composición (Santiago, San Esteban, San José Obrero…).
Por otra parte, a través de sus organizaciones afines (pequemozos, peñas,
Jarana Vaquera...) logran incluir a grupos que de otro modo quedarían
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Enero, 2012
Colección Ciencias Sociales y Humanidades
ISBN 978-84-938557-8-9 15 E
18 E
Colección
Ciencias Sociales y
Humanidades