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Manuel Alberto Torres Núñez

Filosofía del arte


Artes liberales semestre III
Profesor: Adolfo Chaparro

Contemporáneamente yuxtapuesto

William Kentridge, artista de origen sudafricano, nacido en un hogar donde el apartheid


siempre estuvo presente por el motivo de que sus padres fueron defensores de las víctimas de
este. Hecho que fue influyente dentro de su vida, a raíz de que su obra no es una oda a este
proceso segregador, sino un acto de dibujar en un contexto sobre ‘’la sociedad maltratada’’,
porque para él es importante hacer ‘’un arte de ambigüedad, contradicción, gestos incompletos
y finales inciertos’’ (William Kentridge: Drawing for projection, 1992). Sin embargo, su arte va
más allá de un simple dibujo, por el motivo de que trata de abarcar distintas disciplinas con tal
de llevar su visión, por tanto, el cine, la escultura, el performance, la pintura, la animación, el
teatro y el ya mencionado dibujo, van a ser usados, inclusive decide yuxtaponer estas disciplinas
entre sí.

Es por este motivo que la obra de Kentridge resulta interesante, su interdisciplinariedad


trasciende, además, de que él desconfía de la especialización, no se determina en una sola disfruta
de la contaminación estética creada por la mezcla entre las diferentes disciplinas, donde los
códigos que usa se desmantelan y forman algo híbrido (Fortuna, 2000), de ahí que Kentridge
diga:

Sé mucho más sobre el dibujo y lo que significa ser un artista por la escuela de
teatro que por cualquier escuela de bellas artes, y sobre qué energía es necesaria para realizar
cualquier pieza, sea dibujo, pintura, película o escultura (A journal of performance art, 2005)

Sumado a esto, dentro del ejercicio que crea Kentridge se pueden encontrar distintos
elementos que distinguen su obra como un ejercicio que juega con la temporalidad: entre lo
anacrónico y lo moderno, entro lo conocido, lo desconocido y lo que se va a dejar de conocer;
entre los rastros de lo borrado y las partículas de carbón dejadas en el papel, es decir, una materia
y herramienta que abarca parte de los elementos mencionados.

Para ilustrar, su estilo más notable surge de su pasión por el dibujo, sin embargo, un
simple dibujo no bastaba, el significado del dibujo con sus memorias fueron hincapié de él para
continuar con un proceso que el va a llamar ‘’cine paleolítico’’. De hecho en el texto de October
files sobre William Kentridge habla sobre su arduo proceso a la hora de realizar su ‘’dibujo para
la proyección’’. Un dibujo que se destaca por un proceso que puede ser analizado de la siguiente
manera:

La Roca

‘’Él llama apartheid ‘’la roca’’ y es una roca en la cual el arte se debe fundar’’ (October
files, 2017, pág. 34). Una roca que tiene el imperativo de la historia y la moralidad acerca la tiranía,
es decir, que tiene el peso del totalitarismo arbitrario, un totalitarismo que no puede ser
enfrentado, porque la roca siempre gana (Kentridge, 2017). Pero ¿por qué la roca siempre gana?
Este es un cuestionamiento que Kentridge embarga dentro de su trabajo, los procesos políticos
que ocurrieron en Sudáfrica fueron catastróficos, las millones de víctimas con todo su proceso
de reincorporación a la sociedad dejaron una cotidianidad violenta dentro de una Sudáfrica
polarizada, en este contexto se encuentra Kentridge. Un día a día complejo, lleno de imágenes
que invaden su cabeza con la necesidad de un método de expresión. Por otro lado, puede que la
roca sea el peso de tener estas imágenes dentro de su mente, cuestión que puede generan un
peso con una importante influencia en su arte, aunque estoy suponiendo. La roca genera la
imposibilidad de moverse, además, con su peso genera sentimientos encontrados relacionados
con la ambigüedad: Catastrophe obra de Samuel Beckett demuestra el no poder moverse, dado a
que el cuerpo está a disposición de la tiranía, cada movimiento está controlado, cada decisión la
dicta aquel que tiene la potestad y el poder soberano sobre el otro está a la merced de sus órdenes.
Una vez el poder deja de hablar ocurre un zoom al rostro sombrío del desconocido anciano
mostrando solo la parte superior de sus ojos, mientras la tiranía aplaude. La reacción del anciano
es ambigua, crea sentimientos que se relacionan con la tristeza y la frustración. Aunque, ocurre
distinto con Monument (obra de Kentridge que relata cómo se construye un monumento en el
contexto sudafricano) dado a que se ve a una mayor escala, y donde la roca acciona no sobre un
individuo, sino sobre un objeto que hace resonancia a ese individuo, de hecho consiste en la
reivindicación de una sociedad maltratada por medio del espectáculo que genera una estatua
basada en la historia de la tiranía sobre esta sociedad. Espectáculo. Esta es la palabra clave para
descifrar el significado de la frase planteada por Kentridge (a la roca no se le puede hacer frente;
siempre va a ganar): el sensacionalismo que generan este tipo de procesos, como los del
apartheid, son imposibles de detener, dado a que para los negocios de la memoria son difíciles
de concebir, el no ser explotados al punto de convertirse en negocio ellos mismos (October files,
2017, pág. 57). Por ende, la roca consiste en aquel peso de la historia tiránica, de la cual el arte
puede basarse, pero no en pro de su destrucción sino en pro de su espectacularización y
deshumanización.

Borrón y tiempo viejo

Entonces se sabe que la roca está presente en su trabajo, más claramente, el contexto
histórico del apartheid de donde su arte se basa, en parte. Ya que, por otra parte, dentro de su
estilo y para agregar a su arte él incurre en el uso de la materia negra, densa, espesa, llamada
carbón, la cual cuando se borra deja manchones, sugiere una materia compleja de trabajar en
limpio, sin embargo, son los manchones los que llaman la atención de Kentridge, no por un
simple hecho estético, sino un hecho de temporalidad, el manchón funciona como un detonante
de la historicidad que maneja la obra:

Este borrado de la obra, una imperfecta actividad, siempre deja un gran manchón
gris en el papel, entonces la filmación no solo graba los cambios en el dibujo, sino que revela
también la historia que dejan esos cambios, como cada borrón que deja un sendero de
caracol de lo que ha sido visto (October files, 2017).

Kentridge, logra crear paisajes negros, grises y blancos, donde su movimiento es lento,
áspero, temporal y espectral. Sus personajes dan pasos que dejan marcas pasadas, también son
lentos, con otras palabras son pasos que dejan un sendero enmarcado en su contexto, en su
historia.

Paralelamente, el proceso que maneja Kentridge se asemeja a un stop – motion, cada


dibujo que él logra es modificado constantemente, mediante los cambios efectuados con el
borrador y el carboncillo. Su trabajo puede durar hasta 9 meses en realización. Dibujo tras dibujo,
modificación tras modificación y foto tras foto crea el dibujo para ser proyectado, una especie
de animación orgánica, temporal, que hace uso de herramientas e influencias del pasado para
lograr un proceso que puede llamarse anacrónicamente innovador.

Automatismo y tecnologización anacrónica

Para ilustrar su animación, él usa el término ‘’cine paleolítico’’ que sugiere un arte
primitivo, que incurre dentro de sus obras. En otras palabras, es un arte primitivo que es
presentado mediante una mecanización del arte, es decir, sus dibujos que son proyecciones de
su cotidianidad y contexto necesitaban de un medio mayor para obtener un sentido. Entonces,
para abordar el tema, primeramente, la obra de Kentridge ha estado atada al término palimpsesto,
que visto desde una noción básica consiste en un ‘’manuscrito que conserva huellas de una
escritura anterior borrada artificialmente’’ (RAE, 2019). Aunque, dentro del texto el palimpsesto
sirve como una forma de expresión, más que un manuscrito, es una expresión artística que tiene
los fundamentos en el borrado de lo previamente dibujado, de igual manera, consiste en una
forma de abstracción temporal de la narrativa, la historia y la biografía. Por otra parte, para seguir
dando una estructura a la obra de Kentridge, se suma el concepto de la matriz, la cual ‘’no solo
sirve como el emblemático residuo de los sistemas de protección, como la perspectiva, dando al
objeto más allá de sus tres dimensiones, (sino como) la duplicación de la infraestructura estética
del propio objeto (October files, 2017, pág. 54) a saber, dentro de la matriz se dictan más
parámetros de unas dimensiones, se suman 2 espacios, una duplicidad de la zona. Por último la
grafema se entiende como el rastro del neuro – motor o de la psicología – libidinal. Por
consiguiente, se entiende que existen 3 conceptos que infieren dentro del sujeto y del objeto, el
palimpsesto se relaciona con la obra artística, la matriz va de la mano de la percepción dada al
objeto entre sus dimensiones y espacio, y el último se relaciona con el sujeto. No obstante, dentro
del mundo de Pettibon (artista norteamericano) la dialéctica entre matriz y grafema crea una
infección recíproca, connotada como la coreografía relacionada con las esferas públicas y
privadas, consideradas como ‘’sistemas delirantes’’ (Kentridge, 2017).

En adición, la mecanización y la tecnologización son partes relevantes dentro del


sistema que Kentridge propone, el punto es la manera como él logra acomodarse a la nuevas
herramientas que surgen, es aquí donde el texto abarca la irremediable irrupción tecnológica
dentro del palimpsesto, en consecuencia, este se ve infectado de la invasión mecánica. Es decir,
dentro de la obra de Kentridge comienzan a aparecer y a formarse nuevos objetos tecnológicos
como teléfonos, cámaras, entre otros, para después abordar una invasión resonante a las
animaciones de Disney.

En consecuencia, la incorporación de Disney resulta interesante, puesto que aparte de


ser inesperada, muestra la manera en que los años 20 hasta los años 50 influyen en Kentridge,
desde Sergei Eisenstein, Max Beckman, la Bauhaus, hasta Disney infusionando el silencio, el
montaje, la forma humana, el estilo, la productividad y la animación en la obra de él. En este
caso resalto la forma humana, dado a que dentro de la teorización de Eisenstein existe el término
‘’plasmactiness’’ (Kentridge, 2017, pág. 46) la cual luego va a ser explicada.

El empresario y el intelectual
Conjuntamente, dentro de la obra de Kentridge existen Soho Eckstein y Felix
Teitlebaum, que son los personajes más recurrentes dentro del mundo de él, fuera de esto, son
los personajes que generan interconexiones entre sus obras. En primer Lugar, Soho es mostrado
como una autoridad con ínfulas de tirano, sus movimientos son lentos y poderosos, su aspecto,
siempre con un cigarro en la mano que recuerdan a los autorretratos de Max Beckmann. Soho
puede ser visto como el personaje malévolo dentro de los cortometrajes de Kentridge, por otro
lado, Felix es un personaje que se distingue por su lucidez, sin embargo, entre su nostalgia y
privilegio tiene pesadillas y delirios, los cuales pueden ser evidenciados dentro de Felix in Exile,
que brevemente muestran la frustración de poder realizar algo dentro de un mundo tan basto y
sobre todo en el contexto violento en el que se encuentra, en consecuencia en su mente se genera
una especie de agobio emocional, que marca la personalidad de Felix.

Adicionalmente, quiero detenerme un poco en los movimientos de los personajes, ya


que el movimiento que emplea Kentridge dentro de su arte es un estilo que abarca el pasado y
se demuestra en su gesticulación lenta, la animación que discurre lentamente con la temporalidad,
esta se puede evidenciar fragmento a fragmento en su obra Monument, los trazos nuevos, los
trazos borrados que de alguna manera permanecen dentro de la obra, transcienden como
detonante de un pasado que sigue persistiendo en una etapa que pesa en Sudáfrica.

También, quiero agregar el movimiento de los personajes los cuales dejan:

una sustancia elástica que puede ser esculpida, desacelerada, retrocedida, doblada,
densificada o diluida. Para Kentridge, esto tiene muchas implicaciones: “Si tienes una
imagen estática, tienes un hecho congelado. Si invocas el mundo de la animación, el cine o
el teatro, tienes en el fondo proceso y transformación —transformación de imagen a
imagen, transformación en subjetividad e historia— y el tiempo es el medio donde esto
sucede. La animación en sí misma es una forma de tratar de hacer visible este transcurrir
invisible del tiempo. (Kentridge, 2007).

La mención por parte de Kentridge sobre lo elástico puede hacer referencia al término
plasmaticness, que puede ser entendida como la libertad de la figura y su proceso de
transformación dentro del mundo de la caricatura dado a que Eisenstein se refería a las
animaciones de Disney, sin embargo, por esta afirmación Cavell, dice que los personajes podrían
tener una elasticidad, pero más allá de eso son personajes sin peso alguno, es decir, el peso toma
una partida relevante dentro del debate. Porque en las obras de Kentridge hay personajes que
juegan con su peso, puede que parezcan de algún modo normales y de repente hacen un salto
hasta el lugar donde se enfoca la cámara. Por ende el peso, la elasticidad y el movimiento de los
personajes sugieren un patrón donde todos pueden ser incluidos.

La yuxtaposición de las artes

Una vez entendido los conceptos de Kentridge y las capacidades que este tiene, surgen
dentro de su obra nuevas ambiciones con la finalidad de extender sus límites frente a lo que el
arte puede mostrar y resolver. Es decir, se amplía la gama de representaciones artísticas, las
imágenes producidas por Kentridge deben ser resueltas en otros ámbitos. Así, pues, El
palimpsesto visto desde una opera o desde una obra teatral, con irrupciones cinematográficas y
musicales. El mejor ejemplo de ello es Ubu tells the truth, que dura alrededor de una 1 hora 10
minutos. Dentro de ella puede ver la evolución de Kentridge, el manejo del dibujo para
proyección y de como este influye en de la historia con actores físicos y materiales, sumado a
esto, se encuentra la capacidad de elegir la música predilecta para crear un ambiente lleno de
matices, que ponen ‘’en marcha una interacción de la fantasía y el realismo, de lo imaginario y lo
nombrable; un mundo demasiado real encaja con un espacio de fabulación’’ (Kentridge, 2000,
pág. 15). Desde el inicio se puede ver el palimpsesto discutiendo y teniendo relación con el actor
real, fuera de esto encontramos la transformación y la infección de la tecnología, dado a que de
un ser errante y un ojo, surge un lente y un trípode con vida, el cual comienza a tomar fotos,
mientras el actor hace poses para dar la introducción de la obra. La madurez adquirida por
Kentridge demuestra un trabajo que podría arriesgarme a que capta una totalidad de disciplinas
que estimulan la sensibilidad del individuo que las percibe y disfruta:

Sin embargo, el concepto crucial de la obra de Kentridge no está dentro de los


aparatos de representación mismos, sino en el espacio de negociación entre el artista y estos
múltiples medios (dibujo, fotografía, cine, animación, el taller en sí mismo) con los que
construye, deconstruye y reconstruye los mundos. Al cuestionar la racionalidad, dando la
bienvenida a la falibilidad e ingenuidad de la percepción humana, y resaltando la precariedad
de la comunicación, Kentridge proyecta sus versiones de la realidad, el tiempo y el espacio
en nosotros, y nos reta a proyectarnos de vuelta. (Kentridge, 2000, pág. 25).
Es decir dentro del mundo de Kentridge hay un espacio crucial donde hay unas
relaciones entre el artistas y las disciplinas y una vez nos adentramos dentro de su obra
teatral puede haber un lenguaje entre estos, ya que como dice Antonín Artaud ‘’el teatro
es una rama subordinada del lenguaje hablado’’ (2011, pág. 37) pero estamos hablando de
un lenguaje entre artista y disciplinas, entre dibujos y temporalidad, entre pinturas y
actores. La respuesta a la obra de Kentridge no es satisfactoria tenemos un lenguaje donde
hay grafema, matriz y palimpsesto, fuera de esto se sabe que la escena en Artaud ‘’es un
lugar físico y concreto que exige ser ocupado, (donde) se le permita hablar su lenguaje en
concreto’’ (2011, pág. 37). Este lenguaje concreto habla de un lenguaje que esta destinado
a los sentidos, y en el se puede encontrar poesía, pero así como hay poesía de los sentidos
hay poesía del lenguaje, la cual expresa pensamientos que van más allá de los límites
permitidos por el lenguaje hablado (Ibidem).

Para agregar más ideas a la obra de Kentridge, Artaud dice que ese lenguaje puede
manifestarse en una escena, donde orienta, primeramente, los sentidos; y son estos los que
deben ser complacidos por el lenguaje (Ibidem, Pág.38 ). En este punto Artaud también
suma una parte fundamental y es el hecho de que este factor mencionado, ‘’no impide
desarrollar luego plenamente su efecto intelectual en todos sus niveles posibles y en todas
las direcciones’’ (Ibidem). Por consiguiente, se permite el cambio de la poseía del lenguaje
por una poesía en el espacio donde no hay un dominio estricto de las palabras. Es este
punto clave, porque debido a la argumentación de Artaud logramos descifrar, en parte, la
teoría que puede relacionarse con Kentridge, a razón de que su arte no es en estricto de
palabras y donde hay una explicita poesía en el espacio, en la cual surgen imágenes verbales;
y tal como dice Artaud esta poesía adquiere múltiples aspectos, sobre todo los que son
medios de expresión en escena: música, danza, plástica, pantomima, mímica, gesticulación,
entonación, arquitectura, iluminación y decorado (Ibidem). Es importante resaltar que
Artaud aclara que cada disciplina tiene su propia poesía, la cual pueda ser combinada con
otros medios de expresión, donde se puede jugar al libre ejercicio del pensamiento,
combinando formas, líneas, colores, objetos en estado de naturaleza, elementos comunes
a todas las artes; no obstante, esta combinatoria es gracias a la poesía en el espacio en un
lenguaje de signos, que según Artaud, consiste en ‘’gestos y actitudes que tienen un valor
ideográfico’’ (Ibidem, Pág. 39).
Por ende, al relacionar este significado con la obra de Kentridge, hay un lenguaje
de signos, donde entra en cabida el palimpsesto y la pantomima de Artaud, la cual se refiere
a una representación de ideas y actitudes del espíritu, es decir, si Kentridge tiene en su
contexto la idea de ‘’la roca’’, puede ser expresada en sus pantomimas, aclaro que según
Artaud, estos signos son jeroglíficos, a los que, mientras se van formando, logran un
prestigio singular. Además, este lenguaje logra de alguna manera la compresión de un
teatro para la poesía en el espacio independiente del lenguaje hablado (Ibidem). Entonces,
se podría sugerir que la obra de Kentridge tiene un espacio meramente poético, donde la
palabra no domina, sino que domina la pantomima y el palimpsesto, que podría
interpretarse como este lenguaje de signos, en un libre juego de los pensamientos y
recuerdos que entiende Kentridge dentro de su obra.

Bibliografía
Artaud, A. (2011). El Teatro y su doble. Buenos Aires: Ediciones incógnita.
Kentridge, W. (1992). William Kentridge: Drawing for projection. Johannesburgo: Goodman
Gallery.
Kentridge, W. (2000). Fortuna. México: Museo Universitario arte contemporaneo: UNAM.
Kentridge, W. (2005). A journal of performance art. En W. Kentridge, The time image (pág. 32).
Johannesburgo.
Kentridge, W. (Enero de 2007). William Kentridge en entrevista. (A. Bonito-Oliva,
Entrevistador)
Kentridge, W. (2017). October files. Johannesburgo.
RAE. (2019). RAE. Obtenido de https://dle.rae.es/?id=SZ1r2FF:
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