Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Grupo 001
Caso 1
HECHOS
1. El diario “La Prensa” de la capital de la República del Valle, en la edición del
15 de marzo de 2003, publicó una entrevista concedida por un jefe
paramilitar, en la que éste anunció la pronta iniciación de una arremetida
contra la región de El Molino, en la frontera con la República San Martiniana
de Morelia, pues consideraba que estaba totalmente dominada por
comunistas que hacían parte de las guerrillas marxistas.
2. El 23 de abril de 2004, casi un año después de la entrevista en La Prensa, el
movimiento Fuerza Viva para la Salvación de El Molino, denunció
públicamente que el día 21 de ese mes, aproximadamente a las 5:30 p.m.,
militares adscritos al Batallón de Contraguerrillas “Héroes de la Patria”, con
sede en Tikal, hicieron uso de sus armas de dotación, disparando al aire, lo
que atemorizó a pobladores de los barrios Once de Febrero, Miraflores y
aledaños de esa municipalidad, y ocuparon una instalación de educación
secundaria, agrediendo a docentes y alumnos. En la noche, cerca de las 24
horas, un avión sobrevoló el municipio y aterrizó en el aeródromo local, y al
día siguiente, es decir, el 22 de abril, apareció en la vía Tikal- Jirafa el señor
Pablo Heliodoro Pérez, alias Tajo de Ñame, antiguo informante de la
inteligencia militar. Para el movimiento denunciante estos hechos
corresponden a la estrategia militar de instalar en la zona “a Tajo de Ñame y
sus secuaces”, por lo que alertaban sobre la probable comisión de masacres
en la zona. La Defensoría del Pueblo, con base en esa comunicación, requirió
a distintas autoridades para que investigaran los hechos denunciados y
adoptaran las medidas preventivas para evitar la conculcación del derecho a
la vida de los pobladores de Tikal.
3. La dirigencia paramilitar había dispuesto para el propósito de incursionar en
el Molino cerca de doscientos cincuenta paramilitares, los que fueron
transportados, a mediados del mes de mayo de 2004, desde una base
ubicada en otra región del país, por vía terrestre, a una finca ubicada en un
corregimiento cercano a Tikal, pero de otra jurisdicción. Allí, el día 27 de
mayo del año mencionado, utilizando un número no determinado de
camiones ganaderos conducidos por transportadores que fueron forzados a
prestarles servicio, los paramilitares, armados y uniformados en su gran
mayoría, emprendieron un largo recorrido que habría de llevarlos al municipio
de Tikal. Los paramilitares utilizaron para su desplazamiento vías terrestres
primarias, y durante tres días pasaron por seis lugares donde habitualmente
se hallan ubicados retenes del Ejército y de la Policía, pero que ese día no
habían sido dispuestos. Los paramilitares, en su desplazamiento, tuvieron
que pasar frente al puesto de Policía de La Toña y frente a la entrada del
Batallón de Infantería San Martín, lugares ambos donde la vigilancia no podía
ser retirada, pues estaban cuidando instalaciones permanentes. Igualmente,
en su recorrido, los camiones con los paramilitares atravesaron los cascos
urbanos de varias poblaciones, que cuentan con presencia de fuerza pública.
4. En horas de la madrugada del día 29 de mayo de 2004, en un sitio donde la
vía se divide en tres caminos, uno de los vehículos en los que se movilizaban
los paramilitares sufrió una avería por lo que tuvieron que detener la marcha
de la caravana. Apareció en el lugar un grupo del Ejército Nacional de la
República del Valle, que inicialmente los confundió con guerrilleros. Antes de
que se produjera un enfrentamiento, los paramilitares se comunicaron por
radio y lograron que quien recibió el mensaje transmitiera a los efectivos
militares que no atacaran al grupo, como en efecto ocurrió.
5. Aproximadamente a las 9:00 de la mañana del 29 de mayo de 2004, una vez
los paramilitares sortearon los puestos de control y seguridad de los militares
y policías, y ya sobre la vía que de la cabecera de Tikal lleva al corregimiento
El Molino de esa localidad – zona cocalera hacia donde se dirigían los
presuntos agresores y en donde no había presencia de la fuerza pública-,
fueron contenidos a unos cuantos kilómetros de su objetivo por guerrilleros
que les opusieron resistencia. Ante el revés transitorio, los paramilitares
instalaron una base y un retén permanente en la vereda Mata de Sábila, en
la mencionada vía entre Tikal y El Molino, pero antes cometieron múltiples
crímenes, entre los que cabe destacar los homicidios de cuatro hombres
pobladores y activistas comunales.
6. Los conductores de los vehículos en los que se movilizaban los paramilitares
fueron liberados aproximadamente a las 5:00 p.m. de la tarde del 29 de mayo,
y se regresaron por la misma vía por la que habían ingresado. A pesar de
que uno de los vehículos había resultado afectado por la detonación de
explosivos y descargas de armas de fuego, ninguno de los conductores fue
requerido por los militares -que oficialmente para esa hora ya conocían la
incursión paramilitar- para que ofrecieran información sobre el suceso.
7. La inminencia de un ataque paramilitar contra El Molino y la vulnerabilidad y
fragilidad de las condiciones de seguridad, llevó de manera desordenada y
caótica a más de tres mil residentes del mencionado corregimiento -tanto de
la cabecera de la inspección como de sus áreas rurales-, a desplazarse a
otros lugares, incluida la búsqueda de refugio en la República San Martiniana
de Morelia.
8. En la República del Valle, la presión de la opinión pública y de la comunidad
internacional obligó al gobierno nacional a ordenar el copamiento militar de
la cabecera del corregimiento de El Molino, lo que se hizo la noche del día 2
de junio de 2004. La presencia de las tropas, que fueron trasladadas en
helicópteros militares, no desalojó a los paramilitares de la vía Tikal-El
Molino, lugar desde donde los paramilitares continuaron controlando el
ingreso y la salida de población, alimentos y medicamentos, cometiendo
homicidios selectivos e incursiones en el área rural de ese corregimiento.
9. Para superar el conflicto internacional causado con la presencia de
refugiados de la República del Valle en suelo moreliano, los gobiernos
centrales de ambos países idearon y suscribieron un acuerdo binacional por
el que forzaron “la repatriación voluntaria” de los “desplazados en tránsito”.
Entre el 5 y 6 de junio de 1999, el Ejército moreliano trasladó, organizadas
por familias, a las 2.229 personas que se habían refugiado en ese país, hasta
la población fronteriza de Puerto San Roque, donde fueron entregadas a las
autoridades de la República del Valle. Las 2.229 personas que habían
buscado protección en Morelia fueron recibidas por funcionarios de la entidad
gubernamental Acción Solidaria, la Defensoría de Pueblo, organismos de
Naciones Unidas, y por el inspector del Ejército y el comandante del Grupo
Mecanizado “General Deogracias Herrera”.
10. De Puerto San Roque los desplazados fueron conducidos, con muchas
dificultades, dada la falta de medios adecuados de transporte, hasta el
coliseo deportivo de la capital departamental más cercana. En dicho lugar, la
mayoría de los desplazados decidió dirigirse a casas de familiares y amigos
que residían en esa capital y en otras ciudades cercanas. Solo 120 personas
permanecieron en el coliseo, padeciendo difíciles condiciones alimentarias,
de salubridad y de alojamiento, a la espera de una solución definitiva a su
problema.
11. Entre tanto, en el área rural de El Molino, la crisis humanitaria continuó
agravándose con nuevas incursiones y amenazas paramilitares, por lo que,
mientras el primer grupo de refugiados llegaba a Puerto San Roque, otro
grupo domiciliado en esa zona rural de El Molino, presos del miedo y de la
angustia y buscando preservar sus vidas, cruzaron la frontera con Morelia,
ubicándose en distintas poblaciones en improvisados ranchos de plásticos
construidos en la margen del río limítrofe entre los dos Estados. Este
segundo grupo estaba integrado por más de setecientas (700) personas.
12. Ni el gobierno de Morelia ni el de la República del Valle atendieron con
prontitud a este grupo de personas, al extremo que sus primeros contactos
fueron con medios de comunicación y ONG de derechos humanos de
Morelia, a quienes 105 de estas personas les manifestaron que, por el
conflicto armado que se vivía en su lugar de residencia, sentían temor por
sus vidas si retornaban, razón por la cual manifestaron su interés de solicitar
refugio en la República San Martiniana de Morelia.
13. El día 8 de junio de 2004 autoridades morelianas dispusieron el traslado del
mencionado grupo de refugiados a Casigua el Cubo, a través del Ministerio
de Defensa de ese país, específicamente del Teatro de Operaciones No. 2
de las Fuerzas Militares, lo que se hizo entre el 9 y 11 de junio de 1999. Sin
embargo, cerca de cien personas se negaron a abordar los helicópteros que
habrían de llevarlos a Casigua, arguyendo que se pretendía “repatriarlos”,
con lo cual se les exponía a graves riesgos, por lo que prefirieron retornar por
sus propios medios y permanecer como desplazados forzados en zona
selvática de la República del Valle.
14. En la mañana del 12 junio se hicieron presentes en la base militar de Casigua
el Cubo, donde estaban concentrados los desplazados, autoridades civiles y
militares de la República del Valle, quienes se reunieron con los hombres del
grupo, dado que las mujeres y niños fueron separados. Después de escuchar
los reclamos e inquietudes de los campesinos, en los que manifestaban
temor de regresar y desconfianza hacia la acción del Ejército de la República
del Valle, las autoridades del Valle les ofrecieron condiciones de seguridad
para retornar al país, incluyendo a El Molino, donde se dijo todo estaba
normalizado y la situación bajo control de las autoridades.
15. La situación de anormalidad propiciada por la presencia y las acciones
paramilitares continuó agravándose en la región fronteriza con Morelia. El 17
julio de 2004, siendo aproximadamente las 9:00 de la noche y cuando el
servicio de la energía eléctrica había sido interrumpido por causas
desconocidas, miembros de estos grupos armados, partiendo de las bases
instaladas en la vía Tikal-El Molino, incursionaron en la cabecera municipal
de Tikal, sin encontrar resistencia y retuvieron a cinco hombres. El grupo
paramilitar tomó la vía hacia el corregimiento de El Molino, pasó por las
instalaciones de una empresa petrolera (kilómetro 15 de la vía), frente a la
cual usualmente hay vigilancia para evitar agresiones y ataques de los
grupos guerrilleros, y en el sitio conocido como Carboneras hicieron bajar a
los secuestrados y los asesinaron, sobre la vía, con armas de fuego.
16. Los paramilitares se alejaron creyendo que todos los hombres habían
muerto, pero uno de ellos, Felipe Arias Segura, estaba vivo y, pese a sus
heridas (recibió un disparo de pistola en la cabeza, orificio de entrada en la
parte posterior y de salida en el maxilar superior), salvó su vida gracias a la
colaboración de algunas personas que le ayudaron y le prestaron asistencia
médica.
17. La fuerza pública adujo que no había podido actuar debido a que había sido
atacada por los paramilitares, impidiéndole reaccionar, versión que fue
desvirtuada por pruebas testimoniales e inspecciones judiciales que
demostraron que el referido ataque nunca ocurrió.
Desde el día 29 de mayo de 2004, tanto la Defensoría del Pueblo como distintas
ONG de Derechos Humanos, habían denunciado la sistemática utilización de
helicópteros por parte de paramilitares, uno de los cuales coincidía con el que tenía
a su servicio el Grupo Mecanizado General Deogracias Herrera, sin que se
conocieran acciones de la fuerza pública como consecuencia de las reiteradas
denuncias.
ANÁLISIS
La corte penal internacional tiene competencia frente a los crímenes contemplados
en el artículo 5 del estatuto de Roma, que son: El crimen de genocidio, los crímenes
de lesa humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión. Los hechos
anteriormente descritos fueron posteriores a la ratificación del Estatuto de Roma.
Delitos perpetrados por grupos paramilitares con la complicidad de la Fuerza
Pública.
Para el presente caso se dividirán las conductas delictivas así:
CRIMEN DE GENOCIDIO
En el crimen del genocidio, la finalidad es destruir total o parcialmente a un grupo
nacional, étnico, racial o religioso como tal. En el presente caso no se persigue
esta finalidad puesto que las conductas realizadas no van dirigidas a destruir a un
grupo como tal, sino a aquellas personas que eran consideradas como
“comunistas” y en este caso se puede catalogar como un grupo político.
CRÍMENES DE GUERRA
Competencia de la corte
I. Ratione temporis
La República del Valle, suscribió y ratificó los 4 Convenios de Ginebra de 1949, los
dos Protocolos Adicionales de 1977 y ha aceptado la competencia de la Comisión
Internacional de Encuesta prevista en el Artículo 90 del Protocolo Adicional I de
1977. Además, se expidió un nuevo Código Penal que incluyó un título sobre los
delitos contra las personas y los bienes protegidos por el Derecho Internacional
Humanitario, DIH. Además, se incorporó a la Legislación nacional el Estatuto de la
Corte Penal Internacional, por lo cual, en razón del tiempo se entiende que la Corte
será competente para juzgar hecho cometidos después de la entrada en vigor del
estatuto.
II. Ratione Personae
Todas las personas mayores de 18 años, sin importar su cargo o posición,
responderán ante la Corte. Se busca juzgar a los máximos responsables, que
cumplan con unos elementos. En el presente caso, las personas a juzgar son
personas naturales mayores de 18 años, que tenían conocimiento real y ejercían un
control de la población.
III. Ratione Loci
Las conductas cometidas fueron dentro del territorio de un Estado parte del estatuto
de Roma, por lo cual la corte es competente para juzgar.
IV. Ratione Materiae
Las conductas realizadas encajan en crímenes de guerra, los cuales son
competencia de la Corte Penal Internacional según el artículo 5 del estatuto de
Roma.
Artículo 8
Crímenes de guerra
La Corte tendrá competencia respecto de los crímenes de guerra en particular
cuando se cometan como parte de un plan o política o como parte de la comisión
en gran escala de tales crímenes.
En el caso de la República del Valle, al ser un conflicto armado de índole no
internacional, se aplican lo establecido por el literal c y e del artículo 8 del estatuto
de Roma:
a. En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional, las
violaciones graves del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra
de 12 de agosto de 1949, a saber, cualquiera de los siguientes actos
cometidos contra personas que no participen directamente en las
hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan
depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate por
enfermedad, herida, detención o por cualquier otra causa
e. Otras violaciones graves de las leyes y los usos aplicables en los conflictos
armados que no sean de índole internacional, dentro del marco establecido
de derecho internacional, a saber, cualquiera de los actos siguientes
CRÍMEN DE AGRESIÓN
El crimen de agresión está definido en el artículo 8 Bis del estatuto como un “una
persona comete un “crimen de agresión” cuando, estando en condiciones de
controlar o dirigir efectivamente la acción política o militar de un Estado, dicha
persona planifica, prepara, inicia o realiza un acto de agresión que por sus
características, gravedad y escala constituya una violación manifiesta de la Carta
de las Naciones Unidas.(…) Por “acto de agresión” se entenderá el uso de la
fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la
independencia política de otro Estado”
Según esta definición, el caso presentado no se presentó este crimen.
Caso 2:
1.La República Democrática de Locombia, suscribió y ratificó los 4 Convenios de
Ginebra de 1949 y los Protocolos I y II adicionales a los Convenios de Ginebra de
1949 relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados
internacionales y los conflictos armados sin carácter internacional, respectivamente,
mediante la Ley 100 de 1985 y mediante la ley 150 de 2007, incorporo a la
Legislación nacional el Estatuto de la Corte Penal Internacional.
3. La degradación del conflicto armado interno, es cada vez más mayor y más
grave, debido a los medios, las tácticas y las estrategias empleadas por los
miembros de los grupos armados que participan de las hostilidades, Estatales
(Ejército Nacional), Paraestatales (Grupos paramilitares), y Contra estatales
(Guerrillas), lo que ha generado que la comunidad internacional a través de las
Naciones Unidas, ejerza una tutela especial y única en el mundo, creando una
Oficina Especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, para los Derechos
Humanos en la República Democrática de Locombia, así mismo ha exigido a los
miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Locombia - Ejército Popular
(FARL-EP), a los miembros del Grupo Paraestatal Autodefensas Unidas
Campesinas y Obreras de Locombia (AUCOL) y a los miembros de las Fuerzas
Armadas (FFAA), el respeto de las normas del Derecho Internacional Humanitario
y de los Derechos Humanos, por los hechos que a continuación se relatan:
10. Hacia las diez de la mañana, los miembros del grupo ilegal convocaron a una
reunión obligatoria a todos los habitantes de esa localidad en la cancha de fútbol
del municipio para explicarles las razones de su presencia y los motivos de su lucha.
En el desarrollo de la reunión, donde la vocería fue tomada por el Comandante
JUDAS, un sujeto vestido de militar y quien portaba un pasamontañas se paseaba
lentamente por la multitud seguido por otro miembros del grupo ilegal, el
encapuchado iba señalando unas personas, las cuales eran tomadas a la fuerza por
otros ilegales y conducidas a los camerinos y baños de la cancha de fútbol,
mediante este proceso recogen a 23 personas que son señaladas como miembros
y auxiliadores de las FARL-EP. Entre las personas retenidas se encontraban 8
menores de edad entre los 10 y 17 años, 4 mujeres, dos de ellas jóvenes en
avanzado estado de gravidez y un anciano de 75 años. Allí fueron retenidas y
amarradas, luego de terminada la reunión, aproximadamente a las 12 del día, por
orden del comandante Judas fue que trasladaran a esas personas en una volqueta
del Municipio donde se recogían las basuras del pueblo, a un paraje llamado el Valle
De Los Lamentos, ubicado a la salida del pueblo, por la vía que comunica con la
Capital. Allí luego de ser bajados a golpes e insultarlos con todo tipo de palabras
soeces, fueron acusados de ser guerrilleros o auxiliadores, el encapuchado,
señalaba y acusaba a uno a uno de los retenidos de haber ayudado a la guerrilla,
bien suministrándole comida, bebidas o medicamentos o haberles guardado
mercado o haberlos dejado dormir en los predios de sus parcelas. Posteriormente,
los retenidos fueron sometidos a todo tipo de torturas físicas, tratos crueles y
degradantes, las mujeres fueron violadas repetidas veces hasta cuando aceptaron
los señalamientos de ser guerrilleros y luego se les impuso como pena el ser
asesinados a cuchillo, sus cuerpos cercenados con una motosierra y sus despojos
mortales tirados al río Cáucaso, como efectivamente se hizo.
13. Los miembros de la guerrilla trasladaron a los heridos hacia el casco urbano con
el fin de ingresarlos al Hospital “Dios nos Guarde”, donde laboraban dos médicos
titulados y tres estudiantes de medicina que realizan su año rural o de servicio a la
comunidad, además había un alto número de personas de la comunidad que por el
miedo de lo ocurrido habían entrado en pánico y crisis nerviosa, al ver la
imposibilidad de atención en el centro médico, el grupo de guerrilleros se llevaron a
los Galenos y a los estudiantes hasta una casa distante a dos cuadras del hospital
donde tenían a sus heridos.
15. Los guerrilleros no sufrieron ninguna baja por estar escondidos al igual que los
miembros de las Autodefensas. Una vez terminada la incursión de los helicópteros
se desencadeno nuevamente un fuerte combate entre paramilitares y guerrilleros,
los combates más intensos se hacen entre los paramilitares que se encontraban en
la iglesia y los guerrilleros que se encontraban en el parque principal, allí PILATOS
ordenó atacar a la iglesia con cilindros de gas, los guerrilleros obedecieron y
arrojaron consecutivamente c. Tres de estos hicieron impacto en la estructura de la
iglesia, ocasionando su destrucción y la muerte de 12 paramilitares y 37 habitantes
del pueblo quienes habían buscado refugio en el templo y murieron aplastados bajo
sus escombros.
16. Los guerrilleros que tenían retenido al Director del hospital y a un rural los
obligaron a regresar al hospital y allí a atender primero a sus heridos con los
medicamentos y luego a las mujeres y niños de la población civil, cuando se atendía
al personal civil, los guerrilleros que se encontraban apostados en el
hospital, fueron atacados con roques y lanza-granadas por parte de los
paramilitares, comandados por judas, causando daños cuantiosos y graves a la sala
de cirugía, causando la muerte de una enfermera, un camilleros y tres pacientes
del anexo siquiátrica que se derrumbó por los fuertes impactos de los roquet y
lanzagranadas. Los guerrilleros se atrincheraron en la sala de urgencias llena de
personas civiles y desde allí repelaron el ataque.
18. Los miembros de las autodefensas que conservaron la vida, en medio del
desespero ingresaron a las instalaciones de los almacenes de depósito del
corregimiento, en el primer piso funcionaba la oficina de la Cruz Roja Locombiana,
allí encontraron varios uniformes y distintivos del organismo humanitario, se
disfrazaron con el único fin de poder eludir el control de seguridad dispuesto por los
miembros de la guerrilla.
Una vez terminados los combates y vuelta la calma al Municipio, los médicos del
hospital que atendían a la población civil, encontraron entre los heridos una joven
mujer vestida de civil y desconocida por los habitantes. Presentaba heridas a nivel
de tórax y en las extremidades inferiores, había perdido mucha sangre y los médicos
sugirieron que debía ser remitida a un hospital de mayor capacidad en la Capital
que queda a tan solo dos horas de distancia. Se ordenó el traslado en la ambulancia
del hospital y por la gravedad de la paciente el director del hospital autorizó la
compañía de un médico rural y la enfermera jefe. Cuando llevaban treinta minutos
de recorrido, la ambulancia fue interceptada por miembros de AUCOL quienes, sin
mediar palabra, ordenaron bajar a los pasajeros de la ambulancia incluida la herida
a quien identificaron como la comandante Carina de las FARL-EP, razón por la cual
es asesinada inmediatamente. Posteriormente pasaron a interrogar al conductor, al
médico y a la enfermera pidiéndoles que se identificaran. El conductor y la
enfermera se identificaron, el médico había extraviado sus papeles y por tanto fue
acusado de ser guerrillero disfrazado de médico, lo cual causó la ira de los
paramilitares quienes posteriormente asesinaron a los tres miembros del hospital y
procedieron a incinerar el vehículo no sin antes hacer grafitis alusivos a las
guerrillas, para que los responsables de los hechos fueron sus enemigos.
La corte penal internacional tiene competencia frente a los crímenes contemplados
en el artículo 5 del estatuto de Roma, que son: El crimen de genocidio, los crímenes
de lesa humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión.
Para el presente caso se dividirán las conductas delictivas así:
I. CRIMEN DE GENOCIDIO
V. Ratione Materiae
Las conductas realizadas encajan en crímenes de lesa humanidad, los cuales son
competencia de la Corte Penal Internacional según el artículo 5 del estatuto de
Roma
Artículo 7
Crímenes de lesa humanidad
A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por “crimen de lesa humanidad”
cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque
generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho
ataque.
En los crímenes de Lesa humanidad se presenta un ataque generalizado o
sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque. En el
presente caso se presentaron las siguientes conductas que encajan en esta
descripción (artículo 7 del estatuto del Roma), toda vez que:
1
Documento “Elementos de los Crímenes”, Página 11
conflicto atacan a la población civil sin seguir un patrón regular de conducta, sino
que cometen estas conductas de forma indiferente.
3. Conocimiento del ataque: Los 3 grupos tienen conocimiento de dicho ataque
puesto que los autores tenían la intención de cometer dichos actos.
Conductas
3. Asesinato
Los elementos que componen esta conducta son: (a) Que el autor haya dado
muerte a una o más personas. (b) Que la conducta se haya cometido como parte
de un ataque generalizado o sistemático dirigido contra una población civil.
(c) Que el autor haya tenido conocimiento de que la conducta era parte de un
ataque generalizado o sistemático dirigido contra una población civil o haya tenido
la intención de que la conducta fuera parte de un ataque de ese tipo.
3.1 Paramilitares.
En el siguiente párrafo se traen extractos de los hechos en donde se ve
evidenciado la conducta de asesinato por parte de los paramilitares.
a. “fueron atacados con roques y lanzagranadas por parte de los
paramilitares, comandados por judas, causando daños cuantiosos y graves
a la sala de cirugía, causando la muerte de una enfermera, un camillero y
tres pacientes del anexo siquiátrica”
b. “ordenaron bajar a los pasajeros de la ambulancia incluida la herida a quien
identificaron como la comandante como la comandante Carina de las
FARL-EP, razón por la cual es asesinada inmediatamente”
c. “y luego se les impuso como pena el ser asesinados a cuchillo”
Los hechos muestran cómo los actores del grupo de paramilitares dieron muerte a
varias personas sujetos de amparo del DIH al ser población civil. Estas conductas
fueron cometidas como parte de un ataque generalizado a la población del
corregimiento del Circulo, por supuestos señalamientos de ayudar a guerrilleros y
como forma de escarmiento y ejemplificación para otros pueblos de la zona, por lo
que se puede afirmar que los actores que perpetraron estas conductas tenían la
intención de realizar dicho ataque de esta índole.
Esta conduta es imputable al comandante Carlos Castañeda pues es el máximo
responsable de estos actos al ser quien tenía el control de la situación y quien dio
las órdenes.
3.2 Guerrilla FARL-EP
En el siguiente párrafo se traen extractos de los hechos en donde se ve
evidenciado la conducta de asesinato por parte de la FARL-EP:
a. “Dos de los paramilitares resultaron gravemente heridos y además
extraviaron sus fusiles, quedando completamente desarmados, los
guerrilleros los tomaron prisioneros esperando órdenes del comandante
PILATOS de las FARL-EP, quien ordenó a sus hombres fusilarlos por lo
que acababan de hacer y sin mediar palabra fueron ajusticiados con tiro en
la cabeza”
b. “10 paramilitares quienes al versen copados por los guerrilleros deciden
rendirse y sacan un pañuelo blanco y proceden a tirar sus fusiles y levantar
sus manos, los guerrilleros toman las armas, despojan a sus enemigos de
las pertenencias de valor y sobre todo de los posibles documentos de
identificación, les ordenan hacer una (..) allí luego de recibir la orden los
guerrilleros El Flaco, Pirulo y Centella, procedieron a fusilarlos haciendo
varias ráfagas de sus fusiles AK47”.
c. “allí PILATOS ordenó atacar a la iglesia con cilindros de gas, los guerrilleros
obedecieron y arrojaron consecutivamente 4 cilindros de gas de 40 libras
cada uno. Tres de estos hicieron impacto en la estructura de la iglesia,
ocasionando su destrucción y la muerte de 12 paramilitares y 37 habitantes
del pueblo”
En las conductas descritas se ve cómo se le da muerte a varias personas que
tenían la calidad de sujetos amparados por el DIH. En el caso del literal a, si bien
los paramilitares hacían parte del bando contrario, al momento estar sin armas y
no estar combatiendo, pierden la calidad de combatientes y se vuelven sujetos de
amparo, por lo cual su asesinato encaja en la conducta. En el literal b pasa lo
mismo, puesto que ya esas personas habían dejado su calidad de combatientes y
se habían rendido. En los tres literales se ve como se les da muerte a personas
amparadas por el DIH como parte de la ejecución de un plan de un ataque
generalizado, y este grupo tenía conocimiento e intención de realizarlos.
Esta conducta es imputada al comandante Pilatos, ya quien fue el máximo
responsable al dar las respectivas órdenes a sus subordinados. Éste tenía el
control de la situación y era la máxima autoridad de este grupo.
3.3 Ejército Nacional
En el siguiente párrafo se traen extractos de los hechos en donde se ve
evidenciado la conducta de asesinato por parte del ejército Nacional (FFAA):
a. “aparecieron varios helicópteros del Ejército Nacional quienes empezaron a
disparar contra la multitud, sin distinción alguna y causaron la muerte de
Alexander Marín, rural del hospital y continuaron disparando contra las
personas que se encontraba reunida en la cancha de fútbol, ocasionando la
muerte 11 personas entre ellas 2 niños”
Si bien el objetivo de los militares era acabar con los grupos armados ilegales, las
actuaciones de éstos deben ejecutarse bajo ciertos parámetros de precaución
considerando el lugar al cual estos eran dirigidos: un hospital.
Se hace necesario hacer uso del sentido común para saber que, en medio de
hostilidades, un hospital es un lugar donde hay civiles víctimas del conflicto, por lo
cual llegar un lugar así y disparar de forma indiscriminada se vuelve una forma
irresponsable de cumplir con su deber, por lo cual la muerte de esos civiles se
puede tomar como consecuencia de un ataque generalizado del cual se tenía
intención y conocimiento.
Esta conducta es imputable a la máxima autoridad del ejército, responsable de
comandar las operaciones realizadas por éste.
4. Tortura
Los elementos que componen esta conducta son: (a) Que el autor haya infligido a
una o más personas graves dolores o sufrimientos físicos o mentales. (b) Que el
autor tuviera a esa o esas personas bajo su custodia o control. (c) Que el dolor o
el sufrimiento no haya sido resultado únicamente de la imposición de sanciones
legítimas, no fuese inherente ni incidental a ellas. (d) Que la conducta se haya
cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático dirigido contra una
población civil. (e) Que el autor haya tenido conocimiento de que la conducta era
parte de un ataque generalizado o sistemático dirigido contra una población civil o
haya tenido la intención de que la conducta fuera parte de un ataque de ese tipo.
4.1 Paramilitares.
En el siguiente párrafo se traen extractos de los hechos en donde se ve
evidenciado la conducta de tortura por parte de los paramilitares:
a. “Posteriormente, los retenidos fueron sometidos a todo tipo de torturas
físicas, tratos crueles y degradantes”
Esa conducta realizada por los paramilitares contiene los elementos que
componen el tipo de tortura como crimen de lesa humanidad. Primero, a estas
personas (civiles) se les sometió a graves dolores físicos como se evidencia en el
extracto. Segundo, estas personas estaban bajo la custodia de los paramilitares.
Tercero, el sufrimiento causado no fue resultado de imposición de sanciones
legítimas, puesto que fueron apresadas por señalamientos al azar. Cuarto, esta
conducta fue resultado del ataque generalizado realizado hacia el pueblo, en
donde, al azar, se escogieron esas personas de la población general. Quinto, los
autores tenían conocimiento de ese ataque generalizado ya que fueron los que lo
perpetraron.
El responsable por esta conducta es el comandante Carlos Castaño pues fue
quien dio las respectivas órdenes a sus subordinados.
6. Violación
Los elementos que componen esta conducta son: (a) Que el autor haya
invadido15 el cuerpo de una persona mediante una conducta que haya
ocasionado la penetración(…) (b) Que la invasión haya tenido lugar por la fuerza,
o mediante la amenaza de la fuerza o mediante coacción, como la causada por el
temor a la violencia, la intimidación, la detención, la opresión sicológica o el abuso
de poder, contra esa u otra persona o aprovechando un entorno de coacción, o se
haya realizado contra una persona incapaz de dar su libre consentimiento. (c) Que
la conducta se haya cometido como parte de un ataque generalizado o sistemático
dirigido contra una población civil. (d) Que el autor haya tenido conocimiento de
que la conducta era parte de un ataque generalizado o sistemático dirigido contra
una población civil o haya tenido la intención de que la conducta fuera parte de un
ataque de ese tipo.
6.1 Paramilitares.
En el siguiente párrafo se traen extractos de los hechos en donde se ve
evidenciado la conducta de violación por parte de los paramilitares:
a. “trascurrido unos minutos estos sujetos deciden violar a las mujeres, y
es así como cada una de estas mujeres es violentada por cada uno de
los paramilitares y luego las obligan a terminar de preparar los
alimentos”.
b. “las mujeres fueron violadas repetidas veces”
En los casos enunciados se evidencia que: Primero, los dos actos cumplen la
invasión en el cuerpo de las víctimas por penetración de los actores. Segundo, al
describirse la conducta directamente con la palabra “violación”, se entiende que no
hubo consentimiento de las víctimas, por lo cual esto encaja como invasión por la
fuerza y ya que esas mujeres eran prisioneras de los perpetradores, se puede
entender que este acto se cometió bajo la intimidación de la detención. Tercero,
estos actos son consecuencia del ataque generalizado por parte de los
paramilitares al pueblo y, por último, los actores tenían conocimiento de esta
acción y tuvieron la intención de hacerlo.
Esta conducta es imputable al comandante Carlos Castañeda por ser quien tenía
el control de la situación y quien impartía las órdenes. Frente a los hechos del
numeral a, se puede argumentar que el comandante pacho 20 se le puede imputar
esa conducta ya que fue quien estaba a Carlos por órdenes de Carlos Castañeda,
y bajo este poder que le fue conferido, tuvo el control de varios subordinados y las
conductas se cometieron siguiendo sus órdenes.
e. Otras violaciones graves de las leyes y los usos aplicables en los conflictos
armados que no sean de índole internacional, dentro del marco establecido
de derecho internacional, a saber, cualquiera de los actos siguientes
2
Tomado de diapositivas de Derecho Penal Internacional realizadas por Elkin Eduardo Gallego Giraldo.
debido a las sospechas de que allí ayudaban a grupos guerrilleros, al estar en
zona de guerrilla, ésta llegó a atacar a los paramilitares y, por último, llega el
ejército para repeler estos dos grupos.
Conductas.
1. Homicidio
Los elementos que componen esta conducta son: (a) Que el autor haya dado
muerte a una o más personas. (b) Que esa persona o personas hayan estado
fuera de combate o hayan sido personas civiles o miembros del personal sanitario
o religioso que no tomaban parte activa en las hostilidades. (c) Que el autor haya
sido consciente de las circunstancias de hecho que establecían esa condición
(d) Que la conducta haya tenido lugar en el contexto de un conflicto armado que
no era de índole internacional y haya estado relacionada con él (e) Que el autor
haya sido consciente de circunstancias de hecho que establecían la existencia de
un conflicto armado.
1.1 Paramilitares.
En el siguiente párrafo se traen extractos de los hechos en donde se ve
evidenciado la conducta de homicidio por parte de los paramilitares:
a. “sin mediar palabra HP comandante del pelotón, procedió a asesinar al
Sacerdote y al Sacristán”
b. “Allí fue asesinado el vigía, la única persona que se encontraba en las
instalaciones del Colegio”
c. “causó la ira de los paramilitares quienes posteriormente asesinaron a los
tres miembros del hospital”
Los casos enunciados constituyen un homicidio toda vez que cumplen con los
elementos de éste: Primero, se dio muerte a civiles, dos de ellas eran religiosos
(literal a) y ninguno era parte activa del conflicto y las hostilidades. Segundo, los
autores de esas muertes eran conscientes de que esas personas no eran parte de
las hostilidades y estaban al tanto de su calidad de civiles. Tercero, la conducta
tuvo lugar en el contexto de un conflicto armado, pues todo el caso tiene como
centro el enfrentamiento por territorio de dos grupos armados. Cuarto, los autores
de las conductas tenían conocimiento del conflicto armado y que esos actos
hacían parte de éste, puesto que es con base en ese conflicto que realizan la toma
y todo lo que deriva de ésta.
Las conductas de los literales a y b son imputables al comandante Carlos
Castañeda puesto que fue quien estaba al mando y quien dio las órdenes. Frente
a la conducta del literal c, si bien no dice literalmente que fue una orden dada por
este comandante, solo se dice que fue perpetrada por miembros de la AUCOL,
esta conducta puede ser imputada al comandante Judas pues, momentos antes,
había dado la orden de no dar cuartel a ningún miembro de la guerrilla o quienes
fueran considerados miembros de este grupo armado.
5.1 Paramilitares.
En el siguiente párrafo se traen extractos de los hechos en donde se ve
evidenciado la conducta de violación por parte de los paramilitares:
a. “trascurrido unos minutos estos sujetos deciden violar a las mujeres, y es
así como cada una de estas mujeres es violentada por cada uno de los
paramilitares”
b. “las mujeres fueron violadas repetidas veces”
En los hechos se narra cómo estas mujeres fueron invadidas mediante penetración
por un grupo de paramilitares, acto que no fue consentido y se hizo debido al abuso
de poder por tenerlas coaccionadas. Estas conductas tuvieron lugar en el marco del
conflicto armado ya que se dio durante la toma del pueblo por parte de los
paramilitares. Estos tenían conocimiento de la existencia de este conflicto
Esta conducta es imputable al comandante Carlos Castañeda por ser quien tenía
el control de la situación y quien impartía las órdenes. Frente a los hechos del
numeral a, se puede argumentar que el comandante pacho 20 se le puede imputar
esa conducta ya que fue quien estaba a Carlos por órdenes de Carlos Castañeda,
y bajo este poder que le fue conferido, tuvo el control de varios subordinados y las
conductas se cometieron siguiendo sus órdenes.
6. Saqueo
Los siguientes elementos componen esta conducta: (a) Que el autor se haya
apropiado de un bien. (b) Que el autor haya tenido la intención de privar del bien a
su propietario y de apropiarse de él para su uso privado o personal. (c) Que la
apropiación haya tenido lugar sin el consentimiento del propietario. (d) Que la
conducta haya tenido lugar en el contexto de un conflicto armado que no era de
índole internacional y haya estado relacionada con él. (e) Que el autor haya sido
consciente de circunstancias de hecho que establecían la existencia de un conflicto
armado.
6.1 Paramilitares.
En el siguiente párrafo se traen extractos de los hechos en donde se ve
evidenciado la conducta de saqueo por parte de los paramilitares:
7. No dar cuartel
Los siguientes elementos constituyen la conducta: (a) Que el autor haya dado una
orden o hecho una declaración en el sentido de que no hubiese supervivientes.
(b) Que la orden o la declaración se haya dado o hecho para amenazar a un
adversario o para conducir las hostilidades de manera de que no hubiera
supervivientes. (c) Que el autor haya estado en situación de mando o control
efectivos respecto de las fuerzas subordinadas a las que haya dirigido la orden o la
declaración. (d) Que la conducta haya tenido lugar en el contexto de un conflicto
armado que no era de índole internacional y haya estado relacionada con él.
(e) Que el autor haya sido consciente de circunstancias de hecho que establecían
la existencia de un conflicto armado.
7.1 Paramilitares.
En el siguiente párrafo se traen extractos de los hechos en donde se ve
evidenciado la conducta de no dar cuartel por parte de los paramilitares:
a. “sucedido tomaron las siguientes decisiones: combatir hasta el último
momento y no dejar ningún miembro de la guerrilla vivo, utilizando tanto las
ametralladoras m60, los lanzallamas, las motosierras, los machetes”
En este apartado se ve como los paramilitares hacen una declaración que
contiene la orden de no dejar sobrevivientes del otro bando y esto se hace para
conducir los actos hostiles a tal nivel de que no haya sobrevivientes. Quien da la
orden es un comandante, quien tiene el mando del grupo de paramilitares
subordinados. La conducta tiene lugar en el marco del conflicto armado pues se
de en medio de enfrentamientos de grupos armados.
Esta conducta es imputable al comandante Carlos Castañeda quien era el idóneo
para dar esta orden a sus subordinados; es el máximo responsable por tener el
control de la situación.
El crimen de agresión está definido en el artículo 8 Bis del estatuto como un “una
persona comete un “crimen de agresión” cuando, estando en condiciones de
controlar o dirigir efectivamente la acción política o militar de un Estado, dicha
persona planifica, prepara, inicia o realiza un acto de agresión que por sus
características, gravedad y escala constituya una violación manifiesta de la Carta
de las Naciones Unidas.(…) Por “acto de agresión” se entenderá el uso de la
fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la
independencia política de otro Estado”
Según esta definición, el caso presentado no se presentó este crimen.