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¿Es necesario el teísmo para formar personas con valores?

Iveth Ramírez Palacios.


Abril 2018.

Universidad del Valle.


Facultad de artes integradas.
Escuela de comunicación social.
Comunicación social y periodismo.
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Introducción e información general

Me pregunto como estudiante la posibilidad de ser una buena persona repleta de

valores sin religión. Un ser es primariamente aquello que es. De ese modo, un hombre

orienta su comportamiento en base a su comprensión del mundo y cada individuo se

fabrica su propia verdad, subjetiva, particular, sesgada según sus preferencias, escogiendo

lo que le gusta y rechazando lo que no le gusta.

Si Dios existe, es trascendente, pero las religiones forman parte de la historia, la

sociedad y el mundo. La existencia de Dios es dudosa (esto no es algo que vaya a discutir

en esta ponencia) la de las religiones no lo es. No se trata de saber si las religiones

existen, sino de saber si podemos prescindir de ellas para formar personas íntegras. Pero

no se puede responder sin abordar, aunque sea brevemente, algunas definiciones claves

para el entendimiento de este texto.

¿Qué es religión?

Una definición bastante aclaratoria de lo que es la religión es escrita por

Durkheim en el primer capítulo de Las formas elementales de la vida religiosa: “Una

religión es un sistema solidario de creencias y prácticas relativas a las cosas sagradas, es

decir, separadas o prohibidas, creencias y prácticas que reúnen en una misma comunidad

moral, llamada Iglesia, a todos aquellos que se adhieren a ellas”.

Según la RAE la religión es un conjunto de creencias o dogmas acerca de la

divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la


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conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el

sacrificio para darle culto.

¿Qué es el ateísmo?

Para lograr una discusión significativa, resulta imperante exponer unas

definiciones claras sobre este tema. El ateísmo es una postura intelectual y afectiva que

niega la existencia de Dios y de todo proceso que implique un mundo sobrenatural

(Krueger, 1998) Explicado simplemente, el ateísmo es la ausencia de credibilidad en

algún dios.

¿Qué son los valores?

Hay un conflicto a la hora de dar respuesta a “¿qué son los valores?” ya que estos

son ideas abstractas que tienden a incluir cualidades que caracterizan objetos, personas,

instituciones e inclusive sociedades enteras.

“Los valores Morales son todas aquellas cuestiones que llevan al hombre a defender y

crecer en su dignidad en cuanto persona, porque indefectiblemente el valor moral

conducirá al hombre hacia el bien moral, que como sabemos, es aquello que lo

perfecciona, lo completa y lo mejora. Los valores morales siempre perfeccionarán al

hombre en cuanto ser hombre, las acciones buenas, como vivir honradamente, decir la

verdad y actuar siempre pensando en el prójimo.” (Definición ABC)

La elección por los valores morales debe ser completamente libre. La moral es autónoma

o no es moral.
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Debate

La moralidad no exige creer en Dios:

Una primera afirmación es que no necesitamos ideas religiosas que nos motiven

para llevar una vida ética. Como dice Onfray, es preciso desmontar la tesis de que “si

Dios no existe, todo está permitido” y mostrar que Dostoievski se equivocó. En realidad,

“porque Dios existe, entonces todo está permitido”. La creencia en la existencia de Dios

no ha hecho más morales a los hombres. En nombre de Dios se ha causado odio, sangre,

dolor y muerte. “Es hora de que se deje de asociar el mal del planeta con el ateísmo. La

existencia de Dios, me parece, ha generado en su nombre más batallas, masacres,

conflictos y guerras en la historia que paz, serenidad, amor al prójimo, perdón de los

pecados y tolerancia” (Onfray, 2006).

Creer en Dios no implica ser moral:

1. Los fanatismos religiosos pueden conducir a la destrucción: son sus creencias las

que alimentan un contexto en el que no se puede combatir adecuadamente la

violencia religiosa.

2. Lo divino se muestra como fuente irrefutable de la verdad: Creer significa que no

hay que justificar lo que se cree porque ya está impuesto por una divinidad.

3. Creer en Dios supone una violación de nuestro deber moral de ser racionales:

partiendo del concepto de ciencia como única verdad fiable, la fe se presenta


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como una superstición carente de pruebas fruto de la ilimitada credulidad e

imaginación del hombre.

4. La religión como fuente de dominación: ¿qué puede haber más pavoroso que la

perspectiva de una condena eterna?

5. En el antiguo testamento se muestra un Dios celoso, mezquino y vengativo,

omnipotente e insaciable de alabanzas. Cuando los hombres inventan un dios, lo

hacen a su imagen y semejanza: violento, vengativo, misógino, agresivo, tiránico

e intolerante (Onfray, 2006).

¿Qué cambia el perder la fe?

En base a la experiencia de André Comte-Sponville que cuenta en su libro El

alma del ateísmo la pérdida de la fe no altera el conocimiento, el hecho de creer en Dios

o no puede modificar el estado de ánimo, la motivación y el sentido último que se la da a

una investigación (en el ámbito científico). También, puede cambiar la visión subjetiva

frente al mundo. Pero no afecta en nada o casi nada a la moral ¡No por haber perdido la fe

vas a traicionar, violar, matar, robar o torturar! El que se reprime de cometer una barbarie

solo por miedo al castigo del policía divino no tiene valor moral y el que solo hace el bien

pensando en su salvación no hace el bien (porque actúa en función de su propio interés).


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Cierre

Sinceramente ¿acaso tenemos que creer en Dios para pensar que la verdad es

preferible a la mentira, que la generosidad es preferible al egoísmo, que la compasión y la

dulzura son más deseables que la crueldad? Quienes carecen de fe ¿por qué tendrían que

ser incapaces de percibir la grandeza humana de estos valores? ¿No creer implica

convertirse en un cobarde, un hipócrita, un canalla?

Considero que se crea o no en una religión la moral no deja de tener valor, cada quién la

encuentra en sí mismo en la medida en que la ha recibido en los procesos de crianza (de

Dios, de la naturaleza, en el colegio o gracias a los padres).


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Bibliografía

Comte-Sponville, A. (2006). El alma del ateísmo. Introducción a una espiritualidad sin


Dios. Barcelona: Ediciones Paidós.
Definición ABC. (s.f.). Definición ABC. Obtenido de
https://www.definicionabc.com/general/valores-morales.php
Durkheim, É. (1912). Las formas elementales de la vida religiosa. México D.F: Fondo de
Cultura Economica.
Krueger, D. E. (1998). What is atheism? Amherst, N. Y.: Pro-metheus Books.
Onfray, M. (2006). Tratado de ateología. Barcelona: Anagrama.
Real Acedemia Española. (s.f.). RAE. Obtenido de http://dle.rae.es/srv/fetch?id=VqE5xte
Taboas, A. M. (2011). Lo que todo practicante de la psicología debe saber sobre las
personas ateas y el ateísmo. Revista Interamericana de Psicología, 203-210.

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