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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria


Universidad Politécnica Territorial de Mérida “Kléber Ramírez”
Universidad Latinoamericana y del Caribe
Fundación Cultura Sin Fronteras

EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE ÉTICA Y MORAL DESDE LA


ANTIGÜEDAD HASTA EL SIGLO XVIII.

Prof.: Daniel Vegas. Autor: Liza Castellanos.


CI: 14286979.

Caracas, 28 de septiembre de 2019.


INTRODUCCIÓN

Desde la antigüedad han evolucionado los conceptos de moral y ética,


desde el relativismo que niega la existencia de valores universales, pasando por el
eudemonismo que considera la felicidad el máximo bien, el estoicismo que plantea
la indiferencia a los placeres y dolores llegando al iusnaturalismo ético donde se
habla de una ley moral, natural y universal que determina lo que está bien y lo que
está mal, evidenciando la evolución filosófica de ambos conceptos plasmando de
alguna manera el interés del hombre y cuál es la fuerza que lo motiva, tratando de
dilucidar su filosofía de la vida .
De Zan (2004) explica que “las palabras “ética” y “moral” tienen un
significado etimológico semejante en sus raíces griega y latina”. (p. 19) Casi
siempre se usan de manera indistinta. La ética nace en la época esclavista, se
remonta a los orígenes de la filosofía misma en Grecia, la rama de la filosofía que
abarca el estudio de la moral, la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir.

Proviene del latín ethicus y éste del griego ἠθικός, que transcrito a nuestro
alfabeto seria "êthos" significa carácter o "ethos" que significa costumbre. Moral
nace de la voz latina "mos" que también significa costumbre, sin embargo es
crucial saber que ambos se fundamentan en conceptos distintos.

La ética estudia que es lo moral y como se justifica racionalmente un


sistema moral, la ética como ciencia fue iniciada por Sócrates y teoriza sobre
conceptos como bueno y virtud. Los sofistas, del griego (sofia) sabiduría y
(sophos) sabio, fueron pensadores en la Atenas democrática del siglo V a.c que
cambiaron el objetivo de la filosofía dando paso a que el hombre y la sociedad
fuera el punto de estudio o reflexión, ofrecían una formación intelectual sistemática
que conferia competencia intelectual, enseñaba el arte de hablar persuasivamente
en público, mediante la argumentación y el debate sobre cuestiones éticas y
políticas que eran indispensables en Atenas.

Protágoras, “el primer sofista del que se tiene noticias” (Camps, 2013, p. 1)
nace en Abdera y en Atenas se dedica a la enseñanza basada en el discurso
persuasivo, la doctrina de los sofistas tenia como características el escepticismo,
el relativismo y el subjetivismo. Para los sofistas en general todos los conceptos y
valores eran relativos. Protágoras planteó un relativismo del conocimiento y de los
valores negando que existieran valores y virtudes objetivas, absolutas y
universales para todos los hombres, al contrario las cosas son tal y como son
percibidos por cada uno de nosotros (Camps, 2013, p. 2). Este relativismo impide
establecer un criterio de unidad, todas las opiniones tienen la misma validez,
permitiendo defender dos tesis contrarias al mismo tiempo, el relativismo de los
valores implica que una misma cosa o acción puede ser buena para un sujeto y
mala para otro, inclusive una acción puede ser mala o buena para un mismo
sujeto dependiendo de cada circunstancia y de que él lo crea así (Camps, 2013, p.
2). Lo que guiaba la investigación de los sofistas era enseñar el arte de vivir y
gobernar.

Sócrates no compartía la manera de pensar de los sofistas, “decía que si no


se acepta la validez del conocimiento no había ciencia ni moralidad, porque la
ciencia es la base de la moralidad” (Camps, 2013, p. 1), lo más importante era la
virtud, pues es el hábito de obrar bien y solamente la virtud puede dar una
felicidad perpetua e inalterable porque siempre tiene la medida justa: nada le falta.

“Para Aristóteles, la felicidad humana se construye actuando de


conformidad con las virtudes” (Hernández, s/f, p. 23) es decir la virtud es una
disposición humana. En su ética nicomaquia dice:

"Existen, pues, dos tipos de virtud: intelectual y moral. La primera debe su


nacimiento y desarrollo sobre todo a la enseñanza, por lo que se requiere de
experiencia y tiempo, mientras que la virtud moral es el resultado de la costumbre,
de la cual ha tomado su nombre… Ósea que las virtudes no se producen en
nosotros ni por naturaleza ni contra la naturaleza, sino que nosotros, que
naturalmente podemos recibirlas, las perfeccionamos mediante la costumbre…
(Aristóteles, 2000, pp 33-34; citado en Hernández, s/f, p. 24).

Epicuro de Samos proponía la realización de la vida buena y feliz, a través


de la administración inteligente de placeres y dolores, el placer no se limitaba al
cuerpo sino también intelectual ya que el hombre es un todo, la presencia del
placer o felicidad era sinónimo de la ausencia de dolor o cualquier tipo de aflicción
(hambre, tensión sexual, aburrimiento, etc). Representaba un equilibrio perfecto
entre la meta y el cuerpo que proporcionaba la serenidad o ataraxia (Camps,
2013, p. 4).

El placer puro es el bien supremo, el dolor el mal supremo, los placeres y


sufrimientos son consecuencia de los apetitos. Epicuro divide los apetitos en tres
clases; los naturales y necesarios como comer y beber, los naturales pero no
necesarios como los eróticos y los no naturales ni necesarios como las drogas y
los placeres en dos tipos; los del cuerpo y los del alma, siendo el placer del alma
superior al placer del cuerpo. La finalidad de la filosofía de Epicuro no era teórica
sino práctica, se procuraba una vida feliz y plena en la que los temores al destino,
los dioses o la muerte quedaran definitivamente eliminados. Para ello se
fundamentaba en una teoría empirista del conocimiento, en una física atomista
inspirada en Leucipo y Demócrito y una ética hedonista por la cual se alcanza la
verdadera felicidad, todo hombre es mortal y la felicidad debe darse en esta vida,
la moralidad siendo la fin superior del hombre busca el placer y evitar el dolor, ya
que el fin máximo es la felicidad entendida como ataraxia (equilibrio emocional).
Un acto será moralmente virtuoso o bueno si conduce al placer, que debe ser ético
o puro, (Camps, 2013, pp. 5-6) es decir el placer máximo es el que exige
serenidad, moderación y desprecio de deseos y temores, tal placer se da en la
amistad.

Aristipo de Cirene funda la escuela cirenáica que se rige por concepciones


que hacen referencia al ser, al saber y al obrar, el bien se identifica con el placer
espiritual y la finalidad es librarse de toda inquietud, se basta a sí mismo para ser
feliz porque sólo necesita para ello el ejercicio de la virtud. (Molina, 2017, p. 25).

Zenón de Citio funda la escuela filosófica "La Stoa" donde propone un


determinismo cósmico según el cual todo lo que ocurre está predeterminado por el
Lógos o Razón Universal, lo más razonable es aceptar el destino (Ibañez, s/f, pp.
166-168) Todo lo que ocurre es racional y justo porque así lo quiere la providencia
cósmica y así el hombre puede obtener la tranquilidad de ánimo y la felicidad
propia del sabio. La virtud necesaria para alcanzar la felicidad es la apatía, los
estoicos se alejan del placer y adoptanla sobriedad, para encontrar la felicidad en
su interior (Parra, 2000, pp 27-35).

Tomás de Aquino, por su parte, defiende la existencia de una ley moral,


material y universal que determina lo que está bien y lo que está mal, según este
filósofo Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza y por ello en su
naturaleza interna es posible hallar el fundamento del comportamiento moral,
porque dentro del ser humano se encuentra una ley natural, eterna o divina que
determina lo que está bien y lo que está mal y la intencionalidad de cada acto no
es para obtener un conocimiento sino para realizar una acción buena, afirma que
el fin de la doctrina no es el conocimiento de la verdad sino llegar a ser buenos,
donde cualquier acción que se haga es por amor y ese amor es el sustrato de la
acción de Dios en el hombre, que engendra la caridad definida como “una amistad
con Dios” donde el fin de las acciones humanas es la felicidad, la cual no se
alcanza en la vida terrenal sin la ayuda de Dios. (Pérez, 2011, pp. 97-100)

Platón no aborda la ética en un tratado específico ya que el interés por


analizar el compartimiento humano no es accidental, él plantea en su concepción
de la ciudad ideal que el objetivo de la vida del hombre no se reduce a la
satisfacción de sus necesidades materiales sino que debe desarrollar por
completo su personalidad de acuerdo con las partes más elevadas de su alma la
irascible y la racional (Camps, 2013, p.6-7).

Platón propone que la virtud es conocimiento y que puede ser aprendido,


también plantea que las definiciones universales para todos los conceptos morales
fundamentales son realidades inmutables, (las matemáticas desarrolladas por
Pitágoras son la prueba ejemplar de la existencia de verdades fuera del mundo
sensible de Sócrates), sostenía que existe un mundo ideal, perfecto que está
separado del mundo sensible, el mundo de la ideas y desde el punto de vista
moral la ideas serán valores. La ética de Platón afirma que el fin que todos los
seres humanos desean conseguir en la vida es la felicidad tanto individual como
colectiva (Ross, 1993, p 261-265). También habla de cuatro virtudes principales: la
sabiduría, el coraje o fortaleza de ánimo, la templanza y la justicia.

Kant, por su parte, propone la ética formal donde dice que el conocimiento
moral es un conocimiento de lo que debe ser y un conocimiento del
comportamiento que deberían observar los hombres, propone un uso teórico y un
uso práctico de la razón y agrega que las leyes de la moralidad han de tener un
carácter universal y necesario, más sin embargo es importante tener voluntad
buena sin importar el éxito de la acción, define el deber como la necesidad de una
acción por respetar a la ley (Cimaomo, s/f, p. 1-2)
Kant la denomina “imperativo categórico”: se debe obrar de acuerdo con
máximas que puedan universalizarse, la acción no es un medio para conseguir un
propósito, sino es algo que debe hacerse por sí, cuando el móvil que tiene es el
deber tiene valor moral, este valor se expresa en la antropología de Kant “La
dignidad”.
CONCLUSIÓN

La evolución de ambos conceptos moral y ética se puede configurar


desde Protágoras y su “arte de vivir y gobernar”, Sócrates con “la virtud”,
Aristóteles con “la perfección de la virtud a través de la costumbre”, Platón que
propone que “todos desean conseguir la felicidad individual y colectiva” hasta
Kant, entre otros, con su planteamiento de “tener una moral buena” porque el fin
no es la acción buena sino es algo que debe hacerse porque es moralmente
bueno. Y como estos conceptos fueron adaptándose a las nuevas corrientes de
pensamiento que se planteaban en ese momento histórico y que dieron pie a
criterios sociales que permitieron a su vez, plantear normas morales aceptadas
como universalizables.
BIBLIOGRAFÍA

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https://sociofilosofia.files.wordpress.com/2016/01/camps-victoria-historia-de-la-
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Cimaomo, G. (s/f). La ética kantiana. Apuntes de Cátedra. Recuperado de:

De Zan, J. (2004). La Ética, los Derechos y la Justicia. Recuperado de:


http://www.corteidh.or.cr/tablas/23356.pdf

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