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Las evidencias

Las evidencias son las producciones y/o actuaciones de los estudiantes mediante las cuales se
puede interpretar e identificar lo que han aprendido en relación a los propósitos de aprendizaje
establecidos (MINEDU, 2019. pág. 15). Por lo tanto, constituyen un elemento fundamental en la
evaluación formativa.

La recolección de evidencia es muy importante porque nos permite identificar cómo están
aprendiendo los niños y en dónde se encuentran en relación al propósito de aprendizaje. En ese
sentido, debemos plantearla en nuestra planificación una vez determinadas las competencias
que se desarrollarán y, para ello, tomamos como referencia los estándares o desempeños de la
competencia.

Podemos preguntarnos: ¿Qué me da cuenta del nivel de logro de la competencia del niño? ¿A
través de qué acción o producto podré evidenciarlo?

Una vez determinadas las evidencias de aprendizaje, la docente selecciona los instrumentos
para el recojo de las mismas.

Las evidencias recogidas intencionalmente son analizadas y valoradas para determinar el avance
del niño en relación al aprendizaje esperado, así como utilizadas por el docente para ayudar a
los niños a establecer qué pasos debe seguir para lograr el aprendizaje y, de esta manera, seguir
aprendiendo. Asimismo, el uso de la evidencia permite al docente ajustar la enseñanza
(reajustar sus estrategias o plantear nuevas), en función de las necesidades de aprendizaje
identificadas. De esta manera, las evidencias permiten al docente tomar medidas pertinentes y
proporcionar permanentemente información que
retroalimente el proceso de aprendizaje de cada niño.

Por ejemplo, si desarrollamos un proyecto para


investigar sobre las lombrices y tenemos como
propósito que los niños desarrollen la competencia
vinculada a la indagación. A lo largo de las diferentes
actividades debemos recolectar un conjunto de
evidencias (actuaciones o producciones de los niños
registradas en textos descriptivos, fotos, dibujos,

portafolios, etc.) que den cuenta de los


aprendizajes que son capaces de realizar
los niños en las diferentes situaciones.

Cuando revisamos, analizamos e


interpretamos las evidencias,
encontramos que Carlos (4 años) hizo
preguntas que dieron cuenta de su
curiosidad sobre las lombrices, planteó propuestas para buscar información: salir al jardín (lugar
donde las había visto) y usar las lupas para saber hacia dónde se dirigían estos animalitos.
Además, registró lo que observó a través de un dibujo. Sin embargo, cuando llegó el momento
de comunicar al grupo las acciones que realizó para obtener información, no lo pudo hacer. A
partir de esta información, la docente decide utilizar en las próximas actividades algunos
elementos (dibujos, fotos y otras producciones de Carlos) que lo ayuden a recordar y comunicar
las acciones que realizó en el proyecto. Con esto, ella busca que Carlos siga aprendiendo y
avanzando en relación con el propósito previsto.

Tomado de la Guía de Evaluación (Documento de trabajo. P. 20-21).

Referencias Bibliográficas

MINEDU, (2019). Norma técnica que orienta el proceso de evaluación de los Aprendizajes de los
estudiantes de las instituciones y programas educativos de la Educación Básica, 2019.

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