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1. SABER ORDINARIO Y SABER CIENTIFICO La ciencia produce con frecuencia un sentimiento de extrafieza: todo lo que dice parece, en efecto, una "cosa rara’. Los cientificos parecen querer de- cimmos que el mundo no es como lo vemos. Zlnvalida la clencia nuestro co- rnocimiento ordinario de! mundo? Se diria que si. Por ejemplo, la mesa sobre ia que reposa este libro parece dura, sblida y compacta, sin embargo, la clen- cia “parece verla’ de otro modo. Arthur Eddington escribié al respecto un fa oso pasaje en el que diferencia la mesa “familiar” y la mesa "del cientifico”: «Estoy familirizado con une de ella desde mi ms tiema infancia. ES un objeto comin dentro de ese ambiente que llamo mundo. éCémo voy a deseri- birla?Tiene extensién, es hasta cierto punto permanente; noto que su superf- cle estépintada, pero que ante todo es substancil [.] La mesa nimero 2 es imi mesa centifica, Mi conocimienta de ella es més reciente que el de la otra ¥ por e30 no me es tan familia. No pertenece al mundo antes mencionado.[.] [Mi mesa cientitica es casi toda vaclo. Desparramadas en ese vacio hay nume- rosas cargas eéctricas moviéndose a gran velocidad, pero su volumen conjun- to-no alcanza siquiera una tillonésima parte del volumen de la mesa. Dicha mesa sostiene mi papel de escribir en forma tan satsfactria como la mesa rnimero 1, pues cuando dejo el papel sobre ella las mindsculas partieulas gol- pean su parte inferior de tal suerte que el papel queda mantenido en suspen 50 2 un nivel aproximadamente constante. asta hace poco no existe separacién tan radical; el fisica acostumbraba a extraer del mundo Familiar ls materia prima que necesitaba para su propio mundo, pero ahora ya no sucede asi. Su materia prima comprende étr,elec- trones, cuantos, potenciales, funciones hamiltonianas,eteétera, y actualmente cuida mucho de conservar estos ingredientes libres de toda contaminacion de conceptos procedentes del mundo familar. Hay una mesa familiar paralea a la mesa Gentifica, pero no existen electones, cuantos 0 potenciales familiares co- rrespondientes 2 ls eleetrones, cvantos o potenciales cientifces; ni siquiera intentemos imaginarnos un equivalente familiar de e3as cosas; dicho de otro modo, no buscamas expliar ef electrén. Sélo después que el isco ha comple- tado la construccion de su mundo se le permite identificar a ste con e! mun do familiar; pero las tentativas prematures para unir ambos mundos sélo han dado resultados negativose (A. Eooinctox, Lo naturaleza dei mundo fisico. Bue- nos Aires, Sur, 1938, pp. 13-14 y 17) Por supuesto, no existe més que una sola mesa, la que tengo delante de mi y que conozco directamente por medio de mis sentidos (la veo, palpo..) Sobre elia poseo un saber ordinario, producto de mi experiencia: s€ que seguiré alli aunque me marche, que es sdlida y resistente, ete, Para mi vida diaria sé todo lo que necesito saber, y puedo confiar en eso que sé. Pero el cientifico quiere saber algo més: quiere, por ejemplo, saber por qué la mesa es resistente. El cientifico busca la explicacién de los fendmenos observados, elaborando teorias que den cuenta de ellos. Comprenderemos esto mucho me- jor una vez que sepamos qué es exactamente una teoria cientifica 2. Qué es UNA TEORIA ciENTIFICA Para saber lo que ¢s la ciencia eno hay que escuchar las palabras de los, cientificos, sino prestar total atencién 2 fo que hacen los investigadoress. El consejo es de Einstein, Pues bien, los cientificos parten quizé de hechas, pero rno se quedan en ellos. La ciencia’ no es “un registro de hechos’, como definia Protos a la *Cosa Rara’ La investigacién cientifica comienza en el momento ten que en los hechos se descubren problemas, es decir, algo que no puede ser explicado con los conocimientos que ya se poseen (0 que incluso contradicen dichos conocimientos). Para resolver los problemas, los cientificos crean con- ceptes, inventan hipdtesis intentan confirmarias. Asi es como nace una teorla cientifica, Una teoria cientifiea se compone, normalmente, de: 1. Enunciados. Los més importantes son las hipétesis y las leyes. Lo ideal es que el conjunto de enunciados forme un sistema axiomatico (deductivo). 2. Términos. Los términos que forman parte de los enunciados pueden ser de dos tipos: tedricas y observacionales (0 de observacién, no-teoricos) 3, Modelos. + Los términos. El saber ordinario se compone, normalmente, de términos observacionales, Asi, Sé que este mesa es “dura", "marron", ete. En cambio, la “mesa del clentifica™ se describe mediante términos tedricos, como “campo eléc- trico,“electin, “funcién de onda Los términos teéricos son, en realidad, “cons ‘tructos': no se "sacan* de la experiencia y carecen de equivalente aiguno en nuestro mundo familiar. Y s6lo tienen pleno sentido dentro de fa tearia cien- tifica correspondiente (por mas que algunos de ellos se hayan incorporado al lenguaje ordinario) Que es un término observable"? En filosofia equivaldria @ cualquier tér- rmino que exprese propiedades -como ‘azul’, “duro’, ete que se perciben di- rectamente por los sentidos. En cambio, para los fisicas es «cualquier magni {ud euantitativa que pueda ser medida de una manera relativamente sencilla ¥ directos(R. Cannno, Fundomentacién iégica dela Fisica. Orbis, 1985, p. 193). Por ejemplo, una temperatura de 80 (pero no la masa de una molécula). fn cual- ui caso, fa linea que separa lo “observable” de lo “no-observable” es relati- vamente arbitraria. Y hoy algunos (como N. R. Hanson) niegan que existan ter mines puramente observacionales, ya que la observacién esta siempre “carga da de teoriat (es decir, siempre alguna teoria diige la observacién) * Los modelos. 1) Dado el cardcter enormemente abstracto de las teorias cientifcas, es frecuente recurrir representaciones intuitivas que permitan al- ain tipo de visualizacién, Se trata, entonces, de modelos onalégicos. Por ejem- plo, una mesa de billar en la que chocan y rebotan las bolas sirve coma mo- delo para la teorla cinética de los gases. A veces una teoria puede servr ce modelo para otra teora: por ejemplo, le teoria planetarie de Copérnico se uti- lizé como *modelo™ para representar el dtomo (modelo de Rutherford). Los modelos de este tipo tienen, ademas, cardcter heuristico (de descubrimiento): permiten hacer inferencias muy utiles. Ya vimos hasta qué punto la actual ciencia cognitive esta sacando partido de la atlizacion del ordenador como modelo de la mente humana. Como se ve, una teorla es una construccién intelectual muy compleja compuesta por un sistema de enunciados (compuestos por términos teéricos y observacionales) y uno 0 mas modelos. Esta es la “concepcién heredada” de lo que es una teoria. No todos estén de acuerdo en esto. Por ejemplo, la con cepcién llamada “estructuralista” -Suppes, Sneed y Stegmiller- considera que tuna teoria es un conjunto de modelos més que un conjunto de enunciados. El tema es complicado, pero el que lee esto puede respirar tranquilo: se le va a librar de mas explicaciones. Porque lo que nos interesa es otra cosa. Pues- to que ya sabemos lo que es una teoria cientifica, podemos volver a la cues- tidn inicial: gQué tienen que ver las teorias con el mundo que vemos? O en conereto: Qué tiene que ver “la mesa familiar” con “a mesa del cientifico"? 3. Teoria Y REALIDAD La ciencia no dice que “la mesa familiar” ~la de nuestra experiencia dia- ria~ sea falsa o irreal. Al contrario: es la mesa real, la Unica que hay. Enton- ces se podria pensar que el cientifico “saca" de ella la mesa “cientfica’, Pues To: las teorias y los conceptos cientificos no se “sacan” de la experiencio: son como dice Einstein- «libre invencién del intelecto humanox. {Cémo sabe- ‘mos, entonces, que las teorias cientificas no son “puros inventos” o fantasias, inreales? Porque deben poder conectarse con la experiencia diaria, {De qué ‘modo? Einstein sefala, con evidente sentido del humor: la relacién entre un concepto cientifico y la experiencia sensorial ano es la relacién que existe entre la sopa y el pollo, sino mas bien la del niimero del guardarrope y ¢| abrigos (cfr. Contribuciones a fa ciencia. Orbis, 1986, pp. 5855. y 775s). 12 clencia moderna nacio precisamente por el atan dt los clentificos de liminar todo fo que de "misterioso" -no comprobable y por tanto quizé jluso- rio tenia la ciencta antigua. Eliminé asi las “esencias’ los fines" y ~particu- larmente~ las llamadas “cualidades ocultas". Esta Ultima cuestion es jlustrati- va del talante de la ciencia. ¥ también, incluso, resulta divertida, Enel siglo xw s¢ llamé “cualidades ocultas* a ciertas propiedades o fuerzas no constatabies cempiticamente mediante las cuales la ciencia y la filosoffa antigua y medieval Pretendian explicar fenémenos manifiestos. En el siglo wx, cientifico-filésofos como Mach y Hertz hicieron un nota- ble esfuerzo por depurar Ia ciencia de todos aquellos conceptos que no pu- dieran ser referidos @ entidades observables. Ei mismo sentido tiene e! inten {0 del Circulo de Viena de establecer "reglas de correspondencia” que permi- ‘tan vincular los términos tedricos con observaciones (es decir, con términos observacionales). La siguiente regta, por ejemplo, permite vincular un micro- proceso inobservable con algo observable: “Si se produce una oscilacion elec- tromagnética de una frecuencia determinada, entonces se observard un color azul-verdoso de determinado matiz’. Pero, claro esta, esto no conwvierte ese proceso en algo observable en si mismo. Ni tampoco permite definir los tér- ‘minos tebricos mediante términos observacionales (aunque si es posible lo contrario) No hay respuesta alguna al interrogante: “Que es exactamente un elec- trén?", que es el tipo de pregunta que los fldsofos siemare plantean ¢ los cien- tificos [.J. La respuesta es que el fisico s6lo puede describir la conducta de un clectrén enunciando leyes teéricas, y estas leyes sélo contienen términos ‘e6ricas. Describen e! campo creado por un electrén, la reaccin de un electran ‘en un campo, ete. Si un electrén esté en un campo electrostatico, su velocidad se acelerard de cierta manera. Desgraciadamente, la aceleracion del electrin es inobservable. No es como Ia aceleracién de una bola de billar, que puede ser estudiada por observacién directa. No hay manera de definir un concepto tedrico en términos de observables» (R. Canna, o.c, 200-201) En principio, parece que lo ideal seria que todos y cada una de os térmi- nos tedricos pudieran ser vinculados con observaciones mediante “reglas de correspondencia’. Por desgracia, se ha comprobado que esto no ¢s posible. ‘Ademas tampoco corresponde a la forma como surgen las teorias: éstas son sistemas muy complejos en los que los términos tebricos estén interrelacio- nnados y son introducidos en bloque. No se trata, pues, de correlacionar pun~ to por punto la teoria con el mundo observable. Se trata, mas bien, de corre- lacionar la teoria como un todo. La relacién teorla-realidad se puede enton ces entender como la relacién que existe entre una red que flota en el aire y se mantiene vinculada a la tierra sélo por algunas cuerdas y puntos de anclaje: Una teoria cientiica se asemejaria, por lo tanto, a una compleja red es- pacial: sus términos son representados por sus nudos, mientras que los bilos ue fos conectan corresponden, en parte, @ las definiciones y en parte, @ las, hinbtesis fundamentales y derivads inluidas en la teorla. El sistema entero flota, gor as deci, sobre ! plano de observacidn y esta anciado a él por re clas de interpretacin. Estas se concebirian como cuerdas que no son parte de Ir red, pero que eslabonan ciertos puntos de ésta con lugares especificos en el plano de observaciones. En vrtud de aquelis conexiones interpretatvas la red puede funcionar como una teora cientifica: a partir de ciertos Gatos observa- clonales, podemos ascender, via una cuerda interpretative, a algin punto en ia red tedrica, y desde alld proceder, via definiciones e hipstesis, a otros puntos, desde los cuales otra cuerda interpretativa permite un descenso al plano de la cobservaciéne (C. G. Heweel, Fundamentos de la formacién de canceptos en cien- cia empiric. Alianza, 1988, p. 58). Esta imagen de la red es clarificadora, puesto que permite plantear mejor el problema de la relacién teorfa-reatidad. Popper escribid: elas teorias son re- ‘des que lanzamos para apresar aquello que llamamos ‘el mundo"; para racio- nalizarlo, explicarlo y dominarlo. Y tratamos de que la malla sea cada vez mas finas (Logica de la investigacién cientific, p. 67). La cuestién es saber qué re- lacién existe entre la red y el mundo. Caben tres interpretaciones: 1, Reduccionismo: Todos los términos cientificos tebricos deben corres ponder a entidades o propiedades observables. En consecuencia, las teorias cientificas son sélo una especie de formula abreviada de lo empiricamente observable. 2. Realisma: Los términos y teorias cientificas se refieren ~en general- a entidades no observables, pero si reales; es decir, que poseen existen- cia real fuera de la mente. 3. Instrumentalismo (o convencionalismo): Las teorlas cientificas son "ins~ trumentos” de célculo, con cuya ayuda se pueden hacer predicciones. Pero no se pretende que representen la realidad. El sistema de Copér- nico, por ejemplo, fue considerado por Osiander ~el prologuista del libro como un simple “instrumento” para hacer predicciones astroné- micas, no como ung imagen del universo. Lo curiaso es que, entonces, una teoria ya no puede ser considerada ni como “verdadera" ni como “falsa’: elo Unico que puede ser es mas (0 menos) cémodae {Poincaré Hay que tener en cuenta que estas tres posturas -reduccionismo, reals ‘mo, instrumentalismo- se refieren a la relacién que, segin los cientificas, exis- te entre las teoris cientficas y la realidad, Cuestion distinta de la que se re- fiete ala reiacion entre Jo opariencia y la realidad. La diferencia es la siguien- te: las teorias cientificas son “hipétesis’ inventadas libremente por los cientifi- 05, por lo que nada tiene de escandaloso el que se afirme que no coinciden con lo que el mundo es. En cambio, la apariencia es nuestra “percepcion” de! ‘mundo, lo cual converte en extremadamente chocentes las teorlas antirealis- tas Hipotesis: 1) Enviado qu se estbe- ce camo exgicacin nse de un pro= Ley: Ena qo oxpesa tea y coy vara de serene ng lc const nites i 2) Simpe suposicn, que no see rdenos. Es epic 3 cates ori tend qe sea verdad, rlus ro- matte tines seals. E odie table Care) Had hoe: Hom ‘anes teins no obsanaieortar- lacerlosvareeiparsuncaso pare (es uvlea ura hips conta, Haun H adel naar pa po cee fea. ging nurs can- ssoutnis. H. do trabao:H provsc- ‘alyconssaso pny en oshescs, a seul diaeniecomo poy dit- vest, Ei problema de la contrastacién La contrastacién es la puesta 3 prucha de una hipotesis, confrontandola con los hechos. En realidad, dado que las hipdtesis son enunciados universa- les, no es posible encontrar en el mundo nada que se corresponde con elas, Por eso hay que deducir (de las hipdtesis) hechos observables y comprobar, lue- 90, que efectivamente se dan en la realidad. Se han prapuesta dos formas de contrastacién: 1. Los flésofos neopositivistas del Circulo de Viera propusieron come for- ma de contrestacién la verificacién: una hipdtesis se considera "verdadera" si los hechos observades en ei mundo estén de acuerdo con las hechos deduci- dos de la hipotesis. Sin embargo, los neapositvistas se dieron cuenta muy pron- to de que no es posible realizar una verficacién concluyente, es decir com- pleta, de un enunciado universal {como son las hipdtesis o las leyes). Por ejemplo: no es posible comprobar qué sucederia en todos los casos en que se tiene mercurio en una cubeta y se introduce en ella un tubo en el que se hha hecho e! vacio. Siempre eabe la posiilidad de que aparezca un c3so que con- tradiga fa hipétesis. Por esta razén, Carnap concluyé que si bien no se pue- de conseguir nunca la "verificacién” (completa) de una hipétesis, si se puede ‘obtener una confirmacién (provisional) de Ia misma, y ella se podria considerar cientificamente suficiente. 2. Las deficiencias de la verficacién condujeron a Popper a sugerir otra forma de contrastacién, la falsacién: una hip6tesis puede ser admitida (provi- sionalmente) sélo “mientras" no resulte refutada por los hechos. Por tanto, en la falsacién ya no se trata de buscar hechos que estén de acuerdo con las con- secuencias de la hipdtesis, sino hechos que estén en oposicion con las mismas, El valor cientifica de una hipétesis radica en su resistencia a la refutacién Una de fas obras de Popper se titu'a Conjeturas y refutociones (1962). El titulo indica cSmo concibe Popper el método cientifica: inventarhipotess Ccon- jeturas’) io més audaces pesible ~ya que son las que hacen avanzar realmen- te la ciencia- y hacer todo Io posible por refutaras. No es buena seal que un cientifieo se esfuerce por demostrar que sus hipdtesis se ven siempre confir- ‘madas; al contario, debe ariesgarse a que resulten falas. Una teoria que no pueda Ser refutada por ningun acontecimiento concebible, no es cientific, La inrefutabiliad no es una virtud de una teoria (como suele crerse, sino que es un vio Popper sefala ademas que, desde el punta de vista loge, la fubacion es correcta, pero no la verifcacién. En efecto, si Hes la hipdtesis y °C" las con- secueneias,tendriamos: Verificacion: SiH, entonces C Falsacion: SiH, entonces C c Noc luego Wego no H {canclusién incorrecta \égicamente) (conclusién correcta) = EL PROGRESO DE LA CIENCIA pee eee eee La concepcién moderna de la ciencia conlleva, pues, la afirmacién de su progreso. La cuestién es determinar c6mo progresa realmente la ciencia, 1. Progreso acumulativo. Bacon y Galileo ~como acabamos de ver- pen- saban que el progreso de la ciencia se debia a la posibilidad de aumentar el nuimero de experimentos y observaciones sobre el mundo. De este modo sa- briamos cada vez més, es decir, iriamos acumuulando nuevos conocimientos so- bre los ya adquiridos. La ciencia se puede, pues, comparar a un edificio que crece sin cesar. - Actualmente, la “concepcién heredada" concibe el progreso acumulativo de la ciencia como un proceso de reduccién de teorias: ala ciencia establece teorias que, de verse ampliamente confirmadas, son aceptadas y siguen siéndolo con relativa independencia del peligro de verse osteriormente disconfirmadas. El desarrollo de la ciencia consiste en la om pliacién de dichas teorias a ambitos més amplios (primera forma de reduccién Ge teorias), en et desarrollo de nuevas teorias ampliamente confirmadas para dominios relacionados con ellos y en a incorporacién de teorias ya confirma es a teorlas mas amplias (segunda forma de reduccién de teorias). La ciencia 5, pues, una empresa acumulativa de extensién y enriquecimiento de viejos lo- gros con otros nuevos; las viejas teorias no se rechazan o abandonan una vez que se hen aceptado; mas bien lo que hace es ceder su sitio @ otras més am- plias a las que se reducene(F. Supe, La estructura de las teorias cientificas. Ma- arid, UNED, 1990, p. 92) 2, Revoluciones cientificas. En 1962, un libro de Thomas S. Kuhn ~La es- tructura de las revoluciones cientificas- cambia totalmente el planteamiento al introducir nuevas perspectivas: las de Ia historia y la sociologia de la ciencia Esta -le ciencia- es la obra de una comunidad de cientificos cuyos compo- nentes aceptan un paradigma comin. La comunidad de cientificos trabaja a partir de ese paradigma, que conserva como precioso tesoro; las realizaciones cientificas que estén dentro del paradigma constituyen la ciencia normal Se le ha criticado @ Kuhn la ambigledad del término “paradigma" En 1974 ‘Auestro autor propone un nuevo término: ‘matriz disciplinaria® Expresa los "ele~ ‘mentos compartidos" por una comunidad de cientificos, en especial estos tres generalizaciones simbélicas, modelos y ejemnplares: sas generalizaciones simbélicas son aquellas exoresiones empleadas sin cuestionamiento por el grupo. [.] Los modelos proveen al grupo de analogias preferentes. (.] Finalmente, os ejemplares son soluciones concretas 2 proble- mas, aceptadas por el grupo como paradigmaticas en un sentido bastante ge- nerale (F. Surre, ac, p. 335). Imaginemos, pues, una comunidad cientifics que trabaja a partir del pa- radigma comin. {Qué sucede si surgen “anomalias” [problemas irresolubles|? Son rechazadas como irrelevantes. Pero si las anomalias se multiplican, sobre- viene una "crisis" Entonces, quiza, surge un paradigma rival que entra en con- flicto con el anterior. Si la comunidad cientifica opta por él, sobreviene una revolucién cientifica. Lo mas tlamativo de fa tesis de Kuhn es que la eleccién del nuevo paradigma posee un cierto cardcter “irracional’: se explica en gran parte mas por factores sociolégicos y psicoldgicos que por exigencias racio- rales. Los paradigmas, en efecto, son inconmensurables entre si, es decir, no pueden ser comparados desde una perspectiva neutral. Rigurosamente, pues, la nueva ciencia no es “mejor" que la antigua. En conclusién: no hay progre~ so en sentido estricto, sino “revolucién’. Lattconnesibiliad es parsiomas ‘ondve, endear, 2 un coma tionalsme cain» TE) enaisen- fico dea vr prasigra roe Bento poreuese "res ride(risconomne fons realad sea Slo como corse cuenia dun ase (conver 3. Progreso en verosimilitud. Finalmente, hay autores -como Popper, Niiniluoto 0 Tuomela- que sostienen una tesis intermedia. Hay un verdadero progreso de la ciencia. No, desde luego, por “acumulacién” de conocimientos, sino por el hecho de que las nuevas teorias permiten explicor mejor un mayor rnimero de problemas. En este sentido, y solo en éste, se puede decir que las nuevas teorias son "mds verosimiles’ que las antiquas; es decir, estan “mas cerca de la verdad" Se progresa, pues, en verosimilitud, 0 cercania a la verdad. Pero ésta -la verdad- se considera como el limite inalcanzable de una inves- tigacién nunca terminada. «Podemos explicar el método cientifico y buena par- te de la historia de la ciencia como el proceso racional de aproximacién a la verdads (Popper). -4- ‘5 - Los limites de la ciencia: Enel. XIX el positivismo (destaca A. Comte) difundié una serie de ideas que tuvieron y atin hoy siguen teniendo una amplia acogida social Pasaban desapercibidos una serie de errores en el Planteamiento de la cuestién: en primer lugar se habla de ciencla y no de ciencias. La ciencia a la que se refiere el positivismo es una de las ciencias empiricas, la fisica, la cual sera tomada como modelo de cualquier conocimiento que pretenda considerarse cientifico. Pero ya hemos visto la existencia de otras que ni siquiera son otro tipo de empiricas, sino formales, las cuales se dan por vélidas sin seguir en absoluto el modelo En segundo lugar, se entendia la fisica segtin la concepcién surgida de la Modemidad (hubo otros modos de entenderla antes). El gran giro que ésta produjo fue el aplicar sistemdticamente las matematicas al estudio de los fendmenos observables. A partir de ahi se pueden establecer y aplicar formulas mateméticas que expliquen y predigan los fenmenos (@j.: v= sit; f= mva ; ...) Detras de este planteamiento hay una idea que en absoluto podria ser considerada “cientifica’ ni por el mismo Comte: el mundo esté organizado matematicamente, es decir, la realidad se reduce a numeros y figuras, geométricas. Idea nada nueva puesto que proviene de un grupo Feligioso (lo que hoy llamariamos una secta) griego del s. VI a.C.: los, pitagéricos. Esta secta creia que la verdadera esencia de todo lo que existe eran los nimeros; Ia realidad es traducible a nimeros porque en el fondo no es ni mas ni menos que eso. En tercer lugar se estimé que el Gnico método valldo para alcanzar la verdad es el de la ciencia modelo, es decir, el hipotético- deductive. Ya se ha dicho bastante sobre este método y sus problemas Recordemos igualmente el problema de la verdad misma planteado al tratar la cuestién de las relaciones entre teoria y realidad En cuarto lugar se procede a descalificar y menospreciar lo que no es “cientifico” porque no sigue el modelo fisico. Se tilda de opinable, fantastico, se emplean expresiones habituales como: “eso es filosofia’, “cuentos’, “eso no es cientifico",o “esta demostrado cientificamente’, “la ciencia llegara a descubrir todos los misterios de! universo”, etc. Pero nadie juzga el presupuesto general (la realidad esta escrita con caracteres matematicos), que es indemostrable para la propia clencia, so pena de caer en un circulo vicioso. Algo asi como la cancién “Zpor qué esté de jefe?, porque sabe mucho...2por qué sabe tanto? Porque esté de jefe". © como el circulo vicioso en que incurria el etnocentrismo (repasar). El peligro de la ciencia no esté en la ciencia misma, (cuyo valor y tremendas aportaciones positivas para la humanidad no estamos negando ni rechazando) sino en su pretensién de exclusividad como unico saber verdadero y fiable. Se trata unicamente de un sistema simbélico, por tanto, un tipo de realidad medial. Resulta que hay mas tipos y que hay otras realidades, todas elias fruto de nuestras peculiares raices, .dénde est pues la raz6n para que una de ellas pretenda ser la Gnica valida? Es como construir una red para cazar elefantes y considerar después que lo que dicha red no es capaz de apresar no son sino imaginaciones y fantasias. Por otra parte su actual vinculaci6n con la tecnologia (repasar e! tema) y la confianza excesiva depositada en ella implica riesgos enormes. No todo lo que puede (tecnolégicamente) hacerse, debe (moralmente) hacerse. Se escapa totalmente del conocimiento cientifico resolver los problemas mas serios del ser humano: la eleccién de los fines, la determinacién de los valores morales y sociales, el sentido de la existencia. No olvidemos que la ciencia actual, nacida en la Modernidad, no fue creada por el hombre para dar sentido a la vida, sino, tan solo, para explicar los fenémenos observables, Por ello junto ‘al conocimiento cientifico es necesaria una reflexién filoséfica, especialmente ética, Recordemos lo dicho hablando de las fronteras y la excentricidad que nos constituyen.

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