Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
calidad, rapidez y economía, requiere cada vez más productos avalados por una
tecnología industrial que satisfaga esas demandas. El ámbito de los morteros no es una
excepción, su producción ha ido evolucionando en lo relativo a su composición,
tecnología de fabricación y distribución. [1] Gracias a los procesos de investigación y
desarrollo que se han ido realizando, se ha conseguido la fabricación de morteros de alta
calidad.
Es necesario que la calidad de los materiales sea buena para obtener homogeneidad,
trabajabilidad y funcionalidad en los morteros. Los morteros 1:1 a 1:3 son de gran
resistencia y deben hacerse con arena limpia, los morteros 1:4 a 1:6 se deben hacerse con
arena limpia o semi-lavada y para los morteros 1:7 a 1:9 se puede usar arena sucia, pues
estos morteros tienen muy poca resistencia. El cemento no tiene que contener agentes
externos como desechos sólidos porque generarían complicaciones en la resistencia del
mortero; mientras que el agua, según la norma NTE INEN 2 518 indica, debe ser limpia
y estar libre de aceites, ácidos, álcalis, sales, materiales orgánicos, u otras substancias que
sean perjudiciales para los morteros o para cualquier metal en la pared. [2]
De acuerdo con la norma ASTM C 270, los morteros se clasifican por: La especificación
por propiedades (resistencia a la compresión, retención de agua y contenido de aire), que
adquiere sentido para efectos de diseño con base en pruebas de laboratorio, mas no para
morteros mezclados en obra. Se asume que las proporciones establecidas en laboratorio
son las que se emplearán al mezclar en obra, esperándose del producto un
comportamiento satisfactorio y por la especificación por proporciones que se basa en el
conocimiento previo de los pesos unitarios de los materiales componentes del mortero.
[4]
Las características exigibles a un mortero son: retener agua para evitar que sea totalmente
absorbida por los materiales en su contacto, resistencia para soportar las cargas que han
de actuar sobre el muro o fábrica, adherencia a las piezas o zonas que solidariza y
durabilidad en concordancia con las condiciones a las que va a estar expuesto [5]
Los morteros tienen ciertas propiedades que son importantes tener en cuenta como la
manejabilidad que es imprescindible en morteros de relleno de celdas. Depende
principalmente del contenido de agua, del uso de aditivos, de la forma y textura de los
agregados y de la finura del cemento. Se evalúa mediante ensayo de mesa de flujo o
método del cono de penetración. La retención de agua debe ser alta, para evitar
agrietamientos y pérdida de resistencias. Se logra con el uso de la cal o aditivos. La
retracción de secado es alta en morteros (alto contenido de pasta) y por tanto debe tratar
de disminuirse. Se recomienda emplear bajos contenidos de cemento, bajo contenido de
finos y en lo posible cementos adicionados. Las resistencias mecánicas especialmente a
la compresión. Depende de la relación agua-cemento y de la adición usada, y muy
especialmente de la granulometría de la arena, la cual se establece mediante el módulo de
finura. La arcilla disminuye esas resistencias, por lo cual es indispensable controlar su
inclusión a través de las arenas sucias.
Los ladrillos son pequeñas piezas cerámicas fabricada con arcilla, esquisto arcilloso, o
sustancias terrosas similares de ocurrencia natural, conformada mediante moldeo,
prensado o extrusión y sometida a un tratamiento con calor a temperaturas elevadas
(quema).
Las características generales de los ladrillos son las siguientes: estar bien moldeado, lo
que da lugar a caras planas, lados paralelos y los bordes y ángulos agudos. Ser poroso,
sin exceso, para poder tomar bien el mortero, no contener sales solubles para no propiciar
la eflorescencia, poseer un sonido metálico al ser golpeado con un martillo u otro objeto
similar, puesto que cuando se da este sonido es una muestra que el ladrillo está bien cocido
y no tiene defectos como fisuras. Así mismo debe contar con una geometría homogénea,
compacta, luciente y exenta de caliches, no debe estar demasiado cocido ya que produciría
una unidad de color violáceo o negruzco, con una estructura vitrificada y brillosa, con
deformaciones y grietas. Un ladrillo demasiado cocido es muy duro pero la resistencia
queda anulada por las fisuras. Tampoco debe estar poco cocido o blando, pues podría
desmoronarse fácilmente y daría un sonido sordo. En resumen, las características físicas
del ladrillo son que debe tener una buena cocción, un color uniforme, un sonido claro y
seco al ser golpeado.
Las propiedades físicas relacionadas a la estética de los ladrillos son: el color que depende
de su composición química de la materia prima y de la intensidad del quemado. De todos
los óxidos comúnmente encontrados en las arcillas, el hierro tiene el mayor efecto sobre
el color y la textura que es el efecto en la superficie o la apariencia que presenta la unidad
como resultado de la forma de elaboración
Bibliografía