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Argentina en La Posconvertibilidad (Libro Entero - Version Final) PDF
Argentina en La Posconvertibilidad (Libro Entero - Version Final) PDF
ISBN: 978-84-15295-43-3
. Presentación......................................................................................... 11
. Martín Schorr
I. Introducción.................................................................................. 19
II. La cúpula empresaria en el comercio exterior de la Argentina..... 23
III. La trayectoria estructural de la elite empresaria........................... 32
IV. Reflexiones finales........................................................................ 39
Bibliografía.......................................................................................... 52
I. Introducción.................................................................................. 55
II. La extranjerización del poder económico industrial..................... 57
III. La fisonomía estructural de los diferentes segmentos del poder
económico industrial..................................................................... 67
IV. Reflexiones finales........................................................................ 77
Bibliografía.......................................................................................... 79
I. Introducción.................................................................................. 83
II. Metodología y fuentes de información......................................... 89
III. Estructura de los mercados y formación de precios en la industria 92
IV. Oligopolios industriales, ganancia e inversión............................. 101
V. Reflexiones finales........................................................................ 105
Bibliografía.......................................................................................... 114
I. Introducción.................................................................................. 117
II. Una visión general del intercambio comercial de bienes
industriales.................................................................................... 120
III. La clasificación de manufacturas según su complejidad
tecnológica.................................................................................... 123
IV. El análisis de las exportaciones según el contenido
tecnológico de los bienes.............................................................. 127
V. Las importaciones y el saldo comercial según el contenido
tecnológico de las manufacturas................................................... 133
VI. Reflexiones finales........................................................................ 139
Bibliografía.......................................................................................... 142
I. Introducción.................................................................................. 145
II. El sector automotor....................................................................... 147
III. La industria de bienes de capital................................................... 154
IV. Reflexiones finales........................................................................ 165
Bibliografía.......................................................................................... 185
I. Introducción.................................................................................. 187
II. Características productivas de la industria del cuero y marco
normativo...................................................................................... 190
III. Rasgos estructurales de la industria.............................................. 195
IV. Dinámica productiva..................................................................... 202
V. Reflexiones finales: lineamientos de política para revertir la
primarización y la especialización regresiva................................ 214
Bibliografía.......................................................................................... 217
7.. La industria textil y de indumentaria en la Argentina. Informalidad
. y tensiones estructurales en la posconvertibilidad............................... 219
. Esteban Ferreira y Martín Schorr
I. Introducción.................................................................................. 219
II. Perfiles de especialización internacional...................................... 221
III. Características productivas de la industria en la Argentina.......... 224
IV. Estructura y dinámica reciente de la industria.............................. 231
V. Distribución del ingreso e informalidad en la industria de la
confección..................................................................................... 244
VI. Reflexiones finales........................................................................ 248
Bibliografía.......................................................................................... 253
Martín Schorr
E
n este libro se reúne una serie de trabajos realizados a lo largo de varios
años en el marco del Proyecto de Investigación “La industria argentina
en la posconvertibilidad: continuidades y rupturas en la dinámica y la
estructura del sector” (PICT 2008-0406), patrocinado por la Agencia Nacional de
Promoción Científica y Tecnológica. Este programa de estudio fue coordinado por
Daniel Azpiazu hasta su lamentable y repentino fallecimiento en agosto de 2011.
Por ello, y por muchas otras razones, esta obra está dedicada a su memoria.
En las páginas que siguen el lector encontrará los resultados de una prolon-
gada y fructífera labor en equipo, la que se plasma, al menos, en dos cuestiones.
En primer lugar, en el hecho de que los trabajos compilados fueron discutidos
entre todos los autores en numerosas ocasiones y en instancias diversas, haciendo
propias las palabras de Kaldor, para quien “las ideas difícilmente afluyen en el
aislamiento –surgen como consecuencia de un proceso social– y a menudo es casi
imposible separar la contribución de un individuo en particular o constatar la medida
en la que los propios pensamientos fructificaron gracias a los pensamientos de
otros”1. En segundo lugar, estrechamente relacionado, si bien el libro está compuesto
por siete artículos que versan sobre diferentes temáticas y que pueden ser leídos de
manera independiente, una lectura de conjunto puede resultar enriquecedora ya que
en ellos subyacen múltiples hipótesis y preguntas de investigación compartidas.
Esas preocupaciones analíticas surgieron de la necesidad de profundizar
varias líneas de indagación que quedaron “abiertas” tras un estudio previo que
realizamos con Azpiazu, en el que se abordó el desenvolvimiento de la industria
argentina desde la última dictadura militar hasta mediados de la década de 2000,
11
ya en el marco de la denominada posconvertibilidad2. Pero, adicionalmente, esos
focos de interés se inscriben en el intento de poner en discusión ciertas postu-
ras académicas y políticas que han estado muy en boga en los últimos años en
Argentina y que, como tales, en no pocas ocasiones han sido tomadas como
“verdades reveladas” por vastos sectores. Al respecto, entre otros interrogantes
disparadores de las investigaciones que dieron origen a los artículos que aquí se
reúnen, se destacan los siguientes:
• Luego del abandono del régimen de convertibilidad, ¿se puede afirmar que
la Argentina ha atravesado un proceso de reindustrialización con creciente
control nacional y que ha sentado las bases para configurar un nuevo modelo
económico?
• En el transcurso del último decenio, ¿es posible reconocer la existencia de un
cambio estructural en el perfil de especialización predominante en el sector
manufacturero local y en su inserción en la división internacional del trabajo?
Y en una línea similar, ¿se ha asistido a un proceso sostenido de sustitución
de importaciones?
• En los años recientes, ¿se han revertido ciertos legados críticos del neolibe
ralismo en diferentes frentes (reprimarización, dependencia tecnológica, des-
articulación de la matriz fabril, concentración y centralización del capital,
extranjerización, etc.)?
• En suma, ¿en la posconvertibilidad ha tenido lugar un proceso de desarrollo
industrial (reindustrialización) o resulta más atinado referirse a una fase de
crecimiento?
12 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
focalizándose en distintas dimensiones: “Oligopolio y formación de precios. La
industria argentina en la posconvertibilidad”, “Inserción de la industria argentina
en el mercado mundial: perfil de especialización según densidad tecnológica de
los productos”, “¿Sustitución de importaciones en la posconvertibilidad? Una
mirada desde la industria automotriz y la de bienes de capital”, “La industria
del cuero en la posconvertibilidad: reactivación y especialización regresiva” y
“La industria textil y de indumentaria en la Argentina. Informalidad y tensiones
estructurales en la posconvertibilidad”.
La principal finalidad que perseguimos es que, mediante una lectura de con-
junto del libro, resulte posible acceder a una amplia gama de evidencias que
permitan aproximarse a una visión más o menos “integral” sobre la trayectoria de
la industria argentina en el transcurso de la posconvertibilidad (con la debida iden-
tificación de las líneas de continuidad y de ruptura que pueden establecerse entre
esta etapa y lo acontecido durante la década de 1990). Ahora bien, a pesar de su
pretensión de “globalidad”, los enfoques asumidos son naturalmente parciales en
función de los marcos teóricos escogidos, las metodologías desplegadas, las fuentes
de información básica utilizadas y los posicionamientos político-ideológicos de
los autores. A pesar de esta inevitable parcialidad, que está presente en cualquier
investigación en ciencias sociales, a lo que se aspira, en última instancia, es a brin-
dar algunos elementos de juicio para el necesario debate social –hoy prácticamente
ausente– acerca de las características y los alcances de un plan de industrialización
para nuestro país.
Con sus respectivas especificidades, los siete artículos arrojan distintas con-
clusiones que aluden a la naturaleza acotada de la reindustrialización de la eco-
nomía argentina en la posconvertibilidad. Ello, por varias razones, entre las que
interesa resaltar apenas cuatro.
En primer lugar, a pesar de la notable expansión fabril que se verificó desde
mediados de 2002 (que hasta 2007/08, “dólar alto” mediante, se difundió, con
sus más y sus menos, a lo largo de todo el tejido manufacturero), casi no se
manifestaron tendencias a un cambio estructural en el perfil de especialización e
inserción internacional de la industria doméstica respecto del período de vigencia
del neoliberalismo. Se trata de una matriz productiva con un predominio marcado
y creciente de ramas afincadas en el procesamiento de recursos naturales (por
lo general, con bajo valor agregado) y unos pocos ámbitos privilegiados de acu-
mulación, como la armaduría automotriz y el enclave ensamblador de productos
electrónicos en Tierra del Fuego.
En su mayoría, las manufacturas más relevantes se caracterizan por ser alta-
mente concentradas y estar controladas por capitales extranjeros y/o un puñado
14 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
sión, se manifestaron ciertas modificaciones en el perfil constitutivo de la cúpula
respecto del decenio de 1990. En lo sustantivo, las mismas se asocian al fuerte
avance estructural en el seno del poder económico local de aquellas corporaciones
industriales con una marcada orientación exportadora (agroindustrias, elaborado-
ras de acero y aluminio, algunas fabricantes de productos químico-petroquímicos
y las terminales automotrices). Y de otras compañías que integran el panel de las
empresas de mayor envergadura del país que, merced a la explotación de recursos
naturales, también tienen en los mercados externos una fuente decisiva de su acu-
mulación (mineras, agropecuarias y, durante algún período, de la actividad hidro-
carburífera). Todo ello, en detrimento de diversas firmas “mercado-internistas”
ligadas, sobre todo, a la prestación de servicios y varios rubros comerciales.
Por otro lado, esta vez como línea de continuidad con la convertibilidad, se
recrudeció el proceso de extranjerización a raíz de la marcada gravitación de las
empresas transnacionales en las industrias dinámicas y de mayor gravitación
estructural, así como de la intensa centralización del capital que se verificó.
Ésta derivó en una importante desnacionalización de muchas firmas líderes de
distintas ramas manufactureras (frigorífica, cementera, siderúrgica, alimenticia,
derivados de petróleo, etc.).
Por último, cabe resaltar la estrategia privilegiada por las grandes empresas
fabriles de sustentar buena parte de su expansión y su consolidación de mercado
en la minimización de la inversión reproductiva (con márgenes de rentabilidad
muy elevados) y en la captación diferencial de excedentes, básicamente a través
de la fijación oligopólica de precios y la percepción de una amplia gama de
subvenciones estatales.
Así, se está en presencia de un poder económico cada vez más concentrado y
extranjerizado; con una creciente capacidad de veto a favor de su sólida inserción
exportadora en un sector manufacturero que, en términos generales, se caracteriza
por la señalada “dualidad estructural” en su posicionamiento comercial externo;
con una baja contribución en lo que se refiere a la ampliación de las capacidades
productivas domésticas (y, cuando lo hace, con una considerable demanda impor-
tadora); y con un esquema de acumulación con eje en las ventajas comparativas
estáticas, la vigencia de salarios reducidos desde la perspectiva internacional y
una distribución funcional del ingreso sumamente regresiva. Está claro que este
poder económico, tan fortalecido en estos años de crecimiento fabril, no puede
ser la base de sustento de un “modelo de acumulación con inclusión social” y, en
ese marco, de un cambio estructural en el perfil de la industria argentina. Máxime
cuando en la actualidad estos sectores se encuentran pugnando por una fuerte
devaluación como modo de maximizar sus ganancias (con sus consiguientes
efectos sobre el salario real).
En cuarto lugar, los estudios sobre la evolución en la posconvertibilidad de
sectores fabriles específicos arrojan una serie de evidencias que refuerzan lo ante-
dicho acerca del carácter acotado de la reindustrialización de los últimos años.
16 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
II. Del crecimiento al desarrollo:
la necesaria reindustrialización nacional
Retomando las preguntas que ordenaron las investigaciones que dieron lugar
a los trabajos que integran este libro, resulta posible afirmar que en la poscon-
vertibilidad la industria argentina ha atravesado una fase de crecimiento pero no
de desarrollo.
Si bien los tremendos legados del neoliberalismo imperante en el período
1976-2001 sobre el sector manufacturero doméstico no pueden ser revertidos “de
la noche a la mañana”, tampoco se debería soslayar que, a más de una década
del abandono de la convertibilidad, muchas de esas pesadas herencias, lejos de
haberse revertido, se han profundizado (en algunos casos con creces). Como se
desprende de las consideraciones que anteceden y de los distintos análisis que el
lector podrá encontrar en los estudios que aquí se compilan, el ciclo reciente
de crecimiento sin desarrollo se encuentra estrechamente relacionado con las
modalidades que asumió el funcionamiento estatal.
Al respecto, el “fomento industrial” de los últimos años puede ser dividido en
dos etapas. En la primera, que abarca desde 2002 hasta 2007/08, la “apuesta de
fondo” de las autoridades gubernamentales pasó por el sostenimiento de un tipo
de cambio elevado, casi sin políticas industriales activas y coordinadas (los pocos
instrumentos que se aplicaron, muchos de ellos concebidos e implementados en
el decenio de 1990, favorecieron fundamentalmente a las empresas líderes y,
por ende, reforzaron en sus aspectos esenciales el statu quo heredado en lo que
respecta al perfil de especialización, la inserción internacional, la fisonomía del
poder económico, etc.). La segunda etapa es contemporánea con el paulatino
agotamiento del “dólar alto” y la irrupción de la crisis mundial a mediados de
2008: desde entonces y hasta el presente, se ha venido recurriendo a algunas
medidas “novedosas” (como, por ejemplo, las restricciones a las importacio-
nes, diversos aumentos de aranceles, la búsqueda por redireccionar proyectos de
inversión a la esfera productiva, etc.); pero, en general, las mismas han quedado
subordinadas a la decisión de hacer prevalecer en la coyuntura ciertos equilibrios
macroeconómicos. En consecuencia, más allá de sus diferencias en cuanto a los
lineamientos privilegiados, las dos etapas reconocen un denominador común: la
ausencia de una estrategia y un plan de desarrollo industrial3.
En ese contexto, si a lo que se aspira es a que el crecimiento manufacturero se
transforme en un proceso de desarrollo sectorial sostenido y sustentable, es cada
vez más evidente que se requiere una redefinición del “estilo de industrialización”
18 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
1 Un análisis a partir de las grandes firmas *
/ Dinámica externa de la economía argentina.
1
I. Introducción
L
a megadevaluación de la moneda argentina en el año 2002 constituyó
un punto de inflexión en la historia económica del país. A partir de allí
se alteraron muchos de los basamentos fundamentales sobre los que se
sostuvo el modelo de acumulación instaurado por la última dictadura militar
(1976-1983) y que, con sus matices, prevaleció y se profundizó durante los su-
cesivos gobiernos democráticos hasta su debacle a fines de 2001. Además de un
crecimiento exponencial del endeudamiento externo y el desmantelamiento de la
dinámica de sustitución de importaciones, dicho modelo, que ha sido denominado
como de “valorización financiera”, conllevó, entre sus múltiples implicancias
deletéreas, una profunda desindustrialización con eje en una reestructuración
regresiva del entramado fabril y un intenso proceso de concentración y centrali-
zación del capital (Basualdo, 2006 y Nochteff, 1999). Todo ello como resultado
de la implementación de un vasto conjunto de políticas neoliberales (liberali-
zación comercial y financiera, “desregulación” de una amplia gama de merca-
dos, privatización de empresas públicas, regímenes especiales de privilegio para
ciertos sectores del poder económico, etc.). En la década de 1990 estas políticas
se complementaron y reforzaron con la conversión fija entre el peso y el dólar
estadounidense a la relación 1 a 1 (plan de convertibilidad).
Tras cuatro años consecutivos de recesión, la muy regresiva salida del régi-
men convertible, cristalizada en la sanción de la Ley Nº 25.561 de “emergencia
pública y reforma del régimen cambiario”, derivó en un salto de significación del
1* En este trabajo se recuperan y amplían los desarrollos analíticos de un estudio previo de los
autores que fue publicado en Ensayos de Economía, Nº 41, Medellín, 2012.
19
tipo de cambio2. De allí en más, esta variable tendió a ubicarse en niveles reales
superiores a los vigentes durante la convertibilidad, alterando la estructura de
precios y rentabilidades relativas, y desplazando el eje de la acumulación princi-
palmente hacia los sectores productores de bienes transables (Azpiazu y Schorr,
2010a; CENDA, 2010; Schorr, Manzanelli y Basualdo, 2012; Wainer, 2011).
A raíz de esto, se produjeron transformaciones significativas en la dinámica
de diversas variables macroeconómicas. Una de ellas es la balanza comercial. La
elevación del tipo de cambio real encareció las importaciones y tornó más “com-
petitivas” las exportaciones, dando lugar, después de varios años de acentuados
déficits comerciales, a un resultado positivo de las cuentas externas, lo que, a
su vez, sirvió de sostén decisivo a uno de los pilares del llamado “modelo de la
posconvertibilidad”: el superávit en la cuenta corriente3.
Al respecto, los datos aportados por el Cuadro Nº 1 permiten comprobar que
entre 2002 y 2010 el excedente comercial alcanzó un promedio anual de 13.480
millones de dólares, contrastando con el déficit anual de 1.378 millones de dólares
de la convertibilidad (1993-2001). Las diferencias entre uno y otro período son
por demás elocuentes. Durante el decenio de 1990, la convergencia temporal del
retraso cambiario y la acentuada apertura comercial acarrearon un cuadro crítico
en materia de saldos comerciales externos, incluso en un contexto signado por
una evolución positiva de las exportaciones. En ese marco, la elevada propensión
importadora de bienes fue desplazando a la producción interna y destruyendo
o debilitando en forma considerable a ramas enteras del tejido industrial, con-
solidando a los sectores que, de acuerdo al neoconservadorismo hegemónico
en esos años, eran (y son) expresión de “eficiencia” en una economía como la
argentina. Es decir, a aquéllos asociados al aprovechamiento de ventajas com-
parativas estáticas y/o institucionales de privilegio y con un peso preponderante
de capitales oligopólicos: agroindustria, acero, aluminio y otros commodities del
sector fabril, armaduría automotriz, petróleo y minería, entre los rubros princi-
pales. A su vez, esto trajo aparejados dos efectos convergentes. Por un lado, en
el plano empresarial, se fortalecieron aún más las tendencias a la concentración
económica impulsadas por el programa de reformas neoliberales en curso, con
el consecuente mayor debilitamiento de los segmentos empresarios de menores
dimensiones. Por otro lado, en términos estructurales, se profundizó el proceso de
20 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
reprimarización iniciado a mediados de la década de 1970 y una inserción pasiva
y subordinada en la división internacional del trabajo, al tiempo que se agudizó
sobremanera el rezago histórico de la industria de bienes de capital y de muchos
de los segmentos fabriles más complejos, con el consiguiente agravamiento del
cuadro de dependencia tecnológica característico del país (Azpiazu y Nochteff,
1994; Katz, 2000; Kosacoff, 2000; Schorr, 2004).
Cuadro Nº 1. Evolución del Producto Bruto Interno (PBI) y el Valor Bruto de Pro-
ducción (VBP) a precios constantes, de las exportaciones, las importaciones, el
saldo comercial y los términos del intercambio, y del peso de las exportaciones
y las importaciones en el VBP, 1993-2010 (índice base 2001=100, millones
de dólares y porcentajes).
Términos
PBI VBP Expor- Impor- Saldo Expo/ Impo/
del inter-
real real taciones taciones comercial VBP VBP
cambio
(índice base 2001=100) (mill.U$S) (%)
1993 89,6 89,0 49,4 82,6 94,9 -3.666 3,4 4,4
1994 94,8 95,1 59,7 106,3 96,0 -5.751 3,8 5,2
1995 92,1 92,4 79,0 99,0 96,1 841 5,0 4,8
1996 97,2 97,5 89,7 116,9 103,7 49 5,4 5,4
1997 105,1 105,6 99,6 149,9 102,9 -4.020 5,6 6,4
1998 109,1 109,9 99,6 154,4 97,1 -4.944 5,5 6,5
1999 105,4 106,1 87,8 125,5 91,5 -2.199 5,2 5,7
2000 104,6 105,2 99,2 124,4 100,6 1.061 5,8 5,6
2001 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 6.223 6,2 4,7
2002 89,1 89,2 96,6 44,2 99,6 16.661 15,5 5,4
2003 97,0 93,3 112,8 68,2 108,9 16.088 13,1 6,1
2004 105,7 102,4 130,3 110,5 110,3 12.130 13,1 8,5
2005 115,4 116,6 152,2 141,2 108,0 11.700 13,2 9,3
2006 125,2 127,3 175,4 168,1 114,6 12.393 12,6 9,3
2007 136,1 138,2 210,9 220,0 119,9 11.273 12,7 10,2
2008 145,2 146,6 263,8 282,8 133,6 12.557 13,9 11,4
2009 146,5 148,7 209,7 190,9 133,5 16.886 11,1 7,7
2010 159,9 162,3 256,7 278,1 133,2 11.632 11,3 9,4
Prom.93-01 99,8 100,1 84,9 117,7 98,1 -1.378 5,2 5,5
Prom.02-10 124,5 125,0 178,7 167,1 118,0 13.480 12,6 9,0
4 En 2002 los requerimientos de importaciones cayeron drásticamente, más del 55%, por efecto
de la crisis socio-económica (en dicho año el PBI total disminuyó casi el 11%, lo mismo que
el correspondiente al sector manufacturero). De considerar el período 2003-2010, las exporta-
ciones se expandieron alrededor del 128% y las importaciones del 308%.
5 Como se infiere del Cuadro Nº 1, el grado de apertura total de la economía argentina (exporta-
ciones más importaciones sobre el valor bruto de producción) pasó de un promedio del 10,7%
en 1993-2001 a uno del 21,6% en 2002-2010.
22 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
de allí uno de sus aspectos distintivos: la creciente concentración económica
(Azpiazu, Manzanelli y Schorr, 2011). En consecuencia, el focalizar la indagación
en las firmas líderes es clave para avizorar posibles senderos evolutivos de la
economía nacional, al tiempo que arroja luz sobre algunas peculiaridades de un
planteo económico, como el vigente, en el que se suele resaltar la importancia de
la “salida exportadora” como uno de los vectores dinamizadores y organizadores
de un “modelo de acumulación con inclusión social”.
Específicamente se apunta a cuantificar la gravitación de la cúpula empresaria
en las variables del comercio exterior del país, así como a evaluar el desempeño
estructural de las diferentes compañías que la integran atendiendo a su inser-
ción sectorial, su vinculación con el mercado mundial y los capitales que las
controlan6. En las conclusiones se recuperan los distintos desarrollos previos
con el propósito de reflexionar críticamente sobre las formas de inserción de la
Argentina en la división internacional del trabajo.
6 En este estudio se utilizan indistintamente los conceptos de cúpula empresaria y de elite em-
presaria. En términos operacionales, este universo está conformado por las doscientas firmas
de mayor facturación anual que se desempeñan en los distintos sectores de la actividad eco-
nómica (con la excepción del financiero y el agropecuario –salvo aquellas compañías que se
dedican a la comercialización de granos, que sí están incluidas en el panel–). La elaboración
de la mencionada base de datos supone un arduo proceso de sistematización de información
básica. En una primera instancia se trabaja con datos procedentes de los balances empresarios,
los que, en una segunda etapa, son complementados a partir del uso y la compatibilización de
fuentes diversas y heterogéneas como las revistas Mercado y Prensa Económica, la Comisión
Nacional de Valores y los sistemas Nosis y Economática. En el Anexo se pueden consultar las
firmas que integran el ranking en 2001 y 2010.
50
41,4
40
30 27,0
20
12,4 13,6
8,4 7,4
10
9,2 7,9 5,1
0
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
24 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
aportaron el 59,1%7. Ello contrasta con los otros estratos de la elite empresaria,
los que vieron caer su peso relativo en las ventas externas: las segundas cincuenta
firmas pasaron de explicar el 10,7% en 1991 al 5,1% en 2010 (13,6% en 2001);
por su parte, las segundas cien compañías redujeron su incidencia del 12,4% en
1991 al 7,4% en 2010 (9,2% en 2001).
De modo que es el núcleo duro de la elite empresaria el que ha tenido un
rol decisivo en el “boom exportador” que experimentó la economía argentina
en la posconvertibilidad y, en ese marco, ha sido central en el sostenimiento del
superávit comercial y de cuenta corriente8. No sólo se trata de un número muy
limitado de grandes firmas que han incrementado su predominio económico,
sino que devienen en los actores centrales y decisivos en cuanto a la generación
de divisas por la vía del comercio exterior, con el consecuente incremento en su
capacidad de veto sobre el diseño de políticas públicas.
En referencia a estas cuestiones, en el Cuadro Nº 2 se puede visualizar la
evolución de la balanza comercial de la Argentina, la de los diferentes estamentos
de la cúpula y la correspondiente al “resto de la economía” para el período com-
prendido entre 2001 y 2010.
Cúpula Resto de la
Total país Primeras Segundas Segundas
empresaria economía
(1) 50 50 100
(2) (1) - (2)
2001 6.223 10.712 7.880 2.141 691 -4.488
2002 16.661 14.915 12.024 1.678 1.213 1.746
2003 16.088 17.784 15.675 1.092 1.017 -1.696
2004 12.130 16.546 14.232 1.814 501 -4.416
2005 11.700 18.983 16.935 1.588 459 -7.283
2006 12.393 20.703 17.317 3.372 14 -8.310
2007 11.273 22.296 21.123 3.081 -1.909 -11.023
2008 12.557 33.779 27.714 5.019 1.047 -21.222
2009 16.886 27.111 22.500 2.991 1.619 -10.225
2010 11.632 31.734 29.458 811 1.465 -20.102
Fuente: Elaboración propia en base a información del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO
y del INDEC.
7 Acotando aún más el nivel de análisis, cabe apuntar que en 2010 las diez empresas de mayor
envergadura dieron cuenta del 26,9% de las exportaciones de la Argentina.
8 Entre 2001 y 2010 las exportaciones totales del país se incrementaron en algo más de 41.500
millones de dólares. Más del 70% de dicho aumento fue impulsado por las mayores ventas
externas de las cincuenta empresas líderes.
26 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
A partir de estas consideraciones, del Cuadro Nº 3 resulta posible extraer
algunas conclusiones relevantes en cuanto al grado y las formas de inserción en el
mercado mundial de las principales compañías oligopólicas que se desenvuelven
en el ámbito local en el transcurso de la posconvertibilidad.
Cuadro Nº 3. Peso relativo de las cincuenta firmas de mayores ventas del país en
las ventas y las exportaciones de la cúpula empresaria, coeficiente exportador*
y saldo comercial en dólares corrientes, según condición de permanencia,
2001-2010 (porcentajes y millones de dólares).
2001 2010
Coef. Coef.
% % % %
expo. Saldo expo. Saldo
ventas expo ventas expo
(%) (%)
Panel de las 50
62,3 64,5 18,1 7.880 62,7 82,4 38,7 29.458
principales empresas
Estables 2001 y 2010 40,8 57,3 24,5 7.302 43,3 58,7 39,9 22.430
YPF 8,4 10,4 21,7 1.640 6,8 3,8 16,4 1.626
Cargill 2,9 8,6 52,6 1.410 3,0 8,7 85,5 4.188
Volkswagen Argentina 0,7 1,8 47,7 -42 2,2 3,3 45,2 119
Aceitera General Deheza 1,2 4,9 70,8 818 1,8 4,7 79,0 2.307
Bunge Argentina 0,9 4,7 93,2 805 1,8 6,9 99,8 3.343
Louis Dreyfus (LDC) 1,0 5,6 94,5 956 1,7 5,5 93,2 2.660
Molinos Río de la Plata 0,6 0,9 23,3 116 1,6 3,7 66,1 1.739
Carrefour Argentina 1,7 0,0 0,0 -28 1,6 0,0 0,0 0
Claro (ex CTI) 0,6 0,0 0,0 -47 1,6 0,0 0,0 0
Shell 2,4 0,9 6,4 44 1,6 0,6 11,0 -363
Ford 1,0 3,1 54,9 213 1,5 2,4 46,1 219
Pan American Energy 0,8 1,4 31,3 227 1,5 4,1 80,0 1.980
Siderar 0,8 1,7 38,4 168 1,5 0,5 9,4 -400
Esso 1,2 0,8 11,1 -138 1,5 1,4 27,6 565
Peugeot-Citroën 0,8 1,5 35,7 -11 1,3 1,7 37,7 326
Renault Argentina 0,6 0,4 12,5 -127 1,2 1,0 26,1 -421
Vicentín 0,6 2,9 83,1 499 1,0 3,1 89,9 1.531
Osde 1,1 0,0 0,0 0 1,0 0,0 0,0 0
Telefónica de Argentina 2,6 0,0 0,0 -76 1,0 0,0 0,0 -12
Supermercados Coto 1,7 0,1 0,9 -67 1,0 0,0 0,0 -45
Asoc. de Coop. Argentinas 1,2 1,4 21,3 220 0,9 1,9 61,9 869
Unilever 1,0 0,3 5,9 -1 0,9 0,6 21,1 175
Siderca 1,5 2,7 31,2 349 0,9 1,8 62,5 784
Nidera 0,7 2,5 63,5 397 0,8 2,6 92,1 1.154
Telecom Argentina 2,3 0,0 0,0 -39 0,8 0,0 0,0 -25
Cervecería Quilmes 0,8 0,1 1,6 -8 0,8 0,1 5,0 33
28 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Metrogas 0,7 0,0 0,0 -27 - - - -
Telefónica Comunicaciones
0,7 0,0 0,0 -36 - - - -
Personales
Chevron San Jorge 0,6 3,2 87,9 532 - - - -
Monsanto 0,6 0,3 8,6 -189 - - - -
Aysa (ex Aguas Argentinas) 0,6 0,0 0,0 -2 - - - -
Transportadora de Gas
0,6 0,2 7,7 29 - - - -
del Sur
Supermercados Libertad 0,6 0,0 0,0 -32 - - - -
* Medido por la participación porcentual de las exportaciones en las ventas totales de las firmas.
En primer lugar, vale destacar que entre 2001 y 2010 la participación de las
cincuenta empresas más grandes en las exportaciones totales de la cúpula se
incrementó de manera notable (cerca de 18 puntos porcentuales), lo mismo que el
coeficiente medio de exportación, que pasó del 18,1% al 38,7%. En la explicación
de estas tendencias concurren básicamente dos procesos:
9 Tales los casos de varias cadenas de comercio minorista (Norte, Disco, Jumbo y Libertad) y de
diversas prestatarias privadas de servicios públicos (Edesur, Edenor, Metrogas, Aguas Argen-
tinas y Transportadora de Gas del Sur).
10 Las evidencias disponibles indican que en los casos de Alumbrera, Argentina Gold, ADM,
Alfred Toepfer y Noble los respectivos montos de exportaciones correspondientes a 2010 se
ubicaron por encima del 90% de la facturación total, mientras que en los de Aluar, Toyota y
Fiat superaron el umbral del 50% y en los de Dow y General Motors se ubicaron en aproxima-
damente el 40%.
11 Como surge del Cuadro Nº 3, en la etapa bajo estudio la mayoría de las firmas del “elenco
estable” mejoró su posicionamiento comercial externo. Entre las pocas excepciones a esta ten-
dencia resaltan los casos de YPF y Shell en el marco del peculiar comportamiento del mercado
hidrocarburífero argentino en la posconvertibilidad y las restricciones existentes en materia
energética (Barrera, 2012): en el primer caso se contrajo ligeramente el superávit, mientras
que en el segundo se pasó de una situación excedentaria a una deficitaria. En esta línea, cabe
aludir también a lo sucedido con la siderúrgica Siderar (su déficit en 2010 se vincula funda-
mentalmente con la compra en el exterior de mineral de hierro) y de Renault (cuyo desbalance
comercial se engrosó básicamente por efecto de las importaciones de partes y piezas en un
cuadro signado por la importante fase de crecimiento que atravesó el sector automotor en los
años recientes –Azpiazu y Schorr, 2010b–).
30 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
estructural en el perfil productivo-exportador, en esta categoría, que explica
cerca del 90% del abultado superávit comercial de las cincuenta firmas de
mayores dimensiones, sobresalen varias firmas agropecuarias y alimenticias12,
así como dos del sector hidrocarburífero (Pan American Energy e YPF) y otras
dos (Alumbrera y Argentina Gold) que se abocan a la minería metalífera a
partir del usufructo de un marco normativo sectorial de privilegio que data
del decenio de 1990, sigue vigente en la actualidad, combina estabilidad fis-
cal con una “sobreabundancia” de subvenciones de diverso tipo (sobre todo
impositivas) y ha sentado las bases para el despliegue de varios enclaves
exportadores (Basualdo, 2012);
• empresas que registraron excedentes comerciales, pero de mucha menor cuan-
tía que los anteriores: en este segmento quedan incluidas firmas de diversos
rubros de la actividad económica, tales como Siderca, Dow y Unilever, las
petroleras Esso y Petrobras, las automotrices Fiat, Ford, Peugeot-Citroën,
Toyota y Volkswagen, Aluar, Industrias Metalúrgicas Pescarmona y varias
comercializadoras y/o procesadoras de materias primas procedentes del sec-
tor agropecuario (Mastellone Hermanos, Agricultores Federados, Cervecería
Quilmes y Asociación de Cooperativas Argentinas); y
• empresas con saldos nulos o deficitarios: se trata de la categoría más
heterogénea en cuanto a la inserción sectorial de las compañías. Aquí con-
viven firmas que realizan importantes ventas al exterior pero que son muy
importadoras13, empresas que no exportan ni importan14 y otras que no realizan
ventas externas pero que, por diversas razones, son compradoras más o menos
significativas de distintas mercancías procedentes del extranjero15.
12 Tales los casos de Cargill, Bunge, Louis Dreyfus, Aceitera General Deheza, Molinos Río de la
Plata, Vicentín, Nidera, ADM, Alfred Toepfer y Noble.
13 Se trata de las automotrices Renault, Mercedes Benz y General Motors, las siderúrgicas Acindar
y Siderar y de Shell.
14 Tales los casos de una cadena de supermercados (Carrefour), una empresa de medicina prepaga
(Osde), una prestataria privada de los servicios de generación, transmisión y distribución de
electricidad (Pampa Energía) y la compañía de aeronavegación estatal (Aerolíneas Argentinas).
15 Aquí quedan incluidas dos compañías telefónicas (Telefónica y Telecom), una prestadora del
servicio de televisión por cable y rubros afines (Cablevisión), los supermercados Coto y Wal
Mart, la firma comercializadora de electrodomésticos Garbarino y la estatal Enarsa del rubro
energético.
16 En este último caso se destacan el sector minero (Basualdo, 2012) y el automotriz (CENDA,
2008), aunque también ciertos efectos del régimen de promoción de inversiones (Azpiazu,
2008).
32 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Cuadro Nº 4. Distribución de las firmas, las ventas y las exportaciones de la cúpula empresaria según coeficientes de exportación,
1991-2010 (valores absolutos y porcentajes).
33
Fuente: Elaboración propia en base a información del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO.
Al respecto, los datos que proporciona el Cuadro Nº 4 permiten concluir que
tras el abandono del régimen de convertibilidad se asistió, dentro del panel de
las doscientas firmas líderes, a un pronunciado avance estructural de las corpo-
raciones más orientadas al mercado mundial en materia exportadora: en 2001 las
empresas altamente exportadoras explicaron el 13,7% de la facturación total de
la cúpula, mientras que las de mediana-alta intensidad exportadora dieron cuenta
del 8,5%; en 2010 tales porcentuales se ubicaron, respectivamente, en el 25,4%
y el 14,4%. En contraposición, tuvo lugar una caída en la incidencia relativa de
las compañías de mediana-baja intensidad exportadora y de las no exportadoras
(entre los años aludidos su gravitación en las ventas globales decayó, respectiva-
mente, en 9,6 y 8,0 puntos porcentuales).
Al focalizar la indagación en el peso de los diferentes segmentos en las expor-
taciones agregadas se comprueba, más allá de las variaciones anuales (es decir, de
los significativos efectos del shock inicial de la devaluación en 2002 y el sendero
evolutivo posterior), un incremento notable en la significación de las altamente
exportadoras (pasan de dar cuenta del 56,2% de las ventas externas de la cúpula
en 2001, al 70,8% en 2010), un ligero incremento en la participación de las de
mediana-alta intensidad exportadora (aunque con registros promedio inferiores
a los de la convertibilidad) y una caída muy marcada en la presencia de las firmas
de mediana-baja intensidad exportadora (en el período de referencia su cuota-
parte decayó en más de 15 puntos porcentuales).
De modo que a fines de la década pasada algo más de medio centenar de
oligopolios con una ostensible y, en muchos casos, creciente propensión a expor-
tar dieron cuenta, en conjunto, de alrededor del 40% y el 90% de las ventas y
las exportaciones totales de una elite empresaria que, por diferentes vías, resultó
ampliamente favorecida por el ciclo de crecimiento con concentración económica
característico de la posconvertibilidad.
Una dimensión complementaria es aquella que resulta de ponderar el rubro de
actividad en el que operan las firmas que integran el universo de las doscientas
de mayores dimensiones del país (Cuadro Nº 5). Desde esta perspectiva se corro-
bora, por un lado, un avance, tanto en cantidad de empresas como en su peso en
la facturación agregada, de corporaciones manufactureras, petroleras y mineras,
en paralelo a un retroceso de las prestadoras de servicios, las constructoras y las
comercializadoras17.
34 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Cuadro Nº 5. Distribución de las firmas, ventas y variables seleccionadas de
comercio exterior de las empresas integrantes de la cúpula empresaria según
sector de actividad, 2001-2010 (valores absolutos, porcentajes y millones de
dólares corrientes).
Petróleo
Industria Servicios Comercio Construcción Total
y Minería
Cant. Emp. 97 50 35 13 5 200
% ventas 41,9 23,1 18,9 13,8 2,3 100,0
Coef. Expo (%) 28,4 1,5 8,2 26,4 0,1 17,5
2001 (a)
36 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Cuadro Nº 6. Distribución de las firmas, ventas y variables seleccionadas de
comercio exterior de las empresas integrantes de la cúpula empresaria según
formas de propiedad, 2001-2010 (valores absolutos, porcentajes y millones
de dólares corrientes).
Privada Privada
Estatal Asociación Total
Nacional extranjera
Cant. Emp. 1 59 92 48 200
% ventas 1,6 25,3 55,0 18,1 100,0
Coef. Expo (%) 0,0 16,4 21,3 8,8 17,5
2001 (a)
18 En cuanto a las restantes fracciones del capital, cabe destacar que los mayores registros uni-
tarios de las asociaciones en 2010 se vinculan básicamente con los excedentes comerciales de
dos petroleras (Pan American Energy e YPF) y, en menor grado, de la Compañía Mega (pe-
troquímica), la Refinería del Norte (Refinor) y la Transportadora de Gas del Sur. Por su parte,
dentro de las empresas privadas nacionales, cuyo excedente comercial agregado se engrosó
en más de 5.800 millones de dólares (casi el 200%) al cabo de la década, resulta descollante
la participación de compañías controladas por unos pocos grupos económicos con una sólida
presencia exportadora a partir de la explotación y el procesamiento de recursos naturales (tales
los casos de firmas como Aceitera General Deheza, Molinos Río de la Plata, Vicentín, Siderca,
Aluar, Arcor y Ledesma). Finalmente, el déficit comercial de las estatales es explicado en su
totalidad por las importaciones realizadas por la estatal Enarsa en el marco de las mencionadas
restricciones en el ámbito energético nacional.
19 A pesar de que no se relaciona directamente con los objetivos de este trabajo, es interesante
mencionar que un correlato sobre las cuentas externas de la Argentina de la creciente desnacio-
nalización de la economía se asocia con el notorio drenaje de divisas al exterior que realiza el
capital foráneo bajo diversos formatos: remisión de utilidades y dividendos, pago de honorarios
y royalties por la compra y/o la utilización de tecnologías y/o patentes, fijación de precios de
transferencia en sus transacciones intracorporativas, intereses devengados por el endeudamiento
con el exterior (generalmente intracorporativo), etc. A este respecto, y a modo ilustrativo, cabe
apuntar que en la posconvertibilidad las utilidades remitidas al exterior por el capital extran-
jero radicado en el país se expandieron de manera considerable y sistemática, a tal punto que
entre 2007 y 2010 promediaron los 6.280 millones de dólares, esto es, alrededor del 45% del
abultado saldo comercial del período (datos extraídos de http://www.indec.gov.ar/, consultado
el 30/10/2012).
38 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Pero también, y fundamentalmente, lo profundo y lo difundido de la penetración
foránea en la estructura económica argentina20.
En suma, los análisis que preceden permiten concluir que en la posconver-
tibilidad han ganado preponderancia dentro de la cúpula y del conjunto de la
economía local aquellas corporaciones para las que las exportaciones resultan
centrales para su respectivo esquema de acumulación del capital. Principalmente,
se trata de firmas controladas por actores extranjeros y, en mucha menor medida,
por un número muy reducido de grupos empresarios locales. En este contexto,
se ha profundizado un patrón de especialización de este segmento del poder eco-
nómico que denota una suerte de “doble” inserción en el mercado mundial. Por
un lado, se encuentran las empresas vinculadas con la “vieja” inserción del país
en la división internacional del trabajo: producciones estructuradas sobre la base
de las ventajas comparativas estáticas, básicamente materias primas abundantes
y mano de obra barata. Dada su acentuada orientación exportadora, estas firmas
operan con superávits comerciales pronunciados, con todo lo que ello acarrea en
términos de poder de coacción a raíz de sus implicancias sobre las cuentas exter-
nas del país. Por otro lado, se destacan las compañías ligadas a la “nueva” fase de
internacionalización del capitalismo: desverticalización de procesos productivos
a escala regional y/o mundial, siendo un caso emblemático el que brinda el sector
automotor que, en el marco de un régimen especial de promoción inaugurado
en la década de 1990, ha consolidado un perfil de armaduría de partes y piezas
procedentes del exterior, así como de comercialización de vehículos importados
(de allí que sea generador de exportaciones y muchas terminales operen con
desequilibrios comerciales considerables).
20 Para ampliar estas cuestiones, consúltese, en este mismo volumen, el estudio “La extranje-
rización de la industria argentina en la posconvertibilidad. Un análisis del poder económico
sectorial”.
40 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
se ha hecho en los dos frentes mencionados (perfil exportador y sustitución de
importaciones). Y, por lo visto, con escasos impactos positivos. Por ejemplo, ante
la manifestación de problemas en el sector externo en el contexto del agotamiento
del “dólar alto”, la profundización de la extranjerización y el recrudecimiento
de la fuga de capitales, se empezaron a aplicar algunos instrumentos tendientes
a proteger al mercado interno de las importaciones en algunos rubros considera-
dos “sensibles” (licencias no automáticas), así como a alentar exportaciones por
parte de compañías industriales con estructuras productivas y/o comerciales con
un elevado componente importado. Pero como en ambos casos se hizo primar
la necesidad de garantizar ciertos equilibrios macroeconómicos y no criterios
de política industrial, los resultados obtenidos han sido muy distantes de los
que se desprenderían de una política de desarrollo de mediano y largo alcance.
Así, en algunos sectores protegidos, pese a que se logró cierta sustitución de
importaciones, se afianzaron perfiles de especialización que pueden terminar
compitiendo con ciertas producciones de países periféricos cuya principal ventaja
comparativa radica en niveles salariales sumamente reducidos, mientras que en
otros se potenciaron ventas externas de commodities ligadas al procesamiento
de recursos naturales (con la consecuente profundización de la reprimarización
de las exportaciones).
La “primacía de lo macro” y, en ese marco, de una visión de corto plazo en
el “fomento a la industria” también se corrobora en la vigencia de diferentes
mecanismos para promover la inversión que, en los hechos, han alentado procesos
de “sustitución inversa”, siendo que en el país existe masa crítica demostrada y
para nada despreciable como para avanzar por la vía de la sustitución de impor-
taciones a partir de esquemas integrales y ad hoc de apoyo estatal en materia
de competitividad (por caso, en varios segmentos de la industria de bienes de
capital). O se expresa en que se haya apostado a que la redistribución del ingreso
opere como un mecanismo de incentivo a la producción fabril, pero en la medida
en que se han aplicado muy pocas políticas activas, con baja coordinación entre
sí, la mayor demanda interna al calor de la estrategia redistributiva ha conlle-
vado un aumento de las importaciones. Esto acarrea presiones sobre la balanza
comercial que, a su vez, imponen restricciones a la propia política de ingresos
(que se ven agravadas por las limitaciones que se desprenden del hecho de que
para las empresas líderes el sector, en su mayoría con una marcada orientación
exportadora, el salario asume la forma social de un costo de producción, en lugar
de adquirir el rol de impulsor de la demanda interna).
42 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Nombre de la empresa Tipo de Sector de % % %
Pos.
empresa* Actividad ventas expo impo
40 Molinos Río de la Plata NAC Industria 0,6 0,9 0,5
41 Chevron San Jorge EXT Petro y Minería 0,6 3,2 0,1
42 Vicentín NAC Industria 0,6 2,9 0,0
43 Importadora y Exp. Patagonia NAC Comercio 0,6 0,0 0,1
44 Renault Argentina EXT Industria 0,6 0,4 3,2
45 Monsanto EXT Industria 0,6 0,3 3,8
46 Aysa (ex Aguas Argentinas) ASOC Servicios 0,6 0,0 0,0
47 Claro (ex cti) ASOC Servicios 0,6 0,0 0,7
48 Wal Mart EXT Comercio 0,6 0,0 0,3
49 Transportadora de Gas del Sur ASOC Servicios 0,6 0,2 0,2
50 Supermercados Libertad EXT Comercio 0,6 0,0 0,5
51 Minera Alumbrera EXT Petro y Minería 0,5 2,0 0,5
52 Cablevisión ASOC Servicios 0,5 0,0 0,1
53 Productos Sudamericanos EXT Comercio 0,5 0,8 0,0
54 Polisur EXT Industria 0,5 0,4 1,0
55 Aluar NAC Industria 0,5 2,0 2,1
56 Techint NAC Construcción 0,5 0,0 0,1
57 Multicanal NAC Servicios 0,5 0,0 0,1
58 Agric. Federados Arg. NAC Comercio 0,5 0,3 0,0
59 Agea NAC Industria 0,5 0,0 0,2
60 Correo Argentino ASOC Servicios 0,5 0,0 0,0
61 Ibm EXT Servicios 0,4 0,0 1,3
62 Massalin Particulares EXT Industria 0,4 0,2 0,7
63 Nestlé EXT Industria 0,4 0,3 0,4
64 Droguería Suizo Argentina ASOC Comercio 0,4 0,0 0,0
65 Acindar ASOC Industria 0,4 0,5 0,9
66 Droguería Monroe Americana ASOC Comercio 0,4 0,0 0,0
67 Gas Natural Ban ASOC Servicios 0,4 0,0 0,0
68 Supermercado mayorista Makro EXT Comercio 0,4 0,0 0,1
69 Baesa - Sistema Pepsi Cola NAC Industria 0,4 0,0 0,0
70 Fiat Auto EXT Industria 0,4 1,6 3,1
71 Garbarino NAC Comercio 0,4 0,0 0,5
72 Bayer Argentina EXT Industria 0,4 0,3 0,5
73 General Motors de Argentina EXT Industria 0,4 1,1 3,1
74 Tecpetrol NAC Petro y Minería 0,4 0,4 0,0
75 Alfred Toepfer EXT Comercio 0,4 2,0 0,0
76 Aerolíneas Argentinas ASOC Servicios 0,4 0,7 0,6
77 Benito Roggio e hijos NAC Construcción 0,4 0,0 0,0
78 Maxiconsumo NAC Comercio 0,4 0,0 0,0
79 Siemens EXT Industria 0,4 0,1 1,2
80 Solvay Indupa EXT Industria 0,3 0,5 0,1
81 Toyota Argentina EXT Industria 0,3 0,8 3,0
82 La Plata Cereal EXT Industria 0,3 1,8 0,2
44 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Nombre de la empresa Tipo de Sector de % % %
Pos.
empresa* Actividad ventas expo impo
125 Camuzzi Gas del Sur ASOC Servicios 0,2 0,0 0,0
Editorial Atlántida (Atlántida ASOC Industria 0,2 0,0 0,1
126
Comunic.)
127 Molinos Cañuelas NAC Industria 0,2 0,4 0,0
128 Lapa (Airg) NAC Servicios 0,2 0,7 0,0
129 Coop. Obrera de Cons. y Vivienda NAC Comercio 0,2 0,0 0,0
130 Central puerto ASOC Servicios 0,2 0,0 0,0
131 Dupont EXT Industria 0,2 0,6 0,3
132 Supermercado Día EXT Comercio 0,2 0,0 0,0
133 Transener ASOC Servicios 0,2 0,0 0,1
134 Productos Roche EXT Industria 0,2 0,1 1,4
135 Juan Minetti EXT Industria 0,2 0,0 0,0
136 Musimundo EXT Comercio 0,2 0,0 0,0
137 Kimberly Clark EXT Industria 0,2 0,2 0,7
138 Frávega NAC Comercio 0,2 0,0 0,5
139 S.C. Johnson & Son EXT Industria 0,2 0,1 0,2
140 Soc. Ital. de Beneficencia NAC Servicios 0,2 0,0 0,0
141 Siat NAC Industria 0,2 0,3 1,3
142 Glaxo Smithkline EXT Industria 0,2 0,3 0,4
Distribuidora de Gas del Litoral ASOC Servicios 0,2 0,0 0,0
143
(Litoral Gas)
144 Rpb (Baggio) NAC Industria 0,2 0,1 0,1
145 Laboratorios Bagó NAC Industria 0,2 0,1 0,3
146 Buyatti NAC Industria 0,2 1,1 0,0
147 Ypf Gas ASOC Petro y Minería 0,2 0,0 0,0
148 Atanor EXT Industria 0,2 0,3 0,9
149 Trenes de Buenos Aires (tba) ASOC Servicios 0,2 0,0 0,0
150 Gillette EXT Industria 0,2 0,1 0,9
151 Procter & Gamble EXT Industria 0,2 0,2 0,8
152 Johnson & Johnson EXT Industria 0,2 0,0 0,3
153 Spm NAC Servicios 0,2 0,0 0,0
154 Pluspetrol NAC Petro y Minería 0,2 0,1 0,1
155 Hsbc Salud EXT Servicios 0,2 0,0 0,0
156 Peñaflor ASOC Industria 0,2 0,2 0,1
157 Edea ASOC Servicios 0,2 0,0 0,0
158 Basf Argentina EXT Industria 0,2 0,1 0,9
159 Pluspetrol Energy ASOC Petro y Minería 0,2 0,1 1,3
160 Parmalat EXT Industria 0,2 0,0 0,1
161 Boldt NAC Industria 0,2 0,0 0,1
162 San Sebastián NAC Industria 0,2 0,0 0,0
163 Swift Armour EXT Industria 0,2 0,5 0,0
164 Distribuidora de Gas del Centro ASOC Servicios 0,2 0,0 0,0
Asociación Unida de Tamberos ASOC Industria 0,2 0,2 0,0
165
(Milkaut SA)
*ASOC.: Empresas propiedad de una asociación entre dos o más firmas; EXT: Empresas propiedad
de capital extranjero; NAC: Empresas propiedad de capital privado nacional; EST: Empresas pro-
piedad del Estado.
46 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Anexo 2. Listado de empresas que integran la elite empresaria en 2010 y su
participación en las ventas, las exportaciones y las importaciones totales
(porcentajes).
Tipo
Sector de % % %
Pos. Nombre de la Empresa de
Actividad ventas expo impo
empresa*
1 Ypf ASOC Petro y Minería 6,8 3,8 1,3
2 Cargill EXT Industria 3,0 8,7 0,3
3 Petrobras Argentina EXT Petro y Minería 2,2 0,9 1,1
4 Volkswagen Argentina EXT Industria 2,2 3,3 8,9
5 Aceitera General Deheza NAC Industria 1,8 4,7 0,0
6 Bunge Argentina EXT Industria 1,8 6,9 0,2
7 Louis Dreyfus (Ldc) EXT Industria 1,7 5,5 0,0
Telefónica Moviles Argentina
8
(Movistar) EXT Servicios 1,7 0,0 1,7
9 Molinos Río de la Plata NAC Industria 1,6 3,7 0,3
10 Claro (ex Cti) EXT Servicios 1,6 0,0 0,0
11 Carrefour Argentina EXT Comercio 1,6 0,0 0,0
12 Shell EXT Industria 1,6 0,6 3,8
13 Ford EXT Industria 1,5 2,4 5,4
14 Pan American Energy ASOC Petro y Minería 1,5 4,1 0,0
15 Siderar NAC Industria 1,5 0,5 3,7
16 Esso EXT Industria 1,5 1,4 0,6
17 Toyota Argentina EXT Industria 1,4 2,7 3,1
18 Peugeot-Citroën EXT Industria 1,3 1,7 3,0
19 General Motors de Argentina EXT Industria 1,3 1,6 4,8
20 Renault Argentina EXT Industria 1,2 1,0 5,4
21 Fiat Auto EXT Industria 1,1 2,0 4,9
22 Vicentín NAC Industria 1,0 3,1 0,0
23 Osde NAC Servicios 1,0 0,0 0,0
24 Dow Argentina EXT Industria 1,0 1,2 0,6
25 Telefónica de Argentina EXT Servicios 1,0 0,0 0,1
26 Supermercados Coto NAC Comercio 1,0 0,0 0,3
27 Asociación de Coop. Argentinas NAC Industria 0,9 1,9 0,3
28 Unilever EXT Industria 0,9 0,6 0,8
29 Minera Alumbrera EXT Petro y Minería 0,9 2,9 1,1
30 Siderca NAC Industria 0,9 1,8 0,6
31 Minera Argentina Gold EXT Petro y Minería 0,9 2,7 0,2
32 Nidera EXT Comercio 0,8 2,6 0,7
33 Telecom Argentina ASOC Servicios 0,8 0,0 0,1
34 Aerolíneas Argentinas EST Servicios 0,8 0,0 0,0
35 Cervecería Quilmes EXT Industria 0,8 0,1 0,2
36 Pampa Energia NAC Servicios 0,8 0,0 0,0
37 Garbarino NAC Comercio 0,7 0,0 0,3
48 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Tipo
Sector de % % %
Pos. Nombre de la Empresa de
Actividad ventas expo impo
empresa*
79 Honda Motor Argentina EXT Industria 0,3 0,0 2,4
80 Atanor EXT Industria 0,3 0,2 1,0
81 Nextel EXT Servicios 0,3 0,0 0,2
82 Droguería Monroe Americana ASOC Comercio 0,3 0,0 0,0
83 Megatone NAC Comercio 0,3 0,0 0,0
84 Oxy Argentina EXT Industria 0,3 0,1 0,0
85 Kraft Foods (Suchard) EXT Industria 0,3 0,0 0,4
86 Iveco Argentina EXT Industria 0,3 0,5 1,3
87 Nestlé EXT Industria 0,3 0,3 0,3
Galaxy Entertainment Argentina
88
(DirecTv) EXT Servicios 0,3 0,0 0,5
89 Newsan EXT Industria 0,3 0,1 1,6
90 Compañía Mega ASOC Industria 0,3 1,1 0,0
91 Massalin Particulares EXT Industria 0,3 0,1 0,3
92 Total Austral EXT Petro y Minería 0,3 0,3 0,2
93 Farmacity NAC Comercio 0,3 0,0 0,0
94 Profertil ASOC Industria 0,3 0,1 0,3
95 Central Puerto ASOC Servicios 0,3 0,0 0,0
96 Constructora Odebrecht EXT Construcción 0,3 0,0 0,0
97 Danone EXT Industria 0,3 0,0 0,2
Grupo Casino (Sup. Libertad +
98
Leader Price) EXT Comercio 0,3 0,0 0,0
99 Hewlett Packard EXT Comercio 0,3 0,0 2,0
100 Agea NAC Industria 0,3 0,0 0,0
101 Lotería de Cordoba SE EST Servicios 0,3 0,0 0,0
102 Molinos Cañuelas NAC Industria 0,3 0,4 0,0
103 Refinería Del Norte (Refinor) ASOC Industria 0,3 0,7 0,0
104 Aeropuertos Argentina 2000 ASOC Servicios 0,3 0,0 0,0
105 Cerro Vanguardia EXT Petro y Minería 0,3 0,9 0,1
106 Mirgor (Il Tevere) NAC Industria 0,3 0,0 0,8
107 Vintage Oil Argentina EXT Petro y Minería 0,3 0,0 0,0
108 Ind. John Deere EXT Industria 0,3 0,2 1,6
109 Transportadora de Gas del Sur ASOC Servicios 0,3 0,4 0,0
110 Rpb (Baggio) NAC Industria 0,3 0,1 0,0
Epe (Empresa Provincial de
111
Energía de Sta. Fe) EST Servicios 0,2 0,0 0,0
112 Aes Alicura EXT Servicios 0,2 0,0 0,4
113 Diarco NAC Comercio 0,2 0,0 0,0
114 Quickfood EXT Industria 0,2 0,5 0,0
115 Cia. Argentina de Granos NAC Comercio 0,2 0,6 0,0
116 Pluspetrol NAC Petro y Minería 0,2 0,0 0,2
117 Basf Argentina EXT Industria 0,2 0,0 0,5
50 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Tipo
Sector de % % %
Pos. Nombre de la Empresa de
Actividad ventas expo impo
empresa*
157 Maxiconsumo NAC Comercio 0,2 0,0 0,0
158 Tecpetrol NAC Petro y Minería 0,2 0,6 0,0
159 Metrogas ASOC Servicios 0,2 0,0 0,0
160 Dupont EXT Industria 0,2 0,1 0,4
161 Laboratorios Abbot EXT Industria 0,2 0,2 0,3
162 Medicus NAC Servicios 0,2 0,0 0,0
163 Fate NAC Industria 0,2 0,2 0,5
164 Intel EXT Industria 0,2 0,0 0,0
165 Bridgestone Firestone EXT Industria 0,2 0,1 0,7
166 Petro Andina Resources NAC Petro y Minería 0,2 0,0 0,0
167 Peñaflor NAC Industria 0,2 0,3 0,0
168 Novartis Argentina EXT Industria 0,2 0,0 0,1
169 Acerbrag EXT Industria 0,2 0,0 0,0
Macrosa del Plata (Finning
170
Argentina) EXT Comercio 0,2 0,1 0,0
171 Adidas EXT Industria 0,2 0,0 0,4
S.A. Organización Coordinadora
172
Arg. (Oca) ASOC Servicios 0,1 0,0 0,0
173 Sipetrol EXT Petro y Minería 0,1 0,0 0,0
174 Manpower (Cotecsud) EXT Servicios 0,1 0,0 0,0
175 Lan Airlines EXT Servicios 0,1 0,0 0,0
176 Nike Argentina EXT Industria 0,1 0,0 0,4
177 Aguas Danone EXT Industria 0,1 0,0 0,0
Eastman Química Argentina (ex
178
Voridian) EXT Industria 0,1 0,0 0,1
179 Laboratorios Bagó NAC Industria 0,1 0,1 0,1
Petroquímica Comodoro
180
Rivadavia NAC Industria 0,1 0,0 0,0
181 Lineas Mesopotamicas ASOC Servicios 0,1 0,0 0,0
182 Siemens EXT Industria 0,1 0,0 1,0
183 Prosegur EXT Servicios 0,1 0,0 0,0
184 Ribeiro NAC Comercio 0,1 0,0 0,0
185 Sony Argentina EXT Comercio 0,1 0,0 0,8
186 Cliba NAC Servicios 0,1 0,0 0,0
187 Sipar EXT Industria 0,1 0,0 0,0
Petrolera Entre Lomas (ex Pérez
188
Companc) ASOC Petro y Minería 0,1 0,0 0,0
189 Tabacal Agroindustria EXT Industria 0,1 0,1 0,0
Alicorp (ex The Value Brands
190
Company) EXT Industria 0,1 0,0 0,1
191 Productos de Maiz EXT Industria 0,1 0,2 0,0
Capsa (Compañías Asociadas
192
Petroleras) NAC Petro y Minería 0,1 0,4 0,0
*ASOC.: Empresas propiedad de una asociación entre dos o más firmas; EXT: Empresas propiedad
de capital extranjero; NAC: Empresas propiedad de capital privado nacional; EST: Empresas pro-
piedad del Estado.
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I. Introducción
D
esde el abandono de la convertibilidad, en los inicios del crítico año 2002,
la industria argentina ha atravesado una fase de expansión sumamente
pronunciada (sólo morigerada por los efectos locales de la crisis interna-
cional desatada a mediados de 2008). En estos años, al calor del crecimiento ma-
nufacturero, se manifestaron algunos procesos que se encuentran en las antípodas
de lo acontecido en el transcurso del “modelo financiero y de ajuste estructural”
vigente entre 1976 y 20012. Entre otros, se destacan la importante creación de
puestos de trabajo y cierto incremento en la participación del sector fabril en el
conjunto de la actividad económica del país, aspectos relevantes si se considera
la brusca retracción del empleo manufacturero en el cuarto de siglo señalado, así
como el agudo cuadro de desindustrialización que tuvo lugar.
Pero también, en un contexto signado por la falta de planificación industrial
(el “dólar alto” se constituyó en el núcleo determinante del “fomento industrial”,
en la medida que se aplicaron muy pocas políticas sectoriales, con reducida coor-
dinación), en la posconvertibilidad se afianzaron muchos rasgos críticos caracte-
rísticos de la trayectoria manufacturera bajo el predominio del neoliberalismo, al
tiempo que se manifestaron otros “nuevos”. Entre otras tendencias en ese sentido
se resaltan las siguientes:
1* En este trabajo se recuperan y amplían los desarrollos analíticos de un estudio previo de los
autores que fue publicado en Problemas del Desarrollo, Nº 170, México, 2012.
2 Sobre las características del “modelo de valorización financiera y de ajuste estructural” y el
régimen de convertibilidad se recomienda consultar los estudios de Basualdo (2006) y Diamand
y Nochteff (1999).
55
• la ausencia de modificaciones significativas en el perfil de especialización
fabril y de inserción en el mercado mundial, lo que se manifiesta principal-
mente en el afianzamiento de una estructura productiva sectorial muy volcada
al procesamiento de recursos naturales y el sector automotor de armaduría o
ensamblaje;
• la profundización de la dependencia tecnológica y el rezago histórico de la
industria nacional de bienes de capital;
• la incipiente manifestación de una dinámica de tipo stop and go en el desem-
peño comercial externo y, en ese marco, la existencia de déficits de comercio
en la industria. En los hechos, estos desequilibrios han sido “financiados” por
las divisas aportadas por un puñado de grandes empresas y grupos económicos
que se desempeñan mayoritariamente en actividades caracterizadas por un
bajo o nulo grado de procesamiento (como resultado de lo cual cuentan con
un significativo y creciente poder de veto sobre el funcionamiento estatal y,
más específicamente, sobre la formulación de políticas públicas); y
• la vigencia de costos laborales reducidos en términos históricos e internacio-
nales, lo que constituye el correlato –la condición de posibilidad– del ciclo de
acumulación y reproducción ampliada del capital de, fundamentalmente, los
agentes económicos predominantes, cuya conducta media ha manifestado la
creciente colocación de sus productos en los mercados externos (de allí que
el salario y el mercado interno no traccionen mayormente su expansión).
56 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
economía argentina en su conjunto) para, sobre esta base, contar con elementos de
juicio para avanzar en la formulación de un diagnóstico de situación que permita
delinear políticas públicas de carácter estratégico en numerosos sentidos3.
En ese contexto, el propósito de este trabajo es el de analizar la dinámica
de la extranjerización del poder económico industrial en la posconvertibilidad
teniendo como referencia ineludible lo sucedido en el transcurso de la década de
1990. También se apunta a reflexionar sobre algunos de sus principales efectos
en materia estructural, laboral, distributiva, de inserción en el mercado mundial y
regional, de potenciación (o no) de las capacidades tecno-productivas domésticas,
de imposición (o no) de rigideces en la formulación de políticas públicas, etc.
Para ello, en la próxima sección se analizan las principales características
del proceso de extranjerización de la elite empresaria fabril que tuvo lugar en el
transcurso del decenio pasado. Sobre esa base, en la sección siguiente se busca
identificar las principales diferencias estructurales y de comportamiento que se
manifiestan entre las diferentes fracciones del gran capital manufacturero. Cierran
el estudio unas breves reflexiones finales.
3 Son relativamente escasos los trabajos recientes que han tematizado estas cuestiones. Desde
diversos encuadres analíticos y metodológicos, es el caso de Arceo y De Lucchi, 2012; Arceo,
González y Mendizábal, 2010; Azpiazu, Manzanelli y Schorr, 2011; Azpiazu y Schorr, 2010b;
Bezchinsky y otros, 2007; Burachik, 2010; y PNUD, 2009.
4 “Un examen rápido de la estructura de productos y mercados de las principales EPM [empresas
productoras multinacionales] de la industria manufacturera indica que éstas tienden a concen-
trarse en industrias oligopólicas que ofrecen productos con marcas registradas, o diferenciados”
(Dunning, 1976). Véase también Graham, 1992; Hymer, 1972; y Vernon, 1973.
5 Se trata de las cien compañías manufactureras de mayor facturación anual del país de acuerdo
a la información relevada por el Área de Economía y Tecnología de la FLACSO a partir de los
balances empresarios y las revistas Mercado y Prensa Económica. Los criterios metodológicos
involucrados en la confección de este panel de corporaciones líderes se pueden encontrar en
Azpiazu, 1996; y Schorr, 2004.
6 Vale la pena introducir dos breves digresiones metodológicas respecto a ciertos supuestos implí-
citos que no invalidan los resultados de la confrontación entre las variables aludidas. Primero,
la consideración de que la facturación agregada de la cúpula fabril no difiere mayormente del
valor bruto de producción. En otras palabras, ello desatiende la posibilidad cierta de que las
ventas de las grandes firmas incluyan una proporción vinculada con la comercialización de bie-
nes finales importados y/o de producción de terceros (por ende, no serían parte constitutiva del
respectivo VBP). Sin embargo, como se desprende de investigaciones previas (Schorr, 2004),
a los fines analíticos la adopción de tal supuesto no afecta los resultados agregados respecto
a la trascendencia económica de la cúpula empresaria y, menos aún, su evolución durante el
horizonte temporal de análisis (o, en otras palabras, esas posibles diferencias son marginales en
el plano agregado). Segundo, cabría realizar consideraciones similares respecto a la incidencia
de la variación de stock o diferencias entre el valor de la producción en determinado año y su
realización efectiva –o no– en el mismo. En este caso se asume que la potencial discrepancia
asociada a las variaciones interanuales de stock resulta marginal o insignificante en términos
generales al cabo del período analizado. Sobre las diferencias entre la convertibilidad y la pos-
convertibilidad en materia de funcionamiento macroeconómico, y entre la trayectoria estructural
del sector manufacturero local en ambas fases, se recomienda consultar los trabajos de Azpiazu
y Schorr, 2008; CENDA, 2010; Fernández Bugna y Porta, 2008; y Kosacoff, 2008.
58 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
tido, de un indicador que refleja la presencia de las ventas de las empresas
transnacionales de la elite en el valor de la producción industrial, lo que no haría
más que constituir un indicador proxy de la concentración económica general de
la producción fabril en manos del capital foráneo (extranjerización).
Fuente: Elaboración propia en base a información del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO
y del INDEC.
60 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
asume una intensidad mucho más marcada en la posconvertibilidad, etapa en la
que la conjunción de una nueva relación cambiaria con escenarios internacionales
favorables para los principales productos de exportación, un alza significativa en
el precio de los commodities (incluyendo los industriales) y las propias estrategias
empresarias en un contexto sectorial signado por el afianzamiento estructural de
ramas vinculadas con el procesamiento de recursos básicos y la armaduría auto-
motriz7, pasaron a otorgarle a las ventas al exterior una importancia económica
muy superior8.
En síntesis, en cuanto al primer objetivo de análisis puede constatarse que la
gravitación sectorial de la cúpula industrial y de las corporaciones transnacionales
que la conforman es por demás trascendente y significativa, al tiempo que revelan
una clara tendencia creciente.
De allí que, en pos de abordar el segundo de los objetivos planteados, el recorte
analítico que supone centrar la atención en apenas cien firmas queda sólidamente
justificado por la importancia que asumen estos actores como núcleo central del
desempeño de la industria argentina en su conjunto.
A tal fin se procedió a segmentar a este panel de grandes compañías según las
diferentes tipologías empresarias que pueden reconocerse en su interior: las pri-
vadas nacionales, las empresas extranjeras y las asociaciones (en cuya propiedad
participan dos o más accionistas, por lo general de origen nacional y foráneo).
En el Cuadro Nº 2 se expone la configuración de la elite empresaria manu-
facturera según cada una de esas formas de propiedad en el período 1993-2010.
Estas evidencias ponen de manifiesto modificaciones radicales en la trayectoria
estructural de cada una de ellas que, por ejemplo, entre los años extremos y como
tendencia de largo plazo, se ven expresadas en un derrumbe de la presencia de
las corporaciones de capital nacional (de cincuenta y tres a veintiséis compañías
y casi quince puntos porcentuales en términos de su participación en las ventas
agregadas). En paralelo queda de manifiesto un incremento muy acentuado de la
gravitación de las compañías pertenecientes a inversores extranjeros: se duplica
la cantidad de empresas (de treinta y cinco a setenta) y su aporte a la facturación
total de la cúpula crece algo más de treinta y cuatro puntos porcentuales9.
Esos fenómenos contrapuestos, que en buena medida son dos caras de una
misma moneda, se caracterizan por ser sostenidos en el tiempo. De considerar
los promedios anuales, en el período 1993-2001 algo más de la mitad de los
montos facturados totales estuvieron en manos del capital extranjero, mientras
que el capital nacional dio cuenta de casi el 36% y las asociaciones del 12,0%.
Por su parte, en la fase 2003-2010 la participación de las firmas extranjeras en
las ventas totales se aproximó al 70%, frente a registros del 27,8% en el caso de
las empresas nacionales y de apenas el 3,6% en las asociaciones.
Así, durante la década de 1990, principalmente en la segunda mitad, converge
la disolución de importantes asociaciones, un notable proceso de desnacionali-
62 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
zación de firmas locales y la radicación fabril de unas pocas grandes empresas
extranjeras10. Es en esos años en los que se inicia con particular virulencia la cre-
ciente extranjerización de la elite fabril que se sostendrá en la posconvertibilidad,
claro que con ritmos menos intensos dado lo acelerado del proceso acaecido bajo
el régimen convertible11.
Además de diversos factores de índole estructural, este álgido proceso de des-
nacionalización del núcleo duro del poder económico fabril no estuvo disociado
de una serie de “estímulos” domésticos de “atracción” que ofrecieron, aun en un
contexto de desindustrialización como el del decenio de 1990, ciertas ventajas de
localización al capital transnacional enmarcadas en las amplias y muy variadas
prebendas derivadas de la Ley de Inversiones Extranjeras sancionada durante la
dictadura militar de 1976-1983 (Nº 21.382). Entre otras ventajas se destacan: a)
la puesta en práctica de políticas de tipo horizontal, entre las que sobresalen la
liberalización comercial y financiera, la “desregulación” de una amplia gama de
mercados, la extrema liberalización del régimen legal con el establecimiento de
distintas garantías y beneficios para los inversionistas extranjeros y la celebración
de numerosos tratados bilaterales de protección de la inversión que incluyeron
cláusulas “leoninas” para la Argentina y cedieron la jurisdicción a tribunales
internacionales; b) la decisión gubernamental de apoyar el Mercosur, con la
consiguiente ampliación de la demanda “interna” y la posibilidad de desplegar
estrategias de complementación productiva entre filiales radicadas en los países
miembro (sobre todo en Brasil); y c) la vigencia de importantes incentivos secto-
riales, como el régimen especial de promoción a la armaduría automotriz.
En la posconvertibilidad se mantuvieron muchas de estas ventajas para el
capital extranjero, al tiempo que se agregaron otras en un contexto de fuerte
expansión de la facturación de los oligopolios líderes a favor de su, en la genera-
lidad de los casos, elevada propensión exportadora12. En ese marco, el proceso de
10 En ese lapso temporal se produjo la disolución de tres asociaciones que operaban en el ámbito
automotor (Autolatina, Ciadea y Sevel), que conllevó la reasignación de la facturación de tal
tipología empresaria hacia empresas transnacionales como Peugeot-Citroën, Volkswagen, Fiat,
Ford y Renault. Algo similar ocurrió con la disolución de las asociaciones de capital contro-
lantes de Celulosa Argentina y Alto Paraná, que pasaron a constituirse en empresas extranjeras.
Por su parte, la sistemática disminución en la cantidad de firmas nacionales estuvo asociada,
fundamentalmente, a que ciertos grupos económicos se desprendieron de numerosas compañías
de su propiedad a favor de empresas de capital foráneo (entre otras, Astra, Bagley, Terrabusi,
Canale, Indupa, Atanor, etc.). A ello se suma la principal radicación fabril de una nueva empresa
extranjera en el ámbito del sector automotor (Toyota Argentina).
11 Sobre la magnitud y las modalidades del proceso de desnacionalización del entramado fabril
local durante la convertibilidad se recomienda consultar, entre otras, las investigaciones de
Basualdo, 2006; Kosacoff y Porta, 1997; y Kulfas, 2001.
12 Al respecto, vale la pena apuntar que continúa vigente la Ley Nº 21.382 y las múltiples pre-
bendas al capital extranjero que se desprenden de la misma y de diversas normas complemen-
tarias. También, que se mantuvieron, en algunos casos ampliando los beneficios concedidos,
los esquemas de privilegio para las terminales automotrices y los ensambladores de productos
electrónicos en Tierra del Fuego. Por otro lado, a partir de la sanción de la Ley Nº 25.924 se
puso en marcha un régimen de “promoción de inversiones en bienes de capital y obras de in-
fraestructura”, que derivó en una importante transferencia de ingresos a un puñado de grandes
empresas nacionales y extranjeras con posiciones oligopólicas en ramas predominantes del
sector industrial. Asimismo, se ha mantenido el régimen de importación de bienes integrantes
de grandes proyectos de inversión (un instrumento que data de la década de 1990 y que ha sido
usufructuado por muchas grandes empresas de capitales foráneos). Por último, cabe consignar
que siguen vigentes (fueron ratificados) cincuenta y cinco de los cincuenta y ocho tratados
bilaterales de inversión que el país suscribió en la década de 1990.
13 Ello contrasta con lo sucedido bajo la importante oleada desnacionalizadora que se verificó
a partir de fines de la década de 1950, como resultado de las políticas del llamado “desa
rrollismo”. En aquel entonces, con limitaciones e impactos negativos variados en lo económico
y lo social, la radicación de capital foráneo contribuyó a incrementar el stock de capital existen-
te (primaron, entonces, los procesos de inversión en nuevas plantas y las ampliaciones por sobre
las compras de empresas nacionales) y a redefinir el perfil de la economía doméstica, sobre todo
en el ámbito de la industria manufacturera. Un análisis de la extranjerización del sector fabril
durante el “desarrollismo” se puede consultar en Azpiazu y Kosacoff, 1985; CONADE, 1973;
y Sourrouille, 1976.
64 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Cuadro Nº 3. Principales firmas industriales desnacionalizadas durante la pos-
convertibilidad.
Año
Firma Sector Adquirente País
operación
Peñaflor Bebidas 2002 DLJ Fondo inversión
Trigaglia Molino harinero 2002 Cargill EE.UU.
Molfino Hermanos Lácteo 2003 Saputo Inc Canadá
Alimentos Fargo Panificación industrial 2003 Bimbo México
Petróleo, refinerías de
Pecom Energía 2003 Petrobras Brasil
petróleo, petroquímica
Quilmes (más Baesa
Bebidas 2003 AmBev* Brasil
y Eco de los Andes)
Acindar Siderurgia 2004 Gerdau** Brasil
Finexcor Frigorífico 2005 Cargill EE.UU.
Loma Negra Cemento 2005 Camargo Correa Brasil
Swift Armour Frigorífico 2005 JBS Friboi Brasil
CEPA y Colonia
Frigorífico 2006 JBS Friboi Brasil
Caroya (COLCAR)
Zucamor Envases cartón 2005 DLJ Fondo inversión
Unisol Calzado deportivo 2005 Puma Alemania
AB&P, Estancias del
Frigorífico 2007 Marfrig Brasil
Sur y Best Beef
Alpargatas Textil Textil 2007 Camargo Correa Brasil
Editorial Atlántida Editorial 2007 Televisa México
Quickfood Frigorífico 2007 Marfrig Brasil
Bieckert, Imperial
Bebidas 2008 CCU Chile
y Palermo
Curtiembre Yoma Curtiembre 2008 Bom Retiro Brasil
Moño Azul Frigorífico de frutas 2008 GF Group SPA Italia
Glaxo Smith
Phoenix Laboratorio 2010 Gran Bretaña
Kline
Milkaut Lácteo 2011 Bongrain Francia
Privada
Extranjera Asociaciones Total
nacional
Cant. % Cant. % Cant. Cant.
% expo % expo
emp. expo emp. expo emp. emp.
1993 53 54,4 35 30,5 12 15,2 100 100,0
1994 45 52,7 39 32,0 16 15,3 100 100,0
1995 46 51,9 37 31,0 17 17,1 100 100,0
1996 43 50,0 47 45,3 10 4,7 100 100,0
1997 38 42,6 52 51,7 10 5,7 100 100,0
1998 35 32,4 56 59,7 9 7,8 100 100,0
1999 33 38,8 57 53,0 10 8,2 100 100,0
2000 33 36,8 56 55,7 11 7,5 100 100,0
2001 34 32,6 53 58,2 13 9,2 100 100,0
2002 33 37,2 59 59,9 8 2,9 100 100,0
2003 33 33,4 60 59,7 7 6,9 100 100,0
2004 30 32,9 61 60,0 9 7,1 100 100,0
2005 31 32,4 64 63,1 5 4,5 100 100,0
2006 27 32,2 68 63,6 5 4,2 100 100,0
2007 26 31,6 69 65,2 5 3,2 100 100,0
2008 26 30,9 70 64,9 4 4,2 100 100,0
2009 24 31,8 72 65,0 4 3,2 100 100,0
2010 26 29,0 70 68,1 4 2,8 100 100,0
Prom.93-01 40 41,8 48 49,0 12 9,2 100 100,0
Prom.03-10 28 31,5 67 64,4 5 4,2 100 100,0
66 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Al respecto, de acuerdo a los datos aportados por el Cuadro N° 4, las corpo-
raciones transnacionales explicaron, en 2010, el 68,1% de las exportaciones de
la cúpula fabril. Lo que equivale a un incremento de casi treinta y ocho puntos
porcentuales en cuanto a su presencia en las ventas externas de la elite con res-
pecto a los registros de 199314.
En suma, el supuesto teórico de que las firmas extranjeras suelen radicarse en
las formas de mercado oligopólicas, planteado por Dunning (1976), parece ser
constatado, aunque indirectamente, por la realidad económica argentina a través
de dos mecanismos retroalimentados: el aumento de la concentración económica
en general en la industria manufacturera (que es a la vez difusor de formas de
integración horizontal y vertical, así como de situaciones de “precio líder” –Sylos
Labini, 1966–) y el acelerado proceso de extranjerización en ese creciente poder
económico industrial15.
Para acceder a una visión más abarcadora del comportamiento de las dife-
rentes fracciones que integran la elite empresaria industrial de la Argentina en la
posconvertibilidad, en esta parte de la investigación se analizan las principales
diferencias estructurales y de performance que se manifiestan entre las grandes
firmas extranjeras, las nacionales y las asociaciones.
Por la naturaleza de la información disponible, en este apartado el estudio
no se focaliza en el universo conformado por las cien firmas líderes, sino en el
integrado por las compañías del sector manufacturero que integran los paneles
de la Encuesta Nacional a Grandes Empresas (ENGE) que elabora el INDEC
con periodicidad anual16. Naturalmente, no se trata de universos empresarios
68 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Participación en las utilidades totales (%) 16,1 4,5 79,3 100,0
Participación en la ocupación total (%) 35,1 9,0 55,9 100,0
Participación en los salarios totales abonados (%) 25,9 7,4 66,7 100,0
Participación en la inversión bruta fija total (%) 18,7 4,4 76,9 100,0
Participación en las exportaciones totales de
18,6 7,6 73,8 100,0
bienes (%)
Participación en las importaciones totales de
13,0 5,1 81,9 100,0
bienes (%)
Saldo de balanza comercial (%) 21,0 8,7 70,4 100,0
Tamaño medio por empresa según valor de
55,5 78,6 130,0 100,0
producción (total = 100)
Productividad (índice total = 100) 46,8 62,9 139,3 100,0
Salario medio (índice total = 100) 73,9 81,9 119,3 100,0
Productividad/salario medio (total = 100) 63,4 76,8 116,8 100,0
Participación de los salarios en el valor agregado
27,5 22,7 14,9 17,4
total (%)
Superávit bruto de explotación por ocupado
41,1 58,9 143,5 100,0
(total = 100)
Requerimiento de empleo (total = 100)** 184,6 129,5 75,5 100,0
Tamaño medio por empresa según cant. de
102,5 101,9 98,2 100,0
ocupados (total = 100)
Tasa de inversión*** (%) 12,5 8,6 10,8 11,0
Coeficiente de exportaciones**** (%) 37,8 42,2 38,4 38,5
Coeficiente de importaciones***** (%) 7,8 8,3 12,5 11,3
Coeficiente de apertura global****** (%) 45,6 50,5 50,9 49,9
Tasa de utilidades sobre valor de producción (%) 9,3 7,1 11,7 10,9
Tasa de utilidades sobre valor agregado (%) 33,4 27,1 34,6 34,0
* Las empresas nacionales son aquellas con participación mayoritaria de capitales nacionales en la
estructura accionaria de la firma (puede incluir hasta un 10% de participación de capital de origen
extranjero); las asociaciones son aquellas en las que la participación accionaria del capital extranjero
es mayor al 10% y menor o igual al 50%; las empresas extranjeras son aquellas con participación
superior al 50% de capitales extranjeros. Para calcular los promedios anuales todos los datos mone-
tarios fueron deflactados por los precios mayoristas correspondientes al año 2009.
** Cantidad de empleo que se genera por unidad de producción.
*** Medida como el cociente entre la inversión bruta fija y el valor agregado.
**** Medido como el cociente entre las exportaciones y la producción.
***** Medido como el cociente entre las importaciones y la producción.
****** Surge de la suma entre los coeficientes de exportaciones y de importaciones.
Fuente: Elaboración propia en base a tabulados especiales de la Encuesta Nacional a Grandes Em-
presas, INDEC.
18 La información que consta en el Cuadro Nº 5 indica que la retribución media de los obreros
ocupados en las firmas controladas por capitales extranjeros fue un 45,6% superior que la que
se verificó en las asociaciones y se ubicó un 61,4% por encima de la abonada en las empresas
nacionales.
70 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
lizado19, o en que la cantidad promedio de asalariados por firma que se verificó
en las extranjeras fue inferior al prevaleciente tanto en las nacionales como en
las asociaciones.
Así, la reproducción en el ámbito local, aun a muy diferente nivel, de los
estándares económico-tecnológicos prevalecientes en los países de origen de las
filiales locales, así como la inserción sectorial de éstas en el sector manufacturero
doméstico, deriva en escalas y funciones de producción mucho más capital-inten-
sivas que las de sus similares nacionales. Máxime cuando para las corporaciones
internacionales prácticamente no existen rigideces (ni financieras, ni de otro tipo)
que condicionen o limiten la adopción de aquellas tecnologías que les garanticen
el más apropiado sendero de acumulación y reproducción ampliada del capital en
el nivel local, así como en lo que concierne a su inserción a escala mundial y/o
regional a partir de las posibilidades que ofrece un país como la Argentina.
Si bien tuvieron un peso decisivo en la formación de capital realizada en
conjunto por las corporaciones fabriles de la ENGE, la información que brinda el
Cuadro N° 5 indica que la tasa de inversión (sobre valor agregado) de las empre-
sas extranjeras del panel fue apenas levemente superior al total. Ello, a pesar de
que el nivel de apropiación del excedente por parte de las transnacionales superó
holgadamente al del resto de las firmas del panel. Y en consonancia con la asig-
nación de tales recursos a, entre otros rubros, la remisión al exterior de utilidades
y dividendos, el pago de honorarios y regalías, y la fuga de capitales por diversas
vías (manejo discrecional de los montos de exportaciones y/o importaciones en
operaciones intracorporativas, cancelación total o parcial de créditos concedidos
por la propia casa matriz y/o alguna subsidiaria radicada en otro país, etc.). La
reticencia a invertir también podría estar asociada a su inserción mayoritaria en
mercados industriales oligopólicos y al hecho de haber alcanzado por distintos
motivos cierto grado de madurez tecno-productiva que no demanda inversio-
nes de relativa importancia para mantener su posicionamiento competitivo en
el mercado interno y en el subregional (sobre todo cuando estos actores poseen
un poderío ostensible en materia de fijación de precios). Adicionalmente, a las
necesidades de las casas matrices, dado que en la búsqueda por minimizar sus
costos absolutos a escala mundial, sus estrategias muchas veces no coinciden con
las “expectativas racionales” que supone la coyuntura local ni la de cualquiera
de los países en los que operan, individualmente considerados.
Sobre estos temas, los datos aportados por los Gráficos N° 1 y 2 son con-
tundentes en indicar que en la posconvertibilidad, en el marco de una fuerte
ampliación de la demanda (local e internacional) y de una considerable transfe-
19 Como se desprende de las evidencias presentadas, en las corporaciones extranjeras dicho coefi-
ciente (que mide la cantidad de empleo que se genera por unidad de producción) fue un 41,7%
más bajo que en las asociaciones y un 59,1% inferior que el que caracterizó a las controladas
por inversores nacionales.
129,2
130,0 6,0
5,5
50,0 3,0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Convertibilidad Posconvertibilidad
* Se trata de las empresas industriales de la cúpula con participación accionaria de capitales extranjeros superior al 50%.
Nota: los costos laborales surgen de deflactar el salario promedio por el índice de precios mayoristas (IPIM) de los productos manufacturados,
* Se mientras
trata de quelas empresases industriales
la productividad de laentre
la resultante del cociente cúpula
el valorcon participación
agregado accionaria
a precios constantes (deflactadode
por capitales
IPIM productosextran-
jeros superior al 50%. manufacturados) y la cantidad de personal ocupado asalariado.
Fuente: elaboración propia en base a tabulados especiales de la Encuesta Nacional a Grandes Empresas, INDEC.
Nota: los costos laborales surgen de deflactar el salario promedio por el índice de precios mayoristas
(IPIM) de los productos manufacturados, mientras que la productividad es la resultante del coeficiente
entre el valor agregado a precios constantes (deflactado por IPIM productos manufacturados) y la
cantidad de personal ocupado asalariado.
Fuente: Elaboración propia en base a tabulados especiales en la Encuesta Nacional a Grandes Em-
presas, INDEC.
20 En el año 2009 la tasa de explotación de los trabajadores de las empresas extranjeras industria-
les que integran la ENGE fue un 43,1% más elevada que en 1993 y un 34,2% más alta que en
2001 (Gráfico Nº 1).
21 De la investigación de Azpiazu y Manzanelli, 2011, y Manzanelli, 2011, surge que la relativa
reticencia inversora no es privativa del capital foráneo que se desenvuelve en el país, sino que
también caracteriza a buena parte de las grandes empresas nacionales.
72 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
En términos más específicos, si bien el margen medio de beneficios (utili-
dades sobre valor agregado) de las firmas extranjeras del sector manufacturero
que integran la ENGE fue del 34,6% en 2003-2009, la tasa de inversión (inver-
sión bruta sobre valor agregado) alcanzó el 10,8% en el mismo período, lo que
manifiesta una baja reinversión de utilidades (Gráfico Nº 2). Esta “reticencia
inversora” refuerza lo argumentado anteriormente en cuanto al muy reducido
impacto del proceso de extranjerización reciente sobre la ampliación de las capa-
cidades productivas locales (dada la significación asumida por la centralización
del capital).
26,1
25,0 22,4
20,5
18,6 19,4
20,0
14,8 13,7
15,0 16,1
16,0 10,5
9,8
10,0 12,9
6,0
9,0 10,0
5,0
3,1 2,5
0,0
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Convertibilidad Posconvertibilidad
* Se trata de las empresas industriales de la cúpula con participación accionaria de capitales extranjeros superior al 50%.
* Se trata deFuente:
las empresas industriales
elaboración propia de la cúpula
en base a tabulados condeparticipación
especiales accionaria
la Encuesta Nacional de capitales
a Grandes Empresas, INDEC.extran-
Fuente: Elaboración propia en base a tabulados especiales de la Encuesta Nacional a Grandes Em-
presas, INDEC.
Esto aporta algunos elementos de juicio en relación con los argumentos fre-
cuentemente utilizados para destacar la importancia de una presencia difundida de
actores foráneos en el país. De acuerdo a esta visión, dicha situación contribuiría
a modernizar la estructura productiva dado que las empresas extranjeras tendrían
una elevada propensión a invertir asociada a la introducción de bienes de capital
de alta complejidad tecnológica, así como a la realización de importantes gastos
22 Ante la ausencia de políticas activas que induzcan lo contrario, es habitual que las empresas
extranjeras que se desenvuelven en el país externalicen sus áreas de ingeniería local, reempla-
zándolas por la incorporación de tecnología importada y casi sin desarrollo nacional alguno.
Naturalmente, esto disminuye los de por sí escasos vínculos de estas firmas con el entramado
local de proveedores y/o subcontratistas y agudiza la problemática de la dependencia tecno-
lógica (Ortiz y Schorr, 2009; CEPAL-SECyT-INDEC, 2003; y Schorr y Castells, 2012). Estas
tendencias se ven potenciadas por el hecho de que en los grandes proyectos de inversión patro-
cinados por el gobierno nacional y/o por los provinciales suelen resultar favorecidos capitales
extranjeros cuyas inversiones vienen “atadas” a la provisión de equipamiento procedente del
exterior (con mayor incidencia en los rubros de más valor agregado). Y también por la vigencia
de instrumentos de “promoción industrial” que desalientan la producción nacional de bienes de
capital y otros segmentos complejos en los que existe masa crítica en el país. Es el caso de los
mencionados regímenes de tratamiento preferencial para las terminales automotrices y las
empresas ensambladoras de bienes electrónicos en Tierra del Fuego, así como el esquema
promocional instituido a través de la Ley 25.924 y el que habilita la importación de bienes
integrantes de grandes proyectos de inversión.
74 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
rubros manufactureros donde las exportaciones y/o las importaciones tienen un
peso relevante en la producción total (por ejemplo, la elaboración de alimentos y
otros productos derivados de la explotación agropecuaria, el armado de vehículos
automotores, la fabricación de productos químicos y la producción siderúrgica).
O dado que se trata en muchos casos de filiales de empresas transnacionales, esa
mayor exposición al comercio mundial puede responder al proceso de integración
y/o de complementación productiva y comercial en el nivel internacional o regio-
nal de la respectiva casa matriz, así como a la distribución de áreas de mercado
entre sus diferentes filiales en el exterior (tal el caso de muchas firmas vinculadas
a la industria alimenticia y a la de automóviles y sus partes).
Finalmente, cabe realizar unas breves consideraciones adicionales sobre la
rentabilidad de las diferentes fracciones del capital concentrado del sector manu-
facturero. Como se vio, las empresas controladas por accionistas foráneos fueron
las que registraron los mayores márgenes brutos de explotación y en las que los
capitalistas se apropiaron de una proporción superior del excedente generado por
los trabajadores, en el contexto de una propensión inversora relativamente débil.
De allí que no resulte casual que constituyan el segmento de las líderes fabriles
que en el período bajo estudio registró las mayores tasas de beneficio: cualquiera
sea el indicador que se considere (utilidades sobre valor de producción o respecto
del valor agregado), las firmas extranjeras presentaron márgenes de ganancia más
elevados que el resto de las tipologías empresarias (ver Cuadro Nº 5).
Sobre el particular, merece señalarse que las tasas de rentabilidad de las
compañías extranjeras pueden estar subestimando los beneficios reales, dado
que estos actores suelen desplegar distintos mecanismos de transferencia del
excedente generado en el nivel doméstico. En tal sentido, y para ejemplificar, se
destaca el establecimiento de precios de transferencia entre las filiales locales y
sus casas matrices en el exterior y/o subsidiarias de la misma matriz radicadas en
otro país: por caso, vía la sobrefacturación de importaciones, la subfacturación
de exportaciones o la cancelación de líneas crediticias (en rigor de autoprésta-
mos). También, como en ciertas empresas que son controladas por algunos de
los principales conglomerados extranjeros que actúan en el país, la posibilidad
de realizar traslaciones de ingresos entre las distintas firmas que forman parte del
complejo empresario a partir de, entre otras prácticas, la instrumentación de
subsidios cruzados y el aprovechamiento de los beneficios derivados de la inte-
gración vertical y/u horizontal de las actividades.
En definitiva, el conjunto de los desarrollos analíticos que anteceden permiten
concluir que, luego del intenso proceso de extranjerización acaecido en la década
de 1990, en la posconvertibilidad se consolidó el predominio transnacional en la
industria argentina. Se trata de un actor que cuenta con un considerable poderío
económico y variadas capacidades de veto que se reforzaron en los últimos años
en el marco de múltiples acciones y omisiones estatales. Esto se vincula con un
conjunto de aspectos críticos, entre los que interesa destacar tres.
23 De todos modos, no debe soslayarse que se trata de los principales generadores de divisas a
partir de su presencia determinante en sectores ligados al aprovechamiento de ventajas compa-
rativas estáticas y a la privilegiada armaduría automotriz.
76 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
IV. Reflexiones finales
24 En una línea similar, en Azpiazu y Schorr (2010b) se concluye que “la notable extranjerización
de la economía doméstica expresa la ostensible debilidad del gran capital local. Se trata de
una fracción que, ante su incapacidad de competir con el capital extranjero, ha desplegado una
estrategia que la ha llevado a resignar porciones importantes de la estructura económica en un
contexto de repliegue hacia ámbitos productivos ligados al procesamiento de recursos básicos
relacionados con la ‘vieja’, pero sumamente actual inserción del país en la división internacional
del trabajo, la que tiene en los salarios bajos un dato estructural. Así, en su internacionalización
subordinada, estos sectores han renunciado a encarar un proyecto susceptible de impulsar la
reindustrialización sobre la base del desarrollo y el control de nuevas capacidades productivas
que puedan recrear y/o potenciar las ventajas dinámicas de la economía local, como mecanismo
para hacer viable una sociedad más inclusiva e igualitaria. De allí que se encuentren en las
antípodas de lo que constituiría una genuina burguesía nacional. De modo que en la actualidad,
pese a ciertas construcciones discursivas, hay mucha empatía en el proyecto de país del capital
extranjero y del gran capital nacional. El problema es que ello supone profundizar un perfil
de especialización sumamente regresivo y una inserción pasiva y subordinada en el mercado
• Dado que en las ramas en las que están insertas las firmas extranjeras controlan
una proporción muy importante de la producción y que, en muchos casos, pre-
sentan un alto grado de diversificación y/o integración vertical y/u horizontal
de sus actividades, es imprescindible que se realice un control estricto del
comportamiento empresario, con la finalidad de prevenir la implementación
de distintos tipos de prácticas de carácter abusivo con implicancias negativas
sobre la distribución del ingreso en diferentes niveles (funcional, al interior de
los complejos productivos, etc.). En este sentido, resulta necesario asegurar
el cumplimiento efectivo de la legislación de defensa de la competencia que
existe en el país (Ley Nº 25.156), así como avanzar hacia una legislación anti-
monopólica más abarcativa del fenómeno de la centralización del capital.
• Sería auspicioso instrumentar un registro de inversores y empresas foráneas,
dada la permisividad de la legislación vigente en lo que se refiere a la remisión
de utilidades y la repatriación de capitales. También, un conjunto de medidas
tendientes a reducir lo más posible la considerable propensión importadora
que caracteriza a las firmas extranjeras, así como el constante drenaje de di-
visas que realizan (giro de utilidades, pago de regalías e intereses, etc.). Todo
ello, vía el establecimiento de limitaciones al giro de utilidades, la imposición
de niveles mínimos de las ganancias que deben reinvertirse en el país con
vistas a la generación de superiores capacidades productivas (priorizando el
abastecimiento de equipos, insumos y conocimientos generados en el ámbito
local), el cumplimiento del “compre nacional” y el desarrollo de proveedores
locales (sobre todo en aquellas industrias en las que existe masa crítica de
producción nacional)26.
78 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
• Dado que una de las formas tradicionales con las que las empresas extranjeras
reasignan el excedente a nivel corporativo está vinculada con la fijación de
precios de transferencia, el establecimiento de un estricto control sobre tal tipo
de prácticas debería constituir un objetivo central de la política económica.
Más aún cuando tales conductas tienen importantes efectos negativos sobre
las cuentas fiscales y el sector externo (fuga de capitales encubierta).
• Las empresas transnacionales conservan en sus países de origen una propor-
ción abrumadoramente mayoritaria de sus gastos e inversiones en materia de
Inversión y Desarrollo (I y D), de allí que deberían contemplarse medidas
que se orienten a incrementar los hoy insignificantes niveles de inversión en
I y D en el país.
• Por la elevada extranjerización del aparato productivo local, y considerando
que buena parte de la inversión extranjera directa se dirigió hacia rubros
que se ubican en las primeras etapas del procesamiento (con escasas articu-
laciones con el resto del entramado económico), habría que estimular una
mayor agregación de valor en el país. Esto, para propiciar un nuevo perfil de
especialización menos ligado al aprovechamiento de recursos naturales y más
vinculado con actividades ubicadas al final del proceso productivo.
• Ante las restricciones y las rigideces que imponen, habría que denunciar los
numerosos Tratados Bilaterales de Inversión suscriptos bajo la hegemonía
neoliberal (países como Bolivia y Ecuador han avanzado en esta línea).
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rización y propuestas para el desarrollo
sectorial en el escenario de la poscon-
vertibilidad”, Área de Economía y Tec-
nología de la FLACSO, Documento de
Trabajo Nº 24, Buenos Aires.
I. Introducción
E
l fenómeno de la inflación reciente en la economía argentina ha suscitado,
por su importancia, la preocupación de vastos núcleos académicos. El
intenso reacomodamiento de los precios relativos tras la megadevaluación
de 2002 y, particularmente, la aceleración del nivel general de precios a partir de
2007 fueron los períodos más álgidos de esta problemática y, como tales, se han
constituido en el centro de atención de varias investigaciones. Seguramente ello
sea uno de los pocos consensos, dado que las diferentes interpretaciones que se
ensayaron sobre los factores explicativos del proceso inflacionario estuvieron
sesgadas por los diversos posicionamientos en el campo del conocimiento y el
herramental teórico a éstos asociados, a lo cual habría que agregar la adscripción
político-ideológica de los distintos autores.
De allí que no debiera llamar la atención que las visiones insertas en la escuela
neoclásica encuentren en la expansión del gasto público y la emisión monetaria a
los motores aceleradores de la inflación, generando desequilibrios entre la oferta
y la demanda (Bour, 2011). Por su parte, aunque pertenecientes a otra corriente
del pensamiento económico, Damill y Frenkel (2009) con otros razonamientos no
arriban a conclusiones tan divergentes. Según estos investigadores un régimen de
tipo de cambio elevado y competitivo adopta un sesgo expansivo en la demanda
agregada y, por ende, en los precios, a menos que sea contenido mediante una
1* La versión original de este trabajo se culminó en diciembre de 2012 y fue publicada en Reali-
dad Económica, Nº 273, Buenos Aires, 2013.
83
política monetaria y fiscal restrictiva (la ausencia de esta última es una de sus
críticas principales a la estrategia macroeconómica en curso).
En otro estudio, Amico y Fiorito (2010) refutan esta caracterización y sostie-
nen que “la dinámica de la demanda agregada tiene escasa o nula significación
para explicar las variaciones de la tasa de inflación”. Y advierten que la política
propuesta por Damill y Frenkel “puede tener impactos negativos en el ritmo de
crecimiento y de generación de empleo”.
En línea con muchas contribuciones del campo de la heterodoxia económica,
los miembros del CENDA (2010) encontraron en la “inflación importada” al
principal factor causal del fenómeno2. Es decir, el notable incremento de los
precios internacionales de los commodities implicó un aumento directo de los
precios de los alimentos y las materias primas, que resultó amplificado por el
“dólar alto” y la imposibilidad de incrementar las retenciones a los principales
productos exportados por la Argentina. Desde esta visión, dichas subas luego se
transmitieron a los precios de la industria “mercado-internista” a través de las
variaciones de los costos y, en parte, de los salarios (que se elevaron para com-
pensar el aumento de los bienes de consumo).
Finalmente, en este recorrido acotado y por demás esquemático a través de
las visiones más salientes del proceso inflacionario reciente, cabe apuntar el posi-
cionamiento del Plan Fénix (2012), que ha procurado ahondar en las raíces del
problema, aunque sin encarar un análisis empírico. Entre los principales factores
impulsores del aumento de precios se destacan: a) el incremento de los precios
relativos de alimentos, energía y otros insumos en el mercado mundial; b) las
deficiencias en la tasa de formación de capital, así como en su asignación; c) las
serias inequidades persistentes en el sistema tributario; y d) la puja distributiva
y el comportamiento de los grandes formadores de precios.
Es indudable que los aportes provenientes de la vertiente heterodoxa consti-
tuyen avances relevantes en la compleja aprehensión de las causas variadas que
indujeron la aceleración de los precios en la posconvertibilidad (en particular en
el discurrir de la segunda mitad del decenio de 2000). Pero no se debería sosla-
yar que son muy escasas las contribuciones que se han preocupado por abordar
empíricamente la cuestión y discernir sobre las implicancias del grado de oligopo-
lización en la elevación de los precios internos. Y por ende, como fuera expuesto
por Kalecki, sobre los efectos que ello tiene en las transferencias del excedente
que se derivan del poder dominante que detentan y ejercen las fracciones más
concentradas del capital3.
2 Véanse también los aportes de Abeles, 2009; Amico y Fiorito, 2010; Asiain, 2011; y Porta y
Sanches, 2012, aunque en este último trabajo se adiciona como elemento explicativo las rigi-
deces de oferta que son convalidadas por la puja distributiva. Adicionalmente, vale reparar en
Kulfas, 2009, desde la perspectiva de la “inflación estructural”.
3 El trabajo de Asiain intenta aproximarse a los efectos de la concentración en el proceso infla-
cionario y llega a la conclusión, observando datos de sectores agregados (a dos dígitos), que
84 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Precisamente, en un texto clásico de la literatura económica, el autor polaco
aludido demostró cómo en los mercados altamente concentrados el precio esta-
blecido por las empresas oligopólicas (p) tiende a ser más elevado en relación
con el costo medio unitario que el de las restantes firmas, con sus consiguientes
derivaciones en materia de apropiación de ganancias extraordinarias. En sus
palabras: “El precio medio p es proporcional al costo primo unitario medio ū,
dado el grado de monopolio; si éste aumenta, p se eleva con relación a ū …
En consecuencia, los ingresos brutos y los costos primos guardan entre sí una
relación estable, creciente o decreciente según cambie el grado de monopolio”
(Kalecki, 1956 [1995]).
A esta situación Sylos Labini la denominó “price leadership”, pero estable-
ciendo algunas limitaciones de importancia: por un lado, si bien sólo las gran-
des empresas tienen poder de fijación del precio, las otras pueden influir por
medio de las variaciones en las cantidades que producen; por otro, ya sea que
los oligopolios suban o bajen el precio (en este último caso, con la intención de
eliminar firmas medianas o pequeñas), siempre deben considerar la posibilidad
cierta de que nuevos actores puedan encontrar lucrativa su inserción en el mer-
cado. Es por ello que concluye que “el poder que tienen las grandes empresas
para regular directamente el precio tiene sin embargo efectos notables; si es usado
influye en las propias características del equilibrio que se forma en el mercado
oligopolístico” (Sylos Labini, 1966).
Las diversas estrategias de las grandes corporaciones persiguen, por ende, el
sostenimiento de las barreras al ingreso en los mercados en los que operan, de
forma tal de sostener su condición oligopólica y las ganancias extraordinarias
que se derivan de su posición dominante4. Tales barreras al ingreso resultan
principalmente de las economías de escala de cualquier naturaleza (de produc-
ción, distribución, ventas, técnicas, etc.), aunque también de las ventajas abso-
lutas de costos (atribuidas al control de los métodos de producción, insumos y/o
equipamientos, al usufructo de privilegios institucionales de diversa índole, etc.)
y de las ventajas de diferenciación (derivadas de las marcas registradas, patentes
de diseño, innovación de productos, etc.)5.
hasta 2008 “el incremento de los márgenes como hipótesis explicativa de la inflación parece ser
insuficiente” (Asiain, 2011). Sin embargo, con la metodología desplegada por este autor no se
puede inferir tal conclusión puesto que la agregación de datos que maneja no permite captar la
importante heterogeneidad estructural existente, ni las transferencias de excedente que ocurren
en los planos inter e intra-mercados en términos de la relación capital-capital.
4 A juicio de Sylos Labini (1966): “Es correcto afirmar que los beneficios, superiores al mínimo,
que reciben las empresas mayores tienen un carácter diferencial. Ahora bien, tales beneficios
pueden admitirse también en el caso de la competencia. Pero hay una diferencia sustancial entre
los dos tipos de beneficio: los de competencia son debidos a ‘disensiones’ y son transitorios;
los oligopolistas son debidos, en cambio, a características estructurales y son permanentes”.
5 Al respecto, consúltese Bain, 1956; Nochteff, 1994; Possas, 1985; y Sylos Labini, 1966. A su
vez, cabe traer a colación una observación de Merhav, quien estudiando las relaciones entre
subdesarrollo, tamaño del mercado y dependencia tecnológica, señaló que “la dependencia
tecnológica provoca el surgimiento de una estructura monopólica debido a que las escalas de
producción que deben adoptarse para permitir la introducción de los métodos modernos de
producción son grandes en relación con el tamaño del mercado” (Merhav, 1972).
6 “Los precios pueden ser fijados en un nivel lo suficientemente por encima de los costos precisa-
mente porque existen barreras a la entrada previamente, en una intensidad que es representada
por los márgenes de beneficio” (traducción propia).
7 Esta brevísima digresión teórica no pretende abarcar integralmente, ni mucho menos ser ex-
haustiva en cuanto a los aportes teóricos que buscaron entender el fenómeno de la formación
de precios por parte de los oligopolios. Por ejemplo, en el campo de las motivaciones de la
política de precios algunos estudios han precisado diversos factores significativos, tales como
la obtención de una tasa de ganancia deseada de largo plazo, mejorar la posición en el mercado,
subordinar los precios a la diferenciación de producto, asegurar el autofinanciamiento de la
inversión para expandir la capacidad productiva, etc. (a título ilustrativo, véase Gonçalves da
Silva, 2003; y Possas, 1985).
8 En Azpiazu, Manzanelli y Schorr (2011) se pueden encontrar los elementos que, en su interac
ción, permiten dar cuenta del intenso proceso de concentración económica que tuvo lugar en el
sector manufacturero y en el conjunto de la economía argentina en el transcurso del decenio de
1990 y en la posconvertibilidad. Véase también el estudio “La extranjerización de la industria
argentina en la posconvertibilidad. Un análisis del poder económico sectorial” que integra esta
compilación.
86 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Gráfico N° 1. Concentración industrial: evolución del peso de las ventas de las
cien firmas industriales de mayor facturación anual en el valor bruto de pro-
ducción de laConcentración
Gráfico N�1. industria manufacturera, 1993-2010
industrial: evolución del peso de(en porcentajes).
las ventas de las 100 firmas
industriales de mayor facturación anual en el valor bruto de producción de la industria
manufacturera, 1993-2010 (porcentajes)
50
46,4 Posconvertiblidad (03-10)
40,2%
45
42,1 41,4
40
Porcentaje
35 33,5
35,3
30
26,7
Convertibilidad (93-01)
31,9%
25
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
Fuente: elaboración propia en base a información del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO y de la Dirección
Nacional de Cuentas Nacionales.
Fuente: Elaboración propia en base a información del Área de Economía y Tecnología de la FLACSO
y de la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
9 Si bien en la próxima sección se ahonda en la materia, vale señalar que esta forma de “recor-
tar” al sector industrial en términos analíticos reconoce una vasta trayectoria en los estudios
realizados en el país sobre la problemática de la concentración de la producción fabril. Véase
Azpiazu, 1998 y 2011; Azpiazu y Khavisse, 1983; CEPAL, 1988; y CONADE, 1973.
88 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
muy dinámico e intenso proceso inflacionario en una fase de fuerte expansión
económica. Cierran el trabajo unas breves reflexiones finales.
90 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
• Ramas Altamente Concentradas (RAC): aquellas en las que los ocho mayores
locales generan más del 50% del valor de la producción.
• Ramas Medianamente Concentradas (RMC): aquellas en las que los ocho
mayores locales explican entre el 25% y el 50% del valor de la producción.
• Ramas Escasamente Concentradas (REC): aquellas en las que los ocho mayo-
res locales explican menos del 25% del valor de la producción de la rama15.
300
=100
250
200
150
100
50
0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Fuente: elaboración propia en base a información del INDEC, el CNE'04-05 y Azpiazu (2011).
Fuente: Elaboración propia en base a información del INDEC, el CNE 04-05 y Azpiazu, 2011.
92 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
altamente concentradas o, en otros términos, que en la posconvertibilidad tuvo
lugar una importante traslación de ingresos desde las manufacturas en las que
tienden a prevalecer morfologías de mercado más o menos competitivas hacia
los rubros oligopólicos.
92,5 91,6
89,4 90,5 89,5 90,2 89,4
90 87,5
86,8 89,9
88,9 88,6 88,2 88,7
87,0
83,4 81,2
84,4
80
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
*REC = Ramas Escasamente Concentradas; RMC = Ramas Medianamente Concentradas; RAC = Ramas
Altamente Concentradas.
*REC=Ramas Escasamente Concentradas;
Fuente: elaboración RCM=Ramas
propia en base Medianamente
a información del Concentradas;
INDEC, el CNE'04-05 y Azpiazu (2011).RAC=Ramas
Altamente Concentradas.
Fuente: Elaboración propia en base a información del INDEC, el CNE 04-05 y Azpiazu, 2011.
Sobre esta visión general, cabe ahora adentrarse en las diferentes sub-etapas
que pueden identificarse a partir del desenvolvimiento que asumió la formación
de precios en el sector fabril doméstico. Las evidencias que constan en el gráfico
de referencia son indicativas de que la señalada capacidad diferencial para esta-
blecer el nivel de precios de acuerdo a los rasgos morfológicos de los mercados
experimentó una marcada intensidad en el marco de la megadevaluación de la
moneda en 2002 y la considerable alteración en los precios relativos que ella trajo
aparejada (Schorr, Manzanelli y Basualdo, 2012). En tal sentido, a la cuantiosa
transferencia de ingresos del trabajo al capital que aconteció en esta fase17 se
17 Entre 2001 y 2002 el costo medio salarial en la industria medido a precios constantes (salario
medio de los trabajadores registrados del sector privado deflactado por la inflación mayorista
sectorial) se redujo el 35,8%, mientras que en 2003 declinó el 3,0% adicional. A raíz de ello, y de
lo sucedido en el resto de la economía, se elevó notablemente la participación de los beneficios
en el producto neto (Manzanelli, 2012). Véase también Lindenboim, Kennedy y Graña, 2011.
18 Estas tendencias resultan consistentes con el perfil que asumió la expansión manufacturera en
esos años (Arceo, 2011; CENDA, 2010; y Schorr, 2012).
19 A raíz de estos patrones de comportamiento, en 2010 el precio promedio de las RAC fue el
20,4% más elevado que el de las RMC y el 21,3% más alto que el de las REC.
94 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
mayoristas industriales entre 2001 y 2010, y en las sub-etapas en que tales precios
asumieron un ritmo de crecimiento más intenso.
Al respecto, las evidencias permiten verificar que los mercados con alto
grado de oligopolio explicaron el 64,8% del aumento de los precios fabriles en
el período 2001-2010, mientras que las ramas con estructura de oferta de mediana
y escasa concentración alcanzaron a representar, respectivamente, el 22,2% y el
13,0% de los incrementos de precios en el mencionado horizonte temporal. Por
su parte, si bien la contribución de las RAC es mayor en 2001-2003 (70,7%),
en la fase 2007-2010 su peso en la aceleración de los precios fabriles ha jugado
un papel sumamente relevante. A punto tal que, en virtud de su gravitación en la
estructura manufacturera, las ramas altamente concentradas explicaron el 63,6%
de los aumentos de precios en el período 2007-2010, mientras que las RMC y las
REC reflejaron el 23,5% y el 12,9%, respectivamente.
REC REC
REC
13,0% 9,9%
12,9%
RMC
19,4% RMC
RMC RAC RAC 23,5% RAC
22,2% 64,8% 63,6%
70,7%
*REC = Ramas Escasamente Concentradas; RMC = Ramas Medianamente Concentradas; RAC = Ramas
Altamente Concentradas.
*REC=Ramas Escasamente Concentradas;
Fuente: elaboración propia en baseRCM=Ramas Medianamente
a información del INDEC, Concentradas;
el CNE'04-05 y Azpiazu (2011).RAC=Ramas
Altamente Concentradas.
Fuente: Elaboración propia en base a información del INDEC, el CNE 04-05 y Azpiazu, 2011.
Var. % % en VBP
2001-2003 industrial 2003
Aceites y grasas vegetales 188,0 8,6
Construcción y reparación de buques 181,4 0,1
Fabricación de locomotoras y de material rodante para ferrocarriles
181,3 0,1
y tranvías
Fabricación de aeronaves y naves espaciales 181,3 0,1
Construcción y reparación de embarcaciones de recreo y deporte 181,3 0,01
Hierros y aceros en formas básicas 178,3 4,3
Fabricación de tractores 172,7 0,04
Fabricación de productos de hornos de coque 167,4 0,02
Fabricación de productos de la refinación del petróleo 167,4 11,8
Elaboración de combustible nuclear 167,4 0,05
Hilandería de fibras textiles 164,2 0,8
Sustancias químicas básicas 164,2 2,2
Productos de chocolate y golosinas 163,8 0,9
Cubiertas de caucho 162,0 0,5
Preparación de arroz 160,2 0,2
Conductores eléctricos 157,4 0,3
Lavado de lana 154,9 0,2
Sustancias plásticas y elastómeros 151,3 2,1
Abonos y fertilizantes 144,3 0,5
Acumuladores eléctricos 142,5 0,1
Cemento y cal 138,2 0,7
Total RAC con incremento de precios superior al promedio sectorial 137,2 33,6
Total industria (promedio ponderado) 114,3 -
96 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Por su elevada ponderación estructural (de conjunto explicaban alrededor de
la cuarta parte de la producción fabril de 2003), vale resaltar los ejemplos que
ofrecen la industria aceitera (en el bienio de referencia sus precios mayoristas
aumentaron el 188,0%), la de hierros y aceros (178,3%) y la refinación de petró-
leo (167,4%). También resultaron considerables las subas de precios verificadas
en el ámbito de la construcción y la reparación de buques, la fabricación de
locomotoras y material rodante, de aeronaves, embarcaciones y tractores, aunque
la contribución agregada de estos rubros fue mucho menor atento a su escasa
gravitación en el entramado manufacturero al momento de realizarse el CNE
04/05. Otras ramas altamente concentradas que contribuyeron de modo destacado
al incremento de los precios mayoristas entre 2001 y 2003 fueron la industria de
fibras textiles (164,2%), la química básica (164,2%), la de chocolate y golosinas
(163,8%), la de neumáticos (162,0%), la productora de arroz (160,2%), de con-
ductores eléctricos (157,4%), de sustancias plásticas y elastómeros (151,3%), de
abonos y fertilizantes (144,3%) y de cemento y cal (138,2%).
Por consiguiente, en este primer momento del régimen económico que suce-
dió a la convertibilidad, las principales RAC que usufructuaron el profundo y
regresivo (en muchos sentidos) reordenamiento de precios relativos derivado de
la maxidevaluación de 2002 se relacionan estrechamente con el procesamiento
de recursos naturales (con una clara impronta exportadora) y/o por detentar ele-
vadas barreras al ingreso derivadas de las economías de escala, ciertas ventajas
institucionales de privilegio y/o de las propias indivisibilidades de la inversión
(aceites y grasas vegetales, industrias refinadoras, petroquímica básica y produc-
tos químicos, siderurgia, aluminio primario, etc.). De allí que si bien la modifica-
ción del tipo de cambio y sus efectos sobre los precios locales tuvieron impactos
diferenciales conforme a las propias características estructurales de las distintas
ramas fabriles (por ejemplo, según su coeficiente de exportación, el grado de
“determinación” efectiva del precio interno por parte de los mercados internacio-
nales y/o el peso de las importaciones en las relaciones “insumo-producto” de las
firmas), la condición oligopólica parece haber actuado como vía inductora de la
elevación de los precios industriales, las mutaciones en los precios relativos y la
consiguiente captación diferencial de excedente por parte de este número acotado
y privilegiado de RAC en la etapa fundacional de la posconvertibilidad.
El fenómeno inflacionario de la fase 2007-2010 exhibe algunas discrepancias
significativas con relación a 2001-2003. Como se visualiza en el Cuadro Nº 2,
en los últimos años de la década pasada la cantidad de RAC que aumentaron
sus precios por encima del índice promedio ponderado de precios industriales
al por mayor (treinta y seis ramas) fue superior a la de las que lo hicieron en los
años inmediatamente posteriores al abandono del esquema convertible (veintiún
ramas –Cuadro Nº 1–).
% en VBP
Var. %
industrial
2007-2010
2003
Productos de cerámica no refractaria para uso no estructural 90,4 0,1
Azúcar 84,3 0,6
Generadores de vapor 68,6 0,03
Cubiertas de caucho 65,2 0,5
Productos de cerámica refractaria 62,8 0,05
Fabricación de productos de hornos de coque 59,1 0,02
Fabricación de productos de la refinación del petróleo 59,1 11,8
Elaboración de combustible nuclear 59,1 0,05
Alcohol etílico y bebidas alcohólicas destiladas 58,5 0,2
Fabricación de suéteres y artículos similares de punto 58,0 0,2
Preparación de arroz 57,6 0,2
Productos lácteos 56,6 3,1
Construcción y reparación de buques 49,9 0,1
Construcción y reparación de embarcaciones de recreo y deporte 49,9 0,01
Fabricación de locomotoras y de material rodante para ferrocarriles
49,9 0,1
y tranvías
Fabricación de aeronaves y naves espaciales 49,9 0,1
Productos derivados del almidón 49,5 0,1
Elaboración de pastas alimenticias secas 48,8 0,2
Abonos y fertilizantes 48,8 0,5
Molienda de legumbres y cereales (excepto trigo) 48,6 0,4
Elaboración de yerba mate 48,5 0,2
Tabacos 48,4 0,7
Fabricación de tractores 48,3 0,04
Acumuladores eléctricos 46,8 0,1
Tableros y paneles de madera 46,7 0,3
Confección de prendas y accesorios de vestir, de cuero 46,7 0,1
Productos de chocolate y golosinas 45,5 0,9
Edición de periódicos, revistas y publicaciones periódicas 45,5 0,8
Cemento y cal 45,3 0,7
Fabricación de somieres y colchones 45,0 0,1
Hierros y aceros en formas básicas 44,9 4,3
Fabricación de artículos de papel y cartón de uso doméstico e
43,6 0,8
higiénico sanitario
98 ARGENTINA EN LA POSCONVERTIBILIDAD
Fabricación de instrumentos de óptica y equipo fotográfico 42,4 0,04
Jabones y detergentes 41,5 2,0
Tostado, torrado y molienda de café y especias 41,5 0,2
Papeles 40,9 1,0
Total RAC con incremento de precios superior al promedio sectorial 39,3 30,6
Total industria (promedio ponderado) 39,1 -
Fuente: Elaboración propia en base a información del INDEC, el CNE 04/05 y Azpiazu, 2011.
Entre las RAC “nuevas”, aquellas en cuyo ámbito los precios subieron por
arriba de la media sectorial en el período 2007-2010 y que no lo hicieron en 2001-
2003, se encuentran algunas manufacturas que tienen una vinculación estrecha
con el mercado interno y el proceso de acumulación local. Tales son los casos
de las industrias elaboradoras de cerámicas, azúcar, alcohol etílico y bebidas
alcohólicas, suéteres, lácteos, derivados del almidón, pastas alimenticias secas,
molienda de legumbres y cereales, yerba mate, tabaco, paneles de madera, pren-
das de cuero, edición de periódicos y revistas, somieres y colchones, papel y
artículos derivados, jabones y detergentes, instrumentos de óptica y café.
En este sub-universo de RAC, las que más contribuyeron al proceso inflacio-
nario a partir de 2007 (dada su significación en el tejido fabril) fueron las indus-
trias azucarera, láctea, elaboradora de cigarrillos, de jabones y detergentes, pastas
alimenticias y la gráfica. Allí conviven grandes capitales oligopólicos del calibre
de, por caso, Ledesma, Atanor, Mastellone Hermanos, Massalin Particulares,
Nobleza Piccardo, Procter & Gamble, Unilever, Molinos Río de la Plata, Vicentín
y el grupo Clarín. Se trata de actores económicos que cuentan con ventajas de
diverso tipo (de diferenciación –marcas registradas– y de escala –producción,
distribución y comercialización–), las cuales les han permitido incrementar los
precios por encima del promedio en el marco de la expansión de la demanda
interna y más allá de los intentos gubernamentales por acordar “precios de refe-
rencia” en ciertos bienes sensibles de la canasta básica.
Por su parte, en las RAC que permanecieron en ambas etapas desplegando una
estrategia de “price leadership” queda incluida una gama heterogénea de indus-
trias: neumáticos, refinerías, hierros y aceros, chocolate y golosinas, cemento y
cal, productos de hornos de coque, combustible nuclear, abonos y fertilizantes,
tractores y las producciones relativas a la actividad marítima y fluvial, aeronáutica
y ferroviaria. De todos modos, como se mencionó, el número de ramas que tienen
una influencia mayor en el resultado general de los precios manufactureros es
más acotado (principalmente refinerías de petróleo, acero y aluminio primario,
chocolate y golosinas y la actividad cementera).
En general, se trata de fabricaciones de insumos básicos de uso difundido
o de bienes de consumo final no durable, con escasa complejidad tecnológica,
20 La suba de los precios mayoristas en las refinerías de petróleo merece una mención especial,
tanto por el modo de influencia de la “inflación importada” como por su menor gravitación en
los precios finales al consumidor. En el período 2001-2003 los precios internos al por mayor
de los productos de esta rama se incrementaron por el efecto devaluatorio y el aumento de
los precios internacionales de estos commodities, en un escenario donde las retenciones a la
exportación eran fijas y relativamente reducidas (20% en el caso del petróleo y 5% para las
naftas). Por su parte, entre 2007 y 2010 el precio internacional del crudo manifestó oscilaciones
considerables, pero que en promedio se estabilizaron en un umbral alto. Si bien las retenciones
móviles que se aplicaron a partir de 2007 fueron relevantes para contener el impacto que ello
trajo aparejado sobre los costos, no fueron suficientes para morigerar el ascenso de los precios
domésticos fijados por las refinerías. Ello, pese al acuerdo de precios celebrado con el gobierno.
Sobre el particular, cabe destacar que la situación de los oligopolios integrados verticalmente
que concentran alrededor del 70% de la refinación de crudo y cuyos costos de extracción de pe-
tróleo evolucionaron por debajo del precio de comercialización (YPF y Petrobrás), es diferente
de la de los no integrados (Esso y Shell). Sobre estos temas, consúltese Barrera (en prensa).
21 En cuanto a las dos traslaciones de ingresos mencionadas, véase Azpiazu y Schorr, 2010 para
la primera modalidad, así como Ferreira y Schorr, 2012; y Schorr y Castells, 2012 para la
segunda.
35
30,8 30,2
30 Tasa de inversión (93-01) Rentabilidad industrial
Porcentajes
18,5% (02-10)
25 33,1%
21,3
20 17,6
15 16,8 11,9
13,9 Rentabilidad industrial 10,8
9,4
10 (93-01)
14,5% Tasa de inversión (02-10)
5
11,1%
5,1
0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010*
(a)Las firmas industriales que integran el panel de las 500 empresas más grandes del país fueron: 323 en 1993, 304 en 2001, 307
en 2007 y 287 en 2010.
(a) Las*Estimado
firmasenindustriales
función del pesoque integran
promedio el panel
de la inversión de lasde las quinientas
industriales de la ENGE empresas
en la inversiónmás grandes
bruta nacional en del país
el período
fueron: 323 en 1993, 304 en 2001, 307 en 2007 y2005-2009. 287 en 2010.
Fuente: elaboración propia en base a información de la Encuesta Nacional a Grandes Empresas del INDEC.
* Estimado en función del peso promedio de la inversión de las industrias de la ENGE en la inversión
bruta nacional en el período 2005-2009.
Fuente: Elaboración propia en base a información de la Encuesta Nacional a Grandes Empresas del INDEC.
Podría resultar razonable que tras el largo proceso recesivo que marcó el fin
de la convertibilidad, las grandes firmas hayan respondido a la expansión de la
demanda a través del aumento en el grado de utilización de la capacidad insta-
lada, dado que contaban con elevados niveles de ociosidad hasta, promediando,
la mitad del decenio de 2000. Pero posteriormente, funcionando a pleno y en un
contexto signado por un elevado ritmo de crecimiento económico, una importante
expansión de la demanda interna y la vigencia de tasas reales de interés bajas
–o negativas–, distintos tipos de prebendas estatales al capital concentrado y
22 La inversión bruta interna fija sobre el valor agregado (mismo indicador) en el nivel nacional
fluctuó en torno del 22-26% en ese período (2007-2010). Véase http://www.mecon.gov.ar/
peconomica/basehome/infoeco.html (consultado el 16/12/2012).
23 Consúltese Azpiazu y Manzanelli, 2011; Azpiazu, Manzanelli y Schorr, 2011; y Manzanelli,
2011. En estos estudios se muestra que la “reticencia inversora” no es privativa de las grandes
empresas del sector fabril, sino del conjunto de la elite empresaria de la Argentina.
24 La inversión neta surge de sustraer las amortizaciones de capital a las compras de bienes de
uso, y la reinversión de utilidades relaciona ese resultado con las utilidades netas declaradas
en los estados contables de las firmas.
25 Debido a que no se puede desagregar la información, en el caso de YPF se trata de los resul-
tados integrados verticalmente (exploración, explotación, refinación y comercialización).
Reinver-
Origen Ganancia Inversión
sión neta de
del Rama de actividad neta neta
utilidades
capital
Miles $ (%)
Celulosa Arg. Extranjera Papel y pasta celulósica 15.306 -49.867 -325,8
Fate Nacional Neumáticos 116.086 -55.168 -47,5
Alpargatas Extranjera Textil 358.096 -154.247 -43,1
Artefactos a gas y refrig.
Domec Nacional 23.440 -2.721 -11,6
eléctrica
American Plast Extranjera Envases de plástico 30.742 -1.672 -5,4
Estrada Extranjera Edición e impresión 142.221 -4.358 -3,1
Carboclor Extranjera Solventes 54.543 952 1,7
Juan Minetti Extranjera Cementera 298.202 11.126 3,7
Longvie Nacional Electrodomésticos 64.178 3.288 5,1
Morixe Nacional Harina de trigo 33.838 1.809 5,3
Ferrum Nacional Productos sanitarios 133.874 15.964 11,9
CCU Argentina Extranjera Cervecera 148.840 20.832 14,0
Rigolleau Nacional Vidrio 180.845 29.121 16,1
Pirelli Extranjera Neumáticos 403.743 72.156 17,9
Molinos Río de
Nacional Alimenticia 1.254.587 265.823 21,2
la Plata
Toyota Arg. Extranjera Automotriz 1.304.666 323.010 24,8
San Miguel Nacional Citrícola 209.437 52.678 25,2
Chocolates, golosinas y
Arcor Nacional 1.420.215 387.773 27,3
alimentos
Grupo Clarín Nacional Edición e impresión 2.179.416 600.160 27,5
Refrigeración eléctrica y
Mirgor Nacional 168.095 58.960 35,1
electrónica
Siderar Nacional Siderúrgica 7.732.179 2.783.660 36,0
Grimoldi Nacional Calzado y prod. de cuero 42.282 15.950 37,7
Repsol-YPF Extranjera Petróleo y refinación 26.796.000 10.993.000 41,0
Fiat Auto Extranjera Automotriz 624.435 285.861 45,8
Ledesma Nacional Azúcar y papel 622.358 299.944 48,2
Quickfood Extranjera Alimenticia 218.582 109.824 50,2
V. Reflexiones finales
26 Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), entre 2005 y 2010 el peso
de la distribución de dividendos alcanzó el 61,4% de la abultada renta de capital de la inversión
extranjera directa, al tiempo que la formación de activos en el exterior del sector privado (proxy
de la fuga de capitales) trepó a cerca de sesenta mil millones de dólares, una suma superior
a las reservas internacionales del país (datos extraídos de www.bcra.gov.ar; consultado el
15/12/2012). De acuerdo a lo analizado, no debería llamar la atención que entre los mayores
compradores de dólares para “atesoramiento” en 2011 hayan estado muchos de los oligopolios
fabriles que más aumentaron los precios y que se mostraron reticentes a la inversión. Tales los
casos de, entre otros, Siderar, Arcor y Ledesma a través de sus titulares (Zaiat, 2012).
27 En Abeles, Lavarello y Montagu, 2012; Amico, Fiorito y Zelada, 2012; Belloni y Wainer,
2012b; y Bernat, 2011 se aborda desde distintas perspectivas la problemática de la “restricción
externa” en la economía argentina.
28 En un documento reciente del BCRA (2012) se consignan “las causas primigenias de los fenó-
menos inflacionarios en países en desarrollo como la Argentina”: “la presencia de desequilibrios
en la estructura productiva, los cuellos de botella en determinados sectores, la puja distributiva,
la formación oligopólica de precios y los shocks exógenos de los precios internacionales”. Y
se concluye: “las presiones inflacionarias son mayoritariamente causadas por la concurrencia
de los factores mencionados y no por los excesos de demanda”.
Var.
Estrato
Rama precios
Ponde- de
(CIIU- Descripción de la rama may. %
rador concen-
Rev. 3) 2001-
tración*
2010
Matanza de ganado, producción, procesamiento y
15111 conservación de carne de vaca, oveja, cerdo, liebre y 0,043 REC 230,3
otros animales, excepto aves de corral
* RAC = Ramas Altamente Concentradas; RMC = Ramas Medianamente Concentradas; REC = Ramas
Escasamente Concentradas.
Fuente: Elaboración propia en base a información del INDEC, el CNE’ 04-05 y Azpiazu, 2011.
I. Introducción
L
uego de sufrir una de las crisis más graves y duraderas de su historia
(1998-2002), la economía argentina ha presentado en la posconvertibi-
lidad un desempeño económico notable que se refleja en buena parte de
sus indicadores macroeconómicos. Al respecto, entre otras cuestiones relevantes,
cabe destacar que entre 2002 y 2010 el PBI creció a una tasa anual acumulativa
del orden del 7,6% (a precios constantes), el correspondiente al sector manu-
facturero lo hizo a un ritmo aún más elevado (9,5% anual), las cuentas fiscales
fueron superavitarias, se redujo el peso de la deuda pública sobre el producto
y cayó significativamente el desempleo. En relación con el sector externo, el
déficit comercial que había predominado durante la vigencia del régimen de
convertibilidad fue revertido, dando lugar a un superávit holgado que hizo po-
sible una importante acumulación de reservas internacionales1. Este ingreso de
divisas por la vía comercial permitió que se diese conjuntamente un proceso de
desendeudamiento y un desplazamiento (temporal) de la histórica restricción
externa que solió aquejar a la economía argentina desde prácticamente el inicio
de su proceso de industrialización.
En efecto, durante la vigencia del modelo sustitutivo de importaciones se
vivieron recurrentes períodos de estrangulamiento externo frecuentemente expli-
cados mediante el modelo stop and go. En términos estilizados, durante la fase
expansiva del ciclo económico la creciente demanda de los sectores populares,
como consecuencia de la elevación de los salarios reales, determinaba una con-
1 Las reservas internacionales crecieron a partir de 2003 hasta superar los cincuenta y dos mil
millones de dólares a mediados de 2011. A partir de allí comenzaron a descender paulatinamen-
te aunque, no obstante, se mantuvieron en niveles adecuados al tamaño de la economía (datos
disponibles en http://www.bcra.gob.ar, consultado el 28/2/2013).
117
tracción de los saldos exportables, a la vez que la expansión industrial con eje en
el mercado interno generaba un aumento en la demanda de bienes importados,
fundamentalmente intermedios y de capital. Dado que la producción agropecuaria,
principal proveedora de divisas de la economía argentina, mantenía un volumen
de producción más o menos estable, este proceso conducía a un cuello de botella
externo que derivaba en la imposibilidad de sostener la paridad cambiaria, lo
que determinaba la aplicación de políticas de ajuste y estabilización basadas en
la devaluación de la moneda, la reducción del déficit fiscal y la elevación de las
tasas de interés domésticas. Por la vía de la contracción de la demanda interna
(sobre todo de los salarios), estas políticas permitían restablecer el “equilibrio”
a través de la reducción de las importaciones asociada a la desaceleración del
nivel de actividad interno, a la vez que viabilizaban la ampliación de los saldos
exportables (Braun, 1975; Diamand, 1973).
En el período reciente, esta problemática, si bien adquirió modalidades
distintas, no dejó de estar presente en la economía argentina, aunque más no
fuese como límite potencial al crecimiento (Abeles, Lavarello y Montagu, 2013;
Belloni y Wainer, 2012b; Bernat, 2011). Sin embargo, la restricción externa es
sólo un elemento, si bien fundamental, de la dependencia externa que presenta
el país. Aun cuando esta limitación no existiera, por ejemplo, si se consolidase
en el largo plazo un esquema de precios relativos crecientemente favorable a
los principales productos primarios de exportación, difícilmente podría consi-
derarse a la Argentina como una nación desarrollada. En este sentido, existen
numerosos países, como los denominados “petroleros” y “mineros”, que poseen
un balance de divisas altamente positivo y, no obstante, se los puede seguir cata-
logando como periféricos o dependientes. Sin duda, la posibilidad de mantener
un cierto ritmo de crecimiento sin restricciones durante un lapso considerable es
una condición necesaria pero no suficiente para lograr el desarrollo2. Uno de los
elementos que caracteriza a las economías desarrolladas, además de su nivel de
ingreso, es la existencia de una matriz productiva diversificada, especialmente
en lo que hace a la elaboración de bienes y servicios con alto valor agregado y
contenido tecnológico. Una buena manera de medir el grado de diversificación
de una economía teniendo en cuenta su nivel de competitividad es a través del
análisis de su comercio exterior desde un punto de vista que abarque simultá-
neamente dimensiones cuantitativas y cualitativas. Como sugieren Hausmann,
Hwang y Rodrik (2005), pareciera existir una relación directa entre el dinamismo
2 En palabras de la CEPAL (2012): “El desarrollo económico implica no sólo altas tasas de
crecimiento, sino también cambios cualitativos en la estructura productiva y, particularmente
en economías abiertas, en el patrón de especialización e inserción en los mercados mundiales.
Estos cambios deben aumentar la participación relativa de los sectores intensivos en conoci-
miento en la producción total para fortalecer las capacidades, los conocimientos y los procesos
de aprendizaje que se dan en conjunto con la producción y la inversión. El aprendizaje tecno-
lógico, la diversificación de la estructura productiva y el potencial de crecimiento económico
guardan una estrecha interrelación”.
3 Tal como se analiza en la tercera sección del presente artículo, algunos estudios que han abor-
dado parcialmente esta cuestión son los de Belloni y Wainer, 2012a; Bianco, Porta y Vismara,
2007; Castagnino, 2006; CEP, 2007 y Naclerio y Belloni, 2010, aunque en la mayoría de los
casos se abordan períodos cortos o sólo se considera el comportamiento de las exportaciones.
4 A modo de ejemplo, véase Ministerio de Industria, 2012.
60.000 15.000
50.000 10.000
40.000 5.000
30.000 0
20.000 -5.000
10.000 -10.000
0 -15.000
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Fuente: Elaboración propia en base a información del Centro de Estudios para la Producción
(CEP).
900.000
Promedio coeficiente
- convertibilidad: 37,0%
800.000
- posconvertibilidad: 33,4%
700.000
600.000
500.000
400.000
300.000
200.000
100.000
-
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
VBP industrial VAB industrial
Fuente: Elaboración propia en base a información del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
7 Entre aquellos que analizaron el comercio exterior según el contenido tecnológico de las ex-
portaciones en períodos recientes se encuentran, aunque utilizando metodologías diferentes,
los trabajos de Belloni y Wainer, 2012a; Bianco, Porta y Vismara, 2007; Castagnino, 2006;
CEP, 2007; Naclerio y Belloni, 2010; Wainer y Schorr, 2012. Mientras que Naclerio y Belloni
utilizan la clasificación elaborada por Lall (2000), el resto utiliza la metodología sugerida por
la OCDE, aunque con distintas variantes.
8 Entre los países desarrollados con predominio de déficit de cuenta corriente durante la última
década se destacan los Estados Unidos en primer lugar, seguidos por el Reino Unido, Italia,
Francia y, más recientemente, Canadá. De las economías centrales más grandes, en los últimos
años sólo mostraron superávit de cuenta corriente de modo sistemático Japón y Alemania. En
tanto, en el mismo período, además de la Argentina, buena parte de los países latinoamericanos
ha registrado superávit en sus cuentas corrientes, entre ellos, Venezuela, Perú, Chile y Bolivia
(datos extraídos de http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2011/02/weodata/index.aspx, con-
sultado el 29/12/2012).
9 Hay casos en los que una sola industria tiene una importancia y un impacto decisivo en el
conjunto de la economía de una nación. Generalmente esto se da en países chicos y con una
población relativamente pequeña, como es el caso de Costa Rica y las implicancias que ha
tenido en su economía la instalación en 1997 de una fábrica de ensamblaje de microchips por
parte de Intel. Se estima que la firma explica por sí misma el 20% de las exportaciones del país
centroamericano y alrededor del 5% del producto bruto (Reyes, 2008).
Exportaciones Importaciones
Prom. Prom. Prom. Prom.
Ramas industriales (CIIU, rev. 3) 1993- 2002- 1993- 2002-
2001 2010 2001 2010
Alta tecnología 3,3 3,3 19,0 18,3
Instrumentos médicos y de precisión (33) 0,6 0,5 2,9 2,5
Equipos y aparatos de radio, televisión y comunicaciones
0,4 0,2 7,5 7,2
(32)
Maquinaria de oficina, contabilidad e informática (30) 0,3 0,1 4,3 3,4
Fabricación de productos farmacéuticos y medicamentos
1,5 1,5 2,8 3,2
(2423)
Fabricación de aeronaves (353) 0,6 1,1 1,5 2,3
Mediana-alta tecnología 13,0 13,6 51,4 54,2
Fabricación de material de locomotoras y material rodante
0,0 0,0 0,1 0,0
para ferrocarriles y tranvías (352)
Fabricación de otros tipos de equipo de transporte NCP*
0,0 0,0 0,7 0,2
(359)
Maquinaria y aparatos eléctricos NCP* (31) 1,2 0,8 5,5 4,8
Maquinaria y equipo NCP* (29) 3,2 2,8 15,0 13,0
Sustancias y productos químicos (excepto productos
8,5 10,0 15,5 18,3
farmacéuticos y medicamentos) (24)
Vehículos automotores, remolque y semiremolques (34) (a) (a) 14,5 17,6
Mediana-baja tecnología 29,0 33,1 16,0 18,5
Vehículos automotores, remolque y semiremolques (34) 12,2 12,6 (b) (b)
Productos de caucho y plástico (25) 1,6 1,8 3,6 3,6
Construcción y reparación de buques y embarcaciones
0,3 0,1 0,3 0,2
(351)
Metales comunes (27) 6,5 7,8 4,0 5,3
Productos minerales no metálicos (26) 0,7 0,5 1,3 1,1
De muebles y colchones, ind. manufactureras NCP* (36) 1,0 0,5 2,0 1,6
Metal, excepto maquinaria y equipo (28) 0,9 0,8 3,1 2,8
Fab. de coque, producto de la refinación del petróleo (23) 5,9 9,0 1,6 4,0
Baja tecnología 54,7 50,0 13,6 8,9
Alimentos y bebidas (15) 43,9 43,8 3,9 2,0
Productos de tabaco (16) 0,1 0,0 0,0 0,1
Productos textiles (17) 1,6 0,9 2,6 2,2
Confección de prendas de vestir; terminación y teñido de
0,8 0,3 1,0 0,6
pieles (18)
Nota: La suma de las participaciones de las distintas ramas puede no coincidir exactamente con los
totales por el redondeo.
* NCP: No clasificado previamente
(a) Las exportaciones de vehículos automotores corresponden a la categoría de mediana-baja tec-
nología.
(b) Las importaciones de vehículos automotores corresponden a la categoría de mediana-alta tec-
nología.
15 En 2009, año de impacto de la crisis internacional, las exportaciones de alto contenido tecno-
lógico alcanzaron su mayor participación en la posconvertibilidad (3,8%). Además de que, tal
como lo observaron hace décadas destacados pensadores del estructuralismo latinoamericano
(Presbich, Furtado y Pinto, entre otros), los bienes de mayor complejidad y nivel de diferencia-
ción son los que muestran una mayor estabilidad de precios y, por lo tanto, están menos sujetos
directamente a los vaivenes del comercio internacional, en la recuperación de las exportaciones
de alto contenido tecnológico tuvo un fuerte peso lo ocurrido con las aeronaves. En este senti-
do, a partir de 2008 se incrementó significativamente la exportación de aviones, siendo que la
mayor parte correspondió al mencionado sistema leasing, por lo cual las devoluciones de las
aeronaves alquiladas (y no compradas) son contabilizadas como exportaciones. Cabe señalar
que también influyó el efecto desigual que tuvo en esta ocasión la crisis internacional en el
centro y en la periferia: a diferencia de las décadas precedentes, las consecuencias negativas han
sido menores en la periferia, con América Latina dentro de ella, que en los países centrales. Al
respecto, debe tenerse en cuenta que los bienes con mayor contenido tecnológico que exporta
la Argentina se dirigen fundamentalmente al mercado regional (Castagnino, 2006).
17 Durante los años de vigencia del régimen de convertibilidad la participación de las impor-
taciones sobre el consumo aparente aumentó hasta el último año de crecimiento económico,
pasando del 13,2% en 1993 al 19,3% en 1998 (datos extraídos de http://www.industria.gob.ar/
cep/informes-y-estadisticas/industriales/, consultado el 19/11/2012).
50.000
40.000
30.000
20.000
10.000
0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
Alto Contenido tecnológico Mediano-Alto Contenido tecnológico
Mediano-Bajo Contenido tecnológico Bajo Contenido tecnológico
Si bien los cambios en los precios relativos en el nivel mundial a favor de los
productos primarios pudieron desalentar la producción de bienes industriales y,
por ende, el despliegue de una dinámica sustitutiva, el comportamiento de las
importaciones de manufacturas en la última década no puede ser asociado exclu-
sivamente a este fenómeno. Claro que la mencionada mayor dependencia de las
importaciones tampoco implica necesariamente la continuidad del proceso de
desmantelamiento industrial que sufrió la economía argentina durante la década
de 1990, sino que puede estar vinculada al tipo de sectores que lideraron el cre-
cimiento fabril. En efecto, como se señaló, hay sectores que tras la devaluación
crecieron por encima del resto y que muestran una elevada propensión impor-
tadora. De todos modos, más allá de las diferencias que pudieran existir en el
perfil de la expansión manufacturera entre un período y otro, queda en evidencia
la ausencia de una política industrial que apunte a reducir o compensar parcial-
mente este déficit. Es decir, las “fuerzas del mercado” no parecen haber gene-
rado alicientes suficientes para sustituir las importaciones de mayor contenido
tecnológico, aun cuando el tipo de cambio se tornó más favorable que durante la
convertibilidad. En este sentido, es perfectamente compatible la coexistencia de
un balance comercial positivo en términos de divisas con un intercambio “des-
balanceado” en cuanto al contenido tecnológico y/o valor agregado18.
18 Al respecto, vale la pena apuntar que esto no implica que no haya existido intervención estatal
en el sector industrial sino que la mayor parte de las veces la misma estuvo orientada por
necesidades de índole macroeconómica de corto plazo y no sectoriales o de desarrollo a largo
20.000
15.000
10.000
5.000
-5.000
-10.000
-15.000
-20.000
-25.000
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010
Alto Contenido tecnológico Mediano-Alto Contenido tecnológico
Mediano-Bajo Contenido tecnológico Bajo Contenido tecnológico
20 Desde una perspectiva analítica complementaria, estos procesos también se abordan en el tra-
bajo “Dinámica externa de la economía argentina. Un análisis a partir de las grandes firmas”
que forma parte de este libro.
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I. Introducción
E
l desequilibrio en las cuentas externas ha sido un problema de larga data
en la economía argentina, en cuya manifestación la elevada elasticidad
de las importaciones fabriles, asociada a las acentuadas brechas en las
productividades relativas respecto de aquellos sectores asentados en las ventajas
comparativas estáticas, ha jugado un rol central. Este fenómeno tiende a emerger
con una intensidad ostensible en la actualidad. En buena medida por efecto del
largo proceso de desindustrialización y reestructuración regresiva del entramado
industrial (1976-2001) y su reversión acotada y sesgada tras la megadevalua-
ción de 2002, en la posconvertibilidad se agudizó la dependencia tecnológica de
insumos y de bienes de consumo finales en un escenario de franca expansión de
la actividad económica1.
De allí que, si bien el crecimiento manufacturero experimentado en la última
década estuvo en parte relacionado con una expansión considerable de las expor-
taciones, fue contemporáneo también a un fenomenal aumento de las importacio-
nes de productos industriales. Ello fue erosionando sistemáticamente el superávit
comercial del sector hasta tornarlo deficitario a partir de 2007, con la única
excepción de 2009 (Gráfico N° 1).
1 Véase en este mismo libro el estudio “Inserción de la industria argentina en el mercado mun-
dial: perfil de especialización según densidad tecnológica de los productos”, así como buena
parte de la bibliografía en él citada.
145
Gráfico N° 1. Evolución de las exportaciones, importaciones y el saldo comercial
de producción industriales,
Gráfico N�1. Evolución de las1993-2010 (en
exportaciones, millones de
importaciones y eldólares corrientes).
saldo comercial de
productos industriales, 1993-2010 (millones de dólares corrientes)
60.000
Exportaciones
50.000
Importaciones
Saldo comercial
40.000
Millones de dólares
30.000
20.000
10.000
-10.000
-20.000
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
Fuente: elaboración propia en base a información del CEP.
Fuente: Elaboración propia en base a información del CEP.
2 En esta investigación se define al sector automotor a partir de tres grandes núcleos productivos:
la fabricación de automotores (terminales automotrices), la industria autopartista y la de neumá-
ticos. Por su parte, el sector de bienes de capital está integrado por la elaboración de productos
metálicos para uso estructural, tanques, depósitos y generadores de vapor, de maquinaria de uso
general y especial y de motores, generadores y transformadores eléctricos. Para más detalles,
consúltense los Anexos Nº 1 y 2.
3 De acuerdo a datos oficiales, en la posconvertibilidad el peso relativo de la industria automotriz
en la producción manufacturera total fluctuó en torno del 7-8%, mientras que la ponderación del
sector de bienes de capital se aproximó al 5%. Véase http://www.industria.gob.ar/cep/informes-
y-estadisticas/industriales/ (consultado el 22/1/2013).
4 Para la medición de las variables del comercio exterior automotriz se adoptó la Clasificación
Industrial Internacional Uniforme (CIIU) a cuatro dígitos (ramas 2511, 3410, 3430). Al respec-
to, cabe aclarar que la misma podría estar subestimando el déficit sectorial, dado que excluye
algunos productos del rubro autopartista.
5 Según Arza y López (2008), los fabricantes de automóviles no realizaron inversiones impor-
tantes para incrementar la capacidad productiva doméstica, lo que derivó en un desequili-
brio comercial acentuado y en la consiguiente aplicación de multas a mediados del decenio
(que luego fueron utilizadas, como “paliativo” a la recesión local, para cancelar obligaciones
impositivas).
Total industria
Neumáticos Vehículos automotores Autopartes
automotriz
Expo Impo Saldo Expo Impo Saldo Expo Impo Saldo Expo Impo Saldo
1993 31 95 -64 399 1.345 -946 419 943 -524 850 2.384 -1.534
1994 56 115 -59 551 2.251 -1.701 451 1.096 -645 1.058 3.463 -2.405
1995 85 117 -32 887 1.353 -465 517 971 -454 1.490 2.441 -951
1996 82 177 -95 1.321 2.078 -757 431 1.170 -739 1.834 3.425 -1.591
1997 101 236 -135 2.466 3.045 -579 498 1.767 -1.269 3.065 5.048 -1.983
1998 129 243 -114 2.689 3.419 -729 539 1.832 -1.293 3.357 5.494 -2.137
1999 106 222 -116 1.273 1.928 -656 573 1.151 -579 1.952 3.302 -1.350
2000 111 247 -136 1.545 1.555 -10 597 1.274 -677 2.253 3.076 -823
2001 98 187 -89 1.592 1.109 483 519 875 -356 2.209 2.171 37
2002 121 84 37 1.194 360 834 517 498 19 1.831 942 890
2003 107 194 -87 977 959 18 583 644 -62 1.666 1.797 -130
2004 127 237 -109 1.464 2.170 -706 766 1.090 -324 2.357 3.496 -1.139
2005 175 272 -97 2.179 2.998 -818 929 1.455 -526 3.284 4.725 -1.441
2006 214 312 -98 3.164 3.645 -481 1.092 1.984 -892 4.469 5.941 -1.472
2007 221 430 -209 4.248 4.677 -429 1.281 2.600 -1.319 5.750 7.707 -1.957
2008 219 550 -331 5.295 6.402 -1.107 1.451 3.285 -1.834 6.965 10.237 -3.272
2009 207 300 -93 4.497 3.721 776 1.027 2.429 -1.402 5.731 6.450 -719
2010 232 531 -299 6.730 6.986 -256 1.368 3.746 -2.378 8.330 11.262 -2.932
* Incluye las ramas 2511 “Fabricación de cubiertas y cámaras de caucho; recauchutado y renovación
de cubiertas de caucho”; 3410 “Fabricación de vehículos automotores”; 3430 “Fabricación de partes;
piezas y accesorios para vehículos automotores y sus motores. Incluye rectificación de motores”,
según la CIIU Rev. 3.
6 Entre los estudios que abordaron el marco regulatorio sectorial, vale citar a Arza y López, 2008;
Cantarella, Katz y de Guzmán, 2008; CENDA, 2008; CEP, 2009; Novick, Rotondo y Yoguel,
2008; Sierra y Katz, 2002.
7 Este índice surge de restar a una unidad el cociente entre el saldo comercial (exportaciones me-
nos importaciones) y el grado de apertura (exportaciones más importaciones) para el comercio
internacional de cada producto (Durán Lima y Álvarez, 2008). Véase también Peirano, 2013.
8 La descripción detallada de las partidas puede consultarse en el Anexo N° 1.
2005 2010
Partidas Expo Impo Saldo Partidas Expo Impo Saldo
16 partidas:
870290, 870490,
870530, 401212,
9 partidas:
Ramas 870390, 870431,
401219, 870333, 401199,
supera- 870540, 401199, 1.776 878 898 4.914 1.529 3.385
870321, 870421, 870431,
vitarias 870880, 870421,
870590, 870210, 870322
840731, 401110,
870840, 870333,
870210, 840991
Probabilidad de sustitución en ramas deficitarias - Rango índice G-Ll:
7 partidas:
Alta 870423, 870321, 5 partidas:
(índice de 870899, 870323, 1.033 1.617 -584 870840, 401110, 870880, 2.504 4.213 -1.709
1 a 0,66) 870891, 870850, 870530, 870323
840999
14 partidas:
870839, 840733,
10 partidas:
870600, 870821,
Moderada 870423, 840991, 870810,
840734, 870810,
(índice de 414 1.413 -999 870850, 840999, 401120, 688 2.529 -1.841
870892, 870893,
0,65 a 0,33) 870899, 870520, 870829,
401290, 840820,
870893
870829, 401120,
870120, 870322
11 partidas:
870894, 870870, 11 partidas:
Potencial 401193, 870860, 401161, 840820, 401290,
(índice de 401192, 870831, 52 476 -424 401192, 870892, 870891, 187 1.500 -1.312
0,32 a 0,10) 870410, 870590, 870870, 870894, 840734,
870332, 870520, 870839, 870390
870331
18 partidas: 28 partidas: 870324,
401161, 401194, 840731, 870510, 870422,
870422, 401163, 870120, 870332, 870600,
870324, 401310, 401193, 401194, 870310,
Escasa o nula
401130, 870310, 401162, 401130, 401169,
(índice de 9 341 -332 37 1.491 -1.455
401162, 401320, 870821, 401390, 401163,
0,09 a 0,00)
401390, 401150, 870331, 401140, 840732,
401140, 870510, 840733, 870410, 870432,
401169, 840732, 870490, 870540, 400610,
400610, 401213 401150, 401310, 401320
Total 66 partidas 3.284 4.725 -1.441 63 partidas 8.330 11.262 -2.932
Nota: se incluyen las ramas a seis dígitos del Sistema Armonizado 2002 según la correspondencia
de las ramas 2511 “Fabricación de cubiertas y cámaras de caucho; recauchutado y renovación de
cubiertas de caucho”; 3410 “Fabricación de vehículos automotores”; 3430 “Fabricación de partes;
piezas y accesorios para vehículos automotores y sus motores. Incluye rectificación de motores”,
según la CIIU Rev. 3. Véase el Anexo 1.
9 Sobre estas cuestiones, véase CIPIBIC, 2009; Ortiz y Schorr, 2009; Schorr y Castells, 2012;
Sirlin, 1997.
10 En referencia a esto último se sugiere consultar, en esta compilación, los trabajos “Dinámica
externa de la economía argentina. Un análisis a partir de las grandes firmas” y “La extranje-
rización de la industria argentina en la posconvertibilidad. Un análisis del poder económico
sectorial”.
a) Millones de dólares
Variación
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 01-05 05-10 01-10
Brasil 439,9 164,3 495,5 833,9 961,0 1.010,61.341,9 1.520,6 873,4 1.460,7 521,1 499,7 1.020,8
China 120,6 30,1 75,1 156,2 260,4 461,1 848,3 1.167,4 711,7 1.355,6 139,8 1.095,2 1.234,9
EE.UU. 631,8 327,9 454,4 596,0 835,0 870,3 1.111,8 1.666,2 943,6 1.157,0 203,2 322,0 525,2
Alemania 285,6 121,9 164,0 288,4 390,7 465,2 723,9 804,6 676,0 999,1 105,1 608,5 713,5
Italia 321,3 108,9 164,4 256,9 304,2 397,1 498,7 568,4 368,7 535,8 -17,1 231,6 214,5
Japón 138,1 41,7 84,9 145,7 141,8 226,7 375,3 422,7 275,4 315,9 3,7 174,1 177,8
Francia 190,8 67,2 56,1 104,2 140,7 223,0 237,2 230,3 162,1 223,4 -50,1 82,7 32,6
España 121,9 48,4 59,2 90,1 138,4 135,4 189,2 299,3 173,7 176,3 16,5 37,9 54,4
República de
55,3 6,5 20,3 46,5 44,3 66,3 99,5 132,3 134,6 127,2 -11,0 82,9 71,9
Corea
Reino Unido 65,1 27,1 30,1 41,9 37,8 69,8 97,8 123,2 87,3 111,7 -27,3 73,9 46,6
Subtotal 2.370,3 944,0 1.604,1 2.559,7 3.254,2 3.925,65.523,6 6.935,0 4.406,6 6.462,6 883,8 3.208,5 4.092,3
Resto 450,7 200,0 287,9 547,3 733,8 921,4 1.274,4 1.500,0 1.096,4 1.261,4 283,2 527,5 810,7
Total 2.821,0 1.144,0 1.892,0 3.107,0 3.988,0 4.847,06.798,0 8.435,0 5.503,0 7.724,0 1.167,0 3.736,0 4.903,0
b) Porcentajes
Variación
(puntos
porcentuales)
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 01-05 05-10 01-10
Brasil 15,6 14,4 26,2 26,8 24,1 20,8 19,7 18,0 15,9 18,9 8,5 -5,2 3,3
China 4,3 2,6 4,0 5,0 6,5 9,5 12,5 13,8 12,9 17,6 2,3 11,0 13,3
EE.UU. 22,4 28,7 24,0 19,2 20,9 18,0 16,4 19,8 17,1 15,0 -1,5 -6,0 -7,4
Alemania 10,1 10,7 8,7 9,3 9,8 9,6 10,6 9,5 12,3 12,9 -0,3 3,1 2,8
Italia 11,4 9,5 8,7 8,3 7,6 8,2 7,3 6,7 6,7 6,9 -3,8 -0,7 -4,5
Japón 4,9 3,6 4,5 4,7 3,6 4,7 5,5 5,0 5,0 4,1 -1,3 0,5 -0,8
Francia 6,8 5,9 3,0 3,4 3,5 4,6 3,5 2,7 2,9 2,9 -3,2 -0,6 -3,9
España 4,3 4,2 3,1 2,9 3,5 2,8 2,8 3,5 3,2 2,3 -0,9 -1,2 -2,0
República de
Corea 2,0 0,6 1,1 1,5 1,1 1,4 1,5 1,6 2,4 1,6 -0,8 0,5 -0,3
Reino Unido 2,3 2,4 1,6 1,3 0,9 1,4 1,4 1,5 1,6 1,4 -1,4 0,5 -0,9
Subtotal 84,0 82,5 84,8 82,4 81,6 81,0 81,3 82,2 80,1 83,7 -2,4 2,1 -0,4
Resto 16,0 17,5 15,2 17,6 18,4 19,0 18,7 17,8 19,9 16,3 2,4 -2,1 0,4
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 - - -
12 En referencia a la inserción exportadora del sector, vale la pena reparar en que las ventas externas
de bienes de capital elaborados en el país tiene a los mercados latinoamericanos como destino
preponderante. Las evidencias disponibles indican que esta situación se asocia a una serie de
elementos concurrentes. Por una parte, a la brecha tecnológica existente con los países centrales
y muchos periféricos y el fomento que en dichos ámbitos se le suele dispensar a los productores
locales, así como a los sesgos distintivos y las repercusiones de la intervención estatal en el
medio doméstico, todo lo cual limita el acceso a esos mercados de una franja muy importante
de productos elaborados en nuestro país. Por el contrario, en el ámbito latinoamericano, con la
salvedad del Brasil (Nassif, 2008), todos los compradores tienen un menor desarrollo fabril, de allí
que la oferta argentina pueda adecuarse a los estándares tecnológicos de sus requisitos. Por otra
parte, hay que considerar el impulso que se le ha dado en la posconvertibilidad a ciertos acuerdos
comerciales y el otorgamiento de preferencias recíprocas con países de la región. Por último, no
se puede soslayar el hecho de que la venta de un bien de capital suele estar relacionada con una
serie de servicios tales como ingeniería, instalaciones, reparaciones, mantenimiento, provisión
de repuestos, etc., lo cual le brinda a la Argentina ciertas ventajas de localización debido a su
proximidad geográfica (Peirano, 2013; Schorr y Castells, 2012).
a) 2005
Grupos de
EXPO IMPO Saldo comercial
productos*
Mill. Mill. Mill.
Rango del índice Cantidad % % % %
U$S U$S U$S
Entre 0,66 y 1 41 8,6 182,4 28,2 264,0 6,8 -81,6 2,5
Entre 0,33 y 0,65 95 19,9 317,8 49,2 941,9 24,2 -624,0 19,2
Entre 0,10 y 0,32 129 27,0 122,4 18,9 1.078,1 27,7 -955,6 29,4
Entre 0 y 0,09 213 44,6 23,9 3,7 1.614,6 41,4 -1.590,6 48,9
Total 478 100,0 646,7 100,0 3.898,6 100,0 -3.251,9 100,0
b) 2008
Grupos de
EXPO IMPO Saldo comercial
productos*
Mill. Mill. Mill.
Rango del índice Cantidad % % % %
U$S U$S U$S
Entre 0,66 y 1 46 9,7 463,3 34,1 685,8 8,3 -222,5 3,2
Entre 0,33 y 0,65 90 19,1 557,0 41,0 1.617,2 19,6 -1.060,2 15,4
Entre 0,10 y 0,32 135 28,6 287,4 21,2 2.873,8 34,8 -2.586,4 37,5
Entre 0 y 0,09 201 42,6 50,8 3,7 3.087,0 37,4 -3.036,2 44,0
Total 472 100,0 1.358,5 100,0 8.263,9 100,0 -6.905,3 100,0
c) 2010
Grupos de
EXPO IMPO Saldo comercial
productos*
Mill. Mill. Mill.
Rango del índice Cantidad % % % %
U$S U$S U$S
Entre 0,66 y 1 53 11,4 520,6 39,2 746,3 9,9 -225,8 3,6
Entre 0,33 y 0,65 73 15,7 491,7 37,1 1.403,1 18,7 -911,5 14,7
Entre 0,10 y 0,32 136 29,2 268,0 20,2 2.322,0 30,9 -2.053,9 33,2
Entre 0 y 0,09 204 43,8 46,2 3,5 3.049,7 40,5 -3.003,5 48,5
Total 466 100,0 1.326,5 100,0 7.521,1 100,0 -6.194,7 100,0
I. Introducción
L
a generación de empleo, la diversificación productiva, la mejora en el
balance comercial de la industria y la autonomía en la política económi-
ca están relacionadas con el desarrollo de las cadenas de valor. Es decir,
con la elaboración de bienes finales a partir de productos intermedios e insumos
nacionales, de alto valor agregado, intensivos en mano de obra y/o con alto con-
tenido tecnológico, para vender tanto en el mercado interno, compitiendo con
importaciones, como en el mercado externo.
La industria del cuero es un ejemplo, observable también en otros ámbitos
productivos, donde el eslabón intermedio intensivo en capital y fabricante mayor-
mente de commodities es un factor determinante para el desarrollo del resto de
los eslabones. En este caso, las curtiembres grandes son la fracción dominante
que, a partir de su poderío económico fruto del alto grado de concentración
teniendo como destino primordial el mercado externo, logran la subordinación
del sector de bienes finales que, consecuentemente, avanza en un proceso de
especialización en bienes intensivos en insumos textiles y vinílicos con claras
desventajas competitivas en desmedro del aprovechamiento del cuero, materia
prima con ventaja competitiva.
La particularidad de esta industria radica en que su materia prima es un resi-
duo del mercado de carnes, por lo cual la demanda de cueros no impacta sobre
su oferta. En el caso argentino el estancamiento del stock ganadero y su faena,
desde hace casi cuarenta años, deja inamovible la oferta de cueros2. Un mercado
1* La versión original de este trabajo se culminó en julio de 2012 y fue publicada en Realidad
Económica, Nº 270, Buenos Aires, 2012.
2 Según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la faena de 2011 es la más baja
desde 1974, mientras que el stock es un 14% inferior a ese año. Entre los años señalados, la
187
con oferta prácticamente inelástica tiene como condición necesaria –aunque no
suficiente– para la expansión de la cadena de valor, asegurar su provisión para
la industria.
Los países desarrollados, que son productores minoritarios de la materia prima
(excepto Estados Unidos), pujan por obtener los escasos cueros en estado bruto
y los denominados wet-blue dejando las etapas “sucias” a los países en desarro-
llo. Las naciones productoras, a su vez, recurren a mecanismos para retener sus
cueros y desarrollar su industria curtidora y de manufacturas. En algunos casos
como India, Indonesia o Pakistán, existen restricciones a la exportación de cue-
ros crudos. En el caso de la India, inclusive, se limita la exportación de cuero en
cualquier estado de terminación para asegurarle el abastecimiento a la industria
manufacturera local. Esta misma problemática se refleja dentro del Mercosur,
donde Brasil y Uruguay gravan la salida de los cueros crudos y wet-blue.
Argentina también ha llevado adelante una política tendiente a retener cueros
que posibilitó el desarrollo de la industria curtidora. Sin embargo, al no prolon-
garse el abastecimiento hacia los bienes finales, el eslabón intermedio se acomodó
dentro de la segmentación internacional de la producción como proveedor de
materia prima para fabricantes de manufacturas de cuero en países con bajo costo
de mano de obra, en línea con las estrategias de las empresas transnacionales.
Con la materia prima asegurada, en un nivel inferior a la capacidad instalada
local y a la demanda mundial, la industria curtidora nacional adecuó su estructura
tecnológica y de mano de obra para insertarse en el mercado global de acuerdo
a sus requerimientos, es decir, commodities para fabricantes transnacionales de
manufacturas. La política pública se alineó a la demanda del “mercado”, resul-
tando en un escaso desarrollo de los bienes finales de la cadena y una tendencia
creciente, profundizada en los últimos años a partir de las medidas de protección
al mercado interno para manufacturas textiles y de plástico, a su especialización
en segmentos que no gozan de ventajas comparativas ni competitivas.
De este modo, la problemática de la industria del cuero gira en torno a la
legislación vigente para el sector y las rigideces de oferta de la materia prima.
Estos dos aspectos han estructurado una cadena de valor que se puede defi-
nir de acuerdo a su orientación por tipo de mercado. Por un lado, un reducido
número de curtiembres de gran porte, algunas de las más importantes de capitales
transnacionales, insertas en el mercado mundial como proveedoras de commo-
dities, principalmente de cuero semiterminado, y, por el otro, una buena can-
tidad de curtiembres pequeñas y fabricantes de manufacturas (marroquinería,
calzado, indumentaria, etc.) que destinan su producción esencialmente al mercado
interno.
3 Sadesa, líder del mercado, tiene diez plantas industriales distribuidas en Argentina, Uruguay, Pa-
raguay, Tailandia y China; además cuenta con una red comercial extendida en dieciocho países.
Arlei cuenta con tres plantas en Argentina y oficinas comerciales en ocho países, mientras que
La Hispano posee tres fábricas en Argentina y una en China, junto a tres oficinas comerciales
en el exterior. Las principales multinacionales son Fonseca y Toredo con una planta cada una
en el país. Sólo Sadesa y La Hispano venden regularmente en el mercado interno.
Origen Proceso
Uso Procesos Destino Productos Destino
del cuero manufacturas
85%
Curtiembres exportación
grandes (básicamente
semiterminado)
Mercado
Diseño, corte, Calzado de
Wet-blue interno (3%
aparado, armado cuero
Frigorífico Semiterminado exportación)
Terminado 15% mercado
Curtiembres Diseño, corte
interno y rebajado, Marroquinería
chicas Mercado
(terminado) preparado y y otras
interno (10%
confección, manufacturas
exportación)
armado y de cuero
terminación
4 Un porcentaje menor de cueros recibe curtido vegetal (tanino y otros ingredientes de ese ori-
gen) que no contamina el medio ambiente. Este proceso resulta más oneroso que el realizado
al cromo.
El marco normativo que rige para la industria del cuero está conformado
principalmente por su tratamiento al comercio exterior: por un lado, derechos
y reintegros a las exportaciones y, por otro, licencias no automáticas, valores
criterio y anti-dumping a las importaciones. La restricción a las exportaciones
de cuero, práctica habitual en los países productores de manufacturas, tiene larga
data en la Argentina. En 1967 se aplicó un cupo de exportación a los cueros cru-
dos y salados que se amplió en 1972 con la total prohibición a las exportaciones
de cueros no industrializados. La prohibición fue reemplazada en 1992 por un
derecho de exportación del 15% para cueros crudos y wet-blue flor (no para el
5 Sin embargo, el mercado mundial de cueros terminados más que duplica al de semiterminados.
Para un análisis del mercado mundial de cuero, véase Ferreira, 2011.
6 Un estudio de las diferentes etapas en la cadena de valor del cuero puede encontrarse en Valle,
2003.
Nota: La base imponible para el cuero crudo-salado y el wet-blue flor es el precio en el mercado de
Chicago, lo que implica un derecho de exportación efectivo superior al 25% transformándose en una
barrera prácticamente infranqueable para la exportación.
* La última renovación se realizó a través del Decreto Nº 7/2012 y rige hasta el 31 de diciembre de 2015.
Fuente: Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Nota: entre 1995 y 1999 los reintegros fueron del 1,2 y 2,3% para cueros semiterminados y termina-
dos, respectivamente, y del 10% para tapicería y manufacturas (Decretos Nº 2275/94 y 998/1995 y
Resoluciones Nº 56/2002, 748/02 y 1029/2006).
7 Entre 2003 y 2006 los reintegros de los cortes superaban a los de tapicería. La Resolución Nº
1029/2006 aumentó un punto porcentual los correspondientes a tapicería para sillones.
Cambios en la estructura
Variación entre
Rama de 1993 y 2003 Grado de
Locales Ocupados VBP*
actividad integración**
Locales Ocupados 1993 2003 1993 2003 1993 2003 1993 2003
Curtiembres -23,9 -3,2 13,1 12,9 27,5 31,8 43,6 62,9 24,6 19,1
Marroquinería -32,0 7,6 33,2 29,3 10,9 13,9 10,4 12,6 33,6 29,7
Calzado cuero -28,4 -48,2 34,7 32,3 31,8 19,6 24,9 11,4 35,0 39,7
Calzado textil
3,7 -2,3 18,9 25,5 29,8 34,7 21,1 13,2 43,2 47,2
y plástico
Nota: Códigos CLAnae CNE 2004/05 por rama de actividad: curtiembres, 19110; marroquinería,
18120 y 19120; calzado cuero, 19201; calzado textil y plástico, 19202 y 19203.
* Valor bruto de producción. ** Valor agregado/VBP.
Por otra parte, las evidencias disponibles permiten concluir que tuvo lugar
un cambio estructural en la composición del eslabón calzado, donde el de cuero
pierde participación en todas las variables y deja de ser el más importante en
materia de empleo y producción. En ese marco, el segmento más relevante pasa
a ser el asociado a la fabricación de artículos de materiales textiles y de plástico
(INDEC, 2006).
En el mismo orden, el contraste dentro del sector curtidor en términos de
producción y valor agregado denota una mayor especialización en commodities
exportables en detrimento de bienes terminados para las industrias. Al respecto,
entre los dos censos económicos se acentuaron las diferencias tanto en el grado
de integración entre los segmentos productivos como en el respectivo nivel de
sofisticación de la producción: en 2003 la relación valor agregado/valor de pro-
ducción fue del 19% en curtiembres, el 30% en marroquinería, el 40% en calzado
de cuero y el 47% en calzado textil y de plástico.
Se trata, en definitiva, de la primarización de la cadena de valor con menor
grado de integración y una mayor relevancia relativa del segmento de calzado
textil y de plástico. La transformación productiva debe asociarse al marco legal
sectorial en un contexto de escasez de cueros en el mercado interno, incre-
mento derivado de su precio relativo en los costos para manufacturas y cre-
Tamaño Facturación
Valor Valor de Ocupados Grado de
de los Locales Ocupados por local ($
agregado producción por local Integración**
locales* miles 2003)
Chicos 10,0 3,4 4,0 2,2 6 597 48,7
Curtiembres
Grandes 3,0 28,3 41,4 60,7 175 56.116 18,1
8 De acuerdo a datos del INDEC, en 2004 las primeras cinco empresas determinaban el 60%
de las exportaciones sectoriales. Según información de la Cámara de la Industria Curtidora
Argentina (CICA), el grado de concentración habría aumentando hasta 2009 ya que, en este
último año, cinco empresas explicaron el 65% de las exportaciones.
9 Considerando el trabajo terciarizado, los ocupados reales en las empresas pequeñas aumentarían
entre un 50% y un 90% alcanzado a un rango de entre nueve y doce trabajadores.
10 La estimación del nivel de informalidad se realizó teniendo en cuenta la relación entre asala-
riados y no asalariados del censo resultando en niveles de trabajo no declarado en pequeñas
empresas, realizado en talleres externos, del orden del 55% en marroquinería y el 45% en cal-
zado. Cabe agregar que el INTI ha estimado un nivel de informalidad del 70% en el sector de
indumentaria que presenta aspectos productivos muy similares a los analizados en este trabajo
(véase http://www.inti.gob.ar/textiles/vestirconciencia/ –consultado consultado el 21/3/2013–,
así como el estudio “La industria textil y de indumentaria en la Argentina. Informalidad y
tensiones estructurales en la posconvertibilidad” en este mismo libro).
Productividad
Tamaño de Salario medio Tasa de
media por ocupado
los locales* ($ miles 2003) explotación**
($ miles 2003)
Grandes 57,6 19,2 3,0
Curtiembres
Chicos 28,9 10,0 2,9
Grandes 45,2 14,2 3,2
Marroquinería
Chicos 17,7 9,1 1,9
Grandes 43,6 13,1 3,3
Calzado cuero
Chicos 19,2 8,3 2,3
Calzado textil y Grandes 25,1 11,7 2,1
plástico Chicos 20,8 8,0 2,6
Mercado externo 57,6 19,2 3,0
Mercado interno 25,4 10,8 2,4
1.200
1.000
800
600
400
200
-
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
60%
Crudo y wet-blue Semi terminado
Terminado Manufacturas
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Cortes
20%
Tapicería
Calzado-Marroquinería
16%
12%
8%
4%
0%
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
180
Producción
160 Empleo
Productividad
140
120
100
80
60
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Producción
220
Empleo
190 Productividad
160
130
100
70
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
16 Entre las inversiones más destacadas de los últimos años se pueden mencionar a Vulcabras,
que produce las marcas Olympikus, Reebok e Ipanema; Dass hace lo propio con Nike, Fila,
Converse y Umbro; Camargo Correa con Havaianas; Paquetá con Adidas; y Cambuci con
Penalty.
17 El repentino salto de productividad de 2004 debería relativizarse por un incremento esperado en
el empleo informal al comienzo de la recuperación de la actividad y la capacidad ociosa inicial.
Las nuevas plantas industriales de capital brasileño son de un nivel de tecnificación superior a
la media del sector originando un incremento de la productividad.
180
Producción
160 Empleo
Productividad
140
120
100
80
60
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Coeficiente de
Valor de producción Exportaciones
exportación
1993 2003 2011* 1993 2003 2011 1993 2003 2011*
Curtiembres 993 1.163 1.108 598 879 943 60,2 75,6 85,1
Marroquinería 237 232 369 88 35 37 37,4 15,2 10,1
Calzado 1.046 455 1.191 92 18 33 8,8 3,9 2,8
Total 2.275 1.850 2.630 778 932 1.013 34,2 50,4 38,0
Fuente: Elaboración propia con datos del de los CNE 94 y 2004/05, INDEC y estimaciones propias.
140
120
100
80
Producción cueros
60
Expo cueros
40 Disponibilidad Cueros
Fuente: Elaboración propia con datos del mercado de cueros, INDEC y Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca.
18 La Resolución Nº 655/2005 redujo el derecho de exportación de los cueros crudos y wet-blue del
15% al 8% para forzar una suba del precio pagado a los frigoríficos y mejorar su rentabilidad.
El objetivo de fondo era contener el incremento en el precio de la carne. Ante la ineficacia de
la medida en el mercado cárnico y la presión de los integrantes de la cadena del cuero, seis
meses después la resolución mencionada fue derogada.
19 Siempre de acuerdo a las mismas fuentes de información, durante los primeros meses de 2012
la faena aumentó levemente ubicándose en el mediocre promedio del período bajo análisis
mientras la demanda mundial de cueros se mantuvo deprimida. En ese contexto, el precio del
cuero inició un proceso de baja, los stocks en las curtiembres comenzaron a incrementarse y la
disponibilidad interna para manufacturas aumentó ligeramente. Pese al mejor precio del cuero
y su mayor disponibilidad, la producción industrial se mantiene muy baja, al tiempo que su
escasa demanda interna y externa y su precio poco competitivo desalientan este segmento de
la cadena de valor.
Impo marroquinería
165
Impo calzado
Consumo privado
140
115
90
65
40
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
Nota: Consumo Privado: PBI a precios constantes. Importaciones de marroquinería y calzado: uni-
dades y pares respectivamente.
21 Para un análisis de la cadena de valor del cuero y sus manufacturas en el marco del “Plan Es
tratégico Industrial Argentina 2020”, véase INTI, 2011a.
22 En 2011 el precio de exportación del cuero wet-blue descarne fue el 45% del wet-blue flor
(menor diferencia en los últimos años), mientras que en el mercado interno el cuero terminado
descarne es el 70% del flor. El incremento del derecho tendería a ampliar la brecha, acercarla
al nivel internacional, mejorar la competitividad de los fabricantes de manufacturas y disminuir
el incentivo a migrar de la materia prima cuero hacia el plástico o textil.
23 Las iniciativas tendientes a generar un acuerdo entre las curtiembres grandes y las terminales
automotrices para incrementar las exportaciones de tapicería profundiza la tendencia a la
concentración de las primeras y mejora su rentabilidad y estructura exportadora, pero tiene im-
pactos negativos sobre el resto de las curtiembres y los fabricantes de manufacturas por menor
disponibilidad de cueros en el mercado interno. En paralelo, constituye un beneficio ostensible
para las trasnacionales automotrices ya que les permite compensar importaciones en el marco
de la política comercial en curso.
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2020/libro/, consultado el 10/12/2012).
MRECIC (2010): “Sector de la Industria del
Calzado”, Subsecretaría de Comercio In-
I. Introducción
L
a industria textil y de indumentaria es considerada tecnológicamente ma-
dura, es decir, sus innovaciones más importantes son incrementales, prin-
cipalmente de proceso al inicio y al final de la cadena de valor, y también
de incorporación de nuevas tecnologías en hilados y tintorería, las que luego son
trasladadas al resto del entramado. A su vez, los extremos son tradicionalmente
intensivos en mano de obra, aunque la producción primaria se ha tecnificado
mucho en las dos últimas décadas, y el resto de los eslabones industriales, los
intermedios, son básicamente intensivos en capital. Cada etapa da por resultado
una diversidad de productos alcanzando al final de la cadena una multiplicidad
de bienes con variadas aplicaciones y usos, que en términos generales se pueden
clasificar en indumentaria, artículos del hogar y de uso industrial.
A diferencia de otras industrias en el país, la producción de todas las etapas
está destinada fundamentalmente al mercado interno que, al fabricar commodities
hasta los eslabones intermedios, tienen precios internacionales de referencia que
limitan la apropiación de renta potencial e inducen a generar mecanismos alter-
nativos para su retención por parte de los actores con mayor poder relativo.
El grado de tecnificación y la escala de producción son las barreras de entrada
y los factores de competitividad en el segmento textil, mientras que la calidad
de la materia prima es determinante en la etapa primaria, lo mismo que el costo
de mano de obra en el segmento de la indumentaria. China es el referente inter-
nacional y Brasil el regional, ambos con mano de obra más barata y escalas de
producción más elevadas que la Argentina. Al ser una industria madura, muchas
empresas locales están en la frontera tecnológica; sin embargo, los factores alu-
didos condicionan su competitividad en los mercados externos y en el interno. De
este modo, las políticas de protección se convierten en un instrumento decisivo
219
para el sostenimiento de las fábricas y las fuentes de trabajo especialmente en los
eslabones finales de la cadena de valor. Por lo cual, la diferenciación de productos
y las innovaciones en los componentes y las funciones de los bienes finales se
transforman en factores de competitividad adicionales y relevantes desde una
perspectiva de mediano y largo plazo.
En cuanto al tipo de firmas, existe gran cantidad de productores primarios
con bajas escalas de producción y mayoría de pequeñas y medianas empresas en
el segmento de indumentaria. Por su parte, el entramado textil cuenta con rela-
tivamente pocas y grandes firmas en función de los factores de competitividad
señalados. La disponibilidad de mano de obra es esencial en el segmento de la
confección, siendo uno de los sectores de la industria manufacturera doméstica
con remuneraciones más bajas y peores condiciones laborales, lo cual genera
desincentivos para ingresar en la actividad y baja calificación de los operarios
existentes, restringiendo ganancias de productividad esenciales que mejorarían
la competitividad.
La desigual distribución del ingreso, la creciente precariedad laboral y la
pobreza han generado el fraccionamiento del consumo de bienes finales por
estrato social en un reducido mercado de altos ingresos en el segmento formal y
el resto, de consumo masivo, mayoritariamente a través del mercado informal.
Es decir, el último eslabón registra una marcada división en el tipo de bienes
consumidos, los precios de venta al público y los puntos de comercialización de
acuerdo al nivel de ingreso de los compradores.
Así, las tensiones estructurales por la distribución del ingreso generado en
la industria se dirimen en función del poder relativo de los actores: los provee-
dores concentrados de insumos textiles comprimen a los fabricantes de bienes
finales, los centros comerciales y bancos a las marcas de indumentaria y éstas a
los costureros que son los que soportan, en definitiva, el mayor peso del ajuste
por ser el eslabón más débil.
En este contexto, la informalidad se transforma en uno de los mecanismos
más habituales para aumentar la cuota de ganancias de los actores productivos
con mayor poder relativo, abarcando la venta de tejidos para indumentaria, la
confección de prendas en sí misma y la precariedad laboral de los trabajadores en
la etapa final. De allí que no resulte casual que el mercado de La Salada se haya
convertido en el principal centro de producción y ventas en el nivel nacional.
El resto del trabajo aborda esta problemática a partir de considerar, en la
Sección II, algunos aspectos destacados de la situación internacional y sus pers-
pectivas que revisten interés para el análisis de la realidad sectorial en el país. En
la Sección III se estilizan las características productivas de los eslabones más des-
tacados con el objeto de identificar algunas condiciones estructurales relevantes.
La Sección IV aborda la evolución reciente de la industria a partir del seguimiento
analítico de una variedad de indicadores. Sobre la base de estas indagaciones,
en la Sección V se estudia la forma en la que se distribuye el ingreso dentro
1 Este fenómeno, inicialmente desarrollado por Gran Bretaña a fines del siglo XVIII, fue replica-
do más tarde por los Estados Unidos en el siglo XIX, por la economía japonesa en la inmediata
posguerra y por Corea del Sur en el decenio de 1960. En los últimos años el mismo modelo
de inserción en la economía mundial fue aplicado por China y otros grandes exportadores de
indumentaria del sudeste asiático (principalmente Indonesia, Tailandia, Bangladesh, Camboya,
Myanmar, Filipinas, Vietnam y Sri Lanka), que dinamizan sus economías a través de industrias
livianas e intensivas en mano de obra (Chang, 2002).
2 Esquemáticamente, se registran tres procesos de relocalización. El primero a fines de la década
de 1950 y principios de la de 1960 desde Norteamérica y Europa Occidental hacia Japón. El
segundo, en el decenio de 1970 e inicios del siguiente, desde Japón hacia Hong Kong, Taiwán
y Corea. El último, en la década de 1990, desde estos últimos tres hacia otras economías en
desarrollo de Asia, principalmente a China, Indonesia, Tailandia y Filipinas y, en menor medida,
hacia algunas naciones de Latinoamérica y de Europa Oriental (Gereffi, 1999).
80.000
Fibras artificiales
70.000 Fibras sintéticas
60.000 Lana
Algodón
50.000
40.000
30.000
20.000
10.000
0
1950 1960 1980 1990 2000 2011
Fuente: Elaboración propia en base a The International Rayon and Synthetic Fibres Committee (CIRFS).
III.2. Hilanderías
6 Esas firmas pueden estar integradas o comprar el algodón en bruto a pequeños, medianos y
grandes cosechadores. Su actividad consiste en separar, desde el algodón en bruto, la fibra de
la semilla y la suciedad.
7 Si bien, en general, las hilanderías se abastecen de fibra nacional, el auge sojero provocó, desde
la década de 1990, el desplazamiento de la producción algodonera. Este fenómeno, sumado a la
expansión de la capacidad productiva de la industria local de los últimos años, implicó que
las hilanderías tengan que importar, fundamentalmente de Brasil por las ventajas arancelarias
asociadas al Mercosur y por tener fibra no contaminada en abundancia y de mayor calidad que
la nacional. Acerca de las características del complejo algodonero y al impacto de la expansión
sojera, véase Gorenstein, Ferreira y Schorr, 2012.
8 La empresa más importante del eslabón en el país es TN&Platex, con siete plantas productivas
distribuidas en cinco provincias, que producen alrededor de 4.000 toneladas mensuales (http://
www.tnplatex.com/, consultado el 4/4/2013). En segundo lugar, aparece Tipoití con capacidad
para producir 2.000 toneladas mensuales (www.tipoiti.com.ar, consultado el 4/4/2013) y como
tercer gran productor, con una escala de 700 toneladas mensuales, Algodonera Avellaneda, pro-
piedad del grupo Vicentín, que a diferencia de las otras dos compañías, también posee tejeduría
(http://www.vicentin.com.ar/, consultado el 4/4/2013).
III.3. Tejedurías
9 Cabe aclarar que los grandes usuarios de hilado de algodón entre las tejedurías planas son los
productores de denim que suelen operar con hilandería propia.
10 Entre las empresas medianas y grandes con tejeduría de punto, que operan en el sector con tin-
torería propia, se destacan Iteva, Texcom, Ritex, Sedamil, Guilford, Nortextil Balto y Amesud.
III.4. Tintorerías
III.5. Indumentaria
11 Véase Claves, 2009; Coatz y Kestelboim, 2012; y las estimaciones realizadas por el INTI Tex-
tiles (disponibles en http://www.inti.gob.ar/textiles/vestirconciencia/, consultado el 22/3/2013).
12 Para un análisis detallado de las diversas relaciones entre las marcas de ropa, los talleristas
intermediarios y los talleres de costura, consúltese D’Ovidio, 2007.
13 Véase, para un resumen de la investigación, Choren, 2009.
14 Las primeras noticias sobre las explotaciones sufridas por migrantes en el sector datan de fines
de la década de 1990, cuando las políticas neoliberales y el consecuente desempleo empujaron
a numerosos trabajadores desocupados a aceptar las pésimas condiciones laborales ofrecidas por
los talleres clandestinos. Sin embargo, esta problemática recién alcanzó estado público con el
incendio de un taller clandestino el 30/3/2006 que cobró la vida de seis inmigrantes procedentes
de Bolivia, cuatro de ellos menores.
Más del 60% de la indumentaria que circula por el país proviene de La Salada
y el circuito de la calle Avellaneda, luego es vendida al público en más de doscien-
tas ferias o Saladitas y en una multiplicidad de comercios tradicionales en todo el
Canal de comercialización
Tradicional 34,0
Shopping 19,6
Franquicias 15,6
Propios/outlet 9,5
Grandes tiendas 8,2
Directa/Internet 7,1
Hipermercados 6,0
Total
4.269 36.875 3.137 9 85,1 42,6
confecciones
Estas evidencias estarían expresando que buena parte del aumento del empleo
en los últimos años no ha sido registrado. Básicamente, porque con menor o
igual dotación de empleados por empresa, aun considerando el incremento de fir-
mas registradas, sería imposible justificar el aumento de la producción de bienes
obtenido por el INDEC, salvo un salto exponencial en la productividad laboral
(dato no computado estadísticamente y de difícil realización en una industria
con las características de la analizada). Igualmente, el aumento en la participa-
ción relativa del empleo registrado en las empresas grandes sería menor al real
por efecto de la terciarización; por su parte, en las empresas medianas, chicas y
micro el empleo es menor en términos relativos, lo cual sugiere el predominio
del empleo informal.
Asimismo, en relación con el promedio 1996-1998, los mejores de la conver
tibilidad, los guarismos correspondientes a 2009 muestran un nivel algo superior
en ambos sectores (nuevamente la mayor diferencia se observa en confecciones).
Finalmente, de los datos sistematizados se desprende que el sector formal de esta
industria casi no ha modificado su estructura en relación con la década de 1990
en cuanto al tamaño de firmas, con la excepción de las empresas grandes de
indumentaria que actualmente cuentan en promedio con una dotación de personal
sustancialmente menor.
350
IVF
Productividad
300
Intensidad laboral
250
200
150
100
50
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
* IVF/obreros ocupados.
** Horas trabajadas/obreros ocupados.
En suma, sobre la base del segmento formal, el sector textil no habría alcan-
zado los niveles más elevados de la convertibilidad en materia de producción, los
habría superado en empleo y mantenido en cantidad de empresas. Sin embargo, la
creciente informalidad de los últimos años induce a presumir que la producción y
el empleo total (formal e informal) habrían superado los registros más altos de la
década de 1990. Por otra parte, la cantidad de ocupados por empresa de acuerdo
a su tamaño en el segmento formal no coincide con la expansión del sector desde
2003 convirtiéndose en un indicador del aumento de la informalidad.
500
IVF
450 Productividad
400 Intensidad laboral
Producción total
350
300
250
200
150
100
50
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
* IVF/obreros ocupados.
** Horas trabajadas/obreros ocupados.
*** Producción segmento formal + producción segmento informal.
Por otra parte, la metodología mencionada permite estimar el empleo total del
sector y, por lo tanto, el porcentaje de informalidad laboral. Así, entre los años
señalados, mientras el empleo registrado creció el 57%, el empleo no registrado
habría aumentado el 200%, alcanzado el sector a un total de casi ciento ochenta
mil ocupados en 2012, con un nivel de informalidad del orden del 65/70% desde
el 2004 hasta la actualidad (Gráfico No 4)21.
21 Según cálculos de la Fundación Pro Tejer, los trabajadores afectados a la actividad de la con-
fección alcanzarían a 200.000 con un nivel de informalidad del 80% (Coatz y Kestelboim,
2012).
200.000 80%
Empleo no registrado
180.000
75%
Empleo registrados
160.000
Informalidad (eje derecha) 70%
140.000
65%
120.000
100.000 60%
80.000
55%
60.000
50%
40.000
45%
20.000
0 40%
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Fuente: Elaboración propia con datos del MTEySS e INTI Textiles.
22 Según datos del MTEySS, la remuneración promedio de los trabajadores registrados del sector
de la confección y de la madera es la más baja de la industria manufacturera. Tal retribución
resultó inferior al valor establecido para la línea de pobreza del INDEC entre 2003 y 2007 y
la superó en los cinco años siguientes teniendo en cuenta la misma fuente. Pero de acuerdo
a estimaciones privadas, como la encuesta de la deuda social que realiza periódicamente la
Universidad Católica Argentina, el nivel salarial se habría mantenido por debajo de la línea
de pobreza entre 2007 y 2012. Véase http://www.trabajo.gov.ar/left/estadisticas/oede/estadis-
ticas_nacionales.asp y http://www.uca.edu.ar/index.php/site/index/es/uca/observatorio-de-la-
deuda-social-argentina/ (ambos consultados el 25/3/2013).
23 En los dos últimos años de la serie bajo análisis, las exportaciones se duplicaron, fundamen-
talmente por el rubro fibras ante el aumento de la producción de algodón y la disminución de
la demanda interna. Por su parte, las compras externas subieron algo más del 50% por tejidos
y prendas que alcanzaron el record del período.
2.000
Saldo
Exportaciones
1.500
Importaciones
1.000
500
0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
-500
-1.000
-1.500
Exportaciones Importaciones
1993-2001 2002-2011 1993-2001 2002-2011
Fibra 56,4 43,6 7,4 11,7
Hilado 18,3 13,7 12,2 18,3
Tejido 18,0 25,6 40,3 43,9
Hogar/industriales 1,7 3,3 11,5 8,6
Indumentaria 5,5 13,8 28,6 17,5
Total 100,0 100,0 100,0 100,0
Hilado 20
Tejido plano 46
Tejido de punto 15
Otros 5
Total 251
Por su parte, el establecimiento de los valores criterio también fue una medida
importante que limitó la extensión de las operaciones de subfacturación en el
rubro. En efecto, a partir de 2005 se dispusieron 1.105 VC en la industria, los
que impactaron sobre los precios de importación cuyo incremento en el medio
doméstico mejoró la posición competitiva de la producción local.
Así, según datos de la Fundación Pro Tejer, entre 2008 y 2011, las importa-
ciones aumentaron en dólares el 15% (efecto VC) y disminuyeron en toneladas
el 5% (efecto LNA). Sin embargo, las medidas de protección perdieron fuerza
Var. Var.
2008 2009 2010 2011
2008/11 2010/11
27 Sobre las ferias urbanas y sus diferentes dimensiones de análisis, véase el trabajo de Busso,
2011. Para un estudio del funcionamiento de la feria La Salada, consúltense Girón, 2011, y
Pogliaghi, 2008. Acerca de la trayectoria y las experiencias de los costureros inmigrantes en
La Salada, revísese Rivera Cusicanqui, 2011 y Hacher, 2011. Un estudio de La Salada desde
el punto de vista de la economía popular se encuentra en Gago, 2012.
28 El sector informal y sus implicancias en términos económicos, sociales y políticos ha sido
estudiado por muchos autores. Entre ellos, Tokman, 1987 ofrece un análisis integral desde la
experiencia latinoamericana.
29 Sobre el trabajo asalariado femenino y la historia de la industria textil en la Argentina, consúl-
tese Fernández y Legnazzi, 2012.
30 Véase en este mismo volumen el estudio “La industria del cuero en la posconvertibilidad: reac
tivación y especialización regresiva”.
Nota: el valor final del jean de marca es un promedio entre el valor de inicio de temporada, oferta
de liquidación y outlets.
31 Según datos de la Defensoría del Pueblo del gobierno de la CABA y la cooperativa La Alame-
da, en la ciudad de Buenos Aires alrededor de cien marcas de ropa de primera línea utilizan o
utilizaron talleres clandestinos para la confección de sus prendas. Véase Lieutier, 2010.
32 En el caso de los talleres que trabajan a fason, también retienen un porcentaje mayor de la renta
porque hay menos intermediarios que en el mercado formal.
33 El INTI Textiles estima que veinte ocupados con maquinaria conforman un taller en condiciones
de realizar internamente todas las etapas del proceso productivo.
Busso, M. (2011): “Las ferias comerciales: Hacher, S. (2011): Sangre Salada, una feria
también un espacio de trabajo y socia- en los márgenes, Marea Editorial, Bue-
lización. Aportes para su estudio”, en nos Aires.
Trabajo y Sociedad, Nº 16, Santiago del INET (2010): “Cadena de valor del sector
Estero. indumentaria. Informe final”, Instituto
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Nº 81, Buenos Aires. Marino, P. (2011): Diseño de indumentaria de
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Aires. Una aproximación a partir de un estudio
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Fernández, M. y Legnazzi, L. (2012): Muje- de Zamora (2006-2007)”, Universidad
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Buenos Aires. Aires, mimeo.
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globalización «desde abajo»?”, en Nueva y overlockas: una discusión en torno a
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Gereffi, G. (1999): “International trade and in- nes, Buenos Aires.
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dity chain”, en Journal of International El sector informal hoy”, en Nueva Socie-
Economics, N°1, Amsterdam. dad, Nº 90, Buenos Aires.
Girón, N. (2011): La Salada, radiografía de
la feria más polémica de Latinoamérica,
Ediciones B, Buenos Aires.
255
Esta edición se terminó de imprimir en julio de 2013,
en los talleres de Gráfica LAF s.r.l., ubicados en
Monteagudo 741, San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina.