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Juan Jesus Navarro Salas

Diseño de un intercambiador de calor utilizando amoniaco como


refrigerante

Investigación: ¿Por qué utilizar amoniaco cómo refrigerante?

El amoníaco ofrece diferentes ventajas, tal como demuestran muchas décadas


de uso de sistemas de refrigeración con este compuesto.

1. Eficiencia energética
Las aplicaciones con amoníaco se encuentran entre las más eficientes, y su
rango de aplicación abarca desde temperaturas altas hasta temperaturas bajas.
Debido a la atención cada vez mayor que se presta al consumo energético, los
sistemas con amoníaco son una opción segura y sostenible de cara al futuro.
Un sistema inundado con amoníaco es habitualmente entre un 15 y un 20 %
más eficiente que un sistema de expansión directa equivalente con refrigerante
R-404A. Los recientes avances, en los que se han combinado el NH3y el CO2,
han contribuido a aumentar la eficiencia aún más. Los sistemas en cascada
con NH3 y CO2 son extremadamente eficientes en aplicaciones de baja y muy
baja temperatura (por debajo de -40 °C), mientras que los sistemas con
salmuera de NH3 y CO2 son alrededor de un 20 % más eficiente que los
sistemas con salmueras convencionales.

2. Medio ambiente
El amoníaco es el refrigerante más respetuoso con el medio ambiente que
existe. Pertenece al grupo de los llamados refrigerantes “naturales” y tiene un
potencial de calentamiento global (GWP) y un potencial de reducción de ozono
(ODP) nulos.

3. Seguridad
El amoníaco es un refrigerante tóxico, así como inflamable a determinadas
concentraciones. Por este motivo, debe manipularse con cuidado; todos los
sistemas con amoníaco deben diseñarse prestando especial atención a los
aspectos de seguridad. Al mismo tiempo, a diferencia de la mayoría del resto
de refrigerantes, tiene un olor característico que pueden detectar las personas
incluso a concentraciones muy bajas. Esto sirve como señal de aviso incluso
cuando las fugas de amoníaco son pequeñas. Si es necesario reducir la carga
de amoníaco, una opción recomendable y eficiente puede ser la combinación
del amoníaco con CO{_>2<_} (en cascada o en forma de salmuera).

4. Menor tamaño de las tuberías


Tanto en estado líquido como en forma de vapor, el amoníaco requiere tuberías
de un diámetro menor que la mayoría de los refrigerantes sintéticos.

5. Mejor transferencia de calor


Las propiedades de transferencia de calor del amoníaco son mejores que las
de la mayoría de los refrigerantes sintéticos, lo que hace posible usar equipos
con un área de transferencia de calor menor. En consecuencia, el coste de
construcción de la planta también será menor. Además, estas propiedades
también mejoran la eficiencia termodinámica del sistema, lo que a su vez
reduce los costes de funcionamiento del mismo.

6. Precio del refrigerante


En muchos países, el coste del amoníaco (por kg) es considerablemente menor
que el de los refrigerantes HFC. A esta ventaja se le suma el hecho de que el
amoníaco tiene una menor densidad en estado líquido. Asimismo, dado que
cualquier fuga de amoníaco se detectará rápidamente debido a su olor, las
posibles pérdidas de refrigerante también serán menores.

El amoníaco no es un refrigerante universal, sino que resulta adecuado


principalmente para aplicaciones comerciales de alto rendimiento e industriales.
Deben tenerse en cuenta tanto su toxicidad e inflamabilidad como las posibles
incompatibilidades con otros materiales. No obstante, existe una ingente
cantidad de sistemas con amoníaco por todo el mundo en los que se han
superado con éxito todos estos desafíos.
(Danfoss, 2019)
Pero no todo son ventajas, la principal desventaja de utilizar amoníaco como
refrigerante, es el alta inversión en el equipo en el equipo y la instalación del
sistema correspondiente, ya que para que sea rentable una instalación de este
tipo debe existir una gran demanda de refrigeración. Si la demanda es muy
baja, el costo de un sistema de refrigeración utilizando amoníaco como
refrigerante es demasiado alto, por lo cual, en la mayoría de instalaciones
pequeñas se siguen utilizando refrigerantes comunes.

Es un refrigerante tóxico e inflamable en determinadas y altas concentraciones,


pero manejado adecuadamente, no representa peligro alguno. Por otro lado el
amoniaco puro tiene un rango de inflamabilidad muy reducido y bajo altas
concentraciones y condiciones muy limitadas, pero es una de sus desventajas
frente a otros refrigerantes. No obstante esta inflamabilidad se incrementa con
la mezcla del vapor de amoniaco con aceite u otro elemento inflamable. El
encendido de vapor de amoniaco requiere una fuente de fuego externa
ininterrumpida, por lo que el peligro de explosión es muy bajo, el cual se reduce
aún más con instalaciones ventiladas y libres fuentes de ignición.

Cualquier sistema de refrigeración es propenso a tener fugas debido a las sus


presiones de funcionamiento, pero los sistemas modernos son seguros ya que
constituyen sistemas completamente cerrados con control total y regulación de
la presión en todo el sistema. El mayor riesgo podría provenir de una posible
explosión, pero para prevenirlo estos sistemas utilizan válvulas de seguridad en
recipientes y tuberías que evitan cualquier sobrepresión, ya que se conducen
directamente al exterior de la instalación. Por otro lado incorporarán equipos
robustos, detectores de amoniaco en sala de máquinas y recintos cerrados,
etc. O es que acaso no es más peligroso y explosivo el gas y lo tenemos como
combustible en multitud de industrias, salas de calderas incluso calderas
domésticas.
Una instalación segura de amoniaco requiere un adecuado diseño de
ingeniería que contemple todas las medidas de seguridad necesarias y
continuar en la explotación con un mantenimiento de la instalación adecuado
que minimice el riesgo de fugas.

De esta manera un sistema de refrigeración con amoniaco será más seguro


que cualquier otro sistema de refrigeración, con las ventajas añadidas de
utilizar un refrigerante ecológico, de larga duración y con un rendimiento
energético inmejorable.
(Gestión integrada, 2016)
Propiedades:
El amoníaco es un gas incoloro con un olor desagradable. Es más ligero que el
aire, su densidad es 0.589 veces la del aire de la atmósfera. Se condensa
fácilmente por sus fuertes puentes de hidrógeno entre las moléculas; el líquido
hierve a –33.3 °C y se congela a los –77.7 °C en cristales blancos.
El amoníaco se puede desodorizar fácilmente reaccionando con bicarbonato de
sodio o ácido acético. Ambas reacciones forman sales de amoníaco sin olor.
(Chisholm, 1911)

Refrigeración - R717

Gracias a las propiedades de vaporización del amoníaco, es útil como un


refrigerante.5 Era usado comúnmente antes de la popularización del empleo de
los compuestos clorofluorocarbonados. El amoníaco anhídrido es usado
incansablemente en la industria de la refrigeración y para los pistas de hockey
por su alta eficiencia de conversión de energía y bajo costo. No obstante, tiene
la desventaja de ser tóxico, lo que le restringe su uso doméstico y a pequeña
escala. Junto con su uso moderno de refrigeración por compresión de vapor, se
utilizó junto con hidrógeno y agua en refrigeración de absorción. El ciclo de
Kalina, depende ampliamente del rango de ebullición de la mezcla de
amoníaco y agua.
(Max Appl, 2006)

Referencias:
1. ¿Por qué usar amoníaco en la refrigeración industrial? | Danfoss. (n.d.).
Retrieved from
http://refrigerationandairconditioning.danfoss.mx/refrigerants/industrial-
refrigeration/ammonia/why-ammonia/#/
2. Refrigeración con amoniaco: Aplicaciones, funcionamiento y
propiedades. (2016, May 03). Retrieved from
https://revistadigital.inesem.es/gestion-integrada/refrigeracion-con-
amoniaco/
3. Max Appl (2006). Ammonia, in Ullmann's Encyclopedia of Industrial
Chemistry. Weinheim: Wiley-VCH.
4. Chisholm, 1911. (link al sitio de origen).

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