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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA

Jonathan Rodríguez
Grupo 2
Arte y Percepción Visual: Capítulo 1

Para poder entender lo que una persona dice ver sobre una obra de arte no es

necesario conocer la historia de su realización, más bien conviene conocer la historia de

quien la observa. Se vuelve interesante hablar desde este punto de vista porque es

común pensar que una obra de arte es, por el objetivo que el artista tenía al realizarla, y

lo es en su esencia, que se enriquece y se culmina cuando el observador percibe la obra

de arte.

“La imagen percibida, no la pintura, es la obra de arte” (Arnheim, 1979, pág. 32)

Al percibir una obra de arte el observador no realiza la acción únicamente desde su

cuerpo, como un ente físico y orgánico, sino que es el cuerpo el que le sirve de medio

para poder percibir algo que le resuena en su psique y que es desde ahí desde donde

mira la obra de arte, a la cual le entrega sus miedos, fantasías, deseos y selecciona

formas dentro de la obra con las que se identifica, que le brindan equilibrio y le

permiten darle un sentido a lo que percibe: “En la percepción pueden también influir los

deseos y temores del observador” (Arnheim, 1979, pág.39) El observador, desde su

posición es capaz de dotar a la obra de arte todo tipo de características que no le venían

desde su esencia como: movilidad, equilibrio, dirección y sentido. Cada característica

que el observador impone sobre la obra de arte data o es una referencia a su historia de

vida, que se vuelve necesario conocer para saber de dónde proviene lo que se percibe.

El ser humano posee una tendencia a identificar en el mundo físico el equilibrio

que su estructura psíquica busca: “El hombre busca el equilibrio en todas las fases de su

existencia física y mental” (Arnheim, 1979, pág. 50) Mucho de lo que un observador
percibe, se da en una búsqueda al parecer inconsciente de equilibrio o de identificar en

el mundo físico algo que le permita dar cuenta de un acontecer psíquico. Por lo que, se

ha identificado una función importante de las obras de arte para la psicología, ya que se

las puede usar para poder identificar varios aspectos de la personalidad de un

observador y desde allí partir para generar un proceso de acompañamiento y de análisis

adecuados a la experiencia de cada persona con su vida cotidiana.

Referencia

Arnheim, R. (1979). Arte y Percepción Visual.

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