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ANTROPOLOGÍA ECONÓMICA,

ENSAYO FINAL
Maria Fernanda Yath/Ismael Martínez/ Luis Fontalvo/Luis Harvey Forero

RELACIONES ECONÓMICAS DE LA MOVILIZACIÓN ESTUDIANTIL EN LAS


UNIVERSIDADES PÚBLICAS DE COLOMBIA

-Conducta economizante de los estudiantes: reglas que determinan la elección de los


medios en una economía formal desde el estado-nación. FINANCIACIÓN –
REDISTRIBUCIÓN
Medios – Fines: elegir entre los distintos usos de los medios, a partir de la insuficiencia
PROBLEMA:
- Escasez de los recursos para la inversión en la educación pública
- Abundante demanda de ingreso a la educación superior
- Ingresos: bienes y servicios en las universidades públicas para los estudiantes: salarios,
rentas e intereses.
- Economía para fortalecer el proceso de institucionalización de la universidad pública:
trabajo y capital, oficio y sindicato, retraso y aceleración, riesgos y unidades del contexto
social
- Institucionalización de la economía: redistribución

INTRODUCCIÓN

Es nuestra obligación como actores principales hablar acerca de las luchas estudiantiles que,
durante el segundo semestre del presente año, se vienen presentando en Colombia.
Antes, consideramos es necesario decir que, los orígenes están en luchas nacientes de Europa,
bajo dos ópticas distintas: una, la que busca una mejora en la educación y el estudiantado; y
dos, las que son respuesta directa a injusticias sociales en el momento histórico de los hechos
en que estas se han desarrollado.

Estos modelos transformadores que se dieron primeramente en Europa, como lo que se


conoció como el Mayo francés o Mayo de 1968, refiriéndose a la cadena de protestas que
se llevaron a cabo en Francia y, especialmente, en París durante los meses de mayo y junio
de 1968. Esta serie de protestas fue iniciada por grupos estudiantiles izquierdistas contrarios
a la sociedad de consumo, a los que posteriormente se unieron grupos de obreros industriales,
los sindicatos y el Partido Comunista Francés.1 Como resultado, tuvo lugar la mayor revuelta
estudiantil y la mayor huelga general de la historia de Francia, y posiblemente de Europa
occidental, apoyada por más de nueve millones de trabajadores y toda la comunidad
estudiantil y Académica Francesa.2 El movimiento estudiantil tuvo influencias del
movimiento hippie que se extendía entonces desde Norteamérica e Inglaterra.

Ahora bien, estos vientos renovadores llegan con mucha fuerza e ímpetu a las poblaciones
estudiantiles latinoamericanas. Inicialmente en México y la Argentina de los años 70, donde
se tornan como actores principales del entorno socio político que venía sucediendo en ese
momento histórico este fenómeno en parte se fortalece por las crisis políticas y económicas
de esta parte del siglo XX, debemos recordar las juntas militares y las dictaduras que se
presentaron en nuestras democracias latinoamericanas. “La juventud universitaria
latinoamericana ha tenido una actuación determinante en los diversos momentos históricos
del continente, desde la Reforma de Córdoba hasta la generación de la protesta y la
revolución. La lucha por la autonomía de la educación pública y por la participación
estudiantil en el gobierno ha sido significativa en la historia del movimiento estudiantil. La
participación estudiantil en consejos o claustros universitarios se remonta al siglo XIX”
escribe Lidia Beltrán en “El movimiento estudiantil latinoamericano, sus tradiciones de
lucha. Una mirada desde el pensamiento de Rodney Arismendi”3. Quien planteaba como sin
estas luchas, las transformaciones no se harían posibles y fue así como en la Argentina a
finales de los 70's estas manifestaciones masivas y su represiones ocasionaron las caídas de
las dictaduras y la junta militar de la época; en esta misma línea de estudio lo que
pretendemos es aterrizar en el tema central que nos trae este ensayo, fue acaso el propósito
principal de estos Movimientos estudiantiles el derrocar Gobiernos o el de querer acceder a
la educación superior?. Pero de manera gratuita y que esta estuviera al alcance de la mayor
parte de la población joven de la época, al parecer vuelven aparecer estas dos ópticas
planteadas en Europa la calidad y acabar con las injusticias sociales donde la educación en
lugar de ser un derecho generalizado solo es un artículo para las elites los que la quieran de
calidad que paguen, aquí la relación de educación vs economía empiezan a coexistir y a
depender una de otra para iniciar estas luchas y movimientos estudiantiles, que no tardaron
en llegar a países como Colombia y otros donde esta misma fenomenología se presenta la
mala calidad, y el poco acceso de la educación son los componentes detonadores de las
protestas tanto del siglo XX y las que estamos viviendo en los últimos años y en el presente
en nuestro país.

¿Cuál es el valor determinante económico de este nuevo y renovado movimiento


estudiantil en Colombia y cuál es el principal componente económico que hace posible
estas Movilizaciones?

Una serie de políticas de gobierno, que intentaron darles aire a los recursos de las
universidades públicas, terminaron por sofocarlos. Estas son algunas de las razones por las
que están en crisis y salen a las calles a manifestarse en las principales ciudades del país.
Estos días han sido históricos y dejarán una huella profunda para la educación superior en
Colombia. Las gigantescas movilizaciones llevadas a cabo el 10 de octubre, en horas de la
mañana, donde miles de estudiantes, profesores, administrativos y hasta padres de familia de
las 32 universidades públicas del país, más los estudiantes del SENA, más los de 28
universidades privadas, salieron a marchar en las principales ciudades del país, para exigirle
al gobierno de Iván Duque que rescate a la educación pública de una crisis financiera que
suma 18,2 billones de pesos, que el Estado colombiano adeuda a las instituciones de
educación superior desde la creación en 1992 de la ley 30 de la educación donde quedó
estipulado y asegurado el financiamiento de estas universidades públicas en Bogotá y las
regiones, pero todo ha quedado ahí porque a la práctica estos presupuestos se han acabado y
gastado en rubros como el gasto militar y en rescatar el aparato financiero en manos de los
particulares.

Se ha dicho que las universidades necesitan 500.000 millones de pesos para cerrar 2018; 3,2
billones para gastos operacionales y 15 billones para saldar la “deuda histórica” en materia
de infraestructura y calidad educativa.
Que el momento para hacer presión en las calles sea hoy no es casual. El 20 de octubre se
aprobaba en el Congreso el Presupuesto General de la Nación para el 2019. Aunque el
presupuesto para el sector educación es uno de los más gordos, (con 33,6 billones, solo
superado por defensa), solo el 10 % se va al financiamiento de la universidad pública.
Ya se han hecho varias marchas a lo largo del año, pero esta tal vez fue la más multitudinaria
de los últimos años. La nuez del asunto es que los bolsillos de las universidades públicas
están rotos, gracias a decretos y leyes que querían resolver problemas del pasado, y que
funcionaron en un principio, pero que ante el crecimiento de las universidades en cupos
estudiantiles, programas de alta calidad y tecnología, se quedaron cortos.

¿Qué está pasando con la poca o mucha plata de la educación superior pública?
Por ejemplo como explica en un apartado de una entrevista en el diario capitalino del
Espectador, Álvaro Viña, gerente financiero y administrativo de la Universidad Nacional, es
importante que en este debate no se “mezclen peras con manzanas”, pues una cosa es el
déficit coyuntural que están atravesando algunas Universidades Públicas para poder cerrar
financieramente el 2018 y otra el desfinanciamiento sistemático que existe para la educación
colombiana. Por ejemplo, este año, la Nacional tiene un déficit presupuestal de
68.000.millones de pesos que, según sus estimaciones, se necesitan para pagar nóminas y
primas de fin de año, así como cesantías para inicios del 2019. Pero esto, explica, “es algo
coyuntural que la Nacional debe resolver”.
El otro problema, el grande y el de fondo, es el desfinanciamiento estructural de la educación
superior. Desde su punto de vista, a pesar de que la Ley 30 de 1992 resolvió varios problemas
del momento, no tuvo en cuenta inversiones en tecnología, como el mismo wifi, en el que
tendrían que incurrir las universidades a futuro, por lo que su forma para asignar presupuestos
se queda corta para la situación actual.
Una de las propuestas de las 32 universidades públicas (y del SENA, que se unió a las
protestas) es que se modifiquen específicamente los artículos 86 y 87 de la Ley 30 de 1992,
que son los que definen cómo se reparte la plata de las universidades del país. Como está
ahora, dice que los presupuestos de las universidades estatales vienen de aportes del
Presupuesto General de la Nación, entes territoriales y de recursos propios. Ese presupuesto
crecería al menos un punto por encima del IPC (Índice de Precios al Consumidor).
“La Ley 30 dice que el gobierno colombiano debe incrementar el presupuesto al menos a lo
equivalente al Índice de Precios al Consumidor (IPC), pero no es lo mismo lo que aumenta
el precio de un tomate a un sistema de cómputo”, explica Viña. “Aunque las universidades
estamos en deuda de conocer cuál es la “canasta de educación” hay estimaciones de que el
incremento mínimo, mínimo, debe ser el IPC más cuatro puntos, pero seguimos recibiendo
sólo lo del IPC”.
De alguna manera es como si el presupuesto que va a las universidades públicas se hubiera
quedado congelado en 1993, a pesar de que estas siguen creciendo en número de estudiantes,
pregrados, maestrías y grupos de investigación (ver infografía). Lo que claramente requiere
de una mayor inversión. A la Universidad Nacional, por dar un ejemplo, un estudiante de
pregrado le cuesta al año 9’900.000 pesos y la matrícula promedio es de 1’400.000 pesos al
año. Pero mientras que en 1993 el aporte que daba la nación por estudiante era de 10’825.000
pesos, en el 2018 solo llega a 4’785.000 pesos 4.
Según lo que proponen, la Ley 30 cambiaría para que el sistema de distribución de recursos
para la educación superior pase de rentas y gastos de cada institución, a una especie de “pago
por resultado”.
¿Qué pasa con la educaciòn publica?
En Colombia la problemática de desfinanciación de la educación pública es un hecho que ha venido
convirtiéndose en uno motivos, por los cuales millones de estudiantes a nivel nacional se han
unido en una voz de protesta con el objetivo de que el gobierno tenga en cuenta, todas las
problemáticas o necesidades que no dejan de ser un derecho consagradas en un pliego de
peticiones, no va más allá de lo necesario según las mismas exigencias para las instituciones
públicas por parte del estado, pretendemos analizar la manera como se organiza y funcionan las
lógicas de la Educación en Colombia, si bien, cada contexto responde a lógicas que dependen
de las relaciones sociales entre los diferentes actores que se relacionan directamente o no con la
Educación, es decir, tengamos en cuenta que la educaciòn pública se enfrenta ante un gran reto
como lo plantea el siguiente argumento.
“Ante el gran reto de la construcción de una paz estable y duradera,
necesitamos como sociedad romper con estereotipos y paradigmas que han
alimentado la cultura de la guerra y propiciado que nos veamos los unos a los
otros como enemigos”UNESCO,1980,p.1)
Este se convierte en un aspecto fundamental para la educación, no solo relacionada con el
acto de enseñar, transmitir conocimiento sino en la garante para mejorar y garantizar la Paz
en Colombia, ¿pero que está pasando actualmente con la Educación? porque desde los
objetivos del tercer milenio de la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible,
referente a la Educaciòn el objetivo 4 llamado Educación de Calidad, presenta los principales
objetivos que se pretenden alcanzar para el año 2030 por parte de los países que han sumado
a esta apuesta global dentro de los que se encuentra colombia, De aquí a 2030, dentro de los
objetivos se el 4.3 dice; “asegurar el acceso igualitario de todos los hombres y las mujeres
a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza
universitaria” es decir, este tipo de apuesta Internacionales se han tenido en cuenta, algunas
problemáticas de la Educación Superior en Colombia, aunque en estos días se están
observando que a nivel nacional las Universidades públicas nuevamente se tomen las calles
del país para exigir un derecho, respondiendo a la pregunta; lo que está pasando actualmente
en Colombia con la Educaciòn son los resultados de una reforma a la ley 30 que su en
momento se pensó que era la solución a la problemática de la Educaciòn, pero hoy se ha
convertido en otra cuestiòn negativa con la que tienen que cargar la Educaciòn pública que
le impide a muchas Universidades públicas para garantizar su funcionamiento necesitan 4.5
billones de pesos que se tienen que destinar a la base presupuestal, además, de la deuda
histórica que el estado tiene con las Universidades públicas que asciende aproximadamente
a 18 billones dentro de lo que se encuentra la infraestructura, que como se sabe muchas
Universidades como la Universidad Nacional de Colombia, tiene edificaciones que se están
cayendo a pedazos, pero ese es solo uno de tantos problemas, pero no menos importantes, es
decir, las Universidades públicas como el caso de la Universidad del Magdalena a formas de
financiarse o obtener parte de los recursos para el funcionamiento de la Universidad, parte
proviene de las matrículas académicas y otras partes provienen patentes, es decir, a razón de
la falta de recursos que están llegando, donde solo se ve reflejado la mitad del promedio que
se destila para todas la Universidad públicas, cuestiones como esta son las que han llamado
la atencion despues de muchos años a estudiantado de la Unimagdalena, ha preocuparse por
el futuro de la Universidad pública en Colombia.
Por parte, ¿cuál es la función en realidad de la Universidad? -Yo pensaría que su función es
como lo plantea Narro y González (2010).“La universidad moderna forma parte del sistema
educativo como su componente más elevado, al igual que del sistema de ciencia que
encuentra en ella un espacio privilegiado para el desarrollo de la investigación” (Narro, J;
González, Y, 2010.p.3) es decir, la educación y la todo lo que se genera de ella, ciertamente
es positivo, a comparación con estar en guerra, una guerra a durado por más de 50 años,
cuando hablamos de Educación y Paz en cada espacio o contexto en el cual nos encontremos,
siempre va a ser un tema su suficientemente importante para dedicarnos a reflexionar con
respecto a las problemáticas actuales que están pasando en nuestro país.
Nosotros vemos en la Educación, el fusil con mayor valor social que se puede comprar en la
vida, ese fusil que puedes cargar en tu hombro con orgullo.
A MANERA DE CONCLUSIÓN, podemos decir, leer y analizar que lo mas cierto es que
La Educación pública ni se acaba ni se privatiza, que de manera contundente las
movilizaciones estudiantiles reafirmaron lo que para unos es un mal necesario y para otros
es una necesidad primaria, que obliga al estado a suplir la demanda de esta necesidad de los
jóvenes para su educación superior. Aunque complejas, las soluciones pueden ser muchas.
de acuerdo con los negociadores y expertos primero “urge la atención a problemas
presupuestales de las universidades. Que nos lleguen los recursos que aún nos adeudan.
Segundo, hay que mirar la realidad presupuestal de las universidades para reformar la Ley
30, especialmente el tema de financiamiento y la importancia de una nueva política estatal
de la universidad pública, y tercero, no podemos seguir desviando la atención del problema
estructural, porque el país necesita una política pública de Estado”. No debemos centrar las
miradas ni la atención a lo que la Actual ministra de Educación, María Victoria Angulo, dijo
en una rueda de prensa, que respeta las manifestaciones pacíficas y señaló que, ante las dudas
sobre la continuidad de Ser Pilo Paga, que en octubre presentarán una modificación al
programa este tendrá una modificación coyuntural que a la postre terminará en las finanzas
de las universidades privadas, donde abunda el presupuesto y el dinero no es propiamente el
problema de mayor importancia de estas per donde la cobertura es mínima.
Existirá siempre el mismo principio de correlación e interdependencia estructural de estos
modelos educacionales que sirve a tantos y beneficia a pocos este paradigma será difícil de
romper más cuando hay en juego tanta dependencia del DINERO que la educación en
Colombia maneja y las manos por donde este debe pasar antes de llegar a quienes
verdaderamente lo requieren.

Referencias.
1
Sánchez-Prieto, Juan María (2001). «La historia imposible del Mayo francés». Revista de
Estudios Políticos (Nueva Época) (112). 0048-7694, 109-133.
2
Hobsbawm, Eric J. Revolucionarios: Ensayos Contemporáneos. Barcelona: Ariel, 1978.
3 Lenin
, la revolución y América Latina Rodney Arismendi, 1983
4
Ministerio de hacienda Publica, plan de presupuesto vigencias 2019-2022 presentado al
Congreso de la Republica. 2018

CEPAL. (2017). Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo sostenible. Una oportunidad
para América Latina y El Caribe. Santiago: Naciones Unidas. Recuperado de
https://www.cepal.org/es/publicaciones/40155-agenda-2030-objetivos-desarrollo-
sostenible-oportunidad-america-latina-caribe
Narro Robles, José; González García, Yamileth ALGUNOS RETOS DE LA UNIVERSIDAD
PÚBLICA EN AMÉRICA LATINA Revista Electrónica "Actualidades Investigativas en
Educación", vol. 10, 2010, pp. 1-14 Universidad de Costa Rica San Pedro de Montes de Oca,
Costa Rica
Unesco.(2010). ¿Por qué elaborar una cartilla sobre Educación y Pedagogía para la Paz en
la coyuntura de la transición?. Recuperado de
http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/Documents/que-es-educar-y-formar-para-la-
paz-y-como-hacerlo.pdf

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