Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
engranaje de la vida
Si alguna vez te has preguntado de qué está hecho tu cuerpo, la respuesta es sencilla: de
átomos. En concreto de ¡7000 000 000 000 000 000 000 000 000! Pero, ¿de dónde ha
salido una cantidad tan desorbitada de átomos?
Echando la vista atrás, la mayoría de los elementos que conforman nuestros cuerpos y los
del resto de seres vivos, nacieron en el interior de estrellas que estaban muriendo hace
ya miles de millones de años. Ahora bien, desde entonces hasta ahora, ¿qué han estado
haciendo estos átomos?
AGUA
CARBONO
NITRÓGENO
FÓSFORO
OXÍGENO
AZUFRE
Así, los átomos de tu cuerpo llevan mucho, mucho tiempo reciclándose a través de la
biosfera y, durante el trayecto, han formado parte de multitud de organismos y
compuestos no vivos.
Los elementos más comunes en las moléculas orgánicas toman una amplia variedad
de formas químicas. Pueden almacenarse por períodos cortos o largos de tiempo en la
atmósfera, en la tierra, en el agua o debajo de la superficie terrestre, así como en los
cuerpos de los seres vivos.
La conexión y los movimientos existentes entre los elementos vivos y los no vivos es
lo que se conoce como un ciclo biogeoquímico. Un nombre que refleja la relevancia de
la química, la geología y la biología a la hora de entender estos ciclos.
De esta manera, la materia circula dentro y fuera de los ecosistemas permitiendo que se
origine la vida. A partir de un estado elemental, la materia forma elementos inorgánicos
que se reutilizan por organismos vivos para al final regresar al estado elemental,
comenzando de nuevo el ciclo. En ese punto es donde radica la importancia de no alterar
el proceso natural del ciclo biogeoquímico.