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Los dioses creadores
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Enciclopedia gráfica del México antiguo
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Los dioses creadores
A PAREJA SUPREMA, Tonacatecuhtli El último hijo "nació sin carne, sino en los
y Tonacacíhuatl, la que existió sin huesos, y de esta manera estuvo seiscientos
principio, la infinita, la que mora- años"; se le llamó Omitecuhtli, Señor Hueso,
ba en una inmensidad insondable y por otro nombre Huitzilopochtli, Colibrí
en la cual más tarde se hicieron Zurdo. El color de su piel debió ser azul, total
doce cielos y quedó el más alto y o parcialmente, ya que cuando menos las cua-
más grande, el decimotercero, como la man- tro extremidades y su rostro se ven listados de
sión paterna, el paraíso de los dioses, el Ome- este color.
yocan, Lugar (de la Esencia) de los Dos. En sus representaciones no se encuentran
Allí, cuando no había fecha alguna que indicios de cómo nacieron los primeros dioses
citar, porque no había cuenta del tiempo y engendrados, si como niños o como adultos.
quizá ni tiempo medible, desde el principio al El tiempo que transcurrió desde los nacimien-
presente, que más bien pudo contarse desde el tos divinos hasta que los nuevos seres dieron
ayer de los pueblos del mundo antiguo hacia muestras de tener vida, los mexicas lo anota-
atrás -por ejemplo, desde el fin de la cuarta ron como de seiscientos años (1591 a.e. a 992
edad o era al nacimiento de los Dioses Creado- a.C.), que tal vez fueron los necesarios para su
res, en que resultan transcurridos 2628 años-, crecimiento. Entonces idearon tener adorado-
la pareja increada engendró cuatro hijos, mis- res y para esto crearon la tierra, el calor y la
mos que, según se deduce de lo escrito en la luz.
Historia de los mexicanos por sus pinturas, nacie-
ron a un mismo tiempo y recibieron un nom- En incierta ocasión, puesto que no había divi-
bre común: Tezcatlipoca, Espejo Humeante, són del tiempo, ni auroras ni días ni ocasos ni
Espejo que Humea, Espejo Humeador, todo lo noches, hubo una reunión de los cuatro her-
cual significa.una misma cosa: Humo que Es- manos en que las sugestiones se sucedieron, se
peJea. discutieron, se les dio forma y se aprobaron.
Sólo que al ir emergiendo del vientre de su Harían algo que diera calor y que se pudiera
Divina Madre, fueron diferenciándose porque intensificar o apagar, llevarlo consigo y multi-
su epidermis era de distinto color. El primero plicarlo; en fin, que sirviese de múltiples ma-
en nacer mostró un color rojo y fue apodado neras para los fines propuestos: el fuego.
Tlatlauhqui, El Rojo. El segundo resultó ne- También harían una luz que diera claridad
gro, por lo que le correspondió Yayauhqui, El sin tener que encenderla o avivarla y que ilu-
Negro. El tercero nació blanco y se le debió minase todo, lo mismo lo cercano que lo apar-
llamar Íztac Tezcatlipoca, El Blanco Espejo tado: el Sol.
Humeante, aunque esto no se ve en sus repre- A la propuesta de crear seres que los sirvie-
sentaciones ni en las crónicas, pues lo pintan ran y adoraran, llegaron a la conclusión de que
casi siempre oscuro y lo llaman Quetzalcóatl, debían ser, en lo material, como su padre y su
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símbolo de lo precioso; también se traduce madre, aunque con limitado poder y grandes
Gemelo Precioso, debido a que cóatl significa necesidades, para tenerlos sujetos a ellos y con
serpiente, gemelo, mellizo, coate. obligación de implorar, recibir y agradecer y
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que desde luego, tuvieran la facultad de repro- una cabellera de negro intenso y ojos grandes,
ducirse, para que ellos fuesen los engendrado- brillantes y de color aproximado al del capulín
res de toda una humanidad. maduro recién llovido, y dotados de un mila-
Como forzosamente esta humanidad no groso don, un poder visual en semicírculo y
tendría todos los atributos que ellos poseían, que alcanzaba a dominar una distancia casi
se yieron obligados a pensar en otras muchas infinita.
creaciones, como un lugar muy grande en que Quetzalcóatlle dijo: "jTú tendrás un nom-
pudieran asentar los pies y los cuerpos, puesto bre como nosotros y te llamarás Cipactonal,
que no sería etérea; ni tendrían don de ubicui- Día Lagarto, porque se te ha creado en el que
dad y sí necesidad de comer, de beber, de dar será primer día del calendario que ha de regir
ejercicio a sus piernas, así como de refrescarse en el lugar donde desarrolles tu labor!"
después de la caminata, siendo para ello me- Huitzilopochtli mandó: "jTú serás guerre-
nester la sombra de un árbol, peña o cueva, y ro o labrarás la tierra y cultivarás sus frutos; no
un líquido abundante que quitara el polvo del has de conocer la holganza y lucharás siempre
camino y la irritación causada por la luz. para ti y los tuyos!"
La junta de los cuatro dioses de colores Nuevamente el primero indicó: "jAsimis-
diversos debió ser larga, porque proyectaron mo, nos honrarás sacrificando tu cuerpo con
mucho para sí mismos y trabajaron intensa- objetos punzantes, para que tu sangre emane
mente con el pensamiento y la acción en favor alientos de vida para la gloria de tus creadores
de los hombres, para después verse servidos y has de quemar resina, cuyo humo y aroma
por ellos. subirá hasta nosotros con lo que nos recorda-
Ya para concluir la asamblea precreadora, rás y nosotros a nuestra vez te tendremos pre-
dos de los hermanos fueron designados como sente!"
ejecutores de los proyectos: Quetzalcóatl y Luego hicieron una mujer, más bella, más
Huitzilopochtli. Hay crónicas que contradicen fina y menos alta, con la piel clara como la
éstas designaciones y citan a Quetzalcóatl y miel; con los ademanes y el andar lleno de
Tezcatlipóca el Negro como los comisionados gracia y sobre todo esto, un algo interior que
para los principios de la Creación, lo cual era reflejo de la bondad, amor y dulzura de la
parece más aceptable, porque así lo impusie- diosa Xochiquétzal. La llamaron Oxomoco
ron "el que más mandó y pudo que los otros Uno de los hacedores de esa primera obra
tres", Yayauhqui Tezcatlipoca y el primogénito de arte, conjunto de espíritu, materia y formas,
Tlatlauhqui Tezcatlipoca. le habló suavemente, diciendo: "jTú, con tus
El dios blanco y el dios azul, desde luego manos, tu cuerpo y tu mente, has de hilar y
sin que mediara el tiempo sino con un solo tejer poniendo habilidad y arte, colorido y
hágase, crearon el fuego para que emanara recreo en tu labor que será diaria, mientras lo
calor, combati~ra el frío, secase lo mojado, exijan las necesidades de tu casa!"
asara lo crudo, quemase lo inútil despidiendo El otro: "jHarás la comida muy de mañana
pequeñas luces y humos que servirían de guía con cuanto te depare el interior de la tierra, la
en lo oscuro o en lo iluminado. superficie de ésta, lo que vuele por los cielos y
Hicieron un Sol incipiente, una mitad, por aún lo que las aguas críen!"
lo cual no relumbraba con suficiencia, pues El primer dios, a su vez, le otorgó ciertos
era el primer ensayo de iluminación para lo poderes al poner en sus manos unas semillas
que sería el universo. mágicas, que habrían de llamarse maíz, tlaolli,
y le dijo: "iCon estos granos has de adivinar lo
Terminada esta tarea, aunque no muy bien por que ha de suceder, has de curar los males de
las ansias de emprender lo que les daría servi- tus semejantes, predecir si han de sanar o
dores, hicieron primero a un hombre, alto, morir, has de hacer hechizos para bien o para
fuerte y hermoso, con un color en la piel que mal, sólo tienes que lanzarlos al aire y confor-
no era ni rojo ni negro, ni blanco, ni azul; más me caigan leer lo que ellos te digan según su
bien, una mezcla de todos estos colores, que posición, la dirección de sus puntas y las líneas
dio un tinte parecido al que tendrían las corte- que puedas trazar entre ellos con tu dedo; todo
zas de algunos árboles, el plumaje de ciertas esto lo seguirán haciendo las mujeres que han
aves o la piel de determinados animales; con de yenir tras de ti~"
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En diciendo ésto, los dioses pusieron a las celeste o ahogados, porque ellos tenían su
dos creaturas sobre el Omeyocan para des- lugar aparte, el Tlalocan; ni aquéllos cuya vida
pués, cuando la tierra existiera, declararlos escapara con la sangre de una herida en el
dueños de ella. campo de la guerra o en la piedra del sacrifi-
En seguida, previo acuerdo, Quetzalcóatl cio, porque estos irían al oriente del cielo del
con el hueco de la mano tomó una porción de sol; igualmente las mujeres que sucumbieran
tiempo, oscuro, casi negro, y formó con él la en la hora terrible de la lucha en el parto por
noche, yohualli. Al mismo tiempo y con igual la captura de un hijo, ya que éstas, las cihuaPi-
maniobra, el dios azul tomó otra porción de piltin, irían a ocupar un sitio en el occidente
tiempo, clara y luminosa, azul, dando por re- del mismo cielo de Tonatiuh.
sultado la porción diurna; juntaron las dos Esa mansión, el Mictlan, era oscura, como
para formar el día, tonalli, esférico, susceptible los datos que de ella se tienen; lóbrega, silen-
de rodar sin suspensión alguna. Repitieron la ciosa, sin ventanas, en las profundidades del
creación de los días doscientas sesenta veces espacio, debajo de la que sería la Tierra, con
formando un sartal, como si fueran cuentas de nueve cuerpos al parecer circulares y con diá-
jade o de oro y rodaron estos uno tras otro sin metros en disminución, conforme eran más
detenerse hasta la fecha. Luego los fueron profundos, hasta llegar al noveno y último,
agrupando de trece en trece, formando veinte asiento de los dioses de los muertos, no dioses
trecenas de días y a cada uno de éstos le dieron de la muerte, puesto que ellos no la darían, tan
un nombre diferente, mediante los trece pri- solo regirían la lóbrega metrópoli. Para ese
meros números de toda la cuenta combinán- lugar inhóspito, fueron creados dos dioses "y
dolos con veinte signos o figuras de animales, los pusieron en él": Mictlantecuhtli y Micteca-
vegetales, elementos, símbolos y cosas. cíhuatl, el Señor del Lugar de los Muertos y la
En estas denominaciones hay escasos datos Señora de los Habitantes del Lugar de los
respecto al porqué de su elección, pero se sabe Muertos. Ambos de aspecto fúnebre, color de
que cada signo quedó bajo el patrocinio de un hueso, con los rostros cubiertos con una más-
dios. Según esto y el numeral correspondiente, cara cuyos ojos circulares se veían profundos,
variaba la calidad del día, haciéndolo fausto, como desorbitados, con la nariz suplida simple-
infausto o con ambas influencias. mente por dos fosas y las mandíbulas totalmen-
En el arreglo de la "cuenta de los días", los te descarnadas como el resto de la cabeza; con
dioses Tezcatlipoca el Negro y Quetzalcóatl, sus grandes ornatos de papel blanco, plegado
hicieron partícipes a Cipactonal y Oxomoco. como grandes rosetones: el de la frente, amaix-
Más tarde, uniendo una cuenta de 260 días, cuatechimalli y el de la nuca, cuechcochtechimalli.
tonalpohualli, y otra porción de 105 días de la Las almas penetrarían en ese lúgubre lugar
siguiente cuenta, se formaron los años de 365 con las sandalias silenciosas, como si también
días y se dividieron en 18 veintenas, más un estuviesen muertas; con los collares quietos
residuo de cinco días que se conocieron como aunque fuesen de caracoles o cascabeles; sin
nemontemi, inútiles, aciagos o sobrantes, pero pronunciar lamentos, ni cantos, ni oraciones,
que completaban un casi perfecto año solar. para irse a presentar ante los amos del lugar,
diciendo: "iAquí me tienen, oh mi Señor del
Las actividades creadoras de los dos dioses Lugar de los Muertos y mi Señora de los Habi-
comisionados para hacer gran parte de cuanto tantes del Lugar de los Muertos. Ya he cumpli-
habría de tener el universo no se interrumpie- do con los deberes de mi vida, ahora sólo
ron y crearon el Mictlan, Lugar de los Muertos, quiero que me acojan para descansar de las
que por algún tiempo no sería ocupado. fatigas que hube de pasar allá arriba, sobre el
Se supone que era una mansión inmensa disco de la Tierra!"
en que cabrían todas las almas y los despojos Una vez aceptados como habitantes del
de los hombres de todas las épocas por venir, oasis de los muertos, Mictlantecuhtli les desig-
desde los restos óseos de los gigantes hasta los naba el lugar a donde irían a sentarse adosados
que dejaron la existencia bajo el reinado del a los larguísimos muros, como ídolos de pie-
Quinto Sol, siempre que hubiesen muerto de dra, fríos, inmóviles, como espectros grises,
enfermedad natural y no por tragedia bajo el sin colores, por efecto de las densas tinieblas
influjo del dios de la lluyia. \-a por el fuego que llenaban el lugar.
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Allí en su sitio, los hombres encuclillados, siones en la faz, con manos y pies normales,
con los brazos en las rodillas y la cabeza incli- con codos y rodillas simplemente agudos y
nada sobre el pecho, y las mujeres asentadas redondos, sin aditamentos sobresalientes que
sobre las piernas o los pies, con los brazos semejen máscaras terribles, devoradoras y esto
tendidos sobre los muslos y las manos quietas era lo que tenían y no tenían los habitantes de
por primera vez y para siempre, quedarían este cielo, los tzitzimime, espantos, o tezauh-
como un ornato, con sólo la mente viva, pen- cihuame, mujeres espantos. En verdad que lo
sando, tal vez recorriendo su propia historia, eran: cada una componíase de un cráneo au-
los actos que les dieron gloria o placer, pesa- reolado con banderitas y ceñido con manos y
dumbres o deleites a su alma o su cuerpo. Todo corazones humanos, lo que acentuaba su as-
quedaría dentro de sí, sin rictus alguno que pecto macabro; mostraban unas circulares y
revelara el curso de sus recuerdos, sin risas, sin profundas cuencas por las que asomaban ojos
suspiros, sin lágrimas. ávidos. ¿De qué? Posiblemente de devorar, por-
que ése era su destino y para eso tenían man-
Al parecer, la mención más antigua, referente díbulas reciamente dentadas y movibles.
a la existencia de los cielos es la que procede Sus cuerpos, con cuantos huesos puede
de la Historia de los mexicanos por sus pinturas. tener el hombre, eran rudos y apenas forrados
En ella no se cita un lugar para el Sol ni se da con una piel amarillenta, apergaminada; y lo
por existente la Luna, lo que da cabida a supo- más espantoso: mascarillas fantásticas, de cejas
ner que estaban en otro lugar y aun a recordar y ojos de muerto, armada la nariz con cuchillos
el medio sol primitivo, máxime cuando se lee sangrantes y una sola fila de dientes infrahu-
más adelante la respuesta a una pregunta espe- manos adornaban las articulaciones de codos
cial hecha a los informantes, que estaba en el y rodillas, muñecas y tobillos, como distintivos
aire; tal vez queriendo expresar en el espacio, de muerte y voracidad.
y también se encuentra otra respuesta en que Ellas aguardaban a que el mundo nueva-
se afirma que el Sol se acabará cuando Tezca- mente pereciera para bajar a dejarlo limpio de
tlipoca se lo robe. Y fue este dios el primero carroña; para con sus garras destrozar los
que tomó el cargo de iluminar el mundo, es cuerpos y sacar las entrañas para adornarse
decir, de hacerse sol. con collares de ellas y teñir con sangre sus
En ese momento pudo ser apreciada como blancos ropajes, orlados con sonoros caracoles
robo la desaparición del medio sol y la presen- cortados. Mientras tanto, aguardan mudas,
cia de Tezcatlipoca hecho astro. como adormiladas, la llamada a su acción.
En esta sumaria narración de la Historia de El tercer cielo era el cuartel de las cuatro-
los mexicanos por sus pinturas, no se dice cómo cientas o innumerables creaciones de Tezcatli-
era el primer cielo, el más bajo de los doce que poca que, con forma de hombres, le daban un
hicieron de la nada y en el espacio inconmen- aspecto polícromo porque sus cuerpos varia-
surable los dioses no nombrados, sino sola- ban de color. Unos eran amarillos, otros ne-
mente que existían en él, como guardianes, gros, blancos, azules y rojos. Según el mito,
dos estrellas de sexos distintos, creadas por el fueron hechos con la mira de que, combatien-
gran Tonacatecuhtli. La femenina, de nombre do, lograran corazones y sangre con que ali-
Citlalmina, Estrella Tira Saetas, y la masculina mentar a un Quinto Sol que estaba en la mente
Citlalatónac, Estrella que No Brilló. I La prime- de los creadores. Esta creación aconteció a los
ra, refulgente, despedía dardos de luz en todas 14 años, en Ce Ácatl, Uno Caña (1051 d.C.),
direcciones; la segunda, opaca, sin destellos o después del gran diluvio que dio fin a la cuarta
más bien invisible y "no parece porque está en edad.
el camino que el cielo hace". Su misión combativa duró cuatro años, al
El segundo cielo, que está sobre el primero, fin de los cuales el ejército policromo dejó de
es una mansión de horror para quienes sólo existir yendo, por la muerte, a ocupar el cielo
conciben al ser humano encarnado con expre- tercero. Esto fue temporal, pues por altos de-
signios, 144 años después volvieron a ser vi-
vientes, poco tiempo antes del último naci-
I Robel0, Diccionario de mitología náhuatl, ~léxico, 1951, miento del dios Huitzilopochtli. Esta segunda
p.68. \"ida de los hombres que fueron hechura de
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Tezcatlipoca fue muy breve, porque ellos ha- sin tener luz propia, tenía una claridad de
bían tenido cinco hermanas que murieron resplandor de fuego, era llamado Mamalhuaz-
cuando el Sol nació, en Matlactli omey Ácatl, co, En (Donde Está) el Sacador de Fuego, el
(1063 d.C.) y que resucitadas de sus cenizas se mamalhuaztli, instrumento creado para eso,
convirtieron en mujeres piadosas durante cua- para producir lumbre, compuesto de dos par-
tro años, al cabo de los cuales una de ellas, tes: el tetlaxoni, perforante y el tlecuáhuitl, ma-
Coatlicue, dio a notar un estado de preñez del dero de fuego. En él se hallaba un ser mítico,
todo sobrenatural, pues era virgen y, sin em- creado y puesto allí por el Señor del Fuego,
bargo, se anunciaba el advenimiento de un Xiuhtecuhtli. Tenía el aspecto de una gran
nuevo ser. serpiente, un dragón más bien, con el cuerpo
Visto tan afrentoso suceso por una de sus en secciones o anillos escamados, deslumbran-
hermanas, la Coyolxauhqui, más puritana o tes, con la cola rematada por un rayo de luz y
perversa, diose a sembrar entre los cuatrocien- la cabeza, siempre erguida, con ojos redondos
tos hermanos la idea de borrar el oprobio con que expelían luces, guarnecidos con cejas
la muerte. Esto iba a ejecutarse ya. Los iracun- gruesas, azules y enroscadas en los extremos;
dos soliviantados, se armaron y tomando como fauces abiertas por las que salían llamas y una
capitana a su hermana, La de Cascabeles en la prolongación del belfo superior torcida hacia
Cara, subían el cerro de Coatépetl cuando la atrás, llevando sobre él siete ojos estelares,
criatura nació: era Huitzilopochtli, quien al siete estrellas.
instante crecido y armado con la xiuhcóatl, Este monstruo, tendido o enroscado, era el
serpiente de fuego, cortó la cabeza de la capi- que daba fulgores reflejantes en todo el espa-
tana y destrozó a los insurrectos, en defensa de cio, y el objeto, el tetlaxoni, era un palo redondo
su madre. Los caídos ante la furia del dios que puesta su punta sobre el cuerpo de la
terrible, Tezauhtéotl, volvieron a elevarse y a "serpiente de fuego", girando y girando entre
ocupar su antiguo tercer cielo. Se cuenta que las manos divinas hacía brotar chispas, que
los habitantes del Cuzco recogieron e incine- acrecentándose en su vuelo hacia el infinito
raron los cadáveres y los tomaron por dioses, iban dejando una estela, con una cauda de
conociéndoseles más tarde con el nombre ge- saetas de luz. De allí sus nombres citlalmina,
nérico de centzonhuiznahua, los cuatrocientos estrella tira saetas, o citlalPopoca, estrella que
o innumerables del Sur. humea.
El cuarto cielo era el paraíso de los seres Estos astros brotados de la serpiente de
alados. En ese jirón del espacio "estaba todo fuego mandaban sus rayos sobre todas las co-
género de aves y de allí venían a la Tierra"; a sas y iay del ser viviente que recibiera uno de
algunas las veían descender por la potencia de ellos! Al momento le brotaba un gusano, señal
sus alas, revolotear en el espacio y posarse en de que había sido tocado por la luz estelar y, si
los árboles, tm las rocas o en el suelo; otras se era venado, conejo o liebre, ya no servía para
yeían llegar desde muy lejos, en parvadas, ser comido.
como si fuesen emigrantes y, por último, los El hombre, creyente de todo augurio, se
seres humanos creían que otras venían desde preservaba de ser herido por la saeta blanca,
el cielo convertidas en embrión, para empollar ocultando sus carnes con mantas cuando por
en el huevo y nacer otra vez y crecer ante los las noches tenía por fuerza que salir de su casa
ojos del pueblo. y acontecía que un cometa volaba por las ne-
Describir, aunque fuera sumariamente, to- gruras del cielo.
dos y cada uno de los habitantes de este cuarto El pueblo, más supersticioso que los astró-
cielo es intento que hay que dejar a los especia- nomos, los sacerdotes y los sabios, prorrumpía
listas; que dibujen sus plumas con detalles en exclamaciones al verlo: "iEsta es nuestra
escritos, clasifiquen por especies, familias, hambre!"
grupos y órdenes y hagan libros, porque la y convencidos de ello, empezaban a sentir
población de este cielo era inmensa, muchas la necesidad de comer y el temor de que sus
yeces mayor que la de los incontables t:itzimi- provisiones se consumieran y llegase una era
me, del segundo cielo, y los innumerables cen- de muerte por falta de alimentos. También
t:onhlli:nahlla, del tercero. tenían por seguro que algún grar:tde moriría,
El quinto cielo. porción del Cni\-erso que su tlatoani, su príncipe, su sacerdote mayor;
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Los dioses creadores
también que la guerra vendría, pero no victo- la serpiente de fuego que blandía Huitzilo-
riosa sino adversa; sus guerreros caerían como pochtli, era terrible, salía a derribar muros y
las cañas tiernas ante el vendaval, la sangre de aun casas, a desarraigar árboles y lanzarlos por
los suyos teñiría de rojo los pastos, los caminos el espacio, a levantar oleajes que parecían mon-
y aun los templos. En suma, iel cometa era tañas y elevar las canoas para clavarlas hasta el
signo de fatalidad! fondo del lago o del mar.
El cielo sexto podía considerarse pertenen- "En el séptimo [cielo] todo estaba lleno de
cia de Quetzalcóatl, aunque no habitaba allí lo polvo y de allí bajaba". Esta aseveración de
tenía bajo su absoluto dominio. En él, bajo la pronto parece un absurdo mitológico. ¿Cómo
advocación de Ehécatl, había dado albergue a un cielo iba a estar destinado a ser almacén de
sus creaciones, los ehecatontin, vientecillos (de una materia de forma indefinida, opaca, volátil
ehécatl, viento; tontli, diminutivo despectivo, y y sin finalidad visible, producida por la desin-
tin, plural), cuatro conjuntos de seres, en cierto tegración de unos astros, la que se ha dado en
modo duendes, con potencia avasalladora y llamar polvo meteorítico? ¿O era posible que
transmutable en céfiro, brisa o huracán; invi- un pueblo con astrónomos, aunque sin más
sibles, impalpables, a veces con alardes de instrumentos que los ojos, ciertamente llegara
fuerza o mansedumbre, hechos corriente, rá- a descubrir la existencia en una zona más allá
faga o vendaval. de las ocupadas por los cometas y los aires, un
En su cielo, los vientecillos, ehecatontin, polvo misterioso que descendía constante y
guardaban formas casi humanas, de cuerpeci- casi invisible a engrosar el volumen de la Tie-
llos enanos, de grandes cabezas, mas no con rra? ¿O acaso hay que tomar por buena la
rostros naturales, sino con ojos redondos, ce- peregrina fantasía de un autor, que captando
jas azules, en vez de nariz una saliente cortada la creencia popular cuenta que: "en un cielo
en recto y, bajo ésta, un pico largo, dentado, inmenso como los demás estaba acumulada tal
de color rojo, al igual que sus orejas. El occi- cantidad de polvo o tierra que formaba cientos
pucio prolongado hacia arriba y curvo como de montañas, miles de cerros e infinidad de
un cuerno, coincidía con el color de su cuerpo, lomas y laderas, a la vez que llanuras onduladas
ya que eran rojos, negros, amarillos, azules y como oleajes o tersas como espejos de lagos,
blancos. pero mate, pardo, siena, casel, acaso ocre o
Estos duendecillos, cuando el dios Ehécatl cuando más, rojizo". Todo ello desolado, sin
les mandaban actuar, parece que se transfor- un árbol ni una mata, desierto y seco, tanto que
maban en serpientes de viento grandes o pe- el pie, los muslos y aún todo cuerpo que no
queñas, con los picos muy crecidos, abiertos y fuese divino, habríase hundido hasta quedar
temibles, con brazos y garras o sin ellas, según sepulto.
su tamaño y potencia, y en el extremo final de Ese polvo, cuéntase que iba bajando lenta-
su cuerpo un adorno de plumas, como peque- mente, suavementec sin ayuda de los vientos
ño abanico. que quedaban abajo se iba resbalando hacia su
Todos ellos permanecían ocupando las cin- costa, si costa puede llamarse a las orillas del
co regiones en que estaba dividida su mansión: séptimo cielo, de donde se derramaba forman-
el del Oriente, tlalocáyotl, era suave, permitía do cataratas primero, nubes de polvo después,
bogar a las canoas sin peligro y nublaba el hasta llegar a encontrarse con los vientos que
toldo del cielo terrestre; el del Norte, mictlam- con sus alas y sus soplos jugaban a formar
pa ehécatl, viento del Mictlan, del Lugar de los tolvaneras y espúrcir hacia abajo los polvos de
Muertos, salía furioso a hacer zozobrar a las colores que quitarían la gris monotonía de las
embarcaciones, por lo que los navegantes, des- rocas, núcleo de la habitación de los hombres,
pavoridos, procuraban ponerse a salvo alcan- que sería denominada Tierra.
zando la orilla más próxima, traía ondas tan Dicho polvo, tal vez alfombró la tierra,
frías que enfermábase la gente; el del Poniente bebió las aguas que los tlaloque, servidores del
era manso, pero consigo llevaba su frío que dios de la Iluda, vertieron, se hizo fértil y
hacía tiritar y dejaba sobre la tierra un cielo nacieron en él pasto, hierba, plantas floridas,
despejado de nubes; el del Sur, hll.itztlampa frutales v árboles.
ehécatl, "viento de donde están las espinas" o De no haberse descargado ese cielo de su
los huitznahua, los hombres que murieron por contenido. precioso por sus efectos. la planta
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humana, por muy endurecida que se hiciera, consorte Mictecacíhuatl; así como Tlalocate-
con el ejercicio se llegaría a gastar, pues la cuhtli, dios de las aguas celestes, el rayo y el
superficie rocosa es lija para cuanto en ella se trueno, y su mujer Chalchiuhtlicue, que impe-
frota; no serviría de lecho al fatigado comer- raba en las aguas terrestres.
ciante, al guerrero, al peregrino ... A esta antesala de las mansiones de más
El cielo séptimo, de materia nada brillante, arriba, se dice que era la última accesible a
nada atrayente, que ocupaba la inmensidad de todos los dioses. Hasta ella podían llegar, per-
un cielo para los antiguos mexicanos, contras- manecer y dejarla por cualquier lado aun los
ta con los escenarios inferiores: el luminoso y dioses menores, como Ixpuxtequi, N exoxo-
opaco a la vez; el de espantosa visión; el colo- cho, Nextepehua y Miccapetlacalli; así como
rido y con vida, aunque de héroes resucitados; Chalmécatl y Chalmecacíhuatl, deidades coad-
el lleno de vida animal, plumajes, matices y jutoras del señor del Lugar de los Muertos y
cantos; el de estrellas que en su fuga incensante muchos más, como los numerosos del pulque,
dejan estelas de blancura; y el de las serpientes con la diosa Meyahual a la cabeza y algunos
raudas, con picos que soplan vientos con man- otros que no acudían a diario por su misión
sedumbre o furia; contrasta con éstos por su continua, como Piltzintecuhtli, por actuar
aparente pobreza, pero el mundo bien sabe como sol; Tecciztécatl o Metztli, por alumbrar
que sin la dádiva de su oro pardo, siena, ocre de noche, y Tlaltecuhtli que permanecía recos-
o rojizo, la tierra sería estéril, inútil para dar o tado sobre la Tierra.
mantener ninguna vida. Aún los diosecillos, los mínimos como los
Atendiendo exclusivamente a la informa- tlaloque, iban hasta allí si Tláloc, su creador, los
ción dejada en la Historia de los mexicanos por sus solicitaba para que regasen aquí o allá sus
pinturas por los anónimos intérpretes de dichas aguas benéficas o perjudiciales; o los ehecaton-
pictografías y a las pláticas habidas entre éstos tin, los vientecillos, para escuchar las órdenes
y Fray Andrés de Olmos (si es que resultan de Ehécatl y salir como dardos a comunicarlas
acertadas las deducciones de los editores mo- y cumplirlas, ir a soplar como destructores si
dernos, ya que antes esta pequeña gran obra eran del sur o del norte, o acariciadores si del
fue atribuida a escritores anónimos y a un Fray oeste o del este.
Bernardino de San Francisco), el cielo octavo Esas reuniones daban por efecto que exis-
fue el punto de reunión de todos los dioses. tieran centenares de deidades, porque las ves-
Tal capacidad tenía este estrato celeste, que tiduras, plumajes, armas y distintivos, eran de
en él cabía toda la majestuosidad de cada uno diversas formas, materias, colores y suntuosi-
de los cuatro seres creadores, hijos engendra- dad. Un mismo dios podía hacerse presente
dos por la pareja suprema, Tonacacíhuatl y bajo un desdoblamiento y otro; transformarse
Tonacatecuhtli, quienes al parecer nunca se según le placía o según la advocación con que
dignaron int:ursionar por los doce cielos, ni era solicitada su asistencia. Númenes hubo
por la tierra, ni el inframundo que sus hijos como Tezcatlipoca, cuyos nombres o epítetos
hicieron, sino que la inmensidad de su decimo- con que era invocado podían ascender a más
tercer cielo les fue suficiente para sus ocupa- de sesenta.
ciones: regir el universo, crear las almas de los Imagínese, quien pueda, lo feérico del es-
hombres y recrearse en los vergeles que abun- pectáculo y lo regocijante, habiendo allí fies-
daban en la superficie celeste y que es imposi- tas, música, danzas y lo inenarrable, por ser
ble describir, por la escasez y vaguedad de los celeste, divino ... y mexícatl.
datos que se encuentran en lo poquísimo que Se asienta en el texto ya citado, que "de ahí
ha quedado de documentación prehispánica y arriba no subía ninguno, hasta donde estaban
de citas referentes al Omeyocan, El Lugar (de Tonacatecuhtli y su mujer, y no saben lo que
la Esencia) de los Dos. Es decir, el lugar en que estaba en los cielos que quedan". Es posible
los dos espíritus increados existieron desde que a los númenes menores y aún los creados
antes del tiempo, desde siempre. por los hijos de la pareja suprema, les estuviera
En él se congregaban indistintamente los vedado el llegar el paraíso de éstos, pero los
creadores Tezcatlipoca Rojo, ~egro, Blanco y cuatro creadores no estuvieron jamás reñidos
Azul y sus creaciones primeras: ~lictlantecuh con sus padres, ni de ninguna memera fueron
tli, El Señor del Lugar de los ~luenos \" su repudiados.
1;
Los dioses creadores
Asimismo hay que sospechar que el noveno consorte los hombres habrían de pedirles
cielo era exclusivo de Huitzilopochtli, el déci- cuanto de ellos dependiera: lluvia para sus
mo de Quetzalcóatl, el undécimo, de Yayauh- siembras, sequía cuando era necesaria, la sus-
qui Tezcatlipoca y el último de Tlatlauhqui pensión del granizo, la nieve y las heladas en
Tezcatlipoca, o sea Xipe. favor de las flores, las plantas y el pasto.
Por último, en la inmensidad del mar, en
La comisión creadora asignada a los dos jóve- su centro, pusieron a un pez de proporciones
nes dioses estaba concluida, sin esfuerzos, sin enormes, al que llamaron Cipactli y allí vivió
fatigas, sin tiempo; toda, desde el fuego hasta y flotó hasta que el pensamiento unánime de
el más alto cielo nuevo, inmediato al decimo- los creadores lo convirtió en la Tierra.
tercero. Sin embargo, aún faltaban dos ele- El pez aquel que los cuatro dioses hicieran,
mentos importantísimos, el agua y la tierra, y que más bien no lo era porque en sus imágenes
tres dioses: la pareja Tlalocatecuhtli y Chal- completas lo pintan como cuadrúpedo, vivió
chiuhtlicue, y además Tlaltecuhtli, que debie- poco tiempo solazándose en el inmenso mar;
ron ser hechos antes que lo ya indicado, pero tenía otro destino que el de ser el solitario
que el intérprete de las pinturas de la Historia, dueño de las aguas bajas, es decir, terrestres.
coloca al final, quizá por la lectura invertida de Las voluntades divinas lo transformaron y,
las páginas del códice original. designándole un sitio en medio de las aguas,
Para crear tan destacados faltantes se cita- lo fijaron en ellas.
ron los cuatro númenes y, uniendo sus pode- De pronto, ese animal, que mucho se pare-
res, hicieron de la nada el líquido transparente cía al camaleón, fue convertido en un mons-
que a veces se torna azul, a veces verde, que no truo inerte, de contextura rocosa, cubierto de
tiene forma definida ni estable, sino que se tierra, con las protuberancias del sau'rio con-
amolda a cuanto lo retiene: el agua. vertidas en cordilleras de montañas, con las
Lo mismo estaría en el cielo, para que en extremidades en penínsulas y las fauces en
ella flotara la Luna, nacieran las nubes y se enorme cueva, con rocas que simulaban agu-
escondieran el rayo y el trueno, que en la dos dientes y, sobre ellas, un par de ojos salto-
tierra, para vivificar al sediento, hacer germi- nes, amenazadores, resguardados por gruesas
nar la semilla, lavar lo humano, lo animal, lo cejas azules, enarcadas en sus extremos. El
vegetal y lo mineral; presentada como manan- "pez" que fue llamado Cipactli y transformado
tiales, torrentes y géiseres, dando forma a en la superficie habitable por los humanos,
lagos, lagunas y ríos que ensancharían los cambió de nombre por el suave de tlalli, tierra,
mares. y pasó a ser un signo, el primero de las series
Ambos líquidos, el celestial y el terrestre, que entran en el calendario ritual, como si
debían tener sus regentes, y una deidad azul fuese en recuerdo del primer ser viviente que
fue hecha. Su aspecto era de hombre; le pusie- hubo bajo los cielos.
ron en la mano, como cetro, el rayo, y como A esta creación, casi la postrera de su plan,
símbolo gotas de lluvia y un cántaro de agua; le asignaron un dios que llamaron Tlaltecuhtli,
para ocultar su rostro y aparecer terrible, una Señor de la Tierra, para que él, con este carác-
máscara de lluvia, quiauhxayácatl, formada por ter gobernara y protegiera sus dominios. Su
dos serpientes de nubes que al entrelazarse efigie se encuentra en los códices, como ani-
formaban anillos ante los ojos, una saliente por mal mítico o como personaje lleva por yelmo
nariz y con las extremidades de la cola una una cabeza de tlacuache y a veces se encuentra
bigotera que caía sobre la fila de sus agudos esculpida en relieve en las bases de diversas
dientes. deidades y piedras rituales; da la impresión de
La diosa su compañera surgió joven, bella, que se trata de un animal fantástico en actitud
con unos toques negros de hule sobre las de nadar, por sus piernas encogidas y las otras
mejillas; con riqueza en el ornato y el vestir, extremidades como en braceo; más como un
pues su falda estaba hecha con chalchihuite, la sapo en decúbito ventral que como un númen
piedra fina que podía ser esmeralda cristalina con características humanas. Su cara algunas
o piedra verde, de dureza, pulimento y brillo veces está levantada como emergiendo del
que le daba valor de joya. Esa amable criatura agua; su cuerpo no es normal y en vez de
reinaría sobre las aguas vivas y a ella y a su manos y pies tiene garras. Ueva el pelo encres-
11<
Los dioses creadores
pado como los dioses de la muerte y la oscuri- res, y una superficie donde ponerlos, el lugar
dad, y en ocasiones sabandijas terrestres junto propicio para que se reprodujeran disfrutan-
a la cinta que detiene su pelo; su ornato es do del agua, luces de estrellas, tierra feraz,
macabro, tanto por el cinturón que consiste en sol, fuego y una mansión de reposo para el
una serpiente, como por los brazaletes y ajor- futuro, el Mictlan, Lugar de los Muertos. Y
cas; lleva sujetos unos cráneos, y en los codos para ellos, sus respectivos cielos y un universo
y rodillas se notan mascarillas tétricas, diríase con distintos motivos de recreo: hacer nuevos
que era hermano de las tzitzimime y tiene gran dioses, travesear con los hombres y volver a
similitud con Coatlicue. los paraísos de sus padres, al Omeyocan, Xo-
chitlicacan, Tamoanchan, etc., a disfrutar de
Los dioses creadores habían cumplido sus la grandiosidad de Tonacatecuhtli y Tonaca-
propósitos; ya tenían servidores y adorado- cíhuatl.
19
/]1 -:llI ¿jfJfo
20
TLATLAUHQUI TEZCATLIPOCA
21
Tlatlauhqui Tezcatlipoca
33/ 2. Como comerciante en la tierra del Sur, Anáhuatl. (Borg. genes, amén de las armas arrojadizas y escudos
p. 21.) que maneja.
Muchísimos años después, más bien 50
ciclos y fracción, precisamente 2629 años, se
hizo cazador y cambió su nombre primitivo
para llamarse a sí mismo Mixcóatl, Serpiente
de Nubes ,l y así lo reconocieron los mexica,
no así los de Tlaxcala y Huexotzinco, que lo
veneraban como un dios muy principal con
el nombre de Camaxtli,2 El que Sólo Tiene
Bragas y Calzado. 3 Numen que encendió so-
bre la tierra, en la Quinta Edad, el primer
Fuego Divino, en el año Ome Á catl, dos caña,
(equivalente a 1039 d.C.) , en honor de sus
padres, que se mantuvo vivo hasta 1507, ca-
torce años antes de la fatal hecatombe de la
gran Tenochtitlan.
1. NOMBRE. Tlatlauhqui Tezcatlipoca (33).
2. ETIMOLOGÍA. Espejo Humeante Rojo, El
Humear del Espejo Rojo, Espejo Reluciente
Rojo (Car.).
3. ADVOCACIÓN. Denominación propia.
33/ 3. En el campo deljuego de pelo ta, con Tlazoltéotl enfrente 4. DENOMINACIONES SECUNDARIAS
como su contrincante. Pero no juegan; tienen entre ellos una
y EPÍTETOS
vasija decorada que contiene la cabeza y los brazos de un
muerto y, detrás de éste, la figura de un tzitzímitl o espectro . Anáhuatlltecu, El Señor de la Costa
(Borg. p. 40.) Camaxtli, El que (Sólo Tiene) Bragas y Calzado
(Rob. ) (véase dios núm. 34)
Ce Itzcuintli, no Perro
Ce O célotl, no J aguar
Cozahuic u no de lo epíteto de Xipe Tó tec
1 Véase el dios núm . 36. Chicuey Cuauhtli, O cho A uila
2 Véase el dios núm. 34.
3 De é ta manera interpreta Robelo dicha denominación.
Itztapaltórec Xipe. _'ue-rro eñor del Cuchillo
aunque re ulta al o dudo a _\ncho \-éase dio núm. 35
Tlatlauhqui Tezcatlipoca
-
Mixcóatl, Serpiente de Nubes (véase dios
núm. 36)
Nahui Olin, Cuatro Movimiento
Ome Ácatl, Dos Caña
Oxipe, Desollado (?)
Tlacahuepan, Hombre Largo como Viga
Tlatlauhqui, El Rojo
Tótec Tlatlauhqui Tezcatlipoca, Nuestro Señor
Espejo Humeante Rojo
Toteucxipe, Nuestro Señor Desollado
Toxipeuhca, Nuestro Desollado
Tzapocueye, Que Tiene Falda de (Hojas de)
Zapote
Xipe Tótec, Nuestro Señor Desollado (véase
dios núm. 37)
Yei Cuauhtli, Tres Águila
Yeimaxtle, Tres Taparrabo
Yei Itzcuintli, Tres Perro
Yohuallahuana, El que Bebe la Noche, El Bebe-
33/ 4. Ante la Casa de las Flores, Xochicalli, está tirando de los
dor Nocturno
cabellos al dios del placer, Ahuiatéotl, que se halla entronizado
Yopi, Desollado en su casa roja. (Borg, p . 40,)
5. GRUPO DE DIOSES. Creadores.
6. DEIDAD DE. La guerra y la vegetación.
8. SEXO. Masculino.
9. ORIGEN. Fue el primero de los cuatro
dioses mayores, hijos de Tonacatecuhtli y To-
nacacíhuatl. En el caso de que hubieran sido
producto de un mismo alumbramiento, el su-
ceso aconteció a los 2628 años del comienzo
del Quinto Sol, Doce Conejo, Matlactli omome
Tochtli, que equivale en el Calendario Juliano
a 1591 a.C., según deducción calendárica ex-
traída de la HMP
11. PARENTESCOS. Hijo primogénito de la
pareja suprema, Tonacatecuhtli y TonacaCÍ- 33/ 5. Presente en la ceremonia del autosacrificio de los dioses ,
huatl; herm~no de Yayauhqui Tezcatlipoca, junto al círculo que encierra un signo Calli, (Borg. p, 41. )
Quetzalcóatl y Huitzilopochtli.
12. MORADA. El decimosegundo cielo.
13. REGIÓN CARDINAL. El Este.
14. SIGNO PATROCINADO. Cuauhtli, Águila,
decimoquinto en la serie de los signos diurnos.
Aunque en ocasiones, aparece patrocinándolo
su advocación Xipe Tótec.
15. DÍAS FESTIVOS. Ce Itzcuintli, Uno Perro
de la decimocuarta trecena; Ce Océlotl, Uno
Jaguar, de la primera trecena; Chicuey Cuauhtli,
Ocho Águila, de la vigésima trecena; Nahui
Olin, Cuatro Movimiento, de la segunda trecena;
Ome Ácatl; Dos Caña, de la octava trecena; Yei
Cuauhtli, Tres Águila, de la quinta trecena, y Yei 33/ 6. Con Yayauhqui Tezcatlipoca, Espejo Humeante Negro,
que se encuentra en la página frontera, d o nde continúa la
Itzcuintli, Tres Perro, de la vigésima trecena.
escena. Ambos tienen enfrente parecidas cajas con joyas,
22. PATRO:-'¡O DE. Los tlapaneca. animales y el mili chimaU~ flecha y escudo, símbolos de la
30. COLOR PECLLIAR. Rojo, porque -este erra. (\ 'aL p. 85.)
:?
Tlatlauhqui Tezcatlipoca
33/ 8. Sentado en su teoicpalli, con el aztaxelli de guerrero y el nació todo colorado" (HMP) y entra en su
ág uila que figura como decimoquinto signo diurno del que es nombre la palabra tlatlauhqui, rojo.
patrono. (Borg. p . 11.)
31. DISTINTIVOS CARACTERÍSTICOS. Su deco-
ración facial a rayas horizontales, amarillas y
rojas.
32. COLOR DEL CABELLO. Rojo o negro, in-
distintamente.
33. PEINADO. Fleco sobre la frente y pelo
suelto o trenzado hacia la espalda, con adornos
de borlas de plumón o cintas de papel. Y
también simplemente erecto sobre la cabeza,
que recuerda el de los guerreros, llamado tzo-
33/ 9. La deidad en el cielo del Norte. (Val. p. 11.) tzocolli.
34. DECORADO FACIAL. Consiste regular-
mente en cinco bandas horizontales; rojo so-
bre la frente, barbilla y centro del rostro, y
amarillas entre éstas.
35. DECORADO CORPORAL. Aunque está pin-
tado de rojo, no debe tomarse como decora-
ción, sino como el color natural de su cuerpo.
37. VESTIDURAS
Faja de entrepiernas. De esta deidad son
umamente \"ariadas. Las hay sencillamen-
te blancas. de corte recto y también con
33/ 10. En el segundo cuarto del tonaúíma/~ primera columna
(abajo). en los días eno J~auar. eno ~Iuene . eno Pedernal.
extremos en forma de cola de golondrina;
eno Perro \ eno \ lento. ( VaL p . 3. otras mu\" elaboradas. con franjas de pIu-
, .
Tlatlauhqui Tezcatlipoca
39. ADORNOS
Capitales. Aztaxelli, plumas de garza bi- 33/ 11. Con Xochiquétzal. Región del Este. (Borg. p. 58.)
furcadas, que lo califican como guerrero;
un espejo humeante rojo sobre la sien y en
algunos casos, en que aparece como mago,
tiene la cabeza cubierta con una toca roja @@@@
adornada con borlas de plumón y orla blan-
ca. Diadema real, xihutzolli, fig. 33/ 1l.
Nasales. Generalmente es una plaquita
cuadrada de turquesa, xiuhyacámitl. Tam-
bién se encuentran narigueras de barra de
jade.
Auriculares. Orejera circular de turque-
sa, con colgajo de jade, xiuhnacochtli; o
33/ 12. De pie detrás de Xochiquétzal, que tiene en su regazo
tubular, de cristal de roca. un quetzal, en el segundo día cuando aparece la Luna en la
Del cuello. Collar de turquesa sobre cue- tarde. Región del Este. (Vat. p . 41. )
ro rojo, con cascabeles de oro, xiuhcózcatl.
Pectorales. Lleva el común disco de con-
cha, anáhuatl, suspendido por unas tiras de
cuero rojo. En las estampas en que aparece 0000
como rico comerciante, tiene pendiente
del cuello un gran pectoral de turquesa,
con colgajos de chalchíhuitl.
Del brazo. El dios de la estampa 33/ 14,
simplemente tiene un papel anudado, con
los extremos cortos sobresalientes.
Del antebrazo. Pulseras de turquesa sim-
plemente, o de cuero rojo con incrustacio-
nes de turquesa; en ambos casos llamadas
xiuhmacuechtli, con cascabeles de oro en la
orilla.
De la pierna. Ajorcas de color verde; de
lámina de oro, con cascabeles de oro en la
33/ 13. Con una serpiente enrollada al cuello y detrás de la
orilla. También se encuentran ajorcas de diosa Xochiquétzal que, como en la figura anterior, carga un
papel. quetzal , en el segundo día en que aparece la Luna en la tarde.
Dorsales. Te-...cacuitlaiJilh espeio de la (Laud . p. 3-l .)
Tlatlauhqui Tezcatlipoca
'.
...,
~
JIt-
.... f".
.... '
'-
~6
Camaxtli
N SU Historia de las Indias de Nueva prolongado, hasta de 180 días, al que se some-
España y islas de Tierra Firme, Fray tía gran número de sacerdotes, tlamacaz9ue,
Diego Durán refiere que fue Ca- convocados en el templo por su superior. Este
maxtli el más diestro en el arte de les hacía una exhortación al ayuno y a la peni-
cazar y quien hizo notables cazado- tencia, y les daba un plazo de cinco días para
res a los huexotzinca, y que en Tex- que decidieran someterse o renunciar a ella;
coco y Tenochtitlan no recibía culto, aunque quien hubiera de aceptar, debería llevarla has-
es notorio que con el nombre de Mixcóatl, en ta el fin, so pena de ser indigno de servir a los
México sí se le daba, sobre todo en las festivi- dioses y aun de seguir siendo dueño de sus
dades de Quecholli. bienes.
Dice asimismo Durán, que cuatro o seis Transcurridos los cinco días que se les ha-
años antes de la llegada de los españoles a bían concedido para que midiesen sus fuerzas
México, Moctezuma redobló su empeño para y tomaran una resolución, los decididos a em-
apoderarse de la imagen del dios, para lo cual prender tal hazaña piadosa se reunían con el
mandó gente que fuera a asaltar el templo de achcautli teopixque, jefe guardián del dios, y se
los huexotzinca, pero el dios les habló a los suyos dirigían al Matlalcueye, el hermoso y venerado
previniéndolos del riesgo que corría de ser monte en cuya cúspide tenían edificado un
llevado al templo de Tenochtitlan, y éstos se templo a la diosa de las aguas, que en esa región
dirigieron a las casas donde estaban ocultos los llevaba el nombre del mismo monte, Matlalcue-
presuntos asaltantes. Al darse cuenta los mexica ye, La que Tiene Falda de Color Azul.
de que iban a ser combatidos, se subieron a las Asimismo, con cinco días de anticipación
azoteas y se ocultaron hasta que sus enemigos al de la visita al santuario de la diosa del agua,
estuvieron dentro de las casas, que creyeron un grupo de operarios se preparaba con ayu-
abandonada~. Cuando los huexotzinca se en- nos para ejecutar las labores necesarias para la
contraban dentro de las habitaciones, los mexi- manufactura de navajas de obsidiana, itztli, y
ca saltaron afuera por las azoteas y, aunque varillas de diversos largos y gruesos, destina-
fueron vistos y perseguidos, la noche los pro- das para los autosacrificios del grupo sacerdo-
tegió librándolos de ser muertos, aunque no tal. Todos ellos ponían esmerado empeño para
pudieron llevarse la imagen. que no se les rompieran las navajas ni se les
En los años divinos que eran llamados quebraran las varas, porque eso era indicio de
teoxíhuitl y que ocurrían cada cuatro años, los que su ayuno había sido quebrantado.
tlaxcalteca hacían una celebración muy espe- A estos devotos y hábiles manufactureros
cial, la más grande efectuada en honor del se dirigían los tlamacazque para encomendarles
dios, en la cual un viejo sacerdote, voluntaria- que les labraran determinadas cantidades de
mente se imponía un ayuno riguroso, "a pan y varillas y navajas, con las que darían principio
agua", de ochenta días en los que se alimenta- a cruentas penitencias, consistentes en perfo-
ba sólo una vez al día; el ayuno duraba hasta la rarse con las navajas la lengua, las orejas, los
víspera de la fiesta, por lo que quedaba exhaus- brazos, los muslos, y pasar cinco, diez o más
to. Además, se acostumbraba un ayuno más varas por las perforaciones para, tintas en
27
Camaxtli
sangre, ofrecerlas ante la deidad y pese al dios cazador. Dos veintenas antes, el sitio de-
dolor, con gran esfuerzo entonar los loores signado para la batida era cercado por guar-
que habían de dar contento al divino patrono. dias que impedían el acceso a él, prohibiendo
Los que decidían someterse a esa prueba, no sólo la caza, sino hasta tomar leña o cortar
en número a veces mayor de dos centenares, hierbas. El infractor sorprendido perdía sus
subían hasta la medianía del monte y entraban mantas, el hacha y aun los cordeles con que
en oración, pidiéndole a la diosa cuanto era pretendía atar la leña. Esta previsión se dictaba
menester para cumplir su promesa; mientras para que las piezas de caza no se alarmasen ni
tanto, el sacerdote que los capitaneaba seguía huyesen.
su ascenso hasta el adoratorio, donde le hacía 1. NOMBRE. Camaxtli (34).
a la diosa un presente de joyas de chalchíhuitl, 2. ETIMOLOGÍA. No obstante que se encuen-
(especie de jade), largas y brillantes plumas de tran varios intentos para obtener una interpre-
quetzal, papeles y copal. Luego, sin la preciosa tación aceptable, ésta queda dudosa.
ofrenda, lento, erguido, imponente, hacía su Robelo sugiere que entran en su composi-
descenso hasta llegar a la altura en que había ción las raíces de la palabra cactli, sandalia, y
dejado al resto de los penitentes. Reuníanse máxtlatl, taparrabo, y da por correcto este sig-
todos y abandonaban la suave falda del monte nificado: El que (Sólo) Tiene Bragas y Calzado,
sagrado, entonces profusamente poblado de queriendo expresar que está semidesnudo, sin
árboles (el mismo que hoy se conoce como más prendas de vestir ni insignias.
Cerro de la Malinche, en Tlaxcala). 3. ADvOCACIÓN DE. Tlatlauhqui Tezcatlipoca.
Esta práctica se repetía cada veinte días 4. DENOMINACIONES SECUNDARIAS
hasta llegar a la festividad; el pueblo entero, y EPÍTETOS
desde los cuatro señores de las repúblicas Yemaxtle o Yeimaxtli, El de los Tres Bra-
hasta el más insignificante tlaxcalteca, daba gueros, según Durán.
comienzo a su ayuno ochenta días antes de la 5. GRUPO DE DIOSES. Creadores.
celebración, que debía ser el día Uno Peder- 6. DEIDAD DE. La caza, entre los tlaxcalteca,
nal, y añadían para más mortificación, la pri- los huexotzinca, así como también de la guerra;
vación del baño y la supresión del chile en los por esto último suelen confundirlo con Huitzi-
alimentos. lopochtli.
Los guerreros o capitanes de caza, amizte- 7. DEIDADES AFINES. Amímitl y Tlamatzín-
quihuaque, y los señores de la caza, amiztlatoque, catl, por ser ambos protectores de la cacería.
que iban a tomar participación en la cacería en 8. SEXO. Masculino.
honor del dios, se preparaban con un ayuno 11. PARENTESCOS. Hijo de Tonacatecuhtli y
de cinco días para que les fuese propicio el Tonacacíhuatl, hermano de Yayauhqui Tezca-
acometimiento contra las presas que habían de tlipoca, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli.
servir de ofrenda al numen. 15. DÍAS FESTIVos. El Uno Pedernal, Ce Téc-
El día de la festividad, al anciano sacerdote patl, de la décima trecena, le era consagrado y
que había ayunado ochenta días le pintaban el por esto lo festejaban. La fecha coincidía con
cuerpo con listas blancas verticales como las las fiestas que -le hacían a Huitzilopochtli en
del dios, poniéndole los mismos adornos que México. Por ser ésta una celebración que se
a la imagen y, antes de amanecer, lo subían a regía por el tonalpohualli, podía acontecer una
lo alto del templo, al cual acudían todos los o dos veces dentro del año, pues se repetía cada
sacerdotes, los muchachos del calmecac y del 260 días.
telpochcalli, los que en medio de una gran 18. FESTIVIDADES EN LA VEINTENA. Quecholli,
gritería, vestidos y adornados como cazadores, en el último día. Quecholli es el nombre náhuatl
disparaban sus flechas contra el anciano, aun- del flamenco o pico cuchara, ave zancuda emi-
que dirigiéndolas un tanto hacia arriba para grante que en esa época del año pasaba en
no hacerle daño. En seguida, las altas dignida- grandes parvadas por el valle de México.
des del templo tomaban de los brazos al viejo, 22. PATRONO DE. Los cazadores.
representante de Camaxtli, y le hacían descen- 23. ADORADO EN. Tlaxcala, Huexotzinco,
der con las reverencias que merecía el mismo Coatépec y poblaciones colindantes como Po-
dios, para llevarlo hasta el monte, donde había yauhtla, etc. Los de Coatépec acogieron a la
de efectuarse una gran cacería en homenaje al deidad como patrona, debido a que estaban
"JQ
Camaxtli
~n
Camaxtli
en
35/1. Itztapaltótec, Nuestro Señor Cuchillo Ancho, regente
secundario de la vigésima trecena del tonalpohualli, acompa-
ñando a Xiuhtecuhtli. (Borb. p. 20.)
32
Itztapaltótec
STE NUMEN de altísima jerarquía, mente bajo las costillas izquierdas de la víctima
equiparable con Tezcatlipoca, humana, para dar cabida a la diestra del sacri-
Quetzalcóatl y Huitzilopochtli por ficador, y dirigida hacia el corazón, arrancarlo
ser hermano de éstos y además de su sitio, elevándolo al instante ante la ima-
primogénito de los dioses supre- gen del dios receptor del holocausto, luego al
mos, parece esfumarse en el pan- cielo y hacia las cuatro regiones del universo,
teón mexica, pues pocas veces es visible en las aunque los cuchillos reconocidos como aptos
páginas de los códices netamente mexicanos, para el sacrificio no eran anchos.
contados entre éstos también los poshispáni- La curvatura de los filos, el material, que
cos y los borgianos, tampoco entre las imáge- por el color blanco parece ser sílex o pedernal
nes esculpidas de material lítico y otras. y no obsidiana, y la faja diagonal roja que
Este eclipsamiento parcial se debe a que dos expresa estar teñida en sangre (mas no cho-
de sus facetas (como patrono de la vegetación, rreando el agua preciosa, chalchiuheztli), indi-
o sea Xipe-Tótec, y como Mixcóatl o Camaxtli) can probablemente ser los utilizados en el
brillaron con más intensidad, por estar más tlacaxipehualiztli, desollamiento de hombres,
cerca del hombre, ya que uno y otro eran pues su forma especial parece más propicia
satisfactores del hambre, alimentadores, tanto para ir desprendiendo la piel que para pene-
de primitivos chichimeca errantes, como de agri- trar en un costado. De aceptarse estas consi-
cultores sedentarios. Mixcóatl-Camaxtli era da- deraciones, podría resultar que este ancho
dor de carne, pieles e instrumentos de hueso; yelmo en forma de cuchillo sea otra insignia
era el que ofrecía frutos, albergues y armas. más del numen de la corteza terrestre, cuya
Los poderes o atributos de Itztapaltótec superficie cambiaba de aspecto lentamente
debieron ser los mismos que los de Xipe, pues- con el paso de las estaciones, cosa que en el
to que su personalidad, su indumentaria y ritual era expresado por el desollamiento casi
ornamentación, en esencia son los mismos: total, lento y cuidadoso que se ejecutaba por
color peculiar, rojo; decoración facial a bandas medio del cuchillo, utensilio que en cierto
amarillas, que sobre el rojo natural de su piel modo se deifica al llamarlo "Señor Nuestro
fueron de oro en lámina. Cuchillo Ancho" .
La cobertura de su cuerpo, consistente en 1. NOMBRE. Itztapaltótec (35).
una piel de hombre, llevada durante la veinte- 2. ETIMOLOGÍA. Nuestro Señor Cuchillo
na Tlacaxipehualiztli, al cumplir votos para lo- Ancho, Nuestro Señor la Piedra Plana (Seler).
grar salud en enfermedades de la piel; en los 3. ADVOCACIÓN DE. Tlatlauhqui Tezcatlipo-
arcanos de las creencias de los primeros sacer- ca; más comúnmente conocido como Xipe Tótec.
dotes y devotos populares fue el símbolo del 5. GRUPO DE DIOSES. Creadores.
desprendimiento de la corteza muerta de la 6. DEIDAD DE. El sacrificio y la tierra.
tierra ya infértil y los residuos de la vegetación. 8. SEXO. Masculino.
Se ha insinuado una posible afinidad entre 9. ORIGEN. Nacido en el año 1591 a.C.
el cuchillo que lleva Itztapaltótec como yelmo 10. REPRESENTA. El cuchillo sagrado del
y el del sacrificio, que era introducido recia- sacrificio.
33
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Itztapaltótec
rojo, excepto los extremos que son blancos Del cuello. Collar de turquesa, expresa-
y con cortes en forma de cola de golon- do solamente por el fondo de color azul,
drina. Este diseño es característico en xiuhcózcatl; de las orillas cuelgan cascabeles
casi todos los adornos de Xipe y de esta o cuentas de oro.
deidad. Del antebrazo. Pulsera, macuechtli, de
38. CALZADO. Sandalias de taloneras, suela cuentas de jade ensartadas en correas ro-
blanca y correas rojas. La imagen del Tonalá- jas, y además las de piel roja con mosaico
matl de Aubin presenta el calzado llamado de turquesa y cuentas de oro, en los códices
itzcactli por la ornamentación de navajas de Telleriano y Ríos. En el Tonalámatl de Au-
obsidiana que lleva en la talonera. bin son de un solo disco de jade, sujetado
39. ADORNOS con una correa de cuero.
Capitales. Sobresalientes del cuchillo- De la pierna. Ajorcas de piel de jaguar,
yelmo de la deidad se encuentran un toca- ocelocotzéhuatl, con una franja y cuentas de-
do de plumas, posiblemente de color rosa, jadas en blanco (Códice Borbónico), verdes
y un penacho de plumas de quetzal sueltas, y azules, sobre piel roja, y cuentas de oro
en los códices Telleriano y Ríos. en el Telleriano y Ríos, en el Borgia apare-
En el Códice Borbónico el cuchillo pier- cen ajorcas de papel de corte especial.
de su forma inferior entre las tiras de papel Dorsales. Adherido a la espalda lleva un
rojo con borlas de plumón y remates en cesto con múltiples plumas de quetzal que
forma de cola de golondrina. sobresalen, llamado quetzalcómitl, olla de
En el Telleriano y el Ríos, los cuchillos plumas de quetzal. En la parte posterior de
se prolongan hasta abajo de su cintura, y la cintura lleva un disco azul, no totalmente
en el Tonalámatl de Aubin forman parte trazado, hecho de turquesa, coral y otros
del cuerpo del numen. materiales; de su centro sobresale una ca-
En el Borbónico todos presentan cejas beza de ave, posiblemente un perico. Como
azules, ojos circulares, fosas nasales y bocas complemento, se nota un colgajo de plu-
dentadas, y entre tales rasgos asoma la roja mas de diversos colores, rematado con plu-
faz del dios. El rostro aparece decorado a mas de quetzal; este objeto es conocido
bandas amarillas y rojas en los códices Ríos como tezcacuitlapilli, espejo de la cola, por
y Telleriano; en el Tonalámatl la cara está estar fijado en la región del sacro.
en blanco. Los contornos del yelmo en el 41. OBJETOS MANUALES. Con la diestra em-
Borbónico expresan los filos del cuchillo, puña un cuchillo cuya parte superior es roja;
blancos y contrastantes con el resto del o, en ambas, sendos cuchillos blancos, denta-
mismo, que es rojo; adheridas a dichos filos dos y teñidos de rojo; un caracol marino en la
se ve una serie de borlas de plumón. En la diestra del dios en los códices Telleriano y
parte posterior de los cuchillos, en los có- Ríos. En estos dos códices, y en el Borbónico,
dices Telleriano y Ríos, se observan trazos lleva el rojo bastón yopitopilli, propio del dios
que representan labios y dientes, como una Xipe, profusamente adornado con papeles que
expresión más de los cuchillos, que muer- forman un rosetón, con doble banda y dos
den y cortan. conos al centro; hacia abajo cubren la mayor
Nasales. Nariguera de oro (en forma parte del bastón tiras de papel que se entrela-
de) luna, teocuitlayacametztli, en el Códice zan y tienen sus extremos blancos cortados en
Borbónico, y de barra de oro en el Telleria- forma de cola de golondrina. En el Borgia y el
no y en el Ríos. Los códices Borgia y Vati- Vaticano este adorno es más sencillo. Este
cano presentan narigueras conocidas objeto manual es a la vez una sonaja, chicahuaz-
como yopiyacámitl. tli, a la que se le atribuyen poderes para atraer
Auriculares. Orejera circular con perfo- la lluvia, por el ruido que produce, similar al
ración al centro; al parecer de turquesa por de las gotas de agua al caer.
su color y con pendiente amarillo y rojo, 43. BmuoGRAFÍA PARTICULAR DE LA DEIDAD
cuyos extremos blancos están cortados en Paso y Troncoso, 1899, pp. 77, 356.
forma de cola de golondrina; o bien, oreje- Seler, 1963, t. 11, p. 236.
ras circulares de oro, con centro y colgajos --"Comentario al Códice Tonalámatl de Au-
rojos, y extremos blancos. bin", Yigésima trecena.
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Mixcóatl
L PRIMERO de los hijos de los dioses Mixcóatl hizo cosa semejante y perduró esta
supremos, que por haber nacido conmemoración entre los pueblos hasta 1507.
todo rojo se le llamaba Tlatlauhqui Desde tan antiguos tiempos data el sistema
Tezcatlipoca, Espejo Humeante indígena de hacer brotar fuego mediante la
Rojo, por motivos que se ignoran rotación de un palo sobre un trozo de madera.
decidió tomar otra personalidad Por este descubrimiento es posible colocar a
con el nombre de Mixcóatl, Serpiente de Nu- Mixcóatl en el grupo de los dioses del fuego;
bes. Esto sucedió en el tercer año después del no como el fuego mismo, pero sí como creador
diluvio que puso fin al Cuarto Sol, cuando el de un método para hacerlo brotar donde no
mundo cayó en un periodo de oscuridad, pues lo hay.
el Quinto Sol vino a ser creado hasta el año Transcurridos 27 años después del diluvio,
Trece Caña, vigésimo sexto contando a partir año que tuvo por nombre Ce Técpatl, y que fue
del fin del Cuarto Sol. el siguiente al de la creación del Quinto Sol,
Dicho año se llamaba Ome Ácatl, Dos Caña, Camaxtli se dirigió al octavo cielo y en él creó
correspondiente al año cristiano 1039, ocurri- a cuatro hombres y una mujer a quienes con-
do 2 630 años después de la creación de los sideró como hijos.
dioses, segundo de la quinta era o Quinto Sol, Cierto día los envió a la tierra a combatir,
Olintonatiuh, en el primer xiuhmolPilli (ciclo de pero cayeron en el agua y retornaron al cielo,
52 años), y fue el segundo año del primer frustrándose la intención de que hubiese gue-
periodo de trece años. rra.
La denominación de Mixcóatl fue adopta- En el año Ome Calli, Dos Casa, el tercero
da por México; en cambio en Tlaxcala, Hue- después del nacimiento del Sol y vigesimocta-
xotzinco y Coatépec se le veneró con el nom- vo después del diluvio, o sea el segundo año
bre de Camaxtli. A este hecho quizá se deba del tercer tlalpilli o trecenario, Camaxtli o por
que la denominación de Tlatlauhqui Tezcatlipo- otro nombre Mixcóatl, hizo una nueva crea-
ca figure muy poco y no se mencionen sus ción: tomando un bastón golpeó con él un
actos, sus atributos, y que su advocación de cerro peñascoso e hizo brotar cuatrocientos o
Xipe Tótec sea más frecuentemente citada. innumerables seres humanos que poblaron
En medio de ese tiempo de negrura, Mix- vasta región de la tierra, fueron pues los pri-
cóatl quiso festejar a sus padres y para ello ideó meros habitantes de ella. Por burdos o primi-
hacer grandes luminarias e inventó la manera tivos, se les conoció más tarde como chichime-
de hacer fuego con dos maderos: uno grande cas u otomíes.
y blando, y otro duro y redondo. Al hacer girar Durante el resto de esa tercera trecena de
rápidamente a este último apoyado en el ante- años, es decir, desde Tres Conejo al Trece
rior, hizo brotar chispas y con ellas encendió Pedernal, o sea 11 años, Camaxtli se consagró
fogatas, multiplicándolas y diseminándolas. a la penitencia que dio origen a la práctica
Este acto dio origen a las fiestas del Fuego futura entre los hombres de punzarse el cuer-
Nuevo de cada 52 años, pues se observa que po con púas de maguey, para propiciar la
52 años después, en el siguiente Ome Ácatl, voluntad de los dioses y c9nseguir de ellos
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Mixcóatl
36/ 1. Mixcóatl, Serpiente de Nubes, en lo alto de su templo y 36/ 2. Con las flechas y la red, símbolos de la cacería que se
en la veintena de su fiesta Quecholli, en que se le ofrecían las efectuaba en su honor, en la veintena Quecholli. (Tell. fol. 4v.)
piezas cobradas en la cacería anual. (Borb . p. 33.)
remedio a sus necesidades o ser gratos a los temente empezaron a combatirlos, con tanta
ojos de los dioses. destreza y furia que casi dieron fin a todos sus
Mientras tanto, por su propio poder, creó enemigos. Solamente tres chichimeca quedaron
un cerro con el propósito de que sus cuatro en pie: Ximbel, Mimich y, cosa sorprendente,
hijos y su hija bajaran por él desde el cielo y no el mismo Camaxtli que se había convertido en
fuesen de nuevo a caer en las aguas, sino que chichimeca.
habitaran la tierra, con la misión de hacerles En el año Cuatro Pedernal, cuarto de la
la guerra a los chichimeca y lograr corazones y cuarta trecena de años de la quinta era, es
sangre para alimentar y fortalecer al Quinto decir, en el año 1080 d.C., un estruendo espan-
Sol, que no hacía muchos años alumbraba la toso que provenía del cielo se dejó escuchar en
tierra. El descendimiento de sus hijos aconte- la tierra. Apagado éste, se vio en la región de
ció a los 36 años de esta era, en el año Diez Cuitláhuac (hoy Tláhuac, población distante
Casa; como no había habitación alguna, hicie- escasos 17 kilómetros de la entonces futura
ron de unos árboles sus moradas y hasta ellos gran Tenochtitlan) un venado con dos cabezas.
llegaban diariamente las águilas, llevándoles Ante este prodigioso advenimiento, Camaxtli
los alimentos necesarios. dio orden a la gente del lugar de capturarlo y
Entre otras ocupaciones del dios sobre la de que lo venerasen como dios. Transcurridos
tierra, cuéntase el invento del octli, pulque, cuatro años en que lo habían alimentado con
extraído del maguey, así como de otras bebi- conejos, culebras y mariposas, el dios Camaxtli
das embriagantes a las que los chichimeca se hecho hombre se encontraba envuelto en una
aficionaron, por lo que todas sus actividades guerra con la gente aledaña y, confiando en
las realizaban bajo los influjos de la embria- los poderes del animal de dos cabezas, lo sacó
guez. a cuestas hasta el campo de batalla: su presen-
na ocasión los chichimeca d escubriero n a cia dispersó a los enem igos y alcanzó la victoria
los recién \"enidos \. los atacaron. Éstos dili!!en- apetecida.
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Mixcóatl
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Mixcóatl
para lograr que la localizaran. Dichas mujeres, En este sitio no corresponde incluir la bio-
al parecer hermanas de Chimalma, se apresu- grafía de este personaje. Solamente a título de
raron a buscarla. Cuando la encontraron, le curiosidad, se dirá que según las tablas crono-
exigieron que acudiera al hombre que la bus- lógicas que se han hecho su muerte acaeció a
caba, porque las amenazas de éste podrían los 2 734 años transcurridos desde la creación
cumplirse aunque ellas carecieran de toda cul- de los dioses mayores, o sea a los 106 años de
pa. La condujeron nuevamente a Huitznáhuac ésta era, que es la del Quinto Sol, Olintonatiuh.
y Chimalma volvió a aparecérsele como lo O lo que es lo mismo: en el tercer ciclo de 52
había hecho antes y a depositar en tierra sus años, xiuhmolPilli de este Sol, pues según la
armas. La escena de los disparos se repitió de HMp, aconteció en el segundo año del noveno
idéntica manera, quedando ilesa la joven. tlalPilli, lo que equivale al año Ome Ácatl, del
Prendado de ella, Camaxtli la hizo su mujer. calendario mexicano y a 1143 del cristiano y
De esta unión del dios chichimeca y la diosa por tanto al siglo XII.
descendiente de Tezcatlipoca, nació Ce Ácatl 1. NOMBRE. Mixcóatl (36).
Topiltzin, Uno Caña, Nuestro Príncipe, que 2. ETIMOLOGÍA. Serpiente de Nubes.
mantuvo en tortura a su madre por cuatro días 3. ADVOCACIÓN DE. Tlatlauhqui Tezcatlipoca.
antes de nacer. Al efectuarse el alumbramien- 4. DENOMINACIONES SECUNDARIAS
to, Chimalma falleció y pasó a ser una cihuaPi- y EPÍTETOS
lli, mujer noble o princesa, que iría a morar en Acol Yei Ácatl, Tres Cañas en el Hombro.
el Cihuatlampa, Lugar de las Mujeres, que Camaxtli, El que Sólo Tiene Bragas y Calzado
convertidas en diosas revivían por haber dado (?) (Rob.)
al mundo una criatura. Ce Ehécatl, Uno Viento.
Mixcóatl siguió sus andanzas guerreras, Nahui Técpatl, Cuatro Pedernal.
hasta que años después murió a manos de los Yei Máxtlatl, Tres Bragueros o Tres Taparra-
mismos mimixcoa; se citan como los causantes bos.
de su muerte a Apanécatl, Zolton y Cuilton. 5. GRUPO DE DIOSES. Creadores.
Fue enterrado sin ninguna pompa, sencilla- 6. DEIDAD DE. La caza.
mente, en un lugar arenoso. 7. DEIDADES AFINES. Qhuav, entre los mixte-
Su hijo Ce Ácatl Topiltzin, después de ha- ca; Zip, para los mayas.
ber acompañado a su padre en algunas bata- 8. SEXO. Masculino.
llas y de hacerse diestro en la guerra, en plena 9. ORIGEN. Fue el primogénito de los dioses
juventud echó de menos a su padre e indagó supremos Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, na-
su paradero, sabiendo por Cozcacuauhtli, Águi- cido 2628 años antes del Quinto Sol y, confor-
la de Collar, que lo habían matado y que su me a las deducciones obtenidas de la Historia
cuerpo yacía en Xaltitlan, Arenal. Dirigiéndo- de los mexicanos por sus Pinturas, fue el año
se a ese sitio-lo desenterró, y en seguida depo- mexicaMatlactli omome Tochtli, y cristiano 1591
sitó sus restos en el Huizachtépetl, Cerro del a.C. del Calendario Juliano.
Huizache (hoy Cerro de la Estrella), que obtu- 11. PARENTESCOS. Sus padres fueron los
vo también por dicho entierro el nombre de dioses supremos Tonacatecuhtli y Tonacací-
~Iixcoatépetl, Cerro de Mixcóatl. En él edificó huatl y sus hermanos, los dioses creadores
un templo en su honor, y se vengó de los Yayauhqui Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y Huitzi-
asesinos matando al primero de un golpe en lopochtli.
la cabeza con una gruesa vasija; los otros fue- 12. MORADA. El decimosegundo de los cie-
ron sacrificados. En este lugar Ce Ácatl hizo los.
resurgir y resplandecer el origen divino de 13. REGIÓN CARDINAL. El Este.
~Iixcóatl, dándole un culto extraordinario, 15. DÍAS FESTIVOS. El día Ce Ehécatl, Uno
que pasó a Tlaxcala, donde con el nombre de Viento de la decimoctava trecena, y el día
Camaxtli fue acogido como el dios principal Nahui Técpatl, Cuatro Pedernal, de la decimo-
de ese pueblo. Por lo antes enunciado y por los novena trecena.
datos que da la Historia de los mexicanos por sus 22. PATRONO DE. Las tribus cazadoras.
pinturas sabemos que este hijo semidh-ino de 23. ADORADO EN. Principalmente en la ciu-
Camaxtli fue más tarde el primer gobernante dad de Tenochtitlan.
de Tula. 24. TEMPLO. El trigesimoséptimo, según la
43
Mixcóatl
36/ 13. El numen de la caza. Regente del segundo periodo de 36/14. Hiriendo con su arma a un jaguar, océlotl. El dios
Venus. Región Norte, Mictlampa, Lugar de los Muertos. (Val. chichimeca como una de las cuatro formas de la deidad del
p.70.) planeta Venus . Región Norte. Con los signos Océlotl, Miquiztli,
Técpatl, Itzcuintli y Ehécatl, días primeros de las trecenas del
segundo cuarto del tonalpohualli, conforme a la distribución
de los códices del grupo Borgia. (Val. p. 25.)
Mixcóatl
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Mixcóatl
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37/ 1. Xipe Tótec, :\uestro Señor Desolbdo. dios de la prima-
ve ra y la vegetación , proporcionaba \ sanaba las enfermedades
de la piel y de los ojos. Los orfebres le tenían particular
veneración por ser su patrono. Regente principal de la deci-
mocuarta trecena, días Ce lt:cllintli a Matlactli amey Ehécatl.
(Borb . p. 14.)
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Xipe Tótec
A MÁS BRILLANTE faz del dios Tla- sentante vivo del dios. Debía ser joven. Otros
tlauhqui Tezcatlipoca, el desdobla- limitaban su devoción a solo veinte días, es
miento más benéfico y mej or com- decir, durante toda la veintena Tlacaxipehualiz-
prendido entre los pueblos tli, Desollamiento de Hombres. Pero todo el
antiguos, fue el designado como mundo estaba ansioso de que llegase el final de
Xipe Tótec, Nuestro Señor Deso- la misma, para honrar al dios desollado y ser
llado, la deidad de la vegetación que periódi- espectadores de las varias ceremonias que era
camente, año tras año, se despojaba de su piel costumbre desarrollar con inusitada solemni-
ya vieja para mostrar una nueva, tierna, lozana, dad en la plaza de los grandes templos y los
fresca, con vida recién cobrada, apta para cu- numerosos braseros de Tenochtitlan. ¿Que era
brir llanuras y montañas de verdores en todos cruento el festejo? Sí. Pero los alimentos y con
los tonos, para vestir con hojas de multitud de ellos la vida que él proporcionaba y la salud que
formas los árboles y las matas, como se muda daba y quitaba, bien compensaban la pérdida
en las aves el plumaje. de unas cuantas existencias humanas y el riego
Por uno u otro de sus dones, sus devotos de sangre que los dioses reclamaban.
fueron casi todos los hombres y las mujeres, Días antes de llegada la fiesta, el tlatoani y
los de remotos tiempos y los que alcanzaron a varios grandes señores habían mandado com-
ver el oro hecho arte en los pechos y miembros prar esclavos a los mercados de Azcapotzalco
de los grandes señores tenochca. Su culto era e Itzocan (hoy Izúcar de Matamoros, Puebla).
extenso hasta llegar a los costeros confines Otros se deshacían de algunos que ya tenían,
yoPi. Su imagen popular era construida en o se disponían a ofrendar a los prisioneros que
• barro, en piedra o en rico metal y sus templos habían logrado en las hazañas de guerra, gra-
no serían de la magnitud de los de Tláloc y cias a su valentía, fuerza y pericia militar.
Huitzilopochtli en México y Tlatelolco, ni Las futuras víctimas vivirían como no lo
como el de Quetzalcóatl en Cholula, pero sí su soñaron jamás, porque el trato recibido de sus
suntuosidad era mucha, como que intervenían dueños era como para príncipes y no el que
en su edificación y decoración los incontables habían tenido de esclavos. Los ricos o encum-
hombres beneficiados por el campo, los agre- brados no desdeñaban bañar con agua tibia a
miados orfebres y cuantos habían sanado de sus "ofrendas vivas", asistidos por su servi-
los males de la piel o de los ojos. dumbre; les servían de comer como al mejor
Con el primer día deJo año, buen número de amigo, dándoles cuanto era de su gusto, ya que
devotos por favores recibidos, por ser miem- debían ir al sacrificio relucientes de limpieza y
bros del gremio de los orfebres o ser sacerdotes más gruesos de lo que habían sido. Sus vesti-
que tenían a su cargo el templo, daban comien- duras habían mejorado desde el primer día y
zo a privaciones y mortificaciones que habían ya para salir hacia la muerte eran realmente
de terminar cuarenta días más tarde, cuando la lujosas aunque escasas. Asidos por los cabellos
fiesta de la deidad había de celebrarse. Asimis- de la coronilla, eran llevados por sus compra-
mo, un esclavo que había sido comprado para dores hasta el claro más grande del recinto
el caso, empezaba sus funciones de repre- sagrado, el frontero al Templo Mayor, el de
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Xipe Tótec
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37 1 bis. El dios disgregado. (Borb. p. 14.)
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Huitzilopochtli y Tláloc, y allí reunidos espera- en que se veneraba el dios a quien el dueño del
ban que el sol los viese desde lo más alto del cautivo había dedicado esa ofrenda. Allí, el
cielo. Entonces empezaba el subir los inconta- desollado, xipeme, también llamado totectli, se-
bles peldaños de las escalinatas. Algunos se ñor nuestro, por haber muerto en honor de
resistían, aunque eran pocos, puesto que la Xipe, era cortado en porciones, de las cuales
mayoría estaba consciente de su privilegiado una pierna era enviada como presente al tla-
fin. Iban a morir en la piedra de los consagra- toani reinante, y el resto puesto a cocer en
dos a los dioses, pero iban hacia éstos y a los grandes cazuelas u ollas con abundancia de
cielos de luz, cantos y hermosura, y no al Lugar granos de maíz. Este guiso era sagrado, puesto
de los Muertos, de tinieblas, silencio, lobre- que se hacía con carne ya perteneciente al dios,
guez e inmovilidad. se repartía entre los familiares del comprador
Uno que otro esclavo desmayaba sobre las de la víctima, los amigos de éste y algunos
gradas; sus piernas se resistían a llevarlo, o su funcionarios públicos; manjar que era agrade-
vista y su mente se nublaban quitándole toda cido reverentemente y comido con unción;
noción de su afortunado fin. Su dueño enton- comida que tenía algo sobrenatural, algo sa-
ces lo arrastraba hasta el último escalón y lo grado, puesto que no era ya carne de hombre,
entregaba a los cinco ministros que se ocupa- sino de dios; carne que Él mismo había gusta-
ban del cuerpo, tomándolo de la cabeza, las do, aunque no visible y materialmente. Este
manos y los pies para entregarlo a la piedra y platillo divino, le estaba vedado al dueño de la
al severo sacrificador que le tocaba en turno, víctima, considerada en cierto modo como
para que, empuñando con ambas manos el parte de su familia, como su hijo.
tremendo cuchillo, le abriera el pecho y por la Tan excepcional vianda, causa de místico
herida sacara el corazón, para que lo vieran los placer para los que alcanzaban a recibirla,
dioses, el pueblo y el Sol, regularmente presen- también, aunque en menor número, era causa
te. Todos los corazones, tras de ser ofrenda- de dolor intenso, de lágrimas, de reclusión en
dos, recibían el nombre de cuauhnochtli, tuna la pena, de desesperanzas para la madre y el
del águila, porque eran el alimento del águila, padre del consagrado desaparecido, para -,:)s
el Sol, e iban a reunirse en una vasija, ya de unidos a éste por lazos de amor, de amistad,
madera decorada con primor, ya de piedra de afecto. Religiosamente tenían por su muer-
tallada con grecas simbólicas, borlas de plu- te un motivo de orgullo, de satisfacción, de
món y plumas de águila, el cuauhxicalli, vasija consuelo: su pariente o amigo era ya uno de
de las águilas. los semidioses moradores de uno de los cielos
Los cuerpos sin vida llamados cuauhteca, y poseedor de la felicidad eterna. Pero tambié~'l
los aguileños o habitantes (de la región) del la materia obraba en ellos; la pérdida del hijo,
águila, a su vez, caían hasta la plataforma del del amigo, del padre, ponía luto, tristeza, deso-
templo después de rodar grada a grada, hasta lación. El corazón y la sangre del allegado eran
llegar a los brazos de sus dueños, quienes ya vida para el dios, pero ese corazón y esa
asesorados por los cuacuacuiltin (sacerdotes), sangre habían sido suyos y ahora, por siempre,
rayados de la cabeza, los llevaban a la cámara sólo les quedaba la esperanza de verlos trans-
de desollamiento. Allí puestos en decúbito formados en diminutos colibríes revoloteando
ventral, expertas manos sacerdotales maneja- a distancia; habíanse desprendido del servicio
ban las navajas que, partiendo de la nuca, al dios, para bajar a la tierra a hacerles presen-
corrían por sobre la espalda, muslos, piernas tes, para aminorar su soledad. Por esto, en las
y brazos, abriendo finos surcos que luego eran tardes, muchos ojos tristes se veían como ex-
ensanchados a filo de navaja, llegando a des- traviados, buscando en lontananza la apari-
cubrir la carne dorsal y de los cuatro miem- ción del huitzitzilin, el alma del sacrificado.
bros; al fin, vuelto el cadáver hacia arriba, La noche previa, al menos para los hom-
terminaban su labor, entregaban la piel a los bres: unos por ser dueños de cautivos y tener-
sacerdotes. El cuerpo falto ya de corazón y por los que atender, por el baño que les daban, las
eso llamado cuauhtécat~ el (del lugar) del águi- ropas que habían de portar, la emoción de
la, que lo calificaba como habitante de la man- tener en su poder a la víctima propiciatoria, la
sión del Sol, era conducido por los ,-iejos a ofrenda inmejorable que habían de dar al dios
quienes llamaban cuacuacuiltin hasta el barrio en agradecimiento a que ellos habían sido los
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37/9. Tocado con gorro de yopi, yoPicopilli, y vistiendo la piel
de un desollado, tlacaéhuatl, iehuayo micqui, su piel del muerto
y la faldilla (de hojas) de zapote. (Matr. lám. 1-13 .)
sobre el metate el n ixtamal, cocer las tortillas combate, en desventajoso y múltiple duelo
en el comal y unos panecillos de formas espe- sobre la piedra del honor y de la muerte,
ciales que habrían de llevar a la fiesta; para temalácatl, hacían ya su último entrenamiento
preparar tamales con miel o frijoles y otros de armas con sus compañeros y amigos en las
alimentos, porque lo que tenían que ver sus salas o patios de sus casas, porque era cuestión
hombres podía ser muy largo, según el número de fama o afrenta, herir o ser herido, manejar
de prisioneros elegidos para el duelo entre las armas con acierto y distinción o ser desar-
éstos y los caballeros águilas, los caballeros mados ante una multitud de curiosos y solda-
jaguares y los cuatro auroras . dos que estaban de su parte, pero que rugiría
Muchos criados, casi a oscuras, estaban en ante cualquier detalle de impericia y más si
pie preparando los trajes de gala de los seño- llegaba a ser derrotado o muerto por un ex-
res, los de guerra y los especiales de quienes, tranjero armado con un palo de pino, ococuá-
como miembros de las órdenes de los Ocelotin huitl, sin navajas; recubierto en cambio con
y Cuauhtin habrían de combatir al pie de la borlas de plumón, símbolo y presagio de sacri-
rueda de piedra. Los yelmos con figura de ficio y con un débil escudo, aunque decorado
ág uila, de jaguar, de coyote y las partes que con los múltiples círculos rojos y rosados, dis-
habrían de formar los cuerpos, miembros y tintivo del dios desollado.
colas, fueron quedando como si fuesen anima- Cerca del ángulo suroeste del recinto sagra-
les reales. do de Tenochtitlan, se hallaba edificado el
Mientras tanto, los guerreros designados templo de Xipe, el Yopicalco, En la Casa del
por el alto mando de las órdenes de los caba- Desollado, de no muy alta ni muy grande
lleros Águila y Jaguares para ser los contrin- escalinata, aunque sí muy suntuoso, siempre
cantes de los prisioneros seleccionados para el adornado por los joyeros, los curados de la
Xipe Tótec
vista y de la piel, y aun por los enfermos que te a la Alameda, en donde existe la iglesia de
confiaban en el dios para sanar y esa vez mu- San Hipólito. Era una larga galería que seme-
cho más, puesto que era su celebración, era el jaba enorme jaula, construida con vigas de
día solemne de Tlacaxipehualiztli, Desollamien- muy uniforme grueso y altura, lo suficiente-
to de Hombres; sobre el techo sobresalía su mente juntas para que no pudiese caber entre
distintivo, el "gorro cónico del dios, con sus dos ellas una persona.
bandas de puntas recortadas como cola de Pasado poco tiempo, la jaula no estaba ple-
golondrina. Al frente, un patio cuadrado de tórica, pero sí muy llena de gente que se movía
regular dimensión, en cuyo centro había una nerviosa, callada, en la que predominaban los
plataforma con cuatro o cinco escalones por colores blanco y rojo por las vestiduras e insig-
cada uno de sus lados y, en medio de ésta, el nias de papel que vestían, semejantes a los del
disco con relieves de la imagen del sol en su dios Xipe. De allí saldrían a intervalos pruden-
cara superior, también un gran cuauhxicalli, tes, custodiados y seguidos de curiosos para
vaso de las águilas, de una braza en redondo recorrer la calzada, llegar a la esquina del pala-
que habría de alojar tantos corazones cuantos cio del viejo Axayácatl y penetrar en el recinto
cautivos cayeran sobre el disco. sagrado hasta llegar a la plaza en que se elevaba
La concentración de los que iban a morir la plataforma de siete brazas (11.67 m aproxi-
se fue haciendo lentamente a la vaga luz de la madamente) y cuatro o cinco escalones, en que
aurora. estaba asentada la temalácatl, rueda de piedra.
Despidiéndose de su dueño y sus custodios, En su centro tenía labrada una barra entre un
entraban uno a uno a la enorme j aula-prisión, hueco circular. En ésta ya se hallaba fuertemen-
que se hallaba en la importante calzada de te atada una cuerda con plumas de garza, azta-
T lacopan (Tacuba). hoy ayenida Hidalgo. fren- mécatl, también denominada centzonmécatl, con
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f
combate, entrarían a pelear y era sabido que
este arte zurdo de ataque des tanteaba al ene-
migo, y el extranjero difícilmente se libraría de
ir a la piedra de inmolación. . I
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37/ 19. Dios de la primavera, como u na de las columnas de la
T ier ra. Región O este, Cihuauampa. Lugar de las ~I ujeres, con
los sie-nos OcilotL Cuauhtil \. Co:.caruauhlli. Borg '" 49.
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Xipe Tótec
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Xipe Tótec
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cuarta trecena del tonalpohualli, que
se inicia en el día Ce Itzcuintli y termi·
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? na en Matlactli omey Ehécatl. (Borg.
~ . ~ p.67.)
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37/25. En la decimosegunda
columna del primer cuarto del
tonalámatl (arriba). (Borg. p. 2.)
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37/ 27. Abrazado al quetzalcuáhuitl, árbol del quetzaltótotl, 37/ 28. Patrono del decimoquinto signo diurno, Cuauhtli,
símbolo del Oriente, en lo alto del cual se posa un quetzaltótotl, Águila. Segunda serie. (Vat. p . 92.)
pájaro precioso. Los signos Cipactli, Ácatl, Cóatl, alin y Atl
corresponden a los días primeros del primer cuarto del tonal-
pohualli. (Val. p. 17.)
aunque casi siempre salían a la defensa los vas, escuela en los movimientos de ataque y
escudos, rechazando la intención puesta en el defensa; valor, fuerza, resistencia de parte de
proyectil. Inmediatamente ponían a su alcance uno o de ambos, hasta que alguno era alcanza-
las armas que le correspondían: una macana do por el golpe certero y llegaba a caer sangran-
recubierta tan solo con borlas de plumón y no te, desarmado o exhausto. Si era el jaguar el
con navajas de obsidiana incrustadas en los rendido, entraba a sustituirlo, sin dar tregua,
cantos, y un escudo, chimalli, con los círculos y un guerrero águila o el otro jaguar; esto sucedía
colores propios de la deidad roja. muy pocas veces y en este caso entraba uno de
Ya cuerpo a cuerpo uno y otro, llegaban los los cuatro auroras, que por su atacar izquierdo,
instantes en que el pueblo contenía el resuello, llevaba otra ventaja más sobre el cautivo y lo
el parpadear, y concentraba su atención en el vencía. Estas escenas se sucedían, sin más inter-
ir y venir de los escudos contra las macanas de valo que el necesario para retirar al muerto o
éstos, una contra la otra o hacia las cabezas o al herido para llevarlo a la piedra de sacrificios,
los cuerpos de los brayos. _-\lli se apreciaba arte téchcat~ donde su corazón salía arrancado por
en el manejo de las armas ofensi'-as ,- defensi- el ministro sacrificador. subía en la mano del
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Xipe Tólec
37/ 30. Como una de las Columnas de la Tierra. El Oeste, 37/ 31. Regente del tercero de los cinco periodos de Venus.
Cihuatlampa, Lugar de las Mujeres . Signos: Océlot~ Quiáhuitl Región Oeste, Cihuatlampa, Lugar de las Mujeres. Sig nos
y Cozcacuauhtli. (Val. p. 19.) Técpatl, Eh écat~ CaZZi y Cuetzpalin. (Val. p . 70 .)
oficiante, despedía su último latido y expulsaba Para algunos aún había qué hacer: los mi-
su postrera gota de sangre y el vaho de su calor nistros del templo, desvestían reverentemente
hacia el Este, a la vista del Sol, para que su a los que habían sido representantes vivos de
espíritu escapara hacia los cielos, donde los los dioses, quitando y guardando una a una las
dioses estaban. insignias y las vestiduras; a los que vestían las
Estos actos se repetían, uno tras otro con pieles humanas se las quitaban como cosa
variantes mínimas: el aspecto del cautivo, su sagrada, colgándolas enseguida en unas varas
indumentaria escueta o complicada, con sólo destinadas al efecto y luego con sus manos
una hermosa faja de entrepiernas o con el sacerdotales los bañaban no sólo con agua
gorro cónico de Xipe, la chaquetilla con cortes templada y frotando los cuerpos, sino dando
en forma de cola de golondrina y listado rojo, ligeras palmadas provistos de harina de maíz,
los brazos y piernas recubiertas con borlas de para que ésta ayudara a limpiar la dermis del
plumón, ihuitelolohtli; casi siempre su aspecto xipeme, aunque ésta solo había estado en con-
desafiante o impertérrito, o uno que otro ven- tacto con la del desollado, ya que se las sobre-
cido de antemano por el espectro de su fin, ponían y anudaban volteadas, con la epidermis
llegado su último momento, los que aún con- hacia afuera.
servaban lucidez, con un rictus que denotaba Viendo hacia otro lado, hacia la empalizada
fe en su ingreso prematuro al cielo que le del tzompantli, bandera de cráneos, inmediata
correspondía por morir sin señales de miedo al templo de Xipe y exclusiva de este dios, se
y en holocausto al dios. veía a los hombres comisionados para la maca-
El padre Durán cuenta que en cierta oca- bra tarea de ir hasta las barras en que había
sión hubo treinta y cuatro sacrificados; podían cráneos casi destruidos por un año de suspen-
ser más o menos, pero siempre era un espec- sión y sustituirlos por los recientemente corta-
táculo único para guerreros, hombres bien dos, ahuecados y lavados, para quedar con
templados y para la juventud que iba con des- blancura contrastante con los viejos cráneos
tino a la milicia. ennegrecidos por la intemperie y las muchas
Con la última víctima, llegaba el último veintenas de días que pasaron exhibiéndose.
estruendo, ya no había cantos sacerdotales y sí Como coronación de la fiesta del día ante-
un fúnebre tañido de tambores mayores, de rior, de lucha y sangre, de excitación popular
bocinas de caracol marino, de r aspad ores, de y de los fe r vientes sacerdotes y guerreros de
gritos ahogados repetidas veces con las palma las órdenes secretas; venía la ejecución, muerte
de las manos sobre las bocas)' el rumor de la muy distinta a la de las ofrendas humanas, de
multitud que pugnab a p or salir del cuadro los que la ley destinaba a dej ar de vivir: los
por saltar de las azoteas, bajas escalinatas y ladrones de metales preciosos, de joyas, pie-
dispersarse. dras "erdes o mosaicos de plumas multicolo-
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6. -
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sanase o por pedir limosna, bien caro les cos- dades y otros satisfechos por el cumplimiento
taba, teniendo en cuenta el tormento que sus de la manda. Todos volvían a la vida normal, y
sentidos debían sufrir. encontraban que sus mujeres se estaban lavan-
Todos los días de la veintena siguiente, do las cabezas: por penitencia y por acompa-
Tozoztontli, Pequeña Velada, pasaron para los ñar a sus hombres en sus sufrimientos, no las
penitentes, enfermos y pobres que vestían las habían aseado durante los veinte días.
pieles de las víctimas sagradas y pedían limos- Transcurridos los días que ya pertenecían
nas para sí, para el templo y para el señor a la veintena Tozoztontli, había una solemne
dueño de los cautivos; el número inicial de ceremonia en que todos los que habían sopor-
veinte o veinticinco había disminuido día a día, tado la piel de un hombre sobre la suya propia
por distintos motivos ajenos a sus propósitos. se libraban de ella. Todos iban al templo (o al
Los últimos, los que habían resistido tanto tzompantli propio del dios) y en un profundo
martirio, los que ya no vestían pieles, sino pozo iban depositando los despojos humanos,
cueros tiesos, negros y así vivían y dormían, que cubrían con capas de cal para impedir
oprimidos, hediondos, rechazados por la gen- pestilencia y riesgos. 1
te, se presentaban al final al templo como Todos aquellos que habían proporcionado
xixiPeme por última vez. Los sacerdotes, ven- sus cautivos o sus esclavos como inmolación a
ciendo repugnancias, les quitaban los restos de los dioses, al parecer en el último día de la
pieles que les quedaban y luego procedían a veintena siguiente a la celebración de Tlacaxi-
bañarlos, en ocasiones con trabajos, porque las pehualiztli convocaban a sus parientes y amista-
pieles estaban pegadas a la carne. Después de des a concurrir a un banquete de recordación
esto, que era casi un rito, libres sus cuerpos, y orgullo. En él abundaba cuanto era más grato
sintiéndose otros, retornaban a sus casas, las a los paladares, cuanto más bien se había podi-
que habían casi abandonado por su condición do cocinar u ofrecer.
de parias, pero algunos sanos de sus enferme- Las casas parecían distintas por los adornos
1 Leopoldo Batres, en las excavaciones que efectuó en la
hoy primera calle de la avenida República de Guatemala,
descubrió un pozo circular cercado con almenas de corte
escalonado y, a cierta profundidad, una materia oscura y
viscosa; a trechos, formando estratos, había una capa de cal
con lo que quedaba sellado el contenido. Si hubiese sido
analizada esa materia, tal vez hoy se podría asentar que lo
depositado en aquel pozo eran las pieles de los xixiPeme.
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37/44 a yb. Máscara de piedra de forma ovoide, en cuya frente .~ \;'/1 . .. .~. ;: .::t:i!N'
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se advierte parte del pelo, los arcos superciliares esbozados, o" '. .. .;". v
los párpados caídos, dejando un hueco calado que correspon- F.'.,'
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día a los ojos; la nariz ancha, y la boca grandemente abierta y
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recortada, de manera que pasa el hueco alIado posterior; todo
esto es una típica representación del dios Xipe. Unas orejeras
de disco con perforación central, aparentan estar incrustadas lo;' !:..':'
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Bajo ésta, la cara del dios con los párpados caídos; sobresalen ..-: . , '.
las partes posteriores de las orejas y orejeras; la boca abierta; • -.:: •
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a los lados, guedejas de pelo y unas orejeras circulares; bajo el
mentón de la deidad está labrada una mano, la derecha, al
parecer con un manípulo de tiras y cuyo brazo sostiene un
escudo redondo con una bandera de cuatro secciones y remate
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de grandes bandas de papel. Más abajo hay tres bandas y, al
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parecer, pendiente~ cuatro cuentas que pueden tomarse como ...~
un máxtlatl decorado, porque hacia la izquierda se nota una
pierna recogida y la otra recostada sobre el suelo. Ambos pies
llevan sandalias, cuya talonera tiene un anillo y dobles círculos
de adorno. (Museo Británico, Londres.)
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37/45 a y b. Escultura en barro cocido, consistente en dos de la enagüilla de zapote, que le es característica pero cuyas
piezas: la primera, de la cabeza y buena parte del tórax; la otra hojas o plumas faltan ya; bajo las rodillas hay otras cintas que
de ahí hacia los pies. Representa al dios Xipe, porque tiene los detienen la piel de las piernas. Calza sandalias de taloneras y
ojos entrecerrados, la boca sumamente abierta y dos cortes correas que pasan entre los dedos; faltan antebrazos y manos,
laterales, uno sobre cada mejilla; la piel de una víctima cubre que debieron tener el resto de la piel y las manos muertas, con
el cuerpo hasta abajo de las rodillas y los brazos; a la altura de algunos objetos como el bastón sonaja y el escudo que le es
las axilas se notan unas cintas como para sujetar la piel. Más peculiar. (Cueva cercana a Texcoco, Estado de México. Barro.
abajo, conserva una especie de cinturón que pudo ser parte American Museum ofNatural History. Nueva York.)
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YAYAUHQUI TEZCATLIPOCA
77
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Yayauhqui Tezcatlipoca
38/10. El décimo de los Señores del Día, 38/11. El décimo de los Señores del Día, 38/12. El décimo de los Señores del Dí~
Tonalteuctin, en la fecha Diez Águila de Tonalteuctin, en el día Diez Flor, Matlactli o Tonalteuctin, en el día Diez Movimien·
Collar, Matlactli Cozcacuauhtli, de la ter- Xóchitl, de la decimoprimera trecena del to, Matlactli Olin, de la vigésima trecena
cera trecena del tonalpohualli. (Borb. tonalpohualli. (Borb. p. 11.) del tonalpohualli. (Borb. p. 20 .)
p.3.)
38/13. El décimo de los Señores del Día 38/14. El décimo de los Señores del Día, 38/15. Décimo de los Señores del Día,
o Tonalteuctin, en la fecha Diez Águila de Tonalteuctin, en la fecha Diez Flor, Ma- Tonalteuctin, en el día Diez Movimiento,
Collar, Matlactli Cozcacuauhtli, de la ter- tlactli Xóchitl, de la decimoprimera trece- Matlactli Olin, de la vigésima trecena del
cera trecena del tonalpohualli. (T. de na del tonalpohualli. (T. de Aub. p. 11.) tonalpohualli. (T. de Aub. p. 20.)
Aub. p. 3.)
que alcanzaba a meter la mano en el pecho del ció n nocturna de un bulto mortuorio que ge-
fantasma y asirle el corazón, había logrado una mía y quejábase lastimosamente, por lo que la
merced de parte de Tezcatlipoca, valor mani- mayoría de los que lo veían trataban de huir,
festado por el guerrero o sacerdote, el que excepto los valientes, quienes pretendían asir
recibía como don una espina de maguey. Pero al fantasma, pero éste se les convertía en un
si era listo, no se conformaba con una, sino que puñado de césped o en un terrón.
a porfía le sacaba tres o cuatro de éstas, lo que Ya cercano el tiempo a la conquista de
significaría para el valiente hacer de uno a Tenochtitlan, cuando imperaba el poder de
cuatro prisioneros en la guerra. Moctezuma Xocoyotzin, cuentan que sus he-
Como es sabido, el numen era mudable en chiceros, sacerdotes y adivinos, comisionados
sus decisiones y a veces no eran cosas próspe- para conjurar el mal que se presentaba por la
ras las que otorgaba, sino adversas. También venida de los españoles, de pronto se encon-
había quien, sin decir palabra, sin pedir nada, traron con un individuo que vestía a la manera
arrancaba el corazón del fantasma y huía con de los chalca, con el pecho cubierto con corde-
él. Con unas telas formaba un atado y lo les de hierba que le daban ocho vueltas. Pre-
guardaba. Al despuntar el día siguiente, pre- sentaba aspecto de ebrio, tropezó con ellos y
suroso desenvolvía el atado para saber lo que desató su lengua, increpándolos por intentar
había conseguido; si el corazón se había tro- detener con sus artes de hechicería a los espa-
cado en púas de maguey o plumillas sueltas, ñoles y culpando a Moctezuma del inminente
tomaba por cierto que había logrado buena fin de los mexica. El grupo de tenochca recono-
ventura y prosperidad; en cambio, si eran cieron en el fingido chalea al dios Tezcatlipoca
carbones o andrajos, tenía por seguro que la de inmediato se aterrorizaron y pretendieron
miseria y la mala ventura serían sus futuro calmarlo con una ofrenda, para lo cual se
compañeroJ' apresuraron a formar un montíCl~lo de tierra
También le era atribuida al dios la apari- con su lecho de hierbas. pero todo fue en vano.
3
Yayauhqui Tezcatlipoca
38/ 16. En la serie de los trece animales 38/ 17. En el décimo lugar de la serie de 38/ 18. En el décimo lugar entre los ani-
alad os, en el décimo lugar en la trecena volátiles de la decimoprimera trecena males alados de la vigésima trecena del
tercera del tonalpohualli, a su lado un del tonalpohualli con igual acompañante tonalpohualli; le acompaña un búho o
búho, tecólotl, como su disfraz o ave aso- o disfraz que el anterior, el tecólotl. (T. de tecólotl. (T. de Aub. p. 20 .)
ciada. (T. de Aub . p . 3.) Aub . p . 11.)
38/ 19. La cabeza del dios Tezcatlipoca, 38/ 20. En la decimoprimera trecena del 38/ 21. En la tercera trecena del tonalá·
con su característica decoración a ban- tonalámatl, en el quinto lugar de la serie matl, ocupando el quinto lugar en la
das, se encuentra al lado de un águila, de los animales alados, con un águila serie, aparece Tezcatlipoca con peque-
que está indicada como su disfraz. (T. de por disfraz. (T. de Aub. p . 11.) ños rectángulos negros que forman su
Aub. p. 3.) decoración de fiesta, emergiendo del
pico de un águila. (T. de Aub. p. 20. )
El dios dejó de mirarlos y añadió: "No habrá como para los altares, andas y gente en gene-
más un mexica. Se acabó una vez por todo. ral, que las llevaba como collares y diademas.
ildos, ya no hay más tiempo, regresad! ¡Mirad Anualmente, en dicha veintena se designa-
hacia México! lo que pasa allá, tal como pasa" . ba un joven sin lacra corporal, para que fuese
y los ojos asombrados de los mexica vieron el representante vivo del dios durante todo un
cómo el Templo Mayor y los menores de todos año; de él se encargaban los sacerdotes, y le
los barrios, y aun las casas estaban envueltas brindaban una educación muy especial, que lo
en llamas, como si la guerra hubiese vencido convertía en un individuo de buenos modales,
a la gran ciudad. Tal visión dejó atónitos a los como si fuese noble o palaciego; entre otras
hechiceros y sacerdotes; perdieron el habla y cosas se le enseñaba a tocar la flauta, y esto le
sólo se dieron cuenta de que el Telpochtli servía para cuando había de salir por las calles
h abía desaparecido. Regresados ante Moctezu- con un séquito que a corta distancia lo vigilaba
ma diéronle cuenta de cuanto había pasado y para que no pudiese escapar. En estos paseos
el señor, después de escucharlos, "dirigió su portaba majestuosamente atavíos semejantes a
mirada al suelo [... ] dejó colgar su cabeza, ya los del dios, un ramillete de flores en la mano
no hablaba, se enfermó, por mucho tiempo izquierda y de vez en cuando sorbía"el humo
estaba como fuera de sí mismo". de una caña de fumar, acáyetl; a ratos tocaba su
La veintena Tóxcatl dedicada a este dios, instrumento como un aviso para que el pueblo
cuyo significado dicen ser Cosa Seca, Sequía o acudiese a rendirle homenaje y casi adoración.
Secura, lo que no da clara idea de esto; según Las madres, tomando en brazos a sus niños los
Durán parece provenir de la abundancia de llevaban hasta él, como si fuese el mismo dios.
maices tostados que simulan pequeñas fl ores Los g randes señores se sentían honrados de
blancas, y que h oy se conocen como palomitas, poderlo acom pañar y durante los dieciocho
momóchil~ con las que formaban sartales y era meses de que estaba compuesto el año llevaba
el principal adorno. tanto para las imágene "ida de príncipe.
Yayauhqui Tezcatlipoca
38/ 30. La veintena Tóxcatlle estaba dedicada r en ella se hacían 38/ 31. En la "eimena Tlaxochimaco. Se dan Flores, se le feste-
nume rosas ceremonias. (Dur. ap. lárn. 2. fil!o ~. jaba. (Dur. .-\.p. lám. 5~ fil!o8.
Yayauhqui Tezcatlipoca
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Yayauhqui Tezcatlipoca
38/ 34. Dios omnipotente, creador)' ubicuo, dispensador del los días, como si de él recibieran éslOs dh'ersas influencias para
bien v del mal. Aquí se le encuentra con los veinte silmos de IUe1!o ejercerlas en el hombre. (Borg. p. 17.)
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38/ 39. Regente del tercer periodo de Venus (como Estrella de
la Tarde), tercera serie. Signo inicial Agua, Atl. Región del
Centro (Borg. p. 15.)
9_
Yayauhqui Tezcatlipoca
--
palli, con el asiento cubierto con una piel de
jaguar, oceloéhuatl, yen el interior de la Casa
de las Mazorcas, Cincalli (ángulo superio r
izquierdo) en actitud de absorber la subs-
tancia que se desprende de unas mazorcas
38/ 41. En el camino del Anáhuat~ La Costa, La Tierra del Sur. depositadas en una canasta. (Borg. p. 43.)
(Borg. p. 21.)
templo para dirigirse al barrio Tecanman, que pero cuyo nombre no ha quedado asentado
e había vestido de fiesta para recibirlo. Al día por Sahagún; un día más adelante, haciendo
iguiente los festej os le eran hechos en otro uso de la suntuosa canoa real, rodeado de sus
barrio, en que Tezcatlipoca era patrono abso- cuatro jóvenes esposas y corto séquito, seguido
luto y en d onde también esraba su imae:en. por las numerosas canoas de los nobles y del
Q,
Yayauhqui Tezcatlipoca
38/ 46. Con los instrumentos del sacrificio, las púas de maguey 38/47. Llegando al lugar donde los dioses se autosacrificaban
y la bolsa de copal. (Borg. p. 37.) para ofrecer su sangre a otros dioses. (Borg. p. 41.)
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38/54. Ante Tlatlauhqui Tezcatlipoca, El Espejo Humeante
Rojo, que se encuentra en la página frontera, donde continúa
la escena. (Val. p. 86.)
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O 38/ 58. Guardián de la quinta dirección del mundo, acompa-
ñado de Huitzilopochtli. Con los ojos vendados, ixquimilli.
o (Féj. p. 25.)
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38/ 56. Como deidad de la región Norte o su sacerdote, se 38/59. Regente del
encuentra con el rostro vendado, ixquimilli y el pie izquierdo tercer periodo de Ve-
sustituido por el espejo que es expresión de su nombre y su nus como Estrella de
distintivo, en actitud de ofrendar madera y hule ante el templo la Tarde. Tercera se-
representantivo del Norte, en el cual se ve una pequeña figura rie. Con los ojos ven-
sedente con cabeza de mamífero, posiblemente imagen del dados, ixquimilli. Sig-
mismo dios. Abajo están los signos: Océlot~ Miquiztli, Técpat~ no inicial Agua, Atl.
Itzcuintli y Ehécat~ que son los iniciales de las trecenas corre~·
pondientes al segundo cuarto del tonalpohualli. (Féj. p. 33.)
o o Región del Centro.
(Féj. p. 27.)
q
Yayauhqui Tezcallipoca
~
38/ 61. \'endado de los ojos, ixquimill~ con los signos Pedernal,
Perro . .\luene.Jaguar \. \lemo. (Laud p. 13.)
9-
Yayauhqui Tezcatlipoca
Jga?
38/ 62. Atav iado y armado como guerrero, con el signo Vena- 38/ 63. Coronado con xihuitl.Olli y practicando la ceremonia
.....
do, Má1.atl. (Laud p. 17.) de sacar fuego con la rotación de un madero sobre otro, que
aquí parece tener la forma de una serpiente. (Laud p. 8.)
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38/ 65. Como uno de los dioses de la hechicería, al que Seler
denomina Chictlapanqui Tezcatlipoca, en la fecha Ce Ácat~
Uno Caña. Las figuras relacionadas con su influencia hechi-
cera son: un dedo y una uña de águila, otro de j aguar, un cabo
de flecha, una araña, un alacrán y un insecto; estos tres últimos
de cuerpo entero . (Cospi p . 22 .)
tas de barro, se inclinaba para hacerla pedazos dido en vilo por cuatro hombres y bajado hasta
en la arista del primer escalón, un poco más el lugar donde había emprendido los últimos
erecto el cuerpo, tomaba otra flauta y hacía lo pasos hacia la otra vida, allí su adornada cabe-
mismo con ella en el segundo escalón y proce- za era desprendida del cuello, para ir más
día a subir y seguir destruyendo las flautas tarde a figurar entre los otros cráneos del
restantes, como si con cada instrumento fuese tzompantli, el altar que soportaba gruesos ma-
rompiendo episodios de su existencia, para deros taladrados, en que largos bastones sos-
luego alcanzar la última grada y la plataforma tenían por las sienes perforadas los cráneos de
en que se asentaba el adoratorio y quedar a las víctimas ofrendadas a Tezcatlipoca.
disposición de los seis sacerdotes sacrificado- Los miembros superiores e inferiores de la
res, quienes con todo el ceremonial del acto le víctima, se hacían cocer y condimentar para
hacían perder la vida y ganar el cielo del Sol. er repartidos entre la gente merecedora de
Su cuerpo, ya sin corazón. no era arrojado gustar de esa comida sagrada.
enseguida gradas abajo, sino que era suspen- Años tras año. la yida de este personaje
99
Yayauhqui Tezcatlipoca
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38/66. El dios patrono de los hechiceros vuelve a figurar en figuras que tenían cierto poder en la hechicería y éstas, vién-
esta serie como Ízta'c Tezcatlipoca (según Seler), ateniéndose dose de abajo hacia arriba son: el corazón y la cabeza de un
a la decoración facial de bandas horizontales negras que le es conejo, la cabeza y corazón de un venado, iguales partes de un
característica, ixtlan tlatlaan; la fecha que lo acompaña es Ce perro, una tortuga y un signo semejante a algunos de los
Ehécatl, Uno Viento. En la serie lateral derecha, se encuentran llamados Olin; con una flor en el extremo. (Cospi p . 28.)
venía a repetirse en otro joven que había de Humo que Espejea, por el reflejo o brillo
seguir los mismos pasos que el anterior, hasta que su espejo despedía. Dice Pomar que la
llegar a la muerte y al paraíso. escultura que lo representaba tenía untado
Cada cuatro años, no se sabe por qué, la tanto en el cuerpo como en el espejo una
víctima anual no era una, sino que varios jóve- materia mineral negra que producía destellos,
nes eran inmolados para cumplir el ritual y brillos.
satisfacer al dios. 3. ADVOCACIÓN. Nombre propio.
l. NOMBRE. Yayauhqui Tezcatlipoca (38). 4. DENOMINACIONES SECUNDARIAS
2. ETIMOLOGÍA. Espejo Humeante Negro. y EPÍTETOS
Espejo Reluciente (Clav., Gar. ); El Espejo Ne- Acxomocuil, Al que le Quitaron su Pie
gro Humeante, (Robelo); Espejo que Humea, Ce Ácatl, Uno Caña (fecha calendárica)
Espejo Resplandeciente, (Torquemada); Ec;:- Ce Cuetzpalin, Uno Laga rtija
pejo Reluciente. (Garibay). El H umo del [ , - Ce Ehéca u. Cno Yiento
peJo. Cen\'áotl. C no Guer rero o Enemigo
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Yayauhqui Tezcatlipoca
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38/67. Como patrono de los hechiceros. Con la fecha Dos
Caña, Ome Ácatl. (Cospi p. 30.)
u \J u u u u
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los cuatro señoríos en
que estaba dividida la re-
pública de Tlaxcala.
01
Yayauhqui Tezcatlipoca
102
Yayauhqui Tezcatlipoca
103
Yayauhqui Tezcatlipoca
38/74. Imagen de Tezcatlipoca; bajorrelieve en el fondo de la de un cráneo. Ueva tocado de plumas, el espejo con una lengua
cavidad practicada en el lomo del gran jaguar para formar el va- de fuego y mlutas, un adorno de papel plegado, pulseras con
so de las águilas, cuauhxicalli, donde eran depositados la san- discos de jade y ,yorca. Frente a su boca salen vírgulas de la
gre y corazones de los sacrificados. La deidad se encuentra palabra, acaso la oración. El cuerpo y las extremidades están
hacia el lado izquierdo, frente a la figura de Huitzilopochtli. rayados y junto a su pierna hay un signo que parece ser el
Está en actitud reverente, arrodillada, haciendo autosacrificio atlachinolli, agua y tierra quemada, símbolo de la guerra sa-
con el punzón de hueso que sostiene en la mano izquierda y que grada, y además cuatro púas clavadas en una penca de maguey.
llega a la oreja, de la que sale sangre. Su rostro está decorado (Civilización mexícatl. Calle de la República de Argentina y
con una banda horizontal a la altura del ojo; la boca muestra cuarta de Donceles, México. Andesita de piroxena. Museo
los dientes como si se tratara de representar la parte inferior Nacional de Antropología, México, núm. de inv. 24-136.)
104
Yayauhqui Tezcatlipoca
105
Yayauhqui Tezcatlipoca
Diez Lagarto, Matlactli CiPactli 8ª abertura ninguna". En él, cada día un sacerdo-
DiezJaguar, Matlactli Océlotl 9ª te de Titlacahuan incensaba hacia las cuatro
Diez Venado, Matlactli Mázatl 10ª partes del mundo.
Diez Flor, Matlactli Xóchitl 11 ª Tenía también una capilla que era denomi-
Diez Caña, Matlactli Ácatl 12ª nada Tezcacalli, Casa de Espejos, la cual estaba
Diez Muerte, Matlactli Miquiztli 13ª decorada con ese material y por esto era muy
Diez Lluvia, Matlactli Quiáhuitl 14ª vistosa y reluciente. Los sacrificios que en este
Diez Hierba, Matlactli Malinalli 15ª lugar se hacían no eran continuos, "sino en
Diez Serpiente, Matlactli Cóatl 16ª años diferentes e interpolados".
Diez Pedernal, Matlactli Técpatl 17ª 26. SERVIDORES. Las niñas consagradas des-
Diez Mono, Matlactli Ozomatli 18ª de pequeñitas al telpochpan, eran educadas en
Diez Lagartija, Matlactli Cuetzpalin 19ª el canto y la danza para con esto honrar al dios
Diez Movimiento, Matlactli Olin 20ª patrono de esta casa de estudios. Estas chicas
no permanecían en el dicho telpochpan, sino
21. ANIMALES ALADOS. La quinta ave de esta que quedaban siempre en el hogar de sus
serie, águila, cuauhtli y la lechuza o el tecólotl, padres.
que viene ocupando el décimo lugar en la serie 27. DEVOTOS. De manera especial, los he-
de estos animales y aparece alIado de Tezca- chiceros, magos y guerreros.
tlipoca en cada una de las casillas del tonalá- 28. OBJETOS SIMBÓLICOS DEL CULTO. El
matl. Ésta era tenida por ave de mal agüero y cuauhxicalli, en forma de jaguar, que en el
en cierto modo se nota una relación con el dios fondo de la cavidad que lo hace vasija tiene en
Tezcatlipoca, porque era éste el que daba cosas relieve la imagen de este numen y la de Huit-
adversas. zilopochtli.
22. PATRONO DE. La casa del canto, cuicaca- 29. PRÁCTICAS RELIGIOSAS
lli, en que sentados ensayaban himnos en loor Sacrificios. Humanos. Se hacían en el
de sus dioses y de los mercaderes de esclavos, edificio denominado Tolnáhuac, en los
principales entre todos los tratantes por tener días Ce Miquiztli, Uno Muerte. Además de
como mercancía a los hombres mismos; Tez- grandes cantidades de aves, especialmente
catlipoca los favorecía como sus privilegiados. de codornices, arrancándoles la cabeza, tla-
También lo era de los hechiceros, salteadores quechcotonaliztli.
y comerciantes. 30. COLOR PECULIAR. Negro, ya que su cuer-
23. ADORADO EN. Tenochtitlan y preponde- po desde que nació fue negro, y así se encuen-
rantemente en Texcoco. tra reproducido en la mayoría de sus imágenes
24. TEMPLOS. El más destacado era el que y aun en sus advocaciones, en las que se ven
se levantaba en lo que más tarde fue la casa del por lo menos partes de su cuerpo de este color.
Arzobispado ds- México, en lo que hoyes calle 31. DISTINTIVOS CARACTERÍSTICOS. La deco-
de Moneda, esquina con licenciado Verdad. ración facial a bandas horizontales negras y
Debió ser de cuerpos piramidales y se dice que amarillas; el objeto manual llamado tlachialoni
era casi tan suntuoso como el Templo Mayor, y el espejo, del que salen volutas de humo,
en donde se encontraban los adoratorios de inmediato a la oreja. Este mismo símbolo apa-
Huitzilopochtli y Tláloc. Contaba también con rece a veces en sustitución de uno de sus pies,
una pieza sobresaliente y almenada, donde la el derecho en la mayoría de las figuras que lo
imagen del dios permanecía. Según Durán, era tienen; esto, según el mito, se debe a que el
de obsidiana negra, por lo que sus partes monstruo de la tierra, Cipactli, se lo arrancó, y
visibles, pulidas, relumbraban. Caso aclara: "A veces en latitudes más austra-
Además se le rendía culto en La Casa del les, una de las estrellas de la Osa Mayor desa-
Dardo; el Teocuillan, Lugar de Gusanos del parece del cielo porque queda abajo del hori-
Dios (la gente); se supone que éste era el zonte".
segundo en importancia entre los adoratorios 32. COLOR DEL CABELLO. Negro.
de este dios. 33. PEINADO. En ocasiones, lleva el que
Otro más, era el llamado Quauhca1co: "pe- usan los guerreros de muy alto grado, consis-
queño, redondo, de anchura de tres brazas o tente en un corte más alto de un lado y el otro
cerca, de altura de braza y media, no tenía más corto, conocido como twtwcolli.
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Yayauhqui Tezcatlipoca
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38/81. Ehécatl golpeó con su bastón a Tezcatlipoca. Éste, ~
trocado en jaguar, cayó al agua y fue a la tierra a devorar a los ~
gigantes, quinametzin, de la primera edad. Se apagó una luz de
676 años; Tlaltonatillh, Sol de Tierra. se llamó esa era que
murió el día Xahlli Océlotl. En esta era. las criaturas humanas
e alimemaban con piñones. (Idea \. croquis del autor; dibujó
Teresa ~largarita Garda G
~O
Yayauhqui Tezcatlipoca
pp. 16, 17, 18, 33, 34, 35, 36, 37, 41, 167, 70, 77, 81, 218, 259; t. 111, pp. 49, 50, 133,
169, 170, 171, 172. 300,301; t. IV, pp. 30, 33,50,51, 133, 138,
Caribay, 1953, t. 1, p. 129; 1958, pp. 35, 36, 75, 156; t. V, pp. 25, 26, 28, 30, 31, 59, 67, 80,
104,170,217,219,220,221,229,235,253. 99,103,112,125,173,174,179,183,184,
Cómara, 1870, t. 1, pp. 107,204,260; t. 11, pp. 188, 190.
288,289,325,336,337,368. - , 1946, t. 1, pp. 21,32,33,57,82,102, 127,
lIernández, 1945, pp. 52, 53, 54, 56, 118, 127, 151,256,293,294,298,320,353,355,363,
128,133,142,150,155,165,166,171,172, 372,418,424,426,427,429,431,446,450,
176,257,295,305,306. 460,468,471,472,476,484,489,636; t, 11,
León-Portilla, 1956, pp. 105, 106, 113, 121, pp. 21, 38,212,482, 483.
134, 166, 167, 172, 173, 174, 175, 235; Seler, 1963, t. 1, pp. 23, 38,43,50,52, 70, 113,
1958, pp. 116, 117, 154, 155; 1966, pp. 95, 115,117,127,139,155,137,160,165,166,
97,98,159,163,166,174. 177, 200, 207, 213-8, 264; t. 11, pp. 15, 16,
Mendienta, 1945, t. 1, pp. 86, 87, 88, 98, 99. 17,24,30,31,32,36,41,43,44,45,48,58,
Muñoz Camargo, 1948, pp. 21, 22, 53, 167, 60,66,70,79,81,85,90,95,97,106,121,
317. 124, 125, 126, 128, 132, 133, 134, 139, 166,
Paso y Troncoso, 1899, pp. 23, 66, 67, 68, 70, 188,197,204-6,223,232,240,243.
74,75,76,93,96,113,114,115,125,165, Seler, "Mito y religión de los antiguos mexica-
167,184,192,197,209,216,218,224,243, nos."
254,275,281,286,287,308,356,365,366, Serna, 1892, pp. 319,324, 346, 349,351, 352,
267,368. 355, 372, 376, 378, 379.
Pomar y Zurita, 1941, pp. 10, 12, 13, 14, 17,20, Soustelle, 1959-1960, pp. 20, 21, 24, 25, 26, 37,
21, 23, 3l. 38,39,40,71,72,75,79,81,85,87,88,106,
Ramírez, 1853, pp. 111, 136, 137, 139, 142, 145. 126,145,146,171,175,198.
Robelo, 1908, t. V, p. 244. Torquemada, 1943, t. 1, pp. 305.1; 578.1; 40.1;
- , 1951, p. 331. 78.2; 265.2; 78.1; 79.2; 256.1; 260.1; 261.1;
Sahagún, 1938, t. 1, pp. 16,25,26,67,90,91, 41.1; 278.2; 578.1; 39.2; 262.11; 262.2;
113,115,134,136,228,265,266,289,320, 266.1.
321,322,329,330,338; t. 11, pp. 15, 16,21, Veitia, 1944, pp. 193,287,288,289.
22,23,25,28,43,47,51,52,55,59,63,66,
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112
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Chalchiuhtololin
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Ácatl, en la trecena decimoséptima, a él consa-
grada.
16. REGENTE ÚNICO. De la trecena decimo-
éptima del tonalpohualli, que comprende los
días Ce Atl, Uno Agua, a Matlactli omey Cipactli,
Trece Lagarto.
28. OBJETOS SIMBÓLICOS DEL CULTO. El
cuauhxicalli, vaso de las águilas, en cuyo inte-
rior se depositaban los corazones y la sangre
de los sacrificados, así como cañas empluma-
das, piaztli, utilizadas para sorber la sangre y
rociar con ella los altares; púas de maguey,
ímbolo del autosacrificio por medio de sus
puntas ensangrentadas, que eran ofrecidas a la
39/ 4. El dios regente de la decimoséptima trecena del tonalPo-
deidad, y brasero para la quema de copal u hualli. con disfraz de a,-e. sentado en un teoicpalli y cubierto
otraS materias. con una mama.. lT. de _-\ub. p_ 1/_)
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Chalchiuhtotolin
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39/ 7. Regente único de la de-
cimoséptima trecena, Lo
acompañan los signos de los
trece días que comienzan por
no Agua y 'terminan con
Trece Lagarw, (Sorg, p, 64,)
¡
Chalchiuhtotolzn
garza, aztamécatl; cántaros de barro, des- zal. En otras representaciones deberían fi-
cansando en su asiento de olla, comicpalli, gurar ambos adornos plumíferos, pero se
con agua para el aseo y otros menesteres. encuentran simplificados, al grado de no
Vasijas trípodes, con tamales; vasijas con distinguirse más que plumas y detalles del
popo tes de escoba, que en sus sacrificios símbolo del cielo estrellado.
hacían pasar por la lengua o las orejas. Espejo circular enmarcado con tres ani-
Penitencias. El pecador usa una bolsa llos de colores, en el que se ve la porción
de copal, copalxiquipilli, para el incensa- de un hueso y al parecer un pequeño bra-
miento; y el hueso, ómitl, con que se punza, sero del que sale humo y una lengua de
como instrumento para el autosacrificio. fuego, que son símbolo y nombre del dios,
30. COLOR PECULIAR. Negro. Espejo Humeante.
31. DISTINTIVOS CARACTERÍSTICOS. El espejo Los tocados del grupo Borgia suelen
humeante a la altura de la nuca y el disfraz de consistir en una gran borla de plumón, un
guajolote que cubre todo el cuerpo del dios, manojo de plumas cortas y dos sobresalien-
haciéndole figurar sencillamente como totolin. tes, negras y curvadas, que tienen cierta
En la figura 39/1, Códice Borbónico p. 17, se similitud con el aztaxelli, pero que por ser
ven el rostro y los pies humanos de la deidad. negras y no estar bifurcadas quizá no se les
35. DECORADO CORPORAL. Negro, sólo visi- pueda llamar de esta manera.
ble en ambos pies de la figura 39/1. Auriculares. Orejeras formadas por un
36. DISFRAZ. De totolin, guajolote; su cabe- disco de jade con colgajo del mismo mate-
za-yelmo está bien expresada, y de su pico rial (fig. 39/5).
emerge la cara del dios; en el Códice Borgia Del cuello. Collar de cuentas azules so-
estas figuras presentan una ceja azul arriba del brepuestas en una piel roja, y cuentas de
ojo. En el extremo de su excrecencia nasal oro en las orillas (fig. 39/1); otro formado
tiene una cuenta de jade que indica lo precio- por grandes discos de turquesas labradas,
so, porque preciosa era la sangre del sacrificio cada una con un cascabel o cuenta de oro
representada en las protuberancias rojas de la pendiente (fig. 39/7).
cabeza. Parece que la sangre se extiende sobre Gran collar de cuentas de colores, re-
la primera serie de plumas del ala derecha y el matando con un adorno dejade (fig. 39/5).
resto de ésta; el cuerpo y la cola del disfraz, son Pectorales. Anillo blanco de concha,
de color sepia. La otra ala presenta bandas de anáhuatl, pendiente del cuello mediante
colores verde, rojo, blanco, azul y amarillo, que unas correas rojas que dan vuelta en la
deben ser mosaico de plumas. Las piernas del parte superior y dejan colgantes los extre-
dios están cubiertas por la piel y las patas del mos, estos muestran el corte llamado de
ave. Esta descripción corresponde a la figura cola de golondrina.
39/1, pues los-restantes aparecen como guajo- Una placa semicircular, al parecer de
lotes adornados con joyas. oro, en cuyo centro se ve un disco rojo con
37. VESTIDURAS un pendiente central que remata en gran-
Manto. La figura 39/4 parece tener el des plumas amarillas.
cuerpo cubierto con un gran manto rojo y Dorsales. Un gran adorno blanco de
otras en diversos colores. papel del tipo de los tlaquechpányotl, aun-
38. CALZADO. Sandalias blancas, íztac cactli, que con un aditamento triangular con man-
con correas rojas, únicamente en la figura chas negras, que lo hace diferente de éste.
39/1. 42. AsIENTOS. Los conocidos como teoicpa-
39. ADORNOS lli, con respaldo y soportes escalonados, sola-
Capitales. Un tocado de forma cónica mente en las imágenes 39/4,39/5 y 39/7.
invertida, recubierto con plumas negras, 43. BIBLIOGRAFÍA PARTICULAR DE LA DEIDAD
sobre las que destacan pequeños discos Caso, 1956, p. 75.
blancos que representan estrellas sobre el Paso y Troncoso, 1899, p. 75.
fondo del cielo nocturno, ihuitzoncalli cici- Seler, Tonalámatl de Aubin. Edición en inglés,
tlallo, y un gran penacho de plumas rígidas Berlín y Londres, 1900-1901.
blancas con sobresalientes plumas de quet- Yaillant, 1960, p. 175.
j18
Chalchiuhtotolin
39/8. Uno de los dioses de la región Norte del mundo. (Borg. 39/9. Dios del decimoctavo de los signos de los días, Pedernal,
p.50.) Técpatl. (Vat. p. 29.)
39/10. Relacionado con el periodo de visibilidad del planeta 39/11. Dios del decimoctavo signo de los días Técpatl, Peder-
Venus, como Estrella de la Mañana. (Vat. p. 72.) nal. Segunda Serie. (Vat. p. 93.)
119
40/1. Huactli o Uactli, de etimología indefinida. Advocación
de Tezcatlipoca en que figura bajo el disfraz de esta ave.
Regente secundario de la decimotercera trecena, con Tlazol-
téotl, que es la principal. (Borb. p. 13.)
120
Huactli
L NUMEN de las múltiples transfor- Esto pasaba y esto contaban los que habían
maciones, el que aparecíase a los regresado a su pueblo después de haber sufri-
hombres lo mismo como espectro, do o vencido los pronósticos del ave agorera,
jaguar, fiera manchada, o guajolote pero ésta no existía sólo en la sierra, sino
!' \ . ~ precioso, que era invisible como la también en la ciudad, en el templo o, mejor
~ noche, la voz de las cavernas, el eco dicho, en los libros del arte adivinatorio, en el
que daba tumbos de montaña en montaña. tonalámatl, al lado de la madre Tlazoltéotl, la
-Esas eran máscaras que tomaba Tezcatlipoca, que estaba dando un hijo al mundo y por tanto,
con las cuales asustaba a las gentes,jugando con el dios Huactli, temido en los caminos, tam-
ellas": ichvatl, iPan mixevaia, intezcatlipuca inic bién estaba presente en los nacimientos. ¿Qué
teca mocacaiavaia, teca, mauiltiaia. influencia ejercía sobre los nuevos seres? Sólo
Asimismo, solía hacerse presente como una los amoxoaque, entendidos en los libros, o tonal-
pequeña ave con rasgos aguileños, corvo pico, pouhque, "los adivinos del papel de los días", lo
garras recias; era Tezcatlipoca el Negro bajo la supieron. Al parecer, los intérpretes lo retuvie-
forma de Huactli, temido por las caravanas de ron en su mente y no lo expresaron en sus
mercaderes que al cruzar las tierras cálidas y venerables papeles.
los incontables picachos que parecían amura- Sus imágenes, en las decimoterceras trece-
llar los valles de la Mixtecapan y la Zacapoteca- nas, de los "años cortos", de doscientos sesenta
pan eran paralizados de espanto por una pala- días, se ven sin expresión terrible. No tienen
bra que se repetía en cada barranca y en cada en sus garras a una criatura, no la devoran, y
risco: ammimictoc, ammimictoc, "vosotros mori- sí en sus manos de dios, las dos púas de ma-
réis", o una sílaba: ja, que en serie formaba una guey, omehuitztli, como indicación gráfica de
carcajada que estrujaba los corazones y hacía las palabras que también solía proferir, aunque
perder toda- esperanza de buen éxito en la éstas eran de augurio indiferente o variable. Se
expedición, aunque para el ave sólo era el grito halla presente con su gran tocado de plumas
de alegría por haber visto la carne que sería su negras tachonado de estrellas, ihuitzoncalli ci-
alimento. No eran las voces del Huacton, des- citlallo, que lo revela como dios nocturno; con
pectivamente así llamado en estos casos, las el precioso canasto u olla de quetzales quetzal-
que hacían temblar a los que habían sido hé- cómitl, y entre el plumaje verde reluciente se
roes peleando contra extranjeros y conquistan- destaca la bandera propia del dios, con bandas
do tierras, sino la creencia de que era Tezca- negras y su espejo humeante que claramente
tlipoca mismo que les anunciaba su fin o su dice su nombre: Tezcatlipoca. Ni siquiera lleva
pobreza, el frustrado regreso al hogar, o la en la diestra el instrumento para ver, tlachialo-
pérdida de la mercancía, el fracaso en suma. ni, que le permitía conocer aun lo más recón-
~ o así, cuando los oídos peregrinos escucha- dito del pensamiento humano a través del
ban: yeccan, yeccan, yeccan, que bien o mal agujero que en el centro tenía, por lo que no
traducido, quiere decir: "en un lugar bueno", es posible suponer que escudriñara la suerte
grito que daba confianza a los que entre ba- del recién venido. Acaso la presencia de la
rrancos o bosques, se encontraban. deidad con disfraz de Huactli sólo era para
121
Huactli
recordar a los sacerdotes, y estos a los padres cuyo cráneo pasaba a engrosar el tzompan-
de los infantes, que debían ser devotos del que tli, bandera de cráneos.
podía dar malas venturas, del que era el que Penitencias. Consistentes en punzar el
más podía y sabía de ente los otros tres herma- cuerpo con púas de maguey durante la
nos, del que daba y quitaba fortunas, poderes. noche. Esta ofrenda de sangre estaba indi-
1. NOMBRE. Huactli, nombre propio de cada en honor del dios Huactli.
cierta ave (40). Ofrendas. En un brasero blanco se que-
2. ETIMOLOGÍA. Se desconoce ésta, más maba un haz de flechas envuelto en papel
bien parece que su nombre depende del soni- goteado. Puede decirse que esta ofrenda
do onomatopéyico que produce el canto o tiene relación con el carácter guerrero de
habla del ave, que consiste en la repetición de la deidad.
las sílabas oac-oac. 30. COLORPECUUAR. Negro.
3. ADVOCACIÓN DE. Yayauhqui Tezcatlipoca. 31. DISTINTIVOS CARACTERÍSTICOS. El dis-
4. DENOMINACIONES SECUNDARIAS fraz de ave de rapiña, llamada huactli; el espejo
y EPÍTETOS humeante, tezcatlipoca, así como el ihuitzoncalli
Huacton, denominación diminutiva des- cicitlallo, en el Códice Borbónico.
pectiva. 32. COLOR DEL CABELLO. Amarillo.
5. GRUPO DE DIOSES. Creadores. 34. DECORADO FACIAL. Todo el rostro pinta-
6. DEIDAD DE. Los presagios. do de amarillo, únicamente en el Códice Ríos.
7. DEIDADES AFINES. Tlazoltéotl, que es la Las otras dos imágenes tienen cubierta la faz
diosa en quien se ve realizarse el acto del por la cabeza del ave, que presenta una faja
nacimiento. negra vertical en el Borbónico, y horizontal en
8. SEXO. Masculino. el Ríos.
9. ORIGEN. Nació en el cielo decimotercero, 35. DECORADO CORPORAL. Negro, expresa-
en el año 1591 a.C. do con gris, aunque sólo se percibe en los
10. REPRESENTA. La influencia divina en el brazos, manos y pies.
pmceso del nacimiento. 36. DISFRAZ. Consiste en la figura del ave
11. PARENTESCOS. Sus padres, los dioses denominada huactli, cuyas plumas de la cabeza
supremos Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, y son blancas con ancha franja negra vertical
sus hermanos, los dioses creadores Tlatlauh- que parte de lo alto de la cabeza hasta el cuello,
qui Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y Huitzilopo- pasando por encima de los ojos. En el Códice
chtli. Borbónico tiene esta faja a la altura de los ojos;
13. REGIÓN CARDINAL. El Norte. pico curvo y plumaje café que cubre todo el
17. REGENTE SECUNDARIO DE LA TRECENA. cuerpo del dios, hasta las piernas y las garras
Decimotercera en la que es principal la diosa a la altura del tobillo. Quedan al descubierto,
Tlazoltéotl. en el Borbónico, solamente los brazos y los
22. PATRONO DE. Los nacimientos huma- pies, y en el Códice Ríos el rostro, los brazos y
nos. los pies; en el Tonalámatl de Aubin el dios
23. ADORADO EN. Los hogares, principal- aparece como ave, sin ningún detalle humano,
mente cuando era esperado un nacimiento. lo mismo que en el Borgia y Vaticano.
24. TEMPLO. Según aparece dibujado, es 37. VESTIDURAS
blanco y muy sencillo. Consta de un muro, Faja de entrepiernas. Blanca, íztac máx-
dintel y jamba blancos; la parte superior con tlatl, visible sólo en la representación del
un tablero decorado a cuadros y como remate Códice Ríos.
del techo plano, una serie de trapecios dobles. Manípulos. Rojos en ambas muñecas,
26. SERVIDORES. Las médicas y parteras, exclusivamente en el Códice Ríos.
lícit!. 38. CALZADO. Íztac cactli, sandalias blancas.
27. DEVOTOS. Principalmente las parturien- 39. ADORNOS
taso Capitales. Alto tocado, compuesto por
29. PRÁCTICAS REUGIOSAS un armazón de forma cónica invertida,
Sacrificios. En la trecena decimotercera truncado, cubierto con plumas negras y
y en honor del dios Huactli, se hacía el tachonado de estrellas, por lo que es llama-
sacrificio de algún prisionero de guerra. do ihll.it:.oncalli cicitlallo, cosa, caja o casa
122
Huactli
40/ 2. Otro aspecto de Tezcatlipoca con disfraz de esta ave, 40/ 3. Regente secundario de la decimotercera trec~na con
como regente secundario de la decimotercera trecena, con Tlazoltéotlo Ixcuina, regente principal. (Ríos lám. 40.)
Tlazoltéotl. (T. de Aub. p. 13.)
hueca, con cuatrocientas o innumerables Del antebrazo. Pulseras azules que ha-
plumas y estrellado, representativo del cie- cen juego con el collar.
lo nocturno. En la parte superior descansa De la Pierna. Ajorcas de turquesa con
una porción de plumas blancas rígidas, cascabeles de oro pendientes.
rodeadas de borlas de plumón y, sobresa- Dorsales. El gran adorno de plumas de
liendo de aquí, largas plumas de quetzal. quetzal entre las que se advierte la bandera
En la parte inferior aparece el espejo hu- blanca con franjas negras rematada por un
meante, distintivo del numen Tezcatlipoca, cuchillo de pedernal con la punta roja,
y un tocado de múltiples plumas de garza, quetzalcómitl.
con dos plumas bifurcadas al frente, aztaxe- 41. OBJETOS MANUALES. Lleva únicamente
lli. púas de maguey para el autosacrificio, en el
Nasales. Nariguera de barra, exclusiva- Códice Borbónico; la presencia de éstas pue-
mente en la del Códice Ríos. den indicar que esa clase de sacrificio le era
Del cuello. Collar de cuero rojo con grato, o acaso el sacrificio cruento de la partu-
incrustaciones de turquesa y cuentas o cas- rienta.
cabeles de oro en la orilla. 43. BIBLIOGRAFíA PARTICULAR DE LA DEIDAD
Pectorales. Anillo de concha, suspendi- Paso y Troncoso, 1899, p. 74.
do por medio de una correa roja cuyos Sahagún, 1938, t. 11, pp. 12, 13, 14; t. 111, p. 182.
extremos tienen el corte llamado de cola Seler, 1963, t. 1, pp. 218, 228; t. 11, p. 209.1900-
de golondrina, anáhuatl. 1901 (Tonalámatl de la colección Aubin).
125
41/1. Itztli, obsidiana, segundo de los 41/2. Segundo de los nueve Señores 41/3. Segundo de los nueve Señores
nueve Señores de la Noche, Yohualteuc- de la Noche, Yohualteuctin, en el día de la Noche, Yohualte1.lctin, en el día
tin, en el día Yeí At~ Tres Agua, de la Chicome Olin, Siete Movimiento, de la Matlactli omome Cua1.lhtli, Doce Águila,
tercera trecena del tonalpohuallí. decimoprimera trecena. (Borb. p. 11.) de la decimasegunda trecena. (Borb.
(Borb. p. 3.) p. 12.)
41/ 4. Segundo de los nueve Señores 41/5. Segundo de los nueve Señores 41/6. Segundo de los nueve Señores
de la Noche, Yohualteuctin, en el día de la Noche, Yohualteuctin, en el día de la Noche, Yoh1.lalteuctin, en el día
Ocho Pedernal, Chicuey Técpatl de la Tres Muerte, Yei Miquiztli, de la deci- Seis Venado, Chicuace Mázatl, de la de-
onceava trecena del tonalpohualli. (T. mosegunda trecena del tonalpohualli. cimoctava trecena del tonalpoh1.lalli. (T.
de Aub. p. 11.) (T. de Aub. p. 12.) de Aub. p . 18.)
JI
41/7. El segundo de los nueve Señores 41/8. Entre los nueve Señores de la 41/9. El segundo de los nueve Señores
de la Noche, Yohualteuctin, como acom- Noche, Yohualteuctin. Es el segundo y de la Noche, Yoh1.lalte1.lctin, como acom-
pañante del día Once Mono, Matlactli acompañante del día Siete Flor, Chico- pañante del día Dos Águila de Collar,
once Ozomatli, de la primera trecena del me Xóchitl, en la segunda trecena del Ome Cozcacua1.lhtli, en la decimonovena
tonalpohualli. (Tell. fol. 8f.) tonalpohualli. (Tell fol. 9f .) trecena del tonalpohualli. (Tell. fol.
22v.)
126
Itztli
A SANGRE, elemento vital para dio- nal era el mismo Yayauhqui Tezcatlipoca, que
ses y hombres, era precioso más en forma de cuchillo penetraba en los hom-
que ningún otro; desde la gota he- bres y veía el interior de los corazones. Su
cha brotar en la oreja del niño, decoración facial a bandas amarillas sobre el
hasta la vertida en las escalinatas color negro del rostro, conjunto que es llama-
de los teocalli, cuando se festejaban do conecuítlatl, excremento de niño, para signi-
las grandes conquistas hechas por medio de ficar juventud, se ve también en otros dos de
las puntas de flechas, dardos, lanzas y maca- los hijos de la pareja suprema, en Tlatlauhqui
nas. Por ser estos instrumentos proveedores de Tezcatlipoca, Espejo Humeante Rojo, y Huitzi-
sangre para la vida de los dioses y ser ellos los lopochtli, el Azul, como considerándolos siem-
que ponían en contacto directo a dioses y pre jóvenes. A Quetzalcóatl se le ve excluido
hombres, se ve en las pictografías, como su de este atributo, posiblemente por su carácter
distintivo o su nombre, una punta de pedernal de gravedad sacerdotal.
a la cual se le ha agregado un ojo de muerto, En ocasiones, la deidad aparece repre-
con su correspondiente ceja azul, la boca des- sentada por un busto humano o una cabeza y
carnada y visible la dentadura. Desde la punta sobre ésta un cuchillo con dientes o no, para
del cuchillo hacia atrás, un tinte negro figura expresar que es el que corta o muerde y, por
como su pelo y bajo la dentadura inferior hay último, el cuchillo está sirviendo de yelmo, por
trazos que, si tuvieran color rojo, se tendrían el que asoma el rostro del numen.
como escurrimiento de sangre. En cambio, en Por estas observaciones, es atrevido, pero
muy escaso número, la figura es blanca con justificado, que el segundo de los Señores de
una porción roja en la punta. Dos brazos, uno la Noche debiera llamarse Técpatl y no Itztli,
hacia arriba y otro hacia adelante, completan pero así lo denominaron antiguos intérpretes,
la imagen y dan idea de que no se trata de un como el padre De los Ríos, en el códice que
simple cuchillo, sino de una deidad que actúa lleva su nombre. Itztli, palabra náhuatl que se
como tal, representante de la sangre del sacri- traduce por obsidiana, navaja, cortador, filoso,
ficio y advocación de Yayauhqui Tezcatlipoca, tajante; como material, es un vidrio volcánico
El Espejo Humeante Negro, segundo de los de color negro, verde o café oscuro; traslúcido,
hijos de los dioses supremos. "Era el que sabía quebradizo y filoso. Cuando por percusión se
todos los pensamientos y estaba en todo lugar desprende del núcleo una lasca, es siempre
y conocía los corazones, y por esto le llamaban más o menos larga, angosta, con cuatro caras
Moyocoya(ni), que quiere decir que es todopo- y dos filos. Con ellos es fácil punzar y cortar;
deroso, o que hace todas las cosas, sin que es inocuo al separarse del núcleo y lo sigue
nadie le vaya a la mano". siendo si no recibe su superficie materias no-
Su cuerpo negro, el espejo humeante, el civas. Por todo esto, se le ve usado entre los
pie desaparecido y suplido por un pedernal, y pueblos preshipánicos, alIado del punzón de
los cruces de caminos, en los que solía aparecer hueso y la púa de maguey, como objeto pun-
y debía ser ofrendado con leños y hule quema- zocortante en el autosacrificio,' punzando
dos en su honor, evidencian que el Dios Peder- miembros del cuerpo, perforando orejas y len-
127
Itztli
~
camino a los corazones humanos para ser ele-
vados al cielo y que los acepte el dios.
1. NOMBRE. Itztli (41).
2. ETIMOLOGÍA. Obsidiana, Dios Pedernal
41/18. El segundo de los nueve Señores de la Noche, Yohual·
(Sel. ).
teuctin, en el día Nuevejaguar, Chiconahui Océlot~ en el noveno
3. ADVOCACIÓN. Yayauhqui Tezcatlipoca. lugar de la sexta trecena del tonalpohualli. (Cospi p. 4.)
5. GRUPO DE DIOSES. Creadores.
6. DEIDAD DE. Los sacrificios humanos.
8. SEXO. Masculino.
9. ORIGEN. Nacido de Tonacatecuhtli y To-
nacacíhuatl, en el más alto de los cielos, al
mismo tiempo que sus hermanos, en el año
1591 a.C. 41/19. Representado por su símbolo, un cuchillo de sac rifi cio.
10. REPRESENTA. El cuchillo del sacrificio. Aparece como acompañante del día Once Conejo, Matlactli
11. PARENTESCOS. Según un mito, hijo de once Tochtli, décima trecena del tonalpohualli. (Cospi p. 4.)
Tláloc y Chalchiuhtlicue, pero en realidad fue
hijo de Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, y her-
mano de Tlatlauhqui Tezcatlipoca, Quetzal-
cóatl y Huitzilopochtli.
13. REGIÓN CARDINAL. El Norte.
19. SEÑOR DE LA NOCHE, YOHUALTECUHTLI.
Considerado de mala fortuna, ocupando el
segundo lugar en la serie de los mismos.
22. PATRONO DE. Los hechiceros y magos.
23. ADORADO EN. Los cruceros de los cami-
nos, calles, otlamaxac, encrucijada, donde tenía
adoratorios, -aunque no fuese más que un pe-
queño altar o lugar para depositar ofrendas, el
que constantemente era adornado con enra-
madas, acxóyatl, flores y papeles.
28. OBJETOS SIMBÓLICOS DEL CULTO. Haces
d e leña, bolas de hule, copal y demás materias
para quemar.
29. PRÁCTICAS RELIGIOSAS
Ofrendas. Haces de madera envueltos
con una tira de papel y atados con una
cinta; bolas de hule, oltelolohtli, atadas con
una cinta y una pluma preciosa, que esta-
ban consagradas para ser consumidas en el
fuego.
30. COLOR PECULIAR. Negro. 41/20. Como segundo de los Señores de la Noche, con distin-
tivos característicos de Tezcatlipoca. El pie derecho está susti-
3 1. DIS1'DITIVOS CARACI'ERÍ.STICOS. SU ima-
tuido por volutas de humo que penetran en un recipiente con
gen. semejante a la de un cuchillo. tiene labra- agua, \' el izquierdo, faltante tamb ién , desaparece en un peder-
da una cara fantástica: en uno de sus Íuos el nal. que es el simbolo de su nombre. (Borg. p. 14.)
129
¡tztti
41/21. Con el yelmo en forma de cuchillo, que presenta una 41/22. Con el pie derecho en la boca de un cuchillo fantástico
cara fantástica con ojo de muerto)' las dentaduras separadas, que alude a su denominación)' que descansa sobre la encruci-
entre las cuales asoma la cara de la deidad con la decoración jada de un camino. (Féj. p. 2.)
de Tezcatlipoca, )' el pie izquierdo faltante. Destaca la cabeza de
un hueso sobre un espejo humeante, tezcatlipoca. (Vat. p. 19.)
color negro que abarca la mitad del objeto y 38. CALZADO. Sandalias blancas, íztac cactli,
escurre hacia abajo, simula una cabellera. O el excepto en los casos en que uno de sus pies
mismo cuchillo en forma de hombrecito. está introducido en la boca dentada, o en el
32. COLOR DEL CABELLO. Amarillo ocre en hueco de un cuchillo horizontal (fig. 41/22);
las figuras del Tonalámatl de Aubin, y negro también se encuentra uno de sus pies sustitui-
en la representación del Códice Borgia y cuan- do por un cuchillo y el otro por las volutas de
do está figurado en las representaciones de humo que surgen del muñón, las que parecen
cuchillos. sumergirse en una corriente de agua, com-
33. PEINADO. Pelo suelto con pequeñas bor- prendida entre las paredes de un lecho de río
las de plumón o con dos mechones al frente, o de una vasija (fig. 41/20), o por el espejo
el del guerrero,. conocido como tzotzocolli. humeante de color azul que sustituye al pie
34. DECORADO FACIAL. A bandas horizonta- izquierdo del dios (fig. 41/21).
les negras y amarillas. Seler supone que este 39. ADORNOS
último color sea símbolo de juventud porque Capitales. En el Códice Tonalámatl de
es llamado conecuítlatl, excremento de n ÍÍ'io , Aubin se ve simplemente un cuchillo en la
pero hay que notar que esos mismos colores parte posterior de su cabeza; en las repre-
aparecen en las decoraciones de los dioses rojo sentaciones del Borgia y Vaticano, se le ve
y azul, o sean Tlatlauhqui y Huitzilopochtli. en la sien su espejo humeante,junto al cual
35. DECORADO CORPORAL. Negro. se nota una borla de plumón y dos plumi-
36. DISFRAZ. En numerosas ocasiones se le llas sobresalientes; así como el tlaquechPán-
ve representado por un cuchillo, en que se le yotl de papel blanco con franjas formadas
personifica. por gotas de hule y una cinta que cuelga
37 VESTIDURAS hacia atrás.
Faja de entrepiernas. Blanca, ízlac máx- En algunas representaciones, la cara del
tlatl o con bandas de colores diversos. dios queda visible entre las mandíbulas de
Paño de caderas. Blanco o con diblUo ~, la cara fantástica ce un cuchillo en forma
con bandas)' flecos. de yelmo. En la imagen del Códice Féjér-
130
Ilztli
41 23 ..-\me el quetzalcuáhuitl, árbol del quetzal, representativo 41/24. Uno de los dioses que ro·
del Este, llapcopa, teniendo como compañero a Piltzintecuh· dean al Sol, Tonatiuh , como dei·
di. Ambos comprendidos dentro del trapecio que forma parte dad del Norte. (Laud p. 1.)
del primer cuarto del tonalpohualli. (Féj. p. 1.)
váry tiene sencillamente una especie de Del antebrazo. Pulseras de cuero rojo,
toca de tela blanca que le cubre la cabeza y con incrustaciones azules.
cae hacia la nuca, sobre la cual hay una De la pierna. Ajorcas amarillas o azules
borla de plumón y unas plumas rígidas con cuentas de oro y, en ocasiones, con
blancas, que en algo se aproximan al azta· correas para soportes.
xelli, distintivo guerrero. Además, un ma- Dorsales. El quetzalcómitl, olla de plumas
nojo de plumas de quetzal, quetzalmi- de quetzal, y el tezcacuitlapilli, espejo de la
ahlla)'o. . cola, algunas veces con la cabeza de un ave,
Parece tener una serie de plumas blan- un disco o un espejo, con su correspon-
cas y un manojo de plumas de quetzal, diente colgajo de diversos colores.
ostenidas por la venda. 41. OBJETOS MANUALES. En el Códice Bor-
Frontales. Una angosta venda que sujeta gia, sostiene con ambas manos una ofrenda
en algunas representaciones un cuchillo, representada por un haz de leña envuelta en
que es su distintivo y que, además, sostiene papel y una bola de hule; en el Códice Vaticano
el tlaqllechpányotl de la parte posterior. (Có- el haz de leña está envuelto en una tela de color
dices Ríos y Telleriano.) negro, que corresponde a la naturaleza del
.Vasales. Nariguera de barra azul, xiuh· dios. En el Códice Féjérváry, se le ve con las
_acámitl con una plaquita pendiente de uno manos extendidas, llevando en la derecha el
de los lados. haz de leña y en la izquierda tres flechas.
Auriculares. Orejeras circulares de jade 43. BmUOGRAFÍA PARTICULAR DE LA DEIDAD
con adornos colgantes. Paso y Troncoso, 1899, pp. 66, 77, 80, 83, 84,
Del cuello. Collar azul con cuentas de 5,89,93,360,361,362.
oro. eler, 1963, t. 1, pp. 116, 165, 166, 177, 199,
Pectorales. Anillo de concha. anáhllalL 26-1; t. 11, p. 13-1.
con su indispensable correa roía.
131
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132
Ixtliltzin
133
Ixtliltzin
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Ixtliltzin
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zado con la figura de este pájaro, aunque no
lo afirma, puesto que añade constantemente
una interrogación al nombre del dios.
22 . PATRONO DE. La infancia en general, y
más de los enfermitos.
24. T EMPLO. Adoratorio formado como ta-
bernáculo de tablas. Se desconoce el lugar de
su ubicación y nombre. A él acudían todos los
que tenían alguna criatura enferma para soli-
citar el agua negra, tlílatl.
25. SACERDOTES. El consagrado a su servi-
cio llevaba el nombre de Ixtlilco-teohua; en las
festividades y cuando era llevado a las casas
para las ceremonias hogareii.as se revestía con o o~ ~
los ornamentos del dios y era el encargado de 42/ 7. Guardián de la región Sur, Huitzllampa, Lugar de las
las ofrendas que los padres daban cuando sus Espinas. Acompañado de Macuilxóchitl. (Féj . p. 24.)
niños empezaban a hablar.
27. DEVOTOS. Los padres de los niños que
padecían alguna enfermedad.
28. OBJETOS DE SU CULTO. Lebrillos y tinajas
tapadas cuidadosamente con tablas que conte-
nían un agua negra que los sacerdotes, median-
te imprecaciones especiales, la hacían benéfica
para los casos de enfermedad de los niños.
30. COLOR PECULIAR. Negro.
31. DISTINTIVOSCARACTERÍSTICOS. La pintu-
ra negra en su cara y cuerpo; la cabellera
suelta, y el objeto para mirar, tlachialoni.
32. COLOR DEL CABELLO. En el Códice Ma-
gliabecchi es blanco y negro, y en los códices
Matritense y Florentino es verde oliva.
33. PEINADO. En el Códice Magliabecchi
tiene mechones sobresalientes adornados con
borlas de plumón, y el resto largo y recogido
con una cinta a la altura de la nuca; en el 42/ 8, Sace rdote investido como el dios IXlliltizin, patro no del
_.latritense y en el Florentino se le ve el pelo juego de pelota. Encuéntrase en el ángulo superior izquierdo
de la planta del mismo juego en el Códice Borbónico. Lo
trenzado. acompañan los sacerdotes representantes de Centéoll, Ehécatl
34. DECORADO FACIAL. En los códices Matri- y Cihuacóall. (Borb. p . 27.)
ense y Florentino, negro sin más detalles ya
q ue sólo está untado con ollÍn o humo de
o cote; en el Códice Féjérváry, negro con una
pintura blanca rodeando la boca y alargándose
hacia la oreja, y otra que le rodea el ojo y se
. ca en la sien; en el Códice Magliabecchi
' lene una pintura blanca cubriendo los labios,
. un círculo blanco sobre la mejilla.
35. DECORADO CORPORAL. En los códices
~ Io rentino y ~l atrite n se su cu erpo está pintado
e negro; en el ~lagliabecchi es negro y a partir
e medio muslo su decoración es blanca con
in ce ladas negras hasta los pies, \ en el Féj ér- 4.2 9. El sacerdole de h:ui!tzin, forman do parte de la ceremo-
.<in- todo su cuerpo es blancc, Ola del mes Ti!itJ. (BOI'b. p. 36.
135
Ixtliltzin
136
Omácatl
137
Omácatl
re?c.~j 1?(A..U.~lO
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tul,.,,? Q.H ~
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tl ~ e'Jia.\O?l ~Ae~í~a.Hi
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Omácatl
simulan los dardos. Además tiene dos o tres 24. TEMPLOS. En uno de los varios templos
hileras en sentido horizontal de color azul, que que llevan el nombre de Cuauhxicalli, En la
conforme a la descripción escrita debieron ser Casa de las Aguilas, que quedaba al frente de
yerdes por tratarse de piezas de jade. En la un tzompantli, se veneraba al dios representado
frente lleva una franja de color verde, rojo y por una escultura tallada en madera, y ante ella
blanco, atada hacia la nuca y adornada con se sacrificaban algunos esclavos. De la sangre
discos de oro. Tiene orejeras blancas y como de éstos se tomaba una poca para ponerla en
arma porta un escudo pintado con tiza. En una los labios de la imagen.
mano lleva el tlachialoni que consiste principal- El Teccizcalco, En la Casa del Caracol o
mente en un disco con decoraciones de trián- Caracoles, adoratorio en que se hallaba la
gulos y que se supone perforado al centro; imagen del dios en compañía de otros. En éste
tiene en lo alto dibujos que forman una figura solían hacerse sacrificios de cautivos, en fecha
cónica, y un disco bajo el extremo superior de señalada.
la yara que lo sostiene; abajo tiene adornos de 25. SACERDOTES. Teopixque, guardián del
papel blanco. dios. Era el encargado de llevar la imagen a las
Todo este atuendo era colocado sobre el casas donde hacían convites; una vez allí, cum-
yarón representante de Omácatl en el convite, plía la misión de hacer el hueso de Omácatl,
el cual se encontraba sentado sobre un rollo formado con masa llamada tzoalli, hecha de
de tules. Es de suponerse que con este perso- alegría a veces mezclada con masa de maíz, que
naje así ataviado bastaría para dar vida y ale- se destinaba para la comunión y era repartido
gría a cualquier fiesta, más aún si todos los entre los comensales, después de haber punza-
presentes, tanto anfitrión como invitados, se do a un hombre que representaba al dios.
esforzaban para hacer de la fiesta dedicada a 26. SERVIDORES. Los señores, los calpixque,
Omácatl algo maravilloso, cuyo recuerdo per- guardacasas o encargados de los templos, pala-
durara. El día Ome Ácatl, podía caer dos veces cios o casas en donde se celebraba un convite.
dentro del año solar. 27. DEVOTOS. Los tecohuanime, anfitriones.
l. NOMBRE. Omácatl (43). 29. PRÁ¿TICAS RELIGIOSAS
2. ETIMOLOGÍA. Dos Caña, nombre que co- Sacrificios. De cautivos, sin fecha fija, en
rresponde a un día del tonalpohualli. el temp~o Teccizcalco y de esclavos en uno
3. ADVOCACIÓN DE. Yayauhqui Tezcatlipoca. de los templos denominado Cuauhxicalco.
4. DENOMINACIONES SECUNDARIAS 30. COLOR PECULIAR. Negro, aunque en las
y EPÍTETOS dos representaciones poshispánicas que se co-
Omeácatl, Omacatzitzin, (Dos Caña en di- nocen aparece totalmente blanco, debido qui-
minutiyo o con tono reverencial). zá a que los pintores no hayan tenido pleno
5. GRUPO DE DIOSES. Creadores. conocimiento del color que le correspondía, o
6. DEIDAD DE. Las reuniones y banquetes. simplemente por descuido.
7. DEIDADES AFINES. Macuilxóchitl. 31. DISTINTIVOS CARACTERÍSTICOS. Su deco-
8. SEXO. Masculino. ración facial blanca y negra, que es tenida
9. ORIGEN. Nacido de Tonacatecuhtli y To- como de fiesta o de guerrero, además del
nacacíhuatl en el más alto de los cielos en el mirador, tlachialoni.
año Ce Tochtli, que corresponde al 1591 a.C. 34. DECORADO FACIAL. Blanco y negro para
10. REpRESENTA. El gusto por las fiestas. fiestas, motlatlalili. Consiste en unos toques
11. PARENTESCO. Sus padres son Tonacate- negros de forma rectangular sobre la frente, la
cuhtli y Tonacacíhuatl; sus hermanos son Tla- nariz, el carrillo y la barbilla, sobre fondo
tlauhqui Tezcatlipoca, conocido como Xipe blanco.
Tótec, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli. 37. VESTIDURAS
13. REGIÓN CARDINAL. El Norte. Faja de entrepiernas. Blanca, íztac máx-
15. DÍAS FESTIVOS. Ome Ácatl, Dos Caña; los tlatl, en el Códice Matritense, y roja en el
nacidos bajo este signo eran afortunados. Florentino.
22. PATRONO DE. Los banquetes y conyiyios. Manto. Uno de tela con dos franjas rojas
23. ADoRADO L'\;. Las casas de sus deyotos. paralelas entre las cuales se ven unos círcu-
donde permanecía por espacio de doscientos los como ojos; otro de fina red. de conchas
sesenta días a partir del día Ome Aeal!. atadas. Seler dice en su traducción al Ma-
ne¡
Omácatl
..:.
Tepeyolohtli
UBO EN LA primera aurora de las caer en las aguas que rodean la tierra. En su
edades del mundo un astro lumi- caída, como el rayo, dejó tras sí sólo negrura,
noso, hecho por los dioses. Pero se hundió en las aguas como un disco de oro
hecho tal vez como un ensayo o sin recién fundido, trocó su calor en nubes, en
haber medido bien el área que ha- vapor. ¡Nació la oscuridad! Y él se transmutó
~ bría de iluminar; era apenas un en jaguar, océlotl, en Tepeyolohtli, Corazón del
medio sol, "el cual por no ser entero no relum- Monte (?). A nado alcanzó la costa y ya en ella
braba mucho, sino poco". rugió, y su voz rodó por la arena, por la tierra,
Cuando la primera humanidad estuvo cons- tropezó con las rocas, se metió en las cuevas y
tituida, por cierto de gigantes; Tezcatlipoca, el salió de ellas retachando contra riscos y mon-
Yayauhqui, se ofreció a dar luz a todo el orbe y tañas que, imitando el rugido, crearon el eco.
se hizo Sol. Un Sol entero, que derramaba El verdadero rugir del dios jaguar y el falso, el
claridad sobre la tierra; que se le veía salir por eco, anunciaron a los gigantes la rabia del
el Tonatiuh ¡chan, Su Casa del Sol, el Este, y recién llegado, que se manifestó cuando dio
ascender hasta el cenit, para luego regresar por principio al exterminio de los vivientes que él
la misma ruta y ocultarse, no se sabe si en el había alimentado, calentado y vivificado. Se
mundo de los muertos, que quedaba abajo de lanzó a cortar vidas, devorar carnes, beber
la tierra, en su propio cielo o vagando en lo sangre. Quizá no quiso que sus adoradores
infinito. No por su retorno al punto de partida amaran a su vencedor, que no quedase nadie
dejaba de haber luz de medio día al ocaso, pues capaz de elevar un canto a otro dios que no les
aunque no era él el viajero de la tarde, su reflejo había dado nada, o porque no sufrieran la
se iba viendo como en un espejo, mientras oscuridad que con su derrota sobrevendría.
bajaba realmente hacia el Oriente, en retroce- Trece días tardó en destrozar a la humanidad
so; ficticiamente se le veía bajar hacia el Ponien- gigante, la primera. Según el dicho de algunos
te y hundirse en el ocaso. autores, los jaguares de la tierra aprendieron
Ese tiempo pasó. Toda una era de 13 ciclos, a devorar gente y contribuyeron a dejar sólo
676 años, resplandeció Tezcatlipoca para los hom- huesos enormes sobre la faz de la tierra. Tepe-
bres que se alimentaban con bellotas y arran- yolohtli quedó como dios de la oscuridad, el
caban los árboles como si fueran débiles cañas. rugido de las cuevas y el eco.
Entre tanto, habían surgido enemistades Cuando los semidioses Cipactonal y Oxo-
entre Quetzalcóatl y su hermano el luminoso. moco, con Tezcatlipoca y Quetzalcóatl dieron
Posiblemente los seres de la tierra adoraban a comienzo a la formación de la primera cuenta
éste porque lo veían, les daba calor y vida, y de los días, tonalpohualli, el derecho de elegir
Quetzalcóatl era un dios ignorado. El caso es el signo inicial fue dado por los dioses a la
que en cierta ocasión, en riña o alevosamente, mujer, a Oxomoco. Ésta, en honor de su mari-
el dios Serpiente Preciosa asestó con su bastón, do, a quien tenía a su lado, dijo "Sea el primer
el chicoahcolli, tan tremendo golpe a su herma- signo Cipactli, Lagarto", y como tallo pintaron
no, que éste perdió su forma habitual y su en el papel de los días, tonalámatl, que iba a ser
resplandor al precipitarse por el espacio hasta el primero que había de regir el tiempo, la
141
Tepeyolohtli
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suerte de los que habían de nacer y los días de en combinación con trece numerales dieron
ritual. Luego el hombre, sei1alando a Quetzal- nombre a los días.
cóatl, dijo: "El segundo que sea Ehécatl, Vien- Tepeyolohtli, cuyo distintivo en el Códice
to", en honor del dios de este elemento y Borbónico es el espejo humeante, tezcatlipoca,
quedó el signo bajo el patrocinio del mismo. en la sien o en sustitución de un pie, suele verse
Tocándole el turno al dios del viento, propuso representado sencillamente por una fiera, un
Calli, Casa, y fue el dios de las casas primitivas, jaguar. Sin indicio alguno humano o divino, o
las cuevas, quien tomó a su cargo el signo. La con sólo manos y pies sobresalientes de un
casa parecía participar de las características de cuerpo manchado de animal mamífero con
las cuevas: oscuridad, por la escasez de venta- poderosas garras y adornos varios. También
nas; resonancia de las voces y, en pequei1a como un personaje divino, a veces sin distinti-
proporción, el eco, cosas que Tepeyolohtli pro- \ 'OS, aunque sí en lugares que lo sei1alan como
porcionó cuando su caída. Y así siguieron pro- el oc ta\'o entre los Sei10res de la Noche, Yohual-
poniendo signos. pintándolos en el papel y teuctin. acompai1ando a di\'ersos días una o dos
dándoles patronos ~ hasta llegar a \-eime~ que \"eces dentro de cada una de las \'einte trecenas.
Tepeyolohlli
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Tepeyolohtli
44/2. Regente principal de la tercera trecena del tonalpohualli, 44/3. Regente principal de la tercera trecena del tonalpohualli,
en compañía de Quetzalcóatl. Domina en los días: Uno Venado acompañado de Quetzalcóatl. (Ríos lám. 19.)
a Trece Lluvia. (T. de Aub. p. 3.)
~
Tepeyolohtli
44/ 5. Octavo de los Señores de la No- 44/6. Representado por su jeroglífico. 44/ 7. En el día Trece Flor, Matla ctli ome)'
che, en el día Nueve Águila, Chiconahui Octavo de los Señores de la Noche, en el Xóchitl, en la vigésima trecena, repre·
Cuauhtli en la tercera trecena. Está re- día Trece Casa, Matlactli ome)' Calli, en la sentado por su jeroglífico. (Borb . p. 20 .)
presentado por su j eroglífico, compues- decimaprimera trecena. (Borb. p. 11.)
to por un cerro, tépetl, y un corazón,
)'ólotl. (Borb. p. 3.)
44/ 8. El octavo de los Señores de la 44/ 9. El octavo de los Señores de la 44/ 10. Como octavo de los Señores de
Noche, en el día Nueve Águila, Chicona· Noche, en el día Doce Águila de Collar, la Noche, en el día Doce Caña, Matlactli
hui Cuauhtli, en la tercera trecena del Matlactli omome Cozca.ruauhtli, en la nove· omome Ácatl en la decimoctava trece na
tonalpohualli. (T. de Aub. p. 3.) na trecena del tonalpohualli. (T. de Aub. del tonalpohualli. (T. de Aub. p . 18.)
p .9.)
44/ 11. Uno de los Señores de la Noche, 44/ 12. Uno de los Señores de la Noche, 44/ 13. Como uno de los Yohualteuctin,
Yohualteuctin, en el día Ocho Conejo, Yohualteuctin, en el día Cuatro Movi- Señores de la Noche, en el día Trece
Chicue)' Tochtli, en la primera trecena del miento, Nahui Olin, en la segunda trece· Muerte, Matlactli ome)' Miquiztli, en la
tonalpohualli. (Tell. fol. 8f.) na del tonalpohualli. (Tell. fol. 8v.) segunda trecena del tonalpohualli. (Tell.
fol. 9f.)
44/14. Octavo en la serie de los Señores 44/ 15. Octavo en la serie de los Señores 44/ 16. Octavo de la serie de los nueve
de la ~ oche , Yohualteuctin, en el día Tre· de la ~ oche, Yohualteuctin, en el día Doce Señores de la Noche, Yohualteuctin, en el
ce ~I u ene . Mallactli omey ¡'¡,fiquiuli, en la Aguila de Collar, .\fallactli omome Coua· día Dos Movimiento, Ome Olin, en la
egunda trecena d el tonaipohualli. (Río cuauhtJ~ en la noyena trecena del lonal· decimosexta trecena del tonalpohualli.
lá..rrL 18.) 'os lá..rrL 32. Ríos Iám. -15 .)
Tepeyolohtli
44/ 17. Octavo de los nueve Señores de la Noche, Yohualteuctin, 44/ 18. Octavo de los Señores de la Noche, Yohualteuctin, en el
en el año Ocho Conejo, Chicuey Tochtli, segundo tlalPilli del año Uno Caña, Ce Ácatl, perteneciente al segundo tlalPilli del
ciclo de cincuenta y dos años. (Borb. p. 21.) ciclo. (Borb. p. 21.)
44/ 19. Octavo de los Seilores de la Noche, Yohualteuctin, en el 44/ 20. Octavo de los Señores de la Noche, Yohualteuctin, en el
año Siete Pedernal, Chicome Técpatl, perteneciente al primer año Trece Casa, Matlactli omey Calli, perteneciente al cuarto
tlalPilli del ciclo. (Borb. p . 21.) tlalPilli del ciclo. (Borb. p . 22.)
parecen actualmente inexistentes, sólo dan tener aplicado, como lo tuvieron todas las
una idea vaga de lo que realmente llevaban tallas líticas. De conservarse éste y ser verde,
como distintivo. Algo semejante pasa con las nos afirmaría que eran imágenes de los mon-
esculturas en piedra que conserva el Museo tes , lugares de los que era patrono el dios
Nacional de Antropología: se Yen , sí, dos pro- Corazón del Monte.
minencias sobre las cabezas de las imágene 1. NO~fBRE. Tepeyolohtli (44).
edentes, pero les falta el color que debieron 2. ETnlOLOGÍA.. Corazón del Cerro, Cora-
~6
Tepeyolohtli
44/ 26. Octavo del grupo de los nueve Señores de la Noche, 44/ 27. Como patrono del tercer signo, Calli, Casa. (Vat. p. 87.)
YohllaltelLctin, con el signo Toclltll~ Conejo. (Val. p. 22.)
zón del Monte, Dios de las Cuevas (Seler), el na del tonalpohualli, señalado por el comenta-
interior de la montaña. rista del Códice Telleriano por medio del di-
3. ADVOCACIÓN DE. Yayauhqui Tezcatlipoca. bujo de una mano que indica dicho día_ Con-
4. DENOMINACIONES SECUNDARIAS Y EPÍTE· siderado como de buena influencia.
TOS. Tecuani, Devorador, y Chicuey Océlotl, 16. REGENTE PRINCIPAL DE LA TRECENA. Ter-
Ocho Jaguar. cera, teniendo como acompañante a Quetzal-
5. GRUPO DE DIOSES. Creadores. cóatl, en los códices Borbónico, Tonalámatl de
6. DEIDAD DE. Las cuevas , el eco, el pecado Aubin, Ríos y Telleriano, documentos neta-
y la miseria. mente mexicanos, y a Tlazoltéotl en las picto-
8. SEXO. Masculino. grafías de un grupo distinto, el borgiano, em-
9. ORIGEN. Nació en 1591 a.C. en el deci- pezando con el día, Ce Mázatl, Uno Venado y
motercer cielo. terminando en el día Matlactli omey Quiáhuitl,
10. REPRESENTA. El eco que repercute en las Trece Lluvia.
cuevas y montañas. 19. COMO SEÑOR DE LA NOCHE, YOHUALTE-
11. PARENTESCOS. Su padre Tonacatecuhtli CUHTLI. En donde es representado jeroglífica-
y su madre Tonacacíhuatl; tuvo tres hermanos, mente como un cerro, en la cúspide del cual
Tlatlauhqui Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y Huit- está asentado un corazón, suponiéndolo de
zilopochtli. influencia variable. Ocupa el octavo lugar en
12. MORADA. Las regiones de tierra caliente. la serie, acompañando a los días:
13. REGIÓN CARDINAL. El Norte. De la trecena:
14. SIGNO ASOCIADO. Calli, Casa, tercero en O ch o Conejo, Chicuey Tochtli lª
la serie de los signos. Cuatro Movimiento, Nahui Olin 2ª
15. DÍAS FESTIVOS. El Chicuey OcéloL!, O cho Trece ~I uerte , ,\Iatlilctli ome)' _\Iiquiztli 2ª
Jaguar, que es el octayo día de la tercera rrece- _~ue\-e AQ'uila. Chiconahui CUiluhtli 3ª
~
Tepeyolohlli
44/ 30. Figurando en los novenos días del primer cuarto del
tonalpohualli, de este códice. Los días son: Nueve Agua, Nueve
44/ 29. Octavo de los Señores de la Noche, los Yohualteuctin, Lagarto, Nueve Caña, Nueve Serpiente y Nueve Movimiento.
con el signo Tochtli, Conejo. (Féj. p . 4.) (Cospi p. 2.)
44/ 31. Su representación jeroglífica, 44/ 32. En el día Diez Lluvia, de la deci- 44/ 33. En el día Doce Caña, decimocta-
tépe(tl), cerro, y yólotl, corazón, en Uno mocuarta trecena y segundo cuarto del va trecena, segundo cuarto del tonalpo-
Perro, decimocuarta trecena, segundo tonalpohualli. (Cospi p. 4.) hualli. (Cospi p. 4.)
cuarto del tonalpohualli. (Cospi p. 3.)
Cinco Lagartija, Macuilli Cuetzpalin 4ª 28. OBJETOS DEL CULTO. Vasija trípode de
no Caña, Ce Ácatl 5ª jade; un canasto; cuchillo de sacrificio, lécpatl,
Diez Viento, Matlactli Ehécatl 5ª ensangrentado; un brasero ceremonial (en el
Seis Mono, Chicuace Ozomatli 6ª Cód. Vat. fig. 44/25); un caracol marino, lec-
Dos Flor, Ome Xóchitl 7ª ciztli.
Once Agua, Matlactli once Atl 7ª Símbolos. Como tal, se ve un ojo estelar
iete Pedernal, Chicome Técpatl 8ª o estrella, para representar la noche; asi-
Tres Venado, Yei Mázatl 9ª mismo la araña se ha tomado como un
Doce Águila de collar, Matlactli omome aspecto de los seres nocturnos; el escudo
Cozcacuauhtli 9ª con flechas y banderas o no, es símbolo de
Ocho Serpiente, Chicuey Cóatl 1Oª guerra.
Cuatro Jaguar, Nahui Océlotl llª 29. PRÁCTICAS RELIGIOSAS
Trece Casa, Matlactli omey Calli ll ª Sacrificios. Humanos, ya que se ve en la
_;ueve Hierba, Chiconahui Malinalli l2ª lámina 3 del Códice Borbónico un cuauhxi-
Cinco Lagarto, Macuilli CiPactli l3ª calli, con dos corazones de los que brota
Lno Perro, Ce Itzcuintli l4ª sangre en abundancia y dos banderas, sím-
Diez Lluvia, Matlactli Quiáhuitl l4ª bolos de sacrificio. También de animales,
eis Conejo, Chicuace Tochtli l5ª pues en la parte inferior se ve una serpiente
Dos :\lo\'imiento, Ome Olin l6ª decapitada.
Once :\luerte, Matlactli once Miquiztli l6ª Ofrendas. De frutos, contenidos en pre-
iete Águila, Chicome Cuauhtli l7ª ciosa vasija de jade; además un cestito, con
Tres Lagartija, Yei Cu.elzpalin l8ª un corazón o fruto y la quema de objetos
Doce Caña, A1atlactli omome Ácatl l8ª propios para incensar, como bolas de hule,
Ocho \Tiemo, Chicu.e)' Ehécatl 19ª copal y maderos finos.
Cuatro :\fono. Sahui D--OmalJi 20ª 30. COLOR PECl..L.L\R. :\ eQ'ro .
Tepeyolohtli
150
Tepeyolohtli
151
45/ 1. Tlamatzíncatl, Cazadorcito. Advocación de Yayauhqui
Tezcatlipoca, en la sexta trecena del tonalámatl. Va descendien-
do por una pendiente en la que se encuentran animales que
han sido cazados en trampas o atados a un árbol (Borb. p. 6.)
152
TlamatzÍncatl
OCO y MUCHO se sabe respecto a de esclavos, que previamente habían sido tra-
~?
esta deidad. Poco si se la considera tados con paternal cuidado, para que estuvie-
bajo el aspecto de Tlamatzíncatl, el sen contentos, robustos y dignos del dios a la
Cazadorcito o el Cazador (dicho hora de su inmolación y que partes de sus
SJ.I3
reverencialmente), uno de los des- miembros sirvieran para la comida ritual que
~ doblamientos del segundo hijo del el dueño de los esclavos ofrendados daba a la
ser supremo. Y mucho si se le observa como nobleza, los altos funcionarios, los destacados
Yayauhqui Tezcatlipoca, su nombre verdade- guerreros y a sus allegados.
ro, original, el que comprende todo cual1to él Tanta fue la veneración del Tezcatlipoca
es, incluso todos sus actos, que entre sus 4esa- Cazador, que junto a su teocalli, se edificó el
sosiegos se contaba el de desdoblarse y apare- Tlamatzinco Calmécac, Cuerda de Casas del Tla-
cer entre los hombres como fiera rugiente o matzinco, monasterio donde habitaban, ejer-
animal cuyo cuerpo presenta manchas de co- cían la enseñanza y estudiaban los sacerdotes
lores; ave preciosa o ave agorera; hombre de- y los llamados al oficio sacerdotal, que daban
capitado que espantaba a los cobardes o daba y habían de dar gloria y ritual a su numen
a los valientes naderías que se trocaban en patrono.
riquezas o miserias. En suma, era el que más Entre las decenas de advocaciones que le
nombres y epítetos tenía, y el más conocido y habían creado los pueblos y que él recibía
adorado, tanto por los bienes que prodigaba, gustoso, se encuentra la de Tlamatzíncatl, al
como por sus maleficios flagelantes. Tenía lado del dios lunar Tecciztécatl, el Señor del
adoratorios y grandes templos por dondequie- Caracol, en las páginas seis de los códices
ra que había gente necesitada o poderosa. Era Borbónico y Tonalámatl de Aubin. Este dios
guerrero y patrono de las juventudes, y joven, imperaba en los montes, en los refugios para
telpochtli po~ excelencia, dando así motivos animales de caza y en las largas serranías,
para que se le denominara de múltiples y viéndosele con el pie derecho hollando la
variadas maneras. tierra de un cerro, y el izquierdo en el espa-
Según Torquemada, fue el dios tutelar de cio, como manifestación de que tanto podía
los matlatzinca, tribu nahuatlaca que peregrinó andar sobre la tierra como fuera de ella, con
corto tiempo con los azteca y que hubo de recias "sandalias adornadas en sus taloneras
segregarse por orden del numen de éstos, con dibujos de líneas quebradas o con puntas
Huitzilopochtli, y continuar su éxodo, hasta de obsidiana", itzcactli; con ajorcas de piel de
llegar a asentarse, muchos años después, en la jaguar, como correspondía a un numen de la
región toluqueña. Vivieron en su pequeño selva, con simbólicos aditamentos delanteros
mundo, hasta que los mexica ensancharon sus consistentes en pezuñas de venado, como in-
dominios hacia el valle matlatzinca, por lo que dicio de ligereza en sus pies y de las piezas
su dios Tlamatzíncatl fue aprisionado y llevado mayores que el cazador anhelaba; portaba
a la Gran Tenochtitlan, en donde tuvo templo sobre el pecho el anillo de concha, anáhuatl,
propio, Tlamatzinco, festividades en las veinte- representativo de la costa, de las orillas de la
nas Tóxcat~ Teotleco y Quecholli y aun sacrificios tierra que el mar limita, porque también era
153
llVJU}Zl VUW1L
Tlamalzíncatl
costero y en esos lugares la fauna abundaba y que Habita en Tlamatzinco, Garibay; Oriundo
los cazadores también; solía llevar al hombro o Nativo de Tlamatzinco.
el cuauhcózcatl, collar de madera, instrumento 3. ADVOCACIÓN DE. Yayauhqui Tezcatlipoca.
que además de ser símbolo de esclavitud 5. GRUPO DE DIOSES. Creadores.
cuando un hombre lo llevaba al cuello, era de 6. DEIDAD DE. La caza.
yencimiento y prisión para los animales, pues 7. DEIDADES AFINES. Las advocaciones de su
con este collar era fácil sujetarlos y conducir- hermano mayor, Tlatlauhqui Tezcatlipoca, o
los hacia el zoológico y el encierro, en espera sea: Camaxtli y Mixcóatl.
de ser ofrendados a un dios o ser parte de un 8. SEXO. Masculino.
platillo de banquete. Como Tezcatlipoca que 9. ORIGEN. Nació en el más alto de los
es, tiene sobre la sien el espejo, tézcatl, con cielos, el año 1591 a.C., ateniéndose a las cuen-
yolutas de humo, simbólico de su nombre; las tas que presenta la Historia de los mexicanos por
bandas amarillas y las láminas de oro que a sus pinturas.
sus esculturas les ponían, llamábanse ixtlan- 10. REPRESENTA. La cacería en todos sus
tlatlaan, distintiva decoración facial de este aspectos.
dios; era también numen nocturno y por esto 11. PARENTESCOS. Fueron sus padres los
labraban para las cabezas de sus repre- dioses supremos, Tonacatecuhtli y Tonacací-
sentantes, ídolos o personas, esa especie de huatl, y sus hermanos los dioses creadores
mitra alta, hueca y realista, con plumas ne- Tlatlauhqui Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y Huit-
gras y pequeños discos blancos que eran sím- zilopochtli.
bolo de estrellas, llamada ihuitzoncalli cicitla- 13. REGIÓN CARDINAL. El Norte.
lIo; atrás, como cargando a sus espaldas, tiene 16. REGENTE SECUNDARIO DE LA TRECENA.
el quetzalcómitl, olla o recipiente de quetzales, Sexta, acompañando al dios lunar Tecciztécatl.
semejante a un canasto pletórico de plumas 18. FESTIVIDADES EN LA VEINTENA. Teotleco,
ricas, verdes y ametaladas, fruto de despojos Llegan los Dioses; Tóxcatl, Cosa Seca y, Quecho-
hechos a numerosos pájaros quetzal, en me- lli, Flamenco.
dio de las cuales sobresale una bandera con 22. PATRONO DE. Los matlatzinca.
bandas negras sobre fondo blanco, encasqui- 23. ADORADO EN. En Tenochtitlan y, princi-
llada y con un cuchillo por remate. Bandera palmente, en la ciudad de Toluca.
propia de Tezcatlipoca, que en ocasiones bas- 24. TEMPLO. El trigesimocuarto edificio del
ta para representar a la orden guerrera de los recinto sagrado de Tenochtitlan, llamado Tla-
Caballeros Jaguares. matzinco, En el Cautivo (?). Y el Tlamatzinco
Por último, en la porción abrupta que pisa Calmécac, Hilera de Casas del Cautivo (?) es-
TIamatzíncatl, se encuentran figuras que lo pecie de monasterio donde moraban los fun-
pintan como lo que es: la montaña y lo que en cionarios religiosos de esta deidad.
ella se ejecu~a: la cacería. El cacto propio del 28. OBJETOS SIMBÓLICOS DEL CULTO. Los
paisaje campirano, el fuerte árbol al que se utensilios del cazador: arco y flechas, dardos,
encuentra atado un venado, por cierto con redes, cuerdas, trampas, caracoles sonoros,
garras en vez de pezuñas, tal vez con la idea etc., además de objetos religiosos propiamen-
de expresar que allí se encontraban tanto te del templo, como: bolas de zacate, zacata-
animales mansos como fieras; una trampa payolli, para encajar las púas del sacrificio;
para cazar, expresada alegóricamente por la enramadas para adorno de templo y altares,
cabeza monstruosa de la tierra, con las fau- y braseros.
ces abiertas, en las que cae la presa, un conejo 29. PRÁCTICAS RELIGIOSAS
tal yez, que arrastra consigo la cuerda y el Sacrificios. De esclavos, al final de las
palo con que lo atraparon; un cántaro volcado fiestas de la veintena Quecholli. Asimismo,
que riega agua, se puede tomar como el ma- hacían sacrificio de mujeres a las que lla-
nantial que provee de líquido a plantas y maban coatlicues y las consideraban muje-
animales, y un caracol marino, acaso utiliza- res de Tlamatzíncatl, en el templo Coatlan.
do también como trompeta-guía de los caza- Ofrendas. Púas de maguey ensangren-
dores. tadas, copalli y demás esencias aromáticas,
l. NOMBRE. Tlamatzíncatl (45). quemadas.
2. ETIMou:x;ÍA. Cazadorcito, Robelo; El 30. CoLORPECUUAR. Negro.
155
Tlamatzíncatl
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Tlamatzíncatl
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158
Yáotl
,
~ tar que ostenta y que no todo sol- dos, así como corazas de algodón, ichcahuipilli,
dado podía llevar si no lo había se acumulaban en prudente prevención en este
alcanzado mediante sus hazañas en edificio, el vigesimoprimero de los 78 enuncia-
.~ los campos de guerra. Peinado que dos por Sahagún en su meritísima obra, que se
era como la insignia de un grado, si no el más encontraban dentro del coatenámitl, cerco de
alto, sí el de hombre valiente, tiacauh. serpientes, que limitaba el recinLu sagrado de
~o sólo era tenido como un dios valiente y la Gran Tenochtitlan. Allí y posiblemente en
un capitán, sino un dign0 hermano de Huitzi- el edificio gemelo, el sexagesimonono del mis-
lopochtli, el guerrero por excelencia. Era el mo lugar, el Tlacochcalco Cuauhquiyáhuac, en
segundo en categoría de los númenes batalla- donde estaba la escultura del Macuiltótec,
dores y por ende, patrono del telpochcalli, casa Nuestro Señor Cinco, se hacían sacrificios es-
de los muchachos, de la juventud masculina del porádicos de cautivos de guerra, sin día seña-
pueblo que había de convertirse en ejército lado y bajo el toldo negro de la noche, de la
diestro, disciplinado y casi siempre victorioso, cual era señor el Espejo Humeante Negro,
que podía salir en una batalla o más, portador Yáotl.
de divisas y escudos de ricos mosaicos de El día Ce Miquiztli, Uno Muerte, inicial de
plumas, recamados de oro y merecedor el la sexta de las veinte trecenas que comprende
peinado de temílotl, pilón de piedra, que ante el tonalámatl, le está consagrado a este numen
todos los ojos, los presentaba como guerreros que tenía que ver en la muerte, pero muerte
de las más altas investiduras. honrosa, ambicionada por todo hombre,
~o en vano era Yayauhqui Tezcatlipoca, el muerte que lo colocaría entre los venturosos
Telpochtli, E1Joven, el siempre ligero, aguerri- habitantes del Tonatiuh Ichan, Su Casa del Sol,
do, maestro, guía, protector y estratega, y lo y su cráneo entre los incontables que estarían
manifestaba la insignia que en su diestra, a ensartados en los varales del tzompantli, bande-
manera de cetro o de arma, empuñaba el ra de cráneos.
numen, el tlachialoni, instrumento para mirar, Ce Miquiztli llevaba buenos augurios para
por cuyo centro circular, como un ojo de águila los niños que abrían sus ojos y el libro de su
podía ver la cuantía y los movimientos de los vida en ese día, y les eran impuestos los
contrarios. Él era el Enemigo, podía ver la nombres de: Yáotl, Ce Yáotl, Nécoc Yáotl,
topografía de los campos de batalla; podía Chicoyáotl, Yaomáhuitl. Era seguro, si obser-
adivinar los planes de ataque del tlacatecuhtli, vaban la devoción a su signo y a su deidad,
señor de hombres, de la parte contraria y era, que su fortuna los haría guerreros, hombres
en fin, el que veía y hacía de un muchacho, de que llevarían mando, insignias y honores, lle-
un novato, un vencedor, un héroe. gando en muchos casos a cierto rango de
Asimismo, era el Tlacochcalco Yáotl, El nobleza y aun puestos de gobierno de los más
Guerrero en la Casa del Dardo, el armero, el encumbrados, aunque hubiesen sido hijos del
proveedor, el defensor del arsenal, en que pueblo.
159
Yáotl
lfííJ
QUETZALCÓATL
S:{¡U~ OCI, NUESTRA ABUELA, en lo que La esencia de éste fue hecha por el Señor
':-':::::-l~~~I[~~' fuera el principio del tiempo con- de Nuestra Carne y la Señora de Nuestra Car-
table, dio a luz cuatro hijos. El ter- ne, allá en el Omeyocan, El Lugar (de la Esen-
cero, Quetzalcóatl, entró a la vida cia) de los Dos. Luego fue precipitado por los
'. entre su hermano negro, Tezcatli- mismos dioses supremos por el Lugar del Des-
poca, yel azul, Huitzilopochtli. cendimiento, el Tamoanchan, situado en el
De él se rumora que era blanco de cuerpo
y asimismo de alma, aunque las repre-
sentaciones que han quedado entre nosotros
no lo atestiguan. Sus actos fueron en su mayoría
albos, aunque algunos fueron color de sangre
y fuego. Que no se le vea albeando en sus
imágenes esculpidas y en las de pincel, es por-
que aquéllas son escasísimas, han sufrido las
inclemencias del tiempo o han quedado del
color del barro con que fueron hechas; y las
pinturas son más bien grises, por ser este color
el representativo del negro, dejando resaltar los
contornos de las figuras y los detalles de su
decoración o vestuario.
De sus primeros once ciclos, más veintio-
cho años, en total seiscientos, no se ha encon-
trado absolutamente ningún dato. Su vida pú-
blica empieza al igual que la de sus hermanos,
cuando con ellos decide hacer el primer fuego,
un medio sol y un hombre: Cipactonal. Apare-
ció luego la primera mujer, Oxomoco, creada
como él y para él, con lo que se formó la
primera pareja humana. Ésta cumplió con los
preceptos que les impusieran sus hacedores:
adorar, trabajar, echar suertes, adivinar y en-
gendrar, llegando el primer hombre nacido.
161
Quetzalcóatl
oc~oev'~
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-47. 1 bis. El dios dis!rrClrado. (Borb. p. 3.)
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Quetzalcóatl
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OCQ1Dcolil/i
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ttoeai¡la.I)AC&:hl1i.
O"... ~A.~l
e~ecA.c.
-¿Acaso carne? No, ¿Leña? Tampoco ... Y los númenes, desprendiéndose de éstos, die-
-Es algo extraño, nuevo, que ahuma el ron nueva vida a la tierra, que volvió a ser la
cielo y lo inunda de olor repugnante que era: asiento de arboledas, almácigo de
Cuando se dieron cuenta de lo que sucedía, plantas, hierbas y flores; prodigio de paisajes,
los dioses quisieron destruir a quienes los ofen- por sus cumbres, ríos y lagunas, pero inhabita-
dían, pero Chalchiuhtlicue intercedió por ellos da. Todo estaba dispuesto para recibir a los
y los convirtió en peces (véanse los detalles de nuevos mortales, puesto que los salvados de las
este suceso en Chalchiuhtlicue). aguas, Tata y Nene, existían, pero ya no eran
Los cuatro transformadores del monstruo hombre y mujer, sino ahora perros vagabun-
marítimo en la tierra firme, al mirar su obra dos, solitarios, famélicos, que trabajosamente
sepultada en una masa de agua, con furia de aprendían a comer en crudo lo que el hombre
oleaje que busca acomodo y que por esto mis- más tarde les daría cocido.
mo destruía más y más, se apiadaron de la El dios supremo, satisfecho de la labor de
tierra, que había sufrido lo inaudito. En ella sus hijos, los designó Citlaltecuhtli e Ilhuicate-
no había más vida que la de los humanos que cuhtli, Señor de las Estrellas y Señor del Cielo.
habían sido transformados en peces por favor Por ello, Quetzalcóatllleva frecuentemente un
de la diosa destronada, Chalchiuhtlicue; se ojo estelar rodeado de oscuridad, como distin-
contorsionaban espejeando, yendo y viniendo tivo que lo señala como dominador del cielo
entre las olas, iasustados, pero vivos! estrellado.
Dos de los dioses creadores, Quetzalcóatl Los cielos han sido vueltos a sus sitios y
y Tezcatlipoca, dejaron sus sitios de observa- apuntalados; el Señor de la Tierra, Tlaltecuh-
ción y se precipitaron en las dos aguas, la que tli, vive de nuevo y tiene todo lo que ha de
servía de sudario al monstruo terrestre de los tener; los inmortales se reúnen nuevamente en
picachos-montañas, las oquedades-cavernas y el octavo cielo y discurren:
las extremidades inmóviles o sean las penínsu- -iYa pueden nuestros macehuales vivir en
las, descendiendo aún más, por las aguas que ella!
eran sostén y límite de la gruesa plancha de -iY pueden gozar con cada cosa que hemos
piedra y tierra que formaba la corteza de la puesto en ella!
gigantesca tlalli, tierra, y llegaron al fin bajo el -iPero, ni hombre ni mujer queda en su
vientre del monstruo. Habían planeado hacer extensión, ni en la cueva, ni en el palo ahueca-
por el centro cuatro caminos para salir a la do en que Tata y Nene flotaron durante el
superficie y alzar el cielo y así lo hicieron, no diluvio!
sin antes crear cuatro hombres para que el -iHay que hacer otros hombres! ¿Quién los
trabajo fuese pronto y más ligero. Estos hom- hará y cómo?
bres debieron ser extraordinarios en tamaño, -¡Eso es fácil... Espérenme aquí!
fuerza y resi5itencia, sus nombres se conservan y Quetzalcóatl desapareció, seguido de su
aún: Cuatémoc, Itzcóatl, Itzmalli y Tenexú- nahualli Xólotl, que era como su sombra, su
chitl. perro, su otro él. Bajó como bajan los dioses,
Los dos dioses por su propio poder, y los rápido como si fuese viento, se coló por los
cuatro hombres por el que les infundían los cielos, por la tierra, pasó como exhalación por
númenes, taladraron la tierra, hicieron otros los nueve estratos del Lugar de los Muertos y
tantos túneles o caminos, salieron a la superfi- se detuvo ante Mictlantecuhtli y MictecaCÍ-
cie, y allí Quetzalcóatl se transformó en el huatl, que descansaban en sus asientos divinos,
árbol quetzalhuéxotl, huejote precioso o de plu- teoicpalli, dirigiendo sin quebranto los destinos
mas de quetzal, y Tezcatlipoca en tezcacuáhuitl, del lugar de la paz, de las tinieblas y del silen-
árbol de espejos. Los cuatro restauradores del CIO.
cielo fueron puestos en lugares estratégicos y Luego sonó la voz de Quetzalcóatl y resonó
los dos árboles-dioses alzaron el cielo del agua como jamás se había oído por los nueve ámbi-
y aún, se dice, el de las estrellas, que también tos del lugar:
había caído y los situaron en donde habían -He venido por los huesos que tú guardas.
estado. ¿Cómo? Eran dioses, héroes o titanes -¿y qué harás con ellos, Señor Padre -dijo
que todo lo podían. Quedaron los titanes Mictlantecuhtli, oponiendo resistencia-o iEs
como sostenes del cielo, y los árboles divinos que los guardamos como reliquias! Son gran-
165
Quetzalcóatl
1
Qllelzalcóatl
6-
Quetzalcóatl
,~15
~' - bocina y gritó con fuerza:
. ~ -Vendré a dejarlos ...
Con los huesos preciosos, algunos tan lar-
gos que medían una braza (1.678 m), subió
./ presuroso.
? -:n-n ~
~~,\
Nuevamente se dirigió a sus vasallos, Mic-
1\
47/ 12. Con los arreos sacerdotales, bajo la primera columna
de signos en el primer cuarto del tonalPohualli. Dichos signos
tlantecuhtli, diciendo:
-iDioses! De veras se llevó Quetzalcóatllos
huesos preciosos.
y reaccionando rápidamente, añadió:
-iDioses! Id a hacer un hoyo, una zanja a
corresponden a los días Uno Lagarto, Uno Caña, Uno Serpien- lo largo del camino por donde ha de pasar el
te, Uno Movimiento y Uno Agua. (Borg. p . !.)
dios barbado; cubridlo con hierbas para que
no se note, dejadlo pasar y caerá.
La zanja fue hecha como hacen las cosas
los dioses, como por encanto. La cubrieron
con ramas y regresaron a esperar noticias. Iba
pasando la deidad uno de los nueve pasajes
que había entre el Mictlan y la tierra, cuando
al dar un paso en el hueco ya dicho, cayó de
bruces. Los mismos huesos le ocultaron el
peligro y lo precipitaron al fondo. El golpe no
fue cualquier cosa, puesto que quedó muerto
47/ 13. Sobre una banda oscura que, según Seler, representa o, al menos, eso pareció por algún tiempo.
un remolino de cenizas. (Borg. p. 36. )
Los huesos se hicieron pedazos y se disper-
saron. Estaban tan viejos, tan secos y tan lar-
gos, que se multiplicaron y las consejas dicen
que debido a esto, algunos humanos son como
pigmeos y otros como agigantados, pero no
gigantes como los que vivieron en la primera
edad, en que el saludo entre ellos era: "Que no
se caiga usted", porque si caían, ya no se levan-
taban más, morían, porque sus cabezas esta-
47/ 14. En el interior de la Tlilcoacalli, la Casa de la Serpiente ban tan arriba que irremisiblemente se abrían
Negra, donde están los guerreros que mueren en la guerra o si llegaban a caer.
en la piedra de sacrificios, frente a Tlahuizcalpantecuhtli, Volviendo al suceso, se sabe que nuestro
representación del planeta Venus. (Borg" p , 33.)
dios Serpiente Preciosa no daba indicios de
~.r vida. Las codornices se dieron un banquete
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47/ 16. Después de dar vuelta a un recodo del camino, se le ve
47/17. Transportado por los aires por un águila, llega ante la
antecedido por Tezcatlipoca. (Borg. p. 35.)
casa de Yohualtecuhtli, Señor de la Noche, donde recibe de
éste, como presente, un bulto de mantas, que después lleva a
cuestas cuando va por un camino oscuro. (Borg. p . 35.)
-¿Cómo será ésto nahual mío? allí en el cielo decimotercero se efectuó la gran
A lo cual éste repuso: reunión y la creación de los seres que habían
- iCómo ha de ser! Que se echó a perder el de ser nuestros antecesores.
negocio, puesto que llovió. Quetzalcóatl desató con una mano los nu-
Uno a uno, los huesos y hasta las esquirlas dos de su manto y con la otra detuvo la tela del
fue recogiendo en su manto Quetzalcóatl, se- mismo, que contenía la carga preciosa, causa
cundado por su nahual. Los recuperaba lento, de afanes, fatigas, golpes y lágrimas de todo un
medi tabundo, como desilusionado ... De pron- dios. Tendió en el piso la tilma y la descubrió.
to, leyantó la cabeza, sus ojos brillaron, pues su La osamenta gris, de largos y cortos, de gruesos
mente había dado con el remedio. Levantaron y pequeños fragmentos, hacían un montón in-
el manto, hicieron un bulto y con él a cuestas forme, nada consonante con la belleza, el colo-
\-oh-ieron a cruzar la tierra y los cielos, hasta rido y el aroma que la rodeaba: estaba en medio
encontrar el O m eyocan. De paso instó a se- del paraje celeste, Xochitlicacan, El Lugar don-
QlÜrlo a todos los dioses que lo aguardaban y de Están las Flores. en CUYO centro se erguía el
t;Q
Quetzalcóatl
47/ 21. Con disfraz de faisán silvestre, coxolitli, patrocinando 47/22. En la Casa del Ayuno, Nezahualcalli, en compañía de
al signo Lagartija, Cuetzpalin. (Borg. p. 23.) los cuatro Yohualteuctin, el Negro, el Blanco, el Rojo y el Azul.
(Borg. p. 35.)
Árbol del Amor, Tlazolcuáhuit~ cuyas flores A presenciar tan desusado acontecimiento
daban este sentimiento y lo ponían en los cora- fueron llegando los dioses que invitara a su
zones con sólo tocarlas, verlas u olerlas. Alre- paso el dios portador de los huesos de los
dedor del árbol predilecto de Xochiquétzal, la antepasados. Tezcatlipoca, por joven y diligen-
deidad amorosa, artista y preciosa, se exten- te, se presentó primero con su espejo humean-
dían campos de flores de todas formas y nom- te en la sien, sus bandas amarillas sobre el
bres, iguales a los que en la tierra se verían de rostro negro y su gran tocado de plumas ne-
nuevo, puesto que este vergel siempre surtió de gras tachonado de estrellas, el ihuitzoncalli cí·
semillas, renuevos y plantas a los campos,jardi- citlallo; luego lo alcanzó el hermano mayor,
nes y rincones. \' los surtiría en lo futuro. TIatlauhqui Tezcatlipoca, destacándose por el
-o
Quetzalcóatl
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res, por Tezcatlipoca. (Sorg.
p . 41.)
color rojo del cuerpo y las bandas color de oro azules como aparentan ser las aguas; ella con
en el rostro; en seguida hizo su aparición Huit- su lindo rostro, con rayas verticales de hule
zilopochtli, con sus anchos trazos amarillos bajo las mejillas, y él cubierto con la máscara
obresalientes en el rostro azul; su manto de de lluvia, quiauhxayácatl y su cetro en forma de
plumas de cotinga, el escudo con cinco borlas rayo. Otros consortes llegaron luego: Micteca-
de plumón, ihuiteteyo chimalli y su disfraz de cíhuatl y Mictlantecuhtli, de aspecto severo, de
colibrí. cuerpos descarnados, con la expresión del si-
Ya estaban juntos los cuatro hermanos, los lencio en las facciones y en los cuerpos. Su
cuatro creadores. Asimismo llegarían Chal- disgusto era manifiesto, pero pudo mucho la
chiubtlicue y Tláloc con sus \'estidos yerdes y curiosidad para \-er qué v cómo iban a hacer
Quetzalcóatl
J_
Quetzalcóatl
- ~
Quetzalcóatl
dad en sus manos para que hile, teja, haga -iHaré una cl?se especial de hombres aus-
prendas !1ermosas, borde y pinte! teros, estudiosos, modestos, que dediquen su
-iYo les enseñaré a jugar a la pelota, patolli vida y su energía a conocernos, a divulgarnos,
y otros juegos! a idear ritos y festejos; en suma, haré sacerdo-
-iA algunos los haré historiadores para tes, maestros y servidores, tlamacazque!
que pintando nos tengan presentes. recuerden - iDe padres a hijos haré artistas de la plu-
a sus antepasados r a sí mismoJ. ma para que embellezcan los altares, nuestras
- ...;.!
Quetzalcóatl
1;5
Quetzalcóatl
47/ 39. Patrono del segundo signo diurno, Ehécatl, Viento, 47/ 40. Como uno de los Seis Caminantes del Cielo, que
segunda serie. (Val. p . 87.) presenta ofrenda de joyas, hule y madera ante el templo del
Sol. (Féj . p. 30.)
dónde se encuentra el grano! -y el silencio niñitos, tomó una mazorca, la desgranó y de-
seguía cerrando la boca del insecto. jando su condición de hormiga salió presuroso
-iTe mando, te ordeno que me descubras para llegar al Tamoanchan u Omeyocan, don-
dónde está el maíz. Quiero ese grano para de los dioses no sabían qué hacer para darles
alimentar a mis creaturas! el primer alimento a los vasallos que entonces
y entonces, agachando la cabeza, levantó demandaban, exigían un servicio que los hicie-
las antenas hacia el cerro, dio el abdomen al ra vivir, en vez de ser los servidores, co mo
fre nte del dios y dijo lacónicamente: estaba previsto. Los dioses masticaron peque-
- Allá. ñas porciones de maíz, lo trituraron y dejándo-
-iDeja tus granos y guíame por la vereda lo en condiciones de ser comido por una cria-
más corta! tura sin el hábito de masticar y sin dientes,
Sumisa echó a andar la hormiga colorada diéron1es la papilla en las boquitas, como las
, para seguirla, Quetzalcóatl se mudó en hor- aves se las dan a sus polluelos con el pico.
miga negra, tlilázcatl, caminando detrás, ligero Estuvo solucionado el problema por el mo-
como su guía. mento, pero se oyó decir:
Por la vereda subieron, hasta encontrarse -¿Qué haremos del Tonacatépetl?
con la entrada abierta del depósito del grano Ya habían sabido por el mismo Quetzal-
ustancioso, que según ideó al verlo sobre la cóatl la existencia del depósito y su nombre,
espalda de la hormiga, sería el inmediato y pero ¿cómo traerlo al treceno cielo, para que
principal alimento de los nuevos hombres, el no faltase?
t1aolli. Penetró en el depósito que contenía Acto seguido, quiso responder el dios a la
gran cantidad de mazorcas. Allí había maíz interrogación. Tomó unos cordeles y se lanzó,
para mucha gente, para mucho tiempo , sin sin acompañante alguno, hasta el lugar que
contar con que cocido au mentaría de volumen había conocido gracias a la hormiga colorada.
y que sembrado y cosechado se multiplicaría Llegó, lio cuidadosamente el cerro. Con parte
por un ciento. por un [:antli. cuatrociemou. de las cuerdas. mécatl, form ó una especie de
e mido por el recuerdo del llanto de lo carQ'uero. mecapalli y se lo puso en la frente.
Quetzalcóatl
Trató entonces de levantarlo, pero le fue impo- gándose. Cuando acabó de abrirse se habían
sible. Varias veces lo intentó inútilmente. ¡El formado dos alas que, partiendo de los brazos,
cerro formaba una sola pieza con el suelo! se comunicaban con las piernas. Acabando su
Volvióse a ver a los dioses y a consultar qué formación, quedó a la vista un cuerpo compa-
haría. Encontrando que ya Oxomoco había rativamente pequeño y una cabecita vulpina,
hecho uso de su arte adivinatoria con granos de ojillos vivaces y boca dentada con agudos
de maíz y ayudada por las oraciones de su colmillos, que abría grandemente como para
esposo Cipactonal, auguró que había que des- atrapar insectos. El nuevo ser, en seguida reci-
baratar el cerro a palos y que sólo N anáhuatl, bió por nombre: tzinacantli, murciélago.
El Buboso, había de desgranar las mazorcas Torpemente pretendió andar e intentó vo-
con un palo. Oído ésto, el comisionado fue a lar, pero únicamente pudo arrastrarse hasta el
ejecutar lo dicho. Destrozó el cerro y desgranó borde de un precipicio, desde donde se dejó
las mazorcas con increíble destreza y pronti- caer y aleteando voló con ligereza, haciendo
tud. Quedó entonces al descubierto el maíz círculos como si fuese un pájaro, que de nin-
blanco, el negro, el amarillo, el colorado y el guna manera lo era. Era mamífero, con pelo
azul, y cosa inesperada, allí estaba guardado en su cuerpo, un oído de gran percepción y lo
también el frijol, etl, los bledos o alegría, más extraordinario, un dispositivo misterioso
huauhtli, la chía, chian y otra especie de ésta, que hacía las veces de radar.
llamada michihuauhtli. Se había alejado mucho del sitio en que
De manera que el Tonacatépetl, era en había sido creado y ese agudo sentido le hizo
efecto el granero, la troje de los mantenimien- virar y volar en línea recta hacia donde el dios
tos, de las semillas secas que habían de forta- lo requería. Aún en el espacio, escuchó el
lecer al hombre. mandato del dios del viento:
Una orden secreta apercibió a los tlaloque, -¡Anda hasta donde está la diosa Xochi-
que debían acudir al lugar en que lucía el maíz quétzal. Esperas a que duerma y cuando lo
por sus colores variados, y revoloteando como haga, has de arrancar de un mordisco la par-
parvadas de pájaros, dando al cielo aspecto de tecita de mi madre y la traerás aquí!
arcoiris destrozado, se movieron los agentes de El animal fue sin titubeos directamente al
Tláloc, como para derramar las lluvias; mas Omeyocan, se ocultó entre las ramas de un
esta vez era para arrebatar las semillas, los árbol, durmió un poco, colgado de una de
alimentos. ¿A dónde los llevaron? Tal vez a su ellas, y al despertar esperó a que la hermosa
morada. Dejando tan sólo en este sitio, la base deidad de las flores durmiera. Cautelosamen-
del cerro, trozos de su material y uno que otro te se acercó a ella e hizo lo encomendado.
grano, como si hubiesen ejecutado la fiesta Regresó cuanto más raudo pudo y puso en las
anual Ochpaniztli, Barrimiento, bajo el influjo manos de su creador la prenda de la diosa
y la mirada de .la diosa Chicomecóatl, protec- madre. El numen la puso en la jícara policroma
tora de los mantenimientos en general. con que se bañara y reverentemente la enjuagó
una y otra vez, regando el agua sobre el suelo.
Cada gota se volvió una mata y cada mata se
Quetzalcóatl, creador del murcielago cuajó de flores. Eran las flores modestas, las
y las flores silvestres silvestres, que ostentaron colores variados,
pero SIn aroma.
e na curiosa leyenda, al parecer tlahuica, refie- El quiróptero, no se dice por orden de
re que un día Quetzalcóatl se bañaba en su quién, aunque debió ser del mismo Quetzal-
cielo. Su epidermis sentía placer al contacto cóatl, llevó la carne divina al Mictlan, tal vez
del agua, que con una jícara, xicalli, hacía caer como cosa muerta para sepultarla. Se lanzó a
sobre sí, una y otra vez. De pronto, al pasar sus la atmósfera, traspuso los cielos y al cruzar los
manos divinas sobre su cuerpo, brotó de sí el aires fue visto con espanto por los pájaros en
líquido de la vida, que fue a caer en una piedra, vuelo, por los posados en los árboles y aun
que quedó cubierta con una capa de barniz desde los nidos, ya que velozmente cruzaba
mate, bajo la cual se notaron unas membranas entre las ramas sin tocar nada, sin que lo
y unos huesecillos que formaban brazos v uñas detuYiera nada. Sobre todo, les espantaban sus
agudas en cada rll'-, a de la piel que iba desple- alas con garras en los extremos delanteros.
17"8
Quetzalcóatl
179
Quetzalcóatl
1W¡
Quetzalcóatl
47/43. Pedestal conmemorativo de la muerte de Quetzalcóatl. tran los brazos, con las cabezas de los húmeros descarnados,
Consta de dos cuerpos sobrepuestos: el inferior cilíndrico y el yen seguida quedan las piernas; en el lugar opuesto a la cabeza.
superior ligeramente cónico, invertido. En esta porción se La parte cilíndrica está profusamente decorada con diversos
encuentra, en relieve, la cabeza de Quetzalcóatl con el pelo motivos relacionados con la deidad. (Civilización mexícatl.
ensortijado, como el que presentan varios dioses conectados Ciudad de México. Basalto. Dimensiones: alto: 0.35 m, diáme-
con la muerte, el rostro enjuto, los ojos entrecerrados, la boca tro: 0.65 m. Museo Nacional de Antropología, México, núm.
abierta y las orejeras de disco con pendiente, epcololli nacochtli, de cat.: 24-7.)
distintivas del numen. A ambos lados de la cabeza se encuen-
habla de una criatura suya, existente sin haber Océlotl, Uno Jaguar, a Matlactli omey Miquiztli,
tenido madre, que se arrojó al fuego y salió Trece Muerte.
convertido en el Quinto Sol. 17. REGENTE SECUNDARIO DE LA TRECENA.
12. MORADA. El décimo cielo superior. Tercera, acompañando a Tepeyolohtli. Esta
13. REGIÓN CARDINAL. El Oeste. trecena abarca los días Ce Mázatli, Uno Vena-
14. SIGNO ASOCIADO. Ehécatl, Viento, segun- do, a Matlactl omey Quiáhuitl, Trece Lluvia.
do de los signos diurnos. 18. FESTIVIDADES EN LA VEINTENA. Tecuilhui-
15. DÍAS FESTIVOS. El primero de la quinta tontli, Pequeña Fiesta de los Señores. En ella
trecena del tonalpohualli, Ce Ácatl, Uno Caña, había una ceremonia en el juego de pelota en
de mal sino para los nacidos en esa fecha, que el dios figuraba como uno de los cuatro
pues el pronóstico indicaba que todo lo obte- patrones del mismo; los otros tres acompañan-
nido se lo llevaría el viento; para evitarlo, se tes eran Centéotl, Ixtliltzin e Ilamatecuhtli,
transfería la imposición del nombre de la según la lámina 27 del Códice Borbónico.
criatura para el día Chicome Quiáhuitl, Siete 20. SEÑOR DEL DÍA, TONALTECUHTLI, EN LOS
Lluvia. DÍAS. Novenos de cada una de las veinte trece-
Trecena: nas del tonalpohualli, aunque bajo el aspecto
Ce Cuauhtli, Uno Águila, de la 5ª del dios del viento, Ehécatl, por lo que aparece
Ce Ehécatl, Uno Viento, de la 18ª con la máscara bucal que lo caracteriza.
Ce Océlotl, Uno Jaguar, de la 2ª 22 . PATRÓN DEL. Establecimiento religioso
Ce Olin, Uno Movimiento, de la 13ª conocido como calmécac, hilera de casas, en
Chicome Cóatl, Siete Caña, de la 3ª que se formaban los futuros sacerdotes y se
Chiconahui Cóatl, Nueve Caña, de la 3ª educaba la juventud noble.
Chiconahui Ehécatl, Nueve Viento, de la 2ª 23. ADORADO ENTRE. Los zapo teca, huasteca,
ChicueJ Mázatl, Ocho Venado de la 4ª xochimilca, tepaneca, nonoalca, tlatepozca, mizqui-
.\lacuil Malinalli, Cinco Hierba, de la 17ª teca y los cholulteca, cuyo centro se extendía
.\lacuil Xóchitl, Cinco Flor, de la 16ª alrededor de la gran pirámide. Y aun entre los
.\latlactli Olin, Diez Movimiento, de la 20ª pipiles de Guatemala y El Salvador.
Sahui Ehécatl, Cuatro Viento, de la 7ª 24. TEMPLOS. Son escasos, teniéndose en
Sahui Olin, Cuatro MO\'imiento, de la 2ª cuenta que era uno de los grandes dioses. En
México, frente a las escalinatas del Templo
16. REG~1E P~CIPAL DE LA TRECENA. Se- Mayor de Huitzilopochtli y Tláloc~ a poca dis-
gunda del tonalpohualli., que abarca los días Ce tancia se ele\'aba uno, con las características
181
Quetzalcóatl
comunes a los adoratorios de este dios: circu- con franjas amarillo-ocre, rayado negro, y
lar, de pocos cuerpos de altura y con techo corte redondo en los extremos. También se
cónico. Con estas mismas características se encuentran simplemente blancas o rojas, y
encontraron otros en Tlatelolco, Coixtlahuaca otras blancas de extremos rojos, y una que
y Cholula. otra decorada con plumas, llamándose en
25. SACERDOTES. Con el nombre de quequet- este caso ihuiyacamáxtlatl.
zalcoa, se designa a lo~ oficiantes consagrados Paño de caderas. Blanco, con franjas de
al culto particular de la deidad. color, tzinilpilli tentlapalli.
27. DEVOTOS. En particular, los mercade- Manto. De red, áyatl, que tiene como
res, que lo invocaban bajo su advocación de adorno unas ataduras de cuero rojo.
Yacatecuhtli (núm. 52) y los que elaboraban Manípulos. Rojos, por lo que pueden
pulque, adorándolo como Patécatl (núm. 49). considerarse de cuero, dando una vuelta
28. OBJETOS DEL CULTO. Vasijas, braseros, sobre la muñeca y dejando pendientes los
púas de maguey, punzones de hueso y bolsas extremos.
de copal. 38. CALZADO. Sandalias blancas, íztac cactli,
29. PRÁCTICAS RELIGIOSAS sostenidas por correas de cuero rojo o por una
Penitencias. Autosacrificio de las partes cinta de jade. Algunas ocasiones aparece des-
usuales, con púas de maguey y punzones calzo.
de hueso; los cuales ensangrentados, eran 39. ADORNOS
ofrecidos ante la deidad. Capitales. Le es característico un moño
Ofrendas. Bolas de hule, oltelolohtli, blanco, con cuatro bandas laterales, amari-
para quemarse, ornamentadas con plumas llas, en los extremos redondas, y decoradas
o papeles, y frutos en general. con pequeñas rayas negras paralelas.
30. COLOR PECULIAR. Blanco. Sobre este adorno suele llevar el cuezal-
31. DISTINTIVOS CARACTERÍSTICOS. El gorro huitóncatl, consistente en un disco o un
cónico y los extremos de sus adornos cortados semicírculo, con bandas de colores, y en la
en redondo. orilla una negra, que se dice está formada
32. COLOR DEL CABELLO. En los códices del de plumas de cuervo, de la que salen largas
grupo mexicano es amarillo, y en los del Bor- plumas de guacamayo, el símbolo de la
gia negro, en ocasiones con los extremos de noche, yohualli; un punzón de hueso, ómitl,
color amarillo. Esto último pudiera provenir del que sale una corriente de sangre pre-
de que su cabellera era originalmente amarilla ciosa, chalchiueztli; largas plumas de quet-
y por su carácter sacerdotal se la teñía de zal y por último, el gorro cónico a veces de
negro. piel de jaguar, ocelocopilli, o cónico trunca-
33. PEINADO. Pelo largo sobre la espalda, y do, de dos colores, azul y rojo.
fleco. En algunas representaciones tiene dos Frontales. Como tal, tiene la caracterís-
mechones sobre la frente. tica venda ondulada, con una gran turque-
34. DECORADOS FACIALES. Hay imágenes sa como adorno, o también una venda de
con el rostro totalmente pintado de negro; cuero rojo con joyas incrustadas y cabeza
otras con una banda amarilla central, pasando de coxolitli, faisán, al frente.
por la frente y nariz hasta la barbilla y las partes Nasales. Nariguera de jade en forma de
laterales negras, rojas o azules. Frecuentemen- barra, chalchiuhyacámitl.
te complementa la decoración una puntiaguda Auriculares. Orejera de turquesa, xiuh-
barba negra, amarilla o blanca. nacochtli, con pendiente de concha recorta-
35. DECORADO CORPORAL. Negro, que de- da, a la que se le llama epcololli; también
nota su carácter sacerdotal. presenta orejeras de jade, chalchiunacochtli
37. VESTIDURAS y de cristal de roca, de forma tubular.
Camisa. Blanca, íztac xicolli, en las figu- Del cuello. Collar de piel de jaguar, oce-
ras 47/7, 47/8 Y 47/9; cuando aparece locózcatl, con colmillos o caracolitos pen-
como hechicero lleva una túnica talar raya- dientes. También suele llevarlo de cuero
da en blanco y rojo, con un holán blanco rojo, con incrustaciones de turquesa con
cubriéndole los tobillos. cascabeles de oro en la orilla, xiulzcózcatl.
Faja de entrepiernas. Blanca. decorada Pectorales. De concha marina secciona-
182
da, conocida como anáhuatl, sostenida por
largas tiras de cuero rojo.
Del brazo. Brazaletes de papel, amaPán-
catl, que dan tres vueltas alrededor del
brazo, con dos anchas y largas bandas pen-
dientes, al parecer de piel, adornadas en los
extremos con plumas. Brazalete en forma
de diadema de turquesa, con una tira de
cuero rojo que sobresale por ambos lados,
dando la impresión de no ser la que sujeta
este adorno.
Del antebrazo. Pulseras de forma extra-
ña en las primeras imágenes de este dios;
47/ 44. Ministro de Quetza lcóatl que encabeza la danza en la
también las tiene de cuero rojo con incrus- veintena Etzalcualiztli, Comida de Etzalli , efectuada por los
taciones de turquesa y cascabeles de oro, o sacerdotes del dios. (Borb. p. 26.)
solamente de turquesa con cascabeles de
oro.
De la pierna. Ajorcas de diversos mate-
riales y formas: de jade, chalchiuhcotzéhuatl;
de papel y de lámina de oro, estas últimas
con cascabeles del mismo material.
Dorsales. Hacia la cintura lleva un disco,
a veces representado por un semicírculo,
del que suelen sobresalir cabezas de aves.
En ocasiones, sólo quedan visibles las ban-
das colgantes decoradas de diversas mane-
ras o simplemente blancas.
40. ARMAS. Lanzadardos, átlatl, con sus va-
ras arrojadizas y su escudo característico, ehe-
cacózcatl chimalli, llamado así por la figura del
caracol cortado que presenta al centro y es
47/ 45. Un sacerdote, con los arreos de Quetzalcóatl, lo repre·
símbolo del viento. senta en la festividad de la atadura del ciclo de 52 años, cuando
41. OBJETOS MANUALES. Especie de cetro se sacaba el Fuego Nuevo. Para alimentarlo, lleva un haz de
curvo semejante al extremo superior de un maderos hasta el templo donde había un gran brasero, del cual
báculo episcopal, aunque de longitud reduci- los sacerdotes de los barrios tomaban lumbre para llevarla a
sus templos y que el pueblo a su vez lo to mara para e ncender
da. A veces· con travesaño, como si fuese sus hogares. Dicha celebración se e fe ctuaba en la veintena
lanzadardos. En ocasiones es totalmente ne- Panquetzaliztli, la cual estaba dedicada al dios Huitzilopochtli.
g ro y en otras tiene circulitos blancos que (Borb. p. 34.)
representan estrellas, todo lo cual semeja una
constelación.
42. AsIENTOS. Semiesféricos, cubiertos con
piel de jaguar en las imágenes del grupo Bor-
gia; algunos son una especie de taburetes con
patas de cortes escalonados.
43. BmUOGRAFÍA PARTICULAR DE LA DEIDAD
.-\costa, 1960, pp. 371 , 441 , 575, 579, 580.
Ah'arado, 1949, p. 43 .
.-\nónimo r. (HMP) , 1941, pp . 209, 210, 213,
214, 21 6, 21 9, 23l.
Beyer, 1965, t. X, pp. 8, 9, 10, 21 , 22, 23, 24,
47/ 46. Juntamente con el resto de los representantes de los
25, 29, 44, 46,47, 48, 55, 70, 71 , 113, 115 dioses, el de Q uerzalcóatl se hacía presente en la fiesta de la
116. 117, 178.180, 181.202.218, 222, 236. veintena T ítíil. cuando se celebraba a la d iosa Ilamatecuhtli,
2 6 ¡ . 2 68. 2¡2.2¡5 . 2¡ 8 .2¡ 9 .2 86 .2 9 ¡.2 9~. eñora ' l eja. (Borb. p. 36.
183
Quetzalcóatl
305,330,331,332,333,334,335,336,370, 239,244,290,295,296,297,299,308,309,
381,394,402,435,436,437,438,442,443, 310,311,312,325,326,327,335,352,386,
454,455,457,458,471,472,473,475,488. 474,498,523,629,632,636,638, 644; t. 11,
Hernández, 1945, pp. 22, 25, 103, 118, 120, pp. 15, 19, 30, 35, 51, 276, 277, 281, 282,
121,135,143,145,165,169,171,179,180, 288, 304, 385, 386; t. 111, pp. 18, 20, 22, 35,
185, 197. 42; 1956, t. 1, pp. 45, 278, 279.
León-Portilla, 1956, pp. 13, 22, 76, 103, 104, Seler, "Mito y religión de los antiguos mexica-
105,106,113,114,116,117,126,134,175, nos. "
184,192,198,235; 1958, pp. 117, 155, 157. ----,1963, t. 1, pp. 21, 22, 65, 67, 73, 82, 83,
Krickeberg, 1961, pp. 46,72,95,96, 126, 128 90,113, 114, 132, 139, 147, 148, 149, 155,
yss., 135, 142, 146, 146, 172, 178, 193, 195, 160,182,183,212,215,224,225,227,234,
209,210,217,218,229,250,284,295,305, 244,264,265; t. 11, pp. 9,10,11,14,16,18,
322, 329, 340. 19, 20, 22, 23, 24, 25, 26, 30-33,43,45,46,
Mendieta, 1945, t. 1, pp. 88, 89, 92, 98, 99, 100, 47,55,58,59,61,70,88,90,91,108,130,
106, 113, 160, 16l. 131, 137-140, 141, 156, 164, 176-178, 182,
Muñoz Camargo, 1948, pp. 21, 22, 53, 316, 193,217,227,238,240,245,246.
317,319. Serna, 1892, pp. 346, 351,354, 355,359, 392,
Paso y Troncoso, 1899, pp. 65, 66, 67, 68, 72, 393,426,439,445,446,447.
74,76,93,95,105,115,116,117,118,120, Soustelle, 1959-1960, pp. 14, 17,21,22,25,26,
121,154,161,191,192,214,216,217,218, 27,28,29,30,32,33,37,53,55,56,59,61,
248,254,266,308,342,356,361. 67,68,69,77,80,84,85,87,88,90,97,102,
Pomar, 1941, pp. 17, 22. 115,121,125,126,171,175,185,200,221,
Ramírez, 1853, pp. 101, 105, 106, 107, 156, 230,338.
161,162,219,247,290,291. Torquemada, 1943, t. 1, pp. 161, 2 209, 1 255,
Robelo, 1908, t. V, p. 47; 1911, p. 399; 1951, p. 2 282, 2; 380. 2; 382. 2; 440.1; t. 11, pp. 20.
226. 1; 20.2; 47.2; 28.1; 48.2; 49.2; 50.1; 5l.2;
Sahagún, 1938, t. 1, pp. 17,49,63,68,69,84, 52.1; 79.2; 80.1; 22l.2; 288.1; 290.1; 29l.1;
113,215,262,267,268,269,270,275,278, 35l.1; 447.l.
279,280,281,282,294,295,298,299,303, Vaillant, 1960, pp. 51, 52, 54, 55, 62, 75, 131,
319,350; t. 11, pp. 68, 90,114,163,195,197, 146,148,151,159,160,162,164,165,171,
198,212,218,219,220,225,259,263,274, 176.
277,290: t. 111, pp. 110, 111, 114, 115, 120, Veytia, 1944, pp. 31,110,115,116, 117, 119,
134; t. IV, pp. 26, 29, 31, 37, 38,46,47, 115, 121, 123, 125, 127, 128, 129, 131, 132, 133,
119, 137, 138, 139; t. V, pp. 85,93; 1946, t. 134, 135, 136, 137, 138, 139, 141, 142, 143,
1, pp. 20,23,24,37,57,61, 78,84,96,126, 166,171,210,255,256,287,328,340,341.
184
Ehécatl
185
Ehécatl
que él formaba; la cabeza con el gorro de piel diestra lo llevara. Su brillo fue menguando en
manchada de jaguar, en cuyo vértice se dete- el trayecto para convertirse en negrura, pero
nía el ojo en la oscuridad o sea la noche que antes , en su desesperación al sentir su de-
él gobernaba. El impacto del zarpazo lo detu- rrumbe, su impotencia, quiso destruir a la
vo en su viaje luminoso al llegar al cenit y lo generación que él había alumbrado, dejar la
precipitó tierra abajo; no obstante, en su m e- tie rra sin hombres que adorar an a su herma-
teórico d esce nso lo ro d eab a el resplandor d e no riva l y ord e nó a los ehecatontin, vienteci-
r ayos d e luz y reflejos de jade, la cegado r a llos , cread os por él para su serv icio, que todos
lu minosidad de so l p o r última Yez. ' -a que su a un tiempo so plaran desde los cuatro rum-
cetro no le había sido útil. aunque en la bos. chocasen. se enlazaran unos con otro
Ehécatl
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Ehécatl
48/2. Como regente único de la segunda trecena del tonalPo- 48/ 3. Como regente que domina en la segunda trecena, los
hualli. (Ríos lám. 17.) días del Uno Jaguar, Ce Océlotl, a Trece Muerte, Matlactli omey
Miquiztli. (Tel\. fo\. 8v.)
48/ 4. Como uno de los Señores del 48/ 5. Como Señor del Día, Tonalte- 48/ 6. Como uno de los Señores del
Día, Tonalteuctin, en el día Nueve Águi- cuhtli, en el día Nueve Lluvia, Chicona- Día, Tonalteuctin, en el día Nueve Águi-
la, Chiconahui Cuauhtli, de la tercera hui Quiáhuitl, en la decimoprimera tre- la de Collar, Chiconahui Cozcacuauhtli,
trecena. (Borb. p. 3.) cena. (Borb. p. 11.) de la vigésima trecena. (Borb. p. 20.)
48/ 8. Noveno en el grupo de los tre.ce 48/ 9. Como Señor del Día, nove no de
48/ 7. El noveno de los trece Señores Señores del Díd, Tonalteuctin, en el d ía la serie de lrece Tonalteuctin, en el día
del Día, Tonalteuctin, en el día :-.Iue\"e :\ue\'e Llu\'ia, Chiconahui Quiáhuit~ en ueve Aguila de Collar, Chiconahui
Aguila, Chicanahui Cual¡}¡tl~ en la ler- la decimoprimera trecena. (T. de Aub. Co:cacuauhtl~ en la trecena vigésima.
cera trecena (T. de .-\ub. p. 3. ) p _ 11. T. de .-\ub. p. 20,)
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en la huida hacia los impenetrables bosques cueva, protegidos por las rocas que formaban
donde los daños no eran tan graves. Por bóveda, se encontraban salvos.
dichos dones, algunos seres humanos de la Los dioses no tendrían que formar nuevos
segunda edad pasaron a ser monos, gracias al seres humanos o prodigar su sangre para dar
dios del viento. vida a una nueva humanidad, como lo hizo
El despoblamiento concluyó, la oscuridad más tarde Quetzalcóatl. En esa cueva estaban
fue bajando a la tierra como neblina, la luz de los gérmenes de la vida, de esas dos raíces,
Ehécatl se había extinguido, como si el último brotaría una nueva milpa de hombres que
brasero de un templo se hubiera apagado en tratarían de dejar sus raíces y moverse para
una noche víspera de fin de ciclo; el silencio se repoblar todas las regiones de la tierra bajo un
hizo igual al que se guarda en el Mictlan. Los nuevo sol, el Quiauhtonatiuh, Sol de Lluvia.
vientos habían terminado su soplo de muerte Tanta desgracia, tal desolación, sucedió al
mientras un hombre y una mujer, al borde o terminar la segunda edad o era del mundo
casi dentro de las fauces de la üerra en una mesoamericano. que fue llamada Sol de Aire,
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Ehécatl
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~ 48/17.
Este,
Uno de los cuatro sostenes del cielo. En la región del
(Borg. p. 51.)
Tlapcopa.
193
Ehécatl
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48/20. El dios en una nueva serie de veinte dioses patronos de 48/ 21. Regente del cuarto periodo de Venus (como Estrella
otros tantos signos. Esta vez tiene como asociado al signo Calli, de la Mañana), primera serie. Signo inicial Ácatl, Caña. Región
Casa, tercero de la serie. (Borg. p. 23.) del Este. (Borg. p. 16.)
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48/ 23. Ehécatl y Mictlantecuhtli apoyados el uno contra el otro les ve sobre la tierra, representada por la cara fantástica del
por las espaldas, como expresando la oposición existente entre monstruo terrestre. Dos columnas laterales comprenden los
ambos; el uno es dios de la vida y el otro de la muerte. Aquí se veinte signos de los días . (Borg. p. 56.)
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48/ 34. Representado por una cabeza con la máscara del 48/ 35. En esta escultura sólo viste máxtlatl y está calzado con
viento, ehecaxayácatl,. con gorro cónico truncado y el cuerpo sandalias, cactli. El brazo derecho está levantado hacia el
transformado en una serpiente. Lleva o tiene sobrepuesta una antebrazo, con la mano formando un hueco, como para em-
bandera de papel, amapámitl, símbolo de sacrificio, que tiene puñar el cetro curvo, chicoahcolli, u otro objeto simbólico. Se
el asta labrada con una cara fantástica compuesta por un ojo le reconoce como Ehécatl por la máscara bucal propia de esta
de muerto y una boca dentada, rematada por una borla de deidad, en parte rota. El rostro conserva pintura roja y el
plumón . Seler la interpreta como la entrada del dios a la región cuerpo negra. Fue descubierta en el templo redondo de Ca-
superior, el cielo oriental, donde están las almas de los guerreo lixtlahuaca por el arqueólogo José Carda Payón, en 1937.
ros muertos en combate o en la piedra del sacrificio, morado- Nótanse varias uniones, pues se encontró fragmentada . (Civi-
res de la casa del sol. (Borg. p. 45.) lización mexícatl, Calixtlahuaca, Estado de México. Dimensio-
nes: alto, 1.75 m; sin incluir el zoclo; ancho, 0.55 m. Museo
Regional de Toluca, Estado de México.)
JJO
Ehécatl
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Ehécatl
se advierte el abanico de la nuca, tla- liuhqui, con los colores negro, rojo y blan-
quechPányotl. co. Al frente suele tener como ornato una
Entre la cabellera y la venda, lleva pun- joya, a veces en forma de cabeza de ave.
zones de hueso, mazorcas, jades, etcétera. Nasales. Nariguera de barra, de piedra ver-
Frontales. Venda blanca ondulada, con de, chalchiuyacámitl, adherida a la máscara.
un jade al frente y correas rojas anudadas Auriculares. Orejeras de materiales y
a los lados. En el Códice Borgia parece ser formas diversas; predomina el pendiente
una diadema de lámina de oro adornada de forma especial, llamado epcololli, o tam-
con dibujos de grecas escalonadas, seme- bién tzicoliuhqui nacochtll~ orejera (con pen-
jante a la decoración de las jícaras. xicalco- diente) torcido.
202
Ehécatl
48/39. Figurilla de barro del dios 48/40. Figurilla del dios del vien-
Ehécatl con alto tocado cónico re- to semejante a la anterior. (Civili-
matado con una esfera y otro zación mexícatl, Procedencia: Va-
adorno lateral derecho; venda on- lle de México. Material: barro.
dulada, orejeras de disco, máscara Museo Nacional de Antropología,
bucal y sobre el pecho el ehecacóz- México. Núm. de cat. 11-57.)
catl, collar del viento, que es un
pectoral figurando un caracol
cortado. Bajo los brazos tiene per-
foraciones para colgarse y al fren-
te una rotura que afecta a la pierna
derecha. (Civilización mexícatl,
Procedencia: Valle de México.
~Iuseo Nacional de Antropología,
~Iéxico. Núm. de cat. 11-58.)
203
Ehécatl
48/44. Está tocado con un gorro comco con depresiones 48/45. Sentado con las piernas apoyadas contra el pecho y los
laterales, y la cara semicubierta con tosca máscara bucal. En el brazos cruzados sobre aquéllas. Tiene gorro cónico de poca
pecho tiene un agujero. (Civilización mexícatl, Material: lava altura, adornado con una venda ondulada. Su máscara bucal
andesítica. Dimensiones: alto, 0.47 m; ancho, 0.15 m; espesor, es saliente y plana en la parte inferior. Lo adornan orejeras con
0.23 m. Museo Nacional de Antropología, México. Núm. de colgajo torcido y un aditamento posterior semejante al abanico
cal. 24-261.) de papel, tlaquechpányotl. (Civilización mexícatl, Material: lava
andesítica. Dimensiones: alto, 0.35 m; ancho, 0.22 m; espesor,
0.21 m. Museo Nacional de Antropología, México. Núm. de
cato 24-260.)
Del cuello. Collar (de piel) de jaguar, collar del viento, consistente en una sección
ocelocózcatl, de corte redondo, en ocasiones de caracol formada por dos cortes trans-
con colgajos de caracoles, colmillos o cuen- versales del mismo, sujetos por correas de
tas de oro; y otros formados con placas de cuero rojo o cintas azules y amarillas.
concha con otras plaquitas ranuradas a Del brazo. En los códices Vaticano y
manera de colgajos. Féjérváry, lleva brazaletes de papel.
Se encuentran también collares comu- Del antebrazo. Pulseras de cuero rojo
nes, hechos de cuero rojo y mosaico de con incrustaciones de turquesa y con cuen-
turquesa sobrepuesto. xiuhcó:.catl. tas de oro, sartales de cuentas, perlas o de
Pectorales. El característico ehecacó:.catl. otros materiales y formas diversas.
2/}-J
Ehécatl
48/46. En posición sedente, con los pies descansando sobre 48/47. Escultura de Ehécatl a la que le faltan el brazo derecho,
una plancha que le sirve de base, y los brazos cruzados sobre las piernas y una figura humana que debió llevar a cuestas,
las rodillas. Su cabellera, lisa, no tiene ningún adorno; los ojos sostenida por un cinto ancho de fibra de maguey, especial para
están figurados con pequeñas placas de obsidiana y bajo la cargar bultos a la espalda y con el punto de sostén sobre la
nariz arranca la máscara simbólica del viento, perfectamente frente, decorado con cabezas de serpientes'\I?e la figura que
detallada. (Civilización mexícatl. Material: granito. Dimensio- tenía cargada sólo queda una mano. La media máscara que
nes: alto, 0.40 m; ancho, 0.20 m; espesor, 0.23 m. Museo cubre la parte inferior de la cara, es lo único que hace recono-
~acional de Antropología, México. Núm. de cal. 24-375.) cer al dios: (Civilización mexícatl. Material: andesita traquítica.
Dimensiones: alto, 0.52 m; ancho, 0.21 m; espesor, 0.30 m.
Museo Nacional de Antropología. Núm. de cal. 24-263.)
205
EhécatZ
48/48. Con alto tocado, al parecer cóni- 48/50. Sentado y con las manos
co; venda frontal, posiblemente ondula- sobre las rodillas, porta en la
da pero aquí expresada por barras; más- cabeza un gorro cónico y en la
cara bucal y orejeras circulares con frente venda ondulada, con
colgajos de epcololli. Sobre el pecho, un nudo adelante; máscara de pico
gran pectoral, con dibujos que podrían largo, orejeras con colgajo curvo
figurar piel de tigre y fleco, sobre éste, y sobre el pecho el collar del
el joyel del viento, ehecacózcatl. (Civiliza- viento, ehecacózcatl. (Civilización
ción mexícat~ Procedencia: Valle de Mé- mexícat~ Procedencia: Valle de
xico. Material: barro.) México. Material: barro. Museo
de Etnografía de Berlín. Colec-
ción Uhde.)
48/49. Sobre un altar con escalinata de poca altura al frente. 48/51. Figurilla del dios del viento casi idéntica a la 48/49,
Su tocado consiste en un gorro que lleva a cada lado dos discos salvo detalles insignificantes. (Civilización mexícatl. Proceden-
con círculos concéntricos; en la frente, la cinta ondulada con cia: Valle de México. Material: barro. Museo de Etnografía de
nudo central; orejeras de disco con colgajos curvos pendientes Berlín. Colección Uhde.)
a los lados de la cara, cubriendo las orejas. Lleva, además, la
máscara que le es peculiar, así como el pectoral de caracol
cortado, ehecacózcatl. En medio de las piernas entreabiertas, el
extremo delantero del máxtlatl. A su espalda, un gran disco,
en el que se observan elementos solares y jades; el círculo del
borde decorado con triángulos. (Civilización mexícatL Proce-
dencia: San Dieguito, Texcoco. Estado de ~Iéxico.)
206
Ehécatl
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48/ 54. La garra de Tezcauipoca. hecho jaguar. derribó a los árboles y no perecer. Era el fm de la segunda edad,
Ehécau. La luz que irradiara durante 676 años se la lle\·ó el Eh«atoTUltiuh. Sol de '"iemo, el día Xahui Ehécatl, Cuatro
\·iemo. Los hombres se tranSformaron en monos para asirse a Viemo. (Idea del amor: dibujó Teresa ~largarila Garda G.)
Ehécatl
las figuras 48/10 y48/15. En las figuras 48/13 do un báculo labrado como serpiente y ador-
y 48/14, el adorno central es una especie de nado con joyas y papeles.
cruz maltesa; en la figura 48/30, sostiene con 42. AsIENTOS. A veces se le ve sobre un
la mano derecha un átlatl, lanzadardos y en la asiento semiesférico, cubierto con piel de ja-
izquierda su correspondiente arma arrojadiza. guar. En otra ocasión, en un teoicpalli, asiento
41. OBJETOS MANUALES. A veces porta en la divino, con respaldo y soportes escalonados,
diestra el cetro curvo estrellado, chicoahcolli decorado con franjas y discos de oro y jade.
cicitlallo, que en algunos casos aparece negro, 43. BIBLIOGRAFÍA PARTICULAR DE LA DEIDAD
adornado con discos blancos que representan Alvarado Tezozómoc, 1949, p. 83.
estrellas sobre el fondo oscuro de la noche, y Beyer, 1969, t. XI, p. 604.
papeles envolviendo la parte inferior del puño. Caso, 1936,pp. 17, 18,22; 1953,pp.35,37,48.
Como Quetzalcóatl representa al sacerdo- Clavijero, 1844, p. 173.
cio, se le suele ver en la primera representación Durán, 1951, t. 11, pp. 208, 209, 286.
con un incensario, tlemáitl, despidiendo volu- Garibay, 1958, pp. 108, 117, 118, 120, 123.
tas de humo y sosteniendo en la mano izquier- Krickeberg, 1961, p. 137.
da una bolsa para copal, copalxiquipilli; además León-Portilla, 1958, p. 156.
de los conocidos objetos utilizados en el auto- Paso y Troncoso, 1899, pp. 85, 93.
sacrificio: el punzón de hueso, ómitl, la púa de Robelo, 1908, t. IV, p. 43; 1911, p. 187; 1951,
maguey, huitztli. Y en la imagen 48/32, el p.113.
objeto de ofrenda es una bola de hule, oltelo- Sahagún, 1938, t. 11, p. 259.
lohtli, materia que era quemada en braseros Seler, "Mito y religión de los antiguos mexica-
rituales; además, un abanico, ehecacehuaztli. nos."
Solamente en la figura 48/24, se le ve sujetan- Vaillant, 1960, pp. 149, 165, 173.
209
49/1. Patécatl, El de la Región de la Medicina, regente único
de la decimoprimera trecena del tonalpohualli, que abarca los
días Uno Mono a Trece Casa. (Borb. p. 11.)
210
Patécatl
NTRE LAS deidades de la bebida superficie del mundo, donde unidos se muda-
tonificante y embriagante, el octli, ron en un árbol con doble rama. Una hermosa
destaca el dios Patécatl, en primer y florida a quien llamó Xochicuáhuitl, Árbol de
lugar porque es uno de los dioses las Flores, y la otra de carácter varonil, que se
creadores, puesto que es un desdo- autollamó Quetzalhuéxotl, Huejote Precioso.
blamiento de Quetzalcóatl. Esto se Pero de pronto llegó la vieja Tzitzímitl, que era
observa claramente por los atavíos que porta, guardiana de la joven y con ella otras muchas
semejantes a los del numen del viento, como tzitzimime, todas seres espantosos, y la joven
la blanca venda ondulada que con correas rojas Xochicuáhuitl, por temor o espanto se despren-
ciñe su cabeza, el punzón de hueso enflorado, dió del árbol pretendiendo huir. Pero fue atra-
en una de cuyas flores liba un pájaro de plumas pada por las garras de su guardiana, destroza-
preciosas, quetzaltótotl; el cetro curvo estrella- da y comida sin misericordia. Todo sucedió
do, chicoahcolli cicitlallo, en la mano diestra, y intempestivamente, sin que el dios tuviera
en la izquierda el escudo circular de campo tiempo para intervenir, y de igual manera
negro y orilla roja y negra con el collar del ascendieron las tzitzimime a su lugar de habita-
viento, ehecacózcatl, por blasón: su más caracte- ción. Los restos óseos de la joven quedaron
rístico distintivo, porque representa el viento, dispersos; el dios se aproximó a recogerlos,
que suele manifestarse en remolinos. hizo un hoyo y allí los depositó. Sus lágrimas
Como numen del vino autóctono, lleva su cayeron sobre el entierro y una planta robusta
pintura facial negra en la mitad delantera; en fue emergiendo con hojas verdiazules muy
las secciones laterales inmediatas a las orejas, grandes hacia la periferia, empequeñeciéndo-
roja, con pequeñas pintas almendradas de co- se hacia el centro, donde quedó un cuerpo
lor ocre; en las extremidades superior e infe- macizo que absorbió el llanto del dios y que
rior del lado .derecho, roja, y negra en las del ahora se transforma en el dulce aguamiel. Este
izquierdo; la nariguera de luna, yacametztli, que líquido es suave, meloso, simple o fermentado
suele llevar color de oro; la chaquetilla, xicolli; con el auxilio de la medicina del pulque, ocpa-
el máxtlatl cuyos extremos están decorados con tli. Fue el regalo divino que resultó de la inmo-
crecientes lunares, sobre el fondo que predo- lación de una joven diosa. Los beneficios que
mina en las vestiduras de los dioses del pulque la planta prodiga son múltiples, puesto que
y el collar de hierba suelta, chayahuacózcatl. cuanto la forma es material utilizable en muy
En segundo lugar, porque el mismo Quet- diversos empleos.
zalcóatl, por otro nombre Patécatl, intervino La libación de este licor estuvo sujeta a
directamente en la existencia de la planta del leyes que fomentaban la continencia, porque
agave. Él fue a solicitar la colaboración de una no todo mundo podía beber hasta saciarse,
virgen moradora del segundo cielo para que sino que se proporcionaba gradualmente al
descendiese a la tierra a dar vida, alegría y niño, al hombre y al anciano. Una de sus
energía a los humanos, mediante un líquido limitaciones era que no se podía tomar más de
capaz de alegrar, enardecer, tonificar y nutrir. cuatro jícaras, xicalli, porque con la quinta la
El dios en forma de viento la llevó hasta la moderación desaparecía y el estado de ebrie-
211
(l e - . O!p G 'S!q 1 6l>
1 'Ó ·q.Joa ) 'Op ~.I1;Slp
Palécatl
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Patécall
49/ 4. El dios de la medicina como regente de la decimoprime- 49/ 5. "Este era otro de los qua trocientos. q los yndios llamavan
ra trecena del to nalpohualli, cuenta de los días. (Tell. fol. 15v.) dioses del vino . y delos borrachos poctegatl. por q era como
medicina aellos este vino". (Magl. fol. 53.)
49/ 8. Patrono del decimoprimer signo de los días Malinalli, 49/9. Patrocinando el decimoprimer signo diurno, Hierba
hierba torcida, protegiendo, o ejerciendo influencia sobre el torcida, Malinalli, protegiendo o ejerciendo influencia sobre
g uerrero de la orden de los Coyotes. (Val. p. 31.) el guerrero, próximo al sacrificio, de la orden de los Coyotpr.
(Val. p. 90.)
216
Patécatl
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en la 49/ 7 es completamente blanco. En la cuero rojo (49/ 1), y doble venda frontal
49/11 es blanco, con franjas y extremos blanca con puntos rojos, en cuyo frente se
rojos y el último, es blanco simplemente. ve una pequeña cabecita, tal vez humana,
Paño de caderas. Lienzo blanco o de por tener la misma decoración facial del
color turquesa, con orilla de colores, tzinil- dios.
pilli tantlapalli. Nasales. Nariguera de luna, yacametztli;
Mantos: Capita de piel, 49/ 6; manto de la figura 49/ 9 la tiene en forma de barra.
algodón, 40/ 10. Auriculares. Orejera de corte trapezoi-
38. CALZADO. Sandalias blancas con co- dal, con cuentas de jade; u orejeras de disco
rreas rojas, íztac cactli. de turquesa, con colgajo de forma curva y
39. ADORNOS signo de alegría, epcololli, o de rayo, 49/ 11.
Capitales. Corona formada con nume- Del cuello. Collar de varios hilos de
rosas plumas de garza, más plumas verdes cuentas azules, rojas y blancas, con casca-
y rojas alternadas. Bajo estos plumajes, sue- beles de oro, o caracolitos marinos.
le verse el moño peculiar de Quetzalcóatl, Pectorales. Una especie de guirnalda
de cuatro extremos largos cortados en re- que cuelga del cuello sobre el pecho y llega
dondo, con color ocre. De éste sale un cerca del muslo, con papel goteado y anu-
punzón de hueso decorado, del que brota dado con cintas. La figura 49/ 5 tiene un
una corriente de sangre terminada en un disco de oro, teocuitlacomalli. El primer
chalchihuite.; o bien, adornado con flores adorno, que se supone sea de hierba, es
y un ave pendiente de una de éstas. La llamado chayahuacózcatl. Las figuras 49/ 6
figura 49/ 6 presenta una corona a manera y 49/ 7 tienen un adorno huasteco, del que
de xihuitzolli, diadema real, formada de piel se ignora el nombre y significado, sobre un
blanca, y la 49/ 8, de mosaico de turquesa, gran collar de turquesas. Otras tienen un
ambas con una cabecita al frente; la 49/ 10, cuchillo de pedernal como adorno.
corona de plumas recortadas, posiblemen- Del brazo. Únicamente la figura 49/ 12
te de águila. tiene una pequeña cinta anudada, de color
Otras imágenes presentan el gorro có- rojo, que sostiene un brazalete de tur-
nico característico de Quetzalcóatl. quesa.
Abanico de papel plegado blanco, de- Del antebrazo. Pulseras de color de jade
corado con franjas hechas con goteado de y rayas que parecen indicar cuentas tubula-
hule y largas tiras colgadas. Como remate res, chalchiuhmacuechtli (49/ 1); pulseras de
ostenta un adorno de plumas negras y rojas turquesa con cuentas o cascabeles de oro,
del ave cuezalli, sobresalientes, cuezalhuitón- o simples cintas verdes anudadas a la mu-
catl. ñeca.
Frontales. Venda de algodón ondulada De la pierna. Ajorcas de material seme-
. blanca, sujeta a los lados por una tira de jante al de las pulseras o de piel de jaguar
Patécatl
con bandas rojas en los bordes y con cuen- y decorados con dibujos semejantes a peque-
tas o cascabeles de oro en la orilla. ñas herraduras. En la figura 49/2 tiene un par
Dorsales. El tezcacuitlapilli, espejo de la de púas de maguey, yen la 49/12 una púa de
cola, representado por medio disco de co- maguey y un punzón de hueso.
lor azul y cintas colgantes, o también por 42. AsIENTOS. Suelen ser de dos tipos; el
una cabecita de ave, posiblemente faisán, conocido como teoicpalli, asiento divino, con
coxolitli. respaldo y piel de jaguar en el asiento, yel otro
40. ARMAS. Escudo circular negro, con la tipo, el de taburete con o sin piel de jaguar.
periferia dividida en secciones rojas y negras; 43. BIBLIOGRAFÍA PARTICULAR DE LA DEIDAD
en el centro se ve el simbólico caracol cortado Caso, 1953, p. 69.
que representa al viento. Flocadura de plumas León-Portilla, 1958, pp. 88, 89, 96, 97.
negras y rojas; a este escudo se le da el nombre Paso y Troncoso, 1899, pp. 73, 152, 186, 192,
de ehecailacacozcayo chimalli, escudo con el co- 193,356.
llar (pectoral) torcido del viento. Robelo, 1908, AMN, t. V, p. 23.
41. OBJETOS MANUALES. Una hacha de man- - , 1911, p. 373.
go curvo, con un pedernal teñido de rojo en - , 1951, p. 212.
su parte superior, y el puño adornado con Sahagún, 1938, t. 1, pp. 52, 73; t. 111, p. 139.
papeles blancos; o bien, el bastón curvo, negro - , 1946, t. 1, pp. 64, 89; t. 11, p. 310.
y estrellado de Quetzalcóatl, el chicoahcolli ci- Seler, 1963, t. 1, pp. 339, 340; t. 11, pp. 244, 245,
citlallo, con papeles pintados de rojo y negro, 246,247.
219
50/ 1. Tlahuizcalpantecuhtli, El Señor de la Aurora, regente de
la novena trecena del tonalpohualli, en los días Ce Cóatl a
Matlactli omey Olin, acompañando a Xiuhtecuhtli. (Borb. p. 9.)
220
Tlahuizcalpantecuhtli
L OJO DE LUZ que refulge muy cerca nencias de la tierra, según se ven en la banda
de la aurora, que aparenta parpa- inferior de la Piedra de Tizoc yen algunos trazos
dear en la última oscuridad de la del monstruo de la tierra. Pero los dibujos de
noche, que despidiendo saetas lu- que se trata suelen tener una línea que sigue
minosas hace la primera luz en la forma exterior, o sea un trazo menor dentro
ciertos días del año y se hace invi- de la pieza amigdaloide, por lo que se diferen-
sible en otros, es lo que ahora conocemos cian. Además, no puede adjudicarse una signi-
como el planeta Venus, y el náhuatl antiguo ficación terrestre a una deidad estelar.
llamó Huey Citlalin, Estrella Grande o Citlal- Otro distintivo de Tlahuizcalpantecuhtli,
pul, Estrellota; una transformación o aparición en los códices del grupo Borgia, es la decora-
del dios Quetzalcóatl como Tlahuizcalpante- ción del rostro, consistente en cinco puntos o
cuhtli, Señor del Alba, de la Aurora, de la discos blancos distribuidos por la frente, la
Alborada. nariz, las mejillas y el mentón. Decoración que
Existe parentesco, dependencia o alguna se ha dado en llamar quincunce por el número
liga entre Quetzalcóatl y Tlahuizcalpantecuh- de puntos de que consta, mas no revela su
tli. La presencia de algunos elementos de sus significado. El que sean discos, aunque gran-
indumentarias los acerca o afina, como es el des, comparados con los que rodean la pintura
plumaje o divisa, conocido como cuezalhuitán- negra a manera de antifaz de otros códices,
fatl, consistente en varios semicírculos concén- hace casi seguro que representen estrellas; que
tricos de plumas de colores, y el de la periferia, sean cinco, puede atribuirse a que son cinco
de alisadas plumas de cuervo, caca lo íhuitl, de los signos que determinan el nombre de los
las que sobresalen rígidas plumas rojas de años venusinos. Los signos elegidos entre los
guacamayo, cuezalli. veinte de la serie del tonalpohualli, son: el pri-
Una venda frontal roja, que ostenta varias mero, el quinto, el noveno, el decimotercero y
piezas de forma semicircular en la base y aguda el decimoséptimo; es decir, Lagarto, Serpien-
en la parte superior, calificadas como de forma te, Agua, Caña y Movimiento. Quedan como
almendrada o amigdaloide, es el distintivo más intercalares: Viento, Casa y Lagartija; Muerte,
característico del dios Estrella Matutina. Diría- Venado y Conejo; Perro, Mono y Hierba; Ja-
se que representan destellos de ornato en una guar, Águila y Águila de Collar, y Pedernal,
corona con picos. En el Códice Borbónico son Lluvia y Flor. Aquellos estaban bajo el dominio
totalmente blancos, y en el Borgia la mitad del dios, manifestándose con diversos aspectos
inferior es blanca y la superior teñida de rojo en cada uno de los cinco periodos; en la repre-
y, en algunos casos, semeja escurrimientos o sentación con el signo CiPactli (fig. 50/17)
hilos de sangre. De estos aditamentos y de la tiene la cara cubierta por una máscara amena-
\"enda, no ha sido posible acertar con el signi- zadora de cráneo, con los cinco puntos blancos
ficado, pues su forma es distinta del oyohualli sobre fondo negro, como estrellas en cielo
y por tanto, no hay que tomarlas como expre- nocturno. Valiéndose de un lanzadardos,
sión de alegría. Por su corte exterior se aseme- átlatl, impulsa su arma arrojadiza, que hiere a
jan a los dibujos representativos de las promi- la diosa de las aguas, de los mares y la tierra,
221
Tlahllizcalpantecllhtli
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50 1 b~ DruO'd?~:do::~!:"/O =:::;;.-
Tlahuizcalpantecuhtli
50/ 2. Regente secundario de la novena trecena del tonalpohua- 50/3. Regente secundario de la trecena novena. (Tell. fol 14v.)
lli, acompañando al dios del fuego, Xiuhtecuhtli. (T. de Aub.
p.9.)
~
el caracol que flota en el líquido, están san-
grando.
El dios que rige los periodos siguientes, los
que llevan elsigno Cóatl, lleva máscara de búho
que cubre parte de su cara, dejando ver los
puntos estrellas en la frente y el mentón; con
ayuda de un átlatl dispara el dardo hacia el dios
de las montañas, las cuevas y la noche, Tezca-
tli poca.
Los terceros periodos, los del signo Atl,
llevan a su patrono con la cabeza oculta por
una máscara que representa la cabeza de un
perro, ataca a los campos del dios del maíz,
Centéotl, y las sementeras, que sin el auxilio
del numen se ven plagadas de gusanos. que
deyoran los frutos. Debió ser esta plaga uno de
los efectos nocivos de los rayos del astro cente-
lleante.
Los cuartos periodos, de signo Ácatl, pre-
eman al dios con máscara de conejo, quedan-
do visibles dos de los pumos estrellas que 50/ 4. Regente secundario de la novena trecena. (Ríos lám. 31 .)
Tlahuizcalpantecuhtli
(l
50/ 5. Decimosegundo de los Señores 50/6. Decimosegundo de los Señores 50/7. Decimosegundo de los Señores
del Día, Tanalteuctin, en el día Doce Pe- del Día, Tanalteuc/in, en el día Doce Vien- del Día, Tanaltellctin, en el día Doce Llu-
dernal, Matlactti amame Técpatl, en la ter- to, Matlactli amame Ehécatl, de la decimo- via, Matlactli amame Qlliáhui/l de la vigé-
cera trecena del tanalpahualli. (Borb. primera trecena del tanalpahllalli. (Borb. sima trecena del tanalpahualli. (Borb.
p.3.) p. 11.) p . 20.)
'3
50/ 8. Decimosegundo de los Señores 50/9. Decimosegundo de los SeI'iores 50/10. Decimosegundo de los Señores
del Día, Tanaltellctin, en el día Doce Vien- del Día, Tanalteuctin, en el día Doce Co- del Día, Tanalteuctin, en el día Doce Llu-
to, Matlactli amame Ehécatl, de la decimo- nejo, Matlac/li amame Tachtli, de la deci- via, Matlactli amame Quiáhuitl, de la vigé-
primera trecena. (T. de Aub. p. 11.) motercera trecena del tanalpahualli. (T. sima trecena del tonalpahualli. (T. de
de Aub. p. 13.) Aub. p. 20.)
50/ 11. En la primera casilla de la serie 50/12. Con el íztac huitzitzilin como su 50/13. En la vigésima trecena del tanal-
de los trece animales alados, en la terce- disfraz, en la primera casilla de la deci- pahllalli, de la serie de los animales ala-
ra trecena del tanalpahualli, con el colibrí moprimera trecena del tanalpahllalli. (T. dos, al lado ele! colibrí blanco, como su
blanco, íztac hllitzi/zilin, su disfraz o ave de Aub. p . 11.) disfraz. (T. de Aub. p. 20.)
asociada. (T. de Aub. p. 3.)
50/ 14. En e! cielo del Este, Tonauuh Ichan. Su Casa del Sol,
con los signos: Tochtl~ XóchilL -'Ialinalli. Czut:. 50/ 15. Lno de los cuatro sostenedores del cielo, en el Oeste,
cuauhll~ octa\'Os días de! primer cuano del ;uru;l¡ CihuatlampOL Lugar de las \l ujeres. con los signos Malina/li,
ma Bonña IT_ de _-\ub. p _ 19_) arriba. \. _{miL abajo_ Borg. p. 49.
-.!
Tlahuizca lpantecuhtli
caracterizan al numen. Arremete con el po- el signo Olin, el numen cubre su cara con la
deroso dardo contra el representante del po- máscara de cráneo, y encaja y parte con la
der, los gobernantes y el asiento recubierto punta de su arma el escudo guerrero y el haz
con p iel de jaguar, que muestra huellas de la de flechas, ambos símbolos de la guerra, yao-
quemadura que la punta del arma causó en el yotl; una cabeza de águila con las puntas de las
;cpalli. plumas ornadas con cortantes cuchillos apare-
En los quimos periodos. en los que fiQUra ce ~ es una clara representación de la clase
22 -
Tlahuizcalpantecuhtli
~ 1W1B'f
50/17. La estrella, con máscara de
cráneo oscuro y con los puntos repre- 8 '
sentativos de estrellas, lo que la hace 0°
aparecer como nocturna, arroja dar- 0°
dos valiéndose de su átlatl. Aquí lanza
~
OO ,
su arma contra una diosa que se en- 00
cuentra en medio del agua, la que es O
considerada como Chalchiuhllicue. , 00
Lo acompai'ian las figuras correspon- 00000
dientes a los primeros periodos de
Venus; son trece éstos, todos llevan
como signo el Cipactli, Lagarto, y los
numerales: 1, 8, 2, 9, 3, 10, 4, 11, 5,
] 2,6, ]3, Y 7. (Borg. p. 53.)
@{j - o
00
000
~~ le""~
~o . Xii }~ ??~
~
~
00000
3
~~
0
~
~ 1/ 0°°0
re~entan el signo Cóatl, repetido tre-
t:J:0.--/
~
('lo
~
ce veces v con los numera les: 5, 12,6,
13. 1, 1, 8. 2, 9. 3. 10.4, 11 /Bon: ,
p.54.
__ 6
Tlahuizcalpantecuhtli
fg 00
~~.':
~~
50/19. El dios estrella, con máscara
de perro, itzcuintli, contra el númen
del maíz. Los terceros periodos de
Venus corresponden al signo Atl,
Agua, y los numerales son: 9, 3, 10, 4,
11, 5, 12, 6, 13, 7, 1, 8 Y 2. (Borg.
e 00 p.54.)
) (!' 00
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OG
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\ I ~~
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clava su dardo en un escudo, atrás del
cual se ve un haz de flechas; esto es
~
símbolo de la guerra, por lo que se
deduce que el ataque es contra la
casta guerrera. Los trece quintos pe-
riodos de Venus llevan el signo Olin,
y los numerales: 4, 11,5,12,6, 13,7,
1,8,2,9,3 Y 10. (Borg. p. 54.)
~
Lu~ de las ~ [ujeres. Borg. p . 76.)
,
-. ..
. ~
'.~ -
Tlahllizca IPa 11 fecllht ti
229
Tlahuizcalpantecuhtli
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Tlah u i::.calPa 11 IfCllh 1ti
Principio: Fin:
1. 1. Cipactli 12. Cuetzpalin
2. 13. Cóatl 11. Tochtli
3. 12. Atl 10. Malinalli
4. 11. Ácatl 9. Cozcacuauhtli
5. 10. Olin 8. Xóchitl
6. 9. Cipactli 7. Cuetzpalin
7. 8. Cóatl 6. Tochtli
8. 7. Atl 5. Malinalli
9. 6. Ácatl 4. Cozcacuauhtli
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50/25. Regente principal del cuarto periodo de Venus, como
13. 2. Atl 13. Malinalli Estrella de la Mañana, segunda serie. Signo inicial, Caí'!a, Áca tl,
14. 1. Ácatl 12. Cozcacuauhtli región Este. (Borg. p. 16.)
15. 13. Olin 11. Xóchitl
16. 12. Cipactli 10. Cuetzpalin
17. 11. Cóatl 9. Tochtli
18. 10. Atl 8. Malinalli
19. 9. Ácatl 7. Cozcacuauhtli
20. 8. Olin 6. Xóchitl
21. 7. Cipactli 5. Cuetzpalin
22. 6. Cóatl 4. Tochtli
23. 5. Atl 3. Malinalli
24. 4. Ácatl 2. Cozcacuauhtli
25. 3. Olin l. Xóchitl
26. 2. Cipactli 13. Cuetzpalin
27. 1. Cóatl 12. Tochtli
28. 13 Atl 11. Malinalli
29. 12. Acatl 10. Cozcacuauhtli
30. 11. Olin 9. Xóchitl
31. 10. Cipactli 8. Cuetzpalin
32. 9. Cóatl 7. Tochtli
33. 8. Atl 6. Malinalli
3-±. 7. Ácatl 5. Cozcacuauhtli
35. 6. Olin 4. Xóchitl
36. 5. Cipactli 3. Cuetzpalin
37. 4. Cóatl 2. Tochtli
38. 3. Atl l. Malinalli
39. 2. Ácatl 13. Cozcacuauhtli
40. l. Olin 12. Xóchitl
41. 13. Cipactli 11. Cuetzpalin
42. 12. Cóatl 10. Tochtli
43. 11. :-\tl 9. ~ralinalli
50/ 26. Como Estrella de la ~l a ñ a n a en el cielo del Este, donde
44. 10. Acatl Cozcacuauhtli \<in los guerreros afortunados por haber fenecido en el campo
45. 9. O lin l. Xóchül de batalla o en la piedra del sacrificio. téchcatl. (Bo rg. p. 45. )
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Tlahuizcalpantecuhtli
46. 8. Cipactli 6. Cuetzpalin El año venusino dura 224 días, ocho déci-
47. 7. Cóatl 5. Tochtli mos . Esta cuenta provino de la consideración
48. 6. Atl 4. Malinalli del tiempo de cinco periodos del planeta, di-
49. 5. Ácatl 3. Cozcacuauhtli vididos entre trece, número calendárico y di-
50. 4. Olin 2. Xóchitl vino: 584 x 5 = 2,920 + 13 = 224.8.
51. 3. Cipactli 1. Cuetzpalin El año solar cuenta trescientos sesenta y
52. 2. Cóatl 13. Tochtli cinco días, o sea dieciocho veintenas, más cin-
53 . 1. Atl 12 Malinalli co días: 18 x 20 = 360 + 5 = 365; o un tonalpo-
54. 13. Ácatl 11. Cozcacuauhtli hualli, más ocho trecenas y un día:
55. 12. Olin 10. Xóchitl 260 + 104 + 1 = 365.
56. 11. Cipactli 9. Cuetzpalin Ciclo menor. Los recorridos del planeta ma-
57. 10. Cóatl 8. Tochtli tu tino y el astro solar principian en determina-
58. 9. Atl 7. Malinalli da fecha, corren paralelos y terminan su reco-
59. 8. Ácatl 6. Cozcacuauhtli rrido en fecha igual. Cinco años venusinos:
60. 7. Olin 5. Xóchitl 584 x 5 = 2,920; ocho años solares:
61. 6. Cipactli 4. Cuetzpalin 365 x 8 = 2,920.
62. 5. Cóatl 3. Tochtli Ciclo medio. Este lapso abarca trece perio-
63. 4 . Atl 2. Malinalli dos, o sea: 584 x 13 = 7,592; en que los nume-
64. 3. Ácatl 1. Cozcacuauhtli rales de cada periodo son distintos, no así los
65 . 2. Olin 13. Xóchitl. SIgnos.
Ciclo mayor. La mitad del conjunto de perio-
Principio de un nue\'o ciclo: d os sinódicos, es decir, treinta y dos, más un
medio de ellos, hacen un total d e 18,980, can-
1. 1. Cipactli 12. Cuerzpalin tidad que coincide con la de cincuenta v d os
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50/ 28. En el segundo de los cinco periodos de Venus, con
Chalchiuhtlicue y los trece días que tienen el signo Cóatl, con
sus numerales. (Vat. p. 81.)
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50/ 29. En el tercero de los cinco periodos ele Venus, con los
trece días que llevan el signo Att. (Val. p. 82.)
na Cuando Amanece, y lo mismo es Señor de 11. PARENTESCOS. Hijo de los dioses supre-
Aquella Claridad Cuando Anochece (Torq.) mos, Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, y herma-
3. ADVOCACIÓN DE. Quetzalcóatl. no de los dioses creadores: Tlatlauhqui Tezca-
4. D ENOMINACIONES SECUNDARIAS tlipoca, Yayauhqui Tezcatlipoca y Huitzilo-
y EPÍTETOS pochtli.
Ce Ácatl, Uno Caña; Citlalpul, Estrellota; 12. MORADA. El décimo cielo.
Huey Citlalin, Estrella Grande o Gran Estrella; 13. REGIÓN CARDINAL. El Oeste.
Matlactli omey Itzcuintli, Trece Perro; Nahui 15. DÍAS FESTIVOS. Ce Ácatl, Uno Caña, de la
Acatl, Cuatro Caña; Tlahuizcalpan, En la Au- quinta trecena; Matlactli omey Itzcuintli, Trece
rora Perro, de la décima trecena, y Nahui Ácatl,
5. GRUPO DE DIOSES. Creadores. Cuatro Caña de la decimocuarta trecena.
6. DEIDAD DE. La aurora, representada por 16. REGENTE SECUNDARIO DE LA TRECENA.
la Estrella Matutina, considerada como gemela Novena, acompañando a Xiuhtecuhtli.
y complemento de la Estrella Vespertina, XÓ- 20. SEÑOR DEL DÍA. Tonaltecuhtli, en los días
lotl. decimosegundos de cada una de las 20 trece-
7. DEIDADES AFINES. Tonoami, Estrella de la nas del tonalpohualli.
Mañana, entre los huicholes de la Sierra Madre
del estado de Jalisco. En los días: De las
8. S EXO. Masculino. trecenas:
9. ORIGEN. Nacido en el año 1591 a.C., en Doce Hierba, Matlactli omome Malinalli 1ª
el más alto de los cielos. Doce Serpiente, l'v1atlactli omome Cóatl 2ª
10. REPRESLVTA. La primera luz del día. en Doce PedernaL "Ha/lactli omome Técpatl 3ª
ciertos periodos del año. Doce \lono. _\Iatlac/li omome O:..omatli 4ª
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Doce Lagartija, Matlactli omome Cuetzpalin 5ª 24. TEMPLO. El Ilhuicatitlan, Entre el Cielo.
Doce Movimiento, Matlactli omome Olin 6ª Sahagún refiere que era un adoratorio en que se
Doce Perro, Matlactli omome Itzcuintli 7ª elevaba una gruesa columna con techo de paja,
Doce Casa, Matlactli omome Calli 8ª en donde estaba pintada la Estrella Matutina.
Doce Águila d.e Collar, Matlactli omome 25. SACERDOTES. Los quequetzalcoa, minis-
Cozcacuauhtli 9ª tros del dios Quetzalcóatl, eran los encargados
Doce Agua, Matlactli omome Atl 10ª del ceremonial de Tlahuizcalpantecuhtli.
Doce Viento, Matlactli omome Ehécatl 11 ª 27. DEVOTOS. Los nacidos en el decimose-
Doce Águila, Matlactli omome Cuauhtli 12ª gundo día de cada una de las trecenas .
Doce Conejo, Matlactli omome Tochtli 13ª 29. PRÁCTICAS RELIGIOSAS
Doce Lagarto, Matlactli omome CiPactli 14ª Sacrificios. Se inmolaban varios cauti-
Doce Jaguar, Matlactli omome Océlotl 15ª vos cada año, cuando ocurría la aparición
Doce Venado, Matlactli omome Mázatl 16ª de la Estrella Matutina.
Doce Flor, Matlactli omome Xóchitl 17ª Ayunos. Los días Diez Jaguar, Matlactli
Doce Caña, Matlactli omome Á catl 18ª Océlotl; Once Águila, Matlactli once Cuauh-
Doce Muerte, Matlactli omome Miquiztli 19ª tli; Doce Águila de Collar, Matlactli omome
Doce Llmia, Matlactli omome Quiáhuitl 20ª Cozcacuauhtli, y Trece Movimiento, Matlac-
21. ANIMALES ALADOS. El íztac huitzitzilin, tli omey Olin, pertenecientes a la novena
colibrí bla nco, representativo o disfraz del trecena.
dios. Ofrendas. Animales y frutos de la tierra.
23. ADORADO L'\'. Tod o el m undo m esoame- Símbolo. El de la guerra, compuesto por
ncano . una corriente de agua ~. una faja de tierra
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Tlahuizcalpantecuhtli
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50/ 32. Uno de los cuatro sostenes del cielo, el Oeste, Cihua-
tlampa, Lugar de las Mujeres . Con el signo Malinalli en el cielo.
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50/ 33. Como regente del cuarto periodo de Venus como
Estrella de la Mañana. Segunda serie . Día inicial Caña, Ácatl.
(Val. p. 19.) Región Este. (Val. p . 37.)
encendida, atl tlachinolli, agua y cosa que- no, teoicpalli, sobre el que se ve una serie de
mada. En la figura 50/ 1, los dos elementos borlas de plumón (símbolos de sacrificio),
se ven separados. Destacan ciertos detalles: un vaso de las águilas, cuauhxicalli, con
en la corriente de agua hay un dardo que corazones humanos, un hueso, una púa de
aclara la traducción de arrojar dardos; la maguey y una caii.a para sorber sangre,
faja de tierra parte de abaj o del dios y se pia:ili. Estos obj etos coronan el símbolo:
p rolo nQ"a hasta rematar en un asiemo di\"i- acrificio de Q"uerra, la proyeedo ra de san-
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50/38. En el segundo de los cinco periodos de Venus, como
dios de la muerte que arroja sus dardos contra la deidad de)
agua, Chalchiuhtlicue, que se encuentra enfrente con aspecto
de muerta. Lo acompañan los cuatro signos de los días: Cóatl,
Miquiztli, Mázatl, y Tochtli. (Cospi p . 9.)
negro se notan rayados de rojo y blanco en rostro cubierto con máscaras de cráneo, deco-
brazos y piernas, o incluso en el cuerpo entero, radas con cuchillos blancos ensangrentados en
como los conocidos huahuantin, rayados, de- la parte superior, a manera de narigueras;
coración aplicada a las víctimas que luchaban otras son en forma de perros, de águilas y de
antes de morir contra varios guerreros, en el coneJos.
temalácatl, disco de piedra. 37. VESTIDURAS
37. DISFRAZ . .\ lgunas imá!!enes tienen el Faja de entrepiernas. Con o sin decora-
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50/ 40. En el cuarto de los cinco periodos de Venus, como dios
de la muerte, disparando sus dardos y atravesando un sol que
está sobre el asiento, icpalli. Con los signos diurnos: Ácatl,
Odiol/, Cuaulztli y Cozcacuaulztli. (Cospi p. 10.)
ciones; blancas simplemente o con bandas de los códices, y con dibujos de rombos y
de colores paralelas a los bordes. En las fleco en el Borgia.
figuras 50/ 15 y 50/ 16, esta prenda se de- 38. CALZADO. Sandalias blancas, ízlac cactli,
nomina ihl.liyacamáxtlat~ por estar elabora- sujetas con correas rojas o color de jade.
da con mosaico de plumas de colores y 39. ADORNOS
lleyar como fleco largas plumas de águila. Capitales. Sobre la venda frontal, resal-
Paño de caderas. Blanco en la ma'·oria ta un plumaje consistente en un semicírcu-
239
Tlahuizcalpantecuhtli
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lo de plumas negras de cuervo, de las que central rojo; en otros casos, una serie de
destacan dobles plumas rojas de guacama- cuchillos blancos con puntas ensangrenta-
yo aisladas, cuezalhuitóncatl. Saliendo del das completan este adorno. La imagen
centro de este plumaje, hay manojos de 50/ 15, tiene una toca de piel, adornada
plumas rojas, blancas, amarillas y verdes, con borlitas de plumón.
en secciones. Al final de ellas hay otra Nasales. Se notan dos clases de narigue-
sección semejante a la primera y, como ras; la conocida de Quetzalcóatl, de barra,
remate, un gran manojo de plumas de chalchiuhnacochtli, y otra con forma de ha-
quetzal. cha, en color blanco.
En el Tonalámatl de Aubin, exclusiva- Auriculares. Orejeras de jade con plu-
mente, en lugar del adorno anterior se mas rojas pendientes (50/ 1); de turquesa,
destaca un símbolo de atl tlachinolli, agua y con o sin colgajos de papel blanco, tel1ido
cosa quemada, compuesto por una corrien- en la mitad superior de rojo o con tiras de
te de ese líquido y una faja de tierra, en algodón sin hilar (50/ 14 y 50/ 15). Las
cuyo extremo se ve una llama. Propiamente figuras 50/ 22 y 50/ 32 tienen orejeras de
debería ser una mariposa de fuego, tlepaPá- cristal de roca.
loll. Pectorales. En la mayoría de las repre-
Tras la venda frontal, lleva un mOl1O sentaciones, se le ve portar el anillo de
blanco con secciones ocre. Este mOl1O tiene concha anáhuatl, sostenido por una cinta
dobles extremos semejantes a los de Quet- roja de cuero; en la figura 50/ 22 es un
zalcóatl, aunque con las puntas terminadas collar del viento, ehecacózcall, yen la 50/35
en un corte recto, adornadas con pequel1as el pectoral tiene forma de mariposa.
borlas de plumón y largas plumas de quet- Del brazo. Brazaletes de papel, con o sin
zal. Una sola imagen, la 50/ 22, lleva el extremos colgantes.
ímbolo de la oscuridad sobre el moi'ío, Del antebrazo. Pulseras formadas por
como es frecuente en las imágenes de Quet- tiras de piel blanca, con cuentas o cascabe-
zalcóatl, detalle que co nfirma su id entidad les de oro o tiras colgantes de cuero rojo,
con es te dios. que parecen ser la base del adorno y servir
Frontales. \ 'enda roja con adorno como ataduras.
amü!daloides o disco, btancoscon circulo De la pierna. En el Códice Borbónico
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Tlahuizcalpantecuhtli
(como Señor del Día) presenta anchas tiras Krickeberg, 1961, pp. 140,225.
de cuero rojo con incrustaciones de turque- Paso y Troncoso, 1899, pp. 66, 71, 244, 248,
sa y cascabeles de oro, y en la imagen del 356, 366, 368.
dios como patrono secundario de la nove- Robelo, 1908, A.M.N., t. V, p. 263.
na trecena, carece de ajorcas. En cambio, - , 1951,p. 343.
en los códices Tonalámatl de Aubin, Telle- Sahagún, 1938, t. 1, p. 329; t. V, p. 83.
riano y Ríos, luce como tales largas tiras de - , 1946, t. 1, pp. 20, 362.
piel blanca que dan dos vueltas alrededor -,1956, t. 1, p. 339.
de la pierna, dejando pendientes los extre- Seler, 1963, t. 1, pp. 139, 187-91, 194, 195,202,
mos y, en el grupo Borgia, pequeñas tiras 204212,219,264,265, t. 11, pp. 14,22,23,
de piel, a veces con cascabeles de oro. 41,52,53,106,114-28,193-6,205,238,240,
Dorsales. En las primeras representa- 243,253.
ciones aparece en sustitución del tezcacui- - - , "Mito y religión de los antiguos mexica-
tlaPilli un ornamento semejante, pero más nos. "
arriba de la espalda, a la altura de la nuca, - - , 1900-1901, (Estudio al Tonalámatl de la
consistente en un disco de cuyo centro colección Aubin, en alemán.)
emerge una cabeza de ave o un cráneo Serna, 1982,pp.317,410.
humano. Soustelle, 1959-1960, pp. 21, 30, 37, 38, 40, 64,
También se le ve portar una especie de 83,84.
capita de piel, con largas plumas negras, Vaillant, 1960, p. 174.
como fleco.
En otras imágenes tiene espejos de cola, 50/42. Tallado en el costado izquierdo elel Teocalli de la Guerra
tezcacuitlapilli, de diversas formas, como Sagrada, en la parte delantera cercana a la escalinata. Se le
reconoce por la venda ornamentada con figuras de corte
cabezas de aves o simples medios discos
amigdaloide. Su cara está descarnada, aunque este aspecto no
con sus correspondientes extremos de plu- es muy frecuente en esta deidad. (Civilización mexícatl. Proce-
mas o papel. dencia: cimientos del torreón sur del Palacio Nacional, encon-
40. ARMAS. Lanzadardos, átlat~ en las figu- trado a fines de julio de 1926. Recibido en el Museo el 13 de
agosto del mismo año. Material: basalto. Dimensiones: alto,
ras 50/14, 50/17, 50/26, Y de la 50/27 a 1.23 m; ancho, 0.915 m; espesor, 0.99 m. Museo Nacional de
50/31, y 50/36. Dardos y escudos con fleco en Antropología, México. Núm. de cat. 24-806.)
las figuras 50/14, 50/17, 50/23, 50/26 Yde la
50/37 a la 50/41. Únicamente dardos en las
figuras 50/27 a 50/31, y la 50/36.
41. OBJETOS MANUALES. Empuña unas ban-
deras blancas como complemento de la expre-
sión guerrera del dios; en la figura 50/24
blande un hacha, con la que ha tronchado un
árbol.
42. AsIENTOS. Aparece sedente sobre ricos
asientos de madera tallada, adornados con
filos de oro y cuentas de jade y turquesa,
teoicpalli, y en otros asientos o taburetes peque-
ños, recubiertos con piel de jaguar.
43. BIBUOGRAFÍA PARTICULAR DE LA DEIDAD
Beyer, 1965, t. X, pp. 10, 23, 24, 25, 240, 252,
278,293,308,321,374,383,488.
-,1969, t. XI, pp. 120,258,606.
Caso, 1927,pp. 23,24,27,30,323,36,46,49,
62,63.
- , 1936, pp. 18,23.
-,1953,pp.37,53.
241
51/1. Xólotl, Doble o Monstruo, regente principal de la trece-
na decimosexta del tonalpohualli, que comienza en Ce Cozca-
cuauhtli y termina en Matlactli omey Tochtli. (Borb. p. 16.)
242
Xólotl
243
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Xólotl
51/ 2. Regente principal de la trecena decimosexta del tonalpo- 51/3. Como regente principal de la trecena decimosexta,
hualli, en los días: Uno Águila de Collar a Trece Conejo. (T. de gobernaba en los días Ce Cozcacuauhtli a Matlactli omey Tochtli,
Aub. p. 16.) Uno Águila de Collar a Trece Conejo. (Ríos lám. 45.)
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que se inicia en el día Ce Coua-
cuauhtli y termina en Matlactli
omey Tochtli. (Borg. p. 65.)
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51. 13. Patrono del decimoséptimo o diurno, ~lo\·imien· 51 14. Patrono del decimoséptimo signo diurno, Otin. Segun·
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Xólotl
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de cañones y barrancas dibujados en la piel de
o o o o~. sus dominios.
Por su astucia, valor y bien decir, entre sus
51/17. Guardián de la regió n del Esle, Tlapcopa.. por donde hermanos, destacaba uno a quien llamaban
ale la IUL Acompañado de Xochiquéu.al. (Féj. p. 23. Xólotl, y a quien encomendaron la empresa de
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51/ 18. Indicado como guardián de una de las cinco regiones
del mundo. Días Nueve Caña, Siete Viento, Siete Lagartija y
ueve Serpiente., (Féj. p. 12.)
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51/19. Sentado en un taburete decorado cQn huesos y dando
la espalda a Mictlantecuhtli, con quien comparte el asiento.
(Laud p, 11.)
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Xólotl
254
Xólotl
51/26. Cabeza colosal de Xólotl, vigorosamente tallada, con demuestra que no se trata de un simple perro. (Civilización:
profundas arrugas sobre la frente e inmediatas al hocico, que, mexícatl. Procedencia: calle de la Escalerillas, hoy Guatemala.
entreabierto, muestra dientes y colmillos. En la orejera del lado Andesita. Alto, 0.44 m; ancho, 0.55 m; largo, 0.71 m. Museo
derecho tiene un disco con pendiente de epcololl~ lo que Nacional de Antropología, México. Núm. de cat. 24-128.)
Macuil Xóchitl, Cinco Flor, de la decimosexta Penitencias. En ciertas noches, sus de-
trecena votos debían punzarse el cuerpo con púas
Matlactli Olin, Diez Movimiento, de la vigésima de maguey y ofrendar su sangre.
trecena y Ofrendas. Se advierte en el Códice Bor-
Nahui Olin, Cuatro Movimiento, de la segunda bónico un cajete con carne de aves y vena-
trecena del tonalpohualli. do, chiles, vasija con pulque, copal, haces
16. REGENTE PRINCIPAL DE LA TRECENA. Deci- de flechas y un collar de madera, cuauhcóz-
mosexta, en que aparece acompañando al Sol. catl, objeto que se colocaba al cuello de los
18. FESTIVIDADES EN LA VEINTENA. Etzalcua- esclavos para evitar su fuga. En el Xoloteo-
liztli, Comida de etzalli (maíz y frijol). El Códice pan se ofrendaban perrillos, xoloitzcuintli.
Borbónico presenta una escena en que este Ayunos. Los días Diez Jaguar, Matlactli
dios aparece como bastonero o dirigente de Océlotl; Once Águila, Matlactli once Cuauh-
una danza en honor de Quetzalcóatl. tli; Doce Águila de Collar, Matlactli omome
23. ADORADO ENTRE. Los otomíes, tepaneca Cozcacuauhtli, y Trece Movimiento, Matlac-
y tlatelolca. tli omey Olin, todos ellos de la novena trece-
24. TEMPLOS. El Xoloco, En Donde Está na del tonalpohualli.
Xólotl, citado en la bifurcación de las calzadas 30. COLOR PECULIAR. Blanco.
de México, Coyoacán e Iztapalapa. Este lugar 31. DISTINTIVOS CARACTERÍSTICOS. Su na-
era una fortificación a la vez que el punto hualli o disfraz de perro.
cardinal Sur. Otro, era el Xoloteopan, Templo 34. DECORADO FACIAL. Negro, con pintura
de Xólotl, en Tlaxcala. de una mano blanca sobre la boca y, en algunas
25. SACERDOTES. Los mismos que atendían representaciones, como hechicero, azul y roja
el culto de Quetzalcóatl. por mitad (51/18 y 51/22).
28. OBJETOS DEL CULTO. Punzones de hueso, 35. DECORADO CORPORAL. Negro (Códice
ómitl; cajetes para ofrendas, teocáxitl; bolsas Borgia); azul, o azul y rojo (Códices Féjérváry
para copal, copalxiquiPilli; braseros diyinos, y Cospi).
teotlecuill~ etcétera. 37. DISFRAZ. Completo de perro, o simple-
29. PRÁcnCAS RELIGIOSAS mente la máscara de este animal.
255
Xólotl
256
Xólotl
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52/ 1. Yacatecuhtli, Señor Nariz, dios del comercio, vestido con
lujoso manto de red que revela la condición de desahogo yaún
riqueza del gremio; un peinado de guerrero de alta jerarquía
conocido por temílot~ columna de piedra, sluetado con el
quetzalpiloni, manojo de plumas ricas, un escudo con (decora-
ción) torcida de jícara, xicalcoliuhqui chimalli y su báculo de
caminante. (Matr. est. vII-g .)
258
Yacatecuht1i
L COMERCIO, pujante varias veces tortas, después de recogerlos de las orillas del
en los pueblos de diversas culturas, lago con las manos; peces, ajolotes y ranas que
moría con ellas, para renacer, flo- atrapaban con las manos o con redes rudimen-
recer y sucumbir nuevamente. Tal tarias; uno que otro conejo vivo, caído en
fue el proceso del comercio mexica- trampas o aprisionado gracias a la habilidad
tenóchcatl en la pequeña isla de su de piernas y manos del cazador; una o más aves
refugio, de su propiedad por honrosa conquis- de vuelo, caídas por la flecha o la fisga. En fin,
ta a sangre y flechas. cosas baladíes que, llevadas a cuestas por los
Más que el afán de comercio, fue la necesi- más resistentes nadadores, iban a trocarse por
dad, la pobreza, la carencia de casi todo, lo que lo más indispensable: maderas para hacer ca-
los impelió a moverse fuera del lugar en que noas, trajineras, puentes, y por utensilios de
la profecía se había cumplido, fuera de la tierra caza para reponer los perdidos en la persecu-
en cuyo centro habían visto un manantial her- ción.
moso de aguas coloridas, con peces y batracios y había que ver la energía, la resistencia y
juguetones, una roca y en medio, erguido, el el esfuerzo desplegados por nadadores que
nopal sobre el que las garras de un águila se hacían avanzar o arrastrar sobre las aguas la
encajaban para sostener su cuerpo arrogante, tabla, la viga o el tronco logrados por su ven-
que airosa desplegaba las alas y con el pico y dimia, para convertirlos en objetos de trans-
la otra pata, aprisionab~ una serpiente. porte, que habrían de servir para llevar mayo-
Los viejos yjóvenes fundadores de la futura res cantidades de sus productos y traer a su isla,
nación vieron la escena con ojos videntes. La desde más lejanos lugares, cuanto les hacía
roca, la tierra mexícatl que se extendería hasta falta, que era casi todo. El tiempo, la tenacidad
los mares; el nopal cargado de frutos que no y la astucia los hizo ir agrandando el volumen
eran tunas sino corazones humanos, símbolo y la variedad de las materias de trueque, y
de los pueblos que habrían de surgir o anexar- ensanchar las distancias para tratar con más
se al Estado, para hacer grande y casi único el gente, vender con más ganancia, en menos
poderío mexicano; el águila simboliza al Esta- tiempo y allegar a su pueblo y a su hogar la
do bajo cuya protección habrían de vivir los alfarería tan necesaria: la olla, cómitl; el disco
pueblos, pendiente del pico de ésta y afianzado de barro para echar tortillas, comalli; el cánta-
con la garra, el símbolo de la guerra, el atl-tla- ro, el jarro, el plato o el cajete, cáxitl; o bien,
chinolli, compuesto por un río que serpentea y los núcleos de obsidiana para sacarles navajas,
se entrelaza con una faja de tierra que se cuchillos o puntas de proyectiles; piedras ade-
quema, que arde. cuadas para hacer el metate, métlatl y el metla-
En el año Dos Casa, Ome Calli, 1325 d.C., pilli, o las especiales, más duras, para labrar
se inició el traficar de los mexica. Principió muy éstos. Y lo más importante, las piedras para
pobre, muy triste, muy fatigoso. ¿Su mercade- edificar el primer templo a su dios guía, forta-
ría?, manojos de hierbas arrancadas al suelo y lecedor y prometf'dor de grandezas: Huitzilo-
sustraídas a su hambre; ahuauhtli, bledos del pochtli.
agua, cascarón del mosco axayácatl, hechos Con los años, el raquítico comercio se hizo
259
Yacatecuhtli
pujante, esplendoroso, con varios mercados, templos, mercados, palacios, almacenes de ar-
tianquiztli, en la isla y muchos fuera de ella. Tan mas, puentes y abastos, para medir la resisten-
grandes y abastecidos como no los había habi- cia a un ataque o sitio; la capacidad política de
do antes y sin rival entonces, con mercaderías sus gobernantes, para calcular una de sus po-
tan variadas y raras, mexica y extranjeras. Lo sibles dominaciones pacíficas, todo esto, en
mismo se encontraba el oro laminado, fundido ocasiones, costaba la vida a los comerciantes-
o en tejuelos; las joyas de chalchíhuitl de todos espías, nahual oztomeca.
tonos y formas; la cerámica fina, policromada, La profesión de mercader no era fácil ni
de lujo, traída desde muy lejos; las plumas de exenta de vicisitudes, aunque sí prometedora
quetzaltótotl, quecholli y huitzitzilin, las obras de y aun encumbradora del que salía con vida de
arte, hechas con el mismo material, deslum- la aventura. Aventura de meses y hasta de años,
bradoras tanto por el brillo de sus materiales de riesgo entre bosques y ríos, contra fieras y
como por el primor empleado por sus creado- fantasmas, porque la maleza escondía garras y
res, los amanteca. Contrastando con esto, en las colmillos, graznidos y silbos de todas clases.
afueras del mercado admirable se veían los Ruidos aterradores, apariciones sobrenatura-
tendidos de cal, arcilla, sal, tierras de colores les que paralizaban cerebros y miembros, la
y cosas más viles, como el abono de proceden- sangre y la vida.
cia humana. La parte sentimental también ponía su do-
En torno al gran mercado de Tlaltelolco, sis de amargura y de veneno en los que siendo
las canoas de todas dimensiones formaban un invencibles en las batallas y peritos en las com-
espectáculo lleno de actividad, de fiebre mer- pras, inquebrantables ante lo real o lo sobre-
cantil, de movimiento. Las embarcaciones, natural, no podían por las noches atrapar el
desde las lentas por grandes y cargadas, hasta sueño, abandonarse a la inconsciencia, no obs-
las chalupas ágiles, entremetidas, llegaban y se tante el cansancio físico por las marchas forza-
iban casi siempre con carga, para dispersarse das, la sed o el hambre, si las provisiones
después de cruzar los claros de los puentes de llegaban a desaparecer. Dominándolo todo,
las calzadas que ligaban la gran isla, la gran presenciaba a la amada envuelta entre nubes
Tenochtitlan, con la tierra firme que la circun- de distancia, en ropaje de recuerdos. Dudas
daba, casi toda ella sometida, excepto la culta por su vida, su salud; recordando a los hijos
ciudad de Tetzcoco y la aliada Tlacopan. Algu- oía sus gritos y risas, veía sus travesuras y
nas llegaban a ocultarse en las casas aledañas lloros, pero no los podía tocar, consolar o reñir.
o a alejarse tomando los caminos de agua, las Tal vez esos recuerdos eran presagios, nunca
llanuras líquidas, hacia Tetzcoco, Iztapalapa y gratos, sino causantes de pena; veía la vida
Coyohuacan. dejada en la ciudad o el pueblo, su casa, sus
No sólo había comerciantes en las ciudades cosas, su perro triste cuando él no estaba,
y en los tianquiztli, también los había ambulan- festivo cuando corría por campos, impregna-
tes, más no porque anduviesen vendiendo por do de juventud, de despreocupaciones, de ale-
calles y plazas, pues tenían que hacerlo en los gría, de libertad. Otras noches en su camino
sitios señalados, donde hubiera vigilancia,jue- furtivo, evitando caminos buenos y veredas,
ces dictaminadores de lo conveniente o incon- iba entre riscos para eludir encuentros que
veniente para que hubiera honestidad en el delataran la expedición; ojos inquietos viendo
precio, medida y calidad. Ambulantes pueden los peligros, adivinando los precipicios, las
llamarse a los que emprendían viajes en cara- malas hierbas, los pasos fáciles y midiendo
vanas más o menos numerosas, según los pla- confiado las distancias dejadas atrás, las faltan-
nes y distancias de los puntos comerciales, y tes por recorrer, caminando sobre su plano
los había que a la vez eran militares porque mental hacia el reino lejano, en que encontra-
habían de llegar a pueblos hostiles, por lo que ría los objetos más raros, más finos, más valio-
tenían que disfrazar su nacionalidady el objeto sos, las plumas que escaseaban por otros rum-
secreto que el señor de su Estado les encomen- bos, las pieles que los potentados arrebataban
daba: conocer la potencialidad militar y econó- a cualquier precio, las semillas de plantas des-
mica de los pueblos, su riqueza explotable, la conocidas, que harían asombro entre los botá-
calidad de sus hombres, la topografía de sus nicos o los señores de gusto refinado. Veía y
dominios y la situación de las edificaciones, hacía los trueques ventajosos y, de antemano
260
Yacatecuhtli
til estaba de regreso a las entradas de la ciudad un triunfo más del hombre unido al hombre,
de Tenochtitlan. Todo había pasado; riesgos, el dinero manejado sabiamente, del valor y
fatigas, desvelos, hambres, desalientos, astu- sacrificio trocado en bienestar, satisfacción y
cias, descubrimientos de pueblos y ciudades, riquezas no para uno solo sino para todos,
levantamiento de planos, cálculos de pobla- desde el jefe hasta el mocillo atrevido que ya
ción, lucha y huidas, éxitos mercantiles, adqui- regresaba hombre y sobre todo, comerciante.
siciones insospechadas; los cargamentos de El descanso no empezaba luego en el inte-
plumas ricas, de pielecillas disecadas con plu- rior de la casona. Unos se ocupaban en el
majes multicolores, delicados y brillantes; ricos cuidadoso desempaque y otros en seleccionar
vestidos bordados, telas, joyas, vasijas. En dos lo exhibible, designar cuándo habían de ser los
palabras: lo útil y lo superfluo. Ya habían convites. El amo, nombrando comisiones que
gastado las mil seiscientas cargas de mantas fuesen a Tlaltelolco, Tlacopan, Coyohuacan,
comerciales, cuachtli o cuechtli, cada una equi- Xochimilco, Míxquic, Iztapalapa, Culhuacan,
valente a cien cacaos que el Señor les había Azcapotzalco o Tetzcuco y aún a lugares más
entregado para compras personales; ya habían apartados a rogar que se hicieran presentes los
aligerado el volumen y peso global del carga- comerciantes de esas plazas, citándolos para el
mento, porque ya habían puesto a los pies de día del lavatorio de pies, la exposición y el
los gobernantes vecinos, por amistad o con banquete. A otros para ir de compras, para
miras políticas, las joyas, obras de arte y pren- allegarse las cargas de maíz, de frijol, de chía
das ricas. y de chiles.
El pueblo se había percatado de su llegada. Otros más para la compra de los esclavos
Curioseaba alrededor de pacas y huacales, de allá en Atzcapotzalco, encomendándoles la ta-
angarillas, cacaxtli, y bultos de formas especia- rea de que no estuvieran lisiados, sus cabezas
les y pesos regulares. Se acercaban a los inmó- no deformes, y sus cuerpos bellos; que los más
viles cargadores, tameme, que como estatuas de supiesen bailar bien y cantar. Así, podían darse
cobre viejo descansaban alIado de sus cargas. hasta cuarenta mantas por cada uno de los
El conjunto, ¡para qué describirlo! Siempre mejores, y treinta por los que no tenían esas
quedaría mal descrito, incompleto, pálido. Era gracIas.
tanta la gente importante y la común, tanto lo Las esclavas también eran escogidas con
que se imaginaban envuelto en los petates, esmero. Los que comerciaban con ellas las
tantas las leyendas que estaban por contarse y vestían con huipiles bordados de flores y ena-
por callarse, tanto de las vidas como de las guas con dibujos, franjas y colores llamativos;
cosas traídas. Esto pasaba a diario, mientras hasta las sandalias eran finas y los tocados no
llegaban los días Uno Casa o Siete Casa para se diga. Todas o casi todas aparecían bellas;
hacer la entrada casi triunfal, porque todo diríase que estaban satisfechas, por las ropas
pariente salía a verlos llegar, a descansar su que lucían y pensando en una mejoría de
corazón, porque los reconocían vivos, desme- situación. Esto ocurría hasta que se cerraban
jorados o robustos, pero vivos. Todo curioso los tratos; porque, de inmediato los vendedo-
dejaba su labor para ir a calcular la importan- res desnudaban a las vendidas, que apenas
cia de la caravana, si era mayor o menos gran- recibían una mala manta, una camisa vieja y
de que la anterior o que la famosa encabezada los calzados que habían usado, si los tenían. A
por talo cual personaje. los hombres comprados les pasaba lo mismo:
Luego que todos y todo había entrado en habían sido exhibidos con chaquetilla, xicolli,
la inmensa mansión del capitán veterano y paños de entrepiernas bordados, y mantas con
experto, del que había emprendido y sabido franjas de colores tilmatli tentlapalli; pero era
llevar la empresa al logro de sus fines. Luego entregados con un máxtlatl por total.
que esto pasaba, las calles de tierra y los cami- Luego venían para ellas y ellos días de
nos de agua, los canales, las fuentes, las azoteas recuperación y esperanza, porque la comida
volvían a su habitual normalidad, pero eran era buena, abundante, tal vez el señor o las
muchos los que quedaban en espera de ser señoras los quisieran tomar a sus servicio. Los
convidados a los banquetes con que se había baños diarios con agua tibia para los gordos;
de festejar una hazaña comercial más, un re- el agua de sal y toda clase de atenciones que
aprovisionamiento de mercancías agotadas, los mejorara, sobre todo si habían de ser vícti-
262
Ya ca tecllh tli
263
Yacatecuhtli
7. DEIDADES AFINES. Los dioses caminantes 26. SERVIDORES. Especialmente los merca-
Zacatzontli y Tlacotzontli. deres que en sus andanzas llevaban sus corres- ~
Yozotoyua entre los mixteca; Ekchuak, pondientes bastones. En cada alto de camino
Dios Negro, de los mayas. los juntaban en un haz y los reverenciaban
8. SEXO. Masculino. orando ante ellos e incensándolos.
9. ORIGEN. Nacido en el decimotercer cielo 28. OBJETOS DEL CULTO. Eran los braseros
en el año 1591 a.C. ceremoniales donde se quemaban las ofrendas
10. REPRESENTA. La riqueza por medio de en su honor y los bastones de camino.
la actividad comercial. 29. PRÁCTICAS RELIGIOSAS
11. PARENTESCOS. Hijo de los dioses supre- Sacrificios. Ante los báculos que les ser-
mos, Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl, y herma- vían en sus peregrinaciones, antes de dor-
no de los dioses creadores; esto es, Yayauhqui mir se hacían autosacrificios sacándose
Tezcatlipoca, Tlatlauhqui Tezcatlipoca y Huit- sangre de las partes usuales. En la festivi-
zilopoch tli. dad de Títitl se sacrificaba un hombre que
12. MORADA. El décimo cielo. era el representante del dios, por lo que se
13. REGIÓN CARDINAL. El Oeste. deduce que iba con las vestiduras propias
15. DÍAS FESTIVOS. Ciertos días tenidos por de Yacatecuhtli.
favorables eran elegidos para que las carava- Cantos.
nas de mercaderes hicieran su salida de la
ciudad, mas no se citan cuáles. En cambio, los xx. Canto del dios de los mercaderes y de los
días Ce Calli, Uno Casa, y Chicome Calli, Siete viajeros (Yacatecuhtli Ycuic)
Casa, situados en las trecenas 1, 13 Y 15, esta-
ban señalados para que en ellos entraran a la Sin saberlo yo, fue declarada.
ciudad, por la noche, cuando regresaban de su sin saberlo yo, fue declarada,
expedición. En algunas ocasiones tenían que a Tzocotzontla le fue declarada sin
acampar fuera de ella, en espera de los días saberlo yo.
señalados. Al regreso de toda expedición, ha- Sin saberlo yo, no en mi presencia,
cían los mercaderes una fiesta que llamaban fue declarada la guerra en que
Lavatorio de Pies. Tzocotzontla resultó vencida; sin saberlo
18. FESTIVIDADES EN LA VEINTENA. Tóxcatl, yo fue declarada la guerra.
Xocotlhuetzi y Títitl. A Pipitla le fue declarada,
22. PATRONO DE. Los comerciantes. a Pipitla, sin saberlo yo, le fue declarada,
23. ADORADO EN. Tenochtitlan, Tlaltelolco, a Cholotla le fue declarada,
Cuauhtitlan, Huitzilopochco y Tochtépec. a Pipitla, sin saberlo yo, le fue declarada
24. TEMPLO. Lugar de los Pochteca (comer- a Pipitla le fue declarada, cuando Pipitla
ciantes) donde residían los sacerdotes encarga- fue vencida,
dos del culto de Yacatecuhtli. yo no supe que la guerra fue declarada
Dentro del recinto sagrado de Tenochti- cuando Cholotla fue vencida,
tlan, tenía un templo denominado Yacatecuht- la guerra no fue declarada en mi
li Iteopan, que en la lista de construcciones presencia.
religiosas que da fray Bernardino de Sahagún Conseguí los alimentos (el maíz).
está designado con el número 52. Con trabajo me trajeron mis sacerdotes
Otra de las construcciones en que se exhi- el corazón del agua,
bían en hileras los cráneos de los sacrificados del lugar donde está esparcida la arena.
estaba dedicada para los que habían pertene- conseguí los alimentos (el maíz),
cido a las víctimas inmoladas en honor del gracias a que se tomaron el trabajo de
dios. Este tzompantli está listado con el número traérmelo mis sacerdotes.
56 en la relación de Sahagún. la tortuga de flor y la tortuga de cieno.
25. SACERDOTES. Con el nombre de pochtlan gente de Teuellan.
teohua yacatecuhtli era designado el ministro que Él les dijo:
se encargaba de recabar lo necesario para las Cuando sea de día, cuando la mañana
festividades del numen. Este sacerdote tenía un despunte,
coadjutor, designado chiconquiáhu.itl pochtlan. debeís ir, sacerdotes míos,
26-1
Yacatecuhtli
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52/ 5. Tercero de la serie de los seis caminantes del cielo.
(Según Seler). Con la tercera porción de signos diurnos:
Miquiztli, Mázat~ Tochtli y Atl. (Borg. p. 55.)
al país donde. está esparcida la arena, a tiene el pelo cubierto por los adornos capita-
Tlalocan. les, se ve el fleco sobre la frente y el pelo suelto
Dicen que encendió él el cofre de piedra sobre los hombros.
preciosa, por eso venció. 34. D ECORADO FACIAL. Blanco y negro en
Me quemo a mí mismo en el cofre de secciones irregulares, conocido como decora-
piedra preciosa. ción de fiesta, motlatlalili xayácatl. En el Códice
Con trabajo me trajeron mis sacerdotes Florentino no presenta ninguna decoración;
el corazón del agua, en la única imagen del Códice Borgia, su de-
del lugar donde está esparcida la arena. coración es azul, un rectángulo rojo sobre la
Me abr.aso a mí mismo en el cofre de sien y en las cuatro representaciones del dios,
piedra preciosa. azul al frente y rojo lateralmente. La figura
Con trabajo me trajeron mis sacerdotes 52/ 7, tiene además barbas.
el corazón del agua 35. DECORADO CORPORAL. Como tal, tenía
de Tlalocan. una sucesión de placas de turquesa (Códice
Borgia) que revela la riqueza de los mercade-
Ofrendas. Papeles y copal consumidos res . En el Códice Féjérváry es simplemente
en el fuego, ante el haz de bastones que azul, teniendo como decoración especial dis-
representaban al dios . cos de jade sobre las piernas (52/ 5).
30. COLOR PECULIAR. Blanco. 37. VESTIDURAS
31. DISTINTIVOS CARACTERÍSTICOS. Decora- Faja de entrepiernas. Blanca, íztac máx-
ción facial negra y blanca; báculo de mercader. tlatl y tlazomáxtlatl, costoso taparrabo o ce-
32. COLOR DEL CABELLO. Negro en los códi- ñidor, como traduce Seler, aunque éste
ces Matritense y Florentino, y amarillo en el únicamente se hace visible en las figuras
Códice Borgia, como caminante celeste. 52/ 5 y 52/ 6.
33. PEDlADO. Cabellera (en forma) de pie- Paño de caderas. En las figuras 52/ 5 y
dra cilíndrica temilot::..ontli, en los códices :\la- 52 6 lleya elaborado paño conocido como
uitense y Florentino. En los demás en que no :iniloilli lentlapalli.
_ 65
Yacatecuhtli
~
... ostenta dos grandes penachos de plumas
de quetzal, quetzalalpiaya.
Además, en la figura 52/ 5 tiene un
52/ 6. (Féj . p. 31.) gorro cónico truncado, característico del
dios principal, Quetzalcóatl, y como soste-
nido por la correa frontal , un punzón de
hueso con la cabeza ensangrentada. En la
parte posterior lleva un gran penacho, que
remata con las conocidas plumas de quet-
zaltótlotl.
Frontales. En la representación de esta
deidad como caminante celeste, tiene ceñi-
da una venda de diversos anchos y decora-
dos. El más sobresaliente es el de las figuras
que tienen una pequeña cabeza de coxolitli,
faisán, como remate frontal.
Auriculares. Se encuentran varios tipos
de orejeras: orejera de oro, teocuitlana-
cochtli; orejera de turquesa, xiuhnacochtli; y
orejera de barra. En la figura 52/ 8 es un
disco. En la 52/ 6, un pequeño disco y un
remate blanco de forma amigdaloide.
Del cuello. Solamente en la figura 52/ 5
se puede apreciar este adorno, consistente
~ ~ a;J a
en una banda de cuero rojo, sobre la cual
se hallan incrustadas placas de turquesa,
llamándose por eso mismo xiuhcózcatl, con
52/ 7. (Féj. p. 36.) cascabeles de oro pendientes.
Collar del hombro a la cintura y, sobre
el pecho, un sartal de cuentas blancas que
pueden ser perlas.
Pectorales. Sobre el pecho se advierte
una gran correa formada por jades, a veces
sosteniendo el disco de oro, teocuitlacoma-
lli.
Del antebrazo. La figura 52/ 5 lleva unas
52/6, 7 Y8. El que va adelante o encabeza las caravanas de los
pulseras de jade, adornadas con plumilla
mercaderes, terceros del grupo de los dioses comerciantes, los blancas.
cuales son: Piltzintecuhtli, Tlazoltéotl, Yacatecuhtli, l1atlauh- De la pierna. Ajorcas de cuero rojo o de
qui Tezcatlipoca, Yayauhqui Tezcatlipoca y Huehuecóyotl. A otro material.
estos dioses los acompañan los signos: :-'luene, _\Iiqui:.tli; \'e-
nado, M á:.atl; Conejo, Tochtli, r Agua. AtL Re-;rión cardinal del Dorsales. En la espalda lle\'a un canasto
Oeste. ostenido por un mecapall~ carguero, que
_66
Yacalecuht li
contiene una planta o tallos floridos (figs . Clavijero, 1844, t. 1, como Xacateuctli (sic), pp.
52/ 5,52/ 6,52/ 7 Y52/ 8). 155, 183, 186, 192.
40. ARMAS. Un escudo con flocadura y Durán, 1951, t. II, p. 195.
decoración torcida de jícara, xicalcoliuhqui chi- Garibay, 1958, pp. 170,200,202,204,215,235.
malli. Hernández, 1945, como Yyacatecuhtli, p. 279.
41. OBJETOS MANUALES. Bastones lisos con Krickeberg, 1961, p. 75.
indicaciones de los nudos, como si fuese una León-Portilla, 1958, pp. 122, 123.
caña y el extremo inferior curvo; en la figura Paso y Troncoso, 1899, p. 339.
52/ 5 el bastón está muy ornamentado con Robelo, AMN, 1908, t. V, p. 524; 1951, p. 474.
chalchihuites, a la vez que recubierto con mo- Sahagún, 1938, t. 1, pp. 42, 44, 64, 72, 183, 225,
saico de turquesa y con una flor en el extremo 240; t. II, pp. 14, 347, 360, 361, 373, 374,
superior. 392;t.V,pp.23,60, 133, 149, 174, 188, 189,
En la figura 52/ 6, su báculo curvado rema- 190; 1946, t. I,pp.40,53, 55,147,157,78,
ta en la parte superior con una cabeza de 88, 161, 204, 252, 253, 269, 417; t. II, pp.
serpiente y discos de chalchihuites, adornando 112, 129, 130, 145, 146, 167; 1956, t. 1, p.
la curvatura; en la figura 52/ 7, es un bastón 67.
totalmente rojo, con una oquedad en la parte Seler, 1963, t. 1, pp. 139,241,242,243,251; t.
superior y remate cónico. 11, pp. 132, 135, 136.
Abanico, ehécacehuaztli, en forma de vistoso Seler, "Mito y religión de los antiguos mexica-
quetzaltótotl, ave quetzal y otro de largo puño, nos."
con el centro circular rojo y el resto blanco, con Serna, 1892, p. 377.
rayas semejantes a las que indican pliegues en Torquemada, 1943, t. II, como Yyacatecuhtli,
las prendas de vestir. p.57.1.
43. BIBLIOGRAFÍA PARTICULAR DE LA DEIDAD Vaillant, 1960, p. 175.
Beyer, 1965, t. X, pp. 16,70,370.
52/ 8. Laud p. 4.
- ~/
53/ 1. Huitzilopochtli, Colibrí Izquierdo, dios de la guerra, del
firmamento diurno y hacedor de la grandeza de los mexica.
Esta representación lo muestra en la fiesta de la veintena
Teotleco, Llegan los Dioses . (Borb. p. 31.)
268
HUITZILOPOCHTLI
A MÁS GENUINA de las tradiciones el último, la que llevaba por nombre Coatlicue,
mexicanas, la que proviene de la encontró una porción de plumillas blancas, de
Historia de los mexicanos por sus Pin- las que en borlas eran usadas como símbolo de
turas, habla vagamente de que Ya- sacrificio, y la guardó en su seno. La diosa era
yauhqui Tezcatlipoca creó en el virgen y, sin embargo, un ser empezó a desa-
año Ce Ácatl, Uno Caña, 1051 d.C., rrollarse dentro de ella: era Huitzilopochtli,
cinco mujeres y cuatrocientos hombres, con el que por su divino poder y deseo había querido
propósito de hacerles guerra a los macehuales encarnar en el vientre puro de Falda de Ser-
creados en Chicuey Calli, Ocho Casa, 1045 d.C., pientes. No fue ésta su primera encarnación,
y procurar sangre y corazones con que se pues está asentado en el relato; "y nasció della
alimentase el Sol que los dioses tenían acorda- Uchilogos otra vez, allende de las otras veces
do crear. Mas los hombres solamente tuvieron que avia nacido, porque como era dios hacia
vida cuatro años; no así las mujeres, que mu- y podia lo que queria", dando a entender cla-
rieron juntamente con los demás dioses, cuan- ramente que no era ésta la segunda ni había
do en Matlactli omey Ácat~ Trece Caña, 1063 sido la primera vez que tomaba forma humana,
d.C., el Sol surgió de entre las llamas de una porque bien es sabido que sus progenitores
hoguera para alumbrar y calentar la tierra. fueron Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl.
Transcurridos 158 años de la cuenta de la El tiempo transcurrido, hizo visible a los
quinta época y 132 desde la creación del Sol, ojos de los hermanos de Coatlicue el estado de
en el año Ome Ácatl, Dos Caña, 1195 d.C., se ésta y, considerándose afrentados, unánime-
sitúa el acontecimiento que hace destacar la mente se aprestaron para castigarla, tratando
figura de Coatlicue en Coatépec, Cerro de la de quemarla y convertir en cenizas la vergüen-
Serpiente, población inmediata a Tula, del za que a ellos les acarreaba su desliz. Cuando
actual estado. de Hidalgo. intentaban su propósito cruel, el hijo parteno-
Refiere la tradición que los mexicanos, pe- genésico nació armado y belicoso; con el arma
regrinando, pasaron a Coatépec en Matlactli que empuñaba dio batalla a sus tíos, que vol-
omome Técpatl, Doce Pedernal, 1192 d.C.,jun- vieron a morir a manos del dios furioso, Te-
tamente con su dios Huitzilopochtli que lleva- tzáhuitl, Prodigio Espantoso. Este suceso dio
ban en imagen, donde permanecieron nueve origen a la celebración anual de su nacimiento,
años. Traían cinco bultos con los ropajes y en la veintena Panquetzaliztli, Enarbolamiento
cenizas de las cinco mujeres que creara Ya- de Banderas. El Padre Sahagún recogió una
yauhqui Tezcatlipoca. Y sucedió que de esos versión un tanto diferente respecto al naci-
despojos resucitaron las cinco diosas y, sin que miento de Huitzilopochtli, pues a Coatlicue la
se diga cómo, también los cuatrocientos her- presenta con innumerables hijos, que son los
manos. Ellas se consagraron a la piedad y combatidos por el dios recién nacido. En este
mortificación, para ofrendar la sangre de sus caso, resultan ser sus hermanos. Esta otra ver-
lenguas y orejas a los dioses, sus antepasados. sión se dará en la introducción al estudio de
En esa vida piadosa, las mujeres vieron Coatlicue.
transcurrir cuatro años (1192-1195). Durante Durán asienta que su advenimiento ocurrió
269
Huitzilopochtli
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Huitzilopochtli
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53/5. Según la leyenda, cerca del templo había un árbol que separación de las tribus nahuatlaca, haciéndoles ver que, según
intempestivamente se quebró cuando comía la gente. Su rama- el presagio, ellos figuraban como el ramaje desprendido del
je quedó separado del tronco, lo que fue interpretado como árbol y el tronco como la tribu del dios . Sumisas al mandato
un presagio misterioso. Después, el dios mismo habló a las divino, se dispersaron las ocho tribus: huexotzinca, chalca, xochi·
tribus que se habían incorporado a la azteca, diciéndoles que miZca, cholulteca, malina lea, chichimeca, tecpaneca y matlatzinca.
no quería que siguieran juntas la peregrinación, por lo que Los jeroglíficos que figuran arriba corresponden respectiva-
todos lloraron de pena. Finalmente el jefe a=úca ordenó la mente a los grupos étnicos antedichos. (Bol. p. 3.)
H uilzilopochtli
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-'=53/ 6. Durante
- la peregrinación, su imagen era llevada a cues-
-\\ ...tl
""i tas por el sacerdote que guiaba a los azteca. Al cargador del
dios lo llamaban teomama y aquí vemos a Tezcacóatl, Serpiente
de Espejo, en dicha función. Lo siguen Cuauhcóatl, Serpiente
Águila; Apanécatl, Ribereño o Costeño, y una mujer, Chimal-
ma, Mano Escudo, o La que Usó su Mano como Escudo. (Bol.
p. 2.)
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Huitzilopochtli
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53/ 8. El dios de la decoración facial a bandas horizontales
azules y amarillas, ixtlan tlatlaan, rayado en la cara. (Marr. est.
VII, fig. 1.)
Sol, esas mismas garras no pueden ser las de ellos podía oír rogativas, conceder benefi-
patitas diminutas del colibrí. En cambio, el cios, ser amado y glorificado?
pico del ave simbólica del dios mexícatl, ¿cuán- ¿Por qué en el Teocalli de la Guerra Sagrada
do está en algún aditamento del dios solar? Al se ven en un mismo plano al centro el Sol y a
Sol se le consideraba como el águila que en las ambos lados los dioses guerreros Tezcatlipoca
diarias auroras aparecía por el Oriente, ascen- y Huitzilopochtli (Véase la figura 53/43.)
día hasta el cenit y declinaba hasta el ocaso Esta somera exposición podría ser conver-
para penetrar en la oscuridad del Mictlan. ¿y tida en largas y detalladas disquisiciones. Para
cuándo al Colibrí del Sur se le ve entrar en el evitar prolijidad, se deja así a la meditación y
Mundo de los Muertos o surgir entre los arre- examen comparativos de los especialistas de la
boles de la mañana? materia, asegurando que no fue hecha por
¿Cuándo aparece Tonatiuh como patrono contradecir a determinados autores, sino para
de los educandos del telpochcalli, casa de los hacer luz en este punto y que en lo futuro no
jóvenes? se siga confundiendo al dios luminoso de la
¿Por qué dentro de un mismo recinto sagra- quinta era, con el cuarto de los hijos de la
do se edifica un templo al dios Huitz.ilopochtli pareja suprema, el Tezcatlipoca Azul, a la vez
otro a Tonatiuh, si son uno mismo? ¿Para qué que hijo postrero de Coatlicue, que nació "otra
la duplicidad de ad oratorios, si en cualquiera Yez. allen de de las otras \'eces que av ía nacido,
- .,
Huil=ilopochtli
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porque comO era dios hacía y podía lo que tlitlan. En estas prácticas participaban tanto
quería". hombres como mujeres, empezando con las
noches y finalizando a la mitad de ellas.
Como preparación a las fiestas de la veintena En el pueblo de Huitzilopochco (actual-
Panquetzaliztli, Enarbolamiento de Banderas, mente Churubusco) había una fuente llamada
dedicada al dios tutelar de los mexica, los mi- Huitzílatl, Agua de Colibrí, a la que acudían los
nistros de los templos se sometían a un riguro- viejos de los diversos barrios a llevar agua para
so ayuno que duraba ochenta días según una bañar a los esclavos. Esto se hacía tomando el
versiones, y cuarenta según otras, en los que cántaro lleno y volcándolo sobre cada uno de
no solamente se privaban de diversas comidas, los destinados al sacrificio. Las ropas mojadas
sino que hacían incursiones a los montes a la eran sustituidas por adornos de papel, papeles
media noche, llevando cañas verdes y púas de que habían de figurar en el momento de su
maguey, huitztli, para ofrendar, soplando cara- muerte. En seguida, los brazos y piernas de
coles y flautas. estas víctimas eran pintados de azul y con
Con la veintena, principiaban danzas y can- tepalcates les raspaban parte de la pintura,
tos, perdurando los yeinte días. Enue lo que se para formar la decoración a rayas, propia de
cantaba, estaba el tlaxotecáJot~ prO\·eniente de la deidad: las caras eran decoradas a bandas
TIaxotlan. llloOClf situado al poniente de Tenocb- horizontales. azules ,. amarillas. Como adorno
Huitzilopochtli
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11 7
53/ 12. Nace de Coatlicue, con las extremidades rayadas de 53/ 13. En Coatépetl, Cerro de la Serpiente, combatiendo a
azul, la pierna izquierda delgada, armado con escudo, lanza- sus tíos, los centwnhlli:.nahua, innumerables del Sur, después
dardos v dardos. (Flor. fol. 204\'. ) de decapitar a CovoLxauhqui. (Flor. fol. 204\'.)
H llit:.ilopochtli
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Huitzilopochtli
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Huitzilopochtli
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ban de darles forma, terminado lo cual las
llevaban desfilando como en procesión ante la
imagen del dios, depositándolas en haces de
veinte en veinte. Durante el cuarto día, al que
llamaban calPan nemitilo, proveimiento de fle-
chas caseras, fabricaban otras flechas especia-
~P~l
les, destinadas para tirar al blanco, y practica-
ban lanzándolas contra pencas de maguey, con
~EW!lrll:c¡ lo cual sabían quiénes eran más diestros en el
~~1··~ ~i tiro. En el quinto y último día destinado a la
~¿~ 7' ., ~ fabricación de flechas en honor de los muertos
en la guerra se labraban unas muy pequeñas,
formando haces de cuatro. Juntamente con
cuatro teas atadas con hilo de algodón flojo
eran depositadas sobre las tumbas de los gue-
53/ 20. Ricamente atav iado y con un yelmo que figura la cabeza rreros, agregando un par de tamales dulces.
de un colibrí, era llevado sobre andas en las procesiones. (Dur. Permanecía esta ofrenda hasta la puesta del
trato 2' lám . 2ª cap. 2'.) Sol, momento en que era quemado todo y las
cenizas se enterraban sobre la tumba.
Tóxcatl, veintena dedicada principalmente
a Tezcatlipoca, comprendía en su ceremonial
ciertas prácticas en que se honraba a Huitzilo-
pochtli; modelaban la figura de este dios en
masa de tzoalli, con altura menor de un metro,
y la ataviaban con sus vestiduras. La imagen se
colocaba sobre un tablado, y era conducida en
procesión hasta el Huitznáhuac; con mucho
53/ 21. Completamente desfigurado, se le representa en este cuidado la subían hasta el lugar en que se le
cuad ro ele la carátula de las Décadas de Herrera, donde aparece adoraba y ofrendaba, quedando exclusivamen-
recibiendo las ofrendas del pueblo. (Herrera, Décadas, porta- te al cuidado de los sacerdotes. Esto acontecía
da. )
al caer la tarde. Al día siguiente, al amanecer,
hacían un abundante sacrificio de codornices,
tanto el señor como el sacerdocio y el pueblo
53/ 22. Su imagen dentro del en general; también incensaban y ofrecían co-
adoratorio en la fiesta Panquetza- mida, cada quien en su casa, frente a la imagen
liztli. (Matr. est. IV. ) . de Huitzilopochtli. Ejecutaban danzas en di-
versos lugares, dentro del recinto del Templo
Mayor; los músicos quedaban instalados en el
Calpulco, donde no podían ser vistos. Estas
danzas tenían la particularidad de que los eje-
cutantes se tomaban de las manos y avanzaban
culebreando, con sumo recato (quinahua in
Huitzilopochtli, abrazan a Huitzilopochtli): Ter-
minaban en la noche.
Otro homenaje a Huitzilopochtli se desa-
rrollaba en la veintena Tlaxochimaco. A muy
temprana hora, los sacerdotes hacían ofrendas
de alimentos, flores e incensamientos. Se hacía
extensiva esta práctica a todos los demás dioses
53/ 23. En la lámina elel Códice Matritense, atrás ele! gran en todas las casas, desde la del señor hasta la
teocalli ele Tláloc y de Huitzilopochtli, aparece edificado o tro
menor y exclusivo para este d ios, situado más cerca al coate·
más humilde. Desde el m edio día principiaban
pantl~ muro de serpientes, al costado oriente del recinto las danzas en el patio del Templo Mayor; los
sagrado. (~1atr. est. Xl .) guerreros más distinguidos las encabezaban:
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53/ 24. Se encuentra en lo alto del cerro central de Azcatitlan.
Entre las Hormigas. (Azca. lám. n.)
olomín, cuacuachictin, tequihuaque, telpochiaque, Maquizcóatl, Serpiente que Coge la Mano (la
tíachcahuan y telPopochtín. Participaban tam- pulsera); Serpiente Pulsera
bién las mozas públicas, que se situaban una Mexitli, Ombligo de Maguey
entre dos hombres o un hombre entre dos Omitecuhtli, Señor Hueso
mujeres, asidos de las manos. Las que eran Omitéotl, Dios Hueso
acompañadas por guerreros más ameritados Opochtli, Izquierdo, Zurdo
eran enlazadas por la cintura. A la caída de la Patillas. Así le llama Acosta, aseverando que es
tarde daban fin las ceremonias y se retiraban otra de sus denominaciones, mas no se ve
a sus casas, donde los ancianos podían beber el porqué del epíteto. No hay nada especial
con exceso. en relación a las patillas de la cabellera, y
1. NOMBRE. Huitzilopochtli (53). en cuanto a los pies, llamarlos patillas sola-
2. ETIMOLOGÍA. Colibrí del Sur, Colibrí Zurdo. mente cabe la hipótesis de que los hubiera
3. ADVOCACIÓN DE. Denominación propia. tenido descarnados cuando su nacimiento.
4. DENOMINACIONES SECUNDARIAS Teoyatlatohua, Señor Guerrero Divino
y EPÍTETOS Tepanquizqui, El que Representa
Ce Técpatl, Uno Pedernal Tetzáhuitl, Espanto o Asombro
Huitznáhuac Yáotl, Guerrero en la Casa del Sur Tetzauhtéotl, Dios Terrible o Espantoso
Huitznahuáca tl, El del Lugar de las Espina Tlacahuepan Cuexcotzin, Hombre Madero
llhuícatl Xoxouhqui. Cielo .-\zul Yamecuhtli. Señor de los Guerreros, Señor
Inaquizcóatl. En e mi!!o
Huitzilopochtli
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día se extraían de las cajas en que se guardaban tzaliztli, Enarbolamiento de Banderas; Tóxcatl,
sus reliquias y ornamentos para ventilarlos y Sequedad, y Tlaxochimaco, Se dan Flores.
asolearlos; ceremonia que parece indicar una 22. P ATRONO DE. Los azleca primero y de los
conmemoración, posiblemente la del postrer mexica después, a quienes impuso este nombre
nacimiento del dios, fecha que según Caso, durante la peregrinación que hizo el pueblo
siguiendo a León y Gama, y a Cristóbal del con destino a Tenochtitlan.
Castillo, le corresponde. El festejo se efectuaba 23. ADORADO EN. México-Tenochtitlan y
en Tlacatecco, Lugar de Nobles, (Garibay, Tlaltelolco muy principalmente, por los miem-
1956), consistente en sacrificio de codornices, bros de la Triple Alianza y aun por los pueblos
ofrendas de viandas ricamente condimentadas que estaban sujetos al primero.
y flores olorosas. Los manjares eran presenta- 24. T EMPLOS. En Aztlan, su lugar de origen,
dos en su templo y permanecían allí hasta que los mexica tenían edificaciones religiosas sóli-
el sacerdocio los recogía para su propio ali- das y perdurables; una de ellas se ve en la
mento. primera página del Códice Boturini. Al partir
Respecto al año de su nacimiento, como de allí, llevaron consigo los modelos para cons-
cosa más cierta era el Ome Ácal~ Dos Caña, truirlos de acuerdo con las formas tradiciona-
cuarto a partir del primer fuego divino que les para cada uno de sus dioses.
encendió Mixcóatl; el año cristiano correspon- Siguiendo paso a paso la peregrinación de
diente es 1194 d .C. las uibus y según la correlación cronológica
18. FE.sTI\WADES ~ L~ Y~""TEXáS. Panqu-- deducida de la Historia de los mexicanos por sus
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Huitzilopochtli
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permanecieron desde el año Siete Peder- I
nal, 1200 d.C., al Trece Casa, 1209 d.C.,
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según este documento . (Azca. lám. VII.)
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nal ; y en Apazeo, En el Lebrillo, de 1245
d .C., Trece Casa, a 1248 d .C. , Tres Peder-
na l, los mexicas levantaron sendos templos.
(Azca. lám. VIll \
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H uitzilopochtli
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53/ 29 . En Tzompaneo (Zumpango ), anteriorme nte Ateneo, el
dios obtuvo una gran victo ria sobre los chichimeca y su pueblo
armó un tzompantli, construcción para ensartar y expo ner a l
público los cráneos de los vencidos sacrificad os, debido a lo
cual los mexica le pusieron este no mbre al pueblo, donde
estuvieron de 1249 d .C. , Cua tro Casa, a 125 1 d .C., Seis Cai1a.
(Azca. lám . VIIl .)
pinturas, se puede dar a conocer una serie de tlatl de Huitzilopochtli; esto d ebió ser en el año
lugares en que fueron levantando templos. Once Pedernal, Matlactli once Técpatl. El quin-
En desembarcando en el primitivo Colhua- to, durante su estancia en Tlem aco, lugar cer-
can o Teocolhuacan, le hicieron un pobre ado- cano a Tula, Uno Caña, Ce Ácatl, 1207 d. C.
ratorio con ramas en una cueva, pero en ade- El sexto fue levantado en Atitlalaquia, alre-
lante fueron adoratorios perdurables los que a dedor de Tula, en el Trece Caña, Matlactli omey
Huitzilopochtli le consagraron. Á catl, 1219 d.C. El séptimo adoratorio fue
El primero de que se tiene noticia fue erigido en Tula, donde además construyeron
levantado en un lugar entre dos sierras, donde grandes braseros para quemar copal y otras
acamparon durante dos años y cuyo nombre cosas olorosas; ésto en Dos Casa, Ome Calli,
se ignora. Esta construcción fue hecha en el 1221 d .C. , cuando aún había ocupantes tolte-
año Tres Conej o, Yei Tochtli, 1170 d .C. El se- cas en el lugar. El octavo, en Nepohuaco (Ne-
gundo templo fu e hecho durante su estancia pohualco); construyeron el templo en un sitio
en Matlahuacalla, en el año Cuatro Pedernal, llamado Cimal (Chimal) sito a dos leguas d e la
áhui Técpatl, 1184 d .C. El tercero lo constru- ciudad de México, en el año Cinco Casa, Ma-
eron en O cozaza, lugar poblado por otomíes; cuilli Calli, 1237 d .C. El noveno en Tecpayucan
este templo fue hecho en el año Siete Caña en el año Seis Conejo, 1238 d.C. El décimo en
Chicome Ácatl, 11 87 d .C. El cuarto, du rante su Capulco en el año Diez Casa, 1255 d.C. El
perm anencia d e tres años en Encicox (sic decimoprimero en Chapultepec, en el año Dos
Xicoc: en él depositaron como reliquia el máx- Casa. 1273 d .C. El decimose!lundo en Culhua-
Huitzilopochtli
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mexica dedicaron un templo más a su numen, entre los años
1260 d.C., Dos Pedernal, a 1264 d .C., Seis Pedernal. (Azca.
lám. IX.)
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ron desde 1293 d.C., Nueve Casa, a 1299, d .C. , Dos Caña.
(Azca. lám. IX.)
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can, sin fecha indicada. Y el decimotercero en sede de la nación mexica. Durante la conquista
Tizapan, en Cinco Caña, 1315 d.C. fue derruido, al grado de que más tarde era
Por último, en el segundo año de la funda- conocido como la Isla de los Perros, por haber
ción de Tenochtitlan, los mexica dieron princi- quedado una prominencia en que estos anima-
pio a la construcción del teocalli primitivo, al les se refugiaban cuando las inundaciones aso-
que los soberanos subsecuentes dieron mayor laban la nueva ciudad. Hoy día, sus restos
amplitud, altura y majestuosidad. Es dato bien pueden ·verse en las calles de Seminario y
aclarado que en el día Siete Caña del año Ocho República de Guatemala.
Caña, 1487 d.C., el monarca Ahuízotl celebró En el centro del recinto sagrado se destaca-
la terminación de una de esas superposiciones ban los cuerpos que formaban la base de los
con el sacrificio de 20,000 prisioneros. Dicha dos templos que se encontraban sobre la últi-
ampliación fue iniciada por su antecesor Tízoc, ma plataforma. Uno correspondía a Tláloc,
quien no vio cumplido su propósito debido a hacia el lado norte, y el otro a Huitzilopochtli,
su temprana muerte. Estos datos constan en la hacia el sur; ambos con vista al poniente.
lápida conmemorativa de la reinauguración Al frente de cada uno y cerca del borde la
del Templo Mayor, que en el catálogo del plataforma superior, estaban las piedras de
Museo Nacional de Antropología aparece con sacrificio, téchcatl, una ancha escalinata, cuyas
el número 24-2 . En esta construcción colaboró gradas de alto peralte y estrecha huella limita-
gente de los señoríos de Cuauhnáhuac, Tepoz- da por dos alfardas laterales y dos centrales,
tlan , Huaxtépec y Xiloxochitépec y fue erigido daban acceso a cada uno de los adoratorios.
en el preciso lugar en que encontraron la señal Otra construcción perteneciente al culto
indicada por H uitzilopochtli. como futura del dios era la cuadra2"esimoprimera, el Huey
Huitzilopochtli
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53/ 33. El nume n recibía ofrendas de toda especie. (Ram. lám .
XVIII .)
Tzompantli, Gran Bandera de Calaveras: por I ban cautivos en servicio a los dioses centzon-
su aspecto, daba la impresión, desde lejos, de huiznahua, así como en las fiestas de Quecholli
ser una gran bandera blanca formada con las y en la celebración de la atadura del ciclo, cada
apretadas hileras de cráneos ensartados en cincuenta y dos años, cuando se hacía Fuego
varas. En ella eran espetados exclusivamente Nuevo.
los cr áneos de los sacrificados en las fiestas de Cuauhxicalco, En la Vasija del Águila. DÍ-
Pa nquelza liztli. cese que era un templo chico, pero por sus
El H ui tznáhuac Teocalli, Templo de los caracterÍstic~s parece ser más bien un lugar
Surianos, era sel'ialado como el decimonoveno donde se encontraba el recipiente para la san-
edi ficio de los comprendidos el centro religio- gre y corazones de las víctimas, pues se dice:
so de Tenochtitlan en la Historia de las cosas de "pequeño, ancho y algo cóncavo", en éste se
la Nueva España, y estaba dedicado al culto de hacía la quema de la xiuhcóatl, serpiente de
los centzonhuiznahua, los innumerables del sur, fuego, de que se hablará al describir la fiesta
los hermanos o tíos de Huitzilopochtli, venci- de Panquetzaliztli; además, allí también quema-
dos en seguida de su nacimiento, según los ba el pueblo los papeles ofrecidos por voto; era
mitos. En ese templo eran inmolados los repre- el trigesimosexto edificio. Xilocan, Lugar de
sentantes del dios y muchos de los cautivos que Jilotes, casa utilizada para la preparación de la
eran víctimas en las celebraciones de la veinte- masa que servía para modelar la figura del
na Panquetzaliztli. dios en su fi esta, era el septuagésimo primer
Coatlan , Lugar de Serpientes, sexagesimo- templo.
quinta construcción d e las indicadas por Saha- Itepéyoc, En su Cerro, casa en la cual los
ún. era un templo dond e también sacrifica- acerdotes armaban el alma de la escultu ra del
Huilzilopochtli
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para ofrendar y los ancianos de todo ba- Cuando la guerra está en corriente y ha
rrio, desde cinco días antes de la inmola- empezado, ya no le tiene él miedo a
ción (último día de la veintena Panquet- nadie,
zaliztli) daban principio a un ayuno, consis- si se levanta el polvo, si se ha nublado de
tente en una sola comida al medio día. polvo.
Cantos. Desde el primer día de Panquet- Nuestros enemigos, la gente de
zaliztli, en el patio del templo y de la tarde Amantlan, reúneme allá;
a la noche, tanto hombres como mujeres, estará el enemigo en su (propia) casa;
cantaban composiciones especiales dedica- reúneme allá.
das al numen y a la vez danzaban. si sus enemigos se han reunido
en cualquier lugar, entonces,
Canto de Huitzilopochtli entonces arderá su casa.
Nuestros enemigos, la gente de Pipitlan,
Huitzilopochtli, el guerrero. Nadie es reúneme allá;
igual a mí. estará el enemigo en su (propia) casa;
No en vano me he puesto el vestido de reúneme allá.
plumas amarillas, pues por mí ha salido Las gentes de Pipitlan se hicieron sus
el sol (ha llegado la hora del sacrificio). enemigos, a su casa fue llevada la guerra.
Yo, Huitzilopochtli,
nadie es igual a mí, nadie es como yo, Canto del (nacido) en el escudo (con el
no en balde me he puesto las plumas de escudo) y de la señora de la gente terrena (de
quetzale, las piedras preciosas verdes, la madre)
todo mi traje, el vestido de plumas
amarillas, En su escudo (armado con su escudo) fue
por mí ha salido el sol; por mí ha dado a luz por la doncella el magno,
amanecido. fue dado a luz el caudillo guerrero;
El hombre del país de las nubes ha con su escudo fue dado a luz el magno
sabido (por él) un pronóstico aciago. Al por la virgen,
hombre del país del frío le ha quitado él fue dado a luz el caudillo guerrero.
un pie, En la dignidad de caudillo guerrero dio a
les hizo llegar un presagio aciago a luz la madre, dio a luz en el escudo;
los mixtecas cuando le hacían guerra. en el (armado con el) escudo le dio a luz
Les quitó los pies a los pichauazteca la madre,
(gente del país del frío) y a los mixteca a él, a Huitzilopochtli,
(gente del país de las nubes). a la Guerra (al dios de la Guerra).
En la gran Tlaxotlan se distribuyen las El que ganó su título de héroe en la
plum·as que se pega el jefe guerrero. Montaña de la Culebra, entre las
Mi dios se llama Tepanquizqui (El que montañas,
Viene contra la Gente, El que Vence ti la con su pintura facial (de guerrero y con
Gente). el escudo)
enciende la muralla de los que son Nadie ciertamente se levanta (contra él)
combatidos. la tierra tembló
Pone allí la blanca greda y los plumones. cuando se puso él su pintura facial (de
lo que se le paga como guerrero y su escudo)
guerrero, y esto quiere decir: él da la Triunfó él en la Montaña de la Culebra,
guerra, entre las montañas.
gratifica con ella a la gente; Pintóse a sí mismo y a su escudo.
él hace la guerra. Con lo que triunfó.
Hízose muy temido el dios de Tlaxotlan, Nadie volvió a levantarse en contra suya
el dios de Tlaxotlan arremolinaba polvo, cuando fue acometida la gente de la
arremolinaba polvo, Montaña de la Culebra,
tenía él miedo antes que cuando tembló la tierra;
hiciesen guerra. entonces fue aquella exterminada.
293
Huitzilopochtli
295
Huitzilopochtli
53/42. Imagen en relieve del dios Huitzilopochtli que se toma la forma de un antifaz bordeado con puntos; lleva el
encuentra en el lado derecho del fondo de la cavidad circular espejo humeante y venda adornada con jades; tocado de
que forma un vaso en la escultura conocida como Cuauhxicalli plumas de quetzal; tlaquechpányotl, abanico de la nuca de papel
dtlJngllnr, dC'scubierta b,~o el antiguo edificio de la Secretaría plegado, y frente a la boca se notan vírgulas de la palabra.
de Economía y después, de la Comisión Nacional de Subsis- Tanto los brazos como las piernas se ven decoradas con rayas.
tencias Populares (CONASUPO). El dios está arrodillado prac- Abajo de la rodilla izquierda están cuatro púas de maguey
ticando el autosacrificio; con la mano derecha empuña un clavadas en una penca de la misma planta. El personaje que le
punzón de hueso que le atraviesa la oreja, de la cual brota acompaña está identificado como Tezcatlipoca. (Civilización
sangre; con la mano izquierda detiene su oreja_ El rostro de la méxicatl. Procedencia: la Calle de la República Argentina y 4a.
deidad está transformado en un cráneo, alrededor del cual de Donceles. México. Material: andesita de piroxena. Museo
tiene la decoración representativa de la noche estrellada, que Nacional de Antropología, México. Núm. de cat. 24-136_)
quierda empuña una bandera que sobresale 43. BIBLIOGRAFÍA PARTICULAR DE LA DEIDAD
del escudo. Es un lienzo blanco, en ocasiones Acosta,1940,pp.356,360,372,381,382,385,
con franjas horizontales azules, que tiene por 392,413,414,435,519,521,522,523,524,
remate un casquillo con plumas de quetzal, 525,526,530,533,534,541,555,565.
quetzalmiahuayo, espiga de plumas de quetzal Beyer, 1965, t. X, pp. 18, 28, 36, 244, 264, 272,
o con borlas de plumón. En la figura 53/10, la 273,307,308,309,310,312,369,374,376,
bandera es azul con una franja roja, en la que 377,378,380,381,382,383,385,389,400,
se ye tendido un corazón; el remate está for- 401,408,437,480,481,490,505.
mado por un casquillo azul, un cuchillo de - , 1969, t. XI, pp. 52, 64, 68, 72, 74, 79, 119,
pedernal ensangrentado y algunas plumas cor- 258,294,317,597.
tadas. Caso, 1927, pp. 30, 34, 36,37,38, 39,43, 46,
42. AsIENTOS. Se le ve sobre un escabel, o 48,49,50,57,62,64.
también en un armazón de madera al que se - , 1936, pp. 8, 10, 19,20,27,29,36,45,47,
le podían añadir largas varas para formar an- 53.
das, en las cuales se sacaba a procesión; en - , 1953, pp. 17, 20, 23, 24, 42, 43, 45, 49,
dichas varas por lo regular figuraban serpien- 50,52,56,69,72,85,90,98,99,107,118.
tes labradas. En el Códice Féjérváry aparece Castillo, 1908, pp. 81, 83, 84, 86, 87, 88, 89, 90,
descansando en un asiento de forma semiesfé- 91, 93, 98, 101, 102, 103.
rica, forrado con piel de jaguar, en la que se Clayijero, 1844, t. 1, pp. 153, 154, 155, 156, 157,
obsen-a aún la cola del mamífero tendida por 159, 161, 170, 180, 181, 183, 184, 185, 192;
el suelo. t. 11, p. 279.
296
Huitzilopochtli
53/43. Notable escultura hallada al pie del torreón suroeste Ahora bien, los artistas mexica, autores de esta obra escultórica,
del Palacio Nacional, que representa un templo que se ha debieron conocerla y trabajarla conforme a las sugestiones de
denominado El Teocalli de la Guerra Sagrada y que bien podría los sacerdotes y a sus creencias, que bien sabían que tanto
llamarse El TemPlo del Sol. Tiene al frente de la parte superior, Huitzilopochtli como Tezcatlipoca, eran dioses de la guerra y
que corresponde al adoratorio, un detallado relieve con que por tanto, los que patrocinaban las contiendas que habían de
aparece el Sol Tonatiuh, al centro y a ambos lados los dioses proporcionar el alimento que el sol necesitaba para subsistir:
Huitzilopochtli y Tezcatlipoca. Huitzilopochtli está al lado la "sangre preciosa", chalchiuh atl. Por esto están las deidades
izquierdo mirando hacia el astro, con el característico yelmo junto al sol, y en vez de simples vírgulas de la palabra, ante sus
que figura la cabeza de un colibrí, huitzitzilin, disfraz propio bocas se ven los símbolos ya dichos, como ordenando la guerra
de la deidad. Su actitud es como la del guerrero que presenta en favor del Sol. La presencia de los dioses inmediatos al astro,
los instrumentos de guerra, sacrificio y penitencia, porque es otra afirmación más de que Huitzilopochtli no es el mismo
lleva la xiuhcóat~ serpiente de fuego; en la diestra sostiene un dios Tonatiuh, pues no se concibe la doble representación de
cuchillo sacrificador y en la siniestra un fragmento de penca un numen y la figura de otro dios similar a Huitzilopochtli por
de maguey en la que están clavadas cuatro púas de la misma ser guerrero, en una misma escena. (Civilización mexícatl.
planta. Al frente de ambos personajes y a sus pies se encuen- Procedencia: Cimientos del torreón sur del Palacio Nacional;
tran corrientes de agua y unas secciones serpentinas, que encontrado a fines de julio de 1926. Recibido en el Museo el
rematan en llamas. Ambos son símbolos del atl tlachinolli, agua 13 de agosto del mismo año. Material: basalto. Dimensiones:
y tierra quemada, expresión de guerra, posiblemente la sagra- alto, 1.23 m: ancho, 0.915 m; espesor, 0.99 m. Museo Nacional
da, que era hecha con el fin de capturar futuras víctimas, cuya de Antropología, México. Núm. de cat. 24-806.)
sangre serviría para sustentar al dios solar.
297
Huitzilopochtli
134,135,136,137,145,146,162,174,180, Seler, 1963, t. 1, pp. 69, 114, 119, 129, 139, 143,
218,290. 155, 157, 188, 196,207,209,214; t. 11, pp. 9,
Robelo, 1907, AMN, t. IV, p. 68. 16,30,35,55,69,105,106-7,119,157,238.
-,1911, p. 217. - "Mito y religión de los antiguos mexica-
- , 1951, p. 128. nos. "
Sahagún, 1938, t.1,pp. 15,63,66,67,96, 100, Serna, 1892, pp. 320, 321,347,349,353,358,
105,106,115,123,137,139,140, 141, 142, 359,360,370,371,377,383,393.
168,177,180,181,187,188,193,196,197, Soustelle, 1959-1960, pp. 16, 17,20,21,22,31,
198,204,215,216,218,221,224,228,229, 33,39, 42,43,59,72,75,82,87.
232,259,260,261,262,263,264,265,265, Tezozómoc, 1949, t. 1, pp. 13, 21, 22, 23, 26,
268,275,298,339, 340; t. IT, pp. 272,289, 29,30,31,32,33,34,35,36,39,40,42,54,
292,322,323,325,329,341,342,343,357, 55,56,58,62,63,64,65,67,71,73,74,83.
366, 375, 376, 380, 382, 383, 384; t. IV, pp. Torquemada, 1943, t. 1, pp. 75.1, 78.2, 79.2,
23,63,64,88,101,102,104,132,166,167, 80.1,81.2,82.1,83.1,90.1,92.1,94.1,95.2,
167, 169, 197, 216, 262, 363; t. V, pp. 13, 100.1, 122.2, 126.2, 160.1, 157.1, 203.2,
17,18,19,20,21,26,65,66,67,68,69,78, 234.2,246.1,259.2,552.1,564.2,566.1; t.
80, 84, 112, 125, 166, 171, 177, 179, 182, IT, pp. 40.1, 41.1, 41.2, 70.2, 78.2, 80.1,
183,188,190,191,218,227,229. 43.1, 116.1, 139.1, 142.2, 143.2, 144.1,
- , 1946, t. 1, pp. 19,28,50,78,82,108,109, 146.1, 150.1, 155.2, 160.1, 164.1, 168.1,
113,118,119,128,136,137,155,157,181, 205.1, 263.2, 263.1, 264.1, 266.1, 271.2,
186,187,197,198,201,202,209,210,215, 272.1, 281.1, 282.2, 283.2, 299.2; t. lIT, p.
218,220,221,227,239,240,242,243,244, 31.1.
248,251,255,256,260,286,287,288,289, Vaillant, 1960, pp. 52, 55, 79, 81, 87, 146, 151,
290,291,292,297,305,330,373,374,459, 163,165,168,171,175,176,222,223,224,
471; t.IT, pp. 28,49,53,86,89,94, 106, 108, 233.
109,126,147,149,153,156,157,158; t.ITI, Veitia, 1944, pp. 162, 209, 291, 292, 293, 294,
pp. 15,46,47,53,65,66,73,80. 297,298,299,305,315,329.
298
Índice
Abreviaturas 9
Los dioses creadores l1
TLATLAUHQUI TEZCATLIPOCA 21
Camaxtli 27
Itztapaltótec 33
Mixcóatl 39
Xipe Tótec 51
YAYAUHQUI TEZCATLIPOCA 77
Chalchiuhtotolin l13
Huactli 121
Itztli 127
Ixtliltzin 133
Omácatl 137
Tepeyolohtli 141
TlamatzÍncatl 153
Yáotl 159
QUETZALCÓATL 161
Ehécatl 185
Patécatl 211
Tlahuizcal pantecuh tli 221
Xólotl 243
Yacatecuhtli 259
HUITZILOPOCHTLI 269
~