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Mandato

Derecho
Privado Civil

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Mandato
El artículo 1319 del Código Civil y Comercial de la Nación establece que:

Hay contrato de mandato cuando una parte se obliga a


realizar uno o más actos jurídicos en interés de otra.

El mandato puede ser conferido y aceptado expresa o


tácitamente. Si una persona sabe que alguien está haciendo
algo en su interés, y no lo impide, pudiendo hacerlo, se
entiende que ha conferido tácitamente mandato. La ejecución
del mandato implica su aceptación aun sin mediar declaración
expresa sobre ella1.

En otras palabras, diremos que hay contrato de mandato sin representación


cuando una persona actúa en nombre propio, pero en interés de otro. En
este caso, el mandante no otorga poder, por lo que las actuaciones del
mandatario no lo obligan ni con terceros ni con respecto a este. Podrá el
mandante ratificar los actos que el mandatario realizó en su interés.

Caracteres del contrato de mandato

El contrato de mandato es:

Oneroso: se presume que este contrato es oneroso. Cuando no se hubiere


convenido que el mandatario perciba una retribución por su trabajo, se
establecerá de acuerdo con los usos y costumbres; y, a falta de estos, la
retribución será fijada por el juez.

Formal en ciertos casos: en cuanto a la forma, según lo establece el Código


Civil y Comercial, el mandato puede ser expreso o tácito. Es expreso cuando
se celebra por medio de un instrumento público o privado. Es tácito cuando
el mismo no sólo resulta de los hechos positivos del mandante, sino
también de su silencio cuando lo mantiene al saber que alguien actúa en su
nombre.

El artículo 1320 prescribe que “si el mandante confiere poder para ser
representado, le son aplicables las disposiciones de los artículos 362 y
siguientes”2, que nos remiten a la representación como instituto. Cuando

1
Art. 1319- Ley Nº 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
2
Art. 1320- Ley Nº 26.994. Op. cit.

2
existe apoderamiento, este puede ser general o en términos generales, o
ser un poder con facultades expresas. Así, para ejecutar válidamente ciertos
actos, se necesita que exista poder con facultades expresas. Por ejemplo,
en los siguientes casos:

a) Peticionar el divorcio, la nulidad de matrimonio, la


modificación, disolución o liquidación del régimen
patrimonial del matrimonio;
b) otorgar el asentimiento conyugal si el acto lo
requiere, caso en el que deben identificarse los bienes a
que se refiere;
c) reconocer hijos, caso en el que debe individualizarse a la
persona que se reconoce;
d) aceptar herencias;
e)constituir, modificar, transferir o extinguir derechos reales
sobre inmuebles u otros bienes registrables;
f) crear obligaciones por una declaración unilateral de
voluntad;
g) reconocer o novar obligaciones anteriores al otorgamiento
del poder;
h) hacer pagos que no sean los ordinarios de la
administración;
i) renunciar, transar, someter a juicio arbitral derechos u
obligaciones, sin perjuicio de las reglas aplicables en
materia de concursos y quiebras;
j) formar uniones transitorias de empresas, agrupamientos
de colaboración empresaria, sociedades, asociaciones o
fundaciones;
k) dar o tomar en locación inmuebles por más de tres años o
cobrar alquileres anticipados por más de un año;
l) realizar donaciones u otras liberalidades, excepto
pequeñas gratificaciones habituales;
m) dar fianzas, comprometer servicios personales, recibir
cosas en depósito si no se trata del necesario, y dar o
tomar dinero en préstamo, excepto cuando estos actos
correspondan al objeto para el que se otorgó un poder en
términos generales3.

Supongamos que el mandante viaje y no pueda llevar a cabo determinado


acto y le confiere poder con facultades expresas a su representante. Como
vemos, son actos que implican una “disposición”; por ejemplo, aceptar
herencias. Por ello, se requiere que el mandato sea preciso, y que no
quepan dudas de la intención del mandante al momento de conferir poder
a favor de su mandatario y que no se vea perjudicado en sus negocios.

3
Art. 375- Ley Nº 26.994. Op. cit.

3
Objeto

Pueden ser objeto del mandato todos los actos lícitos que, a su vez, puedan
generar alguna adquisición, modificación o también extinción de algún
derecho. Si el mandato tiene por objeto un acto ilícito, imposible física o
jurídicamente o es inmoral; no hay acción alguna y las partes nada pueden
reclamar. Un ejemplo sería el supuesto que se encargue el homicidio de
una persona a cambio de una retribución, aquí el objeto es ilícito; por lo
tanto, ni el mandante ni el mandatario podrían ir al juez a entablar una
acción.

Partes

Los sujetos de la relación son:

Mandante: la persona que va a encomendar, mediante un poder expreso o


tácito, también llamado representado.
Mandatario: la persona a la que el mandante le encomienda que lo
represente y actúe en su nombre y por su cuenta, actos jurídicos.

De la capacidad para ser mandante o mandatario podemos afirmar que el


mandato puede ser conferido a una persona incapaz, pero esta puede
oponer la nulidad del contrato si es demandado por inejecución de las
obligaciones o por rendición de cuentas, excepto la acción de restitución
de lo que se ha convertido en provecho suyo.

Obligaciones de las partes

El mandante debe:

a) suministrar al mandatario los medios necesarios para la


ejecución del mandato y compensarle, en cualquier
momento que le sea requerido, todo gasto razonable en
que haya incurrido para ese fin;
b) indemnizar al mandatario los daños que sufra como
consecuencia de la ejecución del mandato, no
imputables al propio mandatario;
c) liberar al mandatario de las obligaciones asumidas con
terceros, proveyéndole de los medios necesarios para
ello;
d) abonar al mandatario la retribución convenida. Si el
mandato se extingue sin culpa del mandatario, debe la
parte de la retribución proporcionada al servicio
cumplido; pero si el mandatario ha recibido un adelanto
mayor de lo que le corresponde, el mandante no puede
exigir su restitución4.

4
Art. 1328- Ley Nº 26.994. Op. cit.

4
El mandatario debe:

a) cumplir los actos comprendidos en el mandato, conforme a


las instrucciones dadas por el mandante y a la naturaleza del
negocio que constituye su objeto, con el cuidado que
pondría en los asuntos propios o, en su caso, el exigido por
las reglas de su profesión o por los usos del lugar de
ejecución;
b) dar aviso inmediato al mandante de cualquier circunstancia
sobreviniente que razonablemente aconseje apartarse de las
instrucciones recibidas, requiriendo nuevas instrucciones o
ratificación de las anteriores, y adoptar las medidas
indispensables y urgentes;
c) informar sin demora al mandante de todo conflicto de
intereses y de toda otra circunstancia que pueda motivar la
modificación o la revocación del mandato;
d) mantener en reserva toda información que adquiera con
motivo del mandato que, por su naturaleza o circunstancias,
no está destinada a ser divulgada;
e) dar aviso al mandante de todo valor que haya recibido en
razón del mandato, y ponerlo a disposición de aquel;
f) rendir cuenta de su gestión en las oportunidades convenidas
o a la extinción del mandato;
g) entregar al mandante las ganancias derivadas del negocio,
con los intereses moratorios, de las sumas de dinero que
haya utilizado en provecho propio; Informar en cualquier
momento, a requerimiento del mandante, sobre la
ejecución del mandato;
h) exhibir al mandante toda la documentación relacionada con
la gestión encomendada, y entregarle la que corresponde
según las circunstancias.
Si el negocio encargado al mandatario fuese de los que, por
su oficio o su modo de vivir, acepta él regularmente, aun
cuando se excuse del encargo, debe tomar las providencias
conservatorias urgentes que requiera el negocio que se le
encomienda5.

Efectos

Respecto de terceros: cuando se contrata en nombre del mandante, se


pasan los límites del mandato y se carece de una posterior ratificación por
parte del mandante, se está en presencia de una nulidad siempre y cuando
el tercero conozca la situación. En cuanto a los actos realizados por el
mandatario y las obligaciones que hubiese contraído, en base a las

5
Art. 1324- Ley Nº 26.994. Op. cit.

5
facultades que le son otorgadas a través del poder, son considerados como
hechos por este personalmente.

Extinción

El contrato de mandato cesa por las siguientes razones:

a) por el transcurso del plazo por el que fue otorgado o por


el cumplimiento de la condición resolutoria pactada;
b) por la ejecución del negocio para el cual fue dado;
c) por la revocación del mandante;
d) por la renuncia del mandatario;
e)por la muerte o incapacidad del mandante o del
mandatario6.

Los efectos de la extinción del mandato, en relación a


terceros, si éstos han ignorado sin culpa la cesación del
mandato, y por lo tanto hubieren contratado con el
mandatario, el contrato será obligatorio para el mandante,
sus herederos y representantes, salvo sus derechos contra el
mandatario, si este sabía la cesación del mandato7.

Respecto a actos urgentes podemos afirmar que, no obstante la cesación


del mandato, “es obligación del mandatario continuar por sí o por otros los
negocios comenzados que no admiten demora, hasta que el mandante o
sus herederos dispongan sobre ellos, bajo pena de responder por perjuicio
que de su omisión resultare”8.

6
Art. 1329- Ley Nº 26.994. Op. cit.
7
Art. 1967- Ley Nº 340 (1966). Código Civil de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
8
Art. 1969- Ley Nº 340. Op. cit.

6
Referencias
Ley N° 340 (1966). Código Civil de la Nación. Honorable Congreso de la Nación.

Ley 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso


de la Nación Argentina.

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