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El primer paso hacia la constitución de una nueva organización internacional que llegase a
asumir las principales funciones atribuidas a la Sociedad de Naciones, se adoptó con motivo
de la entrevista mantenida en agosto de 1941 entre el Primer Ministro británico Winston
Churchill, y el Presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelt. En la propuesta de
declaración, remitida por Churchill a Roosevelt el día 10 de agosto figuraba una referencia a
la creación de una organización mundial en los siguientes términos:
«Quinto: Aspiran a una paz que no sólo acabe para siempre con la tiranía nazi, sino que
mediante una organización internacional eficaz, proporcione a todos los estados y pueblos los
medios de vivir seguros dentro de sus propias fronteras, y cruzar los mares y los océanos sin
temor a agresiones ilegales, y sin necesidad de mantener gravosos armamentos».
Unos meses más tarde, y tras la entrada en guerra de los Estados Unidos, los veintiséis aliados
formulan en Washington la Declaración de las Naciones Unidas (1 enero 1942), en la que se
reafirman los puntos básicos de la Carta del Atlántico y se manifiesta la voluntad común de
proseguir la guerra hasta el triunfo final.
No obstante, será en la Declaración de Moscú (30 de octubre 1943), firmada por los Estados
Unidos, la Unión Soviética, el Reino Unido y China donde figure por vez primera una
manifestación clara e inequívoca de: «la necesidad de crear, a la mayor prontitud posible, una
organización internacional general, basada en el principio de igualdad soberana de todos los
estados amantes de la paz, y abierta a todos los estados que cumplan esta condición, grandes
y pequeños, para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Durante estos dos años, se había logrado perfilar el acuerdo básico entre las grandes
potencias aliadas en torno a los campos prioritarios de actuación de la futura organización.
Estos eran básicamente dos: el relativo a la seguridad internacional, cuestión esencial si
consideramos que nos encontramos en el momento álgido de la Segunda Guerra Mundial, y
todo lo relacionado con un orden social, económico y jurídico para la postguerra.
Tras la Declaración de Moscú, el gobierno norteamericano sugirió la celebración de una
conferencia de expertos que tendría como misión desarrollar las propuestas jurídico-políticas
referentes a la estructura y competencias de la organización. Con tal motivo se reunieron
expertos de los países aliados en la Conferencia de Dumbarton Oaks (21 agosto -7 octubre
1944), y procedieron a la elaboración de unos proyectos que fueron sometidos a los
gobiernos de los países participantes para la formulación de enmiendas.
A fines de 1944 los aliados estaban convencidos de la derrota, en un período más o menos
largo, de las potencias del Eje. Se trataba, en consecuencia, de sentar las bases del orden
mundial de la postguerra, en el que la futura organización constituiría una pieza clave. Sin
embargo, la celebración de la Conferencia de Bretton Woods (1 a 22 julio 1944) para constituir
un nuevo sistema monetario y comercial, demostró hasta que punto los aliados,
especialmente los Estados Unidos y el Reino Unido, querían diferenciar la dimensión
económica de la estrictamente jurídico-política en ese nuevo orden mundial.
2. El sistema de voto en el Consejo de Seguridad que para las cuestiones que no fuesen
de procedimiento se requeriría el voto afirmativo de siete miembros, incluido el voto de los
miembros permanentes de dicho Consejo.
En el capítulo X de dicho acuerdo se fijaban los criterios generales para la admisión de nuevos
miembros en la Organización, y muy especialmente, la actitud favorable a la incorporación de
Italia, Hungría, Rumania, Bulgaria y Finlandia, una vez se hubiesen concluidos los Tratados de
Paz y se hubiesen implantado «gobiernos democráticos».
Particular importancia poseía, para el futuro del Gobierno español y la candidatura de nuestro
país a la Organización, el párrafo en el que las tres potencias aliadas, tras declarar su
disposición a apoyar las candidaturas de los países neutrales, afirmaban: «No obstante, se
creen obligados a declarar que, por su parte, no apoyarán la candidatura del actual Gobierno
español, que establecido con la ayuda de las potencias del Eje, no posee, en razón de sus
orígenes, de su carácter y de su estrecha asociación con los países agresores, las cualidades
necesarias para justificar su admisión en las Naciones Unidas».
PROPÓSITOS Y PRINCIPIOS
4. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos
propósitos comunes.
6. La Organización hará que los Estados que no son Miembros de las Naciones
Unidas se conduzcan de acuerdo con estos Principios en la medida que sea necesaria
para mantener la paz y la seguridad internacionales.
Según la Carta, todos los Estados Miembros están obligados a adoptar las decisiones
del Consejo. El Consejo de Seguridad dirige la labor de determinar la existencia de
amenazas contra la paz o de actos de agresión. Pide a las partes involucradas en un
conflicto que se llegue a un acuerdo por medios pacíficos y recomienda métodos de
ajuste o términos de acuerdo. En algunos casos, el Consejo de Seguridad puede
recurrir a la imposición de sanciones e, incluso, a la autorización del uso de la fuerza
para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales. La presidencia del
Consejo de Seguridad rota de forma mensual.
Las decisiones del Consejo de Seguridad sobre todas las demás cuestiones serán
tomadas por el voto afirmativo de nueve miembros, incluso los votos afirmativos de
todos los miembros permanentes; pero en las decisiones tomadas en virtud del
Capítulo VI y del párrafo 3 del Artículo 52, la parte en una controversia se abstendrá
de votar.
El veto: Se utiliza para denotar que una determinada parte tiene el derecho a parar
unilateralmente una determinada pieza de legislación. Un veto, por tanto, proporciona
poder ilimitado para parar cambios, pero no para adoptarlos. Los creadores de la
Carta de las Naciones Unidas estaban seguros de que estos cinco países seguirían
desempeñando un papel importante en el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales. Por eso, a los «cinco grandes» se les otorgó un poder de voto
especial, conocido como el «poder de veto». Se acordó que en caso de que uno de
los «cinco grandes» ejerciera su poder de veto dentro del Consejo de Seguridad, la
resolución o decisión no se aprobaría.
Los cinco miembros permanentes en uno u otro momento han ejercido el derecho de
veto, algunos con más frecuencia que otros, y en momentos particulares dentro de
ese período. Si un miembro permanente no está totalmente de acuerdo con una
propuesta de resolución, pero no desea emitir un veto, puede optar por la abstinencia,
lo que permite que la resolución se apruebe si obtiene el número requerido de nueve
votos favorables.
Desde que se fundaron las Naciones Unidas, en 1945, más de 80 naciones, cuyos
pueblos habían estado sometidos al dominio, colonial han ingresado en la
Organización como Estados soberanos e independientes. Además, muchos otros
territorios se han asociado políticamente con Estados independientes o se han
integrado con otros Estados como resultado de la libre determinación.
El contenido total del sitio de la Corte está disponible en los dos idiomas oficiales de
ésta, francés e inglés. Sin embargo, un cierto número de documentos han sido
puestos a disposición del público en otros idiomas oficiales de las Naciones Unidas,
tal como el español. Se encontrará una lista completa de dichos documentos a
continuación. La Corte Internacional de Justicia (CIJ, también llamada Tribunal
Internacional de Justicia) es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas. Fue
establecida en 1945, en La Haya, Países Bajos siendo la continuadora, a partir de
1946, de la Corte Permanente de Justicia Internacional.
Sus funciones principales son resolver por medio de sentencias las disputas que le
sometan los Estados (procedimiento contencioso) y emitir dictámenes u opiniones
consultivas para dar respuesta a cualquier cuestión jurídica que le sea planteada por
la Asamblea General o el Consejo de Seguridad, o por las agencias especializadas
que hayan sido autorizadas por la Asamblea General de acuerdo con la Carta de las
Naciones Unidas (procedimiento consultivo). El Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia forma parte integral de dicha Carta, situada en su capítulo XXV. En virtud del
artículo 30 del Estatuto, la Corte adoptó el 14 de abril de 1978 un reglamento mediante
el cual se determinó la manera de ejercer sus funciones y, en particular, sus reglas de
procedimiento. Los idiomas oficiales de la Corte son el francés y el inglés.
Esta posee una gran cantidad de funciones muy variadas, tan variadas como los
problemas que tratan las Naciones Unidas como tal. Incluyen desde la administración
de las operaciones de mantenimiento de la paz y la mediación en controversias
internacionales hasta el examen de las tendencias y problemas económicos y sociales
así como también le compete la preparación de estudios sobre derechos humanos y
desarrollo sostenible. El personal de la Secretaría, entre otras funciones, informa a
los medios de comunicación del mundo sobre la labor de las Naciones Unidas,
organiza conferencias internacionales sobre asuntos de interés mundial e interpreta
discursos y traduce documentos a los idiomas oficiales de la Organización.
La labor del Secretario General implica un cierto grado de tensión inherente y creativa,
que dimana directamente de la definición del cargo enunciada en la Carta de la ONU.
La Carta autoriza al Secretario General a señalar a la atención del Consejo de
Seguridad cualquier asunto que en su opinión amenace la paz y la seguridad
internacionales. También le asigna el desempeño de "las demás funciones" que le
encomienden el Consejo de Seguridad, la Asamblea General y los otros órganos
principales de las Naciones Unidas. En consecuencia, el Secretario General hace de
portavoz de la comunidad internacional y al mismo tiempo de funcionario de los
Estados Miembros, funciones que al parecer aseguran un cierto grado de fricción. Sin
embargo, lejos de limitar su valor, esos perfiles amplios garantizan un mandato
extraordinario para la acción.
Funcionamiento:
Las celebraciones de la ONU tienen como objetivo contribuir, en todo el mundo,
al cumplimiento de los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y sensibilizar al
público acerca de temas políticos, sociales, culturales, humanitarios, o relacionados
con los derechos del hombre. Son ocasiones para promover acciones nacionales e
internacionales y despertar el interés sobre los programas y actividades de las
Naciones Unidas. Se realiza una reunión cada año y cuando un tema es considerado
particularmente importante de tratar en ese momento.
La función principal de la ONU es mantener la paz. El Consejo de Seguridad
normalmente establece y define las operaciones de mantenimiento de la paz; para
ello asigna un mandato a la misión, es decir, una descripción de sus tareas. Las
Fuerzas de paz de las Naciones Unidas (los «cascos azules») son enviadas a varias
regiones donde han cesado recientemente conflictos armados, para de este modo,
hacer cumplir los acuerdos de paz y disuadir a los combatientes de reanudar las
hostilidades.
La preocupación por los derechos humanos fue una de las razones principales
para la creación de las Naciones Unidas. Las atrocidades y el genocidio de la Segunda
Guerra
Mundial contribuyeron a un consenso para que la nueva organización debiera
trabajar para prevenir tragedias similares en el futuro. En este sentido se creó un
marco jurídico para considerar y actuaba sobre quejas referidas a violaciones de los
derechos humanos. La Carta de la ONU (arts. 55 y 56) obliga a todos sus miembros
a promover “el respeto universal a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales de todos” y para tomar “medidas conjunta o separadamente, en
cooperación con la Organización” para tal fin. La Declaración Universal de los
Derechos Humanos, aunque no legalmente vinculante, fue adoptada por la Asamblea
General en 1948 como un patrón de realización para todos; y consecuentemente, la
Asamblea se ocupa regularmente de las cuestiones referidas a los derechos
humanos.
Otro de los puntos esenciales de las Naciones Unidas es que en todos los países
del mundo se defiendan y se protejan los derechos humanos. De ahí que, una de
las decisiones más importantes que ha tomado esta organización haya sido la de la
Declaración universal de los Derechos Humanos. Esta declaración es de obligado
cumplimiento para todas aquellas naciones que quieran formar parte de esta
organización. Otro de los puntos fuertes de esta organización está en los asuntos
humanitarios. Naciones Unidas está en muchos países en conflicto aportando
seguridad, ayudando a reconstruir países arrasados por la violencia, las guerras,
etc. y, por supuesto, atendiendo a la población en las necesidades más elementales,
como pueden ser la alimentación, la higiene, infraestructuras, vivienda, etcétera.
Las Naciones Unidas es una organización que vela por que los conflictos entre
países o las guerras internas finalicen. Se ocupa de mediar en muchas situaciones
de guerra, de política o de justicia, para llegar a puntos de acuerdo que lleven a la
paz y la seguridad, la esencia de la propia organización. Otro de los asuntos
importantes que abarca esta organización es la del derecho internacional. Entre los
más conocidos está la Corte Internacional de Justicia o el Tribunal Penal
Internacional.
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