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Capítulo 19

19.3 Los rabinos estaban divididos en cuanto a la interpretación del divorcio (Dt
24.1).
Los conservadores de la escuela de Shammai sostenían que el adulterio era el
único
motivo de divorcio; mientras los liberales de la escuela de Hillel eran partidarios
del
divorcio por cualquier causa, aun por disgusto personal.
DINÁMICA DEL REINO
19.1–9 El divorcio es consecuencia de un corazón endurecido hacia
Dios, ORDEN FAMILIAR. En este texto Jesús francamente aborda un asunto
fundamental: la causa del divorcio es la dureza del corazón. Detrás de cada
matrimonio roto hay un corazón endurecido contra Dios, y después
endurecido contra el compañero-cónyuge. Desde el principio mismo, la
intención de Dios en lo que concierne al matrimonio fue que el matrimonio
sea para toda la vida. Teniendo en cuenta esto, los creyentes debieran tener
cuidado al escoger el compañero o la compañera para la vida (véase 2 Co
6.14). A pesar de ello, ningún matrimonio está completamente libre de las
diferencias y dificultades que pudieran conducir al divorcio, si el esposo y la
esposa fueran defraudados en sus inclinaciones naturales.
El diablo exagerará las fallas y las insuficiencias del cónyuge, sembrará
sospecha y celos, provocará la autocompasión, insistirá en que
mereces algo mejor, y te hará la engañosa promesa de que las cosas
serían mejores con alguna otra persona. Pero escucha las palabras de
Jesús y recuerda: Dios puede cambiar los corazones y quitar toda su
dureza si tan sólo nosotros se lo permitimos.
(Mal 2.13, 14, 16/Sal 68.5, 6) L.C.
19.4–6 Véase la sección 1 de «Verdad en acción» a través de los sinópticos al
final del
evangelio de Lucas.
19.4–6 El designio de Dios es que el matrimonio sea un estado permanente.
19.8 La ley de Moisés puede considerarse una concesión a la flaqueza humana, y
no fue
dada para hacer más fácil el divorcio; más bien, constituía una restricción a la
costumbre
del divorcio fácil, dándole a la mujer alguna protección.
19.9 Véase las notas a 5.32 y 1 Co 7.10, 11.
19.10 De acuerdo con los discípulos, no conviene casarse si no existe ningún
escape ante
un mal matrimonio.

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