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Al dejar de lado el patrón oro el valor del dinero ya no dependía de los depósitos de oro por ello
los bancos empezaron a emitir más créditos del dinero que tenían depositado, enriqueciéndose a
costas de las personas, es decir, los capitalistas tienen dinero (D) que se reproduce en la forma D-
D’ (donde D’>D), poniendo como principal razón de su intervención, la escasez del dinero que es
controlado por el gobierno. Este sistema que adopto el sistema financiero fue el sistema de
reserva fraccional, esto hizo que el dinero se cree prácticamente de la nada, el único límite en la
teoría es el que sostiene el multiplicador del dinero, por lo tanto el crédito se hace abriendo
cuentas corrientes de crédito y ya no emitiendo billetes de banco garantizados por los depósitos
en metálico porque esta emisión está monopolizada por el Estado.
Otro punto importante es la teoría de las puertas giratorias en donde se involucra al sistema
bancario con el gobierno, pues éste último+ recurre al crédito bancario cuando tiene déficit fiscal y
cuando tiene la necesidad de realizar proyectos de “bien común”; sin embargo los políticos
utilizan el dinero público de la siguiente manera, primero se endeudan al pedir grandes prestamos
con los bancos que les cobran intereses aumentando de esta manera el crédito, así los
presupuestos de los proyectos son sobrevalorados, entonces la diferencia de la sobrevaloración va
parar a manos de los políticos que luego lo desvían hacia paraísos fiscales; segundo al brindarles
este servicio los bancos esperan algo a cambio, lo cual constituirá en una serie de legislaciones que
favorezcan a la banca y que les permita seguir ganando aún más, y a su vez que se le brinde la
protección y el rescate de la institución de ser necesario, todo ello con el consentimiento de las
organizaciones mundiales.
Los instrumentos fundamentales que movilizan a los flujos financieros de todos los países
del mundo son los créditos y la moneda escritural que ha llegado a ser la moneda por
excelencia de los países desarrollados, donde el comercio y la industria concurren a
multiplicar los intercambios.