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¿Qué es la educación en derechos humanos?

La educación en derechos humanos es un proceso que cualquiera puede emprender, a


cualquier edad y en cualquier lugar, para aprender sobre sus derechos humanos –y los de
otras personas– y la manera de reclamarlos. Sirve a las personas para desarrollar las
habilidades y actitudes necesarias para promover la igualdad, la dignidad y el respeto en sus
comunidades y sociedades y en todo el mundo.

¿Qué clase de educación en derechos humanos imparte Amnistía Internacional?

Trabajamos con la gente en las comunidades, en escuelas y universidades y en entornos


profesionales para sensibilizarla sobre sus derechos humanos, ampliar sus conocimientos y
potenciar los valores y las habilidades y actitudes que necesitan para aplicar y promover los
derechos humanos en su vida y su trabajo.

¿Con qué fin se imparte educación en derechos humanos?

Creemos que la educación en derechos humanos es fundamental para abordar las causas
subyacentes de las violaciones de estos derechos. Creando un entorno propicio al
pensamiento crítico, damos espacio a las personas para que reflexionen sobre sus propios
valores y actitudes y, en definitiva, modifiquen su propia conducta. Sirve para prevenir los
abusos contra los derechos humanos, combatir la discriminación, promover la igualdad y
fomentar la participación de la gente en los procesos de toma de decisiones.

La educación en derechos humanos (EDH) empodera especialmente a las víctimas de abusos


de derechos humanos, tanto para exigir la rendición de cuentas a quienes detentan el poder
económico y político, como para conseguir un cambio sostenible a largo plazo. Este
empoderamiento personal y colectivo es clave para acabar con los círculos viciosos de
dependencia que se crean cuando no se garantizan necesidades básicas (como alimentación,
agua y saneamiento, vivienda adecuada o salud) y esa exclusión no se trata como violación
de derechos humanos.

Toda persona tiene derecho a disponer de información clara y suficiente sobre los derechos
humanos y las libertades fundamentales, así como al acceso a la educación y formación en
materia de derechos humanos. Los gobiernos, por su parte, deben garantizar que toda la
ciudadanía pueda conocer y aprender sobre sus derechos humanos, tal y como establecen
múltiples instrumentos nacionales, regionales e internacionales.

En el caso español, Amnistía Internacional ha venido trabajando desde 2003 para que se
incluyan contenidos de derechos humanos en la educación formal. Tanto el gobierno central
como los autonómicos tienen la responsabilidad y el deber de incluir la EDH en todos los
niveles del sistema de enseñanza. Pero la formación en derechos humanos no tiene edad.
Toda persona tiene derecho a conocerlos, reclamarlos y disfrutarlos en cualquier momento de
su vida. Y tampoco hay límites para la enseñanza y el aprendizaje de los derechos humanos.

La máxima eficacia se consigue cuando se emplean, como hace Amnistía Internacional,


métodos de aprendizaje inclusivos, participativos y democráticos que fomentan la libertad de
expresión y el análisis crítico, y que respetan los derechos tanto de quienes imparten la
formación como de quienes la reciben. La EDH se convierte así en un proceso de
empoderamiento, ya que las metodologías participativas tratan de implicar, motivar y
aprovechar la capacidad del alumnado para emprender acciones individuales y colectivas, y
para convertirse en agente de cambio.
Acto en defensa del derecho a la educación con una imagen de Malala de fondo. © AI/Rachel
Banfield

Yoshi García, activista juvenil salvadoreña

ME VEO COMO EDUCADORA (...) SOY EL PRESENTE TRATANDO DE HACER UN CAMBIO PARA EL
FUTURO. AUNQUE NO PUEDA DISFRUTAR DE ESE CAMBIO, SÉ QUE LAS GENERACIONES FUTURAS
LO HARÁN.

España

 España participó en la redacción del Programa Mundial para la Educación en


Derechos Humanos de Naciones Unidas (2004), que busca incluir la educación en
derechos humanos en los sistemas de enseñanza de primaria y secundaria, así como
en la formación en materia de derechos humanos.

 España pertenece desde 1977 al Consejo de Europa que aprobó en 2010 la Carta de
la Educación para la Ciudadanía Democrática y la Educación en Derechos
Humanos, en la que recomienda a los Estados miembros que incluyan “la Educación
para la Ciudadanía Democrática y la Educación en Derechos Humanos en los
programas de educación formal en los niveles de infantil, primaria y secundaria, así
como en la enseñanza y la formación general y profesional”. 
 La implantación en 2006 de la materia de Educación para la Ciudadanía y los
Derechos Humanos (EpC), mediante la Ley Orgánica de Educación, visibilizó de
forma explícita los contenidos de derechos humanos en el currículo de la enseñanza
primaria y secundaria obligatorias. Además, la creación de la competencia social y
ciudadana estableció una herramienta para que esos contenidos fueran transversales
en el currículo de todas las materias. Amnistía Internacional consideró muy positivas
ambas medidas educativas. 

 La posterior Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) supuso


un retroceso al eliminar la obligatoriedad de Educación para la Ciudadanía e incluir en
su lugar solo algunos de sus contenidos en las asignaturas optativas a la religión.
Fuera del currículo de millones de estudiantes quedaron temas como igualdad entre
mujeres y hombres, violencia de género, racismo, homofobia o pobreza, y derechos
humanos.
Educación en derechos humanos
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La educación en derechos humanos es una herramienta para lograr cambios sociales. Se
trata de un proceso de aprendizaje en el cual se ponen en juego los valores de la persona,
teniendo en cuenta el respeto propio y para con el otro. Es una práctica que promueve la
autoestima y el enriquecimiento personal mediante valores de paz, tolerancia y respeto. Se
trata de una educación que tiene como eje principal la formación de la persona.1
El artículo 26.2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos recomienda a los
Estados incluir la Educación en Derechos Humanos: «La educación tendrá por objeto el pleno
desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos
y a las libertades fundamentales, debe promover la comprensión, la tolerancia y la amistad
entre todas las naciones y grupos étnicos o religiosos, y debe fomentar las actividades de
las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz».
Por su parte la Amnistía Internacional expresa que «La educación en derechos humanos se
ocupa, entre otras cosas, de informar sobre los instrumentos internacionales de derechos
humanos, su objetivo es dar a conocer a las personas las normas legales que existen, su
contenido y categoría jurídica. Pero la educación en derechos humanos no se limita a impartir
conocimientos sobre derechos humanos. Fundamentalmente trata de cambiar actitudes y
comportamientos y desarrollar en las personas nuevas actitudes que les permitan pasar a la
acción».
Educar es ir más allá de transmitir información, se trata de impulsar un cambio en el otro.
Cuando se habla de educar en derechos humanos es indispensable que las personas
comprendan la necesidad de defenderlos. En este sentido Rosa María Mujica sostiene
que «Es el desafío de ser más humanos. Educar sería en este sentido el intento de transmitir y
adquirir actitudes que encarnan la utopía de los derechos humanos».2
Es importante decir que la primera exigencia fundamental es que "la educación es, antes de
todo, un derecho humano, un derecho sin lo cual no hay ejercicio de otros derechos", como
dijo la educadora brasileña Flávia Schilling.
Se recomienda un texto auto-formativo dirigido a docentes realizado por la UNESCO que tiene
como objetivo primordial convertirse en una herramienta que promueva la educación en y para
los Derechos Humanos [1]

Educar en y para los derechos humanos[editar]


Para poder enseñarlos es importante partir desde problemáticas que formen parte de la
realidad cotidiana de las personas. En este sentido podemos referir a Carola Carazzone quien
entiende que la educación en derechos humanos no se limita a solo dar a conocer los
derechos humanos, sino que debe haber una educación PARA los derechos humanos, esto es
que tengan una finalidad de acción, que sean inductores de compromiso, de solidaridad y de
acción.3
Rector Mayor en el Comentario al Aguinaldo 2008 escribió que la educación en derechos
humanos tiene que comprender al menos tres dimensiones:

 Una dimensión cognitiva (conocer) pensar críticamente, conceptuar, juzgar.


 Una dimensión afectiva (probar) hacer experiencia, empatía.
 Una dimensión volitiva conductual activa
Los Derechos Humanos no se imponen, sino que se construyen en base al diálogo, la
confrontación y la re-elaboración personal.
***EDUCACIÓN Y VIOLENCIA SIMBÓLICA EN EL CONTEXTO LABORAL***
En los últimos años la violencia se expresa de muchas maneras, una de la que va tomando
mas fuerza en tono desmoralizarte, y descalificarte, principalmente es las instituciones
escolares, esta problemática esa francamente abordarte, quien defiende a los docentes
cuando te hacen bullying, ¿el Estado debe amparar a los formadores, para garantizar el mejor
rendimiento laboral, deben los gremios proveer apoyo psicológico para sus docentes, o
fomentar el trabajo de equipo a través de Gestores o Couching

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