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Un microorganismo invasor se encuentra primero con barreras físicas como la piel, mucosas.
microbioma normal y proteínas o péptidos antimicrobianos inespecíficos. Si los microbios superan
estas barreras y progresan hacia la infección, el siguiente obstáculo son los receptores de
reconocimiento del patrón (PRR) de las células centinela (generalmente macrófagos). La unión de
los PRR a estructuras del microbio desencadena la liberación de mediadores inmunitarios. El
sistema innato proporciona una defensa inmediata frente a la infección y debe superarse para que
esta tenga lugar. Incluso si se supera, también desempeña función esencial en la concentración y
dirección de la memoria inmunitaria prolongada específica frente al microbio del sistema
adaptativo.
Inmunidad innata y respuesta inflamatoria: Cuando las barreras normales se rompen los
microorganismos infecciosos entran en los tejidos se moviliza una gran cantidad de factores y tipos
de células del hospedero. Aunque muchas de estas proteínas de la primera respuesta están
siempre presentes, es su rápido incremento cuantitativo el que constituye la respuesta
inflamatoria. Esto se manifiesta en la clínica con la fiebre y el malestar general que habitualmente
acompañan a las primeras fases de la infección y representan, en términos amplios, los
acontecimientos que se producen durante la infección antes del establecimiento o esfuerzo de la
respuesta inmunitaria adaptativa específica. Los factores que tradicionalmente se han
correlacionado con la respuesta inflamatoria son 1) moléculas desencadenantes, que constituyen
sistemas de señales que invocan al sistema inmune adaptativo y 2) moléculas efectoras, que
participan en la inflamación, la captación de microorganismos y su eliminación. Los genes del TLR
son responsables de la detección y desencadenamiento de la respuesta inicial. La familia de los
genes Toll está conservada en todas las especies multicelulares. La detección y
desencadenamiento de las respuestas frente a los productos de hongos, bacterias y virus se ha
conservado a lo largo de una extensa evolución y se denomina sistema inmune innato. Hay varias
familias de receptores celulares que reconocen los patrones moleculares asociados a patógenos
(PAMP) y la detección y respuesta a estos son la base esencial de la inmunidad innata. Ademas de
la familia de los TLR, hay familia de receptores tipo dominio de oligomerizacion ligadores de
nucleótidos (NOD, NLR NOD-like receptor), la familia de receptores similares a la lectina tipo C
(CLR) y el receptor de tipo gen inducible por ácido retinoico I (RIG-I). 1) Quimiocinas y quimiotaxis:
Es muy importante para la respuesta innata la capacidad de los leucos de moverse hacia los
lugares que invade el patógeno. Dos familias principales de quimiocinas, que forman parte del
primer grupo de factores de respuesta inducido por el sistema innato dirigen la migración. Los
miembros de la familia CXC, cuya primeras dos cisteínas están separadas por un solo aminoácido,
estimulan la quimiotaxis de neutrófilos PNM, eosinófilos, monocitos, células dendríticas (DC),
linfos NK y linfos T. Los miembros de la familia CC estimulan a los mismos leucos menos PMN, que
no expresan receptores para estas quimiocinas. Mutación en el receptor CCR% confiere resistencia
a la infección por VIH, pero también se ha demostrado que la pérdida del receptor para esta
quimiocina se asocia a una mayor proclividad a la infección sintomática por el virus del Nilo
Occidental. Las citocinas, especialmente el TNF y la IL-1 aumentan la expresión de moléculas de
adhesión sobre la superficie de células endoteliales, PMN, linfos NK y monocitos, lo que ayuda a la
unión y transmigración de estas células a los lugares de inflamación. 2) Fagocitosis y autofagia: Las
células epiteliales, monocitos, macrófagos y DC expresan una amplia variedad de PRR que
detectan y activan las vías de las respuestas innatas. Además, varios tipos celulares tienen una
función, la fagocitosis. Es un mecanismo por el que los microorganismos que entran en el cuerpo
son engullidos y muertos por células como los PMN, DC y macrófagos. Los macrófagos se
encuentran en todos los tejidos del cuerpo, mientas que los PMN y monocitos circulan en sangre y
linfa y componen así el sistema retículoendotelial. Los PMN expresan varios sistemas de
receptores para reconocer microbios, células dañadas o viejas y partículas. La familia de los
receptores basurero (SRAI y SRAII, MACRO, CD36, CD48 y CLA-1) y de receptor para manosa
detectan estructuras que contienen fosfolípidos y manosa, estructuras encontradas en microbios
pero no en las células normales. Las integrinas, sobre todo CD11b/CD18, CD11c/CD18, αv/β1 y
αv/β3 reconocen indirectamente las partículas diana uniéndose a constituyentes solubles del
hospedero, como los componentes del complemento activados, la vitronectina y fibronectina.
Estas moléculas solubles interactúan con fragmentos de las células dañadas, restos de colágeno,
plaquetas alteradas y microbios para potenciar su eliminación por parte de los macrófagos. El
reconocimiento de las colectinas (proteína ligadora de manosa, componente C1q y surfatante SP-
A) por el receptor de macrófago C1qRp también potencia la fagocitosis de los microorganismos
cubiertos por estos ligandos. El CD14 reconoce el lípido A de las gramnegativas y el ácido
lipoteicoico de las grampositivas. La unión del lípido A al CD14 esta facilitado por su unión a la
proteína ligadora de LPS. La disfunción o extirpación del bazo genera filtración inadecuada de las
bacterias encapsuladas como los neumococos presentes en sangre, que pueden superar a un
paciente asplénico más fácilmente mediante su replicación relativamente descontrolada en
sangre. Cuando un microbio es internalizado en un fagosoma habitualmente es exterminado
mediante factores microbicidas, entre los que están los intermediarios reactivos del oxígeno y del
nitrógeno y péptidos tóxicos. Los microorganismos muertos son digeridos y los péptidos
microbianos se unen a moléculas del MHC para migrar a la superficie celular y ser presentado a su
linfo T (presentación de antígeno). Este proceso da lugar a la expansión clonal de los linfos T
específicos. En condiciones de reposo o estado estable, los macrófagos matan a los microbios
mediante la generación de metabolitos tóxicos del oxígeno y nitrógeno como el peróxido de
hidrógeno, superóxido y óxido nitroso, fenómeno conocido como muerte oxidativa. La muerte no
oxidativa se produce por defensinas, acidificación de las vacuolas fagosómicas, el depósito de
hidrolasas ácidas y de otras enzimas lisosómicas en los fagolisosomas y la producción de varias
moléculas antimicrobianas asociadas al fránulo, como los péptidos del neutrófilos 1 al 4, lisozima,
elastasa, antileucoproteasas, azurocidina, catepsina G y proteína potenciadora de la
permeabilidad bactericida. Algunos patógenos intracelulares como M. tuberculosis, T. gondii, se
refugian dentro de las células, por lo que la mayoría de las células pueden usar la autofagia como
mecanismo innato para eliminar estos y otros microorganismos por medio de la dusión de los
lisosomas con la vesícula que contiene el microorganismo. En el caso de M. tuberculosis, IRGM
(gen trifosfatasa de guanosina relacionado con la inmunidad) desencadena la autofagia y genera
organelas autolisosómicas grandes (khe).
Familias de receptores innatos: Las familias PRR detectan el espectro completo de moléculas que
se asocian a todos los patógenos. La familia mejor estudiada de los PRR son los TLR, tienen una
estructura conservada en todos los eucatiores y su nombre deriva de los mutantes Toll de
Drosophila. En la actualidad se conocen 13 TLR de mamífero. Actúan detectando una amplia
variedad de firmas moleculares que son características de los patógenos o tejidos dañados. Cada
miembro de la familia PRR se expresa en una localización dentro o dobre la célula; los TLR 1, 2, 4,
5, 6 y 11 interactúan con los componentes de la membrana microbiana, mientras que los 3, 7, 8 y
9 interactúan con ácidos nucleicos víricos y microbianos y se localizan dentro de las vesículas
intracelulares. La familia PRR de lectinas tipo C como DC-SIGN se expresa en la superficie y detecta
hongos. RLR se expresa dentro de la célula e incluye RIG-I, proteína asociada a ka diferenciación
del melanoma 5 (MDA5) y lopofosfoglucano 2 (LPG2) y detectan ARN viral. NLR desencadena
varias señales proinflamatorias que dan lugar a la producción de IL-1B activa. Esta serie de
receptores y ligandos debe transmitir sus señales desde la superficie celular. Los perfiles de las vías
transmisoras de señales de los TLR se gobiernan en parte por los diferentes dominios de receptor
Toll-interleucina (IL-1) (TIR) que utilicen. Todos los TLR a excepción del TLR3, producen señaes a
través de una vía independiente del gen de respuesta primaria de diferenciación mielocítica
(MYD88), lo que lleva a la activación de las vías de NF-kB de la cinasa de proteínas activada por el
mitógeno. TLR3 y RIG-I producen señales a través del factor regulador del interferon 3 (IRF3). El
TLR3, que es específico para ARN bicatenario, usa la vía TRIF (proteína adaptadora que contiene
dominio TIR e induce el interferon B), lo que lleva a la producción de IFN debido a la activación de
IRF3 así como la activación mediada por NF-kB de la producción de citosinas. Las dos principales
familias NLR se combiana para enviar señales de invasión intracelular de grampositivas (NOD1
detecta meso-DAP) y negativas (NOD2 detecta dipéptido muramilo y ARN monocatenario)
Interferencia de los microorganismos patógenos con las respuestas inmunitarias innatas: L¿Se
han desarrollado formas de evadir la respuesta innata, Los lugares de interferencia de los
microorganismos patógenos van paralelos a los tres pasos principales de la inmunidad innata;
reconocimiento de los PAMPs, señales intracelulares y expresión de quimiocinas y citocinas
desencadenadas por los factores de transcripción activados. La alteración de los PAMPA que se
produce para evitar la activación de los PRR es un importante primer paso. TLR4 reconoce lípido A
de LPS, Helicobacter, Coxiella, Legionella y Rhizobium tienen estructuras alteradas del lípido A que
LTR4 reconoce mal. La alteración del flagelo de Helicobacter también bloquea las señales que se
generan por TLR5.Cambios en los azucares en Candida y Pneumocystis duante si ciclo de vida
genera que sean invisibles para los CLR. T cruzi y L. amazonensis expresan inhibidor de la
migración del macrófago. Secretan fosfolípidos específicos para enviar señales “comeme” que las
células apoptoticas utilizan para estimular a los macrófagos y DC para que las engullan mientras
bloquean la activación celular, la secreción del factor inhibidor de la migración del macrófago y
autofagia. Virus bloquean las vías de seña intracelulares, incluida la incativacion de IRF3 y 7.
Herpesvirus humano codifica micro ARN que reduce la expresión de mediadeores específicos del
TLR. La proteína K1L del virus de la viruela vacuna bloquea la activación de Nf-kB y la proteína
líder, L(pro) del virus de la enfermedad pie-boca digiere este importante factor de transcripción.
Los anticuerpos son proteínas del suero que ayudan a neutralizar y eliminar patógenos o
antígenos. Están producidos por los linfos B. A medida que una célula pre-B madura, se reorganiza
y transforma selectivamente la porción de su ADN que codifica el sitio de unión al antígeno en la
molécula del Ab. Cada clon de linfo B lo hace de modo diferente, lo que lleva a millones de clones
de linfos B, cada uno de los cuales produce Ab con una configuración ligeramente diferente en el
sitio de unión al antígeno. El extremo opuesto de la molecula de Ab permanece constante, lo que
permite interactuar con elementos fijos del sistema inmune como los neutrófilos, monocitos que
ingieren y matan a los patógenos cubiertos de Ab.
Estructura química de la inmunoglobulina: 1) Estructura básica de los Ab: Dos pinzas que actúan
como hendidura para unirse a los antígenos. La cola interacciona con receptores presentes en
células del sistema inmune como PMN, monocitos, macrófagos, linfos B, DC y en algunos casos
mastocitos. La cola o extremo carboxilo de ciertas moléculas de inmunoglobulinas también
pueden unirse a receptores transportadores que llevan anticuerpos a través de las barreras
epiteliales hasta las secreciones o, a través de la placenta, hasta el feto. Cerca del punto de
inserción de las pinzas con el extremo termina, hay un sitio de unión para C1q, que ayuda a
destruir y eliminar de la sangre patógenos y otros antígenos. La unidad básica de los Ab consta de
dos cadenas ligeras identicas y dos pesadas idénticas, unidas por puentes disulfuro. Estructura
característica de la superfamilia de las inmunoglobulinas que incluye también algunas moléculas
de adhesión celular (CAM), CD4, CD8, CD28 y miembros de la familia B7 de moléculas
coestimuladoras. El bucle en el extremo amino de las cadenas ligeras y pesadas recibe el nombre
de dominio V por su secuencia muy variable de AA. Los otros dominios poseen secuencias
relativamente constantes y reciben el nombre de Dominio C. Cada cadena ligera se une a la cadena
pesada por puentes disulfuro de tal suerte :v que sus dominio V se aproximen para formar el sitio
de unión al antígeno. La variación de la secuencia de aa en los dominios V se centra en realidad en
tres regiones hipervariables. Las dos cadenas pesadas están unidas entre sí por puentes disulfuro.
Hay cinco variaciones de los dominios constantes, μ, γ, α, ε, δ, y las clases formadas por estas se
denominan IgM, IgG, IgA, IgE e IgD, respectivamente. Las clases de anticuerpos reciben también la
denominación de isotipos. Alotipos son variaciones menores dentro de un isotipo concreto que se
encuentra en algunos, pero no en todos los seres humanos. Los idiotipos son variaciones entre los
anticuerpos de que de otro modo son de isotipo y aplotipo idénticos. Las variaciones idiotípicas
tienden a localizarse en o cerca del sitio de unión del antígeno. Sólo existen dos tipos de cadenas
ligeras, κ y λ, y aparecen en las cinco inmunoglobulinas. Alrededor de 60% de las moléculas usan
las cadenas kappa y el resto las lambda. 2) Fragmentos F(ab)’2, Fab y Fc: El fragmento Fab es el
extremo de unión al antígeno y el otro es el Fc. Todos los Ab de un isotipo específico tienen los
mismos fragmentos Fc. Los receptores celulares de Fc se llaman FcR. La papaína disocia el Ab en la
mitad, dando como resultado una pieza Fc unida a una pieza dimérica F(ab)’2. En condiciones
reductoras se rompe la unión disulfuro de las cadenas pesadas dando dos moléculas Fab’
monoméricas. La pepsina digiere la cola en dos fragmentos pequeños y deja solo los dos
monómero Fab. 3) Unión al antígeno, afinidad y avidez: La afinidad se refiere a la fuerza de la
interaccion o a la calidad del ajuste entre el antígeno y su sitio de unión. Se ve influida por
interacciones electrostáticas, puentes de hidrógeno, fuerzas electrostáticas y de van der Walls e
interacciones hidrófobas. La avidez mide la interaccion de la molécula intacta del Ab y se ve
influida por la afinidad del sitio de enlace más el efecto aditivo de múltiples sitios de unión. IgG,
IgE e IgD tienen 2 sitios de unión al antígeno por molécula, IgA puede dimerizar y generar cuatro
sitios de unión, mientras que las moléculas de IgM pueden tener una avidez relativamente grande
por un antígeno multivalente incluso cuando la afinidad por su lugar de unión sea relativamente
baja, debido a sus 10 sitios de unión. El epitopo es la porción del antígeno que se ajusta a la
hendidura de la unión al antígeno. La endidura puede alojar entre 6-12 aa. Los epítopos lineales se
componene de aa contiguos, mientras que los conformacionales estan formados por la posición de
aa al plegarse la proteína. Las vacunas peptídicas genera Ab frente a epitopos lineales. Un
antígeno grande puede tener muchos epitopos y reaccionar con múltiples moléculas de Ab al
mismo tiempo. 4) Clases de inmunoglobulinas: Las concentraciones de las cinco varian mucho y
reflejan las distintas cantidades de linfos B que producen cada isotipo y las diversas semividas
intrínsecas de cada clase de inmunoglobulina. El isotipo de Ab dictamina en que parte del
organismo es más probable que se encuentre y que tipo de funciones efectoras realice. A) IgM,
tiene el mayor peso molecular, lo que la mantiene restringida al compartimiento vascular. La
inhibición estérica permite que solo 5 de los 10 sitios de unión a antígeno se unan
simultáneamente al antígeno. Aun así, esta capacidad de unión polivalente permite que la IgM
aporte defensa eficaz a pesar de sus características de baja afinidad al antígeno. Defensa mediante
bloqueo de la unión del patógeno a la célula y la agregación de microorganismos infecciosos, lo
que facilita la eliminación. Son capaces de activar al complemento con más eficacia que cualquier
otro. La IgM monomérica se expresa en la superficie de los linfos B, lo que permite detectar
cuando se encuentra con él y desencadenar la activación y proliferación; B) IgG, es el más
abundante en suero, debido a su alto índice de producción (23mg/kg/día) y vida media de 23 días.
Como monómero puede moverse al LEC de modo que menos del 50% del contenido está en la
circulación en un momento dado. Es el único isotipo que atraviesa la placenta. A partir de la
semana 20-21 las IgG maternas cruzan la placenta y se unen a un receptor especial de transporte
placentario, FcRn y se introducen en la circulación fetal. Hay cuatro tipos de cadena pesada
gamma, las IgG1 y 3 pueden activar complemento, IgG2 y 4 no. Los Ab frente a las proteínas son
en gran medida IgG1 y 3. Los que son frente a polisacáridos tienden a ser 2 y las personas con
déficit de este tipo pueden tener susceptibilidad a infecciones por patógenos encapsulados. La
respuesta a helmintos suele ser dada por la 4; C) IgA, Las concentraciones sericas son bajas a pesar
de generarse aproximadamente el doble que IgG, debido a que la mayor parte se producen por
células plasmáticas submucosas que se transportan de inmediato a las secreciones. Hay dos clases
de IgA. La IgA1 es monomérica y se encuentra sobre todo en el suero. IgA2 puede polimerizar
uniéndose por la pieza J y es transportada a las secreciones. La IgA dimérica se produce por los
linfos B de la submucosa y se une a una proteína de membrana del epitelio denominada
componente secretor. La IgA es endocitada y transportada a través del citoplasma. En el lado
apical el componente secretor se disocia al liberar la IgA en las secreciones, permaneciendo un
fragmento de la misma para proteger al Ab de las proteasas. Algunos patógenos expresan ligandos
que pueden usar a dicho sistema y cruzar en sentido contrario hacia el subepitelio. El VEB
recubierto de IgA puede acceder a las células de la nasofaringe de esta manera. IgA bloquea unión
de patógenos y toxinas a receptores celulares, crea puentes cruzados con microorganismos y
facilita su eliminación por el epitelio ciliado. En el TGI se une a antígenos de alimentos y previene
el desencadenamiento de reacciones inflamatorias; D) IgD, producida por todos los linfos B
durante algunas de las fases iniciales de la diferenciación y se expresa en la amembrana, en donde
tiene papel clave para la señalización. No tiene papel de defensa; E) IgE, en poca cantidad en
suero. Se une a los mastocitos y persiste durante mucho tiempo, quizá durante toda la vida del
mastocito. Esta IgE unida interviene en la hipersensibilidad inmediata o las reacciones alérgicas.
Parece desempeñar papel de defensa frente a las infecciones parasitarias.
Funciones efectoras mediadas por los anticuerpos: No presentan función microbicida directa,
pero pueden servir como transductores para marcar al patógeno y convertirse en un vinculo físico
entre este y el mecanismo destructor, a menudo un leuco. 1) Bloqueo o neutralización: función
protectora importante es evitar la unión del patógeno. La unión estérica de los Ab no es el único
camino por el cual pueden ser neutralizantes de la infección. Los Ab que se unen a un patógeno
pero que no consiguen bloquear o neutralizar la infección pueden, paradójicamente, facilitarla al
permitir la entrada mediante los FcR u otros receptores. Tales Ab pueden también exacerbar la
morbilidad de una infección al desencadenar procesos inflamatorios sin controlar la infección. El
bloqueo de las adherencias de virus y bacterias a las mucosas probablemente sea el principal
papel defensivo de la IgA en las secreciones. Los virus pueden asimismo ser neutralizados por la
IgA en el citoplasma de las células al haber transporte transepitelial. El bloqueo es independiente
del Fc; puede llevarse a cabo por Ab de cualquier isotipo e incluso por Ab de otras especies. Esto
justifica la eficacia de la antitoxina equina en el Tx inicial de enfermedades como el tétanos. Sin
embargo, la inmunoglobulina no humana se percibe como extraña por el sistema inmune y
desencadena una respuesta de Ab. Los complejos que se forman entre la inmunoglobulina de
caballo y los Ab humanos forman la enfermedad del suero. 2) Activación del complemento:
Aumentan o “complementan” la acción de los Ab al facilitar la fagocitosis, atraer leucos y
directamente lisar a los patógenos. De los Ab que interactúan directamente con la cascada del
complemento y la inician son IgM y la IgA, debido a que presentan lugares de unión a C1q, que es
la primera proteína de la cascada. Como pentámero, la IgM tiene 5 sitios de unión para C1q solo se
requiere una molécula de IgM, pero en el caso de la IgG se necesitan al menos dos moléculas que
estén los suficientemente próximas. Ya que el sitio de unión a C1q no es accesible hasta que el Ab
se une al antígeno, los Ab solubles no activan al complemento. Cuando los Ab se unen a C1q,, este
sufre un cambio en su propia conformación y activa al siguiente de manera consecutiva. El
complemento proporciona defensa inmunitaria aumentando la captación de patógenos cubiertos
por C3b. lisando directamente la célula diana y promoviendo la llegada de células efectoras. Los
Ab aumentan la eficacia defensiva del complemento al acelerar mucho la velocidad con la que el
complemento se activa y centrando el efecto en la superficie de la partícula cubierta de Ab. 3)
Opsonización: Los fagocitos tienen PRR que reconocen PAMP. Tienen también receptores de Fc de
las moléculas de IgG y para fragmento C3b del complemento y lo utilizan para reconocer e ingerir
las dianas revestidas por los Ab o complemento. La facilitación de la fagocitosis es llamada
opsonización y la IgG y C3b se llaman opsoninas. La igG expande el repertorio del sistema inmune
capacitando a los fagocitos a que reconozcan a los patógenos, como los virus que no experan
ningún PAMP. C3b puede unirse espontáneamente a la superficie de los patógenos (por la vía
alterna del complemento). Sin embargo, la acumulación de C3b en la superficie del patógeno se ve
muy acelerada cuando los Ab se unen primero, fijan C1q y activan al complemento. Los fagocitos
pueden anclarse a sus objetivos revestidos de C3b mediante sus C3bR, sin embargo, para
completar la fagocitosis el leuco necesita recibir un segundo estímulo, que procede de la
interaccion de sus FcR con el Fc de IgG unida al patógeno o también a los fragmentos de C5a
generados por el complemento activado. La señalización a través del FcγR (receptor para Fc de
IgG) desencadena también un estallido oxidativo que aumenta la capacidad del fagocito para
destruir el patógeno recién ingerido. No hay FcμR en los fagocitos, de modo que la IgM no puede
opsonizar de este modo. Sin embargo, puede activar al complemento generando depósito de C3b
que sirve de opsonina. IgA no activa complemento por vía clásica, pero puede proporcionar un
sitio de depósito para C3b y activar por vía alterna. Existen tres tipos de FcγR, I, II y II. Sólo el FcγRI
se expresa en macrófagos y monocitos, los neutrófilos también lo pueden inducir. Tiene elevada
afinidad y se une a IgG monomérico. La señalización por FcγRIII en los NK y monocitos
desencadena citotoxicidad mediada por Ab (CCDA) y producción de interferón γ. FcγRIIIB tienen
papel regulador que suprime la formación de Ab. 4) Citotoxicicdad dependiente de Ab: Llevada a
cabo por monocitos/macrófagos, linfos NK y neutrófilos. Permite a estas células efectoras eliminar
las células diana, como tumorales, las cuales son demasiado grandes para ser ingeridas. Las
perforinas, granzimas y en algunos casos los intermediarios oxidantes se encuentran implicados en
esta actividad microbicida. El papel del Ab IgG en la CCDA es el de unirse a FcγRII o II de las NK o
monocito e identificar la célula diana para su destrucción.