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UNIVERSIDAD LATINA DE COSTA RICA

SEDE SAN PEDRO


PSICOLOGIA

Alumna: Jeimmy Rojas Fernández

Guia de Sesión
Tiempo:20 minutos
26 de Setiembre 2019

1. Diabetes
2. Causas de la diabetes
3. Síntomas Físicos
4. Cuidados integrales de la diabetes
5. Salud Mental de la persona con condición de diabetes
4.1 Ansiedad
4.2 Estrés
4.3 Problemas de Autoestima
4.4. Depresión
6. Recomendaciones

Revisión Teórica de la Sesión

1. Diabetes

La diabetes mellitus es una condición crónica en la cual el cuerpo no produce insulina o no


la utiliza apropiadamente, resultando en hiperglucemia o exceso de glucosa en la sangre.
(Organización Panamericana de la Salud. 2001)

2. Causas de la diabetes

Según el estudio de Jiménez y Dávila (2007), todo inicia con la insulina. La insulina es una
proteína producida por el páncreas, que ayuda al cuerpo a utilizar o almacenar la glucosa de
la comida. Esta proteína transforma el azúcar, el almidón y otros compuestos provenientes
de la comida, en la energía necesaria para el funcionamiento del cuerpo. Si la glucosa no
puede entrar a las células y tejidos que la necesitan, se acumula en la sangre y produce una
serie de efectos negativos en el cuerpo. Aunque no hay una causa especifica identificada
para la diabetes, la obesidad y la falta de ejercicio son dos factores que aparentar contribuir
en el desarrollo de la misma.
3. Síntomas Físicos

“Los síntomas físicos incluyen: temblor, mareo, aumento en pulso, palpitaciones cardíacas,
sudoración y hasta convulsiones en casos severos. Algunos síntomas asociados a la
respuesta del cerebro a la falta de glucosa son: disturbios visuales, hambre excesiva, dolor
de cabeza, dolores estomacales, desorientación, dificultad en la concentración y letargo”
(Jiménez y Dávila, 2007)

4. Cuidados integrales de la diabetes

Según Jiménez y Dávila (2007), actualmente no existe una cura total para la diabetes, pero
si existen tratamientos para controlarla. La clave se encuentra en la toma puntual de los
medicamentos recetados por un médico, realizar ejercicio diario, cumplir un plan detallado
de alimentación y crear espacios que le promuevan la salud mental al paciente.

5. Salud Mental de la persona con condición de diabetes

En el estudio de Jiménez Dávila (2007), se define que a partir del diagnóstico inicial de la
diabetes y durante el avance de la misma, se manifiesta un impacto emocional significativo
en la persona que presenta la enfermedad.

La Salud Mental del paciente diabético se puede ver afectada debido a que debe asumir y
asimilar un nuevo estilo de vida, desarrollando ansiedad, estrés, problemas de autoestima,
depresión, entre otros.

5.1 Ansiedad

Castillo Aldana (2015) cita diferentes actores, los cuales mencionan que la ansiedad es una
reacción emocional que surge ante la percepción de una amenaza personal al bienestar
físico o psicológico y que es experimentada universalmente ante diferentes situaciones.

Palmero y Fernández mencionan que según Echeburúa (1993) que la ansiedad es un


mecanismo del organismo que tiene como función alertar al cuerpo de posibles peligros;
por eso se considera que juega un papel importante en la preservación del individuo y de la
especie. Lo que resulta amenazante es muy variable, como lo es el repertorio de recursos de
los que una persona dispone para hacer frente a las amenazas.

Las respuestas de ansiedad se manifiestan en el nivel motor, cognitivo y fisiológico, es


decir, en el plano de las conductas, de los pensamientos y de las emociones:
 En el nivel motor: conductas de evasión y escape, inquietud motora, conductas
compulsivas, inhibición motriz, etc.
 En el nivel cognitivo: preocupaciones, desmoralización, aprensión, pensamientos
intrusivos, dificultades de atención y concentración, etc.

 En el nivel fisiológico: alta activación del sistema nervioso autónomo, éste trae consigo
una serie de cambios fisiológicos: taquicardia, mareos, sudoración, rubor, tensión en el
estómago, dificultades respiratorias, etc.

La aparición de unos u otros síntomas dependen fundamentalmente de las pautas de


respuesta familiar; hay una familia cuyos componentes tienen una tendencia a padecer
síntomas digestivos, cardiovasculares o respiratorios y del perfil reactivo psicosomático
individual. Este perfil tiende a ser constante a lo largo de la vida y depende, a su vez, de la
viabilidad orgánica de cada persona y del tipo de respuestas específico (colitis, erupción de
la piel, úlceras, etc.) que el sujeto ha experimentado en los primeros años de la vida ante
impactos emocionales fuertes (Echeburúa, 1993).

La ansiedad puede manifestarse de diversas maneras. Si se presenta de una forma más


física e inmovilizadora, se habla de angustia Ayuso (1988) (citados por Palmero &
Fernández, 1999). Si surge ante un estímulo determinado (interno o externo), recibe el
nombre de miedo. Este miedo puede transformarse en fobia cuando adopta una forma
desproporcionada o surge ante estímulos que no son objetivamente peligros. Por último, si
la fobia induce a conductas de evitación significa e interfiere en un alto grado en la vida
cotidiana de la persona, se habla de fobia clínica Rojas (1990) (citados por Palmero &
Fernández, 1999).

Los autores antes mencionados proponen que la ansiedad se puede presentar de diversas
formas por ejemplo, el pánico surge de manera brusca e inesperada, con presencia de miedo
profundo y con manifestaciones somáticas intensas (disnea, palpitaciones, temblor, mareo,
etc.) y 12 de anticipaciones cognitivas catastróficas (miedo a morir o perder el control)
Sandín y Chorot (citados por Palmero & Fernández, 1999).

5.2 Estrés

En la revista electrónica: Vivir con diabetes (2007), se define que el estrés se presenta
cuando algo hace que el cuerpo actúe como si lo estuvieran atacando. Las fuentes de estrés
pueden ser físicas, como lesiones o enfermedades, o pueden ser mentales, como problemas
familiares, de trabajo, de salud o de finanzas.

Cuando se presenta el estrés, el cuerpo se prepara para entrar en acción. Esta preparación se
llama: la respuesta de lucha o huida. En la respuesta de lucha o huida, el nivel de muchas
hormonas aumenta marcadamente.
El verdadero efecto es poner mucha energía almacenada —glucosa y grasa— a disposición
de las células. Estas células luego se preparan para ayudar al cuerpo a alejarse del peligro.

En personas con diabetes, la respuesta de lucha o huida no funciona bien. La insulina no


siempre puede liberar energía adicional para las células, por lo que la glucosa se acumula
en la sangre. En personas con diabetes, el estrés puede tener dos tipos de efectos en el nivel
de glucosa en la sangre:

Es posible que las personas con estrés no se cuiden bien. Quizá tomen bebidas alcohólicas o
hagan menos ejercicio. Es posible que se olviden o no se den el tiempo de medirse el nivel
de glucosa o planear buenas comidas. Las hormonas del estrés también pueden cambiar el
nivel de glucosa en la sangre directamente.

5.3 Problemas de Autoestima

En la Asociación de Diabetes de Madrid, se define la autoestima como el concepto que


tenemos de nosotros mismos y el valor que damos a lo que somos. La autoestima está
conformada por las creencias, conocimientos, pensamientos, intuiciones y dudas acerca de
uno mismo y por como interpretamos lo que nos sucede y lo que hacemos que suceda en
nuestra vida. La autoestima refleja el sentimiento de satisfacción o insatisfacción que deriva
de dicha valoración.

Cuando una persona tiene una autoestima positiva se siente satisfecha consigo misma, es
capaz de enfrentarse a los contratiempos y dificultades, mantiene unas relaciones sociales
adecuadas y acepta las críticas cuando son constructivas. Sin embargo, cuando una persona
tiene una autoestima negativa se siente incapaz, insegura, no se acepta a sí misma, no es
espontanea en las relaciones sociales, tiene un miedo exagerado a las críticas y desconfía de
las demás personas.

La persona que se enfrenta a la diabetes con una buena autoestima, puede tener al principio
ese sentimiento de vulnerabilidad y debilidad, pero a la larga va a poder hacerse cargo de
ello, aceptando y adaptándose a su nueva situación vital. En cambio, la persona con una
deficiente autoestima, va a tener más dificultades para asumir la diabetes en su vida, pues
posiblemente la viva como una deficiencia más a sumar a su larga lista de debilidades. Su
inseguridad va a provocar que el control de la enfermedad le resulte imposible, lo que a su
vez provocara que se refuerce la idea negativa que tiene de si mismo.

5.4 Depresión

Heredia y Pinto (2008) definen la depresión como una alteración del estado de ánimo, cuya
persistencia puede ser variable y que está asociada a diversos agentes etiopatogénicos,
factores predisponentes, desencadenantes y agravantes (Linares, 2000).
Según el DSM-IV (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales 4ta edición)
la depresión está caracterizada por la evidencia clara de un estado de ánimo deprimido o
aplanado, donde la persona se muestra triste y pesimista, muestra también una incapacidad
para sentir placer y pérdida de interés de casi toda actividad.

Así mismo se pueden observar otras alteraciones como ser la del apetito por la cual se
puede observar una pérdida de peso importante aunque en algunos casos también se puede
observar una ganancia del mismo. También se pueden observar alteraciones en los ciclos
del sueño, modificando negativamente el número y la latencia de movimientos oculares
rápidos durante las fases 3 y 4 del sueño teniendo este fenómeno como resultado la
dificultad para mantener el sueño, despertares bruscos e incapacidad para volver a
conciliario. Es menos frecuente pero también se presenta la hipersomnia donde la persona
muestra episodios de sueño prolongado nocturno o de aumento del sueño diurno (op cit).

Existen también cambios psicomotores como ser el enlentecimiento motriz, que están
vinculados a la falta de energía que refiere la persona que hace que esta se muestre fatigada
sin haber hecho ninguna actividad física y que señala requerir de un gran esfuerzo para
realizar actividades comunes y corrientes. Esta falta de energía también se manifiesta en la
capacidad de expresión de la persona deprimida ya que muestra cierta pobreza de ideas y
una lentitud marcada de sus verbalizaciones (op cit).

En cuanto al aspecto cognitivo o de pensamiento, la depresión se caracteriza por una


evidente incapacidad para decidir, para pensar, concentrarse, recordar y por otro lado
muestra evaluaciones propias negativas poco realistas y preocupaciones
sobredimensionadas las cuales tienen un carácter persistente y que pueden resultar en
pensamientos recurrentes sobre la muerte o ideas suicidas (op. cit).

Para entender el origen de la depresión es fundamental adoptar un enfoque tridimensional


que incluya los factores biológicos (hereditarios), psicológicos y sociales, el cual nos
permitirá una comprensión más acertada del problema y una correcta discriminación entre
la variedad de formas en que se presenta como ser leve, moderado, grave, con o sin
síntomas psicóticos, incierto o sin especificación y debido a problemas médicos (Decima
revisión de la Clasificación Internacional de las Enfermedades :CIE-10).

Este es el origen de la depresión que es de interés para esta investigación ya que se sabe que
la depresión está asociada a las enfermedades crónicas y los hallazgos en la exploración
física muestran que entre el 20 y 25% de los enfermos crónicos presentan episodios de
depresión a lo largo de su enfermedad (DSM-IV).

Una enfermedad crónica que ocasiona la depresión por si misma y por las implicaciones
secundarias que conlleva, es la diabetes mellitus, enfermedad que ocasiona alteraciones
importantes en los niveles de glucosa en la sangre y así una disfunción o falla multiorgánica
(Orland 1999 en Mendizábal 2006), hecho que induce a la depresión, y cuyo cuidado
implica un nuevo régimen alimenticio algo restrictivo, algunas limitaciones físicas sobre
todo sexuales, como la dificultad o incapacidad de tener o mantener una erección en el caso
de los hombres y la pérdida de deseo sexual en las mujeres que también predisponen al
diabético a deprimirse (Gagliardino, 1997).
6. Recomendaciones para el paciente diabético

Para una buena salud mental del paciente diabético es recomendable que este practique las
siguientes recomendaciones:

 Aceptar su condición de paciente diabético y asumir los tratamientos médicos y


nutricionales que se le hallan encomendado por los profesionales a cargo. ( es
importante ser muy puntual en los tiempos de toma de medicamentos y
alimentación)
 Recibir un tratamiento Psicológico como acompañamiento en su enfermedad.
 Buscar espacios de esparcimiento, recreación y relajación que promuevan paz y
tranquilidad en su vida.
 Compartir espacios de calidad con la familia y amigos.
 Desarrollar nuevos planes en su proyecto de vida, recordando todo lo que
anteriormente se ha conseguido con esfuerzo y dedicación.

Referencias

Asociación de diabetes de Madrid. Autoestima. diabetes.org.

Castillo Aldana (2015). Tesis de Grado: "MANIFESTACIONES DE ANSIEDAD QUE


PRESENTAN LOS PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE DIABETES MELLITUS
TIPO 2, EN LA EDAD ADULTA MEDIA." Universidad Rafael Landivar. Guatemala

Diabetes (2013) Revista electrónica: Vivir con Diabetes.


http://archives.diabetes.org/es/vivir-con-diabetes/complicaciones/estres.html

Jiménez y Dávila (2007). Psicodiabetes. Revista de Avances en Psicología


Latinoamericana, Colombia.

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