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Peter Zumthor Atmésferas PETER ZUMTHOR ATMOSFERAS Entornas arquitectonicos — Las cosas a mi alrededor GG’ Este libro se basa en una conferencia impartida el 1 de junio de 2003 en la Kunstscheune del palacio de Wendlinghausen, dentro del Festival de MAsica y Literatura ‘Wege durch das Land” de Ostwestfalen-Lippe Titulo original: Atmospharen, publicado por Birkhduser Verlag, Basilea, 2006, Version castellana: Pedro Madrigal Disefio:Ernst-Reinhardt Ehlert Disefio de la cubierta: Toni CabréfEtitorial Gustavo Gil, SL Fotografia de la cubierta: Hans Baumgartner, residencia de estudiantes en Clausiusstrasse, Zirich, Suiza, 1936. © Coleccién Hans Baumgartner, Fotostiftung Schweiz, Winterthur, VG Bild-Kunst/VEGAP, Barcelona, 2006 ‘Queda prohiida, salvo excepcién prevsta en l ey la reproduccién (electronica, quimica, mec’ nice, Optica, de grabacién o de fotocopia), cistibucién, comunicacion pdbiica y transformacién de cualquier parte de esta publicacin —incluida el disefo dela cubierta— sin a preva autor- zacidn escrita de las titulares de la propiedad intelectual y de la Editorial. 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Tumer a John Ruskin, 1844 Prologo Conversacién con la belleza Entre los edificios de PeterZumthor y sus entornos se produce un juego de dar y recibir; un prestarse atencién, un enriquecimiento mutuo. Al enfrentarnos con su arqui- tectura, nos viene inevitablemente a la mente el concep- to de atmdsfera, una disposicién de animo, una sensa- cién en perfecta concordancia con el espacio construido, comunicada directamente a quienes lo contemplan, lo habitan, lo visitan e, incluso, al entorno inmediato, Zumthor aprecia los lugares y los edificios que ofrecen al hombre refugio, un buen lugar para vivir y una distreta proteccién. Leer un lugar, dejarse envolver por él, trabajar el propésito, significado y objetivo del encargo, planear y proyectar la obra es, por tanto, un proceso intrincado y no simplemente lineal. Para Zumthor la atmosfera es una categorta estética. Este libro permite al lector entender el papel que juega esta categoria en su obra y qué significa para él. Recoge la conferencia titulada “Atmésferas. Entornos arquitecténi- cos. Las cosas a mi alrededor’ pronunciada el 1 de junio de 2003 por el arquitecto suizo’en el marco del Festival de Literatura v Musica ‘Weae durch das Land’ "Caminas ‘Amald Béckin, {a isa de os muertos {primera versién), 180, Kunstmuseur Basel por el pais’), celebrado en un lugar adecuadamente esco- gido para tal fin, el palacio renacentista de Wendling- hausen. La convocatoria exploraba las afinidades entre los lugares y las artes como parte del proyecto “Paisajes poéticos’, unas aventuras filos6ficas que partian siempre de una localizacién, vinculada a una persona, un aconte- cimiento literario 0 un tema, variando a traves del tiempo, © poniendo en relacién un lugar con otro mediante lectu- ras y conciertos interpretados por actores, escritores compaiilas, tanto locales como extranjeras, acompafiados de espectaculos de danza, exposiciones y debates. En el trabajo conjunto de este proyecto, Peter Zumthor y yo recorrimos campos y prados, atravesamos pueblos y lugares inhospitos y despoblados, hablando, haciéndonos preguntas, evocando imagenes La conferencia en si se enmarcaba dentro de un progra- ma de varios dias, que, inspirandose en la arquitectura del palacio renacentista junto al rio Weser, se preguntaba sobre la medida de la belleza. El palacio es un excelente ejemplo de los principios arquitecténicos de su época: utilidad y conveniencia, permanencia y belleza —segun cita el maestro del renacimiento italiano Andrea Palladio en el espiritu de Vitruvio— que lucen en Wendlinghausen Prélogo en toda su pureza: una arquitectura sin ornamento, pro- fundamente enraizada en el paisaje y construida con materiales locales. £1 programa literario y musical nos transportaba ala Italia de los siglos xu y xv La lectura de le novela La habitacién pintada' de la escritora danesa Inger Christensen —donde aparece la célebre camara nupcial del duque de Mantua pintada por Andrea Mantegna—, asi como lo que cuenta Goethe en su Viaje 2 Italia? sobre los edificios de Palladio, tenlan como punto central el tema de la belleza, y de si ésta puede traducir- se: [a belleza exterior, la medida de las cosas, sus propor- ciones, su materialidad, asl como la belleza interior, el corazén de las cosas. Acaso sea certero hablar aqui de la cualidad poetica de las cosas. Con el fin de conservar la espontaneidad y el estilo direc- to de las palabras de Peter Zumthor, la conferencia, pro- nunciada en un tono desenfadado ante mas de 400 per- sonas, solo se ha editado ligeramente. Se ha mantenido conscientemente el caracter amable de la forma corrien- te de hablar. Brigitte Labs-Ehlert Detmold, octubre de 2005 1 Christensen, Inger, Der matte verelse: en fortling fra Mantova, Brandum, Copennague, 1989 (version castellana: La habitacién plntad un relat de Mantua Ediciones del Sonce, Barcelona, 1999) 2 Goethe, Jotann Woligang von, Aalienische Reise (1816-1817) (version castellana: Vij 2 alia, Ediciones B, Barcelona, 200) Peter Zumthor Atmésferas El titulo de la charla, Atmésferas, dimana de lo siguiente: hace ya mucho tiempo que me interesa —pues, natural- mente, me ha de interesar— qué es la calidad propia~ mente arquitectonica. Me resulta relativamente facil decirlo: la calidad arquitectonica no es, para mi, ser inclui- do entre los lideres de la arquit toria de la arquitectura, que te publiquen, etc. Para mi la rao figurar en la his- realidad arquitecténica solo puede tratarse de que-un edi- ficio me conmueva 0 no. Qué diablos me conmueve a mi de este edificio? ¢Cémo puedo proyectar algo asi? eCémo puedo proyectar algo similar al espacio de esta fotografia (que, para mi, es un icono personal)? Nunca he visto el edificio —de hecho, creo que ya ni existe— y, con todo, me encanta seguir mirdndola. Como pueden proyectarse cosas con tal presencia, cosas bellas y naturales que me conmuevan una y otra vez? El concepto para designarlo es el de ‘atmdstera’. Todos lo conocemos muy bien: vemos a una persona y tenemos una primera impresidn de ella. He aprendido a no fiarme de esa primera impresidn; tienes que darle una oportuni- dad. Ahora soy un poco mas viejo, debo decir que vuelvo 2 quedarme con la primera impresion. Algo parecido me 10 | 11 John Russell Pope, éstacian de Broad Steet, Richmond, Viginia, Estados Unidos, 1919 Peter Zumthor Atmésferas ocurre con la arquitectura. Entro en un edificio, veo un espacio y percibo una atméstera, y, en décimas de segundo, tengo una sensacidn de lo que es La atméstera habla a_una_sensibilidad emocional,una percepcién que funciona a una increible velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir. No en todas las situaciones queremos recapacitar durante mucho tiempo sobre si aquello nos gusta 0 no, sobre si debemos © no salir corriendo de alll. Hay algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montén de cosas; un entendi- miento inmediato, un contacto inmediato, un rechazo inmediato. Algo bien distinto de ese otro pensamiento lineal que nosotros también poseemos y que también me gusta: pasar mentalmente de la A a la B de una forma ordenada, Naturalmente, conocemos bien la respuesta en 2! ambito de la musica. En el primer movimiento de la sonata para viola de Brahms (Sonata n° 2 en mi bemol ‘mayor para viola y piano), cuando entra la viola, en un par de segundos ya esta ahi, y no sé bien por qué. Y algo parecido ocurre también en arquitectura. No tan podero- samente como en la mas grande de las artes, la musica pero tambien esta ahi 12/13 Emst Brunner, Dia de amasar on in, acsrreando pan, 1942, Coleccién Ernst Brunner, Baslea Peter Zumthor Atmésferas Para que vedis qué quiero decir con esto, leeré algo que tengo escrito en mi cuaderno de notas sobre este tema. “Es jueves santo de 2003. Aqui estoy, sentado en una plaza al sol, un gran soportal, largo, alto, hermoso bajo el sol. La plaza —frente de casas, iglesia, monumentos— como un panorama ante mis ojos. A mi espalda la pared del café. La justa densidad de gente. Un mercado de flo- res. Sol. Las once. La cara de enfrente de la plaza en som- bra, de un apacible color azulado. Ruidos maravillosos: conversaciones cercanas, pasos en la plaza, en la piedra, pajaros, ligero murmullo de la multitud, sin coches, sin estrépito de motores, de vez en cuando ruidos lejanos de ung obra. Me figuro que el comienzo de las vacaciones ya ha ralentizado los pasos de la gente. Dos monjas —esto es de nuevo real, no me lo estoy inventando—, dos mon- jes cruzan la plaza gesticulando, con un andar rapido, sus focas ondean ligeramente, cada una de ellas lleva una Dolsa de plastico. La temperatura: agradablemente fres- ta, y calida. Estoy sentado bajo el soportal, en un sofa Tepizado en un verde palido, en la plaza, la estatua de bronce sobre su alto pedestal frente a mi me da la espal- da. contemplando. como vo. la iglesia con sus dos torres. 14/15 Peter Zumthor, capila Bruder Klaus, Mechernich, Alemania, Ecificio en el paisa, maqueta Peter Zumthor Atmosteras Las dos torres de la iglesia tienen un remate diferente; empiezan siendo iguales abajo y, al subir, se van diferen- ciando. Una de ellas es mas alta y tiene una corona de oro alrededor del extremo de la cupula. Pronto vendra hacia mi 8., cruzando en diagonal la plaza desde la derecha’. Ahora bien, gqué me ha conmovido de all? Todo. Todo, las cosas, la gente, el aire, los ruidos, los colores, las presen- cias materiales, las texturas, y también tas formas. Formas que puedo entender, Formas que puedo intentar leer Formas que encuentro bellas. ¢Y qué mas me ha con- movido? Mi propio estado de animo, mis sentimientos, mis expectativas cuando estaba sentado alli. Me viene a ‘a cabeza esa célebre frase inglesa, que remite a Platon: “Beauty is in the eye of the beholder’ [‘La belleza esta en los ojos de quien mira’), Es decir: todo esta solamente dentro de mi, Pero entonces hago el experimento de qui- ‘tarme la plaza de delante, y ya no tengo los mismos sen- timientos. Un sencillo experimento, disculpad la simplici- dad de la idea. Lo cierto es que, al quitarme la plaza de delante, mis sentimientos desaparecen con ella. Nunca hubiera tenido tales sentimientos sin esa atmdsfera de la plaza, Légico. Hay un intercambio entre las personas y las 7 Vioenzo Scamazz,palaco Tssino Baston, Vicenza, Italia, 1592. Patio Peter Zumthor La magia de lo real cosas. Con esto jengo que tratar como arquitecto. Y pien- so: ésta es mi pasidn. Existe una magia de lo real. Conozco muy bien la magia del pensamiento. Y la pasién del pensamiento bello. Pero me refiero a algo que, con frecuencia, encuentro més increible: la magia de lo verda- dero y de lo real. Como arquitecto me pregunto: La magia de lo real de, por ejemplo, el café de la residencia de estudiantes de Hans Baumgartner, construida alla por la década de 1930. Esos hombres estén sentados ahi y disfrutan. Me pregunto: como arquitecto, gouedo proyéctar algo con esa atms- fera, con esa densidad, ese tono? Y si es asi, cémo? Y pienso que si, y pienso que no. Pienso que si, pues hay cosas buenas y cosas peores. Y ahora de nuevo una cita. La frase la escribié un musicélogo para una enciclopedia de musica. La he ampliado y colgado luego en mi estudio, diciéndome a mi mismo: jasi tenemos que trabajar! El music6logo decta sobre ese compositor, que enseguida adivinaréis de quién se trata: ‘Diatonica radical, versifica~ cién ritmica potente y diferenciada, nitidez de la linea melodica, claridad y crudeza de las armonias, brillo cor- Hans Baumgartner. residencia de estudiantes en Clausiusstrasse, ivich, Suiza, 1986 19 Peter Zumthor La magia de lo real tante de los colores sonoros y, finalmente, simplicidad y transparencia de la textura musical y robustez del arma- zn formal’ (André Boucourechliev sobre “el auténtico caracter ruso de la gramatica musical de Igor Stravinski’) Esta frase cuelga bien alta en mi despacho para todos nosotros. Me habla de atmésferas; la musica de este compositor también tiene esa cualidad de tocarios —tocarme— al cabo de un segundo. Pero también da cuenta del trabajo, y eso me consuela; llevar a cabo esta tarea de crear atmésferas arquitectonicas también tiene un lado artesanal. En mi trabajo tiene que haber un procedimiento, unos intereses, unos instrumentos, unas herramientas. Me observo ahora a mi mismo y os cuento en nueve minicapitulos lo que me he encontrado en el camino, lo que me lleva en una direccion cuando intento generar esa atmésfera en mis obras. Estas respuestas son sumamente personales; no tengo otras. Son alta- mente sensibles e individuales; de hecho, probablemen- te sean producto de sensibilidades propias, personales, que me llevan a hacer las cosas de una determinada manera Peter Zumther,remodelacién vy ampliacion de una harinra, Leiden, Holanda. Maqueta al 4 | en ut Mala ea Peter Zumthor El cuerpo de la arquitectura Primera respuesta bajo el epigrafe El cuerpo de la tectura. La presencia material de las cosas propias de una obra de arquitectura, de la estructura. Estamos sentados aqui, en este granero, con esta fila de vigas que, a su vez, estan recubiertas por esto o lo otro... Este tipo de cosas producen un efecto sensorial en mi, En ellas encuentro el primer y mas grande secreto de la arquitec- ture: reunir cosas y materiales del mundo para que, uni- dos, ofeen este espacio. Para mi se trata de algo asi como una anatomia, En realidad, al hablar de ‘cuerpo’ lo hago en el sentido literal de la palabra. Como nuestro cuerpo, con su anatomia y otras cosas que no se ven, una piel, etc., as| entiendo yo la arquitectura y asi intento pensar en ella; como masa corpbrea, como membrana, como mate- rial, como recubrimiento, tela, terciopelo, seda..., todo lo que me rodea. jE! cuerpo! No la idea de cuerpo, jsino el cuerpo! Un cuerpo que me puede tocar. Segunda pregunta, de nuevo un gran secreto, una gran pasién, un gran gozo: La consonancia de los materiales. Tomo una determinada cantidad de madera de roble y otra cantidad de toba y luego afiado algo: tres gramos de 22 | 23 Peter Zumt, Centra de ocumentacién Topagratia del Terror, Balin, Alemania, Vista exterior del cerramiento de barras, maqueta Peter Zumthor La consonancia de los materiales plata, una lave, ¢qué mas os gustaria afiadir? Necesitarla un promotor para reunir todas estas cosas y ensamblar- las. Luego vamos colocando las distintas cosas, primero mentalmente y mas tarde en el mundo real. Vemos como reaccionan unas con otras. Todos sabemos que reaccio- nan entre si. Los materiale concuerdan armoniosamente entre si y producen brillo, y en esa composicién de mat riales surge algo unico. Los materiales no tienen limites; coged una piedra: padtis serrara, afilarla, horadarla, hen- dirla y pultta, y cada vez seré distinta. Luego coged esa piedra en porciones minusculas 0 en grandes proporcio- nes, sera de nuevo distinta, Ponedla luego a a luz yveréis que es otra. Un mismo material tiene miles de posibilida- des. Me gusta este trabajo y cuanto mas tiempo lo llevo haciendo, tanto mayor misterio parece cobrar. Uno tiene siempre ideas, se figura cOmo son las cosas. Pero cuan- do llegas a colocar algo en la realidad, como me ocurrid precisamente la semana pasada, estaba seguro de no necesitar de aquel suave arce para recubrir la gran sala de estar en el edificio de hormigén visto; era demasiado suave y necesitaba una madera mas dura: el ébano, una madera que, por su densidad y masa, presentara alguna 25 Peter Zumthor, capila Bruder Kis, Mechernich, Alemania, Maqueta del suelo de plomo vy superficie de agua Peter Zumthor La consonancia de los materiales fesistencia al hormigon, con ese increible brillo que tiene. Pues bien, mas tarde, al colocarlo en obra, joh, mierdal, jel cedro era mucho mejor! De repente lo vi, aquel cedro, ‘gue era demasiado suave, no tenia problemas para reafir- marse en el conjunto, De modo que quité todo el palisan- ‘Gro y la caoba que habiamos colocado. Un afio mas tarde se vuelven a introducir maderas duras, oscuras y rica- mente veteadas junto a otras mas suaves y claras. Finalmente el cedro result tener una estructura dema- siado lineal, demasiado fragil y fue descartado, Esto no es més que un ejemplo de por qué las cosas se me presen- ‘an tan cargadas de misterios. Ademas hay otra cosa, una cercania critica entre los materiales que depende del tipo de material y de su peso. Se pueden combinar materiales en un edificio, y llega un punto en el que se distancian demasiado unos de otros, no vibran conjuntamente, y, mas tarde, otro punto donde estan demasiado prdximos, y luego estan como muertos. Es decir, este ensamblaje en ‘a obra tiene mucho que ver con... bueno, ya sabéis a lo que me refiero... Sino, me extenderia en ello media hora mas. Si, tengo ejemplos, he escrito Palladio’, cuya obra me hace vivir tales cosas, y no hay vez en que no las revi- 27 Peter Zumthor,capilla Bruder Klaus Mecherich, Alemania Muestre dela fundcién del suelo de plomo Peter Zumthor El sonido del espacio va de nuevo. Menciono esa energia atmosférica presente en Palladio una vez mas porque siempre he tenido la impresién de que este arquitecto, este maestro, debid poseer una sensibilidad incretble acerca de la presencia y el peso de los materiales, de todas esas cosas sobre las que intento hablar ahora, Tercero: El sonido del espacio, jJid! Todo espacio funcio- n@ como un gran instrumento; mezcla los sonidos, los amplifica, los transmite a todas partes. Tiene que ver con {a forma y con la superficie de los materiales que contie- ne y con cémo éstos se han aplicado. Por ejemplo: coged una maravillosa tarima de madera de abeto y colocadla, como la tapa de un violin, sobre las maderas de vuestras salas de estar. Otra imagen: jpegadla sobre un forjado de hormigén!

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