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Violencia familiar y sexual hacia la mujer

INTRODUCCIÒN

La violencia hacia las mujeres, a sido definida como “todo acto de violencia que tenga o
pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la
mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la
libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la privada”. Identificada por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) como una pandemia que afecta a mujeres de
todas las razas, culturas, niveles socioeconómicos o educativos, la violencia contra las
mujeres como problema de salud pública requiere de un abordaje interdisciplinario.
Estimaciones hechas por el Banco Mundial sobre la carga global de la enfermedad
indican que la victimización hacia las mujeres es responsable de uno de cada cinco
días de vida saludable perdidos por las mujeres en edad reproductiva. 1 La violencia
sexual hacia las mujeres además de las lesiones físicas y el trauma emocional
resultado de la agresión, representa un alto riesgo en contraer infecciones de
trasmisión sexual, SIDA y de un embarazo no deseado.

Para dar a conocer el problema de la violencia hacia las mujeres y las formas
adecuadas de dar atención a las sobrevivientes, la Sociedad de Ginecología y
Obstetricia de Monterrey e Ipas*, en colaboración con la Secretaría de Salud de Nuevo
León y la federación Mexicana de Sociedades de Ginecología y Obstetricia y con el
aval académico de la Universidad de Monterrey, organizaron durante los días 24, 25 y
26 de Agosto del 2000 en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México, la Reunión
Internacional: “Violencia: Ética, Justicia y Salud para la Mujer” donde 700 participantes
recibieron información sobre temas de violencia familiar, violencia sexual, derechos de
las mujeres y aspectos legales de la violencia.

Conjuntamente a la Reunión se organizó un taller, donde más de 90 especialistas


nacionales e internacionales, de las áreas de salud, educación, justicia y trabajo social
discutieron temas específicos de la violencia sexual hacia las mujeres, incluyendo su
prevención, la atención inmediata a las sobrevivientes y el manejo de las posibles
consecuencias. Como resultado del taller se elaboraron una serie de recomendaciones
para los programas de prevención y atención de la violencia que pudieran ser
implementadas tanto en el ámbito estatal como nacional. Se manifestó además la
necesidad de llevar estas recomendaciones, por un lado hasta los más altos niveles de
toma de decisiones y por otro lado, a los niveles operativos que día a día tienen
contacto con personas que han experimentado violencia familiar y/o sexual.

Las y los participantes en el taller señalaron que un alto porcentaje de la violencia


sexual hacia las mujeres ocurre en el ámbito familiar, por lo tanto, muchas de las
medidas preventivas y de intervención puede ser aplicables tanto en situaciones de
violencia familiar en general como de violencia sexual en especial, siempre
reconociendo sus particularidades. Se enfatizó la importancia de la prevención y la
responsabilidad de las y los prejuicios así como un manejo comprensivo e integral de la
mujer con complicaciones y consecuencias físicas de la violencia.
Así mismo se logró identificar la necesidad de ligar el sistema de impartición de justicia
con el sector salud para que así las sobrevivientes de la violencia familiar y sexual
tengan un acceso más rápido y sencillo a los servicios clínicos, legales y psicológicos
que se requieran.

RECOMENDACIONES

El trabajo realizado en el taller ofreció información y recomendaciones de intervención


en torno a la violencia familiar y sexual en las áreas de prevención, atención integral
inmediata y atención integral a la mujer con consecuencias tardías de la violación.

Para una mejor comprensión de las tareas y responsabilidades que le corresponden a


cada una de las instancias involucradas en esta problemática, las recomendaciones se
agruparon de acuerdo a su función principal:

l. Recomendaciones de Prevención

A. Sector Salud

1. Los programas y acciones de prevención a la violencia familiar y


violencia sexual deben de ser de carácter obligatorio para las
instituciones de salud tanto públicas, privadas y de asistencia; deben
tener un enfoque integrador e interdisciplinario que brinde información
sobre salud, derechos humanos, educación y justicia. Las acciones
deben ser continuas y adecuadas a la población a la que van dirigidas.
2. Integrar el tema de prevención de la violencia familiar y sexual hacia las
mujeres a los programas de promoción de la salud o similares con que
cuenten las instituciones.
3. Implementar acciones de sensibilización y capacitación al personal en
todos los espacios de salud, de tal manera que puedan hacer la
identificación de las personas sujetas a violencia, así como intervenir
oportunamente.
4. La capacidad y habilidad del personal de salud en la identificación de las
personas sujetas a violencia deberán estar orientadas hacia la
prevención primaria, secundaria o terciaria. La prevención primaria
estará encaminada a evitar que se presente la violencia. La secundaria a
limitar el daño en la mujer que es receptora de la violencia y la terciaria
estará dirigida a evitar que otros miembros de la familia u otras personas
sean afectados.
5. Si la institución no cuenta con los recursos necesarios para brindar la
atención adecuada, la mujer será referida a otra institución que sí lo
tenga.
6. El órgano rector en el área de salud pública (Secretaría o Ministerio de
Salud o su similar local):
a) Promoverá la coordinación intra e interinstitucional necesaria para
establecer los programas de prevención y tratamiento a la violencia
familiar y sexual, así como las líneas de acción para las distintas
instancias de salud pública, privadas y de la sociedad civil.
b) Presentará y promoverá ante otras autoridades la propuesta de
leyes y modificaciones en aquellas que le competen, de tal manera
que aseguren medidas preventivas y de manejo integral.
c) Promoverá acciones con las instituciones que se requiera para
identificar áreas geográficas de mayor riesgo o prevalencia de
violencia familiar y de violencia sexual.
d) Implementará las medidas y estrategias para el seguimiento de las
mujeres atenidas.
e) Se coordinará con los diferentes sectores para optimizar las
acciones realizadas y evitar duplicidades.
f) Se coordinará la investigación en áreas relacionadas con el tema.

B. Sector Educativo

1. Integrar el tema de prevención de la violencia familiar y sexual en los


cursos de actualización que el personal docente recibe.
2 Capacitar al personal docente en el manejo del tema, apoyados en el
empleo de técnicas didácticas de acuerdo a la edad de los estudiantes,
por ejemplo teatro guiñol, juegos, concursos de dibujo, murales,
composiciones, dinámicas, foros, paneles, y conferencias
3. Brindar información a través de mensajes claros, comprensivos y
encaminados a resaltar y respetar los Derechos Humanos y a identificar
formas asertivas de comunicación. Estos temas podrán ser tratados
desde los niveles básicos de educación hasta profesional, adecuando
sus contenidos a cada grupo de población.
4. Integrar a las organizaciones de padres y madres existentes en los
espacios educativos, en las acciones de prevención, para sensibilizarlos
sobre la violencia familiar y sexual hacia la mujer, presentándoles
alternativas de solución de conflictos de forma que les facilite desarrollar
estas habilidades.
5. Implementar y adecuar líneas de acción preventivas, tendientes a
reforzar áreas geográficas diagnosticadas como de alta incidencia de
violencia familiar en general, y de violencia sexual en especial.
6. A través del trabajo comunitario se facilitará el seguimiento de las
mujeres atendidas y la identificación de necesidades de información,
orientación y canalización.
7. Con la información registrada sobre los casos de violencia familiar y
sexual, se promoverá el trabajo de investigación y el análisis estadístico
de este problema social.
8. El trabajo de prevención requiere seguimiento de personas atendidas y
continuidad de las acciones y programas, así como la evaluación de las
metas alcanzadas.

C. Sector Comunicación
1. Los medios de comunicación:
a) Deberán asesorarse y apoyarse con especialistas en el tema, para
un correcto manejo público de la información.
b) Otorgarán mayores espacios para la difusión de mensajes y
programas dirigidos a la prevención de la violencia familiar y sexual
de acuerdo a las disposiciones gubernamentales locales,
fortaleciendo así las acciones y programas que llevan a cabo las
diferentes instituciones de salud, educación, seguridad pública,
derechos humanos, asistencia social y organizaciones de la
sociedad civil.
2. Sensibilizar a los medios de comunicación en la conveniencia de la
descripción detallada de los hechos violentos, respetando los derechos
de los sobrevivientes.
3. Las redes locales de atención a la violencia promoverán una estrategia
de comunicación que integre los sitios en la Internet , líneas telefónicas
de atención especializada, instituciones de apoyo a la mujer y
organizaciones no-gubernamentales que puedan participar en la difusión
de los derechos humanos de las mujeres, la forma de ejercerlos,
servicios para sobrevivientes y agresores (as), lugares de atención,
teléfonos, horarios, requisitos, información sobre los delitos, entre otros
datos, y distribuirla entre las instituciones que atiendan a las personas
que han experimentado violencia familiar y sexual y en la comunidad
misma.

D. Otros Sectores

1. Todas Las demás instituciones que tienen contacto con personas en o


relacionadas con situaciones de violencia familiar y sexual, como son las
de procuración e impartición de justicia, Agencias del Ministerio Público,
Jueces Calificadores o Magistrados, Seguridad Pública o similares,
grupos religiosos y organizaciones de la sociedad civil, integrarán
programas de prevención, sensibilización y capacitación de sus
integrantes en materia de violencia familiar y violencia sexual.
2. Deberán promover la modificación o creación de leyes que aseguren el
respeto a los derechos humanos.
3. Deberán canalizar a las personas que presenten esta problemática hacia
las instituciones especializadas y darles seguimiento.

lI. Recomendaciones en Atención Médica

A. Sector Salud

1. En México, la notificación y registro de las mujeres atendidas son de


carácter obligatorio, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM 190-
SSA1-1999, y deben ser reportados a la Secretaría de Salud. En otros
países se procederá a revisar las normas o disposiciones que señalen el
procedimiento a seguir.
2. Todas las instancias del Sector Salud deberán brindar atención de
primer contacto a las mujeres que han experimentado violencia familiar y
sexual y de acuerdo a su capacidad y recursos, se otorgará la atención
integral o a la canalización adecuada a instancias especializadas.
3. El órgano normativo del Sector Salud o su similar promoverá la
coordinación intra e interinstitucional necesaria para el establecimiento
de programas y líneas de acción para la prevención y tratamiento de la
violencia familiar y sexual; asimismo, girará las recomendaciones
necesarias a todas las instituciones que integran el Sector Salud.
4. Los programas de atención deberán ser integrales, otorgando no
únicamente la atención médica y psicológica, sino la orientación legal y
administrativa que se requiera.
5. Deberá promover la existencia y/o fortalecimiento de protocolos y
procedimientos de atención a las mujeres que han experimentado
violencia familiar y sexual, que enfaticen el respeto a sus derechos
sexuales y reproductivos, además de ofrecer servicios de salud de alta
calidad de manera digna, sensible y respetuosa.
6. Las instituciones y servicios que brindan atención a la violencia familiar y
sexual deberán:
a. Contar con protocolos de atención, que incluyan: información sobre
el abordaje de los casos, el interrogatorio, el manejo en estado de
crisis, los esquemas de prevención y tratamiento, los formatos que
se deben de registrar (los de referencia, de notificación a las
autoridades), así como información de otras instituciones y los
servicios que éstas ofrecen, de tal manera que la canalización, si se
requiere, sea inmediata y adecuada. (anexo 1)
b. Manejar los esquemas de prevención y tratamiento más
actualizados y adecuados a la realidad. (anexo 2 y 3)
c. Integrar a los expedientes clínicos un registro detallado de los
hallazgos físicos, de la condición mental y emocional en que se
encuentra la mujer al momento de la recepción y durante su
evolución.
7. Como parte de los servicios de atención, toda mujer sobreviviente de
violencia sexual debe ser informada sobre su derecho a:
a. Recibir información completa y adecuada sobre su situación al
momento de la atención, así como de las posibles consecuencias
a corto, mediano y largo plazo y las opciones para su manejo o
tratamiento.
b. Tomar sus propias decisiones, libre de toda coerción o
influencia, en base a una información veraz, amplia y detallada.
c. El consentimiento informado, esto es, tener información sobre
todo el procedimiento medicolegal o quirúrgico que el caso requiera,
de tal manera que pueda tomar decisiones asertivas.
d. Protección física y psicológica. El equipo de salud debe
asegurarse de que la mujer en riesgo tenga acceso a lugares
seguros, como albergues, refugios, asilos, hospitales.
e. Asistencia para la denuncia legal del delito y demanda para
compensación de daños.
f. Ser canalizada a servicios especializados, según el caso lo
requiera o de acuerdo a la capacidad de respuesta de la institución
receptora.
g. Ser informada de las consecuencias potenciales de la violación
(si es el caso): embarazo, infecciones de transmisión sexual,
incluyendo SIDA y hepatitis.
h. Ser informada sobre las alternativas de prevención, atención y
tratamiento de posibles consecuencias. (anexo 2 y 3)
i. Recibir anticoncepción de emergencia, este es un elemento
indispensable y prioritario de atención médica inmediata que debe
ser considerado como un derecho de atención a la salud de las
mujeres violadas. (anexo 2)
j. Recibir información amplia y detallada sobre el embarazo por
violación, de su derecho de continuar o interrumpir el embarazo, así
como de los procedimientos medicolegales necesarios. (anexo 4)
k. Un diagnóstico y tratamiento de las ITS de acuerdo a las normas
y protocolos de las unidades de salud. (anexo 3)
l. Solicitar la interrupción de su embarazo, y la integración de los
procedimientos medicolegales para que se lleve a cabo el
procedimiento. (anexo 4)
m. Decidir continuar con su embarazo, y que se integre los
procedimientos medicolegales que se requieran enb caso de que se
decida quedarse con el recién nacido o cederlo en adopción, y que
se le otorguen los siguientes servicios, exentos de costo para ella:
(anexo 4)
i. Atención prenatal con apoyo multidisciplinario, de acuerdo a
sus necesidades.
ii. Diagnóstico y tratamiento de ITS.
iii. Estudios de laboratorio complementarios.
iv. Evaluación del riesgo obstétrico.
8. Los servicios de salud que tengan la autoridad legal y que cuenten con
el personal capacitado, procederán a la recolección y registro de
evidencias medicolegales.
9. El personal de salud deberá:
a. Ofrecer a la mujer un trato sensible, digno, respetuoso y basado en
la confidencialidad, evitando la revictimización de la sobreviviente y
valorando el derecho a su integridad física, psicológica, emocional y
social, libre de cualquier discriminación, abuso o cualquier otro tipo
de violencia.
b. Brindar en forma neutral toda la información que la mujer requiera,
evitando omisiones y/o sugerencias a partir de las propias creencias
o religión.
c. Hacer una integración correcta y completa del expediente clínico, de
tal manera que pueda servir, si así se decidiera, como prueba
pericial. (de acuerdo a los criterios judiciales locales)
d. Realizar la notificación al Ministerio Público o a su similar. (de
acuerdo a las normas y procedimientos locales)
lII. Recomendaciones en Atención Psicológica

1. La atención psicológica es fundamental como parte del modelo de


atención integral a las receptoras de violencia.
Es recomendable que a toda sobreviviente de violencia se le practique
una valoración de grado de daño emocional y psicológico que ha sufrido.
2. Se debe de tener presente que la atención a la sobreviviente es
prioritaria, por lo que la atención debe de estar enfocada a ella,
asegurando su protección física y emocional.
3. De ser posible, esta atención debe de ser proporcionada por personal
capacitado en el manejo e intervención de violencia familiar y sexual.
4. En los casos de que no exista este recurso, se solicitará el apoyo a otra
institución para la atención y el manejo adecuado.
5. La intervención en crisis debe de abordar las emociones presentes en la
mujer y explorar los sentimientos de dolor, culpa, enojo, rabia, ideas de
auto-agresión o hetero-agresión y autoestima.
6. Brindar el acompañamiento necesario para que la mujer pueda afrontar
los procedimientos medicolegales que se presente.
7. Se deberá evitar caer en cualquier tipo de revictimización, brindando una
atención respetuosa, digna, sensible y libre de prejuicios.
8. Se deberán atender las consecuencias inmediatas, tanto personales
como de relación con la pareja, familia, trabajo, etcétera. Se podrá incluir
a su pareja, en caso de que la tenga o algún otro miembro (s) de la
familia a la atención psicológica, siempre y cuando la sobreviviente así lo
decida y esto no perjudique su proceso de recuperación.
9. Todas las mujeres requieren continuidad y seguimiento en la asistencia
psicológica, para determinar si es necesario otro tipo de intervención
terapéutica.
10. Se debe valorar el tipo de manejo psicológico a seguir: individual, grupal
(de autoayuda, de sobrevivientes), y en su caso, de pareja o familia
(siempre y cuando la valoración así lo permita y la mujer esté de
acuerdo), asimismo establecer el pronóstico y la duración del mismo.
11. El propósito final de la atención psicológica debe ser la reintegración
eficiente de la mujer a sus actividades cotidianas.
12. Es importante registrar toda la información en el expediente clínico, ya
que puede ser de utilidad para el proceso legal.

IV. Recomendaciones en Capacitación


1. Las actividades de educación y capacitación tiene como objeto brindar
información que le permita al participante aplicar los criterios adecuados
en la atención y orientación que se proporciona a las mujeres sujetas a
violencia familiar y sexual.
2. El abordaje de la violencia familiar y sexual requiere de una capacitación
profesional especializada, dado que el mismo conlleva en muchos
casos, una confrontación con nuestras propias creencias, actritudes y
comportamientos.
3. La capacitación especializada facilitará un acercamiento más
profesional, respetuoso, empático y sobre todo con una visión más
amplia del problema.
4. Todas las instituciones y organizaciones que estén ofertando acciones
de prevención, capacitación y atención en el tema, deberán contar con
personal previamente capacitado por especialistas con reconocimiento
académico.
5. La Secretaría o Ministerio de Salud similar:
a. Promoverá la formación de grupos de capacitadores especializados
en cada una de las instituciones.
b. Coordinará y promoverá la actualización del tema.
c. Promoverá el trabajo con grupos de reflexión para mujeres y
hombres.
6. Incluir en las acciones de capacitación a otros sectores e instituciones
que también tiene un estrecho contacto con la atención y seguimiento
adecuado de las personas involucradas en hechos de violencia, entre
ellos: seguridad pública, sistema de justicia, grupos religiosos, medios
de comunicación, organizaciones de apoyo a la mujer, organizaciones
de apoyo comunitario y otras similares.
7. Dentro del componente de capacitación se debe de integrar el
seguimiento, el cual deberá contar con información actualizada derivada
del análisis del registro de datos.

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