Todos nacemos con un propósito y una vocación de querer hacer algo en la vida,

por eso los derechos y deberes y valores son un fundamento para llevar una
buena vocación tanto profesional como moral. Sin ética el trabajo pasa ser
simplemente una forma de obtener dinero y pasamos de ser unos simples obreros,
a ser seres incompletos sin valores que no pueden aportar nada a la sociedad.
Nuestro propósito vocacional es como la conciencia que nos dice que debemos
ser y que debemos hacer, hay situaciones que no están en nuestras manos pero
en nuestro bienestar si depende de lo que queremos ser, así será nuestra vida
feliz o desdichada. La ética nos da la tranquilidad de saber que hemos hecho las
cosas bien, con la vocación que cada uno tiene sabe que puede hacer algo en la
vida y que sin ella solo haríamos lo que tiene que ser y hacer, y no realmente lo
que uno quiere.
Generalizando lo planteado es un compromiso con nosotros mismos al querer y el
hacer bien las cosas, sin faltar a nuestra moral y valores que nos inculcaron en la
familia y que nos hace crecer como personas de bien y útiles a la sociedad.