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005-Manual de Riego
005-Manual de Riego
INTRODUCCIÓN
Los cultivos pueden expresar su potencial productivo cuando disponen de los factores de producción
en la cantidad y oportunidad que los necesitan. Algunos de estos factores no pueden ser controlados
por e hombre, dependen de la naturaleza como es el clima y las características naturales del suelo;
otros factores productivos pueden ser controlados en mayor o menor grado, como el nivel de
nutrientes del suelo, estado sanitario del cultivo, contenido de humedad del suelo, etc.
El agua que requieren los cultivos es aportada en forma natural por las precipitaciones, pero cuando
ésta es escasa o su distribución no coincide con los períodos de máxima demanda de las plantas, es
necesario aportar artificialmente.
En general, el clima chileno se caracteriza por una concentración de la pluviometría en los meses de
otoño-invierno, produciéndose diversos grados de déficit hídrico en la temporada de primavera-
verano, período que coincide con el de mayor crecimiento de los cultivos, y por lo tanto, los meses de
mayor demanda de agua. Bajo estas circunstancias un conocimiento de las diversas tecnologías de
riego cobran importancia, más aún si se desea hacer un uso eficiente de este recurso que
normalmente es escaso.
La superficie regada del país es de alrededor de 1.500.000 hectáreas, de las cuales sólo tienen riego
permanente aproximadamente 1.200.000 ha; por su parte, la Región del Maule posee
aproximadamente una superficie con riego permanente de unas 400.000 hectáreas y 80.000 ha con
riego eventual. La disponibilidad de agua de riego posibilita aumentar e intensificar el sistema
productivo, ya que permite disponer de nuevas alternativas productivas, como también obtener un
aumento de los rendimientos de los cultivos que se pueden explotar en una agricultura de secano. Sin
lugar a dudas que para aprovechar las ventajas de la agricultura de riego es necesario conocer las
técnicas que permitan optimizar el manejo del agua.
1. CANALES
Las aguas de riego se conducen principalmente a través de canales, que se construyen de diferentes
formas, tamaños y pendientes, lo que determina la cantidad de agua que pueden llevar, es decir, el
caudal, que generalmente se mide en litros por segundo (lt/s).
La capacidad del canal debe estar de acuerdo al caudal máximo que conducirá, que puede ser la
cantidad de agua necesaria para regar una determinada superficie de terreno, o la cantidad que
realmente tiene el agricultor para regar. Es antieconómico construirlos con una capacidad muy
superior a la requerida.
La capacidad o cantidad de agua que va a conducir el canal, tema que veremos más adelante.
El tipo de suelo donde se construirá el canal, el cual determina los taludes. El talud es la
inclinación de las paredes del canal en relación a su base. En la Figura 1 se muestra un canal con
talud 1:1 y 2:1. En los suelos arcillosos se puede usar un talud 1:1, en los francos y trumaos talud
2:1 y en los arenosos 3:1.
El desnivel o pendiente del canal, que puede ser o no igual a la pendiente del suelo. La
pendiente del canal dependerá del tipo de suelo donde se construirá, puede ser mayor en
suelos arcillosos que en suelos arenosos. La pendiente en canales se expresa como una
diferencia de altura por 1.000 m; por ejemplo una pendiente de 10/1.000 (0,010) significa
que el fondo del canal baja 10 metros en 1.000 m de trazo o lo que es lo mismo: 1 metro
en 100 metros de canal. Los canales deben trazarse con la pendiente adecuada, ya que
con pendientes muy altas, la velocidad del agua en el canal eroiona el fondo del canal;
por otro lado, cuando la pendiente es muy baja se acumulan sedimentos en el canal
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La forma del canal depende del ancho de la base y del talud; para aumentar la capacidad Ud.
puede mantener el talud pero aumentar el ancho de la base, o bien mantener la base
aumentando el alud.
La altura del agua en el canal; para determinada pendiente y talud, el caudal del canal va a
depender de la altura del agua. Sobre la altura de agua debe quedar un rebalse, que uede
formarse con el material de la excavación del canal.
En los cuadros 1 y 2 se entregan los caudales máximos que pueden transportar dos canales
de diferentes formas y altura de agua.
Cuadro 1. Caudal máximo (lt/s) que puede transportar un canal con talud 1:1, con diferentes
base, pendiente y altura de agua
Base 20 cm Base 50 cm
Desnivel, cm en 10 m Desnivel, cm en 10 m
Cuadro 2. Caudal máximo (lt/s) que puede transportar un canal con talud 2:1, con diferentes
base, pendiente y altura de agua
Base 20 cm Base 50 cm
Desnivel, cm en 10 m Desnivel, cm en 10 m
Pérdidas de agua. En los canales normalmente hay pérdidas por diferentes causas (Figura
3), pero cuando los canales están muy sucios o hay obstáculos que reducen la velocidad del
agua, las pérdidas por filtraciones aumentan.
Es importante reducir las pérdidas de agua en los canales, sobre todo cuando recorren
grandes distancias, ya que se han detectado pérdidas diarias en canales de hasta 398 m 3 por
cada kilómetro de recorrido, cantidad que alcanzaría para regar 1 ha de porotos.
Se deben sellar o revestir aquellos sectores del canal donde hay muchas pérdidas, que se
pueden deber a agrietamientos del terraplén o del fondo del canal, o por ser el terreno muy
permeable. Para sellar se puede emplear suelo con alto contenido de greda o arcilla; si no se
dispone de este material se puede recubrir con plástico, siguiendo las pautas de la Figura 5.
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Así como los saltillos permiten trazar los canales en terrenos con mucha pendiente, las
canoas (Figura 6) permiten conducir el agua sobre canales, quebradas, caminos, y sectores
bajos del predio, sin perder la cota o nivel del agua. Las canoas se pueden construir de
diferentes materiales, como metal, madera o concreto, y generalmente tienen la misma forma
del canal.
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2. SIFONES
La aplicación del agua desde los canales o acequias de riego debe ser uniforme, de manera
que se alcance a mojar la zona donde se encuentra la mayor parte de las raíces del cultivo.
Tradicionalmente cuando se usan métodos de riego gravitacionales, el agua se “taquea” en
el canal, sacando tierra y “champas” de pasto, y luego se abre una “boca” en el borde del
canal por donde se saca una gran cantidad de agua; normalmente el regador no es capaz de
manejarla, y se producen pérdidas de agua y de suelo.
Hay tecnologías sencillas que permiten distribuir el agua en forma fácil como son los sifones,
manta de riego, cajas de distribución, mangas plásticas perforadas, acequias niveladas con
tubos rectos.
Los sifones son tubos que se curvan de diferentes formas y permiten sacar agua de un canal
para aplicarla al suelo. Se construyen en diferentes materiales y diámetros, siendo los más
económicos de PVC y los diámetros más usados los de 1,5 y 2”.
El caudal que entregan los sifones depende del diámetro y de la altura de agua en el canal
(Figura 7) entregando agua cuando la salida se encuentra sumergida o con caída libre.
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Cuadro 3. Caudal mínimo y máximo (lt/s) que entregan los sifones según su diámetro
Caudal (lt/s)
Para trabajar con sifones los canales se deben trazar con bordes altos y bien apretilados,
para lograr la altura de agua necesaria sin que el canal desborde antes del sector donde se
instalarán.
Para elevar el nivel del agua en el canal, se puede usar una compuerta o taquear el canal
con una manta de riego (Figura 8).
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Los sifones se ubican frente a cada surco, o en los sectores donde se sacará agua; en
general se recomienda seguir los pasos indicados en la Figura 9. Si el sifón no lleva agua las
causas pueden ser:
9 B. Sacar el sifón sin que la entrada del sifón salga del agua.
3. CAJAS DE DISTRIBUCIÓN
Son rectángulos de madera (Figura 10) que se instalan horizontalmente en las orillas o
bordes de los canales y permiten distribuir el agua a los surcos o sector a regar, sin romper el
canal en cada riego. Se recomienda en cultivos permanentes sembrados en hileras como vid,
frambuesas, espárragos y frutales en general.
Al igual que los sifones, para trabajar con cajas de distribución se necesita un canal con
bordes altos y bien apretilados.
2,0 2,0 8
3,5 2,0 14
4,0 3,0 24
5,0 5,4 54
Caudal (lt/s)
Superficie de descarga
de la cama, cm2 Mínimo Máximo
6 0,6 0,9
14 1,3 1,8
24 2,3 3,2
54 4,7 6,8
4. MANGAS PLÁSTICAS
Las mangas plásticas facilitan la conducción del agua en suelos con alta infiltración, donde
las pérdidas en las canales son altas. Las limitantes que presentan es que no se pueden usar
con desniveles de más de 60 cm por cada 100 metros de manga y que se acumula la basura
que acarrea el agua; por estas razones debe cuidarse su uso para aumentar su duración
(Figura 11 A).
La manga se perfora para distribuir el agua a los surcos o sector o regar; para cerrar estos
orificios se hacen tapones de goma de mayor tamaño, colocándoles un trozo de cáñamo y un
palo con el cual se tira y se tapa la salida (Figura 11 B).
Para disminuir la presión en las mangas se puede emplear un tambor de 200 litros, el que se
perfora y se le instala un trozo de tubería de un diámetro que permita colocar la manga que
trae el agua. La salida se instala a un nivel más bajo en el tambor con el mismo sistema;
además se puede colocar una tapa que permite regular la cantidad de agua que sale por la
manga (Figura 11 C).
11 A. Funcionamiento de mangas.
11 B. Detalles de tapones.
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En el sistema californiano móvil o tubería con compuertas se conduce el agua a baja presión,
a través de tuberías de 200 a 250 mm (8 a 10”); con este sistema se pueden regar cultivos
anuales sembrados o plantados en hileras con problemas de desnivel en la cabecera de
riego.
El sistema californiano fijo o tubería enterrada (Figura 13) es similar al californiano móvil, y en
lugar de válvulas para regular el caudal se emplean las siguientes estructuras:
El sistema de acequias niveladas con tubos rectos es similar a las cajas de distribución, pero
se emplean trozos de tuberías de plástico, tipo Plansa o PVC de 1” ó 2” de diámetro. Se
instalan en forma horizontal a un mismo nivel en el borde del canal; deben quedar a 2 cm
sobe el nivel normal del agua en el canal (Figura 14).
Los canales donde se instalen los tubos deben ser parejos y tener poco desnivel. Se deben
instalar compuertas para elevar y regular el nivel del agua en el canal; si los tubos son de 1”
instale una compuerta cada 20 a 25 tubos; si los tubos son de 2” deje no más de 15 tubos
entre una compuerta y otra.
Como los tubos están nivelados, cuando se eleva el nivel del agua en el canal, por cada tubo
sale el mismo caudal.
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Figura 14. Esquema de instalación y funcionamiento de acequias niveladas con tubos rectos.
1. EFICIENCIA DE RIEGO
Se debe regar en forma eficiente los diferentes potreros o cultivos que tiene el agricultor,
aprovechando la mayor cantidad de agua posible. Por ejemplo, al regar con riego tendido
generalmente se usa mucho agua, que es difícil controlar y gran parte va a caer a los
desagües, comparado con el riego por aspersión, donde normalmente toda el agua que se
aplica la absorbe el suelo, lográndose una gran eficiencia.
Infiltrarse en el suelo, mojando hasta la zona de las raíces del cultivo; ésta es el agua útil
para las plantas y se debe tratar que la mayor parte del agua llegue hasta esta zona.
Infiltrarse en el suelo penetrando a mayor profundidad que las raíces, esta agua no la
aprovechan las plantas. A este tipo de pérdidas se le llama percolación profunda.
Escurrir por la superficie más allá del sector a regar, esta agua generalmente cae en los
desagües o inunda caminos, es una pérdida que se llama escurrimiento superficial.
La eficiencia de riego es la cantidad de agua útil para el cultivo que queda en el suelo
después de un riego, en relación al total del agua que se aplicó. Generalmente se mide en
porcentaje o litros de agua útil en el suelo por cada 100 litros aplicados. La eficiencia la
determina en gran medida el método de riego utilizado cuyos valores se presentan en el
Cuadro 6.
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Cuadro 6. Eficiencia o cantidad de agua útil para las plantas que queda en el suelo según el
método de riego
Riego tendido 20 a 30
Riego por surco 40 a 70
Riego por platabandas 50 a 60
Riego por aspersión 65 a 80
Riego por goteo 90 a 95
Las cantidades que se señalan sirven como información general, ya que se puede usar un
riego tecnificado como riego por surcos, pero emplear mucho tiempo de riego con lo que se
producirá una excesiva percolación profunda o escurrimiento superficial, bajando la
eficiencia.
Para lograr una buena eficiencia con cualquier método de riego se deben conocer algunos
problemas generales que se presentan al regar y sus posibles soluciones, que se indican en
el Cuadro 7. Éstas se deben adecuar a la realidad de cada agricultor.
Al regar, mucho agua - Dejar correr el agua todo el tiempo. - Usar menos agua para regar.
cae al desagüe - Usar sifones o cajas.
- Reducir el caudal cuando el agua
llega al final del paño a regar.
Cuántos días se dejan pasar - Esperar que el suelo se seque - Sacar muestra de suelo y estimar
entre un riego y el siguiente completamente. humedad.
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2. RIEGO TENDIDO
El riego tendido es la forma más antigua de aplicar el agua a los cultivos; no se efectúan
mayores trabajos para emparejar o nivelar el suelo, perdiéndose gran cantidad del agua.
Generalmente no se aprovechan más de 20 a 30 litros de agua por cada 100 litros que se
aplican al potrero. Se emplean caudales de agua muy altos, que son difíciles de manejar, lo
que produce una distribución muy dispareja del agua en el potrero, quedando sectores con
exceso de riego y otros con escasez de agua.
El trabajo y la inversión que se deben realizar para usar este método se reduce al trazado de
los canales. Se pueden regar prácticamente todos los suelos y cultivos; si se ve en la
obligación de usarlo, utilícelo sólo en praderas o cereales y evite regar cultivos sembrados en
hilera o frutales.
Por los problemas que se han analizado no es un método recomendable, sin embargo, se
puede mejorar la eficiencia al considerar algunos aspectos de manejo tales como:
Para elevar el nivel del agua en el canal use una manta de riego o construya compuertas;
no ha tacos de tierra, ya que tendrá que romper los pretiles y perderá suelo.
Para sacar el agua del canal, use sifones o cajas de distribución, no rompa los bordes o
pretiles de los canales.
Haga los regueros con poca pendiente, máximo 8 cm en 10 metros, siguiendo las curvas
de nivel del terreno (regueros en curva de nivel) permitiendo que el agua corra suave por
el potrero entre una reguera y otra (Figura 15).
Riegue el tiempo necesario para mojar hasta la zona de raíces del cultivo.
Use una cantidad de agua que pueda controlar con facilidad.
No espere que las plantas se vean marchitas para regar de nuevo.
Riegue paños pequeños con lo que podrá manejar mejor el agua.
El riego por surcos se adapta a cultivos sembrados en hileras como papas, porotos,
remolacha, cebollas, ajos, hortalizas y frutales en general. El agua corre por el potrero desde
los sectores más altos a los más bajos, por pequeños canales o surcos que se trazan entre
las hileras de siembra o plantación.
La eficiencia promedio del método de riego por surcos alcanza al 50%, es decir de 100 litros
que se aplican, sólo 50 lt quedan disponibles para las plantas. Para usar este método con
alta eficiencia se requiere tener el suelo parejo sin desniveles, de lo contrario se reventarán
los surcos o bien se apozará el agua. Para lograr una buena eficiencia se deben determinar
los siguientes factores:
Largo de surcos
El largo de los surcos va a depender del tipo de suelo, de la pendiente del potrero y de la
cantidad de agua a aplicar:
En los suelos arcillosos los surcos pueden ser más largos que en los suelos arenosos.
En los potreros más parejos los surcos pueden ser más largos que en los potreros con
más desnivel.
Si la cantidad de agua a aplicar es alta, los surcos pueden ser más largos.
Cuadro 8. Largo máximo de surcos (m) para diferentes suelos y pendientes, para un riego
equivalente a 10 cm de agua
Tipo de suelo
Desnivel del suelo
(cm en 100 metros) Arenoso Franco Arcilloso
La distancia entre los surcos depende del tipo de suelo; en suelos arcillosos el agua se
mueve más en sentido lateral que en profundidad, por lo que la distancia entre surcos puede
ser mayor que en los suelos arenosos (Figura 16).
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Para determinar la distancia entre los surcos se debe considerar además del suelo, las
recomendaciones de distancia de siembra del cultivo y la posibilidad de ajustar la máquina
sembradora a la distancia que se necesita. Para verificar si la distancia es la correcta
conviene realizar una prueba antes de la siembra; se hacen dos surcos a la distancia
determinada y se riega, luego se hace un hoyo entre los dos surcos y se verá si se alcanzó a
mojar bien hasta la profundidad radicular. Si no se ha logrado un buen traslape de la
humedad los surcos deben juntarse.
En remolacha se pueden sembrar dos hileras más juntas (a 30 cm) y luego dejar una
entrehilera de 60 cm, y así sucesivamente. Por la entrehilera de 60 cm se trazan los surcos
de riego (Figura 17).
En el riego por surcos se debe controlar bien el agua que se aplica para no provocar erosión
al suelo y lograr altas eficiencias, por lo que se recomienda usar sifones, cajas de
distribución, mangas plásticas, o los sistemas californiano móvil o fijo.
Al iniciar el riego se debe aplicar la máxima cantidad de agua que puede llevar el surco sin
causar erosión o arrastre de terrones o partículas en el fondo; una vez que el agua llega al
final del surco se debe reducir el caudal a la mitad, con lo que disminuye las pérdidas por
escurrimiento y percolación. Este caudal reducido se mantiene hasta completar el tiempo
necesario para regar hasta la zona de raíces del cultivo.
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Si usa un sifón por surco, hundir la entrada del sifón hacia el fondo del canal, de manera
que se levante la salida (Figura 18).
Si usa dos sifones por surco, dejar sólo uno.
Si tiene una compuerta en el canal, baje el nivel del agua sin mover los sifones.
Si usa cajas de distribución o sistema californiano, cierre parcialmente las compuertas o
válvulas.
Los surcos se pueden trazar rectos en suelos con desniveles inferiores a 2 m en 100 metros,
y el trazado se puede modificar de acuerdo a las características de los suelos.
19 A. Surcos en zig-zag.
19 B. Tazas.
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19 C. Surcos en contorno.
El agua se deja correr por franjas de terreno niveladas, limitadas por bordes; se debe
disponer de estructuras como cajas de distribución o sifones para lograr un buen manejo del
agua, de manera que la altura del agua no sobrepase la altura de los bordes, causando su
destrucción (Figura 20).
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Las platabandas necesitan pendiente pareja en el sentido del riego y sin desnivel entre los bordes.
Cuadro 9. Largos máximos de platabandas (m) para diferentes suelos y pendientes, con
altura de riego de 10 cm de agua
Tipo de suelo
Desnivel del suelo
(cm en 100 metros) Arenoso Franco Arcilloso
Las partes básicas de un equipo de riego por aspersión se indican en la Figura 21.
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La bomba. Las bombas se pueden emplear para equipos de riego por aspersión o para
elevar agua y regar por métodos gravitacionales. Para elegir el modelo adecuado se
debe tener en cuenta:
La cantidad de agua que se necesita aplicar o elevar.
La presión total de la bomba, que es la suma de:
La altura entre el nivel del agua y la bomba (altura de succión).
La altura entre el nivel de la bomba y el nivel de los aspersores o descarga de la
bomba.
Las pérdidas que se producen en las tuberías y fittings.
La presión que necesitan los aspersores.
El diámetro de entrada y salida de la bomba.
El tipo de energía disponible, ya que hay bombas con motor eléctrico, con motor de
bencina o petróleo y bombas movidas con el eje toma de fuerza del tractor.
Las tuberías. Se debe elegir adecuadamente el diámetro de las tuberías. A mayor
diámetro el costo es mayor, sin embargo, se necesitan bombas de menor potencia, que
son más baratas y gastan menos combustible. Las tuberías de menor diámetro son más
baratas, pero oponen más resistencia al paso del agua por lo que necesitan una bomba
de mayor tamaño.
Para determinar el diámetro de la tubería a usar se debe considerar el costo de las
tuberías, valor de la bomba y gastos de combustible, además del caudal de agua a
aplicar. Generalmente las tuberías móviles son de aluminio o PVC, con diámetros entre
2,5” a 4” con acople rápido y un largo de 6 metros.
Aspersores. Existe una gran variedad de aspersores que varían en la presión que
necesitan y la cantidad de agua que pueden tirar, es decir, el diámetro que pueden regar
en una posición.
Accesorios y fittings. Se necesita una serie de accesorios y fittings como ser válvulas
de pie o sapo, válvulas de paso, uniones y reducciones, los que se deben especificar con
el equipo completo.
Cuando riegue por aspersión trate de regar en las horas con menor viento, incluso hágalo de
noche, ya que aún vientos suaves alteran la distribución del agua en el suelo (Figura 22).
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Figura 22. El viento afecta la distribución del agua en el riego por aspersión.
Recuerde que para lograr una buena eficiencia con el riego por aspersión se necesita de un
buen diseño del equipo, y condiciones de manejo y operación adecuados.
Hay que evitar que después de comprar un equipo de riego o una bomba se de cuenta que
no le solucionó el problema de riego que tenía, no porque el equipo sea malo, sino porque no
era el apropiado para su campo.
La cantidad de agua que necesitan las plantas para su desarrollo y crecimiento está
relacionada con factores del suelo, del clima y de la propia planta.
En este capítulo se verá como influyen los diferentes factores que para el agricultor los tenga
en cuenta y le ayuden a tomar decisiones sobre cuándo regar y la cantidad de agua a
emplear.
1. EL SUELO
Para ver cómo influye el suelo en la cantidad de agua que necesitan los cultivos, es
importante conocer algunas características del suelo, como los componentes y la textura.
El suelo está compuesto por material mineral, materia orgánica, aire y agua (Figura 23).
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Sólidos: almacenan la mayoría de los nutrientes que necesitan las plantas y permiten
que la raíz actúe como anclaje de la planta al suelo. Está constituido por una fracción
mineral y otra orgánica.
Aire: permite el intercambio de gases entre la atmósfera y los organismos vivos del
suelo, entre ellos la raíz.
Líquidos: la fase líquida aporta el agua que requieren los cultivos y los otros organismos
del suelo. Sirve para transportar y disolver los nutrientes.
Textura
La parte sólida del suelo está formada por una mezcla de tres tipos de partículas: arena, limo
y arcilla (Figura 24), cada una tiene diferentes características químicas y físicas.
Figura 24. Los componentes de la parte mineral del suelo son arena, limo y arcilla.
Figura 25. La proporción de arena, limo y arcilla caracteriza la textura de los suelos.
Figura 26. Los suelos francos y bien estructurados almacenan más agua útil
para las plantas que los suelos arenosos.
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2. EL CLIMA
Las características del clima que afectan la cantidad de agua que necesitan las plantas son
la radiación, la temperatura, el viento y las precipitaciones (Figura 27).
Radiación. A mayor radiación o luminosidad mayor evaporación, por lo tanto los riegos
deben ser más frecuentes.
Viento. A mayor velocidad del viento, el suelo se seca más rápido y las plantas transpiran
más, requiriendo riegos más frecuentes.
Temperatura. En los días calurosos, las plantas transpiran más y los riegos deben ser
más frecuentes.
Humedad del aire. Mientras más seco es el aire, las plantas pierden más agua y los
riegos deben ser más frecuentes.
Precipitaciones. Influyen directamente en la cantidad de agua que necesitan las plantas.
Para los efectos de riego, son útiles sólo las lluvias sobre 15 mm. Es decir, si cae una
lluvia de 20 mm, se considera como riego sólo 5 mm.
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En resumen, los días con temperaturas altas, vientos fuertes y aire seco, provocan mayores
pérdidas de agua desde el suelo y mayor consumo por las plantas, por lo que los riegos
deben ser más frecuentes. Al contrario, los riegos deben ser más distanciados si los días son
más frescos, con vientos suaves, temperaturas más bajas y aire húmedo.
3. EL CULTIVO
Existen numerosos factores propios de cada cultivo que influyen en la cantidad de agua que
necesitan para un óptimo desarrollo, siendo los más importantes el sistema radicular y el
follaje.
Sistema Radicular. La raíz de la planta además de servir como anclaje al suelo, absorbe el
agua y los nutrientes que necesita la planta para su desarrollo. El tamaño de la raíz depende
del cultivo y de su estado de desarrollo (Figura 28).
Hay algunos factores que limitan o alteran el desarrollo normal de las raíces (Figura 29)
como capas de suelo compactadas o pie de arado, capas de suelo muy arcillosas o
demasiado arenosas, capas de piedras y aguas subterráneas.
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Figura 29. En el suelo pueden existir problemas para el desarrollo de las raíces.
En suelos con pie de arado se puede usar un arado cincel que rompa la capa
compactada; en situaciones más críticas se debe recurrir al arado subsolador.
El nivel de las aguas subterráneas se puede controlar construyendo drenes profundos.
Otros problemas como las capas de arcilla o arena en el perfil del suelo no tienen
solución, y se deben adaptar las técnicas de cultivo y riego a la condición del suelo.
El Follaje. Sobre el 90% del agua que absorbe la planta vuelve a la atmósfera por la
transpiración y respiración de las hojas. A mayor desarrollo del cultivo las plantas necesitan
mayor cantidad de agua. El agua que necesitan los cultivos corresponde al agua que se
evapora desde el suelo y el agua que transpiran las plantas; a este conjunto se le llama
evapotranspiración (Figura 30).
Es complicado medir la evapotranspiración del cultivo, por lo que se usa una forma indirecta
que es la bandeja de evaporación (Figura 31), que relaciona la cantidad de agua que
necesita el cultivo con la que se evapora de dicha bandeja.
En el Cuadro 10 se muestran los caudales que se necesitan para regar algunos cultivos, en
la zona de Talca, durante el período de mayor consumo de agua.
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Cuadro 10. Caudales requeridos por hectárea en el período de máxima demanda de los
cultivos en la zona de Talca, según el método de riego recomendado (lt/s/ha)
Por ejemplo, si al campo le legan 15 lt/s Ud. podría regar 6 ha de remolacha con riego
tendido, 10 ha si se usa regueros en curva de nivel y 13 ha si riega por surcos.
En muchas partes aún se usa el término “regador” para medir caudal; en realidad no es una
unidad apropiada ya que el valor es variable de acuerdo al caudal que trae el río desde
donde se saca el agua; tradicionalmente se hace equivalente 1 regador a 15 lt/s.
En este capítulo se entregan algunas técnicas sencillas que le permitirán mejorar la eficiencia
en el manejo del agua de riego, como por ejemplo medir la pendiente del suelo, estimar la
humedad o la textura del suelo.
1. Medición de la pendiente
La pendiente es el desnivel (hacia arriba o abajo) del terreno en relación a un sector que se
toma como base. La distancia se mide vertical y se expresa en porcentaje; por ejemplo una
pendiente de 2%, significa que el terreno sube o baja 2 metros por cada 100 metros de largo.
Se llena la manguera con agua y en uno de los listones se hace coincidir el nivel del agua
con el cero. Se mantiene este listón parado en el suelo y se avanza hasta que la lienza
quede estirada.
Una vez que se ha avanzado los 10 metros, se para el otro listón en el suelo y se mide la
altura a que se encuentra el nivel del agua.
Al parar los listones deben quedar lo más derecho posibles.
La distancia entre el 0 y el nivel del agua representa el desnivel en centímetros que hay
en 10 metros.
Para conocer el desnivel en 100 metros o porcentaje, el desnivel medido se multiplica por
10. Por ejemplo, si la distancia entre el 0 y el nivel del agua es de 4 cm, la pendiente es
40 cm en 100 metros, ó 0,40 m en 100 metros ó 0,4%.
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La textura se debe estimar por sectores de suelo de aspecto similar, puede ser un potrero
completo o sólo una parte; en cada uno de los sectores se saca un equivalente a 5 muestras
por hectárea, evitando muestrear debajo de árboles, sectores altos, faldeos o sectores poco
representativos del potrero.
El procedimiento es el siguiente:
En cada lugar donde se sacará la muestra, se hace un hoyo cuadrado del ancho de la
pala y de 40 a 50 cm de profundidad.
Se mezcla bien la tierra de cada hoyo, se saca medio kilo y se hecho en un balde; una
vez que se han sacado las muestra de todo los lugares se mezcla bien la tierra que se
recogió de los diferente hoyos.
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Se toma un puñado de tierra del balde y se compara el aspecto con los antecedentes de
la Figura 33.
La muestra de suelo debe ser representativa del sector o potrero que se quiere estimar, y se
debe sacar a la profundidad donde se encuentra la mayor concentración de raíces.
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Para el agricultor que dispone de agua para regar es importante conocer la cantidad de agua
(caudal) que recibe en el predio, la que transportan los canales, o poder determinar el caudal
que entregan algunas estructuras como los sifones, por lo que se ha estimado conveniente
dar a conocer algunos métodos.
Este método es el más sencillo, pero sólo permite estimar en forma aproximada el caudal. Se
debe estimar la velocidad del agua y el área del canal.
El sector del canal donde se hagan las mediciones debe ser lo más recto y parejo posible,
debe estar ubicado lejos de curvas o cambios de dirección del canal, y debe estar limpio, sin
piedras, troncos, arbustos ni malezas.
Para usar el método de flotador se necesita una huincha, un flotador (una pelota, un trozo de
madera, una botella vacía y tapada, etc.), un reloj que pueda medir segundos, cuerda o
alambre y 4 estacas.
a. Medición de la velocidad
Seguir las pautas de la Figura 37, repitiendo al menos 5 veces la medida, y con el tiempo
que demora al flotador en recorrer 10 metros buscar el factor de velocidad “Fv” en el
Cuadro 11.
Marcar con alambre o cordel sobre el canal el inicio y el término del sector a medir.
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Cuando el flotador pasa por la primera medida se toma el tiempo que demora en recorrer los 10 metros.
Cuando el flotador pasa por la segunda medida, se termina de tomar el tiempo. Se recupera el flotador.
Con el tiempo se busca el factor FV en el Cuadro 11.
Figura 37. Medición de la velocidad del agua por el método del flotador.
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Cuadro 11. Tabla para determinar el factor “Fv” según el tiempo empleado por un flotador en
recorrer 10 m
Se divide el ancho del canal en tramos iguales de 20 a 40 cm para determinar los puntos
donde se medirá la altura del agua; en el ejemplo estos puntos están a 30 cm (Figura 38).
En los puntos determinados se mide la profundidad del agua, en metros. El primer y último
punto se ubican siempre en el borde del canal, por lo tanto, la profundidad del agua es 0,0 m.
Se traspasan los datos a las columnas 1 y 2 del Cuadro 12. Las columnas 3 y 4 se
calculan de acuerdo a:
La columna 3 corresponde al promedio de dos lecturas seguidas, por ejemplo el valor
0,215 es el resultado de sumar 0,25 m y 0,18 m, lo que resulta 0,43, y luego se divide
por 2.
La columna 4 es el resultado de multiplicar la altura promedio calculada en la
columna 3, por la distancia entre las lecturas. Por ejemplo, 0,0645 es el resultado de
multiplicar 0,215 por 0,3 m.
El área total es la suma de los valores parciales de la columna 4; en el caso del ejemplo
el área total es 0,165 m2.
A 0,00
0,060 0,0180
B 0,12
0,185 0,0555
C 0,25
0,215 0,0645
D 0,18
0,090 0,0270
E 0,00
Q = A x Fv
Donde:
Q = es el caudal, en lt/s
A = es el área, en m2
Fv = es el factor de velocidad.
Medición 1: 69 s
Medición 2: 63 s
Medición 3: 66 s
Medición 4: 68 s
Medición 5: 65 s
El promedio es 330: 5 = 66 s.
Con el valor 66 s se busca el factor “Fv” en el Cuadro 11, que en este ejemplo tiene un valor
de 128,9.
Q = A x Fv
Q = 0,165 x 128,9 = 21,2 lt/s
2. MÉTODO VOLUMÉTRICO
Este método se basa en medir el tiempo que demora en llenarse un balde de un volumen
conocido. Al dividir la capacidad del balde (litros) por el tiempo empleado (segundos) se
obtiene el caudal en lt/s, como se indica en la siguiente fórmula:
Como toda el agua se debe recibir en un balde u otro recipiente, este método sirve para
medir caudales no muy grandes, como el gasto de sifones, caja de distribución, caudal en un
surco, la descarga de algunos aspersores, salidas de sistemas californianos.
En el Cuadro 13 se dan los caudales para diferentes volúmenes en relación al tiempo que
demora en llenarse el balde.
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Cuadro 13. Tabla para determinar el caudal (lt/s) según el tiempo empleado para llenar
distintos volúmenes
3. OTRAS ESTRUCTURAS
Existen otras estructuras, como los vertederos, canoas Parshall y canoas de fondo plano,
que permiten medir con exactitud el caudal, cuyo uso es más complejo que los métodos
explicados anteriormente. Mayores antecedentes sobre estas estructuras se pueden
encontrar en el Boletín Técnico “Tecnologías de Riego”, publicado por INIA con el auspicio de
la Secretaría Regional Ministerial de Agricultura de la VII Región y de la Comisión Nacional
de Sequía.
En este capítulo se entregan algunas ideas que se pueden adoptar como prácticas
permanentes en el predio, y le permitirán disminuir los efectos de la falta de agua en los
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cultivos. Algunas las pueden adoptar en conjunto con otros vecinos, ya que afectan los
canales por donde se recibe el agua, otras normas se pueden ir adoptando en forma
paulatina, a medida que se den las condiciones o existan los recursos económicos para
hacerlo.
Las ideas que se proponen se pueden agrupar en normas para el manejo de cultivos, y
normas para el manejo del agua dentro y fuera del predio.
1. MANEJO DE CULTIVOS
Los cultivos tienen ciertos períodos críticos en que la falta de agua en el suelo los afecta,
causando disminuciones importantes en su rendimiento. La falta de agua en dichos períodos
causa daños que no se recuperan aunque se den buenos riegos posteriormente.
Las siguientes medidas se recomiendan en los años de escasez de agua en cultivos anuales,
praderas y frutales:
Haga un cálculo de la cantidad de agua que necesitan los cultivos, especialmente en los
meses en que llega menos agua al campo.
Compare el agua que llega al campo con el agua que necesitan los cultivos, y siembre
sólo la superficie que pueda regar en el mes que recibe menos agua. El resto del campo
dedíquelo a cultivos que necesitan más agua en otros meses, o bien destine la superficie
que no pueda regar a cultivos de secano.
Para disminuir las pérdidas de agua en la preparación de suelos, use arado cincel; no
abuse del movimiento del suelo.
Para asegurar una buena germinación haga un riego profundo y abundante antes de
sembrar; en los frutales dé un riego profundo y abundante al inicio de la brotación.
En cultivos anuales siembre las variedades más rápidas, lo más temprano posible dentro
de las fechas recomendadas, aplicando todo el nitrógeno a la siembra como salitre.
Elimine las malezas en bordes de canales y cultivos, desde la siembra hasta la cosecha.
Para disminuir la evaporación desde el suelo coloque una capa de aserrín, viruta o paja
bajo la copa de los árboles, en la entrehilera de cultivos hortofrutícolas como frambuesa,
espárragos, etc. y en general en los cultivos permanentes plantados en hileras.
Asegure el riego durante los períodos críticos de los cultivos.
En condiciones de sequías extremas en los frutales y viñedos, hacer una poda en verde
inmediatamente finalizada la cosecha.
Siembra variedades con diferentes precocidades, de manera que no coincidan los
períodos de máximo consumo de agua ni tampoco los períodos críticos.
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Cuadro 14. Método de riego, profundidad radicular activa y períodos críticos para el riego de
algunos cultivos
Profundidad
Método radicular
Cultivo riego activa (cm) Períodos críticos
Haga con anticipación todos los trabajos de mantención y reparación de las bocatomas,
asegurándose que estén terminados en la primera quincena de agosto (para la VII
Región).
Limpie y selle los canales en los lugares con filtraciones visibles, eliminando cuevas de
camarones, grietas, etc.
Revise periódicamente y cuando sea necesario repare las estructuras hidráulicas, lo que
ayuda a evitar pérdidas de agua:
Canoas: revise sus paredes y fondo, cuidando que no haya pérdidas ni obstáculos.
Marcos partidores: cuide que no haya acumulación de sedimentos, el estado de las
agujas y retire los obstáculos que alteran el paso del agua.
Sifones y alcantarillas: revise posibles obstrucciones o acumulación de sedimentos
que alteren su capacidad y flujo de agua.
Organícese con otros regantes nombrando directores por ramales, y aumente el número
de celadores durante la temporada de riego para evitar hurtos de agua.
Forme con otros regantes un sistema de vigilancia eficiente y permanente del canal,
especialmente en aquellos tramos donde la asociación de canalistas o comunidades de
agua no tienen acceso directo al canal.
Construya marcos partidores en los canales donde reciba o entregue agua, ya sea propia
o de los vecinos.
Mida la cantidad de agua que llega al predio.
Instale o repare las estructuras que faciliten la distribución de agua al interior del predio,
como compuertas, cajas de distribución, acequias niveladas con tubos rectos, etc.
Desarrolle con su profesional asesor un programa de emparejamiento y nivelación de
suelos, de manera de ir de a poco estableciendo sistemas de riego más tecnificados y de
mayor eficiencia.
Si tiene tranques revise las estructuras de entrada y salida, que no haya acumulación de
sedimentos ni objetos que alteren el paso del agua; para evitar que se embanque el
tranque construya desarenadores (tramo de canal sin desnivel).
Trace los canales lo más recto y cortos posible, evitando las curvas muy pronunciadas.
Use elementos que faciliten la aplicación de agua, como sifones, tubos rectos, cajas de
distribución, mangas plásticas, etc.
Riegue de noche, dejando para el riego nocturno los potreros más fáciles de regar,
usando en lo posible sifones o cajas de distribución, lo cual facilitará el trabajo bajo estas
condiciones.
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Si tiene riego por turnos y éstos no son muy distanciados, riegue bien un sector del
campo en un turno y el restante en el siguiente.
Reutilice el agua que ha caído a los desagües, elevándola con una bomba para regar
otros sectores del campo.
Determine la cantidad de agua que llega al campo en los diferentes meses de la
temporada de riego, estableciendo los períodos en que recibe menos agua. Considere su
propia experiencia, la información que le puedan dar las organizaciones de regantes y la
asesoría de extensionistas de su sector.