INTEGRANTES:
INTRODUCCIÓN............................................................................................................................ III
DIACRONÍA DEL VOCALISMO DEL ESPAÑOL ..................................................................... 4
FENÓMENOS DE LA EVOLUCIÓN TEMPRANA DEL VOCALISMO ................................. 6
ASIMILACIÓN ................................................................................................................................... 7
DISIMILACIÓN.................................................................................................................................. 7
PÉRDIDA .......................................................................................................................................... 7
INSERCIÓN ....................................................................................................................................... 8
METÁTESIS O REORDENAMIENTO .................................................................................................. 8
COMBINACIONES VOCÁLICAS EN ESPAÑOL ...................................................................... 9
CASOS ESPECÍFICOS .................................................................................................................... 9
EL ACENTO EN EL ESPAÑOL................................................................................................... 11
SEMICONSONANTES .................................................................................................................. 12
LA YOD Y SUS CRONOLOGÍA .................................................................................................. 13
CONCLUSIÓN ................................................................................................................................ 17
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................. 18
INTRODUCCIÓN
La investigación que se pretende abordar en las siguientes páginas, corresponde a los
estudios realizados sobre la diacronía del vocalismo del español, entendiendo este como una
reconstrucción de los hechos de dichos aspectos, tratando así de abordar todo lo influyente
del vocalismo y el estudio de los autores que se dieron a la tarea de realizar teorías sobre
cómo es que fue evolucionando el mismo hasta el punto donde se encuentra. Además, se
plantea como meta que el mismo estudio sirva para concretizar en una mínima parte los
aportes de cada autor con el fin de lograr una asimilación de los contenidos de la diacronía
del vocalismo, desde el punto de partida fonológico (y fonético si es necesario) pasando por
varios aspectos de la historia para así poder concretizar las bases del vocalismo en la
actualidad, finalizando en los ejemplos y estructuras de cada una de las palabras heredadas
del mismo.
Para cerrar, se espera que al finalizar este trabajo de investigación se pueda cumplir el
objetivo sobre las concepciones teóricas y prácticas del vocalismo y su diacronía respecto a
la relación que se mantiene entre ambos, para de ese modo lograr una completa asimilación
III
DIACRONÍA DEL VOCALISMO DEL ESPAÑOL
Por lo tanto, el desarrollo de la diacronía del vocalismo es el con junto vocálico que avanza
y se desarrolla con el paso del tiempo, pero siempre conservando diversos aspectos que lo
marcan para no perder su sentido. En consecuencia, tiene una correlación con la fonética y
fonología, que es la encargada del estudio de los sonidos y el habla del lenguaje.
Se presume que el Latín en sus inicios tenia 5 vocales breves y 5 vocales largas
(actualmente solo contamos con 5 vocales, esto se debe a que se han perdido las vocales
breves y largas y en lugar de ellas se dieron las vocales abiertas y cerradas.), se manifiesta
que estas preceden directamente del protoindoeuropeo, el estudio de estas se basa en la
lingüística indoeuropea y podria darse de una forma mas directa con el griego y el sánscrito.
(documentación p.10 ).
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Según diversos estudios se manifiesta que las vocales latinas eran semejantes a las vocales
españolas, sin embargo, en el habla vulgar se fueron perdiendo una serie de diferencias
cuantitativas, es por esto que las largas fueron haciendose cada vez mas cerradas y las breves
cada vez mas abiertas.
Cantero (2002) manifiesta que una vocal es aquella salida de aire limpio que sale sin
obstáculo alguno que tiene una independencia característica que le permite formar una sílaba
por si sola, contrariamente a las consonantes: “De este modo, las vocales constituyen el
núcleo de la fonación”(citado de Lozano, 2005 p.11).
Por lo tanto, el núcleo de la fonación siempre será una vocal y alrededor de esta siempre
van a organizarse o a construirse los demas sonidos, sin vocales no hay fonemas. Dentro de
la familia de las vocales, tambien existe el fenomeno de jerarquización, puesto que las
vocales atonas son dependientes de las vocales tónicas que son el núcleo de un grupo rítmico,
mejor conocido como palabra tónica y estas van en bloques de sucesión (jerarquías) y el
núcleo de estos es la vocal tónica, a esto se le llama “acento paradigmático”. Al respecto se
puede agregar a lo anterior:
Según señala Delattre (1965, p. 66), “parece ser que en todas las lenguas las vocales
cambian de timbre cuando el acento es débil o cuando es fuerte”. Navarro Tomás decía, por
ejemplo, que la sílaba átona en posición inicial de palabra “se reduce sensiblemente a medida
que se aleja del acento” (1917 p. 374) y es esta versión de Navarro la que se logra confirmar,
mediante diversos estudios, mientras mas cerca, mas se reduce, es decir su tono y
pronunciación es mas reducido.
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Según Maria Echenique y Maria Martinez en su libro diacronía y gramática histórica de
la lengua española (2005) proponen que “La principal evolución vocálica fonológicas habida
en castellano fue la diptongación de las vocales latinas breves”, sin embargo muchos de estos
resultados tardaron demasiado en darse, tal es el caso de E y O como [jé] y [wé]. De acuerdo
a lo anterior, también se da:
“Por otra parte, las grafías <u> y <v> eran alógrafos en el período medieval, así comõ-
tãmbién-después en el clásico, usándose indistintamente para valor vocálico o
consonántico. La decisión de destinar el signo angular <v> para la consonante y el
signo <u> para la vocal es obra de la Real Academia Española en el prólo go al
Diccionario de Autoridades publicado en 1726.” (Echenique, 2005, p.73)
Según Company (2014, p. 111) argumenta que los cambios fonéticos sincrónicos tienen
un impacto en el nivel diacrónico. Por esto ciertas palabras latinas sufrieron un cambio; en
su momento fueron cambios sincrónicos, al paso del tiempo se volvieron cambios
cumplidos. Company (2014) establece que en el cambio linguístico son dos procesos
fonéticos y fonológicos mas comunes e importantes.
Ambas tendencias juegan en una dialéctica consonante, es por esto que la escencia de la
lengua está en una permanente e imperceptible evolución.
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En la evolucion de una lengua pueden ocurrir fenómenos de cambio de sonido; los
cuales pueden ser:
ASIMILACIÓN
“un segmento que se encuentra en relacion sintagmática o lineal con otros se vuelve
mas parecido (o igual) a este, o ambos se vuelven mas parecidos entre si: AB>AA” es un
proceso diacrónico en e cual se modifican los sonidos y se producen otros nuevos que dan
origen a una forma diferente de expresión. (Company y Cuétara, 2014, p.112)
DISIMILACIÓN
La motivación de las disimilaciones se ve en la necesidad de establecer ciertas diferencias
en la articulación de sonidos parecidos para mantener la estructura de la palabra. De una
manera más clara “cuando hay dos segmentos semejantes juntos, la tendencia es que se hagan
distintos o menos semejantes” (Company y Cuétara p. 112). Con esto se logra una mejor
percepción de los segmentos, de igual forma de los significados.
Este tipo de cambio se produce con mayor frecuencia con algunas consonantes sonoras,
como /l/, /n/, etc. Debido a que, tienen la cualidad acústica de parecerse a las vocales.
Ejemplo de disimilación.
PÉRDIDA
“La pérdida de segmentos fónicos se da casi todo tipo de sonido (aunque frecuentemente
sucede con vocales: A>O” (Company y Cuétara p. 119).
La pérdida de sonidos se clasifica según la posición que esta ocupe dentro de la palabra.
Por tanto, existen tres tipos de perdida: (Company y Cuétara 2014, p. 119)
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Ejemplo de pérdida:
INSERCIÓN
“En la inserción se introduce un sonido en la estructura fonológica de una palabra: O>A”
(Company y Cuétara 2014 p. 121). Por eso es que, el hablante necesita agregar algún
segmento, debido a que, la palabra ha sufrido varias erosiones en su evolución, también por
un cambio previo, se ha perdido la pauta silábica de la lengua y es necesario recuperarla.
Ejemplo de inserción:
METÁTESIS O REORDENAMIENTO
La metátesis o reordenamiento, es el cambio de orden de los fonemas dentro de una
palabra; es un intercambio de segmentos: AB>BA. (Company y Cuétara p. 123). Las
metátesis más comunes en el español se dieron en los grupos consonánticos “ri”, “si”, “pi”.
También, se presenta con cierta frecuencia en los fonemas líquidos.
riparia: /ri’paRia/ > ri’paRja > ri→p←aRja3 > ri’baiRa > ri’ba←iRa5 > ri’bei9Ra6
/ri’beRa/ <ribera>
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actual Company (2014) ofrece algunos ejemplos más comunes en el habla no culta o en
ciertas variantes dialectales; pérdidas como ‘tonces (por entonces), usté (usted); inserciones
como: acompletar (completar); marmotreto (mamotreto); nadien (nadie) o reordenamiento
como Grabiel (Gabriel); probe (pobre), etcétera.
Las combinaciones vocálicas hacen alusión al proceso de reducción del número de las
vocales en las palabras y al cual Company y Cuétara (2014) lo denominaron con el concepto
de "fusión vocálica".
1- La acción de agrupar todas aquellas vocales que estaban próximas en el espacio fonológico
en las zonas media y posterior del paladar tal es el caso de: ǐ y ē > /e/; ō y ŭ > /o/.
2- Mantener como tales las vocales más cerradas ī, ū > /i, u/.
3- Diptongar las vocales breves anterior y posterior medias, que, por contraste con las
cerradas, tendieron a abrirse, dando como resultado los diptongos [je] y [we]: ĕ tónica > [je]
y ŏ tónica > [we].
Debido a esto, la reducción vocálica terminó generando cinco vocales las cuales están en
posición tónica y por ello se redujo el sistema vocálico. Para eso Company y Cuétara (2014)
afirman lo siguiente:
"La reducción vocálica dio como resultado cinco vocales en posición tónica y dos
diptongos: [i, e, a, o, u, je, we]. En posición final, el sistema vocálico se redujo a tres: [e, a,
o]. Cuando se tiene una palabra latina terminada en /u/ átona, la evolución normal de esta
vocal es la de abrirse en /o/, puesto que es la vocal más cercana en cuanto a lugar de
articulación, por su falta de acento y por la distensión de la articulación" (p. 141).
CASOS ESPECÍFICOS
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Para Company y Cuétara (2014) En las combinaciones vocálicas, se encuentran casos
específicos muy importantes los cuales es necesario mencionar en la evolución de las vocales,
principalmente a algunas secuencias vocálicas, las cuales son: ae, oe, au.
Secuencia ae
Esta secuencia, evolucionó como ĕ breve tónica; posteriormente, tal como lo haría una
media anterior breve tónica, diptongó en [je], por ejemplo: caelu > cielo y caecu > ciego. No
obstante, en algunas palabras ae se simplificó a [e] y no evolucionó como [je], como en
aestivu > estivo > estío, saeptu > seto, praetor > pretor y Caesar > César. (Company y
Cuétara, 2014 p.144)
Secuencia oe
El grupo vocálico oe (más raro que ae) evolucionó como ē, [e], como en coena > cena y
poena > pena. (Company y Cuétara, 2014 p.144)
Secuencia au
El grupo au [au] evolucionó como /o/, como en causa > cosa y auricula > oreja. Sin
embargo, ante consonante velar + /u/, este mismo grupo evolucionó como /a/ por ejemplo:
augurium > agüero. (Company y Cuétara, 2014 p.144)
Para Company y Cuétara (2014) cuando /i/ y /u/ se presentan al inicio de un diptongo, la
tradición hispánica las define con el término semiconsonante y las representa como [j] y [w],
respectivamente; cuando están en posición final de diptongo, se designan con el término
semivocal y su símbolo es [i] y [u], respectivamente. Otra manera de referirlas es con los
términos yod, para los alófonos [j, i] de /i/, y wau para los alófonos [w, u] de /u/. A lo largo
de este texto aparecerán, pues, los términos semivocal, semiconsonante, yod o wau para cada
una de las formas descritas con anterioridad.
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En las combinaciones vocálicas existe un fenómeno llamado "yod" el cual se da cuando
vocal alta anterior está dentro de un diptongo. Para ello Company y Cuétara (2014) afirman
lo siguiente:
"A una vocal alta anterior dentro de un diptongo (una semivocal o una
semiconsonante) se le conoce en la práctica filológica como yod. Este es el segmento
que causó más estragos en la estructura fonológica del latín en su evolución a las
lenguas romances, ya que alteró el curso evolutivo normal de los segmentos que
estaban a su alrededor. Los dos grandes cambios que provocó la yod fueron
palatalización de consonantes y cierres vocálicos. La yod afecta generalmente al
sonido previo y el efecto que causa siempre es una asimilación, pues atrae a su espacio
articulatorio a los sonidos con los que está en contacto: crea consonantes palatales y
atrae a las vocales hacia el paladar (es decir, las cierra). La asimilación es
generalmente regresiva, como se verá más adelante, pero puede ser también
progresiva" (pp. 147-148).
EL ACENTO EN EL ESPAÑOL
“Al pronunciar una palabra, la mayor intensidad que damos al sonido se llama acento”
(Fuentes, 1997, pág. 144). Cuando se articula una palabra se da un mayor énfasis al sonido
de una sílaba sobre las demás, a esta sílaba se le llama sílaba tónica. Todas las palabras poseen
una sílaba tónica mientras que a las demás sílabas se les conoce como sílabas átonas.
“El latín coloca el acento en la silaba penúltima cuando esta es larga, sea por naturaleza o por
posición y lo coloca en la antepenúltima cuando es breve y no larga ni por naturaleza ni por
posición” (Menéndez Pidal, 1987, p.22). La acentuación en el latín estaba dada por la
posición que utilizara la sílaba ya fuera que esta sea larga o si no lo era por la posición en la
que se encontraba. A lo anterior según Company y Cuétara (2007) se le conocía como “ley
de la penúltima”
Para esta ley existían excepciones, una de ellas era que si la penúltima sílaba tenía como
núcleo una vocal breve el acento debía moverse hasta la antepenúltima sílaba. Otra excepción
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a la ley era que se acentuaban todos los sufijos a no ser que llevaran una antepenúltima sílaba
con vocal breve.
Cuando el latín se derivó a las lenguas romances, la movilidad de las silabas se perdió lo que
género que los hablantes de las diferentes lenguas adaptaran la ley de la penúltima sin tomar
en cuenta la cantidad vocálica como se hacía en el latín.
Cuando se perdió la cantidad el acento este pasó a cubrir las funciones que tenía la cantidad
en latín.
SEMICONSONANTES
Se le conoce como consonante a las letras que forman parte del abecedario que no son
vocales, aunque para que puedan ser pronunciadas su sonido contiene una o más vocales. Los
semiconsonantes, por lo general, se aplica en las vocales i, u, al inicio de los diptongos o
triptongos, es decir, el conjunto de dos elementos vocálicos diferentes que se pronuncian en
una sola sílaba. Su articulación es entonces tan cerrada que se acerca a la de una consonante,
es decir, los semiconsonantes tienen rasgos acústicos tanto de vocal como de consonante.
Así mismo, los diptongos es la unión de una vocal débil junto a una vocal fuerte en una
sola sílaba, lo que quiere decir que las vocales en los diptongos se dividen en dos:
2) Las vocales fuertes o abiertas, a,e y o. Cuando la vocal débil se antepone a una vocal
fuerte es un diptongo creciente, pero cuando la vocal fuerte se encuentra antes de la vocal
débil se le llama diptongo decreciente. Unos ejemplos de diptongo que entra en los
semiconsonantes son: hierba y hueco.
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(Frías Conde, 2001, p.7).
Según Ramón Menéndez Pidal la YOD se define o se mantiene según su influencia en las
vocales, sin embargo, se necesita saber en concreto que es la YOD para poder investigar más
a fondo sobre este tema. Fernando Lázaro Carreter (2008) define la Yod como “i
semiconsonante explosiva agrupada con la consonante anterior (pie) o semivocal implosiva
agrupada con la vocal precedente (reino)” (p. 415)
Sin embargo existen diversas definiciones durante sus estudios, tal es una de ellas la del
diccionario de la lengua española que lo define como “variante del fonema i cuando forma
parte de un diptongo bien como semiconsonante, como en miedo, bien como semivocal,
como aire” es por esto que se debe tener en cuenta la doble función que desempeña en sus
dos posiciones, (i,e) semiconsonante si es la primera vocal del diptongo o semivocal si es el
segundo elemento de este.
Por otro lado, Rafael Lapesa (1981) define este término como “fenómeno mediante el cual
los fonemas /i/ y /e/ átonos producen múltiples alteraciones fonéticas tales fonemas, en
contacto con las consonantes que las preceden, generan un proceso que originan las
consonantes palatales (p. 79)”
Pues ya dicho todo esto, la definición más clara o que aúne las definiciones antes citadas es
la de Manuel Ariza (1990), al afirmar que “La YOD es un sonido palatal semiconsonantico,
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más cerrado que cualquier /i/ puramente vocálica” (p. 17) en consecuencia, es que el
tratamiento de la YOD como semivocal implosiva o semiconsonante explosiva sirve como
explicación a los dos fenómenos o usos que se derivan de ella.
Ejemplos claros de esto serían las palabras como lancea (lan-ce-a; lan-cea; lan-cia; lanza) y
puteum (po-te-um; pu-tju; pozo), y en estos casos es claro la influencia que tiene la YOD
sobre ellas, tanto en las vocales precedentes como en las consonantes contiguas cerrándolas.
Menéndez Pidal (1987, p. 49) crea un cuadro con los diferentes tipos de Yod, cuatro en total,
iniciando desde la más antigua (Yod 1°) hasta la más moderna (Yod 4°), para esto, el autor
antes mencionado crea un cuadro, en el cual marca y categoriza las diferentes clases de Yod.
Hemos utilizado como punto de partida dicho esquema, aunque añadimos una columna con
las vocales que inflexiona y marcamos en sombreado de color amarillo cuando la inflexión
se produce regularmente, y en color rosa cuando la inflexión es vacilante y sin ningún tipo
de sombreado cuando no hay inflexión vocálica.
Se debe tener en cuenta que la primera no inflexiona ninguna vocal y la Yod cuarta inflexiona
todas las vocales, sin embargo, su aparición no fue después a las demás clases de la misma.
14
Imagen tomada de Provencio 2008 (p. 7)
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El primer tipo de Yod está formada por los grupos ty y ky, aquí no existe ningún tipo de
inflexión vocálica, dado que las palatalizaciones de t y k evolucionaron muy temprano.
Algunos ejemplos de ellos son: fortia/fuerza; malitia/maleza; minacia/amenaza.
En el tercer tipo de Yod se dio lugar al sonido fricativo palatal sonoro, que en castellano es
representado por una Y, aquí es donde cabe resaltar las inflexiones vocálicas que producen
la inflexión de la o y la e abiertas, esto es lo que impide que se diptonguen. En lo que se
refiere a los grupos by y my es donde resalta la inflexión antes mencionadas, por ejemplo, en
el caso de desidium/deseo.
Por último, el cuarto grupo del Yod, esta se refiere nada más al surgimiento de la consonante
velar sorda.
Al final, se podría concluir que la Yod, o yotización, como Menéndez Pidal lo explica es el
proceso que consiste en la palatización de las consonantes, sin embargo, dicho proceso afecta
directamente al vocalismo.
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CONCLUSIÓN
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BIBLIOGRAFÍA
Frías Conde, X. (2001). Introducción a la Fonética y Fonología del Español (p. 7). IANUA
Revista Philologica Romanica.
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