“IR EN CONTRA DE LA EVOLUCIÓN DE LAS COSAS ES IR EN CONTRA DE UNO MISMO”.
En una parte de mi vida, justo en el colegio
comencé a andar con un grupo de personas fanáticas a lo gótico y con pensamientos oscuros, llegue al punto de cambiar mi pensamiento y personalidad, me adapte a los comportamientos de este culto, en ese entonces no tenia conciencia de lo que hacia, gracias a ello lastime a muchas personas, ahora comprendo que en la adolescencia en alguna parte de la historia todos queremos ser parte de cualquier grupo o etnia y nos adaptamos a cualquier situación.
Hoy día observo que en mi entorno parte de
la sociedad es capaz de adaptarse a cualquier situación y muchas personas se vuelven conformistas, un claro ejemplo en mi trabajo una persona que ha pasado por varios acontecimientos negativos se adapta a la explotación laboral por miedo a quedarse sin empleo, lo que no sabe es que él es capaz de dar lo mejor y conseguir algo mejor y cómodo para él, ayudare a cambiar ese pensamiento de miedo y angustia para que construya un camino mejor. “Cuando fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario”.
De pequeño cuando estaba en la escuela, siempre
quería ser el primero del salón y me esforzaba por lograrlo, pero por alguna razón mi comportamiento no era el adecuado y quedaba siendo de los del medio, era muy imaginativo y soñador, cuando hacia algo quería que todo fuera perfecto pero en la mayoría de veces surgía algo inesperado y el resultado era totalmente diferente. Considero que actualmente en mi trabajo y estudio si no me esfuerzo, o no doy lo mejor de mi, no podre obtener los resultados que quisiera, aunque siempre confió en mi mismo para lograr mi objetivo en un tiempo estimado, se que las probabilidades de obtener un buen resultado no van hacer las misma que si me esfuerzo continuamente. En mi trabajo quiero dar lo mejor para lograr un ascenso, si me descuido perderé confianza y tendría que volver a comenzar de cero. “No te opongas a una gran fuerza, retrocede hasta que aquella se debilite, entonces avanza con resolución. Retrocedemos solamente ante fuerzas irresistibles, aquellas que sin duda alguna, nos superan. Por ende, retroceder delante de las pequeñas dificultades debilita a la gente, los vuelve pusilánimes y tímidos. No retroceder ante grandes fuerzas deja a la gente propensa a fallos o accidentes. La prudencia es tomar muestras. El avance debe ser total cuando esta fuerza en contra ha disminuido. Actualmente en mi trabajo no importa cuantas veces me esfuerce o de lo mejor de mi siempre existirá el momento en que el supervisor me haga una retroalimentación con un tono inadecuado por cosas que en ocasiones no son de mi deber. Por eso no discuto con algún superior y les doy la razón, retrocedo hasta tal punto que demostrando con mi trabajo que en verdad no tenían razón “Las cosas están bien cuando marchan en conjunto, no aisladamente.” Se encuentra en este Principio la explicación de la raíz de la amargura. Esto se convierte en algo valioso porque constituye ahora en sí mismo un indicador. El gusto amargo debería ser suficiente para develar la inversión de los planes. Este Principio es tan vivo como la vida misma. Invita también a la flexibilidad, a la consideración de esas “otras cosas” a las que se debe dar respuesta. Todo aquello que no es nutrido, morirá. Todo aquello que es asfixiado con demasiada energía, explotará. En mi entorno social me doy cuenta que no importa lo mucho que hagamos, en la mayoría de ocasiones vamos a fracasar. No importa lo que hagamos... Lo importante es cómo lo hagamos. De qué energía disponemos. Qué prioridad le damos, y qué dejamos de lado movidos por esta producción o situación. “Si para ti están bien el día y la noche, el invierno y el verano, has superado las contradicciones”. La oposición de situaciones. Sin embargo, tal oposición podrá ser conciliada si se modifica el punto de vista con respecto al problema. Entonces, la compensación nos lleva a su punto opuesto: allí donde aparezca el sufrimiento, la compensación se pondrá en marcha, pero no por ello el sufrimiento mismo será vencido. Es una tendencia; ponerse en oposición, asociar por contraste. Lo que uno dice y lo que uno hace se opone a la palabra del otro, al acto de los demás. Entonces, tratamos de resolver el conflicto que nosotros mismo hemos planteado o que aparece mecánicamente. Pero es como estar dentro de una mandorla tratando de acercar los dos puntos: la fuerza del antagonismo aparece aún más fuerte. La tristeza o la alegría son en esencia lo mismo, se contienen una a la otra. Sólo la noche me permite acceder a las estrellas, y la gran estrella fugaz será el presagio de la madrugada. No hay que buscar el placer, hay que dejar que se presente. Agradecer por el “aquí y ahora presentes”. Cuando domina la frustración, se confunden los deseos, las intenciones, las aspiraciones, los anhelos más profundos. Y esta confusión lleva a la compensación. En la frustración, uno vuelve al pasado, buscando repetir las experiencias placenteras. Y, de hecho, uno se pone a "perseguir" el placer... y a ¡querer conservarlo!. Por consiguiente en mi vida acto por conseguir el placer propio; cuando salgo a caminar en la calle, soy una persona que se antoja por muchos alimentos y así no lo necesite o no tenga hambre compro con el fin se sentir ese placer propio que me otorga poder conseguirlo. En parte de mi vida saber que todo llega con calma y generar esa ansiedad de obtenerlo todo y no tener con que, llega la frustración.