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Las Transaminasas AST o TGO – ALT o TGP

La prueba mas solicitada a los portadores de hepatitis C son las transaminasas.


Vamos tentar explicar, de forma simple algunas dudas que la mayoría de los
portadores nos hacen llegar al Grupo Optimismo.

¿Lo que son las Transaminasas?

Un paso inicial para detectar problemas en el hígado es una prueba de sangre


para determinar la presencia de ciertas enzimas en la sangre, comúnmente
llamadas de transaminasas. Debajo de circunstancias normales, estas enzimas
residen dentro de las células del hígado. Pero cuando el hígado esta con
problemas, estas enzimas son derramadas en la corriente sanguínea.

Entre las más sensibles de estas enzimas y entre las más representativas
están las transaminasas. Ellas comprenden la aminotransferase de aspartate
(AST o SGOT o TGO o GOT) y la aminotransferase de alanine (ALT o SGPT o
TGP o GPT). Estas enzimas normalmente se encuentran dentro de las células
del hígado. Si el hígado esta con algún problema, las células derraman las
enzimas en la corriente sanguínea, elevando los niveles de estas enzimas en la
sangre siendo un indicador del problema que pueda existir.

Las transaminasas catalizan reacciones químicas en las células en las cuales un


grupo de amino es transferido de una molécula donadora a una molécula
recipiente. Por esto, es que es dado el nombre de “transaminasas”.

¿Normalmente, donde las transaminasas son producidas?

TGO ( AST o SGOT o GOT) normalmente es encontrado en una diversidad de


tejidos inclusive el hígado, corazón, músculos, riñones, y cerebro. Es liberado
en la sangre cuando cualquiera de estos tejidos se encuentra con algún
problema. Por ejemplo, su nivel en la sangre sube con ataques de corazón y
con desordenes en los músculos. Por lo tanto no es un indicador altamente
específico de daño en el hígado.

TGP (ALT o SGPT o GPT) es encontrado en su mayor parte en el hígado. Este


no es producido exclusivamente por el hígado, pero es donde se encuentra
mas concentrado. Es liberado en la circulación sanguínea como resultado de
daño hepático. Sirve entonces como un indicador bastante específico del
estado del hígado.

¿Lo que son los niveles normales de TGO y TGP?

La gama normal de valores para TGO es de 5 a 40 unidades por litro de suero


(la parte líquida de la sangre).
La gama normal de valores para TGP es de 7 a 56 unidades por litro de suero.

Estos valores dependen del fabricante de la prueba. Es necesario siempre


verificar cuales son los valores de referencia para poder comparar los
resultados. Tiente, siempre que posible, hacer las pruebas en el mismo
laboratorio, así podrá ser realizada una media comparativa de los resultados.

¿Lo que significa tener resultados de TGO y TGP elevados?

TGP y TGO son indicadores sensibles de daño hepático en diferentes tipos de


enfermedades. Mas debe ser enfatizado que tener niveles más altos que lo
normal de estas enzimas no indica, necesariamente, una enfermedad hepática
establecida. Ellas pueden indicar algún problema o no. La interpretación de los
niveles altos de TGO e TGP depende del cuadro clínico en general y así lo
mejor es que esto sea determinado por médicos experimentados en
hepatología.

Los niveles de estas enzimas no miden a extensión de daño en el hígado o


muestran un pronostico de la marcha futura. Así, los niveles de TGO y TGP no
pueden ser usados para determinar el grado de daño hepático o indicar el
futuro. En pacientes con hepatitis A aguda, las TGO y TGP son muy altos
(algunas veces alcanzan millares de unidades), pero la mayoría de estos
pacientes con la hepatitis A recupera completamente el hígado, no quedando
ningún daño.

En la hepatitis C solo es observada una pequeña elevación en las TGO y TGP,


sendo que algunos de estos pacientes pueden haber avanzado para una
enfermedad crónica con fibrosis o cirrosis.

¿Que enfermedades causan niveles de transaminasas anormales?

Son encontrados niveles mas altos de TGO y TGP en desordenes que causan la
muerte de numerosas células (necrosis hepática extensa). Esto acontece en las
hepatitis agudas A y B, en el daño pronunciado infligido por toxinas como la de
una overdosis de acetaminofen (TYLENOL) o cuando el hígado es privado de
sangre fresca que trae oxigeno y nutrientes. Las transaminasas en estas
situaciones pueden variar de diez veces los limites superiores a lo normal para
millares de unidades por mililitro.

Moderadas elevaciones de las transaminasas son comunes. Ellas son


encontradas frecuentemente en pruebas de sangre de rutina en individuos
saludables. Los niveles de las transaminasas en tales casos normalmente se
sitúan entre 2 veces los limites superiores a lo normal y varias centenas de
unidades. Es siempre importante se hacer la media de los últimos cuatro
resultados encontrados, para saber al cierto como están las transaminasas.

La causa más común de moderadas elevaciones de estas enzimas es el hígado


graso (esteatoses). La causa mas frecuente de hígado graso es el abuso de
alcohol. Otras causas de hígado graso pueden ser la diabetes y la obesidad. La
hepatitis C también está se tornando una causa importante de elevaciones de
las transaminasas.

¿Que medicamentos causan niveles de transaminasas anormales?

Algunos medicamentos pueden elevar las transaminasas, entre ellos tenemos


los que contienen los siguientes principios activos:

Medicamentos para alivio del dolor que contienen aspirina, acetaminofen,


ibuprofen, neproxen, diclofenac y feenybutazone.

Medicamentos de antiataque apopléctico con fenytoin, ácido valproico,


carbamazepine y fenobarbital.

Antibióticos como las tetraciclinas, sulfonamidas, isoniazid (INH),


sulfametoxazole, trimetoprim, nitrofurantoin, etc.

Fármacos para el colesterol como el “statins” y la niacina.

Fármacos cardiovasculares como amiodarone, hidralazine, quinidine, etc.

Anti-depresivos del tipo tricyclic.

Con anormalidades en las transaminasas, originadas por medicamentos, los


valores vuelven al normal semanas o meses después de parar con los
medicamentos.

¿Cuales son las causas menos comunes de niveles de transaminasas


anormales?

Causas menos comunes de transaminasas anormales pueden ser la hepatitis B


crónica, la hemocromatosis, la enfermedad de Wilson y la hepatitis
autoinmune.

A pesar de no tan común cuanto en la hepatitis C, la hepatitis B puede se


tornar crónica con resultados anormales en las transaminasas.
Hemacromatosis es un desorden genético en el cual hay absorción excesiva de
hierro ingerido en la alimentación conduciendo a la acumulación de hierro en el
hígado y produciendo inflamación que puede llevar a la fibrosis y a la cirrosis.

La enfermedad de Wilson es un desorden hereditario con acumulación excesiva


de cobre en tejidos diversos inclusive el hígado y el cerebro. Cobre en el
hígado pode producir inflamación y el cobre en el cerebro puede causar
problemas psiquiátricos y perturbaciones motoras.

La hepatitis autoinmune es provocada por los propios anticuerpos del


organismo y sistemas de defensa que pasan a atacar el hígado.

Raramente las transaminasas anormales pueden ser un señal de cáncer en el


hígado.

¿Cómo las personas saludables, con transaminasas anormales deben


ser investigadas?

El diagnostico de pacientes saludables con transaminasas anormales debe ser


realizado de forma individualizada. El médico puede pedir resultados de
pruebas de sangre antiguas para comparación. Si ningún registro antiguo esta
disponible, será necesario repetir las pruebas de sangre por semanas o meses
para ver si estas anormalidades persisten. El médico procurará factores de
riesgo para las hepatitis B y C que pueden ser las de múltiplas parejas
sexuales, historia de transfusiones de sangre, uso de drogas inyectables o
aspiradas o la exposición profesional. Una historia familiar de enfermedades
puede indicar la posibilidad de enfermedades hereditarias como la
hemocromatosis o la enfermedad de Wilson.

El padrón de anormalidades de las transaminasas puede proveer pistas útiles


de la causa de la enfermedad. Por ejemplo, la mayoría de pacientes con
enfermedad de hígado alcohólica tiene niveles de transaminasas que no son
tan altas cuanto os niveles observados en las hepatitis virales agudas y la TGO
tiende a se tornar mayor que la TGP. Así, en la enfermedad del hígado
alcohólica, la TGO está normalmente debajo de 300 unidades y la TGP
normalmente se queda debajo de 100 unidades.

Si el alcohol o los medicamentos son los responsables por los niveles


anormales de as transaminasas, al eliminar el uso de alcohol o del
medicamento los niveles deberán volver al normal en semanas o meses. Si se
sospecha que la obesidad es la causa del hígado graso, una reducción del peso
de 5% a 10% también debería traer las transaminasas a niveles normales o
próximos de lo normal.
Si las transaminasas anormales persisten, a pesar de la abstinencia del
alcohol, reducción de peso y con la eliminación de los fármacos sospechosos,
deberán ser realizadas pruebas de sangre para diagnosticar otras
enfermedades en el hígado. Se debe testar la presencia de hepatitis B y C, el
nivel de hierro y la ferritina, que es normalmente elevada en pacientes con
hemocromatosis. Los niveles de ciertos anticuerpos específicos pueden estar
elevados en pacientes con hepatitis autoinmune.

La ecografía puede ser usada para excluir sospechas de tumores que puedan
estar obstruyendo los canales que conectan el hígado.

La biopsia es un procedimiento donde una aguja es insertada por la piel


encima del abdomen superior para obtener una pequeña cantidad de tejido
hepático para ser examinado en un microscopio. No todos los que tienen las
transaminasas anormales precisan de una biopsia. El médico normalmente
recomendará este procedimiento sí:

1) las informaciones obtenidas en la biopsia serán de utilidad para planear el


tratamiento,

2) el médico precisa saber la extensión y la severidad del daño hepático, o

3) valorar la efectividad o necesidad de tratamiento

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