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Distribución de las propiedades y masas de agua.

Propiedades en el mar
Todas las características físicas, químicas y biológicas que pertenecen al mar y
pueden ser representadas por un número o un vector se denominan propiedades, son
"propiedades escalares" las que se representan por un número y "propiedades
vectoriales" las que quedan definidas por un vector.

Distribución de las propiedades


Los procesos naturales que se verifican en el océano tratan de distribuir las
propiedades en su seno de determinada manera, mientras que otros, por ser de efectos
opuestos, tratan de alterar la distribución que proviene de los primeros.
De ello resulta, cuando se consideran largos periodos y grandes volúmenes de agua, una
distribución de las propiedades que se halla en equilibrio dinámico, mostrándose
constante pero modificada en ciertas locaciones y determinados momentos por la
preponderancia de unos u otros de los procesos en acción.
Del estudio de las distribuciones de las propiedades y sus variaciones puede arribarse a
conclusiones respecto del carácter de los procesos que las determinan y sus efectos, que
sumado al conocimiento de la naturaleza de esos procesos y sus correspondientes
efectos se pueden explicar las particularidades de las distribuciones y variaciones que
ellas exhiben.

Campos de las propiedades


Las propiedades se distribuyen en el mar de manera continua, es decir variando
continuamente en el espacio.
La distribución de una propiedad cualquiera se llama el "campo" de esa propiedad.
El campo de una propiedad escalar puede definirse completamente mediante una serie de
"superficies equiescalares" sobre cada una de las cuales es constante el valor de la
propiedad considerada, siendo usual elegir las superficies equiescalares de modo que
representen valores tomados a intervalos constantes y que se denominan "superficies
equiescalares tipo" determinando en el espacio un conjunto de "estratos
equiescalares".
Las superficies equiescalares tipo se representan por sus intersecciones con planos
horizontales que se hallan a profundidades determinadas por debajo de la superficie del
mar, o con planos verticales a distancias horizontales también determinadas. Con ello el
campo de una propiedad escalar queda así definido por las "curvas equiescalares tipo"
entre las cuales es constante la diferencia del valor de la propiedad cuya distribución
describen, que resultan trazadas sobre dichos planos horizontales y verticales.
Las curvas equiescalares se denominan en general " isolíneas" o " isopletas" y en
particular:
 Isotermas las de la temperatura, trazándolas cada 1 ºC
 Isobaras las de la presión
 Isopicnas las de la densidad, cada 0,001
 Isohalinas las de la salinidad, cada 0,1/ 1 000
 Isosteras las de volumen específico cada 0,001
 Isohipsas o isanosteras las de la anomalía del volumen específico cada
0,00001
No es usual describir el campo de la presión el mar mediante las isobaras, sino
con las isolíneas de la profundidad a que se encuentra una superficie
isobárica, tal como se explica:
Toda superficie equiescalar puede, en efecto, ser representada por

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la profundidad a que se encuentra debajo de cada punto de la superficie del
mar mediante una serie de curvas equiescalares tipo de la profundidad
llamadas "isobaras" que determinan la "carta topográfica" de la superficie
equiescalar considerada, constituyendo el conjunto de tales cartas la
"topografía" del campo de la propiedad del caso.
En el caso particular del campo de la presión, la topografía de las superficies
isobáricas está referida a una superficie isobárica horizontal, viene expresada
como una anomalía de la "distancia dinámica tipo" (*) correspondiente al
agua de salinidad 35 o / oo y temperatura 0 ºC, se conoce como "topografía
geopotencial" de esa superficie isobárica respecto de la referencia y queda
descrita por las isolíneas de la anomalía geopotencial, que también se llaman
isohipsas y suelen trazarse cada 0,01 ó 0,02 metros dinámicos.
El campo de una propiedad vectorial puede, porque la magnitud y la dirección son a su
vez propiedades escalares, ser definido por dos campos escalares y por lo tanto, por una
serie de tres familias de curvas equiescalares tipo de las cuales una corresponde a las
magnitudes, otra a las direcciones en el plano horizontal y otra a las direcciones en el
plano vertical.
También puede describirse totalmente el campo de una propiedad vectorial mediante tres
campos escalares, cada uno de los cuales representa en un sistema coordenado
tridimensional, la componente del vector que define el valor de la propiedad del caso.
El oceanografía interesan principalmente propiedades vectoriales horizontales, como la
corriente, de modo que su campo puede describirse en un plano horizontal mediante dos
familias de isolíneas que representan una las magnitudes y otra las direcciones.
Las isolíneas de dirección pueden interceptarse en puntos y líneas singulares
estableciendo puntos de convergencia, divergencia y neutrales, y líneas de convergencia
y divergencia. En los puntos singulares, cabe observar, la magnitud de la propiedad
considerada es nula.
En un campo vectorial "estacionario", donde la propiedad no experimenta variaciones con
el transcurrir del tiempo en cada uno de los puntos espaciales de la región considerada,
las isolíneas de dirección coinciden con las trayectorias de las partículas.

Variación de los campos escalares

No siendo en el mar naturalmente constantes las condiciones reinantes, las propiedades


no sólo varían de uno a otro lugar del volumen oceánico sino que lo hacen también de
uno a otro instante, de modo que sus distribuciones resultan hallarse dependiendo tanto
del espacio como del tiempo.
Si las propiedades escalares son inherentes a cada partícula de fluido y éstas se
mueven, la distribución de toda propiedad dependerá del tiempo que transcurre así como
del movimiento de que están animadas de las partículas. La variación que experimenta
una propiedad en una partícula que se traslada con la velocidad del agua se llama la
"variación individual", la que sufre en un determinado punto del espacio en función del
tiempo se denomina la "variación local", y la

(*) Se llama distancia dinámica ala diferencia del trabajo que es necesario realizar para
elevar hasta la superficie del mar la unidad de masa desde dos profundidades diferentes
y ese trabajo resulta expresado en decímetros dinámicos cuando se da la aceleración de
la gravedad en m. seg-2 y la distancia en metros, pero se usa el metro dinámico que es
una unidad diez veces mayor con lo que una diferencia de 1 metro geométrico en
profundidad, corresponde aproximadamente, a la de 0,98 metros dinámicos.

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que se debe a la existencia de una corriente cuando su campo no es "uniforme" (*)
se reconoce como "variación advectiva".

De lo dicho resulta que la variación individual es igual a la variación local más la


variación advectiva, lo que ha de tenerse bien presente cuando se trata del estudio de la
distribución de las propiedades en el mar.

Sin embargo, si el campo de una propiedad es "estacionario" (**) la variación local es nula
y por lo tanto la variación individual es igual a la variación advectiva, pero si el
campo es uniforme, la variación advectiva se hace ahora nula y por ello la variación
individual es igual a la variación local, de modo que la existencia de una corriente no
influye aquí sobre el valor de la propiedad del caso, lo que acontece también cuando no
hay corriente y aunque no sea uniforme el campo.
En oceanografía es particularmente importante la consideración del estado estacionario,
pues la experiencia ha demostrado que en general y cuando se toman períodos
relativamente largos, no suelen observarse variaciones en las propiedades en una
localidad determinada.

Concentraciones

Algunas propiedades pueden medirse como contenidas en un volumen determinado de


agua de mar, por lo que se denomina "concentración" a la cantidad de toda propiedad que
se halla presente en la unidad de volumen. Son, por lo tanto, concentraciones el
contenido de sales disueltas, la cantidad de calor, la cantidad de masa la cantidad de
gases disueltos y la cantidad de organismos vivos y aunque por su definición la salinidad
no es una concentración puede considerársela como tal para representar
aproximadamente el contenido de sales disueltas, así como aceptar que la temperatura es
una concentración para representar el contenido de calor.

Las concentraciones son alteradas por ciertos procesos naturales del mar, de los cuales
algunos se verifican en la superficie y se clasifican como "externos" y otros tienen lugar en
el seno del océano y se reconocen por ello como "internos". Son procesos externos la
evaporación, la precipitación, la absorción de radiación, el enfriamiento y la transferencia
de gases con la atmósfera, y son procesos internos de difusión, la advección, la actividad
biológica y las reacciones químicas.

(*)Se dice que un campo es "uniforme" cuando la propiedad del caso se manifiesta
constante en el espacio.
(**)Se dice que un campo es "estacionario" cuando no varía en función del tiempo.

Aquellas concentraciones que son modificadas únicamente por la advección y la difusión


se llaman "conservativas" y las que pueden serlo por lo demás procesos se denominan
"no conservativas", de donde en la superficie ninguna concentración es conservativa.
Debajo de la capa superficial del mar so concentraciones conservativas del contenido de
sales disueltas (o la salinidad), el contenido del calor (o la temperatura), la cantidad de
masa y el contenido de gases inertes, y son concentraciones no – conservativas el
contenido de oxígeno, el contenido de sales nutrientes y la cantidad de organismos vivos
porque son factibles de ser alterados por la actividad biológica.
Toda concentración es una propiedad escalar que es continua en el espacio y en el

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tiempo, y su distribución puede representarse por un correspondiente campo. En el caso
de la concentraciones conservativas, la variación local de la concentración es igual a
la variación local debida a la difusión menos la variación advectiva, y la variación
individual de la concentración es igual a la variación local debida a la difusión,
mientras que en el de las concentraciones no – conservativas cabe agregar en cada uno
de los dos casos más variación causada por los procesos biológicos y químicos
debajo de la capa superficial y también por los demás procesos en la superficie.

Para las concentraciones conservativas en un campo estacionario, la variación local


debida a la difusión es igual a la variación advectiva, de lo que resulta que la
variación individual es igual a la variación local por difusión e igual también a la
variación advectiva y en un campo uniforme la variación local por difusión y la
variación advectiva son nulas, así como la variación individual.

Para las concentraciones no – conservativas debe tenerse presente que corresponde


considerar el efecto bioquímico, y que en el caso de un campo uniforme los procesos
bioquímicos pueden de por sí crear la existencia de gradientes.

Distribución de la temperatura

En la capa superior del mar la distribución de la temperatura está gobernada


principalmente por la latitud, la estación del año y las corrientes, mientras que en la aguas
profundas lo está por la circulación. Los procesos directos que la afectan son el
calentamiento, el enfriamiento, las corrientes y la mezcla, teniendo también influencia la
evaporación, la condensación, la precipitación, el escurrimiento, la fusión del hielo, la
congelación, la topografía del fondo y la transferencia del calor desde el interior de la
tierra, debiéndose notar que es particularmente manifiesta la acción de las corrientes en
cuya dirección tienden a orientarse la isotermas.

En la superficie en general y más señaladamente en el hemisferio Sur, las isotermas estás


dirigidas aproximadamente según los paralelos de latitud pero alteradas por las corrientes
y de manera pronunciada en ciertas regiones. Las temperaturas de superficie más altas
se encuentran en los océanos Indico y Pacífico Occidental donde la media anual es de
27,8 o C a 28,9 oC, y las más bajas en las aguas polares donde llegan hasta el punto de
congelación. En la parte occidental del Pacífico Ecuatorial la temperatura suele alcanzar
los 32,2 oC, en el golfo Pérsico los 35,6 ºC y el mar Rojo los 34,4 ºC

En las latitudes altas la temperatura se muestra baja desde la superficie hasta el fondo,
mientras que en las latitudes medias y baja la capa próxima a la superficie es siempre
relativamente caliente, estando separada del agua profunda fría por un estrato en el que
la temperatura decrece rápidamente con la profundidad, que se llama "termoclina". Esta
capa de agua superficial tiene un espesor que depende de los procesos de enfriamiento y
calentamiento, de las corrientes y de la acción mezcladora del viento, pero es en general,
inferior a los 300 metros.

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Figura 17. Distribución de la temperatura media superficial del mar (° C) en el mes de Febrero

Figura 18. Distribución de la temperatura media superficial del mar (° C) en el mes de Agosto

La distribución vertical de la temperatura es usualmente anatérmica con las aguas


calientes por encima de las más frías, pero cuando la salinidad gobierna la densidad
pueden presentarse casos de distribución catatérmica donde el agua más caliente está

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por debajo de la más fría y de distribución dicotérmica con capas alternadas de agua
caliente y fría, como suele ocurrir en los mares glaciales, las aguas costeras y ciertos
mares cerrados.

Figura 20. Agua de fondo homotérmica en una cuenca, con temperatura igual a la mínima invernal
de superficie menor que la del nivel del umbral.

En algunas cuencas la distribución puede ser "homotérmica" con la temperatura constante


desde el umbral que las separa del océano abierto hasta el fondo. En tales casos , si la
temperatura más baja alcanzada por el agua de superficie de la cuenca en la estación
más fría del año es menor que la temperatura del océano vecino a la profundidad del
umbral, el agua de la cuenca por

Figura 21. Agua de fondo homotérmica en una cuenca, con temperatura igual a la del nivel del
umbral por se mayor la mínima invernal de la superficie.

debajo del umbral, tiene toda ella esa temperatura más baja del invierno; pero si ella es

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mayor que la del océano adyacente a la profundidad del umbral, toda el agua de la
cuenca por debajo del umbral tiene temperatura correspondiente a la del nivel del umbral
(fig. 20 y 21).

Variaciones periódicas de la temperatura

La variación diurna de la temperatura de la superficie es de unos 0,2 ºC a 0,3 ºC,


alcanzando rara vez a ser de 1 ºC ; desaparece rápido con la profundidad y a los 50
metros es, en general, dos décimos de la superficie y se manifiesta con un atraso del
orden de la 6 horas.

La variación anual en la superficie y subsuperficie depende del juego de diversos factores


de modo que difiere mucho de una a otra región, mostrando un período semianual en las
latitudes bajas y uno anual en la latitudes medias y altas, pero siendo en general mayor
en el hemisferio Norte. Se deja sentir hasta los 100 metros de profundidad en general y
como máximo hasta los 300 metros.

En el océano abierto la máxima variación anual está en las latitudes medias, siendo unos
10 ºC en los 40º Norte y de unos 5 ºC en los 30º Sur.

Distribución de la salinidad

En la capa superior del mar la distribución de la salinidad responde principalmente a la


latitud, la estación del año y las corrientes, y en las aguas profundas a la circulación. Los
procesos directos que la afectan son la evaporación la precipitación, el escurrimiento la
fusión del hielo, la congelación, el flujo de las aguas y la mezcla.
En el océano abierto, con excepción de las proximidades del Ecuador, la influencia de la
evaporación, la precipitación y la mezcla de aguas es dominante en la distribución
horizontal de la salinidad en la superficie, siendo de poca consideración el efecto de la
advección.
Las aguas superficiales de cada uno de los tres océanos exhiben máximos de salinidad
en los 20º N y los 20º S de latitud separados por un mínimo en la región ecuatorial,
decreciendo hacia las altas latitudes a valores menores que los correspondientes a la
región ecuatorial.
La mayor salinidad media es la del Atlántico, con el 35,37 o / oo y la menor la del
Antártico, que es inferior al 34 o/ oo.
Los mares secundarios presentan grandes diferencias debido a las influencias locales,
siendo la mayor la del mar Rojo, que es del 41 al 42 o/ oo y la menor la del mar Báltico
oriental, que está entre el 7 y 8 o/ oo .
En los golfos de Botnia y Finlandia el agua es casi dulce, correspondiendo los más altos
valores a los mares que se hallan el las regiones semiáridas, donde es muy grande el
exceso de la evaporación sobre precipitación y el aporte de agua fluvial.

En el océano abierto y verticalmente, la salinidad disminuye de la superficie al fondo, pero


mostrando a veces un máximo a cierta distancia de la superficie en las capas superiores
del mar.
En las aguas profundas la salinidad es muy uniforme y en general menor que en la
superficie.
En las aguas polares y los mares cerrados la salinidad suele en cambio, aumentar hacia
el fondo.

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Variaciones periódicas de la salinidad

Dado que en la superficie la salinidad depende principalmente de la precipitación y la


evaporación suele ser, en las latitudes medias, algo mayor en la primavera que en el
otoño.

Distribución de la densidad

La distribución de la densidad está directamente ligada a la de la temperatura y la


salinidad variando muy poco por debajo de los 1.500 metros de profundidad.

Verticalmente las aguas del mar están estratificadas de manera estable y cuando la
densidad de la superficie aumenta por efecto de las causas que la modifican, haciéndose
mayor que la del agua más profunda, se generan corrientes verticales que provocan una
capa de agua homogénea que es tanto más gruesa cuanto más intensos son los procesos
que aumentan la densidad.

En las altas latitudes, y donde la profundidad es moderada, esas corrientes pueden llegar
hasta el fondo del mar debido al intenso enfriamiento que sufre el agua de superficie y al
aumento de salinidad asociado al proceso de la formación de hielo.

Cuencas marinas

Se denominan "cuencas marinas" toda depresión llena de agua de mar que está unida al
océano abierto por una comunicación restringida angosta y de poca profundidad, que
señala una "entrada" y un "umbral".

Dado que libre comunicación del agua de la cuenca con la del océano abierto es sólo
posible por encima del umbral, puede haber dificultades para la renovación del agua
profunda de aquélla la que depende de la combinación de ciertas características
geográficas, meteorológicas, climáticas propias de la región en que se halla la cuenca.

En la naturaleza se hacen presentes dos tipos de cuencas marinas según sea la manera
como intercambian su agua con la del océano adyacente, que se denominan "cuencas
con descarga por encima del umbral" y "cuencas con carga por encima del umbral".
Dentro de la últimas existe un subtipo llamado "cuencas estancadas.

Las cuencas con descarga por encima del umbral son propias de la regiones semiáridas
de las latitudes medias o bajas, donde la evaporación es mayor que la precipitación y el
aporte fluvial.

El defecto de agua que se produce en estas cuencas, debido a la evaporación excesiva,


es compensado con un flujo de superficie desde el océano abierto a través de la entrada,
y el aumento de la salinidad de las aguas de superficie que resultan de la misma causa,
unido a una disminución de su temperatura en invierno, hace que se hundan hacia el
fondo para salir en parte al océano por encima del umbral, ocasionando más entrada de
agua oceánica en la superficie.

El volumen del agua que entra y el de la que sale son casi iguales, siendo, algo menos
salada el agua que entra que de la que sale. Y como en la realidad la cuenca conserva su

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salinidad y la diferencia entre la salinidad de una y otra agua es pequeña, esos volúmenes
son muy grandes respecto del exceso de la evaporación sobre la precipitación y el aporte
fluvial.

En estas cuencas el agua que está por debajo del nivel del umbral se renueva en virtud
de tal intercambio con el agua del océano adyacente, es de alta salinidad y baja
temperatura, tiene mucho oxígeno disuelto por haber estado recientemente en la
superficie, y en la entrada se hacen presentes una corriente de superficie hacia la cuenca
una corriente de fondo hacia el océano.
Son ejemplo de este tipo de cuencas marinas el mar Mediterráneo y el mar Rojo.

Si la topografía del umbral es tal como para impedir la salida de agua hacia el mar abierto,
la salinidad del agua de la cuenca aumenta hasta valores muy grandes.

Las cuencas con carga por encima del umbral corresponden a las regiones donde la
precipitación más el aporte fluvial es mayor que la evaporación, de modo que la salinidad
de la superficie resulta disminuida y se hace presente un exceso de agua en ellas que
sale hacia el mar abierto en superficie arrastrando algo de sal del agua de la cuenca.

Si la cuenca mantiene su salinidad es porque desde el océano adyacente entra agua por
encima del umbral, de una salinidad mucho mayor de la que sale. La cantidad de agua
que sale es parecida al exceso de precipitación y el aporte fluvial, mientras que la
cantidad de la que entra es una fracción pequeña de ese exceso.
La renovación del agua de la cuenca se hace así lentamente, su salinidad es baja en la
superficie y regular en profundidad, con alto contenido de oxígeno en la superficie y
pobre en profundidad.
Las cuencas estancadas resultan de este tipo cuando no puede entrar agua del mar
abierto para renovar el agua profunda de la cuenca, con lo que en ella se consume, por
oxidación de la materia orgánica que arrastran los aportes de agua fluvial, todo su
oxígeno, que es reemplazado por ácido sulfihídrico. Una eventual perturbación en el mar
abierto adyacente puede hacer que entre agua a la cuenca estancada de mayor densidad
que la suya, produciendo una renovación que se denomina "ventilación" y es de
consecuencias fatales para los organismos vivos que moran en el agua superficial, por la
toxicidad del ácido sulfihídrico disuelto en el agua profunda desplazada.
Los ejemplos más sobresalientes de cuencas estancadas son el mar Negro, varios fiordos
noruegos y algunas bahías de las Indias Orientales.

Masas de agua

La experiencia ha demostrado la existencia de una cierta relación entre la temperatura y


la salinidad que tiene el agua de mar, de modo que si se hacen observaciones de estas
propiedades en un lugar a diferentes profundidades y se las gráfica en un sistema
coordenado, se obtiene una curva que es análoga a la que resulta de idénticas
mediciones hechas en otras localidades próximas.
Tal curva describe la citada relación, es característica de un determinado volumen de
agua y se denomina la "curva temperatura – salinidad" (curva T-S).

Todo volumen caracterizado por una curva T-S se llama una "masa de agua" y su
extensión queda determinada por la analogía que exhiben la curva T-S obtenidas en los
distintos puntos donde hacen las observaciones.
Diagramas T-S

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El gráfico coordenado que resulta de asentar los valores observados de la temperatura y
la salinidad y que contienen la curva T-S, se llama "diagrama temperatura – salinidad"
(diagrama T-S). Cada par de valores correspondientes a una profundidad queda
representado por un punto, siendo la curva T-S determinada por los diversos puntos que
en general se alinean aproximadamente según una recta que define la masa de agua.

El diagrama T-S suele mostrar curvas formadas por trozos aproximadamente rectos
unidos por tramos que no lo son, indicando así la presencia de diferentes masas de agua
(figura 23).

Se completa el diagrama T-S inscribiendo las isolíneas de la densidad a la presión


atmosférica ot, a efectos de obtener así una idea del grado de estabilidad de las masas
de agua del caso.

Debido a la influencia de los procesos externos, la constancia de la relación que hay entre
la temperatura y la salinidad según la describe la rectitud de la curva T-S para cada masa
de agua, no queda establecida en proximidades de la superficie del mar, por lo que la
consideración de la significación de tales curvas vale sólo para las aguas que se hallan
por debajo de la profundidad hasta la cual se hacen sentir los efectos de los procesos
externos.

Figura 23. Diagrama T-S de la estación con coordenadas 46° 46’ S y 30° 25’ W en el Atlántico sur,
que muestra una capa superficial (0 a 80 m.), una capa de transición (80 a 130 m.), una masa de
agua superior (130 a 500 m.), una masa de agua intermedia (500 a 2 000 m.), una masa de agua
profunda (2000 a 3800m.), mezclada en los últimos 800 m. con agua de fondo que está por debajo
de los 3 800 m. de profundidad. (Datos de Hidrografía Naval 1959)
Tipos de agua

Si al graficar los valores de la temperatura y la salinidad observados a diferentes

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profundidades se obtiene un solo punto en vez de una curva, se estará en presencia de
un volumen de agua absolutamente uniforme dentro de esas características que se
denomina por ello un "tipo de agua".

En la naturaleza no se encuentran tipos de agua sin excepcionalmente, como en ciertas


cuencas donde el agua es homogénea de la superficie al fondo debido a una intensa
mezcla.

Formación y particularidades de las masas de agua

Las características que tiene el agua, y en particular su temperatura y salinidad, son


adquiridas mientras se encuentra en la superficie bajo la influencia de los procesos que
afectan esas propiedades. Estas características son modificadas al mezclarse con otras
aguas, el agua que ha dejado la superficie para hundirse y derramarse según su
densidad. Por lo tanto, los fenómenos que se verifican en la superficie del mar y los
procesos de mezcla son las causas que dan lugar a la formación de las masas de agua,
dependiendo principalmente tales fenómenos y procesos de mezcla de las condiciones
climáticas, las características geográficas, la topografía del fondo y las corrientes.

Cabe entonces considerar que toda masa de agua tiene su origen en agua que estuvo
alguna vez en la superficie y se ha formado de la mezcla de tipos de agua que, para
constituirla, deben renovarse continuamente; de lo contrario se llegaría a la obtención de
un solo volumen de agua uniforme.

No siendo necesario que estén siempre todas representadas, suelen encontrarse


verticalmente y de la superficie al fondo una masa de "agua superficial", una masa de
"agua superior", una masa de agua “intermedia”, una masa de agua “profunda” y una
masa de "agua de fondo" que reciben calificativos particulares según la región geográfica
y el océano en que se encuentran.
El agua superficial, llega en general hasta unos 150 metros de profundidad, estando
influida por los agentes externos y las corrientes.

El agua superior suele encontrarse entre los 150 y los 700 metros, separada de la anterior
por una zona donde hay una bien marcada variación de la temperatura con la profundidad
que se llama la "termoclina".

El agua intermedia proviene en general del agua de las cuencas con descarga por encima
del umbral que se derrama en el océano buscando el nivel correspondiente a su
densidad, y se halla entre los 700 y los 1.500 metros de profundidad.

El agua profunda está entre los 1.000 y los 3.000 metros desde la superficie, originada por
hundimiento de agua superficial en altas latitudes, y el agua de fondo debajo de los 3.000
metros se ha formado, como el agua profunda, a causa de intensos enfriamientos y
formación de hielo principalmente.

Convergencia y divergencias

En ciertas regiones denominadas "convergencia" se produce el hundimiento de grandes

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cantidades de agua de la superficie allí donde las corrientes convergen; y son, por lo
tanto, zonas de formación de masas de agua superiores e intermedias.

La más notable es la Convergencia Antártica que rodea el globo entre loe 50º y los 60º de
latitud Sur, a lo largo de la cual se forma el agua antártica intermedia que fluye al Norte en
todos los océanos. La Convergencia Artica se encuentra en la parte occidental del
Pacífico y el Atlántico y está muy poco desarrollada en este último.

Entre los 35º y los 45º de latitud en ambos hemisferios se hallan las convergencias
subtropicales de gran ancho pero poco definidas, donde se forman masas de agua
superiores, y en las regiones ecuatoriales están la convergencias tropicales.

En otras zonas denominadas "divergencias" el agua surge a la superficie donde las


corrientes divergen, y a lo largo de las costas occidentales de los continentes,
denominándose "surgencia" al fenómeno correspondiente a este último caso.

Al sur y al norte de la Contracorriente Ecuatorial hay también dos zonas de divergencia.

Las regiones de surgencia más importantes están frente a California, Perú, Africa
nordoccidental, Africa sudoccidental Australia occidental; existen también surgencias,
vinculadas con los vientos monzones, frente a la Somalia, Arabia y Birmania y en el golfo
de Omán.

Bibliografía
Fuente: Panzarini Rodolfo N.
Introducción a la Oceanografía
EUDEBA 1984 pp. 64 - 72

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