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DERECHO AGRARIO

CONCEPTO DE DERECHO AGRARIO


Para definir o conceptualizar el derecho agrario, es necesario partir de los
conceptos manejados por autores:
El jurista venezolano Román José Duque Corredor en su obra Derecho Agrario.
Estudios Seleccionados, define al derecho agrario como:

❝ Es aquella rama del Derecho, que persigue ajustar las relaciones jurídicas de
carácter agrario a los dictados de la justicia social, con el objeto de facilitar y crear
las condiciones necesarias para llevar a cabo una auténtica Reforma Agraria
Integral, o sea, para lograr un aumento de la producción agrícola y para hacer
posible una más justa y equitativa distribución de la propiedad agraria ❞.
El autor Alí José Venturini Villarroel, en su obra clásica Derecho Agrario
Venezolano, establece diversas maneras de definir al derecho, y dentro de lo que
denomina definiciones fundamentales comienza hablando de lo peligroso que es
toda definición en derecho; y nos enseña un aserto de la escuela americana,
según la cual:

❝ Quien ha aprendido un poco de humanidad abandona la tentativa de definir el


Derecho, circunstancia por otra parte, pues, así como ningún físico se entretuvo
en buscar una definición exacta de la electricidad, sino en comprobar sus efectos,
de la misma manera, el jurista debe ocuparse de los efectos vivencionales de
Derecho y no de su definición❞.
Sin embargo, se hace necesario precisar que es el derecho agrario para poder
comprenderlo.
Este autor concluye estableciendo como la noción más cónsona del derecho
agrario aquella que lo identifica como: “lus propium de la actividad agraria en
sentido lato, vinculada al aprovechamiento, conservación y justa distribución de los
Recursos Naturales Renovables… “.
Concluyendo que el derecho agrario valora y regula el uso de los recursos
naturales renovables y que cubre de modo omnicomprensivo todos los matices de
la actividad agraria, tomando en cuenta tanto al campesino como a los demás
productores, según su peculiar situación institucional, afirma que el derecho
agrario venezolano está condicionado por la naturaleza, historia y los valores; es
pluralista, no clasista, porque así lo mándala Constitución Nacional; protege
primordial, pero no exclusivamente a los campesino; propugna el incremento de la
producción nacional como exigencia de la soberanía económica del país, atiende
a las defensas de los recursos naturales renovables, y por ende la del sistema
ecológico, permitiendo así la explotación de éstos, con un racional respeto hacia el
principio dinámico económico que lo constituye y, finalmente es un impulsor
permanente de reforma agraria para promover el cambio de la estructura
latifundista por un sistema justo de propiedad y tenencia.
El autor mexicano José Ramón Medina Cervantes en su obra Derecho Agrario, lo
define de la siguiente manera:

❝ Es una rama específica, en este caso la agraria, es indispensable que recoja los
fundamentos históricos, sociológicos, económicos de Estado en cuestión (México).
A fin de estructurar la normatividad que regule las relaciones Jurídicas de las
instituciones agrarias, los sujetos agrarios, el régimen de propiedad agraria, las
modalidades jurídicas agrarias, la organización para la producción rural con base
en las instituciones agrarias, los procedimientos y la magistratura agraria, y otros
aspectos que hagan posible la conceptualización y definición del derecho agrario ❞.
Esta definición es una idea circunscrita a lo que sería el derecho agrario mexicano.
El mismo autor hace señalamientos de autores de su patria entre los cuales
incluye al maestro Raúl Lemus García que lo define como:
Es el conjunto de principios, preceptos e instituciones que regulan las diversas
formas de tenencia de la tierra y los sistemas de explotación agrícola, con el
propósito teleológico de realizar la justicia social, el bien común y la seguridad
jurídica.
El autor colombiano Joaquín Vanin Tello en su obra Derecho Agrario (Teoría
General), define el derecho agrario en los siguientes términos:

❝ Es la rama jurídica de naturaleza mixta que disciplina la tenencia y el uso de la


tierra, la actividad agraria y el desarrollo rural, con el fin de lograr principalmente
una adecuada estructura de la propiedad rústica, el aprovechamiento racional y la
conservación de los recursos naturales renovables, lo mismo quo el bienestar de
la población, especialmente la campesina, todo ello conjugando crecimiento
económico y justicia social❞.

 Antecedentes Históricos
No se sabe exactamente cuándo, pero en algún momento de la historia surgió la
propiedad privada de tierras de cultivo, así como de los medios de producción y
herramientas.
“Como apuntamos, en todas las épocas de la Historia, la propiedad de la tierra
como figura representativa y el aprovechamiento que le es inherente, ha sido
substancial y básico en la vida de los pueblos. El régimen jurídico, por más
primitivo y elemental que sea, ha determinado el grado de desarrollo de las
comunidades sociopolíticas institucionalizadas a lo largo de los siglos en las
Naciones y Estados que conforman el orbe. Es pues, “en la historia de la
propiedad de la tierra, en la eterna cuestión de la tierra, donde hay que buscar y
encontrar, los antecedentes del moderno Derecho Agrario”.

“El Código de Hammurabi y las Leyes de Manú, contienen preceptos ius agraristas
y ¿qué otra cosa podía contener las XII Tablas llamadas el primer Código Agrario?
Un rápido vuelo por la alta y baja Edad Media, por el Renacimiento, nos presenta
normas y elaboración doctrinal de gran significación agrarista. Hoy, quien pretenda
entender, mejor, por ejemplo, qué es la Familia Rural, como Sujeto de Derecho
Agrario, deberá tener presente a los juristas de la Escuela de Bologna, cuya
antigüedad es de siglos.
El análisis, comprensión y utilización de las instituciones jurídicas supone
necesariamente el estudio de sus orígenes, incluyendo las razones histórico-
económicas y políticas de su creación, el desarrollo de las mismas en el devenir
temporal y la razón de su permanencia en los actuales tiempos lo cual justifica su
existencia positiva; porque el derecho en el mundo moderno, cargado de prisa y
rápida evolución, se justifica en la medida en que útil al hombre, en tanto y en
cuanto ciertamente cumpla con su misión natural de regular la vida de éste en
sociedad.
El desarrollo de la actividad agrícola y pecuaria, por parte del hombre como
elemento para la creación y conservación de vida y como factor explotación
económica para la subsistencia propia de él, nace lógicamente en los inicios de la
humanidad. El homo sapiens en su necesidad de producir los alimentos
suficientes para su manutención y para la subsistencia de la raza humana, realiza
labores de explotación en las faenas agrícolas y pecuarias desde sus mismos
inicios. Este hecho humano ha sido regulado por el derecho desde los albores del
tiempo como corresponde al desarrollo de la labor cultural jurídica. Esta comenzó
a crear normas desde los mismos comienzos de la existencia humana, y produjo
normas tendientes a orientar la vida social del hombre, cual es el objetivo final del
derecho como ente regulador de la vida social.
Así el derecho común o civil tiene respuesta para prácticamente toda la
problemática que se produce como consecuencia de la vida social, incluyendo la
relativa a la actividad agrícola y pecuaria. Sin embargo, podemos afirmar un
conjunto de normas destinadas a regular el hecho agrícola o pecuario como tal,
con sus principios y una filosofía propia, que atienda a estos actos como
fenómenos económico-jurídicos, sólo nace con los comienzos de la segunda
década del siglo pasado. En efecto, es con motivo de la aparición de la Revistad e
Derecho Agrario, bajo la conducción de Giangastone Bolla, en Florencia, Italia,
cuando se comienza a establecer lo que es el ius agrarium como rama científica
del derecho, destinado a regularlo como un fenómeno económico.
Si bien pudiera pensarse que el derecho agrario nace en los primeros tiempos de
la humanidad ello no es así, por cuanto el concebirlo como aquel destinado a la
creación y conservación de vida animal y vegetal con sentido de explotación
económica, es un concepto de reciente data, que va más allá de reglas destinadas
a regular las relaciones entre los sujetos que intervienen en la labor productiva,
para convertirse en un derecho que atiende a problemas colectivos de economía,
abastecimiento y seguridad nacional.
Los desacuerdos generados por la propiedad y el uso de la tierra se fueron
resolviendo por tribunales civiles, pero no fue hasta el siglo XIX en Italia cuando se
creó el primer tratado de derecho agrario propiamente dicho.
La agricultura era una fuente importante de empleo en el siglo XIX y comienzos
del siglo XX y además las políticas agrarias eran necesarias para una equilibrada
distribución de cultivos que ofreciesen suficiente alimento y variedad de estos para
todos los habitantes de las crecientes poblaciones de las ciudades.

• Principios del Derecho Agrario


La discusión original sobre el derecho agrario tuvo como objetivo fundamental la
búsqueda de los principios generales, para poder llegar al concepto de autonomía
o especialidad, pero finalmente se ha determinado que ello no es lo esencial para
su caracterización, que es más importante hacer el estudio de las instituciones que
conforman al derecho agrario. Sin embargo, autores que analizan la materia, con
mucha frecuencia siguen planteando problema de los principios que la regulan y
de las expresiones materiales legislativas que tienen éstos.
Sobre este aspecto resulta pertinente tomar la opinión de los autores venezolanos
Román José Duque Corredor y Alí José Venturini Villarroel:
La palabra principio, en el mundo forense, significa aquello que concede sustancia
a la norma o a la institución. Sobre él se le construye, forma parte de su esencia.
Así, el principio antifatifundista tan caro al derecho agrario latinoamericano, está
en su sustancia; o el del mínimun vital, poco desarrollado en la práctica, pero
persistente en la conformación de la ley, son ellos ejemplos de esta concepción.
En esta ocasión, se utiliza como “idea fundamental que acompaña a la norma o
institución desde su nacimiento hasta su finalización. Entonces, en este sentido, el
anti latifundismo, el minimun vital, así como principios adjetivos, como la
concentración, la brevedad o a economía procesal, asisten al derecho agrario
durante toda su existencia.
Más adelante se desarrollarán los principios sustantivos agrarios que tienen
carácter universal, que responden a concepciones para el derecho agrario
ecuménico, pero se hará utilizando para ello la expresión legislativa que tiene el
Estado venezolano sobre estos principios; es decir, se van a emplear las leyes
venezolanas para analizar los principios universales el derecho agrario,
representándolos y viéndolos inmersos en estas normas de derecho positivo.
Fueron estas las causas de la creación de un derecho agrario propio separado del
derecho civil.

Línea del tiempo del origen del derecho agrario.


Inicia desde los tiempos de la conquista en 1521
1527 la colonización de los mayas.
1857: la iglesia determina baja a los diezmos para estimar el cultivo
1870: tenencia de las tierras:
1. Tierras adquiridas a título legitimo
2.Tterrenos poseídos por personas que carecían de títulos de propiedad.
3. Tierras tituladas
4. Ejidos municipales y tierras comunes.
5.Ttierras de propiedad de las comunidades religiosas.
6. Cofradías religiosas
7. Terrenos de las fundaciones de los religiosos

Las épocas: Precolombina, Colonial, Republicana y en este último se hablará de la


época Contemporánea, según como se desarrolló la agricultura y sus principales
cultivos, en los factores económicas, políticas y sociales de Guatemala. En este
artículo se hará un breve resumen de los hechos más relevantes de la época
histórica de la agricultura desde 1945 hasta 1982. En esta época contemporánea
se caracterizó por la intervención estatal en la economía nacional. Las cuales se
desprestigiaron por los fracasos financieros, la ineficiencia y la corrupción que se
produjeron en las empresas estatales y en las dependencias públicas. Entre los
principales factores que incidieron en el crecimiento económico se puede citar: el
aumento de la exportación de los productos tradicionales (café, banano y,
posteriormente algodón, azúcar y cardamomo. En el periodo comprendido de 1980
a 1985 se interrumpió el crecimiento económico, ya en el país vivió lo más grave
recesión económica de las últimas décadas y, al mismo tiempo se inició una
creciente inestabilidad financiera, el PIB registró una severa contracción; la tasa
promedio de inflación se situó en 9..3%, y el tipo nominal bancario, a finales de
1985, era de Q2.8% por $1.00; al concluir el año 1990 el tipo de cambio se situó
en alrededor de Q6.00 por $1.00 y los precios al consumidor alcanzaron una tasa
de 60%. A si sucesivamente va en constante elevación. En los artículos anteriores
se habló de las épocas históricas de la política económica y social de Guatemala.

La agricultura permaneció como la actividad económica más importante en la


segunda mitad del siglo XX y, aunque con altibajos, ha mantenido un crecimiento
constante, desde 1945, en 1990 la tasa anual de su crecimiento alcanzó, de
nuevo, un 4%. La importancia que ha mantenido la agricultura en la economía
nacional es evidente: en 1950 se produjo el 94.3% del total de las exportaciones; y
a principio de la década 1960 cuando el mercado común centroamericano
favoreció la exportación de productos manufacturados, compartió con estos su
presencia en el mercado exterior. Durante la época analizada también se produjo
una diversificación de cultivos, sobre todo entre los destinados a la exportación, y
se introdujeron nuevas tecnologías en el campo. En la actividad agrícola se
pueden diferenciar dos grandes sectores: el de los agricultores de fincas
multifamiliares o mayores de 45 hectáreas (una caballería) que, en gran parte, se
dedican a cultivos para la exportación; y el de los pequeños cultivadores de fincas
menores que producen principalmente para el consumo interno.

La tenencia de la tierra en la Colonia


En virtud de que, con la conquista de la península ibérica, el erario real se
encontraba agotado. El gasto realizado en el descubrimiento de las Indias
Occidentales fue sufragado por los reyes con su patrimonio propio. Por eso, la
corona española permitió a capitalistas privados invertir en el proceso de
conquista de la Nueva España, para así poder tener buenas ganancias. Siendo
que para la corona estaban reservados los minerales preciosos, a los
conquistadores y sus tropas, para el pago de sus servicios, se les dieron
concesiones sobre tierras y sobre indios.
En la Colonia, se incorpora la institución de la propiedad privada en la Nueva
España, ya que para ser concedida mediante merced exigía la posesión del que
resultara beneficiado; así como la productividad de la tierra, teniendo como
sanción la revocación.
Una problemática que surgió en la Nueva España fue que al haber lugares que no
fueron explorados de inmediato, de acuerdo al derecho de la conquista que era
vigente en esta época, ninguna regla de propiedad indígena fue respetada,
teniendo únicamente al altepetlalli y el calpulli como propiedades comunales
debido a su carácter social.
Podemos identificar que en esta época los españoles probaron varias formas para
hacer del campo un eje económico y productivo. Para ello, en el nuevo continente
recién conquistado, los esclavos, negros e indígenas fueron obligados a trabajar,
dedicados preferentemente en la agricultura.
En este sentido, Martha Chávez Padrón, citada en la obra El Nuevo Derecho
Agrario, clasifica los diversos tipos de propiedad en la época colonial en tres
categorías: propiedad de tipo individual, propiedad de tipo mixto y propiedad de
tipo colectivo.
Propiedad de tipo individual:
En las tierras del tipo de propiedad individual están incluidas siete formas de
tenencia, que son las siguientes:
Mercedes Reales. - Eran concesiones de tierras a conquistadores y
colonizadores, generalmente con carácter provisional y sujetas a
confirmación de la Corona. Los concesionarios debían acreditar los
requisitos de residencia y cultivo, y no tenían una extensión específica
territorial.
Caballerías. - Tierra que se mercedaba a un soldado de caballería,
generalmente por una extensión de 300 hectáreas.
Peonías. - Se mercedaba a un soldado de infantería, era la quinta parte de
la caballería.
Suertes. - Solar para labranza a los colonos que se integraban a una
capitulación, aproximadamente 10 hectáreas.
Compraventa. - Debido a la permanente escasez de fondos reales.
Confirmaciones. - Para la validad de las mercedes, a quienes carecían de
títulos, o éstos eran defectuosos o había excedentes de tierras.
Prescripción. - Forma de adquisición de la tierra, para las composiciones o
regularización.
Propiedad de tipo mixto:
En la propiedad de tipo mixto, las formas de tenencia de la tierra tenían las
siguientes características:
Composiciones. - Con el objeto de regularizar la tenencia de las tierras con
fines impositivos, así como la obtención de beneficios económicos
adicionales. Tenían derecho tanto los particulares como las comunidades.
Capitulaciones. - Concesiones a empresas que la Corona otorgaba a fin de
colonizar territorios a cambio de entregarles determinada cantidad de
tierras. Eran semejantes a los fueros que celebraba la corona española con
los señores feudales, con la diferencia que en estos últimos se respetaba la
estructura jurídica y en el caso de América la Ley era la Corona.
Reducción de indígenas. - Concentración de población en determinadas
áreas para facilitar su control, administración y evangelización de indígenas,
debía de efectuarse con su consentimiento y se prohibía que fuera utilizada
para despojarlos de su tierra.
Propiedad de tipo colectivo:
Dentro de la propiedad de tipo colectivo, la tierra se podía poseer de las siguientes
formas:
Fundo legal. - Terreno donde se asentaba la población, casco de pueblo,
iglesia, edificios públicos, plazas y casa, con una extensión de 600 varas a
los cuatro vientos partiendo de la iglesia.
Ejido y dehesa. - El ejido era una superficie ubicada a la salida de los
pueblos para solar de la comunidad. La dehesa era para el pastoreo de
ganado. En la Nueva España se fundieron ambos términos con el nombre
de ejido (Ejido proviene de la palabra latina exitus, que significa salida).
Bienes propios. - Al igual que el altepetlalli prehispánico en el Derecho
español su aprovechamiento se dedicaba para sufragar los gastos públicos.
Era el patrimonio de los ayuntamientos. Prevaleció hasta las Leyes de
Reforma.
Tierras de común repartimiento. - Aparentemente, eran tierras bajo la
autoridad del Ayuntamiento y se otorgaban para explotación individual
mediante sorteo.
Montes, pastos y aguas. - Carlos V, mediante Real Cédula de 1533, declaró
la explotación comunal a éstos, en virtud de la importancia que en aquella
época se otorgaba a la ganadería. Como estas superficies resultaban
indispensables para el desarrollo agropecuario, se pretendía eliminar los
obstáculos, entre los cuales se contaba con la atribución individual de los
recursos.
Propiedad del Clero. - El sistema español prohibía al clero la adquisición de
inmuebles; se le otorgaban únicamente ciertas superficies para la
construcción de sus templos y monasterios, pero nunca se respetó. En
1769, 1795 y 1798, Carlos III ordenó la desamortización de los bienes de
los Jesuitas y de las cofradías.
La encomienda. - Eran concesiones que la Corona otorgaba a los
descubridores, conquistadores, colonizadores, consistente en la asignación
de un grupo de indígenas para su servicio, especialmente para el trabajo
agrícola.
Esclavitud. - Los negros, los indígenas vencidos en la Conquista y los que
no se allanaban a la religión, eran sometidos a la esclavitud, bajo el poder
absoluto del terrateniente español.
En la Colonia se concentra la mayoría de las propiedades en
manos de unos cuantos que estaban en el poder, utilizando a esclavos para
trabajar las tierras que tenían. Resaltando en esta etapa que al clero únicamente
se le confiere la adquisición de ciertas superficies. Además de surgir
clasificaciones para su división y repartimiento.

El período moderno se identifica con la figura de Antonio Carrozza. La tradición de


la Universidad de Pisa, donde se fundó la primera cátedra de derecho agrario del
mundo, parecía ser el escenario ideal. Carrozza se convierte en director de la
Rivista di diritto agrario e impulsa toda una línea de estudios de derecho
comparado; afronta una serie de temas propios de la teoría general y logra
construir las bases de la nueva ciencia agrarista, impulsando, a su vez, la creación
de organizaciones como la Unión Mundial de Agraristas Universitarios.

Periodo moderno
 Características del moderno Derecho Agrario Latinoamericano
La doctrina universal ha pretendido darle características propias al derecho agrario
latinoamericano, señalando que éste pone énfasis en los asuntos referentes a la
reforma agraria.
Ello parece así por cuanto normalmente las legislaciones positivas que se han
producido en países como México, Perú, Colombia y Venezuela, colocan su
atención sobre el problema de la reforma agraria, por ello es importante destacarle
como un principio fundamental, incluso supralegislativo, en el sentido de que
constituye un objetivo de los Estados latinoamericanos atender al problema de la
distribución de la tierra y de la riqueza.
La preferente atención al problema agrorreformista en Latinoamérica, consigue su
justificación en la necesidad de “enderezar entuertos” que nacen con la conquista
(repartimientos, bulas), con las guerras civiles (adjudicaciones militares) o de la
corrupción administrativa, que han creado grandes capitales (latifundios,
verbigratia) y empobrecido vastos sectores sociales. Hoy día, la reforma agraria
puede jugar un papel fundamental en el mejoramiento económico del país, si se le
redimensiona y deslastra de prácticas atávicas y políticas que la han conducido a
un estado de postración. Debe pensarse en la descentralización de la actividad
agraria, la despartidización de los organismos administrativos y sindicales del
agro, aplicación de principios de gerencia pública, fórmulas de autogestión
económica, etc., como vías para su relanzamiento y justificación actual.
Por ello la mayoría de los autores latinoamericanos, a diferencia de los autores
europeos, en sus textos afrontan el problema de la reforma agraria.
Una prueba evidente de que así ha sido permanente, sin menoscabo de los
cambios que se vienen produciendo en la concepción agrarista latino americana,
es que en Venezuela la primera ley procesal que se dicta con ocasión del proceso
de la reforma agraria estaba destinada exclusivamente para esa rama.
Era una ley ideada para resolver los problemas derivados de la reforma agraria.
Es en 1982 cuando con la Ley Orgánica de Tribunales y Procedimientos Agrarios
se amplía el contenido de la competencia procesal agraria para llevarlo a los
asuntos que van más allá de la reforma agraria:
En este cambio es justo reconocer la labor concientizadora y de trabajo constante
por parte de algunos autores nacionales, entre otros, Román José Duque
Corredor, AIí Venturini e Israel Argüello, quienes pusieron la nota que ha llevado al
mejoramiento indiscutible de lo que es la competencia agraria.
El Congreso aqrarista de Goinia, recomienda sobre la reforma agraria:
La reforma agraria debe ocurrir en todos los casos de concentración excesiva de
propiedad que comporte acumulación de poder político, con perjuicio para una
auténtica democracia política y a su vez siempre que fuera incumbencia de los
propietarios el deber de cultivar y mejorar (en su doble aspecto económico y
humano) inherente a la función social.
La reforma agraria ha de realizarse en favor de empresas familiares y
comunitarias, en un proceso general de desenvolvimiento, con aportes de capital,
créditos, tecnología; mejor comercialización e industrialización de los productos,
mejora educacional y de formación profesional, utilizando al máximo para ello, las
estructuras cooperativas, revitalizando, donde estén previstas, las cooperativas
integrales de reforma agraria.
 Teorías del Derecho Agrario
Como el punto de partida para el nacimiento del derecho agrario moderno, se
puede decir que nace al fragor de una discusión establecida en los siguientes
términos:
El derecho agrario es autónomo: En tal sentido se habla por parte
FUENTES
Fuentes del Derecho Agrario

La Costumbre.
Puede definirse como los comportamientos y usos sociales considerados por la
colectividad como conductas legales o ilegales dentro de una circunscripción
territorial determinada.

La Norma
Son los usos y costumbres regulados dentro de disposiciones legales plasmadas
en una ley considerada como obligatoria.

La Ley.
Son las normas de carácter jurídico estructuradas orgánicamente para que tengan
un efecto coercitivo.

La Jurisprudencia.
Es la praxis del caso particular en base de la hermenéutica legal. Esta
interpretación, uniformada por tres casos iguales en nuestra legislación, constituye
la jurisprudencia.

Ley Agraria.
Esta ley se clasifica desde diferentes puntos de vista:
-Por razón de su contenido puede ser formal o material.
-Por razón la jerarquía del ordenamiento legal.
-Por razón de la forma de ordenamiento de las normas que contiene, puede ser
codificada o común.

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