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El hombre primitivo escuchaba las señales que le llegaban del mundo circundante está
oyendo y observando siempre las señales que les llegan de todas partes. El movimiento de
una rama indica que quizás un enemigo se oculta allí. Es necesario prepararse para huir o
librar un combate. Un trueno, El viento que sopla arrancando las hojas de los árboles, Lo
que indica que hay que protegerse en la cueva contra la tempestad que se avecina. Pero
pronto aprendió a comprender también las señales que procedían de las demás gentes de
su tribu, por ejemplo cuando un cazador halla un rastro u oye el sonido de un animal
oculto, en el bosque transmite una señal acerca de esto a los demás.
Al principio solo eran gestos y alaridos, el cerebro tan pronto captaba estas señales,
contestaba con una orden como: agarrar un palo para defenderse de un animal, también
que todos sus sentidos estuvieran alerta, esto hacia que aumentara el trabajo del cerebro
con lo cual se fueron formando nuevas células, sus conexiones. El cerebro creció aumento
de tamaño es decir el cerebro del hombre se había desarrollado. El hombre había
aprendido a pensar.
Cuando veía u oía una señal que por ejemplo significara el sol este pensaba en el sol aun
cuando fuera de noche, la señal de venir con su lanza, lo que hacía pensar en su lanza
aunque no la tuviera en sus manos. Su capacidad artística se desarrolló al imitar animales
como parte de su comunicación, el hombre aprendió a expresarse por medio de sonidos:
un rugido, un grito o un quejido. Transcurrió un tiempo antes de que el hombre dominara
su propia lengua y la hiciera articular claramente.
El trabajo en común enseño a los hombres a hablar, y al aprender a hablar se aprendió
también a pensar. El hombre no obtuvo su inteligencia como un don de la naturaleza; sino
que la conquisto.