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ráctica
La Lectoescritura y la
Inteligencia Emocional
Ponencia Animación a la Lectoescritura
LA ANIMACIÓN A LA
LECTOESCRITURA
PONENCIA
LA LECTOESCRITURA Y LA
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Asesoría Pedagógica:
AMEI (Asociación Mundial de Educadores Infantiles)
Maquetación:
Juana Chinchón
Reservados todos los derechos. Está prohibido, bajo las sanciones penales y el resarcimiento civil previstos
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de recuperación y por cualquier medio, sea mecánico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia
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Depósito Legal:
ISBN:
Impreso en
LA ANIMACIÓN A LA
LECTOESCRITURA
LA LECTOESCRITURA Y LA
INTELIGENCIA EMOCIONAL
MARISOL JUSTO
DE LA ROSA
-ESPAÑA-
La lectoescritura y
la inteligencia
emocional
Marisol Justo de la
Rosa*
Michèle Petit, en su obra "El libro y la lectura, más allá del utilitarismo y el
placer" afirma que, "…Si la lectura sigue teniendo sentido para muchos niños y
adolescentes que leen con frenesí, de manera episódica, es, en su opinión,
porque la consideran un medio privilegiado para elaborar su mundo interior y,
en consecuencia, de manera indisolublemente ligada, para establecer su
relación con el mundo exterior. De igual manera, esta actitud les permite
descubrirse o construirse, darle forma a su experiencia, elaborar sentido".
Sin embargo, fue en 1.995, cuando Daniel Goleman publicó su bestseller "La
inteligencia emocional". Este investigador y periodista del New York Times
consiguió que el tema se debatiera en ambientes culturales, académicos,
empresariales, e incluso familiares.
Por otra parte, este nuevo concepto ha llevado a nuevas reflexiones dentro de
las ciencias que se encargan de interpretar la conducta humana como la
Psicología, la Sociología, la Antropología, la Educación, etc. Muchos de los
científicos de estos campos siguen debatiendo sobre la inteligencia y su medición
mediante pruebas estandarizadas para obtener un Coeficiente de Inteligencia.
Del mismo modo, han comenzado a surgir intentos de medir las habilidades de
la inteligencia emocional y resumir los resultados en un CE (Coeficiente
Emocional). Salovey y Mayer se oponen a esta simplificación afirmando que no
existe un test u otro modo para llegar a medir los rasgos sociales y de la
personalidad o valores como la solidaridad, la empatía, el respeto, la seguridad
en si mismo, etc. Al respecto, la actuación más adecuada es llegar al acuerdo de
reconocer la importancia de estos rasgos y valores y definir actuaciones
concretas para transmitirlos y estimular de forma adecuada su desarrollo en las
nuevas generaciones.
Partimos de dos hechos fundamentales: cada niño o niña es un ser único, sus
dimensiones física, neurológica, intelectual, emocional y social son
individualmente diferentes. Sin embargo, estas dimensiones interactúan
conjuntamente creando un ser humano complejo que es mucho más que la
suma de sus partes.
Igual que ocurre con otros sistemas, el esbozo de lo que será el sistema
nervioso esta presente en la cuarta semana de gestación. El programa de
formación, como el del resto del organismo, esta dentro del material genético
que aportan el padre y la madre a través del espermatozoide y el óvulo.
Y ENCEFALO:
Cerebro
Cerebelo
Protuberancia anular
Bulbo raquídeo
Y MEDULA ESPINAL
Y Sistema simpático
Y Sistema parasimpático
EL CEREBRO
Los dos hemisferios cerebrales están unidos por el cuerpo calloso que sirve de
puente entre ellos, pasando información continuamente en los dos sentidos.
La corteza cerebral
Cerebro reptil
El cerebro emocional
Debajo del cuerpo calloso, que une los dos hemisferios cerebrales, se
encuentran un grupo de módulos que son conocidos como sistema límbico,
también denominado "cerebro de mamífero". En términos evolutivos, es más
antiguo que la corteza y, al igual que otras zonas aún más antiguas como el
cerebro reptil, que está por debajo de él, es inconsciente.
Y El tálamo dirige la información que le llega hacia las partes específicas del
cerebro que la procesan.
El cerebro racional
Hace unos cien millones de años, la evolución del cerebro humano dio un
paso decisivo: por encima del bulbo raquídeo y del sistema límbico apareció la
corteza cerebral y con ella funciones humanas superiores. La corteza cerebral
recubre las zonas más antiguas que siguen estando activas, pero no controlan el
cuerpo del modo en que lo hicieron en épocas anteriores.
Esta explicación nos lleva a comprender frases como: "me duele el corazón",
"tengo un nudo en la garganta", "se me acelero el corazón", etc., que reflejan la
relación que existe entre sentir emociones y las sensaciones corporales.
Algunos investigadores sostienen que las áreas del cerebro que en los adultos
se relacionan con la experiencia consciente de las emociones, en los niños y
niñas pequeños aún no están activadas y, argumentan, que las emociones
podrían ser inconscientes. Sin embargo, una "emoción inconsciente" es una
contradicción en cuanto que una emoción se define como un sentimiento
consciente y, de no ser así, hablaríamos de la percepción de emociones como un
sistema de mecanismos de supervivencia que operan en un nivel inconsciente. Es
necesario que se realicen nuevos estudios que lleven a unificar criterios al
respecto porque se observan dudas y contradicciones en los resultados de los
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efectuados hasta el momento actual. Algunos autores nos dicen que las
emociones inconscientes pueden no ser exactamente experiencias, pero
pudieran quedar grabadas en el cerebro. También afirman que no hay recuerdos
emocionales anteriores a los tres años porque hasta ese momento el hipocampo
no ha madurado y es el núcleo cerebral del proceso de memorias conscientes a
largo plazo. Cabría preguntarse, ¿qué ocurre en los casos de traumas
emocionales tempranos? Es muy posible que, algunos aspectos de la memoria
emocional, se encuentren en la amígdala y que esta funcione incluso antes del
nacimiento. Tampoco hay estudios concluyentes sobre cómo incide la aplicación
de programas correctos de estimulación emocional temprana en la maduración
de las zonas y los procesos del cerebro emocional.
Del mismo modo que es imprescindible para el ser humano recibir estímulos
emocionales en las etapas críticas del desarrollo para que pueda sentir esas
emociones a lo largo de su vida, también lo es cuidar de este material cerebral
en los mismos periodos para que pueda adquirir un control sobre su mundo
emocional y sus comportamientos.
El embarazo
En los tres primeros meses hay que rodear al bebé de un clima emocional que
favorezca el conocimiento del entorno y la autorregulación. Para proporcionar
este clima es necesario observar las características diferenciales de su
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Para que los bebés establezcan lazos emocionales profundos, los adultos
deben dedicarles tiempo de calidad, mostrarse afectivos, con sinceridad de
sentimientos y disponibilidad afectiva, esforzándose por captar su interés e
implicando todos los sentidos en el momento de la relación emocional. Cuando
el interés del bebé decae, el adulto puede cambiar a otro tipo de actividad que
requiera implicación física o permitirle tiempo para que se entretenga jugando
con sus manos u otros objetos. En otro momento pueden volver a estimular la
relación emocional e ir alargando ligeramente los intervalos de interacción
afectiva.
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Comienza a relacionar las causas con los efectos y los adultos favorecen esta
relación respondiendo a sus señales. Por ejemplo, favorecen esta comunicación
intencional devolviendo una sonrisa afectiva cuando sonríe el bebé o imitando
sus balbuceos y los movimientos de sus brazos. Desde su nacimiento, el bebé ha
respondido a los estímulos, pero esta capacidad ha evolucionado y, a partir de
ahora, desarrolla la intencionalidad porque descubre que sus acciones provocan
la respuesta de los demás.
Muchas de las habilidades que van adquiriendo en esta edad pueden ser
cognitivas, emocionales, e incluso ambas a la vez.
Dentro de la infancia, los dos años suponen una etapa que recuerda a los
cambios de la adolescencia para pasar a la juventud. El niño o la niña consigue
logros y habilidades nuevas que le ayudan a conceptuar el entorno, pero aún
depende de los adultos en muchos aspectos. Experimenta solo con gran
curiosidad, pero le encanta refugiarse en los brazos de las personas de apego e
intentar que le solucionen los problemas. Se debate en deseos de dependencia-
independencia en un balanceo emocional constante.
La capacidad de relacionar lo que siente (ve, escucha, palpa, etc,) con sus
funciones supone la base para que desarrolle ideas y las lleve a la práctica,
uniendo emociones y conducta.
Cada niño y cada niña tienen predilección por una forma de expresar la
creación de ideas (lenguaje verbal o gestual, razonamiento, relaciones
espaciales, materiales plásticos, expresión musical y corporal, etc). Los adultos
deben respetar la individualidad y preferencia de la expresión pero, al tiempo,
estimular la utilización del resto de recursos expresivos.
sentido del espacio y del tiempo, lo que contribuye a su aptitud para agrupar
ideas emocionales en un proceso de organización superior.
Pero, para alcanzar estos logros tan importantes para su equilibrio emocional,
los adultos deben estimular su resistencia a la frustración, la tolerancia, la
flexibilidad, la capacidad de esfuerzo, el perseverar en la tarea comenzada,
anticipar acontecimientos y el comprobar que sus pensamientos y conductas
tienen consecuencias.
INTELIGENCIA INTRAPERSONAL
AUTOCONCIENCIA
AUTOREGULACION
La autorregulación incluye:
MOTIVACION
comprobamos cómo, niños y niñas que realizan razonablemente bien una tarea,
se sienten frustrados por el resultado mientras, otros niños y niñas cuya
realización es bastante mediocre, se sienten satisfechos y orgullosos por el
resultado. Son las actitudes de los pequeños y pequeñas las que nos llevan a
constatar que la motivación para emprender el aprendizaje lectoescritor y el
sentimiento de éxito o fracaso, dependen de la relación entre las metas o
expectativas que el niño o niña alberga y el rendimiento que consigue en las
actividades que realiza.
La motivación incluye:
Y Impulso del logro: El esfuerzo del niño o niña por mejorar o alcanzar el
aprendizaje lectoescritor.
Y Compromiso: El niño o niña se compromete en la realización de las acti-
vidades que le plantean para lograrlo.
Y Iniciativa: Para reaccionar ante las oportunidades que le ofrece el aprendi-
zaje.
Y Optimismo: Para mantener la perseverancia en la persecución de la meta
que se ha planteado, a pesar de las dificultades que le plantea y las frus-
traciones que pueda experimentar.
INTELIGENCIA INTERPERSONAL
EMPATIA
DESTREZAS SOCIALES
Cuando entiende a los demás, el niño o niña puede elegir el modo más
adecuado de relacionarse, adecuando la respuesta al estado emocional de los
otros.
Las destrezas sociales no deben ser un fin en sí mismas, sino un medio para
hacer el bien, a uno mismo y a los demás. Si un niño o niña busca el éxito en
sus relaciones quebrantando los valores morales o las normas de convivencia, irá
aprendiendo a saber causar buena impresión pero terminará fracasando en su
vida personal.
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Reflexión final
Los niños y niñas que gozan de un buen desarrollo emocional se sienten más
satisfechos, son más eficaces en el aprendizaje lectoescritor, consiguiendo mayor
rendimiento de sus talentos naturales.