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UNIDAD X

Evaluación primaria

La rápida actuación ante un accidente puede salvar la vida de una persona o evitar el empeoramiento de las posibles
lesiones que padezca. Por emergencia médica entendemos aquella situación en la que la falta de asistencia médica
producirá la muerte del accidentado en muy pocos minutos. El cerebro es el órgano más delicado de que dispone el ser
humano. La falta de oxígeno ocasionará, en poco tiempo, lesiones irreversibles produciéndose la muerte en 8 - 10
minutos. Por lo tanto cualquier paro cardiorrespiratorio (fracaso de las funciones cardíaca y respiratoria, con la
consiguiente incapacidad para hacer llegar sangre oxigenada a las células) es una situación de máxima emergencia ya
que del tratamiento inmediato dependerá la vida del paciente.

Secuencia de actuación ante un accidente:

En cualquier accidente debemos activar el sistema de emergencia. Para ello recordaremos la palabra P.A.S., que está
formada por las iniciales de tres actuaciones secuenciales para empezar a atender al accidentado:

 La P de PROTEGER: Antes de actuar, hemos de tener la seguridad de que tanto el accidentado como nosotros
mismos estamos fuera de todo peligro. Por ejemplo, no atenderemos a un electrocutado sin antes desconectar
la corriente causante del accidente, pues de lo contrario nos accidentaríamos nosotros también.

 La A de AVISAR: Siempre que sea posible daremos aviso a los servicios sanitarios (médico, ambulancia...) de la
existencia del accidente, y así activaremos el Sistema de Emergencia, para inmediatamente empezar a socorrer
en espera de ayuda.

 La S de SOCORRER: Una vez hemos protegido y avisado, procederemos a actuar sobre el accidentado,
efectuando la Evaluación Primaria o lo que es lo mismo: reconociendo sus signos vitales (cuadro 1): A)
Conciencia, B) Respiración y C) Pulso, siempre por este orden. Una vez se compruebe la presencia de conciencia
o de respiración se iniciará la Evaluación Secundaria o lo que es lo mismo: el reconocimiento de sus signos no
vitales.

Reconocimiento de signos vitales:

Conciencia:

Para saber si un accidentado está consciente le preguntaremos qué le ha pasado. Si contesta, descartaremos la
existencia de paro respiratorio. El problema surge cuando el paciente no contesta. Entonces tendremos que provocarle
el estímulo doloroso, mediante un pellizco para observar sus reacciones (gemidos, apertura de ojos, movimientos de
cabeza, etc.). Si no existe ningún tipo de reacción significa que el estado de inconsciencia está declarado, por lo que
inmediatamente y, en lo posible, sin tocarlo (pues puede ser un paciente traumático y existir lesiones óseas que agraven
su estado) comprobaremos su respiración.

Respiración:

Teniendo al accidentado inconsciente, existen dos posibilidades: que respire o que no respire. Para comprobar la
presencia de la respiración en un accidentado, el socorrista debe utilizar la vista, el oído y el tacto, para ello acercará su
propia mejilla o el dorso de la mano a la boca-nariz del accidentado y, mirando hacia el pecho, podrá observar el
movimiento torácico o abdominal, escuchar la salida del aire y notar en su mejilla el calor del aire exhalado.

 SI RESPIRA: No hará falta seguir explorando sus signos vitales ya que el corazón funciona seguro. En este
momento se inicia la Evaluación Secundaria, siendo el procedimiento a seguir el control de las hemorragias, el
tratamiento de las heridas y la inmovilización de las fracturas y, siempre que no sea traumático, el de colocarlo
en una posición de seguridad para prevenir las posibles consecuencias de un vómito (bronco-aspiración) y la
caída de la lengua hacia la faringe. Esta posición es la denominada en el argot del socorrismo como P.L.S. que
significa: Posición Lateral de Seguridad.

En el caso de que el paciente respire pero sea traumático, no lo moveremos. En ambos casos
seguiremos a su lado vigilando sus signos vitales, tras la evaluación secundaria y hasta que
llegue la ayuda solicitada.
 NO RESPIRA: Si al acercar nuestra mejilla o el dorso de nuestra mano a su boca,
comprobamos que no respira, en seguida y sin perder tiempo colocaremos al
accidentado, sea traumático o no, en posición de decúbito supino(estirado
mirando hacia arriba) pero respetando la alineación del eje cervical. Después de
explorar su boca para comprobar la existencia de cuerpos extraños (dientes
desprendidos, chicles...), procederemos a abrir las vías aéreas, mediante
una hiperextensión del cuello, mediante la maniobra de fronto-mentón (fig. 2),
evitando que la lengua obstruya la vía de entrada de aire. En ocasiones, con esta
simple maniobra, el paciente vuelve a respirar.
 En caso contrario, el paro es evidente, por lo que deberemos suplir la función
ausente mediante la respiración artificial método boca-boca.

. Apertura de vías respiratorias


Pulso:

Cuando el paro respiratorio está instaurado y ya hemos procedido a iniciar el boca-boca, es


necesario comprobar el funcionamiento cardíaco mediante la toma del pulso carotídeo
(cuello), por ser éste el más próximo al corazón y el de más fácil localización.

Toma del pulso carotídeo

Caso de existir pulso seguiremos efectuando la respiración artificial, pero en el momento en


que desaparezca este pulso deberemos iniciar sin demora el masaje cardiaco externo,
acompañado siempre de la respiración BOCA-BOCA.

Masaje cardiaco externo:

Es necesario acudir a su realización cuando el paciente está inconsciente, no respira y no


tiene pulso; la figura 5 indica la posición que debe adoptar el socorrista y la localización del
punto de compresión torácico. La secuencia de operaciones para la realización del masaje
cardiaco es la siguiente:
 Colocar al paciente sobre una superficie dura.

 Localizar el tercio inferior del esternón y colocar el talón de nuestra mano sobre él,
dos o tres dedos por encima de la punta final del esternón (apófisis xifoides). La otra
mano se apoyará de la misma forma sobre la que contacta con el tórax.
 Es muy importante no presionar dicha apófisis ya que se podrían ocasionar daños
internos importantes. Con nuestros dedos estirados y los brazos perpendiculares al
punto de contacto con el esternón (Fig. 6), ejerceremos compresión directa sobre el
tórax, consiguiendo que se deprima unos 4 ó 5 cm. y a un ritmo de
compresión/relajación = 1/1.
Es importante que los dedos no toquen el tórax, a fin de evitar la fractura de costillas.
 El masaje cardiaco siempre ira acompañado de la respiración boca-boca.
El soporte Vital Básico se realizará con el siguiente ritmo:

 1 Socorrista: 15 Compresiones (masaje cardiaco) 2 Insuflaciones (boca-boca)


 2 Socorristas: 5 Compresiones (masaje cardiaco). 1 Insuflación (boca-boca)

Posición de socorrista.

Localización del punto de compresión cardiaca.

Todas estas maniobras son aplicables a personas adultas. Las utilizadas en lactantes y niños
varían según la edad o constitución física del niño.

Movilización, Rescate y Transporte de Víctimas


Concepto
Es el acto o procedimiento de trasladar a una víctima de un lugar a otro.

Se justifica el rescate inmediato en:

 Incendios o peligro de exploción


 Asfixia
 Riesgo de ahogo
 Posibilidad de Lesiones or derrumbes
 Lesiones causadas por electricidad

Aspectos que debe considerar al movilizar a la víctima


1. Peso de la víctima, si sobrepasa el peso del socorrista es peligroso
2. Posición (Condicion) de la víctima
3. Ubicación (Cantidad) de los socorristas
4. Voz de mando: debe estar a cargo de un solo socorrista

Tipos de Transportes
1. Sostén: Una persona con una frazada o trapo de apoyo.
2. Silla: Dos personas manipulando una silla
3. Ahorcajadas: Hecho por un rescatistas, puede ser "a cuestas", "contra el pecho".
4. Arrastre: Por los hombros, piernas, ropa
5. Camilla humana: De dos hasta ocho personas

OJO: Traslado por 3 personas con una víctima inconciente

Movilización en caso de electrocutación:


1. Nunca hacer contacto directo con la víctima
2. Uso de las medidas de seguridad
3. Aplicar la Cadena de Supervivencia (Ver última entrada de la página principal)
4. Desconectar el fluído electrico (Ver teléfonos de emergencia)
5. Alejarlo de áreas húmedas
6. Utilice un objeto que no transmite la electricidad

Intoxicación
Una intoxicación es causada por la exposición a una sustancia dañina. Esto puede suceder por
ingerirla, inyectarla, inhalarla o por otro medio. La mayoría de las intoxicaciones ocurren por
accidente.Los primeros auxilios inmediatos son muy importantes en una emergencia por intoxicación.
Los primeros auxilios que se administren antes de conseguir ayuda médica pueden salvar la vida de
una persona.
Es importante destacar que el hecho de que un empaque no tenga una etiqueta de advertencia no significa
que una sustancia sea segura. Usted debe considerar que se trata de un caso de intoxicación cuando alguien
se siente mal de manera repentina sin una razón evidente. También se debe considerar la intoxicación si se
encuentra a la persona cerca de un horno, un vehículo, un incendio o en un área mal ventilada.
Los síntomas de intoxicación pueden tardar en aparecer. Sin embargo, si usted sospecha que alguien está
intoxicado, NO espere hasta que se manifiesten los síntomas. Consiga ayuda médica de inmediato.
Causas
Los elementos que pueden causar intoxicación incluyen:
 El gas monóxido de carbono (de hornos, motores a gas, incendios, calefactores)
 Ciertos alimentos
 Químicos en el lugar de trabajo
 Fármacos, entre ellos los recetados y los de venta libre (como una sobredosis de ácido acetilsalicílico)
y drogas ilícitas como la cocaína
 Detergentes y productos de limpieza de uso doméstico
 Plantas de interiores y de exteriores (comer plantas tóxicas)
 Insecticidas
 Pinturas
Síntomas
Los síntomas varían según el tóxico, pero pueden incluir:
 Dolor abdominal  Somnolencia  Entumecimiento y
hormigueo
 Labios morados  Fiebre
 Convulsiones
 Dolor torácico  Dolor de cabeza
 Erupción
 Confusión  Palpitaciones cardíacas cutánea o quemaduras
 Tos  Irritabilidad  Estupor
 Diarrea  Pérdida del apetito  Pérdida del
 Dificultad para respirar o  Incontinencia urinaria conocimiento
falta de aliento  Aliento inusual
 Fasciculaciones
 Vértigo musculares  Debilidad
 Visión doble  Náuseas y vómitos
Primeros auxilios
Busque ayuda médica de inmediato.
Para intoxicación por ingestión y algunas inhalaciones:
Examine y vigile las vías respiratorias, la respiración y el pulso de la persona. Inicie respiración artificial
y RCP, de ser necesario.
1. Trate de constatar que la persona ciertamente se haya intoxicado. Puede ser difícil determinarlo.
Algunas señales son aliento con olor a químicos, quemaduras alrededor de la boca, dificultad para
respirar, vómitos u olores inusuales en la persona. Si es posible, identifique el tóxico.
2. NO provoque el vómito en la persona, a menos que así lo indique el Centro de toxicología o un
profesional de la salud.
3. Si la persona vomita, despeje las vías respiratorias. Envuelva un pedazo de tela en los dedos de la
mano antes de limpiar la boca y la garganta. Si la persona ha estado enferma debido a la ingestión de
parte de una planta, guarde el vómito. Esto puede ayudarle a los expertos a identificar el tipo de
medicamento que se puede utilizar para neutralizar el tóxico.
4. Si la persona comienza a tener convulsiones, administre los primeros auxilios para estos casos.
5. Mantenga a la persona cómoda. Gírela sobre su lado izquierdo y permanezca allí mientras consigue o
espera la ayuda médica.
6. Si el tóxico ha salpicado la ropa de la persona, quítesela y lave la piel con agua.
Para intoxicación por inhalación:
Pida ayuda médica de emergencia. Nunca intente rescatar a una persona sin antes notificar a otros.
Si es seguro hacerlo, rescate a la persona del peligro de gases, vapores o humo. Abra las ventanas y las
puertas para eliminar los vapores.
1. Respire aire fresco profundamente varias veces y luego contenga la respiración al entrar al lugar.
Colóquese un pedazo de tela mojado sobre la nariz y la boca.
2. NO encienda fósforos ni utilice encendedores pues algunos gases pueden hacer combustión.
3. Luego de rescatar a la persona del peligro, examine y vigile sus vías respiratorias, la respiración y el
pulso. Si es necesario, comience a la respiración artificial y RCP.
4. Si es necesario, administre los primeros auxilios para lesiones en los ojos o convulsiones.
5. Si la persona vomita, despeje sus vías respiratorias. Envuelva un pedazo de tela alrededor de los
dedos antes de limpiar la boca y la garganta.
6. Incluso si la persona parece estar perfectamente bien, consiga ayuda médica.
No se debe
 Administre nada por vía oral a una persona inconsciente.
 Induzca el vómito a menos que así lo indique el personal del Centro de Toxicología o un médico. Un
tóxico fuerte que produzca quemaduras en la garganta al entrar también hará daño al devolverse.
 Intente neutralizar el tóxico con jugo de limón, vinagre ni cualquier otra sustancia, a menos que así lo
indique el personal del Centro de Toxicología o un médico.
 Utilice ningún antídoto del tipo "curalotodo".
 Espere a que se presenten los síntomas si sospecha que una persona se ha intoxicado.

Ante una situación de ahogamiento, lo más importante es mantener la calma y llamar al 112 donde nos van a indicar
qué tenemos que hacer. Mientras llegan los servicios sanitarios debemos sacar al afectado del agua con cuidado para
que la cabeza, cuello y columna estén alineados. “También debemos valorar la posibilidad de utilizar objetos que estén
en nuestro entorno y que nos puedan facilitar sacar del agua al afectado”, indica el doctor.
Una vez fuera del agua, debemos comprobar si el paciente respira. Si es así debemos pedirle que tosa, para comprobar
que obedece órdenes. Es posible que al toser expulse parte del agua que tiene en los pulmones, lo que sería muy buena
señal, pero en caso de que no esté consciente o de que no respire hay que tumbar al afectado colocando su cabeza de
lado para facilitar que el agua pueda salir. Inmediatamente hay que hacer un masaje cardíaco con un mínimo de unas
100 compresiones por minuto. “No se realizará el boca boca salvo que sea por un profesional experto, prima más
mantener la circulación del paciente funcionando mediante el masaje cardíaco”, advierte Morán.

Así que recuerda, si te encuentras ante una situación de ahogamiento estos son los pasos básicos para llevar a cabo
los primeros auxilios:

 Mantener la calma y llamar al 112.

 Sacar al afectado del agua con cuidado: cabeza, cuello y columna alineados.

 Comprobar si la persona respira.

 Pedirle que tosa, para ver si obedece órdenes.

 Si tose y expulsa agua es muy buena señal.

 Si no expulsa agua hay que tumabarlo colocando su cabeza de lado para que expulse agua.

 Realizar masaje cardíaco.

 Evitar hacer el boca boca salvo que seas experto.

Electrocución es cuando una persona sufre una parada cardiorrespiratoria o una pérdida de conocimiento como
consecuencia de una descarga eléctrica.

La conducta a seguir ante un accidentado por corriente eléctrica puede resumirse en tres fases simples pero muy
precisas:

1. Petición de ayuda

Como primera medida se debe dar la alarma para que alguien acuda y se encargue de avisar al servicio médico de
urgencia, mientras usted trata de prestar auxilio al accidentado.

2. Rescate o desenganche del accidentado

Si la víctima ha quedado en contacto con un conductor o pieza bajo tensión, debe ser separada del contacto como
primera medida antes de tratar de aplicarle los primeros auxilios. Para ello:

1. a) Se cortará la corriente accionando el interruptor, disyuntor, seccionador, etc. No hay que olvidar que una
persona electrizada que se encuentre en un lugar elevado, corre el riesgo de caer a tierra en el momento en que
se corte la corriente. En casos así hay que tratar de aminorar el golpe de la caída mediante colchones, ropa,
goma o manteniendo tensa una lona o manta entre varias personas.

2. b) Si resultara imposible cortar la corriente o se tardara demasiado, por encontrarse lejos el interruptor, trate de
desenganchar a la persona electrizada mediante cualquier elemento no conductor (tabla, listón, cuerda, silla de
madera, cinturón de cuero, palo o rama seca, etc.) con el que, a distancia, hacer presa en el cable o en el
accidentado, o agarrarle
de la ropa estando el socorrista bien aislado.
3. Primeros auxilios

Después de una descarga eléctrica es frecuente que se presente un estado de muerte aparente, que puede ser debido a
una pérdida de conocimiento, a un paro respiratorio o a un paro circulatorio.

Cada uno de estos casos requiere una conducta diferente:

a) Pérdida de conocimiento

Puede haber una pérdida transitoria de conocimiento, pero no hay paro respiratorio. Los latidos cardíacos y el pulso son
perceptibles.

En este caso es suficiente poner al accidentado acostado sobre un lado, en posición de seguridad.

La posición lateral de seguridad consiste en tumbar de lado a la persona accidentada para que, en caso de sobrevenir un
vómito, expulsión de sangre o secreciones de la boca, no se atragante.

Los pasos a seguir son:

1. 1). Flexionar la pierna del herido más próxima al socorrista.

2. 2). Colocar la mano del herido más próxima al socorrista, bajo la nalga.

3. 3). Tirar del brazo de la víctima más alejado del socorrista girándolo sobre su costado.

4. 4). Colocar la mano del herido bajo su mejilla, dejando la cabeza en "posición neutra", (ni flexionada ni
extendida).

Es tambien muy importante vigilar su respiración y el estado de la circulación sanguínea mientras llega la atención
médica.

b) Paro respiratorio

En este caso, además de la pérdida de conciencia se presentan claros síntomas de paro respiratorio. Por el contrario, el
pulso es perceptible.

Es importante emprender inmediatamente la asistencia respiratoria, preferentemente mediante el método de boca a


boca.

c) Paro circulatorio

En este caso, a la inconsciencia y a la falta de respiración se asocia además la ausencia de pulso de latidos cardíacos. En
este caso, es muy importante comenzar con las maniobras de R.C.P. (reanimación cardiopulmonar), es decir, combinar la
respiración boca a boca con masaje cardíaco externo.

QUEMADURAS
Estos son algunos de los pasos que debemos llevar a cabo a la hora de tratar de dar primeros auxilios a una persona que
presente quemaduras:

 La asistencia inmediata del quemado es sencillamente eliminar la causa de la quemadura: apagar las llamas,
retirar el producto químico del contacto con la piel…, todo ello para disminuir la agresión térmica. Para apagar
las llamas, se debe hacer que la persona ruede.

 Buscar otras posibles lesiones como hemorragias, fracturas… Se tratará siempre primero la lesión más grave.

 En quemaduras de primer grado, cremas hidratantes y especialmente el aloe vera resultan muy beneficiosas.

 Refrescar la zona quemada: para ello, podemos aplicar agua en abundancia (20-30 minutos) sobre la superficie
quemada, evitando que sea muy fría, porque podemos provocarle hipotermia. Previamente, hay que quitar al
quemado ropas, joyas y todo aquello que mantenga el calor.

 Envolver la lesión con gasas o paños limpios, humedecidos en agua. El vendaje ha de ser flojo.

ELECTROCUTACION

La gravedad de un accidente eléctrico depende de algunos factores como son:

 La intensidad de la corriente.

 La duración y la trayectoria del paso de la corriente por el interior del organismo.

 La superficie de la zona de contacto.

 El estado de la piel del accidentado (seca, húmeda, mojada).

 La naturaleza del suelo.

Las lesiones que se pueden producir son muy variadas:

 Lesiones cutáneas parecidas a una quemadura.

 Una lesión hundida en el punto de entrada de la corriente con aspecto de piel curtida y otra en el punto de
salida como una úlcera o con aspecto de estallido.

 Necrosis del tejido muscular.

 Lesiones cardíacas que pueden producir la muerte por parada cardio-respiratoria.

 Lesiones pulmonares.

 Fracaso renal agudo.

 Lesiones en las vísceras abdominales. Lesiones vasculares como hipertensión.

 Fracturas y luxaciones. Lesiones neurológicas con convulsiones. Cataratas.

 Rotura del tímpano.

La muerte puede ser inmediata por asfixia o parada cardio-respiratoria, o tardía debida a las secuelas que producen
las lesiones enumeradas anteriormente.
¿Cómo podemos socorrer a un electrocutado?

Es muy importante tener en cuenta que no debemos tocar al accidentado mientras esté en contacto con la corriente
eléctrica pues corremos peligro de electrocutarnos también.

Para empezar interrumpiremos la corriente desconectado el fusible o los interruptores y retiraremos al accidentado
del circuito eléctrico utilizando un material no conductor que sirva de aislante, es decir, nos colocaremos sobre algún
material seco y aislante (alfombra, periódicos, madera, etc.) y con un palo o una silla le empujaremos lejos de la
fuente de electricidad. También apagaremos las llamas si existen.

A continuación comprobaremos las constantes vitales del accidentado:

 Si respira le colocaremos en posición lateral de seguridad.

 Buscar otras posibles lesiones como hemorragias, shock, fracturas, para tratar primero la lesión más grave.

 Poner sobre las quemaduras un apósito limpio y estéril.

 Si no respira o no tiene pulso comenzaremos las maniobras de reanimación cardiopulmonar manteniéndolas


el mayor tiempo posible.

CONVULSIONES Cerca de 1 de cada 10 personas tendrá una convulsión. Esto significa que las convulsiones son comunes
y que es posible que algún día usted necesite ayudar a alguien durante o después de una. Sepa lo que puede hacer para
mantener a la persona segura hasta que la convulsión termine por sí misma

. Llame al 911 si ocurre algo de lo siguiente:

 La convulsión dura más de 5 minutos.

 La persona tiene otra convulsión poco después de la primera.

 La persona se lesiona durante la convulsión.

 La convulsión se presenta cuando la persona está en el agua.

 La persona tiene otra afección como diabetes, enfermedad cardiaca o está embarazada.

Existen muchos tipos de convulsiones. La mayoría de las convulsiones terminan en unos


pocos minutos. Las siguientes son medidas generales para ayudar a alguien que esté teniendo
algún tipo de convulsión:

 Permanezca con la persona hasta que la convulsión haya pasado y esté completamente
consciente. Después de que pase, ayude a la persona a sentarse en un lugar seguro.
Una vez que esté consciente y se pueda comunicar, cuéntele lo ocurrido en términos
sencillos.
 Conforte a la persona y hable de manera calmada.
 Fíjese si la persona lleva un brazalete médico u otra información de emergencia.
 Manténgase calmado y mantenga a los demás calmados.
 Ofrezca llamar un taxi o a alguien más para asegurarse de que la persona llegue a casa
segura.

RCP
La Reanimación Cardiopulmonar (RCP) es una maniobra de emergencia. Consiste en aplicar presión rítmica sobre el
pecho de una persona que haya sufrido un paro cardíorespiratorio para que el oxígeno pueda seguir llegando a sus
órganos vitales.La reanimación cardiopulmonar, o reanimación cardiorrespiratoria, abreviado RCP es un conjunto de
maniobras temporales y normalizadas intencionalmente destinadas a asegurar la oxigenación de los órganos vitales
cuando la circulación de la sangre de una persona se detiene súbitamente, independientemente de la causa de la parada
cardiorrespiratoria.

Tratamiento de la parada cardíaca

Abrir la boca del paciente y extraer la dentadura postiza ―en caso de que tenga una― y cualquier resto visible.

Inclinar la cabeza hacia atrás, elevar la mandíbula, y comenzar la respiración boca-boca mientras llega el equipo de
primeros auxilios (conviene utilizar una mascarilla de bolsillo para evitar el contagio de una infección). Los pulmones
deben insuflarse una vez cada cinco segundos cuando hay dos personas para realizar la reanimación, o dos veces muy
seguidas cada 15 segundos cuando solo una persona efectúa la ventilación y el masaje cardíaco.11

Si no se palpa el pulso carotídeo, realizar el masaje cardíaco (depresión del esternón 3 a 5cm) a una frecuencia de 100-
120 veces por minuto. Si hay un solo socorrista se realizarán treinta compresiones antes de volver a ventilar dos veces.

Una RCP de calidad mejora las probabilidades de supervivencia de una víctima. Las características críticas de una RCP de
calidad son:

 Iniciar las compresiones antes de 10 segundos desde la identificación del paro cardiaco
 Comprimir fuerte y rápido: realiza las compresiones con una frecuencia mínima de 100 compresiones por
minuto y una profundidad de al menos 5 cm. para adultos, al menos un tercio del diámetro del tórax en niños 5
cm y lactantes 4 cm.
 Permitir una expansión torácica completa después de cada compresión.
 Minimizar las interrupciones entre las compresiones (tratar de limitar las interrupciones a menos de 10
segundos)
 Realizar ventilaciones eficaces para hacer que el tórax se eleve.

La secuencia ABC permanece en el algoritmo de sujetos con otros casos típicos de muerte súbita, tales como el
ahogamiento, la electrocución, asfixia, caída de altura o hemorragia. En el caso de niños, o cuando la parada
cardiorrespiratoria es secundaria a ahogamiento, intoxicación por humo, gas, medicamentos o drogas o por
hipotermia el algoritmo incluye realizar maniobras de RCP durante un minuto antes de avisar a los servicios de
socorro: el aporte rápido de oxígeno a las células puede recuperar el estado de la persona.

Reconocimiento de un paro cardíaco

Acercamiento al paciente en busca de elementos que identifiquen a una víctima que requiera RCP. Comprobación de las
funciones respiratorias: el socorrista escucha la respiración, trata de sentir el aire sobre su mejilla, mira si el pecho sube
y desciende, y siente los movimientos del pecho.

El reconocimiento es un paso clave en la iniciación de un tratamiento precoz de una parada cardíaca, es decir, la
identificación de los elementos que determinan la presencia de una parada cardíaca. Si no es el caso, uno de los
elementos del balance identificará que no hay probabilidad de una parada cardiorrespiratoria, entonces no hay que
hacer reanimación cardiopulmonar.

Por lo general, el primer indicio es que la víctima no se mueve ni reacciona a la palabra, ni al contacto. Si el rescatista
está solo, se recomienda pedir socorro. Se debe practicar RCP si la víctima adulta no responde y no respira o no respira
con normalidad (es decir no respira o solo jadea o boquea), y se comienza con las compresiones (C-A-B), sin que sea
necesario verificar si la víctima tiene pulso. Estudios demuestran que durante la reanimación, en una situación de paro
cardiorrespiratorio, la percepción del pulso es falsa en el 50 % de las veces: el estrés y el esfuerzo físico hace que suba la
tensión del rescatista, y es posible percibir el propio pulso como un golpeteo en el final de los dedos, en ausencia de
circulación sanguínea en la víctima.

Una vez que se determina que una víctima necesita reanimación cardiovascular se advierte al sistema de rescate
profesional de la localidad y se inicia de inmediato las compresiones torácicas.

El realizar de una valoración de la escala de Glasgow conlleva mucho tiempo. Más rápido es evaluar el estado de
conciencia con el método AVDI:

A: alerta (despierto).

V: verbal (solo responde al estímulo verbal).

D: dolor (solo responde al estímulo doloroso).

I: inconsciente (no responde).

Aunque en adultos el paro cardíaco suele ser súbito y se debe a una causa cardíaca, en niños suele ser secundario a una
insuficiencia respiratoria y shock. Resulta esencial identificar a los niños que presentan estos problemas para reducir la
probabilidad de paro cardíaco pediátrico y ampliar al máximo los índices de supervivencia y recuperación.
Secuencia de RCP

En adultos, niños y lactantes si solo está presente un reanimador, se recomienda una relación compresión: ventilación
equivalente a 30:2.12 Esta relación única está diseñada para simplificar la enseñanza de la secuencia del RCP, promover
la retención de las habilidades, aumentar el número de compresiones, y disminuir el número de interrupciones durante
las compresiones.

Si se encontrasen dos reanimadores se prefiere una secuencia de 15-2 en niños y lactantes. Se recomienda en recién
nacidos una secuencia 30-2 a menos que la causa de la falla cardíaca sea conocida, en cuyo caso la secuencia de 30:2 es
la aconsejada.13 Si se halla presente un acceso avanzado a la vía aérea, tal como un tubo endotraqueal o una mascarilla
laríngea, se recomienda una ventilación de ocho a diez por minuto sin que se interrumpan las compresiones cardíacas.
Cada cinco ciclos de dos ventilaciones y treinta compresiones, se revalúa la respiración. La RCP se continúa hasta que
llegue atención médica avanzada o hay signos de que la víctima respira.

Dos o más reanimadores

La secuencia es la misma que la realizada por un solo rescatista, pero después de observar la ausencia de respuesta, uno
controla las compresiones cardíacas mientras que otro la respiración artificial. Por ejemplo, el rescatista A realiza la
búsqueda de ayuda mientras el rescatista B comienza la RCP. El rescatista A vuelve y puede entonces implementar una
desfibrilación externa automática si está disponible o sustituir al testigo B en la compresión cardíaca si este se encuentra
cansado.

El rescatista que realiza las compresiones torácicas debe imprescindiblemente contar las compresiones en voz alta, con
el fin de que los demás rescatistas sepan cuándo debe darle respiración artificial. Esto hace posible que el paso del
tiempo entre compresiones y respiraciones sea más o menos uniforme y uno no debe concentrarse en calcular el
tiempo, y no tiene que colocar de nuevo las manos en cada ciclo.

Las compresiones torácicas se dan del mismo modo que con un rescatista: 2 respiraciones boca a boca por cada 30
compresiones. El uso de dispositivos es más efectivo que la respiración boca a boca, porque reduce el tiempo entre las
respiraciones y las comprensiones: las respiraciones comienzan tras la última comprensión, y la comprensión comienza
tras la última respiración, sin esperar a que el pecho baje de nuevo.

Compresiones cardíacas

Se colocan las manos entrelazadas en el centro del tórax sobre el esternón, cuidando no presionar en la parte superior
del abdomen o el extremo inferior del esternón.

Posición para la RCP. Los brazos se mantienen rectos, las compresiones se realizan con el movimiento de los hombros.
En un adulto se debe hundir el esternón 5 cm.

Las compresiones torácicas (llamadas también «masaje cardíaco extremo») permiten circular sangre oxigenada por el
cuerpo. Esto consiste en apretar en el centro del tórax con el fin de comprimir el pecho:

 Sobre un adulto y un niño de más de ocho años, el esternón debe descender de 5 a 6 cm;
 Sobre un niño entre uno y ocho años, el esternón debe descender de 3 a 4 cm;
 Sobre un lactante de menos de un año, el esternón debe descender de 2 a 3 cm (1/3 del diámetro
anteroposterior del tórax).
Comprimiendo el pecho, también comprimimos los vasos sanguíneos, lo que impulsa la sangre hacia el resto del cuerpo
(como una esponja). Se creía durante mucho tiempo que lo que se comprimía era el corazón; aunque parece que está
situado demasiado profundamente y que juega solo un papel de regulación del sentido de la circulación por sus válvulas.

Para que la compresión torácica sea eficaz, es necesario que la víctima esté sobre un plano duro; en particular, si la
víctima está tendida sobre la cama. Usualmente hay que depositarla en el suelo antes de empezar las maniobras de
reanimación.La posición de las manos es importante si se quieren aportar compresiones eficaces. Hay que aplicarse a
hacer compresiones regulares, a dejar el pecho recuperar su forma inicial entre una compresión y la siguiente, y a que el
tiempo de relajamiento sea igual al tiempo de compresión. En efecto, el relajamiento del pecho permite el retorno de la
sangre venosa, fundamental para una buena circulación.

El ritmo de masaje debe ser suficiente para hacer circular la sangre, pero no demasiado rápido, sino la circulación no
será eficaz (se crearían turbulencias que se oponen a la distribución de la sangre).

Insuflación boca a boca. La cabeza del paciente se echa para atrás. El socorrista cierra la nariz del paciente con una
mano, manteniendo la boca abierta del paciente, y apreciando en todo momento la barbilla.

Una de las primeras medidas de ayuda es el uso de ventilación artificial. Al detenerse la circulación sanguínea, el cerebro
y el corazón pierden el aporte de oxígeno. Las lesiones cerebrales aparecen después del tercer minuto de una parada
cardiorrespiratoria, y las posibilidades de supervivencia son casi nulas después de ocho minutos.17 El hecho de oxigenar
artificialmente la sangre y de hacerla circular permite evitar o retardar esta degradación, y dar una oportunidad de
supervivencia.La ventilación artificial consiste en enviar el aire a los pulmones de la víctima, soplando aire con la boca o
con un dispositivo. La ventilación artificial sin dispositivos (boca a boca, boca a nariz, o boca a boca y nariz sobre
lactantes, la insuflación de aire es bastante próximo al aire que se respira (contiene el 16 % de oxígeno). Cuando se
utiliza un balón insuflador (con una máscara bucal), se administra aire ambiente con el 21 % de oxígeno. Si se conecta
una botella de oxígeno médico, se aumenta mucho más la fracción inspirada de dioxígeno (FiO2), llegando incluso a
insuflar oxígeno puro (cercano al 100 por ciento).La ventilación artificial puede ser hecha con varios dispositivos: la
máscara bolsa balón con válvula unidireccional otorga aire enriquecido con oxígeno (que está en la bolsa) a través de
una máscara de interposición facial (pero es externa y no entuba, no abre las vías aéreas). Para ello se usa una cánula
orofaríngea, llamada Bergman, tubo de Mayo o cánula de Guédel (estas no impiden el contacto boca a boca si no
hubiera máscaras o máscaras con balones de aire) o Maselli: el respirador Maselli orofaríngeo (que evita contagios en
ambos sentidos) y es necesario para facilitar el pase del aire al colocar la lengua en su lugar e impedir que caiga hacia
atrás y adentro por la relajación de la inconsciencia, además de si la persona presenta una lengua voluminosa, como por
ejemplo en casos de edema de Quincke. También posee una boquilla para el reanimador con una protección a modo de
máscara, que impide todo contacto boca a boca.El aire que se insufla pasa a los pulmones, pero una parte también al
estómago. Este se va hinchando a medida que se dan más insuflaciones. Si no se le da tiempo a desinflarse, el aire corre
el peligro de llevarse con él al salir el contenido ácido del estómago (jugos gástricos) que podrían inundar la vía aérea y
deteriorar gravemente los pulmones (síndrome de Mendelson o síndrome de la respiración ácida) y puede comprometer
gravemente la supervivencia de la víctima. Por ello hay que insuflar sin exceso, regularmente, durante dos segundos
cada insuflación, y detener la insuflación tan pronto como se vea el pecho levantarse.

Desfibrilación

Colocación de los parches del DEA (desfibrilador externo automático) durante las compresiones torácicas.

Cuando la parada cardiaca es debida a una FV (fibrilación ventricular) en el que el corazón late de manera anárquica,
representa la causa más frecuente de muerte súbita del adulto. La única esperanza de salvar a tal víctima consiste en
desfibrilar el corazón (es decir, resincronizar el corazón mediante un choque de eléctrico de corriente continua). Esto
puede hacerse por personal no médico con un desfibrilador automático externo (que puede ser semiautomático por un
sanitario), o manual por un médico.

El proceso de desfibrilación viene después de la alerta a los servicios de emergencia. El que se inicie un período de RCP
antes de la desfibrilación en pacientes con FV (fibrilación ventricular), especialmente durante tiempos prolongados de
espera para la llegada de respuesta profesional, sigue siendo tema de intenso debate. El fundamento teórico para
realizar RCP antes de la descarga del desfibrilador es para mejorar la perfusión coronaria, sin embargo, no hay pruebas
consistentes para apoyar o refutar algún beneficio en el retraso de la desfibrilación con la finalidad de proporcionar un
periodo (90 segundos a 3 minutos) de RCP para los pacientes en parada cardíaca por FV (fibrilación ventricular) o por VT
(taquicardia ventricular) sin pulso. Si más de un socorrista está presente, un reanimador debe dar compresiones
torácicas, mientras que la otra activa el sistema de respuesta de emergencia, consigue el desfibrilador externo
automático y se prepara para usarlo.

Durante la reanimación, si se dispone de un desfibrilador externo automático debe ser sistemáticamente colocado
excepto cuando se trata de niños de menos de un año. Cuando hay solo dos personas realizando primeros auxilios, una
se encarga de la respiración boca a boca y las compresiones torácicas mientras la otra le instala el DEA (desfibrilador
automático externo). Cuando hay tres personas realizando primeros auxilios, el RCP es hecho por dos (una persona que
realiza las insuflaciones para la respiración y la otra las compresiones torácicas) mientras el tercero coloca el DEA. La
instalación del DEA puede requerir afeitar y secar el lugar donde se coloca el electrodo (si es estrictamente necesario).
La reanimación se detiene durante el análisis del latido del corazón por el aparato y durante las posibles descargas,
inicialmente tres seguidas; en la comprobación habrá que separarse y no tocar al paciente, para evitar ser víctima de
una descarga. En caso de no ser eficaces o tras el análisis del ritmo no procediera la descarga, se continuaría con la RCP.

En el caso de un niño de menos de ocho años, o de una persona víctima de un ahogamiento o de una intoxicación, es
poco probable que el corazón esté en fibrilación, la desfibrilación es entonces inútil. Si se dispone de un DEA
(desfibrilador automático externo), este será puesto en marcha a pesar de todo, por precaución, pero siempre después
de un minuto de maniobras de ventilación artificial y compresiones torácicas.

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