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Muchos materiales cerámicos contienen estructuras de silicatos con átomos de

silicio y oxígeno enlazados entre sí en varias distribuciones. También un gran


número de formaciones naturales de tipo mineral, tales como arcillas,
feldespatos y micas son silicatos. Debemos tener en cuenta que el silicio y el
oxígeno son los dos elementos químicos más abundantes en la corteza
terrestre, de ahí que los silicatos se utilicen ampliamente en ingeniería oir su
bajo precio, disponibilidad, así como por sus propiedades especiales. Las
estructuras de silicatos son particularmente importantes para materiales de
construcción en ingeniería: vidrios, cemento portland y refractarios.
El conjunto básico de construcción de los silicatos es el tetraedro SiO44-
, figura 14.3. El enlace Si-O en la estructura SiO44- es mitad covalente y mitad
iónico y la coordinación tetraédrica del SiO44- satisface los requerimientos
direccionales del enlace covalente y del enlace iónico. La relación de radios
del enlace Si-O es 0.29, que está en el rango de coordinación tetraédrica para
empaquetamientos compactos de iones estables. A causa del pequeño y muy
cargado ion Si4+, se crean grandes fuerzas de enlace dentro del tetraedro SiO44-,
y como resultado las unidades de SiO44- se encuentran normalmente unidas
vértice con vértice, y raramente arista con arista.

Figura 14.3. Estructura tetraédrica del SiO44-.

Ya que cada oxígeno del tetraedro del silicato tiene un electrón


disponible para el enlace, se pueden producir muchas estructuras diferentes de
silicatos. Se producen estructuras de silicatos aislados o discretos cuando se
enlazan iones positivos, por ejemplo Fe2+, Mg2+ y Ca2+ con los oxígenos del
tetraedro de SiO44-, para formar unidades de mineral olivino que tiene la
composición química básica (MgFe)2SiO4.
Si dos vértices de cada tetraedro de SiO44- se enlazan con los vértices de
otros tetraedros, resulta una estructura en cadena o en anillo, con la fórmula
química unidad SiO32-, figura 14.4. El mineral (MgSiO3) tiene una estructura
en forma de cadena y el mineral berilo [Be3Al2(SiO3)6] tiene una estructura de
silicato en forma de anillo.

Figura 14.4. Estructura de silicatos: a) en forma de cadena, espodumeno, y, b) en anillo, esmeralda.


Las estructuras laminares de silicato se forman cuando tres vértices en
el mismo plano de un tetraedro de silicato de enlazan a los vértices de otros
tres tetraedros de silicato. Esta estructura tiene como fórmula unitaria Si2O52-.
Estos silicatos laminares pueden combinarse con otros tipos de estructuras
laminares, al tener todavía un oxígeno libre. La caolinita, una arcilla común,
figura 14.5a, está compuesta de una lámina de silicato enlazada iónicamente a
una lámina compuesta de Al2(OH)42+, produciendo delgadas placas de arcilla
con una composición final Al2Si2O5(OH)4. La montmorillonita, o sea
Al2(Si2O5)2(OH)2, figura 14.5b, contiene dos láminas de silicato emparedando
a una capa central de Al2(OH)42+. Estas capas están unidas entre sí por débiles
enlaces de Van der Waals.

Figura 14.5. Estructura laminar de los silicatos: a) caolinita, b) montmorillonita.

Finalmente, cuando se comparten los cuatro vértices del tetraedro, se


obtiene la sílice, o SiO2. Este material puede existir en varias formas
alotrópicas, ya que al incrementar la temperatura la sílice, cuarzo , pasa a
cuarzo , y posteriormente se transforma en tridimita , cristobalita , y
finalmente a cuarzo líquido. El diagrama de equilibrio presión-temperatura de
la figura 14.6 muestra las formas estables de la sílice.

Figura 14.6. Diagrama de fases presión-temperatura para el SiO2.

La transformación de cuarzo  a cuarzo  es una transformación similar


a la reacción martensítica; el cuarzo cambia rápidamente de estructura
cristalina pero genera una ligera distorsión en la red que implica a los
diferentes átomos vecinos, tal como se indica en la figura 14.7.
Transformaciones similares suceden entre las diferentes formas de tridimita y
cristobalita.
Durante estas transformaciones de fases suceden cambios bruscos en las
dimensiones de los cristales, sobre todo en la transformación del
cuarzo  al , que producen unas fuertes tensiones internas que llegan incluso
al agrietamiento del material, de ahí el especial cuidado en la velocidad a la
que se producen estos cambios volumínicos.
La importancia que, en la ingeniería y construcción, tienen estos
materiales, hace que estudiemos por separados cada uno de los grandes grupos
en los que se puede clasificar: cemento como constituyente de los hormigones
y morteros, los vidrios tanto de sílice como modificados, y los materiales
silicoaluminosos refractarios y para construcción.

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