Está en la página 1de 2

Barrow resumen

Historia romana: hechos. “res gestae”. Estudiar su literatura para entender su historia, al
inverso del griego. Para ellos el hombre debe subvencionarse a una fuerza mayor, sino caos. El
hombre debe ser cooperador para conseguir el triunfo, que la fuerza mayor le proporciona
(Jupiter). Va escalando de un ámbito familiar a uno imperial este deseo de destino mayor, por
lo general de índole religiosa. Mentalidad de soldado-campesino. El segundo por el cooperar
con fuerzas naturales indomables, que marcan el centro de su defensa en la política, al buscar
beneficios para sus tierras. Es valiente, honrado y paciente. El primero también se afianza al
conocimiento práctico, a la labor de rutina y tareas rurales. Mismos valores, solo que la fuerza
es el destino o la fortuna, suerte. Él defiende su tierra a través de la guerra, y replica sus
labores en donde conquista.

Hay que estudiar como Roma pasa de pequeña ciudad-estado a dueña del mundo, y en como
hace para mantener el poder. Algo crucial fue el convertir al enemigo a romano, su
Romanitas. Es la civilización romana, la forma de ver el mundo y concebirlo. De aquí surge el
humanitas, que son esos valores y lógica que debe replicarse y usarse. Al mismo tiempo que
concibe esto en el otro e implica su respeto. El romano y su paz se sientan en bases religiosas
y de los auspicios, quienes podían percibir las señales divinas llegarían al triunfo. Esta idea se
confrontó con el cristianismo al final del imperio.

La religión pasa de la familia al Estado en ascendencia de creencias. La religión insipiente era el


animismo el cual encontraba manifestaciones de una fuerza en los objetos, para el romano el
Numen, el cual accionaba, el hombre era un intruso, se buscaba controlarla al definir sus
acciones. Cada labor romano estaba influido por esta fuerza vagamente nominada. A esta
denominación se le unen oraciones y sacrificios de animales. El paterfamilias era quien conocía
los ritos, se heredaban. Ejemplos: Vesta (fuego familiar). Había ritos, festines y carnavales para
echar o invocar estas fuerzas.

Estos ritos sobreviven y pasan al rey como sacerdote, después surgen colegios dedicados a
estos ritos y a la ayuda estatal. Ejemplo el de Pontífices (guardaba el saber, celebraba ritos,
dictaba reglas), hicieron el derecho sagrado (ius divinum). Había colegios menores dedicados a
cuidar el fuego sagrado (Vírgenes vestales) o a percibir e interpretar los augurios en los
animales (augures). El cuidado de los campos era tarea crucial. Incluían deidades mientras
conquistaban, principalmente de griegos y etruscos. Marte dios del campo que pasa a ser de la
guerra. Poseían un calendario de festividades, y la influencia griega y oriental introdujeron el
tema narrativo mítico.

La religión siempre se mantuvo intacta en el seno familiar rural y urbano. Augusto se apoya en
este concepto al querer volver a restaurar dicha religión romana de orden. Ellos no poseían
moralidad en sus divinidades, solo buscaban una buena relación. El estado le da esta libertad
de tolerancia al individuo siempre y cuando no afecte a lo público. Para el romano el Fides o
Fidius es a la buena fe donde actúa la divinidad de buena manera. El jurista percibía estas
fuerzas objetivas en la imagen del estado, y estaban embestidas de ideología religiosa, pero no
llegaron a ser una como tal. El deber a la divinidad era algo imprescindible para el romano.

El Genius es aquello que le da otro sentido a la parte a la que influye, sería el caso del
Paterfamilia que se percibe en una cadena de labores, dándole un aire superior y
transcendental. El busto o la máscara de las difuntas son esa búsqueda de perpetuar la ayuda
espiritual del genius. Para ellos había uno en cada corporación que embestía de su ideal al
grupo que lo formaba, que ya ahora no dependía solamente de la sangre, sino más de
propósitos comunes. Algo así como una providencia.

La mujer no tenía derechos, dependía del marido, pero no estaba recluida, como la griega, al
hogar. Los hijos recibían educación práctica del padre. Las viejas costumbres y saberes, en el
ámbito literario, dividen al romano en varios hombres. El religioso se vinculaba a una fuerza
mayor (religio), pius a los dioses, a los padres y mayores, a los hijos, a la patria, etc. Son
ejemplos de respeto y afecto al otro. Exigían Prietas (deber) y Officium (servicio). Las gravitas
son la importancia de las cosas a tratar. Las levitas es lo contrario, frivolidad. Lo primero se une
a la firmeza del propósito (constantia) o a la tenacidad (firmitas). Lo moderan en contra de la
seriedad extrema las comitas (atenuación), la firmeza al carácter (disciplina), industria (trabajo
arduo), virilidad y energía (virtus), ceder a los derechos propios (clementia), los gustos sencillos
(frugalitas). Son las que dieron prosperidad al romano, se resumen en la severidad a uno
mismo (severitas). Son las mores maiorum (costumbres de los antepasados). A ellas se le
agregan las leyes (Leges) y las instituciones (Instituta). Son la tradición heredada de valores de
los antepasados. Aunque los trasgresores las ignorasen no podían burlarse de ellas, porque
desata el desprecio del pueblo.

La religión romana no tenía incentivo intelectual, por eso no había teología. Estas viejas
costumbres son la razón de la subordinación romana a algo mayor (ideal, estado, religión). La
continuidad romana se debe por este respeto al pasado, sin alteraciones morales. Estas
prácticas evitaron una vida religiosa total a lo oriental, pero disminuyó el desarrollo personal al
creer en una religión con centro en el estado y su código de valores morales.

También podría gustarte