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Dificultades de aprendizaje

DA es un término general que se refiere a un grupo heterogéneo de trastornos que se manifiestan por
dificultades significativas en la adquisición y uso de la escucha, habla, lectura, escritura, razonamiento o
habilidades matemáticas. Estos trastornos son intrínsecos al individuo, suponiéndose debidos a la
disfunción del sistema nervioso central, y pueden ocurrir a lo largo del ciclo vital. Pueden existir junto
con las dificultades de aprendizaje, problemas en las conductas de autorregulación, percepción e
interacción social, pero no constituyen por si mismas una dificultad de aprendizaje. Aunque las
dificultades de aprendizaje pueden ocurrir concomitantemente con otras condiciones incapacitantes
(por ejemplo deficiencia sensorial, retraso mental, trastornos emocionales graves) o con influencias
extrínsecas (por ejemplo diferencias culturales, instrucción inapropiada o insuficiente), no son el
resultado de estas condiciones o influencias” (NJCLD, Nacional Joint Committee on Learning Disabilities,
1988).

Como explica la definición, en las Dificultades de Aprendizaje se incluyen las dificultades que en
ocasiones los alumnos presentan para el aprendizaje de la lectura, de la escritura y de las matemáticas.

Se trata de problemas que para su remisión, además del proceso de enseñanza habitual, precisan
intervención especializada y prolongada.

¿Cuáles son los principales factores de riesgo?

El diagnóstico de las Dificultades Especificas de Aprendizaje difícilmente puede hacerse antes del inicio
del aprendizaje de la lectura, escritura y matemáticas. No obstante si que es posible la prevención
temprana, por medio de factores de riesgo que manifiestan los alumnos durante la etapa de la
Educación Infantil y que actúan como verdaderos indicadores de la aparición futura de los trastornos, si
observamos alguno de estos signos debemos comenzar a valorar la posibilidad de identificar DA en el
niño:

 Retrasos en el desarrollo del lenguaje. Particularmente retrasos en el desarrollo fonológico:


deficiencias en la producción-articulación del lenguaje oral; retrasos en el desarrollo de
habilidades de conciencia fonológica y deficiencias de vocabulario.
 Retrasos en el desarrollo y la adquisición de conceptos básicos. Relacionados con hechos y
conocimientos numéricos, concepto de número, retrasos en el aprendizaje de nociones básicas
de relación, correspondencia, semejanza, inclusión, pertenencia, conservación o déficit en el
razonamiento lógico-matemático.
 Retrasos en el procesamiento activo de la información: retrasos en el procesamiento y
discriminación perceptiva visual y auditiva, fallos en la percepción y el análisis visual de formas y
letras aisladas, fallos en la percepción y análisis de los sonidos del habla.
 Déficit de Memoria de Trabajo y atención sostenida.
 Padecimiento fetal perinatal, con posibles secuelas neuropsicológicas.
DISGRAFIA
La disgrafía es un trastorno del aprendizaje consistente en ciertas dificultades de coordinación de los
músculos de la mano y el brazo, lo que impide a los niños afectados dominar y dirigir el instrumento de
escritura (lápiz, bolígrafo, rotulador...) de la forma adecuada para escribir de forma legible y ordenada.
Por lo tanto, puede definirse como un trastorno específico de la que escritura que impide escribir
correctamente.

Características de la disgrafía

La principal característica de la disgrafía es la inexistencia de trastorno neurológico o intelectual que sea


lo suficiente importante como para justificar el trastorno. En el caso de que existiese algún problema de
este tipo, entonces se trataría de algún tipo de discapacidad física o intelectual, pero no se le
consideraría disgrafía. Otras de las características que definen este trastorno son:

 Se manifiesta a través de una serie de síntomas que aparecen desde el inicio de la escolarización
y van en aumento a medida que avanza la escolarización inicial.

 Desde el inicio de la etapa escolar a los niños con disgrafía les cuesta mucho esfuerzo escribir y
lo hacen más despacio que la media de la clase.

 Se percibe en los niños una notable rigidez motora o, por el contrario, excesiva laxitud.

 Los trazos no se mantienen uniformes, sino que varían constantemente.

 Distinto tamaño en palabras y letras, incluso en el mismo párrafo.

 Los movimientos para escribir suelen ser lentos, tensos y rígidos.

 Dificultades para organizar las letras dentro de la palabra o frase.

 Falta de control en la presión del lápiz, bolígrafo u otro instrumento de escritura.

 Posturas incorrectas. El niño mantiene el tronco muy cerca de la mesa o se inclina en exceso.

Tipos de disgrafía
Existen dos grandes tipos de disgrafía: disgrafía motriz y disgrafía específica. Disgrafía motriz. Se trata
de trastornos psicomotores. El niño o niña comprende la relación entre los sonidos escuchados y la
representación gráfica de estos sonidos. Sin embargo, encuentra dificultades en la escritura como
consecuencia de una motricidad deficiente. Disgrafía específica. Se muestra con una mala percepción de
las formas y, en ocasiones, una desorientación espacial y temporal y trastornos del ritmo. Los problemas
en la escritura de estos niños se producen por un exceso de rigidez o de impulsividad, falta de habilidad,
lentitud o extrema meticulosidad.

Consecuencias para el aprendizaje


Como ocurre con la lectura, la escritura es una competencia básica, por lo que, al no poder realizarla
correctamente, estos niños pueden sufrir un descenso significativo en el ritmo de aprendizaje respecto a
la media de la clase. Además, su capacidad de comunicación con los profesores y de resolución de los
ejercicios y actividades académicas diarias queda seriamente mermada al no poder expresarse
adecuadamente a nivel escrito.

Por otro lado, el niño se fatiga mucho más que el resto de la clase, puesto que escribir supone un gran
sobre esfuerzo para él. lo que le conduce a falta de atención e imposibilidad de seguir el ritmo escolar. El
cansancio y la frustración por no poder controlar el tamaño de las letras, algo que resulta muy sencillo
para la mayoría de sus compañeros, suele provocar en el niño una consecuencia aún más negativa:
frustración por no poder seguir los requerimientos de la clase en el ámbito de la escritura que puede
desembocar en un creciente desinterés y rechazo por los estudios.

DISCALCULIA
La discalculia es una dificultad específica en el proceso de aprendizaje de las matemáticas o en
aprendizajes en los que se requiere un nivel de razonamiento determinado.

El término discalculia se refiere específicamente a la incapacidad de realizar operaciones matemáticas o


aritméticas. No guarda relación con el nivel intelectual ni con el método de enseñanza utilizado, pero sí
con otro tipo de alteraciones. Se considera una variación de la dislexia.

Se trata de personas con un coeficiente intelectual normal que presentan problemas con las
matemáticas, señas y direcciones, etc.

Hay que hacer una diferencia entre los términos acalculia y discalculia. Cuando nos referimos al término
acalculia, nos estamos refiriendo específicamente a los trastornos del cálculo cuya causa no se debe a un
deficiente aprendizaje, sino a una lesión cerebral ya en la edad adulta.

Tipos de discalculia
La mayoría de autores identifican cuatro áreas de deficiencia en la discalculia que se corresponden con
los cuatro grandes tipos comúnmente aceptados:

1. Deficiencias lingüísticas. El problema reside en un déficit en la compresión de los enunciados de


los problemas matemáticos.

2. Problemas de compresión. Dificultades para reconocer y entender símbolos, así como también
para ordenar y seriar grupos de números.

3. Problemas con las operaciones. El alumno no es capaz de seguir el ritmo medio de la clase en
las operaciones básicas y sus secuencias.

4. Problemas de atención. En este caso, se observan problemas en la copia de figuras geométricas


y símbolos operacionales.

Como ocurre con cualquier trastorno del aprendizaje, la detección temprana de este problema es
crucialpara su corrección y, si es necesario, introducir al niño en algún programa para alumnos con
necesidades educativas especiales (NEE).

De causa desconocida, aunque la mayoría de expertos se decantan por factores neurobiológicos,


los síntomas de la discalculia pueden empezar a presentarse a partir de los 6 años, aunque lo normal es
que se hagan evidentes sobre los 8 años, existiendo casos de niños que no han sido diagnosticados
hasta los 9 0 10 años e incluso más.

Cómo detectar la discalculia


El diagnóstico de este problema es relativamente sencillo, puesto que los alumnos afectados presentan
todos o algunos de los siguientes síntomas:

 Su capacidad para el cálculo se sitúa bastante por debajo de la media para su curso escolar o
edad.

 El trastorno interfiere claramente en su rendimiento escolar general o, como mínimo, en las


actividades que requieran la realización de cálculos u operaciones matemáticas básicas.

 Problemas para entender conceptos como cantidad, número o transcripción gráfica.

 El niño no es capaz de establecer relaciones número-objeto.

 Problemas con los sistemas de numeración, que se acrecientan a medida que las cantidades
son mayores.

 El alumno no es capaz de memorizar el grafismo de cada número, por lo que tiene muchas
dificultades para reproducirlo.

 Escritura en espejo de las cantidades.

 Confusión de dígitos.

 Problemas al automatizar sumas y restas, aunque normalmente comprende el mecanismo.

 Le cuesta mucho memorizar las tablas de multiplicar.

Bibliografía

[1] «REDCENIT,» 29 Abril 2014. [En línea]. Available: https://www.redcenit.com/dificultades-del-


aprendizaje-da/.

[2] «Universidad Internacional de Valencia,» [En línea]. Available: https://www.universidadviu.com/los-


distintos-tipos-de-disgrafia-caracteristicas-y-consecuencias-para-el-aprendizaje/.

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