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NORMAS CRISTIANAS – Aprobar

VOTO
14 – 933 VOTADO: Aprobar las
recomendaciones para la participación en los cultos, según se
presenta

RECOMENDACIONES
Para la participación en los cultos y la vestimenta

Para preparar, oficiar, dirigir o participar en programas religiosos dentro del recinto sagrado
(Iglesia).

“Pesa sobre nosotros como pueblo un terrible pecado, porque hemos permitido que
los miembros de nuestras iglesias vistan de una manera inconsecuente con su fe. Debemos
levantarnos enseguida y cerrar la puerta a las seducciones de la moda. A menos que lo
hagamos, nuestras iglesias se desmoralizarán” (Testimonios para la Iglesia, Tomo 4, p.
640).

1.- Actitud solemne y reverente.


2.- Evite platicar.
3.- Use su mejor ropa para el sábado, de preferencia ropa formal.
4.- En caso de uso de maquillaje, debe ser sencillo y leve.
5.- Si va a participar en la dirección del culto o alguno de los programas utilice ropa formal,
se recomienda a las hermanas usar vestido o falda por debajo de la rodilla y blusa, no
ajustadas, no transparentes, no escotes, o sin manga.

La participación en cualquier programa de la Iglesia, es un privilegio que requiere


preparación espiritual, no menos importante es la elección de la indumentaria que hemos
de utilizar para presentarnos ante el Rey del Universo.

“El Dios del cielo, cuyo brazo mueve al mundo, quien nos dio vida y salud, nos ha
dado evidencia de que puede ser honrado o deshonrado por la vestimenta de los que
ofician ante Él. Dio indicaciones especiales a Moisés en cuanto a todo lo relacionado con
su servicio. El dio instrucciones aun acerca del arreglo de sus casas, y especificó qué
vestimenta debían usar los que habían de ministrar en su servicio. Habían de mantener el
orden en todo y especialmente mantener la limpieza” (Ibid, Tomo 2, p. 540).

“Dios indicó que quería, en el corazón de la obra, hombres que corrigiesen el estado
de las cosas que existía allí y que permaneciesen como fieles centinelas en su puesto del
deber” (Ibid, Tomo 4, p. 90).

Se recomienda que se dé orientación en las iglesias y que los líderes, de manera prudente,
con tacto, amor y con el espíritu de Cristo, orienten anticipadamente a quienes oficiarán
algún servicio en el templo.

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