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CLAVE: 4140
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ÍNDICE
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Subgéneros Literarios
Subgéneros Líricos
Subgéneros Épicos
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a los personajes, sino también lo que piensan y sienten, como evolucionan
espiritualmente y como influye en ellos la sociedad donde viven.
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1.1. EL DRAMA COMO GÈNERO LITERARIO.
Drama
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reconocidos como tales desde el Renacimiento Obras de dramaturgos como
Pedro Calderón de la Barca, dentro del Siglo de Oro Español, y Antón Chéjov, a
principios del siglo XIX y principios del XX en Rusia, abrió la discusión de dos
nuevos géneros dramáticos: el auto sacramental y la pieza, que pasaron a formar
parte, el primero, de los géneros simbólicos y, el segundo, de los realistas. El siglo
XX y uno de sus escritores más emblemáticos, el alemán Bertolt Brecht,
aportarían un nuevo género dramático en lo que dio en llamarse la obra didáctica;
que, si bien tuvo sus primeras expresiones en los autos sacramentales de los
autores del Siglo de Oro Español, con Brecht encontró temas no sólo religiosos,
sin perder el ingrediente moral (moraleja) que le caracteriza.
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-tragedia: su función es producir la purificación de alma y espíritu al ver un
hecho sumamente desgraciado, porque eso causa una empata con el protagonista
y este espectador al ver el hecho desgraciado también recuerda sus penas y
dolores y libera eso con el llanto y la utilización del elemento trágico.
Literatura y teatro
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obras que reflejan la cotidianidad de la Mérida estudiantil y según sus dichos,
obras en proceso, casi películas, de todo esto que está ocurriendo en nuestro país
convulsionado. De manera pues, hallándonos en un encuentro de artífices de la
palabra, a él, como ponente de una inteligente disertación sobre el teatro y la post-
modernidad, le digo: Dramaturgia y Literatura, ¿qué nos acotas?: "Definamos que
es Teatro, porque la Dramaturgia depende de algo que se llama Teatro y el Teatro
no es Literatura, el Teatro es una especialidad. La obra de un escritor no se
convierte en Teatro. La obra del escritor es un peldaño que después tiene que
pasar por unas alcabalas para convertirse en Teatro. Esa especialidad, esa
palabra, pensada por el escritor en su gabinete, en soledad, pasa una serie de
transformaciones para convertirse en carne y hueso, para devenir en acción, en
movimiento, que es la esencia del Teatro. En Latino América estamos observando
un cambio profundo de la óptica del Teatro, estamos siendo atravesados, aunque
no nos pertenezca en el tiempo, por el fenómeno de la post-modernidad donde el
texto pasa a un quinto plano, todo se vuelve signo, se rejuela el pasado y se
reconstruye el texto. Es tan importante como el texto, las luces, la música, el
vestuario, la puesta en escena. La Post-Modernidad ha definido lo que es el teatro,
¿qué es lo que pasa entre un actor y el espectador?". Hablando con gente que
trabaja en esta especialidad, según tus palabras, específicamente con artistas
sumergidos en los nuevos comportamientos artísticos como el Arte Accional, he
oído afirmaciones contundentes, he oído que el Teatro ha muerto. ¿Qué nos dices
sobre eso?: "El Teatro seguirá vivo, porque el Teatro es el Hombre. El Hombre
siempre necesitará una acción, unos actores. La palabra jamás morirá, cambiará
de lugar, tal vez. El Arte Accional y todos esos experimentos de la vanguardia son
impuestos por la moda. La vanguardia ha hecho eso toda la vida y nunca eso ha
fenecido el Teatro, y eso es una de las búsquedas de la vanguardia. La vanguardia
nunca se va detener ahí. El Teatro seguirá siendo como es la Ópera, como es la
Música, como son las Bellas Artes, una instancia, desgraciadamente muy elitesca.
El Teatro nunca perecerá, es imposible". Sin embargo, digo yo, en el Arte Accional
vemos fundidos la Plástica, la Danza, el video, el Teatro, la Música, etc., como un
producto artístico nuevo: "Esa vanguardia es una moda inventada por los
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periodistas, los investigadores y los críticos de arte, llega un momento donde no
tienen nada que investigar porque ya consiguieron todo. En el siglo XVI la Ópera
fue el más grande invento del mundo, era canto, teatro, escenografía, coreografía,
era más ambiciosa que esta vanguardia y con la Ópera le cantaron las mañanitas
al Teatro y era mentira. Las vanguardias, ahora, plantean la muerte al Teatro
utilizando elementos parateatrales para declarar esa muerte. Esa vanguardia llega
un momento dado que no tiene nada que presentar, porque todo lo han hecho y
ahí comienzan a fenecer, porque no tienen un lenguaje propio, porque se nutren
de una rapiña de otros lenguajes. El Teatro seguirá teniendo su propio lenguaje,
con su público, con sus actores. La pregunta sería ¿Cual es la vanguardia que le
corresponde a Latino-América?". Freddy, así como para terminar, de estos temas
he hablado, bastante, con mis amigos y hemos entresacado que la post-
modernidad pasó de moda, quizá, a lo sumo, hablaríamos de contemporaneidad:
La post-modernidad tiene más de 40 años, pero como vamos a hablar de post-
modernidad nosotros que tenemos más del 80 por ciento de la población en
miseria, que ni siquiera lee. Como vamos a hablar de post-modernidad como sí
estuviésemos en Europa. Nosotros tenemos que vivir nuestro propio proceso, no
podemos ir a la saga. De que trans-modernidad voy hablar yo, necesito un
discurso de otro tipo, quizá ir a un teatro de la palabra para explicar al espectador
este fenómeno de la contemporaneidad venezolana, terrible, que es el
enfrentamiento, de la lucha de clases.
Genero Lírico Oda (Del griego, odé, ‘canto’), Las odas eran originalmente
poemas para ser cantados con el acompañamiento de un instrumento musical. De
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tono elevado, estaba destinada a exaltar la vida de un individuo, a conmemorar un
hecho importante o a describir la naturaleza de manera más intelectual que
emocional. n Grecia, existían dos tipos de odas: las corales y las cantadas por una
sola voz (monodia). Las primeras, elaboradas según los movimientos del coro en
el drama griego, tenían una estructura triádica: la estrofa, la antiestrofa y el epodo,
este último con ritmo y forma diferente de las dos partes anteriores. El máximo
representante de la oda coral es Píndaro, cuya obra incluye 45 odas que
conmemoran, entre otras celebraciones, los Juegos Olímpicos. Poetas como el
italiano Bernardo Tasso y el español Garcilaso de la Vega buscan imitar a Horacio
a través de una fórmula poética que sustituya a la canción petrarquista. Gracias a
la influencia de Garcilaso en España se difunde la lira (véase Versificación),
estrofa de cinco versos endecasílabos y heptasílabos que a su vez origina el
surgimiento de formas mixtas como la canción alirada, con variantes que abarcan
entre cuatro y nueve versos. Merece citarse la ‘Oda a la vida retirada’ de fraile Luis
de León. Pero existe otro tipo de estrofa, más próxima a Horacio que la lira de
Garcilaso: es el cuarteto-lira, combinación de cuatro versos endecasílabos y
heptasílabos con rima cruzada (AbAb) o abrazada (AbBa. Variantes del cuarteto-
lira son la estrofa sáfica y la estrofa de la Torre. A la primera pertenece la "Oda
Sáfica" de Esteban Manuel de Villegas (1589-1669), cada una de cuyas cinco
estrofas abarca tres endecasílabos sáficos (con acento rítmico normalmente en la
primera sílaba y forzosos en la 4ª, 8ª y 10ª), sueltos, y un pentasílabo:
"Dulce vecino de la verde selva, / Huésped eterno del abril florido, / Vital
aliento de la madre Venus, / Céfiro blando; / Si de mis ansias el amor supiste, / Tú,
que las quejas de mi voz llevaste, / Oye, no temas, y á mi ninfa dile, / Dile que
muero."
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Entre los poetas contemporáneos autores de odas —y sus variantes— se
encuentran Miguel de Unamuno, Pablo Neruda (Alberto Rojas viene volando,
Odas elementales), Blas de Otero, Ricardo Molinari, Federico García Lorca y
Jorge Luis Borges, quien, en su ‘Oda escrita en 1966’, combina tres estrofas, dos
de 10 versos y una de 16, con un terceto que cierra el poema a manera de epodo:
Canción
Texto corto, lírico o narrativo, acompañado de música. La música a menudo
reproduce el sentimiento del texto e intenta subrayar su contenido emocional.
Suele ser un poema con música. En su acepción moderna, el término canción
suele limitarse a las composiciones para una o dos voces, frecuentemente con
acompañamiento instrumental. Se distingue de la canción folclórica. Sin embargo,
es necesario conocer aquel estilo para indicar el trasfondo sobre el que se
desarrollaron las formas más complejas. Las canciones folclóricas son
básicamente composiciones comunales. En Occidente invariablemente están
forjadas en formas de repeticiones de versos como la balada, en la que se usa
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una única melodía una y otra vez para poner música a una serie de estrofas de
versos. Fragmento de Así te quiero yo.
Así te quiero yo / con el más puro amor / con el más puro amor / Así te
quiero yo / con el más puro amor / eso siente por ti / mi sincero corazón. / También
dudas de mi / quizás tengas razón / por que a ti te han pagado / te han pagado
con traición. /
Cantata
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escenario ni vestuario y por la falta de una acción en escena. En el siglo XIX, los
límites entre la cantata, la ópera y el oratorio se volvieron más borrosos, de modo
que obras dramáticas como el Caractacus de Edward Elgar o una obra próxima al
oratorio, Belshazzar's Feast (El festín de Baltasar) de William Walton también
podrían ser descritas como cantatas. La Cantata profana de Bartók y la cantata
Alejandro Nevski, compuesta por Prokófiev para el filme del mismo título del
cineasta ruso Serguei Eisenstein, son excelentes ejemplos en el siglo XX.
Madrigal
Los madrigales de la etapa media solían ser polifónicos (dos o más partes
de voces independientes), más expresivos y, a menudo, más imitativos en lo
musical o descriptivos de los sonidos humanos y de la naturaleza. Los
compositores comenzaron a preferir las texturas de cinco o seis partes a las de
tres y cuatro voces. Los flamencos Adrián Willaert, Philippe de Monte y Orlando di
Lasso destacaron como compositores de madrigales de esta etapa media. Los
madrigales de la etapa tardía solían utilizar progresiones armónicas audaces y
cromatismos (el uso de las notas cromáticas en general sirve para conducir una
melodía o pieza musical de una tonalidad a otra) con el fin de producir efectos
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dramáticos o emocionales intensos. También utilizaban con frecuencia la voz
solista, a menudo de una manera virtuosa (de gran maestría técnica). Los
compositores de madrigales de este periodo tardío fueron los italianos Luca
Marenzio, Carlo Gesualdo y Claudio Monteverdi.
Fragmento de Madrigal.
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Dolora
Rima
Mientras se sienta que se ríe el alma sin que los labios rían / Mientras se
llore sin que el llanto acuda a llenar la pupila / Mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan / Habrá poesía
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Epigrama
En literatura, observación mordaz, aguda y concisa, generalmente escrita en
verso. Los epigramas de la Grecia antigua eran inscripciones hechas en tumbas o
estatuas. Además de los epigramas funerarios y votivos, se conservan otros que
reflexionan sobre los objetos y asuntos ligados con la escritura, entre ellos uno
que alerta sobre la amenaza de la "carcoma, enemiga de las Musas". Los poetas
latinos, entre ellos Catulo, Juvenal y especialmente Marcial, desarrollaron el
epigrama como una breve sátira en verso que acaba con alguna expresión
punzante. En la literatura española, la proximidad del epigrama con el epitafio se
revela en el soneto de Góngora Inscripción para el sepulcro de Dominico Greco o
en Inscripción en cualquier sepulcro de Jorge Luis Borges. Durante el manierismo,
lo epigramático aparece como una de las formas de la agudeza que, como dice
Baltasar Gracián en su Agudeza y arte de ingenio, predomina entre los españoles,
frente a la erudición de los franceses, la elocuencia de los italianos y la invención
de los griegos. "El que es nacido para un epigrama no es decente para un
sermón", concluye en otro momento Gracián. Aunque no siempre se haga
mención al género, hay poemas que por su concisión y agudeza participan
también del epigrama: es el caso de Ángel González (¿Recuerdas que querías ser
Narciso?: "Pequeña estrábica,/ tú no te preocupes;/ contempla el mundo y rompe
los espejos"); las greguerías de Ramón Gómez de la Serna; los "membretes" de
Oliverio Girondo. En su novela Vitrina pintoresca, Pío Baroja registra las
inscripciones en las paredes y en las muestras de tiendas. Borges hace algo
semejante con las "inscripciones de los carros". Pintadas en paredes y retretes,
los grafitos, síntesis anónima de los hechos e ideas de distintas épocas, deben
clasificarse dentro del género epigramático, desde los encontrados en Pompeya
hasta los más recientes. En Inglaterra, sobresalen John Donne, Jonathan Swift,
Alexander Pope, este último creador en el siglo XVIII de una forma de pareado
epigramático, y Oscar Wilde. En Francia, Voltaire y Nicolás Boileau-Despréaux. En
Alemania, G. E. Lessing. El epigrama también se encuentra en las literaturas china
y japonesa. Puede aplicarse el término a cualquier aforismo, dicho popular y hasta
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ciertos ejemplos de cuentos brevísimos como los de Augusto Monterroso: "Hoy me
siento bien, un Balzac; estoy terminando esta línea" (En Fecundidad).
Las dos fuentes clásicas del soneto son el italiano o petrarquista y el inglés
o shakesperiano. El Cancionero de Petrarca incluye 317 sonetos dirigidos a su
amada Laura. El soneto petrarquista tuvo seguidores en Italia (Torquato Tasso) y
se difundió también en otros países europeos: Portugal (Luís de Camões; Francia
(Pierre de Ronsard, Joachim du Bellay y otros miembros del grupo conocido como
la Pléyade); España. Fueron Boscán y Garcilaso de la Vega los encargados de
arraigar el soneto, aunque ya el marqués de Santillana había escrito 42 sonetos
hechos al itálico modo, utilizando en los cuartetos la rima ABAB, con lo que se
apartaba de la norma habitual en el soneto petrarquista (ABBA).
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Nervo, Leopoldo Lugones, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado y Jorge
Guillén.
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Eduardo Chicharro, en La plurilingüe lengua (1945-1947), ofrece la variante
humorística y paródica del soneto, valiéndose en algunos casos del ritmo
ascendente y enumerativo y, en otros, de una variante singular del estrambote,
como en el nº XLI:
Romance
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En los siglos XVI y XVII el romance se introduce también en otros géneros,
como el teatro, sobre todo con Lope de Vega. Entre sus romances hay uno,
incluido en La Dorotea, que, tal vez, sea uno de los más populares de la literatura
española, e inicia así:
Balada (literatura),
En la antigua poesía francesa, forma poética que por lo general abarca tres
estrofas de ocho versos (véase Versificación) con una estrofa final de cuatro
versos, a manera de conclusión, llamada envoi, ‘envío’, que incluye una
dedicatoria personal a una persona importante o a un ser personificado. Con
algunas variaciones, los versos de cada una de las tres estrofas iniciales
responden a la rima ababbcbC; los de la estrofa final, a la rima bcbC.
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Originalmente escrita para ser acompañada por música, el origen de la
balada parece remontarse a las fuentes medievales italianas y provenzales. La
forma se elaboró por primera vez en la obra del poeta y compositor francés del
siglo XIV Guillaume de Machaut, y los ejemplos mejor conocidos pertenecen a
poetas franceses del mismo siglo y del siguiente, sobre todo François Villon y
Carlos de Orleáns.
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Letrilla
Copla
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Cantar
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Otra de las características es la extensión. Está formada por muchos versos
que se organizan en cantos o libros. Las partes en que está dividida son:
proposición, invocación, exposición y narración.
Fragmento de la Iliada.
Poema Histórico
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determinado. El análisis del historicismo que Karl Raimund Popper hizo en su obra
La miseria del historicismo (1957) se convirtió en un influyente, y discutido,
paradigma de la crítica contra el sentido de esta corriente.
Este fragmento del Popol Vuh, libro maya del siglo XVI y vertido al español
en el XVIII, narra el origen del mundo. A través de él se conoce la cosmogonía y
mitología del pueblo maya.
Poema Burlesco
Poema basado en la forma literaria que busca desvirtuar los valores de las
obras literarias en las que se basa por medio de la exageración ridícula de sus
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temas, personajes o argumentos. Como sucede con la sátira, aparece bajo dos
formas: la épica burlesca, en la que un tema trivial se trata con grandiosidad, como
en algunas partes de Los Cuentos de Canterbury, de Geoffrey Chaucer, y la mofa,
en la que un tema serio se trata de modo frívolo, como en Don Quijote, de Miguel
de Cervantes. El género burlesco es confundido a menudo con otras dos formas
de sátira, la farsa y la parodia. La parodia es una imitación burlesca de una obra o
del estilo de un autor en particular; la farsa es una pieza dramática escrita con el
objeto de hacer reír.
Parábola
Nombre dado por los retóricos griegos a una ilustración literaria, cuya
verosimilitud se realiza estableciendo un vínculo entre la ficción narrada y la
realidad a la que remite. Puede considerarse una forma de alegoría. Las parábolas
del Nuevo Testamento tienden a iluminar una verdad espiritual a través de un
relato breve de la vida cotidiana de la época. Muchos escritores modernos han
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recurrido a la parábola para comunicar un mensaje moral, reelaborando en ciertos
casos parábolas evangélicas, como ocurre con el escritor brasileño Raduan
Nassar en Labor arcaica. Theodor Adorno ha destacado el carácter parabólico de
la narrativa de Franz Kafka. Basta pensar en El proceso o El castillo.
Fábula
Son famosas las fábulas de Esopo, escritor griego del siglo VI a.C. y de
Fedro, fabulista latino del siglo I a.C. Ambos autores tuvieron gran difusión en la
edad media, sobre todo el primero a través de los Ysopetes. Su influencia puede
rastrearse, combinada con los cuentos de origen oriental, en el arcipreste de Hita.
El monje bizantino Máximo Planudio realizó en el siglo XIV una compilación de las
Fábulas de Esopo. El Panchatantra es una colección sánscrita del siglo III que fue
traducido a más de 50 idiomas.
En Francia hubo una gran producción de fábulas entre los siglos XII y XIV,
de las que pueden citarse las de Marie de Francia y la colección de historias de
animales titulada Roman de Renart, antecedente del relevante papel del zorro en
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la literatura fabulística. De los siglos posteriores, se destaca la obra de Jean de la
Fontaine, cuyas fábulas se publicaron a finales del siglo XVII.
Leyenda
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propiamente dicha en el énfasis de la narración y en su finalidad, que siempre es
de tipo didáctico o nacionalista, para dar confianza a un pueblo en sí mismo en
momentos en que se necesita ardor y seguridad para enfrentarse a una situación
nueva y peligrosa. Por otro lado, a diferencia del mito (véase Mitología), que se
ocupa de los dioses, la leyenda retrata en general a un héroe humano, como
ocurre en el caso de la Iliada y la Odisea (véase Homero), la Eneida (véase
Virgilio)o el Cantar de mío Cid. Son legendarias también las historias que nutrieron
muchas novelas de caballería durante la edad media y que han servido de fuente
a escritores de épocas posteriores: así ocurre con la leyenda del rey Arturo, con
Carlomagno y con el alquimista alemán Fausto.
De Ricardo Palma.
Novela
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relatos y anécdotas en prosa contenidos en su Decamerón. Ahora bien, como
género es el resultado de la evolución que arranca en la epopeya y sigue con el
romance.
Cuento
Relato
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mayor proximidad y da sensación de intriga y ambigüedad en lo narrado. Aunque
la narrativa suele relacionarse directamente con la novela, guarda una estrecha
relación con los poemas, la biografía, la crónica, o los libros de memorias y
ensayos. También tiene que ver con la comunicación en general; de hecho no todo
el mundo cuenta igual las cosas, es decir, que cada persona narra de manera
diferente, tiene una narrativa propia. Es un término que también se aplica al cine,
la radio, la televisión y los periódicos.
GRECIA
El teatro y el drama vinculado a la relación de los mortales con los dioses y el cosmos.
Los ditirambos
Forma inicial del teatro griego. La dramaturgia moderna consiste en diálogos entre
individuos. En la tragedia antigua griega, inició como una simple conversación de un actor
y el coro. Originalmente el ditirambo es un himno coral cantado por un grupo de 50
hombres o niños en honor al Dios Dionisios. Se presupone que un miembro del coro
empezó a cantar de forma separada del coro dando origen al drama. Era acompañado
de danzas y por música de flauta.
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La tragedia
Es una obra de asunto terrible y desenlace
funesto, en la que intervienen personajes
ilustres o heroicos que se enfrentan con un
destino fatal. La gran época de la tragedia
corresponde a la Grecia y la Roma clásicas
(Esquilo, Sófocles, Eurípides, Séneca...),
renaciendo luego en Inglaterra (Shakespeare) y
en la Francia del Renacimiento (Corneille,
Racine). En un sentido mas moderno, el
destino trágico ha venido a ser reemplazado
por algún error del personaje (que bien puede
ser popular o de cualquier rango), por su
debilidad moral o por presiones sociales.
La sátira
También conocida como drama satírico. En la
Antigua Grecia, son obras farcescas que
formaban parte de la Teatralogía en los
Festivales de Teatro (tres tragedias y una
sátira) y que servían para comentar o burlarse
de forma burda de las tres tragedias que la
acompañaban. Estas obras eran
acompañadas por vigorosas danzas,
escandalosa diversión e indecente lenguaje y
gestos. En un concepto mas moderno, es
cualquier obra cuyo sarcasmo e ironía son
usados para ridiculizar o lasRepresentacián moderna de tragedia griega
atacar
pretensiones de políticos, gobierno, o la Medea
sociedad.
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La comedia
Género dramático contrapuesto a la tragedia.
Su desenlace siempre es placentero y optimista
y su fin es conseguir a través de la risa del
público, el reconocimiento de ciertos vicios y
defectos, la crítica a determinadas personas e
instituciones; el enredo y equívoco de las
situaciones, con un final feliz. Su plenitud la
alcanzó en Grecia en el siglo V a.c. y sus
autores más característicos fueron Aristófanes
y Menandro.
Drama Aristotélico
Conocico como drama de crisis, es un estudio
sistemático realizado por Aristóteles sobre
estructura de la tragedia y la comedia clásica.
Mayores detalles se pueden referir a la entrega
anterior (septiembre: Crítica Dramática)
ROMA
El teatro como una forma de entretenimiento. La Roma Imperial toma el modelo griego y
lo ajusta a sus intereses.
La comedia
Continúa la tradición de la comedia griega pero de forma más burda. Los argumentos
giran en torno a un chico que quiere enamorar a una chica cuyos familiares se oponen. A
través de una serie de enredos, finalmente la pareja logra reunirse.
La tragedia
Argumentos y situaciones tomadas de la tragedia griega pero con grandes dosis de
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violencia en el escenario. La mayoría del drama trágico romano se escribió para ser leído
en vez de ser montado.
El entretenimiento popular
Conocido por todos como el circo romano y
sus famosas matanzas de los cristianos y
prisioneros, eran parte del entretenimiento
teatral de la época.
El mimo
Originalmente, los mimos eran actores
quienes interpretaban popularmente
cualquier forma de drama farsesco
hablado. El énfasis se centraba en el
desarrollo de los personajes en ves del
argumento. Se cree que los mimos
mantuvieron viva la tradición teatral durante
la edad media. En un sentido mas
Los romanos inventaron nuevas tipos de
moderno el término se refiere a un actor
teatro,
cuya narración se basa enteramente en
como el mimo y la pantomima, donde un
gestos y movimientos.
actor danzaba
y contaba una historia sin hablar mientras
La pantomima que otros cantaban y tocaban la música.
Del latín pantomimus que significa "actor
de muchas partes" donde una historia
cantada era interpretaba por un actor a
través de bailes, movimientos y expresión
corporal. A través del tiempo el término ha
venido a ser sinónimo de mimo.
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EPOCA MEDIEVAL. (Siglos V – XV)
El teatro y el drama prohibido por la Iglesia Católica y su resurgimiento con carácter
religioso.
Drama episódico
El drama medieval produce una estructura disímil de la estructura hasta entonces en
boga: el drama aristotélico. Entre las características mas sobresalientes de esta forma se
mencionan una estructura mas variada que la aristotélica, muchos personajes, mas de un
argumento, cambios bruscos de lugar y tiempo, mezcla de lo cómico y lo trágico,
personajes alegóricos.
Lírico
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II.1 ORIGEN, FILOSOFIA Y POÈTICA DE LA TRAGEDIA
GRIEGA.
Renovación del arte dramático que sucede en otros países gracias a la obra
El origen de la tragedia griega
En el año 334 a.C. Aristóteles postuló que la tragedia (mediante una serie
de circunstancias que suscitan piedad o terror) es capaz de lograr que el alma se
eleve y se purifique de sus pasiones.
Sus temas, sin duda grandilocuentes, no solo no han perdido vigencia, sino
que además adoptan otro significado y se materializan continuamente, en los
distintos sucesos que padece la humanidad.
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Los griegos fueron los creadores de la tragedia. En un principio, le
confirieron un profundo sentido religioso, ya que la obra trágica nació como
representación del sacrificio de Dionisios (Baco) y formaba parte del culto público.
Los teatros debían edificarse en las inmediaciones del templo del dios. Los
actores y cantores eran considerados por los sacerdotes, personajes inviolables y
sagrados.
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El primer trágico fue Tespis, que triunfó en el ano 536 a.C. en el Primer
Concurso Trágico instituido por Pisístrato para las grandes dionisíacas (fiestas que
se celebraban durante los primeros días de abril y que duraban 6 días). Tespis
reemplazó el pintarrajeo grosero de los coreutas por una máscara de género
estucado. Las máscaras representaban las facciones de los distintos personajes.
Las más primitivas estaban hechas de corteza de árbol luego de cuero forrado con
tela y finalmente, de madera.
Características
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Tanto en un aspecto como en otro, la representación será el vértice del
debate. No es casual, por ejemplo, que la figura más relevante de las obras
clásicas sea la de los reyes. Esto se debe a que ellos representaban los blancos
más visibles de la sociedad, y en consecuencia, eran los más susceptibles, ya que
la vida privada de los monarcas, en un espectáculo público pertenecía a todo el
mundo.
Desde luego que tampoco faltaron los "intereses creados". En los teatros,
en primera fila y en los palcos de honor, había un gran sitial destinado al sacerdote
del dios.
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Al entrar al teatro los espectadores entregaban a los revisores una ficha de
hueso o de marfil, que con anterioridad habían comprado en la taquilla a un
empresario, y que indicaba el sitio que debían ocupar. El público podía, si quería,
aplaudir la obra o silbar en señal de desagrado.
Sin duda, tres de los trágicos más grandes de la historia de la literatura son
Esquilo, Sófocles y Eurípides. Cada uno, imbuido por los sucesos de su tiempo
supo plasmar en sus obras las emociones, las angustias, las dudas y las pasiones
de los hombres de su época, con exquisito talento.
Prometeo encadenado
Troyanas
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Eurípides vivió en una época de la cultura griega dominada por una
profunda crisis. Esta crisis puso en peligro, y en algunos casos llegó a destruir, los
valores que hasta ese entonces habían sido considerados como inmutables: el
Estado, la cultura y la religión. Vivió en el momento más crítico de la evolución
histórica de Grecia, durante la Guerra del Peloponeso.
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Los antiguos le atribuyen El ideal jónico se ocupó también de estudiar las
costumbres de otros pueblos, llegando en algunos casos, a conclusiones
relativistas sobre el valor de lo bueno y lo malo, lo decente y lo indecente, lo justo
y lo injusto. Otra característica propia de este espíritu fue el inicio de la reflexión
sobre el hombre como tal, el investigarse a sí mismo. Sin duda fue un movimiento
revolucionario para la época, con el que Eurípides logró identificarse y mediante el
cual pudo ir tejiendo la trama de sus obras. Podría decirse que la generación a la
cual perteneció este gran dramaturgo fue una generación "quemada", llena de
desengaños.
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Aristófanes fue el gran opositor de Eurípides, pues veía en el poeta trágico,
al representante típico y el portavoz de las "nuevas ideas" que invadían y
contaminaban al mundo ateniense.
La exquisita educación que recibió nos permite suponer que su familia era
acomodada (Eurípides fue el primer intelectual griego que dispuso de una
biblioteca particular). Era un espíritu melancólico, poco amigo de las multitudes, y
del bullicio de la vida mundana. Pasaba largas temporadas en una cueva de
Salamina, isla donde sus padres tenían algunas propiedades.
Sin embargo, este ostracismo "auto-impuesto" no le impidió seguir con suma
atención los hechos de su tiempo. Fue un lector apasionado de los grandes
filósofos de la época: Arquelao, Anaxágoras, Pródico, Georgias, etc. Y al parecer
fue muy amigo de Sócrates, del que ciertos testimonios dicen que colaboró en la
elaboración de algunas de sus tragedias. Hacia el final de su vida, el poeta recibió
la invitación del rey Arquelao de Macedonia, aunque poco y nada se conoce de su
paso por la corte.
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cuando ya todos creían que no había solución o bien, para justificar la conducta de
un personaje dentro de la obra).
Podemos observar en las obras de Eurípides, un marcado racionalismo. La
tragedia eurípidea deja traslucir cierto perfil del autor como magnífico psicólogo de
su época. Pues supo penetrar en lo más recóndito del corazón humano, hurgando
en sus miserias y sus pasiones. Pareciera que sus héroes han perdido por
completo la confianza en sí mismos; dan un paso adelante, para retroceder luego
dos pasos atrás.
Hay en sus obras un alto grado de realismo psicológico; los grandes héroes
de la mitología se convierten en las tragedias de Eurípides en hombres tal cual
son, con virtudes y falencias.
Edipo Rey
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espirituales de la Grecia clásica del siglo V a.C., cuando Atenas se hallaba en su
máximo esplendor político, económico y cultural.
Hijo del acaudalado Sifilos, cuando solo contaba con 16 años llegó a ser
encargado de dirigir un canto de gracia a los dioses por la victoria de la batalla de
Salamina, contra los persas. Posteriormente se desempeñó en distintos cargos
oficiales. En el 440 a.C. fue elegido como uno de los 10 estrategas o jefes
militares del Ejército ateniense, y en calidad de tal participó de varias
expediciones. Fue un estrecho colaborador del gobernante Pericles y del
historiador Heródoto. Además asumió dignidades religiosas.
De todos modos, su reputación se sustentó fundamentalmente en la actividad
teatral, a la que se dedicó toda su vida. En el 448 a.C. derrotó por primera vez al
ya anciano Esquilo en el festival dramático anual. Obtuvo la victoria, cuanto menos
en otras veinte oportunidades.
Cabe destacar que el teatro de Sófocles siempre fue fiel a una determinada
concepción del mundo, según la cual éste se halla regido por leyes eternas,
encarnadas en sus obras por los dioses, a las que los hombres se encuentran
sujetos. A diferencia de Esquilo, no centró su teatro en la inexorabilidad del
destino, sino que destacó la capacidad humana para asumirlo y llevar una vida
ligada a principios éticos. Para él no existía conflicto entre la necesidad cósmica y
la libertad individual. La mayoría de sus personajes (Electra, Antígona, etc.)
ilustran la tesis de que es preciso soportar con nobleza las adversidades y los
sufrimientos; y realzan la grandeza de la voluntad que se enfrenta a las
consecuencias.
44
Los protagonistas son de carne y hueso. No luchan contra los obstáculos
exteriores o la fatalidad, sino contra las debilidades del corazón. Sin embargo,
pese a todo, el idealismo de Sófocles, muchas veces influenciado por los héroes
homéricos, fue capaz de crear adalides más que convincentes.
Sófocles murió en Atenas en el 406 a. C. Fue elogiado por Aristóteles que hizo de
su obra el modelo de la tragedia clásica, como el mayor de los dramaturgos
griegos. Su obra puede considerarse la fuente de todo el teatro occidental.
TEATRO ROMANO
Las farsas atelanas surgen entre los oscos y son pequeñas representaciones
bufas basadas en la vida cotidiana y en la que aparecen tipos fijos representados
por actores no profesionales cubiertos por máscaras: el viejo estúpido (Puppus), el
jorobado (Dosenus), el glotón (Buccus), y el joven atolondrado (Maccus). Cuando
por influencia de la helenización de la escena romana comienzan a representarse
45
tragedias, las atelanas pasan de ser un género dramático menor a representarse a
continuación de las mismas como exodium.
El mimo era representaciones en que las tanto hombres como mujeres sin
máscaras daban vida a escenas de la vida diaria partiendo de un texto en prosa.
En la evolución del teatro romano va adquiriendo cada vez mayor popularidad,
desplazando a las atelanas en el exodium de las tragedias.
TRAGEDIA
46
Fábula praetexta: tragedia cuyo tema se basa en la leyenda o en la historia
romana. Toma el nombre de la toga orlada que llevaban los hombres ilustres en
Roma.
COMEDIA
47
La fabula palliata está en cambio magníficamente documentada en las
obras de los dos grandes cómicos de los primeros siglos de la República: Plauto y
Terencio. La comedia dejó prácticamente de escribirse y representarse en el siglo I
a. de C., ante la competencia del mimo que había ido evolucionando hacia un tipo
de farsa licenciosa, con gran número de personajes y que llegó a ser
extraordinariamente popular.
Aunque la mayor parte de las obras dramáticas que nos han llegado están
basadas en originales griegos, sin embargo la libertad en el trabajo de adaptación
es total. Los autores latinos no sólo introducen situaciones nuevas y referencias a
su momento histórico, sino que también utilizan en una misma obra argumentos
de distintos originales griegos e incluso escenas de autores distintos. Este
procedimiento se conoce con el nombre de contaminatio y es particularmente
visible en las comedias de Plauto y Terencio.
LA COMEDIA
Características generales
48
aproximadamente entre el 325 y el 263 a. de C. Los máximos representantes de
esta Comedia Nueva son Dífilo, Filemón y Menandro. Era una comedia de
costumbres que reflejaba la vida privada de las clases acomodadas. En esta
comedia burguesa la acción gira en torno a la vida y costumbres de una serie de
tipos fijos: el esclavo avispado, el viejo avaro, el joven enamoradizo, soldados
fanfarrones, cortesanas desenvueltas, doncellas honestas, etc. Las situaciones de
la comedia nueva eran atemporales y se podían fácilmente adaptar a otro tiempo y
a otro lugar.
49
Prólogo: exposición del argumento a cargo de un actor o de un personaje
simbólico. Los prólogos de las comedias latinas son una magnífica fuente de
información sobre el teatro de siglo II a. de C. Los prólogos de Plauto son joviales,
pretenden divertir y, además de su carácter expositivo, incluyen chistes y
advertencias jocosas a los espectadores. Los prólogos de las comedias de
Terencio tienen una mayor profundidad y contienen la réplica del autor a los
ataques de que era objeto; dada la importancia de los prólogos en las obras de
Terencio, volveremos sobre ellos al ocuparnos de su autor.
Autores de palliatae
Aunque Livio Andrónico y Ennio cuentan entre sus obras dramáticas con
algunas comedias, con anterioridad a Plauto sólo Nevio mostró mayor inclinación
hacia este género. Ya hemos aludido a su tendencia a introducir en sus comedias
tópicos itálicos para acercarlas al público. Poco sabemos sobre el carácter y estilo
de sus comedias porque sólo tenemos escasos fragmentos, pero los títulos -Los
carboneros, El alfarero, El adivino...- sugieren temas de la vida común. Sin duda
alguna podemos conocer de forma bastante exacta el desarrollo de la comedia
latina gracias a la obra de dos grandes comediógrafos de la época republicana:
Plauto y Terencio.
PLAUTO
50
ciudad. La mayor parte de las informaciones que poseemos sobre la vida y obra
de Plauto proceden de Varrón, erudito del siglo I a. C., que dedicó grandes
esfuerzos a llevar alguna claridad sobre las circunstancias de la vida del poeta
umbro. Se sabe que en su juventud trabajó en el entorno de compañías
dramáticas (Barrón utiliza la fórmula in óperas artificum scaenicorum), donde pudo
adquirir su conocimiento poco común de los aspectos técnicos y del repertorio
tanto griego como romano. Al parecer posteriormente se dedicó al comercio y
fracasó; como consecuencia del endeudamiento provocado por su actividad
comercial se vio forzado a trabajar como esclavo en un molino. En esta situación
escribe tres comedias que obtienen un rápido éxito y que lo convierten, ya hasta
su muerte, en el ídolo de los espectadores. Desde el 215 y durante un trentenio
aproximadamente produce para la escena un abundantísimo número de
comedias.
51
Epidicus, Bacchides, Mostellaria, Menaechmi, Miles Gloriosus, Mercator,
Pseudolus, Poenulus, persa, Rudens, Sicus, Trinummus, Truculentus y Vidularia,
ésta última está en estado fragmentario.
Plauto no oculta en ningún momento que sus obras están basadas en otras
griegas; utiliza para referirse a su trabajo el término "verteré" (traducir) y, en
ocasiones, cita el autor y la obra que utiliza como modelo. Sin embargo, como hizo
Nevio con anterioridad, maneja los modelos griegos con una absoluta libertad; no
sólo mezcla fragmentos de distintas obras y de distintos autores griegos (la ya
comentada contaminatio, de la que Plauto hace un amplio uso), sino que además
modifica el original cortando o añadiendo, insertando recursos cómicos
típicamente itálicos, recreando situaciones con mayor fuerza cómica y, en
definitiva, dando lugar a una comedia totalmente diferente, profundamente
52
romana. La finalidad última del teatro plautino es divertir: pretende conseguir un
efecto cómico en cada escena, aunque para ello tenga que sacrificar la lógica
interna de la acción. Para lograr el efecto cómico deseado no le importa al autor
caer en contradicciones, anacronismos e incongruencias; la caracterización de los
personajes es a veces extravagante y las situaciones se alargan frecuentemente
más allá de lo verosímil, Todo ello contribuye a dar a las comedias de Plauto un
carácter fantasioso que es su principal virtud y que las convierte en intemporales.
Plauto gozó siempre de una gran acogida entre el público y sus comedias
se siguieron representando con gran éxito mientras existió una tradición teatral
viva en Roma. Durante el clasicismo de los últimos años de la República y de la
época de Augusto la popularidad de Plauto sufre un cierto retroceso por influencia
de los grandes poetas del momento, en particular Horacio, a quienes disgustaba
en general la literatura de la época arcaica. A partir del Renacimiento Plauto
vuelve a ser leído y representado, ejerciendo sus obras gran influencia en el teatro
inglés del siglo XVI. Como muestra de esta influencia de las comedias plautinas en
el teatro europeo de los siglos XVI y XVII baste decir que La comedia de los
errores de Shakespeare utiliza el argumento de Menaechmi y que El avaro de
Moliére recuerda al Euclión de la Aulularia
53
TERENCIO
La vida del segundo de los grandes comediógrafos latinos está marcada por
dos factores determinantes: por un lado, su brevedad, ya que no se extendió más
allá de veinticinco o treinta y cinco años; por otro, su estrechísima relación con la
aristocracia filohelénica que se reunía en torno a los Escipiones y que es un factor
imprescindible para entender las comedias de Terencio.
54
estreno conocemos perfectamente, ya que todas se nos han transmitido con su
correspondiente didascalia. La mayor parte de sus comedias siguen originales
griegos de Menandro, el más moderado y moral de los autores del Comedia
Nueva. La relación de las comedias de Terencio según el orden de su
representación es el siguiente:
Hecyra ("La suegra"). El primer estreno, que fue un sonoro fracaso, tuvo
lugar en el 165.
55
utiliza todo tipo de prólogo, aunque prefiere el prólogo-benevolencia. Terencio
rechaza los prólogos-exposición por considerarlos groseros y convierte los suyos
en prólogos literarios en los que intenta dar respuesta a las acusaciones que se le
formulaban, razonaba sobre los modelos utilizados y exponían sus ideas sobre su
obra. El conjunto de los prólogos terencianos son una magnífica fuente para el
estudio de su autor. Las respuestas de Terencio nos permiten conocer qué críticas
se le formulaban. Se le acusaba de aceptar colaboración de sus nobles amigos
para escribir sus comedias, de plagiar trozos y personajes de otros autores
romanos, de "contaminar" los originales griegos y de debilidad de estilo.
56
Terencio pretende escribir obras de teatro de un elevado nivel artístico. Su lengua
es de gran pureza y elegancia. Desde la época imperial se le proponía como
modelo de "sermo urbanus". En resumen, Terencio por sus conocimientos
literarios, por sus gustos elevados, por su estilo elegante alejado de toda
vulgaridades un representante cualificado de lo que en su época se llamó
"humanitas", cualidad que el propio poeta resumió admirablemente en este
conocidísimo verso: Homo sum: humanum nil alieni Heautontimoroumenos v.25).
LA TRAGEDIA
57
cada vez más arcaicas y rudas a medida que pasaba el tiempo. El público romano,
menos cultivado que el griego, mostraba preferencia por los espectáculos
circenses y, dentro de los espectáculos escénicos, el mimo, las atelanas y las
pantomimas sustituyeron a las obras dramáticas de mayor valor literario. De esta
forma en el siglo I d. C. la tragedia se convierte en un ejercicio literario dedicado
exclusivamente al recitado y la lectura en círculo literario e intelectual. La última
representación de una tragedia nueva de la que se tenga noticia oficial tuvo lugar
en el año 29 a. C; se trata de la puesta en escena del Thiestes de Lucio Varo Rufo
promovida por el propio Augusto para celebrar su victoria en Actium. Algo más
tarde tenemos noticias de una segunda tragedia del poeta Ovidio titulada Medea.
Ambas obras de la época augústea se han perdido completamente y sólo
conocemos los títulos y referencias de los estudiosos de los géneros literarios
como Quintiliano.
58
mezcla distintas obras griegas en una misma tragedia. Utiliza en mayor medida
como modelo las obras de Eurípides que la de los dos trágicos anteriores. Aunque
sigue habitualmente las versiones tradicionales de los mitos, difiere notablemente
en su tratamiento escénico; Séneca demuestra un gusto especial por los detalles
truculentos, por la desmesura en la expresión de los sentimientos y pasiones que
lo alejan de la tragedia clásica griega; sus personajes, cuyo análisis psicológico es
riquísimo, tienen un código de valores morales radicalmente distinto al de los
personajes de Eurípides. Su estilo es marcadamente retórico, caracterizado por la
precisión y el laconismo que se expresa frecuentemente por medio de aforismos y
sentencias. Las tragedias de Séneca no tuvieron gran influencia en su época, pero
en cambio ejercieron un profundo influjo a partir del siglo XV en el teatro italiano e
inglés.
Moisés Ángel. El libro del teatro. Edit. Gráficas Casado. Página 315.
EL TEATRO MEDIEVAL
La Edad Media, “enorme y delicada” como la llamara Víctor Hugo, vio morir
y renacer muchas cosas. Entre otras, el teatro. Las tinieblas medievales se
59
extendieron primero. Sobre el arte escénico para luego prestarle más difusión y
relumbre. El corrompido espectáculo romano dio paso a una nueva versión del
teatro. Y fue la Iglesia, su enemigo de los últimos tiempos, la que se encargó de
ponerla en práctica. Los monasterios bizantinos restauraron la antigua tragedia,
con abundantes elementos griegos, pero adaptados a temas cristianos: la Pasión
de Cristo, la Caída de Adán, etc.
Unas telas de fondo tendidas tras las mansiones cerraban el horizonte del
teatro. A veces, los juegos escénicos eran complicados y exigían numerosos
accesorios, así como maquinarias ingeniosas movidas por cabrias y contrapesos.
Había apariciones de ángeles y demonios, figuras que escapaban de las llamas
infernales donde aullaban los condenados, movimientos del mar, tormentas y
tempestades, bestias mecánicas y monstruos que atravesaban la escena.
Descúbranse radiantes esplendores paradisíacos y sustituíanse los actores por
maniquíes cuando incorporaban personajes que habían de ser sometidos a
tormento. La representación de un misterio requería la colaboración de toda la
60
ciudad, de todas las clases, agrupadas en torno al clero, de las Hermandades y de
las Corporaciones.
La Edad Media, con todas sus sombras, supo recrear, no obstante, el gusto
multitudinario por el teatro. Y aún son muchas las tradiciones que conservan el
sabor dramático medieval. Recordamos, entre otras, el Misterio de Elche y la
Pasión de Oberammergau. En cuanto a España, el teatro medieval nos llega por
las fronteras francesas, con los trovadores provenzales y con la boga de los
Misterios de Limoges, de Orleáns, etc. La festividad del Corpus, establecida en
honor de la Santa Eucaristía por Urbano IV, tiene gran importancia en la historia de
nuestro arte dramático. Durante ella se celebraban procesiones casi
escenificadas, Misterios, Autos y Milagros, tanto en el interior de los templos como
en las calles. El Auto de los Reyes Magos es la primera obra de la historia del
teatro español. Aunque ha llegado a nuestras manos incompleta. En cuanto al
famoso Misterio de Elche, que aún se representa cada año en esta ciudad, aparte
del mérito que supone su vigencia, es de destacar el fabuloso aparato escénico
con que se monta su representación, .la cual dura dos días.
61
La escenografía de estos tablados y carros solía reducirse a unos lienzos
pintados que servían de fondo. Sobre este fondo tenían lugar todos los efectos
escénicos, conseguidos mediante tramoyas. Paulatinamente se fueron
perfeccionando los artificios y juegos espectaculares: terremotos, fuentes de agua
auténtica, incendios reales, explosiones, etc., hasta alcanzar su apogeo más
tarde, en la gran tramoya de los autos sacramentales calderonianos.
62
denominan de diversos modos, obras de Pasión, milagros o loas, entre otras. Se
construían mansiones al efecto alrededor de la nave central del templo, con el
cielo del lado del altar y la boca del infierno, una elaborada cabeza de monstruo,
en el otro lado. Las obras eran episódicas y su acción se desarrollaba en periodos
de tiempo que abarcaban miles de años, incluían lugares situados a gran distancia
y entornos con carga alegórica, espiritual y temporal. A diferencia de la tragedia
griega, que estaba orientada estrechamente a la construcción de un clímax
catártico, el drama medieval no siempre mostraba tensión y conflicto. Su propósito
era dramatizar la salvación de la humanidad. Aunque la Iglesia animara los inicios
del drama litúrgico, dadas sus cualidades didácticas, el entretenimiento y el
espectáculo fueron imponiendo su hegemonía, y la Iglesia, de nuevo, renovó sus
recelos hacia el teatro. No queriendo renunciar a sus efectos beneficiosos, zanjó la
cuestión trasladando la representación al exterior del edificio. Se recreó la misma
disposición del espacio físico en las plazas de mercado de las ciudades. Sin
deshacerse de su contenido e intencionalidad religiosas, la producción fue
progresivamente haciéndose más secular. El Auto de los Reyes Magos, del siglo
XII, del que sólo se conservan 147 versos, corresponde a las características
anteriores y es la primera pieza teatral española que se conoce. Véase también
Autos.
63
efecto tampoco se respetaba. La puesta en escena empleaba un realismo
selectivo. Las obras estaban llenas de anacronismos, de referencias locales y de
tópicos; se pensaba poco en la realidad del tiempo y de la distancia. El vestuario y
el atrezo eran los propios de la vida de la época. Lo que se pudiera retratar de
modo realista se llevaba a escena con la mayor autenticidad posible (se han
documentado numerosos ejemplos de actores que casi fallecían al representar
crucifixiones excesivamente realistas o de otros que al figurar de demonios sufrían
gravísimas quemaduras). Otro ejemplo documentado es la utilización de un trapo
rojo para separar en dos partes un escenario que representa al mar Rojo.
Después de rasgarlo se lanzaba sobre los supuestos egipcios para sugerir que
eran engullidos por el mar. Al público no le molestaba la mezcla de lo real y lo
simbólico. Siempre que se podía se utilizaban efectos espectaculares; así, la boca
del infierno se convertía en un gran despliegue mecánico y pirotécnico. A pesar de
su contenido religioso, eran en gran parte espectáculos considerados como una
forma de entretenimiento. Se empleaban varias formas básicas de puesta en
escena. Las más comunes en Inglaterra y en España fueron las carrozas. Lo que
antes fue la mansión se convirtió en un escenario móvil, más o menos como la
carroza de una cabalgata moderna, que se movía de una parte a otra de la ciudad.
Los espectadores se congregaban a su alrededor en cada parada; los actores
interpretaban sobre el carro y sobre la platea construida a tal efecto en la calle o
sobre alguna plataforma anexa. En España se utilizaba este método con
pequeñas variantes. En Francia, se empleaban escenarios simultáneos, se erigían
varias mansiones una al lado de la otra, y se levantaba una plataforma frente al
público allí reunido.
64
Castex Jean. Renacimiento Barroco y Clasicismo.
Editorial: Akal Arquitectura. Pág. 112.
Renacimiento
Italia se encontraba dividida por estas dos fuerzas. Sobre una base
intelectual en Roma y sensible en Venecia, Rafael y Tiziano definen las leyes del
clasicismo, que subordina el conjunto de la obra al equilibrio de todas sus partes
entre sí, lo que hace que se atenúen los rasgos y la expresión, nace de esta
ruptura de equilibrio una desesperación que atormenta los cuerpos y asombrece
los rostros. Tales exigencias de la expresión, sabrá mantenerlas Miguel Ángel
dentro de los limites de la belleza, y ahí radica su milagro.
65
Sin embargo el prestigio de Roma impuso el Renacimiento, y Europa se
hallaba en un dilema, que era esquivar los temibles modelos de Miguel Ángel,
Rafael o Leonardo ya que se esta imponiendo el italianismo, es decir con el
manierismo se estaba desplazando al gótico flamígero. Esta crisis favoreció a la
proliferación del manierismo en Amsterdam (Países Bajos), Leyden (Holanda),
Amberes (Bélgica), Fontainebleau (Francia), Basilea (Suiza), en el Danubio y en la
Península Ibérica.
Concepto de Renacimiento
Humanismo en el Renacimiento
66
su destrucción valiosos documentos. Para ello recibieron la protección de
príncipes y Pontífices, que les estimularon en sus investigaciones.
Primeramente se sintió interés tan solo por los autores y el arte latina, pero
pronto se llego a su fuente, o sea al arte y la cultura griega. Así se desarrollo una
mentalidad erudita, critica y apasionada por las ciencias y las artes, que se centro
en el hombre y sobrestimo los valores humanos, de ahí el nombre de Humanismo.
67
Orígenes del Renacimiento
El período barroco.
Se designa como el barroco, a un estilo artístico que marcó el período
histórico que sucedió al Renacimiento, entre finales del siglo XVI y finales del siglo
XVII; y que tuvo sus repercusiones en todas las artes principales: la pintura, la
arquitectura, la música, la danza y también en la literatura; tanto en Europa como
en los países hispanoamericanos.
Se considera que el término deriva del portugués, en que “barroco” equivale
a la palabra castellana “barrueco”, que significa “perla irregular”. En italiano, la
palabra “barroco” significa “razonamiento retorcido”.
La doctrina estética del barroco postula un perfeccionismo por el
rebuscamiento de efectos novedosos y de sorpresa; un desafío al reto de las
dificultades formales, haciendo alarde de ingenio en la creación de artificios que
68
importan la necesidad de un esfuerzo en el receptor de la obra de arte, para
descifrar su sentido y su contenido.
Idiomáticamente, la expresión “barroco” encierra las ideas de extravagancia
y de exageración; con un marcado sentido peyorativo que alude a un
rebuscamiento formal sin fundamento real.
Como un antecedente del barroco, procede mencionar el manierismo, un
estilo que se desarrolló en Italia en el siglo XVI, y que especialmente tuvo
aplicación en los campos de la pintura y la escultura; donde se caracterizó por el
uso de figuras muy exageradas, a menudo con posturas forzadas o con efectos
dramáticos, y con una elección de los colores bastante arbitraria.
69
En buena medida, el Barroco, consecuentemente con la actitud asumida
por España como reducto del catolicismo frente a la Reforma, encarnó el espíritu
de la Contrarreforma. Por otro lado, si bien en muchas de sus manifestaciones
artísticas estuvo fuertemente ligado a los temas religiosos, por otro lado postuló
una libertad absoluta para crear y aún para distorsionar las formas; buscando
permanentemente la complejidad en la expresión como medio para desconcertar y
maravillar al destinatario de la obra de arte.
70
se emplea una gran minuciosidad en la composición de pequeños detalles y se
revela un gran gusto por la ornamentación.
Contraste - Se procura alejarse de los ideales de equilibrio y uniformidad
propios del arte renacentista. Se intenta incluir en una misma composición
visiones distintas, y hasta antagónicas, de un mismo tema. Los cuadros de tema
mitológico mezclados los personajes mitológicos con seres humanos normales.
71
Unificada bajo el imperio de los Reyes Católicos y regida ulteriormente por
soberanos firmemente defensores de la Fe, a partir del surgimiento de la Reforma,
España se concentra en la lucha contra el separatismo religioso. Se convierte en
paladín de la evangelización del nuevo continente americano, al tiempo que, en su
ámbito interno, se mantiene el espíritu de la religión católica tradicional, mediante
una censura intensa y rígida; respaldada en la institución de la Inquisición
española, llamada “La Santa Hermandad” frecuentemente mencionada en las
obras literarias de esta época.
72
batalla de Rocroi, en Francia, el 19 de mayo de 1643, que puso fin a la Guerra de
los Treinta Años en la Paz de Westfalia de 1648 y en el Tratado de los Pirineos de
1659; y se prolongó al ingresar el Siglo XVIII, con la Guerra de Sucesión.
CLASICISMO TEATRAL
73
Como hipótesis este trabajo se plantea conocer las repercusiones (en caso
de que existan) que la práctica teatral tiene sobre las sociedades.
74
Necesariamente, una historia completa del teatro abarcaría varios
volúmenes y exigiría la amplia colaboración de expertos en una serie de materias
como la literatura, la historia y la arqueología, la sicología, la sociología, la
antropología y la religión, entre otras. El propósito de este trabajo, por ende, es
solamente el de presentar el mundo del teatro en una visión panorámica,
mostrando, de un modo confesamente somero, la forma en que el teatro -uno de
los índices más sensibles del desarrollo cultural del hombre- altera
constantemente sus formas, se desarrolla, entra en crisis y redescubre sus
fuentes.
Teatro griego. La historia del teatro en occidente tiene sus raíces en Atenas,
entre los siglos VI y V A. C. Allí, en un pequeño hoyo de forma cóncava -que los
protegió de los fríos vientos del Monte Parnaso y del calor del sol matinal- los
atenienses celebraban los ritos en honor Dionisio; estas primitivas ceremonias
rituales irían luego evolucionando hacia el teatro, constituyendo uno de los
grandes logros culturales de los griegos. Lo cierto es que este nuevo arte estuvo
tan estrechamente asociado a la civilización griega que cada una de las ciudades
y colonias más importantes contó con un teatro, cuya calidad edilicia era una señal
de la impoTeatro Romano
75
antiguo que existe fue escrito por el romano Vitruvio al rededor del año 100 a. C.
Estos amplios y nuevos edificios teatrales eran lugares excelentes para reunir al
pueblo y autoridades romanas pronto advirtieron sus posibilidades políticas,
decretando que todas las ciudades del Imperio debían incluir un teatro en su
proyecto urbanístico. Con la creación de estas cadenas de teatro, los actores
romanos vieron asegurada una buena manera de ganarse la vida si decidían
hacer giras por las provincias y en efecto muchos lo hicieron.
Teatro Español
Siglo XVI
76
Los parámetros medievales seguirán siendo la clave del teatro español
hasta que, en el siglo XVI, se inicia el camino de la modernización que culminará
en la creación de un género: la comedia nueva del siglo XVII. El siglo XVI es, por
tanto, un momento de búsqueda y convivencia de varias tendencias: la
dramaturgia religiosa (Gil Vicente), el clasicismo (Juan de la Cueva), los
italianizantes (Juan del Encina, Bartolomé Torres Naharro) y la tradición
nacionalista (Juan de la Cueva). La obra dramática más importante de este
período es La Celestina de Fernando de Rojas. En realidad es una comedia
humanista, hecha más para la lectura y reflexión que para la escena. Se trata de
una obra excepcional, magnífico retrato de la época y modelo de la literatura
galante posterior. Es, sin embargo, una obra de tan complicada estructura
dramática (alrededor de 20 actos) que no fue representada en su época y que
sigue teniendo enormes dificultades para su puesta en escena.
Siglo de oro
La Ilustración
77
El siglo XVIII estuvo marcado en España, por primera vez, por la
intervención del Estado en la orientación teatral del país. Bajo el influjo de las
ideas de la Ilustración, se creó un movimiento de reforma de los teatros de Madrid,
encabezado por Leandro Fernández de Moratín. El cometido principal de este
movimiento era recomendar una serie de obras y prohibir otras, bajo la premisa de
fomentar exclusivamente ideas que amparasen la verdad y la virtud, apoyando las
representaciones que supusieran enseñanza moral o adoctrinamiento cultural.
Entre las obras prohibidas figuraban algunas del siglo de oro, pero sobre todo se
censuraba a aquellos autores contemporáneos que insistían en la fórmula del siglo
anterior. Es preciso señalar que, pese a la censura ejercida, los objetivos de la
reforma tenían tintes que hoy llamaríamos progresistas. El estado de la comedia
española era francamente deplorable, cumplida cuenta de ello dio Moratín en La
comedia nueva o el café (1792), contundente ataque contra los excesos del
posbarroquismo. Entre las propuestas de la reforma estaba la obligación de hacer
repartos de papeles fundados en las aptitudes de los intérpretes, la dignificación
del poeta y la valoración de la figura del director. Sin embargo, y pese a los
bienintencionados programas ilustrados, las que triunfaron en el siglo XVIII fueron
las llamadas comedias de teatro y las comedias de magia. En ambas, los recursos
tramoyísticos tenían un protagonismo casi absoluto. Había encantos, duendes,
diablos, enanos que se convertían en gigantes. Los lugares de la acción
competían en exotismo. Por más que el género fue objeto de la ironía y el
desprecio de los neoclásicos, que veían en él todas las exageraciones de un
posbarroquismo mal asimilado, el público respaldaba con entusiasmo este tipo de
comedias.
El movimiento romántico
78
directrices, con los alemanes y franceses: afán de transgresión, que explica las
frecuentes mezclas de lo trágico y lo cómico, el verso y la prosa, tan denostadas
por los neoclásicos; abandono de las tres unidades; especial atención a temáticas
que giran en torno al amor, un amor imposible y platónico con el telón de fondo de
la historia y la leyenda y abundantes referencias a los abusos e injusticias del
poder; unos héroes misteriosos, cercanos al mito, abocados a muertes trágicas
pero siempre fieles a su motivo amoroso o heroico. En este sentido, el héroe
romántico por excelencia es el protagonista del Don Juan Tenorio de Zorrilla. En
su romántica versión del mito, Zorrilla dota a la leyenda de unos inusitados niveles
de teatralidad y, sobre todo, muestra a un personaje capaz de redimir con el amor
su condición de burlador, obteniendo así el consiguiente perdón divino que dos
siglos antes le negara Tirso de Molina.
Siglo XX
79
autores y en innovaciones estéticas, son excepcionales. También resultan
excepcionales las aportaciones de Adrià Gual, creador del Teatre Intim que
realizaba una programación de corte europeo. Lo corriente fue el éxito de aquellos
autores que como José Echegaray, Premio Novel de Literatura en 1904,
complacían las expectativas del público teatral burgués. Benito Pérez Galdós, otro
autor de reconocido prestigio, es un caso diferente. Galdós se atrevió a crear unos
personajes femeninos que, como la protagonista de su drama Electra (1901), se
enfrentan al fanatismo y al oscurantismo. Las obras de Jacinto Benavente señalan
el final del tono melodramático, grandilocuente y declamatorio en el teatro.
Benavente inicia con Los intereses creados (1907) o La malquerida (1913) el
realismo moderno.
80
público, constantemente violentado por la acción. En consonancia con las
tendencias internacionales, estos grupos tienen una visión del teatro como
espectáculo total, no exclusivamente textual, incluyendo en sus montajes otras
formas de expresión artística como la fotografía, el vídeo, la pintura o la
arquitectura.
Testimonios
81
La mejor postura sin duda es la de aquellos optimistas que piensan que
estamos en plena revolución teatral, y no solo en México sino a nivel mundial pues
cada vez más escritores, productores y actores de renombre opinan públicamente
acerca de su inconformidad, y esto junto con una verdadera cultura teatral
fomentada desde siempre ayudara a la plana recuperación del teatro.
Breve conclusión
Triste es darnos cuenta de que el teatro como muchas otras cosas que
deberían de ser de dominio publico se encuentra monopolizado y el poco
financiamiento que tiene la actividad teatral es administrada por unos cuentos,
quienes tiene como prioridad sacar a luz proyectos personales para satisfacer al
mismo circulo teatral del cual ya somos victimas.
82
DANIEL ARIZA CONSTRUCCION DE TEXTOS DRAMATICOS A PARTIR
DE UN PROCESO DE DRAMATERAPIA
83
ordinario hubiera sido más difícil., pero que dentro de la atmósfera extraordinaria
de lo teatral correspondían a la absoluta normalidad.
Anita: Pienso que debes tratar de desprenderte un poco de esos lazos; los
hijos siempre están esperando demasiado de los padres y eso no lo
considero justo. .....
84
acción transcurre en un consultorio médico de urgencia. Una paciente se
encuentra describiendo sus síntomas al doctor.
85
Escritura de Escenas:
Representación:
86
su personaje y así soltará las "ataduras" que le impedían llegar a la tan anhelada
"catarsis" escénica.
Luego de la fase anterior y una vez cada integrante del grupo había
colaborado como actriz para cada una de las escenas, se inició el proceso de
reescribir el texto o transformarlo de texto dialogado a monólogo. Cada persona
debía extraer aquellas frases y acciones que le acercaban más a su elaboración
de "catarsis", para así ponerlas dentro de esta reescritura dramática. En algunos
casos se encontró que los participantes se habían representado en uno de los
personajes de la escena dialogada, lo que permitió mayor facilidad en esta fase.
En general los textos no variaron de manera importante en cuanto a la forma o la
puesta en escena, pero si en las palabras y las acciones de los personajes. Al
finalizar la escritura del texto, cada participante actuó para todo el grupo su
monólogo o el nuevo texto en colaboración de otras actrices.
87
VOSSLER KARL. Introducción ala literatura española del siglo de oro seis
lecciones. Publicado 1961. Espasa-Calpe Mexicana. pág. 1
Aristóteles
88
calumnia, y si escritores patrísticos como Justino Mártir y Gregorio Nacianceno
proporcionaron amplia circulación a tales leyendas, debe buscarse la razón no en
una tradición histórica bien fundamentada, sino en la desproporcionada estima en
que los herejes de las primeras épocas del Cristianismo tenían a Aristóteles.
Después de la muerte de Platón (347 a.C.) Aristóteles marchó, en compañía de
Xenócrates, a la corte de Hermias, gobernador de Atarneus en Asia Menor, y allí
se casó con la sobrina e hija adoptiva de éste, Pythias. En el 344, dado que
Hermias había sido asesinado por sus súbditos en una rebelión, Aristóteles
marchó con su familia a Mitilene, y desde allí, uno o dos años más tarde, fue
llamado a su Estagira natal por el rey Filipo de Macedonia, para que se convirtiera
en el tutor de Alejandro, que por entonces contaba trece años. Tanto si creemos o
no a Plutarco, cuando afirma que Aristóteles no sólo impartió al futuro
conquistador del mundo conocimientos de ética y política, sino que también le
inició en los más profundos secretos de la filosofía, tenemos pruebas tangibles de
que, por una parte, el discípulo real se benefició del trato con el filósofo, y por otra,
de que el maestro hizo un uso prudente y provechoso de su influencia sobre la
mente del joven príncipe. Gracias a dicha influencia, Alejandro puso a disposición
de su maestro amplios medios para la adquisición de libros y la prosecución de su
investigación científica, y la historia no se equivoca cuando atribuye a este trato
con Aristóteles aquellos dones singulares de la mente y el corazón que
distinguieron a Alejandro, casi hasta el fin, entre los pocos que han sabido cómo
utilizar las victorias de manera inteligente y moderada. Alrededor del año 335
Alejandro emprendió la campaña de Asia; en consecuencia, Aristóteles, que había
desempeñado el puesto de consejero más o menos informal desde que su alumno
accediera al trono, regresó a Atenas e inició allí una escuela de filosofía. Es
posible que, como afirma Gelio, él hubiera dirigido una escuela de retórica durante
su estancia anterior en la ciudad; pero ahora, siguiendo el ejemplo de Platón, se
dedicó a impartir una enseñanza sistemática de la filosofía y eligió para este
propósito un gimnasio dedicado a Apolo Licio, por lo que su escuela llegó a ser
conocida con el nombre de Liceo. También se la denominó Escuela Peripatética,
debido a la costumbre del maestro de discutir los problemas filosóficos con sus
89
alumnos mientras paseaba (peripateo) por los caminos sombreados (peripatoi)
alrededor del gimnasio. Aristóteles escribió la mayoría de sus obras a lo largo de
los trece años (335-322) que permaneció como profesor en el Liceo. A imitación
del ejemplo de su maestro, puso en las manos de sus alumnos “Diálogos” en los
que las enseñanzas eran expuestas en un lenguaje un tanto popular. Asimismo,
compuso numerosos tratados (que se mencionarán más adelante) sobre física,
metafísica y demás, en las que la exposición es más didáctica y el lenguaje más
técnico que en los “Diálogos”. Estas obras dan cuenta del buen uso que dió a los
medios que Alejandro puso a su disposición. En particular, muestran cómo
consiguió reunir las obras de los filósofos griegos que le precedieron, y cómo no
reparó en esfuerzos ni gastos a la hora de proseguir sus investigaciones en el
campo de los fenómenos naturales, bien personalmente bien a través de otros. Al
leer sus tratados de zoología es fácil dar crédito a la afirmación de Plinio cuando
dijo que Alejandro puso bajo las órdenes de Aristóteles a todos los cazadores y
pescadores del reino, y a todos los guardas de los bosques reales, lagos,
estanques y todo tipo de ganado; y cuando se aprecia cuán exhaustivamente
conoce Aristóteles las doctrinas de los que le precedieron, es posible aceptar la
afirmación de Estrabón de que fue el primero en reunir una gran biblioteca.
Antiguo Durante los últimos años de la vida de Aristóteles las relaciones entre éste
y su alumno real se enrarecieron considerablemente, debido a la caída en
desgracia y consiguiente castigo de Calistenes, a quien él había recomendado
ante el rey. Sin embargo, en Atenas él continuó siendo considerado un amigo de
Alejandro y un representante del dominio macedonio. Por consiguiente, cuando
llegaron las noticias de la muerte de Alejandro a Atenas y se produjo la declaración
que llevó a la guerra lamia, Aristóteles sufrió forzosamente la hostilidad general
hacia los macedonios. La acusación de impiedad, que se había esgrimido contra
Anaxágoras y Sócrates, fue ahora, con menor razón aún, lanzada contra él.
Abandonó la ciudad mientras afirmaba (según muchas autoridades de la
antiguedad) que no permitiría que los atenienses pecaran por tercera vez contra la
filosofía. Estableció su residencia en su patria, en Calcis, Eubea, y allí murió al año
siguiente, en el 322 a.C. Su muerte se debió a una enfermedad que le había
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aquejado desde hacía largo tiempo. La versión de que su fallecimiento fue
ocasionado por un envenenamiento con cicuta, y la leyenda en la que se arrojó al
mar “porque no podía explicar las mareas” carecen de todo fundamento histórico.
Se conoce muy poco sobre el aspecto personal de Aristóteles, excepto aquello
procedente de fuentes manifiestamente hostiles. Sin embargo, no hay razón para
dudar de la exactitud de las estatuas y bustos que han llegado hasta nuestros
días, cuyo origen se remonta posiblemente a los primeros años de la Escuela
Peripatética, que representan su rostro con rasgos angulosos y penetrantes, y
algo por debajo de la estatura media. Su carácter, revelado en sus obras, su
testamento (que es, sin ninguna duda, genuino), fragmentos de sus cartas y las
alusiones de aquellos contemporáneos sin prejuicios, muestran un hombre
magnánimo y de gran corazón, amante de su familia y de sus amigos, amable con
sus esclavos, justo con sus enemigos y rivales, agradecido hacia sus benefactores
- en una palabra, la personificación de aquellas ideas morales que él bosquejó en
sus tratados de ética y que son reconocidas como muy por encima del concepto
de excelencia moral vigente en sus días y entre sus contemporáneos. Cuando
cesó el dominio del Platonismo sobre la esfera de la reflexión cristiana y las obras
del estagirita comenzaron a ser estudiadas sin miedos ni prejuicios, la
personalidad de Aristóteles se mostró a los escritores cristianos del siglo XIII
como lo había sido a los escritores paganos imparciales de su propia época,
sosegado, majestuoso, sin dejarse dominar por las pasiones y libre de defectos
morales graves, “el maestro de los que saben”.Filosofía Aristóteles define la
filosofía utilizando el término del ente, afirmando que la filosofía es “ la ciencia que
considera universalmente el ente en cuanto tal”. Platón la había definido como “la
ciencia de la idea”, y tomaba por idea lo que ahora denominaríamos los
fundamentos irreductibles de los fenómenos. Tanto el discípulo como su maestro
consideran que el campo de la filosofía abarca todo el universo; sin embargo, el
primero encuentra lo universal en las cosas concretas, y lo llama el ente de las
cosas, mientras que el segundo considera que lo universal existe fuera de las
cosas concretas, y que se relaciona con ellas a modo de prototipo o modelo. Para
Aristóteles, por tanto, el método filosófico implica ascender del estudio de los
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fenómenos particulares hasta el conocimiento de los entes, en tanto que para
Platón el método filosófico implica descender del conocimiento de las ideas
universales a la contemplación de las imitaciones particulares de esas ideas. En
cierto modo, el método de Aristóteles es a la vez inductivo y deductivo, mientras
que el de Platón es básicamente deductivo. Dicho de otro modo, la tendencia de
Platón a idealizar el mundo de la realidad a la luz de la intuición de un mundo
superior es sustituída en Aristóteles por una tendencia científica a examinar
primero los fenómenos del mundo real que nos rodea y de ahí razonar hasta
alcanzar un conocimiento de los entes y de las leyes que la intuición no puede
revelar pero cuya existencia puede demostrar la ciencia. De hecho, la noción de
filosofía de Aristóteles corresponde, en líneas generales, a lo que más tarde se ha
denominado ciencia, diferenciándola de la filosofía. En el más amplio sentido de la
palabra, filosofía y ciencia, o razonamiento, son coextensivos: “La ciencia (dianoia)
puede ser práctica, poética o teórica”. El considera ciencias prácticas la ética y la
política; poéticas, el estudio de la poesía y otras artes, mientras que las ciencias
teóricas son la física, las matemáticas y la metafísica. Esta última, que es la
filosofía en sentido estricto, la define como “el conocimiento del ente inmaterial”, y
la denomina “filosofía primera”, “la ciencia teológica” o “la del ente en su máximo
grado de abstracción”. Si la Lógica, o Analítica, como Aristóteles la denomina, es
considerada como un estudio preliminar para la Filosofía, tenemos la siguiente
división de la filosofía aristotélica: (1) Lógica; (2) Filosofía Teórica, que incluye la
Metafísica, la Física y las Matemáticas; (3) Filosofía Práctica y (4) Filosofía
Poética.1. La Lógica. Los tratados de lógica de Aristóteles conforman lo que
posteriormente se denominó “Organon” y contienen el primer tratamiento
sistemático de las leyes del pensamiento en relación con la adquisición de
conocimiento. De hecho, constituyen el primer intento de reducir la lógica a una
ciencia, y en consecuencia, confieren a su autor el derecho a ser considerado el
fundador de la lógica. Son seis tratados y versan respectivamente sobre:
Clasificación de las nociones Juicios y proposiciones El silogismo
Demostración El silogismo problemático Falacias así, cubren prácticamente
todo el campo de la lógica. En el primer tratado, las “Categorías”, Aristóteles da
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una clasificación de todos los conceptos, o nociones, según las clases en las que
las cosas representadas por conceptos o nociones se dividen naturalmente. Estas
clases son sustancia, cantidad, cualidad, relación, acción, pasión (que no debe
entenderse meramente como una condición mental o psíquica), lugar, tiempo,
posición, y estado. Hay que distinguirlas de los Predicamentos, que son género,
especie (definición), diferencia, propiedad y accidente. Estos últimos son, sin
duda, clases en las que las ideas se dividen, pero sólo en cuanto que una idea es
predicada de la otra. Es decir, las Categorías son, en primer lugar, una
clasificación de los modos de ser, y en segundo, de las nociones que expresan los
modos de ser; los Predicamentos son, en primer lugar, una clasificación de los
modos de predicar, y en segundo, de las nociones o ideas, según la diferente
relación en la que una idea, como predicado, califica a otra como sujeto. En el
tratado denominado “Primeros Analíticos”, Aristóteles desarrolla las reglas del
razonamiento silogístico, y establece los principios de la inducción. En el
“Segundos Analíticos” emprende el estudio de la demostración y de los primeros
principios indemostrables. Asimismo, trata el conocimiento en general, su origen,
proceso y desarrollo hasta el estado de conocimiento científico. A partir de ciertos
pasajes bien conocidos de este tratado y de sus otros escritos se puede bosquejar
su teoría del conocimiento. Como se ha mencionado previamente, Aristóteles
enfoca los problemas de la filosofía desde un punto de vista científico. El
considera la experiencia como la verdadera fuente de todo nuestro conocimiento,
tanto intelectual como material. “No hay nada en la mente que no estuviera
primero en los sentidos”, es un principio fundamental para él, como lo sería
después para sus discípulos. Todo conocimiento comienza con la experiencia de
una sensación, que tiene como objeto, naturalmente, al fenómeno concreto,
particular y cambiante. Pero aunque el conocimiento intelectual empieza con la
experiencia sensorial, no termina ahí, ya que tiene como fin la esencia inmutable,
abstracta y universal. Esta teoría del conocimiento puede ser, hasta aquí,
resumida en los siguientes principios: el conocimiento intelectual depende
básicamente del conocimiento sensorial, y el conocimiento intelectual es, sin
embargo, superior al conocimiento sensorial. ¿Cómo asciende entonces la mente
93
desde el conocimiento inferior al superior? ¿Cómo puede el conocimiento de lo
que perciben los sentidos (aistheton) conducir al conocimiento de lo inteligible
(noeton)? La respuesta de Aristóteles es que la mente descubre lo inteligible en la
experiencia sensorial. La mente no extrae, como Platón imaginara, el recuerdo de
ciertas ideas de una existencia anterior a partir de lo que le recuerda la vista de
ciertos fenómenos. Él atribuye a los fenómenos una facultad específica de la
mente, por la cual ésta hace inteligibles aquellos entes que son imperceptibles a
los sentidos, por estar ocultos bajo cualidades no esenciales. El hecho es que la
sustancia individual (sustancia primera) observada a traves de nuestros sentidos -
este libro, esta mesa, esta casa - presenta determinadas cualidades individuales
(su tamaño particular, forma, color, etc.) que la distinguen de otras de su especie y
que sólo son percibidas por los sentidos. Pero en la misma sustancia subyace a
las cualidades individuales una naturaleza general (por la que es un libro, una
mesa, una casa); ésta es la sustancia segunda, la Esencia, el Universal, el
Inteligible. Así, la mente está dotada del poder de abstracción, generalización o
inducción (Aristóteles no es muy explícito sobre la naturaleza precisa de esta
facultad) mediante el cual descorre, de manera figurada, el velo de las
características particularizantes y saca a la luz, o permite que se revele, el
elemento universal o realmente inteligible de las cosas, que es el objeto del
conocimiento intelectual. En esta teoría, el conocimiento intelectual se desarrolla a
partir del conocimiento sensorial en la medida en que dicho proceso pueda
llamarse desarrollo, por el cual lo que sólo era potencialmente inteligible se
transforma de hecho en inteligible gracias a la actuación del intelecto activo. El
Universal estaba in re antes de que la mente humana comenzara a trabajar, pero
estaba ahí de forma únicamente potencial, ya que, debido a las cualidades
individualizantes que lo envolvían, sólo era potencialmente inteligible. La teoría de
los universales de Aristóteles consiste, por tanto, en que El universal no existe
separado del particular, como enseñaba Platón, sino que existe en las cosas
particulares. El Universal como tal, en toda su inteligibilidad, es una obra de la
mente, y existe sólo en la mente aunque tiene su fundamento en la esencia
potencialmente universal que existe independientemente de la mente y fuera de
94
ella.2. Filosofía teórica. Metafísica. La Metafísica o, más propiamente dicho, la
Filosofía Primera, es la ciencia del ente en cuanto tal. Es decir, aunque todas las
ciencias giran en torno al ser, las otras ciencias se ocupan sólo de parte de la
realidad, mientras que esta ciencia contempla toda la realidad; las otras ciencias
buscan las causas próximas y particulares, mientras que esta ciencia busca la
causa última y universal; las otras ciencias estudian el ser en su determinación
inferior (cantidad, movimiento, etc) mientras que esta ciencia estudia el ente en
cuanto tal, es decir, en su más alta determinación (sustancia, causa, bondad, etc.).
Los matemáticos afirman que un objeto entra dentro del campo de estudio de su
ciencia si es circular o cuadrado, o provisto de cantidad de cualquier otra forma.
De manera similar, el físico reclama para su ciencia todo aquello que esté dotado
de movimiento. Para el metafísico es suficiente que el objeto en cuestión sea un
ente. Como el alma humana o Dios, el objeto puede estar desprovisto de cantidad
o de todo movimiento físico; sin embargo, en tanto que es, ya entra dentro del
campo de la metafísica. Por tanto, la cuestión principal en la Filosofía Primera es:
¿Cuáles son los últimos principios del ser, o de la realidad en cuanto que es? Aquí,
Aristóteles pasa revista a las opiniones de todos sus predecesores de la filosofía
griega, desde Tales a Platón, mostrando cómo cada respuesta sucesiva a la
pregunta anterior resulta en cierto modo defectuosa. Especial atención le dedica a
la teoría platónica, según la cual las ideas eran los últimos principios del ente. El
sostiene que dicha teoría fue formulada para explicar cómo son las cosas, y cómo
se conocen las cosas; en ambos casos es inadecuada. Postular la existencia de
las ideas separadas de las cosas es únicamente complicar el problema, ya que, a
menos que las ideas tengan algún contacto definido con las cosas, no pueden
explicar cómo las cosas llegan a ser, ni tampoco cómo llegan a ser conocidas por
nosotros. Platón no mantiene un contacto entre ideas y fenómenos en una forma
definida y científica, sino que sólo se refugia en expresiones como participación,
imitación, que, si son algo más que metáforas vacías, implican una contradicción.
En una palabra, Aristóteles opina que Platón, al postular la existencia de las ideas
en un mundo separado al de los fenómenos, excluye la posibilidad de resolver
mediante las ideas el problema de la naturaleza última de la realidad. ¿Cuáles
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son, por tanto, según Aristóteles, los principios del ente? En el orden metafísico las
determinaciones más altas del ente son el acto (entelecheia) y la potencia
(dynamis). El primero es perfección, realización, plenitud del ente; el segundo,
imperfección, incompleto, perfectibilidad. El primero es el principio determinante, el
segundo el determinable. Acto y potencia están por encima de todas las
categorías; se encuentran en todos los entes, con excepción de la Causa
Suprema, en la cual no hay imperfección y, por tanto, no hay potencia. El es en
realidad. Actus Purus. Todos los demás entes están compuestos de acto y
potencia, un dualismo que es una fórmula metafísica general para el dualismo de
materia y forma, cuerpo y mente, sustancia y accidente, el alma y sus facultades,
el intelecto pasivo y el activo. En el orden físico, potencia y acto se convierten en
materia y forma. A éstos hay que añadir el agente (causa eficiente) y el fin (causa
final); pero como la eficiencia y la finalidad han de ser reducidas, en un último
análisis, a la forma, nos encontramos con dos últimos principios del ente en el
orden físico, a saber, la materia y la forma. Las cuatro causas genéricas - material,
formal, eficiente y final - serían, en el caso, por ejemplo, de una estatua: La
causa material, aquella de la cual está hecha la estatua, es el mármol o el
bronce. La causa formal, aquella según la cual se ha hecho la estatua, es la
idea que existe en primer lugar como modelo en la mente del escultor, y en
segundo lugar como causa intrínseca, determinante, la expresada en la materia.
La causa eficiente, o agente, es el escultor. La causa final es aquella por la cual
se ha hecho la estatua (como, por ejemplo, el precio pagado al escultor, el deseo
de agradar a un superior, etc.)Todas ellas son causas verdaderas en tanto que el
efecto depende de ellas para existir o para su modo de existir. La filosofía pre-
aristotélica fracasó, bien al intentar discriminar entre los diferentes tipos de
causas, confundiendo el principio material con el eficiente, bien al insistir en que
sólo las causas formales eran los verdaderos principios del ente, o bien al
reconocer que hay un principio de finalidad y dudar al aplicar ese principio a los
detalles del proceso cósmico. La filosofía aristotélica, al discriminar entre las
diferentes causas genéricas y retener al mismo tiempo todos los diferentes tipos
de causas que intervenían en el pensamiento filosófico anterior, marca un
96
verdadero desarrollo en la especulación metafísica y se presenta como una
auténtica síntesis de las filosofías jónica, eleática, socrática, pitagórica y platónica.
Un punto que se debería recalcar al exponer esta parte de la filosofía aristotélica
es la doctrina de que toda acción consiste en poner en acto aquello que estaba
contenido en potencia en el material sobre el que trabaja el agente. Esto es cierto
no sólo en el mundo de las cosas animadas, en el que, por ejemplo, el roble está
contenido en la bellota, sino también en el mundo inanimado en el que el calor, por
ejemplo, está contenido en potencia en el agua, y sólo necesita como agente al
fuego para ser puesto en acto. Ex nihilo nihil fit. Este es el principio del desarrollo
de la filosofía aristotélica que es tan comentado en relación con la noción moderna
de evolución. La mera potencialidad, sin ningún acto o realización - la denominada
materia prima - no existe por si misma en ninguna parte, aunque entra en la
composición de todas las cosas excepto en la Causa Suprema; está en un polo de
la realidad, mientras que ésta última está en el otro. Ambas son reales. La materia
prima posee lo que pudiera denominarse realidad más atenuada, dado que es
pura indeterminación; Dios posee la más alta y completa realidad, ya que El es, en
el más alto grado de determinación. Una de las tareas de la metafísica, la ciencia
teológica, consiste en demostrar la existencia de una Causa Suprema. Y
Aristóteles se embarca en esta tarea en muchas partes de su obra de la Filosofía
Primera. En la “Física”, adopta y mejora un argumento teleológico de Sócrates
cuya premisa mayor es “Aquello que exista para un propósito útil debe ser la obra
de una inteligencia”. En el mismo tratado él argumenta que, aunque el movimiento
es eterno, no puede haber una serie infinita de entes que mueven y entes que son
movidos, y que, por tanto, debe haber uno, el primero de la serie, que es inmóvil,
to proton kinoun akineton - primum movens immobile. En la “Metafísica” sostiene
que el acto, por su naturaleza, precede a la potencia, y que, consecuentemente,
previo a toda materia y a toda composición de materia y forma, de potencia y acto,
debe haber existido un Ente que es acto puro, y cuya existencia consiste en el
pensamiento sobre si mismo, que es pensamiento (noesis noeseos). El Ente
Supremo imparte movimiento al universo al mover el Primer Cielo; sin embargo, el
movimiento que emana de la Primera Causa es el deseo. En otras palabras, el
97
Primer Cielo, atraído por el deseo hacia el Ente Supremo “como el alma es atraída
por la belleza”, se pone en movimiento e imparte su movimiento a las esferas
inferiores, y así, en último lugar, a nuestro mundo terrestre. Según esta teoría,
Dios nunca abandona el eterno reposo en que El consiste. Voluntad e intelecto
son incompatibles con la eterna inmutabilidad de su existencia. Dado que la
materia, el movimiento y el tiempo son eternos, el mundo es eterno. Pero ha
tenido una causa. La manera en que se ha originado el mundo no está definida en
la filosofía aristotélica. Parece aventurado afirmar que él enseñó la doctrina de la
creación. Aunque sí se puede afirmar con seguridad que él estableció los
principios que, llevados a su conclusión lógica, conducirían a la doctrina de que el
mundo fue hecho de la nada.B. Física. La física tiene por objeto de su estudio los
“entes dotados intrínsecamente de movimiento”, en otras palabras, el estudio de la
naturaleza. La naturaleza difiere del arte en lo siguiente: la naturaleza
esencialmente se determina a si misma desde dentro de ella misma, mientras que
el arte permanece externo a los productos artísticos. En su autodeterminación,
esto es, en sus procesos, la naturaleza sigue una forma inteligente e inteligible.
“La naturaleza está siempre luchando por conseguir lo mejor”. El movimiento es
una característica del ente, esto es, la condición por la que un ente en potencia se
convierte en un ente actual. Hay tres tipos de movimiento: cuantitativo (aumentar y
disminuir), cualitativo (alteración) y espacial (locomoción). El espacio no es ni
materia ni forma, sino “el límite primero e inmóvil del continente en contraste con el
contenido”. El tiempo es la medida de la sucesión del movimiento. Al tratar las
nociones de movimiento, espacio y tiempo, Aristóteles refuta la doctrina eleática
de que el movimiento real, el espacio real y la sucesión real implican una
contradicción. De acuerdo con Empédocles, también Aristóteles enseña que todos
los cuerpos terrestres están compuestos de cuatro elementos o principios
radicales, a saber: fuego, aire, tierra y agua. Estos elementos determinan no sólo
el calor natural y la humedad de los cuerpos, sino también su movimiento natural,
hacia arriba o hacia abajo, según el predominio del aire o de la tierra. Los cuerpos
celestes no están constituidos por los cuatro elementos, sino por el éter, cuyo
movimiento natural es circular. La Tierra es el centro del sistema cósmico; es un
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cuerpo esférico, inmóvil y alrededor de él giran las esferas en las cuales están
fijados los planetas. El Primer Cielo, que juega un papel tan importante en el
sistema cosmogónico general aristotélico, es el cielo de las estrellas fijas. Está
rodeando todas las demás esferas y, al estar dotado de inteligencia, se volvió
hacia Dios como atraído por el deseo hacía El y así comunicó a todos los demás
cuerpos celestiales el movimiento circular que les es natural. Estas doctrinas, al
igual que el concepto general de naturaleza como dominada por el designio o el
propósito, llegaron a darse por sentado en toda filosofía de la naturaleza hasta los
tiempos de Newton y Galileo, y hasta el nacimiento de la ciencia física moderna.
La psicología en la filosofía aristotélica es considerada una rama de la ciencia
física. Tiene como objeto el estudio del alma, es decir, del principio de la vida. La
vida es la facultad de la automoción, o del movimiento desde el interior. Las
plantas y los animales, al estar dotados de la facultad de adaptación, tienen almas,
y el alma humana es peculiar únicamente en que, a las facultades vegetativas y
sensitivas que caracterizan la vida vegetal y animal respectivamente se añade la
facultad racional - la capacidad de adquirir conocimiento intelectual y universal.
Debe por tanto tenerse en cuenta que, cuando Aristóteles habla del alma, no se
refiere solamente al principio del pensamiento; alude al principio de la vida. El
define el alma como la forma, realización o actualidad del cuerpo, “la entelequia
primera del cuerpo organizado que posee la facultad de la vida”. No es una
sustancia distinta del cuerpo, como pensaba Platón, sino un principio
consustancial al cuerpo, y ambos están unidos para formar la sustancia
compuesta, el hombre. Las facultades o potencias del alma son cinco: nutritiva,
sensorial, apetitiva, locomotiva y racional. La sensación es definida como la
facultad “por la cual percibimos las formas de los objetos sensibles sin la materia,
como la cera recibe la figura del sello sin el metal del que está compuesto el sello”.
Es “un movimiento del alma”, y la “forma sin la materia” es el estímulo que provoca
ese movimiento. El typos, como se denomina esta forma, aunque es análogo a los
“espectros” sobre los que disertaron los atomistas, no es, como el espectro, un
objeto disminuido, sino una forma de movimiento que media entre el objeto y la
facultad. Aristóteles distingue entre los cinco sentidos externos y los internos, de
99
los cuales los más importantes son el sentido central y la imaginación. El intelecto
(nous) se diferencia de los sentidos en que se ocupa de lo abstracto y universal,
mientras que éstos últimos tienen como objeto lo concreto y particular. La cualidad
natural del intelecto no es el conocimiento en si, sino meramente la facultad de
adquirir conocimiento. La mente “no tiene ideas al principio, es como una tabla
rasa en la que nada está escrito”. Todos nuestros conocimientos se adquieren, por
tanto, mediante un proceso de elaboración o desarrollo a partir del conocimiento
sensorial. En este proceso el intelecto exhibe una doble fase, activa y pasiva. Por
ello es costumbre referirse al intelecto pasivo y al activo, aunque no está claro en
absoluto lo que Aristóteles quería decir con estos conceptos. La corrupción del
texto en algunos de los pasajes más críticos de la obra “De Anima” - la mezcla con
el panteísmo estoico en las explicaciones de los primeros comentaristas, por no
hablar de las adiciones posteriores de elementos ajenos por parte de los árabes,
escolásticos y los modernos comentaristas trascendentalistas del texto - han
vuelto imposible afirmar con precisión qué significado se debe atribuir a los
términos de intelecto pasivo y activo. Es suficiente subrayar aquí que: según los
escolásticos, Aristóteles entendía por intelecto activo y pasivo partes o fases de la
mente individual. según los árabes y algunos de los primeros comentaristas, el
primero de los cuales posiblemente haya sido Aristocles, el intelecto activo sería
algo divino o, al menos, algo trascendental a la mente individual. según algunos
intérpretes, el intelecto pasivo no es en ningún caso una facultad intelectual
propiamente dicha, sino simplemente un agregado de sensaciones del cual se
forman las ideas, como la estatua se elabora a partir del mármol. A partir del hecho
de que el alma alcanza, mediante sus operaciones intelectuales, un conocimiento
de lo abstracto y universal, y así trasciende a la materia y a los condicionantes
materiales, Aristóteles sostiene que el alma es inmaterial e inmortal. La voluntad, o
facultad de elegir, es libre, como lo demuestra el reconocimiento de la
voluntariedad de la virtud y la existencia de premios y castigos. C. Matemáticas
Aristóteles consideró las matemáticas como una división de la filosofía, coordinada
con la física y la metafísica, y la definió como la ciencia del ente inmóvil. Esto
viene a significar que se centra en el ente cuantitativo, y no limita su atención,
100
como la física, al ente dotado de movimiento.3. Filosofía práctica Incluye la ética y
la política. El punto de partida de los interrogantes éticos es la pregunta: ¿En qué
consiste la felicidad? Aristóteles responde que la felicidad del hombre está
determinada por el fin o propósito de su existencia, o dicho de otro modo, que su
felicidad consiste en “el bien propio de su naturaleza racional”, ya que la
prerrogativa del hombre es la razón. Su felicidad, por tanto, debe consistir en vivir
conforme a la razón, es decir, en vivir una vida de virtud. La virtud es la perfección
de la razón y tiene dos vertientes naturales, según consideremos la razón en
relación con las facultades inferiores (virtud moral) o en relación a si misma (virtud
intelectual o teorética). La virtud moral se define como “un determinado hábito de
la facultad de elegir, que consiste en un medio adecuado a nuestra naturaleza y
fijado por nuestra razón en la forma en que lo fijaría un hombre prudente”. Está en
la naturaleza de las virtudes morales, por tanto, el evitar todo exceso así como
todo defecto; la timidez, por ejemplo, es tan contraria a la virtud de la modestia
como el descaro. Las virtudes intelectuales (comprensión, ciencia, sabiduría, arte
y conocimiento práctico) son perfecciones de la razón misma, sin relación con las
facultades inferiores. Una peculiaridad del sistema ético aristotélico consiste en
que sitúa las virtudes intelectuales por encima de las morales, lo teorético sobre lo
práctico, lo contemplativo sobre lo activo, lo dianético sobre lo ético. Un
constituyente importante de la felicidad, según Aristóteles, es la amistad, el lazo de
unión entre el individuo y la agrupación social, entre el hombre y el Estado. El
hombre es esencialmente, o por naturaleza, un “animal social”, es decir, no puede
alcanzar una felicidad completa mas que en dependencia social y política de sus
congéneres. Este es el punto de partida de la ciencia política. Que el Estado no es
un absoluto, como enseñaba Platón; que no hay un Estado ideal, sino que nuestro
conocimiento de la organización política debe ser adquirido mediante el estudio y
la comparación de las diferentes constituciones de los Estados; que la mejor forma
de gobierno es aquella que mejor concuerda con el carácter de la gente...son
algunas de las doctrinas políticas más características de Aristóteles.4. Filosofía
poética Bajo este apartado se encuentra la teoría aristotélica del arte y su análisis
de la belleza. Cuando Aristóteles define que el fin del arte es “la imitación de la
101
naturaleza” no quiere decir que las artes plásticas y la poesía deberían limitarse a
copiar los productos naturales; él se refiere a que, al igual que la naturaleza da
cuerpo a la idea, así mismo hace el arte, pero de forma más perfecta y elevada.
De aquí su famosa afirmación que dice que la poesía “es más filosófica y elevada
que la historia”. De aquí proviene también su igualmente famosa doctrina de que
el propósito del arte es calmar, purificar (katharsis) y ennoblecer los afectos. Por
esta razón prefiere la música a todas las artes plásticas, ya que posee un valor
ético superior. El concepto de Aristóteles de la belleza es vago e indefinido. A
veces considera el orden, la simetría y la limitación y otras meramente el orden y
la grandiosidad como componentes de lo bello. Estas últimas cualidades las
encuentra especialmente en la belleza moral. Resulta imposible hacer aquí una
valoración del conjunto de la filosofía aristotélica o rastrear su influencia sobre los
sistemas filosóficos que le siguieron. Bastaría con decir que, tomado como un
sistema de conocimiento, es más científico que metafísico; su punto de partida es
la observación, más que la intuición, y su objetivo es averiguar la causa última de
las cosas, más que determinar el valor (ético o estético) de éstas. Su influencia se
extendió, y todavía se extiende, más allá de los campos de la ciencia y de la
filosofía. Nuestro pensamiento, incluso en asuntos muy lejanos de la ciencia y la
filosofía, desemboca naturalmente en las categorías y las fórmulas del
aristotelismo, y a menudo encuentra su expresión en términos que fueron
inventados por Aristóteles, de forma que “las palabras de Aristóteles, entendidas a
medias, se han convertido en leyes de pensamiento para otros tiempos”.La
Escuela Aristotélica. La identidad de la Escuela Aristotélica fue conservada desde
el momento de la muerte de Aristóteles hasta el siglo tercero de la era cristiana,
gracias a la sucesión de Escolares, o directores oficiales de la escuela. El primero
de ellos, Teofrasto, así como su sucesor inmediato, Estrato, dedicaron una
atención especial al desarrollo de las doctrinas físicas de Aristóteles. También bajo
su dirección la escuela se interesó por la historia de los problemas filosóficos y
científicos. En el siglo I a.C. Andrónico de Rodas editó las obras de Aristóteles, y
posteriormente la escuela produjo sus comentaristas más famosos, Aristocles de
Messene y Alejandro de Afrodisias (alrededor del 200 d.C.). En el siglo III la labor
102
de comentarista fue continuada por los filósofos neoplatónicos y eclécticos, el más
famoso de los cuales fue Porfirio. En los siglos V y VI los principales comentaristas
fueron Juan Filopono y Simplicio; éste último estaba enseñando en Atenas
cuando, en el año 529, la escuela ateniense fue cerrada por orden del emperador
Justiniano. Después del cierre de la escuela de Atenas, los filósofos exiliados
hallaron un refugio temporal en Persia. Allí, así como en Armenia y Siria, las obras
de Aristóteles fueron traducidas y explicadas. Uranio, David el Armenio, los
cristianos de las escuelas de Nisibis y Edesa y, finalmente, Honain ben Isaac, de
la escuela de Bagdad, fueron especialmente activos como traductores y
comentaristas. Fue de esta última escuela de la que los árabes, que bajo el
reinado de los abasíes experimentaron un renacimiento literario similar al de la
Europa Occidental bajo Carlomagno, obtuvieron el conocimiento de las obras de
Aristóteles. Mientras tanto se había preservado en Bizancio una tradición más o
menos intermitente de las enseñanzas aristotélicas, las cuales, habiendo sido
representadas en siglos sucesivos por Miguel Psellus, Focio, Arethas, Nicetas,
Juan Italo y Ana Comnena, alcanzaron su más alto desarrollo en el siglo XII, bajo
la influencia de Miguel Efesio. En este siglo las dos corrientes, una procedente de
Persia, Siria, Arabia y la España árabe, y la otra de Atenas, a través de
Constantinopla, se encuentran en las universidades cristianas de Europa
Occidental, especialmente en la Universidad de París. Los escritores cristianos de
la época patrística fueron, con escasas excepciones, platonistas que miraban a
Aristóteles con suspicacia y generalmente le minusvaloraban como filósofo. Había
excepciones como Juan de Damasco, que en su “Origen de la ciencia” compendia
las “Categorías” y la “Metafísica” de Aristóteles y la “Introducción” de Porfirio;
Nemesio, obispo de Emesa, que en su “Naturaleza del hombre” sigue las huellas
de Juan de Damasco; y Boecio, que tradujo varios de los tratados de lógica de
Aristóteles al latín. Estas traducciones y la “Introducción” de Porfirio eran las
únicas obras aristotélicas que conocían los universitarios más destacados, es
decir, los filósofos cristianos de Europa Occidental desde los siglos IX al XII. En el
siglo XII la tradición árabe y la bizantina se encontraron en París, las obras
metafísicas, físicas y éticas de Aristóteles fueron traducidas en parte de los textos
103
árabes y en parte de los griegos, y después de un breve periodo de suspicacias y
dudas por parte de la Iglesia, la filosofía de Aristóteles fue adoptada como la base
de una exposición racional del dogma cristiano. Las suspicacias y dudas fueron
debidas al hecho de que, en los textos árabes y sus comentarios, las enseñanzas
de Aristóteles habían sido tergiversadas y orientadas al materialismo y panteísmo.
Después de más de dos siglos de triunfo casi universalmente indiscutido,
Aristóteles se constituyó una vez más en tema de disputa en las universidades
cristianas del periodo renacentista, debido a que los humanistas, al igual que los
árabes, pusieron el énfasis en aquellos elementos de las enseñanzas aristotélicas
que eran irreconcilables con la doctrina cristiana. Con la llegada de Descartes y el
desplazamiento del centro de los interrogantes filosóficos desde el mundo externo
al interno, de la naturaleza a la mente, el aristotelismo como sistema empezó a ser
más y más identificado con la escolástica tradicional y no se estudiaba separado
de la escolástica más que por su interés histórico. Obras Es costumbre distinguir,
siguiendo la autoridad de Genio, dos tipos de obras aristotélicas: las exotéricas,
destinadas al público en general, y las acroamáticas, destinada sólo a un circulo
limitado, formado por aquellos que estaban versados en la fraseología y modos de
pensamiento de la Escuela. Al primer tipo pertenecen los “Diálogos”, de los cuales
los más conocidos son el “Eudemus”, tres libros sobre “Filosofía”, cuatro libros “De
la justicia”, además de los tratados (que no están en forma de diálogo) “Del bien” y
“De las ideas”, todos los cuales desafortunadamente se han perdido. Bajo este
apartado se debería mencionar también los “Poemas”, “Cartas”, “Oraciones”,
“Apología”, etc, que en un momento dado se atribuyeron a Aristóteles, aunque hay
pocas dudas sobre su falsedad. Al tipo de las obras acroamáticas pertenecen
todas las obras existentes y también los tratados perdidos anatomai (que contenía
cartas anatómicas), periphyton y los politeiai (una colección de las diferentes
constituciones políticas de los estados griegos; una porción, que contenía la
Constitución de Atenas fue descubierta en un papiro egipcio y publicada en 1891).
Las obras existentes, con sus títulos en latín, como se acostumbra citarlas,
pueden ser agrupadas en las siguientes clases: Tratados de lógica Fueron
conocidos por los escritores bizantinos como el “Organon”, e incluía (1)
104
“Categoriae”; (2) “De Interpretatione”; (3) “Analítico Priora”; (4) “Analytica
Posteriora”; (5) “Topica”; (6) “De Sophisticis Elenchis”.Tratados de metafísica. La
obra corrientemente citada como “Metaphysica” o “Metafísica” (o, al menos, una
porción de ella) fue titulada por Aristóteles “Filosofía primera” (prote philosophia).
El título meta ta pizcita fue dado por primera vez por Andrónico de Rodas, en cuya
colección o edición de las obras de Aristóteles estaba situado después de los
tratados de física. Tratados de física(1) “Physica”, o “Pizca Auscultatio”,
comúnmente denominado Física; (2) “De Coelo”; (3) “Meteorológica”.Tratados de
biología y zoología(1) “Historiae Animalium”; (2) “De Generatione et Corruptione”;
(3) “De Generatione Animalium”; (4) “De Partibus Animalium”.Tratados de
psicología y antropología(1) “De Anima”; (2) “De Sensu et Sensibili”; (3) “De
Memoria et Reminiscentia”; (4) “De Vita et Morte”; (5) “De Longitudine et Brevitate
Vitae”.Tratados de ética y política(1) “Ethica Nicomachea”, (2) “Política”. La “Ética
a Eudemo” y la “Magna Moraría” no tuvieron como autor directo a Aristóteles.
Tratados de poética y retórica (1) “De Poética”; (2) “De Retórica; ambos son
genuinos sólo en algunas de sus partes. De las obras existentes, algunas fueron
escritas en su forma actual y estaban destinadas a ser exposiciones científicas
acabadas. Otras, aunque fueron escritas por Aristóteles, eran únicamente
anotaciones para las clases, para ser completadas con la enseñanza oral.
Finalmente, otras no son más que apuntes de clase de sus alumnos, y no fueron
nunca corregidas por el maestro. Esta consideración obliga, como es obvio, al
estudioso de Aristóteles a atribuir un valor muy diferente a las diferentes partes del
texto; por ejemplo, nadie pensaría en atribuir el mismo valor a una cita del primer
libro de la “Metafísica” que a una del segundo. De acuerdo con una bien conocida
historia, contada en principio por Estrabón y repetida por Plutarco y Suidas, la
biblioteca de Aristóteles, incluyendo los manuscritos de sus propias obras, fue
dejada en herencia a Teofrasto, su sucesor como director de la Escuela
Peripatética. Teofrasto se la legó a su heredero, Neleo de Scepsis. Tras la muerte
de Neleo, los manuscritos fueron escondidos en una bodega o fosa, para evitar
que fueran confiscados por reyes aficionados a coleccionar libros, y allí
permanecieron durante casi dos siglos, hasta que en los tiempos de Sulla fueron
105
descubiertos y traídos a Roma. Una vez en Roma fueron copiados por un
gramático llamado Tyrannion y editados por Andrónico de Rodas (alrededor del 70
a.C.). El núcleo de esta historia puede ser considerado como verdadero; sin
embargo, la deducción de que durante todo ese tiempo no se dispuso de ninguna
copia de las obras de Aristóteles no está corroborada por los hechos. No está
implícito en la narración de Estrabón, y tampoco es probable en si mismo. Puede
que uno o dos libros estuvieran desaparecidos para la Escuela hasta que apareció
la edición de Andrónico, pero esto mismo no puede ser cierto para todo el Corpus
Aristotelicum. La edición de Andrónico continuó siendo utilizada por la Escuela
Peripatética durante los primeros siglos de nuestra era. Para las varias
traducciones del texto al sirio, árabe, latín, etc. véase lo anterior.WILLIAM
TURNER.
III.6. Representantes
RENACIMIENTO
106
secundada por los pronunciamientos de Boccaccio y Valla sobre la "imitación de la
naturaleza".
- La primera mitad del siglo XVI, que coincide con el apogeo y la síntesis, se
puede denominar renacimiento Clásico.
- La segunda mitad del siglo XVI y comienzos del XVII, que representa el
período postclásico, estilizador y ambiguo, al que también se ha denominado
manierismo.
107
BRAMANTE "Templete de San Pietro en
Montorio"
DONATELLO "David"
108
MIGUEL ANGEL "El Moisés"
109
GIOTTO "Presentación de la Virgen"
110
BOTICELLI "Retrato de un hombre
joven"
111
Durante la segunda mitad del siglo, Francia aprovechó la debilidad militar
española y ejerció una continua presión expansionista sobre los territorios
europeos regidos por Carlos II. Como consecuencia de esta presión, la Corona
española perdió buena parte de sus posesiones en Europa, de modo que a
principios del siglo XVIII el Imperio español en Europa estaba totalmente liquidado.
La sociedad española del siglo XVII era una sociedad escindida: la nobleza
y el clero conservaron tierras y privilegios, mientras que los campesinos sufrieron
en todo su rigor la crisis económica. La miseria en el campo arrastró a muchos
campesinos hacia las ciudades, donde esperaban mejorar su calidad de vida; pero
en las ciudades se vieron abarcados al ejercicio de la mendicidad cuando no
directamente a la delincuencia.
112
trajo como consecuencia que durante el siglo XVII se duplicara el número de
eclesiásticos en España.
Galileo Galilei fue uno de los fundadores del método experimental. A partir
de sus observaciones, enunció las leyes de caída de los cuerpos y refrendó la
teoría heliocéntrica de Copérnico. Debido a sus conclusiones, Galileo fue sometido
a un humillante proceso inquisitorial, en el que se le obligó a abjurar de sus
argumentos sobre el desplazamiento de la Tierra alrededor del Sol.
113
de crisis y ruina de la sociedad son el individualismo y la desconfianza hacia los
demás.
Un arte teatral
Literatura Barroca
114
Frente al clasicismo renacentista, el Barroco valoró la libertad absoluta para
crear y distorsionar las formas, la condensación conceptual y la complejidad en la
expresión. Todo ello tenía como finalidad asombrar o maravillar al lector.
El conceptismo
El culteranismo
115
El siglo XVII y el auge de las premisas barrocas coincidieron en España con
un brillante y fecundo período literario que dio en llamarse Siglo de Oro.
Estéticamente, el barroco se caracterizó, en líneas generales, por la complicación
de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la
naturaleza, que constituía el ideal renacentista.
Entre los rasgos más significativos del barroco literario español resulta
relevante la contraposición entre dos tendencias denominadas conceptismo y
culteranismo, cuyos máximos representantes fueron, respectivamente, Francisco
de Quevedo y Luis de Góngora. Los conceptistas se preocupaban esencialmente
por la comprensión del pensamiento en mínimos términos conceptuales a través
de contrastes, elipsis y otras y otras figuras literarias. Por el contrario, los
culteranos buscaban la delectación de una minoría culta mediante el recurso a
metáforas, giros e hipérboles, con modificación de las estructuras fraseológicas,
en busca del marxismo preciosismo. Característica del barroco hispánico fue
también la contraposición entre realismo e idealismo, que alcanzó su máxima
expresión en la que estaría llamada a convertirse en una de las cumbres de la
literatura universal, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (primera
parte, 1605; segunda, 1615), de Miguel de Cervantes.
116
tono procaz y brutal. Los temas que lo inspiraron fueron muy variados: morales,
satíricos, religiosos, de amor, etc., y en el desarrollo de todos ellos subyace una
concepción angustiada de la condición humana, común a obras tales como la
novela picaresca titulada La vida del Buscón, llamado don Pablo (1626), o la
alegoría Sueños (1627).
117
A las fórmulas teatrales que se ofrecían al público en el siglo XVI se impuso
la que alrededor de 1590 fijó Lope de Vega, creador de la comedia española. Sus
premisas se caracterizaron por el quebrantamiento de las tres reglas aristotélicas
del teatro clásico (unidad de acción, tiempo y espacio), la división de la comedia
en tres actos (en vez de cinco) y, en general, la liberalización de la estructura de la
pieza dramática. Los ideales que se exaltaban eran el monárquico y el religioso, y
los sentimientos más manifestados, el amor y el honor. De extraordinaria
fecundidad, Lope fue el escritor español con el que más llegó a identificarse el
pueblo. Entre las creaciones representadas con mayor profusión cabe citar Fuente
o vejuna, Peribáñez o el comendador de Ocaña, El caballero de Olmedo y La
dama boba. Como era de esperar, dado su éxito, tuvo gran número de seguidores.
La otra gran figura del drama del Siglo de Oro fue Pedro Calderón de la
Barca, quien comenzó siguiendo de cerca el modelo de la comedia de Lope, pero
en su madurez, aunque sin modificarlo sustancialmente, aportó ciertos rasgos
personales. Su obra se caracterizó por el enfoque más meditado de los asuntos, la
preferencia por lo ideológico o simbólico y la construcción más rígida de las piezas
teatrales. En la técnica escénica alcanzó un virtuosismo notable. Los dos grupos
más importantes de la producción calderoniana son las comedias de enredo y los
dramas, históricos, filosóficos y religiosos, entre los que destacaron La vida es
sueño, El alcalde de Zalamea y El mágico prodigioso.
118
Se establece esa relación de centro escena que es el actor. Su corporeidad,
en la estructura, compone su relación simbólica sobre la «puesta en escena».
Habíamos dicho que compone su figura geométrica en el espacio escénico. Esa
plasticidad en torno al espacio se figura conforme a un juego con el silencio y,
hasta ahora hemos dicho, lo determina instrumentando su cuerpo. Cada vez que
la acción viene dada por su interpretación del texto: cómo estructura su lugar
actoral sobre el escenario. El emplazamiento del actor se logra a través de una
conceptualización del espacio: los principios estéticos impondrán a la escena las
formas que determinen lo que el actor, y el complemento de sus actores, hayan
concebido estéticamente. Es cuando el espacio no es una «forma» regular o, si
quieren, convencional. Por el contrario, crearán irrumpiendo con la realidad y
estableciendo la imagen de sus intereses. De allí saldrá su alteridad del espacio y
del tiempo. Las expresiones narrativas -de la historia dramática de los personajes-
no quieren hacer de la realidad un traslado directo y, menos aún, un compendio de
esa naturaleza. Plantea, el actor, finalmente, un cambio con el espacio: la
respiración de su desplazamiento. Para decirlo de manera ilustrativa, responde a
ese juego alterable del espacio.
119
no querrá sino que lo satisfagan. Para el espectador estará bien si el actor ha
sabido «dejarle un mensaje», si lo habrá emocionado o habrá entendido cómo
recibir las sensaciones del espectáculo. Para el actor el público ya no está cerca o
lejos, sólo se integra en la plasticidad de su expresión.
Cuerpo de Artaud
El cuerpo del actor y el espectador rompe con cualquier línea divisora hasta
el punto que se integran a un acto. Y las sensaciones intervienen en forma directa
y rápida que no le da tiempo al espectador de crear una calzada divisora entre el
espacio del espectador y el espacio del actor. Ambos se fusionan en una
apariencia impredecible y violenta. El silencio, en el teatro de Artaud, consiste en
agredir, hasta donde llegue la conciencia del actor, la moral de los espectadores,
por lo que se involucra el contexto social. Pero no en el sentido épico, por el
contrario, en una estructura cultural de las sensaciones. A todas las sensaciones
que moralmente el espectador posee ocultas. Sus sensaciones responden, para
Artaud, a elementos muy recónditos de una sociedad determinada: una sociedad
moral, la cual guarda para sí pasiones prescritas, dentro de una escala de valores
de una sociedad burguesa de posguerra. Cuando Artaud nos propone hallar esas
expresiones, que violentan contra esa escala de valores, nos encontramos con
una postura estética y no estrictamente transgresora del hecho cultural, porque el
actor debe responder, por la vía del arte, a los niveles de agresividad que impone
nuestra sociedad: cómo debemos concebir ese espacio teatral y cómo el actor se
figura en la puesta en escena para darle frente. Terminamos por concebir una
violencia del espacio. Elementos que se alinean desde el texto hacia el actor.
El ritmo del actor, ante ésta y otras exigencias, nos facilita recientes formas
expresivas. El ritmo funciona de acuerdo con las sensaciones que determina el
actor. Hasta aquí la instrumentación de esa respiración dependía de su visión
estética, pero de la misma manera debe saber cómo implicarla sobre el público,
sobre su entorno.
120
Forma geométrica del actor
Con su visión estética el actor sabrá qué puede expresar sobre el espacio.
Aportará una visión inesperada: él devuelve, en forma de símbolo, los iconos de
su sociedad. Pero cuidado: en forma simbólica no épica, volvemos a decirlo,
ofrece un arquetipo abstracto de sus sensaciones, de su sociedad. La línea que va
ha adquirir es, por lo general, una ruptura con lo usado, con el espacio.
121
esa expresión estará definida conforme a lo que vemos: la palabra es vista. Cada
desplazamiento del actor lee la apariencia de su espacio. Tan pronto que el ritmo
sea la condición corporal para decirnos, en un momento dado, cómo debemos ver
la palabra sobre el escenario. Como decía ahora, la respiración, en tanto es
instrumento del ritmo, contiene a la palabra, porque de allí el actor instrumenta
todas las formas de su expresión: el movimiento, la dicción, la expresión corporal y
el sentido del espacio físico.
Los ritmos del actor varían según el método que aplique. Ahora método es
una manera artificial o técnica y no el proceso en sí mismo. El método es
abstracción y como tal debe definirse en su contexto teatral. Porque sencillamente
él se vale técnicamente de uno u otro método, a objeto de aplicarlo como mejor le
venga en gana. Es cuando debe hacer abstracción de los métodos adquiridos:
instrumentar su ejecución por medio de un método, si se quiere, sentido y
emocional que lo hace ser un método abstracto. Cuando apreciamos este proceso
de abstracción, pueda que empecemos a darle el lugar correcto al actor. Decía
entonces que el ritmo adquiere, acuñando el término, cierta arritmia propia del
122
jazz, una música que en particular establece sus ritmos a partir de la improvisación
musical y el mestizaje sonoro. Se impone la intuición y lo impredecible. Aquí lo
mejor, el hecho impredecible. Los espacios son abiertos o cerrados, dependiendo
de que así lo quiera el actor, el hecho se define por sí solo. Ahora que el actor
interpreta del texto su personaje. Quiero decir que ese encuentro del actor no tiene
una línea psicológica. La psicología aplicada aprecia métodos que aquí no están
planteados. El hecho psicológico requiere de un arreglo científico. Y, sin querer
desacreditar, la arritmia, en tanto lo aplique el actor no es racional. Los ritmos,
cuando el actor domina su técnica, se valen del hecho irracional o intuitivo y
espiritual. Y es hora de dejar claro que lo espiritual no se ajusta al concepto
religioso del vocablo, por el contrario, es de carácter intelectual, si se quiere
antropológico: a ello me refería cuando indicaba la importancia de intelectualizar
las emociones.
(1) Poética para el actor, Colección Piedra sobre Piedra, Latín American
Writers Institute. Eugenio María de Hostos Community College of CUNY
123
IV-8.NOCIONES BÁSICAS DE LOS ELEMENTOS DE LA
PRODUCCION ESCÉNICA.
Blanco García Francisco. Sáenz de Jubera. Publicado ED mac ahílen 1899. Pág.
73.
Subgéneros dramáticos
124
exageración de las situaciones.
125
que se enmarca nuestra vida social. Wittgenstein (1958) es un autor moderno
donde encontramos el despliegue de una postura antiesencialista, perspectiva que
también caracteriza a este estudio. Las referencias anteriores indican lecturas
relevantes, ideas o procedimientos congénitos, pero el presente enfoque difiere de
éstas, ya en concepto, ya en perspectiva, o en objeto.
Hay una distinción que cabe esbozar entre escena y situación: una
situación suele contener un número de escenas; una escena, en cambio, no suele
constituir una situación. Una semántica situacional es, propiamente, un análisis
semántico a partir de situaciones reales. Una semántica escénica, por otro lado,
es el análisis de las escenas que traen las expresiones de la lengua. Aisladas o en
cadenas cortas, en el intercambio cotidiano, las expresiones no expresan
situaciones, sino escenas. En cambio los cuentos, novelas y los diversos géneros
del relato oral y visual, sí intentan expresar situaciones. Las expresiones son
126
selecciones acotadas de aspectos dramáticos. Reflejan escenas, entendidas éstas
como totalidades parciales dentro de ámbitos dramáticos más generales.
127
Verbo + a + Nominal), como en la expresión "Manuel golpeó a Arnulfo". El
procedimiento es moneda corriente en los negocios semánticos y no requiere
introducción. Es más, basta apreciar el tipo de escena que el esquema representa
para entender la extensión que se le da al término. Por otro lado, el término
JUGAR en el esquema [ACTOR JUEGA] es un predicado de extensión más
restringida y más de alguno objetaría incluirlo entre los términos esquemáticos.
Ciertamente, JUGAR podría aparecer subordinado a un predicado más general,
como REALIZAR ACTIVIDAD, en caso de una generalización válida; pero lo
mismo vale para AFECTAR. Los términos del vocabulario semántico-escénico
tienen que responder a una realidad expresiva, no al mero prurito de abstraer por
abstraer. Por lo demás, JUGAR representa la variedad interminable de actividades
referidas por expresiones como "jugar a la pelota", "jugar a las cartas", "jugar al
dominó", "jugar a ser astronautas", "jugar a hacer comida", etc. Si cada una de
estas actividades estuviera lexicalizada en elementos distintos en la lengua, el
término JUGAR pasaría sin discusión al vocabulario descriptivo.
128
relaciones. El método captura a la vez, una serie de ampliaciones, analogías y
procesos metafóricos que organizan la expresión.
129
niega la posibilidad de tal participante. El contraste excluyente entre estos ámbitos
no es la norma, pero sí muestra la diferencia. Piénsese ahora en "el tren salió a
concepción a paso lento". Aquí no hay exclusión: "a Concepción" y "a paso lento"
son añadidos mutuamente compatibles de "salir". Pero los cortes "el tren salió a
paso lento" y "el tren salió a Concepción" presentan una serie de diferencias. En
este último el término del conector se refiere a un participante de la escena, lo que
implica que nuevas cadenas escénicas pueden depender de éste: "el tren salió a
Concepción, donde se celebraban fiestas en honor a Dionisio". Algo así es más
rebuscado en el primer corte: "el tren salió a paso lento, que es el paso que lleva
en general". Por otro lado, un nuevo corte como "el tren salió", si bien abrevia
eliminando "a paso lento", mutila eliminando "a Concepción": a primera vista, "a
paso lento" es información prescindible en la secuencia, no así "a Concepción".
(Esto último es relativo, sin embargo. Una modificación puede constituir
información más relevante que una ampliación, dependiendo del contexto.)
130
son los tipos de escenas con PACIENTES?; )cuáles son las distintas lógicas
escénicas y cómo condicionan éstas las construcciones lingüísticas?
131
diferencia de un PACIENTE y de un OBJETO manipulado, una ACTOR-DATUM en
estos esquemas no ha sido afectada por acción alguna. Por otro lado, tanto un
PERCEPTOR como un SENSOR guardan cierta semejanza con el PACIENTE del
esquema afectivo. Ambos son "afectados". Sobre todo el esquema pasional
permite que la dirección del flujo de energía sea, en un sentido, la inversa a la del
esquema afectivo. Es decir, un tipo de energía emana (si bien, involuntariamente)
del referente del complemento introducido por "a" hacia el referente del sujeto, de
CAUSA a SENSOR, dependiendo del tipo de acto referido por el verbo (el
SENSOR es un pasivo de PASION). Esto relativaza el valor semántico del término
"acusativo" para estas construcciones, como también la noción de transitividad. (4)
132
el mismo referente. Es decir, la marca dativa se correlaciona más fácilmente con
objetos de verbos perceptuales y pasionales que con objetos de verbos afectivos.
Con los Verbos de Percepción y Pasión resulta torpe construir paralelos así
y, en todo caso, la versión indirecta contiene infaliblemente una preposición
(distinta de "a"): e.g. "veo a mi mujer" y "tengo una percepción visual de mi mujer",
"Manuel teme a Laura" y "Manuel siente temor por Laura". Las preposiciones "de"
133
(procedencia) y "por" (causa), ponen en evidencia que la función de "a" en los
esquemas perceptuales y pasionales no es "hacia", como en los esquemas
afectivos, sino "desde".
134
en otras ampliaciones esquemáticas (e.g. "la madre fue al cuarto a retar a su
hijo"), pero no pueden a su vez contener otras ampliaciones (La madre retó a su
hijo a Andrés* /al cuarto* /a cantar*). La distinción que surge es entre esquemas
cerrados y esquemas abiertos.
Difiere este esquema del afectivo, entre otras cosas, en que la acción del
AGENTE en el esquema de afección "toca" necesariamente al PACIENTE
135
("termina" en el paciente, podría decirse: e.g. "...golpeó a Manuel"), mientras que
el movimiento del MOVIL en el esquema direccional visto no "toca" o "termina"
necesariamente en su META (e.g. "...va a Concepción"). (Se entiende que no se
trata aquí del tiempo verbal, sino del significado léxico de estos verbos). La
codificación de la direccionalidad de la ENERGIA/MOVIMIENTO en ambas
escenas es, no obstante, la misma: desde el referente del nominal sujeto hacia el
referente del nominal preposicional. Pero el PACIENTE es un participante
"afectado", en cambio la META no lo es. Por otro lado, la META puede ser un
participante propósito; no así el PACIENTE.
136
De lo anterior puede esbozarse la caracterización de un [PROPOSITO]
como una fuerza de atracción y la de un [MOTIVO] como una fuerza de empuje.
Cabe resaltar que una [ACTIVIDAD] en una META puede enfatizar ya el carácter
de [MOTIVO] ya el de [PROPOSITO], dependiendo del contexto. Si digo "voy al
parque a meditar" es factible pensar que la [ACTIVIDAD] me impulsa a la META,
que en tal caso aparece como un mero entorno circunstancial a mi [MOTIVO], algo
superfluo. En cambio, si digo "voy a la Opera a escuchar a Verdi", es concebible
que la [ACTIVIDAD] me atrae desde la META, que en tal caso aparece como algo
relevante e inseparable de mi [PROPOSITO].
Esquemas más definitivos para este tipo escénico son, por lo tanto, [MOVIL
HACIA META PARA [PROPOSITO]], o [MOVIL HACIA [PROPOSITO] EN META].
Estos son los esquemas que despliegan en este tipo de construcciones los Verbos
Locomotivos Simples (un subgrupo de los de Desplazamiento), es decir, aquellos
que no implican más que el auto transporte de un MOVIL (e.g. "ir", caminar",
"correr").
137
Una función inmediata de la construcción del tipo (Verbo + a + Infinitivo) es
encadenar esquemas escénicos, formar subtotalidades, o totalidades dentro de
totalidades.
138
EMISOR y su RECEPTOR: el prospecto del AGENTE es afectar al PACIENTE, el
del MOVIL es alcanzar la META, el del EMISOR es transferir algo al RECEPTOR.
Así, en la serie de Verbos Direccionales Transitivos convergen muchas veces
aspectos de estos esquemas. Expresiones como "María llevó a su hijo al médico",
"Juan le trajo la revista a Pedro" implican participantes, acciones y relaciones
mixtos. En la primera, "María" presenta rasgos de AGENTE y de MOVIL. Un
AGENTE-MOVIL es un TRANSPORTADOR; "su hijo" es un PACIENTE del
transporte y "el médico" es META. Un PACIENTE del transporte es una CARGA.
En la segunda, "Juan" es MOVIL y EMISOR. Un MOVIL-EMISOR es un
CONDUCTOR; "la revista" es OBJETO de la conducción, un CONDUCTO; "Pedro"
es META y RECEPTOR.
139
nuevamente [ACTIVIDADES] EN METAS, lo que, como vimos, nos da
[PROPOSITOS]. El esquema que corresponde a la primera es [AGENTE-MOVIL
TRANSPORTA CARGA HACIA META PARA [CARGA PASEAR]]. En estas
secuencias, vemos que lo que es PROPOSITO para el AGENTE-MOVIL es
DESTINO para la CARGA.
140
Focalización. Un tema que merece cierta atención, y que sólo
mencionaremos brevemente aquí, es el del orden de los elementos en la
secuencia, y los matices enfáticos y distinciones informáticas que ciertas
ordenaciones favorecen (ver Contreras (1976) y Fant (1984)). En secuencias
estáticas mínimas, la sintaxis es relativamente simple. Por ejemplo, el esquema
transferencial presenta en general una construcción ordenada de acuerdo a la
secuencia [EMISOR + EMISION + OBJETO + RECEPTOR] (e.g. "María le regaló
una manzana a su profesora"), pero otras alternativas, como [EMISOR + EMISION
+ RECEPTOR + OBJETO] también son posibles (i.e.. "María le regaló a su
profesora una manzana"). La observación parcial es que este segundo
ordenamiento deja en foco al RECEPTOR, mientras que el primero es neutro. La
generalización es que en cualquier orden que se desvíe de la cadena [EMISOR +
EMISION + OBJETO + RECEPTOR], el elemento desviado hacia la izquierda
obtiene énfasis (o queda en foco, etc.). Otro ejemplo de esto es "a su profesora
María le regaló una manzana", es decir [RECEPTOR + EMISOR + EMISION +
OBJETO], en donde el RECEPTOR se ha movido aún más hacia la izquierda, o
extremo inicial de la secuencia, acentuando así su valor focal. Por otro lado,
tenemos que no todos los ordenamientos son igualmente aceptables. En la tabla
que sigue entrego mis juicios de aceptabilidad con respecto a algunas de las
conmutaciones posibles en la cadena EMISOR + EMISION + OBJETO +
RECEPTOR:
1) A B C D
__________________________________________________________________
_____
2) A B D C (OK)
3) A C D B (?)
4) A D B C (!)
141
5) A D C B (?)
6) B C D A (!)
7) C D B A (!)
8) B D C A (OK)
9) B A C D (OK)
10) B A D C (OK)
11) B C A D (OK)
...
142
predicado y sus argumentos", sino que obedece también al tipo de escena en
cuestión. Así, en secuencias en las que la direccionalidad va desde los
participantes marcados por los complementos hacia el sujeto, la tolerancia del
predicado en posición inicial será más baja (o será más alta su tolerancia en
posiciones finales); y en cambio la tolerancia del sujeto en posición final será
mayor. Con un Verbo de Percepción como "ver", por ejemplo, tenemos que, a
partir de la neutra "José vio a la mujer", no resulta tan claro el contraste entre "vio
José a la mujer" y "a la mujer vio José". Acaso aún hay contraste en grado de
aceptabilidad, pero claramente ha cambiado la tolerancia. Otro ejemplo: con un
verbo pasional como "sentir pasión por", tenemos que, a partir de la neutra "Jaime
siente pasión por Andrea", resulta aceptable "Jaime por Andrea siente pasión" lo
que, en reordenamiento, equivale al ejemplo en la línea 3) arriba, la cual parece
menos feliz que ésta. Cada tipo construccional merecerá un análisis propio al
respecto.
143
pasear" se asocia con facilidad a "María". Alterando el orden de la construcción,
tenemos que una forma como "María llevó a pasear al parque el perro" (*?) es
menos aceptable que su origen. Más aceptable es la expresión "María llevó a
pasear al parque al perro", en la que el que era CONDUCTOR es ahora
TRANSPORTADOR y el CONDUCTO es ahora CARGA.
144
la [ACTIVIDAD] en su totalidad que es OBJETO de la orientación en estos
contextos: [[ACTIVIDAD] ES ORIENTADA RELATIVO A BASE]
145
Contactos. Esquemas de enlace, contacto o conexión implican expresiones
del tipo "el náufrago llegó a la playa", "fue a dar a la frontera", "ubícate junto a mí",
"Juana amarró el caballo al poste". Aquí, la escena presenta una entidad, móvil o
movible, unida a otra, que es punto de referencia. Los esquemas particulares son:
[MOVIL ESTA EN BASE], [MOVIL ESTA JUNTO A BASE] y [AGENTE
UBICA/SITUA OBJETO JUNTO A BASE].
146
Aquí "a" introduce un interior, RECINTO de un MOVIL. Si bien el verbo ya
implica un movimiento a través de un límite, no en todos los casos define la
perspectiva en particular. Por ejemplo "salir" es "salir de" (es decir "fuera de") y
"salir a" (es decir, "dentro de"). Piénsese, por ejemplo, en la diferencia de
perspectiva entre "le salió un lunar en la cara", por un lado, y "se le salió el lunar
de la cara", por el otro. Tenemos la perspectiva de exterior a interior, en la primera,
y la de interior a exterior, en la segunda.
Por otro lado, esto deja ver otro rasgo característico de "a", a saber, que "a"
imparte subjetividad a la expresión. Así, una diferencia entre "llevo el perro al
parque", por un lado, y "llevo al perro al parque", por el otro, reside en el tono
objetivo, de constatación de la primera, en contraste con lo involucrado del sujeto
147
en la segunda. Acaso una niñera "saca los niños a pasear", pero una madre "saca
a los niños a pasear".
En general, sin embargo, todas las ampliaciones de "a" son focales, relativo
a otras partes de la construcción. De este modo, una diferencia entre "voy a llevar
el perro al veterinario", por un lado, y "voy a llevar al perro al veterinario", por el
otro, es que el foco en la primera más naturalmente cae sobre "el veterinario" que
sobre "el perro", mientras que en la segunda ambos participantes están en relieve.
En general, los participantes introducidos por "a" no están presupuestos.
148
OCURRE EN AMBIENTE]. Estos esquemas son estáticos y, luego, no admiten
ampliaciones adicionales.
Nótese que este último grupo aún introduce un participante a la escena: "al
palo", "al fuego" y "al sol" introducen un INSTRUMENTO/BASE. La función
puramente modificativa de la acción se encuentra en expresiones como "Javier
come a destajo", "matar a sueldo", "tomar a manos llenas", "cantar a todo
volumen", "correr a más no poder". Aquí, las frases prepositivas no introducen
nuevos participantes en las escenas particulares que emergen. Es característico
del ámbito modificativo lo idiomático o acuñado de las expresiones, a diferencia de
lo productivo del ámbito de las ampliaciones.
149
[MOVIL SE INTRODUCE EN RECINTO] 6
150
escénicas, como METAS, RECINTOS, y BASES, convirtiéndolas en perspectivas
psicológicas como MOTIVOS, PROPOSITOS y DESTINOS.
151
HACIA [ACTIVIDAD]..... "a cortarse el pelo"
152
Los participantes que introduce "a" en estas secuencias constituyen focos
dramáticos particulares en la acción. La acción avanza a través de ellos, se dirige
a ellos, se detiene en ellos, se interesa por ellos, se introduce a ellos, se orienta
con ellos. Lo anterior apunta a funciones particulares que surgen de una gama de
secuencias. El conector introduce un campo de acción poblado de personajes
patéticos (los afectados por actos inmediatos, los focos involuntarios de
percepciones y pasiones, las víctimas de manipulaciones), lugares del porvenir y
del destino (las metas a alcanzar, los recintos a los que se va a dar), actividades y
visiones que determinan la acción total de la escena (los propósitos y motivos).
153
El enlace entre el ámbito ampliativo y el aspectual en las perífrasis de este
tipo puede ser caracterizado en términos de ecuaciones metafóricas.
Esbozaremos el proceso en dos de estas perífrasis.
154
El sentido de proyección futura se da en todas las perífrasis de este tipo
(con variaciones de "tipos de acción", como las acciones incoativas, "se puso a
comer", las terminativas, "llegó a tocar el violín bastante bien", y otras
combinaciones, como el efecto repetitivo en "se puso a llamar por teléfono"), pero
el sentido exclusivamente futuro se logra sólo en los Tiempos de Presente e
Imperfecto del Indicativo y el Subjuntivo del verbo "ir" (cfr. Real Academia
Española, 1983: 445-6). Estas son formas que manifiestan aspectos imperfectivos,
lo que se conjuga con el carácter lineal y continuo del movimiento en el esquema
básico y el tipo de acción verbal del verbo "ir". La correlación, entonces, entre
aspecto del verbo y ámbito escénico en construcciones con "ir a" es: en tiempos
perfectivos el producto es ampliativo, en los imperfectivos puede el producto ser
aspectual.
155
La conceptualización obvia es la del futuro como un camino, el paso del
tiempo como un caminar. El tiempo de (ir + a) es un tiempo dramatizado: un
tiempo hecho por el desplazamiento psicológico de actores hacia actividades
proyectadas.
156
"ir". El aspecto obtenido es un incoativo perfectivo, un comienzo ya iniciado. La
[ACTIVIDAD] no es latente, sino vigente. Aquí (echar + a) no es [INTRODUCIR
CARGA EN RECINTO], sino que constituye el marco aspectual incoativo-
perfectivo de una [ACTIVIDAD]. Es un aspecto de vigencia inicial.
157
intentos abstractos de ciertos textos teóricos, en contrapunto con el enfoque
escénico que hemos esbozado.
158
Forma complementos especificativos en que se denota el blanco ó término
de una actividad, fijando el respecto en que ésta ha de entenderse. %) Con
verbos. Dañar á la salud. Contribuir, cooperar á una empresa. Resistir á la
corriente. Estar á prueba de agua. Morir al mundo. Nacer á la virtud... (ibíd. Pág.
4)...
159
secuencias móviles pueden contener MOTIVOS, PROPOSITOS, DESTINOS,
PROSPECTOS. No así las estáticas.
160
relaciones posiciónales y de movimiento del caso (y en esto se adelanta a la
manera como muchas veces procede la "lingüística" o "semántica cognitiva"
norteamericana actual (11)). Mi interés en los comentarios es marcar los supuestos
en este tipo de análisis semántico, no cuestionar las innegables ventajas que
ofrece un enfoque así. También quiero mostrar la diferencia en perspectiva que
hay entre el presente análisis y el de Pottier, que en esto representa la postura
lingüística vigente (ver también Roegiest, 1980).
Las premisas de Pottier (que en esto sigue a Guillaume) se dejan ver en las
siguientes citas:
L'élément a la même valeur dans les trois cas: il exprime la coìncidence qui,
dans le domaine spatial (évoqué par sombra) donnera l'effet de sensé de "situation
coincidant dans l'espace", dans le domaine temporel (évoqué par las tres) donnera
161
l'effet de sens de "simultanéité", et dans le domaine notionnel (évoqué par
hurtadillas) donnera l'effet de sens de "manière, attitude accompagnante". (ibíd.)
---------6¦........... (x)¦
Así se echa de ver por qué una preposición como A puede tener dos
significaciones especiales: "movimiento hacia" y "situación puntual".
162
(T): [de las 2] a las 4 a la llegada del tren
Luego, de cada uno de los seis subcasos anteriores, el uso del habla
modela decenas de significaciones particulares, de "empleos del discurso". El
error ha consistido siempre en partir de tales empleos del discurso ya demasiado
diferenciados para que se puedan ver las afinidades originarias. (Pottier,
1970:146)
163
parten de las expresiones, no de un presunto origen, una imagen representativa,
una idea, causa última de la diversidad en la expresión. Las reducciones son
bienvenidas, cuando éstas emergen del análisis, como cuando se plantean
ecuaciones metafóricas para algunas perífrasis. Pero los esquemas básicos son
varios y es en esta variedad donde se apoya el análisis.
164
una sola, como también lo es la secuencia en donde se encuentra (que, en rigor,
son dos en la descripción de Pottier). Pero, dejando a un lado el problema de las
inversiones, hemos visto una multiplicidad de secuencias esquemáticas. ) ¿Porqué
la reducción a una o dos? y) qué hacemos con las otras, las que no derivan de la
forma inicial? y )qué hacemos con los distintos significados que emergen en las
distintas ampliaciones de los distintos esquemas?
Sobre las ventajas del análisis abstractizante apenas cabe insistir: impronta
un mismo tipo sobre una amplia producción lingüística. Pero el costo es
considerable, porque la producción lingüística es un universal concreto, no
abstracto; un todo en sus diferencias, no una forma única. Hay, entonces, una
decisión teórica que en algún punto de la descripción lingüística debe tomarse:
subir, desprendiéndose de la riqueza del detalle, hacia las formas abstractas, de
indudable atracción estética y fácil coherencia formal, pero de cuestionable estatus
ontológico, por un lado, o recoger la variación concreta, a fuerza de
irregularidades, pero de indudable validez empírica y sentido común, por el otro.
165
embargo, que, si bien un ámbito escénico guarda un contorno gramatical en un
nivel adecuado de análisis, este contorno no equivale al arrojado por el análisis de
los complementos verbales. El análisis del contorno gramatical de un ámbito
escénico arroja sus propios "complementos" i.e. tipos de participantes en la
escena con estabilidad gramatical propia.
166
En el plano en que este trabajo se mueve, sin embargo, interesa describir
los tipos de escenas en que participa "a" y de allí extraer las relaciones. El término
"preposición", entonces, para el elemento "a" tendría sólo el sentido de "elemento
prepuesto". Su función es la de conectar (ver Tb. nota (7), infra). Como veremos,
una cierta continuidad funcional del conector se refleja en variedad de esquemas
escénicos, pero ésta es una continuidad en el sentido de variación concreta,
universal de diferencias.
167
El tema lo ha desarrollado, por ejemplo, Lyons (1968:350-371) al tratar de la
transitividad y la ergatividad en general. La distinción que opera es entre una
definición nocional de transitividad y una formal. La nocional corresponde a los
esquemas afectivos ya vistos, mientras que la formal se refiere al tipo de
construcción lingüística con un verbo y un complemento directo. No se da más que
una coextensión parcial entre éstas. En ambos casos, sin embargo, el concepto de
transitividad cubre un área extensa y heterogénea que aquí interesa revelar en
términos más específicos. Evitaremos, por esto, referencia al término, excepto
para indicar el número de objetos que proyectan algunos grupos verbales. Sobre
esto, ver también Coseriu (1978: 'II y 'V) y Lenz (1944: 85-98 ('49-57)). Ver Cano
Aguilar (1987) sobre las oraciones transitivas del español.
168
Bello "vender" tiene claramente un carácter afectivo, equivalente a "traicionar",
"delatar", en lo que respecta al complemento directo "Jesús": éste aparece como
un PACIENTE, no como un VEHICULO (un OBJETO manipulado en mediación),
que es el tipo de participante de las transferencias normales. Se produce, luego,
una fusión entre el esquema afectivo y el transferencias (cfr. 3.7.2. en este trabajo;
ver también Cuervo (Ibíd.); García (Ibíd.:95-97); y Blansitt (1984)).
Demás está decir que ésta es una función conectiva que se da en las otras
preposiciones también, así como en las conjunciones de todo tipo, pronombres
relativos y frases apositivas. La función conectiva hace pensar en la inclusión,
entre otras formas, de las preposiciones en la categoría de "conjunción" en
Aristóteles. Define la conjunción como "un sonido no significante capaz de
combinar dos o más sonidos significantes en uno" (De Poética: 1457a).
Nótese la etimología de "hacia", Lat. Facia ad, "cara a": la entidad en la que
se realiza la reorientación en este esquema posee un "frente", "cabeza", o "punta",
una orientación interna propia y supuesta, que es clave al descifrar la orientación
externa.
Cabe aquí un comentario acerca del orden en que han sido presentados
estos esquemas escénicos (partiendo de los esquemas afectivo, perceptual y
pasional, a los esquemas de desplazamientos y, de allí, a los transferenciales).
Este orden sigue la secuencia natural del enfoque escénico en que se ve
enmarcado este artículo. Los esquemas escénicos van simplemente de más
simple a más complejo: las secuencias afectivas son más simples que las de
desplazamiento, las que, a su vez, son más simples que las de transferencias.
169
secuencias es desde un campo ablativo, extendiéndose luego hacia el dativo, para
últimamente cubrir también el acusativo. Esto implica una secuencia de tipos de
esquemas escénicos que va desde los de desplazamiento, a los de transferencias
y, finalmente, a los afectivos. Es decir, el orden inverso al del presente enfoque. El
tipo de desarrollo histórico es de expansión, y ésta se ha producido de un campo
"ablativo" hacia los campos "dativo" y "acusativo".
El espacio y el teatro son dos conceptos que han pugnado desde el principio, pero
el uno no puede existir sin el otro. La definición de teatro, como la unidad
dialéctica entre el escenario y la platea en un espacio de convenciones mutuas,
así lo asevera. Sus antecedentes comienzan desde los juegos y fiestas primitivas.
En aquel entonces existía un espacio total donde todos participaban; pero luego
las cosas fueron cambiando y se fue conformando el espacio del público y los
actores. Más tarde el sacerdote se separa del coro y encarna el papel del dios
170
para enseñar las historias divinas. De esta forma se establece el espacio-escena y
espacio-público.
Pero no fue hasta el surgimiento del teatro griego que fueron apareciendo los
primeros vestuarios teatrales y los elementos escenográficos para el espectáculo.
Y con ellos el anfiteatro construido en piedra, compuesto por una orquesta o pista
circular entre los espectadores y la escena, donde se movía el coro y la danza; la
escena (skene) o plataforma larga y estrecha, por encima del coro tres escalones,
donde representaban los actores; los camerinos, situados detrás de la escena; las
rampas laterales que facilitaban la entrada del personal; el espacio-público,
graderías con capacidad para aproximadamente treinta mil espectadores, elevada
quince metros sobre el nivel de la orquesta y rodeando a ésta en semicírculo. Los
espectáculos que allí se representaban se caracterizaban por movimientos
escénicos simples que incidían y determinaban la acción. El espacio-escena y el
espacio-público exigían de los actores una dicción clara y una voz capaz de llegar
a cada rincón del anfiteatro. Los actores disponían de un vestuario ampuloso,
unos zapatos con suela muy alta y máscara para engrandecer la figura.
La Edad Media fue otra etapa importante para el desarrollo del teatro y su espacio.
Por un lado sobresalió el teatro popular dirigido a los campesinos que se
escenificaba con temas cotidianos en puentes, plazas, mercados, tabernas, en las
empalizadas de las iglesias y en las mansiones de los funcionarios y aristócratas.
Y por otro lado el teatro eminentemente religioso representado dentro y fuera de la
iglesia, léase misterios, moralidades y milagros, los cuales eran representados en
diferentes escenarios que se construían a tales efectos. Muy destacados fueron
los carros especiales, sobre cuatro ruedas, con dos pisos, en cuya planta baja los
actores se cambiaban, mientras se actuaba en la parte alta. También había otro
tipo de escena reconocida como la decoración simultánea, es decir que había
diferentes lugares donde se actuaba al mismo tiempo. Algo muy original y propio
de la época fue la de permitir que el público se moviera también con el
espectáculo. Para ello, se construían varios escenarios hacia donde los actores se
dirigían para actuar seguidos por el público.
Después vino la era renacentista que tuvo una fuerte influencia en la organización
de las acciones o dramaturgia y en la arquitectura, cuando se trataba de imitar a
los clásicos griegos y romanos. Los principios arquitectónicos fueron tomados del
gran Vitruvio. Introdujeron el concepto de perspectiva, la caja cúbica como
171
escenario y la maquinaria con poleas, sogas, ruedas y contrapesos para bajar y
subir telones, bambalinas, nubes, seres mitológicos y patas.
Cito: "El nuevo teatro a partir de mediados del siglo XVII es un salón de fiestas
mundanas; en consecuencia, abandona la gradería cosmopolita. El piso y la
orquesta es ocupado por el Príncipe y su corte; periféricamente, en herradura, se
superponen las galerías de palcos, balcones, tertulia... y paraíso. Más tarde, el
soberano se muda al palco central, óptimo, y la corte lo acompaña y sube; la
platea entonces se relega a la burguesía. El teatro "a la italiana" está completo:
una escena para admirar, una sala para la velada de gala".
Del libro: "Apuntes para un libro de texto-taller", de Ramiro Herrero Beatón y otros.
Parejamente con este tipo de teatro con sus leyes y perspectivas surgió la
comedia del Arte, teatro popular callejero que actuaba generalmente en pequeños
entarimados donde se decoraba con una calle con dos casas por los dos lados y
las ventanas y los balcones servían para desarrollar las acciones. La decoración
nunca se cambiaba durante la representación. El espacio escénico improvisado
respondía al carácter improvisador de los actores y al principio de creación
colectiva. Como lo hará después en Cuba el teatro de relaciones a partir del siglo
XVIII.
172
primeras... Debajo de los aposentos había una serie de asientos en semicírculo
que se llamaban gradas; delante de éstas el patio, espacioso y descubierto ,
desde donde las gentes de la clase ínfima veían de pie el espectáculo... En el
patio y cerca del escenario había filas de bancos, probablemente también al
descubierto como el patio, o resguardados a lo sumo por un toldo de lona que los
recubría. Al principio no se pensó en destinar un local aparte para las mujeres; un
siglo después, se construyó para las de la clase más baja un departamento, sitio
en el fondo del corral, que se llamó cazuela o el corredor de las mujeres. Las
damas principales ocupaban los aposentos o desvanes".
El público rodeaba la escena por tres lados. Había una fuerte presencia del pueblo
en el espacio-público. En ese espacio se representaban las obras del gran
dramaturgo
Entre los siglos XVII y XIX es el "teatro a la italiana" el que prevalece. Se realizan
nuevas estructuras, el escenario se mecaniza. Es la era de oro de la ingeniería
escénica. La iluminación eléctrica da nuevas posibilidades a las puestas en
173
escena. El director de escena comienza a transformarla , buscando un
acercamiento a la realidad y a deshacerse de los conceptos rígidos que habían
subsistido durante los siglos XVII, XVIII y XIX en el teatro.
Adolfo Appia y Gordon Craig añadirán una serie de elementos que van a
reconocer al teatro como convención, como lugar de experiencias y de reflexión.
Para estos creadores el teatro sobrepasa la ilusión de lo natural y adquiere
proporciones más significativas. El teatro deja de ser reflejo de la realidad para
convertirse en una forma de expresión artística. Lo típico de estos dos
reformadores es la nueva valoración del decorado como elemento y del espacio
escénico como lugar donde la acción teatral se desarrolla. El espacio escénico
pasa a ser una totalidad técnico-teórica en la que se muestra el trabajo del actor y
transcurre el espectáculo. Se amplía hasta las relaciones actor-público,
espectador-espectáculo; "hasta convertirse –como diría Juan A. Hormigón, en
Investigaciones sobre el espacio escénico – en la entidad espacial neutra en la
que se dispone el lugar (individual o múltiple) de la acción escénica y unas
determinadas relaciones con los espectadores que la contemplan."
Appia plantea que el actor tiene necesidad de crear el espacio escénico a través
de su temporalidad musical. Él lo escribió: "El espacio viviente será , por tanto, a
nuestros ojos, y gracias al intermedio del cuerpo, la placa de resonancia de la
música. Podríamos avanzar incluso la paradoja de que las formas inanimadas del
espacio, para devenir vivientes, deben obedecer las leyes de una acústica visual".
Y más adelante nos dice, al referirse al trabajo del actor: " El espacio es nuestra
vida; nuestra vida crea el espacio, nuestro cuerpo la expresa. Para medir el
espacio, nuestro cuerpo tiene necesidad del tiempo. La duración de nuestros
movimientos mide pues su extensión. Nuestra vida crea el espacio y el tiempo, el
174
uno para el otro. Nuestro cuerpo viviente es la Expresión del Espacio durante el
tiempo, y del tiempo en el espacio. El espacio vacío e ilimitado, donde nosotros
nos hemos colocado al principio para efectuar la conversión indispensable, no
existe ya. Sólo nosotros existimos." Y agorero, concluye: "Tarde o temprano
llegaremos a lo que se llamará la sala,
catedral del porvenir que, en un espacio libre, amplio, transformable, acogerá las
manifestaciones más diversas de nuestra vida social y artística y será el lugar por
excelencia en donde el arte dramático florecerá –con o sin espectadores--...El arte
dramático de mañana será un acto social al que cada cual aportará su concurso.
¿Y quien sabe?, quizá llegaremos, tras un período de transición. A fiestas
majestuosas en las que todo un pueblo participará, en donde cada cual expresará
su emoción, su dolor y su gozo y donde nadie consentirá en seguir siendo un
espectador pasivo. Entonces, el actor dramático triunfará". Mediante sus
concepciones sobre el espacio y el decorado arremete contra el decorado ilusorio
y fabrica elementos tridimensionales, propiciadores del juego, a los que la luz le da
la valoración efectiva. Después enjuicia las barreras existentes entre la platea y el
escenario y la necesidad de eliminar el espacio neutro y en su lugar utilizar
disposiciones cambiantes. Así, este reformador, se convierte en el inspirador por
excelencia del nuevo lenguaje escénico, tanto en lo referente a la dramaturgia y al
espacio.
Otro grande: Jacques Copeau, escribió sobre Appia lo siguiente: "Era músico y
arquitecto. Él nos enseñó que la temporalidad musical, que envuelve, ordena y
regula la acción dramática, engendra al mismo tiempo el espacio donde ésta se
desarrolla. Para él, el arte de la puesta en escena, en su más pura acepción, no es
otra cosa que la configuración de un texto o de una música, hecha sensible por la
acción viva del cuerpo humano y por su reacción a las resistencias que le imponen
los planos y los volúmenes construidos. De ahí el rechazo de toda decoración
inanimada sobre el escenario, de toda tela pintada y del papel primordial que
concede a este elemento activo que es la luz. Con esto está dicho todo o casi
todo. Se obtiene una reforma radical –Appia empleaba gustoso esta palabra—
cuyas consecuencias, en su desarrollo, van de las escaleras de Reinhart al
constructivismo de los rusos. Estamos en posesión de una idea escénica.
Estamos tranquilos. Podemos trabajar sobre el drama y el actor, en lugar de girar
eternamente alrededor de fórmulas decorativas más o menos inéditas, cuya
175
investigación nos hace perder de vista el objetivo esencial. La idea de Appia: una
acción en relación con una arquitectura , deberá bastarnos para hacer obras
maestras, si los directores de escena supiesen lo que es un drama, si los autores
dramáticos supiesen lo que es un escenario..." Cita tomada de Comedia, de
Jacques Copeau, París, 12 marzo 1928.
Su franca oposición al naturalismo, al que acusa de todos los daños que aquejan
al teatro se evidencia en estas líneas, tomadas de "El arte del teatro", de G. Craig,
p.37. París, O. Lieutier, s.d. (Florencia, 1907), dice: "La tendencia a imitar la
naturaleza nada tiene que ver con el arte; cuando se introduce en el terreno del
arte es tan perjudicial como puede serlo la convención cuando la encontramos en
la vida cotidiana. Hay que comprender bien que son dos cosas distintas y que
cada una debe quedar en su sitio. No podemos esperar en deshacernos de un
golpe de la tendencia a ser "naturales" en la escena, a pintar decorados
"naturales", a hablar con un tono "natural"; el mejor modo que tenemos de luchar
contra ello es estudiar las otras artes".
Los futuristas se apoyaron en el color, la luz y los volúmenes; mientras que los
constructivistas se sustentaban en la construcción, la gran máquina escénica de
176
uso múltiple. Ambos intentarán transformar el espacio escénico donde se mueve el
actor; a buscar una nueva comunicación e influencia del actor sobre el público,
lograr una nueva posibilidad escenográfica en detrimento del decorado pintado e
introduce el color y la materia. Se destacarán Enrico Prampolini en Italia, Frederick
Keisler en Austria, Simón Syrkus en Polonia, Autant-Lara y Antonin Arteaud en
Francia, Normal Bel Gueddes en los Estados Unidos.
Erwin Piscator será uno de esos jóvenes creadores teatrales, militante activo y
revolucionario, que trata de dar una nueva posibilidad al teatro político. Trabaja
vinculado al Central Theater, la Vabksbühne berlinesa y la Piscator-Buhne. Con
sus puestas en escena desarrolla el decorado teatral y la concepción del nuevo
espacio escénico. Utiliza nuevos materiales, inventa nuevos sistemas y máquinas,
incluye la proyección documental y escenográfica. Utiliza grandes construcciones
que amplían los espacios en correspondencia con la imagen cinematográfica. En
1927, Piscator construye su propio teatro basado en los principios de Walter
Gropius. En su libro "Teatro Político" afirma lo siguiente: "El estilo de arquitectura
teatral que domina nuestra época es una supervivencia del absolutismo: es el
teatro de corte. Su división en orquesta, balcones, logias y galerías reproduce la
jerarquía social de la sociedad feudal". Por eso planteó la democratización de la
escena y el equipamiento mecánico de las diferentes áreas de representación.
Basado en los principios arquitectónicos de Gropius asegura que el arquitecto
teatral de su tiempo debe proporcionar al director de escena la posibilidad de
manejar adecuadamente, sin limitaciones la escena y su maquinaria teatral. Así
formula la opción de que las escenas se transformen en beneficio del teatro;
enuncia el principio de romper con la separación entre los espectadores y los
actores, de incidir en el espectador y convertirlo en agente activo de la puesta en
escena. Mediante este tipo de teatro, Piscator pretende emocionar y hacer
177
participar a los espectadores de una manera consciente, política e incorporarlo a
la lucha revolucionaria.
Bertold Brecht, también alemán, lo plantea de otra manera. Porque él propone que
el espectador no pierda su lucidez, no se enajene, y sea capaz de saber discernir,
reflexionar
Sobre su situación. En Brecht hay una libertad de elección que Piscator descarta.
Brecht plantea la renovación de la obra dramática en todas sus estructuras
internas y sustituye la dramaturgia aristotélica por la épica y posteriormente por la
crítica-dialéctica. La renovación que emprenderá Brecht será total. No sólo en las
piezas, sino en el actor y en la escena. Aboga por un teatro de la era científica
capaz de hacer pensar y reflexionar al espectador.
178
Los teatros obreros y campesinos. Representados por grupos y compañías que
preconizaban un teatro didáctico y elemental que tuvo una vida efímera.
Seguimos construyendo escenarios al estilo del siglo XVIII o del XVII. ¿No es
vergonzoso?
179
Las innovaciones de Meyerhold van desde su reforma del principio escenográfico
hasta las nuevas concepciones del edificio teatral y el desarrollo del arte
productivo, siguiendo las leyes de la construcción. Los escenógrafos
constructivistas "sustituyen la escenografía tradicional, ilusionista, por estructuras
de andamios, soportes, escaleras y planos inclinados, de artificios móviles, que
cumplen una doble misión en el espectáculo: conceder al actor un espacio
estrictamente funcional para la acción y, al mismo tiempo, sugerir por medio de las
cualidades formales de este tipo de construcción, la tensión futurista de la idea
tecnológica", tomado de Vanguardia y realismo, Piero Raffa, p. 123. Barcelona.
Ediciones de cultura Popular, 1968.
Hasta aquí hemos visto cómo el espacio teatral ha ido modificándose a través del
tiempo, cuando los creadores y reformadores que han intervenido, se han
propuesto un nuevo tipo de relación entre el espectáculo y su público en un
espacio que respondiera a sus intereses artísticos, léase sociedad, dramaturgia y
público. Así en ese corto viaje hemos comprobado que el espacio escénico es el
lugar donde se sitúa el espectáculo y dentro de él la escenografía, el vestuario, las
luces y el movimiento actoral.
180
No obstante, debo destacar algo muy significativo en este recorrido espacial a
través del tiempo y es el rechazo que han hecho los creadores y reformadores al
teatro a la italiana por sus condicionantes, pero se han seguido construyendo
teatros con esas características,
Aunque debo decir que en muchos países se han construido edificios con
diferentes posibilidades escénicas, donde juega un papel importante la relación
sala-escena, la
A partir de los años sesenta del siglo XX, otras ideas sobre el espacio teatral
comienzan a ponerse en práctica. Mientras en Europa las ideas del director inglés,
Peter Brook empiezan a prevalecer, y muchos seguidores lo imitan, al considerar
al espacio no como un dogma sino como algo vivo y dinámico, capaz de ser
utilizado de acuerdo con las necesidades; el espacio –nos decía-- está
determinado por la forma como se relacionan entre sí los seres humanos cuando
están juntos. De ahí que exista un espacio vivo y uno muerto. Los espacios crean
ciertas condiciones y no es difícil ver cuál es el precio que pagamos por cada uno
de los factores que intervienen en la determinación de un espacio. Para él, el
espacio es algo relativo. Dentro de un teatro hay algo que ayuda y algo que
obstaculiza; fuera del teatro hay algo que ayuda y algo que obstaculiza. Con la
ponderación a favor y en contra de la utilización del espacio: no se puede tratar de
manejar como si fuese un dogma sino que es necesario analizarlo en forma
dinámica y permanentemente en función del lugar del ambiente. Pero el elemento
más importante que en verdad distingue a un espacio de otro es el problema de la
concentración. Si el propósito de la representación es crear una imagen de
confusión entonces, el espacio es bueno. Pero si el propósito es centrar el interés
en un solo punto, si a la par hay ruido, obstáculos, movimientos equivocados, si la
visión es mala, si se suceden simultáneamente demasiadas cosas arriba, abajo,
detrás y a un lado del espectador, éste perderá toda la concentración. Brook
considera que no hay reglas rígidas que indiquen si un espacio es bueno y malo, y
sería propio de románticos y perezosos el sugerir que todos los espacios son
buenos o todos los espacios son malos.
181
En el Caribe y América Latina los teatreros, diseñadores y demás creadores
utilizarán el espacio un poco volcado hacia sus tradiciones y sus esencias,
estableciendo una fusión entre el actor y el público.
Los lugares de representaciones son muy variados. Puede ser una plaza, una
escalinata, u un batey de un central azucarero, el patio de una casa, una escuela,
un centro de trabajo, la comunidad o barriada, etc.
182
raramente estudiado y es poca la documentación de que se dispone. Para éste
acucioso investigador falta una teorización general del tema, una descripción de
las formas múltiples que ha asumido el espacio escénico a través del tiempo.
Tampoco existe la descripción de los procesos que permiten concretar el espacio
escénico para un espectáculo, ni el repertorio de los medios pertinentes para
crearlo, ni a quien corresponde hacerlo. Por ello, Javier plantea varias líneas de
investigación:
Para este insigne creador existen dos espacios: el real (el piso del teatro) y el
ficticio que es el que se corresponde con la obra. Y tres momentos de creación de
ese espacio:
183
Pero considero lo más significativo e importante de sus planteamientos son los
referidos a la búsqueda de una definición del espacio escénico en el plano de la
praxis, pasando por los puntos siguientes:
4.- Pasando por el espacio de ficción, invocado por el dramaturgo, así la propuesta
sea ya de creación colectiva o ya de una obra concreta.
5.- Hasta alcanzar la definición de ese espacio real, a partir de las acciones, es
decir, del espacio de sustentación concreto donde están los actores y hasta
alcanzar la definición de los espacios de ficción que corresponda a las
necesidades del espectáculo.
6.- Analizando las definiciones que correspondan al espacio teatral (el espacio del
actor, el espacio del espectador), al espacio escénico (espacio del actor), a la
platea (espacio del espectador) y todas las variantes interaccionales que surjan.
7.- Analizando los elementos significantes con los cuales se va a definir el espacio
de ficción del espectáculo; es decir, por qué se seleccionan determinados tipos de
elementos significantes o por qué rechazan otros.
10.- Reflexionando acerca del papel que cabe desempeñar a cada uno de los
integrantes del grupo en la definición del espacio escénico, lo cual nos llevaría a
184
precisar a quien corresponde crearlo y cuál es el rol que cada uno asume en el
caso de la definición.
Un francés, Ives Bonnat parte del principio que al espacio escénico no hay que
definirlo porque existe en si mismo y se puede crear o recrear; que es preferible
tratar de encontrar un método de investigación del espacio escénico, cualquiera
que sea. Y concluye: todos vivimos en espacio y, cuando debemos realizar algo
que ha de ser visto por otras personas, establecemos una relación digamos,
establecemos una relación digamos, dialéctica entre el espacio en el cual nosotros
estamos obligados a trabajar y la naturaleza de la obra que debemos expresar.
Esto es respecto a las obras escritas, pero cuando no queremos una obra escrita,
podemos lograr crear una acción dramática, utilizando el espacio en el cual
estamos. Por eso, es preferible estudiar métodos de investigación del espacio y no
tratar tanto de definir el espacio.
Richard Schechner afirma que cada obra exige un espacio distinto. Y considera
que existen por lo menos cinco tipos importantes de espacio teatral:
185
1.- El espacio que se utiliza en las salas de teatro.
2.- Los espacios que se han transformado en salas, el garaje de actuación de New
York, las fábricas, la Sala Redonda en Londres, etc.
3.- El espacio encontrado cerrado, aquel donde alguien utiliza un espacio sin
modificarlo, como hiciera Peter Brook en el teatro medio demolido en el cual
escenificó "Ubú Rey" o como han hecho Grotowski y otros en varias
oportunidades.
4.- El espacio encontrado al aire libre, como los teatros de habla hispana en los
E.U., el teatro en la calle, el teatro campesino de Luís Valdés en California y el
Teatro Móvil de Puerto Rico con Miriam Colón.
5.- Los espacios para teatrales en donde el espacio teatral ya no está organizado
como un teatro.
186
En la vida cotidiana, la realidad propone e impone una nueva recepción de
mensajes sobre la base de la continuidad, de la ruptura. El espíritu del hombre
sufre una cantidad importante de modificaciones y esto lleva a elegir una forma de
implementar el espacio y la combinación de signos a través de la simultaneidad.
Para Ives Bonnat el espacio es una función del sentido, de la idea del espectáculo,
coincide con Peter Brook en que cada espectáculo debe crear un espacio.
Para Raouf Ben, tunecino, el espacio teatral, es primero y ante todo, una
especie de diálogo, de relación entre su producción y su consumición, entre
actores y espectadores.
CASTELAR EMILIO. LIVIO FOPPA TITO. Diccionario Teatral del Río de plata y
Literatura Española del Siglo. Ediciones del carro de tespis. Publicado 1962. Pág.
501.
Ni es cielo ni es
azul
Estética de la recepción.
Ensayos de semiótica
escénica,
narrativa y publicidad
187
José García Templado: Ni es cielo ni es azul. Ediciones del
Laberinto, Madrid, 2004, 319 pp. ISBN: 84-8483-203-1
188
(sólo afecta a la estructura icónica). Contrariamente, cuando la cama que aparece
en Macunaíma pasa a ser piragua por la ficción de remar de sus ocupantes, la
inferencia se produce con la participación de dos estructuras sígnicas, icónica y
kinésica (movimiento) y es, por tanto “heteroestructural”.
189
mismo, el paralelismo con el mito de Don Juan y la asimilación que a él se hace de
la figura de Miguel de Mañara, en distintas épocas y manifestaciones. La fuerza
mítica del destino enlaza los mitos griegos con manifestaciones de diversas
épocas y acaba con el análisis del mito de Orestes en Esquilo (La Orestiada) y
Sartre (Las moscas). El método estructural genético diseñado por Goldman nos
hace ver en Esquilo lo inexorable del destino, que en Sartre es símbolo de la
libertad.
V.1 HISTORIA
Barja Cesar. Literatura Española Historia. Edit. Stechert & co. Publicado 1935.
Pág. 399
190
"ensaye" prueba o examen de la calidad y bondad de los metales. Ensayar, es
pesar, probar, reconocer y examinar. Por lo tanto, el ensayo es un escrito
generalmente breve, sobre temas muy diversos. No lo define el objeto sobre el
cual se escribe sino la actitud del escritor ante el mismo; en el fondo, podría ser
una hipótesis, una idea que se ensaya. El ensayo es un producto de largas
meditaciones y reflexiones, lo esencial es su sentido de exploración, su audacia y
originalidad, es efecto de la aventura del pensamiento. Un ensayo es un escrito en
prosa, generalmente breve, que expone con hondura, madurez y sensibilidad, una
interpretación personal sobre cualquier tema, sea filosófico, científico, histórico,
literario, etc. En la manera con que se expone y enjuicia un tema colinda con el
trabajo científico, con la didáctica y la crítica. No sigue un orden riguroso y
sistemático de exposición. El punto de vista que asume el autor al tratar el tema
adquiere primacía en el ensayo. La nota individual, los sentimientos del autor,
gustos o aversiones es lo que lo caracteriza, acercándose a la poesía lírica. Lo
que los separa es el lenguaje, más conceptual y expositivo en el ensayo; más
intuitivo y lírico en la poesía. Características del Ensayo
estructura libre
de forma sintética y de extensión relativamente breve
variedad temática
estilo cuidadoso y elegante
tono variado, que corresponde a la manera particular conque el autor
ve e interpreta al mundo.
191
un perfecto dominio de la materia y buena dosis de cultura general para
desarrollar un tema artísticamente a la manera de un motivo musical que se
desenvuelve a través de ricas y variadas relaciones tonales. El ensayo es también
una especie de divulgación y un juego brillante por el mundo de las deas. Tipos
de Ensayos
192
parte del razonamiento científico y de la imaginación artística. La creación
científica arraiga, como la poética, en la capacidad imaginativa, ésta no se puede
ignorar totalmente; sin embargo no se aparta de la naturaleza o de la lógica. El
ensayo comparte con la ciencia uno de sus propósitos esenciales: explorar más a
fondo la realidad, aproximarse a la "verdad" de las cosas. Comparte con el arte la
originalidad, la intensidad y la belleza expresiva. En el ensayo no hay en realidad
un estilo definido, sino muchos según el carácter del autor. Pero sí existe una
condición esencial que todos debemos cumplir: la claridad de expresión, esta
transparencia que puede dar al lector una mayor comprensión de la autenticidad
del pensamiento plasmado por el ensayista
193
investigación sobre este tema porque es muy probable que no estés familiarizado
con los contenidos del Derecho, pero si te solicita que escribas sobre los niños
payasitos que actúan en las calles de nuestras ciudades, frente a los automóviles
durante los altos, entonces es muy probable que te esté solicitando que escribas
un ensayo; porque desgraciadamente, como latinoamericanos, estamos muy
exigerigor.
194
Sea cual fuera tu opinión, por ejemplo, los niños de las calles, tendrás que
explicar las causas que motivaron la aparición de estos niños en las calles.
tus respuestas.
V.2 EVALUACIÓN
195
Al escribir un ensayo, deberás plantearlo desde el pensamiento crítico, a
continuación se presentan algunas estrategias que te apoyarán.
3. Elabora una lista de las razones en las que bases tus juicios.
1. Elabora una lista con los principios que debas comparar y contrastar.
196
1. Divide el objetivo de la cosa (ensayo, proceso, procedimiento, objeto,
etc.) entre sus partes principales.
1. Elige los aspectos que más destacan o son los más importantes de la
cosa.
197
1. Elabora una lista de las razones para tomar una posición en cuanto a una
cosa.
3. Refuta las objeciones contra tus razones y defiende tus razones contra
las objeciones.
Los ensayos, por lo general, son literarios debido a que su principal objetivo
es que el autor exprese su opinión sobre un determinado tema, y las otras
198
disciplinas, incluso en las de ciencias sociales, como la Historia, se exigen
objetividad, es decir, que la hipótesis central se sustente con hechos y no con
opiniones.
Con seguridad en la biblioteca encontrarás estos textos:
Octavio Paz
199
máscaras, las defensas psíquicas, probable influencia de Freud, una sostenida
BIBLIOGRAFÍA
200
BLANCO GARCÍA FRANCISCO. Sáenz de Jubera. Publicado ED mac
ahílen 1899. Pág. 73.
201
MARBÁN ESCOBAR EDILBERTO. El teatro español medieval y del
Renacimiento Publicado 1971. Las Américas. Pág. 39.
MOISÉS ÁNGEL. El libro del teatro. Edit. Gráficas Casado. Página 315.
VOSSLER KARL. Introducción ala literatura española del siglo de oro seis
lecciones. Publicado 1961. Espasa-Calpe Mexicana. pág.1
LINCOGRAFÍA
www.méxicodesconocido.com.mx/.../arte/detalle
www.planlectura.es/bibliotecaspublicas/bibliografia.html -
www.colegionacional.org.mx/Villoro.htm
virtual-spain.com/literatura_espanola.html
www.monografias.com/Educacion/index.shtml
www.euskalnet.net/tz
es.wikipedia.org/wiki/Literatura_de_España
es.dir.yahoo.com/Arte_y_cultura/Literatura/Bibliografias/
202
www.ensayistas.org/filosofos/argentina/hernandez/biblio-de.ht
www.canalok.com/lector/index.htm
www.usfq.edu.ec/1BIBLIOTECA/bibvir/liter.html
203