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Cátedra de autor medieval, Profesor Julio César Vargas B.

, segundo semestre de 2019


Profesor: Julio César Vargas B. E-mail: juliocesarvargasb@gmail.com

Sesión del 9 de agosto de 2019


Introducción: el problema del conocimiento y de la imagen en el medioevo
 El problema de la imagen entre teoría del conocimiento, lógica y metafísica

I. Conocimiento e imagen en Aristóteles y Agustín de Hipona


 El problema de la imagen y de la visión en Aristóteles (De anima)
 La facultad intelectiva: abstracción, fantasía
 Entendimiento agente y pasivo
 Teoría de las distinciones: a) distinción real y b) razonada
 Agustín: el ser humano como imagen de Dios (De Trinitate)

Bibliografía básica
Agustín de Hipona: De Trinitate, BAC, Madrid, 1962.
Aristóteles, Analíticos segundos, 2
Aristóteles, De Anima (III, cap. 3-8).
Aristóteles, Ética a Nicómaco, cap. VI
Boulnois, O.: Être et représentation, Paris: PUF, 1999, pp. 17-53

Introducción: el problema del conocimiento y de la imagen en el medioevo


El tratado de Aristóteles “A cerca del alma” (De anima, Peri psyché) ofrece una descripción
de las funciones de la vida, desde las más básicas, como la sensación y percepción (la
aisthesis), hasta las más elevadas, el nous o intelecto. Esta obra ha tenido un gran influjo en
la historia de la filosofía: en la filosofía peripatética del gran comentarista, Alejandro de
Afrodisia (principios del siglo III d. e. C.), en el neoplatonismo (por ejemplo en Simplicio);
en el medioevo musulmán: Avicena y Averroes, Alberto Magno, Tomás de Aquino, Duns
Escoto. En la teología de Martín Lutero y en el siglo XX.

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Página de la versión latina de Guillermo de Moerbeke, principios del siglo XIV

El problema de la imagen y de la imaginación en Aristóteles (De anima)


Es de aclarar que Aristóteles no ofrece una concepción del psiquismo, tal y como lo entiende
la modernidad, como una instancia correlativa al cuerpo, con capacidades autónomas e
independientes, propias de un sujeto. Antes bien, le interesa determinar las funciones de la
vida anímica y de qué manera participan en el conocimiento.
El alma es el principio de vida, la forma que en unidad con el cuerpo, conforma la vida.

Una de las preguntas centrales es si la phantasía es una facultad o capacidad independiente,


y si no de qué otra facultad depende, de la sensibilidad, del intelecto? Partimos de la base de
que Aristóteles no asume que la phantasía sea una facultad, esto lo pone de presente un pasaje
del De Anima, en donde afirma que las facultades son: nutritiva, sensitiva, discursiva (la
expresión mediante el logos) y el movimiento.

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De Anima II, 2, 413b 12


En otro pasaje habla de cuatro facultades: nutritiva, sensitiva, discursiva y motriz y
desiderativa (II, 3, 414ª 32).
Aristóteles ofrece de una manera no sistemática su concepción de la imaginación (phantasia),
su investigación le llevó a descubrir una capacidad o disposición del alma, en estrecho
vínculo con el intelecto (nous), pero que pertenece a la aisthesis. Nuestra lectura de
Aristóteles, está dirigida a esclarecer los siguientes tópicos en relación a la phantasia:
a. Sus vínculos con la aisthesis y con el intelecto, de manera que se pongan de presente
las tres funciones que corresponde a este término.
b. Señalar en qué medida la imagen como representación (mental) funge como medio
para la percepción.
c. El problema del carácter del objeto al que remite la imagen, ya sea como reproducción
de lo ya visto, ya sea como la dimensión posible.

Aristóteles parte de la analogía entre percibir e inteligir: en ambos casos tiene lugar una
aprehensión de una entidad externa, ambos permiten discernir y reconocer la realidad.
Adicionalmente, menciona la célebre tesis de que el conocimiento consiste en que ‘lo
semejante percibe y conoce lo semejante’.
El conocimiento llega a ser problemático porque hay ‘apariencias’ y error. Explicitamos
cómo conocemos para determinar por qué sucede el error y en qué sentido las apariencias
conducen a la realidad o a la ilusión.

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El propósito es deslindar la imaginación de la aisthesis y del pensamiento (noein) y en la


ponderación de las diferencias enuncia algunos rasgos de la phantasia.1 La aisthesis es uno
de los niveles del saber (cfr. Metafísica I), su traducción es múltiple pues abarca dos sentidos
complementarios:
a) el primero objetivo, que da cuenta de la recepción de información del entorno,
considerado como real o como presuntamente real. Desde esta perspectiva, designa
sensibilidad y a la vez percepción, entendiendo por esta última la captación de
atributos o cualidades de los objetos (como caliente, frio, tibio) y al mismo tiempo la
capacidad de identificar objetos naturales, distinguiéndolos de otros: el perro del gato,
por ejemplo.
b) la aisthesis tiene un sentido subjetivo, en cuanto designa los sentimientos y
afecciones, tales como el dolor, el placer, la fruición del sentir… las afecciones en
general, incluso el desear y el soñar. Aquí habría que tener en cuenta la conciencia de
sí, el saber no solo en relación con ‘lo percibido’, sino también el percibir mismo.
La sensibilidad no sólo consiste en los cinco sentidos básicos, sino que cuenta con una
“capacidad común que acompaña a todos los sentidos”.

La aisthesis, en el sentido de percepción exige diferenciar entre:


a) la recepción de formas sensibles, materiales, como el olor, color, sabor, rugosidad,
etc. de los objetos. Estos datos sensibles son “formas” porque así quedemos
impregnados de ellas, la percepción no toma de ellos ningún contenido, sino que se
queda con una representación de ellos, con una “forma sensible” y es forma porque
es compartida por otros objetos: dos objetos pueden tener el mismo color.
b) La percepción de cosas naturales, no ya de “formas sensibles”, sino de entidades
como personas, árboles, calles, etc.
A éstos se podría añadir un tercer tipo de objetos percibidos, complejos, resultado de la
combinación entre ellos, conformados por cualidades comunes como tamaño, número, color,
etc.
Aristóteles distingue entre:
Sensibles propios: que corresponden a la información de cada uno de los cinco sentidos:
vista, olfato, tacto, gusto, audición.
Sensibles comunes, aquellos que son resultado de la combinación de dos o más sentidos, por
ejemplo el olor, el gusto y la vista cuando consumimos una fruta, una naranja. Este tipo de
sensibilidad forma parte de una propiocepción, percepción de sí, pues es resultado de la

1
Cfr. Pineda, Diego: Aristóteles: entre aisthesis y phantasía, en: Universitas Philosophica 67, 2016, pp. 131-
164.

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síntesis que opera el alma entre diversos tipos de datos sensibles. Aquí también habría que
incluir la percepción de sí, auto “conciencia”.
Sensibles por accidente: los objetos como tales, en cuanto unidades de percepción, que se
aprehenden indirectamente, a partir de la percepción de ciertas cualidades: por ejemplo, veo
a alguien gordo y risueño y lo identifico como el payaso ‘tuerquita’.
Percibir y pensar no son lo mismo, así sean análogos. En qué consiste la diferencia?
- La percepción de los sensibles propios siempre es verdadera.
- La intelección puede conducir a error. Prudencia y rectitud.

- Podemos imaginar a voluntad…. Pero no forjarnos opiniones a voluntad (juicio).


- La imaginación no es un sentido.
- Aristóteles afirma que uno de los atributos centrales de sentidos es estar en acto o en
potencia. Es esto decisivo para los sentidos?
Las imágenes advienen en todo instante… involuntariamente, aún en el sueño.
- Tienen los animales imaginación? Cuáles no?

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